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Justicia, Justicia, - el caso saiegh

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<strong>Justicia</strong>, <strong>Justicia</strong>,<br />

<strong>Justicia</strong> perseguirás...<br />

Deuteronomio Cap. 16 versículo 20<br />

El Caso Eduardo Saiegh<br />

D<strong>el</strong> terrorismo de Estado y <strong>el</strong> Antisemitismo<br />

Eduardo E. Saiegh<br />

Marzo 2012


A mis queridos padres, Aaron y Sarita,<br />

por los principios de vida ética que me inculcaron<br />

desde <strong>el</strong> principio de mi vida,<br />

y que me guían y acompañan desde siempre.<br />

A mi querido e inolvidable hermano Rafa<strong>el</strong>,<br />

arteramente asesinado en esta cruenta batalla,<br />

la que supimos dar hombro a hombro,<br />

y que así seguiré hasta <strong>el</strong> final, en nombre de él,<br />

y de los miles y miles de hermanos argentinos<br />

que fueron “desaparecidos” asesinados,<br />

por la sangrienta y terrorista dictadura<br />

de Martínez de Hoz, Vid<strong>el</strong>a y sus secuaces.<br />

"Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no<br />

producen nada.<br />

Cuando compruebe que <strong>el</strong> dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino<br />

favores.<br />

Cuando perciba que muchos se hacen ricos por <strong>el</strong> soborno y por influencias<br />

más que por <strong>el</strong> trabajo, y que las leyes no lo protegen contra <strong>el</strong>los, sino, por <strong>el</strong><br />

contrario, son <strong>el</strong>los los que están protegidos contra usted.<br />

Cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte<br />

en un auto sacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su<br />

sociedad está condenada”. AYN RAND (1950).


PREFACIO<br />

INDICE<br />

Un negociado manchado de sangre y dolor.<br />

Por Alberto González Arzac Pág. 7<br />

PRIMERA PARTE<br />

Reflexiones necesarias y agradecimientos Pág. 8<br />

Prólogo: Homenaje para mi etnia. “Y la nave va…” Pág. 12<br />

Capítulo 1: El porqué d<strong>el</strong> Banco para un arquitecto Pág. 16<br />

Capítulo 2: La crisis de 1980. Antecedentes inmediatos Pág. 23<br />

vinculados a mi secuestro<br />

Capítulo 3: Secuestro de empresarios judíos.<br />

Una caja ilícita de la dictadura.<br />

“El Caso Saiegh” Pág. 33<br />

Capítulo 4: Los 7 días de “Mi semana de terror” Pág. 36<br />

Capítulo 5: El gobierno de Estados Unidos,<br />

<strong>el</strong> Caso Saiegh y los cables de WikiLeaks Pág. 79<br />

Capítulo 6: “Los muertos que vos matáis<br />

gozan de buena salud”. Pág. 99<br />

Capítulo 7: ¿Por qué todavía puedo ver<br />

crecer <strong>el</strong> árbol de mi vida? Pág. 114


SEGUNDA PARTE<br />

Documental y Anexos<br />

“El Caso Eduardo Saiegh”<br />

Cronología de los Hechos y sus documentaciones<br />

Denuncia de la DAIA ante <strong>el</strong> juez Baltasar Garzón<br />

Fallo d<strong>el</strong> Juez Baltasar Garzón<br />

Presentación de la Secretaría de Derechos Humanos como co-quer<strong>el</strong>lante<br />

Apartamiento de la causa penal d<strong>el</strong> juez Dani<strong>el</strong> Rafecas por la Cámara<br />

Federal<br />

Pruebas Legales<br />

Material Periodístico<br />

Documentos desclasificados en WikiLeaks acerca d<strong>el</strong> Caso<br />

Reseña acerca d<strong>el</strong> Autor


PRÓLOGO<br />

UN NEGOCIADO MANCHADO DE SANGRE Y DOLOR<br />

La Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas dio a conocer su<br />

informe “Nunca Más” en 1984 expresando que “las violaciones de derechos<br />

cometidas por los encargados de la represión no se agotan en los ataques a la<br />

libertad e integridad física de las personas. Otros bienes jurídicos… se<br />

vulneraron también, simultáneamente y casi como sistema, para facilitar <strong>el</strong><br />

traspaso de bienes”. Y aclaró que “innumerables ilícitos económicos que<br />

involucran a los gobernantes de facto durante sus gestión” escapaban al objeto<br />

de aqu<strong>el</strong>la investigación que le fuera encomendada.<br />

Muchos de los excesos de la última dictadura tuvieron como objetivo la<br />

apropiación de bienes y empresas. Para poder perpetrarse estuvieron<br />

necesariamente acompañados por d<strong>el</strong>itos de lesa humanidad que consistieron<br />

en violaciones a la libertad, incluso “desapariciones”, torturas y hasta<br />

asesinatos. Es así como subsisten aún investigaciones al respecto, dado que<br />

esa clase de hechos ilícitos son imprescriptibles.<br />

El <strong>caso</strong> d<strong>el</strong> arquitecto Eduardo Ezra Saiegh y <strong>el</strong> Banco Latinoamericano<br />

de Inversión es uno de <strong>el</strong>los porque su secuestro, perpetrado <strong>el</strong> 31 de octubre<br />

de 1980, su posterior privación ilegal de la libertad y torturas hicieron posible <strong>el</strong><br />

desapoderamiento y liquidación de dicha entidad financiera, que entonces<br />

dirigía.<br />

La connotación étnica y r<strong>el</strong>igiosa que Saiegh otorga a esos hechos<br />

repudiables es también motivo de investigación e, indudablemente, está en<br />

todo su derecho de denunciarla como ciudadano de una Nación que garantiza<br />

constitucionalmente <strong>el</strong> libre ejercicio d<strong>el</strong> culto y la igualdad ante la ley. Máxime<br />

cuando <strong>el</strong> magistrado español Baltasar Garzón exhibió al “Caso Saiegh” como<br />

una demostración de actuación violenta contra la comunidad judía de la<br />

Argentina. Pero bueno es tener en cuenta que este tipo de d<strong>el</strong>itos tuvo también<br />

por víctimas a numerosos católicos y creyentes de otras r<strong>el</strong>igiones o miembros<br />

de otras etnias.<br />

En su narración <strong>el</strong> autor nos impone d<strong>el</strong> trato tremendo y las torturas de<br />

las que fue objeto durante siete días de detención ilegal. Ese r<strong>el</strong>ato constituye<br />

un trago amargo también para <strong>el</strong> lector, que llegará a sentir en carne propia los<br />

padecimientos sufridos. Y rev<strong>el</strong>a de manera secuencial diversos métodos de<br />

tortura uno tras otro.<br />

-1-


Esta crónica de Saiegh va dando los nombres de los partícipes y<br />

beneficiarios de la operación contra <strong>el</strong> Banco Latinoamericano, personajes<br />

civiles y militares conocidos y vinculados todos a la última dictadura, lo que<br />

transforma estas páginas en un formidable testimonio.<br />

Es muy positivo que se conozcan esos nombres, su forma de actuar y su<br />

p<strong>el</strong>igrosidad, porque los argentinos tenemos derecho a saber todo sobre la<br />

personalidad indeseable de individuos que no sólo siguen conviviendo con<br />

nosotros, sino que han accedido -a veces- a funciones públicas de importancia.<br />

El lector cuenta, aquí, con rico material de r<strong>el</strong>ato y documentos anexos,<br />

rev<strong>el</strong>adores de uno de los tantos negociados manchados de sangre y dolor,<br />

que es la marca ind<strong>el</strong>eble d<strong>el</strong> malhadado “Proceso” instalado entre 1976 y<br />

1983.<br />

Alberto González Arzac<br />

Abogado constitucionalista<br />

Presidente d<strong>el</strong> Consejo de Vigilancia de Pap<strong>el</strong> Prensa<br />

-2-


REFLEXIONES NECESARIAS Y AGRADECIMIENTOS<br />

Como sobreviviente de la dictadura cívico-militar y a modo de<br />

agradecimiento para quienes supieron acompañarme en ese tramo tan azaroso<br />

de mi vida, expresaré algunas breves reflexiones acerca de lo que nos tocó<br />

padecer a quienes fuimos algunas de sus víctimas directas y de aqu<strong>el</strong>los que,<br />

en mayor o menor medida, sufrieron aqu<strong>el</strong>la tragedia en carne y alma propia y<br />

saben, sin duda, lo que significa atravesar semejante experiencia.<br />

Hoy ya se empieza a entender que se trata de algo extremadamente<br />

doloroso en su aspecto moral, ya que si <strong>el</strong> daño físico se desvanece con <strong>el</strong><br />

tiempo, <strong>el</strong> moral perdura más allá de lo vivido y <strong>el</strong> tiempo.<br />

Hoy ya se empieza a entender que se trata de algo extremadamente<br />

doloroso, ya que si <strong>el</strong> daño físico se desvanece con <strong>el</strong> tiempo, <strong>el</strong> moral perdura<br />

más allá de lo vivido en su momento, tal como me tocó vivirlo y revivirlo en mi<br />

última terapia con Silvia Bleichmar, esa extraordinaria profesional de la salud<br />

d<strong>el</strong> alma humana, que tan bien describió ese sufrimiento de la gente en su<br />

exc<strong>el</strong>ente obra “Dolor país”.<br />

Estas ideas, surgidas e impulsadas desde allí, me permiten evocar<br />

pensamientos de gratitud y reconocimiento hacia aqu<strong>el</strong>las personas que -de<br />

diferentes modos, pero con igual espíritu solidario- me brindaron afecto y <strong>el</strong><br />

estímulo, <strong>el</strong> que cada una de <strong>el</strong>las me supo y pudo dar en los momentos en<br />

que más lo necesitaba.<br />

Los que perdieron la vida o a seres queridos, los que fueron<br />

perseguidos, torturados, maltratados salvajemente, atravesaron y atraviesan<br />

este padecimiento bajo un manto de impunidad echado sobre los verdaderos<br />

autores int<strong>el</strong>ectuales d<strong>el</strong> genocidio perpetrado en la Argentina<br />

Ese genocidio fue, en su momento, la condición necesaria y más que<br />

suficiente para llevar ad<strong>el</strong>ante <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de país para unos “pocos <strong>el</strong>egidos”,<br />

aún cuando “muchos probos” fueran sacrificados en aras de ese “sistema”<br />

cuasi feudal, con reminiscencias de la Inquisición.<br />

Obreros, empleados, científicos, estudiantes, int<strong>el</strong>ectuales, políticos,<br />

miembros de comunidades, empresarios, curas y monjas y hasta líderes<br />

r<strong>el</strong>igiosos de diferentes credos fueron carne de cañón para llevar ad<strong>el</strong>ante<br />

objetivos propios de sátrapas y d<strong>el</strong>incuentes, muchos de los cuales, incluso<br />

hoy, hablan de democracia y “se rasgan las vestiduras” por <strong>el</strong>la, como un acto<br />

de fe de converso, pero en <strong>el</strong> fondo nada convencidos y -como siempre-<br />

“reaccionarios” a cualquier cambio social que mejore y dignifique la vida de los<br />

ciudadanos.<br />

Ellos, los partidarios y militantes de la fuerza, manejaron y sumieron a<br />

este país en la noche d<strong>el</strong> terror y sangre que padecimos entre 1976 y 1983 al<br />

frente de las Fuerzas Armadas y desde los mercados, por medio de la fuerza<br />

-3-


de la picana y otros métodos de extorsión y tortura para “con-vencer” por la<br />

fuerza y desapoderar bienes.<br />

Sus principios fueron y son los de la sinrazón de la fuerza, y no los de la<br />

fuerza de la razón. Y sobre esto los hebreos, lamentablemente, tenemos una<br />

triste experiencia, en la que se intentó que prevaleciera la razón de la fuerza, la<br />

persecución y <strong>el</strong> exterminio.<br />

Por alguna extraña lógica en la historia de los pueblos y las r<strong>el</strong>igiones,<br />

parecería que, como “pueblo <strong>el</strong>egido”, fuimos signados como “chivos<br />

expiatorios”, para que durante más de 5.000 años de historia resultásemos<br />

víctimas propiciatorias sobre las que se pudo y se puede -todavía- descargar<br />

odio, rencor, salvajismo, persecuciones, expulsiones y exilios.<br />

Apropiarse de nuestros bienes fue sólo un eslabón de ese genocidio<br />

único en la historia por su dimensión de tragedia de la humanidad, monstruo<br />

sanguinario que a la manera de un pulpo, atenazó con sus muchos tentáculos<br />

a la mayoría de las naciones europeas y arrasó con sus ciudadanos judíos.<br />

El mapa de la geografía nazi-fascista de Europa era tan extenso que aún<br />

con ideologías políticas en apariencia diferentes y enemigas, llegó hasta los<br />

confines de la ex Unión Soviética. Por eso no sorprende <strong>el</strong> hecho de que <strong>el</strong><br />

nazismo y <strong>el</strong> antisemitismo fascista hayan llegado “oficialmente” a la Argentina<br />

en <strong>el</strong> inicio de la década d<strong>el</strong> 40, y luego con los nazis que buscaron refugio<br />

aquí, tal como reconocidos historiadores lo han puntualizado en sus crónicas.<br />

Con estos antecedentes, no sorprende que haya calado tan hondo en <strong>el</strong><br />

cuerpo social argentino.<br />

Recordemos, de todos modos, que la sociedad argentina ya traía <strong>el</strong><br />

sentimiento antisemita incorporado desde la colonización. No olvidemos al<br />

respecto que Colón partió de España hacia América a las 11 de la noche,<br />

cuando en general los navegantes zarpaban a la mar de madrugada, pero esa<br />

noche a las 12 vencía <strong>el</strong> plazo d<strong>el</strong> decreto real que expulsaba a los judíos de<br />

España. Colón alcanzó a llevar con él a algunos que necesitaba para su<br />

tripulación, y también por otras razones -aún controvertidas- vinculadas al<br />

verdadero origen étnico d<strong>el</strong> marino.<br />

Por eso, desde <strong>el</strong> Virreinato pasando por la Semana Trágica, <strong>el</strong><br />

antisemitismo sería un sentimiento que iría fusionándose y enquistándose para<br />

avanzar, desde las más altas capas sociales hasta las más bajas, impregnadas<br />

d<strong>el</strong> odio contra quienes consideran que crucificaron a Cristo, cuando en<br />

realidad fueron los romanos, invasores d<strong>el</strong> Medio Oriente por entonces,<br />

quienes lo hicieron por razones de seguridad d<strong>el</strong> Imperio, quedando este<br />

prejuicio r<strong>el</strong>igioso enquistado en las diversas clases sociales y económicas.<br />

Muchas veces surgió la pregunta acerca de si esto que me pasó, sólo<br />

me tocó vivirlo por ser judío o fue una operación en exclusivo beneficio propio<br />

de mis inquisidores, que pusieron al servicio de su propósito -con mucha fuerza<br />

-4-


y ninguna razón- <strong>el</strong> profundo sentimiento antisemita que había calado hondo en<br />

<strong>el</strong>los, además de su voracidad económica.<br />

Algunos sobrevivimos y pudimos resistir gracias, en parte, a la red<br />

solidaria que nos acompañó mientras estuvimos secuestrados y, luego,<br />

mientras fuimos dando batalla en estos 30 años por nuestra reivindicación de<br />

Verdad y <strong>Justicia</strong>.<br />

Durante <strong>el</strong> cautiverio y bajo la tortura, estaba convencido de que no<br />

podía fallarles a quienes habían compartido conmigo <strong>el</strong> emprendimiento d<strong>el</strong><br />

Banco Latinoamericano de Inversión; era preferible terminar siendo yo una<br />

víctima más, antes de arrastrar al infortunio y a la deshonra la vida de los<br />

hombres de bien que integraban <strong>el</strong> directorio y las de sus familias.<br />

Entregarlos por cobarde, nunca; y sin motivos, menos.<br />

Por eso mi agradecimiento para <strong>el</strong>los, que confiaron en mí hasta último<br />

momento; sabían que era víctima de una maniobra extorsiva, de una<br />

persecución con <strong>el</strong> fin de desapoderarme de mis bienes y no pusieron en<br />

discusión ni dudaron de mi honestidad.<br />

También mi reconocimiento a los colaboradores d<strong>el</strong> banco, ya que<br />

ninguno hizo “abandono d<strong>el</strong> barco”, aun sabiendo que ya teníamos fijada la<br />

fecha de hundimiento, liquidación extorsiva mediante.<br />

A partir de ese arrasamiento de todos nuestros derechos, las<br />

persecuciones, secuestros y torturas, algunos de los muertos que <strong>el</strong>los<br />

mataban conseguimos sobrevivir, aunque no gozando -ya- de tan buena salud<br />

porque <strong>el</strong> dolor moral, insisto, termina siendo más inclemente que <strong>el</strong> físico, y<br />

afecta la salud d<strong>el</strong> alma.<br />

Hubo mucha gente que me puso <strong>el</strong> hombro solidario; también fueron<br />

varios quienes, de diferentes modos pero siempre desde lo humano, me<br />

acompañaron y apoyaron en este largo peregrinar por <strong>el</strong> desierto de la injusticia<br />

argentina, buscando esa justicia que perseguiré mientras viva.<br />

Agradezco, fundamentalmente, a toda mi familia, que sin estar<br />

preparada para semejante experiencia supo estar a la altura de las<br />

circunstancias. En efecto, no fueron sólo mi mujer y mis hijos los involucrados,<br />

fue toda mi familia: mi madre, mis cinco hermanos con sus parientes y amigos.<br />

Tenía claro, por mi parte, que también sus vidas podían estar en p<strong>el</strong>igro e hice<br />

todo lo posible por preservarlas.<br />

Eran años de plomo...<br />

Agradezco a los amigos d<strong>el</strong> alma que pusieron <strong>el</strong> hombro solidario y<br />

desinteresado, conscientes de la injusticia e impotentes frente a la fuerza bruta.<br />

Ellos me acompañaron con la razón, la comprensión y <strong>el</strong> afecto.<br />

Al tratar de nombrarlos uno por uno podría ser injusto en algún olvido.<br />

-5-


Por eso este reconocimiento es para todos <strong>el</strong>los que me brindaron su<br />

solidaridad y apoyo. Pero a quienes no puedo dejar de mencionar es a los<br />

exc<strong>el</strong>entes terapeutas que tuve desde muy joven y a lo largo de estos años, ya<br />

que sin ese aprendizaje no hubiera superado los momentos traumáticos que<br />

me tocaron vivir, y muy particularmente a mi última terapeuta, la querida y<br />

admirable Silvia Bleichmar, quien desde 2005 y hasta 2007, siendo su último<br />

paciente, aún frente a su muerte anunciada, me ayudó con su humanidad y<br />

profesionalidad a reconstruir mi vida, a aliviarme d<strong>el</strong> dolor moral y a no cejar en<br />

la batalla, a pesar de estar viviendo <strong>el</strong>la <strong>el</strong> transito final de su vida.<br />

Finalmente, pese a la pinza político-militar y económica, con operadores<br />

tan célebres como, Harguindeguy, Capozzolo y Martínez de Hoz, Reynal..., que<br />

me pusieron los huevos de moñito, pude zafar.<br />

Lo conseguí porque, afortunadamente, eran muy bestias para apretar, y<br />

muy brutos para pensar.<br />

Tal vez la faja d<strong>el</strong> libro sorprenda a más de uno antes de leerlo ante la<br />

aparente contradicción entre ‘turco’ y ‘hebreo’. Pero la síntesis y <strong>el</strong> desenlace<br />

de lo vivido explican <strong>el</strong> porqué d<strong>el</strong> homenaje a mi etnia.<br />

-6-


PREFACIO<br />

HOMENAJE PARA MI ETNIA. "Y LA NAVE VA..."<br />

Esta es mi historia con sus crecientes y sus menguantes. Es <strong>el</strong><br />

testimonio de un capítulo muy importante, oscuro pero no oscurecido de la<br />

memoria de mi vida; una injusticia de tracto sucesivo.<br />

Un corte transversal en la existencia de un hombre que pertenece por<br />

línea de sangre al “pueblo hebreo”, ese grupo de seres humanos que,<br />

desperdigados por <strong>el</strong> mundo por destino divino, trabajamos, amamos, creamos<br />

y nos reproducimos a lo largo y ancho d<strong>el</strong> orbe y sólo nos diferenciamos de los<br />

demás mortales, desde las más variadas nacionalidades, por nuestra herencia<br />

étnico-cultural, una fuerte tradición judía, acompañada de una identidad cultural<br />

construida por generaciones y generaciones al abrigo d<strong>el</strong> progreso y <strong>el</strong><br />

conocimiento, pero también sujetas a la discriminación, la persecución, <strong>el</strong><br />

saqueo de bienes y vidas, en sus más variadas formas y grados de intensidad.<br />

Descender ancestralmente de mujeres y hombres sobrevivientes de<br />

tantas persecuciones, muertes, despojos y d<strong>el</strong> Holocausto nazi, nos ha dejado<br />

una impronta, que nos es propia, una tradición, tal como la palabra lo expresa,<br />

de trasmitir la esencia de esta cultura más que milenaria. En efecto, más allá<br />

d<strong>el</strong> culto, existe la esencia d<strong>el</strong> “ser hebreo”, tal como me asumo como judío.<br />

Todos, en mayor o menor medida, llevamos en nuestro torrente<br />

sanguíneo los mecanismos de defensa y fortaleza incorporados a fuego lento y<br />

por generaciones. S<strong>el</strong>lo y resultado de variadas y profundas experiencias<br />

históricas, que como etnia en Occidente se remonta a los orígenes d<strong>el</strong> ser<br />

humano y que, al igual que otras luego, se ha forjado en las dos caras de una<br />

misma moneda: <strong>el</strong> dolor y su alma gem<strong>el</strong>a, la superación.<br />

Sentir la política, peregrinar desde joven por <strong>el</strong>la en busca de mi<br />

identidad como ciudadano y acabar adhiriendo al Movimiento <strong>Justicia</strong>lista,<br />

también constituyó -en su momento- un pensamiento y un sentimiento de<br />

justicia y solidaridad.<br />

Es notable que hoy “militar políticamente” sea un orgullo y pan de cada<br />

día de muchos ciudadanos, cuando tiempo atrás fue sinónimo de<br />

proscripciones y persecuciones que durante años y años de gobiernos de facto<br />

trajeron aparejado a mi generación amenazas, cárc<strong>el</strong>, muertes, derramamiento<br />

de sangre, exilios, discriminaciones… En suma: una violación sistemática de<br />

los derechos humanos, que vu<strong>el</strong>ven a ser considerados inalienables y que<br />

empezaron a ser incorporados y asumidos por la sociedad argentina como una<br />

Verdad casi absoluta.<br />

El hecho de ser judío, peronista y banquero, estar en mi país justo en <strong>el</strong><br />

peor momento de su historia desde <strong>el</strong> punto de vista jurídico, me hicieron<br />

acreedor a dos puntas d<strong>el</strong> interés d<strong>el</strong> establishment.<br />

-7-


Mi ap<strong>el</strong>lido reunía todos los requisitos, completaba <strong>el</strong> casillero faltante<br />

para acabar integrando las listas negras d<strong>el</strong> verdadero poder económicofinanciero<br />

de la dictadura, cuyos agentes fueron y son, en definitiva, los<br />

verdaderos autores int<strong>el</strong>ectuales d<strong>el</strong> genocidio y la destrucción d<strong>el</strong> aparato<br />

productivo d<strong>el</strong> país, puesto al servicio de sus latrocinios y depredaciones.<br />

Seguir con vida y poder contar mi historia ya es -en sí mismo- razón de<br />

ser y motor para no bajar los brazos, para mirar <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o abierto, <strong>el</strong>evar una<br />

plegaria y agradecer -aún en <strong>el</strong> epicentro d<strong>el</strong> infortunio- <strong>el</strong> tiempo<br />

suplementario. Sivak, Neuman y sus familiares, entre muchos otros, no pueden<br />

decir lo mismo, desgraciadamente.<br />

No es éste un r<strong>el</strong>ato de odios y venganzas. Por <strong>el</strong> contrario, es un<br />

testimonio circunstanciado, una descripción de la estructura que sostiene a un<br />

sobreviviente víctima de la violación de sus derechos humanos y, por otro, una<br />

exposición de sus cicatrices.<br />

El desapoderamiento de mi banco destinado al sector productivo,<br />

fundamentando <strong>el</strong> saqueo de todos mis bienes en mentiras pseudo-jurídicas, y<br />

apoyándose en <strong>el</strong> aparato parapolicial manejado por <strong>el</strong>los, según una<br />

modalidad que buscaba dejarme <strong>el</strong> desprestigio como segunda sombra,<br />

transformó en una lucha pertinaz mis siguientes treinta años.<br />

Una época muy dura y difícil de la que rescato haber sabido madurar<br />

bajo fuegos cruzados -la sospecha de unos pocos, la indiferencia de otros-<br />

pero con la invalorable comprensión de amigos y conocidos y <strong>el</strong> amor y apoyo<br />

de mis seres queridos y familiares, un aporte que no fue poco.<br />

Es también la secuencia alterada de la vida de un arquitecto por<br />

vocación, empresario por tradición y ex banquero por accesión.<br />

Después de haber alcanzado <strong>el</strong> éxito, aún joven, como profesional y<br />

empresario, durante la dictadura militar conocí -como en <strong>el</strong> pasado mis<br />

ancestros- <strong>el</strong> revés de la moneda: la persecución, <strong>el</strong> terror y la injusticia más<br />

absurda.<br />

Me tocó ser torturado , aunque gracias a Dios, ni muerto ni<br />

sepultado; negocié materialmente mi segundo nacimiento y por judío,<br />

banquero y peronista, pagué a los “personeros” de los militares en salud y en<br />

dinero mi regreso a casa con pena y sin pretendida gloria.<br />

Soy Eduardo Ezra Saiegh, un hombre que salió de la sala de tormentos<br />

y le juró a sus entrañas luchar con prisa y sin pausa por recuperar su buen<br />

nombre y honor, su patrimonio y su lugar en la sociedad, algo que comprendí<br />

que no estaba perdido.<br />

Soy un ser humano que volvió a la vida más fuerte que nunca, y que se<br />

prometió iniciar un largo camino en busca de la <strong>Justicia</strong> y de la Verdad,<br />

porfiado, confiando en obtener -de una nueva justicia argentina- una merecida<br />

satisfacción y reparación.<br />

-8-


Me propongo desde hace treinta años divulgar la Verdad para lograr<br />

<strong>Justicia</strong>, exponer ante la sociedad los tejes y manejes de la oligarquía impune,<br />

que manejó <strong>el</strong> país usando a las Fuerzas Armadas como instrumento para <strong>el</strong><br />

proyecto de apoderamiento de bienes y sus negociados.<br />

Reivindico un sinceramiento que por vía d<strong>el</strong> derecho trace la vía para <strong>el</strong><br />

regreso al estado de cosas previo a la impunidad, sabiendo a pie juntillas que<br />

como todo sueño de larga duración -ya más de treinta años- sólo tiene chances<br />

de cumplirse en la medida en que siga siendo cierto aqu<strong>el</strong>lo de que la <strong>Justicia</strong>,<br />

MAS tarde que temprano, asuma <strong>el</strong> rol institucional que le corresponde frente a<br />

la impunidad.<br />

Nada ni nadie me puede devolver los años transcurridos. Tampoco los<br />

reclamo porque no los creo perdidos. Mucho menos reparar las marcas que<br />

llevo como en <strong>el</strong> casco de un barco, zarandeado por haber estado<br />

desarrollando una exitosa carrera profesional y empresaria. Un barco al que<br />

quisieron hundir, además, por ser... judío, y que aún navega, tesonero, con la<br />

proa mirando al futuro.<br />

Lo hago por mí, por la memoria de mis padres, por mis hijos y mis nietos<br />

y por ese puñado de amigos que tanto me apoyaron.<br />

Entre todos tejieron la sólida red de contención que más de una vez me<br />

permitió lanzarme a lo que inicialmente parecía <strong>el</strong> vacío para comenzar de cero<br />

un nuevo proyecto de vida. Nuevo, sí, pero sabiendo que <strong>el</strong> capital humano que<br />

llevaba incorporado nunca me lo podrían quitar.<br />

Con ese respaldo destiné todos mis esfuerzos a la búsqueda de justicia,<br />

aun consciente de que era y es casi una utopía; aun así decidí p<strong>el</strong>ear junto a<br />

mis abogados para lograrla y, sobre todo, para seguir librando batalla por todo<br />

aqu<strong>el</strong>lo en lo que creo.<br />

Para ser fi<strong>el</strong> a mi esencia y remar -a pesar de vientos y mareas en<br />

contra- en busca de un puerto seguro donde pueda -por fin- amarrar y gritar a<br />

viva voz lo que fui, soy y no dejaré de ser jamás: un argentino de origen judío,<br />

arquitecto, honesto y trabajador que, como tal, lucha por sus utopías y por una<br />

sociedad libre y justa donde todos, equitativamente, tengan la igualdad de<br />

oportunidades para realizarse con dignidad como seres humanos, en un país,<br />

un lugar -“ese lugar”- nada utópico al que todos los humanos tenemos derecho.<br />

El que quiera creer, que crea, y <strong>el</strong> que no, que se quede con <strong>el</strong> beneficio<br />

de la duda y haciéndose cargo d<strong>el</strong> “no te metás”, que tanto daño le causó a la<br />

República, pronunciado mientras <strong>el</strong> miedo y <strong>el</strong> terror eran sembrados por<br />

doquier, dificultando <strong>el</strong> regreso de una genuina democracia política, económica<br />

y social.<br />

Los responsables civiles d<strong>el</strong> terrorismo de Estado y la sangrienta<br />

dictadura son los mismos que aún hoy, de manera más solapada, siguen<br />

operando y consiguen retrasar la llegada de esa democracia económica y<br />

-9-


social, participativa e integradora, que plasme un país realmente digno de ser<br />

vivido, una Nación libre para sí y para sus ciudadanos.<br />

-10-


CAPITULO 1<br />

EL PORQUÈ DEL BANCO… PARA UN ARQUITECTO<br />

Hacia 1973 -me había recibido de arquitecto en 1964-, venía<br />

desarrollando una tarea profesional exitosa. Además, en lo empresarial, ya<br />

había creado mi propia empresa constructora -SAICO SA- en 1970, y había<br />

hecho una cantidad significativa de obras muy importantes, particularmente <strong>el</strong><br />

edificio Proa, en la esquina de las avenidas Córdoba y Leandro N. Alem de la<br />

Ciudad de Buenos Aires, cuyo terreno adquirí en 1973, cuando en la zona de<br />

Catalinas la única construcción era la d<strong>el</strong> Sheraton Hot<strong>el</strong>.<br />

El edificio PROA tiene una fachada totalmente prefabricada y un diseño<br />

con un carácter emblemático muy personalizado, aun al día de hoy, en<br />

particular por su ubicación estratégica en la City. Además, ya había proyectado<br />

y construido una serie de centros recreativos para los sindicatos,<br />

particularmente <strong>el</strong> de los empleados textiles (SETIA, en Ezeiza, cuando <strong>el</strong><br />

secretario general era Roberto Amono). Fue, en su momento, <strong>el</strong> más grande y<br />

completo complejo social y deportivo en su tipo en Latinoamérica.<br />

Ese tipo de obras, por sus características y envergadura, me generaron<br />

una evolución beneficiosa de mi capital económico y generaron una buena<br />

reputación entre los sindicatos líderes de entonces (como los de la Sanidad -<br />

ATSA, Guillermo Coron<strong>el</strong>-, t<strong>el</strong>efónicos -FOETRA, Julio Guillán- o mecánicos -<br />

SMATA, José Rodríguez-).<br />

Era muy importante para esos dirigentes sindicales lograr un vínculo<br />

profesional confiable -técnica y personalmente-, con profesionales que<br />

contribuyeran a acrecentar ese prestigio ante sus afiliados. En mi <strong>caso</strong> se dio,<br />

además de la confianza, por mi propuesta de arquitectura social dedicada al<br />

tiempo libre d<strong>el</strong> trabajador, posibilitándole la recreación durante los fines de<br />

semana.<br />

El capital de mis empresas se fue acrecentando al tiempo que me<br />

permitía desarrollar mis propias obras, sobre todo en lo referido a la fábrica de<br />

viviendas industrializadas en hormigón con un sistema propio patentado, ya<br />

que <strong>el</strong> tema de la “vivienda de interés social” fue uno de los motores impulsores<br />

de mi arquitectura.<br />

En octubre de 1975 comencé la construcción de la fábrica en <strong>el</strong> Parque<br />

Industrial de Paraná (Entre Ríos), y en marzo de 1977 comenzó la producción<br />

en serie con contratos importantes para obras en Entre Ríos, Santa Fe y<br />

Formosa, totalizando unas 1.500 viviendas construidas. Lamentablemente <strong>el</strong><br />

Programa Fonavi administrado por <strong>el</strong> Estado fue interrumpido abruptamente,<br />

hecho que me llevó a cerrar la fábrica de Paraná.<br />

En mayo de 1975, al regreso de un viaje a Europa, mis hermanos Migu<strong>el</strong><br />

y Rafa<strong>el</strong> me hicieron la propuesta de fundar un banco de inversión, diferente a<br />

la banca comercial, con la intención de promover y financiar proyectos de<br />

-11-


desarrollo productivo. La idea, por <strong>el</strong> solo hecho que llevara explícita la<br />

propuesta de “proyectos”, me hizo reflexionar. No era algo que estuviese en<br />

mis objetivos en ese momento porque estaba totalmente abocado a mi tarea<br />

profesional, pero tenía claro que me faltaba la herramienta financiera para<br />

potenciar mi desarrollo con mayor independencia económica para los<br />

proyectos.<br />

Cabe recordar que existía una gran subordinación a las instituciones<br />

financieras que, en ese momento, no eran proclives a respaldar empresas<br />

constructoras.<br />

Me tomé un tiempo para meditar y estudiar qué significaba un banco de<br />

inversión como banca de negocios tal como la había visto en Europa. También<br />

debía evaluar qué vu<strong>el</strong>co produciría mi vida con esa bifurcación en mi carrera<br />

profesional. La creación de una banca de inversión, a mis 37 años, bien podía<br />

calificarse como un acto muy ambicioso, pero no alocado.<br />

El enfoque empresario era <strong>el</strong> de un “banc des affaires”, de negocios,<br />

básicamente un banco de inversión. En ese momento sólo había uno en su tipo<br />

funcionando en la Argentina, <strong>el</strong> Banco Unido de Inversión, y lo hacía muy<br />

esporádicamente, con muy poca penetración en <strong>el</strong> mercado. De modo que<br />

luego de estudiar detenidamente <strong>el</strong> tema y de sostener varias reuniones con<br />

especialistas confiables en <strong>el</strong> sistema financiero, les dije a mis hermanos que<br />

me interesaba la propuesta y empezamos a trabajar en la creación de la<br />

entidad.<br />

Fue, a toda evidencia, un salto cuantitativo y cualitativo muy audaz que -<br />

tal vez- no incluyó un análisis muy a fondo d<strong>el</strong> contexto político que se estaba<br />

viviendo en <strong>el</strong> país, y si era o no <strong>el</strong> apropiado para lanzarse con esa inversión.<br />

Era difícil imaginar, si bien había vaticinios en aqu<strong>el</strong>los días, que una gavilla de<br />

civiles preparaba un plan económico que iba a ser impuesto a sangre y fuego<br />

por los militares como su brazo armado, y que iba a representar un asalto al<br />

país y a sus riquezas, una apropiación de la renta nacional a gran escala,<br />

robándoles la vida a miles de ciudadanos mediante la metodología de los<br />

secuestros y las desapariciones.<br />

Si bien la idea d<strong>el</strong> banco había empezado a tomar cuerpo a principios de<br />

1975, no consideramos la coyuntura política que ya se estaba viviendo, no<br />

visualizamos la tragedia nacional que se avecinaba a través de la más feroz y<br />

sangrienta dictadura de toda la historia argentina. Y mucho menos que íbamos<br />

a terminar siendo <strong>el</strong>egidos como víctimas <strong>el</strong>egidas de los socios civiles de los<br />

militares, ladrones de guantes blanco, manchados de sangre hasta <strong>el</strong> codo.<br />

Además, haber tomado la iniciativa de instalar <strong>el</strong> banco y depositar la<br />

suma mínima exigida por <strong>el</strong> Banco Central de la República Argentina (BCRA)<br />

para llevarlo ad<strong>el</strong>ante en Capital Federal -u$s 6.000.000- hizo que en marzo de<br />

1976, cuando se perpetró <strong>el</strong> golpe de Estado, ese depósito ya estuviese<br />

concretado y nos dejase con <strong>el</strong> caballo en medio d<strong>el</strong> río.<br />

-12-


Como ya no podíamos volvernos atrás, seguimos con bastante<br />

preocupación por lo que se avizoraba. Nunca imaginamos que la dictadura iba<br />

a ser lo sangrienta que fue ni que iba a arrasar con las instituciones, con la<br />

justicia y con la vida de las personas. De haberlo sabido o intuido, hubiéramos<br />

detenido <strong>el</strong> proyecto.<br />

Reconozco un poco de omnipotencia cuando, a mis 37 años, consideré<br />

que podía poner en marcha un banco de inversión. También es cierto que de<br />

no haber ocurrido los hechos sangrientos, de despojo, que sobrevinieron casi<br />

de inmediato, no correspondería decir que me fue mal. En la realidad de los<br />

hechos nos fue muy bien con <strong>el</strong> banco. La prueba está en que aún a pesar de<br />

mi secuestro y de sus consecuencias, en <strong>el</strong> momento de su liquidación y aún<br />

habiendo atravesado las circunstancias que tocaron en suerte en esa época,<br />

tenía tres compradores en firme. Pero <strong>el</strong> banco no se podía vender, por las<br />

razones que explicaré en r<strong>el</strong>ación con lo que fue <strong>el</strong> <strong>caso</strong> Austral Líneas Aéreas.<br />

Vu<strong>el</strong>vo sobre la decisión inicial, para resumirla. Instalar <strong>el</strong> banco era dar<br />

un paso ad<strong>el</strong>ante para disponer de la libertad y autonomía necesarias. Y si bien<br />

esa autonomía se distingue de la autosuficiencia y su connotación peyorativa,<br />

probablemente la decisión tuvo por entonces algo de audacia, por <strong>el</strong> momento<br />

que vivía <strong>el</strong> país.<br />

Sin embargo, <strong>el</strong> concepto que inspiró la instalación d<strong>el</strong> BLA era pluralista<br />

en las ideas políticas de su Directorio, abierto en cuanto a la <strong>el</strong>ección de sus<br />

integrantes -todos profesionales capacitados- y no reposaba en una<br />

improvisación. Por mi propia meticulosidad, lo doté de recursos humanos de<br />

primer niv<strong>el</strong> en sus diversas áreas. De hecho, <strong>el</strong> primer ministro de Economía<br />

de la democracia salió d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano: Bernardo Grinspun.<br />

Se sabía que dada la conformación política d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano,<br />

ya fuese <strong>el</strong> radicalismo o <strong>el</strong> peronismo <strong>el</strong> que ganase en <strong>el</strong> momento de<br />

restablecerse la democracia en la Argentina, era de ese banco de donde iba a<br />

salir <strong>el</strong> ministro de Economía, ya que Bernardo Ginspun, que era<br />

vicepresidente d<strong>el</strong> BLA, integraba junto con Ernesto Elizalde y Alfredo<br />

Concepción <strong>el</strong> equipo económico d<strong>el</strong> radicalismo, y por <strong>el</strong> lado d<strong>el</strong> justicialismo,<br />

Armando Blasco y Eduardo Setti eran los candidatos de esa fuerza. Blasco fue<br />

<strong>el</strong> primer presidente d<strong>el</strong> BLA y Settti asesor económico-financiero.<br />

Esa fue una más de las causas que impulsaron a los genocidas de la<br />

dictadura a liquidarnos sí o sí, a pesar de que había tres compradores para <strong>el</strong><br />

BLA, aun después de mi secuestro.<br />

Pero por la importancia de las acciones de Austral que estaban en<br />

caución en <strong>el</strong> banco, que narro en este libro, la liquidación d<strong>el</strong> BLA ya era<br />

crónica de una muerte anunciada.<br />

Otro hecho importante que nos tocó vivir se registró en diciembre de<br />

1975, cuando nos habíamos mudado al edificio Proa. Hicimos una reunión para<br />

inaugurarlo, invitamos a cuatrocientas personas y vinieron cuarenta, porque fue<br />

la noche en que <strong>el</strong> brigadier Jesús Capp<strong>el</strong>lini dio <strong>el</strong> anticipo d<strong>el</strong> golpe de Estado<br />

-13-


que se produciría en marzo de 1976, una suerte de preaviso. En la planta baja<br />

de ese edificio y en los cuatro primeros pisos se instaló <strong>el</strong> Banco<br />

Latinoamericano, en tanto yo tenía mi estudio de arquitectura y las empresas<br />

en los pisos 12º, 13º y 14º.<br />

Esto fue, r<strong>el</strong>atado sintéticamente, lo ocurrido en 1975 y 1976.<br />

Ya en 1977 <strong>el</strong> BLA comenzó a funcionar. Prácticamente tuvimos que<br />

arrancarle a los directivos d<strong>el</strong> BCRA -guardo <strong>el</strong> registro de las fechas de esas<br />

reuniones- la autorización para empezar a operar. Teníamos un capital muy<br />

importante inmovilizado, la sede d<strong>el</strong> banco, estábamos prácticamente<br />

instalados, pero no nos daban la autorización para comenzar.<br />

El 15 de noviembre de 1976 publicamos <strong>el</strong> aviso institucional de<br />

apertura, poco después de que <strong>el</strong> BCRA aprobó <strong>el</strong> inicio oficial de las<br />

operaciones d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano. Empezamos a operar en 1977 y<br />

desde entonces, hasta 1980, tuvimos un crecimiento bastante fuerte, que fue<br />

motivo de preocupación para <strong>el</strong> BCRA.<br />

En ese aviso decíamos: “Porque creemos en <strong>el</strong> país y la iniciativa de<br />

sus hombres, fundamos <strong>el</strong> Banco Latinoamericano de Inversión”. El texto<br />

de ese aviso sintetiza los propósitos que nos llevaron a fundarlo. Cliquee aquí<br />

para ver <strong>el</strong> aviso<br />

Entre 1977 y 1980 <strong>el</strong> BLA creció de manera muy fuerte y se consolidó;<br />

no fue meteórico, pero ya en 1978 estábamos cambiando los isotipos y<br />

logotipos institucionales, los fuimos “aggiornando” y, en 1979, teníamos seis<br />

sucursales.<br />

Le confiamos la creación de esos logotipos e isotipos al estudio de<br />

diseño González Ruiz y Asociados, y la publicidad d<strong>el</strong> banco a la agencia<br />

Schusheim-Braga Menéndez, <strong>el</strong> mismo que hoy es <strong>el</strong> “publicista K”. ¿Por qué<br />

esta inquietud por la imagen d<strong>el</strong> BLA? Porque aún en la evolución de la gráfica<br />

d<strong>el</strong> banco -mis archivos incluyen una carpeta con todos los avisos publicados-<br />

buscábamos dar cuenta de que no nos quedábamos a la espera, que íbamos<br />

cambiando a medida que los tiempos cambiaban. Y así fue a lo largo de esos<br />

cuatro años de funcionamiento. Luego de casi dos años como banco de<br />

inversión con categoría C, pasamos a operar en Comercio Exterior y luego<br />

pedimos la transformación a banco comercial, que nos fue concedida por <strong>el</strong><br />

Banco Central en 1978.<br />

En 1977 había creado la Fundación para la Integración Latinoamericana<br />

(-FIL-), que a partir de ese año comenzó a editar boletines quincenales, sobre<br />

todo lo r<strong>el</strong>evante en <strong>el</strong> plano económico y financiero. Contaba con un equipo de<br />

especialistas, profesionales de primer niv<strong>el</strong>. Los boletines eran de una calidad<br />

de presentación y fundamentación de contenidos que realmente los<br />

convirtieron en novedad en <strong>el</strong> sistema financiero y empresarial. Y tampoco nos<br />

privamos de cuestionar a José Alfredo Martínez de Hoz y su política, con todo<br />

<strong>el</strong> riesgo que <strong>el</strong>lo implicaba.<br />

-14-


Otro ejemplo de innovación fue haber sido los primeros en poner en<br />

funcionamiento la banca personalizada tal como se la conoce hoy, con un<br />

oficial que atiende la cuenta personal d<strong>el</strong> cliente según las disposiciones que<br />

éste indique, así se trate de enviarle flores a la amante.<br />

Cuando fue la época de la maldita circular 1050 d<strong>el</strong> BCRA, dijimos: “si se<br />

pueden prestar fondos siguiendo esas disposiciones”, también se pueden<br />

tomar fondos por la 1050, y calzando las operaciones con los tomadores,<br />

fuimos los primeros en empezar a captar fondos de inversores con esa<br />

dinámica.<br />

El hecho mismo de esa rápida evolución d<strong>el</strong> banco alimentó la inquina<br />

d<strong>el</strong> BCRA y de las autoridades financieras, su empeño en liquidarlo,<br />

convencidos de que si nos dejaban seguir creciendo después no nos iban a<br />

poder parar. Jugaban a la prevención: “estos bichos es preferible matarlos de<br />

chicos, no dejarlos crecer. De grandes ya se hace más difícil”, era <strong>el</strong><br />

pensamiento de <strong>el</strong>los.<br />

Y así llegamos a 1980. El último balance, <strong>el</strong> de 1979, había resultado<br />

muy positivo.<br />

Por otra parte, debo reconocer que cometí errores con <strong>el</strong> banco. Al<br />

momento de la puesta en operaciones d<strong>el</strong> BLA, en vez de ponerme al frente de<br />

la conducción operativa y siendo <strong>el</strong> vicepresidente ejecutivo, d<strong>el</strong>egué la<br />

operatoria cotidiana con los gerentes, para restarle menos tiempo a mi<br />

profesión de arquitecto, de la que estaba enamorado. No me di cuenta que de<br />

haber publicado entonces un aviso pidiendo arquitectos, me hubiese<br />

encontrado con una fila de dos cuadras de profesionales que se ofrecían, algo<br />

muy diferente de lo que hubiese arrojado como primer resultado un aviso<br />

solicitando director general para <strong>el</strong> BLA.<br />

En suma, mi error fue <strong>el</strong> de no haber asumido desde <strong>el</strong> comienzo<br />

personalmente la dirección d<strong>el</strong> banco, con una actitud mucho más<br />

conservadora en cuanto a la concesión de los créditos, etc. Por ejemplo: yo no<br />

era partidario de darle <strong>el</strong> crédito a Austral, ni a Sasetru.<br />

A fines de 1979 y cuando se avecinaba la crisis de 1980, me tuve que<br />

volver de Europa de urgencia, porque me enteré que se le estaba acordando<br />

un crédito a Sasetru; después me tocó a mí reducir su niv<strong>el</strong> de endeudamiento.<br />

En ese momento tuve que corregir ese error y dar prioridad al banco<br />

antes que a mi profesión. Así como en un momento dado, cuando falleció mi<br />

padre, me dije: “Para ser arquitecto tiene que ser ahora; para ser empresario<br />

tengo la vida por d<strong>el</strong>ante”. Este otro momento era <strong>el</strong> de ser banquero, ya que<br />

era más importante controlar la entidad que la profesión. Lo asumo como error<br />

de mi parte en ese momento, ya que tampoco sabíamos, como la mayoría d<strong>el</strong><br />

país, <strong>el</strong> drama de sangre y fuego que estábamos viviendo.<br />

Cuando tomé la conducción d<strong>el</strong> BLA y vino la crisis de 1980, ya era un<br />

poco tarde: los créditos estaban otorgados, <strong>el</strong> desastre ya estaba encima. Y, a<br />

-15-


pesar de eso, en enero de 1980, cuando veo venir la crisis sobre <strong>el</strong> sistema<br />

financiero, viajo a Europa para intentar asociarme con <strong>el</strong> Crédit Lyonnais. Y en<br />

efecto, logré iniciar las tratativas para hacerlo.<br />

Austral Líneas Aéreas debutó como cliente d<strong>el</strong> BLA con un crédito de<br />

poca monta, para financiar los viajes de Sol Jet, y poco a poco fueron<br />

aumentando las operaciones, al igual que las garantías.<br />

De repente, me di cuenta de que ya estábamos metidos con <strong>el</strong>los en un<br />

tema d<strong>el</strong> que no podríamos salir, por las r<strong>el</strong>aciones técnicas que debíamos<br />

cumplir. Por eso, en esa deuda aparecen divididas por tipo de GARANTIA las<br />

operaciones en las cartas de los accionistas a Martínez de Hoz solicitando la<br />

estatización de la empresa y la asunción d<strong>el</strong> Estado de sus deudas.<br />

Por más que se hubiesen tomado garantías, como fueron en primer<br />

lugar las prendas sobre los aviones, sobre los pasajes, después la caución de<br />

las acciones de la empresa controlante de Austral Líneas Aéreas, en fin, no<br />

llegué a creer que, porque le estaba prestando a William Reynal, presidente de<br />

la compañía y primo hermano de Alejandro Reynal, vicepresidente ejecutivo d<strong>el</strong><br />

BCRA y luego rev<strong>el</strong>ado como <strong>el</strong> tesorero de la dictadura, iba a ocurrirme lo que<br />

me ocurrió.<br />

Hacia septiembre-octubre de 1980, en plena crisis, y mientras estaba<br />

cerrando la negociación con los franceses, llegó un momento en que nos<br />

encontramos en una encrucijada: o Austral pagaba los u$s 7.000.000 que le<br />

debía al BLA, o los teníamos que poner nosotros, ya que de otro modo serían<br />

las cuentas d<strong>el</strong> banco las que no cerrarían en las r<strong>el</strong>aciones técnicas con <strong>el</strong><br />

BCRA.<br />

Como Austral no podía pagar esa suma, diseñaron toda la maniobra con<br />

<strong>el</strong> ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz, para transferirle la<br />

empresa al Estado y, al mismo tiempo, lograr la liquidación d<strong>el</strong> Banco<br />

Latinoamericano. Quedarían, así, confundidas en las cuentas d<strong>el</strong> Estado, la<br />

deuda de Austral, la d<strong>el</strong> Banco de Desarrollo -que era estatal- y la d<strong>el</strong> Banco<br />

Latinoamericano. La deuda de los u$s 7.000.000 nunca fue saldada con <strong>el</strong><br />

Banco Latinoamericano.<br />

Además, como hecho jurídico muy grave, <strong>el</strong> decreto 1922/80, de<br />

estatización de Austral, fue reservado y adulterado en su fecha. Recién<br />

tomamos conocimiento de él en 1981. Si bien está datado <strong>el</strong> 10 de septiembre<br />

de 1980, recién se publicó en <strong>el</strong> Boletín Oficial <strong>el</strong> 22/9/80, día en que por<br />

razones que se desconocen se editaron muy pocos ejemplares d<strong>el</strong> Boletín<br />

Oficial.<br />

Por alguna razón, <strong>el</strong> Boletín circuló apenas en algunos organismos<br />

públicos y no llegó a los privados. Esto nos motivó posteriormente a ir a buscar<br />

en <strong>el</strong> Archivo General de la Nación, y <strong>el</strong> que se encontró allí tiene fecha d<strong>el</strong><br />

16/9/80, a los efectos de posibilitarle a los accionistas de Austral Líneas Aéreas<br />

la entrega de la carta al gobierno, también con fecha 16/9/80, y es en la que<br />

consta que los accionistas reconocen como único acreedor privado al BLA, por<br />

-16-


alrededor de 7 millones de dólares. Los accionistas que firmaron la nota se<br />

hicieron cargo personalmente de garantizar <strong>el</strong> pago de esa deuda al BLA, para<br />

cualquier eventualidad que surgiera en la aplicación d<strong>el</strong> decreto de<br />

estatización. Esa nota se encuentra agregada al decreto y certificada por<br />

escribano público. Haga click aquí para acceder a la nota.<br />

-17-


CAPITULO 2<br />

LA CRISIS DE 1980<br />

ANTECEDENTES INMEDIATOS VINCULADOS A MI SECUESTRO<br />

A mediados de 1979 recibí de la institución International Forum,<br />

organizadora de los encuentros empresariales y políticos en Davos (Suiza),<br />

una invitación para participar d<strong>el</strong> primer seminario internacional en Montreux -<br />

entre octubre y noviembre de ese año-.<br />

Esa reunión tendría mucha r<strong>el</strong>evancia, porque se transformaría en un<br />

punto de encuentro para empresarios de distintas partes d<strong>el</strong> mundo. De hecho,<br />

se impuso desde entonces y a lo largo de los años como un forum internacional<br />

de poderosos empresarios, banqueros y hasta presidentes de países, que se<br />

reúnen una vez por año, para evaluar la situación mundial y fijar objetivos<br />

estratégicos y lineamientos para la consolidación de un capitalismo altamente<br />

concentrado, a costa de cualquier problemática social.<br />

Pocos días antes de viajar a Suiza recibí un llamado de la Asociación de<br />

Bancos Argentinos (ADEBA) porque querían saber si asistiría, aunque no<br />

comprendí bien <strong>el</strong> motivo de la pregunta. Me dijeron que, en realidad, se<br />

trataba de un ámbito para grupos empresarios muy importantes, de mucha<br />

tradición, y me dieron a entender que para participar revestíamos aún una<br />

condición de “recién llegados” al sistema.<br />

Esto me despertó inquietud y me motivó más a concurrir. Recuerdo que<br />

en <strong>el</strong> viaje dialogué bastante con los dueños y directivos d<strong>el</strong> conglomerado<br />

económico Sasetru y con un gran amigo, Juan de Dios Rodríguez, acerca de<br />

cómo veíamos <strong>el</strong> futuro d<strong>el</strong> país.<br />

En ese momento ya vislumbraba la crisis que se venía, entre otras<br />

razones porque Sasetru era un fuerte deudor de bancos; de los u$s 10.000.000<br />

que tenían de crédito en <strong>el</strong> BLA, logré reducir esta cifra a u$s 4.000.000.<br />

En <strong>el</strong> diálogo cordial que mantuvimos les expliqué que veía venir un<br />

sacudón muy fuerte en <strong>el</strong> sistema financiero porque no se estaba cumpliendo<br />

para nada lo previsto por Martínez de Hoz en la Ley de Entidades Financieras.<br />

Esa ley tendía a producir una ampliación d<strong>el</strong> sistema para que<br />

ingresaran todos los capitales posibles y producir a posteriori una<br />

concentración y centrifugación para que muy pocos <strong>el</strong>egidos quedaran a salvo,<br />

y de la que se salvarían sólo los <strong>el</strong>egidos por <strong>el</strong> establishment financiero<br />

comandado por Alejandro Reynal desde la vicepresidencia d<strong>el</strong> BCRA.<br />

De ahí la importancia que tuvo la modificación de la ley d<strong>el</strong> sistema<br />

financiero de la época de Martínez Hoz, de modo que era de prever un proceso<br />

muy complicado en Argentina.<br />

-18-


Varias de las afirmaciones y opiniones que escuché sobre la Argentina<br />

en <strong>el</strong> seminario de Montreux confirmaron <strong>el</strong> presentimiento que tenía respecto<br />

de la crisis. De modo que regresé y tomé la decisión de hacerme cargo de la<br />

conducción operativa d<strong>el</strong> banco para abocarme a su venta total o mayoritaria.<br />

En enero de 1981 inicié conversaciones con <strong>el</strong> Crédit Lyonnais de<br />

Francia, inicialmente en Buenos Aires, a través de su corresponsal, Charles de<br />

Royère. Rápidamente se interesaron, así que viajé a Francia por una invitación<br />

formal cursada por <strong>el</strong>los.<br />

Las primeras conversaciones, sostenidas en París, fueron muy<br />

fructíferas, porque demostraron su interés en seguir avanzando en la<br />

negociación. Así es que establecimos que <strong>el</strong>los comprarían <strong>el</strong> 60%, a condición<br />

de que siguiéramos en <strong>el</strong> grupo, dado nuestro conocimiento d<strong>el</strong> mercado<br />

argentino.<br />

Pero al poco tiempo, en marzo de 1980, se desató la crisis que produjo<br />

la caída d<strong>el</strong> BIR, luego la de Sasetru, como primeros resultados d<strong>el</strong> llamado<br />

“proceso de concentración”, tal <strong>el</strong> nombre dado por las autoridades económicas<br />

d<strong>el</strong> momento.<br />

Las empresas importantes que corrieron con esa suerte de todos modos<br />

no las dejaron caer por completo, como una manera de evitar <strong>el</strong> derrumbe d<strong>el</strong><br />

sistema económico general.<br />

La crisis arrastró a otros bancos, como <strong>el</strong> Oddone (en una lista integrada<br />

por compañías destinadas a ser liquidadas que integraban <strong>el</strong> empresariado<br />

nacional), un grupo que recibiría un golpe de gracia dado que <strong>el</strong> establishment,<br />

y la llamada “patria financiera” no querían grupos empresarios autóctonos<br />

recién llegados al sistema.<br />

En abril de 1980, con la crisis ya desatada, comenzó a producirse la fuga<br />

de depósitos bancarios y <strong>el</strong> BCRA instaló una Red de Seguridad Financiera,<br />

formulada en la Circular Nº 1051, donde se reglamentó <strong>el</strong> ad<strong>el</strong>anto a los<br />

bancos por la caída transitoria de depósitos.<br />

Por <strong>el</strong> momento, para seguir <strong>el</strong> hilo de la crisis, además de reportarme a<br />

las opiniones de especialistas que consigno en la documentación, me importa<br />

subrayar que la Circular Nº 1051, pretendida red de salvataje, terminó siendo -<br />

como se explicó muchos meses después- una trampa para todos los que la<br />

dictadura decidió depurar d<strong>el</strong> sistema y profundizar, de ese modo, la<br />

concentración económica a través de mecanismos financieros.<br />

Nosotros también tuvimos que recurrir a esa circular por caída de<br />

depósitos, por lo que en ese momento quedaron interrumpidas las<br />

conversaciones con <strong>el</strong> Crédit Lyonnais y convinimos retomarlas cuando<br />

pudiésemos despegarnos de la 1051.<br />

A pesar de que <strong>el</strong> BCRA nos había dado un plazo de seis meses para<br />

hacerlo, con gran esfuerzo lo conseguimos en sólo dos meses. En ese lapso<br />

-19-


liquidamos la deuda contraída con <strong>el</strong> Central, así que retomamos rápidamente<br />

las conversaciones con los franceses.<br />

Al mismo tiempo, casi de modo ingenuo, como <strong>el</strong> comprador era <strong>el</strong><br />

gobierno francés (dado que <strong>el</strong> Crédit Lyonnais pertenecía al Estado), por una<br />

cuestión de reciprocidad de país a país, me sentí en la obligación de informar al<br />

BCRA que estaba avanzando con esta negociación: fue <strong>el</strong> error más grande<br />

que pude haber cometido, porque primero tendría que haber cerrado las<br />

tratativas y después reportar <strong>el</strong> acuerdo.<br />

No es que tenga tanta memoria, pero por suerte o por alguna razón que<br />

así me decidió a hacerlo, he guardado mis agendas de los últimos treinta años,<br />

de modo que estoy en condiciones de reconstruir con precisión qué día me<br />

encontré con cada persona, a lo largo de todo este batallar. Por eso puedo<br />

precisar que <strong>el</strong> 24 de julio de 1980 me entrevisté con Alejandro Reynal en <strong>el</strong><br />

BCRA, quien estaba acompañado por quien era -en ese momento- su brazo<br />

derecho y más tarde su socio: Rafa<strong>el</strong> Seragopian. En ese encuentro les<br />

informé acerca d<strong>el</strong> interés d<strong>el</strong> Crédit Lyonnais en la compra d<strong>el</strong> Banco<br />

Latinoamericano porque, dado <strong>el</strong> carácter estatal d<strong>el</strong> Crédit Lyonnais, la<br />

operación requería la conformidad d<strong>el</strong> gobierno argentino.<br />

Reynal tomó nota, se sorprendió mucho y, al día siguiente -25 de julio-,<br />

citó a De Royère a quien le cuestionó <strong>el</strong> interés por <strong>el</strong> BLA. De Royère reafirmó<br />

ese interés explicando que <strong>el</strong> BLA era un banco sin problemas. De todos<br />

modos, Reynal trató de desviar su interés hacia <strong>el</strong> Banco Español o <strong>el</strong> Banco<br />

Tornquist.<br />

En agosto, de manera muy clara y sugestiva, <strong>el</strong> BCRA ordenó la<br />

interrupción d<strong>el</strong> call money al BLA, con la clara intención de comenzar a<br />

ahogarlo. Esta acción fue <strong>el</strong> primer síntoma d<strong>el</strong> torb<strong>el</strong>lino que se<br />

avecinaba, dado que <strong>el</strong> call money es <strong>el</strong> préstamo interbancario. Todos<br />

los bancos oficiales nos cortaron los créditos de call Money, de la noche<br />

a la mañana.<br />

No obstante esto, <strong>el</strong> 20 de agosto, por indicación de París, De Royère<br />

me invitó a reunirme con él para continuar las tratativas. Nos encontramos <strong>el</strong> 25<br />

de agosto en París con los directores y, ante <strong>el</strong> interés concreto, sostenido, en<br />

la compra d<strong>el</strong> BLA, se acordaron visitas y reuniones de trabajo en Buenos Aires<br />

con De Royère y su jefe en París.<br />

Tal vez lo más anecdótico por consignar de ese viaje fue la manera en<br />

que se inició esa negociación con <strong>el</strong> CL, en una oficinita de 4 por 4, para<br />

terminar en <strong>el</strong> gran salón d<strong>el</strong> directorio d<strong>el</strong> banco francés, luego de varias<br />

reuniones. En semejante escenario consideré <strong>el</strong> tema bien cerrado y retorné a<br />

Buenos Aires con esa certeza, que no estaba mal fundada.<br />

Efectivamente, <strong>el</strong> 23 de septiembre llegaron a Buenos Aires dos<br />

funcionarios d<strong>el</strong> CL, Petit y Ponsollee, y junto con De Royère iniciaron las<br />

tareas operativas de auditoria y de formalización d<strong>el</strong> acuerdo de venta con las<br />

autoridades d<strong>el</strong> BLA.<br />

-20-


Simultáneamente, sin que nosotros lo supiésemos -los hechos se<br />

encargarían después de ponernos al tanto, como lo indican los <strong>el</strong>ementos<br />

documentales que figuran en <strong>el</strong> Anexo- <strong>el</strong> 12 de septiembre los accionistas de<br />

Austral Líneas Aéreas, encabezados por William Reynal -primo de Alejandro<br />

Reynal, vicepresidente d<strong>el</strong> BCRA- le <strong>el</strong>evaron al ministro de Economía un<br />

ofrecimiento para que <strong>el</strong> Estado se hiciera cargo de la empresa aérea, de sus<br />

acciones y de sus deudas (Cf. carta de los dueños de Austral a Martínez de<br />

Hoz ofreciendo <strong>el</strong> 12.09.80 la venta al Estado de la compañía. Haga click aquí<br />

para acceder al documento).<br />

En un tiempo inusitadamente ac<strong>el</strong>erado, en tan sólo 48 horas, hubo un<br />

primer decreto, d<strong>el</strong> 10/9/80, y luego otro, <strong>el</strong> 1922, d<strong>el</strong> 16/9/80, -cuyo texto<br />

consignamos-, por <strong>el</strong> cual <strong>el</strong> PEN aceptó <strong>el</strong> traspaso de Austral al Estado y, de<br />

este modo, de ser su principal acreedor se convirtió en <strong>el</strong> principal deudor de<br />

las obligaciones que -por más de U$S 250 millones- había dejado en esa<br />

empresa la administración de William Reynal.<br />

Ese mismo día, <strong>el</strong> 16 de septiembre, los principales accionistas de<br />

