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Los Libros De Mamá Y Papá - Crefal

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En el transcurso de nuestra vida aprendemos que no<br />

sólo la escuela educa, sino también lo hacemos en la<br />

casa. La familia es por excelencia la que forma a las<br />

niñas y a los niños. Por ello es importante que los hábitos,<br />

actitudes y valores que fomentemos diariamente en<br />

nuestros hijos se enriquezcan para ayudarles a entender<br />

y enfrentar mejor el mundo en que viven.<br />

<strong>Los</strong> libros de <strong>Mamá</strong> y <strong>Papá</strong> fueron elaborados por profesionales<br />

y especialistas en los temas que tratan; asimismo,<br />

se consideraron opiniones y sugerencias de<br />

madres y padres de familia. Estos libros son parte de los<br />

esfuerzos que la Secretaría de Educación Pública lleva<br />

a cabo para poner en sus manos información que los<br />

ayude a enriquecer los conocimientos y experiencias que<br />

ustedes aplican todos los días en la educación de sus<br />

hijas e hijos.<br />

Las madres y los padres de familia, mediante su enseñanza<br />

y ejemplo son los primeros responsables de la<br />

formación de sus hijos, ya que influyen fuertemente en<br />

la visión que éstos tienen del mundo.<br />

La información que se ofrece en estas páginas busca<br />

apoyar a las madres y a los padres en su gran responsabilidad<br />

respecto a la educación de sus hijas e hijos.


<strong>Los</strong> <strong>Los</strong> <strong>Libros</strong> <strong>Libros</strong> de<br />

de<br />

mamá mamá y y papá<br />

papá


Este libro fue elaborado por el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en<br />

América Latina y el Caribe (CREFAL).<br />

DINACIÓN GENERAL<br />

ESPECIALISTAS<br />

UIPO PEDAGÓGICO<br />

IRECCIÓN DE ARTE<br />

NACIÓN EDITORIAL<br />

Y DISEÑO GRÁFICO<br />

FOTOGRAFÍA<br />

OYO INSTITUCIONAL<br />

Juan Francisco Millán Soberanes<br />

Luz Irene Moreno<br />

Graciela Galindo Orozco y Bernardo Lagarde<br />

Rafael López Castro<br />

Marta Covarrubias Newton<br />

Jesús Sánchez Uribe<br />

Rafael Camacho Solís, SSA / María Emilia Rosello Soberón, SSA / Lucero<br />

Rodríguez, SSA / Maricarmen Campillo, SEP / Lilian Álvarez Arellano, SEP / Óscar<br />

de la Borbolla, SEP/ Carlos López Díaz, SEP.<br />

D.R. © Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe,<br />

Pátzcuaro, Michoacán.<br />

ISBN 970-18- 5742-9<br />

Impreso en México por la Comisión Nacional de <strong>Libros</strong> de Texto Gratuitos<br />

en los talleres de la Editorial Offset, S.A de C.V.<br />

Durazno 1 esq. Ejido, Col. Las Peritas C.P. 16010<br />

Tepepan, Xochimilco, México, D.F.<br />

Noviembre de 2000.


Í N D I C E<br />

PARA EMPEZAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4<br />

1. LOS GRUPOS DE ALIMENTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .6<br />

2. VARIAR Y COMBINAR. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22<br />

3. NUTRICIÓN Y CRECIMIENTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32<br />

4. ADOLESCENCIA Y NUTRICIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70<br />

5. CUANDO SOMOS ADULTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80<br />

ANEXOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92


P A R A E M P E Z A R<br />

<strong>Mamá</strong> y papá: este libró<br />

cuenta la historia de Lola, Catalina, Socorro y Ramiro, quienes están interesados<br />

por sentirse mejor y por la alimentación de sus hijas e hijos. Ellos<br />

conocen a Claudia, una promotora de orientación alimentaria, quien los<br />

ayuda a reflexionar acerca de la manera en que comen sus familias y de<br />

cómo mejorar su alimentación para mantenerse sanos. Acompáñenlos en<br />

sus aventuras para entender el valor de la nutrición.<br />

La intención de esta historia y de las actividades que se presentan en cada<br />

capítulo es invitarlos a reflexionar sobre sus propios hábitos alimentarios,<br />

además de proporcionarles información que les pueda ser útil para revisar su<br />

dieta diaria y mejorarla, de acuerdo con sus posibilidades económicas, para<br />

atender lo mejor posible las necesidades de su familia. Es importante tener<br />

presente que la mayor parte de los alimentos necesarios para una correcta<br />

nutrición están a nuestro alcance, y en general para adquirirlos no se necesita<br />

mucho dinero.<br />

Una alimentación correcta facilita el buen éxito en las actividades que niñas,<br />

niños y adolescentes emprenden, como sus estudios o la práctica de algún<br />

deporte. No es necesario cocinar platillos costosos y complicados para estar<br />

bien alimentados y más sanos.<br />

Se puede proporcionar una nutrición balanceada a bajo costo si se conocen<br />

los principios básicos de la buena nutrición.


1. LOS GRUPOS DE ALIMENTOS<br />

En la escuela<br />

Las señoras Lola, Catalina y Socorro y el señor Ramiro son amigos porque sus hijas e hijos tienen<br />

la misma edad y se encuentran todos los días cuando van por ellos a la escuela.<br />

—¿Cómo está, Socorro? —preguntó Catalina.<br />

—Más o menos, pues en los últimos días me he sentido muy cansada y sin ganas de trabajar —respondió<br />

Socorro.<br />

—A mí me está pasando lo mismo —dijo Lola—. No he comido bien los últimos días. Pero, ¿qué<br />

creen? El otro día conocí a Claudia, una promotora de orientación alimentaría. Ella estaba platicando<br />

con otras señoras sobre los grupos de alimentos y de lo importante que es comer de manera completa,<br />

variada y equilibrada para sentirse bien; también comentó algo acerca de la alimentación de los<br />

niños. Dijo que, si nos interesa, puede platicar con nosotros.<br />

—Para luego es tarde. ¿Qué les parece el viernes a las cinco en mi casa?—propuso Catalina—. No<br />

nos vaya a fallar, Ramiro.<br />

Somos lo que comemos<br />

El viernes, todos llegaron puntuales a casa de Catalina. Una vez hechas las presentaciones,<br />

Claudia repartió una hoja y un lápiz a cada uno y les pidió que apuntaran todo lo que habían comido<br />

el día anterior en el desayuno, en la comida, en la cena y también entre comidas.


Por ejemplo, Lola comió:<br />

DESAYUNO<br />

1 huevo, 1 bolillo<br />

1 taza de café<br />

COMIDA<br />

Sopa de pasta , pollo frito<br />

3 tortillas<br />

CENA<br />

2 quesadillas de queso<br />

1 taza de café<br />

ENTRE COMIDAS<br />

1 sope, 1 refresco<br />

Ustedes también anoten todo lo que<br />

comieron ayer.<br />

DESAYUNO<br />

COMIDA<br />

—Y esta lista, ¿para qué nos va a servir?—preguntó Ramiro.<br />

—Para revisar cuál es la dieta de cada uno de ustedes y si es correcta o no—<br />

respondió Claudia.<br />

—Pero yo nunca me he puesto a dieta—dijo Lola—. Con lo flaca que estoy,<br />

para que quiero adelgazar.<br />

—No se trata de eso— explicó Claudia—. La palabra dieta muchas veces<br />

está mal empleada. En realidad, la dieta es lo que comemos todos los días, no<br />

importa si es mucho o es poco; si se come un solo alimento o varios; si son<br />

frijoles o frutas.<br />

—Entonces, ¿cómo ve usted nuestras dietas?—preguntó Lola. —¿Está bien<br />

o está mal lo que como? Tal vez mi dieta no me da la fuerza que necesito —<br />

comentó Ramiro.<br />

CENA<br />

ENTRE COMIDAS


—Yo siempre estoy cansada, ¿será que no como bien? —dijo Catalina.<br />

—Puede ser que sus dietas no sean completas, que varíen poco o no estén<br />

equilibradas. Pero eso lo vamos a descubrir cuando hayamos aprendido a<br />

clasificar los alimentos—respondió Claudia.<br />

Nuestra dieta la hacemos con lo que comemos todos los días.<br />

Cada persona tiene la suya y depende del lugar donde vive, de<br />

la época del año, de las costumbres de su familia, de su economía,<br />

de su religión, de las fechas especiales y de sus gustos.<br />

En familia aprendemos a conocer, a preferir y a consumir ciertos<br />

alimentos. <strong>Los</strong> hábitos alimentarios se aprenden en casa.


¿Qué hacemos...<br />

qué comemos?<br />

—Les voy a pasar estas hojas para que escriban todo lo que hicieron hoy,<br />

desde que se levantaron hasta ahora —dijo Claudia. <strong>De</strong>spués pidió a Catalina<br />

y a Ramiro que leyeran sus listas.<br />

—Bueno, ahí les va —dijo Catalina:<br />

1. Preparé el desayuno. 6. Fui por los niños a la escuela.<br />

2. Me bañé. 7. Comimos.<br />

3. Fui al mandado. 8. Lavé los trastos.<br />

4. Guisé. 9. ... Y vine a la plática.<br />

5. Limpié la casa.<br />

—La mía es un poco diferente porque yo trabajo en la noche como velador<br />

en una fábrica, y en la mañana ayudo a mi compadre a despachar en la tienda—dijo<br />

Ramiro—. Así que mi lista es la siguiente:<br />

1. En la mañana caminé de la fábrica a la casa.<br />

2. <strong>De</strong>sayuné lo que me preparó mi esposa.<br />

3. Dormí un poco para recuperarme de la desvelada.<br />

4. Ayudé a descargar un montón de costales de azúcar y de<br />

harina que llevaron a la tienda de mi compadre.<br />

5. Acomodé los costales en la bodega.<br />

6. Fui por los niños a la escuela.<br />

7. Comimos.<br />

8. Ayudé a mi esposa a lavar los trastos.<br />

9. ... Y también vine a la plática.


1.<br />

2.<br />

3.<br />

4.<br />

5.<br />

6.<br />

7.<br />

8.<br />

9.<br />

Ustedes también hagan una lista de las actividades que realizaron hoy.<br />

—Todas esas actividades son parte de nuestro trabajo —explicó Claudia-.<br />

¿Qué creen que necesitamos para hacerlo?<br />

—Pues comer —respondió Socorro.<br />

—Yo creo que más que comer necesitamos nutrirnos —dijo Ramiro.<br />

—Exactamente, Ramiro. Todos sabemos lo que es comer, pero no todos sabemos<br />

lo que es nutrirnos —aclaró Claudia.<br />

—A ver, a ver. ¿Cómo está eso? —preguntó Lola.<br />

—Cuando comemos, nuestro organismo toma los nutrimentos de los alimentos<br />

y los convierte en la energía que nos ayuda a llevar a cabo las actividades<br />

de todos los días, a evitar enfermedades y a reponernos del desgaste diario.<br />

En las niñas y en los niños comer también les ayuda en su crecimiento y<br />

desarrollo. A todo este proceso se le llama nutrición —explicó Claudia.<br />

—¿Entonces con comer ya la hicimos? —preguntó Socorro. —Yo creo que<br />

no debe ser tan fácil —opinó Ramiro.<br />

—Tienen razón los dos. Se necesita comer, pero de manera correcta —dijo<br />

Claudia—. <strong>Los</strong> invito a reconocer y clasificar los alimentos.


Aprendemos a clasificar<br />

<strong>Los</strong> alimentos se clasifican en tres grupos que debemos combinar para estar<br />

bien nutridos. Si una persona come alimentos de un solo grupo, su alimentación<br />

no es variada, y su nutrición será desequilibrada. Por eso, para saber si<br />

nos estamos nutriendo bien, tenemos que revisar si nuestra alimentación es<br />

equilibrada, si hay alimentos de los tres grupos en cada comida y si tienen la<br />

mayor variedad posible.<br />

Al final del libro encontrarán listados de verduras y de frutas ordenados por<br />

temporada, así como sugerencias de menús para sus hijos.<br />

Para saber en qué grupo se encuentra cada alimento, Claudia les mostró en<br />

las siguientes cartulinas algunos de los más conocidos.


