Crimen Pedido

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Crimen Pedido
sonríe como si se sintiera descubierta y responde con cierta timidez— Pues
sí, logré hacerlo. —Liar respira profundamente y le aparta la mirada, se
vuelve nuevamente hacia ella, tomándola de las manos— Escúchame bien,
si hemos venido hasta aquí es para que te reconcilies con la mujer que
una vez fuiste, esto es parte de la terapia, pero no pienso aceptar que me
estés haciendo espectáculos sólo porque no te da la gana de seguir mis
indicaciones, así que haremos todo lo posible por estabilizarte porque se
nos agota el tiempo. —Llegaron al hotel, Liar se bajó y ayudó a Athina,
bajó el equipaje y le indicó al chofer que estacionara para confirmar las
habitaciones respectivas.
Ya alojados ella se quita los zapatos y el abrigo, acomoda las
almohadas, le pide a liar que aumente la calefacción a 30 grados y se mete
bajo las tres mantas de lana que están sobre el colchón.
—¿En serio vas a dormir aquí?
—¡Qué más quisiera yo que dormir solo! Pero debo tenerte bajo
observación.
—Entonces tendrás que abrazarme hasta que me quede dormida,
mi ángel de la guarda.
—Jajaja ¿También quieres que te cambie los pañales mi princesita?
—Ella sonríe y se acomoda nuevamente entre las almohadas.
—No sé, siento que se me ha desprendido el corazón… —Liar deja
sobre su cama el suéter que tenía en la mano y se acerca a ella para abrazarla.
—Te pondrás bien…
—Es que no puedo controlarlo Liar.
—Cuéntame qué fue lo que pasó. ¿Por qué crees que llegaste a este
punto?
—Hicimos el amor hace dos noches…
—¡Cómo!
—Sí, sé que debí comentártelo, pero no te preocupes, actué como
debía y allí estuvo el problema.
—No te sigo.
—¡Que tuve un conflicto sentimental! Sentí que le amaba en ese
momento, fue tan especial Liar…
—No, no, no, no… ¡basta ya! ¿Estás consciente de lo que me acabas