Austral reconocieron expresamente, en una nota dirigida al ministro<br />

Martínez de Hoz -adjuntada a ese decreto- que <strong>el</strong> BLA era <strong>el</strong> único<br />

acreedor privado de la compañía aérea. En esa carta detallaron los<br />

montos adeudados al BLA, más de U$S 7 millones, y sus accionistas se<br />

comprometieron, en <strong>el</strong> <strong>caso</strong> en que Austral no canc<strong>el</strong>ase esos créditos, a<br />

hacerse cargo d<strong>el</strong> reembolso de esas sumas al BLA.<br />

Resulta sugerente detenerse en <strong>el</strong> tramo final de esa nota, donde junto<br />

al detalle de los accionistas de Austral se consigna <strong>el</strong> último crédito concedido<br />

a largo plazo, con vencimiento <strong>el</strong> 4/9/83. En efecto, no figura allí <strong>el</strong> dato que<br />

corresponde a la garantía. Ese crédito fue garantizado, en ese momento, con<br />

las acciones de Makin S.A., empresa controlante de Austral, a diferencia de los<br />

restantes préstamos incluidos en ese mismo documento, cuyas garantías<br />

quedaron todas consignadas como “facturas de Austral”.<br />

De modo que a Martínez de Hoz le enviaron directamente la carta así:<br />

sin <strong>el</strong> dato de la garantía de caución de acciones para ese crédito a largo plazo,<br />

y <strong>el</strong> ministro la aceptó sin ese dato. Sabía que las acciones estaban en <strong>el</strong> BLA<br />

y que había que liquidarlo para poder estatizar a Austral, hecho que llevarían a<br />

cabo más ad<strong>el</strong>ante, pero con fecha fija de liquidación en consonancia con los<br />

plazos d<strong>el</strong> decreto.<br />

Así que un núcleo muy cerrado de gente ya estaba al corriente de esto<br />

en agosto/septiembre de 1980. Tanto es así que por entonces contraté a un<br />

gerente proveniente d<strong>el</strong> Banco Tornquist, Néstor Gurfink<strong>el</strong>- quien ya estaba al<br />

tanto de la liquidación.<br />

En ese momento, <strong>el</strong> director general d<strong>el</strong> Banco Tornquist, Leonardo<br />

Anidjar, como hombre de confianza de Capozzolo -dueño de la entidad-, le dijo<br />

a Gurfink<strong>el</strong>: “¿Para qué te vas al BLA si a fin de año lo van a liquidar?”<br />

-21-


Gurfink<strong>el</strong> me lo contó y yo lo consideré casi imposible, dada la solidez<br />

d<strong>el</strong> BLA, y que de alguna manera era una afirmación hecha por despecho, al<br />

perder su brazo derecho en su banco. Tuvieron que recurrir a una maniobra<br />

planificada, tanto fue así que fabricaron una denuncia anónima e hicieron<br />

hablar a d<strong>el</strong>incuentes y mentirosos para poder orquestarla. Pero lo importante<br />

es que ya en <strong>el</strong> decreto apareció que <strong>el</strong> único acreedor privado de Austral era<br />

<strong>el</strong> BLA, en tanto por <strong>el</strong> Estado era <strong>el</strong> Banco Nacional de Desarrollo, BANADE.<br />

Esto preanunciaba la liquidación d<strong>el</strong> BLA, para recuperar las acciones<br />

que estaban en caución -por <strong>el</strong> préstamo de U$S 7 millones de dólares- en <strong>el</strong><br />

tesoro d<strong>el</strong> banco, en garantía de ese préstamo.<br />

¿Qué estaba pasando en ese momento con Capozzolo? Intimo amigo de<br />

Harguindeguy: se iban juntos a cazar al Africa, a pesar de que su grupo estaba<br />

en una situación muy comprometida. La posible caída de Capozzolo podía<br />

desencadenar la de todo <strong>el</strong> sistema financiero.<br />

De hecho, ya le habían hecho un pedido de quiebra al grupo económico<br />

de Capozzolo, “Arbol Solo”. La única salvación que tenía en ese momento era<br />

vender <strong>el</strong> Tornquist porque, de ese modo, le ingresarían entre U$S 40 y 50<br />

millones con los que podría refinanciar parte de la deuda de sus empresas.<br />

El material periodístico de la época pone en evidencia cómo se<br />

concatenan los hechos. Así, hacia fines de septiembre y comienzos de octubre<br />

de 1980, las notas dan cuenta de los problemas que tenía Capozzolo,<br />

ubicándolos básicamente en términos de un ahogo financiero. Ocurre que en<br />

ese momento, <strong>el</strong> único comprador que había para un banco en la Argentina era<br />

<strong>el</strong> Crédit Lyonnais, que venía a adquirir <strong>el</strong> BLA, pero la necesidad para <strong>el</strong> grupo<br />

Capozzolo de encontrar un interesado era de vida o muerte. Y los únicos<br />

candidatos firmes para hacerlo -en ese momento- eran los franceses.<br />

Entonces, se puso en marcha <strong>el</strong> operativo de pinzas por parte d<strong>el</strong><br />

BCRA -lo que doy en llamar las dos hojas de una misma tijera, una figura<br />

que después voy a desarrollar y explicitar con más detalle -.<br />

¿Qué significaba esto?<br />

El 26 de septiembre de 1980, Reynal ordenó la inspección d<strong>el</strong> BLA<br />

mediante la orden 61/80, sin sorteo -cuando ese era <strong>el</strong> procedimiento habitual<br />

en estos <strong>caso</strong>s-, <strong>el</strong> mismo día en que nos reuníamos con los franceses para ir<br />

cerrando la operación. Es decir que en <strong>el</strong> momento mismo de precisar los<br />

detalles de la venta cayó la inspección d<strong>el</strong> BCRA. Además de la tensión creada<br />

con los franceses, lo más truculento d<strong>el</strong> asunto comenzó aquí.<br />

Al día siguiente, Petit, Ponsolle y De Royère fueron invitados por<br />

Capozzolo a comer un asado en su estancia donde, luego de agasajarlos, les<br />

insistió con la venta de una parte minoritaria d<strong>el</strong> Tornquist, 29%.<br />

El 28 de septiembre los diarios vu<strong>el</strong>ven a incluir noticias sobre la<br />

situación crítica en la que se encontraba <strong>el</strong> grupo Capozzolo y su inminente<br />

-22-


caída, en <strong>caso</strong> de no encontrar un comprador para <strong>el</strong> banco en los días<br />

subsiguientes.<br />

Cuando <strong>el</strong> 30 de septiembre llegaron al BLA, los inspectores d<strong>el</strong> BCRA<br />

no conocían los motivos que habían determinado su intervención, ya que<br />

cumplíamos con todas las disposiciones técnicas vigentes.<br />

El 4 de octubre, al tomar conocimiento de la inspección ordenada sobre<br />

<strong>el</strong> BLA, los funcionarios d<strong>el</strong> CL comprendieron la actitud hostil de Reynal y la<br />

agresividad d<strong>el</strong> BCRA e iniciaron la búsqueda -instigados por <strong>el</strong> vicepresidente<br />

d<strong>el</strong> Banco Central- de otras instituciones susceptibles de ser objeto de compra,<br />

por ejemplo, <strong>el</strong> Banco Continental.<br />

En esa perspectiva piden informes al BCRA sobre este banco, pero se<br />

las niegan. En cambio, Reynal insistió con <strong>el</strong> Tornquist y desalentó la iniciativa<br />

que ya estaba en marcha con <strong>el</strong> BLA, hecho ratificado expresamente por De<br />

Royère en sus declaraciones en la causa penal que yo inicié años después, en<br />

mayo de 1982, que está en pleno proceso, treinta años después.<br />

Hay <strong>el</strong>ementos contextuales que cobran particular importancia para<br />

verificar la articulación d<strong>el</strong> plan de intervenciones económicas de los civiles de<br />

la dictadura. Por ejemplo con <strong>el</strong> BIR. Era <strong>el</strong> principal acreedor d<strong>el</strong> grupo<br />

Capozzolo: u$s 32 millones fueron motivos más que suficientes para que este<br />

banco iniciase las caídas a las que me referí.<br />

Si todo cuanto pudiese afectar a Martínez de Hoz, los civiles que eran<br />

sus cómplices y a los militares que detentaban <strong>el</strong> poder tenía que ser liquidado,<br />

empezaron por <strong>el</strong> BIR, por ser <strong>el</strong> principal acreedor d<strong>el</strong> grupo Capozzolo, cuya<br />

deuda total en ese momento ascendía a casi U$S 250 millones.<br />

Para salvarlo de la ciénaga en la que estaba cayendo <strong>el</strong> grupo Tornquist,<br />

tenían que sacarme la novia a mí, para dárs<strong>el</strong>a a <strong>el</strong>los. Esto es: convencer al<br />

CL de comprar <strong>el</strong> Tornquist. Un poder que se había apoyado en ap<strong>el</strong>aciones a<br />

la necesidad de llevar al país a la “normalidad”, de sacarlo d<strong>el</strong> “caos”, <strong>el</strong><br />

“desorden” y la “inmoralidad”, para ponerlo en la senda d<strong>el</strong> progreso, actuaba<br />

en realidad para favorecer a los Chicago Boys como titulares y operadores<br />

económicos-financieros de la sangrienta dictadura.<br />

Cuando ya nos estaban subiendo al patíbulo, <strong>el</strong> 28 de octubre de 1980<br />

<strong>el</strong>evamos al BCRA un cuadro con las r<strong>el</strong>aciones técnicas d<strong>el</strong> BLA, indicando<br />

hasta qué punto se encuadraban con las normas vigentes, algo reconocido<br />

ulteriormente por la institución estatal en un oficio en <strong>el</strong> que respondió a un<br />

requerimiento de la <strong>Justicia</strong> Federal.<br />

Ese mismo día comenzó a circular internamente en <strong>el</strong> BCRA una<br />

denuncia anónima contra los hermanos Saiegh y las financieras Dar y<br />

Credibono -de mi hermano Rafa<strong>el</strong>- en la que también quedó involucrado <strong>el</strong><br />

BLA. Esa denuncia (Acceda a <strong>el</strong>la haciendo click aquí), presentada como<br />

anónima, afirmaba que todo formaba parte de un mismo grupo económico y<br />

llegó, no por casualidad, a manos d<strong>el</strong> jefe de inspectores d<strong>el</strong> BCRA, a cargo de<br />

-23-


la auditoría d<strong>el</strong> BLA (Acceda a <strong>el</strong>la haciendo click aquí). Fue él quien<br />

reconoció que esa denuncia no fue anónima, sino que había sido hecha por <strong>el</strong><br />

contador Jorge Bustos en combinación con Juan Carlos Guerrero, un empleado<br />

infi<strong>el</strong> d<strong>el</strong> BLA, alguien que había robado en <strong>el</strong> banco, razón por la que había<br />

sido despedido.<br />

Cuando en septiembre había comenzado la auditoría d<strong>el</strong> BLA por parte<br />

d<strong>el</strong> C. Lyonaiss con miras a la compra, noté que faltaba dinero en <strong>el</strong> banco. Ya<br />

me había hecho cargo de la dirección, operativamente estaba instalado allí y<br />

noté que las cuentas no cerraban a pesar de que los números contables sí se<br />

mostraban en orden. Mi olfato me indicó que faltaba liquidez. Me di cuenta un<br />

domingo, en mi casa, así que esa misma noche lo llamé al auditor general, <strong>el</strong><br />

doctor Alfredo Spilzynguer, y le ordené intervenir todas las sucursales y<br />

bloquear todos los movimientos bancarios hasta concluir un arqueo de caja<br />

completo, con la sección títulos y valores incluida.<br />

Así se hizo, y alrededor d<strong>el</strong> mediodía Juan Carlos Guerrero se acercó a<br />

mis oficinas. Guerrero había trabajado en <strong>el</strong> área de Compras de mi empresa<br />

constructora, de donde lo despedí luego de haberlo descubierto en una<br />

maniobra non-sancta en la compra de materiales, sin saber que se había<br />

incorporado a la mesa de dinero d<strong>el</strong> banco.<br />

Guerrero, operando en la mesa de títulos d<strong>el</strong> banco, ese 28 de octubre<br />

se acercó a mis oficinas y me dijo: “Arquitecto, fui yo”.<br />

Yo ya sabía que <strong>el</strong> faltante era de U$S 3.000.000.<br />

-¿Cuánto te robaste?, le pregunté.<br />

- Entre U$S 2.700.000 y 3.200.000-, me respondió.<br />

Quise saber entonces qué había hecho con <strong>el</strong> dinero y Guerrero<br />

enumeró algo que después verifiqué:<br />

-Compré dos Mercedes, dos fábricas de pastas, dos casas rodantes...<br />

-¿Qué?, ¿cómo dos fábricas de pastas, para qué dos Mercedes?<br />

¿Podés usar dos Mercedes, dos casas rodantes?<br />

Había enloquecido. Era la época en la que los “palos verdes” volaban,<br />

donde cualquier departamento en la avenida Libertador valía uno o dos<br />

millones de dólares, los tiempos de la “plata dulce”.<br />

A partir d<strong>el</strong> momento de su confesión, llamé a los abogados y a los<br />

escribanos y Guerrero me dijo que estaba dispuesto a devolver todo. Por mi<br />

parte, yo estaba ante una alternativa de hierro: oficializaba su d<strong>el</strong>ito,<br />

presentando la denuncia ante la policía y demás, o recuperaba lo perdido sin<br />

que nada saliera en los medios. Optar por la primera alternativa implicaba<br />

figurar en los titulares como <strong>el</strong> banco que había sido objeto de un desfalco, etc.,<br />

con <strong>el</strong> riesgo de que apareciese un Falcon estacionado en la puerta y los<br />

depósitos comenzaran a fugarse.<br />

-24-


Llegué a una negociación con Guerrero: devolvería hasta donde llegase<br />

y <strong>el</strong> resto sería un faltante que <strong>el</strong> banco iba a reponer para cerrar las cuentas.<br />

Esas tratativas duraron hasta pasada la medianoche. En todo momento se le<br />

dijo que estaban las puertas abiertas, en tanto Guerrero afirmaba estar ahí por<br />

su propia voluntad, para reparar <strong>el</strong> daño causado.<br />

La cuestión es que, terminada esa historia, cometí <strong>el</strong> error de no darle a<br />

Guerrero en ese momento algo de dinero y pedirle que se tomara unas<br />

vacaciones a mi cuenta.<br />

¿Por qué lo digo? Porque esto había ocurrido en septiembre y un mes<br />

después, <strong>el</strong> 28 de octubre -recordemos que ya tenía vigencia <strong>el</strong> recorte d<strong>el</strong> “call<br />

Money” sobre <strong>el</strong> BLA- les llegó a los inspectores d<strong>el</strong> BCRA una denuncia<br />

supuestamente anónima, que en realidad había sido armada con Guerrero. Y<br />

si seguimos en detalle lo ocurrido con <strong>el</strong> expediente 37.613/80 d<strong>el</strong> BCRA<br />

correspondiente al BLA, encontramos que fue adulterado, precisamente<br />

en la sustitución de la foja donde se recibe la denuncia anónima, hecho<br />

d<strong>el</strong> que en ese momento dejamos constancia en acta notarial de la<br />

adulteración. (Acceda a esta constancia haciendo click aquí)<br />

En ese expediente, Nº 37613/80, la denuncia, como dije, fue<br />

casualmente recibida por <strong>el</strong> inspector d<strong>el</strong> BCRA en <strong>el</strong> BLA, Reynaldo García,<br />

quien además de fotocopiarla y ponerla a disposición de todos los directores<br />

d<strong>el</strong> BCRA <strong>el</strong> mismo 28 de octubre de 1980, solicitó instrucciones a la<br />

superioridad respecto de la acción a seguir.<br />

A fs. 279 de ese expediente, <strong>el</strong> subgerente general d<strong>el</strong> BCRA, Atilio<br />

Carbajales, dictaminó que si bien estaba prohibido recibir denuncias<br />

anónimas, según la Circular Nº 1223 d<strong>el</strong> BCRA, “(...) se justifica la<br />

inmediata adopción de medidas tendientes a esclarecer los hechos<br />

denunciados, no sólo a través de las verificaciones propias d<strong>el</strong> BCRA en<br />

las distintas entidades involucradas, sino también y fundamentalmente,<br />

mediante la colaboración policial que posibilite <strong>el</strong> allanamiento<br />

simultáneo de los distintos domicilios que se mencionan”.<br />

El 30 de octubre la Policía Federal detuvo a Guerrero por apropiación<br />

indebida de valores mobiliarios d<strong>el</strong> sector Títulos d<strong>el</strong> Banco. Por la noche la<br />

Policía lo “levanta” y le dice: - Nosotros prendemos <strong>el</strong> ventilador; vos tirá toda la<br />

mierda que puedas contra Eduardo Saiegh, porque, si no, te chupás unos<br />

cuantos años adentro.<br />

Una transacción que Guerrero aceptó y pasó a integrar lo que sería la<br />

cuenta regresiva de mi secuestro.<br />

Por otra parte, en <strong>el</strong> curso de esa misma jornada, <strong>el</strong> inspector d<strong>el</strong> BCRA<br />

Reynaldo García acompañó al contador Jorge Bustos, autor real de la denuncia<br />

supuestamente anónima, a la División Bancos de la Policía Federal. Haga click<br />

aquí para acceder al documento en <strong>el</strong> que <strong>el</strong> comisario Ianib<strong>el</strong>li confirma<br />

que Bustos fue acompañado por García.<br />

-25-


Bustos aportó <strong>el</strong>ementos para la causa y que no figuraban en la<br />

denuncia, como surgió d<strong>el</strong> oficio que <strong>el</strong> jefe de esa división, comisario Ianib<strong>el</strong>li,<br />

<strong>el</strong>evó al Tribunal de Disciplina d<strong>el</strong> Consejo Profesional de Ciencias Económicas<br />

(Cf. fs. 330 d<strong>el</strong> expediente de la causa penal por extorsión). Por la noche,<br />

García intentó venderme la constancia de la denuncia, cosa que acepté para<br />

poder enterarme de qué se trataba.<br />

He aquí una más de las figuras que tomó <strong>el</strong> operativo de pinzas al<br />

que hacía referencia y d<strong>el</strong> que fui objeto en reiteradas ocasiones, pero<br />

también una de las formas que tenía la matriz de los procedimientos con<br />

los que se llevaban ad<strong>el</strong>ante los secuestros y desapoderamiento de<br />

bienes.<br />

El 31 de octubre de 1980 pasé a ser víctima de uno de <strong>el</strong>los.<br />

Si bien de la denuncia supuestamente anónima, y de su montaje, me<br />

enteré durante la auditoría de los inspectores d<strong>el</strong> BCRA en <strong>el</strong> BLA, no le di<br />

importancia, precisamente porque se presentaba en condición de anónima y<br />

eran chimentos y cargos absolutamente inconsistentes. En ese momento fue<br />

una decisión que tomé, pensando que podía tratarse de una trampa.<br />

En efecto, <strong>el</strong> abogado de Guerrero, <strong>el</strong> doctor Zito Soria, tenía<br />

antecedentes bastante desfavorables, se dedicaba a defender a ladrones y<br />

malvivientes, a pesar de lo cual después llegó a ser juez; por entonces, <strong>el</strong><br />

viernes 31 de octubre al mediodía, me llamó y me dijo: “Saiegh, rájese”. Y me<br />

contó lo que había pasado con Guerrero.<br />

Me pregunté por qué habría de escaparme si no tenía nada doloso que<br />

ocultar, en tanto mi partida iba a certificar lo contrario o daría respaldo a la<br />

versión según la cual era en defensa de mis propios intereses.<br />

No hacerlo fue, tal vez, un acto de ingenuidad, al no evaluar que <strong>el</strong><br />

operativo ya estaba lanzado con una fuerza tal que alrededor de las 4 de la<br />

tarde se presentaría en <strong>el</strong> BLA la División Bancos de la Policía Federal con<br />

unos treinta agentes, entre civiles y uniformados.<br />

Sin orden judicial, procedieron a allanar las oficinas, secuestraron<br />

innumerables carpetas y documentación sobre <strong>el</strong> CL y me detuvieron junto a<br />

otros tres funcionarios d<strong>el</strong> BLA.<br />

Nos llevaron al primer piso d<strong>el</strong> Banco Nación -sede de la División<br />

Bancos de la Dirección de D<strong>el</strong>itos Económicos de la Policía- en la esquina de<br />

Bartolomé Mitre y 25 de Mayo. A partir de ese momento quedé incomunicado y<br />

desaparecido por siete días.<br />

Esos son los prolegómenos de mi secuestro. Días después, cuando<br />

nadie sabía aún sobre mi paradero, los diarios dieron cuenta de lo ocurrido<br />

informando que había sido arrestado <strong>el</strong> vicepresidente de un importante banco,<br />

preso por acusaciones de un empleado infi<strong>el</strong>.<br />

-26-


El titular de una de esas noticias consignó: “Casi desata otra crisis en la<br />

‘city’ un empleado bancario que habría robado u$s 1.500.000 y dio respuestas<br />

falsas a funcionarios de la policía”. (Haga click aquí para acceder a la noticia<br />

publicada en La Razón d<strong>el</strong> 5.11.80)<br />

El hecho de que la prensa se hiciese eco de lo ocurrido fue algo que<br />

operó a mi favor, porque en ese momento caer preso o secuestrado no eran<br />

registros bien diferenciados.<br />

Lo que estaba claro era que los tipos tenían orden de liquidarme, para<br />

no dejar testigos y seguir con la metodología de los desaparecidos. Podrían<br />

haber dicho sin dificultad que mi desaparición había respondido a un<br />

“accidente”, como usualmente se lo designaba, un suicidio. Por eso, sobre <strong>el</strong><br />

final d<strong>el</strong> secuestro y las torturas, me decían: “Liquidate, turco. Te va a salir más<br />

barato”.<br />

En ese fin de semana d<strong>el</strong> 2 y 3/11, durante mi secuestro (cuyo r<strong>el</strong>ato<br />

despliego en este libro) se terminó de concretar la venta d<strong>el</strong> Banco Tornquist al<br />

Crédit Lyonnais, operación anunciada por la carta que le hacen llegar, <strong>el</strong><br />

4.11.80, al BCRA.<br />

-27-


CAPITULO 3<br />

SECUESTRO DE EMPRESARIOS JUDIOS, UNA CAJA ILICITA DE LA<br />

DICTADURA. EL CASO SAIEGH<br />

Los secuestros de empresarios judíos también registraron niv<strong>el</strong>es por<br />

encima d<strong>el</strong> promedio con <strong>el</strong> objetivo de recaudar, apropiarse de riquezas y<br />

usurpar bienes. ¿Fue casualidad que la judía haya sido una de las minorías<br />

comunitarias argentinas más golpeada por las desapariciones? Definitivamente<br />

no.<br />

El Centro de Estudios Sociales (CES) de la DAIA escribió un informe<br />

sobre <strong>el</strong> “Apoderamiento ilícito de bienes” y las extorsiones a empresarios<br />

argentinos de origen judío.<br />

Ese informe explica que los empresarios judíos eran incluidos en los<br />

operativos de secuestro con <strong>el</strong> fin de obligarlos a autoliquidar sus bienes,<br />

entregándolos a funcionarios ligados a la última dictadura cívico-militar.<br />

“En algunos <strong>caso</strong>s, eran liberados a partir d<strong>el</strong> desapoderamiento de<br />

bienes (fue así, por ejemplo, <strong>el</strong> <strong>caso</strong> de José Siderman y de Eduardo Saiegh)”.<br />

El CES detalla sobre la modalidad utilizada en mi Caso: “fue detenido <strong>el</strong><br />

31 de octubre de 1980. Fue mantenido secuestrado durante una semana sin<br />

tener contacto con juez alguno. Durante dicha semana fue torturado, mientras<br />

se le exigía que confesara d<strong>el</strong>itos económicos que justificaran la liquidación d<strong>el</strong><br />

Banco Latinoamericano, cuyo directorio integraba. Liberado una semana más<br />

tarde, <strong>el</strong> directorio que integraba fue presionado para solicitar ‘voluntariamente’<br />

la autoliquidación d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano, pero manteniendo como<br />

contragarantía los bienes patrimoniales de Eduardo Saiegh”.<br />

También menciona la experiencia de José Siderman, secuestrado <strong>el</strong> 24<br />

de marzo de 1976 y liberado en las afueras de Tucumán, una semana<br />

después, con una nota en la que le sugerían abandonar <strong>el</strong> país.<br />

Una vez en <strong>el</strong> exterior, sus propiedades fueron confiscadas y divididas<br />

por <strong>el</strong> Estado, pero así y todo ganó años después un juicio en Estados Unidos<br />

y cobró 6 millones de dólares en resarcimiento, pagados por <strong>el</strong> Procurador d<strong>el</strong><br />

Tesoro de la Nación.<br />

El CES, al referirse a este tipo de modalidad d<strong>el</strong>ictiva, alertó sobre “la<br />

similitud ideológica de estas operatorias con las prácticas de ‘arianización’ de la<br />

propiedad practicadas por <strong>el</strong> nazismo, en las que los propietarios judíos eran<br />

desposeídos de sus bienes porque, en palabras d<strong>el</strong> nazismo, debían ‘pagar los<br />

gastos d<strong>el</strong> traslado de sus congéneres a los campos de trabajo’ (en verdad, se<br />

los obligaba a cubrir los gastos de su propia <strong>el</strong>iminación)”.<br />

-28-


Héctor Timerman, actual canciller argentino, afirmó -en su testimonio<br />

registrado en <strong>el</strong> libro “Zikarón- Memoria. Judíos y militares bajo <strong>el</strong> terror d<strong>el</strong><br />

Plan Cóndor”- que este tipo de secuestros era “una forma de hacer caja para<br />

las dictaduras o los procesos represivos”.<br />

“Todos aqu<strong>el</strong>los judíos que sobresalieron en algo y que podían<br />

amenazar al establishment, desde <strong>el</strong> punto de vista periodístico o empresarial,<br />

fueron secuestrados como parte de la alianza que hubo entre los sectores<br />

económicos y militares”.<br />

Una de las deudas que tiene <strong>el</strong> país “es investigar <strong>el</strong> Caso Graiver”, dijo,<br />

al que catalogó como “<strong>el</strong> <strong>caso</strong> más grande de antisemitismo en la historia<br />

argentina…, fue <strong>el</strong> Caso Dreyfus local”, algo que no es totalmente cierto,<br />

porque <strong>el</strong> verdadero <strong>caso</strong> Dreyfus fue <strong>el</strong> que yo padecí. Tanto fue así que años<br />

después, cuando se cumplió <strong>el</strong> centenario d<strong>el</strong> <strong>caso</strong> Dreyfus, nosotros<br />

presentábamos nuestras notas en <strong>el</strong> Ministerio de Economía con la leyenda<br />

arriba: “En <strong>el</strong> año d<strong>el</strong> Centenario d<strong>el</strong> Caso Dreyfus”.<br />

La forma de hacer “caja” de la dictadura también la explicó Martin<br />

Andersen con su narración sobre <strong>el</strong> secuestro y asesinato de José Polisecki, <strong>el</strong><br />

hijo de un importante empresario de origen judío por quien reclamaron dos<br />

millones de dólares para liberarlo.<br />

Luego de tres semanas de negociaciones, <strong>el</strong> cuerpo d<strong>el</strong> joven de 17<br />

años fue hallado a un costado de la Panamericana.<br />

“En las manos y alrededor de su cadáver había panfletos que sostenían<br />

que Polisecki -que era apolítico- había sido matado por traicionar al ERP. Siete<br />

balas le habían destruido <strong>el</strong> cerebro”, denunció Andersen.<br />

El juez español Baltasar Garzón, entonces a cargo d<strong>el</strong> Juzgado Central<br />

de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional de Madrid, emitió, a través d<strong>el</strong><br />

Sumario 19/97, una orden internacional de detención contra 48 funcionarios de<br />

la dictadura argentina por “presunto d<strong>el</strong>ito de Terrorismo y Genocidio, prisión y<br />

ratificación de la prisión”.<br />

Entre los imputados se encontraban, y aún hoy se encuentran: Jorge<br />

Rafa<strong>el</strong> Vid<strong>el</strong>a, Emilio Eduardo Massera, Omar Domingo, Rubens Graffigna,<br />

Armando Lambruschini, Leopoldo Fortunato Galtieri, Jorge Isaac Anaya,<br />

Antonio Domingo Bussi, Ramón Genaro Diaz Bessone y Luciano Benjamín<br />

Menéndez.<br />

Entre los hechos que se les imputan figuran aspectos r<strong>el</strong>acionados al<br />

terrorismo económico y particularmente <strong>el</strong> ejercido contra <strong>el</strong> empresariado de<br />

origen judío.<br />

Al respecto, <strong>el</strong> juez Garzón especificó -en su pedido de detención- que<br />

“las víctimas de origen judío son especialmente objeto de depredación por<br />

parte de los responsables militares, que se apoderan ilícitamente de sus bienes<br />

-29-


tras la detención, o utilizan la extorsión posterior para que aqu<strong>el</strong>los transmitan<br />

sus bienes a estos”.<br />

“De esta forma -agregó- los empresarios judíos su<strong>el</strong>en ser incluidos en<br />

una serie de secuestros ‘extorsivos’ con <strong>el</strong> objetivo de que autoliquiden sus<br />

bienes, entregándolos a funcionarios ligados a la dictadura militar”.<br />

Y ejemplificó Garzón, entre otros, con mi <strong>caso</strong>, como emblemático:<br />

“En algunos <strong>caso</strong>s, como <strong>el</strong> de Eduardo Saiegh, detenido <strong>el</strong> 31 de octubre<br />

de 1980, se le mantiene secuestrado una semana, durante la cual es<br />

torturado para que confiese supuestos d<strong>el</strong>itos que justifiquen la<br />

liquidación d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano, en cuya dirección estaba<br />

integrado. Una vez liberado, la dirección es presionada para solicitar<br />

‘voluntariamente’ la autoliquidación d<strong>el</strong> Banco, pero manteniendo como<br />

garantía los bienes de Eduardo Saiegh”.<br />

El juez español saca una primera conclusión: “Los datos expuestos a<br />

modo de ejemplo, demuestran indiciariamente que la actuación violenta contra<br />

la comunidad judía en Argentina durante la Dictadura Militar fue algo<br />

preconcebido e institucionalizado como un <strong>el</strong>emento más dentro de las<br />

finalidades ideológicas perseguidas por <strong>el</strong> (mal llamado) Proceso de<br />

Reorganización Nacional, y que <strong>el</strong> origen étnico judío fue un factor<br />

contribuyente a la mayor cru<strong>el</strong>dad d<strong>el</strong> trato, tortura y <strong>el</strong>iminación”.<br />

Jorge Devincenzi, actual funcionario de la Secretaría de Derechos<br />

Humanos de la Nación, explicó que “<strong>el</strong> enemigo interno era todo aqu<strong>el</strong> que <strong>el</strong><br />

poder consideraba como tal y ser acusado d<strong>el</strong>incuente subversivo fue <strong>el</strong><br />

argumento más eficaz, aunque también -amparándose en la influencia de<br />

ciertos sectores de la Iglesia en las FFAA y de seguridad- funcionó <strong>el</strong> ser judío”.<br />

Pero también aclaró que “eran sólo pantallas, t<strong>el</strong>ones que escondían <strong>el</strong><br />

objetivo de desnacionalizar la economía y apropiarse, gracias al poder<br />

discrecional de que disponían, de aqu<strong>el</strong>lo que se les antojara”.<br />

Este informe fue <strong>el</strong>evado oportunamente a la Subsecretaría Legal d<strong>el</strong><br />

Ministerio de Economía de la Nación, dependencia que solicitó la opinión de la<br />

Secretaría de Derechos Humanos sobre si la liquidación d<strong>el</strong> Banco<br />

Latinoamericano, perteneciente al implicado, podía considerarse dentro d<strong>el</strong><br />

accionar de la última dictadura cívico-militar argentina.<br />

El 25 de octubre de 2004, a través de una investigación llevada a cabo<br />

por <strong>el</strong> jefe de Gabinete de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación,<br />

Rodolfo Mattarollo, <strong>el</strong> Estado Nacional consideró y reconoció a través d<strong>el</strong><br />

secretario de Derechos Humanos, <strong>el</strong> doctor Eduardo Luis Duhalde, a los<br />

hechos que me sucedieron como “enteramente compatibles con <strong>el</strong> accionar<br />

d<strong>el</strong> Terrorismo de Estado practicado por la última dictadura militar y<br />

constituye, por lo tanto, una grave cuestión de derechos humanos,<br />

agravados en su condición de judío”.<br />

-30-


CAPITULO 4<br />

LOS 7 DIAS DE “MI SEMANA DE TERROR”<br />

En <strong>el</strong> devenir d<strong>el</strong> mundo parece haber números indisolublemente ligados<br />

al destino de los hombres, la historia colectiva de algunos pueblos y sus<br />

civilizaciones, culturas o creencias.<br />

El siete parece estar aferrado a esta hipótesis, que no es mía sino que<br />

está demostrada desde lejos, desde <strong>el</strong> mismísimo y recóndito tún<strong>el</strong> de la<br />

historia.<br />

-7 días empleó Dios para crear <strong>el</strong> Mundo, a su imagen y semejanza.<br />

Seis trabajó, y <strong>el</strong> séptimo descansó, sólo así se completa <strong>el</strong> ciclo de los 7 días<br />

de la semana, como forma de medir <strong>el</strong> tiempo que vamos viviendo, y así fue<br />

como viví mis 7 días de mi Semana de Terror<br />

-7 son los colores d<strong>el</strong> arco iris aparecido luego d<strong>el</strong> Diluvio, narrado en <strong>el</strong><br />

Génesis, Capítulo 9, Versículo 13 en 7 palabras, cuando Dios le dice a Noé: “Mi<br />

arco he puesto en las nubes”.<br />

-7 son las virtudes: humildad, generosidad, castidad, mansedumbre,<br />

templanza, amor fraterno y diligencia. Y 7 los pecados: orgullo, codicia, lujuria,<br />

ira, gula, envidia y pereza.<br />

-7 es <strong>el</strong> número privilegiado en la simbología judeocristiana, que aparece<br />

desde <strong>el</strong> primer libro d<strong>el</strong> Antiguo Testamento hasta <strong>el</strong> Apocalipsis.<br />

-7 son las semanas que transcurren entre la llegada de la primavera y la<br />

liberación de la esclavitud en Egipto (Pésaj) y la fiesta de la cosecha en <strong>el</strong><br />

judaísmo (Sucot).<br />

-7 es, para la Cábala, la representación de la Ley Divina que rige <strong>el</strong><br />

Universo.<br />

-7 son las ramas d<strong>el</strong> saber para los hindúes, así como sus ciudades<br />

sagradas.<br />

-7 es <strong>el</strong> número d<strong>el</strong> Universo para los teósofos, quienes creen que los<br />

ciclos cósmicos están gobernados por los siete rayos por los que fluye todo lo<br />

que existe bajo <strong>el</strong> Sol.<br />

-7 eran los sabios de Grecia. Pitágoras, uno de <strong>el</strong>los, consideraba que<br />

"<strong>el</strong> número gobierna las formas y las ideas y es la causa de los dioses y<br />

de los demonios". Para Pitágoras <strong>el</strong> 7 representaba la unión de la tríada<br />

humana con la sagrada.<br />

-7 son los brazos d<strong>el</strong> cand<strong>el</strong>abro hebreo y cada uno de esos brazos<br />

tiene un simbolismo particular.<br />

-31-


-7 son las estr<strong>el</strong>las de la Osa Mayor, madre d<strong>el</strong> tiempo y de los siete<br />

poderes para los egipcios.<br />

-7 es <strong>el</strong> número que gobierna la ley cíclica d<strong>el</strong> tiempo para la<br />

Numerología.<br />

-7 son las notas musicales con las que nos d<strong>el</strong>eitan las creaciones de los<br />

grandes maestros de la música a través de infinitas combinaciones.<br />

-7 son las Maravillas d<strong>el</strong> Mundo.<br />

-7 fueron los días que cuenta la historia argentina sobre la Revolución de<br />

Mayo.<br />

-7 días después de haber nacido, <strong>el</strong> varón judío es circuncidado.<br />

La lista, incompleta -por cierto- está plagada de curiosidades que<br />

recorren fascinantes misterios.<br />

Y lo que me pasó y me tocó vivir durante esos siete días trágicos,<br />

sumido en <strong>el</strong> terror y aferrándome a la vida, no fue ningún misterio, sino<br />

una triste y dolorosa realidad que afectó a todos los argentinos, miles y<br />

miles de los cuales han desaparecido sin haber tenido la oportunidad de<br />

defenderse.<br />

No se trata sólo d<strong>el</strong> padecimiento físico, frente al cual <strong>el</strong> tiempo<br />

permite la posibilidad de recuperación, sino d<strong>el</strong> quiebre moral, d<strong>el</strong><br />

derrumbe de la dignidad humana, que era <strong>el</strong> objetivo buscado mediante la<br />

barbarie y <strong>el</strong> terror, inspirada y motorizada por los civiles d<strong>el</strong> proceso<br />

para no dejar rastro de su intervención, porque <strong>el</strong> rol d<strong>el</strong> verdadero<br />

conductor, <strong>el</strong> poder detrás d<strong>el</strong> trono, lo ejercieron José Alfredo Martínez<br />

de Hoz, Alejandro Reynal y los Chicago Boys.<br />

Si <strong>el</strong> destino es un río necesario que fluye, mi vida desembocó en <strong>el</strong> ojo<br />

de una tormenta fatal que me cambió la vida en esos 7 días.<br />

Desde <strong>el</strong> 31 de octubre de 1980 permanecí secuestrado por la dictadura<br />

hasta <strong>el</strong> 7 de noviembre d<strong>el</strong> mismo año, 7 días de un terror alucinante y por<br />

momentos desvariante, de vivir con la muerte cara a cara.<br />

A las 16 d<strong>el</strong> 31, la División Bancos de la Policía Federal, sin orden<br />

judicial, allanó las oficinas d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano, d<strong>el</strong> que era su fundador,<br />

vicepresidente y propietario.<br />

Secuestraron carpetas, me llevaron detenido y permanecí incomunicado<br />

por 7 días sin ser indagado por ningún juez y siendo torturado, con <strong>el</strong> objetivo<br />

de hacerme confesar d<strong>el</strong>itos inexistentes y luego hacerme desaparecer.<br />

-32-


Pero <strong>el</strong> verdadero trasfondo de ese secuestro eran dos objetivos a<br />

través de la desaparición d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano, -<strong>el</strong> único de inversión<br />

creado en un país donde regía la política liberal y de destrucción de la industria<br />

y los grupos económicos nacionales-.<br />

El primero de <strong>el</strong>los fue impulsado por Harguindeguy, Martínez de Hoz y<br />

Reynal: robarme <strong>el</strong> comprador que tenía para mi banco en ese momento y<br />

salvarlo a Francisco Cappozzolo de la quiebra que iba a hundir a todo <strong>el</strong><br />

sistema financiero en 1980, vendiéndole a los franceses, que en realidad<br />

querían comprar mi banco, <strong>el</strong> Tornquist, que era la última joya d<strong>el</strong> grupo,<br />

“casualmente” durante <strong>el</strong> mismo fin de semana en que yo estaba prisionero<br />

bajo la tortura.<br />

El segundo objetivo fue <strong>el</strong> desapoderamiento fraudulento de mi banco<br />

para robarse las acciones de la compañía de Austral Lineas Aéreas que<br />

permanecían en caución en <strong>el</strong> tesoro d<strong>el</strong> BLA, para lo cual tuvieron que<br />

sacarme la “autoliquidación voluntaria” bajo extorsión, apropiarse de EL y<br />

acceder al tesoro para rescatar los títulos. Mucho más simple que los<br />

boqueteros.<br />

El objetivo final de la política financiera consistió en “depurar la plaza”,<br />

casi una modalidad criolla d<strong>el</strong> nazismo económico más acendrado.<br />

Muchos años después de haber sobrevivido a esta experiencia<br />

aterradora, un amigo argentino, int<strong>el</strong>igente y agudo, cuasi filósofo, con muchos<br />

años de residencia en Paris, y siempre al frente d<strong>el</strong> Banco Nación, habiendo<br />

visto pasar todos los negociados que se hicieron y las barbaridades financieras<br />

cometidas por los civiles de la dictadura durante Malvinas, supo decirme que<br />

“como banquero no sabés llorar por <strong>el</strong> ojo de vidrio”, una <strong>el</strong>ipsis que puede<br />

definir a los integrantes patricios de la banca local pero no a mí, porque nunca<br />

me consideré banquero en <strong>el</strong> estricto sentido de la palabra, y menos “usurero<br />

con diploma”.<br />

Uno de los principios de mi vida fue que <strong>el</strong> dinero no es un fin en sí<br />

mismo, sino un medio, un instrumento de pago o de transacción con una<br />

finalidad, que es lo importante. En ese sentido, creo que <strong>el</strong> fin más apropiado<br />

d<strong>el</strong> dinero para <strong>el</strong> ser humano es mejorar su calidad de vida -desde lo material<br />

hasta lo espiritual- para la mayor cantidad de gente posible. Crear<br />

oportunidades, porque de eso se trata la vida: poder mejorarla y que merezca<br />

ser vivida con dignidad, ayudando en la realización personal.<br />

El Banco Latinoamericano fue, en mi vida profesional, la mejor<br />

herramienta que pude imaginar, diseñar y concebir para continuar mi desarrollo<br />

creativo independiente, sin importar los resultados, porque mi propósito es<br />

producir realizaciones en <strong>el</strong> ámbito de la arquitectura y la construcción, la<br />

política, la cultura, <strong>el</strong> arte, la música, la economía.<br />

Me defino como un innovador en mis emprendimientos como arquitecto,<br />

liberal de centro izquierda en <strong>el</strong> quehacer político, y respetuoso de mi identidad<br />

-33-


judía en términos de acervo cultural e identitario, pero primero, como ciudadano<br />

d<strong>el</strong> mundo, asumo mi condición de argentino.<br />

Tengo en este aspecto de la identidad una profunda admiración por<br />

Raymond Aron, ese gran pensador, filósofo y periodista que fue francés y judío,<br />

como a él le gustaba definir su nacionalidad y su identidad. Primero era<br />

francés, porque ahí había nacido, era su país y su patria, después se<br />

identificaba como judío por tradición cultural, a la que no renunciaba pero de la<br />

cual tampoco hacia una práctica.<br />

Es muy interesante analizar <strong>el</strong> pensamiento de Raymond Aron en<br />

r<strong>el</strong>ación con este aspecto de la falsa opción que significa la doble identidad, ya<br />

que la nacionalidad es una, salvo que uno tenga otra falsa, como tanto pasó<br />

durante la represión. La identidad nacional presenta muchas facetas etno-<br />

culturales, cobijadas en una pertenencia a un país en <strong>el</strong> que la diversidad sea<br />

parte de su esencia.<br />

Estoy convencido de que fui perseguido por todo <strong>el</strong>lo, y hasta hoy sufro<br />

las consecuencias en un país que, 35 años después d<strong>el</strong> asalto al poder por la<br />

dictadura, no tiene d<strong>el</strong> todo claro todavía <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de los civiles que fueron<br />

cómplices de los militares y mucho menos había avanzado en su juzgamiento,<br />

pero ahora empieza a tomar conciencia d<strong>el</strong> verdadero rol que tuvieron.<br />

Pero también sé que tengo suerte de estar con vida, con fuerza y coraje<br />

suficiente para seguir dando batalla en esto que se ha transformado, ahora, en<br />

una guerra contra la impunidad como procreadora y causante de la corrupción,<br />

un flag<strong>el</strong>o que atraviesa a la sociedad argentina como un rayo.<br />

Mientras no construyamos una <strong>Justicia</strong> justa, donde todos los<br />

ciudadanos seamos iguales ante la ley, como Nación no tendremos futuro,<br />

porque esa impunidad y corrupción forman un círculo más que vicioso. Y lograr<br />

cortarlo lo más de cuajo posible, será ganar la guerra por lograr un país digno<br />

de ser vivido por todos.<br />

Lo que leerán a continuación no es un r<strong>el</strong>ato condicionado por <strong>el</strong> odio ni<br />

que busque la venganza sino una descripción, un testimonio de un<br />

sobreviviente d<strong>el</strong> aparato represivo de la dictadura cívico-militar, con cicatrices<br />

que me marcaron a fuego en mi objetivo de perseguir la justicia por la justicia<br />

misma.<br />

Soy Eduardo Saiegh, sobreviví a la sala de torturas, a la expoliación de<br />

mi banco y de mis bienes, en definitiva al cercenamiento d<strong>el</strong> proyecto de vida<br />

profesional-empresaria que me había trazado, a manos de una oligarquía<br />

sanguinaria que aún continúa impune, alimentando la hoguera de la corrupción<br />

que asola a nuestro país.<br />

Sobreviví a esas largas noches y días de terror y me prometí iniciar un<br />

lago camino en busca de <strong>Justicia</strong> y Verdad y contar mi historia. Una de las<br />

razones y <strong>el</strong> principal motor para no bajar los brazos es luchar contra la<br />

-34-


impunidad, la causa reproductora de la corrupción que asola y ha devastado a<br />

nuestro país.<br />

No busco revancha sino tratar de hallarme, luego de 30 años de una ya<br />

gravísima impunidad, con <strong>el</strong> Eduardo Saiegh anterior a esos 7 días de terror. El<br />

mismo pero distinto, sosteniendo siempre la integridad como línea de vida.<br />

Menos dolorido, aliviado, y tal vez, un poco más sabio para tratar de<br />

aportar al verdadero sentido de una democracia integradora y participativa, en<br />

un país que me dio la oportunidad de hacer y crear, y en <strong>el</strong> que quiero seguir<br />

viviendo de manera plena junto a los míos.<br />

Siete días, un antes y un después. Una historia que aún continúa<br />

vigente y con un final inexorable de <strong>Justicia</strong> y Verdad.<br />

¿Cómo olvidarlo?<br />

Viernes 31 de octubre de 1980<br />

Un Shabat entre rejas<br />

Era un viernes, como hoy, cuando comienzo a reescribir una vez más,<br />

con <strong>el</strong> dolor moral de las heridas cicatrizadas que se vu<strong>el</strong>ven a abrir, lo que me<br />

tocó vivir hace mas de 30 años, ese viernes 31 de octubre de 1980, que marcó<br />

a fuego <strong>el</strong> resto de mi vida, en un antes y un después, ya que la fuerza d<strong>el</strong><br />

tormento <strong>el</strong>éctrico de la picana es como un rayo que te atraviesa y te ubica<br />

entre la vida y la muerte, y que afortunadamente a mí me arrojó para <strong>el</strong> lado de<br />

la vida.<br />

Yo tenía 43 años entonces, y una trayectoria como arquitecto con<br />

prestigio y muchas satisfacciones profesionales, por proyectos innovadores y<br />

un desarrollo empresarial productivo-constructivo, con evidente y promisorio<br />

crecimiento ,fui aunando ambas vocaciones, siempre buscando innovar en<br />

cada uno de los emprendimientos y asumiendo una posición política en pro de<br />

la justicia social. De allí mi vocación e interés por <strong>el</strong> tema de la arquitectura<br />

social y de los sistemas constructivos, en particular para resolver los problemas<br />

de industrialización de la construcción, entre otros, para culminar con <strong>el</strong><br />

proyecto financiero.<br />

Eran las 15.15 d<strong>el</strong> viernes 31 de octubre de 1980 y estaba reunido con <strong>el</strong><br />

doctor Isaac Lublinsky, gran administrativista, en <strong>el</strong> piso 14 d<strong>el</strong> edificio de<br />

Leandro Alem y Córdoba, que junto con <strong>el</strong> piso 13 formaban <strong>el</strong> “pent-office” que<br />

me había reservado en <strong>el</strong> estudio de arquitectura. Había proyectado y<br />

construido aqu<strong>el</strong> edificio con la primera fachada prefabricada totalmente en<br />

taller y montada en obra que se hacía en <strong>el</strong> país, inaugurado en diciembre de<br />

1975 y donde estaba instalado también <strong>el</strong> BLA, en la planta baja y los primeros<br />

cuatro pisos.<br />

-35-


Sonó <strong>el</strong> interno y me secretaria me informó que en la recepción d<strong>el</strong> 13<br />

había un inspector de la Policía Federal que preguntaba por mí y que quería<br />

subir. Se lo comenté a Lublinsky y me dijo:<br />

- Saiegh, lo acompaño.<br />

- Doctor, no se involucre en esto hasta que no sepamos qué pasa, yo<br />

bajo a ver-, le pedí.<br />

Bajé por la escalera d<strong>el</strong> 14 al 13 y ahí me encontré con <strong>el</strong> personaje. El<br />

rubio Ferrara -después sabría que se llamaba así-, obviamente rubio medio<br />

teñido, bajito pero muy fortachón, pantalón y camisa blanca abierta hasta la<br />

mitad d<strong>el</strong> pecho, cadenitas de oro en la muñeca y en <strong>el</strong> pecho, Rólex de oro.<br />

Me exhibió su credencial, pidiéndome de malos modos que lo acompañe.<br />

Le dije que quería buscar mi saco en <strong>el</strong> 14, y me advirtió:<br />

- Ojo, no se vaya a rajar por la puerta de arriba, que está controlada.<br />

Ahí me di cuenta de que ya tenían mucha información, pero no entendía<br />

claramente qué pasaba. Mi secretaria alcanzó a decirme que la habían llamado<br />

desde <strong>el</strong> banco para decirle que estaba tomado por la Federal. Yo pensé que<br />

exageraban, pero no era para nada así.<br />

“El Rubio” llamó <strong>el</strong> ascensor y me llevó desde <strong>el</strong> piso 13 d<strong>el</strong> Proa, donde<br />

estaba mi oficina, al tercer piso, donde funcionaban las oficinas d<strong>el</strong> Directorio<br />

d<strong>el</strong> Banco.<br />

En <strong>el</strong> ascensor, me dijo fríamente y como una sentencia:<br />

-Se te acabó <strong>el</strong> imperio, pibe. Te cortaron la carrera.<br />

Esos 10 pisos que bajamos, después me llevarían a rememorar aqu<strong>el</strong>la<br />

gran p<strong>el</strong>ícula “Ascensor para <strong>el</strong> cadalso”, con Yves Montand, una especie de<br />

viaje interminable hacia un no sé qué, con una especie de p<strong>el</strong>igro mortal en ese<br />

breve pero premonitorio trayecto.<br />

Era difícil, impactado como quedé, medir <strong>el</strong> alcance de lo que sólo<br />

“parecía” ser una bravuconada más, propia d<strong>el</strong> estilo que la Policía y los<br />

parapoliciales habían adoptado en esos años. Pero no era una bravuconada,<br />

eran los parapoliciales, una parte d<strong>el</strong> aparato de represión actuando a cara<br />

descubierta, sin orden judicial, y Ferrara se rió de mi cuando le pregunté por<br />

esto. “Nosotros no necesitamos orden judicial para actuar”, me dijo.<br />

Empecé a recordar rápidamente que esa mañana, a alrededor de las 12,<br />

me habían advertido t<strong>el</strong>efónicamente sobre lo que iba a ocurrir, pero no lo creí<br />

porque quien me había llamado era Zito Soria, un abogado de muy mala fama<br />

y que defendía a Guerrero, <strong>el</strong> empleado infi<strong>el</strong> d<strong>el</strong> Banco que nos había<br />

estafado.<br />

-36-


Me dijo, en un tono que mezclaba amenaza y consejo: “Rájese, Saiegh,<br />

anoche lo ‘levantaron’ a Guerrero y le dijeron que <strong>el</strong>los prenden <strong>el</strong> ventilador y<br />

que él tire toda la mierda que pueda contra Saiegh”.<br />

Le contesté que no tenía ningún motivo para “rajarme”, y cuando quise<br />

seguir hablando me cortó la comunicación. Ya me había pasado <strong>el</strong> aviso.<br />

No tenía ninguna preocupación sobre lo actuado en <strong>el</strong> Banco, todo era<br />

transparente y correcto, y si huía, era una forma de permitir que se dijera lo<br />

contrario. Tuve tiempo más que suficiente para escaparme, pero no lo hice.<br />

Tenía la conciencia tranquila, pero luego me daría cuenta de que eso no era<br />

condición necesaria ni suficiente.<br />

Cuando las puertas d<strong>el</strong> ascensor se abrieron mi sorpresa fue mayúscula.<br />

El 3º piso, destinado al directorio d<strong>el</strong> Banco, con una extensión de doscientos<br />

metros cuadrados, estaba literalmente tomado por catorce o quince policías de<br />

civil, todos fuertemente armados.<br />

¿Qué era lo que estaba sucediendo?<br />

Compulsivamente fui llevado a mi despacho en <strong>el</strong> banco. Allí comenzó<br />

un interrogatorio absurdo, incoherente, que iba desde preguntas sobre quiénes<br />

integraban <strong>el</strong> directorio, cuánto dinero habíamos “robado”, hasta qué habíamos<br />

hecho con él. ¿Qué dinero? ¿Por qué todas esas preguntas? ¿Qué era lo que<br />

querían? ¿Qué buscaban en realidad? ¿De qué y quienes me acusaban? ¿Qué<br />

pretendían?<br />

Al alcance de la mano estaba la historia completa d<strong>el</strong> banco. Sus<br />

balances. Sus memorias. Los datos de sus operaciones. Pero nada de eso me<br />

era requerido. Las preguntas me llegaban en andanadas, sin tregua, sin tiempo<br />

para atinar siquiera un sí o un no. Indudablemente mis respuestas no sólo no<br />

eran escuchadas, sino, lo que era peor, simplemente no importaban.<br />

¿Cómo imaginar en esos instantes que recién comenzaba lo que en la<br />

jerga d<strong>el</strong> matonaje policial se conoce como “chupada”, “apriete” o “ablande”, y<br />

que eso iba a derivar en “la negociación de mi vida”?<br />

Fue entonces cuando se abrió la puerta y vi asomar la cara de Migu<strong>el</strong>. El<br />

oficial giró sobre sus talones, profundamente violentado, y lo cong<strong>el</strong>ó con la<br />

mirada. Sin dirigirse a mí, me preguntó:<br />

-¿Quién es éste?<br />

Tuve <strong>el</strong> suficiente ánimo para contestarle que era un empleado. Migu<strong>el</strong><br />

se dio cuenta y me siguió <strong>el</strong> juego:<br />

-Perdón, ¿necesita algo, arquitecto?<br />

-No, nada.<br />

La puerta se cerró y sentí un profundo alivio. Prefiero, aún hoy, no<br />

imaginar qué hubiera sucedido si llegaban a enterarse de que Migu<strong>el</strong> era nada<br />

-37-


menos que mi hermano. Prefiero no pensar qué hubiera pasado si nos<br />

secuestraban a los dos.<br />

A alrededor de las 4 de la tarde me introdujeron en un Ford Falcon. Lo<br />

recuerdo bien porque <strong>el</strong> Banco todavía estaba abierto al público.<br />

Desde <strong>el</strong> interior d<strong>el</strong> coche, flanqueado por dos matones, pude ver que<br />

hacían lo mismo con Horacio Tortosa y Néstor Gurfink<strong>el</strong>, ambos gerentes d<strong>el</strong><br />

banco, y con Norberto Rafoul, gerente financiero de Inversai SA, que agrupaba<br />

a las empresas y que no tenía nada que ver con <strong>el</strong> BLA, lo que demostraba que<br />

también se interesaban por <strong>el</strong> tema de las demás firmas.<br />

Y ese muchacho -pobrecito- Gurfink<strong>el</strong>, que era gerente general d<strong>el</strong><br />

Banco Latinoamericano y había hecho toda su carrera en <strong>el</strong> Banco Tornquist<br />

junto a Leonardo Anidjar, director general de esa institución y d<strong>el</strong> grupo<br />

Cappozzolo.<br />

Es que Gurfink<strong>el</strong> había venido a trabajar con nosotros pese a que, varios<br />

meses antes, Anidjar le había advertido que <strong>el</strong> BLA iba a ser inexorablemente<br />

liquidado, hacia fin de año, y cuando me lo comentó al incorporarse yo lo tomé<br />

como una cuestión de despecho d<strong>el</strong> soberbio de Anidjar. Algunos pocos meses<br />

después de estos hechos, un absurdo y extraño “accidente” automovilístico<br />

dejó incapacitado mentalmente a Gurkfink<strong>el</strong> por <strong>el</strong> resto de sus días. Dejo su<br />

nombre aquí escrito, como un homenaje a su honradez y fid<strong>el</strong>idad.<br />

¿Cómo no uní, entonces, <strong>el</strong> “preanuncio” de Anidjar acerca de nuestra<br />

liquidación para fin de año, con lo que estábamos viviendo? Claro, esto me lo<br />

pregunto tiempo después, no en aqu<strong>el</strong> momento, dándome vu<strong>el</strong>tas la cabeza a<br />

mil por hora, sin entender nada. Era eso, dar vu<strong>el</strong>tas y vu<strong>el</strong>tas a algo gravísimo<br />

y que no le encontraba explicación, mientras comenzamos a transitar por la<br />

ciudad sin rumbo fijo, durante casi dos horas interminables, agonizando por la<br />

incertidumbre.<br />

En determinado momento, y para mi asombro, estábamos en <strong>el</strong><br />

Microcentro. No serían más de las 6 de la tarde. Nos detuvimos d<strong>el</strong>ante de la<br />

puerta d<strong>el</strong> Banco Nación, en la esquina de Bartolomé Mitre y 25 de Mayo. Fui<br />

llevado directamente al primer piso, donde -ahí me enteré- opera la División<br />

Bancos que depende d<strong>el</strong> Departamento de D<strong>el</strong>itos Económicos de la Policía<br />

Federal.<br />

Quedar preso en esas condiciones, como si fuera un ladrón, fue la señal<br />

evidente de que la situación venía muy complicada, porque hasta ese momento<br />

sólo podía pensar que tenía r<strong>el</strong>ación con la denuncia anónima. La había<br />

comprado, literalmente, la noche anterior, al inspector d<strong>el</strong> BCRA en <strong>el</strong> BLA,<br />

Reynaldo García, quien dando unas vu<strong>el</strong>tas en mi propio auto me vendió, a<br />

cambio de 30.000 dólares, una copia de la “denuncia anónima” con la que me<br />

estaban presionando desde <strong>el</strong> Banco Central, donde la habían armado para<br />

crear <strong>el</strong> clima que diera cobertura, una excusa a la intervención de los<br />

parapoliciales.<br />

-38-


Sabía que algo podía pasar con esa denuncia falsa, y por eso me<br />

empeñé en conseguirla, pero no imaginé que iba a ser usada en una operación<br />

que recién comenzaba. Nos hicieron subir al primer piso, en vilo, sostenido en<br />

<strong>el</strong> aire sin <strong>el</strong> menor cuidado y con movimientos propios de una impunidad total,<br />

nada menos que en <strong>el</strong> Banco de la Nación Argentina.<br />

Fue mi primer contacto personal con lo que se estaba viviendo en la<br />

Argentina en ese momento, pero nunca había imaginado que me podía llegar a<br />

tocar a mí, ser llevado y tratado así en la División Bancos de la Policía Federal,<br />

en la sede central d<strong>el</strong> Nación, a metros de la Casa de Gobierno.<br />

Ese ingreso, ese momento, cuando era llevado por esa maravillosa<br />

escalera que contribuía a que me sintiera atemorizado, aunque parezca<br />

extraño es uno de aqu<strong>el</strong>los instantes que tengo más presente, uno de los que<br />

recuerdo más claramente a lo largo d<strong>el</strong> tiempo.<br />

Me introdujeron en una oficina a la que se accede luego de tres<br />

escalones, pasando una puerta grande de madera, que da a una sala de<br />

espera en la que había una mampara que separa una oficina que da sobre<br />

Bartolomé Mitre y donde se atiende –teóricamente- al público, con un<br />

mostrador. Luego salía un pasillo hacia la derecha que lleva a una y a otra<br />

oficina. Esto es lo que pude alcanzar a ver cuando entramos.<br />

Y en la salita había una tercera puerta que luego me enteraría que era <strong>el</strong><br />

baño, y que lo que conocería rato más tarde.<br />

A Horacio Tortosa, Norberto Raffoul y Néstor Gurfink<strong>el</strong> los hicieron<br />

sentar en la salita de espera, y a mí me llevaron a la oficina d<strong>el</strong> otro lado de la<br />

mampara y me sentaron en la esquina d<strong>el</strong> rincón, mirando a la pared.<br />

Rememorar y describir aqu<strong>el</strong> momento, mirando <strong>el</strong> ángulo de las dos<br />

paredes grises características de las oficinas policiales, con <strong>el</strong> piso d<strong>el</strong> parquet<br />

antiguo sucio y desgastado, recrear ese entorno, es evocar que sentí que<br />

parecía una situación absurda, ridícula, inevitablemente asociada a los castigos<br />

escolares tradicionales. Llegué a pensar que nunca había vivido una penitencia<br />

en un rincón, ni en la primaria ni en la secundaria.<br />

Me sentía un boludo, me preguntaba cómo era posible que estando los<br />

generales Jorge Shaw y Osvaldo Chescota en <strong>el</strong> directorio d<strong>el</strong> banco, estaba<br />

ahí, en ese momento, viviendo lo que estaba viviendo… sin saber que recién<br />

empezaba <strong>el</strong> baile.<br />

Instintivamente pensé en qué tipo de documentos o cosas que llevaba<br />

encima podían perjudicarme, y recordé que lo único que tenía era un pap<strong>el</strong><br />

chiquito donde registraba claves y ciertos t<strong>el</strong>éfonos, así como algunas<br />

anotaciones e indicaciones.<br />

Como estaba esposado con las manos hacia ad<strong>el</strong>ante, con mucho<br />

disimulo pude llegar hasta mi billetera y, como si los segundos fueran horas,<br />

alcancé a meter los dedos y sacar <strong>el</strong> pap<strong>el</strong>ito. Cuando lo tuve en mis manos lo<br />

-39-


doblé en muchas partes y lo corté luego en tantas que terminó resultando un<br />

manojo de pap<strong>el</strong> picado.<br />

No me quedaba otra posibilidad que tirarlo en <strong>el</strong> piso y, cuando lo estaba<br />

arrojando, veo que aparece una mano por abajo de la silla que agarró los<br />

pap<strong>el</strong>itos, y escucho:<br />

-Con que con esas andamos, así empezamos, vamos a ver qué<br />

rompías. ¡Pero lo hiciste picadillo! Vamos a ver qué dice <strong>el</strong> jefe de esto.<br />

Pero no fue una amenaza, ya que <strong>el</strong> Jefe cumplió…<br />

El comisario Ianib<strong>el</strong>li, jefe de la División Bancos de la Policía Federal -su<br />

forma de hablar ya me había comenzado a ser familiar por oírlo de lejos y como<br />

lo mencionaban- reapareció acompañado por alguien más, que sólo pude ver<br />

de soslayo.<br />

A es<strong>caso</strong>s metros de mí, y con la impunidad más absoluta, ambos<br />

decidieron mi destino:<br />

-¿Qué hacemos con éste? ¿Qué cargo le metemos? Algo hay que<br />

inventarle.<br />

-Póngale privación ilegítima de libertad. Con eso, unos días lo pueden<br />

tener adentro.<br />

Ya solo, Ianib<strong>el</strong>li se me acercó y, como si yo no hubiera escuchado<br />

nada, como si no hubiera estado allí, me informó que me iban a retener por<br />

“orden d<strong>el</strong> juez”, por “privación ilegítima de la libertad”.<br />