2. VARIAR Y COMBINAR<br />

Cómo usamos<br />

los grupos<br />

de alimentos<br />

Esa tarde, al llegar a casa de Catalina, Claudia vio los siguientes alimentos<br />

sobre la mesa: mantequilla, chocolate, miel, aceite, manteca, mayonesa y<br />

algunos dulces, y dijo:<br />

—¡Qué bueno que los separaron! Estos alimentos los debemos comer con<br />

medida porque tienen altas concentraciones de energía. Si comemos demasiado<br />

de todo esto, le damos energía en exceso a nuestro cuerpo más de la<br />

que necesita para realizar el trabajo de todos los días. ¿Saben qué puede<br />

pasar si guardamos más energía de la que necesitamos?<br />

—¡Pues engordamos! —contestó Socorro.<br />

—Así es —afirmó Claudia.<br />

—A mí lo que no me queda claro es para qué nos sirve co<br />

nocer todo eso de los grupos de alimentos —<br />

comentó Lola.


—Pues nos sirve para saber si nos estamos nutriendo bien o no —dijo<br />

Claudia—. ¿Se acuerdan que la semana pasada les pedí que anotaran todo lo<br />

que habían comido el día anterior? Bueno, pues ahora vamos a revisar sus<br />

dietas.<br />

Primero veamos la dieta de Lola. Marquen con color amarillo<br />

los alimentos del grupo de cereales y tubérculos, con verde las<br />

verduras y las frutas, y con café las leguminosas y los alimentos<br />

de origen animal.<br />

DESAYUNO COMIDA CENA ENTRE COMIDAS<br />

1 huevo sopa de pasta 2 quesadillas de<br />

queso<br />

1 sope<br />

1 bolillo pollo frito 1 taza de café 1 refresco<br />

1 taza de café 3 tortillas<br />

Terminen el ejercicio y escriban en las siguientes columnas los<br />

grupos de alimentos que hay en la dieta de Lola. Recuerden que<br />

las correctas se encuentran al final del libro.<br />

1. Verduras y frutas<br />

2. Cereales y<br />

tubérculos<br />

3. Leguminosas y<br />

alimentos de origen<br />

animal<br />

DESAYUNO COMIDA CENA ENTRE COMIDAS<br />

1 1 1 1<br />

1 1 1 1<br />

1 1 1 1


Las señoras y Ramiro revisaron las dietas de todos y se dieron cuenta de que<br />

en algunas, como la de Lola, únicamente había dos grupos de alimentos:<br />

cereales y tubérculos, y alimentos de origen animal.<br />

Claudia les explicó que para lograr una dieta completa es necesario que en<br />

todas las comidas esté presente por lo menos un alimento de cada grupo para<br />

que sea variada y equilibrada.<br />

—Pero, ¿qué pasa con algunas comidas como el pozole, las tostadas, las tortas,<br />

la sopa de pasta con verduras, los tamales, las enfrijoladas, las enchiladas<br />

o las quesadillas? ¿En qué grupo las ponemos? —preguntó Catalina.<br />

—Ésa es muy buena pregunta —dijo Claudia—. Existen algunos platillos<br />

que se preparan con dos o más grupos de alimentos. Por ejemplo, veamos los<br />

ingredientes de una rica torta: bolillo o telera, frijoles, jamón, jitomate, lechuga,<br />

chile y cebolla.<br />

—Si se fijan bien, esta torta contiene los tres grupos de alimentos; lo mismo<br />

el pozole, las tostadas o los tacos. A éstos los vamos a llamar platillos sabios<br />

—explicó Claudia.<br />

—Eso quiere decir que comerme una torta no está nada mal —dijo Ramiro.<br />

—¡Claro que no! —contestó Claudia.<br />

—Pero las quesadillas y los tacos no siempre tienen alimentos de los tres<br />

grupos —afirmó Socorro.<br />

—Tiene mucha razón. A ver, díganos de qué hace sus quesadillas —preguntó<br />

Claudia.<br />

—Bueno, pues a veces las relleno con nopales encebollados o con hongos<br />

que son del grupo de las verduras y de las frutas y, claro, las hago con tortillas<br />

que pertenecen al grupo de los cereales y tubérculos —explicó Socorro.<br />

—Entonces en esas quesadillas tenemos dos grupos de alimentos: el verde<br />

y el amarillo. Todos los platillos que se cocinan con dos grupos de alimentos<br />

se llaman combinados —dijo Claudia—.


Para una alimentación correcta necesitamos complementar esos platillos con<br />

algún alimento del grupo faltante.¿Qué le parece si a sus quesadillas también<br />

les pone frijoles?<br />

—¡Qué buena idea, hasta me pueden quedar más sabrosas! —exclamó Socorro.<br />

Recuerden que ... Una dieta correcta es aquella en que se consumen<br />

alimentos de los tres grupos en el desayuno, en la comida y en la cena.<br />

<strong>Los</strong> platillos sabios son aquellos que tienen ingredientes de los tres grupos<br />

de alimentos, es decir: verduras y frutas, cereales y tubérculos, y<br />

leguminosas y alimentos de origen animal.<br />

<strong>Los</strong> platillos combinados son aquellos que tienen ingredientes de dos<br />

grupos de alimentos, por ejemplo:<br />

cereales y tubérculos + leguminosas y alimentos de origen animal,<br />

o bien<br />

verduras y frutas + cereales y tubérculos.<br />

Pero estos platillos necesitan complementarse con alimentos del grupo<br />

que falta.<br />

Es importante comer alimentos de temporada que son más baratos<br />

y están más frescos.<br />

Antes de terminar, Claudia les propuso que cuando fueran por los niños a la<br />

escuela observaran a don Toncho, el que vende las jícamas enchiladas. Les<br />

pidió que se fijaran en sus uñas, en el agua que usa, en el trapo con que se<br />

seca las manos, en el cuchillo y la tablita donde parte la fruta. También les<br />

sugirió que vieran si después de tocar el dinero sigue despachando.<br />

—Nos vemos la próxima semana —dijo Claudia.


La preparación<br />

de los<br />

alimentos<br />

En la siguiente reunión...<br />

—¡Qué bárbaro!, don Toncho no cuida la limpieza al manejar los alimentos,<br />

es un cochino —dijo Catalina.<br />

—¿Por qué dice eso? —preguntó Claudia.<br />

—Bueno, para empezar, don Toncho trae las uñas largas y llenas de mugre.<br />

Se seca el sudor y limpia el cuchillo con el mismo trapo sucio que se amarra<br />

al pantalón, y no vi que se lavara las manos en ningún momento —contestó<br />

Catalina.<br />

—Además, el agua que usa está muy sucia y con ella no sólo remoja el trapo,<br />

sino que también rocía la fruta —agregó Ramiro.<br />

—Lo peor es que cobra y, sin lavarse las manos, atiende a los otros chamacos<br />

—dijo Lola.<br />

—Todo eso está muy mal. Pero tal vez en sus casas ustedes pueden estar<br />

cometiendo algunos de estos errores sin darse cuenta. A ver, díganme: ¿qué<br />

es lo primero que hacen cuando llegan del mercado y se preparan para guisar?<br />

—preguntó Claudia.<br />

—Me lavo las manos con agua y jabón —dijo Socorro.<br />

—Me parece muy bien. Pero a veces puede suceder que no nos lavemos bien.<br />

Les voy a dar unos consejos para que estén seguros de que al lavarse las<br />

manos les queden bien limpias:<br />

1. hagan espuma con el jabón y el agua,<br />

2. tállense las palmas, los dedos y las uñas, y<br />

3. por último, enjuáguense y séquense con un trapo limpio.


Es recomendable que todos los días<br />

cambien el trapo con que se secan las<br />

manos por uno limpio, y que traigan<br />

las uñas cortas y limpias.<br />

—Pero no es suficiente tener las manos<br />

limpias para preparar los alimentos<br />

con higiene; también es necesario<br />

evitar otras causas de contaminación<br />

de los alimentos como son el<br />

polvo, los microbios, la tierra, los<br />

detergentes y los insecticidas —continuó<br />

Claudia.<br />

—Si no fuera porque el otro día me<br />

puse a picar lechuga para el pozole y<br />

me encontré con un gusano, no lo<br />

creería. ¡Y eso que según yo la había<br />

lavado muy bien ! —dijo Ramiro.<br />

—Y los peores contaminantes son los<br />

que no se ven —explicó Claudia—.<br />

Por eso, además de lavarnos las manos<br />

antes de preparar los alimentos<br />

es muy importante lavar y desinfectar<br />

las verduras y las frutas. Lavar es<br />

quitar la mugre visible como la tierra,<br />

y desinfectar es matar a los microbios<br />

que no podemos ver, ya sea<br />

con gotas de cloro o de yodo disueltas<br />

en la cantidad suficiente de agua.


—Entonces, lavar y desinfectar las verduras y las frutas es muy importante<br />

porque los microbios, la mugre y las sustancias químicas nos causan enfermedades<br />

—comentó Catalina.<br />

—También enfermamos cuando comemos alimentos descompuestos —afirmó<br />

Lola.<br />

—Así es. Una infección se produce cuando los alimentos están contaminados<br />

por microbios como los que producen amibiasis, cólera o disentería. En<br />

cambio, una intoxicación se da por comer alimentos que tienen toxinas, es<br />

decir, sustancias que nos envenenan —aclaró Claudia.<br />

—Una vez leí que cuando las latas están infladas, seguramente su contenido<br />

está descompuesto —dijo Lola.<br />

—¡Cierto! —comentó Claudia—. Si comemos un alimento así, nos<br />

intoxicamos. Este tipo de intoxicaciones son muy graves, pueden causar la<br />

muerte. Siempre que compremos productos empacados o enlatados es recomendable<br />

leer las etiquetas para conocer sus ingredientes, información<br />

nutrimental, modo de uso, precauciones de manejo, conservación y fecha de<br />

caducidad o de consumo preferente. Si encontramos una lata inflada, abollada<br />

u oxidada, debemos abrirla y tirar su contenido para que nadie se lo coma<br />

y se intoxique.<br />

—Bueno, me queda claro que en nuestra casa sí podemos preparar los alimentos<br />

con higiene, como dice usted. Lo que me preocupa es el caso de don<br />

Toncho, porque con sus manos sucias y su agua mugrosa contamina los alimentos<br />

y por eso se enferman los niños —dijo Ramiro.<br />

—¡Y... cuántos puestos como el de don Toncho hay cerca de la escuela! —<br />

exclamó Socorro—. ¿Qué podemos hacer?<br />

—Lo importante es que ustedes platiquen con sus hijas y con sus hijos y les<br />

enseñen la importancia de la higiene en la preparación y en el consumo de<br />

cualquier alimento, ya sea en la casa o fuera de ella. Sólo así podrán evitar<br />

que se enfermen —concluyó Claudia.


Recuerden que...<br />

Es muy importante la higiene en la preparación de los alimentos<br />

para prevenir enfermedades, por lo que les recomendamos:<br />

Lavarse las manos con agua y jabón antes de preparar los<br />

alimentos.<br />

Lavar y desinfectar las verduras y las frutas.<br />

Las verduras con hojas, lavarlas hoja por hoja en el chorro de<br />

agua y desinfectarlas.<br />

Limpiar los granos y semillas secos, y lavarlos bien.<br />

Evitar toser o estornudar sobre los alimentos,.<br />

Hervir o clorar el agua y guardarla en trastos limpios y bien<br />

tapados.<br />

Hervir siempre la leche bronca.<br />

Lavar y cocinar los alimentos de origen animal.<br />

Cocer o freír bien los pescados y mariscos.<br />

Asimismo es recomendable mantener la higiene en nuestra casa:<br />

No es conveniente tener animales en los sitios donde preparamos<br />

los alimentos.<br />

Es necesario cuidar la limpieza de los utensilios.<br />

Almacenar los alimentos en lugares frescos y secos o en el<br />

refrigerador en trastos limpios y bien tapados.


3. NUTRICIÓN Y CRECIMIENTO<br />

Embarazo y lactancia<br />

—Claudia, yo tengo una duda —comentó Ramiro. ¿A poco las mujeres y los<br />

hombres adultos debemos comer lo mismo?<br />

—Sí Ramiro, no debe haber diferencias. <strong>De</strong>finitivamente, las personas deben<br />

comer de acuerdo con sus necesidades sean hombres o mujeres, trabajen en<br />

el campo o en su hogar, realicen o no trabajos físicos agotadores. Sin embargo,<br />

no se nos debe olvidar algo muy irnportante, las mujeres adultas pasan<br />

por dos procesos biológicos que requieren de muchos cuidados, y deben alimentarse<br />

correctamente. ¿No adivinan? —les preguntó Claudia.<br />

—Pues muy fácil, el embarazo y la lactancia —dijo Lola.<br />

—¡Claro! Cómo no se me ocurrió antes —dijo Catalina.<br />

—Bien, pues hoy hablaremos del embarazo y la lactancia. Antes que nada,<br />

debemos saber qué pasa en el cuerpo de la mujer cuando está embarazada.<br />

Para que lo entendamos mejor, traje este cuadro —les dijo Claudia.<br />

A partir de la octava semana de embarazo aumenta la cantidad de<br />

sangre en el cuerpo de una mujer embarazada.<br />

La mujer embarazada comienza a aumentar de peso, lo cual es normal.<br />

Durante el embarazo el cuerpo de la mujer se encarga de crear<br />

reservas de grasa para amamantar a su hijo. En estas condiciones<br />

la mujer necesitará más energía.<br />

—¿Tienen alguna duda sobre este cuadro? —preguntó Claudia.


