1. Fernando el Católico, titán y bienaventurado, por Ángel Ferrari
1. Fernando el Católico, titán y bienaventurado, por Ángel Ferrari
1. Fernando el Católico, titán y bienaventurado, por Ángel Ferrari
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
FERNANDO EL CATÓLICO TITÁN Y BIENAVENTURADO<br />
tres dudas —método teológico de suspensión y superación<br />
d<strong>el</strong> juicio—, sobre la vida de <strong>Fernando</strong> <strong>el</strong> <strong>Católico</strong>, a sa<br />
ber: si tal <strong>el</strong>ección fue gratificación a la virtud de dicha<br />
vida <strong>por</strong> las victorias que llegó a conocer; si fue premio<br />
a la estimación de <strong>el</strong>la <strong>por</strong> resplandecer <strong>el</strong> <strong>bienaventurado</strong><br />
junto a una católica y divina gobernante como Isab<strong>el</strong> de<br />
Castilla y, finalmente, si fue nuevo adorno a su grandeza<br />
la compañía merecida de esta consorte, digna cual mujer<br />
de ser venerada en un templo, y que con su prudencia y<br />
virilidad hizo ilustre a nuestra Patria, a su potencia, y<br />
a su nombre, y eterno al siglo en que <strong>el</strong>los vivieron,<br />
<strong>por</strong>que ambos fueron <strong>el</strong>egidos <strong>por</strong> Dios para realizar una<br />
común misión. De Juno y de Minerva, dice Tejada tomando<br />
partido, que fue ejemplo armónico Isab<strong>el</strong> de Castilla, y<br />
que <strong>por</strong> eso su valor, mixto de amor y de saber, no halló<br />
segundo; univocidad paradójica ésta, ya muy consagrada<br />
en la época para ponderarla, y que así figura en Gracián.<br />
Titán, a la vez que hombre, era <strong>Fernando</strong> <strong>el</strong> <strong>Católico</strong> y<br />
mereció compañía de mujer. La soledad fue vencida más<br />
allá de la vida misma, y se mantiene en la memoria de<br />
los hombres un b<strong>el</strong>lo recuerdo para esta compañera de<br />
su vida, asimismo consagrado en la Historia con <strong>el</strong> d<strong>el</strong><br />
propio <strong>Fernando</strong> <strong>el</strong> <strong>Católico</strong>, al cubrirlos en su sepulcro<br />
un mismo mármol. La referencia a éste en <strong>el</strong> lugar que<br />
lo consigna Tejada, que es como alusión al testimonio<br />
postrero dejado en <strong>el</strong> mundo <strong>por</strong> <strong>el</strong> hombre, nos induce<br />
42