Esa era toda la acusación. Parecía un mal chiste. ¿La libertad de quién?<br />

¿A<strong>caso</strong> la mía? Tiempo después pude constatar que en algo, sí, Ianib<strong>el</strong>li no me<br />

había mentido: efectivamente, su interlocutor había sido <strong>el</strong> juez de instrucción<br />

Héctor García Méndez.<br />

No sé cuánto tiempo transcurrió hasta que aparecieron detrás mío tres<br />

hombres que, tomándome de los brazos y levantándome en vilo entre dos -<strong>el</strong><br />

tercero me agarraba de atrás- me llevaron al baño d<strong>el</strong> pasillo principal.<br />

Allí, entre miradas amenazantes y la exigencia de bajarme los<br />

pantalones, sacarme <strong>el</strong> saco y la corbata, trataba de entender qué pasaba.<br />

Miraba dónde estaba, y a los pocos segundos me di cuenta de que era <strong>el</strong> baño,<br />

ya que atrás mío estaban los mingitorios y los inodoros.<br />

Me obligaron a sacarme la camisa hasta la cintura, ya que tenía las<br />

manos nuevamente esposadas, y sentí <strong>el</strong> primer impacto de violencia con <strong>el</strong><br />

que empecé a entender que si así empezaba la cosa…<br />

Había uno de esos piletones de cemento revestidos en azulejos,<br />

profundos. Dos de <strong>el</strong>los estaban llenos de agua y me iban empujando entre los<br />

-40-


tres hacia allí para meterme la cabeza en <strong>el</strong> agua, como para ahogarme, ya<br />

que yo no podía ni siquiera usar las manos para apoyarme.<br />

El impacto emocional que me produjo sentir que empezaban a<br />

torturarme, como <strong>el</strong> shock contra <strong>el</strong> agua, fue mayúsculo. En la sorpresa ni<br />

siquiera había alcanzado a tomar aire y entendí la gravedad de la situación en<br />

la que estaba. Los dos matones, alternativamente, me iban sacando y<br />

metiendo la cabeza en <strong>el</strong> agua desde y hasta <strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo.<br />

Mientras tanto, afuera, otro policía le preguntaba a Tortosa -así me lo<br />

contó luego- si sabía qué era un submarino. Titubeando y presa d<strong>el</strong> temor le<br />

respondió que sí, pero que no sabía si eran los de la guerra o en <strong>el</strong> que se<br />

moja la vainilla.<br />

Ahí nomás <strong>el</strong> agente lo levantó d<strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo y, abriendo la puerta, le mostró<br />

este submarino, mientras <strong>el</strong> otro me empujaba y sumergía mi cabeza.<br />

Aún no sé cómo, al abrirse la puerta y verlo a Tortosa pegué una patada<br />

y zafé d<strong>el</strong> ahogo por unos instantes, pero -casi en un acto de magia macabra-<br />

aparecieron en las manos de los torturadores unas toallas mojadas y retorcidas<br />

con las que empezaron a golpearme salvajemente. Yo quedé en <strong>el</strong> piso hecho<br />

un ovillo para protegerme de la paliza infernal, hasta que apareció <strong>el</strong><br />

subcomisario Cereda y les dio la orden de “parar la mano”.<br />

Evidentemente, y de eso me di cuenta tiempo después, tenían todo<br />

preparado para darme la “bienvenida”, porque las toallas mojadas y retorcidas<br />

ya estaban listas y <strong>el</strong> hecho de tomarlo a Tortosa y mostrarle lo que me<br />

estaban haciendo era <strong>el</strong> comienzo d<strong>el</strong> “ablande”, aplicando una metodología<br />

conocida.<br />

Sabían que tenían que ablandarme de entrada y que tenían “zona<br />

liberada” conmigo.<br />

Así, “bien fajado”, me llevaron al Departamento Central de Policía, a<br />

Defraudaciones y Estafas, donde volví a encontrarme con Tortosa, Néstor y<br />

Norberto. Apenas éramos sombras y no nos animábamos a cruzar palabra.<br />

Sólo nos mirábamos, tratando de adivinar, en <strong>el</strong> silencio d<strong>el</strong> otro, la suerte<br />

corrida.<br />

Sorpresivamente vino la orden: “El turco, a las otras”. Indudablemente <strong>el</strong><br />

“turco” era yo, y me llevaron a una c<strong>el</strong>da a unos 30 metros de allí.<br />

Me sacaron todo lo que llevaba encima, principalmente <strong>el</strong> cinturón, la<br />

corbata y los cordones de los zapatos. Me llevaron nuevamente al patio de las<br />

palmeras y me hicieron caminar unos cuantos metros por <strong>el</strong> mismo pasillo, subí<br />

unos escalones hasta llegar a Robos y Hurtos, donde me introdujeron en una<br />

c<strong>el</strong>da miserable, que medía 1,50 metros de ancho por 2 de largo. La puerta<br />

tenía 1 metro de ancho y quedaba apenas espacio para un camastro de<br />

hormigón empotrado a la pared, de punta a punta, y 1 metro por otros 2 como<br />

espacio para moverme.<br />

-41-


El techo era alto y las paredes, con alisado de cemento, estaban<br />

tapizadas de grafitis y frases que se tapaban unas a otras.<br />

Frente a la puerta había una pared muy alta que tenía, casi pegado al<br />

techo, un ventanuco de 60 centímetros por 40, con barras metálicas. Todo lo<br />

que se podía determinar era si transcurría <strong>el</strong> día o la noche.<br />

No sé si habrá contribuido mi condición de arquitecto, pero sentí que <strong>el</strong><br />

lugar me agobiaba. Que la falta de espacio, la falta de aire, formaba parte d<strong>el</strong><br />

apriete.<br />

Evidentemente eran las condiciones pensadas para un prisionero<br />

“especial”, no para uno común. La recepción con <strong>el</strong> submarino y las toallas me<br />

lo ratificaba. Conmigo no iba a haber consideraciones.<br />

Por supuesto que la cabeza me trabajaba a mil por hora para tratar de<br />

entender qué diablos pasaba, cómo podía ser que estuviera viviendo eso,<br />

sentir la sensación d<strong>el</strong> absurdo de la situación, aún tratando de engañarme a<br />

mí mismo, pensando que era una equivocación. Pero inmediatamente me daba<br />

cuenta de que no podía ser tan ingenuo. Tenía que serenarme y buscar algún<br />

eje de equilibrio emocional que me permitiera hacerme cargo de la situación<br />

que estaba viviendo.<br />

Cada d<strong>el</strong>ito tiene su “status” de alojamiento. Yo, entonces, no lo sabía.<br />

Un metro y medio por dos, banco de hormigón a un costado, puerta de hierro<br />

doble que abría hacia afuera, ventanuco que no ventilaba. Allí fui arrojado.<br />

Por suerte, ese viernes 31 de octubre era un día templado. Esto, claro, lo<br />

pienso hoy. Viernes...Y sí: estas cosas siempre suceden un viernes, para<br />

“aprovechar” <strong>el</strong> fin de semana. Sin duda, “los días” a los que se había referido<br />

<strong>el</strong> interlocutor de Ianib<strong>el</strong>li. Esto, por supuesto, también lo pensé en ese<br />

momento.<br />

Es curiosa la capacidad de autoengaño que tenemos. Sabía que la<br />

negación es común entre los enfermos terminales. Pero cada cual inaugura su<br />

propia experiencia. Solo, en la c<strong>el</strong>da, me repetía y me repetía: “Acá debe haber<br />

un error”. Pronto sabría que no lo había, muy por <strong>el</strong> contrario.<br />

Era muy difícil llegar a imaginar <strong>el</strong> horror intenso con <strong>el</strong> que intentaron<br />

quebrarme. Eso sólo lo sabría tiempo después.<br />

Doblé <strong>el</strong> saco, hice una almohada con él y me recosté. Sentí hambre y<br />

ganas de ir al baño. Y ahí empezó mi suplicio. Yo no puedo dormir sin antes<br />

orinar. Es un hábito que adquirí de niño. Me desesperé. Perdí toda capacidad<br />

de raciocinio.<br />

Seguramente canalicé allí la angustia contenida. Comencé a golpear y<br />

patear la puerta con una terquedad de la que yo mismo, hoy, me asombro.<br />

Para qué…<br />

-42-


La reacción no se hizo esperar. Dos hombres con unos palos largos<br />

entraron y, en medio de insultos, mientras yo me tiraba al piso hecho un ovillo y<br />

me protegía la cabeza con los brazos, literalmente me molieron a golpes, tanto<br />

que a veces se golpeaban entre <strong>el</strong>los por la estrechez d<strong>el</strong> espacio. Quedé<br />

tendido en <strong>el</strong> piso, casi sin aire, y <strong>el</strong> cuerpo entero que me hervía por <strong>el</strong> dolor y<br />

<strong>el</strong> calor de cada palazo, pero con las mismas ganas de orinar.<br />

Eso fue cerca de las 12 de la noche, y creo que nunca me voy a olvidar<br />

de tantas “campanadas” juntas que sonaron, y aún resuenan, en mi interior. Me<br />

recuerdan <strong>el</strong> terror que sentí en ese momento interminable, esa noche infinita<br />

en la cual no encontraba posición y forma de ubicarme como para aliviar <strong>el</strong><br />

dolor de todo <strong>el</strong> cuerpo lastimado, mientras sabía que empezaban a tratar de<br />

quebrar más y más mi dignidad.<br />

Empecé a sentir en cuerpo y alma <strong>el</strong> terror en toda su dimensión, porque<br />

entendí que si estas cosas comenzaban así era muy difícil que terminaran bien,<br />

ya que era evidente que operaban como zona liberada y que <strong>el</strong> primer objetivo<br />

era ablandarme, todo lo posible. ¿Ablandarme para qué, cuál era <strong>el</strong> objetivo<br />

que había para propinarme este tratamiento salvaje?<br />

No recuerdo exactamente si esa noche dormí o no, si <strong>el</strong> sueño venció<br />

finalmente, si <strong>el</strong> cansancio pudo más que <strong>el</strong> temor y la desesperación. Pero lo<br />

que sí recuerdo bien es que esa noche pude sentir en todo <strong>el</strong> cuerpo cómo se<br />

juntaba <strong>el</strong> dolor físico y <strong>el</strong> moral, y una emoción, una mezcla de bronca,<br />

impotencia e incertidumbre, mientras me preguntaba en qué baile me habían<br />

metido. También entendí que necesitaba reponerme internamente, y si esto<br />

recién empezaba debía prepararme para lo peor. Quizá a partir de entender<br />

eso pude dormitar un rato.<br />

A las 2 de la mañana -sabía que estaba en <strong>el</strong> Departamento de Policía,<br />

pero no en qué lugar- escuché una sirena, una campana y una voz a través de<br />

un parlante que vociferaba: “Incendio en Salta y Cochabamba, dos minutos<br />

para salir, dos minutos para salir”.<br />

Parecía como si me despertara de una pesadilla, aunque en realidad<br />

volvía a <strong>el</strong>la.<br />

El sobresalto me sirvió para darme cuenta de que me encontraba arriba<br />

d<strong>el</strong> patio de Bomberos, en la parte que da a la avenida B<strong>el</strong>grano. También para<br />

empezar a sentir en carne propia la intensidad de la paliza recibida.<br />

Con <strong>el</strong> preso común se tenía en ocasiones en aqu<strong>el</strong>la época, y si había<br />

suerte, cierta consideración. Pero muy diferente es con <strong>el</strong> cautivo. Y yo estaba<br />

en cautiverio.<br />

Esto no lo podía saber ni comprobar por entonces, ya que la intervención<br />

policial fue tan “oficial” que no me imaginaba que estaba “cautivo” de la<br />

Federal.<br />

-43-


Por un cautivo se paga rescate; por un preso, no. Y yo no estaba preso<br />

oficialmente, estaba secuestrado por “izquierda”, en manos de la derecha.<br />

Lo mío no era un secuestro exprés -cómo los que se pusieron en boga<br />

mucho más tarde-: era un secuestro “a la carte”, por un pedido especial.<br />

Enfrentado, ahora, a recuperar en mi memoria esos siete días de<br />

cautiverio, es inevitable que me generen tanta solidaridad los testimonios<br />

conocidos de tantas y tantas víctimas poco después de finalizado <strong>el</strong> mal<br />

llamado “Proceso de Reorganización Nacional”.<br />

¿Qué más puedo contar de esos siete días? ¿Qué puedo agregar que<br />

no se haya dicho ya a través de los juicios, y los torturados y vejados que<br />

narraron sus desgracias vividas?<br />

Que mi <strong>caso</strong> tuvo vinculación directa con lo político y lo económico en<br />

simultaneo, desde lo “canibalístico” hasta lo inquisitorial. Desde ya que no fui <strong>el</strong><br />

único. Combal, los Grecco, también sobrevivieron. Pero hubo otros que no,<br />

como Osvaldo Sivak y Benjamín Neuman, y muchos más. Pero fuimos muy<br />

pocos los que sobrevivimos a las sesiones de torturas de la División Bancos.<br />

A las 4 de la mañana me sacaron de la c<strong>el</strong>da para llevarme a registrar:<br />

frente, perfil, fotografía con <strong>el</strong> número en <strong>el</strong> pecho y, obviamente, <strong>el</strong> consabido<br />

“pianito”, la toma de hu<strong>el</strong>las digitales.<br />

Recuerdo que me pregunté en ese momento: si la cosa empezaba tan<br />

formalmente, y la recepción ya había sido con los golpes y la paliza, ¿cómo iba<br />

a seguir, qué intensidad iba a tener lo que todavía se venía? La que me<br />

esperaba…<br />

Allí volví a encontrarme con Norberto, Tortosa y con Gurfink<strong>el</strong>.<br />

Terminado <strong>el</strong> trámite, los cuatro en fila, desandamos <strong>el</strong> camino.<br />

Recuerdo que sentí una enorme congoja por <strong>el</strong>los, por la situación en la<br />

que estaban. Y no podía dejar de sentirme responsable a pesar de saber que<br />

no había cometido d<strong>el</strong>ito alguno.<br />

Afortunadamente, en <strong>el</strong> camino había un baño y nos dejaron usarlo.<br />

Norberto y yo tratamos de intercambiar alguna palabra, pero fue imposible.<br />

Sólo recuerdo su muda expresión al descubrir cómo me habían golpeado.<br />

De regreso a mi c<strong>el</strong>da, <strong>el</strong> cansancio pudo más que <strong>el</strong> dolor y la angustia.<br />

Dormité hasta las 6 de la mañana.<br />

-44-


Sábado 1 de noviembre<br />

La siniestra t<strong>el</strong>araña<br />

Ese sábado amaneció para mí muy temprano, tanto por los dolores en<br />

todo <strong>el</strong> cuerpo, que prácticamente no me dejaban mover y que parecían crecer,<br />

como por ese extraño rayo de luz que entraba entre los barrotes d<strong>el</strong> ventanuco.<br />

Vi cómo cambiaba la sombra de ubicación y me di cuenta que si hacía una<br />

observación atenta iba a poder tener una noción d<strong>el</strong> transcurso d<strong>el</strong> tiempo,<br />

aunque fuera un tiempo de agonía, de incertidumbre, que parecía destinado a<br />

desembocar en la muerte.<br />

Eran las circunstancias, <strong>el</strong> momento, <strong>el</strong> lugar, la situación para que la<br />

incertidumbre se apoderara de mi con mayor fuerza e intensidad, a medida que<br />

iba tomando conciencia de lo que estaba viviendo.<br />

Cuando me trajeron un jarro de mate cocido y un pedazo de pan viejo<br />

estaba por preguntarle la hora al carc<strong>el</strong>ero, pero preferí no hacerlo, porque me<br />

lo imaginé pegándole una patada al jarro para dejarme sin nada para tomar.<br />

Nunca había desayunado mate cocido frío con pan duro. Algo que puede<br />

ser común para tantas personas se convirtió en una experiencia única para mi,<br />

y contribuyó a que asimilara mi situación.<br />

Intuí que eran alrededor de las ocho. Luego, durante <strong>el</strong> día, cuando hubo<br />

más luz natural, <strong>el</strong> deslizamiento de la sombra de los barrotes me ayudó en <strong>el</strong><br />

cálculo de las horas.<br />

Ese sábado, en la obligada soledad de la c<strong>el</strong>da, comenzó a tomar forma<br />

la sospecha que tenía acerca de que estaba siendo víctima de una macabra y<br />

siniestra maniobra.<br />

Era indudable que no me podían acusar de nada, estaba seguro. Pero lo<br />

que se hacía más evidente, especialmente en los interrogatorios a los que me<br />

habían sometido hasta ese momento, era que ni siquiera tenían un objetivo<br />

claro sobre qué querían saber o pretendían de mí.<br />

No me habían exigido hasta ese momento una confesión determinada ni<br />

me habían expresado una incriminación concreta.<br />

Las preguntas eran tan confusas como la situación misma en la que<br />

estaba envu<strong>el</strong>to. Y sin embargo, por algún motivo, por alguna razón, yo estaba<br />

allí, pero no tenía ninguna posibilidad de precisarla.<br />

Hasta en lo que parece ser totalmente irracional hay un trasfondo de<br />

lógica, y por eso entonces me impuse recordar, atar cabos y más cabos. A<br />

medida que lo fui haciendo, seguí corroborando que había caído en la red de<br />

una trampa tan siniestra que me resistía a pensar que pudiera ser cierta, por lo<br />

kafkiana y perversamente inhumana.<br />

-45-


¡Es increíble la capacidad de adaptación humana! Esa mínima c<strong>el</strong>da ya<br />

empezaba a ser mía. También me iba acostumbrando a la soledad, a los<br />

ruidos, a reconocer los horarios. Pero -de todas maneras- se me hacía muy<br />

difícil pensar, concentrarme un poco. Seguía mirando absorto cómo se iba<br />

desplazando la sombra de los barrotes y, cuando debía ser <strong>el</strong> mediodía,<br />

abrieron la puerta de la c<strong>el</strong>da y me pasaron un tenedor, un plato de lata con<br />

dos o tres cucharones de polenta recalentada y algunos pedazos de carne<br />

dura. No pude comer, sentí repulsión.<br />

Rato después recibí una sorpresa: era un paquete de alimentos que, me<br />

dijeron, me habían mandado, pero inmediatamente pensé que no era para mí.<br />

Eran unos sandwiches de miga, secos y viejos. En un primer momento pensé<br />

que se habían equivocado, que debía ser para otro preso, pero no tardé en<br />

darme cuenta que allí no había margen para <strong>el</strong> error. Ese mismo día me<br />

hicieron saber que abajo, en la Alcaldía, estaba detenido Guerrero. El ex<br />

empleado infi<strong>el</strong> que nos había estafado en <strong>el</strong> banco y a quien habían usado<br />

para armar la denuncia anónima, estaba en una “suite” con baño privado, como<br />

me dijeron <strong>el</strong>los. Deslumbrado por la posibilidad, mordí <strong>el</strong> anzu<strong>el</strong>o. Traté de<br />

sobornarlos con mil promesas para que me pasaran a ese lugar. La respuesta<br />

fue contundente: “No, boludo, esa es para los chorros en serio”.<br />

Entonces entendí que iban a usar todos los recursos posibles para<br />

quebrarme. No había improvisación en nada de lo que hacían o me<br />

decían. No tendrían demasiado claro por qué estaba allí, pero la<br />

metodología era una y se había puesto en marcha. Eran “profesionales”.<br />

¡Y vaya si conocían <strong>el</strong> oficio!<br />

Pasar la noche d<strong>el</strong> sábado en una c<strong>el</strong>da es una experiencia imborrable.<br />

Sobre todo para aqu<strong>el</strong>los que por entonces no teníamos idea de lo mucho que<br />

padecían otros miles y miles de argentinos por aqu<strong>el</strong>los días. Y también para<br />

los que hemos hecho d<strong>el</strong> sábado un ritual. Y ese sábado me pesó fuerte<br />

anímicamente con la certeza de la soledad y las ausencias: mi familia, mis<br />

hijos, mis amigos, la promesa distendida d<strong>el</strong> domingo.<br />

Acostumbrado al sauna y al r<strong>el</strong>ax a la tarde y a la cena con amigos y la<br />

familia por la noche, la situación y <strong>el</strong> momento que estaba viviendo tenía<br />

ribetes dantescos, dramáticos, ya que a pesar de ir teniendo claro que me<br />

habían metido en una trampa, no podía dejar de desechar la idea de que podía<br />

haber una equivocación, o a<strong>caso</strong> era una forma de darme una esperanza, una<br />

chance. Pero eso era una ingenuidad o un engaño a mí mismo, ya que no<br />

podía haber error en tamaña brutalidad. Estaba todo orquestado con<br />

premeditación y alevosía.<br />

Lo que querían era quebrarme moralmente, y empecé a entender que mi<br />

desafío, precisamente, era evitar que lo lograran. Para poder amortiguar y<br />

entender lo que estaba viviendo tenía que encontrar las claves que me<br />

orientaran.<br />

Si lograba atar esos cabos iba a saber por qué estaba ahí, y eso me iba<br />

a dar fuerzas, a partir d<strong>el</strong> entendimiento, para aguantar. Sin duda, fue una<br />

-46-


forma casi instintiva de aferrarme a la vida. Debía internalizar que tenía que<br />

resistir <strong>el</strong> quiebre y que <strong>el</strong> intento por doblegarme no iba a ser sólo físico sino<br />

también, y fundamentalmente, sobre mi mente, mis emociones.<br />

Ya no me importaba entonces si había o no frazada, si esa noche iba a<br />

dormir en <strong>el</strong> piso, o si me iban a dejar ir al baño. Debía serenarme. Encadenar<br />

las piezas d<strong>el</strong> rompecabezas tratando de que tomaran formas los hechos<br />

vividos y lo que estaba pasando. Yo sabía que tenía un objetivo en ese<br />

momento y que tenía que escuchar a mi conciencia y a mi intuición, que eran<br />

las que me hablaban interiormente.<br />

Por alguna razón, lo primero que apareció en mi memoria fue mi<br />

encuentro con Norberto Peruzzotti, <strong>el</strong> entonces director ejecutivo de ADEBA<br />

(Asociación de Bancos Argentinos), de la que <strong>el</strong> BLA era socio. Era una<br />

deducción muy <strong>el</strong>emental, pero fue la punta d<strong>el</strong> ovillo que me permitió avanzar.<br />

Después de todo, <strong>el</strong> Departamento de Policía dependía d<strong>el</strong> Ministerio d<strong>el</strong><br />

Interior, es decir d<strong>el</strong> general Albano Harguindeguy.<br />

Recordé, entonces, que tres días antes de mi “detención” había recibido<br />

una amable invitación de Peruzzotti para tomar una copa en <strong>el</strong> Plaza Hot<strong>el</strong>.<br />

Al rato de sentarnos apareció <strong>el</strong> tema de la venta d<strong>el</strong> BLA:<br />

-¿Y, Saiegh? ¿Cómo andan las negociaciones con los franceses?<br />

No le mentí, me pareció muy pertinente la pregunta y sentí la necesidad<br />

de sincerarme con Norberto, que luego continuó siendo un amigo muy solidario<br />

y afectuoso.<br />

-Iban bien, pero justo en <strong>el</strong> final de la negociación, en <strong>el</strong> momento de<br />

formalizarse, Reynal nos mandó una inspección general al banco. ¿Se imagina<br />

la impresión que les causó a los franceses, que justamente estando <strong>el</strong>los<br />

haciendo la auditoría caigan los inspectores d<strong>el</strong> Banco Central?-, le dije.<br />

-¿Pero usted piensa que Reynal lo hizo a propósito?<br />

-Y… no sé.<br />

Reaccioné diplomáticamente. Realmente no había pensado a fondo la<br />

respuesta.<br />

Lo había tomado como un hecho premeditado, aunque en ese momento<br />

sin explicación lógica. Todavía no sabía que Capozzolo andaba desesperado a<br />

la búsqueda de un comprador para su Banco Tornquist, ya que era su única<br />

tabla de salvación para evitar la quiebra de todo su grupo, y que iba arrastrar a<br />

gran parte d<strong>el</strong> sistema financiero, como ya lo había hecho con <strong>el</strong> BIR.<br />

Pero quien muy bien lo sabía era Alejandro Reynal, <strong>el</strong> vicepresidente<br />

ejecutivo d<strong>el</strong> Banco Central de la República Argentina, que había orquestado<br />

toda la maniobra desde la institución estatal en combinación con la Policía<br />

Federal, para robarme <strong>el</strong> comprador d<strong>el</strong> banco y desviarlo hacia Capozzolo, tal<br />

como me enteraría luego que lo hicieron ese mismo fin de semana.<br />

-47-


Pero allí, en la c<strong>el</strong>da, con los golpes y <strong>el</strong> dolor a cuestas, la<br />

interpretación de aqu<strong>el</strong> episodio comenzaba a ser diferente. Peruzzotti conocía<br />

<strong>el</strong> círculo de amigos de Harguindeguy; d<strong>el</strong> ministro de Economía, José Alfredo<br />

Martínez de Hoz, y, también, de Paco Capozzolo.<br />

¿Por qué su deseo de saber si Reynal había obrado premeditadamente?<br />

¿Tenía esto algo que ver con lo que me había dicho Capozzolo en su<br />

despacho d<strong>el</strong> Banco Tornquist unos veinte días antes? “Mirá, Saiegh, que yo<br />

soy muy amigo de Harguindeguy”. Y había insistido: “Pero mirá que<br />

Harguindeguy viene a comer acá al banco casi todos los días”.<br />

Debí haber puesto una cara muy extraña porque enseguida agregó:<br />

“No... Te lo digo para... para que sepas”.<br />

¿Saber qué?<br />

¿A<strong>caso</strong> había sido una advertencia? ¿De qué? ¿De que él quería entrar<br />

en tratativas con los franceses por la venta d<strong>el</strong> Tornquist?<br />

La c<strong>el</strong>da se había transformado en un espacio para que mi cabeza<br />

desarrollara un abanico infinito de posibilidades. Pero había algunos puntos de<br />

convergencia:<br />

-La sociedad y estrecha amistad d<strong>el</strong> ministro d<strong>el</strong> Interior Harguindeguy<br />

con Francisco “Paco” Capozzolo.<br />

-La r<strong>el</strong>ación de Reynal, a la cabeza d<strong>el</strong> manejo d<strong>el</strong> Banco Central, con<br />

Harguindeguy;<br />

-La necesidad urgente de Capozzolo de vender <strong>el</strong> Banco Tornquist.<br />

-El recuerdo d<strong>el</strong> propio director general de ese banco, Leonardo Anidjar,<br />

diciéndole a su colaborador inmediato, Néstor Gurfink<strong>el</strong>, que no fuera a trabajar<br />

como gerente operativo al BLA porque iba a ser inexorablemente liquidado<br />

antes de fin de año. Pensar que creía, en ese momento, que sólo se lo decía<br />

para disuadirlo.<br />

¡Era increíble, pero tenía la bola de cristal y no me había dado cuenta!<br />

Pero Anidjar sabía mucho, no había bola de cristal, él sabía la verdad de los<br />

hechos y también por qué yo permanecía secuestrado, precisamente, en ese<br />

momento.<br />

No era simple coincidencia la de ese sábado y esto después lo sabría,<br />

ya que mientras yo estaba secuestrado, en la estancia d<strong>el</strong> campo de<br />

Capozzolo se c<strong>el</strong>ebraba un asado para agasajar a los d<strong>el</strong>egados d<strong>el</strong> Crédit<br />

Lyonnais. Mediante un arreglo privado con los dos representantes franceses,<br />

es decir coimas, logró llegar a un acuerdo para venderles su banco. Tanto fue<br />

así, y después me enteraría, que <strong>el</strong> lunes se presentó ante <strong>el</strong> Banco Central la<br />

carta d<strong>el</strong> banco vendedor notificando la operación.<br />

Ya empezaba a quedar clara la “operación tenaza”, sobre mí, de<br />

Capozzolo y Harguindeguy -por un lado- y los Reynal y Martínez de Hoz -por <strong>el</strong><br />

otro-.<br />

-48-


Y aunque desconocía los motivos de tamaño ensañamiento, también<br />

tenía claro que estaba viviendo la época d<strong>el</strong> proceso más sangriento de la<br />

historia de Argentina y que cualquier cosa podía pasarme, por lo que la imagen<br />

y la realidad de la muerte empezaron a rondarme en la cabeza cada vez con<br />

mayor intensidad.<br />

A partir de este razonamiento pude empezar a asumir parte de una<br />

realidad, que había caído en una trampa mortal, ya que en esa época<br />

miramientos no se tenían para con nadie, lo único que importaba eran los fines,<br />

era la época de la razón de la fuerza y no de la fuerza de la razón.<br />

No había razón que valiera, y la historia y los hechos que me tocaron<br />

vivir me lo demostrarían.<br />

Creo que ese día sábado, en <strong>el</strong> que tal vez con premeditación me<br />

dejaron descansar físicamente, me agotaron mentalmente.<br />

Unir y decodificar las piezas d<strong>el</strong> rompecabezas ya era una tarea titánica<br />

para mí en ese momento, en <strong>el</strong> que se me juntaba la denigración física con la<br />

moral.<br />

Pero por suerte tenía algo a favor todavía, y eran todos mis años de<br />

terapia psicoanalítica, en la que había aprendido que era muy importante<br />

mantener la serenidad y la calma en los momentos de mayor gravedad y<br />

desestabilización fruto de la incertidumbre.<br />

Sigo pensando que sin esa experiencia terapéutica, de tantos años de<br />

búsqueda d<strong>el</strong> equilibrio emocional, y <strong>el</strong> haberme forjado durante tantos años en<br />

<strong>el</strong> manejo de las dudas más desestabilizadoras y en <strong>el</strong> desarrollo de recursos<br />

para encararla, no hubiera podido contar este tramo de la historia de mi vida,<br />

que me marcó a fuego, en un antes y un después de esos siete días terroríficos<br />

y agónicos, que recién empezaban a transcurrir…<br />

Me sentía agotado, pero por primera vez había empezado a perder esa<br />

sensación angustiante de soledad e incertidumbre que daban las cuatro<br />

paredes de la c<strong>el</strong>da. Sí, estaba “a la sombra”, como se dice vulgarmente. Pero<br />

entre las sombras comenzaba a vislumbrar algo de luz, y por alguna razón<br />

extraña sentí que esa luz no venía de afuera.<br />

Esa noche de sábado me dormí muy tarde. Pedí agua y no me dieron.<br />

Pedí ir al baño y tampoco me dejaron. Golpeé y golpeé la puerta. Y<br />

nuevamente me golpearon mucho.<br />

Los muchachos tenían que ir “a-blan-dán-do-me”. Y no precisamente<br />

“hablándome”.<br />

-49-


Domingo 2 de noviembre<br />

De la angustia a la esperanza. Con un pie entre la vida y la muerte<br />

¡Cómo nos domestican los hábitos! Pese al frío, al hambre, a la<br />

suciedad, al dolor, esa mañana de domingo, cuando desperté, a pesar de que<br />

casi no había podido dormir un rato prolongado en toda la noche, entendí<br />

nuevamente que estaba entre la vida y la muerte, en manos de terceros,<br />

sabiendo que eran sicarios que actuaban por órdenes recibidas de los sátrapas<br />

civiles socios d<strong>el</strong> mal llamado Proceso, y <strong>el</strong> deseo de sobrevivir me generó una<br />

angustia tal que sentí como un gran agujero en todo <strong>el</strong> pecho.<br />

Sentía que esa angustia se realimentaba a sí misma. Era un mar de<br />

sensaciones arrasadoras, en <strong>el</strong> que se combinaban y superponían <strong>el</strong> instinto<br />

por conservar la vida, la desesperación, la esperanza, la resistencia interior<br />

para conservarla, la desazón y <strong>el</strong> terror por la posibilidad de que se me<br />

escapara, que ya no la sintiera y que, con <strong>el</strong>lo, se fueran mis escasas<br />

posibilidades de resistir.<br />

Después de un rato, y cuando empecé a reponerme, comencé a<br />

entender que tenía que cuidarme, pero no sabía cómo hacerlo. Sentí que,<br />

aunque fuera irreal, tenía que “evadirme” de la situación que estaba viviendo...<br />

y ap<strong>el</strong>é a la imaginación.<br />

Estando cautivo en esas condiciones, no es que sólo sintiera que<br />

permanecía encerrado entre cuatro paredes, en un cubículo ínfimo, sucio, en<br />

una situación inhumana. Había a mi alrededor otra c<strong>el</strong>da, otro espacio sin<br />

salida: la puerta desaparecía de mi percepción y de mis sensaciones, no<br />

parecía posible que pudiera atravesarla para poner fin al encierro.<br />

Sentí que la imaginación podía ser una salida virtual. Ap<strong>el</strong>ar a la<br />

capacidad de imaginar, a veces innata, que tenemos los arquitectos, y que<br />

afortunadamente me acompañó en toda mi trayectoria profesional y<br />

empresarial, hasta ese momento y aún hoy.<br />

Pensé, imagine que mediante los recuerdos, otras vivencias, podía sentir<br />

que en realidad no estaba ahí, en esa mísera c<strong>el</strong>da, sino en mi casa. Empecé a<br />

imaginarme sentado en <strong>el</strong> jardín, leyendo los diarios, pensando en <strong>el</strong> asado d<strong>el</strong><br />

mediodía, ese ritual dominguero que empezaba con un buen desayuno y la<br />

lectura infaltable de La Nación, Clarín y algún otro medio de los que había en la<br />

época, y pensando en <strong>el</strong> encuentro d<strong>el</strong> mediodía con toda la familia, algunos<br />

pocos amigos y la presencia infaltable de mi madre. Y fue entonces, a partir de<br />

conectarme y sentir lo que mi madre debía estar sufriendo en ese momento, al<br />

igual que mi mujer y mis hijos, que me invadió una congoja muy grande, por <strong>el</strong><br />

dolor y la angustia que estarían viviendo. Pensé que mi madre no podría llegar<br />

a soportar mi muerte y mucho menos en esas condiciones.<br />

Sentí que si me dejaba arrastrar tanto por la angustia por mi situación y<br />

la de mi familia, angustia que me atravesaba <strong>el</strong> pecho, iba a entrar fácilmente<br />

en una depresión que me debilitaría frente a lo que me esperaba. Por eso,<br />

-50-


haciendo un gran esfuerzo emocional, volví mentalmente a la imagen de los<br />

diarios d<strong>el</strong> domingo, ya que se suponía que si una persona desaparecía los<br />

diarios iban a dar cuenta de <strong>el</strong>lo<br />

¿Qué diría Joaquín Morales Solá en Clarín? ¿Hablaría de mí? No, por<br />

supuesto que no. De aparecer, mi <strong>caso</strong> estaría planteado como <strong>el</strong> de un<br />

banquero que había defraudado. Era para la página policial, no para la sección<br />

Política y, menos, para la de Economía. Qué equivocado estaba.<br />

¡Todavía no me había dado cuenta cuán política y económica era la<br />

situación que estaba viviendo! Y sin embargo era más que para la sección<br />

Policiales: todo era parapolicial!<br />

Pensé que ese día se me iba a hacer interminable porque, siendo<br />

domingo, iba a estar con la expectativa d<strong>el</strong> lunes y una supuesta indagatoria<br />

judicial, pero en <strong>el</strong> Departamento de Policía no podía haber ninguna actividad,<br />

aunque después comprendiera cruentamente que para los parapoliciales sí<br />

habría tareas especiales, por lo que intenté pasar las horas repasando todo lo<br />

que había entr<strong>el</strong>azado <strong>el</strong> día anterior, sobre todo lo que había vislumbrado la<br />

noche anterior. Eso continuaba girando en mi cabeza y volví a probar cómo<br />

encajaban las piezas d<strong>el</strong> rompecabezas, y a medida que las repasaba y las<br />

revisaba, más me cerraba.<br />

Razonaba, acosado por las sospechas y las intrigas, las dudas y<br />

también por las certezas de los hechos, a las que no podía quitarle <strong>el</strong><br />

significado tenían.<br />

Pero, ¿con quién hablar? ¿Con quién reflexionar? ¿Con quién cambiar<br />

opiniones? ¿Con quién desahogarme? Hasta los “muchachos” me habían<br />

dejado tranquilo. ¡Cuán equivocado estaba!<br />

Lo que más aumentaba mi ansiedad era pensar en <strong>el</strong> lunes, en la<br />

esperanza de que <strong>el</strong> juez me llamara, me tomara declaración y advirtiera que<br />

todo eso no era más que una barbaridad. Pero inmediatamente aparecía <strong>el</strong><br />

final de la horrible pesadilla que estaba viviendo, llevándome a la cruda<br />

realidad, ya que volvía a mi mente <strong>el</strong> diálogo de Ianib<strong>el</strong>li con <strong>el</strong> juez: “a éste lo<br />

pueden tener siete días adentro con lo de privación ilegítima de libertad”. Allí<br />

volvía a tomar conciencia de que los tiempos estaban ya marcados, y la<br />

esperanza pasajera se me iba transformando otra vez en angustia profunda, en<br />

<strong>el</strong> discurrir de la vida y la muerte.<br />

A todo esto se sumaba que me dolía mucho todo <strong>el</strong> cuerpo. La noche<br />

anterior no había hecho <strong>caso</strong> a lo que me había recomendado uno de los<br />

guardias y probé dormir en <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o. Tiré una manta en <strong>el</strong> piso, volví a poner <strong>el</strong><br />

saco como almohada e intenté dormir. No pude. Volví a subir al camastro de<br />

hormigón a ver si ahí lo lograba, y creo que tampoco pude. Ya no lo sé.<br />

Hoy sí recuerdo que por alguna razón, tal vez no tan extraña, soñé esa<br />

noche d<strong>el</strong> sábado al domingo con situaciones que aún hoy reaparecen, pero<br />

que por suerte no puedo llegar a retener. A pesar de la angustia intenté<br />

-51-


mantenerme con la esperanza de seguir vivo, ya que todavía no sabía lo que<br />

estaba ocurriendo, que era objeto de un plan de trampa y ablande, d<strong>el</strong><br />

profesionalismo de los muchachos, y que muy pronto conocería los sótanos d<strong>el</strong><br />

terror en toda su expresión.<br />

Serían alrededor de las 10.30 u 11 de la mañana cuando entraron<br />

abruptamente, como hacían siempre. Sin que entendiera qué sucedía, me<br />

sacaron al pasillo y comenzamos a caminar casi los mismos treinta metros d<strong>el</strong><br />

primer día. Creo que me llevaron a la sección Defraudaciones y Estafas. Había<br />

allí unas ocho o diez c<strong>el</strong>das, todas seguidas, pero más chicas que la que yo<br />

estaba y con tabiques que la separaban, que no llegaban hasta <strong>el</strong> techo.<br />

Abrieron una y me arrojaron dentro. Después comencé a oír la<br />

transmisión de un partido de fútbol. El volumen comenzó a subir y a oírse en<br />

forma exasperante, parecía como que tenía auriculares puestos al máximo, me<br />

vibraban en toda la cabeza. Pedí, grité que por favor bajarán <strong>el</strong> sonido hasta<br />

que de pronto comencé a oír quejidos humanos desgarradores, pero no<br />

entrecortados o espaciados, sino constantes gritos humanos, desgarradores,<br />

producto d<strong>el</strong> dolor de un cuerpo humano al que literalmente estaban<br />

desgarrando pedazo a pedazo.<br />

La desesperación se apoderó de mí y empecé a golpear la puerta,<br />

pidiendo a gritos que pararan de torturarlo, grité y pateé tanto que me sacaron<br />

entre dos y me metieron en otra c<strong>el</strong>da, pero peor que aqu<strong>el</strong>la en la que estaba.<br />

No tenía luz y estaba cerrada por un ci<strong>el</strong>orraso, a diferencia de las demás, por<br />

lo que no entraba aire por ningún lado, salvo por la rendija de la puerta de<br />

chapa, y <strong>el</strong> olor a podrido era insoportable.<br />

Aún así se podían oír los quejidos d<strong>el</strong> pobre destrozado. A los pocos<br />

minutos se oyó que se abría la puerta de entrada al lugar donde estaban todas<br />

esas c<strong>el</strong>das, y salieron los dos policías cerrando la puerta con llave desde<br />

afuera. Evidentemente me querían tabicar en cualquier posible diálogo con <strong>el</strong><br />

torturado y por eso me habían cambiado de c<strong>el</strong>da.<br />

Después sobrevino un largo e inacabable silencio sepulcral y luego <strong>el</strong><br />

t<strong>el</strong>ón de fondo eran los quejidos d<strong>el</strong> inf<strong>el</strong>iz torturado.<br />

Imaginé, dada la hora, que habían salido para comer, a pesar de que a<br />

mí no me habían dado ni un trago de agua. Me acurruqué en un rincón hecho<br />

un ovillo, ya que <strong>el</strong> miedo, y más que miedo, <strong>el</strong> terror, se había apoderado de<br />

mí en toda su dimensión, y a pesar de eso estaba tratando de entender lo que<br />

estaba viviendo. Y lo que estaba viviendo era eso, un pánico infinito, lindante<br />

con la muerte, ya que la forma de metérm<strong>el</strong>o con tal intensidad fue con esa<br />

demostración en carne viva de lo que es destrozar a un ser humano, sin<br />

piedad, un día domingo, en que habitualmente los muchachos no trabajan, pero<br />

esa changa la habían hecho especialmente para mí.<br />

Evidentemente me mostraron, sin que viera, lo que <strong>el</strong>los querían que<br />

notara: un salvaje ablande, hasta dónde se podía llegar con <strong>el</strong> terror y <strong>el</strong><br />

destrozo de un ser humano. El mensaje era: “mirá cómo quedan”. Y fue mucho<br />

-52-


más fuerte e intenso en mi ser interior, más que <strong>el</strong> “ablande” que había recibido<br />

hasta ese momento, ya que sin decirme una sola palabra, me hicieron una<br />

demostración muy profesional, una prueba de que sabían operar muy bien las<br />

torturas y vejámenes. Faltaba que dijeran: que pase <strong>el</strong> siguiente. Yo.<br />

Uno se resiste a veces a ver la muerte tan cerca, a pesar de tenerla<br />

indisolublemente integrada a la vida y saber que algún día nos llega. Por algo<br />

dicen que a la vida nadie la tiene comprada, y sin embargo <strong>el</strong> tiempo me<br />

demostraría que no era así, porque uno en esta vida, por más imaginación que<br />

tenga, tal vez no puede llegar a imaginar su muerte. Pero peor es vivir la<br />

muerte, yo ya no necesitaba imaginarla, ya que la había vivido con <strong>el</strong> destrozo<br />

de ese ser humano, en <strong>el</strong> silencio reinante y los quejidos que aún salían d<strong>el</strong><br />

torturado. La sentía en carne propia en <strong>el</strong> total y amplio sentido de la palabra, y<br />

al sentirla en carne propia, quedé preso d<strong>el</strong> terror y d<strong>el</strong> pánico.<br />

Te la muestran para que vos digas, para que implores: así no, prefiero<br />

un balazo… Pero en cualquier <strong>caso</strong> es como tocarla y volver, es como<br />

“probárs<strong>el</strong>a”.<br />

Además, hay que vivirlo para contarlo, y en la situación en que estaba,<br />

ya veía que no iba a poder “contar la historia”.<br />

Y entonces volví a preguntarme qué va a pasar conmigo, porque en<br />

realidad no había ninguna razón para llegar a torturarme a mí, pero ya no podía<br />

discriminar si la razón tenía algo que ver con lo que estaba viviendo, eso de<br />

empezar a transitar por la cornisa de la muerte.<br />

Habrían pasado unas dos horas cuando abrieron la puerta de mi c<strong>el</strong>da.<br />

Pensé que me sacarían, pero metieron adentro a ese hombre que habían<br />

destrozado. Ese pobre hombre no era más que un desecho humano,<br />

ensangrentado y golpeado por todas partes. Comprendí que lo de la radio<br />

había sido en principio un recurso para que no se oyeran los alaridos de la<br />

víctima y las preguntas y la charla entre <strong>el</strong>los. ¿Me tocaba <strong>el</strong> turno a mí? ¿O lo<br />

habían dejado allí para asustarme?<br />

No supe qué hacer. Si acercarme o mantenerme alejado. Cada<br />

respiración suya terminaba en un ronquido sordo y desgarrador. Me quedé en<br />

un rincón y él, que no se podía ni mover, en <strong>el</strong> otro. Inmóviles los dos, ya que<br />

por lo menos yo era consciente de que estaban d<strong>el</strong> otro lado de la puerta<br />

escuchando para ver qué hacía con ese destrozo humano.<br />

Desamparados, cada uno con su historia, pero de alguna manera sentí<br />

que los dos estábamos muertos en vida. A partir de ahí, perdí la noción d<strong>el</strong><br />

tiempo. Ya no sabía si era de día, de noche, si había amanecido otra vez.<br />

Realmente después de la sesión que había oído sin presenciar, y al tener entre<br />

mis ojos las consecuencias, me identifiqué corporalmente con esos retazos<br />

humanos, y fue tan intenso que perdí la noción d<strong>el</strong> tiempo, que es como perder<br />

la noción de la vida.<br />

-53-


A la vez, desde algún lugar recóndito, la vida me hacía sentir que<br />

todavía no me había cortado <strong>el</strong> cordón fuerte y concreto que me ataba a <strong>el</strong>la. Y<br />

que me debía aferrar a ese cordón, y aunque no sabía cuál era o qué era,<br />

sentía que debía hacer lo posible para no soltarlo, además porque no tenía<br />

ninguna otra alternativa, aunque sea como un náufrago aferrado a un cabo,<br />

sólo que atado al destino y a una convicción interna, <strong>el</strong> instinto de<br />

sobrevivencia. Parecía que estaba atado a la nada, pero no era la nada. Si era<br />

lejano en <strong>el</strong> tiempo... casi infinito... pero era la vida, y tal vez simplemente era<br />

por aqu<strong>el</strong>lo de que la esperanza es lo último que se pierde.<br />

Volví a atravesar la pérdida de la noción d<strong>el</strong> tiempo, y así, entre <strong>el</strong><br />

cansancio y <strong>el</strong> terror, me fui quedando dormido en <strong>el</strong> rincón donde me había<br />

acurrucado, hecho un ovillo, ya sin capacidad de razonamiento, sólo<br />

entendiendo claramente que era la razón de la fuerza la que imperaba, y que a<br />

<strong>el</strong>la me iba a tener que someter.<br />

Creo que eran como las seis de la mañana cuando me sacaron para<br />

llevarme nuevamente a la c<strong>el</strong>da anterior.<br />

Pensé que por ser lunes correspondía que me llevaran ante <strong>el</strong> juez a<br />

declarar. Cuán equivocado estaba, ya que a los segundos me volvían a<br />

aparecer las palabras d<strong>el</strong> juez acerca de cómo me podían retener hasta <strong>el</strong><br />

jueves o viernes.<br />

Lunes 3 de noviembre<br />

De vu<strong>el</strong>ta al trabajo, terror y torturas<br />

Es casi un ritual histórico de la humanidad aqu<strong>el</strong>lo de que <strong>el</strong> lunes es la<br />

vu<strong>el</strong>ta al trabajo y en general se interpretaba e interpreta como la vu<strong>el</strong>ta al<br />

yugo. Y ha sido precisamente <strong>el</strong> trabajo, a través de la explotación d<strong>el</strong> ser<br />

humano, <strong>el</strong> que produjo los grandes movimientos sociales a lo largo de la<br />

historia, y también de donde surgieron los más diversos tipos de tareas,<br />

materiales o int<strong>el</strong>ectuales, y por eso tan cierto aqu<strong>el</strong>la frase <strong>el</strong> trabajo<br />

dignifica al hombre. Y ahí está precisamente <strong>el</strong> meollo de la cuestión acerca<br />

d<strong>el</strong> trabajo, cuando es digno o cuando no lo es.<br />

Y esto viene al <strong>caso</strong> porque durante las sesiones de tortura se me<br />

cruzaron muchas veces por la cabeza recuerdos de la obra “El Señor<br />

Galíndez”, de Tato Pavlosky, estrenada por él mismo alrededor de 1973 en <strong>el</strong><br />

teatro Payró. Obra que, en su momento, fue un shock cultural muy<br />

conmovedor, al desnudar la versión pseudo humana d<strong>el</strong> torturador desdoblado<br />

en su personalidad, en un padre extremadamente amoroso con su hija y, al<br />

mismo tiempo, extremadamente sádico y terrorífico en su oficio de torturador y<br />

d<strong>el</strong> cual se ufanaba y se consideraba un experto. Y sin embargo <strong>el</strong> hombre<br />

estaba trabajando, ganándose <strong>el</strong> pan con la sangre y <strong>el</strong> desgarro de sus<br />

víctimas. Hay trabajos que son más que d<strong>el</strong>itos terroríficos y hay trabajos que<br />

son dignos, la mayoría.<br />

-54-


Debieron pasar unas cinco o seis horas hasta que abrieron nuevamente<br />

la puerta y me sacaron. Aqu<strong>el</strong> hombre continuaba en <strong>el</strong> mismo lugar, pero no<br />

sé si aún respiraba. Me llevaron otra vez a mi c<strong>el</strong>da. Al pasar por <strong>el</strong> patio, me di<br />

cuenta de que serían las 8 ó 9 de la mañana, por <strong>el</strong> movimiento de gente que<br />

había, que verifiqué a pesar de la corta distancia hasta mi c<strong>el</strong>da.<br />

En <strong>el</strong> camino, uno de <strong>el</strong>los solo me dijo:<br />

- ¿Te diste cuenta cómo quedan? Te conviene confesar todo y<br />

terminarla.<br />

Pero esta vez no pregunté: ¿Confesar qué? Aún tenía la remota<br />

esperanza de que ese lunes me llevaran ante <strong>el</strong> juez para aclarar todo. Aún no<br />

había podido conocer en “carne propia” cuál era la presunta justicia en nuestro<br />

país, lo cual me llevaría todavía muchísimos años.<br />

casa.<br />

Entrar a mi c<strong>el</strong>da después de aqu<strong>el</strong>la noche, fue casi como entrar a mi<br />

Dos horas después vinieron a buscarme y me condujeron a una<br />

habitación que había en <strong>el</strong> extremo d<strong>el</strong> pasillo.<br />

Esta vez eran otros los “operadores”, ya que a pesar de las capuchas<br />

que tenían puestas, a diferencia d<strong>el</strong> día anterior que actuaron a cara<br />

descubierta –una demostración de impunidad y omnipotencia-, solo la voz de<br />

uno de <strong>el</strong>los era la misma que ya había oído. Empezaba <strong>el</strong> baile y no era<br />

precisamente de carnaval. Por eso de las capuchas era más <strong>el</strong> baile de la<br />

muerte.<br />

Me sacaron la camisa y me sentaron en una silla casi sin respaldo y con<br />

las manos esposadas atrás, y ahí comenzaron otra vez las mismas preguntas,<br />

los golpes y las patadas.<br />

Señalándome un lugar preciso, que no había podido advertir antes por<br />

mi posición, me dijeron:<br />

-¿Ves lo que hay ahí, en esa mesa de madera? (¿O era un <strong>el</strong>ástico<br />

grande con cuatro patas?) ¿Ves <strong>el</strong> aparato que hay allí?<br />

Lo vi y se me hizo un nudo en la garganta. De pronto me vi reflejado en<br />

aqu<strong>el</strong> hombre despedazado, y claro, después de la demostración que me<br />

habían hecho sobre cómo dejaban a sus víctimas inermes, la idea de la muerte<br />

volvió a instalarse en la escena, pero más que nada empecé a sentirla en <strong>el</strong><br />

cuerpo, eso que decimos vulgarmente como “gran cagazo”, y precisamente la<br />

demostración era para que no me quedara duda alguna sobre lo que estaba<br />

enfrentando. El resto era cuestión mía.<br />

Las mismas preguntas d<strong>el</strong> primer día. Las mismas d<strong>el</strong> sábado: ¿Dónde<br />

estaba la guita que habíamos “afanado”? ¿Qué habíamos hecho? Y, por<br />

-55-


supuesto, los golpes. Especialmente puntapiés y patadas en la espalda, a la<br />

altura de los riñones, a través de la silla sin respaldo.<br />

Comenzaron a golpearme con mayor furia, casi sin descanso, mientras<br />

seguían preguntando: ¿Qué hacían los generales retirados Jorge Shaw y<br />

Oscar Chescota en <strong>el</strong> directorio d<strong>el</strong> Banco? ¿Quiénes firmaban, quiénes no<br />

firmaban, qué hacíamos con <strong>el</strong> dinero? ¿Había certificados falsos?<br />

En un instante de respiro, atiné a gritar:<br />

-Les voy a contar la verdadera historia...<br />

Y ahí pararon. ¡Me pareció un milagro! Comencé a hablar sin saber<br />

siquiera qué les iba a decir. Necesitaba tiempo para recomponerme. Tiempo.<br />

Empecé a contarles que había empezado a trabajar desde chico, que<br />

hacía obras porque era arquitecto, sobre cómo habíamos ganado como<br />

empresa constructora en la licitación de viviendas para Yacyretá, lo que me<br />

había pasado con Alejandro Reynal y Jorge Bustamante en Corrientes, en<br />

1978/79, cuando ambos eran ministros de la dictadura en la provincia, y <strong>el</strong><br />

conflicto en la zona que me armaron a partir de haberme sido adjudicada la<br />

obra de viviendas de la villa transitoria y luego la villa permanente de la<br />

represa. Mis viviendas venían desde Paraná, Entre Ríos, donde tenía la fábrica<br />

que había instalado en 1974, y <strong>el</strong> conflicto entre correntinos y entrerrianos era<br />

de vieja data, y lo supieron aprovechar. Que había trabajado para los<br />

sindicatos, que era peronista y judío.<br />

En ese momento hubo una reacción inmediata.<br />

-¡Ah! Judío, banquero, ¡y encima peronista! ¿Qué te pasa? ¿Sos loco?<br />

¿Qué te falta ser? ¿Puto y negro...?-. Todos se rieron con estos insultos.<br />

Como si hubiéramos estado en torno de una mesa de café, empezaron<br />

su joda: “¡Como negro no podés ser, vamos a ver cuán puto sos!<br />

Ahí nomás empezaron a quebrarme, primero emocionalmente, mediante<br />

bromas, agravios de baja calaña, y al final en <strong>el</strong> cuerpo, ya que la violación<br />

tanto física como moral es previa al quiebre de una persona, salvo que uno<br />

“imagine” aqu<strong>el</strong>lo de “r<strong>el</strong>ájate y aguanta”. Pero no hay imaginación que valga<br />

frente a una violación.<br />

Y fue tal, una violación en todo <strong>el</strong> sentido de la palabra. Pasaron una<br />

soga a través de la cadena de las esposas y por una roldana que había en la<br />

pared empezaron a izarme hasta dejarme colgado, apenas con la punta de los<br />

pies en <strong>el</strong> piso.<br />

Ahí nomás me bajaron los pantalones de un tirón, vi que de un rincón<br />

traían un tarro de grasa y mirando por encima de mi hombro noté que uno de<br />

<strong>el</strong>los tenía en la mano un bastón de policía. Ya preferí no ver más, escuché<br />

como metían <strong>el</strong> bastón en <strong>el</strong> tarro y ahí nomás, de una sola maniobra, me lo<br />

-56-


metieron en <strong>el</strong> culo, con lo que pegué un salto tal que despegué los pies d<strong>el</strong><br />

piso y traté de colgarme de la soga de las esposas. Pero todo fue inútil. El dolor<br />

d<strong>el</strong> desgarramiento era insoportable, como era insoportable la sensación de<br />

placer que sentían los hijos de puta a medida que me metían y me sacaban <strong>el</strong><br />

palo.<br />

Luego de este vejamen, donde no sólo <strong>el</strong> dolor físico era lo evidente,<br />

sino <strong>el</strong> sentimiento de quiebre moral y de la dignidad, imposible de explicar con<br />

palabras, y como si los muchachos con esto se hubieran tranquilizado un poco,<br />

imprevistamente <strong>el</strong> clima había cambiado. Pero no en todos. Uno de <strong>el</strong>los<br />

argumentó que yo había inventado todo mi r<strong>el</strong>ato para “zafar”.<br />

Por un instante me pareció que iban a empezar otra vez, pero por suerte<br />

había llegado la hora de comer y como los “muchachos” tenían hambre, me<br />

dejaron solo, esposado a la silla.<br />

Cuando concluyó la sesión de torturas, me costó entender algo tan<br />

sencillo como cuál era mi lugar en este mundo, en qué mundo estaba viviendo.<br />

El alivio misérrimo por <strong>el</strong> hecho de que la sesión de tormentos había concluido<br />

se entremezclaba con la degradación por lo vivido y con <strong>el</strong> pánico por lo que<br />

pudieran ser capaces de hacerme en las siguientes tandas.<br />

Alrededor de una hora después apareció uno de <strong>el</strong>los, morocho, gordito.<br />

Sin hablar me abrió las esposas y me entregó un paquete de comida. Se quedó<br />

observándome, apoyado en la pared:<br />

-A la tarde vas a ir a reconocer las carpetas.<br />

-¿Qué carpetas?, pregunté.<br />

-Mirá, tratá de zafar, pibe. Porque se te va a hacer muy larga la cosa.<br />

Morfá tranquilo y preparate que vamos a ir a revisar y reconocer como tuyas las<br />

carpetas.<br />

Dos horas después me vinieron a buscar. Bajamos las escaleras, me<br />

dieron <strong>el</strong> saco, la camisa, sin la corbata, y desde <strong>el</strong> garaje de la Policía salimos<br />

en un Falcon rojo por la calle Sáenz Peña. Cuando vi que <strong>el</strong> auto se<br />

encaminaba hacia Plaza de Mayo, por Hipólito Yrigoyen, me invadió una<br />

sensación de tranquilidad. No sabía adónde me llevaban pero, por <strong>el</strong> momento,<br />

mi destino no era quedar tendido en una zanja.<br />

No eran más de las 3 de la tarde. Entramos por San Martín, luego<br />

Bartolomé Mitre, cruzamos Reconquista y antes de llegar a 25 de Mayo nos<br />

detuvimos frente a lo que había sido una de las sucursales d<strong>el</strong> Banco de<br />

Intercambio Regional (BIR). Me metieron en un ascensor y me llevaron hasta <strong>el</strong><br />

cuarto piso. Allí, en una de las oficinas, habían concentrado todas nuestras<br />

carpetas. Las d<strong>el</strong> Banco, las de Saico -mi empresa constructora-, y las de otras<br />

-57-


firmas que integraban mi grupo. No tardé en darme cuenta de que estaban<br />

haciendo un análisis contable de todas mis empresas y de otras a <strong>el</strong>las<br />

vinculadas.<br />

De lejos lo vi a Norberto Raffoul, primo hermano mío, economista que<br />

tenía a su cargo la coordinación administrativa d<strong>el</strong> holding Inversai S.A., que<br />

agrupaba a todas mis empresas. Tenía una cara de sufrimiento que<br />

angustiaba. No sé cuál sería la mía, debía estar desencajado como él, o mucho<br />

más, por los golpes recibidos, porque me miró con una expresión casi de<br />

espanto.<br />

“Cantá todo”, me dijeron. Y de nuevo, por enésima vez, las mismas<br />

preguntas. Claro, allí sin golpes. “¿Dónde está la guita? ¿Dónde están todos<br />

estos préstamos?” Y sorpresivamente comenzaron a hacer referencias a la<br />

compra de un terreno en Esmeralda y Arroyo: suponían que había sido<br />

sobrevaluado.<br />

Bruscamente las preguntas giraron a la venta d<strong>el</strong> Banco<br />

Latinoamericano. ¿Por qué quería venderlo? ¿Cuánto hacía que estaba en<br />

eso? Fue suficiente para que yo advirtiera que ahí, precisamente, estaba <strong>el</strong><br />

nudo d<strong>el</strong> conflicto; que lo que había imaginado era verdad.<br />

También me di cuenta de que <strong>el</strong>los, en ese momento, ya sabían por qué<br />

me tenían secuestrado, y para mi ya empezaba a estar claro que las torturas<br />

eran para sacarme una confesión de algún d<strong>el</strong>ito, aunque fuera inventado, pero<br />

que les sirviera para apretar la situación d<strong>el</strong> BLA y les justificara la intervención<br />

d<strong>el</strong> BCRA, para tomar <strong>el</strong> control de la entidad y continuar con la maniobra de<br />

desapoderamiento que habían planeado.<br />

Sabían que estaba en juego la venta d<strong>el</strong> banco, pero obviamente no<br />

hicieron ninguna alusión al Tornquist, ya que las preguntas iban cada vez<br />

menos dirigidas hacia <strong>el</strong> tema de la negociación con los franceses, y tiempo<br />

después me daría cuenta <strong>el</strong> motivo de este cambio en los interrogatorios<br />

A alrededor de las 6.30 ó 7 de la tarde dieron por terminado <strong>el</strong> “trabajo”.<br />

Habían pasado más de tres horas. Mis fuerzas se habían agotado física y<br />

mentalmente, tanto por la sesión de la mañana como por la de la tarde en <strong>el</strong><br />

reconocimiento de la documentación, con preguntas que iban todas dirigidas a<br />

apretarme para sacar alguna confesión mía que les permitiera usarla en contra<br />

d<strong>el</strong> banco.<br />

Me volvieron a meter en <strong>el</strong> Falcon rojo y desandamos <strong>el</strong> camino hacia lo<br />

que creí que sería <strong>el</strong> Departamento de Policía. Mi desesperanza fue total al ver<br />

que a pocas cuadras nos desviábamos y nos dirigíamos a otro destino.<br />

Mientras me estaban vendando los ojos, me animé a preguntarles si <strong>el</strong> juez me<br />

iba a tomar declaración.<br />

-¡Qué juez ni juez! ¿Estás en pedo, de qué juez me estás hablando?<br />

¿Qué tiene que ver la <strong>Justicia</strong> en esto?<br />

-58-


Les pedí que me cambiaran de c<strong>el</strong>da pero no me escucharon, e<br />

inmediatamente me doblaron en <strong>el</strong> asiento para que no se viera que iba<br />

vendado. Estaba muy dolorido. Sobre todo en la espalda y la cintura. Al<br />

enfriarse <strong>el</strong> cuerpo, casi no podía moverme.<br />

Parecía que <strong>el</strong> viaje iba a ser rumbo a la c<strong>el</strong>da. Pero tenía una “escala”<br />

intermedia, en algún lugar que ya no podía ver. Al llegar a no sé dónde, pero<br />

era una entrada de garage porque <strong>el</strong> auto bajó a un subsu<strong>el</strong>o, me sacaron y me<br />

llevaron a alguna habitación. Aunque tenía la venda y estaba esposado sentí<br />

que pasábamos por una puerta, y ahí comenzó otra sesión de “ablande”, ésta<br />

más a fondo, ya que habían visto que a pesar de cómo me habían tratado a la<br />

mañana, no consiguieron sacarme nada autoincriminatorio. Inmediatamente<br />

escuché que se cerraba la puerta y corrían un pasador.<br />

Uno de <strong>el</strong>los se ocupó de verificar que la venda estuviera bien ajustada,<br />