Sabían ustedes que... es recomendable que las mujeres de menos<br />

de 20 y mayores de 35 años no se embaracen, ya que tienen<br />

más posibilidades de dar a luz hijos prematuros, con bajo peso<br />

al nacer o con malformaciones congenitas, además de que ponen<br />

en riesgo su salud.<br />

Para lograr su recuperación, se sugiere que la mujer no se embarace<br />

hasta que pasen por lo menos dos años de su último parto.


—No, ninguna, todo está muy claro. Me imagino que las mujeres embarazadas<br />

necesitarán comer algo especial, o hacer algo para no tener algún problema<br />

con eso de la sangre —dijo Catalina.<br />

-—Durante el embarazo y la lactancia, la mujer pierde hierro y con frecuencia<br />

presenta anemia. Por ello es importante consumir alimentos que contienen<br />

dicho mineral. ¿Lola, nos podría mencionar alimentos que contienen hierro?<br />

-—A ver si no me falla la memoria, son: hígado, carne, yema de huevo, cacahuate,<br />

tortillas de nixtamal, frijoles, lentejas y también espinacas, berros,<br />

acelgas y otros más —dijo Lola.<br />

—¿Y con eso es suficiente? —preguntó Socorro.<br />

—También es muy importante que la mujer embarazada acuda al médico<br />

para llevar un control prenatal, es decir, que el aumento de peso sea el adecuado,<br />

que la presión sanguínea sea normal, y que el crecimiento del niño sea<br />

el correcto.<br />

Si la mujer embarazada tiene presión alta o hinchazón, es recomendable que<br />

disminuya su consumo de sal, así como de enlatados y embutidos y comida<br />

chatarra, pues contienen mucha sal.<br />

En algunos casos es necesario que la mujer embarazada consuma hierro en<br />

tabletas, pero eso lo debe decidir un médico, pues él sabe qué cantidad debe<br />

recetar. El médico cuida la cantidad de hierro que consume cada mujer, ya<br />

que en ocasiones causa estreñimiento o náuseas —aclaró Claudia.<br />

—¡Qué horror! —dijo Catalina. Yo sufrí mucho con el estreñimiento, las<br />

náuseas y los mareos, no quiero ni acordarme.<br />

—Sí, esos síntomas suelen aparecer durante el embarazo, pero pueden disminuirse.<br />

Antes de hablar de cómo reducirlos, vamos a platicar sobre la alimentación<br />

de la mujer embarazada. Primero, deben incluir un alimento de cada<br />

grupo en cada comida. Como ya dijimos, las necesidades de energía de una<br />

mujer embarazada aumentan, lo que se recomienda que a la hora de la comida,<br />

si aún tiene hambre, consuma más leguminosas y alimentos de origen<br />

animal. Con un plato extra de guisado será suficiente.


—Si la mujer embarazada combina los tres grupos de alimentos y los incluye<br />

en cada comida, cubrirá las necesidades de algunos minerales como son hierro,<br />

calcio, ácido fólico y zinc —dijo Claudia.<br />

—¿Y qué otras recomendaciones puedes hacer? —preguntó Catalina.<br />

—Algo esencial es que traten de cubrir sus necesidades de energía con alimentos<br />

que existan en su comunidad, alimentos de temporada, que no sean<br />

muy caros, que sean variados y sobre todo que les gusten; que eviten tomar<br />

bebidas alcohólicas, y que no tomen mucho café, un máximo de dos tazas es<br />

lo recomendable. Para aminorar las náuseas pueden consumir aquellos alimentos<br />

que mejor toleren o se les antojen, sin exagerar en estos últimos, pues<br />

a veces si se cumplen todos los antojos, pueden aumentar mucho de peso y<br />

no es lo más recomendable. Una mujer que inició su embarazo en un buen<br />

peso debe aumentar durante el embarazo de nueve a doce kilogramos, ni<br />

más, ni menos. Es bueno que consuman comidas secas fáciles de digerir, que<br />

no consuman platillos o alimentos muy grasosos y que no se sirvan platos<br />

abundantes. Hacer varias comidas al día con menos alimentos puede ser una<br />

solución. Algo que también contribuye a disminuir las molestias es que coman<br />

galletas saladas antes de levantarse —recomendó Claudia.<br />

—Se te está olvidando algo muy importante: el estreñimiento —dijo Socorro.<br />

—Es cierto. Bueno, para el estreñimiento, debido frecuentemente a que la<br />

mujer embarazada deja de realizar la misma actividad física y a que su intestino<br />

se mueve más lentamente, se recomienda aumentar el consumo de alimentos<br />

ricos en fibra y tomar más agua.<br />

—Bueno, ¿pero qué alimentos son ricos en fibra? —preguntó Ramiro.<br />

En la siguiente tabla encontrarán algunos —les mostró Claudia.


Ventajas de la leche materna<br />

Proporciona las defensas necesarias para proteger al bebé de<br />

infecciones respiratorias y de enfermedades del estómago y del<br />

intestino.<br />

Es de fácil ingestión y no causa alergias.<br />

No necesita preparación.<br />

Tiene todos los nutrimentos para que el bebé crezca.<br />

Siempre está disponible y a la temperatura ideal.<br />

Estrecha los lazos de afecto entre la madre y el bebé.<br />

Disminuye el riesgo de que la madre padezca cáncer mamario.<br />

—Claudia, ¿y qué nos puedes decir sobre la mujer que amamanta a sus hijos?<br />

—preguntó Catalina.<br />

—La lactancia es otra parte muy importante dentro de todo este proceso. La<br />

mujer empieza a preparase para amamantar desde el primer mes de embarazo.<br />

Ya dijimos que la mujer aumenta de peso para tener en su cuerpo reservas<br />

de grasa que darán energía a la leche. <strong>De</strong>spués del parto se inicia la secreción<br />

de leche que es fomentada por la succión que hace el recién nacido —comentó<br />

Claudia.<br />

—¿Es suficiente con la grasa que acumula la mujer durante el embarazo para<br />

formar la leche? —preguntó Socorro.<br />

La mujer lactante requiere mucha más energía que una mujer embarazada,<br />

por lo que es necesario que consuma un alimento de cada grupo en cada<br />

comida, y se recomienda que en las comidas coma dos platos más de guisado<br />

—agregó Claudia.<br />

—¿<strong>De</strong> qué depende la cantidad de leche que produce una madre? —preguntó<br />

Lola.


—Bueno, eso depende del niño y del número de tetadas; a más succión y más<br />

tetadas, más leche. También es importante que la mujer en este periodo tome<br />

mucha agua —aclaró Claudia.<br />

—¿Es necesario tomar atoles, pulque o cerveza? —preguntó Catalina.<br />

—No, la mujer lactante debe comer como ya les dije antes, abstenerse de<br />

bebidas alcohólicas y preguntar al médico antes de tomar cualquier medicina.<br />

Si en la familia hay casos de alergia, debe evitar aquellos alimentos que<br />

las causan —aclaró Claudia.<br />

—Bueno, para mí todo ha quedado muy claro —dijo Ramiro.<br />

—Entonces nos podemos ver la próxima semana —terminó Claudia.


Como alimentar a<br />

los recién nacidos<br />

La siguiente reunión fue en casa de Ramiro. Ya habían llegado Lola y Socorro.<br />

Claudia y Catalina llegaron un poco después, todos se sorprendieron<br />

cuando junto con ellas llegó Tinita, la hermana de Catalina. Tinita estaba de<br />

visita y lo mejor de todo fue que traía con ella a su hijo, un bebé de dos<br />

meses. Al entrar a casa de Ramiro, las exclamaciones no se hicieron esperar:<br />

—¡Qué grande está el niño! —exclamó Lola.<br />

—Mira nada más qué cachetón y qué bonito color tiene —dijo Socorro.<br />

—¡Hola!, ¡qué gusto! Tenemos una visita —comentó Claudia.<br />

—Claudia, le platiqué a mi hermana Tinita que estábamos aprendiendo mucho<br />

contigo y como acaba de tener a su bebé, y es primeriza tiene muchas<br />

dudas. Le dije que tú podrías ayudarla —dijo Catalina.<br />

—Claro que sí, pero antes que empiece a hablar y hablar, estoy segura que<br />

ustedes se acuerdan de muchas cosas. No he sido madre todavía, así que su<br />

experiencia podrá ayudar mucho a Tinita. Señora Lola, usted ¿de qué se acuerda?<br />

—Bueno Claudia, ahorita que me lo preguntas me acuerdo de muchas cosas,<br />

pero más de lo rápido que crecían, de una semana a otra la ropa ya no les<br />

quedaba.<br />

—Exactamente —dijo Claudia—, ésa es una característica muy importante,<br />

desde recién nacidos, y en realidad durante todo el primer año de vida, los<br />

niños crecen muy rápido. Imagínense, cuando el bebé tiene cuatro meses<br />

debe pesar lo doble que pesó cuando nació, y al cumplir un año pesa tres<br />

veces más. Lo mismo pasa con la estatura en ese mismo año, crece alrededor<br />

de 25 centímetros.


—¡Caramba! por eso comen tanto. A ver Claudia, dígame, ¿qué es lo mejor<br />

para alimentarlos? —preguntó Tinita.<br />

—Dinos tú Tinita, ya eres responsable de la alimentación de tu hijo. ¿Cómo<br />

lo estás alimentando? —le preguntó Claudia. —Bueno, lo estoy alimentando<br />

con mi leche, pero tengo algunas dudas —dijo Tinita.<br />

—Tinita, algo que debes vigilar mucho es que tu hijo esté creciendo bien; si<br />

así es, puedes quedarte tranquila, tu leche es el mejor alimento —dijo Claudia.<br />

—Pero, ¿cuánto tiempo debo seguir alimentándolo con mi leche? —preguntó<br />

Tinita.<br />

—Pues yo le di pecho a mis hijos hasta el año y medio —dijo Lola.<br />

—Eso depende de cada mujer. Pero antes de seguir con lo del tiempo, déjenme<br />

platicarles algo importante: la leche humana tiene muchas cualidades,<br />

una de ellas es que va cambiando de acuerdo con las necesidades de los<br />

bebés. Por ejemplo, los primeros cinco días después del parto las nuevas<br />

madres producen un líquido un poco más claro que la leche «madura»; ese<br />

líquido se llama calostro y es rico en proteínas y otros nutrimentos —explicó<br />

Claudia.<br />

—¡Imagínense! —dijo Lola—. Mi abuela decía que eso no servía para alimentar<br />

a los recién nacidos, que la leche buena venía después.<br />

—Eso piensa mucha gente —dijo Claudia—. Pero una buena parte de las<br />

proteínas del calostro protegen al niño de enfermedades, por ejemplo, de<br />

infecciones. Esto no significa que la leche «madura» no las tenga, sí las tiene,<br />

aunque en menor cantidad.<br />

—No lo puedo creer —dijo Ramiro—. ¡Todo esto es muy interesante! Bueno,<br />

Claudia, dinos por fin cuánto tiempo debe alimentarse a un niño con<br />

leche materna.<br />

—Como dije antes, eso depende de cada mujer, pero se recomienda que la<br />

lactancia dure de cuatro a seis meses; si la madre quiere amamantar a su hijo<br />

más tiempo, ésa es su decisión. —¿Es suficiente con la leche durante un año?<br />

—preguntó Catalina.


