UNA SOCIEDAD COMPARTIDA - Portal Mayores

nuestra sociedad actual y los puntos principales que nos gustaría tratar en este trabajo.
Los puntos principales de nuestra exposición son los siguientes:
1. El pluralismo cultural y religioso de nuestra sociedad actual. ¿Necesitamos
nuevos marcos de convivencia?
2. Diálogo interreligioso, pluralismo religioso, convivencia o sólo respeto.
Aclaración de términos y posturas.
3. Niveles o tipos de diálogo interreligioso.
4. Algunas claves o pistas para la formación y educación interreligiosa.
5. Actitudes y requisitos para el diálogo interreligioso.
6. Logros y dificultades.
1. El pluralismo cultural y religioso de nuestra sociedad actual. ¿Necesitamos
nuevos marcos de convivencia?
Vamos a empezar situando el marco de nuestra sociedad actual en la Unión
Europea y, más concretamente, tratándose de la sociedad española. En el pequeño
contexto de Europa, desde el que nos situamos y, más concretamente desde
España (2), tenemos que tener muy en cuenta que el reto de la inmigración, con
todo lo que esto conlleva, nos plantea una necesidad de apertura y conocimiento
de lo interreligioso más amplia, que incluiría precisamente lo intercultural y la
inevitable hibridación cultural y el mestizaje también. Podemos relacionar este
punto con todo lo que nos expuso el Profesor Andrés Tornos, en relación al
“Multiculturalismo y Construcción de las identidades”.
Es importante mencionar también “La difícil laicidad” (3). De esta reciente
publicación, señalo algunos aspectos. “Hablar de laicidad significa que un estado
laico no toma postura ante las cuestiones religiosas, que prescinde ante las
preguntas últimas y los problemas cosmovisionales. Estado laico no es estado
agnóstico o indiferente -que ya sería tomar postura-”. Por lo tanto, el Estado
español sería un estado laico con estas características. En este sentido podemos
decir que la laicidad sería más bien equivalente a pluralidad o multiculturalidad.
La laicidad implica una pluralidad axiológica y de aquí comenzarán a surgir los
problemas.
Un punto muy importante sería entonces la diferencia entre la laicidad, a la
que ya hemos hecho alusión, y el laicismo. Retomando esta publicación reciente,
podemos afirmar que “la negación simplista de esta multilateralidad de valo-
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