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El beso de Judas, Diego Pombo<br />
52 El Hombre y la Máquina N o 15
El Hombre y la Máquina N o 15<br />
D i e g o P o m b o<br />
Profano - reverente<br />
Versión: PAULA ANDREA OSPINA S.<br />
Y CAROLINA CORREA A.<br />
La fresca noche caleña es la musa que incita a la búsqueda del<br />
orden a partir del caos en la obra del Maestro Diego Pombo. Las<br />
Maculadas Concepciones no sólo son la exposición de una irreverencia<br />
sino también la prueba de su actitud con respecto al desorden<br />
de la vida moderna. Su obra es netamente urbana y en buena parte<br />
refleja la cotidianidad de la Cali que tanto ama el pintor, sin ser esta<br />
su ciudad natal. Este manizalita metido a caleño desde sus dos años,<br />
define su nuevo trabajo pictórico como un proceso delicioso y sui<br />
géneris en el cual ha encontrado nuevas formas de expresión artística<br />
y nuevos recursos técnicos; quizá no se encuentre otro artista que<br />
halle en las maculaturas, en esos accidentes litográficos, la génesis<br />
de la obra de arte.<br />
Su actividad artística la comenzó a los quince<br />
años, cuando a finales de los sesenta formó su<br />
grupo de rock.<br />
“Tenía una guitarra de cantor,<br />
sobre todo pa’despertar a la vecina”.<br />
—Entonces llegaron los discos<br />
de los Beatles y el hipismo.<br />
“Luego me dio la crisis<br />
de identidad; comencé<br />
a renegar de<br />
‘¿yo por qué<br />
soy rockero si<br />
nosotros aquí<br />
somos indios,<br />
blancos y negros?<br />
¿Cómo así que los<br />
Beatles y esa música en inglés?”.<br />
—Así conoció la percusión,<br />
a Richie Ray y tiempo después a<br />
Santana.<br />
“Por eso te digo que ‘Viva la Música’<br />
yo la viví, porque yo me colaba allá en la Caseta<br />
Panamericana”.<br />
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“Poco a poco<br />
fui recuperando<br />
la nueva<br />
forma de<br />
representar el<br />
qué. El peso que<br />
siempre había<br />
manejado:<br />
crítica social,<br />
lo sexual, lo<br />
religioso,<br />
lo político y el<br />
humor”.<br />
—Entonces Diego Pombo fue músico antes que pintor.<br />
“Desde el sesenta y nueve hasta el ochenta y uno, aproximadamente,<br />
tuve mi banda. Cuando ya hice mi primera exposición toqué<br />
con ella por última vez, aunque compongo música en el teclado para<br />
las obras de teatro”.<br />
—El ejercicio con la maculatura comenzó como todas sus búsquedas<br />
de expresión artística. Cada vez que ha sentido que no puede<br />
avanzar más en su desempeño, una metamorfosis se sucede, una mariposa<br />
revolotea en su crisálida ansiosa por mostrar sus colores, su<br />
fuerza volátil. Así fue la experimentación con las maculaturas.<br />
“Yo estaba muy aburrido de lo que estaba haciendo porque estaba<br />
repitiendo mucho y me pesó una crítica que me hacían y era que el<br />
qué pesaba más que el cómo. Sentí que era verdad, que estaba cayendo<br />
en eso, que estaba muy al servicio de la anécdota, del cuento, de la<br />
idea más que del procedimiento pictórico, que no había suficiente<br />
investigación, que yo no había abierto un camino”.<br />
—Entonces empezó la gestación de las maculaturas, donde Pombo<br />
se sentía divagando. Aunque encontraba formas sugestivas, había perdido<br />
la carga social que caracterizaba su trabajo.<br />
“Pero poco a poco fui recuperando la nueva forma de representar<br />
el qué, el cuento... Estoy muy contento porque el procedimiento pictórico<br />
y práctico es una cosa muy diferente, un camino único y el<br />
tema sigue siendo muy pesado. El peso es lo que siempre había manejado:<br />
crítica social, lo sexual, lo religioso, lo político y el humor”.<br />
—Para Pombo la situación del país ha servido como catalizador<br />
de sus inquietudes, de sus angustias.<br />
54 El Hombre y la Máquina N o 15
Autorretrato, Diego Pombo<br />
El Hombre y la Máquina N o 15<br />
“...Lo que pasa es que cada vez hay menos interés por la cultura,<br />
cada vez hay menos compradores. La gente no quiere ya invertir<br />
aquí en nada. Están cuidando su plata. Aquí estamos pendientes de<br />
si aparecen aviones y comienzan a bombardear”.<br />
—Y esta angustia queda representada en la creación de ‘La Pesca<br />
Milagrosa’, un accidente entre el póster del Sagrado Corazón de Jesús y<br />
Arnold Schwarzenegger que el maestro utiliza, oportunamente, para expresar<br />
la realidad que percibe. El nombre de la obra coincide de manera<br />
articulada con las pescas milagrosas de los grupos alzados en armas en<br />
Colombia. A esto el pintor dice con el humor que le caracteriza:<br />
“Yo creo que ahora un Cristo andaría armado. Un cristo de comienzos<br />
de milenio estaría con un fusil, no sé de qué bando pero...”.<br />
—¿Qué opina Diego Pombo del país?<br />
“Yo me voy a quedar... Cuando me preguntan qué opino del<br />
país, pienso que me preguntan si me quiero quedar, porque ahora<br />