—No Catalina, para un año no es suficiente, pero sí lo es hasta los cuatro<br />

meses. La leche materna cubre las necesidades de energía y todo lo que el<br />

niño necesita para crecer fuerte hasta los cuatro meses. Por eso se recomienda<br />

como único alimento hasta esa edad. Recuerda algo importante Tinita,<br />

debes fijarte que tu hijo esté aumentando constantemente de peso y de talla<br />

—dijo Claudia.<br />

—Todo eso ya me quedó muy claro, pero tengo otra duda: ¿cuántas veces al<br />

día debo darle de comer?<br />

—Yo ya mejor ni opino —dijo Lola—. A ver si esto estuvo bien o mal. Yo<br />

les di de comer a mis hijos cada vez que me pedían.<br />

—¡Correcto! —exclamó Claudia—. Eso se llama alimentar a libre demanda<br />

y está muy bien. Generalmente al niño que se alimenta de la leche de su<br />

madre le dará hambre cada dos horas, por lo que comerá unas diez veces al<br />

día, si el pequeño lo pide. Si quieres ser


muy estricta Tinita, y quieres marcar un horario puedes darle de comer cada<br />

tres horas, por lo que estarías dándole ocho veces al día. Poco a poco irá<br />

prolongando el lapso entre tetada y tetada, y quedará satisfecho si lo alimentas<br />

cada cuatro horas.<br />

—Bueno, pues para ser primeriza no lo estoy haciendo tan mal —dijo Tinita.<br />

—Claudia, todo eso suena muy bien, pero siempre he tenido muchas dudas<br />

sobre los primeros alimentos que se debe dar a los niños cuando dejan de<br />

alimentarse de la leche de su madre. Te voy a ser muy sincera, a mis hijos lo<br />

primero que les di fue caldito de frijoles, luego yema de huevo con azúcar y<br />

mucho jugo de naranja —platicó Catalina.<br />

—Catalina, yo creo que muchos de nosotros fuimos alimentados así. Antes<br />

de hablar de la introducción de alimentos distintos a la leche, tenemos que<br />

hablar del destete. No se nos debe olvidar algo: la leche materna es indispensable<br />

durante los primeros cuatro meses de vida. <strong>De</strong>spués sigue siendo importante,<br />

cuando menos hasta los nueve meses, pero no debe ser la única<br />

fuente de energía, proteínas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas y minerales.<br />

<strong>Los</strong> nuevos alimentos tendrán ya un papel importante en la nutrición<br />

del pequeño.<br />

El destete comienza cuando se introduce en la dieta un nuevo alimento. Se<br />

recomienda hacer esto entre los cuatro y seis meses, lo cual no significa que<br />

deba interrumpirse la lactancia totalmente. Se irán introduciendo nuevos alimentos<br />

poco a poco, alternando con la lactancia.<br />

—A ver si entendí —dijo Tinita—. Entre los cuatro y seis meses, el único<br />

alimento de mi hijo debe ser la leche, después introduzco nuevos alimentos y<br />

le sigo dando pecho, aunque no sea tan frecuente como al principio, hasta<br />

que coma lo mismo que come toda la familia. Ahora, ¿con qué alimentos<br />

debo empezar?<br />

—Eso era, lo que quería saber Catalina, les voy a dar una tabla de introducción<br />

de alimentos durante el primer año de vida —les dijo Claudia.


INTRODUCCIÓN DE ALIMENTOS<br />

DURANTE EL PRIMER AÑO DE VIDA<br />

EDAD (MESES) ALIMENTO NUEVO Y PRESENTACIÓN<br />

4 a 6 Cereales con hierro, en papilla.<br />

Verduras o frutas coladas, en puré, cocidas o ralladas,<br />

5 a 7<br />

crudas, raspadas con cuchara. Jugos de fruta.<br />

Yogur, requesón, carnes, aves, frijoles, lentejas en puré,<br />

combinados con las verduras para formar papillas. Pan<br />

6 a 8<br />

seco. <strong>De</strong>stete definitivo, cambio a la leche de vaca<br />

pasteurizada, evaporada o en polvo.<br />

Sopas de pasta guisadas con poca grasa, pescados,<br />

7 a 9 carnes y aves servidos naturales o combinados con<br />

otros alimentos, queso blando y cereales.<br />

Pedazos pequeños de carne, ave y pescado. Vegetales<br />

8 a 10<br />

cocidos en rebanadas o pedazos pequeños.<br />

Yema de huevo. Variedad de comidas regulares de la<br />

mesa: carnes, aves, pescados y queso, platillos caseros,<br />

9 a 12<br />

frijoles, frutas, vegetales y pan, cuidando la textura de<br />

los alimentos.<br />

Alimentos en trozo o como bolillo, galleta o tortilla. Si se<br />

dan pedazos de manzana, zanahoria o alimentos duros,<br />

10<br />

es importante la supervisión cercana para evitar que se<br />

atraganten o asfixien.<br />

Huevo entero tibio, revuelto o estrellado, con poca<br />

12 grasa. Consumo de la dieta familiar. Jugo de naranja,<br />

leche de vaca.<br />

—Espero que todo esto te sirva mucho, Tinita —comentó Catalina—. Yo no<br />

sabía que puede dárseles de comer así, pero bueno, seguro que Claudia nos<br />

va a enseñar cómo debemos alimentar a los que ya no son tan pequeños.


—Ése es mi trabajo, Catalina —dijo Claudia—. Sólo tengo que agregar algunos<br />

otros consejos para Tinita. <strong>De</strong>bes introducir un solo alimento nuevo cada<br />

vez, y darte cuenta si le cae bien al pequeño o lo enferma del estómago.<br />

Pregúntale a tus papás, a tu esposo y a los papás de tu esposo si son alérgicos<br />

a algún alimento; si es así, no debes introducir, sino hasta después del año de<br />

edad, huevo entero, pescado, fresa, naranjas, toronja, limón, guayaba o chocolate.<br />

Recuerda que, como nosotros, los niños no siempre tienen mucha<br />

hambre, así que no debes preocuparte si un día come más y otro menos. No<br />

mezcles alimentos en el biberón, recuerda que es sólo para leche o líquidos.<br />

Enséñale a tu hijo a comer de todo, no lo mimes mucho colándole los alimentos,<br />

pues debe aprender a conocer diferentes texturas. Recuerda que al consumir<br />

otros alimentos el niño disminuirá la cantidad de leche que toma.<br />

Incrementa poco a poco la cantidad de los nuevos alimentos, pero no lo obligues<br />

a comer todo. Y por último, algo muy importante, debes ser muy paciente,<br />

dejarlo comer a su ritmo y enseñarle a hacerlo solo.<br />

Busquen las palabras clave de la plática de Claudia en esta<br />

sopa de letras<br />

ALERGIA<br />

CALOSTRO<br />

CUATRO MESES<br />

INFECCIONES<br />

LACTANCIA<br />

LECHE MATERNA<br />

DESTETE<br />

NUEVOS ALIMENTOS<br />

PACIENCIA<br />

TETADAS<br />

c i n u e v o s t a l i m e n t o s h<br />

u n a e b z x c v l b n m a e s s d s<br />

u q k u h g i n f e c c i o n e s a y<br />

p a ñ p d o i u y r y u r e w m d l g<br />

a y k l e ñ ñ s m g m n b v c a z a a<br />

c l j h s p p i c i a n c e t f s c x<br />

i r i o t p ñ d l a k j h e g o d t z<br />

e o i e e z r a q s e g t l ñ t a a u<br />

n c u a t r o t m e s e s l p r e n i<br />

c s y l e c h e z m a t e r n a i c o<br />

i a t r q x s t x s d f u i f u o i n<br />

a ñ c a l o s t r o c r j k l c u a t


La alimentación<br />

de las chiquitas<br />

y de los chiquitos<br />

Lola organizó una tamalada para festejar el cumpleaños de Tomás, su hijo.<br />

Cuando estaban haciendo los tamales, Socorro se quejó de lo mal que come<br />

Josefina, su hija.<br />

—No se queda sentada ni un minuto y no se acaba la comida porque prefiere<br />

ir a jugar. No sé qué hacer, porque aunque ya tiene año y medio, y ocho<br />

dientes, tampoco quiere masticar —se lamentó Socorro.<br />

—Pues me pasa casi lo mismo con Tomás. Hoy cumple tres años y tampoco<br />

quiere comer ni probar alimentos nuevos —dijo Lola.<br />

—No se alarmen tanto, eso es normal a esa edad —dijo Claudia.<br />

A la hora de cenar, las niñas y los niños se sentaron a la mesa después de<br />

haber jugado. Claudia les pidió que le enseñaran las manos, las mamás y los<br />

papás empezaron a reír. Tanto cuidar la higiene en la preparación de los tamales<br />

y del atole para que los niños no enfermaran, y con esas manos mugrosas era<br />

seguro que todos pescarían alguna infección.<br />

Claudia les pidió que se lavaran las manos antes de sentarse a cenar. Todos<br />

los niños devoraron los tamales y se pararon a jugar; hasta Josefina, que era<br />

la más pequeña, comió de maravilla y todos se sorprendieron. Tomás dejó la<br />

mitad del atole y sólo se comió un tamal de los dos que le sirvió su mamá. En<br />

cuanto se pararon los demás, también trató de levantarse, pero Lola no lo<br />

dejó y le insistió que se tomará el atole y se comiera el otro tamal. Le dijo: «si<br />

te apuras y te lo acabas, te doy un dulce y te vas a jugar». Tomás se atragantó<br />

con todo, se puso a llorar y acabó por vomitar.


Es probable que ustedes hayan pasado por lo mismo. A continuación encontrarán<br />

cinco diferentes situaciones de la fiesta. <strong>De</strong> cada una se dan tres opiniones.<br />

Pongan una palomita en la que consideren correcta. Recuerden que<br />

pueden comparar sus respuestas con las que se presentan al final del libro.<br />

1. Lola le sirvió a Tomás mucho atole y dos tamales<br />

a) Está bien, las niñas y los niños tienen que comer mucho.<br />

b) Las niñas y los niños tienen un estómago grande y les cabe todo.<br />

c) Las niñas y los niños tienen un estómago pequeño y por eso hay que darles<br />

poco alimento en varias porciones al día.<br />

2. Tomás se comió un solo tamal y medio vaso de atole.<br />

a) Las niñas y los niños no siempre pueden acabarse todo lo que se les sirve;<br />

ellos saben cuánto pueden comer.<br />

b) Es necesario que las niñas y los niños dejen el plato limpio.<br />

c) Si no se acaban toda la comida, seguramente están enfermos.<br />

3. Tomás trató de pararse de la mesa, para jugar con todos los niños.<br />

a) Es imposible que a una niña o a un niño le interese más jugar que comer.<br />

b) Una niña o un niño prefiere jugar que comer, eso es normal.<br />

c) una niña o un niño no se debe parar de la mesa hasta que se acabe su<br />

comida.<br />

4. Lola lo obligó a tomarse el atole muy rápido y a comer más tamales.<br />

a) No importa que una niña o un niño se atragante con tal de que coma rápido.<br />

b) Una niña o un niño puede comer muy rápido.<br />

c) Se debe tener mucha paciencia con las niñas y los niños porque no pueden<br />

masticar y tragar rápido.


5. Lola usó el dulce como un premio.<br />

a) <strong>Los</strong> premios son buenos, no afectan los hábitos del pequeño.<br />

b) Cuando le dan premios, la niña o el niño aprende a comer solamente lo que<br />

le gusta y no lo que necesita.<br />

c) <strong>Los</strong> alimentos que se usan como premio son los más nutritivos. Éste es el<br />

caso de los chocolates, los dulces o las paletas.<br />

<strong>Los</strong> invitamos a leer las siguientes frases y a poner una paloma junto<br />

a las que consideren correctas, y un tache en las que no estén bien.<br />

Recuerden que pueden comparar sus respuestas con las que se presentan<br />

al final del libro.<br />

— Una niña o un niño de dos años tiene ocho dientes que ya le<br />

ayudan a masticar algunos alimentos.<br />

— A las niñas y a los niños les interesa descubrir el mundo,<br />

prefieren jugar que comer.<br />

— <strong>Los</strong> de seis años comen solos, usan el tenedor, el cuchillo, la<br />

cuchara y no se ensucian.<br />

— Una niña o un niño de preescolar puede tomar pequeños tragos y<br />

masticar bocados chicos.<br />

— El estómago de los chicos, es tan grande como el de los adultos,<br />

por lo que comen mucho.<br />

— Las niñas y los niños de dos años no pueden masticar rápido,<br />

pues sus músculos no son fuertes.<br />

— A los tres años ni ellas ni ellos tienen dientes.<br />

— Una niña o un niño de preescolar distingue los sabores


Recuerden que...<br />

<strong>Los</strong> menores están aprendiendo a comer, por lo cual es importante<br />

que conozcan texturas, colores, olores y sabores diferentes<br />

y variados. Asimismo, es necesario que comprendamos<br />

sus expresiones de saciedad.<br />

Quien se encarga de la alimentación de las niñas y de los<br />

niños debe procurar que:<br />

Sus alimentos estén preparados con higiene,<br />

la combinación sea completa, variada y equilibrada, es<br />

decir, que contenga alimentos de los tres grupos,<br />

exista un ambiente tranquilo y cordial en compañía de la<br />

familia,<br />

tengan horarios regulares para comer,<br />

se laven las manos antes de cada comida, y después de ir al<br />

baño,<br />

se laven los dientes después de comer y<br />

de acuerdo con su gusto y preferencia, consuman lo<br />

razonable.<br />

Si se conocen los principios de la buena nutrición, puede<br />

ofrecerse a los menores una dieta completa, equilibrada,<br />

higiénica, suficiente y variada que les ayude a crecer,<br />

desarrollarse y mantenerse sanos.