<strong>el</strong> otro de soltarme las esposas y <strong>el</strong> otro de sacarme <strong>el</strong> saco y la camisa, para<br />

volver inmediatamente a esposarme por la espalda. De bajarme y sacarme los<br />

pantalones y <strong>el</strong> calzoncillo se ocuparon dos de <strong>el</strong>los, mientras <strong>el</strong> tercero me<br />

tenía agarrado de atrás por las esposas.<br />

Así, cuando me tuvieron totalmente desnudo -en bolas es poco decir ya<br />

que por primera vez en mi vida sentía que habían logrado desnudarme por<br />

dentro y vulnerado otra vez mi dignidad-, me iban empujando hacia atrás hasta<br />

que caí primero sentado sobre lo que reconocí enseguida como <strong>el</strong> borde de un<br />

<strong>el</strong>ástico de cama, viejo y vencido. Siempre esposado, me empujaron para<br />

terminar de acostarme en <strong>el</strong> <strong>el</strong>ástico antiguo. Con las manos esposadas atrás,<br />

tenía todo <strong>el</strong> peso de mi cuerpo sobre <strong>el</strong>las, por lo que se clavaban en los<br />

alambres.<br />

Y allí vino algo que no me esperaba ni siquiera en la imaginación y en la<br />

fantasía, ya que estaqueado como estaba en ese momento, uno de esos<br />

animales se paró con un pie de cada lado d<strong>el</strong> camastro, arriba mío, se arrodilló<br />

en posición de defecar y empezó a cargarme sobre la panza y la ingle.<br />

A lo único que atiné fue a cerrar los ojos y tratar de evadirme<br />

mentalmente de algo que ni siquiera había visto en p<strong>el</strong>ículas, en las situaciones<br />

más truculentas o escatológicas.<br />

Para terminarla <strong>el</strong> mismo hijo de puta me dijo: “La próxima va en la cara<br />

y te hago abrir la boca, así que anda pensando si vas a confesar o no”<br />

Sin más, empezaron a tirarme agua por todo <strong>el</strong> cuerpo, tanto para<br />

lavarme un poco como para prepararme para la picana.<br />

Inmediatamente se me hizo presente la conmoción d<strong>el</strong> shock <strong>el</strong>éctrico<br />

de la picana. Repitieron la pregunta sobre si iba a reconocer o no algún d<strong>el</strong>ito<br />

en <strong>el</strong> banco y, ante mi silencio, empezaron a darme latigazos y con toallas<br />

mojadas por todo <strong>el</strong> cuerpo. También volvieron con los golpes y la amenaza de<br />

que <strong>el</strong> próximo castigo sería con la picana.<br />

-59-


Además de los golpes y dolores, mi desesperación era total, porque<br />

parecían incapaces de encontrar un límite para su objetivo de quebrarme, y yo<br />

mismo ignoraba <strong>el</strong> límite hasta <strong>el</strong> cual podría aguantar, lo que hacía que la<br />

situación, más allá de las reiteradas vejaciones, fuera diabólica.<br />

Después de algunas horas de sesión de apriete, de ablande,<br />

azotándome con las lonjas de cuero y las toallas, me llevaron al Departamento<br />

de Policía que, curiosamente, quedaba a muy pocas cuadras d<strong>el</strong> lugar en <strong>el</strong><br />

que habíamos estado. Tiempo después me enteré que podría ser la famosa<br />

“oficina Coordina”, de Coordinación Federal de la policía.<br />

Ya en la c<strong>el</strong>da, golpeé la puerta pidiendo ir al baño. Era un riesgo, pero<br />

después de todo, si reaccionaban mal, peor de lo que ya estaba era imposible.<br />

De pronto se abrió y un viejo se me tiró encima. Insultándome.<br />

Empuñaba en su mano un pesado garrote. Era la primera vez que lo veía. No<br />

recuerdo exactamente qué le dije, aunque sé que le rogué. El viejo me miró y<br />

me dejó ir. Cuando regresé -<strong>el</strong> baño estaba a unos diez metros, en la otra<br />

punta d<strong>el</strong> pasillo- <strong>el</strong> viejo me preguntó por qué estaba allí.<br />

Le dije la verdad: que no lo sabía, que creía no haber hecho nada. Muy<br />

rápidamente le sinteticé mi historia. Me escuchó con atención y dijo: “Hace muy<br />

poco tiempo, en esta misma c<strong>el</strong>da, estuvo uno de los directores de<br />

Ferrocarriles Argentinos. Igual que a usted se la hicieron. Lo reventaron, al<br />

pobre”.<br />

Y me acordé que efectivamente hacía poco tiempo había estado preso<br />

un representante de Ferrocarriles que había vendido los ferry que hacían <strong>el</strong><br />

cruce d<strong>el</strong> río en Zárate. La noticia había sido recogida por los diarios y recordé<br />

que me había quedado la idea de que lo habían “usado” como chivo expiatorio<br />

de una maniobra fraudulenta en la venta de los ferry, en beneficio de los<br />

jerarcas económicos de la dictadura.<br />

Indudablemente <strong>el</strong> viejo se apiadó: “Vea cómo lo dejaron ¡Qué hijos de<br />

puta son!”, murmuró para él mismo.<br />

Se quedó en silencio, meneando la cabeza. Después agregó: “Venga,<br />

quédese en esta c<strong>el</strong>da de acá al lado, que es un poco mejor”. Y tirándome una<br />

manta en <strong>el</strong> piso, para mi sorpresa me dijo que me acostara boca abajo y<br />

empezó a masajearme la espalda y los hombros, me dijo algo que fue<br />

fundamental para mi sobrevivencia desde ese momento. Era consejo de un<br />

viejo conocedor de la técnica parapolicial y de los torturadores:<br />

-Van a tratar de quebrarlo física y moralmente, pero no les crea<br />

cuando le digan que la tortura se terminó, no les crea, no baje los brazos,<br />

manténgase firme como pudo hasta ahora y no les afloje, porque si los<br />

baja creyendo que se terminó la tortura... ahí nomás lo quiebran.<br />

Recuérd<strong>el</strong>o.<br />

-60-


Cómo no iba a recordarlo si esa noche apenas pude dormir, ya que la<br />

advertencia y <strong>el</strong> consejo d<strong>el</strong> viejo me señalaban que todavía había para rato.<br />

Los dolores inenarrables en <strong>el</strong> cuerpo y en <strong>el</strong> alma eran profundos, pero pude<br />

descansar un poco, tratando de r<strong>el</strong>ajarme en <strong>el</strong> resto de esa inacabable noche.<br />

El consejo dado en aqu<strong>el</strong> momento por ese viejo que trabajaba de<br />

policía fue fundamental para resistir y entender <strong>el</strong> proceso de degradación, de<br />

destrucción de la dignidad y la autoestima que tiene la tortura en <strong>el</strong> hombre.<br />

Más allá de lo físico, la moral y la entereza en la víctima tienen una<br />

importancia definitoria. Sobre todo cuando ve que la metodología va en<br />

aumento. De allí esta horrible e imborrable experiencia que me hacía recordar<br />

a “El señor Galíndez”, la obra de Tato Pavlosky, que había visto años atrás, y<br />

que revivía en mí durante las sesiones de tortura.<br />

Martes 4 de noviembre<br />

La mesa está servida<br />

El martes por la mañana, al oír que se acercaban, me volví a aferrar a la<br />

idea de que venían para llevarme al juzgado. Pero otra vez me condujeron a la<br />

sala de torturas, donde la amenaza d<strong>el</strong> día anterior dejó de serlo.<br />

Me acostaron sobre una mesa que, en realidad, era un viejo escritorio<br />

sin cajones. Me hicieron bajar los pantalones, ya estaba sin la camisa, y con las<br />

piernas colgando me sujetaron las piernas y los brazos por detrás, con la<br />

cadena de las esposas atadas a la mesa. No sabía si gritar, rogar o suplicar,<br />

hasta que me di cuenta de que lo único que tenía que hacer era no resistirme,<br />

ya que no tenía ningún sentido hacerlo, y sólo debía aferrarme a mi mente.<br />

Entregar <strong>el</strong> cuerpo y aferrarme al espíritu, y así resistirme a confesarles algún<br />

d<strong>el</strong>ito inexistente, como <strong>el</strong>los querían.<br />

No voy a abundar en detalles escabrosos. Alguna vez, de chico, había<br />

metido los dedos en <strong>el</strong> enchufe; o de grande había sacado un tomacorriente y<br />

había sufrido alguna descarga. Sólo puedo decir que esto es muy diferente, es<br />

como estar colgado de un cable p<strong>el</strong>ado de alta tensión, pero con <strong>el</strong> agravante<br />

de sentirme sumergido -al mismo tiempo- en <strong>el</strong> horror d<strong>el</strong> infierno.<br />

Saber que iba a ser sometido a una nueva sesión de tortura me volvía a<br />

hacer sentir con un pie en la vida y otro en la muerte, como si la tierra se<br />

abriera entre mis piernas. No había mucho más para entender en ese<br />

momento, porque todo se sentía, y era evidente.<br />

No podía adoptar, ni tenía por qué hacerlo, la posición de un<br />

“entregador” si lograban quebrarme moralmente. Tenía que aguantar. Era<br />

necesario aguantar. Debía lograrlo a pesar de la picana con la que empezaron,<br />

desde las axilas hasta las tetillas. Subieron la intensidad y siguieron hasta los<br />

testículos y <strong>el</strong> pene. Sentía <strong>el</strong>ectrificado todo <strong>el</strong> cuerpo. En la zona genital, la<br />

-61-


más sensible, sentía que estaba por estallar, era donde más insistían mientras<br />

gritaban que confesara lo que <strong>el</strong>los buscaban.<br />

De pronto aflojaban, dándome tiempo para que me repusiera un poco,<br />

me arrojaban agua y volvían con la misma exigencia: “¡Confesá que en tu<br />

banco hay operaciones de toda clase, blancas, negras, judías...!”. Y por “judías”<br />

calificaban a todos esos “negocios” que <strong>el</strong>los creen que su<strong>el</strong>en hacer los judíos,<br />

y que los d<strong>el</strong> establishment llaman, despectivamente, “rusadas”.<br />

todo.<br />

Necesitaban que confesara cualquier ilícito, y que lo firmara. Eso era<br />

¿A<strong>caso</strong> Pilatos no lo vendió a Cristo?<br />

¿A<strong>caso</strong> 20 siglos después no vendieron la vida de dos generaciones, de<br />

millones de judíos europeos, para saquear sus bienes? ¡Después esos mismos<br />

bienes se transformaron en los lingotes de oro con los que terminaron tapando<br />

los pasillos d<strong>el</strong> tesoro d<strong>el</strong> Banco Central!<br />

Al fin decidieron parar, quizá porque vieron que no me sacaban nada por<br />

más voltaje que aplicaran. O porque temieron que me quedara muerto entre<br />

sus manos.<br />

Me aflojaron las ligaduras y me dejaron caer al piso. Inmediatamente me<br />

brotó -otra vez- la imagen d<strong>el</strong> hombre destrozado que me habían tirado en la<br />

c<strong>el</strong>da dos días atrás. Me habían tirado “un muerto”, y ahora yo me resistía a<br />

serlo.<br />

Seguía sin entender de dónde me salían las fuerzas para aguantar.<br />

Además, ¿resistirme a qué? Si no tenía nada para ocultar. Sólo sabía que lo<br />

único cierto era que debía aferrarme a la vida.<br />

Lo que más dolía no era <strong>el</strong> cuerpo, a<strong>caso</strong> ya casi insensible, sino lo<br />

absurdo e incoherente de la situación que estaba viviendo; una fantasmagórica<br />

pesadilla que parecía estar soñando. Pero estaba despierto y <strong>el</strong> desconcierto<br />

se acentuó aún más, se transformó en una herida emocional, un gran vacío<br />

que sólo llenaba la angustia.<br />

Por la tarde me hicieron lavar un poco. Estaban especialmente<br />

preocupados porque me limpiara las marcas de sangre. No me habían tocado<br />

la cara. Dijeron que querían verme “presentable”. Otra vez me subieron al auto,<br />

pero esta vez me llevaron a la División Bancos en <strong>el</strong> Banco Nación. Entramos<br />

por la esquina de 25 de Mayo y Bartolomé Mitre.<br />

¡Aún recuerdo la vergüenza que me produjo entrar al Banco en ese<br />

estado! Deseé con todas mis fuerzas que la tierra se abriese y me tragara,<br />

como esa mañana tras la sesión de tormentos.<br />

-62-


En <strong>el</strong> hall me crucé con Guido, mi hijo mayor. Creí que era un milagro,<br />

no lo podía creer: estaba todavía en este mundo. Nos estremecimos tanto los<br />

dos que uno de los tipos que me llevaba pareció enternecerse:<br />

“¿Es tu hijo? -me preguntó-. Bueno, saludalo y despedite de él”.<br />

Nos pudimos abrazar. Para Guido fue importante. Para mí también y<br />

mucho, porque fue como abrazarme a la vida, encontrarle un sentido a mi<br />

resistencia.<br />

Guido había ido a la División Bancos de la Federal porque le habían<br />

dicho que “tal vez” podía estar allí. Fue tan fuerte para él ver que estaba con<br />

vida, pero también en <strong>el</strong> estado en <strong>el</strong> que me encontraba, que <strong>el</strong> abrazo que<br />

nos dimos fue muy intenso. Ambos sentimos que quizá nos despedíamos para<br />

siempre.<br />

Tuvieron que separarnos ya que ninguno de los dos quería soltar al otro.<br />

Lo hicieron de un tirón violento. A Guido le dijeron que se fuera, y a mí me<br />

metieron en la oficina.<br />

En ese momento, segundos tal vez, tuve cabal conciencia de que mis<br />

hijos le habían dado sentido a mi vida. Años después, con la llegada de los<br />

nietos, pude internalizar esta idea y sentimiento en su total dimensión.<br />

Me condujeron directamente a la oficina d<strong>el</strong> comisario Ianib<strong>el</strong>li, <strong>el</strong> mismo<br />

d<strong>el</strong> primer día, aqu<strong>el</strong> viernes cuando -en complicidad con <strong>el</strong> juez- me<br />

inventaron un cargo para secuestrarme.<br />

También estaba <strong>el</strong> subcomisario Cereda, pero Ianib<strong>el</strong>li tomó la palabra:<br />

-Bueno, Saiegh, vamos a hablar claro. ¿Usted sabe por qué está aquí?<br />

¿Qué podía contestar? ¿Podía hablarles de Harguindeguy, de<br />

Capozzolo, de Reynal? En <strong>el</strong> mejor de los <strong>caso</strong>s iban a decirme que estaba<br />

d<strong>el</strong>irando, fabricando una historia. Dudé sobre qué hacer. Al bajar la vista<br />

descubrí bajo <strong>el</strong> vidrio d<strong>el</strong> escritorio un calendario, de esos chiquitos de<br />

cartulina... ¡Nada menos que d<strong>el</strong> Banco Tornquist! Mi reacción fue instintiva.<br />

-Por esto estoy acá- le respondí, señalando <strong>el</strong> almanaque.<br />

Extrañado, Ianib<strong>el</strong>li, se inclinó para ver de qué se trataba:<br />

-Ehhhh.... Va muy rápido...<br />

Me di cuenta de que la aceptación casi natural de Ianib<strong>el</strong>li a mi<br />

referencia al Tornquist resultaba profundamente rev<strong>el</strong>adora.<br />

Continuó:<br />

-63-


-Así va a llegar muy rápido al final, Saiegh, y la cosa se va a pudrir d<strong>el</strong><br />

todo... Acá hay que tratar de zafarlo porque, si no, va a ser boleta. ¿Por qué no<br />

cuenta ahora la verdadera historia y no esa que les contó a los muchachos?<br />

Había empleado un tono paternalista, pero de advertencia. La cosa es<br />

hacerle sentir a una víctima inerme que está en una posición inferior y<br />

condenada a perder.<br />

Ianib<strong>el</strong>li se fue y me dejó a solas con Cereda, quien tomó a su cargo <strong>el</strong><br />

interrogatorio.<br />

Así es que conté nuevamente la historia: cómo empecé, cómo había<br />

hecho la plata, qué había comprado, qué había vendido... Recuerdo que, cada<br />

tanto, Cereda levantaba la vista de la máquina de escribir y me decía:<br />

-¿Pero usted está seguro de que fue así?<br />

No sé por qué, tuve entonces la certeza de que había dos grupos de<br />

tareas: uno, <strong>el</strong> de Ianib<strong>el</strong>li, para la pesada; y otro, <strong>el</strong> de Cereda, para lo<br />

“institucional”.<br />

El trato de Cereda era bueno. Fue <strong>el</strong> único, después d<strong>el</strong> viejo policía,<br />

que me consideró persona. Recuerdo que tiempo después, con motivo d<strong>el</strong><br />

entierro de Osvaldo Sivak, en <strong>el</strong> cementerio vi de lejos a Cereda, con su mujer.<br />

Había ascendido al área de R<strong>el</strong>aciones Institucionales de la Policía Federal.<br />

Nos cruzamos y nos miramos sin saludarnos.<br />

Años después, luego de una paciente búsqueda, pude leer mi<br />

declaración. Quedé sorprendido de lo que narré de mi vida y la cantidad de<br />

cosas y hechos que había producido hasta ese momento. Desde instalar la<br />

primera fábrica de viviendas industrializadas en Paraná hasta construir <strong>el</strong><br />

edificio Proa, en la esquina de L. N. Alem y Córdoba, primer edificio de altura<br />

industrializado, ¡que siempre estará ahí! Haber puesto 6 millones de dólares<br />

para constituir <strong>el</strong> capital exigido para <strong>el</strong> banco; comprar <strong>el</strong> ex auditorio Kraft,<br />

transformarlo en <strong>el</strong> Auditorio de Buenos Aires y convencer a Astor Piazzolla,<br />

repatriándolo en 1978, para que actuara durante seis meses, en coincidencia<br />

con <strong>el</strong> Mundial de Fútbol, justo cuando Astor lanzara su nuevo y maravilloso<br />

quinteto.<br />

La satisfacción de escucharlo casi todas las noches, y <strong>el</strong> placer de sentir<br />

que estaba pudiendo hacer algo para que ese eterno genio de la música<br />

pudiera volver a interpretar sus creaciones en nuestro país, es una emoción<br />

que -al día de hoy- me regocija y gratifica.<br />

Yo mismo estaba sorprendido de lo que había hecho hasta los 43 años.<br />

Parece que al establishment le preocupó bastante, porque la determinación era<br />

hacerme desaparecer, como dijo uno muy conspicuo de <strong>el</strong>los, Juan Ocampo,<br />

d<strong>el</strong> Banco Ganadero: “A estos bichos hay que matarlos de chicos, no sea cosa<br />

que se nos aparezca otro José Ber G<strong>el</strong>bard...”, en r<strong>el</strong>ación conmigo.<br />

-64-


Al terminar mi declaración, recuerdo que Cereda me dijo: “Tenga<br />

paciencia, tenga paciencia Saiegh, no se desespere”.<br />

Esa noche estaba otra vez de regreso en la c<strong>el</strong>da con una duda de vida<br />

o muerte. Pero ya no era una cuestión hamletiana, lo de la vida ya no tenía<br />

ninguna esperanza y la cuestión de la muerte empezaba a ser cómo la iba<br />

enfrentar.<br />

Con la historia d<strong>el</strong> calendario abajo d<strong>el</strong> vidrio y <strong>el</strong> “va muy rápido,<br />

Saiegh” de Ianib<strong>el</strong>li, me di cuenta de que mis deducciones no eran<br />

equivocadas. Pero aún, increíblemente, me faltaban demasiados datos para<br />

descubrir la verdad en toda su dimensión.<br />

Con los músculos contraídos por efecto de la <strong>el</strong>ectricidad y padeciendo<br />

agudos dolores internos, pensé que no iba a poder dormir. Por suerte, a<br />

alrededor de las siete y media de la tarde apareció <strong>el</strong> viejito.<br />

-Le dieron duro, ¿eh?- me dijo.- No les afloje. Si aguanta un cacho más,<br />

pasa. No les afloje.<br />

El hombre me hizo acostar en <strong>el</strong> piso boca abajo y comenzó a<br />

masajearme la espalda sin que yo se lo hubiera pedido. Después me trajo una<br />

bolsa con comida en la que -por suerte- había una lata de gaseosa. Sin<br />

saberlo, lo que más necesitaba era beber algo dulce.<br />

Al irse, s<strong>el</strong>ló una especie de acuerdo implícito que se había producido<br />

entre nosotros:<br />

-Yo también soy peronista-, me dijo.<br />

Miércoles 5 de noviembre<br />

La noche de la larga agonía<br />

El miércoles a la mañana apareció otra vez la confrontación con la dura<br />

realidad. Contrariamente a lo que esperaba -no sé por qué esperaba otra cosa,<br />

pero lo esperaba, simple ilusión- comenzaron de nuevo con <strong>el</strong> “ablande” para la<br />

confesión que querían, y después siguieron con la picana <strong>el</strong>éctrica.<br />

Aún hoy me pregunto qué siente un condenado a la silla <strong>el</strong>éctrica,<br />

aunque más no sea como quien prueba qué voltaje le resiste <strong>el</strong> cuerpo. ¿Cómo<br />

era eso de la energía que nace de la conjunción e integración d<strong>el</strong> cuerpo y la<br />

mente, que había desarrollado en los laboratorios de bioenergética, comparada<br />

con la real corriente <strong>el</strong>éctrica?<br />

Mis vivencias y experiencias en talleres de bioenergética me ayudaron a<br />

soportar la picana. Porque en esas “sesiones” me aparecían a cada rato mis<br />

vivencias de los trabajos en los talleres con Lowen en Nueva York, <strong>el</strong> creador<br />

-65-


de esa técnica psicofísica tendiente a la integración y <strong>el</strong> equilibrio emocional d<strong>el</strong><br />

ser humano. Había algo muy fuerte, que me había quedado registrado en <strong>el</strong><br />

cuerpo y que, en ese momento, no era para entender sino para aplicar.<br />

Años después, pude darme cuenta de que mi trabajo terapéutico, mi<br />

tratamiento psico-corporal, me habían salvado la vida en esos durísimos<br />

momentos, como un náufrago agarrado d<strong>el</strong> borde de una tabla.<br />

No sé cómo aguanté, pero me acordé de los consejos d<strong>el</strong> viejo carc<strong>el</strong>ero<br />

sobre <strong>el</strong> punto de quiebre. Me sirvió y fue fundamental para internalizar y<br />

entender por qué no debía quebrarme. Si podría aguantar más, o no, era otra<br />

cuestión.<br />

La mano venía con la guadaña empuñada.<br />

El matón gordito siguió insistiendo con lo mismo, como la primera vez:<br />

dónde estaba la guita, qué habíamos hecho, qué hacía <strong>el</strong> “ruso” Bernardo<br />

Grinspun -vicepresidente d<strong>el</strong> banco-, qué hacía <strong>el</strong> general Shaw, por qué tenía<br />

“milicos” en <strong>el</strong> banco, por qué era peronista, por qué mezclábamos la política<br />

con los negocios, que si financiábamos a la guerrilla... Recuerdo que le<br />

contesté:<br />

-¡Cómo vamos a financiar a la guerrilla si tenemos dos generales en <strong>el</strong><br />

directorio!<br />

-Claro –concedió entonces <strong>el</strong> gordito. Y rev<strong>el</strong>ando que había aprendido<br />

bien la lección que le habían inculcado, agregó: -Los tenés de pantalla. Porque<br />

todos ustedes, que son judíos y peronistas, seguro que también son zurdos.<br />

Muchos años después me enteré -a través de alguien que había<br />

padecido situaciones parecidas a la mía, pero en mucho menor escala- que él<br />

también era judío. Un renegado cuyo ap<strong>el</strong>lido nunca pude saber. Además, supe<br />

que era hombre de confianza de Albano Harguindeguy.<br />

En ese momento se sacó la capucha y, gran sorpresa, era gordito<br />

también de cara, como me lo imaginaba mientras me torturaban. Los demás<br />

hicieron lo mismo y por primera vez pude ver sus rostros.<br />

Sus rasgos eran como de cualquier ser humano con <strong>el</strong> que uno puede<br />

cruzarse en la calle, sin saber lo que esconden tras esa máscara impenetrable.<br />

También me di cuenta de que si me mostraban las caras era porque la<br />

“formalidad” se había acabado: ya no tenían nada que ocultar, y debía<br />

acercarse mi final.<br />

Cuando me dejaron otra vez destrozado, sin haberme podido sacar más<br />

declaración de la que ya les había repetido hasta <strong>el</strong> cansancio, y con la<br />

promesa de volver por mí a la tarde, tuve la idea clara de que los tiempos se<br />

habían agotado.<br />

-66-


Mi situación entraba en <strong>el</strong> terreno de las definiciones. A esa altura eso<br />

sólo podía significar dos cosas: la vida o la muerte. Y la vida yo ya había<br />

empezado descartarla, sentía que me había llegado <strong>el</strong> final<br />

Sólo un milagro podía ser la libertad en ese momento. Seguramente, me<br />

entregarían a algún grupo de tareas que me vinculara con la guerrilla, y de allí<br />

a mi liquidación física habría un breve paso.<br />

¿Habrá sido por eso que <strong>el</strong> gordito, imprevistamente, largó <strong>el</strong> tema de<br />

los “zurdos” antes de sacarse la capucha? Mi destino estaba s<strong>el</strong>lado<br />

indefectiblemente, salvo que aceptara la imposición de <strong>el</strong>los y confesara algún<br />

d<strong>el</strong>ito para tratar de zafar. Pero cada vez que lo pensaba me daba cuenta de<br />

que iba a ser peor y que lo que tenía que seguir haciendo era aguantar como<br />

pudiera.<br />

Si bien era cierto que <strong>el</strong> viejo me había dicho que no me podían tener<br />

mucho más en <strong>el</strong> Departamento de Policía -porque algo estaba pasando con mi<br />

asunto en la calle- también era cierto que ningún juez había intervenido<br />

oficialmente en mi causa. Eso era tan grave para mí como para <strong>el</strong>los. Si<br />

recuperaba mi libertad podía hablar y denunciar, no sólo los apremios ilegales,<br />

sino ese estado de secuestro pseudo-jurídico.<br />

Como esa tarde no volvieron a buscarme, cosa que me sorprendió, todo<br />

-cada vez más- indicaba con más fuerza la convicción que me iban a liquidar.<br />

Me hundí en la desesperación. No sabía si la ausencia d<strong>el</strong> viejo<br />

carc<strong>el</strong>ero era un mensaje. ¿Significaba que se había terminado la más mínima<br />

consideración como ser humano, era un mero r<strong>el</strong>evo de turnos o había llegado<br />

“<strong>el</strong> turno” de mi muerte?<br />

No puedo recordar con mucha precisión qué me sucedió esa noche.<br />

Sólo sé que fue de noche cuando conocí <strong>el</strong> contacto emocional y físico con la<br />

muerte. Comencé a convivir con lo que ya no era sólo una fantasía. Se me<br />

instaló la certeza de sentirme un condenado a muerte, o ser un “desaparecido”.<br />

La duda, siempre, es más terrible que la certeza.<br />

No sabía si era un muerto en vida o si ya estaba muerto y en otra vida.<br />

En medio de mi insomnio, de mi miedo, apareció -entonces- otra<br />

posibilidad no menos terrorífica: ¿Y si se habían equivocado? ¿Cómo<br />

desandarían <strong>el</strong> camino?<br />

¡Qué absurdo cómo, a veces, uno se aferra a cualquier fantasía para<br />

tratar de sobrevivir! La imagen, de todos modos, era desoladora...<br />

Esa fue una noche larga y agónica. Interminable. Escuchaba pasos y<br />

temblaba. Repasé mi vida, mi historia, me repetía una y otra vez que no podía<br />

ser…<br />

-67-


No debe haber ninguna forma más amarga de morir que la de una larga<br />

agonía, plenamente consciente de ser víctima de una injusticia y sinsentido<br />

absoluto y total.<br />

Sabía que lo mío parecía un asunto no negociable. Hasta que una luz<br />

débil se encendió a la distancia, y sentí que era <strong>el</strong> tren que entraba en <strong>el</strong> tún<strong>el</strong><br />

d<strong>el</strong> tiempo.<br />

Jueves 6 de noviembre<br />

Liquidate Turco, te va a salir más barato<br />

A la mañana siguiente me desperté muy mal. Y despertarme es una<br />

forma de decir, ya que no había dormido en casi toda la noche, en la que la<br />

angustia y la desazón me perforaban <strong>el</strong> pecho. Así que vi la claridad con una<br />

total sensación de quiebre interior, que iba más allá de las torturas y d<strong>el</strong> dolor<br />

físico. Sentí, por primera vez, que si me volvían a torturar ya no podría resistir.<br />

A la vez, también comenzaba a cuestionarme: ¿Qué sentido tenía<br />

aguantar otra vez <strong>el</strong> castigo, si de todas formas me iban a asesinar? ¿Qué<br />

sentido tenía ser, o no, un “entregador”, si igual me iban a liquidar y a hostigar<br />

a los miembros d<strong>el</strong> Directorio y a sus familias? Diez hombres de bien que me<br />

acompañaban desde <strong>el</strong> comienzo, en lo que terminó siendo la “mala ventura”<br />

d<strong>el</strong> Banco. Entonces me repetía: ¡A ninguno de <strong>el</strong>los le podía causar un daño<br />

así!<br />

Estaba luchando por mis principios éticos y morales, en función de mi<br />

gente, a pesar de que estaba en juego mi vida.<br />

Además, ¿qué quedaría de mi nombre, que había mantenido limpio toda<br />

mi vida como la más preciada herencia de mi padre? Me enviarían a la bolsa<br />

de los bancos quebrados o liquidados, cuyos accionistas habían<br />

supuestamente metido la mano en la lata, al igual que los d<strong>el</strong> establishment,<br />

pero para estos había salvoconducto por tener <strong>el</strong> privilegio de “pertenecer” a la<br />

oligarquía socia de los militares, a quienes manejaban según sus intereses y<br />

sus negocios.<br />

Tomé una decisión: comencé a golpear la puerta y a pedir a gritos que<br />

me dejaran hablar con <strong>el</strong> comisario Ianib<strong>el</strong>li. Sin duda los sorprendí, porque ni<br />

siquiera me golpearon. Más tarde, me sacó un guardia en silencio y me llevó al<br />

cuarto de torturas.<br />

Para mi primera sorpresa, ya no estaba la maldita picana, pero me<br />

esperaban otros dos. Eso significaba que esa parte de la “faena” ya estaba<br />

cumplida, y que ahora empezábamos <strong>el</strong> tramo final de mi liquidación, ya que en<br />

la “demolición” no habían conseguido su cometido.<br />

-68-


En cambio, había un llamativo revolver plateado sobre la mesa. Tras un<br />

gesto de uno de <strong>el</strong>los, nos sentamos con <strong>el</strong> arma en <strong>el</strong> centro.<br />

La escena ya era otra. Estaba sentado, más que frente a mis<br />

torturadores, frente a mis asesinos. Comenzamos a mirarnos mutuamente.<br />

Entendí que ya no se trataba de mi vida, sino que era mi muerte lo que estaba<br />

en juego, ya que era más que evidente que me tenían que liquidar, no me<br />

podían dejar vivo porque representaba un gran p<strong>el</strong>igro para <strong>el</strong>los mismos, y eso<br />

era la ley de la s<strong>el</strong>va: matar o morir.<br />

Como en un juego de Ruleta Rusa, pero con toda la recámara cargada,<br />

se hizo un pesado silencio, saturado de miradas donde la tensión se podía<br />

cortar con un cuchillo.<br />

Años después vi la p<strong>el</strong>ícula “La Lista de Schindler” y me conmovió la<br />

escena en la que <strong>el</strong> contador le aconseja a Oscar entrar a la cámara de gas<br />

mirando con dignidad al oficial guardián. Ni con una mirada altiva o soberbia, ni<br />

con ojos huidizos hacia <strong>el</strong> piso, como avergonzado de haber vivido para eso.<br />

Simplemente a los ojos, como hace un ser humano tranquilo con su conciencia<br />

y con su alma. Ser capaz de morir dignamente, así como había vivido.<br />

Entonces uno de los tres sacó su pistola, la puso sobre la mesa, y<br />

empezó a hacer girar <strong>el</strong> revolver plateado. Eso ya no era una Ruleta Rusa, era<br />

enfrentar a un p<strong>el</strong>otón de fusilamiento, ya que evidentemente tenían orden de<br />

liquidarme para que no contara la historia. Tiempo después pude corroborar<br />

esto porque Reynal, en rueda de conspicuos, uno de <strong>el</strong>los amigo mío sin que él<br />

lo supiera, reconoció que su error fue no haber conseguido mi liquidación física<br />

también, además de la d<strong>el</strong> banco.<br />

El que hacía girar <strong>el</strong> revólver, a media voz y como dándome un consejo,<br />

me dijo:<br />

-Liquidate Turco, te va a salir más barato.<br />

Dejó girando loco <strong>el</strong> revolver, empuñó su pistola y repitió más firme:<br />

-Liquidate Turco, te va a salir más barato.<br />

A partir de allí comenzaron a repetirme alternativamente la misma frase,<br />

que me iba martillando en la cabeza. Con la imagen de la gota que horada la<br />

roca, yo ya me imaginaba <strong>el</strong> agujero en mi cabeza mientras tenía las manos<br />

entr<strong>el</strong>azadas debajo de la mesa, apretadas entre las rodillas, como una forma<br />

de juntar fuerzas y no dejarlas libres para que actuaran compulsivamente para<br />

terminar con la agonía.<br />

Comprendí que ni bien alcanzara a tocar <strong>el</strong> revólver con mi mano ya<br />

estaría muerto, acribillado: “Desesperado manoteó un revolver, y bueno, no<br />

tuvimos más remedio...”, afirmarían luego.<br />

-69-


No recuerdo si mi cabeza giraba a dos mil vu<strong>el</strong>tas por minuto mirando la<br />

pistola o si estaba paralizada, inmovilizada como la de un hombre muerto, ya<br />

que así me sentía en ese momento.<br />

Pero <strong>el</strong> instinto de supervivencia d<strong>el</strong> ser humano es increíble, ya que<br />

estaba en un limbo porque no sabía qué hacer, mientras <strong>el</strong>los seguían<br />

machacando con lo de “Liquidate Turco, te va a salir más barato”. Nunca sabré<br />

de dónde me salió, si d<strong>el</strong> conciente o <strong>el</strong> inconciente, pero les dije:<br />

– ¿Hay liquidación y es barato? El turco negocia.<br />

Con sorpresa infinita, escuché:<br />

–Ah, ¿podes negociar algo, Turco?<br />

–Sí, pero no con ustedes, con <strong>el</strong> jefe.<br />

Evidentemente, “los muchachos” se sorprendieron y tal vez olfatearon la<br />

posibilidad de un negocio. Los tres se miraron, intercambiaron un guiño y uno<br />

de <strong>el</strong>los se levantó, haciendo señas de que iba a hablar por t<strong>el</strong>éfono.<br />

La espera no se prolongó mucho, <strong>el</strong> que volvió dijo: “Más tarde lo<br />

llevamos”.<br />

A las 12, más o menos, después de haberme emprolijado un poco, me<br />

llevaron otra vez al Banco Nación. Ianib<strong>el</strong>li me encaró directamente,<br />

encargándose en persona d<strong>el</strong> tema:<br />

-¿Para qué quiere hablar conmigo?<br />

La angustia me llevó a plantear mi dilema sin rodeos y a hacer una<br />

pregunta casi ingenua.<br />

-¿Por qué me van a matar?<br />

-¿Quién le dijo que lo vamos a matar?-, repreguntó sobreactuando una<br />

sonrisa.<br />

Luego se produjo un diálogo que trataré de reconstruir literalmente ya<br />

que la ambigüedad era la forma de instalar la negociación, y donde no podía<br />

saber si me alentaban expectativas sobre algo ya resu<strong>el</strong>to e, igualmente,<br />

pretendían cobrar por <strong>el</strong> trabajo realizado.<br />

Paradójicamente, se comportaban como si me hubieran “salvado” o<br />

“perdonado” la vida y como si hubiera llegado <strong>el</strong> momento de negociar un<br />

pacto, forzado por <strong>el</strong> manejo que hicieron de la situación.<br />

-Quédese tranquilo, que <strong>el</strong> juez está interviniendo en la causa y hay<br />

mucha gente que se movió por usted. Es muy difícil que le pase algo. Además,<br />

dicen que quiere arreglar.<br />

-70-


-¿Arreglar qué y con quién?- repregunté, tratando de ganar tiempo para<br />

ubicarme en <strong>el</strong> espacio de la negociación.<br />

-A mí no me pregunte tanto, pero parece que podría zafar. Su mujer<br />

también se movió mucho en todo esto.<br />

-¿Qué tiene que ver mi mujer?-, pregunté casi como inocente, pero<br />

vislumbrando que existía un espacio sobre <strong>el</strong> que avanzar.<br />

-No sé, Saiegh, no me pregunte más.<br />

-Pero entonces, si hay un juez interviniendo, ¿por qué no me dejan<br />

prestar declaración?<br />

-¿Para qué? La decisión la va a tomar <strong>el</strong> juez y las autoridades. Usted y<br />

yo estamos en otro tema.<br />

-Precisamente, se trata de eso, que la tomemos usted y yo-, le contesté.<br />

A partir de ese momento, la negociación tomó un cariz muy particular.<br />

Yo sabía que estaban negociando “por afuera” mi vida, y que si yo no hacía lo<br />

mismo aparecería en un zanjón, porque <strong>el</strong> control lo tenían <strong>el</strong>los.<br />

Precisamente por haberse sacado la capucha y haberse “blanqueado”<br />

necesitaban, además d<strong>el</strong> dinero, un pacto conmigo que asegurara mi silencio<br />

total. Necesitaban que esto no significara mi muerte porque, sino, tampoco<br />

verían <strong>el</strong> dinero que codiciaban.<br />

Y así acordamos la cifra, la forma de pago y <strong>el</strong> acuerdo “mafioso” de<br />

quedarme callado, ya que me demostraron que conocían hasta los más<br />

habituales movimientos de mis hijos y de mi esposa.<br />

El acuerdo era concreto y claro: guita y silencio total.<br />

Empezaron pidiendo un millón de dólares, y les dije que con suerte<br />

podría juntar 500.000 para entregarlos en etapas. Entonces establecieron que<br />

fueran 50.000 dólares por semana, todos los viernes a las 5 de la tarde en la<br />

confitería Jockey Club de Sarmiento y Cerrito.<br />

Y así fue. Cada vez aparecía uno distinto al que yo no conocía. Me<br />

mostraba una credencial y sin sentarse a la mesa tomaba <strong>el</strong> sobre que yo le<br />

entregaba.<br />

Así fue durante casi dos meses, cuando en simultáneo yo estaba<br />

luchando por lograr la salvación d<strong>el</strong> banco a través de su venta, porque tenía<br />

tres firmes interesados en adquirirlo.<br />

Estaba, además, <strong>el</strong> riguroso pacto mafioso de silencio con los<br />

paramilitares, que tuvo “vigencia” hasta 1991, cuando aparecieron los<br />

cadáveres de Sivak y de Neuman que, a pesar de haber pagado a la misma<br />

banda, igual los mataron para asegurarse un silencio total.<br />

Tal debió ser <strong>el</strong> pacto que tuve la precaución de no contarle nada de<br />

esto a mi familia. Un tiempo después de recuperar mi vida nos mudamos de<br />

nuestra casa en B<strong>el</strong>grano a un departamento alquilado. Quería cuidarlos a <strong>el</strong>los<br />

antes que todo. Nos habían escrito con aerosol <strong>el</strong> frente de la casa, “judíos de<br />

-71-


mierda”, dibujaron una esvástica y tiraron una bomba de alquitrán en <strong>el</strong> frente.<br />

Los muchachos me estaban recordando <strong>el</strong> pacto.<br />

Entendí. Y guardé silencio hasta 1991 acerca de los personajes que<br />

intervinieron, ya que ni siquiera sabía sus nombres, pero no así sobre las<br />

torturas, que denuncié en 1982 y 1983, al iniciar la quer<strong>el</strong>la por extorsión.<br />

Para mi familia y la presunta <strong>Justicia</strong>, ya estaba blanqueado, pero sólo<br />

yo sabía cuán cerca estuve de ser “boleta”, y cuán siniestro era eso de<br />

negociar y pactar con la mafia parapolicial mi propia vida y la de mi familia.<br />

De una forma nada simbólica, sino muy concreta, vi la muerte, la sentí<br />

en cuerpo y alma y pude volver al mundo de los vivos.<br />

Durante la negociación, sentí que pese a todo <strong>el</strong> trato era distinto,<br />

porque la codicia había desplazado en <strong>el</strong>los otros propósitos.<br />

Pero en ese momento, <strong>el</strong> acuerdo con Ianib<strong>el</strong>li me abría nuevos<br />

interrogantes. ¿Qué significaba eso que había “arreglado”? ¿Era real o solo<br />

una ilusión para tranquilizarme y poder terminar de liquidarme?<br />

Me dejaron solo durante dos horas que parecieron un siglo. Alrededor de<br />

las 4 de la tarde me volvieron a llevar al Departamento de Policía, lo que volvió<br />

a despertarme temores acerca de mi ingenuidad.<br />

Una vez más, sentí y creí que había metido la cabeza en la boca d<strong>el</strong><br />

león, creyendo en <strong>el</strong> compromiso de no liquidarme. Pero, por otra parte, ¿qué<br />

otra cosa me quedaba por hacer?<br />

Aproximadamente a las 7 de la tarde me sacaron de la c<strong>el</strong>da y me<br />

devolvieron mis cosas: <strong>el</strong> r<strong>el</strong>oj, las llaves, los documentos. Hasta mi camisa<br />

parecía ahora extrañamente limpia.<br />

Comenzaba a recuperar algo d<strong>el</strong> orgullo perdido. Abrí la billetera, la<br />

revisé cuidadosamente, cerciorándome de que no faltara nada.<br />

Y en vez de callarme, de guardar todo tal como me lo daban y salir, sentí<br />

que me había ganado <strong>el</strong> derecho de mi propia dignidad. Así que me di <strong>el</strong> lujo<br />

de decirles: “Falta guita. Yo voy a repartir la plata entre los muchachos, pero<br />

acá falta guita”.<br />

Abrieron un cajón y me dieron lo que faltaba. Lo dejé sobre la mesa con<br />

<strong>el</strong> resto d<strong>el</strong> dinero.<br />

Cuando creí que todo había terminado me volvieron a llevar al Banco<br />

Nación. No entendía nada. Pero uno de los muchachos me tranquilizó:<br />

- Hay que darle la salida por allá, por donde entró. ¿Vio? Es todo bajo<br />

recibo. Esta burocracia es matadora...<br />

-72-


En <strong>el</strong> Banco Nación me dieron la corbata y, entonces sí, pronunciaron<br />

una frase simple, que parece banal, pero que en muchos de los momentos<br />

pasados esos días creí que jamás escucharía:<br />

-Puede irse.<br />

Bajé la escalera, la de la misma esquina por la que había entrado. ¡No lo<br />

podía creer! El cuerpo y la mente me estaban por estallar ante la emoción<br />

contenida. Me p<strong>el</strong>lizcaba para comprobar si estaba soñando o si era realidad<br />

que estaba vivo.<br />

Haber estado codeándome y dialogando con la muerte y sentir<br />

nuevamente <strong>el</strong> soplo de la vida que entraba por los pulmones, mientras bajaba<br />

la escalera hacia la puerta, era algo que no llegaba a creer.<br />

¿Era verdad lo que estaba viviendo? Al llegar a la puerta, me encontré<br />

con la realidad: Mauricio Zachetti, <strong>el</strong> gerente de R<strong>el</strong>aciones Públicas de una<br />

empresa de mi hermano Rafa<strong>el</strong>, me estaba esperando.<br />

Me extrañó verlo:<br />

-¿Qué hace usted acá?<br />

-Esperándolo<br />

-¿Cómo esperando?<br />

-Sí, traje un remís para llevarlo.<br />

-¿Pero usted cómo sabía que yo iba a salir?<br />

-Ah, arquitecto, menos pregunta Dios y perdona. Vamos que lo están<br />

esperando en la casa de su mamá.<br />

Entendí que les habían avisado de mi liberación. El reencuentro con mi<br />

familia, las emociones vividas, merecerían un libro en sí mismo.<br />

-73-


CAPÍTULO 5<br />

El Gobierno de Estados Unidos, <strong>el</strong> Caso Saiegh y<br />

los cables de WikiLeaks<br />

Willy Lofstrom, una persona extraordinaria. Cómo olvidarme de él cuando en<br />

1991, luego de dejar mi cargo como embajador para la negociación de la deuda<br />

externa, volví a entrar a la embajada de Estados Unidos para tratar <strong>el</strong> proyecto<br />

de la propiedad participada, que había empezado a desarrollar ese año, ya que<br />

como narro en este libro me había asociado con <strong>el</strong> norteamericano Ronald<br />

Gilbert, <strong>el</strong> principal experto y desarrollador de este sistema en <strong>el</strong> mundo.<br />

Una amiga, la abogada Noemí Cohen, especialista en derecho laboral y con<br />

una actividad vinculada con la OIT, me comentó que en la embajada había un<br />

agregado que era una persona exc<strong>el</strong>ente y amable, y que además estaba muy<br />

interesado en <strong>el</strong> tema de la propiedad participada. Me sugirió que no dejara de<br />

ir a verlo, ya que podía ayudarme mucho con la iniciativa, precisamente por la<br />

característica de su personalidad, tan amplia y generosa, y por tener a su cargo<br />

todos los temas r<strong>el</strong>acionados con lo laboral y la justicia en la embajada.<br />

Recuerdo ese primer encuentro como si fuera hoy. Willy es alto, rubio, con<br />

barbita, y parecía más escandinavo que norteamericano, pero lo más<br />

importante era su maravillosa personalidad. Entendió y se interesó rápidamente<br />

por mi planteo de poner en marcha <strong>el</strong> proyecto de la propiedad participada en<br />

la Argentina, y cuando vi tanta amplitud y generosidad de su parte, le dije:<br />

“Willy, tengo que contarte la historia de lo que me ha tocado vivir, porque si<br />

ustedes están dispuestos a ayudarme en <strong>el</strong> tema para desarrollarlo en la<br />

Argentina, quiero que sepas la verdad de lo ocurrido y no por boca de terceros,<br />

y que esté tergiversado”.<br />

Y empecé a r<strong>el</strong>atar la historia de lo que me había ocurrido con <strong>el</strong> banco y, a<br />

medida que iba haciéndolo, sus ojos se iban abriendo cada vez más y más y <strong>el</strong><br />

famoso “increíble”, muletilla muy característica de los norteamericanos, le iba<br />

brotando de los labios.<br />

Yo había llevado conmigo material suficiente como para demostrar los<br />

hechos.<br />

Cuando terminé me miraba sorprendido, como si se preguntara cómo pudo<br />

haber pasado esto en un país civilizado como él creía que era la Argentina, a<br />

-74-


pesar de que sabía mucho acerca de la dictadura cívico-militar. Le pedí que<br />

primero verificara todo lo que le había contado y que luego continuáramos la<br />

r<strong>el</strong>ación, ya que de eso se trató finalmente mi vínculo amistoso con Willy y su<br />

mujer Ana María, una boliviana afectuosa y amable igual que él, por lo cual se<br />

generó al poco tiempo una fuerte y sincera amistad.<br />

A las 48 horas me llamó para invitarme nuevamente a la embajada y<br />

continuar lo que habíamos iniciado, ya que había quedado muy impactado no<br />

sólo por la historia sino por la posibilidad que realmente podía tener la<br />

propiedad participada en nuestro país. Me ofreció todo <strong>el</strong> apoyo de la<br />

embajada.<br />

A partir de ese momento, Willy me puso en contacto con las áreas de la<br />

embajada que tenían r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> proyecto que estaba desarrollando y<br />

particularmente con la directora de USIS, <strong>el</strong> servicio informativo y cultural de<br />

Estados Unidos, cuya directora, Salomé Hernández, estaba a su vez a cargo<br />

d<strong>el</strong> Centro Lincoln, en la calle Florida.<br />

En esa misma época había reformulado y ampliado la actividad d<strong>el</strong> estudio,<br />

incorporando nuevos criterios y <strong>el</strong> desarrollo de conceptos innovadores<br />

r<strong>el</strong>acionados con la arquitectura social, como es la Propiedad Participada, una<br />

figura jurídica y socioeconómica superadora a la de la propiedad horizontal.<br />

Para ese fin constituí la Consultora para la Propiedad Privada Participada<br />

S. A. (C.P.P.P.), asociándonos con la consultora más importante en este<br />

campo en Estados Unidos, la ESOP Inc. (Employee´s Ownership Programs),<br />

presidida por Ronald Gilbert, especialista mundialmente reconocido en la venta<br />

de parte de las acciones de las empresas, sean públicas o privadas, a los<br />

trabajadores, tal como establece la ley 23.696. Cuando se privatizaron las<br />

empresas públicas, tuvimos a nuestro cargo la venta de las acciones al<br />

personal de las PPP para Aerolíneas Argentinas y Austral, Gas d<strong>el</strong> Estado,<br />

Obras Sanitarias de la Nación, ENTEL, Tandanor y varias empresas más.<br />

También a partir de 1991 pusimos en práctica otro concepto desarrollado<br />

hasta ese momento: <strong>el</strong> Índice de Bienestar Humano (IBH) , conjuntamente<br />

con <strong>el</strong> Programa de Naciones Unidas para <strong>el</strong> Desarrollo (PNUD), como criterio<br />

vinculante entre la arquitectura de sistemas y la arquitectura social, iniciando<br />

con esto una serie de seminarios con USIS, conjuntamente con nuestro estudio<br />

de arquitectura y la Fundación para la Integración Latinoamericana (FIL). La<br />

actividad está detallada en <strong>el</strong> sitio de la FIL, y uno de los seminarios<br />

principales fue “Antidiscriminación, condición necesaria para una economía<br />

democrática”, a lo largo de varios encuentros anuales.<br />

En 1992, y con este nuevo enfoque de la tarea d<strong>el</strong> estudio, aplicamos los<br />

conceptos de Propiedad Participada y de Bienestar Humano al desarrollo de<br />

varios proyectos, como los de la Asociación Judicial Argentina, Nuevas<br />

Comunidades Integradas de Participación y <strong>el</strong> Proyecto Vida.<br />

-75-


En 1993, cuando llegó Bert Alexander como consejero comercial de la<br />

embajada, se abrió para mí una nueva área de desarrollo con <strong>el</strong> Gobierno<br />

estadounidense, ya que en ese momento estaba impulsando <strong>el</strong> proyecto para<br />

la ciudad judicial, viviendas para los empleados de la justicia en Puerto Madero.<br />

Con ese hombre extraordinariamente cordial, amable, eficiente, también<br />

casado con una latinoamericana -una peruana más precisamente-, trabé una<br />

exc<strong>el</strong>ente r<strong>el</strong>ación personal y empecé a negociar a través de los contactos, y<br />

<strong>el</strong>los me abrieron la posibilidad de la compra de tecnología y financiamiento en<br />

Estados Unidos para concretar <strong>el</strong> proyecto, con una participación muy activa de<br />

la Embajada.<br />

En 1996, la Agregaduría Comercial de la Embajada de Estados Unidos nos<br />

encomendó la realización d<strong>el</strong> Pab<strong>el</strong>lón de la Tecnología Norteamericana para<br />

la Construcción en Fematec 96, realizándolo y llevándolo a cabo<br />

conjuntamente con la FIL.<br />

LA EMBAJADA Y EL CASO SAIEGH<br />

Mientras realizaba estas actividades profesionales, manteniendo un vínculo<br />

exc<strong>el</strong>ente con la Embajada de Estados Unidos, seguía ocupándome d<strong>el</strong> fondo<br />

de la causa por la usurpación d<strong>el</strong> BLA.<br />

Ya en 2005, y a pedido nuestro, <strong>el</strong> expediente que tramitaba ante <strong>el</strong> Poder<br />

Ejecutivo para que interviniera en la resolución d<strong>el</strong> Caso –como lo prevé <strong>el</strong><br />

decreto 21/40 de 1991, que faculta al presidente de la Nación a decidir si lo<br />

considera procedente-, más <strong>el</strong> reconocimiento de la Secretaría de Derechos<br />

Humanos, fueron girados a la procuración d<strong>el</strong> Tesoro, que se expidió -según<br />

dictamen número 009/2005- ratificando la actuación y determinación de la<br />

Secretaría. Indicó que las actuaciones administrativas d<strong>el</strong> recurso jerárquico ya<br />

estaban en condiciones de ser <strong>el</strong>evadas al Poder Ejecutivo para su resolución<br />

definitiva.<br />

En 2007, la DAIA le pidió formalmente por nota al rabino Morton Rosenthal,<br />

por tratarse de una cuestión de antisemitismo postergada por <strong>el</strong> Poder<br />

Ejecutivo, que hiciera una presentación formal ante <strong>el</strong> Departamento de Estado<br />

d<strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos. (Acceda aquí a esta carta)<br />

El rabino Rosenthal, quien había sido director durante 25 años de ADL -Anti-<br />

Defamation League- hizo la presentación formal d<strong>el</strong> <strong>caso</strong> ante Elliot Abrahams,<br />

a la sazón subsecretario de Estado de Estados Unidos, quien se involucró, al<br />

igual que su gobierno, para colaborar en su clarificación.<br />

Esto sucedió luego de que intervinieron la CIA, <strong>el</strong> FBI y los abogados d<strong>el</strong><br />

Gobierno, haciendo todas las investigaciones para corroborar la denuncia.<br />

-76-


Una vez verificado todo <strong>el</strong> Caso, tanto funcionarios d<strong>el</strong> Departamento de<br />

Estado como <strong>el</strong> propio embajador Wayne y sus colaboradores en nuestro país<br />

se involucraron activamente.<br />

No siendo yo ciudadano norteamericano, actuaron a partir de la aplicación de<br />

la Ley de Lucha de Revisión Mundial d<strong>el</strong> Antisemitismo, de 2004. (Ver ley en <strong>el</strong><br />

enlace http://www.gpo.gov/fdsys/pkg/BILLS-108s2292enr/pdf/BILLS-<br />

108s2292enr.pdf)<br />

PRIMERA REUNIÓN CON REPRESENTANTES DE ESTADOS UNIDOS<br />

El 22 de agosto de 2007, a las 16.30, mantuve una primera reunión con Alex<br />

Featherstone, “número tres” de la Embajada, invitado por él para exponer <strong>el</strong><br />

<strong>caso</strong>. Tomó nota todo lo que decía, a medida que yo iba hablando. Me hizo<br />

algunas preguntas, pero reconoció que acababa de llegar al país y conocía<br />

poco la historia que nos había tocado vivir. Se comprometió a analizar todos los<br />

<strong>el</strong>ementos que le dejaba en ese momento y a que nos íbamos a volver a reunir.<br />

Efectivamente, <strong>el</strong> miércoles siguiente, 16 agosto, a las 16.15, volvió a<br />

recibirme, ya con la idea de preparar la reunión con <strong>el</strong> embajador, porque ese<br />

había sido <strong>el</strong> objetivo de estos encuentros preparatorios.<br />

En esta última en esta reunión me planteó una serie de dudas que tenían<br />

sobre aspectos d<strong>el</strong> Caso, jurídico, político y económico, y yo fui entregándole<br />

los <strong>el</strong>ementos escritos que avalaban lo que le decía. Entendí que había<br />

quedado conforme con la información recibida y me prometió transmitirla al<br />

embajador, para que él decidiera acerca de la reunión.<br />

El 21 septiembre a las 14, hora extraña en una embajada para una entrevista,<br />

me recibió al embajador Wayne, acompañado por su equipo de colaboradores<br />

más inmediatos, los titulares de cada una de las áreas que se r<strong>el</strong>acionaran con<br />

<strong>el</strong> Caso. Eran seis personas, incluido también K<strong>el</strong>ly, que era <strong>el</strong> “número dos” de<br />

la Embajada.<br />

Fue una reunión muy cordial y constructiva, ya que <strong>el</strong> embajador ya estaba<br />

interiorizado d<strong>el</strong> Caso, pero quiso conocer detalles y pormenores, por ejemplo<br />

por qué en todos esos años no había podido lograr una solución para mi<br />

demanda de justicia a pesar de haber estado tan cerca d<strong>el</strong> poder político, tanto<br />

con Alfonsín como con Menem.<br />

A su vez, los funcionarios me fueron formulando preguntas referidas a sus<br />

áreas específicas, sector financiero, derechos humanos, cuestiones políticas,<br />

sector económico y aún quien se ocupaba de los aspectos de la justicia<br />

argentina.<br />

-77-


La sensación que tuve es que quedaron satisfechos con todas las<br />

explicaciones que di, porque todas estaban fundadas en documentación<br />

probatoria, pero también que estaban muy asombrados por las características<br />

d<strong>el</strong> Caso y empezaban a entender por qué <strong>el</strong> Departamento de Estado les<br />

había pedido que se ocuparan de él.<br />

Y así me lo transmitió <strong>el</strong> embajador en esa audiencia. Fue claro y concreto,<br />

me dijo que él y sus colaboradores se iban a involucrar para ayudarme a tratar<br />

de llegar a un acuerdo con <strong>el</strong> gobierno argentino y que le parecía muy<br />

interesante mi propuesta: no retirar <strong>el</strong> producto de esta reparación d<strong>el</strong> país,<br />

sino constituir un fondo de inversión argentino-norteamericano para <strong>el</strong><br />

desarrollo productivo con tecnología de Estados Unidos.<br />

El 27 septiembre a las 11 de la mañana tuve mi primera reunión con Chris<br />

Lambert, <strong>el</strong> “número dos” de la Embajada en cuestiones económico-<br />

financieras y sobre todo a cargo d<strong>el</strong> tema d<strong>el</strong> lavado y lo vinculado a <strong>el</strong>lo.<br />

Lambert resultó una persona muy agradable: alto, grandote, hablaba muy<br />

poco de cast<strong>el</strong>lano, con lo cual tuvimos que hacer ambos un esfuerzo para<br />

entendernos. La primera reunión duró una hora y media, en Nucha, la confitería<br />

ubicada cerca de la Embajada, y que a partir de ese momento empezó a ser<br />

nuestro sitio de encuentro habitual. A la semana siguiente, <strong>el</strong> miércoles 3 de<br />

octubre, volvimos a reunirnos, a las 4 de la tarde. Yo iba respondiendo las<br />

preguntas e inquietudes que me formulaba con total razonabilidad, ya que<br />

necesitaban formarse un cuadro claro de la situación para ver en qué se<br />

estaban involucrando. Entendí esa necesidad y por eso traté de facilitarle todos<br />

los <strong>el</strong>ementos posibles.<br />

Las conversaciones eran claras y descarnadas, no andábamos con vu<strong>el</strong>tas ni<br />

rodeos. Fui despejando poco a poco las dudas que evidentemente surgían de<br />

los abogados de la Embajada.<br />

El martes 16 octubre a las 11 hubo otra reunión con Lambert, siempre en<br />

Nucha, para avanzar más en <strong>el</strong> tema y clarificar más dudas, y a medida que lo<br />

hacíamos se les iba abriendo con mayor claridad <strong>el</strong> cuadro real d<strong>el</strong> litigio,<br />

aunque aún le quedaban algunos puntos oscuros.<br />

Fue así que <strong>el</strong> lunes 29 de de octubre a las 10 de la mañana me pidió una<br />

serie de aclaraciones, porque mantenían reuniones con <strong>el</strong> ministro de<br />

Economía Peirano, con <strong>el</strong> canciller Taiana y con <strong>el</strong> presidente d<strong>el</strong> Banco<br />

Central, Martín Redrado, tal como se describe en los cables de WikiLeaks y<br />

que a continuación se detallan, ya traducidos al cast<strong>el</strong>lano, cuyos originales en<br />

inglés y en cast<strong>el</strong>lano también se transcriben en <strong>el</strong> anexo de documentos de<br />

este libro.<br />

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“Cable d<strong>el</strong> 30 de octubre de 2007<br />

Confidencial.<br />

Referencia: Buenos Aires 002142<br />

Clasificado por: Embajador E. Anthony Wayne POR RAZONES DE 1.4 (b) y (D)<br />

Tema: Situación de los Derechos Humanos/ Antisemitismo/ Situación de un<br />

ciudadano argentino.<br />

Resumen.<br />

1. (C) El Embajador y Emboffs han dedicado importantes recursos a investigar<br />

sobre los derechos humanos (y <strong>el</strong> antisemitismo) en <strong>el</strong> <strong>caso</strong> d<strong>el</strong> ciudadano<br />

argentino Eduardo Saiegh (víctima en 1980 de secuestro, tortura, y la<br />

expropiación).<br />

El embajador ha planteado <strong>el</strong> <strong>caso</strong> en los más altos niv<strong>el</strong>es políticos y<br />

económicos d<strong>el</strong> Gobierno argentino.<br />

Resultado: <strong>el</strong> Gobierno argentino y Eduardo Saiegh tienen posiciones<br />

totalmente diferentes y que parecen muy difíciles de conciliar.<br />

El Gobierno argentino afirma que Saiegh nunca recibió una sentencia judicial a<br />

su favor, y las resoluciones administrativas (incluyendo las de la Secretaría de<br />

Derechos Humanos) no son vinculantes. Saiegh sostiene que una resolución<br />

administrativa a su favor, permitiría que <strong>el</strong> gobierno argentino pueda presentar<br />

una oferta a través d<strong>el</strong> Banco Central (BCRA).<br />

Los esfuerzos de promoción detallada<br />

2. (C) … la Embajada se ha dedicado a comunicar al Gobierno argentino y a<br />

las autoridades d<strong>el</strong> más alto niv<strong>el</strong> d<strong>el</strong> BCRA su interés en <strong>el</strong> complejo Caso<br />

Saiegh…<br />

3. (C) El Embajador planteó <strong>el</strong> <strong>caso</strong> Saiegh con Economía, al ministro (Migu<strong>el</strong>)<br />

Peirano <strong>el</strong> 24 de agosto, con <strong>el</strong> canciller Taiana, <strong>el</strong> 20 de septiembre y al<br />

presidente d<strong>el</strong> Banco Central (Martín) Redrado, en octubre.<br />

4. Taiana y Redrado (pero no Peirano) estuvieron algo familiarizados con <strong>el</strong><br />

<strong>caso</strong>.<br />

Se han realizado numerosas reuniones de seguimiento y conversaciones<br />

t<strong>el</strong>efónicas con <strong>el</strong> BCRA (incluido <strong>el</strong> vicepresidente d<strong>el</strong> organismo, Jefe d<strong>el</strong><br />

gabinete y <strong>el</strong> Jefe d<strong>el</strong> Departamento de Liquidación)…<br />

El Embajador se reunió con <strong>el</strong> señor Saiegh <strong>el</strong> 21 de septiembre y acordaron<br />

permanecer en contacto.<br />

-79-


El embajador también discutió <strong>el</strong> <strong>caso</strong> <strong>el</strong> 17 de septiembre con Gregg Rickman,<br />

<strong>el</strong> enviado especial para <strong>el</strong> monitoreo y seguimiento de la lucha contra <strong>el</strong><br />

antisemitismo.<br />

4. (C) Notas posteriores reflejaron que una serie de factores han complicado<br />

los esfuerzos para llamar la atención sobre este asunto en <strong>el</strong> gobierno<br />

argentino y han hecho más lentas las respuestas a las preguntas de la<br />

Embajada. Principalmente durante los últimos tres meses… funcionarios de<br />

alto niv<strong>el</strong> ha evitado puntos potencialmente controvertidos…<br />

