Sumario <strong>La</strong> tradicional cena de la Asociación Contra <strong>el</strong> Cáncer acogió a más de 250 comensales Página 17 CONTENIDOS <strong>Revista</strong> de Información Local de Santomera Los niños d<strong>el</strong> colegio Virgen d<strong>el</strong> Rosario c<strong>el</strong>ebraron la llegada d<strong>el</strong> otoño Página 15 Euterpe c<strong>el</strong>ebró la festivida de Santa C<strong>el</strong>icilia, patrona de la musica Página 31 Ventana a ‘<strong>La</strong> <strong>Calle</strong>’ 4 Comentarios ‘<strong>La</strong> <strong>Calle</strong>’ 5 Chispazos de ‘<strong>La</strong> <strong>Calle</strong>’ 6 a 17 Entrevista a Claudio Cascales, profesor de música 18 y 19 Alumnos de CTS d<strong>el</strong> Instituto instalan una exposición científica 20 Opinión 21 a 23 Escu<strong>el</strong>a de Padres: XXX 24 Nuestras empresas: “Azul y Rosa” 25 El Siscar 26 <strong>La</strong> Matanza 27 Deportes 28 a 30 Coros y Danzas, y presentación libro de N<strong>el</strong>ly Gómez 32 y 33 <strong>La</strong>s jornadas de integración fueron un éxito de participación 34 Visita al Museo Arqueológico Municipal de Lorca 35 <strong>La</strong> enseñanza primaria, histórica y privilegiada, en Santomera 36 y 37 <strong>La</strong> salud en ‘<strong>La</strong> <strong>Calle</strong>’: <strong>La</strong> obesidad (III) 38 <strong>Fotos</strong> <strong>para</strong> <strong>el</strong> <strong>recuerdo</strong> 40 <strong>La</strong> cocina de Santomera 41 Alimentación sana: El ginseng 42 Creencias capilares erróneas 43 Excursión a las Casas-cueva de Granada 44 y 45 T<strong>el</strong>éfonos de interés 46 <strong>La</strong> tan cacareada sociedad de bienestar parece tambalearse y, con <strong>el</strong>la, toda la cultura que tradicionalmente le ha servido de soporte y acicate. Conviene significar que de este desarrollo sólo se está beneficiando una parte muy pequeña d<strong>el</strong> planeta. En <strong>el</strong> resto, es decir, en la mayoría, <strong>el</strong> hambre, la miseria, la discriminación y hasta la esclavitud siguen afectando a millones de seres humanos. Tras la Segunda Guerra Mundial se fue instalando en las mentes d<strong>el</strong> mundo occidental la idea de que era factible lograr un <strong>para</strong>íso lleno de frutos sin límite. Fueron los años d<strong>el</strong> desarrollismo, que no d<strong>el</strong> progreso, durante los que florecieron los predicadores de la propaganda, la publicidad y <strong>el</strong> marketing que invitaban a un consumo desenfrenado como <strong>el</strong> medio más idóneo <strong>para</strong> alcanzar la f<strong>el</strong>icidad. El campo de la filosofía fue barrido por <strong>el</strong> de la técnica y <strong>el</strong> materialismo fue ocupando todas las cavidades de la persona taponando la entrada a los valores d<strong>el</strong> espíritu. El fin era <strong>el</strong> de conseguir muchos bienes, cuantos más mejor, no importa a costa de qué ni de quién. El precio, la entrega en cuerpo y alma, sin límite de tiempo ni de esfuerzo. Pero las cañas se tornan lanzas y, al igual que otros castillos construidos por <strong>el</strong> hombre, un mal viento los resquebrajó. Y esa escalada de la competitividad comenzó a marginar a hombres y mujeres que se vieron apartados de la vida pro- Crisis, justicia y vida digna Editorial / Diciembre’03 ■ 3 ductiva y se ven ahora zarandeados por <strong>el</strong> desempleo, la precariedad laboral y la frustración personal. Se trata de la denominada crisis d<strong>el</strong> Estado de bienestar que deja fuera de juego a millones de hombres y mujeres a los que sume en profundas depresiones, alcoholismo y traumas familiares. Es la crisis de valores que arrastra a buena parte de las nuevas generaciones a la inactividad, la drogadicción y a poblar las cárc<strong>el</strong>es. Es decir, que la crisis económica se está convirtiendo en una auténtica fábrica de enfermos. También hay que reconocer que muchas veces las crisis sirven <strong>para</strong> la reflexión y de los escombros d<strong>el</strong> materialismo surge la solidaridad entre pueblos, razas y generaciones. Cada vez hay más gente dispuesta a entregar parte de su tiempo a los demás, a recobrar los valores de la familia y a ofrecer la ayuda desinteresada. Poco a poco se ha ido comprobando cómo la cultura d<strong>el</strong> éxito no era tal, sino más bien una cultura alienante; cómo, a pesar de tanta abundancia de bienes, no se recobraba <strong>el</strong> equilibrio y <strong>el</strong> sosiego; cómo es necesaria una mayor justicia distributiva <strong>para</strong> que todos podamos llevar una vida digna. Si logramos revitalizar estos valores, es probable que <strong>el</strong> año 2004, sea más justo y más humano. F<strong>el</strong>iz Navidad. Edita: CEDES. Iltmo. Ayuntamiento de Santomera. T<strong>el</strong>f. 968 86 32 01. Fax 968 86 31 92. Camino de <strong>La</strong> Mina, nº 6. 30140 SAN- TOMERA (Murcia). Coordinador: Juan García Campillo. Redacción: Antonio Mira Castejón, José Fernando Illán Tovar, Inmaculada Albaladejo Morales, Isma<strong>el</strong> Mateo Martínez, Pilar González Sánchez, Elena Guirao, Julián de Veracruz, Ireno Fernández, Francisco Cánovas, Consu<strong>el</strong>o García-Trevijano Patrón y Mari Carmen Gómez Zapata. Fotografías: Fotocolor Santomera y archivo de la revista <strong>La</strong> <strong>Calle</strong>. Publicidad: T<strong>el</strong>f. 968 86 32 01. Móvil 699 93 69 50. Diseño y maquetación: C.P.D. Contraste S.L. T<strong>el</strong>f. 968 933 003. Félix Rodríguez de la Fuente, 8-bajo. Murcia. Depósito Legal: MU-888-2002. <strong>La</strong> <strong>Calle</strong> no comparte necesariamente la opinión vertida por sus colaboradores. Esta revista se imprime en pap<strong>el</strong> ecológico.