La anemia,<br />

un problema frecuente<br />

En la siguiente reunión, Ramiro se veía preocupado, y Claudia le preguntó<br />

por qué tenía esa cara.<br />

—Es que la semana pasada Mariquita, mi esposa, llevó a Pepe a la clínica<br />

porque el niño está muy pálido y últimamente se duerme en la escuela —<br />

explicó Ramiro.<br />

—¿Y qué le dijeron? —preguntó Catalina.<br />

—Que le teníamos que hacer unos análisis de sangre; así que se los hicimos<br />

y después regresamos con el doctor. Nos dijo que el niño tiene anemia —<br />

respondió Ramiro.<br />

—Ramiro, no se preocupe tanto —dijo Claudia—. En estos casos lo que hay<br />

que hacer es resolver el problema. ¿Le mandó alguna medicina?<br />

—Sí, unas pastillas de hierro y vitamina C. El doctor nos explicó que cuando<br />

hay anemia, el cuerpo no puede formar suficiente sangre y que ésta se vuelve<br />

delgada y débil. También nos dijo que el hierro es un mineral que ayuda al<br />

cuerpo a formar los glóbulos rojos, y que el hierro y la vitamina C son como<br />

el agua y el jabón, que uno ayuda a que el otro funcione mejor —les contó<br />

Ramiro.<br />

—Tiene razón el doctor, y seguramente las pastillas le van a servir mucho a<br />

Pepe. Pero mejorar su alimentación también lo ayudará —afirmó Claudia.<br />

—Hay muchos alimentos ricos en hierro y en vitamina C —continuó<br />

Claudia—. Nos alimentamos de hierro cuando comemos carne, víceras y<br />

moronga, también cuando consumimos huevo, aves, pescados, vegetales muy<br />

verdes y leguminosas como los frijoles o las lenteja. Podemos encontrar vitamina<br />

C en las frutas cítricas como la naranja o el limón, también en el jitomate,<br />

los vegetales verdes, y en la guayaba, la piña, el melón o las fresas.


—Pues a mí me suena muy raro eso de que tengamos que comer hierro, ¿no<br />

nos hará daño? —dijo Catalina.<br />

—Por supuesto que no. El cuerpo humano necesita de muchos minerales y<br />

vitaminas para funcionar como debe ser. Éste es el caso del hierro y de la<br />

vitamina C, pero también de la vitamina A, del


calcio, del zinc y de otros más. Cada mineral es útil para algo. Por ejemplo,<br />

comer alimentos con zinc ayuda al crecimiento de las niñas y los niños. Por<br />

su parte, el calcio es necesario para que los dientes y los huesos sean fuertes<br />

y sanos —explicó Claudia.


—Dicen que la tortilla tiene mucho calcio —dijo Ramiro.<br />

—Sí, siempre y cuando el maíz se ablande con cal para preparar el<br />

nixtamal o la masa. Otros productos con calcio son la leche, el queso, el<br />

yogur y el pescado como los charales, los boquerones y las


sardinas. También algunas verduras como los quelites, los quintoniles o los<br />

huauzontles tienen calcio —aclaró Claudia.<br />

A continuación tenemos algunos ejemplos de alimentos ricos en zinc y en<br />

calcio.


La vitamina A es importante para reparar<br />

tejidos como la piel, para protegernos contra<br />

las enfermedades y para tener una buena<br />

vista de día y de noche —agregó Claudia.


<strong>Los</strong>dientes Tomás<br />

de<br />

El siguiente viernes Lola llegó muy desvelada. Tomás, su hijo, se había pasado<br />

toda la noche llorando porque le dolía un diente. En la mañana llevó al<br />

niño a la clínica, y la doctora le dijo que no había más remedio que sacarle el<br />

diente porque estaba muy picado.<br />

Claudia aprovechó la historia de Lola para hablar de la importancia del cuidado<br />

de los dientes, y preguntó:<br />

—A ver, Socorro, ¿usted le ponía bebidas muy dulces al biberón de su hija y<br />

dejaba que lo chupara por horas?<br />

—Yo sí. Todavía ahora le doy a mi Josefina agua con azúcar o miel porque<br />

da mucha lata y es la única manera de tenerla entretenida —respondió Socorro—.<br />

Yo creo que el agua le sabe tan buena que a veces hasta se queda<br />

dormida con el biberón en la boca.<br />

—Y usted, Lola, ¿deja que Tomás coma muchos dulces o postres?<br />

—Pues sí.<br />

—Y todos ustedes, ¿les cepillaban los dientes a sus hijas e hijos cuando eran<br />

bebés?, ¿los enseñaron a lavarse los dientes después de cada comida hasta<br />

formarles el hábito?, ¿periódicamente los llevan al dentista aunque no les<br />

duelan los dientes?<br />

—La mera verdad, yo ni idea tenía de que a los bebés se les lavaban los<br />

dientes —confesó Ramiro.<br />

—Pues yo sólo los llevo al dentista cuando se sienten mal —respondió Socorro.<br />

—Y yo igual —dijo Lola.<br />

-—Entonces, es muy fácil saber por qué Tomás tiene problemas con sus dientes.<br />

Lo más probable es que las hijas y los hijos de otros vecinos y amigos<br />

suyos tengan problemas parecidos —comentó Claudia.


Recuerden que... Las principales causas de las caries dentales en las<br />

niñas y en los niños son las siguientes:<br />

1. Cuando toman dulces y no se lavan los dientes, el azúcar se les<br />

queda en la boca y hace que las bacterias crezcan, se reproduzcan y<br />

destruyan el esmalte de los dientes.<br />

2. Si no se cepillan los dientes después de cada comida, las bacterias<br />

crecen y provocan caries.<br />

Por eso, es necesario fomentar en ellos el hábito de lavarse los dientes<br />

tres veces al día y después de comer dulces o cualquier otro alimento,<br />

así como llevarlos al dentista cuando menos una vez cada<br />

año.<br />

Cuando van<br />

a la primaria<br />

Un día Claudia citó al grupo en la escuela. Cuando llegó, las señoras y Ramiro<br />

estaban platicando de que veían a muchos niños pasados de peso. Catalina<br />

comentó que Adriana, su hija de ocho años, había engordado más de lo normal<br />

en los últimos meses. Claudia le dijo que la gordura es un problema<br />

generalmente relacionado con los hábitos alimentarios y que de ella dependía<br />

solucionarlo.<br />

—Pero, ¿qué puedo hacer para que Adriana adelgace? —preguntó Catalina,<br />

preocupada.<br />

—Usted puede ayudarle dijo Claudia—. Empecemos por revisar los hábitos<br />

de Adriana.


Al igual que el grupo, en el siguiente ejercicio ustedes pueden ayudar<br />

a Catalina. Unan con una línea los hábitos de Adriana y las posibles<br />

soluciones. Las respuestas correctas se encuentran al final del libro.<br />

HÁBITOS SOLUCIONES<br />

1 Adriana pasa mucho<br />

tiempo sentada viendo<br />

la televisión.<br />

2 Adriana no sale a jugar,<br />

no corre ni hace<br />

ejercicio.<br />

3 Cada mes ha subido de<br />

tres a cuatro kilos. Al<br />

principio su mamá<br />

pensó que al subir de<br />

peso estaría más sana.<br />

4 Adriana pesa 50 kilos y<br />

tiene ocho años. A esa<br />

edad una niña debe<br />

pesar alrededor de 35<br />

kilos.<br />

1 Es importante promover<br />

que las niñas y los<br />

niños hagan ejercicio.<br />

La familia debe ser un<br />

buen ejemplo.<br />

2 Si en la familia hay<br />

casos de sobre peso, se<br />

debe tener más cuidado<br />

con los hábitos<br />

alimentarios.<br />

3 Se debe establecer un<br />

horario razonable para<br />

ver la televisión.<br />

4 Es normal que las niñas<br />

y los niños suban un<br />

poco de peso en esta<br />

etapa, pero no es sano<br />

que aumenten en<br />

exceso.


<strong>De</strong>spués de hacer el ejercicio, Claudia le dijo a Catalina:<br />

—Espero que usted ayude a Adriana a cambiar sus hábitos para que ya no<br />

suba de peso de manera excesiva. Recuerde que con los niños en edad escolar<br />

se debe seguir las mismas reglas de alimentación que tenemos para las<br />

chiquitas y los chiquitos. Además —dijo Claudia— los niños entre seis y<br />

doce años tienen inclinación hacia algunos alimentos con sabores dulces,<br />

salados o ácidos, y a golosinas industrializadas que no los nutren y sí los<br />

engordan, por lo que debemos insistir en que su consumo sea moderado.<br />

¿Recuerdan algunas reglas?<br />

—Sí, la que más recuerdo es la combinación de los tres grupos de alimentos<br />

—dijo Ramiro.<br />

—Sin descuidar la variedad en los alimentos —agregó Catalina.<br />

—Yo creo que otra es cuidar que las niñas y los niños adquieran el hábito de<br />

desayunar antes de ir a la escuela y que hagan de cuatro a cinco comidas<br />

diarias y, como nos dijo Claudia, es importante que coman alimentos de los<br />

tres grupos en cada comida para que así tengan la energía que necesitan para<br />

que su cuerpo funcione bien y se asegure su crecimiento —comentó Socorro.<br />

—Y que haya variedad en esos alimentos para que coman todo lo que necesitan<br />

—insistió Catalina.<br />

—No debemos olvidar que al igual que los niños en edad preescolar, los más<br />

grandes deben comer alimentos que sean una buena fuente de calcio, hierro,<br />

zinc y vitaminas A y C —afirmó Lola—. Todo esto ayudará a que tengan<br />

mejores resultados en la escuela.<br />

—Claro, siempre se ha hablado de la necesidad de que las niñas y los niños<br />

estén bien alimentados para que puedan rendir en sus estudios —dijo Catalina.<br />

—¿Ustedes creen que las niñas y los niños deben comer lo mismo y en igual<br />

cantidad? —preguntó Ramiro.<br />

—¡Claro! Las niñas y los niños tienen las mismas necesidades y están creciendo,<br />

por lo que no debemos hacer diferencias por ningún motivo —afirmaron<br />

a coro las señoras.


—Y por último —dijo Claudia—, recuerden que debemos fomentar el ejercicio<br />

físico en nuestros hijos e hijas. Esto es muy importante, ya que es la<br />

manera de mantener el buen funcionamiento del organismo. El ejercicio los<br />

ayudará a crecer fuertes y sanos, y además, es una oportunidad para realizar<br />

actividades con ellos.<br />

Es recomendable hacer ejercicio cuando menos 30 minutos al día de manera<br />

continua. Por ejemplo, caminar, andar en bicicleta, jugar a la pelota o alguna<br />

otra actividad. Para evitar lesiones hay que comenzar con periodos de cinco<br />

a diez minutos, incrementar poco a poco, y evitar sofocarse. Su respiración<br />

debe adecuarse gradualmente a su ejercicio —concluyó Claudia.