Los numerosos escándalos financieros en 2007 alentaron a evitar la toma de<br />

decisiones, suscribir documentos y emitir opiniones.<br />

Además, un nuevo Ministro de Economía se hizo cargo <strong>el</strong> 17 de julio y se ha<br />

reemplazado totalmente los niv<strong>el</strong>es superiores de la Secretaría Legal d<strong>el</strong><br />

Ministerio de Economía, que tiene la responsabilidad primordial de este <strong>caso</strong>.<br />

Por último, ciertos contactos alegan que no hay intención (vocación) general de<br />

que <strong>el</strong> gobierno y las autoridades d<strong>el</strong> BCRA aborden temas r<strong>el</strong>acionados con<br />

las décadas de los 70 y 80, en los que gobernó la dictadura militar.<br />

Diferencias aparentemente irreconciliables<br />

5. (C) La conclusión es que <strong>el</strong> gobierno argentino y Eduardo Saiegh tienen<br />

posiciones completamente opuestas sobre la naturaleza y estado de la causa.<br />

Los argumentos de ambas partes son opacos y difíciles de interpretar, y sus<br />

posiciones parecen ser irreconciliables en <strong>el</strong> presente.<br />

La gran diferencia de opinión sobre los hechos básicos d<strong>el</strong> <strong>caso</strong> es, sin duda,<br />

uno de las principales razones por las que Saiegh no ha logrado, en más de 27<br />

años, ganar su <strong>caso</strong>.<br />

6. (C) Saiegh y su principal defensor en los Estados Unidos, <strong>el</strong> rabino Morton<br />

Rosenthal (que ha estado en contacto directo por este <strong>caso</strong> con la oficina d<strong>el</strong><br />

Enviado Especial y <strong>el</strong> Consejo de Seguridad Nacional), informó al gobierno de<br />

Estados Unidos en julio de 2007 que había juicios favorables a Saiegh en <strong>el</strong><br />

juzgado y que <strong>el</strong> Gobierno se niega a cumplir. También señaló que Saiegh<br />

ofreció una oferta de convenio (de U$S 15 millones), que <strong>el</strong> Ministerio de<br />

Economía había negado a transmitir al Presidente para que decida (en<br />

supuesta violación de una resolución administrativa y varias órdenes<br />

judiciales).<br />

El rabino Rosenthal sugiere, en su carta de 05 de julio, al Consejo de<br />

Seguridad Nacional y durante su reunión d<strong>el</strong> 2 de agosto -con la oficina d<strong>el</strong><br />

Enviado Especial-, que tenía que convencer al Ministerio de Economía que<br />

transmita la oferta, que era de interés d<strong>el</strong> gobierno de los Estados Unidos y que<br />

transmitan dicha preocupación a altos funcionarios d<strong>el</strong> gobierno argentino.<br />

-80-


7. (C) Sin embargo, la Embajada no ha logrado influir en <strong>el</strong> gobierno argentino<br />

para resolver este <strong>caso</strong>. Por <strong>el</strong> contrario, <strong>el</strong> nuevo secretario Legal d<strong>el</strong><br />

Ministerio, Eduardo Prina, informó que Saiegh nunca recibió una sentencia<br />

judicial a su favor.<br />

Mientras, Saiegh aún tiene pendientes varios procesos judiciales<br />

(especialmente en r<strong>el</strong>ación con la quiebra d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano), Prina<br />

dijo que no cree que <strong>el</strong> gobierno argentino vaya a ninguna corte.<br />

8. (C) Prina también argumentó que la decisión administrativa en favor de<br />

Saiegh y la declaración de la Secretaría de Derechos Humanos d<strong>el</strong> 2004<br />

(referenciando que <strong>el</strong> secuestro, la tortura, y la expropiación fueron actos de<br />

"terrorismo de Estado" y "anti-semitismo") no son vinculantes.<br />

Por lo tanto, señaló Prina, <strong>el</strong> Ministerio de Economía no tiene la obligación legal<br />

de negociar un acuerdo de liquidación.<br />

Por su parte, <strong>el</strong> BCRA sostiene que están prohibidas por ley las negociaciones,<br />

por lo que se excluirán de las negociaciones d<strong>el</strong> <strong>caso</strong>.<br />

…<br />

De acuerdo con <strong>el</strong> BCRA, no puede liquidarse <strong>el</strong> Banco Latinoamericano hasta<br />

que <strong>el</strong> <strong>caso</strong> Saiegh en la Corte tenga una sentencia judicial firme.<br />

Saiegh acusa al Gobierno Argentino / BCRA de engañar a la Embajada<br />

9. (C) Saiegh no está de acuerdo con <strong>el</strong> gobierno argentino y <strong>el</strong> BCRA en las<br />

versiones de los hechos, y acusa a funcionarios de gobierno argentino y <strong>el</strong><br />

BCRA de distorsionarlos.<br />

Saiegh cree que los diversos funcionarios que hablaron con personal de la<br />

Embajada están proporcionando información engañosa (o incluso mentirosa)<br />

aprovechando la falta de conocimiento sobre <strong>el</strong> <strong>caso</strong> y de la legislación<br />

argentina.<br />

Saiegh se ha propuesto acompañar a funcionarios de la Embajada a las<br />

reuniones con funcionarios d<strong>el</strong> gobierno argentino y d<strong>el</strong> Banco Central, para<br />

poder aclarar las cosas.<br />

10. (C) Saiegh señala que <strong>el</strong> Procurador d<strong>el</strong> Tesoro confirmó la sentencia<br />

administrativa a su favor y ordenó a Economía que transmita la resolución de la<br />

Presidencia…<br />

Saiegh también alega que <strong>el</strong> gobierno argentino quiere que se obtenga una<br />

solución legal (una resolución judicial en lugar de resolución administrativa), ya<br />

que <strong>el</strong> <strong>caso</strong> podría no tener fin en <strong>el</strong> sistema judicial y que, de este modo,<br />

nunca recibiría justicia.<br />

-81-


La mirada de la Embajada<br />

11. (C) A pesar de que Saiegh y su historia nos parece legítima, no ha podido<br />

después de 27 años obtener una resolución de su <strong>caso</strong> en su propio país a<br />

través de medios judiciales o administrativos, incluso a pesar de que, durante <strong>el</strong><br />

gobierno de Menem, ocupó altos cargos.<br />

Saiegh está viendo de utilizar la presión d<strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos para<br />

alcanzar un acuerdo con <strong>el</strong> gobierno argentino porque no espera lograr justicia<br />

en los tribunales.<br />

12. (C) Desde <strong>el</strong> gobierno argentino, así como los interlocutores d<strong>el</strong> BCRA, no<br />

han sido especialmente sensibles en <strong>el</strong> suministro de información, en devolver<br />

llamadas t<strong>el</strong>efónicas, o aceptar reuniones.<br />

Los próximos pasos<br />

13. (SBU) … Las opciones disponibles que en realidad podrían tener cierto<br />

éxito parecen requerir que <strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos tome, por lo menos,<br />

una posición implícita en los méritos y los hechos d<strong>el</strong> <strong>caso</strong>:<br />

1) Con las <strong>el</strong>ecciones encima (en Argentina), <strong>el</strong> embajador podría <strong>el</strong>evar <strong>el</strong><br />

<strong>caso</strong> de los nuevos funcionarios d<strong>el</strong> gobierno argentino sobre la base de que se<br />

trata de un <strong>caso</strong> de terrorismo de Estado en contra de un ciudadano judío;<br />

2) Permitir a Saiegh y a sus abogados acompañar a los funcionarios de la<br />

Embajada a las reuniones para evitar que los funcionarios de gobierno<br />

argentino den información engañosa;<br />

3) Presionar a funcionarios de niv<strong>el</strong> medio para que den respuesta oficial y<br />

contra argumenten sobre <strong>el</strong> Caso, lo que requiere un debate detallado de los<br />

hechos jurídicos.<br />

Wayne”.<br />

Final d<strong>el</strong> cable<br />

NUEVA REUNIÓN CON LAMBERT<br />

El 7 noviembre a las 11 de la mañana volví a reunirme en Nucha con Chris<br />

Lambert, quien me puso al tanto de las gestiones que habían hecho y que<br />

están detalladas en <strong>el</strong> cable anterior con total y absoluta precisión. Es digna de<br />

mencionar la veracidad y realidad de los hechos que se r<strong>el</strong>atan en esos cables<br />

confidenciales d<strong>el</strong> embajador al Departamento de Estado, ya que él estuvo<br />

presente en las gestiones.<br />

-82-


A partir de allí comenzó una serie de reuniones semanales con Chris<br />

Lambert, a las que se sumó al poco tiempo Heidi Gómez, encargada d<strong>el</strong> área<br />

de derechos humanos en la Embajada. Fuimos avanzando, despejé más dudas<br />

y fui desbaratando, con documentos en la mano, las mentiras y engaños que<br />

les transmitían los funcionarios.<br />

Como resultado de esto, aparece un cable d<strong>el</strong> 4 diciembre, que se transcribe<br />

a continuación, donde la situación queda mucho más clarificada para <strong>el</strong>los,<br />

particularmente a partir de la reunión que tuvo <strong>el</strong> embajador con <strong>el</strong> secretario<br />

de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, <strong>el</strong> 29 noviembre. Se transcribe<br />

completo <strong>el</strong> cable en <strong>el</strong> anexo documental d<strong>el</strong> libro.<br />

“Cable d<strong>el</strong> 4 de diciembre de 2007<br />

Confidencial<br />

Referencia: 06BUENOSAIRES1943, 07BUENOSAIRES2142<br />

Clasificado por: Embajador E. Anthony Wayne<br />

Tema: Embajador discute <strong>el</strong> Caso Saiegh con <strong>el</strong> secretario Duhalde<br />

RESUMEN.<br />

Caso d<strong>el</strong> ciudadano argentino Eduardo Saeigh, un ciudadano judío argentino<br />

que en 1980 fue secuestrado, torturado y desposeído de un banco de su<br />

propiedad durante la dictadura militar que gobernó la Argentina entre 1976 y<br />

1983. (ver ref A para <strong>el</strong> fondo).<br />

Duhalde le dijo al Embajador que él emitió, en 2004, un dictamen no vinculante<br />

que afirma <strong>el</strong> apoyo a Saiegh.<br />

Expresó su interés en ver resu<strong>el</strong>to <strong>el</strong> <strong>caso</strong> Saiegh, y sugirió que <strong>el</strong> interés de la<br />

Embajada en la materia podría ayudar a llevar <strong>el</strong> <strong>caso</strong> ad<strong>el</strong>ante.<br />

Saiegh insistió en que la opinión de Duhalde es una resolución administrativa<br />

con <strong>el</strong> peso legal.<br />

En una conversación por separado d<strong>el</strong> embajador con Aldo Donzis, Presidente<br />

de la DAIA, confió que entiende que Kirchner y su equipo había revisado <strong>el</strong><br />

<strong>caso</strong>, pero había decidido no pronunciarse al respecto por miedo a establecer<br />

un precedente para muchos otros <strong>caso</strong>s sucedidos durante la dictadura militar.<br />

Duhalde: Opinión, admite reclamaciones de Saiegh, pero no es vinculante<br />

3. (C) El 29 de noviembre, <strong>el</strong> Embajador se reunió con <strong>el</strong> Secretario para los<br />

Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde.<br />

-83-


El embajador comenzó señalando <strong>el</strong> interés d<strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos en<br />

<strong>el</strong> Caso Saiegh debido a la Ley sobre Anti-semitismo, que autoriza al<br />

Departamento de Estado a vigilar <strong>el</strong> antisemitismo en forma mundial e informar<br />

anualmente al Congreso.<br />

Duhalde señaló que conocen <strong>el</strong> Caso Saiegh muy bien, y que en 2004 emitió<br />

una opinión no vinculante en la que se dice que Saiegh fue una víctima d<strong>el</strong><br />

Estado <strong>el</strong> terrorismo y <strong>el</strong> antisemitismo. … Duhalde explicó que la Secretaría no<br />

es un tribunal y que la posición no es vinculante…<br />

A pesar de <strong>el</strong>lo, Duhalde también sostuvo que <strong>el</strong> lenguaje utilizado en la carta<br />

es <strong>el</strong> más fuerte que la Secretaría puede utilizar para apoyar la defensas de<br />

Saiegh.<br />

…<br />

4. (C) Cuando <strong>el</strong> embajador le preguntó qué opciones tenía Saiegh para<br />

resolver <strong>el</strong> asunto, Duhalde afirmó que la decisión actualmente reside en <strong>el</strong><br />

Ministerio de Economía. … Expresó su interés en que se resu<strong>el</strong>va <strong>el</strong> Caso<br />

Saiegh, y señaló que se había planteado la cuestión con <strong>el</strong> ex ministro de<br />

Economía, F<strong>el</strong>isa Mic<strong>el</strong>i, y la intención de hacer lo mismo con <strong>el</strong> ministro de<br />

Economía entrante, Martín Lousteau…<br />

Cuando <strong>el</strong> embajador le preguntó si había habido <strong>caso</strong>s similares, Duhalde dijo<br />

que había habido varios r<strong>el</strong>acionados con empresas argentinas, y que la<br />

mayoría se han resu<strong>el</strong>to de manera amistosa fuera de los tribunales…<br />

Saiegh sostiene que la opinión de Duhalde tiene peso legal.<br />

5. (C) Saiegh consideró la respuesta de Duhalde como "positiva", pero lamentó<br />

que <strong>el</strong> secretario de Derechos Humanos no se ofreció a plantear la cuestión<br />

con <strong>el</strong> Presidente.<br />

A pesar de la explicación de Duhalde, Saiegh sostuvo que la opinión es una<br />

resolución administrativa con peso legal.<br />

Saiegh expresó su frustración con la demora d<strong>el</strong> Gobierno sobre la decisión de<br />

su <strong>caso</strong> y reiteró su preocupación acerca de que <strong>el</strong> gobierno argentino está<br />

respondiendo con evasivas a la Embajada.<br />

6. (C) Cuando se le preguntó si había considerado llevar <strong>el</strong> <strong>caso</strong> ante la<br />

Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dijo que él trató de hacerlo<br />

hace años, cuando <strong>el</strong> ministro de R<strong>el</strong>aciones Exteriores Taiana trabajó en la<br />

OEA, pero le dijeron que tenía que agotar todos los recursos nacionales<br />

judiciales y administrativos antes de poder hacerlo…<br />

DAIA: KA ha revisado <strong>el</strong> asunto, pero hay temores por <strong>el</strong> precedente.<br />

-84-


7. (C) En una conversación aparte con <strong>el</strong> Embajador, <strong>el</strong> 1 de diciembre, Aldo<br />

Donzis, Presidente de la DAIA, confió que a su entender, la ministra de<br />

Economía, F<strong>el</strong>isa Mich<strong>el</strong>i, había remitido <strong>el</strong> Caso Saiegh al presidente Kirchner<br />

para tomar una decisión.<br />

Donzis afirmó que la DAIA había hablado a Oscar Parrilli, Secretario General<br />

de la Presidencia, que según los informes indicaron que Kirchner no puede<br />

decidir sobre <strong>el</strong> asunto por temor a sentar un precedente.<br />

Comentario<br />

8. (C) Las decisiones d<strong>el</strong> gobierno y los dictámenes jurídicos permiten una<br />

variedad de interpretaciones. Esto explica por qué <strong>el</strong> gobierno argentino puede<br />

interpretar un documento legal de una manera, mientras que Saiegh y sus<br />

abogados pueden interpretar <strong>el</strong> mismo documento de otra.<br />

A pesar de la frustración de Saiegh por la lentitud de los procesos judiciales, <strong>el</strong><br />

<strong>caso</strong> parece estar recibiendo <strong>el</strong> debido proceso, al menos desde ciertos<br />

aspectos de su <strong>caso</strong>, están siendo escuchados a través de los tribunales y en<br />

<strong>el</strong> niv<strong>el</strong> administrativo”.<br />

LA SIGUIENTE REUNION CON LAMBERT<br />

El viernes 11 de enero a las 13 nos reunimos con Chris Lambert y Heidi<br />

Gómez, nuevamente en Nucha. Compartimos un almuerzo, analizamos los<br />

resultados de la entrevista d<strong>el</strong> embajador con <strong>el</strong> secretario de Derechos<br />

Humanos, sacamos conclusiones y examinamos los caminos por seguir. Se<br />

mostraron muy sorprendidos por la buena actitud y predisposición d<strong>el</strong><br />

secretario Duhalde respecto d<strong>el</strong> Caso, aunque había dicho que no estaba en<br />

sus manos la resolución final.<br />

Menos de un mes después, otro cable de la Embajada da continuidad a los<br />

informes sobre <strong>el</strong> Caso.<br />

“Cable d<strong>el</strong> 4 de febrero de 2008<br />

Confidencial<br />

Referencia: A. 07 Buenos Aires 1943 … 2.<br />

Resumen.<br />

El Embajador ha planteado a niv<strong>el</strong> de funcionarios d<strong>el</strong> gabinete d<strong>el</strong> gobierno<br />

argentino <strong>el</strong> <strong>caso</strong> d<strong>el</strong> señor Eduardo Saiegh, un ciudadano argentino que en<br />

1980 fue secuestrado, torturado y desposeído de un banco de su propiedad<br />

durante la dictadura militar en Argentina entre 1976-1983. La cuestión ha<br />

resultado ser más complicada y espinosa que lo previsto originalmente. Con <strong>el</strong><br />

fin de asegurar que podemos avanzar de una manera más eficaz y coordinada<br />

-85-


posible se reitera la solicitud de instrucciones... Recientemente hemos recibido<br />

un número de mensajes de correo <strong>el</strong>ectrónico d<strong>el</strong> Dr. Gregg Rickman, enviado<br />

especial para <strong>el</strong> seguimiento y combate d<strong>el</strong> antisemitismo, <strong>el</strong> rabino Morton<br />

Rosenthal, ex Director de Anti-Defamation League de América Latina, y d<strong>el</strong><br />

propio Saiegh, instando al embajador a <strong>el</strong>evar <strong>el</strong> <strong>caso</strong> d<strong>el</strong> señor Saiegh a la<br />

presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y otras entidades<br />

d<strong>el</strong> gobierno argentino.<br />

3. (SBU) El 30 de enero, <strong>el</strong> embajador recibió un e-mail d<strong>el</strong> rabino Morton<br />

Rosenthal, ex director de la Anti-Defamation League para América Latina,<br />

solicitando que <strong>el</strong> embajador trate <strong>el</strong> tema d<strong>el</strong> Caso Saiegh durante su reunión<br />

d<strong>el</strong> 31 de enero con CFK. El 31 de enero, <strong>el</strong> Sr. Saiegh envió un correo<br />

<strong>el</strong>ectrónico al Embajador con la misma petición, reiterando su oferta de resolver<br />

<strong>el</strong> <strong>caso</strong> por aproximadamente 15 millones de dólares, lo que puede utilizar para<br />

crear un fondo de inversión entre EE.UU. y Argentina. También <strong>el</strong> 31 de enero,<br />

se recibió un e-mail de Gregg Rickman… instando al embajador de <strong>el</strong>evar <strong>el</strong><br />

<strong>caso</strong> Saiegh.<br />

4. El embajador discutió <strong>el</strong> Caso Saiegh con altos funcionarios argentinos,<br />

entre <strong>el</strong>los <strong>el</strong> ministro de Economía, Martín Lousteau, <strong>el</strong> canciller Jorge Taiana ,<br />

<strong>el</strong> secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y <strong>el</strong> ex ministro de<br />

Economía Migu<strong>el</strong> Peirano. La cuestión resultó ser más complicada de lo<br />

previsto originalmente. A fin de garantizar avances más eficaces, reitero <strong>el</strong><br />

mensaje de solicitud de instrucciones d<strong>el</strong> Departamento.<br />

5. Saiegh, claramente, quiere que la Embajada negocie un acuerdo por él con<br />

<strong>el</strong> gobierno argentino. Desde <strong>el</strong> gobierno argentino se sostiene que <strong>el</strong> Caso<br />

Saiegh se encuentra todavía en los tribunales… por eso tenemos que conciliar<br />

nuestro deseo de ayudar a resolver <strong>el</strong> Caso Saiegh con <strong>el</strong> respeto de la<br />

autonomía judicial (argentina). La Embajada está dispuesta a seguir <strong>el</strong>evando<br />

<strong>el</strong> Caso Saiegh con altos funcionarios, de niv<strong>el</strong> medio y de la nueva<br />

administración que asumió <strong>el</strong> 10 de diciembre (de 2008).<br />

Wayne”.<br />

Final d<strong>el</strong> cable.<br />

Se suma otro despacho, una semana después.<br />

“Cable d<strong>el</strong> 11 de febrero de 2008<br />

Confidencial<br />

Clasificado por: Embajador E. Anthony Wayne<br />

-86-


El 13 de febrero se realizó una reunión prevista con <strong>el</strong> ministro argentino de<br />

Economía, Martín Losteau. Fue una exc<strong>el</strong>ente oportunidad para que <strong>el</strong><br />

Embajador retomara sus esfuerzos en favor d<strong>el</strong> señor Eduardo Saiegh, <strong>el</strong><br />

ciudadano argentino que en 1980 fue secuestrado, torturado, etc., con <strong>el</strong><br />

objetivo de garantizar su defensa y para avanzar d<strong>el</strong> modo más eficaz. Reitero<br />

la petición de obtener instrucciones, de manera de coordinar las formas<br />

posibles, d<strong>el</strong> Departamento de Estado.<br />

Wayne”.<br />

Final d<strong>el</strong> cable.<br />

El jueves 14 febrero a las 16 me reuní con Heidi Gómez, quien me transmitió<br />

de parte d<strong>el</strong> embajador cuál era la posición y la situación de la Embajada en<br />

r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> Caso, y que está claramente plasmada en los cables que se<br />

adjuntan y que fueron anteriores y posteriores a ese encuentro.<br />

OTRA GESTIÓN, POR LA LLEGADA DEL SENADOR ENGELS<br />

El jueves 21 febrero a las 19 mantuve una reunión en la embajada, ya que<br />

estaba prevista la llegada d<strong>el</strong> senador Eng<strong>el</strong>s y había un cóct<strong>el</strong> en su honor al<br />

que fui invitado especialmente, ya que era él quien había sido informado en su<br />

totalidad acerca de mi Caso a través de medios diversos, y sus asesores<br />

intervinieron en forma directa y concreta. Viajaba a la Argentina con <strong>el</strong> objetivo<br />

de plantear mi situación y tratar otros temas r<strong>el</strong>acionados con <strong>el</strong> vínculo entre<br />

los dos países.<br />

A esas gestiones se refiere otro despacho de la Embajada.<br />

“Cable d<strong>el</strong> 25 de febrero de 2008<br />

Confidencial<br />

Clasificado por: Embajador E. Anthony Wayne<br />

Resumen.<br />

1. (C) Durante una reunión, <strong>el</strong> 21 de febrero, con <strong>el</strong> nuevo ministro de<br />

Economía argentino, Martín Lousteau, los representantes Eng<strong>el</strong> (D-NY), Green<br />

(D-TX), Hinchey (D-NY), W<strong>el</strong>ler (R-IL), y Foxx (R-NC)) presionaron a Lousteau<br />

para definir temas de creciente importancia para <strong>el</strong> Congreso: 1) Perspectivas<br />

de negociar un acuerdo con los tenedores de bonos que se negaron a<br />

participar en <strong>el</strong> canje de deuda 2005 (pendiente de de Argentina en 2001 por<br />

default), 2) pago de las deudas vencidas a los acreedores oficiales (Club de<br />

París), y 3) las perspectivas de la negociación de un acuerdo en r<strong>el</strong>ación al<br />

Caso Saiegh por violación a los derechos humanos y antisemitismo. Lousteau<br />

-87-


consideró exitoso <strong>el</strong> canje de deuda d<strong>el</strong> 2005, afirmando que <strong>el</strong> 87% de los<br />

tenedores de bonos en los EE.UU. participaron... (Losteau) … Afirmó que <strong>el</strong><br />

gobierno argentino quiere pagar los atrasos con <strong>el</strong> Club de París, pero no<br />

aceptará <strong>el</strong> rol de supervisión d<strong>el</strong> FMI… En cuanto a la disputa por <strong>el</strong> Caso<br />

Saiegh, Lousteau y su secretario de Finanzas, Hugo Secondini, indicaron que<br />

<strong>el</strong> sistema judicial argentino no dictó una resolución en favor de Saiegh y, por<br />

tanto, <strong>el</strong> gobierno argentino no está en condiciones de negociar ante la falta de<br />

una resolución judicial. A pesar de <strong>el</strong>lo, accedió a revisar la información<br />

disponible sobre <strong>el</strong> <strong>caso</strong>…<br />

4. Eng<strong>el</strong>s destacó <strong>el</strong> alto niv<strong>el</strong> d<strong>el</strong> interés d<strong>el</strong> Congreso y d<strong>el</strong> gobierno de<br />

Estados Unidos en <strong>el</strong> Caso Saiegh, a partir de su experiencia en 1980 cuando<br />

fue detenido, torturado, y desposeído de su banco, <strong>el</strong> Banco Latinoamericano…<br />

El representante Eng<strong>el</strong>s reconoce que hay muchos otros de estos <strong>caso</strong>s<br />

sucedidos durante la dictadura militar de la década de 1970 y principios de<br />

1980. Este <strong>caso</strong> -en particular- ha llamado la atención d<strong>el</strong> más alto niv<strong>el</strong> de<br />

ambos partidos en <strong>el</strong> Congreso. En cuanto al conflicto en <strong>el</strong> Caso Saiegh,<br />

Lousteau y su secretario de Finanzas Secondini argumentaron que <strong>el</strong> sistema<br />

judicial argentino no ha tomado una decisión a favor de Saiegh, lo que significa<br />

que no ha habido una determinación oficial sobre los hechos o cualquier otra<br />

culpabilidad en la expropiación d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano. Sin tal resolución,<br />

Lousteau comentó que <strong>el</strong> gobierno argentino no está en condiciones de<br />

negociar un acuerdo de liquidación. Sin embargo, aseguró a los representantes<br />

d<strong>el</strong> Congreso que <strong>el</strong> secretario de Finanzas Secondini revisará toda la<br />

documentación disponible sobre <strong>el</strong> Caso para discutirlo con más detalle con los<br />

representantes de la Embajada.<br />

10. El Embajador designado ante los EE.UU. Héctor Timerman, también<br />

presente en la reunión, acordó que la experiencia d<strong>el</strong> Sr. Saiegh fue una farsa.<br />

Describió la experiencia de su propia familia con la tortura a manos de la<br />

dictadura en la década de 1970, y afirmó que <strong>el</strong> Congreso y <strong>el</strong> gobierno de<br />

Estados Unidos ayudaron a salvar muchas vidas durante ese período,<br />

incluyendo la de su padre. Timerman argumentó que no había nada<br />

bloqueando la búsqueda de justicia en <strong>el</strong> Caso Saiegh a través de los<br />

tribunales argentinos, y que la justicia es <strong>el</strong> medio adecuado para resolver este<br />

reclamo. (Nota: Posteriormente, <strong>el</strong> señor Saiegh dijo que tiene una resolución<br />

administrativa a su favor que, según él, debería ser suficiente para <strong>el</strong> gobierno<br />

argentino para tratar de aceptar llegar a un acuerdo).<br />

Wayne”.<br />

Final d<strong>el</strong> cable.<br />

-88-


El miércoles 2 abril a las 12.40, <strong>el</strong> señor Gregg Rickman, secretario de<br />

Estado para la Lucha contra <strong>el</strong> Antisemitismo a niv<strong>el</strong> mundial, recién llegado a<br />

Buenos Aires, me invitó a almorzar en <strong>el</strong> restaurante Río Alba, de la Embajada,<br />

con una comitiva de seis altos funcionarios. Hubo gran sorpresa en muchos de<br />

<strong>el</strong>los al escuchar de boca directa d<strong>el</strong> señor Rickman contarme, con lujo de<br />

detalles, cómo fue un altercado diplomático con Héctor Timerman, entonces<br />

embajador en Washington, quien en su propio despacho oficial de secretario a<br />

cargo de Derechos Humanos y Antisemitismo d<strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos<br />

se permitió amenazarlo con no entregarle la visa diplomática si él viajaba a la<br />

Argentina para realizar gestiones sobre mi Caso, conforme a la Ley que rige en<br />

su país sobre lucha al antisemitismo.<br />

Siempre lo tengo presente como un almuerzo memorable, porque si bien <strong>el</strong><br />

embajador Wayne no pudo participar, porque tenía otro compromiso, la<br />

recepción que me dieron, con la presencia de altos funcionarios de la<br />

Embajada y d<strong>el</strong> gobierno que acompañaban a Rickman, tuvo para mi un<br />

significado muy importante. Comprendí que se trataba de un hombre noble,<br />

comprometiendo su esfuerzo en una causa mundial.<br />

Durante <strong>el</strong> almuerzo me transmitió formalmente que había viajado a Buenos<br />

Aires para ayudarme en mi causa, porque estaba convencido, jurídica y<br />

humanamente, de que soy una doble víctima d<strong>el</strong> terrorismo de Estado, como<br />

empresario y como judío, y precisamente él estaba a cargo d<strong>el</strong> cumplimiento de<br />

la ley de 2004, de lucha contra <strong>el</strong> antisemitismo en <strong>el</strong> mundo. Este era <strong>el</strong> primer<br />

<strong>caso</strong> que se le presentaba, luego de dos años de gestiones infructuosas d<strong>el</strong><br />

embajador y todos sus colaboradores, para la posible aplicación de la ley. En<br />

ese sentido, me manifestó clara y enfáticamente que llegaba a Buenos Aires a<br />

luchar por mi causa, con total franqueza y sinceridad, mirándome a los ojos y<br />

dándome la mano. Los dos sabíamos que luchábamos por un valor<br />

irrenunciable, lo sentí plenamente en ese apretón de manos que nos dimos los<br />

dos parados y que luego siguió en un abrazo. Los demás participantes miraban<br />

emocionados.<br />

Esperé a que se sentara pero permanecí de pie, para darle más solemnidad a<br />

mi agradecimiento, de todo corazón, a él y a los demás funcionarios d<strong>el</strong><br />

Departamento de Estado, empezando por Elliot Abrams, por involucrarse en la<br />

defensa de mi causa junto con <strong>el</strong> embajador Wayne, <strong>el</strong> congresista Eng<strong>el</strong>s y<br />

varios representantes demócratas y republicanos.<br />

Les confesé que no hallaba palabras suficientes para agradecerles, y que mi<br />

compromiso con mi país y con <strong>el</strong> suyo era trabajar para mejorar la r<strong>el</strong>ación.<br />

Mencioné, entonces, lo realizado a través de la Fundación para la Integración<br />

Latinoamericana y <strong>el</strong> trabajo con la Embajada durante 10 años en muchas<br />

actividades culturales y políticas. Me emocioné y se emocionaron por la parte<br />

humana d<strong>el</strong> agradecimiento.<br />

-89-


Rickman cumplió lo que prometió al pie de la letra. El cable que se transcribe<br />

a continuación así lo refleja. Me encontré con un gran hombre, profesional,<br />

humana y políticamente, de una honradez y moralidad a toda prueba, de esa<br />

que no estamos acostumbrados los argentinos. Y por esa razón, y por lo que le<br />

tocó vivir directamente con Timerman, es que lo he ofrecido como testigo en la<br />

causa penal 1875 /09, como figura d<strong>el</strong> presente, en mi ratificación de denuncia.<br />

Además, insistí en que no quería que mi <strong>caso</strong> se transformara en un motivo<br />

de conflictividad entre ambos gobiernos, porque mi interés y mi trabajo siempre<br />

fue a favor de mejorar las r<strong>el</strong>aciones entre los dos países.<br />

Fue un exc<strong>el</strong>ente e inolvidable encuentro. Me hicieron muchas preguntas<br />

entre todos los participantes, y por supuesto estaban presentes Crist Lambert y<br />

Heidi Gómez, con quienes ya había trabado una amistad muy sincera.<br />

La transcripción a continuación d<strong>el</strong> cable al Departamento de Estado y a las<br />

comisiones de Derechos Humanos y Política Exterior d<strong>el</strong> Congreso dan prueba<br />

de la gran tarea realizada por Rickman, ya que no cayó en saco roto.<br />

Efectivamente, en 2010 la Secretaría de Derechos Humanos se constituyó en<br />

co-quer<strong>el</strong>lante en mi causa, como Eduardo Luis Duhalde manifestó al<br />

embajador Wayne primero y a Rickman después, dada su determinación de<br />

buscar justicia para <strong>el</strong> Caso. Duhalde lo llevó a la práctica, a los hechos, no se<br />

quedo en un compromiso d<strong>el</strong> momento.<br />

El martes 24 junio de 2008 a las 13, otra vez a una hora infrecuente para<br />

una reunión en la Embajada, y no era precisamente para almorzar, me recibió<br />

<strong>el</strong> embajador Wayne, acompañado de la plana mayor de colaboradores, para<br />

comentarme lo sucedido hasta ese momento y <strong>el</strong> resultado de las gestiones de<br />

Gregg Rickman en la Argentina.<br />

Fue una reunión de una hora y media muy constructiva y amable. El<br />

embajador hizo varias preguntas, junto con algunos colaboradores. Volvieron a<br />

preguntar si la condición de judío había sido determinante para lo que me había<br />

pasado, y yo sostuve que fue un agravante, como lo dije siempre:<br />

evidentemente la connotación antisemita de la dictadura estuvo bien presente.<br />

Y quedaron convencidos de que lo que habían hecho hasta ese momento<br />

había sido correcto, debatimos e intercambios ideas sobre cómo se podía<br />

buscar una solución, pero aparentemente la única vía que quedaba era la penal<br />

judicial.<br />

Es que <strong>el</strong>los informaron que sólo habían recibido respuestas evasivas,<br />

aunque lo importante es que <strong>el</strong> involucramiento d<strong>el</strong> gobierno de Estados<br />

Unidos le dio al Caso una gran seriedad y solidez, toda vez que avala la<br />

responsabilidad de las denuncias efectuadas, después de haber tomado todas<br />

las medidas para su verificación.<br />

-90-


Esta aceptación d<strong>el</strong> Caso explica, por sí misma, la consideración y <strong>el</strong> respeto<br />

que las autoridades de la Embajada de Estados Unidos tienen para conmigo,<br />

por lo que mantengo mi sincero reconocimiento.<br />

El embajador Wayne envió otro informe a Washington para dar cuenta de los<br />

resultados de las gestiones de Rickman.<br />

“Cable d<strong>el</strong> 15 de julio de 2008<br />

Confidencial<br />

REF: 01924 BUENOS AIRES<br />

Clasificado por: Embajador E. Anthony Wayne POR RAZONES DE 1.4 (b) y (D)<br />

1. (C) Resumen. El 2 de julio, <strong>el</strong> enviado especial para <strong>el</strong> Monitoreo y Lucha<br />

contra <strong>el</strong> Antisemitismo, Gregg Rickman, se reunió con Eduardo Saiegh, un<br />

judío argentino que renunció a su banco bajo presión, después de haber sido<br />

secuestrado y torturado durante una semana por la dictadura militar en 1980.<br />

Saiegh revisó los temas de su <strong>caso</strong> (ref. A) y pidió ayuda al gobierno de<br />

Estados Unidos en <strong>el</strong> desarrollo de un plan de acción para instar al gobierno<br />

argentino para resolver su tema. El 3 de julio Rickman y DCM K<strong>el</strong>ly se<br />

reunieron con <strong>el</strong> Director General de Asuntos Bilaterales Vicente Espeche Gil<br />

para presentar <strong>el</strong> Caso Saiegh.<br />

Espeche Gil expresó su sorpresa de que Rickman planteara <strong>el</strong> <strong>caso</strong>, afirmando<br />

que Rickman había recibido la respuesta de la posición de Argentina por medio<br />

d<strong>el</strong> Embajador Héctor Timerman<br />

Espeche Gil recordó que Saiegh es de nacionalidad argentina y que tiene<br />

acceso a la sistema judicial. Y que si Saiegh no está satisfecho con <strong>el</strong> resultado<br />

en los tribunales, puede llevar <strong>el</strong> asunto a la Comisión Interamericana de<br />

Derechos Humanos (CIDH). También reiteró que <strong>el</strong> gobierno argentino "no<br />

reconoce <strong>el</strong> interés d<strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos en este <strong>caso</strong> ", y agregó<br />

que" todos los argentinos tienen acceso a la justicia y que Saiegh no es una<br />

excepción.<br />

RESPUESTA de Duhalde: solución administrativa "muy difícil"<br />

4. (C) Rickman también trató <strong>el</strong> Caso Saiegh con <strong>el</strong> secretario de Derechos<br />

Humanos, Eduardo Luis Duhalde, quien estuvo acompañado por <strong>el</strong> Asesor<br />

Principal Rodolfo Mattarolo, y la directora nacional para Asuntos<br />

Internacionales de Derechos Humanos, Andrea Gualde. Rickman preguntó si <strong>el</strong><br />

gobierno argentino tenía un proceso por <strong>el</strong> cual las víctimas de la ‘guerra sucia’<br />

en la Argentina, entre 1976-1983 podían: 1) buscar reparaciones d<strong>el</strong> Gobierno<br />

por los abusos de derechos humanos cometidos, y 2) buscar la restitución de<br />

los bienes incautados durante la dictadura militar.<br />

-91-


Duhalde afirmó que <strong>el</strong> gobierno argentino tiene un proceso de reparaciones,<br />

pero no la restitución. Explicó que hay tres vías diferentes para las víctimas que<br />

buscan reparaciones:<br />

1) para los que "desaparecieron" durante <strong>el</strong> régimen militar, se define una suma<br />

fija que se paga a los familiares,<br />

2) para los presos políticos, en este <strong>caso</strong> <strong>el</strong> pago se calcula sobre la base d<strong>el</strong><br />

número de días que la persona fue detenida, y<br />

3) para los niños que nacieron en cautiverio y que fueron adoptados<br />

ilegalmente por familias de militares.<br />

También indicó que los ciudadanos que buscan la restitución de los bienes<br />

confiscados durante <strong>el</strong> régimen militar deben obtener una reparación en los<br />

tribunales.<br />

5. (C) Rickman alienta a Duhalde a considerar <strong>el</strong> desarrollo de un proceso<br />

mediante <strong>el</strong> cual los ciudadanos argentinos cuyos activos fueron confiscados<br />

durante <strong>el</strong> régimen militar podrían buscar reparaciones.<br />

Refiriéndose a su experiencia en <strong>el</strong> desarrollo de este tipo de procesos para<br />

atender los reclamos de las víctimas judías cuyos bienes fueron confiscados en<br />

la Alemania nazi, sugirió que habría que proporcionar a las víctimas la<br />

oportunidad de presentar sus demandas, que puedan ofrecer pruebas que<br />

acrediten su propiedad anterior, y solicitar una indemnización.<br />

Duhalde dijo que estos problemas en la Argentina se solucionan mediante <strong>el</strong><br />

Poder Judicial, y que la ley ofrece garantías contra la impunidad.<br />

6. (C) Duhalde señaló que los <strong>caso</strong>s de restitución son difíciles de probar<br />

debido a que la dictadura militar hizo muchas transacciones ilícitas con<br />

documentos falsos.<br />

Rickman recordó que cuando estaba trabajando para resolver temas similares<br />

en reclamos de restitución por las confiscaciones nazis en Europa, muchos<br />

solicitantes fueron capaces de demostrar su propiedad anterior, incluso<br />

después de cincuenta años.<br />

Matarollo dijo en tono ‘simpático’: "Eso es Alemania", señalando que Alemania<br />

es mucho mejor en los registros. También indicó que parecía que <strong>el</strong> <strong>caso</strong> d<strong>el</strong><br />

banco de Saiegh, durante la dictadura militar, fue voluntariamente liquidado y<br />

no bajo presión.<br />

7. (C) Duhalde explicó que él siempre tuvo la opinión de que la experiencia de<br />

Saiegh fue compatible con la metodología empleada por la dictadura militar,<br />

con la discriminación ejercida contra las víctimas judías d<strong>el</strong> terrorismo de<br />

Estado.<br />

-92-


Afirmó, sin embargo, que no era jurídicamente vinculante y que "no está a mi<br />

alcance" resolver <strong>el</strong> Caso Saiegh. Opinó que <strong>el</strong> <strong>caso</strong> Saiegh es "muy difícil de<br />

resolver a través d<strong>el</strong> proceso administrativo", y recomendó que Saiegh continúe<br />

su <strong>caso</strong> "a través de los tribunales argentinos".<br />

Mattarolo indicó su simpatía o afinidad con las preocupaciones de Saiegh, y<br />

sugirió presentar una demanda contra <strong>el</strong> Estado o incluso en contra de los<br />

propios autores.<br />

Y añadió que <strong>el</strong> Caso Saiegh no fue un <strong>caso</strong> de discriminación, debido a que la<br />

Junta Militar ejerció “una represión generalizada ".<br />

Rickman cerró la reunión agradeciendo a Duhalde la explicación y reiterando <strong>el</strong><br />

interés de EE.UU. en ver que <strong>el</strong> Caso Saiegh se resu<strong>el</strong>va de manera justa.<br />

9. (U) Este cable fue aprobado por <strong>el</strong> Enviado Especial Gregg Rickman.<br />

Wayne”.<br />

Final d<strong>el</strong> Cable.<br />

El 23 y <strong>el</strong> 28 septiembre de 2008 me reuní con Chris y con Heidi. Volvieron<br />

a darme muy cordiales y atentas explicaciones: habían hecho hasta ese<br />

momento todo lo que estaba a su alcance, mencionaron que estaban<br />

aproximándose las <strong>el</strong>ecciones y hasta un cambio posible de gobierno y que<br />

sentían que en ese momento lo todos los esfuerzos realizados ya estaban<br />

agotados.<br />

Más ad<strong>el</strong>ante, ya en 2009, al estar en desarrollo las causas judiciales, la<br />

posibilidad de intervención d<strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos quedó canc<strong>el</strong>ada,<br />

por razones obvias. Ese acontecimiento conmocionante que fue la publicación<br />

de cientos de miles de documentos diplomáticos a través de WikiLeaks dejó a<br />

la vista de los lectores de todo <strong>el</strong> mundo la posibilidad de conocer <strong>el</strong> detalle de<br />

las gestiones realizadas por mi Caso. Los representantes estadounidenses<br />

intervinieron por la vigencia de una ley que les manda hacerlo y por una<br />

cuestión de derechos humanos, y actuaron con atención y respeto, en<br />

gestiones a menudo muy difíciles.<br />

-93-


CAPITULO 6<br />

“LOS MUERTOS QUE VOS MATAIS GOZAN DE BUENA SALUD”<br />

LA TRAVESÍA PARA LOGRAR JUSTICIA DESDE 1981 HASTA HOY,<br />

LUCHANDO CONTRA LA IMPUNIDAD<br />

Terminé de componer una primera recopilación d<strong>el</strong> conjunto de estas<br />

crónicas personales sobre <strong>el</strong> terrorismo de Estado y antisemitismo que me tocó<br />

vivir en agosto de 1988. Entonces las titulé “El libro blanco d<strong>el</strong> Latino”. Imprimí<br />

algunos ejemplares y los entregué oficialmente en todos los juzgados donde se<br />

tramitaban las acciones que había iniciado contra <strong>el</strong> Estado Nacional, en la<br />

persona jurídica d<strong>el</strong> Banco Central de la República Argentina (BCRA), tanto en<br />

sede federal penal y administrativa como en lo comercial.<br />

También fueron entregadas copias a los fiscales de cada una de <strong>el</strong>las y -<br />

muy particularmente- en <strong>el</strong> propio BCRA, donde fueron recibidas por su<br />

entonces director, <strong>el</strong> doctor Jorge Cort.<br />

Los documentos oficiales -que figuran transcriptos en mi blog<br />

www.e<strong>saiegh</strong>.blogspot.com y en <strong>el</strong> portal www.<strong>el</strong><strong>caso</strong><strong>saiegh</strong>.com.ar- y<br />

certifican este r<strong>el</strong>ato, así como toda la información periodística de la época<br />

sobre <strong>el</strong> Caso, completan <strong>el</strong> historial de lo fundamentado en mis denuncias: <strong>el</strong><br />

de una liquidación y una muerte preanunciadas en <strong>el</strong> terreno de las finanzas<br />

que también alcanzaba a vida misma, que pude negociar -milagrosamente-<br />

sobre <strong>el</strong> final, y con un pie en <strong>el</strong> patíbulo. Y por eso, hoy, puedo contarlo.<br />

Ya han transcurridos más de 30 años después de haber vivido los<br />

siniestros siete días de terror y muerte, y su criminal planificación y desenlace.<br />

Desde entonces, vengo dando batalla tras batalla en esta larga guerra,<br />

denunciando judicialmente la perversa y macabra maniobra d<strong>el</strong>ictiva pero<br />

también aleccionadora experiencia de vida que me tocó vivir, primero como<br />

víctima ‘privilegiada’ d<strong>el</strong> terrorismo de Estado y <strong>el</strong> antisemitismo de la<br />

dictadura, que de diferentes maneras -larvadas o explicitas- aún continúa<br />

presente en muchos sectores fascistas de nuestra sociedad. E inmediatamente<br />

luego, y hasta ahora, desde que me robaron mi banco, en condición de víctima<br />

-94-


acusatoria ante la justicia penal federal de los autores materiales e int<strong>el</strong>ectuales<br />

de este d<strong>el</strong>ito de lesa humanidad reconocido por <strong>el</strong> propio Estado, que cuenta<br />

con carácter imprescriptible.<br />

Pienso y siento que cuanto realicé desde entonces fue en la<br />

búsqueda de la verdad y la justicia, pero también -y fundamentalmente-<br />

para recuperarme y reconstruirme. En lo humano y personal, para<br />

reivindicar y defender mi dignidad y honestidad; y en lo legal y jurídico,<br />

para seguir dando batalla en esta larga guerra con <strong>el</strong> fin de lograr Verdad<br />

y <strong>Justicia</strong> frente a la impunidad total de la que gozan los socios civiles de<br />

los militares de la dictadura, quienes “gerenciaron” <strong>el</strong> genocidio en<br />

provecho propio, con <strong>el</strong> desapoderamiento de los bienes de sus víctimas.<br />

CONTRA EL TERROR<br />

Desde aqu<strong>el</strong> trágico momento también me propuse proseguir con <strong>el</strong><br />

ejercicio de mi profesión de arquitecto, ya que ese título no me lo podían robar,<br />

encarándola con un enfoque más abarcativo y direccionado a la Arquitectura<br />

Social, como lo había hecho al inicio de mi profesión, pero ahora con un<br />

enfoque hacia los mecanismos y criterios de construcción de Sistemas<br />

Sociales, teniendo como eje <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> Índice de Bienestar Humano -IBH-<br />

ya que sostengo que en este concepto básico radica uno de los pilares<br />

fundamentales que le da razón de ser y uno de los objetivos básicos por lograr<br />

en mi profesión respecto de la sociedad y nuestros comitentes.<br />

En esto radica la importancia d<strong>el</strong> breve r<strong>el</strong>ato que haré de algunos<br />

hechos vividos, que nunca hubiera imaginado iban a ocurrir en mi país, incluso<br />

luego de haber tenido que negociar mi vida para librarme d<strong>el</strong> secuestro<br />

extorsivo y de una sentencia decidida por matones a su<strong>el</strong>do de los civiles de la<br />

dictadura.<br />

Dado que se trataba de una etapa muy particular de mi vida productiva<br />

cuando se produjo mi secuestro extorsivo, decidí -desde aqu<strong>el</strong> momento-<br />

proseguir con <strong>el</strong> mismo empeño en mi profesión, dar la batalla legal que vengo<br />

sosteniendo desde entonces y no quedarme paralizado por <strong>el</strong> terror sufrido.<br />

Es así que volviendo a mi tarea profesional, en 1991, y habiéndose<br />

reactivado la construcción, reformulé la actividad d<strong>el</strong> estudio, incorporando<br />

nuevos conceptos r<strong>el</strong>acionados con la arquitectura, como la Propiedad<br />

Participada, una figura jurídico social superadora de la de la propiedad<br />

horizontal.<br />

A ese efecto constituí la Consultora para la Propiedad Privada<br />

Participada S.A. (C.P.P.P.), asociándonos con la organización más importante<br />

en ese sector en Estados Unidos, la ESOP Inc. (Employee´s Owersheep<br />

Programs) presidida por Ronald Gilbert, especialista mundialmente reconocido<br />

en la venta de parte de las acciones de empresas, públicas o privadas, a los<br />

trabajadores, como establece la ley 23.696.<br />

-95-


Cuando se privatizaron las empresas públicas, tuvimos a nuestro cargo<br />

la venta de las acciones al personal de las PPP para Aerolíneas Argentinas y<br />

Austral, -ironías de la vida-, Gas d<strong>el</strong> Estado, Obras Sanitarias de la Nación,<br />

ENTEL, Tandanor y varias compañías más.<br />

También, en 1991, pusimos en práctica otro concepto desarrollado en<br />

ese momento: <strong>el</strong> Índice de Bienestar Humano (IBH), conjuntamente con <strong>el</strong><br />

Programa de Naciones Unidas para <strong>el</strong> Desarrollo (PNUD), como criterio<br />

vinculante entre la arquitectura de sistemas y la arquitectura social. Así,<br />

comenzamos una serie de seminarios con <strong>el</strong> Servicio Informativo y Cultural<br />

de la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires (USIS), conjuntamente<br />

con nuestro estudio de arquitectura y la Fundación para la Integración<br />

Latinoamericana (FIL). Uno de los principales fue “Antidiscriminación,<br />

Condición Necesaria para una Economía Democrática”, a lo largo de varios<br />

encuentros anuales, en un ciclo que denominamos “Hacia una Economía<br />

Democrática”.<br />

En 1996, la Agregaduría Comercial de la Embajada de Estados Unidos<br />

nos encomendó <strong>el</strong> proyecto, realización y organización d<strong>el</strong> Pab<strong>el</strong>lón de la<br />

Tecnología Norteamericana para la Construcción en Fematec 96 en La Rural,<br />

realizándolo junto a la FIL, y <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> seminario “Tecnología, Hábitat y<br />

Bienestar”.<br />

En los últimos años, prosiguiendo con <strong>el</strong> criterio de la Arquitectura de<br />

Sistemas, comenzamos <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> Sistema Moebius, que integra <strong>el</strong><br />

proceso constructivo de la industrialización en acero, con la posibilidad de<br />

movilizar módulos d<strong>el</strong> espacio con contenidos físicos y/o humanos, dentro d<strong>el</strong><br />

propio espacio, para poder ocuparlo casi en su totalidad. Su primer subsistema<br />

operativo fue <strong>el</strong> “AutoPark”, para estacionamientos automatizados y<br />

robotizados, <strong>el</strong>iminando pasillos, circulaciones y rampas.<br />

Este desarrollo constituyó una innovación mundial en su tipo y, como tal,<br />

fue patentada a escala internacional.<br />

Complementé mi tarea profesional con la redacción de poemas prosados<br />

sobre <strong>el</strong> proceso de “Autoconstrucción d<strong>el</strong> Ser Humano”, donde la alquimia<br />

-como metáfora de transformación- se emparenta con lo constructivo, y sobre<br />

cómo esos criterios estructurantes de la arquitectura y la ingeniería permiten a<br />

la persona “ser <strong>el</strong> arquitecto de su propio destino”. Esto se vincula con <strong>el</strong><br />

“sentido” y <strong>el</strong> fin de la vida, su travesía, itinerario y final, como un proceso que<br />

se puede caracterizar metafóricamente con <strong>el</strong> concepto: “D<strong>el</strong> agujero vienes y<br />

al agujero vu<strong>el</strong>ves”.<br />

El Sistema Moebius, con su concepción a partir de utilizar <strong>el</strong> espacio<br />

libre o agujero, caracteriza y materializa su desarrollo, tal como se explicita en<br />

su memoria.<br />

Y así como di batalla reivindicatoria en <strong>el</strong> plano profesional, no abandoné<br />

mi actividad política, como una manera de aportar a la mejora d<strong>el</strong> país y a la<br />

calidad de vida de la ciudadanía.<br />

-96-


En ese campo, a partir de los años 80 asumí una posición clara y sin<br />

titubeos en cuanto a mi presencia y participación, dado que nunca tuve ninguna<br />

denuncia penal en mi contra, sino que fui yo quien inició acciones contra mis<br />

verdugos.<br />

Al tiempo que daba batalla judicial y administrativa contra <strong>el</strong> BCRA y <strong>el</strong><br />

Estado Nacional -y penalmente contra José Alfredo Martínez de Hoz, Reynal y<br />

compañía- proseguí con mi tarea de arquitecto y con mi participación política,<br />

como lo hiciera desde mi juventud. Nada de lo sucedido me limitó para<br />

involucrarme en lo que entendía era mi compromiso más férreo con mi país y<br />

su gente.<br />

Fue en este sentido, y antes de que <strong>el</strong> país recuperara la democracia,<br />

que denuncié todos los actos criminales que padecí. Fue en 1982, en <strong>el</strong> fuero<br />

de la <strong>Justicia</strong> Federal Penal, ante <strong>el</strong> juez Martín Irurzun, en la causa Nº<br />

1.662/82, y por la cual -en 1991- este magistrado lo procesó a Alejandro<br />

Reynal, emitiendo a la Policía Federal la orden de detención, de la cual pudo<br />

escabullirse ap<strong>el</strong>ando a sus recursos económicos.<br />

POR EL DESARROLLO<br />

No puedo dejar de mencionar algunos hechos significativos en <strong>el</strong> terreno<br />

de lo político como fue, por ejemplo, la creación y desarrollo d<strong>el</strong> BLA con un<br />

claro criterio de pluralismo y mod<strong>el</strong>o de construcción profesional-empresaria.<br />

Estos datos son representativos d<strong>el</strong> espíritu de trabajo y visión nacional que<br />

imperaba en mi filosofía laboral.<br />

En ese sentido, merece recordarse <strong>el</strong> nombramiento de Bernardo<br />

Grinspun como primer ministro de Economía de la recién instalada democracia,<br />

en 1983: había sido vicepresidente d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano, además de un<br />

amigazo, gran argentino y economista, que trabajó de manera honrada para<br />

defender los intereses d<strong>el</strong> país, como todos se lo han reconocido.<br />

Su nombramiento enfrentó una actitud de intolerancia y antisemitismo<br />

que imperaba en <strong>el</strong> país, porque al ganar Raúl Alfonsín las <strong>el</strong>ecciones, y al<br />

nombrarlo a Bernardo como ministro, antes de asumir recibió d<strong>el</strong> Banco Central<br />

un ultimátum: si lo confirmaba en ese puesto le iban a declarar una guerra,<br />

porque no aceptarían otro ministro de Economía judío.<br />

El doctor Alfonsín asumió una posición muy firme y decidida: si Grinspun<br />

no asumía con él, él no asumiría la presidencia de la República.<br />

Su mensaje, además, tuvo una clara connotación política y ética, porque<br />

estaba nombrando como ministro a quien se había desempeñado como<br />

vicepresidente d<strong>el</strong> BLA, que había sido ilegalmente “autoliquidado” por <strong>el</strong><br />

BCRA mediante <strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito de terrorismo de Estado, propio de la dictadura cívicomilitar. <br />

-97-


El gesto y decisión de Alfonsín daba, una vez más, una prueba concreta<br />

de la honestidad en <strong>el</strong> proceder de mi grupo económico y, al mismo tiempo,<br />

dejaba expuesto <strong>el</strong> marco de ilegalidad que rodeaba a esa “autoliquidación<br />

obligada” bajo la coacción de la amenaza concreta sobre la integridad física de<br />

los directores de mi banco por parte de Alejandro Reynal y José Alfredo<br />

Martínez de Hoz, que la ejercieron para poder concretar la estatización de la<br />

compañía Austral Líneas Aéreas, para absorber así deuda contraída por<br />

empresarios inescrupulosos.<br />

También en ese mismo año, 1983, fui convocado por las autoridades d<strong>el</strong><br />

<strong>Justicia</strong>lismo para coordinar la Comisión de Viviendas de la Cámara de<br />

Diputados, como luego me tocó hacerlo también en la de Senadores, desde<br />

1984.<br />

Fue una tarea político-técnica muy interesante, en la que pude constituir<br />

un equipo profesional interdisciplinario muy comprometido y eficiente, con <strong>el</strong><br />

que -en 1986- redactamos y presentamos <strong>el</strong> proyecto de ley d<strong>el</strong> Sistema<br />

Nacional de Urbanismo y Vivienda (SINURVI), que fuera muy bien recibido por<br />

<strong>el</strong> secretario de Vivienda d<strong>el</strong> gobierno de Alfonsín, <strong>el</strong> arquitecto Bacigalupo.<br />

POR LA SOBERANÌA<br />

Pero en <strong>el</strong> campo político la sorpresa más gratificante fue cuando,<br />

muchos años después, <strong>el</strong> presidente Carlos Menem y su canciller, Domingo<br />

Cavallo, me nombraron Embajador Extraordinario y Plenipotenciario para la<br />

Negociación de la Deuda Externa, con carácter de d<strong>el</strong>egado d<strong>el</strong> Ministerio de<br />

R<strong>el</strong>aciones Exteriores y asesor d<strong>el</strong> canciller, gracias al Decreto 707 d<strong>el</strong> 8 de<br />

septiembre de 1989.<br />

Uno de los fundamentos de la decisión fue <strong>el</strong> enfoque apropiado que yo<br />

le había dado al tema de la deuda externa en r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> sector empresarial<br />

productivo, tal como aparecía en <strong>el</strong> documento que, redactado bajo <strong>el</strong> título<br />

“Colonia financiera o Patria financiera”, resultó determinante para mi<br />

designación.<br />

La propuesta, consensuada con <strong>el</strong> presidente y <strong>el</strong> canciller, que llevaba<br />

al comité de bancos acreedores en Nueva York, era clara y simple: Era cierto<br />

que <strong>el</strong> país tenía una deuda impagable contraída espuriamente por los socios<br />

civiles de la dictadura, y dado que <strong>el</strong> país era y sigue siendo muy beneficiado<br />

en riquezas naturales y un capital humano muy capacitado técnica y<br />

culturalmente, lo primero que afirmé fue que Argentina tenía capacidad de<br />

generar riqueza y que había voluntad d<strong>el</strong> gobierno de encarar una solución<br />

para la canc<strong>el</strong>ación escalonada en <strong>el</strong> pago de la deuda, pero separando la<br />

legítima de la ilegítima.<br />

También había que conciliar un monto para comenzar a canc<strong>el</strong>ar los<br />

intereses, así como optimizar <strong>el</strong> manejo productivo y financiero de las<br />

empresas públicas. Para <strong>el</strong>lo teníamos pensado abrir licitaciones<br />

internacionales, convocando a los grupos privados especializados en cada<br />

tema para que ejercieran <strong>el</strong> “management” de cada una de <strong>el</strong>las y las<br />

-98-


eventuales inversiones necesarias, reconociéndoles un porcentaje sobre las<br />

utilidades a esas empresas. Y con <strong>el</strong> resto d<strong>el</strong> dinero se comenzarían a<br />

canc<strong>el</strong>ar los intereses de la deuda.<br />

Obviamente la propuesta les interesó, ya que no sólo encaraba <strong>el</strong><br />

problema de la deuda sino que abría para <strong>el</strong>los nuevos negocios en la<br />

Argentina en <strong>el</strong> campo de la producción y los servicios. Cuando esto trascendió<br />

en <strong>el</strong> sistema financiero argentino, lo primero que plantearon los jerarcas d<strong>el</strong><br />

establishment fue la venta lisa y llana de las empresas públicas, para poder<br />

armar jugosos negociados. Fue en ese momento, a mediados de 1990, que<br />

apareció en escena Álvaro Alsogaray, representando esos intereses<br />

antinacionales, creando un clima de confusión y, al mismo tiempo, de intereses<br />

más espurios tanto para los funcionarios argentinos de alto niv<strong>el</strong> como para los<br />

interesados en las “joyas de la corona”.<br />

Cuando le planteé esta situación al entonces canciller Cavallo, tuve la<br />

visión clara de que ya había decidido la entrega de las empresas por cánones<br />

miserables. Por eso, hacia septiembre -y luego de un año de gestión<br />

inobjetable-, decidí dar un paso al costado en la gestión de la renegociación de<br />

la deuda externa.<br />

No deja de merecer un lugar particular en la galería de hechos increíbles<br />

de nuestro país que un ex banquero -perseguido y saqueado durante la<br />

dictadura- fuera convocado para una misión diplomática tan d<strong>el</strong>icada. Es casi <strong>el</strong><br />

perfil reiterado, históricamente, d<strong>el</strong> rol cumplido por otros banqueros con<br />

ascendencia judía desde varios siglos antes, Inquisición mediante.<br />

Cavallo conocía perfectamente la verdad sobre mi historia, por <strong>el</strong> cargo<br />

que había detentado como presidente d<strong>el</strong> BCRA en 1982, y por <strong>el</strong> ejemplar<br />

previo que le entregué de mi libro en su entonces modesto departamento de la<br />

avenida Rivadavia.<br />

En ese momento, aparentemente afectuoso y convencido, <strong>el</strong>ogió la<br />

valentía en narrar los hechos y se ofreció a prologar <strong>el</strong> libro, gesto que agradecí<br />

pero no acepté. La campaña <strong>el</strong>ectoral se batía a pleno y no quería caer en <strong>el</strong><br />

juego de las posibles influencias políticas o atar mi destino al proyecto político<br />

de Cavallo.<br />

POR LA VERDAD<br />

A pesar de los hechos tan graves que me tocaron vivir por mi condición<br />

de justicialista, banquero, y esencialmente por ser judío, mi cargo como<br />

embajador para esa difícil misión, aunque breve, me permitió -vaya paradoja-<br />

acceder a sectores muy reservados d<strong>el</strong> BCRA.<br />

Allí pude corroborar que <strong>el</strong> Departamento d<strong>el</strong> Registro de la Deuda<br />

Externa había sido levantado en <strong>el</strong> Banco Central por <strong>el</strong> miembro d<strong>el</strong> Directorio<br />

y “operador económico” de la dictadura, Francisco “Panchito” Soldati, quien en<br />

1977 había dispersado caóticamente entre las oficinas y recovecos ignotos d<strong>el</strong><br />

Central toda la documentación probatoria de la real deuda externa, para poder<br />

-99-


volver a contraer deudas ilegitimas, y que los famosos pasillos d<strong>el</strong> tesoro d<strong>el</strong><br />

BCRA llenos de lingotes de oro de los que hablaba Perón, habían llegado a<br />

estarlo -en realidad- gracias al oro nazi que había sido “atesorado” en la<br />

Argentina, junto a un profundo sentimiento y accionar antisemita, con<br />

antecedentes que habían encontrado mucho antes un terreno fértil en la<br />

sociedad para incubar ese “huevo de la serpiente”.<br />

POR LA DEMOCRACIA<br />

Inicialmente, mi manera de considerar <strong>el</strong> regreso d<strong>el</strong> <strong>Justicia</strong>lismo al<br />

poder ap<strong>el</strong>aba a la alternancia partidaria como uno de los ejercicios que<br />

consolidan la democracia. Además, junto con muchos argentinos tuve la<br />

impresión de que la llegada de Menem a la presidencia podía producir<br />

transformaciones en <strong>el</strong> país. Algunas muy pocas fueron buenas, otras<br />

resultaron tan malas y perjudiciales que a fines de 1991 en mi <strong>caso</strong> -y me<br />

consta que en <strong>el</strong> de muchos compañeros también- la desilusión política ya nos<br />

había ganado por completo.<br />

Entendí que se derrumbaba mi identificación a la causa de “ese”<br />

justicialismo, que no era tal, como quedó en evidencia con una buena cantidad<br />

de hechos político-económicos tan gravosos que afectaron los intereses<br />

sociales de la Nación.<br />

Habiendo desempeñado mi tarea como embajador, a fines de 1990 di<br />

por concluida mi misión diplomática con la satisfacción de no haber recibido por<br />

mi gestión ningún tipo de cuestionamiento político, ético o de ningún otro tipo.<br />

