Ss. Roque González, Alfonso Rodríguez y Juan del Castillo

16 DE NOVIEMBRE
SANTOS ROQUE GONZÁLEZ,
ALFONSO RODRÍGUEZ y JUAN DEL CASTILLO,
sacerdotes y mártires
ANTÍFONA DE ENTRADA
Memoria
Roque González de Santa Cruz nació el año 1596 en
Asunción, Paraguay. Entró en la Compañía de Jesús ya
sacerdote en 1609, y durante casi veinte años trabajó en
civilizar a los salvajes de aquellas regiones, en reunirlos en
Reducciones, y en instruirlos en la fe y vida cristiana. Fue
muerto traidoramente por la profesión de la fe el 15 de
noviembre de 1628 juntamente con Alfonso Rodríguez,
español de Zamora y sacerdote de la Compañía de Jesús.
Dos días después y en otra Reducción, sufrió un cruelísimo
martirio Juan del Castillo, también español, de Belmonte de
Cuenca, y jesuita, que había sido intrépido defensor de los
Indios contra sus opresores. Fueron canonizados, en
Asunción, por Juan Pablo II en 1988.
Se ha derramado en tierra la sangre de los santos
mártires por confesar a Cristo.
Así ellos han logrado el premio eterno.
ORACIÓN COLECTA
Haz, Señor, que tu palabra
crezca allá donde los mártires la sembraron;
y produzca el ciento por uno en frutos de justicia y de paz.
Por nuestro Señor.
1

PRIMERA LECTURA
Seguid actuando vuestra salvación escrupulosamente.
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 2, 12-18
Queridos hermanos: Ya que siempre habéis obedecido, no sólo cuando yo
estaba presente, sino mucho más ahora en mi ausencia, seguid actuando vuestra
salvación escrupulosamente, porque es Dios quien activa en vosotros el querer y la
actividad para realizar su designio de amor. Cualquier cosa que hagáis sea sin protesta
ni discusiones, así seréis irreprochables y límpidos, hijos de Dios sin tacha, en medio
de una gente torcida y depravada, entre la cual brilláis como lumbreras del mundo,
mostrando una razón para vivir. El día de Cristo, ése será mi argumento para probar
que mis trabajos no fueron inútiles ni mis fatigas tampoco. Y aun en el caso de que mi
sangre haya de derramarse, rociando el sacrificio litúrgico que es vuestra fe, yo estoy
alegre y me asocio a vuestra alegría; por vuestra parte estad alegres y asociaos a la mía.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Sal 26, 1.2.3.4
R,/ El Señor es mi luz y mi salvación.
V./ El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quiñen me hará temblar?
R,/ El Señor es mi luz y mi salvación.
V./ Cuando me asaltan los malvados, para devorar mi carne,
ellos, enemigos y adversarios, tropiezan y caen.
R,/ El Señor es mi luz y mi salvación.
V./ Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra, me siento tranquilo.
2

R,/ El Señor es mi luz y mi salvación.
V./ Una cosa pido al Señor, eso buscaré:
habitar en la casa del Señor por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor contemplando su templo.
R,/ El Señor es mi luz y mi salvación.
ALELUYA Jn 10, 11
Yo soy el buen Pastor, dice el Señor:
Yo doy mi vida por las ovejas.
EVANGELIO
Si a mí me han perseguido,
también a vosotros os perseguirán.
† Lectura del santo Evangelio según San Juan 15, 18-21; 16, 1-3
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Si el mundo os odia, sabed que me
ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como
cosa suya, pero como no sois del mundo sino que yo os he escogido sacándoos del
mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: No es el siervo más que
su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han
guardado mi Palabra, también guardarán la vuestra. Y todo eso lo harán con vosotros
a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió. Os he hablado de eso,
para que no se tambalee vuestra fe. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará
incluso la hora cuando el que os dé muerte, pensará que da culto a Dios. Y eso lo
harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Palabra del Señor.
3

ORACIÓN DE LOS FIELES
Pidamos fuerza para mantener siempre viva nuestra fe en Dios.
- Para que en medio de las opresiones de todo tipo que nos esclavizan, nos mantengamos libres para
hacer el bien, roguemos al Señor.
- Para que, atareados en el afán misionero de cada día y preocupados por la manera de llevarla a
término, encontremos en Dios consuelo y ayuda, roguemos al Señor.
- Para que no nos acobardemos ante las dificultades y nos hagamos fuertes, con la ayuda de Dios,
para encontrar la salida y triunfar evangélicamente, roguemos al Señor:
- Para que Dios nos acreciente el deseo de imitar la vida de San Roque González y sus compañeros,
que los soportaron todo para servir mejor a los hermanos más necesitados, roguemos al Señor:
- Para que, reconociendo nuestra debilidad, confiemos totalmente en Dios, roguemos al Señor:
De ti, Señor, reciben la luz y la fuerza todos los que derramaron la
sangre, siendo tus testigos. Haz que nunca nos falte tu gracia en nuestro
testimonio ante todos los hombres y mujeres, y en la vida rutinaria de cada día.
Por Cristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, gozosos los frutos de la tierra,
para que nos bendigas siempre y nos santifiques
con el sacrificio de tu Hijo, ofrecido por los hombres.
Por Jesucristo.
PREFACIO de los Santos Mártires o Misioneros, págs. 211, 213
4

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lc 22, 28-30
Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo
en mis pruebas, y yo os transmito el Reino,
dice el Señor,
comeréis y beberéis a mi mesa en mi Reino.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que tus fieles vivan en fe y en caridad;
ya que parten el pan de la vida entre hermanos
y beben el cáliz de la salvación hasta que vuelvas.
Por Jesucristo.
5