4. ADOLESCENCIA Y NUTRICIÓN<br />

<strong>Los</strong> hábitos<br />

alimentarios<br />

de los jóvenes<br />

En la siguiente reunión, al escuchar la primera pregunta de Claudia: ¿se acuerdan<br />

de cuando eran adolescentes?, todos empezaron a recordar sus viejos<br />

tiempos.<br />

—¡Qué tiempos aquellos! —dijo Ramiro—. Recuerdo muy bien que en esa<br />

época empecé a trabajar repartiendo leche; la verdad, era agotador. Sin embargo,<br />

me daba mi tiempo para hacer ejercicio; mis amigos y yo formamos<br />

un equipo de futbol y jugábamos los domingos, nadie nos podía ganar. Tampoco<br />

se me olvida que siempre tenía hambre y comía todo lo que me pusieran<br />

enfrente.<br />

—Yo me acuerdo que siempre tenía mucha necesidad de comer dulces. No<br />

me importaba si no tenía otras cosas, pero mis dulces no podían faltar —<br />

comentó Catalina.<br />

—Mis amigas y yo platicábamos sobre las modas. Cuando podíamos comprábamos<br />

revistas o las pedíamos prestadas y las hojeábamos hasta casi deshacerlas.<br />

Además, siempre estábamos oyendo música y éramos admiradoras<br />

de muchos cantantes y artistas. Queríamos parecernos a ellos y cambiábamos<br />

nuestra forma de hablar y de arreglarnos. ¡Nos convertíamos en nuevos personajes!<br />

—suspiró Socorro.<br />

—A mí me costó mucho trabajo esa época porque no me sentía a gusto. Ya<br />

no era una niña, pero tampoco era una mujer. Eso me preocupaba, aunque<br />

nunca se lo dije a nadie —platicó Lola.


—Ustedes acaban de describir a los adolescentes —dijo Claudia—. Es una<br />

etapa en la que hay muchos cambios y se crece muy rápido, por lo que también<br />

es importante la alimentación.<br />

—En eso estoy de acuerdo Claudia, pero ¿qué podemos hacer para que coman<br />

bien? —preguntó Socorro.<br />

—Lo primero es no olvidar que, al igual que todas las personas, la dieta de<br />

los adolescentes debe basarse en la combinación de los tres grupos de alimentos<br />

y en su variación. Ustedes pueden enseñarles a combinar y a variar<br />

sus comidas, y si de niños lo aprenden bien, no creo que tengan muchos<br />

problemas cuando sean adolescentes.<br />

—Pero yo pienso que se debe hacer algunos ajustes en su alimentación —<br />

dijo Lola.<br />

—Así es —contestó Ramiro, y comentó que cuando era chico hacía mucho<br />

ejercicio y que los jóvenes deportistas y quienes hacen trabajos pesados deben<br />

comer más y cuidar que en su dieta existan alimentos que sean una buena<br />

fuente de energía, como son la tortilla, el bolillo, el arroz, la papa o el plátano.<br />

También necesitan alimentos del grupo rojo como son los frijoles, las<br />

lentejas y las habas; o de origen animal, los cuales los ayudarán a formar sus<br />

músculos.<br />

—Y supongo que las niñas necesitarán más hierro, con eso de que empiezan<br />

con la regla —agregó Catalina.<br />

Recuerden que ... Al llegar a la adolescencia, las muchachas<br />

y los muchachos ya pueden colaborar en la selección, higiene<br />

y preparación de sus alimentos. Ésta es una etapa de cambios<br />

y de búsqueda. Lo importante es apoyarlos lo más que se pueda<br />

y cuidar que coman lo mejor posible porque es un periodo de<br />

crecimiento rápido.


—Es necesario que en la adolescencia, sobre todo las mujeres, coman alimentos<br />

con ácido fólico —explicó Claudia.<br />

—¿Y ése para qué sirve? —preguntó Ramiro.<br />

—El ácido fólico es importante para el adecuado funcionamiento del organismo,<br />

para prevenir la anemia y, en algunos casos, malformaciones del sistema<br />

nervioso en recién nacidos —respondió Claudia.<br />

Ahora conozcamos algunos alimentos ricos en ácido fólico


Recuerden que... Además del hierro y del ácido fólico, los<br />

adolescentes también necesitan calcio, zinc y vitaminas que<br />

los ayuden a que su cuerpo funcione de maravilla. Todo esto<br />

lo obtendrán si su dieta es correcta.<br />

Antes de terminar la reunión, Claudia preguntó si había alguna duda o si<br />

alguien quería comentar algo.<br />

—Yo sí —dijo Socorro—. La moda es estar muy, pero muy flaca. Esto lo ven<br />

las jóvenes todos los días en la tele y en las revistas, muchas veces dejan de<br />

comer para estar como las artistas o las modelos. Es como cuando los muchachos,<br />

por razones de moda, quieren estar exageradamente musculosos a cualquier<br />

costo, poniendo también en riesgo su salud.<br />

—Es un problema muy serio cuando las jóvenes sienten que están gordas,<br />

sea o no cierto, y dejan de comer. Algunas sólo comen una manzana al día.<br />

Pasa exactamente lo mismo cuando las niñas son bailarinas o practican algún<br />

deporte donde se les exige que tengan una delgadez exagerada. Hacen muchísimo<br />

ejercicio y dejan de comer para mantener un peso muy bajo. A esta<br />

enfermedad se le conoce como anorexia nervosa y daña mucho la salud,<br />

sobre todo en la adolescencia —explicó Claudia.<br />

—Yo ya había oído hablar de eso, parece que se presenta más en las mujeres<br />

que en los hombres —dijo Catalina.<br />

—Así es —comentó Claudia—. Pero también los muchachos tienen presión<br />

para modificar sus cuerpos por medio de la alimentación o el ejercicio excesivos.<br />

—Yo he oído de otros problemas en que las muchachas comen y comen, y<br />

luego se arrepienten y vomitan para devolver todo lo que comieron —dijo<br />

Lola.


—Ése es otro problema y se llama bulimia nervosa —aclaró Claudia—. Lo<br />

más importante de todo esto es el cuidado que las madres y los padres debemos<br />

tener con las adolescentes. Estas enfermedades demuestran que los jóvenes<br />

pasan por fuertes problemas emocionales. Hay que cuidarlos y apoyarlos,<br />

y tener los ojos muy abiertos.<br />

—Claudia, ¿nos podrías decir cómo podemos saber si nuestra hija es anoréxica<br />

o bulímica? —preguntó, Socorro.<br />

—Bueno, pues no es tan fácil, sobre todo al principio, ya que las personas<br />

con este padecimiento parecen normales. En general son exitosas en muchos<br />

aspectos de su vida, por lo que muchas veces los padres no se dan cuenta<br />

hasta que el problema ya es grave.<br />

—Pero debe de haber alguna forma de reconocerlo —comentó Ramiro.<br />

—<strong>De</strong>sde luego —continuó Claudia—, un primer paso es estar muy pendientes


de la alimentación de sus hijos. Si se preocupan mucho por la comida y nunca<br />

están conformes con su talla, si buscan controlar su peso, se pesan todos<br />

los días o varias veces al día, puede ser un primer aviso. Comúnmente, para<br />

controlar su peso disminuyen en forma rápida y drástica la cantidad de alimentos<br />

que habitualmente consumen, también se brincan comidas o ayunan<br />

constantemente, buscan alimentos mágicos que «no engordan» o que «engordan<br />

menos».<br />

—Bueno, pero todas esas señales las puede presentar cualquier adolescente y<br />

no ser anoréxica forzosamente —dijo Catalina.<br />

—Tiene razón Catalina —dijo Claudia—. Por ello es necesario darnos cuenta<br />

de si con frecuencia comentan que comen mucho pero en realidad comen<br />

menos que el resto de la familia; si evitan comer acompañados poniendo<br />

como pretexto que ya han comido; si usan laxantes en forma excesiva; o si<br />

esconden la comida y hacen demasiado ejercicio.<br />

Algo muy importante: las jóvenes generalmente se ven gordas cuando se<br />

miran en el espejo, y se sienten gordas cuando en realidad a simple vista uno<br />

se da cuenta de que su peso es muy bajo. Cuando las adolescentes han bajado<br />

mucho de peso ya no menstrúan o su menstruación se vuelve irregular, pues<br />

su nutrición se ha alterado seriamente y eso afecta el funcionamiento de su<br />

organismo.<br />

—¿Y estas señales son las mismas para las chicas que vomitan todos los<br />

alimentos? —preguntó Lola.<br />

—Bueno, en el caso de la bulimia nervosa vomitan casi todo lo que comen<br />

—aclaró Claudia—, también hacen viajes frecuentes al baño y se tardan mucho<br />

tiempo. Al vomitar tantas veces se les inflama la garganta, puede sangrarles<br />

la nariz y les duele el estómago. En ocasiones se les hincha la parte inferior<br />

de la mandíbula y el cuello, lo que las hace verse cachetonas. El esmalte de<br />

sus dientes se deteriora. En cuanto a algunos hábitos, esconden comida o<br />

algunas veces podemos encontrar envases de alimentos en el basurero de la<br />

casa, en su cuarto o en su mochila. Generalmente se encargan de tomar comida<br />

del refrigerador o de la despensa, ya que en algún momento y a escondidas<br />

comen en forma exagerada.


—En serio que es un problema —comentó Socorro—. Nosotros los padres<br />

debemos estar muy pendientes de nuestras hijas y ayudarlas a evitar estos<br />

problemas que afectan severamente su nutrición y, por tanto, su desarrollo.<br />

Muchos padres se dan cuenta cuando ya está afectada la salud de sus hijas —<br />

aclaró Claudia.<br />

—Bueno, pues tendremos que estar muy atentos —dijo Lola.<br />

—Pero no sólo debemos estar atentos a su alimentación. Precisamente en esa<br />

edad, los adolescentes pueden empezar a fumar y a tomar bebidas alcohólicas,<br />

conductas que además de crearles adicción les hacen mucho daño. Por<br />

eso, tenemos que estar muy al pendiente de su manera de relacionarse con los<br />

demás, así como de la relación afectiva en casa, y procurar que se sientan<br />

queridos y aceptados sin necesidad de llamar la atención y de afectar su salud<br />

—concluyó Claudia.


5. CUANDO SOMOS ADULTOS<br />

Alimentación de<br />

las personas adultas<br />

—Oye Claudia, antes de empezar a comer quiero preguntarte: los adultos<br />

¿qué podemos hacer para mantenernos en nuestro peso? —preguntó Ramiro.<br />

—¡Ay!, ya nos vas a hacer sufrir. Y eso que todavía no le damos ni una<br />

mordida al taco —dijo Lola.<br />

-—Es buena pregunta la de Ramiro, pues los adultos, además de ser un ejemplo<br />

para los niños debemos procurar mantener un peso saludable —comento<br />

Claudia.<br />

—¡Pero eso es muy difícil, yo no puedo evitar estar picando mientras preparo<br />

la comida! —exclamó Socorro.<br />

—Les voy a dar unos consejos muy sencillos que toda la familia puede aplicar<br />

—dijo Claudia—. El primero es —ya lo saben —incluir al menos un<br />

alimento de cada grupo en cada una de las tres comidas y comer la mayor<br />

variedad posible de alimentos.<br />

<strong>De</strong>bemos consumir muchas verduras y muchas frutas, de preferencia crudas<br />

y con cáscara.<br />

—A mí me dijeron que era peligroso comer las verduras crudas —comentó<br />

Lola.<br />

—Claro que es peligroso si antes de comerlas no las lavamos bien o las desinfectamos<br />

—aclaró Claudia.<br />

—Pero, ¿qué diferencia hay si las comemos cocidas? —preguntó Ramiro<br />

—¿Recuerdan que les comenté sobre la importancia de algunas vitaminas —<br />

dijo Claudia—. Pues algunas se deshacen cuando se cuecen. Además, algo


muy importante que nos dan las verduras y las frutas es la fibra, que también<br />

se pierde en parte cuando las cocemos.<br />

Procuremos consumir verduras y frutas de temporada, pues son más baratas<br />

y de mejor calidad —concluyó Claudia.<br />

—Es cierto, ayer que fui al mercado, no me van a creer, pero el aguacate<br />

estaba casi tan caro como la carne, además no estaba maduro —comentó<br />

Lola.<br />

—Hablando de carne, los adultos debemos comer pocos alimentos de origen<br />

animal, preferir el pescado, el pavo y el pollo sin piel a las carnes de res,<br />

cerdo o borrego. Recordemos que los niños, los adolescentes y las mujeres<br />

embarazadas o que estén amamantando necesitan más de estos alimentos que<br />

nosotros, por eso hay que darles la mayor parte —explicó Claudia.