POR LA JUSTICIA<br />

Volviendo al tema de la historia vivida, Austral Líneas Aéreas terminó<br />

siendo vendida en licitación internacional por <strong>el</strong> ministro Rodolfo Terragno,<br />

t<strong>el</strong>egramas de imputación e impugnación míos mediante, en alrededor de tan<br />

sólo 20 millones de dólares.<br />

¿Qué significaba para mis victimarios mi vida cuando estaban en juego<br />

más de 300 millones de dólares de deuda de la compañía aérea que querían<br />

traspasarle al Estado, es decir a todos los argentinos?<br />

Luego de consumada la maniobra d<strong>el</strong> negociado de Austral, fui tirado a<br />

los esbirros-verdugos, “agentes” ejecutores d<strong>el</strong> establishment económicofinanciero<br />

de la dictadura cívico-militar, como carne de cañón, para que<br />

terminaran de sacarme cuanta confesión de d<strong>el</strong>itos inexistentes pudiesen o<br />

para liquidarme, como ya lo habían hecho con otros empresarios.<br />

Fui un chivo expiatorio <strong>el</strong>egido por “<strong>el</strong>los”, los Chicago Boys, y una<br />

suerte de “broche de oro” para los Reynal, que querían sacarse de encima una<br />

deuda de Austral transfiriéndos<strong>el</strong>a al Estado Nacional. Ese Estado d<strong>el</strong> que<br />

Alejandro Reynal era funcionario en ese momento y “operador” financiero de la<br />

dictadura desde la vicepresidencia ejecutiva d<strong>el</strong> BCRA, ejercida en forma<br />

-100-


omnímoda y discriminatoria, deshonesta y corrupta, pero con guantes blancos -<br />

manchados de sangre- y, además, como <strong>el</strong> verdadero tesorero de la dictadura.<br />

Una de las pruebas irrefutables acerca de mi denuncia es <strong>el</strong> dictamen Nº<br />

50.304 de 1986, que evidencia las alevosas anomalías e ilegalidades d<strong>el</strong> BCRA<br />

contra <strong>el</strong> BLA y su ilegítima “autoliquidación”.<br />

En este meduloso y fundado dictamen jurídico, tras señalar la gran<br />

cantidad de vicios de procedimientos y de abuso de autoridad, se indicaba que<br />

se debía proceder a la revocación de la liquidación d<strong>el</strong> BLA porque <strong>el</strong> acto que<br />

la dispuso fue ilegal y de nulidad absoluta, jurídica y administrativamente.<br />

En 1990, la Procuración d<strong>el</strong> Tesoro, órgano máximo de asistencia<br />

jurídica para <strong>el</strong> Poder Ejecutivo, ratificó “in totum” ese dictamen jurídico<br />

de Economía -Nº 85/90- con otro más lapidario para <strong>el</strong> BCRA, indicándose<br />

fundadamente que se debía proceder a la reparación de los daños<br />

causados. Haga click aquí para acceder al dictamen.<br />

Todo este proceder criminal lo venía denunciando, también desde<br />

1982, todavía con la dictadura en <strong>el</strong> poder, ante la <strong>Justicia</strong> Federal, en <strong>el</strong><br />

juzgado número 5 a cargo d<strong>el</strong> juez Federal Martín Irurzun, en la causa Nº<br />

1.662.<br />

El juez Irurzun dictó, en septiembre de 1991, tras marchas y<br />

contramarchas indicadas por la Cámara Federal, la orden de detención de<br />

Alejandro Reynal, por <strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito de extorsión secundaria, luego de haberle<br />

entregado formalmente, acompañado por uno de mis penalistas -Marc<strong>el</strong>o<br />

Sancinetti- la primera recopilación de 1988 de estas crónicas, y denunciar y<br />

acusar a los policías que mataron a Sivak y a Neuman -luego de sacarles la<br />

plata- de ser los mismos que me habían secuestrado y torturado a mí, por<br />

expresas directivas emanadas de la vicepresidencia d<strong>el</strong> BCRA y d<strong>el</strong> Ministerio<br />

d<strong>el</strong> Interior.<br />

La orden de detención fue librada al jefe de la Policía Federal vía<br />

Ministerio d<strong>el</strong> Interior, que tras retenerla y “aguantarla” 16 días, logró que la<br />

disposición d<strong>el</strong> Juez Federal no fuera cumplida. Acceda a la orden de<br />

detención haciendo click aquí.<br />

Era un claro y concreto mensaje político. Pero al mismo tiempo dio lugar<br />

a un gran negociado judicial, porque varios millones tuvo que pagar Reynal, ya<br />

la primera vez, para ganar todo <strong>el</strong> tiempo necesario para que le revocaran la<br />

prisión y permanecer en libertad.<br />

La prisión de Reynal le significaba al Estado Nacional una enorme<br />

responsabilidad patrimonial por todos los perjuicios que me causaron -por<br />

muchísimos millones de dólares, como <strong>el</strong> tiempo luego lo demostró- y con<br />

motivo d<strong>el</strong> dictado de la nueva sentencia, ahora d<strong>el</strong> juez Gabri<strong>el</strong> Cavallo -en<br />

1999- condenándolo por extorsión en grado primario no excarc<strong>el</strong>able, pero...<br />

“poderoso caballero”, ¡volvió a salir en libertad!, ya que <strong>el</strong> juez ap<strong>el</strong>ó a la teoría<br />

-101-


de los derechos humanos para eximirlo de prisión de un d<strong>el</strong>ito taxativamente no<br />

excarc<strong>el</strong>able.<br />

Obviamente que ap<strong>el</strong>amos este fallo amañado, pero la Cámara manipuló<br />

los tiempos como para que se cumpliera <strong>el</strong> proceso de prescripción y lograra<br />

quedar en libertad.<br />

Un año antes, en 1998, había completado y terminado la segunda<br />

recopilación de estas “Crónicas...”, las que la DAIA, en las personas de Rog<strong>el</strong>io<br />

Cichowolsky -entonces su presidente- y Jorge Kirszenbaum -vicepresidente-,<br />

presentó -en marzo de 1999- ante <strong>el</strong> juez español Baltasar Garzón, como un<br />

<strong>caso</strong> testigo y paradigmático de lo que fue la persecución y <strong>el</strong><br />

desapoderamiento de bienes padecido por algunos empresarios de origen judío<br />

en la Argentina, durante la dictadura.<br />

Además, prueba irrefutable más que r<strong>el</strong>evante de mi conducta y<br />

honestidad es <strong>el</strong> hecho de que en la nómina de banqueros y financistas<br />

procesados o presos publicada por <strong>el</strong> propio BCRA en <strong>el</strong> diario La Prensa d<strong>el</strong><br />

12 de junio de 1988, no aparece ni mi nombre ni <strong>el</strong> de ninguna de mis<br />

empresas, y que no reproduzco por respeto a la cantidad de víctimas de la<br />

dictadura.<br />

Hacia fines de ese mismo año, <strong>el</strong> juez Garzón emitió un fallo histórico en<br />

materia de justicia universal, juzgando que los crímenes cometidos en la<br />

Argentina por la dictadura eran de carácter de lesa humanidad por ser de<br />

terrorismo de Estado. El juez español tomó mi <strong>caso</strong> como paradigmático de<br />

cómo junto a la sangrienta represión la dictadura desapoderaba bienes<br />

particularizados en las personas de origen judío. (Haga click aquí para<br />

acceder a la sentencia)<br />

Los citados dirigentes de la DAIA, en forma personal, hicieron lo propio<br />

en nuestro país para hacer valer la sentencia en la Argentina, ante los<br />

camaristas federales, con la debida aclaración que no se había planteado una<br />

cuestión jurídica de extraterritorialidad, sino que se trataba de una denuncia por<br />

violación de <strong>el</strong>ementales Derechos Humanos y d<strong>el</strong>itos de Lesa Humanidad.<br />

La Cámara tomó la presentación de la DAIA en la ap<strong>el</strong>ación como un<br />

ataque político-judicial, y aunque los camaristas federales de esa época<br />

opinaron lo contrario, los pasillos de la <strong>Justicia</strong> Federal hablan, y en su<br />

“chusmerío” aseveraron que la verdad era que no estaban dispuestos a permitir<br />

que <strong>el</strong> juez español "se metiera" en la <strong>Justicia</strong> argentina, y menos en este<br />

tema, argumentando <strong>el</strong> principio de extraterritorialidad, más allá de la sombra<br />

que seguía arrojando Reynal como “poderoso caballero”.<br />

Muerto <strong>el</strong> perro se acabó la rabia. Había que terminar <strong>el</strong> <strong>caso</strong> y<br />

asegurarse la “liquidación” de la causa, más aún con lo de Garzón... ¡no vaya a<br />

ser que fuera a prisión <strong>el</strong> tesorero de la dictadura!<br />

Siempre hay que pegarle al chancho, nunca a los que “le dieron de<br />

comer”. No sólo material y económicamente, sino -lo que es más grave aún- en<br />

-102-


su condición de autores int<strong>el</strong>ectuales y materiales de la dictadura, tanto en su<br />

faz de genocidio como en la de planificación e instrumentación de un programa<br />

destructivo para <strong>el</strong> sistema económico-productivo nacional.<br />

En cuanto a lo personal, quiero dejar expresa constancia de que<br />

habiendo expuesto por mi país todo lo narrado anteriormente, no recibí de<br />

parte d<strong>el</strong> entonces presidente Menem ni d<strong>el</strong> canciller Cavallo otra cosa que<br />

injusticias y denegatorias a mis derechos, a pesar de que ambos me<br />

manifestaran -como su<strong>el</strong>en y saben hacer ciertos políticos- su solidaridad y<br />

reconocimiento por los agravios y perjuicios sufridos.<br />

Las razones y falaces argumentaciones siempre fueron <strong>el</strong> temor<br />

reverencial a la llamada “Dictadura d<strong>el</strong> Banco Central”, verdadero “poder detrás<br />

d<strong>el</strong> trono”, como si para sus directores existiera una ley implícita de “Punto<br />

Final” por la impunidad y anti juridicidad con la que se han manejado.<br />

A título de ejemplo de esa impunidad, basta recordar la misteriosa<br />

muerte de Juan Antonio García Morillo, director jurídico d<strong>el</strong> Ministerio de<br />

Economía.<br />

Él y su hermano pagaron con sus vidas en un misterioso y nunca<br />

investigado accidente automovilístico -ocurrido dos semanas después de haber<br />

tenido un fuertísimo altercado con funcionarios d<strong>el</strong> BCRA en <strong>el</strong> comedor d<strong>el</strong><br />

banco-, cuando les cruzaron un camión con acoplado en la por entonces poco<br />

transitada ruta 3 de la provincia de Buenos Aires, por <strong>el</strong> hecho de haber emitido<br />

<strong>el</strong> muy fundamentado dictamen Nº 50.304, de 1986, en <strong>el</strong> que denunciaron las<br />

alevosas anomalías e ilegalidades cometidas contra <strong>el</strong> BLA y su ilegitima<br />

“autoliquidación”.<br />

En ese dictamen jurídico, tras señalar la gran cantidad de vicios de<br />

procedimientos y de abuso de autoridad, se indicaba que se debía proceder a<br />

la revocación de la liquidación d<strong>el</strong> BLA, porque <strong>el</strong> acto que la dispuso era de<br />

nulidad absoluta jurídica y administrativamente.<br />

En 2004, apoyándonos en <strong>el</strong> fallo de Garzón, solicitamos que se giraran<br />

las actuaciones que se tramitaban en la órbita d<strong>el</strong> PEN a la Secretaría de<br />

Derechos Humanos, para que dictaminara teniendo como base los<br />

procesamientos anteriores y, fundamentalmente, <strong>el</strong> fallo d<strong>el</strong> juez Garzón y las<br />

investigaciones hechas por la propia Secretaria. En ese sentido se expidió <strong>el</strong><br />

secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, caratulando <strong>el</strong> <strong>caso</strong><br />

como de terrorismo de Estado agravado por mi condición de judío. (Ver<br />

resolución haciendo click aquí)<br />

Es decir que <strong>el</strong> Estado Nacional se reconoció como culpable d<strong>el</strong><br />

d<strong>el</strong>ito de terrorismo de Estado y de perseguirme por mi condición de<br />

judío, por lo que a confesión de partes r<strong>el</strong>evo de pruebas, más allá de la<br />

<strong>el</strong>emental teoría de los propios actos.<br />

En 2005, y a pedido nuestro, <strong>el</strong> expediente y <strong>el</strong> reconocimiento de la<br />

Secretaría de Derechos Humanos fueron girados a la procuración d<strong>el</strong> Tesoro,<br />

-103-


que se expidió -según dictamen número 009/2005- ratificando la actuación y<br />

determinación de la Secretaría de Derechos Humanos e indicando que las<br />

actuaciones administrativas d<strong>el</strong> recurso jerárquico ya estaban en condiciones<br />

de ser <strong>el</strong>evadas al Poder Ejecutivo para su resolución definitiva.<br />

Ya en 2007, la DAIA le pidió formalmente por nota al rabino Morton<br />

Rosenthal, por tratarse de una cuestión de antisemitismo postergada por <strong>el</strong><br />

Poder Ejecutivo, que hiciera una presentación formal ante <strong>el</strong> Departamento de<br />

Estado d<strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos. Haga click aquí para acceder a la<br />

carta.<br />

El rabino Rosenthal, ex director durante 25 año de Anti-Defamation<br />

League (ADL) hizo la presentación formal ante Elliot Abrahams, a la sazón<br />

subsecretario de Estado de Estados Unidos, quien se involucró en <strong>el</strong> <strong>caso</strong><br />

al igual que su gobierno, para colaborar en la clarificación. Esto sucedió<br />

luego de que intervinieron la CIA, <strong>el</strong> FBI y los abogados d<strong>el</strong> gobierno,<br />

haciendo todas las investigaciones para corroborar la denuncia.<br />

Una vez verificado todo <strong>el</strong> Caso, tanto funcionarios d<strong>el</strong> Departamento de<br />

Estado como <strong>el</strong> embajador Wayne y sus funcionarios en nuestro país se<br />

involucraron activamente. No siendo yo precisamente ciudadano<br />

norteamericano, lo hicieron a partir de la aplicación de la Ley de Lucha contra<br />

<strong>el</strong> Antisemitismo en <strong>el</strong> mundo, de 2004.<br />

En ese sentido, Gregg Rickman -d<strong>el</strong> Departamento de Estado, a cargo<br />

d<strong>el</strong> cumplimiento de esa ley-, viajó expresamente a la Argentina para<br />

entrevistarse con <strong>el</strong> secretario Duhalde, como anteriormente ya lo había hecho<br />

Wayne, al igual que con varios ministros de Economía, a quienes les<br />

plantearon <strong>el</strong> Caso.<br />

Lamentablemente recibieron respuestas evasivas, pero lo importante es<br />

que <strong>el</strong> hecho d<strong>el</strong> involucramiento d<strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos le sumó al<br />

Caso gran seriedad y solidez, toda vez que avala la responsabilidad de las<br />

denuncias efectuadas, después de haber tomado ese Gobierno todas las<br />

medidas para su verificación.<br />

Este tipo de aceptación d<strong>el</strong> Caso avala, por sí mismo, la<br />

consideración y <strong>el</strong> respeto que las autoridades de la Embajada de<br />

Estados Unidos tienen para conmigo, por lo que mantengo mi sincero<br />

agradecimiento con <strong>el</strong>los.<br />

Finalmente, en 2009, presenté la denuncia federal penal contra José<br />

Alfredo Martínez de Hoz y sus Chicago Boys, Reynal y compañía, y contra<br />

<strong>el</strong> Estado Nacional en la persona jurídica d<strong>el</strong> BCRA, por los d<strong>el</strong>itos<br />

imprescriptibles de genocidio y lesa humanidad.<br />

Luego de dirimirse varias competencias acerca de su radicación,<br />

después de más de un año y medio de la presentación, la Cámara Federal<br />

resolvió -<strong>el</strong> 17 de junio de 2010- que al frente de su tramitación debía continuar<br />

-104-


<strong>el</strong> doctor Dani<strong>el</strong> Rafecas, a cargo d<strong>el</strong> Juzgado Nacional Criminal y Correccional<br />

Federal Nº 3.<br />

La gravedad penal y política de los hechos denunciados -en r<strong>el</strong>ación con<br />

la ilegal, represiva y torturante "autoliquidación" d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano por<br />

parte d<strong>el</strong> BCRA, a fin de apropiarse de las acciones controlantes de Austral<br />

Líneas Aéreas, para consumar la fraudulenta e ilegitima maniobra de<br />

estatización, que fue <strong>el</strong> móvil principal de los d<strong>el</strong>itos cometidos- es de tal<br />

criminalidad que torna nula, de nulidad absoluta, la actuación contra mi banco y<br />

todos los hechos derivados.<br />

La denuncia inicial de esta causa penal por terrorismo de Estado y<br />

antisemitismo figura en mi página web, al igual que su ratificación y la<br />

ampliación realizada ante <strong>el</strong> juez Rafecas <strong>el</strong> 6 de abril de 2011, cuando aporté<br />

nuevas y contundentes pruebas d<strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito, como lo son mi secuestro con<br />

torturas para incitarme al suicidio o confesar un d<strong>el</strong>ito inexistente, la<br />

adulteración de las fechas diferentes d<strong>el</strong> decreto de estatización y <strong>el</strong> broche de<br />

la maniobra con la carta de los accionistas al ministro reconociendo al BLA<br />

como único acreedor privado y teniendo bajo caución en <strong>el</strong> tesoro de mi banco<br />

los títulos totales de Makin SA, controlante de Austral Líneas Aéreas. Esos<br />

títulos les eran inexorablemente necesarios para poder cumplir con <strong>el</strong> decreto<br />

de entrega de la totalidad de las acciones.<br />

Todo esto prueba que la impúdica y nefasta maniobra de<br />

transferirle al Estado una deuda de 300 millones de dólares y una<br />

empresa aérea y sus subsidiarias quebradas, pasaba necesariamente por<br />

<strong>el</strong> tesoro d<strong>el</strong> BLA. Por eso no me dejaron venderlo teniendo tres firmes<br />

compradores, que presentaron al BCRA ofertas de compra. Uno de <strong>el</strong>los,<br />

que auditó <strong>el</strong> BLA, fue Price Watherhouse, que fue quien firmó su<br />

propuesta de compra. Pero <strong>el</strong> BLA ya era víctima de una liquidación<br />

anunciada, como lo anticipara <strong>el</strong> “chiste” (¿?) de Ambito Financiero de 30<br />

días antes de la supuesta “autoliquidación d<strong>el</strong> BLA”, al que puede<br />

acceder haciendo click aquí.<br />

El manto de total impunidad criminal de los años de plomo de la<br />

dictadura comienza a levantarse. No sólo ya con la prisión de Martínez de<br />

Hoz por la causa Gutheim, por una exportación de algodón a Hong Kong.<br />

Y dada la gravedad de los hechos que sufrí, y la documentación que<br />

demuestra la usurpación, confío en que la <strong>Justicia</strong> termine de arrancar<br />

ese manto de impunidad para todos los civiles socios de la dictadura, que<br />

lucraron con <strong>el</strong> horror, la vida y la muerte, para apropiarse d<strong>el</strong> patrimonio de<br />

sus víctimas mediante salvajes despojos.<br />

CAUSA IMPRESCRIPTIBLE<br />

Si como arquitecto pasé mi vida profesional interpretando borradores,<br />

experimentando y resignificando los intentos por mejorar mis proyectos, en la<br />

vida cotidiana de esta infatigable búsqueda de justicia no hago algo diferente.<br />

-105-


“La venganza no puede ni debe ser la vía de la <strong>Justicia</strong>”, decía <strong>el</strong><br />

cazador de nazis Simon Wiesenthal. Hago míos esos conceptos como una<br />

manera de luchar contra la impunidad.<br />

Y en este arduo trabajo de Memoria, Verdad y <strong>Justicia</strong>, la<br />

imprescriptibilidad de un d<strong>el</strong>ito de lesa humanidad es clave para reivindicar la<br />

confirmación y ratificación d<strong>el</strong> estado de d<strong>el</strong> Derecho.<br />

Los jueces de la Corte Suprema de <strong>Justicia</strong> argentina Raúl Zaffaroni y<br />

Elena Highton sostuvieron que los d<strong>el</strong>itos de lesa humanidad "constituyen<br />

crímenes contra la humanidad que no dejan de ser vivenciados por la sociedad<br />

entera dada la magnitud y la significación que los atañe".<br />

El presidente de la Corte Suprema de <strong>Justicia</strong>, Ricardo Lorenzetti,<br />

advirtió que las causas abiertas por crímenes de lesa humanidad no están<br />

"juzgando sólo <strong>el</strong> pasado, sino que se están sembrando las semillas d<strong>el</strong> futuro".<br />

Lorenzetti recordó que <strong>el</strong> gran desafío se planteó "a partir de los fallos<br />

que declararon inconstitucionales las leyes de amnistía y los indultos y se<br />

declaró que los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles".<br />

"No se está juzgando sólo <strong>el</strong> pasado, sino que se están sembrando las<br />

semillas d<strong>el</strong> futuro... de esto hay que extraer como enseñanza <strong>el</strong> nunca más,<br />

que no se vu<strong>el</strong>van a repetir estas experiencias para que no haya dictaduras y<br />

nuestros hijos y nietos puedan disentir libremente sin que <strong>el</strong> propio Estado los<br />

persiga, los torture o los haga desaparecer".<br />

Efectivamente, la Ley 24.584, promulgada <strong>el</strong> 23 de noviembre de 1995,<br />

anticipó los dichos de los actuales integrantes de la Corte Suprema argentina,<br />

al poner en marcha y disponer la vigencia en la Nación de la Convención sobre<br />

la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa<br />

Humanidad, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.<br />

El 1 de noviembre de 1995, <strong>el</strong> Congreso sanciona con fuerza de ley esa<br />

Convención, adoptada por la Asamblea General de la Organización de las<br />

Naciones Unidas <strong>el</strong> 26 de noviembre de 1968.<br />

Allí se recuerda que “en ninguna de las declaraciones solemnes,<br />

instrumentos o convenciones para <strong>el</strong> enjuiciamiento y castigo de los crímenes<br />

de guerra y de los crímenes de lesa humanidad se ha previsto limitación en <strong>el</strong><br />

tiempo…”<br />

Mi causa, hoy radicada ante <strong>el</strong> juzgado Federal Criminal y Correccional<br />

5, secretaría 9, a cargo d<strong>el</strong> juez federal Norberto Oyarbide, está caratulada<br />

como “Martínez de Hoz, José Alfredo; Reynal, Alejandro; Reynal William<br />

s/d<strong>el</strong>ito de lesa humanidad”, considerado como de terrorismo de Estado y<br />

antisemitismo. Y, como tal, dispone de las atribuciones de imprescriptibilidad<br />

consideradas por los ministros de la Corte y la Ley 24.584.<br />

-106-


Es con estas bases legales que voy por mis objetivos de Verdad,<br />

Memoria y <strong>Justicia</strong>.<br />

Pero <strong>el</strong> camino no fue sencillo hasta lograr ser considerado quer<strong>el</strong>lante,<br />

junto a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, como co-quer<strong>el</strong>lante.<br />

Primero la Cámara Federal en lo Penal tuvo que apartar al juez Dani<strong>el</strong><br />

Rafecas de la causa en la que buscábamos constituirnos como tales.<br />

Mi defensa interpuso un recurso ante Rafecas para recusar al fiscal<br />

Carlos Alberto Rívolo, por considerar que a dos años de iniciada la causa (en<br />

2009), <strong>el</strong> agente público, además de perder objetividad, fue “reticente” en <strong>el</strong><br />

“cumplimiento de sus deberes”.<br />

En su resolución, la Cámara consideró como “irrazonable e injustificable<br />

la tardanza” de Rívolo en “dar a conocer su postura” con respecto al posible<br />

inicio de la acción penal concreta, hecho que <strong>el</strong> Tribunal de Alzada ligó, “de un<br />

modo indirecto” al proceder d<strong>el</strong> juez, “sobre su propia conducta procesal a lo<br />

largo d<strong>el</strong> expediente”.<br />

Es justamente por <strong>el</strong>lo que la Cámara fue más allá y apartó a Rafecas de<br />

la causa.<br />

En su resolución, los jueces Eduardo Farah, Eduardo Freiler y Jorge<br />

Ballestero decidieron apartar al juez Dani<strong>el</strong> Rafecas porque -expresaron en su<br />

fallo- “podría verse comprometida la imparcialidad d<strong>el</strong> juzgador”.<br />

La Cámara recordó que “con su accionar discrecional, <strong>el</strong> fiscal [Rívolo]<br />

había producido trabas al juzgado para que considerara la condición de<br />

quer<strong>el</strong>lante de Eduardo Saiegh, quien sufriera <strong>el</strong> desapoderamiento d<strong>el</strong> Banco<br />

Latinoamericano de Inversión durante la dictadura cívico-militar, considerado<br />

por <strong>el</strong> juez español Baltasar Garzón, en un fallo de 1999, como <strong>caso</strong> testigo,<br />

por d<strong>el</strong>itos de terrorismo de Estado y de antisemitismo”.<br />

Y agregó que “resulta llamativo que no haya motivado ningún tipo de<br />

comentario [por parte d<strong>el</strong> Juez] la frase incluida por <strong>el</strong> doctor Rívolo” en <strong>el</strong><br />

dictamen, cuando afirmó que “<strong>el</strong> único plan sistemático de la dictadura<br />

consistía en aniquilar la subversión…" cuyos alcances, tal vez de manera<br />

tardía, intentaron ser explicados por <strong>el</strong> representante d<strong>el</strong> Ministerio Público<br />

frente a las graves inquietudes manifestadas en un meduloso escrito por <strong>el</strong><br />

CELS al propio juez Rafecas, quien también las desatendiera, adhiriendo -por<br />

<strong>el</strong> contrario- a los dichos d<strong>el</strong> fiscal.<br />

La Cámara recordó que “dicha expresión fue utilizada para justificar la<br />

necesidad de cerrar la investigación con respecto a la porción d<strong>el</strong> objeto<br />

procesal vinculado con la posible instauración de un plan sistemático de ultraje<br />

a la comunidad judía durante la última dictadura militar…”, por lo que era más<br />

inexplicable todavía la conducta d<strong>el</strong> juez.<br />

-107-


Luego de 31 años y largos procesos judiciales, también la Secretaría de<br />

Derechos Humanos de la Nación se presentó como co-quer<strong>el</strong>lante en la causa<br />

para impulsar la investigación sobre las responsabilidades d<strong>el</strong> ex ministro de<br />

Economía de facto y jefe civil de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz; su<br />

par de Interior, Albano Harguindeguy, y Alejandro Reynal, entonces<br />

vicepresidente d<strong>el</strong> Banco Central, en un juicio imprescriptible (en cuanto al<br />

reclamo de mis derechos) y que puede presentarse como emblemático de la<br />

conjunción de d<strong>el</strong>itos económicos y terrorismo de Estado perpetrados.<br />

El subsecretario de Derechos Humanos de la Nación, Luis Alén, afirmó<br />

en una entrevista concedida a la agencia Télam que “<strong>el</strong> verdadero objetivo d<strong>el</strong><br />

golpe militar era implantar un mod<strong>el</strong>o de exclusión que fue preparado por<br />

grupos económicos” y que para ponerlo en práctica “decidieron que la única<br />

forma era <strong>el</strong> disciplinamiento por <strong>el</strong> terror”.<br />

Unos meses antes -al conocerse las condenas por la megacausa a los<br />

represores de la ESMA- advirtió que lo que sigue es "<strong>el</strong> proceso de juzgamiento<br />

de los responsables civiles" de d<strong>el</strong>itos de lesa humanidad. "Lo que se viene es<br />

<strong>el</strong> proceso contra (José Alfredo) Martínez de Hoz, jefe civil de la dictadura y no<br />

sólo su ministro de Economía", concluyó.<br />

De esto se trata mi quer<strong>el</strong>la penal, en la que la <strong>Justicia</strong> tiene la palabra<br />

en una causa paradigmática porque, con <strong>el</strong> nuevo código oral y público,<br />

Martínez de Hoz podrá estar -por primera vez- sentado en <strong>el</strong> banquillo de los<br />

acusados ante toda la sociedad.<br />

En su declaración pública de apoyo a mi causa, <strong>el</strong> secretario Duhalde<br />

expresó que <strong>el</strong> régimen dictatorial "buscó disciplinar mediante <strong>el</strong> terror a la<br />

sociedad, para implantar un mod<strong>el</strong>o económico cuyas consecuencias aún<br />

padecemos, lo actual se inscribe en los principios de Memoria, Verdad y<br />

<strong>Justicia</strong>, impulsados por <strong>el</strong> ex presidente Néstor Kirchner y que continúa,<br />

profundizados, por la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner,<br />

ya que sobre la impunidad y <strong>el</strong> olvido no se puede construir una sociedad<br />

democrática".<br />

A todos aqu<strong>el</strong>los que de una u otra manera me estimularon y apoyaron<br />

para no bajar los brazos en esta batalla de David contra Goliat, siguiendo con<br />

la lucha frontal contra la impunidad, siendo ésta la verdadera causa<br />

específica de la gigantesca corrupción que atraviesa a nuestro país,<br />

ratifico que sigue firme mi compromiso de dar batalla hasta <strong>el</strong> fin de mis días,<br />

no sólo por mis derechos como ciudadano desapoderado de sus bienes -como<br />

en la peor época d<strong>el</strong> nazismo- sino para responder a mi conciencia.<br />

Ella siempre me recuerda que es preferible morir con las botas puestas y<br />

mirarme todos los días en <strong>el</strong> espejo, con respeto por mi persona, tal como mis<br />

padres me concibieron, y con los principios de vida que me inculcaron desde <strong>el</strong><br />

origen de mi edad consciente.<br />

En pocas palabras, ser coherente conmigo mismo y mis principios de<br />

vida, desde <strong>el</strong> inicio hasta <strong>el</strong> final de mis días.<br />

-108-


CAPITULO 7<br />

POR QUE TODAVIA PUEDO VER CRECER EL ARBOL DE MI VIDA<br />

No pretendo conmover a nadie. No es mi intención. Sólo quiero dejar,<br />

desde una muy dolorosa y amarga pero estructurante experiencia de vida, <strong>el</strong><br />

testimonio de un canibalismo económico que usó lo político-financiero de la<br />

dictadura cívico-militar como caballo de Troya para un fin determinado como<br />

fue <strong>el</strong> de aniquilar, “liquidar”, lo que quedaba de una incipiente, pero aún<br />

posible, burguesía nacional.<br />

Una burguesía concebida con un sentido nacional, con una verdadera<br />

conciencia de país, capaz de promover, desarrollar y defender todos los<br />

aspectos de la producción, desde los materiales y económicos hasta los<br />

culturales y formativos. Es decir, todo aqu<strong>el</strong>lo que contribuyera a montar <strong>el</strong><br />

aparato productivo y distributivo en términos de país, desde lo material<br />

hasta lo int<strong>el</strong>ectual. Una burguesía que se propusiera generar auténtica<br />

riqueza y distribuirla de manera equitativa, en pro d<strong>el</strong> bienestar general,<br />

tal como lo indica nuestra Constitución.<br />

En este testimonio, que procuré mantener al filo mismo de los<br />

hechos, no es sólo la vivencia personal -similar a otras- lo que puede<br />

llegar a importar, sino <strong>el</strong> aporte singular a la reconstrucción de la<br />

memoria colectiva ap<strong>el</strong>ando a hechos concretos, en esencia<br />

documentados, aunque poco difundidos, d<strong>el</strong> mal llamado “Proceso de<br />

Reorganización Nacional”, la más sangrienta dictadura de la historia<br />

argentina.<br />

Importa la denuncia de la mentalidad criminal que signó, también, a gran<br />

parte d<strong>el</strong> sector civil d<strong>el</strong> poder económico de la dictadura, cuyos integrantes no<br />

dudaron en utilizar salvajes métodos medievales, propios de la Inquisición, para<br />

lograr sus objetivos. Y no nos engañemos, ya que esa mentalidad persiste aún<br />

hoy, está latente.<br />

Este testimonio representa la afirmación de que ese poder sigue<br />

potencialmente impune y vigente, aunque haya tomado una forma más sutil<br />

bajo <strong>el</strong> sistema democrático, siguiendo la vieja estrategia d<strong>el</strong> zorro cubierto con<br />

pi<strong>el</strong> de cordero.<br />

Afirmación de que nada habrá cambiado en nuestro país mientras<br />

no exista una auténtica <strong>Justicia</strong>, real y no virtual. Una <strong>Justicia</strong> que no<br />

discrimine entre hijos y entenados, que se vende de verdad los ojos y nos<br />

considere a todos iguales ante la ley, como hijos de esta tierra que nos<br />

vio nacer, sin considerar categorías de ciudadanos de primera y de<br />

segunda... porque así nos trataron, para poder llevar a cabo todos sus<br />

designios y perpetrar <strong>el</strong> genocidio en varios planos.<br />

En la proporción total de las víctimas, los judíos fuimos especialmente<br />

<strong>el</strong>egidos y se nos castigó mediante <strong>el</strong> desapoderamiento de nuestros bienes,<br />

-109-


tal como ya lo habíamos sufrido en otras partes d<strong>el</strong> mundo por generaciones y<br />

generaciones.<br />

Ahora se han cumplido ya más de 30 años de mi secuestro y de los<br />

tormentos vividos, en los que, como parte d<strong>el</strong> precio de compra de mi<br />

muerte anticipada, además d<strong>el</strong> “efectivo”, también comprometí mi<br />

silencio sobre mis secuestradores y torturadores, en un siniestro y<br />

mafioso “pacto de sangre”.<br />

Pero esa fue, en efecto, la negociación en la que estuvo en juego no<br />

sólo mi propia vida, sino fundamentalmente la de toda mi familia. Para que no<br />

tuviera dudas acerca de <strong>el</strong>lo, mis verdugos empezaron a recitarme en aqu<strong>el</strong><br />

momento en que me tenían inerme, y con lujo de detalles, cada paso que<br />

daban mi mujer y mis hijos.<br />

Ahora doy por cumplido mi compromiso.<br />

Por eso también, recién ahora he finalizado para su edición estas<br />

crónicas, como una forma de exteriorizar lo que me tocó vivir, poner afuera lo<br />

que fueron y son esos sentimientos, la importancia que tiene para mí <strong>el</strong> hecho<br />

de haberme salvado físicamente y de haber puesto a salvo mis principios<br />

de vida, que rescato como parte de mi patrimonio moral. Porque a pesar<br />

de los saqueos a los que fui sometido, esos principios no los negocié<br />

nunca. Eran y son “no negociables”.<br />

Son esos mismos valores humanos que mis padres me inculcaron<br />

desde <strong>el</strong> origen de mi vida. A <strong>el</strong>los les dedico estas crónicas como<br />

agradecimiento, no sólo por esas semillas humanas, las escalas de valores<br />

morales y éticos que supieron sembrar en mí, y que creo germinaron en tierra<br />

fértil, porque esos principios me permiten ver crecer todavía <strong>el</strong> árbol de mi vida<br />

dignamente, luchando por la Verdad y la <strong>Justicia</strong>, y perseguirla y perseguirla,<br />

como un compromiso irrenunciable vida, tal como lo trasmito y me<br />

comprometo en este libro, en esta batalla contra la impunidad.<br />

La memoria de los pueblos es algo sagrada. Alterarla es alterar la<br />

historia, y si esa historia se sigue escribiendo desde la impunidad de la que<br />

gozan los civiles sátrapas de la dictadura -que lucraron con la vida, la sangre y<br />

los bienes de los argentinos, en un “Proceso” iniciado por <strong>el</strong>los para la entrega<br />

y achicamiento d<strong>el</strong> país- nunca habrá futuro porque -en base a esa impunidad-<br />

lo volverán a hacer.<br />

Además, sería una injusticia histórica, las generaciones venideras no<br />

nos perdonarían que no hayamos podido o sabido hacer cumplir la regla básica<br />

de la democracia: todos somos iguales ante la ley. Por eso no puede imperar la<br />

impunidad, la ley d<strong>el</strong> Poderoso Caballero Don Dinero, con los militares<br />

procesados y en la cárc<strong>el</strong>, pero con sus socios civiles y autores int<strong>el</strong>ectuales<br />

libres y con su posibilidad intacta de seguir lucrando y haciendo negocios con<br />

los bienes que robaron.<br />

-110-


Eso es, simplemente, desigualdad ante la ley, principio opuesto al que<br />

debe regir, sobre todo si lo que se pretende es una auténtica democracia,<br />

económica y social.<br />

-111-


Segunda Parte<br />

Documental y Anexos<br />

Cronología de los Hechos y sus<br />

documentaciones<br />

Denuncia de la DAIA ante <strong>el</strong> juez<br />

Baltasar Garzón<br />

Fallo d<strong>el</strong> Juez Baltasar Garzón<br />

Pruebas Legales<br />

Material Periodístico<br />

Dto. “El Caso Eduardo Saiegh”<br />

Documentos desclasificados en<br />

Wikileaks acerca d<strong>el</strong> <strong>caso</strong><br />

Reseña acerca d<strong>el</strong> Autor<br />

-112-


Ámbito Financiero<br />

30 de noviembre de 1980<br />

Este “chiste” que fuera publicado en un medio periodístico de éstas características 45<br />

días antes de consumarse la extorsión, es claro indicador de la alevosía con que se manejaba<br />

<strong>el</strong> BCRA, graficando la “crónica de una muerte anunciada”. Encabeza la quer<strong>el</strong>la penal por<br />

extorsión contra Alejandro Reynal iniciada en Octubre d<strong>el</strong> ´82 y que se tramita en <strong>el</strong> Juzgado<br />

Federal Penal Nº 5, causa Nº 1662.<br />

-113-


Cronología de la Historia y Documentación<br />

D<strong>el</strong> secuestro, torturas y la extorsión de la que fuera victima<br />

como titular d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano S.A para lograr su<br />

“autoliquidación voluntaria”....., tras no lograr extraerme bajo<br />

tortura la confesión de d<strong>el</strong>itos inexistentes<br />

-114-


1976 Noviembre 15: Aviso Institucional d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano de Inversión S.A. al<br />

aprobar <strong>el</strong> BCRA <strong>el</strong> inicio oficial de sus operaciones.<br />

-115-


Directorio d<strong>el</strong> BLA<br />

Presidente: Gral.(R) JORGE A. SHAW<br />

Vicepte. Ejecutivo: Arq. EDUARDO E. SAIEGH<br />

Vicepte. Segundo: Dr. BERNARDO GRINSPUN<br />

Vicepte. Tercero: Ing. ERNESTO WEINSCHELBAUM<br />

Directores Titulares: Sr. SEBASTIAN PEREZ TORNQUIST<br />

Dr. ERNESTO GALANTE<br />

Dr. ARNOLDO GELMAN<br />

Dr. SAMUEL OKRAGLY<br />

Dr. ALEJANDRO PONIEMAN<br />

-116-


1977<br />

Gral. (R) OSCAR CHESCOTTA<br />

Síndicos Titulares: Dr. ALFREDO L. SPILZINGER<br />

Dr. HORACIO HIRSCH<br />

Dr. JOSE LUIS RODAS<br />

Septiembre: La Sra. Alicia Raqu<strong>el</strong> Hertridge de Vid<strong>el</strong>a efectuó un depósito a plazo fijo en <strong>el</strong><br />

BLI.<br />

Octubre: El BLI es autorizado a operar en la categoría ‘C’ de Comercio Exterior<br />

-117-


-118-


-119-


Septiembre, 1977. Revista Competencia. N° 164. “La irrupción de la nueva banca”. Entrevista<br />

a Eduardo Saiegh sobre la Banca Privada de Inversión.<br />

-120-


1978<br />

La Fundación para la Integración Latinoamericana (FIL),-constituida <strong>el</strong> 27 de octubre de<br />

1977- inicia en <strong>el</strong> 78 sus actividades institucionales con <strong>el</strong> auspicio d<strong>el</strong> BLI, y entre <strong>el</strong>las edita<br />

quincenalmente los Boletines FIL de Análisis Económico y Financiero, tanto acerca de lo<br />

referido a nuestro país, como también de las especiales r<strong>el</strong>aciones con los países futuros<br />

socios d<strong>el</strong> Mercosur, objetivo este que fue propiciado y estimulado por la FIL, aún antes de<br />

su concreción política.<br />

Boletín Económico Quincenal de la FIL<br />

Fundación para la Integración Latinoamericana<br />

editado por <strong>el</strong> equipo profesional d<strong>el</strong> Banco.<br />

-121-


1978 – La Fundación para la Integración Latinoamericana produce <strong>el</strong> retorno a nuestro<br />

país d<strong>el</strong> músico y compositor Astor Piazzola con su nuevo quinteto, y una serie de 6 meses<br />

de conciertos. Se recicló especialmente a tal efecto <strong>el</strong> ex Auditorio Kraft en Florida al 600 en<br />

<strong>el</strong> “Auditorio de Buenos Aires”<br />

.<br />

-122-<br />

............... Entretanto, empezó a sondear lo<br />

que pasaba en Buenos Aires........ Surgió<br />

algo más promisorio: los dueños d<strong>el</strong><br />

auditorio Kraft, una sala para 270<br />

espectadores en la calle Florida, parecían<br />

ansiosos por contratarlo para un larga<br />

temporada en 1978.........<br />

.......Como se había anticipado en París, <strong>el</strong><br />

Auditorio de Buenos Aires (nuevo nombre<br />

d<strong>el</strong> Auditorio Kraft) firmó un contrato de<br />

varios meses con Astor.......<br />

.........Después de tres semanas de ensayos<br />

con <strong>el</strong> nuevo quinteto par acostumbrarse a<br />

su repertorio básico, en mayo de 1978 <strong>el</strong><br />

Quinteto comenzó sus presentaciones en <strong>el</strong><br />

Auditorio Buenos Aires (normalmente eran<br />

ocho espectáculos semanales).......<br />

Astor Piazzolla. Su vida y su música<br />

Ma Rosa Azzi y S Collier


1978 Diciembre 26: Transformación de Banco de Inversión a Banco Comercial.<br />

Nuevo logo e isotipo d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano con motivo de su transformación<br />

en banco comercial.<br />

-123-


1979<br />

Memoria y Balance d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano<br />

Casa Matriz en <strong>el</strong> Edificio Av. Leandro Alem<br />

esq. Av. Córdoba<br />

-124-


Noviembre 1979: Participación d<strong>el</strong> BLA, representado por <strong>el</strong> Arqt. Saiegh, en la Primera<br />

Reunión Mundial d<strong>el</strong> Foro Mundial Davos en Montreux,<br />

1980<br />

Febrero: Primer interés manifiesto d<strong>el</strong> Credit Lyonnais, a través d<strong>el</strong> Sr. De Royere, su<br />

representante en Buenos Aires por adquirir <strong>el</strong> BLA.<br />

Marzo: Trasciende desde <strong>el</strong> propio BCRA una lista de bancos que estaban en ‘consideración<br />

especial’ d<strong>el</strong> BCRA.<br />

El 28 de marzo de 1980 <strong>el</strong> Banco Central dispone la liquidación d<strong>el</strong> BIR (Banco de<br />

Intercambio Regional (Marzo Negro).<br />

Convicción, 29 de marzo de 1980. “Contra todo optimismo…” Nota sobre <strong>el</strong> cese de<br />

actividades y liquidación d<strong>el</strong> Banco de Intercambio Regional.<br />

- Convicción, 30 de marzo de 1980. “Un agudo golpe…”. Nota sobre <strong>el</strong> cese de actividades<br />

y liquidación d<strong>el</strong> Banco de Intercambio Regional.<br />

Abril: A raíz de la crisis financiera que se señala, y que fuera “des- atada” ex profeso para<br />

iniciar <strong>el</strong> “operativo de concentración financiera” en <strong>el</strong> país, <strong>el</strong> BLA ap<strong>el</strong>a al mecanismo de la<br />

circular RF 1051, -de redescuentos transitorios- para superar una coyuntura financiera de<br />

corrida de depósitos, fruto d<strong>el</strong> ‘rumor’ d<strong>el</strong> mercado, por cierto con mucho ruido, y un claro<br />

objetivo político, como surge de los documentos político-económicos D<strong>el</strong> Proceso Cívico-<br />

Militar, y tal como fuera denunciado por <strong>el</strong> diario La Prensa<br />

-125-


-126-<br />

Diario “La Prensa”, 17 de<br />

abril de 1980. Editorial. “La<br />

Dictadura<br />

BCRA”.<br />

Financiera d<strong>el</strong>


Junio: El BLA logra devolver los fondos tomados de la RF 1051; con 4 meses de ant<strong>el</strong>ación<br />

al pronóstico inicial que había fijado un plazo de 6 meses.<br />

Julio 24: Entrevista de E. Saiegh con A. Reynal, Vpte. d<strong>el</strong> BCRA, para informar acerca<br />

d<strong>el</strong> interés d<strong>el</strong> Credit Lyonnais en la compra d<strong>el</strong> BLA. Dado su carácter de Bco.Estatal de<br />

Francia, requería de la conformidad d<strong>el</strong> Gobierno Argentino en la compra. Participa en <strong>el</strong><br />

encuentro Rafa<strong>el</strong> Seragopian, ‘mano derecha’ de Reynal.<br />

Julio 25: Reynal cita a Charles De Royere, representante en <strong>el</strong> país d<strong>el</strong> Credit Lyonnais.<br />

Le cuestiona <strong>el</strong> interés francés por <strong>el</strong> BLA. ‘¿Por qué <strong>el</strong> BLA que es un Banco sin<br />

problemas? Le ofrece <strong>el</strong> Español y <strong>el</strong> Tornquist. Ver declaraciones de De Royere en <strong>el</strong><br />

Juzgado Federal respecto de estos dichos de fecha...<br />

Agosto: Interrupción d<strong>el</strong> call money de toda la banca oficial al BLA por orden emanada<br />

d<strong>el</strong> BCRA, para empezar a ahogarlo.<br />

Agosto 20: Por indicación de París, de Royere invita a E. Saiegh a una reunión en esa<br />

ciudad para continuar las tratativas.<br />

Agosto 25: Saiegh se reúne en París con Directores d<strong>el</strong> Credit Lyonnais. Ante <strong>el</strong> interés<br />

concreto de compra d<strong>el</strong> BLA por parte d<strong>el</strong> Credit Lyonnais se acuerden visitas y entrevistas en<br />

Buenos Aires con De Royere y Ponsolle para cerrar la operación.<br />

Septiembre 12: Los accionistas principales de Austral S.A. encabezados por William<br />

Reynal <strong>el</strong>evan al Ministerio de Economía un ofrecimiento para que <strong>el</strong> Estado se haga<br />

cargo de la empresa aérea y de sus las acciones y de las deudas de la empresa.<br />

-127-


Septiembre 16: El PEN a través d<strong>el</strong> decreto 1922 acepta <strong>el</strong> traspaso de Austral al<br />

Estado, que de ser <strong>el</strong> principal acreedor pasó a ser <strong>el</strong> mayor deudor de las obligaciones que<br />

había dejado la administración Reynal. Ese mismo día todos los principales accionistas<br />

de Austral reconocen, expresamente, en una nota dirigida a Martinez de Hoz y que es<br />

parte integrante de dicho decreto, que <strong>el</strong> BLA era <strong>el</strong> único acreedor privado de la<br />

compañía aérea.<br />

- Carta d<strong>el</strong> 12 de septiembre de 1980 remitida a Martínez de Hoz por los dueños de<br />

Austral ofreciendo la venta de la compañía al Estado .<br />

-128-


-129-


-130-


-131-


- Decreto Nº 1922 d<strong>el</strong> 16 de septiembre de 1980, referido a la estatización de Austral<br />

Líneas Aéreas.<br />

- Carta d<strong>el</strong> 16 de septiembre de 1980 remitida a Martinez de Hoz por parte de los<br />

accionistas principales de Austral S.A., reconociendo la deuda con <strong>el</strong> BLA.<br />

-132-


-<br />

‐79‐<br />

-133-


Septiembre 23: Arriban Petit y Ponsolle (Credit Lyonnais) a Buenos Aires y junto con De<br />

Royere, se inician las tareas operativas de formalización d<strong>el</strong> acuerdo de venta, entre las<br />

autoridades d<strong>el</strong> BLA y las d<strong>el</strong> Credit Lyonnais.<br />

Septiembre 24: Se anuncia <strong>el</strong> ‘Club de Bancos’ para atender <strong>el</strong> <strong>caso</strong> d<strong>el</strong> Grupo<br />

Capozzolo - Plazo de 45 días para analizar la situación. El Banco Tornquist era la joya<br />

de la corona y estaba buscando un comprador.<br />

- 24 de septiembre de 1980. El Cronista Comercial, “Procuran renegociar…”. Nota sobre la<br />

solicitud de prórroga a los acreedores d<strong>el</strong> grupo Capozzolo.<br />

-134-


- 24 de septiembre de 1980. La Nación, Capozzolo (Nota por reestructuración d<strong>el</strong> pasivo<br />

de las empresas d<strong>el</strong> grupo Capozzolo).<br />

Septiembre 26: Reynal ordena la inspección d<strong>el</strong> BLA mediante la orden 61/80; (sin<br />

sorteo) <strong>el</strong> mismo día que se realiza la última reunión entre Saiegh, Ponsolle y Petit; en<br />

la que se acordaron las posiciones finales para concretar la operación.<br />

Septiembre 27: Petit concurre invitado a comer un asado con De Royere al campo de<br />

Capozzolo, quien les insiste en la venta de una parte minoritaria (29%) d<strong>el</strong> Tornquist.<br />

Septiembre 29: Los diarios dan a conocer las dificultades económicas que tenía <strong>el</strong> Grupo<br />

Árbol Solo y las tratativas iniciadas por Capozzolo para desprenderse de algunos de sus<br />

activos. Esto se puede ver en la nota d<strong>el</strong> diario Ámbito Financiero d<strong>el</strong> jueves 9 de octubre de<br />

1980.<br />

Septiembre 30: Llega al BLA la inspección d<strong>el</strong> BCRA. Los inspectores no conocían los<br />

motivos que habían determinado la inspección ya que <strong>el</strong> Banco no sólo cumplía las r<strong>el</strong>aciones<br />

técnicas vigentes, sino también era justo <strong>el</strong> momento en que se estaba cerrando <strong>el</strong> acuerdo<br />

con <strong>el</strong> Credit Lyonnais.<br />

Octubre 4: Los funcionarios d<strong>el</strong> Credit Lyonnais, al tomar conocimiento de la inspección<br />

ordenada sobre <strong>el</strong> BLA comprenden la actitud ‘hostil’ de Reynal y la agresividad d<strong>el</strong> BCRA e<br />

-135-


inician gestiones por otras entidades, entre <strong>el</strong>las <strong>el</strong> Continental, pidiendo informes al BCRA<br />

que les son negados, e insistiendo Reynal en <strong>el</strong> Tornquist y desalentando lo d<strong>el</strong> BLA.<br />

(Ver declaraciones de De Royere en la causa penal por extorsión donde a fs.184 ratifica<br />

esto expresamente).<br />

Octubre 9<br />

- Jueves 9 de octubre de 1980. Ámbito Financiero.<br />

-136-


Octubre 10: Informe de los inspectores en <strong>el</strong> BLA: estiman que <strong>el</strong> cuadro que presenta <strong>el</strong> BLA<br />

debe ser evaluado con criterio amplio y equitativo a efectos de no provocar males mayores, al<br />

parcializar <strong>el</strong> problema haciendo ajustar a las entidades financieras a normas cambiantes<br />

desconociéndose la realidad económica. También destacan que <strong>el</strong> principal deudor de la<br />

entidad era Austral S.A., siendo <strong>el</strong> BLA <strong>el</strong> único acreedor privado de Austral.<br />

Octubre 28: El BLA <strong>el</strong>eva al BCRA <strong>el</strong> cuadro de sus r<strong>el</strong>aciones técnicas que indicaban su<br />

total encuadramiento en las normas. Esto es posteriormente reconocido por <strong>el</strong> propio BCRA<br />

en un oficio a la <strong>Justicia</strong> Federal.<br />

• Los tenedores d<strong>el</strong> 100% d<strong>el</strong> paquete accionario d<strong>el</strong> Bco. Tornquist cursan por escrito<br />

una oferta de venta d<strong>el</strong> 90% de las acciones d<strong>el</strong> Bco. al Credit Lyonnais (ver expte.<br />

BCRA).<br />

• En <strong>el</strong> BCRA se ‘recibe’, (prefabricada internamente), una denuncia ‘anónima’<br />

contra los hermanos Saiegh, DAR y Credibono d<strong>el</strong> Dr. Rafa<strong>el</strong> Saiegh y <strong>el</strong> Bco.<br />

Latinoamericano d<strong>el</strong> Arqto. Eduardo Saiegh y Migu<strong>el</strong> Saiegh diciendo que ‘son todo lo<br />

mismo’. La denuncia llega ‘casualmente’ a manos d<strong>el</strong> inspector d<strong>el</strong> BCRA en <strong>el</strong> BLA,<br />

Reynaldo García, y es fotocopiada y circularizada a todos los directores d<strong>el</strong> BCRA en <strong>el</strong><br />

mismo día. También ese día García pide ‘instrucciones’ a la Superioridad respecto de la<br />

acción a seguir (fs.278 d<strong>el</strong> expte. 37613/90 d<strong>el</strong> BCRA ref. al BLA)<br />

-137-


Octubre 29: A fojas 279 d<strong>el</strong> expte. 37613/80, <strong>el</strong> Subgerente General d<strong>el</strong> BCRA Atilio<br />

Carbajales que recibe inmediatamente la comunicación d<strong>el</strong> inspector García, dictamina que<br />

si bien está prohibido recibir denuncias anónimas, según la circular Nº 1223 d<strong>el</strong> BCRA,<br />

dictamina que se “justifican la inmediata adopción de medidas tendientes a esclarecer<br />

los hechos denunciados no sólo a través de las verificaciones propias d<strong>el</strong> Banco<br />

Central en las distintas entidades involucradas, sino también y fundamentalmente,<br />

mediante la colaboración policial que posibilite <strong>el</strong> allanamiento simultáneo de los<br />

distintos domicilios que se mencionan.<br />

Octubre 30: La Policía Federal detiene <strong>el</strong> mismo día a Juan Carlos Guerrero, exempleado<br />

d<strong>el</strong> BLA, que había cometido, hacia fines de septiembre, una apropiación<br />

indebida de valores mobiliarios d<strong>el</strong> sector títulos d<strong>el</strong> Banco, y luego de ser descubierto<br />

reintegra al Banco, a través de los bienes que había comprado con <strong>el</strong> producido de los<br />

mismos, en un monto próximo a la exacción. El acto de devolución se realizó ante escribano<br />

público, con presencia de la Sra. de Guerrero, y haciéndolo <strong>el</strong> mismo por su propia decisión,<br />

indicándos<strong>el</strong>e expresamente en todo momento, que no estaba privado de su libertad de<br />

acción, tal como consta en las actas notariales.<br />

• El jueves 30 a la noche, la Policía Federal ‘lo levanta’ a Guerrero y le dice:<br />

“Nosotros prendemos <strong>el</strong> ventilador, vos tirá toda la mierda que puedas contra<br />

Eduardo Saiegh, porque sino te chupás unos cuantos años adentro”, a lo que<br />

Guerrero accede.<br />

• Durante <strong>el</strong> mismo día, <strong>el</strong> inspector d<strong>el</strong> BCRA, Reynaldo García, acompaña al<br />

contador Jorge A. Bustos autor de la denuncia “anónima” a la División Bancos de<br />

la Policía Federal, quien “no produce ahí la denuncia que había hecho, pero aporta a<br />

la misma <strong>el</strong>ementos que hacen a la causa que se estaba investigando”. Esto surge d<strong>el</strong><br />

oficio que <strong>el</strong> Jefe de dicha División, Comisario Ianib<strong>el</strong>li <strong>el</strong>eva al Tribunal de Disciplina<br />

d<strong>el</strong> Consejo Profesional de Ciencias Económicas s/fs 330 d<strong>el</strong> expte. d<strong>el</strong>a causa penal<br />

por extorsión.<br />

Aquí se ve claramente <strong>el</strong> juego de ‘pinzas’ sobre Saiegh; aplicado por un<br />

lado por Harguindeguy para salvar a Cappozzolo y en simultáneo por Reynal<br />

para salvar a Austral.<br />

- Informe de la veeduría d<strong>el</strong> BLA al BCRA sobre una denuncia anónima. Texto original<br />

d<strong>el</strong> curso dado por <strong>el</strong> BCRA a la denuncia anónima, 30 de octubre de 1980 y texto<br />

modificado y adulterado expresamente en <strong>el</strong> BCRA y que sustituyó en <strong>el</strong> expediente d<strong>el</strong><br />

BCRA al original d<strong>el</strong> curso dado a la denuncia anónima. 30 de octubre de 1980.<br />

-138-


-139-


Texto que reemplazó en <strong>el</strong> expte. 37.613 d<strong>el</strong> BCRA <strong>el</strong> original, que desapareciera, y<br />

que dio curso a la denuncia anónima, con la adulteración d<strong>el</strong> expediente constatada<br />

por acta notarial<br />

Denuncia anónima: Cómo se fraguó <strong>el</strong> expte. 37613/80 d<strong>el</strong> BCRA para ocultar y<br />

cambiar lo de la denuncia anónima y <strong>el</strong> pedir la intervención policial, como consta en<br />

la declaración de Iaban<strong>el</strong>li (septiembre- octubre ´81) y Acta notarial al respecto.<br />

Octubre 31:<br />

• A las 12 hs. <strong>el</strong> Dr. Zito Soria, abogado de Guerrero, lo llama a Eduardo Saiegh y le dice:<br />

“Rájese. Lo agarraron a Guerrero y le prendieron <strong>el</strong> ventilador contra Ud”.<br />

Saiegh, como no tenía nada que ocultar, se quedó preocupado, pero siguió<br />

desarrollando normalmente sus actividades en <strong>el</strong> Banco.<br />

• Alrededor de las 16 hs., la División Bancos de la Federal, sin orden judicial, allana<br />

las oficinas d<strong>el</strong> BLA. Procede a secuestrar innumerables carpetas y<br />

documentación sobre <strong>el</strong> Credit Lyonnais y detiene a E. Saiegh, que queda<br />

incomunicado por un lapso de 7 días, quien no sólo no es indagado por ningún<br />

-140-


Juez, sino que es brutalmente violentado y torturado para que confiese d<strong>el</strong>itos<br />

inexistentes, a pesar de haber sido secuestrado oficialmente y con un presunta<br />

“legalidad” identificatoria.<br />

La descripción pormenorizada de lo ocurrido a E. Saiegh durante esos 7 días<br />

de cautiverio (d<strong>el</strong> 31 de octubre al 7 de noviembre) se realiza en la narrativa que<br />

figura en los capítulos de la primera parte d<strong>el</strong> libro.<br />

Noviembre 1y 2: Durante ese fin de semana, y mientras Saiegh estaba secuestrado, se<br />

termina de acordar la venta d<strong>el</strong> Tornquist al Credit Lyonnais.<br />

Noviembre 4: Los diarios y especialmente la edición 5ª de Crónica dan cuenta d<strong>el</strong><br />

“episodio policial” indicando que la Policía Federal intervino a pedido expreso d<strong>el</strong><br />

BCRA.<br />

Noviembre 5: Nuevo encuentro de Grinspun y Shaw con Reynal. Este condiciona la ayuda<br />

oficial para <strong>el</strong> BLA a cambio de la separación de E.Saiegh d<strong>el</strong> Directorio de la entidad y de la<br />

entrega de las acciones d<strong>el</strong> BLA, propiedad de Inversai S.A., configurando una vulgar<br />

extorsión.<br />

-141-


Martes 4 de noviembre de 1980. Crónica 5°.<br />

Martes 4 de noviembre de 1980, Crónica 6°.<br />

-142-


4 de noviembre de 1980. La Nación.<br />

-143-


Miércoles 5 de noviembre de 1980. Crónica.<br />

-144-


Miércoles 5 de noviembre de 1980. La Prensa.<br />

-145-


Miércoles 5 de noviembre de 1980. La Razón.<br />

Noviembre 6: Compendio, jueves 6 de noviembre de 1980. Apostilla.<br />

Noviembre 7: El juzgado de instrucción Nº 7 a cargo d<strong>el</strong> doctor García Méndez ordena la<br />

libertad d<strong>el</strong> Arqto. Saiegh, sin tomarle declaración ni verificar su estado físico, por no<br />

encontrar méritos para su procesamiento. No sólo al daño institucional a la entidad ya estaba<br />

hecho sino también a la credibilidad personal.<br />

Viernes 7 de noviembre de 1980. La Razón.<br />

-146-


Noviembre 8:<br />

Sábado 8 de noviembre de 1980. Clarín.<br />

Noviembre 10: Saiegh se retira d<strong>el</strong> Directorio de su Entidad y entrega sus acciones, al<br />

no existir otra alternativa que la exigida por la extorsión de Reynal.<br />

El mismo día, <strong>el</strong> Credit Lyonnais informa por nota al BCRA que ha concretado la<br />

operación de compra d<strong>el</strong> Banco Tornquist.<br />

Esta “operación” se produce exactamente durante <strong>el</strong> secuestro de Saiegh.<br />

Noviembre 13: Por resolución 316, <strong>el</strong> BCRA designa veedores en <strong>el</strong> BLA y requiere la<br />

presentación de un plan de encuadramiento.<br />

Noviembre 14: La publicación “Fuente Reservada” consigna que “La sensación de que los<br />

plazos para la definición de muchas situaciones de entidades financieras y empresas con<br />

síntomas de asfixia están llegando a su fin, hace que las expectativas converjan en la<br />

conflictiva conducción d<strong>el</strong> BCRA. Allí una suerte de du<strong>el</strong>o entre palomas y halcones d<strong>el</strong><br />

programa económico habría derivado en la proyección de un sistema de redescuentos<br />

estrictamente s<strong>el</strong>ectivos. El mismo permitiría salvar a un determinado cupo de empresas, más<br />

de ningún modo a todas y los miembros d<strong>el</strong> tribunal definiría los <strong>caso</strong>s serán probablemente<br />

los miembros d<strong>el</strong> directorio de bancos oficiales que también atraviesas por situaciones<br />

particularmente graves”.<br />

-147-


-148-<br />

14 de noviembre de 1980.<br />

Fuente Reservada, La cuenta<br />

regresiva.