la pregunta es: ¿para dónde te vas? Y he decidido quedarme. Yo<br />
creo que es muy incierto lo que pueda pasar, pero tengo todas mis<br />
raíces aquí. El extranjero es una opción, pero yo le voy a dar un<br />
compás de espera y de optimismo...Yo soy completamente urbano,<br />
la obra mía es completamente urbana. Lo que pasa es que antes<br />
era una anécdota mucho más directa. Ahora no. Todo esto es<br />
urbano, pero no es tan anecdótico, tan sentado. Es un poco más<br />
universal”.<br />
Así Pombo, un artista en toda la expresión de la palabra, basa su<br />
obra y su proyecto de vida en la ciudad, aquella que representa en sus<br />
obras tanto pictóricas como teatrales.<br />
—¿Qué se llevaría Pombo a otro país?<br />
“No llevaría nada. Para hacer arte pictórico o teatro no se necesita<br />
nada. Yo podría ir vacío”.<br />
—¿De pronto el recuerdo en la memoria?<br />
“Aunque eso es muy romántico, quizá me<br />
llevaría algo de dinero, que tuviera para comprar<br />
con qué trabajar y dónde ubicarme”.<br />
—¿Cuál es el interés actual por representar<br />
en sus obras?<br />
“Las mesas de negociación. En esta serie sí<br />
estoy ocupado, es la que más me gusta”.<br />
Tal vez con el apetito de registrar una época,<br />
una historia, la realidad contemporánea.<br />
—¿Qué tal la recepción de su trabajo a nivel<br />
nacional e internacional?<br />
“Pues en el extranjero ha gustado mucho y<br />
lo compran. Aquí gusta mucho, pero no lo compran”.<br />
—Pombo busca romper con los paradigmas<br />
sociales y culturales. Si bien las maculaturas son<br />
accidentes litográficos, es la psiquis del artista,<br />
El Pombo abunda<br />
en detalles religiosos<br />
que agregan<br />
una dimensión sacra<br />
o, al menos,<br />
mitológica<br />
a la escena profana.<br />
Sus cuadros<br />
producen, al mismo<br />
tiempo, asombro,<br />
risa y temor.<br />
Pero sobre todo,<br />
temor.<br />
Mucho temor.<br />
DANIEL SAMPER PIZANO<br />
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Bailarina, Diego Pombo<br />
a través de su mirada, la que encuentra el sujeto que quiere rescatar.<br />
“Ahí hay una moraleja... Antes utilizaba mucho el collage; aquí<br />
hay un collage pero conceptual. Dibujo el sujeto con el entorno. Es el<br />
entorno el que saca al sujeto; entonces yo lo que dibujo es el fondo.<br />
Con el fondo, claro, saco la imagen. Los elementos están intactos,<br />
como vienen en la maculatura... Yo estoy encantado con esto”.<br />
—¿Cómo describe Pombo su expresión artística?<br />
“Yo siempre he sido figurativo, lo que pasa es que, como las<br />
sugerencias en las maculaturas son tan variadas, tan disímiles unas<br />
de otras, es allí donde comienzo a buscar la forma, no importa que<br />
salgan muy claras, o muy delgadas, o con la cabeza muy chiquita.<br />
Ahí se sustenta todo el subrealismo, el cubismo, ahí se viene mezclando<br />
. Yo siento sobre todo el pop art y el subrealismo; siento que<br />
56 El Hombre y la Máquina N o 15
El Hombre y la Máquina N o 15<br />
me influyen pero a veces salen cosas muy picassianas. Los planos se<br />
vuelven cuadrados, entonces son cubistas. Se vuelven oníricos porque<br />
así van saliendo, pero no me considero subrealista, ni pop”.<br />
—¿Qué muestra Pombo en un retrato y en el autorretrato?<br />
“El interior, el cambio. Los hago a partir de fotos o a partir del<br />
espejo. Ultimamente no los he hecho y en esta obra quiero combinar<br />
un poquito esto, no encasillarme, no sólo trabajar las maculaturas,<br />
eso también es cerrarse. Y de pronto tiene que venir una serie de<br />
retratos, yo soy muy buen retratista. Un retrato sería pintar sin tanto<br />
apoyo técnico; aunque yo no reniego de la técnica. En el retrato se<br />
plasma el interior a partir del exterior, los retratos psicológicos, los<br />
retratos partidos en dos, esos esquizofrénicos”.<br />
—¿Y del amor qué?<br />
“El amor es importante, es el sentido de la vida, lo que le da<br />
sentido, la esencia”.<br />
—¿Cómo ama Diego Pombo?<br />
“Muy tiernamente, la ternura me parece definitiva, lo más clave<br />
y, cada vez más desprendido. Aprender a amar es aprender a dar<br />
desprendidamente. Y eso va reportando satisfacción cuando vas sintiendo<br />
que te vas desprendiendo de la necesidad de la retribución. Es<br />
poder entregar y entregar y eso es lo que te satisface”.<br />
Diego Pombo, su vida, su forma de amar, la entrega infinita a<br />
su proyecto artístico. En su espacio, cada color, cada rincón y cada<br />
detalle es definitivo. Busca paredes blancas porque le agrada la luz<br />
aunque juega con el cian y el magenta para sus puertas y ventanas,<br />
encargadas, o mejor, responsables del paso de las musas que le abordarán<br />
durante la noche. Como los verdaderos artistas construye un<br />
mundo: Las Maculadas Concepciones, de las cuales emergen, como<br />
una síntesis, la historia de su vida y la dialéctica del contexto histórico.<br />
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