—Oye, ¿y es malo guisar con manteca? —preguntó Lola.<br />

—En realidad debemos consumir lo menos posible de grasas, aceites, manteca,<br />

mantequilla y margarina, pues contienen grandes cantidades de colesterol<br />

y grasas saturadas o ambos; en cambio los aceites de cártamo, girasol, maíz y<br />

olivo son menos dañinos. ¿Han escuchado hablar del colesterol y de las grasas<br />

saturadas? —preguntó Claudia.<br />

—¡Claro! Si ahora resulta que lo que más me gusta comer tiene colesterol o<br />

grasa «mala»—dijo Ramiro.<br />

—Bueno, no es que sea grasa «mala», de hecho nosotros necesitamos<br />

colesterol y grasa para poder vivir, el problema se presenta cuando lo consumimos<br />

en exceso, porque se deposita en las arterias y venas, lo cual nos hace<br />

más propensos a que nos dé un infarto —explicó Claudia.<br />

—<strong>De</strong> ahora en adelante voy a guisar con poquita grasa, o al horno, a la parrilla<br />

o al vapor —dijo Socorro.<br />

—Me parece muy bien, pero también recuerden que el consumo excesivo de<br />

azúcar y de sal nos hace más propensos a enfermarnos de diabetes o de presión<br />

alta. Por eso les recomiendo que cocinen con poca grasa, que no usen el<br />

aceite quemado, que utilicen poca sal y endulcen con poca azúcar, y que para<br />

evitar tentaciones no pongan estos condimentos en la mesa —comentó<br />

Claudia.<br />

—También hay productos que contienen sal, azúcar o conservadores en exceso,<br />

y debemos moderar su consumo —dijo Lola.<br />

—¿Como cuáles? —preguntó Socorro.<br />

—<strong>Los</strong> refrescos, los dulces y las golosinas industrializadas —dijo Ramiro.<br />

—Las botanas —dijo Lola.<br />

—Además hay otros como los embutidos, los consomés en cuadritos, los<br />

aderezos y en general los alimentos enlatados. Como ya comentamos, algo<br />

esencial para mantenernos sanos es realizar actividad física por lo menos<br />

30 minutos al día. Pueden caminar rápido, bailar, pedalear una bicicleta, lo<br />

que más les guste —explicó Claudia.


—¡Qué buena idea!, cada vez que vaya por los niños a la escuela, en lugar de<br />

irme en el camión, me voy a ir caminando, al fin que son sólo unas cuadras<br />

—dijo Lola.<br />

—¡Yo voy a subir por las escaleras en mi trabajo! —exclamó Ramiro.<br />

—Oye Claudia, aprovechando que nos estás dando consejos acerca de la<br />

alimentación correcta del adulto, fíjate que desde hace un tiempo mi mamá,<br />

que ya es una persona mayor, casi no quiere comer; ¿cómo le hago para que<br />

coma bien? —preguntó Socorro.<br />

—Es normal que los adultos mayores disminuyan el consumo de alimentos,<br />

pero se debe vigilar que coman todo lo que necesitan en cantidad suficiente y<br />

que su dieta sea variada. Algunas veces nos olvidamos de la comida que más<br />

les gusta y que pueden comer fácilmente, con las limitaciones que su propia<br />

edad les va poniendo; por ejemplo debemos recordar que, en algunos casos,<br />

su dentadura ya no está completa ni es tan buena como antes, o que pueden<br />

padecer alguna enfermedad, la cual les impida comer ciertos alimentos —<br />

aclaró Claudia.<br />

—A mí me ha funcionado con mi papá, quien también ya es mayor, ofrecerle<br />

porciones más pequeñas de alimentos, pero más veces al día. Procuro que el<br />

plato se vea colorido y que los alimentos sean de consistencia blanda —<br />

comentó Lola.<br />

—También procuremos brindarles apoyo y sobre todo mucho cariño, que se<br />

sepan parte importante de la familia —dijo Claudia.<br />

—Como quien dice, hay que tenerles cariño, mucha paciencia y procurar que<br />

coman tranquilos, sabroso, en compañía y de preferencia en familia —exclamó<br />

Ramiro.<br />

—¡Exactamente!—comentó Claudia—. Ahora les voy a dar una serie de sugerencias<br />

para mejorar sus propios hábitos alimentarios y su salud:<br />

Procuren llevar una alimentación equilibrada y visitar al médico<br />

por lo menos una vez al año para evitar problemas de salud.


Si debido a su trabajo deben permanecer sentados por mucho<br />

tiempo, traten de efectuar una pausa para hacer ejercicio como subir<br />

y bajar las escaleras y, en general, procuren no utilizar los<br />

elevadores.<br />

Al realizar ejercicio aeróbico como caminar, correr, andar en<br />

bicícleta, pedalear bicicleta fija, nadar, bailar, hacer aeróbicos,<br />

etcétera, mínimo cuatro veces por semana durante 45 minutos,<br />

lograrán un corazón sano y mejor circulación sanguínea. El ejercicio<br />

les ayudará a mantenerse en su peso saludable.<br />

Es importante que hagan por lo menos tres comidas al día, pues<br />

así evitarán gastritis y úlceras. <strong>De</strong> igual manera, al realizar tres<br />

comidas al día no tendrán ataques de hambre y no comerán lo<br />

primero que encuentren en su camino como dulces, chicles,<br />

chocolates, pastelillos, entre otros, que son alimentos que no nutren.<br />

Eviten tomar bebidas alcohólicas con frecuencia. El alcohol es<br />

alto en energía, no les brinda ninguna sustancia nutritiva y<br />

consumirlo con frecuencia y en exceso daña su salud.<br />

Eviten tomar refrescos, café o té con azúcar, jugos de fruta<br />

industrializados y agua de fruta endulzada con azúcar, ya que son<br />

ricos en azúcar simple y su contenido de energía es muy alto. Traten<br />

de tomar café, té o aguas de fruta sin azúcar, así como jugos<br />

naturales.<br />

Moderen el consumo de crema, tocino y chorizo, productos de<br />

origen animal que son ricos en colesterol y grasa.<br />

Disminuyan o moderen el consumo de cacahuates, nueces,<br />

almendras, pepitas, y demás semillas que contienen grasa vegetal y<br />

por lo tanto son ricos en energía.<br />

Procuren consumir pescado por lo menos una vez a la semana. En<br />

el mercado pueden encontrar pescados a buen precio y prepararlos


Prefieran el consumo de cereales con granos enteros, como el<br />

arroz integral, los cereales integrales, el pan integral y las tortillas de<br />

maíz nixtamalizado a los cereales refinados como el pan de caja<br />

blanco o las tortillas de harina integral, pues los primeros son una<br />

buena fuente de fibra y de minerales.<br />

Aumenten el consumo de verdura y fruta, son buena fuente de<br />

vitaminas, minerales y fibra.<br />

No importa dónde coman, no olviden incluir un alimento de cada<br />

grupo en cada comida.<br />

Si la forma de su cuerpo se asemeja a una manzana, es decir, el<br />

tejido graso se ha depositado principalmente en el abdomen, están<br />

en riesgo de desarrollar enfermedades crónico-degenerativas como<br />

colesterol alto, presión alta, diabetes y padecimientos del corazón.<br />

—Me queda muy claro que debemos prevenir problemas de salud<br />

causados por la mala nutrición, y la única manera de hacerlo es<br />

adoptando hábitos saludables —dijo Catalina.


—Bueno, no sé a ustedes, pero a mí ya me dio mucha hambre —dijo Lola—<br />

. ¡Buen provecho!<br />

Para terminar<br />

—Claudia, como sabíamos que hoy era la última reunión quisimos hacer una<br />

despedida y preparamos una taquiza —dijo Lola.<br />

—Es una lástima, porque con este tema de la nutrición siempre hay de qué<br />

hablar, ¿verdad? —comentó Ramiro.<br />

—¡Claro! Por eso les quiero proponer que nos sigamos reuniendo y que organicemos<br />

un grupo de orientación alimentaria con más padres y madres de<br />

familia —sugirió Claudia.<br />

—Podríamos hablar con el director de la escuela —dijo Socorro.<br />

—¡Eso me encantaría! —exclamó Claudia.<br />

—Se me ocurre que podríamos juntar muchas recetas, clasificarlas de acuerdo<br />

con los grupos de alimentos y hacer un recetario. Yo creo que a mis vecinas<br />

les gustaría participar. Ellas tienen a sus hijos en la misma escuela —dijo<br />

Catalina.<br />

—¿Qué les parece si platicamos con los maestros de nuestros hijos? Creo<br />

que las niñas y los niños también deben saber de nutrición —propuso Ramiro.<br />

—Ellos aprenden en sus libros de texto gratuitos, pero yo creo que nosotros<br />

necesitamos aprender todavía más —dijo Socorro.<br />

—Claro, por eso Claudia nos seguirá apoyando, ¿verdad? —preguntó Lola.<br />

—¡Por supuesto! —exclamó Claudia—. Pero también pueden obtener más<br />

información en el centro de salud o en la clínica... Entonces no pensemos en<br />

despedirnos, sino en trabajar juntos. ¡Celebremos un nuevo inicio!<br />

—¡Celebremos! —respondieron todos.


A lo largo de nuestra vida, la nutrición es algo<br />

muy importante. En gran medida, de ella dependen<br />

nuestra salud y nuestro desempeño en<br />

el trabajo, en la escuela y en el hogar.<br />

El tema de la nutrición es tan amplio que no lo<br />

podemos agotar en este libro y por ello los invitamos<br />

a buscar mayor información. Sin embargo,<br />

los consejos prácticos que aquí se presentan<br />

les proporcionan conceptos e información<br />

básicos, tales como las cualidades<br />

nutrimentales de los alimentos que consumimos<br />

a diario y algunas combinaciones sencillas<br />

y económicas, para que puedan mejorar la<br />

nutrición de todos y cada uno de los miembros<br />

de su familia.<br />

No olviden que una alimentación correcta puede<br />

también ser sabrosa, y que disfrutarla en<br />

compañía de la familia hace la vida más agradable.


AYUNO PREESCOLAR ESCOLAR ADOLESCENTE<br />

temporada 1 ración pequeña 1 ración mediana 1 ración grande<br />

1 vaso 1 vaso 1 vaso<br />

olillo 1/2 pza. 1 pza. 1 pza.<br />

rijol 1/4 de taza 1/2 taza 3/4 de taza<br />

ueso 20g (1 reb. pequeña) 30g (1 rebanada mediana) 30g (1 rebanada mediana)<br />

xicana<br />

, cebolla<br />

o picados<br />

ón<br />

1/4 de taza 1/2 taza 1 taza<br />

temporada 1 ración pequeña 1 ración mediana 1 ración grande<br />

avena<br />

eche 1 taza 1 taza 1 taza<br />

vena 1 cdita. 1 cdita. 1 cdita.<br />

zúcar 1 cdita. 1 cdita. 1 cdita.<br />

a mexicana<br />

uevo 1 pza. 1 pza. 1 pza.<br />

tomate,<br />

ebolla,chile<br />

1/4 de taza 1/2 de taza 1/2 de taza<br />

ceite 1/2 cdita. 1 cdita. 1 cdita.<br />

rijoles 1/4 de taza 1/2 de taza 3/4 de taza<br />

ortillas 1/2 pza. 2 pzas. 3 pzas.<br />

REFRIGERIO PREESCOLAR ESCOLAR ADOLESCENTE<br />

Jícamas con<br />

zanahoria rallada<br />

1/2 taza 1 taza 2 tazas<br />

Galletas de sal 4 pzas. 6 pzas. 8 pzas.<br />

Agua de frutas 1 vaso 1 vaso 1 vaso<br />

Ensalada de frutas 1/2 taza 1 taza 1 taza<br />

Galletas dulces 2 pzas. 4 pzas. 1 pza.<br />

Agua de fruta 1 vaso 1 vaso 1 vaso


COMIDA PREESCOLAR ESCOLAR ADOLESCENTE<br />

Sopa de pasta con<br />

verduras<br />

1/2 taza 1 taza 2 tazas<br />

Albóndigas 1 pzas. 2 pzas. 3 pzas.<br />

Arroza blanco 1/2 taza<br />

....<br />

1taza 1 1/2 taza<br />

Sopa de frijol 1/2 taza 1 taza 2 tazas<br />

Ejotes con huevo 1/2 taza 1 taza 2 tazas<br />

Tortillas 1/2 pza. 1-2 pzas. 2-3 pzas.<br />

CENA PREESCOLAR ESCOLAR ADOLESCENTE<br />

Fruta de la estación 1/2 taza 1 taza 2 tazas<br />

Quesadillas<br />

o una ración o una ración o una ración<br />

Tortilla de maíz<br />

Queso fresco<br />

Salsa<br />

Leche con chocolate<br />

1/2 pza. 1 pza. 2 pzas.<br />

Leche 1 taza 1 taza 1taza<br />

Chocolate<br />

...<br />

Licuado con fruta de la<br />

estación<br />

1 cucharada 1 cucharada 1 cucharada<br />

Fruta 1/2 pza. 1 pza. 1 pza.<br />

o ración o ración o ración<br />

Leche 1 vaso 1 vaso 1 vaso<br />

Azúcar 1 cdita. 1 cdita. 1 cdita.<br />

Torta de jamón con queso<br />

y jitomate<br />

1/2 pza. 1 pza. 2 pzas.