Noviembre 21: Carta de E. Saiegh al Dr. Diz (presidente d<strong>el</strong> BCRA) declarando todos<br />

sus bienes disponibles, por “consejo” de un “amigo” de Reynal, para “transparentar” su<br />

proceder, pero que fuera usada para desapoderarlo de todos <strong>el</strong>los.<br />

Noviembre 24: Algunos medios periodísticos informan que <strong>el</strong> BCRA ya había aprobado la<br />

venta d<strong>el</strong> Tornquist al Credit Lyonnais.<br />

Noviembre 27: El Economista, luego de señalar que se buscaría sanear la plaza financiera<br />

destacó que “En la última semana, los directivos de dos entidades bancarias habrían sido<br />

demorados por la policía con motivo de investigaciones sobre irregularidades en <strong>el</strong> sistema.<br />

Lo que permite afirmar que la liquidación de Sidesa es una advertencia. Que probablemente<br />

será continuada por otras.<br />

Noviembre 25: La revista SOMOS, en la nota de tapa, destacó entre otras cosas que:<br />

“Empezaron a aparecer listas y más listas de bancos a punto de irse a pique, de<br />

banqueros detenidos, de empresas y grupos empresarios a un paso de la bancarrota y<br />

de clubes de bancos amenazados por <strong>el</strong> descenso. Evidentemente <strong>el</strong> BCRA ha<br />

adquirido Know-how para liquidar entidades sin hacer mucho ruido y los ahorristas se<br />

cubren con la garantía hasta 100 millones.<br />

“El vicepresidente d<strong>el</strong> BCRA (A. Reynal) fue claro <strong>el</strong> jueves pasado cuando dijo<br />

ante los industriales que en <strong>el</strong> Centro Cultural General San Martín asistía al<br />

Congreso de Modernización Industrial: <strong>el</strong> proceso de depuración está en sus<br />

comienzos, pero sin duda atravesando una etapa intensa que no ha terminado y<br />

que debe continuar.<br />

Los hombres de la city supieron interpretar las palabras de Reynal, porque se<br />

sabía que desde las intervenciones a los bancos Los Andes, Oddone e<br />

Internacional, <strong>el</strong> BCRA había encarado una profunda investigación de todo <strong>el</strong><br />

sistema financiero. El objeto era verificar la situación de endeudamiento de los<br />

grandes grupos empresarios y además destapar los autopréstamos. El Central<br />

sería quién decidiría sobre que bancos se salvan y cuáles no. Pero ¿sin ninguna<br />

filosofía, así al tun tun? No. Se buscará actuar con un criterio realista, <strong>el</strong> esfuerzo<br />

vale para quien hace <strong>el</strong> esfuerzo, y este vale si hay una base empresaria. Hay que<br />

diferenciar empresas en dificultad, de empresas que en sí mismas son la<br />

dificultad”.<br />

El BLA era la gran dificultad para la estatización de Austral dado su deuda con él, y por<br />

eso Reynal decidio “liquidarlo” si o si.<br />

-149-


Noviembre 28: El BLA manifiesta en una nota enviada al BCRA <strong>el</strong> propósito de mejorar la<br />

situación de la entidad mediante la incorporación de nuevos inversores.<br />

Noviembre 30: Preanunciando lo que le iba a pasar a Saiegh y al BLA, Ambito<br />

Financiero publica un chiste en contratapa de un banquero malherido y sostenido por<br />

dos “tiras” que le pide al Dr. Diz Pte. d<strong>el</strong> BCRA: “Vengo a pedir mi autoliquidación”.<br />

- 30 de noviembre de 1980. Ámbito Financiero.<br />

Diciembre 5: “Fuente Reservada” consigna que <strong>el</strong> BCRA ordenó en noviembre a la totalidad<br />

de bancos oficiales que suspendan las operaciones de call money con <strong>el</strong> BLA.<br />

“Fuente Reservada”, en una nota titulada “Sistema financiero: crecen las grietas” señaló que<br />

“también en los últimos días d<strong>el</strong> mes pasado, <strong>el</strong> BCRA decidió ordenar a la totalidad de los<br />

bancos oficiales que suspendieran las operaciones d<strong>el</strong> call money con los bancos Alas, Corfin<br />

y Latinoamericano. La entidad que preside E. Saiegh es además acreedora de SASETRU en<br />

12 millones de dólares, de Austral en 4 y d<strong>el</strong> Monaguillo en una cantidad inferior. Algunas<br />

suspicacias le adjudican <strong>el</strong> apoyo de Reynal en tener preestablecido <strong>el</strong> programa de fusiones<br />

a instrumentarse.<br />

-150-


5 de diciembre de 1980. Fuente Reservada, Sistema Financiero: crecen las grietas.<br />

Diciembre 6: Los medios periodísticos señalan la formación de una especie de inmobiliaria<br />

de bancos, la cual integrada por directores d<strong>el</strong> BCRA, había definido una lista de entidades<br />

financieras que iban a ser ejecutadas próximamente: entre <strong>el</strong>las figuraba <strong>el</strong> BLA.<br />

Diciembre 12: “Fuente Reservada” señala que <strong>el</strong> BCRA se apresta a liquidar una entidad<br />

financiera por semana, siendo <strong>el</strong> BLA al banco más próximo a ser ejecutado. SOMOS da por<br />

realizada la venta d<strong>el</strong> Banco Tornquist.<br />

Fuente Reservada, a través de un artículo titulado “Uno por semana”, consignó que:<br />

“La cadencia aparentemente <strong>el</strong>egida por las autoridades d<strong>el</strong> BCRA para depurar la<br />

plaza, implica la liquidación de aproximadamente una entidad financiera por semana,<br />

gradualismo que hasta <strong>el</strong> momento sólo constituye, en términos militares, una<br />

aproximación indirecta al objetivo central.<br />

-151-


La lista de ejecuciones <strong>el</strong>aborada en <strong>el</strong> BCRA con <strong>el</strong> asesoramiento d<strong>el</strong> comité<br />

integrado por Juan Ocampo, Egidio Ian<strong>el</strong>la, Roberto Bullrich y Alejandro Reynal,<br />

contendría ahora una nueva serie de bancos medianos de los cuales <strong>el</strong> más próximo a<br />

su liquidación sería <strong>el</strong> Latinoamericano, seguido d<strong>el</strong> Alas y <strong>el</strong> de Crédito Rural.”<br />

- 12 de diciembre de 1980. Fuente Reservada, Zimmerman y la estrategia política d<strong>el</strong><br />

equipo económico.<br />

-152-


-153-<br />

Revista Somos, 12 de diciembre de<br />

1980, El runrún de la City.


Diciembre 14: El BLA presenta <strong>el</strong> Plan de Regularización y Encuadramiento, <strong>el</strong>aborado<br />

por tres equipos técnicos.<br />

Diciembre 19: La veeduría d<strong>el</strong> BCRA estima aceptable <strong>el</strong> plan. Según esta, la venta de la<br />

entidad podría resultar la gran solución para la situación económica - financiera de ese<br />

momento, en función de la ‘realidad política’ imperante.<br />

Diciembre 23: El BLA informa por nota al BCRA que un cliente de Price Waterhouse<br />

Internacional está interesado en la adquisición d<strong>el</strong> 100% d<strong>el</strong> paquete accionario d<strong>el</strong> BLA,<br />

según comunicación formal de la consultora al BLA y que se iniciarán las tareas de auditoria<br />

por parte de los interesados.<br />

-154-


- Carta d<strong>el</strong> BLA al BCRA informando sobre <strong>el</strong> interés de compra de un banco extranjero. 23<br />

de diciembre de 1980.<br />

-155-


Diciembre 26: La Gerencia de Entidades Financieras d<strong>el</strong> BCRA estima que no es<br />

procedente <strong>el</strong> rechazo d<strong>el</strong> Plan d<strong>el</strong> BLA, y deja la alternativa de que se reformule la<br />

iniciativa con ingresos y aportes en efectivo, que era la propuesta de Price y sus<br />

inversores.<br />

Diciembre 29: Nuevamente la Gerencia General d<strong>el</strong> BCRA fue notificada acerca d<strong>el</strong><br />

interés de Price Waterhouse para adquirir <strong>el</strong> BLA y se realiza una auditoría en <strong>el</strong> BLA,<br />

simultáneamente con otra también d<strong>el</strong> Estudio F<strong>el</strong>dber - Kosak interesado en comprar<br />

para <strong>el</strong> grupo G. Isra<strong>el</strong> y Alfredo Concepción.<br />

1981<br />

Enero 6: Aparecen las circulares RF Nº 1321 y 1322 d<strong>el</strong> BCRA. Su aplicación al Plan de<br />

encuadramiento d<strong>el</strong> BLA tornaban imposible su rechazo, como ocurrió con muchas<br />

otras entidades “amigas”; no fue así con <strong>el</strong> BLA, para quien no se aceptó su inclusión.<br />

Enero 13: El PEN, por decreto 38/81 aceptó <strong>el</strong> traspaso d<strong>el</strong> dominio de las acciones de<br />

las firmas Lagos d<strong>el</strong> Sur y Sol Jet pertenecientes a Austral S.A., que fueron<br />

incorporadas al Estado en forma independiente de esta, a pesar de que eran de su<br />

propiedad y que legalmente ya habían sido adquiridas en septiembre d<strong>el</strong> año anterior al<br />

hacerse cargo <strong>el</strong> Estado de Austral.<br />

Enero 14: Representantes jerárquicos de Price Waterhouse y <strong>el</strong> titular d<strong>el</strong> Bafisud<br />

mantienen una formal entrevista con Reynal, con la presencia de Saiegh, trasmitiéndole<br />

su interés por la compra d<strong>el</strong> BLA, y también ratifican su voluntad de efectuar aportes de<br />

capital, siendo desalentados por Reynal, en avanzar en la operación, ya que <strong>el</strong> banco<br />

será liquidado por “no estar en condiciones de operar”<br />

Enero 15: Llega al BCRA un t<strong>el</strong>ex de Price confirmando <strong>el</strong> interés en firme de compra<br />

d<strong>el</strong> BLA por parte d<strong>el</strong> Bafisud. Tambien ese dia, y por separado, <strong>el</strong> grupo G. Isra<strong>el</strong> – A.<br />

-156-


Concepción <strong>el</strong>eva al BCRA una propuesta de compra d<strong>el</strong> BLA luego de la realización de<br />

la auditoria.<br />

• Carlos Buscarini, veedor d<strong>el</strong> BCRA en <strong>el</strong> BLA, lleva personalmente las ofertas de<br />

compra al Subgerente General d<strong>el</strong> BCRA, quien se las rechaza, diciéndole que la<br />

liquidación d<strong>el</strong> BLA era una decisión ya tomada. (Ver declaraciones de Buscarini<br />

en la causa federal penal No.1662 d<strong>el</strong> Juzgado No.5 por extorsión).<br />

Enero 16<br />

El BCRA y Reynal desestiman la 2ª y 3ª oferta de compra d<strong>el</strong> BLA, pudiendo<br />

haberse aplicado la figura de la intervención caut<strong>el</strong>ar, que le hubiera ahorrado al<br />

Estado Nacional cuando menos los 50 millones de dólares, los fondos de la RF 1051,<br />

que de “red de seguridad” fue transformada en “red trampa” para desapoderarlo<br />

a Saiegh, no sólo d<strong>el</strong> BLA, sino también de todos sus bienes.<br />

Al rechazar las ofertas de los compradores que le reintegraban al BCRA los 50 millones<br />

de dólares de la RF 1051, Reynal en su afán irrenunciable de liquidar <strong>el</strong> BLA para<br />

posibilitar la estatización de Austral y recuperar las acciones de la línea aérea<br />

caucionadas en <strong>el</strong> BLA por su deuda, le hizo perder al Estado Nacional esos u$s 50<br />

millones.<br />

-157-


- 16 de enero de 1981 Carta de Inversai S.A. al BLA. para <strong>el</strong> BCRA, ratificando <strong>el</strong><br />

interés de los compradores.<br />

-158-


-<br />

- T<strong>el</strong>ex al BLA y al BCRA de la Compañía Price Waterhouse confirmando <strong>el</strong> interés de<br />

compra d<strong>el</strong> BLA por parte d<strong>el</strong> Bafisud.<br />

-159-


- Carta de los integrantes d<strong>el</strong> grupo Concepción a las autoridades d<strong>el</strong> BLA<br />

solicitando la opción de compra, 16 de enero de 1981.<br />

-160-


-161-


Bajo amenazas y extorsiones, Reynal exige a J. Shaw y B. Grinspun, autoridades d<strong>el</strong><br />

BLA, que procedan a solicitar la “autoliquidación” para evitar escándalos y tener que<br />

actuar con la fuerza pública. “Acuérdense lo que le pasó a Saiegh, si no quieren que les<br />

pase lo mismo”.<br />

Por medio de la resolución 15/80 d<strong>el</strong> directorio BCRA se revoca la autorización para<br />

funcionar que tenía <strong>el</strong> BLA.<br />

Todos los documentos que se transcriben, particularmente los dictámenes de<br />

Economía y procuración d<strong>el</strong> Tesoro, demostraron la ilegalidad y lo d<strong>el</strong>ictual que inspiró<br />

esta maniobra.<br />

20 de enero de 1981. Ámbito Financiero, Cerraron <strong>el</strong> Latinoamericano.<br />

-162-


-163-


- 20 de enero de 1981. La Razón, Otro Banco Clausurado.<br />

-164-


-<br />

-<br />

19 de junio de 1981. Fuente Reservada, “La gira…”. Nota sobre <strong>el</strong> carácter d<strong>el</strong> viaje a<br />

Europa d<strong>el</strong> Gral. Harguindeguy, asesor d<strong>el</strong> presidente.<br />

-165-


- Cuestionario <strong>el</strong>evado al Comisario Ang<strong>el</strong> Ianib<strong>el</strong>li por <strong>el</strong> tribunal de disciplina d<strong>el</strong> consejo<br />

Profesional<br />

1981.<br />

de Ciencias económicas recibido <strong>el</strong> 17 de septiembre de<br />

-166-


- Respuesta a este cuestionario d<strong>el</strong> 5 de octubre de 1981<br />

Este reconocimiento oficial que hace Ianib<strong>el</strong>li es fundamental para mostrar como se<br />

armó toda la escena d<strong>el</strong> secuestro y la veracidad de mis denuncias acerca d<strong>el</strong> BCRA,<br />

sus directivos, y en particular Reynal.<br />

-167-


1982<br />

Mayo<br />

15- Se publican en <strong>el</strong> diario Clarín una nota (“Quebrantos…”) sobre la<br />

convocatoria de acreedores d<strong>el</strong> Grupo Capozzolo.<br />

Agosto<br />

20- Saiegh presenta la denuncia por extorsión contra <strong>el</strong> Directorio d<strong>el</strong> BCRA y en particular<br />

contra Alejandro Reynal en la causa penal Nº 1662 en <strong>el</strong> Juzgado Federal Penal Nº 5.<br />

Diciembre<br />

23- Se publica una nota en La Nación “El brigadier Hughes...”, donde en conferencia de<br />

prensa se señala expresamente como <strong>caso</strong>s de corrupción Administrativa la<br />

liquidación d<strong>el</strong> BLA y la causa de la denuncia penal presentada contra Reynal. La<br />

Fuerza Aérea se había opuesto a la estatización de Austral, porque sabía que era un<br />

“gran negociado”.<br />

-168-


1983<br />

Agosto<br />

Se decreta la quiebra d<strong>el</strong> BLA para evitar que Bernardo Grinspun, por su condición de<br />

judío, sea Ministro de Economía de Alfonsín.<br />

Septiembre<br />

Se revoca la quiebra d<strong>el</strong> BLA, dado <strong>el</strong> carácter político que lo motivó, por falta de<br />

cesación de pagos.<br />

Octubre<br />

Violación de la oficina de Saiegh y robo de recibos de la extorsión de los abogados<br />

d<strong>el</strong> BCRA. Denuncia radicada en <strong>el</strong> Juzgado de Instrucción Nº 19 por <strong>el</strong> robo de los<br />

recibos y los convenios extorsivos (Ver causa penal Nº 665).<br />

1984<br />

Agosto<br />

23- Declaraciones judiciales de Carlos de Royere, representante d<strong>el</strong> Credit Lyonaiss,<br />

ratificando que fueron desviados por Reynal en su interés en comprar <strong>el</strong> BLA.<br />

-169-


-170-


-171-


1986<br />

Octubre<br />

Dictamen Nº 50304/86 d<strong>el</strong> Director general de Jurídicos d<strong>el</strong> Ministerio de Economía, Dr.<br />

Enrique García Morillo, declarando nula, de nulidad absoluta, ilegítima y por ende, debe<br />

ser dejada sin efecto, y luego de medulosas consideraciones (ver anexo), concluyó.<br />

"El acto administrativo es fruto aparente de un exceso de poder por<br />

parte de su firmante, resulta lesivo de los principios de igualdad<br />

ante la ley y de equidad e irrogó en forma arbitraria un perjuicio<br />

significativo a la institución bancaria afectada y a sus accionistas"<br />

"Por tales motivos, este servicio jurídico considera que la decisión<br />

aludida es ilegítima y que debe ser dejada sin efecto...".<br />

Desaparece en <strong>el</strong> Ministerio de Economía <strong>el</strong> Dictamen de García Morillo en <strong>el</strong> expte.<br />

luego de ser revisado <strong>el</strong> mismo por un abogado d<strong>el</strong> BCRA. La desaparición es<br />

constatada en acta notarial al respecto. Ver Anexada acta notarial e instrucción de<br />

sumario que nunca se hizo.<br />

Existía una copia en la caja fuerte d<strong>el</strong> Ministro, con la que se pudo reconstruir <strong>el</strong><br />

expediente, lo que obligó al BCRA a determinar la real situación patrimonial d<strong>el</strong> BLA<br />

que se realizó a través d<strong>el</strong> expte. 30584/86.<br />

El expte 30584/86 determina que <strong>el</strong> BLA está in bonis, es decir, tiene liquidez, que no<br />

es de aplicación la circular I 21 d<strong>el</strong> BCRA para los bancos en quiebra, no siendo este <strong>el</strong><br />

<strong>caso</strong> d<strong>el</strong> BLA, que no tenía ni la tiene.<br />

1987<br />

Febrero<br />

Enfrentamiento de Garcia Morillo con otros abogados d<strong>el</strong> BCRA en <strong>el</strong> comedor d<strong>el</strong><br />

Directorio. El Dr. Caporalini y otros altos funcionarios fueron testigos de las amenazas<br />

que recibió.<br />

Dos semanas después se produce la extraña muerte “accidental” de García Morillo y su<br />

hermano cuando “se les cruza” un camión con acoplado en la desierta Ruta 3 de la<br />

Pcia. De Bs. As.<br />

-172-


El Ministerio de Economía dispuso a través de la Res. N° 268/87 (fs. 452/4) dejar sin efecto<br />

las Res. Nros. 426/84 y 135/85 merced a las cuales <strong>el</strong> BCRA había rechazado <strong>el</strong> referido<br />

recurso de revisión y consecuentemente, ordenó al Banco Central la reapertura d<strong>el</strong><br />

procedimiento de revisión d<strong>el</strong> acto liquidatorio.<br />

Esto mereció <strong>el</strong> alegato d<strong>el</strong> BCRA y un posterior dictamen de su Asesoría, obviamente<br />

adverso a lo establecido por Economía. Tras <strong>el</strong>lo y en vista de la discrepancia de opiniones<br />

entre ambos servicios jurídicos -<strong>el</strong> d<strong>el</strong> Ministerio de Economía y <strong>el</strong> d<strong>el</strong> BCRA, la propia<br />

Sindicatura d<strong>el</strong> BCRA aconsejó la intervención de la Procuración d<strong>el</strong> Tesoro.<br />

Junio<br />

4- Causa penal Nº 665 Inversai S.A. s/Denuncia, donde se demuestra la mala liquidación<br />

d<strong>el</strong> BCRA, y la cuasi administración fraudulenta d<strong>el</strong> propio Ente Rector.<br />

Esta causa fue promovida por <strong>el</strong> Juzgado Nacional de Primera Instancia Federal en lo<br />

Contencioso Administrativo Federal Nº 4 Secretaria Nº 7 a raíz de la demanda que tramita en<br />

dicho juzgado por los accionistas d<strong>el</strong> BLA y por <strong>el</strong> suscripto contra <strong>el</strong> BCRA por la irregular<br />

liquidación d<strong>el</strong> BLA. Fue designado en su momento un veedor judicial y atento <strong>el</strong> resultado y<br />

contenido de los informes y lo documentado en ese expediente <strong>el</strong> citado Juzgado<br />

Contencioso Administrativo Federal Nº 4 Secretaria Nº 7 dio curso a la denuncia derivando la<br />

causa al Juzgado Criminal y Correccional Federal 6 Secretaria 12 a efectos de investigar los<br />

hechos por la administración fraudulenta d<strong>el</strong> Banco Central de la República Argentina en la<br />

liquidación administrativa d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano SA, por violación de los deberes de<br />

funcionario publico, omisión de realización de inventarios y balances en tiempo propio y<br />

asimismo realizar balances falsos. Se imputa al BCRA no haber dado cumplimiento con las<br />

mínimas obligaciones legales básicas en materia de liquidación de entidades financieras, al<br />

haber dispuesto la liquidación d<strong>el</strong> BLA en <strong>el</strong> mes de enero de l981; no realizar dentro de los<br />

plazos legales <strong>el</strong> inventario físico patrimonial de los bienes sociales; tampoco cumplió en<br />

termino con los balances iniciales de apertura de la liquidación, como con los balances<br />

anuales, que se confeccionaron precipitadamente todos a la vez, todo lo cual provocó<br />

confusión de bienes sociales existentes antes y después de la intervención oficial, lo que<br />

permitió entre otras cosas la desaparición de numerosos y cuantiosos bienes de la entidad y<br />

asimismo valiosos registros contables.<br />

Septiembre<br />

Presentación ante <strong>el</strong> Juez Federal Martín Irurzun que también estaba a cargo de mi<br />

causa, acompañado por <strong>el</strong> Dr. Sancinetti, y denunciándole que las fotos de los<br />

secuestradores de Sivak eran las de las personas que me habían torturado en mi<br />

-173-


secuestro, llamando la atención la extraña actitud d<strong>el</strong> Juez, negándome tal posibilidad,<br />

que luego fuera así comprobado al dictar en <strong>el</strong> ´91 la orden de detención de Reynal.<br />

-174-


-175-


1988<br />

Abril<br />

29- Detención de Martínez de Hoz y Harguindeguy.Nota de Clarín: “Detienen a Martínez<br />

de Hoz y Harguindeguy”<br />

-176-


Viernes 29 de Abril de 1988. Clarín.<br />

-177-


10 de mayo de 1988. Ámbito Financiero.<br />

-178-


1989<br />

Boletín Oficial, Decreto 797/89 d<strong>el</strong> 8/9/89 Designación de Eduardo E. Saiegh con rango de<br />

Embajador Extraordinario y Plenipotenciario para la Negociación de la Deuda Externa.<br />

-179-


1990<br />

Dictamen Nº 85/90 d<strong>el</strong> 29/3/90 de la Procuración d<strong>el</strong> Tesoro de la Nación.<br />

En fecha 14/4/89 <strong>el</strong> entonces presidente d<strong>el</strong> BCRA aceptó las divergencias con <strong>el</strong><br />

dictamen 50304/86 de Economía y ordenó remitir las actuaciones a ese Órgano asesor<br />

y haciendo lo propio en fecha 20/11/89 la nueva conducción d<strong>el</strong> BCRA. Su presidente<br />

Dr. Javier González Fraga aceptó lo propuesto en <strong>el</strong> dictamen en tal sentido d<strong>el</strong> VicePte.<br />

Dr. Di Iorio , y ordenó girar las actuaciones a la Procuración d<strong>el</strong> Tesoro solicitándole su<br />

intervención en la causa, a efectos de requerir su opinión jurídica conforme a derecho<br />

Dicho órgano consultor, <strong>el</strong> máximo d<strong>el</strong> Poder Ejecutivo, emitió <strong>el</strong> 29 de marzo<br />

de 1990, <strong>el</strong> mencionado Dictamen N° 85/90, concluyente en orden a la ilegitimidad de<br />

la Res. N° 15/81 d<strong>el</strong> Banco Central de la República Argentina; dictamen que es d<strong>el</strong><br />

<strong>caso</strong> y que se transcribe completo en anexo.<br />

Es dable destacar la notable similitud de opiniones jurídicas entre <strong>el</strong> dictamen<br />

d<strong>el</strong> Ministerio de Economía y <strong>el</strong> de la Procuración d<strong>el</strong> Tesoro.<br />

Así se inicia, con la pertinente presentación de los reclamos fundados por la<br />

parte interesada, <strong>el</strong> expediente N° 041/B/90 d<strong>el</strong> registro de la Comisión Asesora de<br />

Transacciones, caratulado Banco Latinoamericano S.A. s/ trámite Decreto 1105/89 en <strong>el</strong><br />

que INVERSAI S.A. incluso aceptó expresamente (5/4/90) que <strong>el</strong> pago se efectuase en<br />

títulos de la deuda pública o equivalentes, constituyéndose a tal efecto la Comisión<br />

Asesora de Transacciones que abre las actuaciones que indica <strong>el</strong> Dictamen s/ expte<br />

041B/90, declarando <strong>el</strong> secreto de los mismos.<br />

- El BCRA reconoce la actuación de la Comisión, pero niega su incorporación a<br />

la misma para trabar su desempeño.<br />

- Se presenta un recurso ante Economía (Cavallo) denunciando este acto de<br />

obstrucción de las actuaciones, siendo este negado por Economía.<br />

- El BCRA ratifica la liquidación por resolución Nº 503 d<strong>el</strong> BCRA.<br />

- Ap<strong>el</strong>ación ante Economía<br />

- Economía lo ratifica<br />

- Ap<strong>el</strong>ación en <strong>el</strong> ´95 como recurso jerárquico de máxima instancia solicitando<br />

0su intervención según prescribe la ley ante <strong>el</strong> Presidente s/expte 190.650-<br />

95de Presidencia de la Nación.<br />

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1991<br />

Septiembre<br />

28- Detención de Reynal.<br />

Resolución d<strong>el</strong> Juez Martín Irurzun d<strong>el</strong> día 28 de septiembre de ´91, decretando la<br />

prisión preventiva efectiva de Alejandro Reynal por <strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito de extorsión.<br />

-192-


Clarín, 5 de octubre de 1991<br />

Causa por la liquidación d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano<br />

Prisión preventiva para Alejandro Reynal<br />

Dictaron la prisión preventiva de Alejandro Reynal, ex vicepresidente d<strong>el</strong> Banco Central en tiempos de<br />

José Alfredo Martínez de Hoz a cargo d<strong>el</strong> Ministerio de Economía. El pedido de prisión, con un<br />

embargo adicional por 150.000 dólares, fue ordenado por <strong>el</strong> Juez Irurzun . Reynal es acusado d<strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito<br />

de extorsión en grado secundario en la liquidación d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano.<br />

El Juez Federal Martín Irurzun dictó la prisión preventiva d<strong>el</strong> ex vicepresidente d<strong>el</strong> Banco Central,<br />

Alejandro Reynal y ordenó un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 1.500 millones de<br />

australes (unos 150.000 dólares) en una demanda promovida por <strong>el</strong> ex titular d<strong>el</strong> Banco<br />

Latinoamericano Eduardo Saiegh.<br />

Reynal, quien ocupó la vicepresidencia d<strong>el</strong> BCRA cuando José Alfredo Martínez de Hoz era Ministro<br />

de Economía, ap<strong>el</strong>ó ayer la prisión preventiva y pidió la eximición de prisión. Este pedido será<br />

considerado por <strong>el</strong> Juez recién <strong>el</strong> lunes.<br />

Irurzun dispuso la prisión preventiva de Reynal “por <strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito de extorsión, al que deberá responder en<br />

grado de partícipe secundario”.<br />

En los considerandos de la resolución, <strong>el</strong> juez federal señaló que Reynal “participó en d<strong>el</strong>ito de<br />

extorsión, previsto y reprimido por <strong>el</strong> artículo 168 d<strong>el</strong> Código Penal. La extorsión ha quedado<br />

configurada, toda vez que la intimidación de la que fue objeto <strong>el</strong> quer<strong>el</strong>lante atacó su libre<br />

determinación”.<br />

El denunciante es Eduardo Saiegh, ex titular d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano, entidad que fue liquidada en<br />

enero de 1981 por <strong>el</strong> Banco Central, cuando Reynal estaba en la conducción d<strong>el</strong> ente monetario.<br />

“En principio – sostiene l magistrado – puede afirmarse que Saiegh sufrió una forma de violencia<br />

moral”.<br />

Latinoamericano<br />

-193-


El Banco Latinoamericano fue liquidado por <strong>el</strong> BCRA <strong>el</strong> 16 de enero de 1981, y a partir de allí se inició<br />

un largo y complejo proceso judicial entre los propietarios de la entidad y los funcionarios que<br />

determinaron <strong>el</strong> cierre de sus puertas.<br />

En aqu<strong>el</strong> momento la deuda de la entidad con la autoridad monetaria sumaba 40 millones de dólares.<br />

Esa entidad formaba parte de un holding de empresas dirigido por Eduardo Saiegh, conformado<br />

también por las firmas Dar Viviendas y Credibono.<br />

El directorio de la entidad estaba conformado por Bernardo Grinspun, Ernesto Wis<strong>el</strong>baum, Migu<strong>el</strong> y<br />

Eduardo Saiegh, Armando Biasco, Sebastián Pérez Torquinst (Presidente de la Bolsa de Comercio por<br />

aqu<strong>el</strong> entonces), Ernesto Galante y por dos militares: <strong>el</strong> general Shaw (con un parentesco lejano con <strong>el</strong><br />

Banco Shaw) y <strong>el</strong> General Chescota (Secretario de Industria durante la Presidencia de Juan Carlos<br />

Onganía).<br />

En <strong>el</strong> momento en que fue liquidado <strong>el</strong> Banco Latinoamericano tenía casa central y siete sucursales.<br />

Seis años después de la liquidación de la entidad, <strong>el</strong> ex ministro de Economía, Juan Vital Sourrouille,<br />

declaró ilegítimas las resoluciones d<strong>el</strong> Banco Central que rechazaron un recurso de ap<strong>el</strong>ación<br />

interpuesto por los accionistas d<strong>el</strong> Latinoamericano. Y al mismo tiempo resolvió que se admitiera la<br />

revisión de la disposición que revocaban <strong>el</strong> acuerdo brindado para <strong>el</strong> funcionamiento de la entidad<br />

financiera.<br />

Al considerar la medida d<strong>el</strong> BCRA que dispuso la liquidación d<strong>el</strong> Latinoamericano, <strong>el</strong> ex ministro radical<br />

destacó: “Fue fruto aparente de un exceso de poder firmante”.<br />

Eduardo Saiegh<br />

“Para vender <strong>el</strong> Banco yo tenía que irme”<br />

Eduardo Saiegh tenía <strong>el</strong> 99% de l paquete accionario d<strong>el</strong> liquidado Banco Latinoamericano. Desde que<br />

lo cerraron, inició una causa en contra de quien fue <strong>el</strong> vicepresidente d<strong>el</strong> Banco Central, Alejandro<br />

Reynal. Dice haber sido torturado y haber perdido mucho con <strong>el</strong> cierre de su banco. Ahora “no” pide<br />

indemnización. “Estoy pidiendo que haya justicia.”<br />

- ¿Porqué piensa que le pasó lo que le pasó?<br />

- Fue una época dura, especialmente para quienes estábamos comprometidos políticamente. Yo era<br />

peronista, y además era un banquero judío. Yo estaba en la lista antes que Sivak y Neumann…<br />

¿Conoce a algún banquero judío en la Argentina?<br />

- Conozco a algunos…<br />

- Pero son pocos. Los Wehrtein son los únicos sobrevivientes.<br />

- ¿Cree que le liquidaron <strong>el</strong> Banco por ese motivo?<br />

- No. Este era un aspecto colateral. Lo importante es que nosotros estábamos instalando un<br />

concepto de trabajo distinto y estábamos practicando <strong>el</strong> pluralismo ideológico. En mi banco había<br />

peronistas, radicales, liberales y aún militares.<br />

- Sin embargo, usted estaba en tratativas con <strong>el</strong> Credit Lyonais para vender <strong>el</strong> Banco<br />

Latinoamericano: ¿por qué?<br />

- Porque cuando se produjo la caída de los bancos BIR, Los Andes, Oddone y d<strong>el</strong> grupo Sasetru,<br />

presentí que venía un cimbronazo muy fuerte en <strong>el</strong> sistema. Así llegué a un acuerdo con <strong>el</strong> Credit<br />

Lyonais para vender <strong>el</strong> 60% d<strong>el</strong> paquete accionario d<strong>el</strong> Banco. Por supuesto que guardo copias de<br />

las cartas de intención.<br />

- ¿Cuánto le habían ofrecido?<br />

- Una suma importante…<br />

- ¿Cuánto?<br />

-194-


- Entre 20 y 30 millones de dólares.<br />

- ¿Informó de esto usted al Banco Central?<br />

- Por supuesto. Cuando concurrí al Banco Central, me atendieron Alejandro Reynal y Rafa<strong>el</strong><br />

Seragöpian (en aqu<strong>el</strong> entonces, este último se ocupaba de la liquidación d<strong>el</strong> BIR). Ambos,<br />

socarronamente, me desearon suerte. Luego viajé a París y cerré <strong>el</strong> acuerdo con <strong>el</strong> Gobierno<br />

Francés (<strong>el</strong> Credit Lyonais es una entidad oficial francesa). Al mes siguiente, vinieron los franceses<br />

a Buenos Aires, y mientras estaban aquí, Reynal me mandó una inspección d<strong>el</strong> Banco Central.<br />

Seis meses antes, tuvimos otra inspección sin que nos encontrasen ningún problema. Los<br />

franceses se desanimaron. Y <strong>el</strong> 30 de octubre cayó acá una comisión policial de 30 personas, a las<br />

3 de la tarde d<strong>el</strong> día viernes. Me llevaron al Departamento de Policía de la calle Moreno. A los<br />

sótanos. Allí estuve siete días, donde me pasó de todo, absolutamente de todo.<br />

- ¿A qué se refiere?<br />

- Fueron siete días dantescos. Me metieron en un calabozo lleno de prostitutas y de<br />

homosexuales…<br />

- ¿Cómo lo sabe?<br />

- Porque lo sé. Me llevó diez años investigar eso. Finalmente me salvó <strong>el</strong> Comisario Cereda. Pero,<br />

mientras estuve preso por orden de Harguindeguy, quien era íntimo amigo de Capozzolo, <strong>el</strong><br />

Torquinst (que fue propiedad de este último) fue vendido al Credit Lyonais, que era <strong>el</strong> único grupo<br />

bancario interesado en invertir en Argentina. Reynal los desvió d<strong>el</strong> Latinoamericano al Torquinst.<br />

- Finalmente: ¿qué explicación le dieron cuando lo cerraron?<br />

- Cuando me soltaron, <strong>el</strong> banco comenzó a perder depósitos. Necesitábamos fondos, y así nos<br />

endeudamos con <strong>el</strong> Banco Central en 50 millones de dólares. Pero para acordar <strong>el</strong> préstamo<br />

Reynal me puso por condición desapoderarme d<strong>el</strong> paquete accionario (tenía <strong>el</strong> 99% de las<br />

acciones). Le presenté las intenciones de compra de compra de dos grupos. Uno, presentado por<br />

Price Waterhouse. El segundo era Alfredo Concepción (quien después terminó comprando <strong>el</strong><br />

desaparecido Banco San Migu<strong>el</strong>). Los dos auditaron <strong>el</strong> Banco y dijeron que era sano. Pero Reynal<br />

llamó a los directores d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano. Les dijo que debían pedir la autoliquidación. Y<br />

agregó: “Acuérdense lo que le pasó a Saiegh”. Y así perdí <strong>el</strong> Banco.<br />

A.M.<br />

Alejandro Reynal<br />

“Rechazo sistemáticamente todas las imputaciones”<br />

Alejandro Reynal fue vicepresidente d<strong>el</strong> Banco Central en los tumultuosos años 80. A cargo de la<br />

superintendencia, fue uno de los principales responsables de las liquidación de 60 entidades<br />

financieras, entre las que figuran <strong>el</strong> BIR, <strong>el</strong> Banco Los Andes, <strong>el</strong> Banco Oddone. Habló con Clarín sobre<br />

<strong>el</strong> juicio en su contra radicado en <strong>el</strong> juzgado de Martín Irurzun, por <strong>el</strong> que le dictaron prisión preventiva<br />

y un embargo de 150.000 dólares.<br />

- Saiegh dice que presentó una carta al Banco Central señalando que <strong>el</strong> Credit Lyonais<br />

deseaba comprar <strong>el</strong> 60% de su paquete accionario…<br />

- No puedo responder a eso. Tendría que preguntarle al Credit Lyonais si tuvo esta intención, y<br />

porqué decidió finalmente no comprar <strong>el</strong> Banco.<br />

- Más tarde hubo otros dos grupos interesados en comprarlo: uno era Alfredo Concepción y<br />

<strong>el</strong> segundo fue presentado por Price Waterhouse…<br />

- Si, Bafisud, <strong>el</strong> banco famoso de Ortalani. El de la P-2, que después fue liquidado cuando ocurrió <strong>el</strong><br />

famoso escándalo d<strong>el</strong> Banco Ambrosiano.<br />

- ¿Existieron o no las cartas expresando decisiones de compra?<br />

-195-


- Lo único que existió, que consta en los expedientes, es una carta de intención que decía que,<br />

sujeto a la previa investigación d<strong>el</strong> Banco, tenían interés en comprarlo. Es una carta fácil de<br />

conseguir.<br />

- Pero, ¿existían o no cartas que decían que estaban dispuestos a pagar los 50 millones de<br />

dólares?<br />

- No… Por favor. Las diversas irregularidades d<strong>el</strong> Banco están claramente demostradas, y existen<br />

numerosas constancias en <strong>el</strong> Banco Central. El Banco tenía una cartera de crédito deteriorada, y<br />

con sorprendentes violaciones de las normas vigentes. Había, por ejemplo, dado a otro banco<br />

numerosos préstamos, con la condición de que los representen a las empresas d<strong>el</strong> grupo Saiegh.<br />

Parte de la condición de venta que exigía cualquier comprador era que <strong>el</strong> Banco Central desarmara<br />

la red de violaciones consistente en préstamos de la empresa Saiegh que estaban prácticamente<br />

quebradas.<br />

- Muchos de los banqueros a quienes les cerraron <strong>el</strong> banco, después fueron procesados. Si<br />

Saiegh cometió tantas irregularidades: ¿por qué no fue procesado?<br />

- Esa pregunta no la puedo responder, porque <strong>el</strong> banco se liquidó en enero de 1981. Nosotros<br />

dejamos <strong>el</strong> directorio en marzo de ese año. Y después no se que pasó.<br />

- Saiegh lo acusa de tener sentimientos antisemitas…<br />

- Tengo muy buenos amigos judíos. En los años en los que fui Ministro de Economía de Corrientes,<br />

antes de ir al Banco Central, me acuerdo que me criticaban los correntinos porque había<br />

incorporado al Secretario de Hacienda, Director de Loterías, subsecretarios, … muchos judíos. En<br />

<strong>el</strong> Banco Central, a niv<strong>el</strong> de chisme se decía que en las primeras promociones de funcionarios<br />

había muchos judíos. Para mi si una persona es o no judía no es una consideración. Incluso<br />

Saiegh se presentó, cuando yo era Ministro en Corrientes, a hacer una construcción para Yaciretá.<br />

Ganó la licitación, pese a que hubo un infierno de presiones en contra de la empresa Saico, que<br />

después lamentablemente quebró. Es decir que mis antecedentes con Saiegh fueron<br />

absolutamente correctos.<br />

- ¿Sabía que Saiegh fue arrestado precisamente durante la semana en que <strong>el</strong> Credit Lyonais<br />

compró <strong>el</strong> Torquinst?<br />

- El que quiera pensar que <strong>el</strong> Banco Central tuvo algo que ver con su detención. Nosotros tomamos<br />

conocimiento de su arresto, pero entiendo que fue por una denuncia de un empleado de él<br />

totalmente ajeno al Banco Central. Lo que pasa es que ahora es muy fácil escudarse detrás de los<br />

excesos de la dictadura militar que indudablemente existieron, pero de los cuales soy totalmente<br />

ajeno.<br />

- ¿Pidieron ustedes la autoliquidación d<strong>el</strong> banco?<br />

- No. El banco no se autoliquidó. Existe una carta donde <strong>el</strong>los piden la autoliquidación. Pero <strong>el</strong> Banco<br />

Central designó liquidadores como en cualquier otro <strong>caso</strong>.<br />

A.M.<br />

-196-


Sábado 5 de octubre de 1991. Página/12<br />

-197-


Miércoles 9 de octubre de 1991. La Razón (Tapa)<br />

-198-


Miércoles 9 de octubre de 1991. La Razón (Transcripción de la Nota)<br />

Sección “Hechos”<br />

La Cruz de Eduardo Saiegh<br />

“Me torturaron por judío y peronista”<br />

Las heridas d<strong>el</strong> Proceso no cierran para muchos argentinos perseguidos. Uno de <strong>el</strong>los, Eduardo Saiegh,<br />

perdió su Banco y recibió torturas, según denuncia, por mandato de las autoridades económicas de la<br />

dictadura. Extorsión, cru<strong>el</strong>dad y antisemitismo en un r<strong>el</strong>ato que bien parece extraído de un best-s<strong>el</strong>ler.<br />

Protagonista de una historia digna de haber sido imaginada por Sidney Sh<strong>el</strong>don y con algo de ribetes<br />

kafkianos, donde los intereses económicos se entrecruzan con las pujas políticas y judiciales, Eduardo<br />

Saiegh, (54 años, arquitecto, dueño de una empresa constructora y ex banquero), todavía lucha por ver en<br />

la cárc<strong>el</strong>, a quien presuntamente hace 11 años, le arrebató <strong>el</strong> banco y lo empujó hacia la detención y la<br />

tortura.<br />

La historia puede sintetizarse así: En 1975 fundó <strong>el</strong> Banco Latinoamericano hasta que en 1980 <strong>el</strong><br />

vicepresidente d<strong>el</strong> Banco Central, Alejandro Reynal, responsable de la liquidación de 60 entidades<br />

financieras, lo obligó a cerrarlo. Allí comenzó una historia que finalmente culminó en Tribunales con una<br />

quer<strong>el</strong>la de Saiegh a Reynal. La semana pasada, después de varios años, <strong>el</strong> Juez Martín Irurzun dictó la<br />

prisión preventiva al ex funcionario d<strong>el</strong> Banco Central. Saiegh estuvo preso antes que le liquidaran <strong>el</strong> Banco<br />

y asegura haber sido torturado y comp<strong>el</strong>ido a suicidarse. Acusa a Reynal de persecución, porque <strong>el</strong><br />

Latinoamericano era <strong>el</strong> único acreedor de Austral Líneas Aéreas, propiedad de un primo suyo. Algunos<br />

sostienen, aunque no pueden probarlo, que <strong>el</strong> banco de Saiegh manejaba fondos de los Montoneros, por<br />

eso fue perseguido por <strong>el</strong> Proceso. A continuación, la charla con EXTRA:<br />

- ¿Es incompatible ser judío y peronista?<br />

- No, para nada, ¿cómo va a ser incompatible si es una codician característica de los dos que hemos sido<br />

perseguidos? Los peronistas fuimos perseguidos y los judíos también, yo creo que <strong>el</strong> hilo conductor es<br />

bastante profundo.<br />

-199-


- Alejandro Reynal asegura tener amigos judíos.<br />

- Esto es como los fantasmas, parece que no existen, pero que los hay, los hay. Me causó mucha gracia<br />

cuando en un reportaje aseguró tener amigos judíos, esto es como aqu<strong>el</strong> chiste que dice: “Yo no soy<br />

antisemita, tengo un amigo judío”.<br />

- Usted y Reynal disentían permanentemente, sin embargo los dos querían desprenderse d<strong>el</strong><br />

Banco Latinoamericano. El quería liquidarlo y usted venderlo.<br />

- Claro, había una motivación muy de fondo en la liquidación, yo traje a la Argentina al primer comprador<br />

para mi banco, que era <strong>el</strong> Credit Lyonnais, y me soplaron la dama. Me secuestraron durante 7 días y<br />

mientras estuve preso, desviaron al comprador de mi banco al banco Torquinst con <strong>el</strong> cual se realiza la<br />

operación. Por otra parte están las declaraciones judiciales d<strong>el</strong> representante d<strong>el</strong> Credit Lyonnais en la<br />

Argentina, donde <strong>el</strong>los dicen concretamente en <strong>el</strong> juzgado que venían a comprar <strong>el</strong> Latinoamericano y<br />

que <strong>el</strong> señor Reynal los desvió para comprar <strong>el</strong> Torquinst. Más pruebas imposible.<br />

- Pero no queda claro por qué quería vender <strong>el</strong> Banco, si según usted ha dicho era<br />

económicamente sano.<br />

- Yo no vendía la totalidad d<strong>el</strong> Banco, yo les vendía a los franceses primero <strong>el</strong> 60%, porque necesitaba<br />

tener un socio fuerte porque en ese momento se vino un cimbronazo que ocasionó la caída de varios<br />

bancos. Entonces tenía que solidificar mi posición. Cuando salgo en libertad Reynal exige mi renuncia y<br />

que me desapodere d<strong>el</strong> paquete accionario. Ahí se inició la extorsión. Después consigo dos<br />

compradores más, uno era uruguayo que contaba con la auditoría de Price Waterhouse y <strong>el</strong> otro <strong>el</strong><br />

grupo de Alfredo Concepción.<br />

- ¿Porqué habiendo compradores para <strong>el</strong> Banco Reynal, le pide la liquidación?<br />

- La razón es que en agosto d<strong>el</strong> 80 se había estatizado Austral Líneas Aéreas y <strong>el</strong> único acreedor era mi<br />

banco y esto consta en las cartas que le dirige Austral al Ministro Martínez de Hoz. Nos debían como 6<br />

o 7 millones de dólares, entonces si alguien compraba <strong>el</strong> banco le iba a exigir a Austral que canc<strong>el</strong>ara<br />

esa cuenta, pero como Austral no lo podía canc<strong>el</strong>ar se anulaba la estatización y frente a una deuda que<br />

había contraído <strong>el</strong> estado de 200 millones de dólares con la estatización de Austral, los accionistas de la<br />

empresa aérea iban a tener que poner esa plata que no la tenían y la única forma de evitar todo esto<br />

era liquidar <strong>el</strong> Latinoamericano, para que las dos cuentas se confundieran en <strong>el</strong> Estado. ¿Cuál era <strong>el</strong><br />

móvil de todo esto? William Reynal primo de Alejandro, era <strong>el</strong> dueño de Austral.<br />

- Creo que Reynal no opina no lo mismo, ya que asegura que su banco tenía una mala situación<br />

financiera y las violaciones a las normas eran muchas.<br />

- Lo único que le puedo contestar a Reynal es que existen en la causa penal la constancia d<strong>el</strong> propio<br />

Banco Central que al 30 de octubre d<strong>el</strong> 80, momento de mi desaparición, <strong>el</strong> Banco Latinoamericano<br />

estaba perfectamente encuadrado dentro de todas las r<strong>el</strong>aciones técnicas.<br />

- ¿Usted por qué no fue procesado cuando le liquidaron <strong>el</strong> Banco?<br />

- Porque investigaron mi Banco y nunca encontraron un acto doloso.<br />

- Su r<strong>el</strong>ación con Reynal anterior al problema d<strong>el</strong> banco ¿cómo era?<br />

- Mala, hasta me hizo perder una licitación que había ganado en Yaciretá.<br />

- ¿Pero por qué lo perseguía tanto?<br />

- ¿Sabe lo que es en <strong>el</strong> Establishment, ser judío, peronista y banquero?<br />

- ¿Saiegh cómo hizo para ganar tanto dinero?<br />

- Yo trabajo desde los 16 años, soy arquitecto y empresario. He ganado mucho.<br />

-200-


- ¿Cómo fue su detención?<br />

- Yo estuve preso en <strong>el</strong> Departamento de Policía como desaparecido durante 4 días. Allí se rompieron las<br />

1995<br />

barreras de la condición humana, fui golpeado, picaneado y finalmente pusieron un revolver arriba de<br />

una mesa y me dijeron “turco, liquidate que te va a salir más barato”. En ningún momento me tomó<br />

declaración un Juez, porque la orden de detención la dio Harguindeguy.<br />

Expte- 190.650/95 ante Presidente de la Nación como recurso jerárquico<br />

Inversai SA s/Denuncia de Ilegitimidad<br />

Se encuentran acumulados los exptes. 38975/97 y 60299/98<br />

Motivo d<strong>el</strong> expediente: Presentación de Inversai de un recurso administrativo jerárquico como<br />

denuncia de ilegitimidad referido a la arbitraria e injusta liquidación d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano SA,<br />

para ser <strong>el</strong>evado a la consideración d<strong>el</strong> Sr. Presidente de la Nación, por tratarse de un <strong>caso</strong> muy<br />

particular dentro de esta categoría de denuncias de ilegitimidad, por la incuria d<strong>el</strong> Estado Nacional<br />

al impedir <strong>el</strong> esclarecimiento de las razones ilegitimas y falaces que condujeron a la desaparición<br />

lisa y llana d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano y demás empresas pertenecientes a la sociedad<br />

reclamante durante <strong>el</strong> proceso militar.<br />

A raiz de esta denuncia de ilegitimidad se inician los expedientes:<br />

38.975/97-27 ante SLyT de la Presidencia de la Nación solicitando Inversai <strong>el</strong> sometimiento a<br />

arbitraje <strong>el</strong> 27 de febrero de 1997 y en febrero de 1998 se vu<strong>el</strong>ve a reiterar mediante un nuevo<br />

pedido <strong>el</strong> sometimiento a arbitraje ante la SLyT asignándole <strong>el</strong> Nro. 60.299/98-27; ambos con <strong>el</strong><br />

objeto de requerirle al Sr. Presidente de la Nación habida cuenta de los distintos criterios jurídicos<br />

contradictorios que se advierten en <strong>el</strong> seno mismo de la Administración <strong>el</strong> sometimiento a arbitraje<br />

d<strong>el</strong> diferendo que mantiene Inversai SA con <strong>el</strong> Estado Nacional (latu senso) en los términos de lo<br />

dispuesto por <strong>el</strong> Art. 18 de la ley 23982 y su reglamentación aprobada por Decreto 2140/91 (art.<br />

33 y ccs) por tratarse de un <strong>caso</strong> que esta contemplado en la normativa descripta.<br />

Actualmente estas actuaciones se encuentran agregadas al expediente principal bajo <strong>el</strong><br />

Nro. 190.650-0/95.<br />

-201-


1998<br />

Agosto<br />

31- Resolución d<strong>el</strong> 31/8/98 d<strong>el</strong> Fiscal Federal Eduardo Taiano, Inculpando y Solicitando la Prisión<br />

Preventiva para Alejandro Reynal por <strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito de Extorsión<br />

1999<br />

Abril<br />

16- Dictado de Prisión Preventiva a A. Reynal<br />

- Resolución d<strong>el</strong> 16/3/99 d<strong>el</strong> Juez Gabri<strong>el</strong> H. Cavallo Decretando la Prisión Preventiva de<br />

Alejandro Reynal y <strong>el</strong> Embargo de sus Bienes, por <strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito de extorsión, pero<br />

llamativamente de un d<strong>el</strong>ito que no es excarc<strong>el</strong>able, se le otorga ap<strong>el</strong>ando a los principios<br />

de los Derechos Humanos. ¡Hay DDHH para <strong>el</strong> verdugo , pero no para la víctima!<br />

Agosto<br />

27- Resolución de la Cámara Federal de la Capital, de fecha 27/8/99, revocando la prisión<br />

preventiva de Reynal dictada por <strong>el</strong> Juez Cavallo y revocando su procesamiento "por prescripción<br />

en la falta de mérito", transcribiendo prácticamente en<strong>el</strong> fallo <strong>el</strong> escrito de la defensa d<strong>el</strong> reo.<br />

-202-


Viernes 19 de marzo de 1999. Clarín.<br />

-203-


19 de marzo de 1999. Ámbito Financiero<br />

-204-


20 de marzo de 1999. La Nación.<br />

-205-


20 de abril de 1999. Ámbito Financiero.<br />

-206-


25 de septiembre de 1999. Página/12<br />

-207-


Respuesta a Pag/12 sobre la nota “Veinte años depurando”<br />

Los "Depuradores" de Guantes Blancos<br />

Efectivamente es como dice la nota de Pag/12 d<strong>el</strong> 25/9/99: "Veinte años<br />

depurando", y como lo consignó la revista SOMOS <strong>el</strong> 28/11/80, Alejandro Reynal decía en<br />

un Congreso Empresario en <strong>el</strong> Teatro San Martín: " <strong>el</strong> Proceso "de depuración" está en<br />

sus comienzos, pero sin duda una etapa intensa que no ha terminado y que debe<br />

continuar". Esto mismo lo vu<strong>el</strong>ve a reiterar a Pag/12, y ahora insiste:"...y todavía sigue".<br />

Es que efectivamente hay una continuidad ideológica y metodológica, con la<br />

instrumentación de los planes de encuadramiento de la ley 21526 de Entidades<br />

Financieras, sancionada durante <strong>el</strong> Proceso, que fueron y son usados como sentencias<br />

de ejecución, bien llamadas de "liquidación", eufemismo de depuración y particularmente<br />

étnica.<br />

Las guerras, los golpes militares y las luchas intestinas fueron históricamente los<br />

medios utilizados también para apropiarse de los bienes d<strong>el</strong> enemigo. Además como en <strong>el</strong><br />

régimen nazi, aqu<strong>el</strong>lo de "miente, miente, miente, que algo quedará", nuestro país sigue<br />

con <strong>el</strong> criterio histórico de clase de que "la culpa la tiene <strong>el</strong> chancho y no <strong>el</strong> que le dio de<br />

comer" y cuando alguien como Alejandro Reynal que tiene 15 causas judiciales, según <strong>el</strong><br />

mismo declara, -yo declaro que también tiene manchas de sangre hasta los codos -,<br />

pretende justificar con razonamientos nazi-fascistas lo injustificable, que con mentiras y<br />

falsedades agravia <strong>el</strong> honor de dos personas hoy fallecidas, <strong>el</strong> Gral. Shaw y <strong>el</strong> Dr.<br />

Grinspun, que en todas sus declaraciones testimoniales lo acusaron a Reynal de la<br />

extorsión exigida y lo inculparon sin ningún atenuante, esto ya ronda <strong>el</strong> campo de la<br />

miserabilidad humana. Ya que no sólo fue sanguinario con nosotros sino que quiso<br />

también hacernos creer durante estos 18 años, y vu<strong>el</strong>ve a insistir ahora, que Shaw y<br />

Grinspun me entregaron a su "apriete", utilizando alevosamente a dos hombres de bien, y<br />

por los cuales pongo las manos en <strong>el</strong> fuego, que no eran capaces de semejante traición,<br />

ya que por otra parte hubiéramos estado todos locos pidiendo la autoliquidación teniendo<br />

dos compradores en firme, uno de <strong>el</strong>los Price Waterhouse, sino fuera por la extorsión de<br />

Reynal.<br />

Similar al <strong>caso</strong> de los robos de bebés que se quieren justificar diciendo que era<br />

para salvarlos de unos padres subversivos, o que las declaraciones grabadas antisemitas<br />

de un ex-General como Suárez Mason, convicto y confeso como tal, no son tales. Es la<br />

impudicia d<strong>el</strong> primer poder, <strong>el</strong> económico, que logra penetrar hasta la impunidad judicial.<br />

Tal vez veinte años de "depuración moral" sean pocos, ya que a Europa le llevó algo más<br />

-208-


que eso, (entre otros <strong>caso</strong> Papon), pero finalmente la mano de la justicia llegó, y llegará<br />

cuando pierda <strong>el</strong> miedo de rev<strong>el</strong>ar la Verdad y tenga <strong>el</strong> coraje de expresarlo en una<br />

resolución imparcial y sin agravios constitucionales.<br />

La resolución de la Sala II de la Cámara Federal revocando la prisión preventiva<br />

aún no está firme: está ap<strong>el</strong>ada. Han sido recusados por prejuzgamiento los dos<br />

magistrados que intervinieron, ya que de otro modo no se puede interpretar dicha<br />

resolución, luego de haberle revocado, la misma sala, 3 veces <strong>el</strong> desprocesamiento a<br />

Reynal, otorgado la última vez por <strong>el</strong> famoso Juez Oyarbide, e indicara las 3 veces de<br />

continuar la investigación con las pruebas de la extorsión, después de 18 años de<br />

instrucción, sentando con esto un inequívoco criterio respecto de este d<strong>el</strong>ito, y un claro<br />

señalamiento judicial de los Camaristas al Juez Caballo, quien al comprobar con las<br />

pruebas ordenadas, la indubitable responsabilidad de Reynal, les devu<strong>el</strong>ve una "brasa<br />

caliente" al dictar la prisión preventiva aún con eximición de prisión.<br />

Han prejuzgado porque sólo así se entiende que de uno u otro modo lo iban a zafar<br />

a Reynal con una resolución que es "un fallo", ya que si no, no se explica la diametral<br />

contradicción entre la resolución de la Sala II versus la contundente resolución d<strong>el</strong> juez<br />

Cavallo, quien dicta la prisión preventiva sólidamente fundamentada en una investigación<br />

de 18 años expresando concretamente:"...permite inferir que todos y cada uno de los<br />

hechos tenían como fin último la liquidación irregular d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano. No<br />

obstante <strong>el</strong>lo, en ese camino complejo y perfectamente ideado..." Está tan fundada y<br />

comprobada por <strong>el</strong> juez la maniobra extorsiva de Reynal de liquidar <strong>el</strong> BLA para<br />

apoderarse de las acciones de Austral, que finalmente y ya sin ningún atenuante jurídico<br />

que le permita eximirlo de prisión, debe ap<strong>el</strong>ar a la teoría de los derechos humanos, para<br />

posibilitarle, injustamente por no ser excarc<strong>el</strong>able <strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito, que siga en libertad y tal como<br />

sostuvo también <strong>el</strong> fiscal Quantin, que la eximición de prisión estaba mal concedida.<br />

Habilidosa "prestidigitación" judicial.<br />

Miente Reynal cuando dice que recién en <strong>el</strong> 89 lo acusé de extorsión. De este<br />

d<strong>el</strong>ito fue acusado en <strong>el</strong> año 82 cuando inicié la quer<strong>el</strong>la, y fue <strong>el</strong> entonces fiscal Moreno<br />

Ocampo, en <strong>el</strong> año 89 cuando prescribió una condena menor quien requirió continuar la<br />

investigación por extorsión, y también los fiscales Gustavo Hornos, Aníbal Ibarra, Germán<br />

Moldes, y Eduardo Taiano, todos ratificaron a su turno la acusación por extorsión. Así fue<br />

como en <strong>el</strong> 91 fue condenado por primera vez y consiguió también "zafar" de la condena,<br />

a pesar de la oposición expresa d<strong>el</strong> Dr. G. Hornos, cuando su defensor era entonces<br />

Jaime "Jimmy" Smart, <strong>el</strong> célebre ministro d<strong>el</strong> no menos célebre Gral. Camps, sanguinario<br />

represor, todos reconocidos antisemitas. Por eso quiere hacer creer la falacia nazi de que<br />

-209-


en <strong>el</strong> 89 había más antisemitismo que en la época d<strong>el</strong> Proceso. O será que se refiere ala<br />

"sinagoga Radical" y que Bernardo Grinspun, que no era dueño d<strong>el</strong> Banco sino Director,<br />

accedió a pesar de la historia altamente conflictivo-litigiosa entre <strong>el</strong> Banco<br />

Latinoamericano y <strong>el</strong> BCRA al cargo de Ministro de Economía. El antisemitismo lo<br />

transpira por los poros, -y para eso no hay antisudoral que valga por más plata que se<br />

tenga- y al mismo tiempo, hablando de plata, constituye una burla al Tribunal manifestar<br />

por escrito que es insolvente, con total impudicia e impunidad.<br />

Eso es saber manejarse con guantes blancos, si no ¿de qué se trata la metáfora?<br />

Miente Reynal cuando dice que <strong>el</strong> <strong>caso</strong> d<strong>el</strong> BLA es igual al de Oddone, Greco y Trozzo,<br />

ya que en mi <strong>caso</strong> sólo él, en combinación con <strong>el</strong> Gral. Harguindeguy, fue <strong>el</strong> cerebro v<br />

autor int<strong>el</strong>ectual de la maniobra de secuestro, tortura, extorsión v desapoderamiento de<br />

todos mis bienes, para "rescatar" las acciones de la sociedad controlante de Austral<br />

Líneas Aéreas, que estaban caucionadas en <strong>el</strong> tesoro d<strong>el</strong> BLA y de donde desaparecieron<br />

días después de la liquidación. La carta de los accionistas de Austral d<strong>el</strong> 16 de septiembre<br />

de 1980 dirigida al ministro Martínez de Hoz. concomitante d<strong>el</strong> decreto 1922 para la<br />

estatización de Austral, y que forma parte legal d<strong>el</strong> mismo, dice taxativamente que <strong>el</strong><br />

único acreedor privado de Austral es <strong>el</strong> BLA, haciéndose cargo sus accionistas en la<br />

proporción de cada uno de <strong>el</strong>los ante <strong>el</strong> Estado "por los montos que en concepto de<br />

dichas obligaciones o sus renovaciones deba pagar <strong>el</strong> Estado a los acreedores", Siendo<br />

como dice la misma carta que, <strong>el</strong> BLA era <strong>el</strong> único acreedor privado que podía exigir la<br />

deuda, la única forma de "zafar" de dicha obligación era liquidando al BLA. Así de simple,<br />

<strong>el</strong> fin d<strong>el</strong> secuestro y la extorsión era para "rescatar" dichas acciones y luego poder<br />

confundir todas las deudas en <strong>el</strong> propio Estado como único acreedor, que nunca las<br />

cobraría ya que por eso y para eso se estatizaba Austral, yeso sólo era posible<br />

fácticamente liquidando <strong>el</strong> BLA.<br />

Miente Reynal cuando compara nuestro <strong>caso</strong> con cualquier otro <strong>caso</strong> de<br />

"depuración", porque <strong>el</strong> BLA, al día de hoy, no tiene quiebra decretada, ni la "depuración"<br />

logró inculparme o procesarme de ningún tipo de cargo penal en estos 20 años. Por <strong>el</strong><br />

contrario, Reynal reconoce tener 15 causas en trámite, y que nadie lo acusó de extorsión,<br />

y esto es cierto a medias, porque tuvo otras acusaciones por este d<strong>el</strong>ito, pero era sólo <strong>el</strong><br />

Latinoamericano, quien tenía las acciones de la controlante de Austral, y era a mí a Quien<br />

tenía Que extorsionar v desapoderar de las mismas v también de paso de todos mis<br />

bienes.<br />

Miente Reynal cuando mezcla los cómplices que usó en su maniobra de secuestro<br />

extorsivo, confunde a propósito a Guerrero con Bustos ( <strong>el</strong> de la denuncia "anónima"<br />

-210-


pergeñada en <strong>el</strong> BCRA y llevada a la División Bancos de la Policía Federal por <strong>el</strong><br />

funcionamiento d<strong>el</strong> BCRA, como consta oficialmente), sabe muy bien que uno fue <strong>el</strong><br />

anzu<strong>el</strong>o y <strong>el</strong> otro la carnada para darle pie a la Policía y que la orden de torturarme y<br />

violentarme hasta que reconozca d<strong>el</strong>itos inexistentes la dio él. O a<strong>caso</strong> nos vamos a<br />

sorprender hoy de los horrores cometidos durante la Tiranía Militar despiadada y<br />

sanguinaria, y encima si uno era judío, mayor era <strong>el</strong> ensañamiento. Por eso dice Reynal<br />

que no tenían nada que averiguar acerca de mi secuestro y tortura, la orden estaba dada<br />

y se debía cumplir. Por algo tenían los fierros, y él estaba sentado arriba de la chequera<br />

d<strong>el</strong> BCRA. Nada menos que cajero d<strong>el</strong> Proceso!<br />