Enero Febrero Marzo<br />

acelga<br />

ajo<br />

berenjena<br />

betabel<br />

calabaza<br />

cebolla<br />

chile<br />

poblano<br />

col<br />

coliflor<br />

elote<br />

espinaca<br />

jitomate<br />

lechuga<br />

rábano<br />

zanahoria<br />

acelga<br />

ajo<br />

apio<br />

berenjena<br />

betabel<br />

calabaza<br />

cebolla<br />

col<br />

coliflor<br />

chayote<br />

chícharo<br />

chile<br />

poblano<br />

ejote<br />

espinaca<br />

jitomate<br />

lechuga<br />

nopales<br />

papa<br />

pepino<br />

rábano<br />

acelga<br />

ajo<br />

calabaza<br />

cebolla<br />

col<br />

coliflor<br />

chayote<br />

chícharo<br />

ejote<br />

elote<br />

espinaca<br />

jitomate<br />

lechuga<br />

nopales<br />

papa<br />

pepino<br />

rábano<br />

romeritos<br />

zanahoria<br />

Abril Mayo Junio<br />

acelga<br />

ajo<br />

apio<br />

calabaza<br />

cebolla<br />

coliflor<br />

chayote<br />

chícharo<br />

ejote<br />

espinaca<br />

jitomate<br />

lechuga<br />

nopales<br />

papa<br />

pepino<br />

zanahoria<br />

acelga<br />

ajo<br />

apio<br />

berro<br />

calabaza<br />

cebolla<br />

coliflor<br />

chayote<br />

chícharo<br />

chile<br />

poblano<br />

elote<br />

espinaca<br />

jitomate<br />

lechuga<br />

nopales<br />

pepino<br />

verdolagas<br />

zanahoria<br />

acelga<br />

ajo<br />

apio<br />

berro<br />

calabaza<br />

cebolla<br />

coliflor<br />

chayote<br />

chícharo<br />

chile<br />

poblano<br />

ejote<br />

elote<br />

espinaca<br />

jitomate<br />

lechuga<br />

nopales<br />

pepino<br />

verdolagas<br />

zanahoria<br />

Julio Agosto Septiembre<br />

ajo<br />

apio<br />

calabaza<br />

cebolla<br />

col<br />

coliflor<br />

chayote<br />

chícharo<br />

chile<br />

poblano<br />

ejote<br />

elote<br />

jitomate<br />

lechuga<br />

nopales<br />

pepino<br />

rábano<br />

verdolagas<br />

zanahoria<br />

apio<br />

betabel<br />

calabaza<br />

cebolla<br />

col<br />

coliflor<br />

chayote<br />

chícharo<br />

chile<br />

poblano<br />

ejote<br />

elote<br />

jitomate<br />

papa<br />

pepino<br />

tomate<br />

zanahoria<br />

acelga<br />

berenjena<br />

betabel<br />

calabaza<br />

cebolla<br />

col<br />

coliflor<br />

chícharo<br />

chile<br />

poblano<br />

ejote<br />

elote<br />

espinaca<br />

jitomate<br />

lechuga<br />

papa<br />

pepino<br />

tomate<br />

zanahoria<br />

Octubre Noviembre Diciembre<br />

acelga<br />

berenjena<br />

betabel<br />

calabaza<br />

col<br />

chile<br />

poblano<br />

ejote<br />

elote<br />

espinaca<br />

jitomate<br />

lechuga<br />

papa<br />

pepino<br />

tomate<br />

verdolagas<br />

zanahoria<br />

acelga<br />

betabel<br />

calabaza<br />

calabaza<br />

de castilla<br />

col<br />

camote<br />

ejote<br />

espinaca<br />

jitomate<br />

papa<br />

tomate<br />

zanahoria<br />

acelga<br />

betabel<br />

calabaza<br />

col<br />

camote<br />

espinaca<br />

jitomate<br />

lechuga<br />

romeritos<br />

zanahoria


cate<br />

ña<br />

apote<br />

moya<br />

co<br />

sa<br />

a china<br />

yaba<br />

ma<br />

limón<br />

sa<br />

ábana<br />

wi<br />

ón<br />

mey<br />

ngo<br />

lón<br />

ulín<br />

acano<br />

ela<br />

arilla<br />

a roja<br />

átil<br />

azno<br />

da roja<br />

go<br />

ón<br />

ngo<br />

cate<br />

moya<br />

apote<br />

átil<br />

azno<br />

yaba<br />

ma<br />

ón<br />

n real<br />

arina<br />

Enero Febrero Marzo<br />

mandarina<br />

naranja<br />

papaya<br />

piña<br />

plátano<br />

tejocote<br />

toronja<br />

tamarindo<br />

uva<br />

zapote negro<br />

aguacate<br />

coco<br />

chirimoya<br />

fresa<br />

granada china<br />

guayaba<br />

guanábana<br />

limón<br />

mandarina<br />

mamey<br />

melón<br />

naranja<br />

papaya<br />

piña<br />

plátano<br />

toronja<br />

tamarindo<br />

aguacate<br />

coco<br />

chicozapote<br />

fresa<br />

guanábana<br />

limón<br />

mamey<br />

mango<br />

Abril Mayo Junio<br />

naranja<br />

papaya<br />

piña<br />

pitahaya<br />

plátano<br />

sandía<br />

toronja<br />

tamarindo<br />

chabacano<br />

ciruela<br />

higo<br />

kiwi<br />

limón<br />

mamey<br />

mango<br />

melón<br />

papaya<br />

pera<br />

piña<br />

pitahaya<br />

plátano<br />

sandía<br />

aguacate<br />

chabacano<br />

ciruela amarilla<br />

ciruela roja<br />

durazno<br />

granada roja<br />

higo<br />

kiwi<br />

limón<br />

mamey<br />

Julio Agosto Septiembre<br />

manzana<br />

melón<br />

membrillo<br />

papaya<br />

pera<br />

perón<br />

piña<br />

plátano<br />

sandía<br />

tuna<br />

uva<br />

capulín<br />

chabacano<br />

ciruela amarilla<br />

ciruela roja<br />

durazno<br />

granada roja<br />

guayaba<br />

higo<br />

limón<br />

mango<br />

manzana<br />

melón<br />

membrillo<br />

papaya<br />

pera<br />

perón<br />

plátano<br />

sandía<br />

tuna<br />

uva<br />

capulín<br />

chabacano<br />

ciruela amarilla<br />

ciruela roja<br />

dátil<br />

durazno<br />

granada roja<br />

guayaba<br />

lima<br />

limón<br />

mango<br />

Octubre Noviembre Diciembre<br />

manzana<br />

naranja<br />

nuez de castilla<br />

papaya<br />

pera<br />

perón<br />

plátano<br />

tejocote<br />

toronja<br />

uva<br />

aguacate<br />

caña<br />

chirimoya<br />

chicozapote<br />

dátil<br />

granada china<br />

guayaba<br />

jícama<br />

lima<br />

limón<br />

limón real<br />

mandarina<br />

naranja<br />

nuez de castilla<br />

plátano<br />

tejocote<br />

toronja<br />

zapote negro<br />

aguacate<br />

caña<br />

chirimoya<br />

chicozapote<br />

dátil<br />

fresa<br />

granada china<br />

guayaba<br />

jícama<br />

lima<br />

melón<br />

naranja<br />

papaya<br />

piña<br />

plátano<br />

sandía<br />

toronja<br />

tamarindo<br />

mango<br />

melón<br />

papaya<br />

pera<br />

perón<br />

piña<br />

pitahaya<br />

plátano<br />

sandía<br />

uva<br />

manzana<br />

melón<br />

membrillo<br />

nuez de castilla<br />

papaya<br />

pera<br />

perón<br />

plátano<br />

sandía<br />

toronja<br />

tuna<br />

uva<br />

limón<br />

limón real<br />

naranja<br />

papaya<br />

plátano<br />

tamarindo<br />

tejocote<br />

toronja<br />

zapote negro


1. Verduras y<br />

Frutas<br />

2. Cereales y<br />

tubérculos<br />

3. Leguminosas y<br />

alimentos de origen<br />

animal<br />

Página 23<br />

DESAYUNO COMIDA CENA ENTRE COMIDAS<br />

1 bolillo Sopa de pasta 2 tortillas<br />

3 tortillas (quesadilla)<br />

1 huevo Pollo frito queso<br />

(quesadilla)<br />

Página 46<br />

1 sope<br />

c i n u e v O s t a l i m e n t o s h<br />

u n a e b z X c v l b n m a e s s d s<br />

u q k u g d I n f e c c i o n e s a y<br />

p a ñ p d o u y y y u r u w m d l g<br />

a y k l e ñ ñ s m g m n b v c a z a a<br />

c l j h s p p i c i a n c e t f s c x<br />

i r j o t p ñ d l a k j h e g o d t z<br />

e o i e e z r a q s e g t l ñ t a a u<br />

n c u a t r o t m e s e s l p r e n i<br />

c s y l e c h e z m a t e r n a i c o<br />

i a t r q x s t x s d f u i f u o i n<br />

a ñ c a l o s t r o c r j k l c u a t<br />

Página 49 Página 50 Página 66<br />

1. c)<br />

Una niña o un…<br />

1 con 3<br />

2. a)<br />

A las niñas y a…<br />

2 con 1<br />

3. b) <strong>Los</strong> de seis…<br />

Una niña o un…<br />

4. c)<br />

5. b) X El estómago…<br />

Las niñas y los…<br />

X A los tres años…<br />

Una niña o un…<br />

3 con 4<br />

4 con 2


<strong>Los</strong> libros de <strong>Mamá</strong> y <strong>Papá</strong> es una colección que invita a las ma<br />

dres y a los padres a reflexionar respecto de las relaciones en las parejas<br />

y en las familias actuales, haciendo hincapié en el cuidado, la educación y<br />

el amor que los hijos y las hijas necesitan para tener un buen crecimiento y desarrollo<br />

afectivo, físico e intelectual. Sugiere medidas preventivas y alternativas de<br />

solución a diferentes problemas que se pueden presentar en la vida cotidiana. La<br />

colección está integrada por ocho libros que se complementan entre sí y cuyos<br />

títulos son los siguientes:<br />

El amor en la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Brinda información para apoyar la formación de niños y niñas durante las principales etapas de su<br />

crecimiento y desarrollo físico, emocional y afectivo.<br />

La sexualidad de nuestros hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Plantea la importancia de considerar la sexualidad de nuestros hijos como un proceso natural y de<br />

disfrutar de una vida sexual plena y con responsabilidad. Su realización satisfactoria y amorosa contribuye<br />

al bienestar de las personas, las parejas, las familias y de la sociedad.<br />

Violencia en la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Rechaza la violencia como forma de vida y promueve un proceso de búsqueda de relaciones armónicas<br />

en la familia, en las que prevalezcan la confianza, la comunicación, el afecto y la seguridad. Propone<br />

la cultura del respeto y el rechazo de la violencia.<br />

Cuidado con las adicciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Propone a madres y padres permanecer alerta ante posibles cambios de comportamiento de sus hijas<br />

e hijos y les ayuda a prevenir que los niños y jóvenes caigan en la adicción.<br />

La nutrición de la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Promueve la reflexión respecto de los hábitos alimentarios de las personas y proporciona información<br />

a madres y padres para revisar la dieta diaria de su familia y mejorarla de acuerdo con sus necesidades<br />

y posibilidades.<br />

La salud de nuestros hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Proporciona información a madres y padres sobre aspectos de prevención de accidentes y enfermedades<br />

en sus hijas e hijos, así como acerca de la vacunación y las prácticas higiénicas mínimas para<br />

tener una vida sana.<br />

<strong>Los</strong> medios masivos de comunicación y la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Contiene información para ayudar a madres y padres a intensificar la comunicación con sus hijas e<br />

hijos a partir de la reflexión y el análisis conjunto de los mensajes que transmiten los medios masivos,<br />

sobre todo a través de la televisión.<br />

La escuela y la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Ofrece sugerencias a madres y padres para lograr una mejor comunicación entre la escuela y el hogar,<br />

de modo que los niños y las niñas aprovechen y disfruten más sus estudios.

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