Miente Reynal cuando dice que no sabe nada acerca de mis tormentos, porque<br />

sabe muy bien que me torturaron hasta <strong>el</strong> extremo de la muerte, interrogándome de<br />

temas que vinculaban a él, incluso acerca de Sivak y de Neuman, que luego fueron<br />

también secuestrados pero finalmente asesinados, y que cuando mis torturadores se<br />

sacaron la capucha, instigándome al suicidio con un revolver al alcance de la mano,<br />

pretendían que yo "arrastre en mi autoliquidación-suicidio" a todo <strong>el</strong> directorio d<strong>el</strong> BLA,<br />

hombres de bien y honestos, no lobystas como <strong>el</strong> malevo los llama. Por eso bien dice<br />

Reynal que él estaba tranquilo "apretando" o como él dice "siendo tan estricto" con <strong>el</strong><br />

BLA, ya que tanto <strong>el</strong> Gral. Shaw como <strong>el</strong> Gral. Chescotta ya estaban retirados de la<br />

función militar desarrollando ambos actividades empresariales, entonces él estaba<br />

totalmente protegido por los "de actividad" para cometer sus trop<strong>el</strong>ías. Pero hoy, ¿quién lo<br />

protege?<br />

Miente Reynal acerca de la publicación de Roberto García en Ámbito Financiero,<br />

ya que si bien es cierto que es mi amigo, y que estaba como asesor de prensa en <strong>el</strong> BLA,<br />

se incorporó al diario 2 ó 3 años después, y por otra parte a mí me secuestraron un<br />

viernes y al día siguiente, sábado, no aparece Ámbito Financiero.<br />

Miente Reynal cuando dice que cambié de abogado a último momento poniendo<br />

uno de la DAlA "por una cuestión de ese tipo". Es cierto la "cuestión judía" es una<br />

cuestión de gravedad institucional en nuestro país, y por eso la DAlA, luego de chequear<br />

todas las pruebas existentes en la causa, presentó en abril de este año ante <strong>el</strong> juez<br />

Baltazar Garzón, un informe sobre los judíos en la época d<strong>el</strong> Proceso Militar, acerca de<br />

los muertos, desaparecidos y los extorsionados y desapoderados de sus bienes. Mi <strong>caso</strong><br />

de DDHH totalmente violados fue presentado por la DAlA en dicho informe-documento y<br />

comunicando inmediatamente esto a los Sres. Camaristas por los citados abogados,<br />

como demostración de respeto por la <strong>Justicia</strong>, y está a disposición de quien quiera verlo,<br />

como un <strong>caso</strong> paradigmático, de lo que fue la persecución, la tortura, la extorsión y <strong>el</strong><br />

-211-


desapoderamiento de los bienes, con todas las pruebas d<strong>el</strong> <strong>caso</strong>, incluidos los<br />

dictámenes d<strong>el</strong> Ministerio de Economía y de la Procuración d<strong>el</strong> Tesoro, que determinan<br />

taxativamente que debe ser dejada sin efecto la liquidación d<strong>el</strong> BLA y reparados los daños<br />

causados y siendo contundentes y lapidarios para Reynal y también para <strong>el</strong> BCRA y que<br />

ambos pretenden ignorar arteramente.<br />

Lo increíble es que no tuve ni tengo ninguna causa penal en mi contra, ni <strong>el</strong> Banco<br />

tiene quiebra decretada, pues aún hoy todavía tiene patrimonio positivo. ¿No es<br />

absolutamente extraño todo como para creer que Reynal no miente? ¿Es que ha sido la<br />

DAlA la que le mintió al Juez Garzón?!! Reynal no miente cuando dice que <strong>el</strong> perjuicio que<br />

él le causó como funcionario d<strong>el</strong> Estado Nacional al Latinoamericano es de u$ 200<br />

millones, ya que dicha cifra surge de la auditoría a valor original d<strong>el</strong> capital declarado, con<br />

motivo d<strong>el</strong> interés de compra por parte de Price Waterhouse de diciembre d<strong>el</strong> año 80 y<br />

reconocido por <strong>el</strong> propio BCRA, y d<strong>el</strong> análisis patrimonial de Cooper y Lybrand realizado,<br />

con igual criterio, en <strong>el</strong> año 91 y oportunamente presentado en la propia causa penal por<br />

secuestro, extorsión y desapoderamiento.<br />

Y no miente, tal como dijo a La Nación a las 48 hs de dictada en marzo su prisión<br />

preventiva acerca de dicha suma, rectificándose días después y bajándola a 54 millones,<br />

porque sabe que tarde o temprano, aunque alevosamente se haya declarado insolvente<br />

en <strong>el</strong> propio juzgado, para <strong>el</strong>udir <strong>el</strong> embargo de u$1 millón, tanto él como muchos de sus<br />

más de 100 primos tendrán que hacerse cargo d<strong>el</strong> perjuicio que causaron, aunque esa<br />

cifra o la que resulte luego, yo decida donarla a una institución de bien comunitaria.<br />

O a<strong>caso</strong> no se está reparando ahora lo robado y desapoderado en la última guerra.<br />

Lo que sucede es que los nazi- fascistas no creen en la justicia, saben que existe, pero<br />

sólo para presionarla e intimidarla con su impunidad, que por cierto no es ni será eterna,<br />

como la historia de la <strong>Justicia</strong> mundial reciente nos muestra.<br />

-212-


Noviembre ´99<br />

Informe y Denuncia de la DAIA ante <strong>el</strong> Juez Garzon<br />

Resolución d<strong>el</strong> Juez Garzón, d<strong>el</strong> 11/99, dictando <strong>el</strong> auto de procesamiento de las autoridades<br />

militares. (Ver informe y fallo correspondiente al mismo).<br />

Informe sobre la situación de los detenidosdesaparecidos<br />

judíos durante <strong>el</strong> genocidio perpetrado en Argentina<br />

Investigadores:<br />

Informe <strong>el</strong>aborado por <strong>el</strong><br />

Centro de Estudios Sociales de DAIA<br />

Marisa Braylan, Dani<strong>el</strong> Feierstein, Migu<strong>el</strong> Galante, Adrián Jm<strong>el</strong>nizky<br />

Abril 1999<br />

Introducción<br />

El 24 de marzo de 1976 se quiebra <strong>el</strong> orden institucional argentino, con un golpe militar<br />

encabezado por las FF.AA., que derroca al gobierno constitucional de Isab<strong>el</strong> Perón. El acceso<br />

al poder de la dictadura militar de Vid<strong>el</strong>a-Massera-Agosti, llevó a cabo una campaña de<br />

aniquilamiento de diversas fracciones de la población argentina. El carácter sistemático de<br />

esta campaña, la institucionalización d<strong>el</strong> secuestro, detención, tortura y asesinato de miles de<br />

ciudadanos, convirtió a estas acciones en una práctica social genocida.<br />

Un genocidio puede caracterizarse como tal tanto en r<strong>el</strong>ación al carácter que adoptan<br />

las prácticas desarrolladas por los que participan como perpetradores de este proceso social,<br />

como haciendo eje en los objetivos de aniquilamiento de todo <strong>el</strong> proceso. Se trata, entonces,<br />

de determinada sucesión de prácticas sociales vinculadas al marcaje y aislamiento de una<br />

fracción de la población, con <strong>el</strong> objetivo (implícito o, generalmente, explícito) de su exterminio.<br />

En <strong>el</strong> <strong>caso</strong> argentino, durante los años 1974 y 1975 se registran numerosas acciones<br />

violentas desarrolladas en muchos <strong>caso</strong>s por fuerzas para-estatales, pero <strong>el</strong> acceso al poder<br />

de la Junta Militar centraliza y sistematiza la operatoria (a través de la creación de una red<br />

clandestina de grupos de secuestro y campos de concentración), además de poner al aparato<br />

estatal (justicia, diversas fuerzas de seguridad, aparatos burocráticos) al servicio de estas<br />

prácticas, con lo cual cumple ambos requisitos para encuadrarse como proceso genocida (<strong>el</strong><br />

tipo de acción y <strong>el</strong> carácter de los objetivos).<br />

Ha habido una serie de discusiones ligadas al carácter a partir d<strong>el</strong> cual una serie de<br />

asesinatos puede caracterizarse como genocidio. Algunos investigadores han planteado,<br />

-213-


asándose en una interpretación muy restrictiva de la Declaración de Naciones Unidas para la<br />

Prevención y Sanción d<strong>el</strong> D<strong>el</strong>ito de Genocidio, que esta práctica social se distingue por <strong>el</strong><br />

aniquilamiento de una fracción étnica, r<strong>el</strong>igiosa o nacional. Sin embargo, esta interpretación<br />

restrictiva vulneraría principios <strong>el</strong>ementales, tanto a niv<strong>el</strong> sociológico como a niv<strong>el</strong> jurídico.<br />

Por una parte, una práctica social no puede caracterizarse como tal a partir de una<br />

característica peculiar de la víctima de la misma. Una práctica discriminatoria, por ejemplo, no<br />

deja de ser discriminatoria porque se ejerza sobre los rubios, las personas que exceden cierto<br />

peso o los que tienen determinadas inclinaciones sexuales en lugar de dirigirse a los<br />

miembros de un determinado grupo cultural o r<strong>el</strong>igioso. La práctica no cambia en su esencia.<br />

Lo que define a la práctica discriminatoria es <strong>el</strong> tipo de operaciones que se ponen en juego<br />

para segregar a una fracción de población, sea por <strong>el</strong> motivo que fuere que se lleva a cabo<br />

dicha segregación.<br />

Lo mismo ocurre con la práctica social genocida. Un genocidio se define por <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de<br />

sistematicidad y planificación con que una organización centralizada de poder (por lo general,<br />

con <strong>el</strong> control de parte d<strong>el</strong> aparato estatal) decide <strong>el</strong>iminar a una fracción determinada de<br />

población, sin importar las características a partir de las cuales se define a las víctimas de<br />

este tipo de accionar.<br />

Pero, y simultáneamente con estos principios que definen sociológicamente una<br />

práctica social y que se ponen de manifiesto, por ejemplo, en <strong>el</strong> Congreso de la Asociación<br />

Latinoamericana de Sociología (ALAS 99, Concepción, Chile, a realizarse en octubre de<br />

1999), al dedicar una mesa al "Genocidio en <strong>el</strong> Cono Sur" o en las ponencias d<strong>el</strong> "Simposio<br />

contra la Impunidad y en defensa de los Derechos Humanos" (Barc<strong>el</strong>ona, 1997), corre <strong>el</strong><br />

principio jurídico de "tipicidad", que consiste en que <strong>el</strong> Estado debe definir todas aqu<strong>el</strong>las<br />

conductas entendidas como "d<strong>el</strong>icitivas".<br />

Al intentar tipificar <strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito de genocidio nos encontramos con que, en <strong>caso</strong> de<br />

caracterizar al d<strong>el</strong>ito a partir de la población victimizada en lugar de partir d<strong>el</strong> tipo de práctica<br />

involucrada en la acción genocida, estaríamos vulnerando un principio jurídico <strong>el</strong>emental de<br />

todas las legislaciones d<strong>el</strong> mundo, como es <strong>el</strong> principio de "igualdad ante la ley". Resultaría<br />

así que determinados grupos, sólo por ser tales, harían que un d<strong>el</strong>ito perteneciera o no a la<br />

tipificación de genocidio.<br />

Este aserto llevaría al absurdo de afirmar, por ejemplo, que de los cerca de once<br />

millones de víctimas que <strong>el</strong> nazismo condenó a los campos de exterminio, <strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito de<br />

genocidio sería aplicable sólo a los aproximadamente seis millones de judíos y un millón de<br />

gitanos, pero no así a los rusos y polacos no judíos, condenados por su pensamiento político,<br />

por sus orientaciones sexuales, por su humanismo ético o por cualquier otra causa por la que<br />

<strong>el</strong> nazismo hubiera decidido su <strong>el</strong>iminación. Tendríamos entonces una aberrante<br />

"categorización" de víctimas que no haría más que reproducir <strong>el</strong> sistema que pretende<br />

combatir. Si <strong>el</strong> nazismo pretendió instalar con las Leyes de Nuremberg distintos niv<strong>el</strong>es de<br />

ciudadanía que llevaban a la existencia de clases de ciudadanos de segunda, tercera o cuarta<br />

categoría, nos encontraríamos que esta interpretación restrictiva d<strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito y la práctica social<br />

genocida llevaría a una categorización de víctimas de primera, segunda o tercera categoría, lo<br />

cual resultaría poco congruente con <strong>el</strong> criterio universalizador y antidiscriminatorio que la<br />

Convención sobre Prevención y Sanción d<strong>el</strong> D<strong>el</strong>ito de Genocidio se propone sancionar.<br />

-214-


Sería una buena sugerencia, por tanto, poner también <strong>el</strong> acento en la práctica social y<br />

sistematizada que hace posible <strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito de genocidio, es decir, las acciones de los victimarios<br />

y no sólo <strong>el</strong> grupo posible de ser víctima, lo que permitiría y volvería necesario modificar<br />

sustancialmente la redacción d<strong>el</strong> Art. II de la Convención antes mencionada ampliando la<br />

enumeración de posibles grupos victimizados, sin excluir ninguna condición. De esta forma se<br />

deberían incluir no sólo a "todos aqu<strong>el</strong>los perpetrados con la intención de destruir, total o<br />

parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o r<strong>el</strong>igioso", sino también contra grupos de<br />

determinada orientación sexual, ideas políticas, puntos de vista filosóficos, etc… porque hacer<br />

s<strong>el</strong>ectiva la calidad de víctima, necesariamente generaría un nuevo tratamiento desigual, lo<br />

cual distorsionaría los fundamentos básicos d<strong>el</strong> instituto en cuestión.<br />

El genocidio, por lo tanto, debe definirse en función de un tipo de práctica, que procede<br />

a la marcación de un sujeto social como "otro negativo", a su hostigamiento y aislamiento<br />

dentro de la estructura social y al montaje de todo un conjunto de acciones destinadas a<br />

secuestrarlo d<strong>el</strong> ámbito de su existencia social y a aniquilarlo. Las acciones de secuestro y<br />

exterminio, tanto en <strong>el</strong> <strong>caso</strong> d<strong>el</strong> nazismo como en <strong>el</strong> <strong>caso</strong> d<strong>el</strong> régimen militar argentino,<br />

tendieron a ser secretas, llevando a cabo un doble proceso de ocultamiento y difusión extraoficial,<br />

destinado a sembrar <strong>el</strong> terror entre la población general. Fue ésta la mecánica<br />

implementada por <strong>el</strong> nazismo con los "transportes" que simulaban ser migraciones colectivas<br />

de trabajo y con los campos de exterminio, ocultos y disimulados como supuestos "campos de<br />

trabajo", donde <strong>el</strong> único trabajo real era deshacerse de los millones de cuerpos que<br />

atestiguaban materialmente <strong>el</strong> aniquilamiento. D<strong>el</strong> mismo modo, <strong>el</strong> genocidio realizado en<br />

Argentina secuestró clandestinamente a miles de ciudadanos, transportándolos a<br />

dependencias que supuestamente tenían otra función o no existían como reparticiones<br />

oficiales, negando públicamente la detención o secuestro y deshaciéndose posteriormente de<br />

los cuerpos de las más diversas formas (arrojándolos al Río de la Plata, enterrándolos en<br />

fosas colectivas), para borrar la constancia material de la acción.<br />

El accionar de la dictadura instaurada en <strong>el</strong> período 1976-1983 afectó a toda la<br />

estructura social argentina, destruyendo redes sociales y vínculos solidarios y actuando sobre<br />

los más diversos grupos sociales, ocupacionales y generacionales.<br />

Sin embargo la D.A.I.A., como entidad representativa de la comunidad judía argentina,<br />

se propone llevar a cabo en este Informe una descripción lo más detallada posible de los<br />

diversos modos en que este genocidio afectó a los miembros de la comunidad judía<br />

argentina, sin que esto en modo alguno implique ignorar las diversas y tremendas<br />

consecuencias que tuvieron los hechos ocurridos para todo <strong>el</strong> cuerpo social argentino, sino<br />

simplemente como un aporte que la entidad puede hacer desde la función particular que<br />

ocupa en la estructura social y política argentina.<br />

El genocidio ocurrido en Argentina, pese a no ser un genocidio estrictamente<br />

planificado como anti-judío, afectó de muy diversas formas a la comunidad judía argentina. En<br />

un primer sentido, la comunidad judía fue afectada como parte de la comunidad argentina<br />

global: como miembros insertos en los diversos sectores de la sociedad, fueron afectados en<br />

su carácter de ciudadanos argentinos. Pero, más allá de esto, la comunidad judeo-argentina<br />

sufrió también en forma particular, tanto durante <strong>el</strong> secuestro y "desaparición" de las personas<br />

judías como durante su estadía en los centros de detención, donde numerosos testimonios<br />

denuncian <strong>el</strong> "tratamiento especial" al que fueron sometidas las víctimas judías. Por último, no<br />

puede dejar de señalarse tampoco la enorme sobre-representación que ha tenido nuestra<br />

-215-


comunidad sobre las víctimas totales d<strong>el</strong> genocidio, que oscila entre cinco y doce veces<br />

(según las estimaciones) la representación general que tenía sobre la población argentina de<br />

aqu<strong>el</strong>los años.<br />

Como parte de sus tareas de investigación, <strong>el</strong> Centro de Estudios Sociales (CES) de la<br />

DAIA (D<strong>el</strong>egación de Asociaciones Isra<strong>el</strong>itas Argentinas) se encuentra desarrollando un<br />

proyecto de investigación sobre la situación de los detenidos-desaparecidos judíos, d<strong>el</strong> cual<br />

este Informe es una expresión de sus puntos principales, y que consta de una serie de<br />

Anexos Documentales que día a día van siendo enriquecidos por nuevas fuentes de<br />

información o nuevos testimonios brindados por los sobrevivientes o familiares de las víctimas<br />

ante los investigadores.<br />

El Anexo II (d<strong>el</strong> cual se ha incorporado una primera lista pr<strong>el</strong>iminar, con los avances de<br />

investigación hasta <strong>el</strong> momento) incluye la lista de ciudadanos judíos "desaparecidos", tal<br />

como va pudiendo construirse en forma rigurosa a partir de las fuentes disponibles (véase la<br />

Introducción al Anexo II para las características d<strong>el</strong> trabajo).<br />

-216-


Capítulo 1 (Fragmentos)<br />

El tratamiento de los detenidos-desaparecidos<br />

judíos en los campos de concentración<br />

Parte de los objetivos d<strong>el</strong> genocidio instaurado en Argentina estuvo ligado al quiebre<br />

de las víctimas en tanto personas. Muchos de los testimonios brindados por los sobrevivientes<br />

describen esta situación. El pap<strong>el</strong> sistemático de la tortura en los centros de detención<br />

clandestinos tenía como objetivo destruir la personalidad de los individuos que habían sido<br />

secuestrados.<br />

Eduardo Saiegh, quien fuera secuestrado durante siete días con <strong>el</strong> fin de<br />

apropiarse de sus bienes y obligarlo a liquidar <strong>el</strong> Banco Latinoamericano dice, en su<br />

declaración entregada al Centro de Estudios Sociales de DAIA durante 1999 que: "Tuve<br />

la evidencia de que todo era usado para quebrarme. No había improvisación en nada de<br />

lo que hacían o me decían. No tendrían demasiado claro por qué estaba yo allí, pero la<br />

metodología era una y se había puesto en marcha. Eran ´profesionales´". (Véase<br />

Documento 2, Anexo I).<br />

e) Apoderamiento ilícito de bienes: extorsión<br />

En <strong>el</strong> <strong>caso</strong> de la mayoría de los judíos, <strong>el</strong> "tratamiento especial" se vinculaba, por lo<br />

general, a la forma en que eran particularmente vejados durante las sesiones de tortura o a la<br />

continua alusión a las prácticas desarrolladas por <strong>el</strong> nazismo y al paral<strong>el</strong>o de esta situación<br />

con aqu<strong>el</strong>la. A diferencia de esto, apareció en <strong>el</strong> <strong>caso</strong> de los empresarios judíos una práctica<br />

ligada al "secuestro extorsivo". Los empresarios judíos eran incluidos en los operativos de<br />

secuestro con <strong>el</strong> fin de obligarlos a autoliquidar sus bienes, entregándolos a funcionarios<br />

ligados a la dictadura militar. En algunos <strong>caso</strong>s, eran "liberados" a partir d<strong>el</strong><br />

desapoderamiento de bienes (fue así, por ejemplo, <strong>el</strong> <strong>caso</strong> de José Siderman y de Eduardo<br />

Saiegh).<br />

El <strong>caso</strong> de Eduardo Saiegh ilustra la modalidad de la operatoria. Saiegh fue<br />

detenido <strong>el</strong> 31 de octubre de 1980. Fue mantenido secuestrado durante una semana sin<br />

tener contacto con juez alguno. Durante dicha semana fue torturado, mientras se le<br />

exigía que confesara d<strong>el</strong>itos económicos que justificaran la liquidación d<strong>el</strong> Banco<br />

Latinoamericano, cuyo directorio integraba. Liberado una semana más tarde, <strong>el</strong><br />

directorio que integraba fue presionado para solicitar "voluntariamente" la<br />

autoliquidación d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano, pero manteniendo como contragarantía los<br />

bienes patrimoniales de Eduardo Saiegh.<br />

Queda claro, entonces que, si bien la figura d<strong>el</strong> judío no era la figura central perseguida<br />

en aqu<strong>el</strong> momento por los represores, constituía, sin duda alguna, una "víctima especial",<br />

particularmente expuesta al accionar represivo.<br />

-217-


FALLO DEL JUEZ GARZON<br />

Procedimiento: SUMARIO 19/97-L<br />

TERRORISMO Y GENOCIDIO<br />

JUZGADO CENTRAL DE INSTRUCCIÓN<br />

NUMERO CINCO<br />

AUDIENCIA NACIONAL<br />

MADRID<br />

AUTO<br />

En Madrid a dos de noviembre de mil novecientos noventa y nueve.<br />

ANTECEDENTES<br />

PRIMERO.- El presente procedimiento se inicia por Auto de 28 de marzo de<br />

1996 en virtud de una denuncia de la Unión Progresista de Fiscales.<br />

SEGUNDO.- Por Auto de 10 de junio de 1996 son admitidas las quer<strong>el</strong>las<br />

formuladas por la Asociación Libre de Abogados, la Asociación Argentina Pro<br />

Derechos Humanos de Madrid y la formación política Izquierda Unida.<br />

TERCERO.- Por Auto de 28 de junio de 1996 se acuerda declarar la<br />

competencia de la jurisdicción española, y dentro de ésta la de este Juzgado<br />

para conocer de los hechos denunciados.<br />

CUARTO.- A través de distintas resoluciones se han sido imputados<br />

diferentes personas como presuntas responsables de los d<strong>el</strong>itos que se<br />

investigan. Con fecha 16 de octubre de 1998 se dicta Auto en <strong>el</strong> que se<br />

r<strong>el</strong>acionan los 157 imputados hasta dicha fecha.<br />

Referencia d<strong>el</strong> contexto jurídico d<strong>el</strong> fallo:<br />

“El artículo uno d<strong>el</strong> Convenio Internacional sobre Derechos<br />

Humanos dispone: "Las partes contratantes confirman que <strong>el</strong><br />

genocidio, ya sea cometido en tiempo de paz o en tiempo de guerra, es<br />

un d<strong>el</strong>ito de derecho internacional que <strong>el</strong>las se comprometen a prevenir<br />

y sancionar".<br />

-218-


“Y <strong>el</strong> artículo 2 contiene la definición de genocidio, como<br />

"cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetración con<br />

la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional,<br />

étnico, racial o r<strong>el</strong>igioso, como tal".<br />

“4.- En cuanto al aspecto económico las víctimas de origen judío son<br />

especialmente objeto de depredación por parte de los responsables<br />

militares, que se apoderan ilícitamente de sus bienes tras la detención,<br />

o utilizan la extorsión posterior para que aqu<strong>el</strong>los transmitan sus<br />

bienes a estos. De esta forma, los empresarios judíos su<strong>el</strong>en ser<br />

incluidos en una serie de secuestros “extorsivos” con <strong>el</strong> objetivo de<br />

que autoliquiden sus bienes, entregándolos a funcionarios ligados a la<br />

dictadura militar. En algunos <strong>caso</strong>s, como <strong>el</strong> de Eduardo Saiegh,<br />

detenido <strong>el</strong> 31 de Octubre de 1.980, se le mantiene secuestrado una<br />

semana, durante la cual es torturado para que confiese supuestos<br />

d<strong>el</strong>itos que justifiquen la liquidación d<strong>el</strong> Banco Latino Americano, en<br />

cuya dirección estaba integrado. Una vez liberado, la dirección es<br />

presionada para solicitar “voluntariamente” la autoliquidación d<strong>el</strong><br />

Banco, pero manteniendo como garantía los bienes de Eduardo Saiegh.<br />

En similar sentido, Jose Siderman, es secuestrado <strong>el</strong> 24.3.1.976, y liberado<br />

una semana después en las afueras de Tucuman con una nota en <strong>el</strong> bolsillo<br />

que le sugiere abandonar <strong>el</strong> país. En efecto, y presa d<strong>el</strong> terror producido por<br />

la detención, emigra. Inmediatamente después sus propiedades son<br />

confiscadas y divididas por <strong>el</strong> Estado. En 1.996 y tras un juicio seguido por<br />

aquél en los Estados Unidos de América, ha obtiene un acuerdo con <strong>el</strong><br />

Estado Argentino por <strong>el</strong> que se le indemniza.”<br />

”Los datos expuestos a modo de ejemplo, demuestran indiciariamente que la<br />

actuación violenta contra la comunidad judía en Argentina durante la<br />

Dictadura Militar fue algo preconcebido e institucionalizado como un<br />

<strong>el</strong>emento más dentro de las finalidades ideológicas perseguidas por <strong>el</strong><br />

Proceso de Reorganización Nacional, y que <strong>el</strong> origen étnico judío fue un<br />

factor contribuyente a la mayor cru<strong>el</strong>dad d<strong>el</strong> trato, tortura y <strong>el</strong>iminación.”<br />

Año 2003-2004<br />

-219-


Como síntesis de lo documentado y denunciado, se anexa <strong>el</strong> documento “El Caso Eduardo Saiegh” que<br />

resume <strong>el</strong> cuadro de situación para la resolución de los DD HH violados, y que se encuentra pendiente de<br />

una definición por parte d<strong>el</strong> Sr. Presidente de la Nación.<br />

EL CASO DE<br />

EDUARDO SAIEGH<br />

LA VIOLACIÓN TOTAL DE SUS DERECHOS HUMANOS<br />

POR PARTE DEL TERRORISMO DE ESTADO<br />

DE LA DICTADURA MILITAR<br />

(RESUMEN)<br />

DEL SECUESTRO, TORTURAS Y EXTORSION AL ARQT. EDUARDO E.<br />

SAIEGH DURANTE EL TERRORISMO DE ESTADO PARA SAQUEARLE<br />

SUS BIENES, DESAPODERARLO DE SU BANCO – Bco.<br />

Latinoamericano – Y LA BATALLA SOSTENIDA POR MÁS DE 20 AÑOS<br />

PARA QUE LE REINTEGREN PARTE DE LOS BIENES DESPOJADOS<br />

QUE AÚN PERMANECEN EN PODER DEL ESTADO NACIONAL.<br />

A- Breve Síntesis de los Hechos<br />

B- De la competencia y de la necesaria intervención d<strong>el</strong> Sr. Presidente de la Nación<br />

para la resolución d<strong>el</strong> conflicto, según la legislación vigente.<br />

C- Fundamentación Jurídica de la reparación de mis Derechos Humanos violados<br />

D- La intervención d<strong>el</strong> Juez Garzón<br />

E- De la necesaria intervención d<strong>el</strong> Presidente de la Nación<br />

F- Situación actual d<strong>el</strong> Caso<br />

Abril 2011<br />

-220-


A- Breve Síntesis de los Hechos<br />

El 31 de octubre de 1980, fui violentamente secuestrado por una comisión policial<br />

paramilitar. Estuve siete días secuestrado sin que Juez alguno me tomara declaración; y por la<br />

impunidad total que imperaba en esa época fui salvajemente torturado para que confesara<br />

d<strong>el</strong>itos inexistentes en <strong>el</strong> Banco Latinoamericano, BLA, d<strong>el</strong> que soy propietario, con <strong>el</strong> objetivo<br />

de desapoderarme d<strong>el</strong> mismo y despojarme d<strong>el</strong> resto de todos mis bienes.<br />

Para lograr esto se falsificó en <strong>el</strong> Banco Central de la Republica Argentina – BCRA -<br />

una denuncia anónima, quien inmediatamente dio traslado de la misma a la autoridad “política”<br />

de la Policía Federal, para que ésta actuara salvajemente en mi secuestro. Inicialmente fui alojado<br />

en dependencias tipo c<strong>el</strong>das de la sede central d<strong>el</strong> Banco de la Nación (Bmé. Mitre y<br />

Reconquista), luego en c<strong>el</strong>das-cuevas d<strong>el</strong> Dpto. Central de Policía, y durante las largas “sesiones”<br />

de torturas en un sitio desconocido. El objetivo de las torturas era “ablandarme “ para la extorsión,<br />

y para tal fin necesitaban quebrarme física, moral y económicamente. Fui liberado <strong>el</strong> 7 de<br />

noviembre, tras poder negociar mi propia vida con mis secuestradores, por una situación fortuita<br />

de la vida<br />

El 16 de enero de 1981, a pesar de tener tres compradores en firme como existían en ese<br />

momento interesados en comprar <strong>el</strong> BLA, entre <strong>el</strong>los uno como Price Waterhouse Internacional,<br />

<strong>el</strong> BCRA nos obligó, mediante extorsión de amenaza de vida sobre todos los directivos d<strong>el</strong><br />

BLA a firmar la “autoliquidación voluntaria” para desapoderarme d<strong>el</strong> Banco, lo que lograron<br />

según resolución Nº 15/81 BCRA, la que luego fue ap<strong>el</strong>ada.<br />

No tuve ni tengo ninguna causa penal en mi contra; por <strong>el</strong> contrario, promoví las<br />

demandas judiciales contra los directores de aqu<strong>el</strong> BCRA. Además, <strong>caso</strong> inédito en la <strong>Justicia</strong>, <strong>el</strong><br />

BLA después de más de 20 años de liquidación extrajudicial sin ningún juez que lo<br />

controle, no tiene aún quiebra decretada y existen con sentencia firme varios juicios por daños<br />

y perjuicios contra <strong>el</strong> BCRA.por cifras millonarias en dólares.<br />

En estos más de 23 años de peregrinar por <strong>el</strong> desierto de la injusticia en la Argentina, he<br />

vivido y sigo viviendo la mas absurda, arbitraria y discriminatoria injusticia , ya que mientras a mí<br />

no se me concede la reparación de mis DDHH violados, a mi verdugo-victimario, que fue<br />

sentenciado en mi causa en <strong>el</strong> año ´91 por <strong>el</strong> Juez Irurzun, y solicitado a la Policía Federal su<br />

captura, de la que se escabulló, y luego en <strong>el</strong> año ´99 nuevamente fue sentenciado por <strong>el</strong> Juez<br />

Cavallo con prisión preventiva por extorsión en grado principal, fue eximido por <strong>el</strong> mismo<br />

juez, de prisión por una pena no excarc<strong>el</strong>able ap<strong>el</strong>ando a la teoría de los DDHH!!! Es decir,<br />

en nuestro país valen los DDHH para los victimarios pero no para sus víctimas, como en <strong>el</strong><br />

presente <strong>caso</strong>. Por eso reivindico <strong>el</strong> fallo d<strong>el</strong> Juez Garzón en mi causa, porque testimonia<br />

claramente en su fallo que este es un claro y paradigmático <strong>caso</strong> de DDHH arrasados en<br />

todos sus aspectos<br />

Este es <strong>el</strong> contexto histórico, político y antijurídico en <strong>el</strong> que debe ser detenidamente<br />

considerado y merituado <strong>el</strong> presente <strong>caso</strong>, en <strong>el</strong> que hace más de 20 años que vengo reclamando<br />

justicia, que es lo que se requiere y espera d<strong>el</strong> Sr. Presidente de la Nación, tanto por las<br />

razones técnicas acerca de la ley aplicable a la materia (Ley N° 23.928 y Decreto N° 2140/91),<br />

como por la decisión política de reparar los derechos humanos violados, mediante <strong>el</strong> decreto<br />

correspondiente.<br />

-221-


B- De la competencia y necesaria intervención d<strong>el</strong> Sr. Presidente de la Nación para<br />

la resolución d<strong>el</strong> conflicto<br />

Desde <strong>el</strong> año 1995 se encuentra a resolución en la mencionada órbita Presidencial ,es<br />

decir desde hace más de ocho años según expediente: PRESIDENCIA No.190.650-0/95, a fin de<br />

examinar la responsabilidad para <strong>el</strong> Estado Nacional, y de concederme <strong>el</strong> mecanismo reparatorio,<br />

ya que corresponde legalmente la intervención personal directa d<strong>el</strong> Sr. Presidente en los<br />

términos d<strong>el</strong> Art. 32°, inciso g.3) d<strong>el</strong> decreto 2140 /91,dado que en <strong>el</strong> presente <strong>caso</strong> esta<br />

adecuadamente cumplida la tercera de las hipótesis previstas en dicha norma reglamentaria, en<br />

cuanto a que la decisión definitiva sea adoptada por <strong>el</strong> Presidente, al igual que los términos d<strong>el</strong><br />

Art. 17° de la Constitución Nacional, que impone y consagra la exigencia de recomponer y<br />

restituir, cuando menos, <strong>el</strong> patrimonio d<strong>el</strong> que fuera ilegítimamente despojado por las autoridades<br />

de facto, en <strong>el</strong> marco garantístico e insospechable que puede brindar <strong>el</strong> Sr. Presidente de la<br />

Nación, en su calidad de “Jefe Supremo de la Nación, Jefe d<strong>el</strong> Gobierno y responsable político de<br />

la administración general d<strong>el</strong> país” (Art. 99°, inc. 1, Constitución Nacional )<br />

En tal sentido, he solicitado se dé a esta presentación tramite de extrema urgencia, toda<br />

vez que la prolongación en <strong>el</strong> tiempo de un despojo y la demora en producir la<br />

reparación es no sólo profundizar <strong>el</strong> daño y ampliar la injusticia, sino también prolongar <strong>el</strong><br />

dolor moral, tras tanto tiempo sufrido.<br />

El Estado no puede seguir "victimizando a la victima", y <strong>el</strong> hecho que haya una<br />

reparación material por hacer lo obliga más, ya que es algo que esta al alcance de las<br />

responsabilidades y posibilidades de sus funcionarios, algo posible y no lo imposible de devolver,<br />

como lo es, lamentablemente, la vida a un muerto o desaparecido<br />

Desde hace más de veinte años reclamo justicia; y en las actuaciones que se<br />

encuentran a resolución d<strong>el</strong> Sr. Presidente de la Nación le he solicitado en reiteradas<br />

oportunidades al PEN desde <strong>el</strong> año 1995 s/expte 190.650/95 <strong>el</strong> dictado de la resolución<br />

definitiva en <strong>el</strong> conflicto, a raíz d<strong>el</strong> despojo ilegítimo de todos mis bienes, por tratarse de un<br />

<strong>caso</strong> de flagrante violación de Derechos Humanos fundamentales, materia en la cual <strong>el</strong> Sr.<br />

Presidente se ha comprometido políticamente.<br />

Las violaciones, ilegalidades y las antijurídicas circunstancias que precedieron y<br />

sucedieron a esa decisión, quedaron documentadas en todas las actuaciones, en la que se<br />

demostró la total ilegalidad d<strong>el</strong> profusamente publicitado “arresto-secuestro” d<strong>el</strong> suscripto y de la<br />

entidad luego liquidada, como asimismo en la presentación d<strong>el</strong> 10 de marzo de 2003 hecha ante<br />

<strong>el</strong> Presidente de la Nación, junto con <strong>el</strong> escrito en trámite de ser presentado, como ultima<br />

instancia, por ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, por<br />

discriminación y denegación de justicia, avalado por los propios documentos d<strong>el</strong> Estado<br />

que asi lo indican y <strong>el</strong> fallo determinante d<strong>el</strong> Juez Garzón<br />

-222-


C- Fundamentación Jurídica de la Reparación de mis Derechos Humanos violados<br />

El Servicio Jurídico Permanente d<strong>el</strong> Ministerio de Economía, como así también la propia<br />

Procuración d<strong>el</strong> Tesoro de la Nación, han establecido categóricamente que me asiste toda la<br />

razón y <strong>el</strong> derecho en <strong>el</strong> reclamo de reparación por restitución d<strong>el</strong> daño ilegalmente causado con<br />

<strong>el</strong> despojo de mis bienes, y determinaron que la citada Resolución d<strong>el</strong> BCRA N° 15/81 es nula,<br />

de nulidad absoluta; por ende, ilegítima y debe ser dejada sin efecto.<br />

El Servicio Jurídico Permanente d<strong>el</strong> Ministerio de Economía según Dictamen N°<br />

50.304 de la Dirección General de Asuntos Jurídicos d<strong>el</strong> 30 de octubre de 1986 concluyó, en<br />

efecto, que dicha resolución es nula, de nulidad absoluta.<br />

"…De los <strong>el</strong>ementos analizados en los capítulos que anteceden, se desprende que la<br />

Resolución N° 15/81 d<strong>el</strong> Banco Central de la República Argentina adolece de<br />

deficiencias de naturaleza formal en <strong>el</strong> trámite previo a su dictado y de otras de<br />

carácter substancial, por falta de fundamentación fidedigna". "El acto administrativo<br />

es fruto aparente de un exceso de poder por parte de su firmante, resulta lesivo de<br />

los principios de igualdad ante la ley y de equidad e irrogó en forma arbitraria un<br />

perjuicio significativo a la institución bancaria afectada y a sus accionistas." "Por<br />

tales motivos, este servicio jurídico considera que la decisión aludida es ilegítima y<br />

que debe ser dejada sin efecto...".<br />

De igual modo, se expidió la Procuración d<strong>el</strong> Tesoro de la Nación que emitió <strong>el</strong> 29/3/90,<br />

<strong>el</strong> Dictamen N° 85/90, que es concluyente y definitorio en orden a la ilegitimidad de la<br />

Resolución BCRA N° 15/81; dictamen que en lo pertinente es d<strong>el</strong> <strong>caso</strong> transcribir.<br />

"VI.- A mérito de las razones expresadas cabe concluir en la invalidez de la Res.<br />

BCRA N° 15/ 81 mediante la cual se dispuso la revocación de la autorización para<br />

funcionar y la liquidación d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano S.A. y en tal sentido<br />

corresponderá decidir por parte d<strong>el</strong> Banco Central de la República Argentina, la<br />

revocación de dicho acto por razón de su ilegitimidad, en los términos d<strong>el</strong> Art. 14 de<br />

la ley de la materia n° 19.549." "Naturalmente, como consecuencia de la revocación<br />

que corresponde, procederá que las cosas vu<strong>el</strong>van al estado en que se encontraban<br />

antes d<strong>el</strong> dictado d<strong>el</strong> acto nulo, con base en lo dispuesto en <strong>el</strong> Art. 1050 d<strong>el</strong> Código<br />

Civil e inveterada doctrina de la Corte Suprema de <strong>Justicia</strong> de la Nación sobre la<br />

materia.”<br />

"Sin embargo, no escapa a esta Procuración que dado <strong>el</strong> tiempo transcurrido desde<br />

<strong>el</strong> dictado de la Res. BCRA N° 15/81 (d<strong>el</strong> 16/1/81) cuya revocación corresponde, a la<br />

fecha, podría darse la imposibilidad de materializar aqu<strong>el</strong>la solución legal. Ante <strong>el</strong>lo,<br />

deberán arbitrarse con la parte interesada los medios para convenir una reparación<br />

material de los daños causados por <strong>el</strong> accionar ilegítimo d<strong>el</strong> B.C.R.A”<br />

-223-


Además la actual Dirección General de Asuntos Jurídicos d<strong>el</strong> Ministerio de<br />

Economía, ha ratificado según Dictamen Nº 149.190 d<strong>el</strong> 12/5/2003, las conclusiones d<strong>el</strong><br />

dictamen d<strong>el</strong> Servicio jurídico permanente d<strong>el</strong> Ministerio y de la Procuración d<strong>el</strong> Tesoro, en<br />

los términos previstos por <strong>el</strong> Art. 32°, inciso a), apartado 1) d<strong>el</strong> Decreto N° 2140/91, referido<br />

a transacciones y señala en la parte pertinente que:<br />

“…la cuestión de fondo sobre la cual recae la presente propuesta de transacción fue<br />

en su oportunidad analizada por parte de este Servicio Jurídico mediante la emisión<br />

d<strong>el</strong> Dictamen D.G.A.J. N° 50.304, que en copia se adjunta, ocasión en la cual se<br />

concluyó en <strong>el</strong> sentido de que la Resolución N° 15/81 d<strong>el</strong> B.C.R.A. que fuera objeto<br />

de un planteo recursivo por parte de la presentante, y mediante la cual se revocó la<br />

autorización para funcionar d<strong>el</strong> BANCO LATINOAMERICANO S.A., resultaba ilegítima<br />

y, por lo tanto, debía ser dejada sin efecto, habiendo, a su vez, emitido opinión<br />

sobre <strong>el</strong> particular la Procuración d<strong>el</strong> Tesoro de la Nación mediante Dictamen N°<br />

85/90, también acompañado en copia, concluyendo en idéntico sentido que esta<br />

Dirección General” (conf. Dictamen D.G.A.J. N° 149.190, d<strong>el</strong> 12 de mayo de 2003).”<br />

D- La Intervención d<strong>el</strong> Juez Garzón<br />

Es precisamente la intervención de la D<strong>el</strong>egación de Asociaciones Isra<strong>el</strong>itas Argentinas –<br />

DAIA - ante <strong>el</strong> Juez Garzón , lo que ratifica y le da certeza al reclamo por mis Derechos<br />

Humanos violados, como asi lo denuncia con <strong>el</strong> informe <strong>el</strong>aborado en <strong>el</strong> año 1999 por <strong>el</strong> Centro<br />

de Estudios Sociales de la DAIA, sobre la “Situación de los detenidos-desaparecidos judíos<br />

durante <strong>el</strong> genocidio perpetrado en Argentina”, particularizando acerca de los padecimientos<br />

físicos, <strong>el</strong> secuestro y tortura padecidos por <strong>el</strong> suscripto, y la extorsión para <strong>el</strong> despojo de mis<br />

bienes, y si bien constituye esto último un aspecto material, también por razones de estricta<br />

<strong>Justicia</strong> los derechos a la propiedad están amparados por los más <strong>el</strong>ementales principios<br />

jurídicos de los Derechos Humanos,.<br />

La preocupación y consiguiente intervención formal que le cabe a la DAIA, en este grave<br />

<strong>caso</strong>, es a través de las presentaciones por <strong>el</strong>la efectuadas ante <strong>el</strong> Sr. Juez Baltasar Garzón,<br />

quien dictó un fallo favorable al suscripto, acerca d<strong>el</strong> secuestro, extorsión y desapoderamiento<br />

de mis bienes, según puede leerse en <strong>el</strong> procedimiento “SUMARIO 19/97”, tramitado por ante <strong>el</strong><br />

Juzgado Central de Instrucción N° 5, Audiencia Nacional, con sede en Madrid, Reino de España,<br />

con resolución fechada a los 2 días de noviembre de 1999, en virtud de la citada presentación<br />

realizada por la DAIA, denunciando <strong>el</strong> especial ensañamiento con los miembros de la comunidad<br />

judía por parte d<strong>el</strong> terrorismo de Estado.<br />

“4.- En cuanto al aspecto económico las víctimas de origen judío son<br />

“especialmente objeto de depredación por parte de los responsables militares, “que<br />

se apoderan ilícitamente de sus bienes tras la detención, o utilizan la extorsión<br />

posterior para que aqu<strong>el</strong>los transmitan sus bienes a estos. De esta forma, los<br />

empresarios judíos su<strong>el</strong>en ser incluidos en una serie de secuestros “extorsivos” con<br />

-224-


<strong>el</strong> objetivo de que autoliquiden sus bienes, entregándolos a funcionarios ligados a la<br />

dictadura militar. En algunos <strong>caso</strong>s, como <strong>el</strong> de Eduardo Saiegh, detenido <strong>el</strong> 31 de<br />

Octubre de 1.980, se le mantiene secuestrado una semana, durante la cual es<br />

torturado para que confiese supuestos d<strong>el</strong>itos que justifiquen la liquidación d<strong>el</strong><br />

Banco Latinoamericano, en cuya dirección estaba integrado. Una vez liberado, la<br />

dirección es presionada para solicitar “voluntariamente” la autoliquidación d<strong>el</strong><br />

Banco, pero manteniendo como garantía los bienes de Eduardo Saiegh…”<br />

“…Los datos expuestos a modo de ejemplo, demuestran indiciariamente que la<br />

actuación violenta contra la comunidad judía en Argentina durante la Dictadura<br />

Militar fue algo preconcebido e institucionalizado como un <strong>el</strong>emento más dentro de<br />

las finalidades ideológicas perseguidas por <strong>el</strong> Proceso de Reorganización Nacional,<br />

y que <strong>el</strong> origen étnico judío fue un factor contribuyente a la mayor cru<strong>el</strong>dad d<strong>el</strong> trato,<br />

tortura y <strong>el</strong>iminación…”<br />

Es en base a este sentido de DDHH y a partir de estos solidos fundamentos jurídicos, <strong>el</strong><br />

compromiso que asumió <strong>el</strong> entonces Presidente de la Nación, Dr. Eduardo Duhalde, en la<br />

entrevista que nos concedió, <strong>el</strong> 27 de marzo de 2003, conjuntamente con la DAIA, en la cual <strong>el</strong> Sr.<br />

Presidente manifestó expresamente su voluntad de realizar <strong>Justicia</strong> en este <strong>caso</strong> concreto,<br />

mediante un acuerdo transaccional que repare los daños causados, y en tal sentido que inicio las<br />

actuaciones reparatorias que establece <strong>el</strong> Dto.2140/91<br />

E- De la necesaria intervención d<strong>el</strong> Sr. Presidente de la Nación<br />

En consecuencia y a mérito de todos los antecedentes expuestos que obran en las<br />

actuaciones tramitadas por mas de 23 años, es que solicito la necesaria intervención d<strong>el</strong> Sr.<br />

Presidente de la Nación, para que conceda urgente tramite favorable al presente pedido de<br />

<strong>Justicia</strong> reparatoria, en los términos d<strong>el</strong> Art. 32° inciso g.3) d<strong>el</strong> Decreto N° 2440/91, que<br />

norma acerca de las facultades d<strong>el</strong> Presidente de la Nación para adoptar la decisión definitiva,<br />

mediante <strong>el</strong> dictado d<strong>el</strong> Decreto que así lo disponga.<br />

F- Situación actual d<strong>el</strong> Caso<br />

Lo explicitado hasta aquí corresponde a las actuaciones hasta <strong>el</strong> año 2003, ya que a<br />

partir d<strong>el</strong> año 2004 con la intervención de la Secretaria de DDHH reconociendo <strong>el</strong> Caso de<br />

Terrorismo de Estado, agravado en su condición de judío, <strong>el</strong> curso de los acontecimientos<br />

judiciales produjo un giro importantísimo en las actuaciones, por lo que decidí crear <strong>el</strong> blog sobre<br />

este tema más <strong>el</strong> de Antisemitismo, ya que hubo un Antisemitismo de Estado, para denunciar<br />

públicamente la Impunidad sobre los socios civiles e ideológicos de la sangrienta dictadura, y<br />

ahora en dicho blog esta narrada y documentada la totalidad de la siniestra y macabra historia de<br />

Terror que me toco vivir , y como y porque sigo y seguiré luchando contra la Impunidad, no solo en<br />

mi <strong>caso</strong>, sino para que la <strong>Justicia</strong> haga cumplir la ley y que todos seamos iguales ante la ley<br />

-225-


EL CASO SAIEGH EN WIKILEAKS<br />

El Caso Saiegh aparece desclasificado en siete cables filtrados por WikiLeaks, en los que<br />

queda ratificado <strong>el</strong> involucramiento de la embajada de los Estados Unidos que intercedió ante<br />

diferentes instancias d<strong>el</strong> gobierno argentino basando su compromiso en la aplicación de la Ley<br />

de Lucha Contra <strong>el</strong> Antisemitismo en <strong>el</strong> Mundo d<strong>el</strong> año 2004, luego de realizar un minucioso<br />

d<strong>el</strong> estudio de la causa. Presentamos aquí una síntesis traducida de esos cables.<br />

1er. Cable: http://www.cablegatesearch.net/cable.php?id=07BUENOSAIRES2142&q=<strong>saiegh</strong><br />

Tema: Situación de los Derechos Humanos/ Antisemitismo/ Situación de un ciudadano<br />

argentino<br />

30 de octubre de 2007<br />

Confidencial<br />

Referencia: Buenos Aires 002142<br />

Clasificado por: Embajador E. Anthony Wayne POR RAZONES DE 1.4 (b) y (D)<br />

Resumen:<br />

1. (C) El Embajador y los oficiales y funcionarios de la Embajada han dedicado importantes<br />

recursos a investigar sobre los derechos humanos (y <strong>el</strong> antisemitismo) en <strong>el</strong> <strong>caso</strong> d<strong>el</strong><br />

ciudadano argentino Eduardo Saiegh (víctima en 1980 de secuestro, tortura, y la expropiación<br />

de sus bienes).<br />

El embajador ha planteado <strong>el</strong> <strong>caso</strong> en los más altos niv<strong>el</strong>es políticos y económicos d<strong>el</strong><br />

Gobierno argentino.<br />

Resultado: <strong>el</strong> Gobierno argentino y Eduardo Saiegh tienen posiciones totalmente diferentes y<br />

que parecen muy difíciles de conciliar.<br />

El Gobierno argentino afirma que Saiegh nunca recibió una sentencia judicial a su favor, y las<br />

resoluciones administrativas (incluyendo las de la Secretaría de Derechos Humanos) no son<br />

vinculantes.<br />

Saiegh sostiene que una resolución administrativa a su favor, permitiría que <strong>el</strong> gobierno<br />

argentino pueda presentar una oferta a través d<strong>el</strong> Banco Central (BCRA)…<br />

Detalle de las gestiones de la Embajada:<br />

2. (C)… la Embajada se ha dedicado a comunicar al Gobierno argentino y a las autoridades d<strong>el</strong><br />

más alto niv<strong>el</strong> d<strong>el</strong> BCRA su interés en <strong>el</strong> complejo Caso Saiegh…<br />

3. (C) El Embajador planteó <strong>el</strong> Caso Saiegh con Economía, al ministro (Migu<strong>el</strong>) Peirano, <strong>el</strong> 24<br />

de agosto; con <strong>el</strong> canciller (Jorge) Taiana, <strong>el</strong> 20 de septiembre; y al presidente d<strong>el</strong> Banco<br />

Central (Martín) Redrado, en octubre.<br />

3. Taiana y Redrado (pero no Peirano) estaban algo familiarizados con <strong>el</strong> <strong>caso</strong>.<br />

… se han realizado numerosas reuniones de seguimiento y conversaciones t<strong>el</strong>efónicas con <strong>el</strong><br />

BCRA (incluido <strong>el</strong> vicepresidente d<strong>el</strong> organismo, jefe d<strong>el</strong> Gabinete y <strong>el</strong> jefe d<strong>el</strong> Departamento<br />

de Liquidación)…<br />

El Embajador se reunió con <strong>el</strong> señor Saiegh <strong>el</strong> 21 de septiembre y acordaron permanecer en<br />

contacto...<br />

El embajador también discutió <strong>el</strong> <strong>caso</strong> 17 de septiembre con Gregg Rickman, <strong>el</strong> enviado<br />

especial para <strong>el</strong> monitoreo y seguimiento de la lucha contra <strong>el</strong> antisemitismo.<br />

4. (C) Notas posteriores reflejaron que una serie de factores han complicado los esfuerzos para<br />

llamar la atención sobre este asunto en <strong>el</strong> gobierno argentino y han hecho más lentas las<br />

-226-


espuestas a las preguntas de la Embajada. Principalmente durante los últimos tres meses…<br />

funcionarios de alto niv<strong>el</strong> han evitado puntos potencialmente controvertidos…<br />

Los numerosos escándalos financieros en 2007 alentaron a evitar la toma de decisiones,<br />

suscribir documentos y emitir opiniones.<br />

Además, un nuevo ministro de Economía se hizo cargo <strong>el</strong> 17 de julio y se han reemplazado<br />

totalmente los niv<strong>el</strong>es superiores de la Secretaría Legal d<strong>el</strong> Ministerio de Economía, que tiene<br />

la responsabilidad primordial en este <strong>caso</strong>.<br />

Por último, ciertos contactos alegan que no hay intención (vocación) general de que <strong>el</strong> gobierno<br />

y las autoridades d<strong>el</strong> BCRA aborden temas r<strong>el</strong>acionados con las décadas de los ‘70 y ‘80, en<br />

los que gobernó la dictadura militar.<br />

Diferencias aparentemente irreconciliables:<br />

5. (C) La conclusión es que <strong>el</strong> gobierno argentino y Eduardo Saiegh tienen posiciones<br />

completamente opuestas sobre la naturaleza y estado de la causa. Los argumentos de ambas<br />

partes son opacos y difíciles de interpretar, y sus posiciones parecen ser irreconciliables en <strong>el</strong><br />

presente.<br />

La gran diferencia de opinión sobre los hechos básicos d<strong>el</strong> <strong>caso</strong> es, sin duda, uno de las<br />

principales razones por las que Saiegh no ha logrado, en más de 27 años, ganar su <strong>caso</strong>.<br />

6. (C) Saiegh y su principal defensor en los Estados Unidos, <strong>el</strong> rabino Morton Rosenthal (que<br />

ha estado en contacto directo por este <strong>caso</strong> con la oficina d<strong>el</strong> Enviado Especial y <strong>el</strong> Consejo de<br />

Seguridad Nacional), informó al gobierno de Estados Unidos, en julio de 2007, que había<br />

juicios favorables a Saiegh en <strong>el</strong> juzgado y que <strong>el</strong> Gobierno se niega a cumplir.<br />

También señaló que Saiegh ofreció una oferta de convenio (de U$S 15 millones), que <strong>el</strong><br />

Ministerio de Economía había negado a transmitir al Presidente para que decida (en supuesta<br />

violación de una resolución administrativa y varias órdenes judiciales).<br />

El rabino Rosenthal sugiere, en su carta d<strong>el</strong> 5 de julio, al Consejo de Seguridad Nacional, y<br />

durante su reunión d<strong>el</strong> 2 de agosto -con la oficina d<strong>el</strong> Enviado Especial- que hay que convencer<br />

al Ministerio de Economía que transmita la oferta, que era de interés d<strong>el</strong> gobierno de los<br />

Estados Unidos, y que se transmita dicha preocupación a altos funcionarios d<strong>el</strong> gobierno<br />

argentino.<br />

7. (C) Sin embargo, la Embajada no ha logrado influir en <strong>el</strong> gobierno argentino para resolver<br />

este <strong>caso</strong>. Por <strong>el</strong> contrario, <strong>el</strong> nuevo secretario Legal d<strong>el</strong> Ministerio, Eduardo Prina, informó que<br />

Saiegh nunca recibió una sentencia judicial a su favor.<br />

Mientras Saiegh aún tiene pendientes varios procesos judiciales (especialmente en r<strong>el</strong>ación<br />

con la quiebra d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano), Prina dijo que no cree que <strong>el</strong> gobierno argentino<br />

vaya a ninguna corte.<br />

8. (C) Prina también argumentó que la decisión administrativa en favor Saiegh y <strong>el</strong> la<br />

declaración de la Secretaría de Derechos Humanos d<strong>el</strong> 2004 (referenciando que <strong>el</strong> secuestro,<br />

la tortura, y la expropiación fueron actos de "terrorismo de Estado" y "antisemitismo") no son<br />

vinculantes.<br />

Por lo tanto, señaló Prina, <strong>el</strong> Ministerio de Economía no tiene la obligación legal de negociar un<br />

acuerdo de liquidación.<br />

Por su parte, <strong>el</strong> BCRA sostiene que están prohibidas por ley las negociaciones, por lo que se<br />

excluirán de las negociaciones d<strong>el</strong> <strong>caso</strong>.<br />

…<br />

De acuerdo con <strong>el</strong> BCRA, no puede liquidarse <strong>el</strong> Banco Latinoamericano hasta que <strong>el</strong> Caso<br />

Saiegh, en la Corte, tenga una sentencia judicial firme.<br />

-227-


Saiegh acusa al Gobierno Argentino / BCRA de engañar a la Embajada:<br />

9. (C) Saiegh no está de acuerdo con <strong>el</strong> gobierno argentino y <strong>el</strong> BCRA en las versiones de los<br />

hechos, y acusa a funcionarios d<strong>el</strong> gobierno argentino y d<strong>el</strong> BCRA de distorsionar los hechos.<br />

Saiegh cree que los diversos funcionarios que hablaron con personal de la Embajada están<br />

proporcionando información engañosa (o incluso mentirosa) aprovechando la falta de<br />

conocimiento sobre <strong>el</strong> <strong>caso</strong> y de la legislación argentina.<br />

Saiegh se ha propuesto para acompañar a funcionarios de la Embajada a las reuniones con<br />

funcionarios d<strong>el</strong> gobierno argentino y d<strong>el</strong> Banco Central, para poder aclarar las cosas.<br />

10. (C) Saiegh señala que <strong>el</strong> Procurador d<strong>el</strong> Tesoro confirmó la sentencia administrativa a su<br />

favor y ordenó a Economía que transmita la resolución de la Presidencia…<br />

Saiegh también alega que <strong>el</strong> gobierno argentino quiere que se obtenga una solución legal (una<br />

resolución judicial en lugar de resolución administrativa), ya que <strong>el</strong> <strong>caso</strong> podría no tener fin en<br />

<strong>el</strong> sistema judicial y que, de este modo, nunca recibiría <strong>Justicia</strong>.<br />

La mirada de la Embajada:<br />

11. (C) A pesar de Saiegh y que su historia nos parecen legítimos, no ha podido después de 27<br />

años para obtener una resolución de su <strong>caso</strong> en su propio país a través de medios judiciales o<br />

administrativos, incluso a pesar que durante <strong>el</strong> gobierno de Menem ocupó altos cargos.<br />

Saiegh está viendo de utilizar la presión d<strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos para alcanzar un<br />

acuerdo con <strong>el</strong> gobierno argentino porque no espera lograr justicia en los tribunales.<br />

12. (C) Desde <strong>el</strong> gobierno argentino y los interlocutores d<strong>el</strong> BCRA no han sido especialmente<br />

sensibles en <strong>el</strong> suministro de información, devolver llamadas t<strong>el</strong>efónicas, o a aceptar reuniones.<br />

…<br />

Los próximos pasos:<br />

13. (SBU) … las opciones disponibles que en realidad podrían tener cierto éxito parecen<br />

requerir que <strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos tome, por lo menos, una posición implícita en los<br />

méritos y los hechos d<strong>el</strong> <strong>caso</strong>:<br />

1) Con las <strong>el</strong>ecciones encima (en Argentina) <strong>el</strong> embajador podría <strong>el</strong>evar <strong>el</strong> <strong>caso</strong> a los nuevos<br />

funcionarios d<strong>el</strong> gobierno argentino sobre la base de que se trata de un <strong>caso</strong> de terrorismo de<br />

Estado en contra de un ciudadano judío;<br />

2) Permitir a Saiegh y a sus abogados acompañar a los funcionarios de la Embajada a las<br />

reuniones para evitar que los funcionarios de gobierno argentino den información engañosa;<br />

3) Presionar a funcionarios de niv<strong>el</strong> medio para que den respuesta oficial y contra argumenten<br />

sobre <strong>el</strong> Caso, lo que requiere un debate detallado de los hechos jurídicos.<br />

Wayne.<br />

2do. Cable: http://www.cablegatesearch.net/cable.php?id=07BUENOSAIRES2291&q=<strong>saiegh</strong><br />

Tema: Embajador discute <strong>el</strong> Caso Saiegh con <strong>el</strong> secretario Duhalde<br />

4 de diciembre de 2007<br />

Confidencial<br />

Referencia: 06BUENOSAIRES1943, 07BUENOSAIRES2142<br />

Clasificado por: Embajador E. Anthony Wayne<br />

-228-


RESUMEN:<br />

Caso d<strong>el</strong> ciudadano argentino Eduardo Saeigh, un ciudadano judío argentino que en 1980 fue<br />

secuestrado, torturado y desposeído de un banco de su propiedad durante la dictadura militar<br />

que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983.<br />

Duhalde le dijo al Embajador que él emitió, en 2004, un dictamen no vinculante que afirma <strong>el</strong><br />

apoyo a Saiegh.<br />

Expresó su interés en ver resu<strong>el</strong>to <strong>el</strong> <strong>caso</strong> Saiegh, y sugirió que <strong>el</strong> interés de la Embajada en la<br />

materia podría ayudar a llevar <strong>el</strong> <strong>caso</strong> ad<strong>el</strong>ante.<br />

Saiegh insistió en que la opinión de Duhalde es un resolución administrativa con <strong>el</strong> peso legal.<br />

En una conversación por separado d<strong>el</strong> embajador con Aldo Donzis, presidente de la<br />

DAIA, confió que entiende que Kirchner, y su equipo, había revisado <strong>el</strong> <strong>caso</strong> pero decidió<br />

no pronunciarse al respecto por temor a establecer un precedente para muchos otros<br />

<strong>caso</strong>s sucedidos durante la dictadura militar.<br />

…<br />

Duhalde admite reclamaciones de Saiegh, pero no es vinculante:<br />

3. (C) El 29 de noviembre, <strong>el</strong> Embajador se reunió con <strong>el</strong> Secretario para los Derechos<br />

Humanos, Eduardo Luis Duhalde…<br />

El embajador comenzó señalando <strong>el</strong> interés d<strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos en <strong>el</strong> Caso Saiegh<br />

debido a la Ley sobre Antisemitismo, que autoriza al Departamento de Estado a vigilar <strong>el</strong><br />

antisemitismo en forma global (universal) e informar anualmente al Congreso.<br />

Duhalde señaló que conocen <strong>el</strong> Caso Saiegh muy bien, y que en 2004 emitió una opinión no<br />

vinculante en la que se dice que Saiegh fue una víctima d<strong>el</strong> Estado <strong>el</strong> terrorismo y <strong>el</strong><br />

antisemitismo. … Duhalde explicó que la Secretaría no es un tribunal y que la posición no es<br />

vinculante…<br />

… A pesar de <strong>el</strong>lo, Duhalde también sostuvo que <strong>el</strong> lenguaje utilizado en la carta es <strong>el</strong> más<br />

fuerte que la Secretaría puede utilizar para apoyar la defensa de Saiegh.<br />

…<br />

4. (C) Cuando <strong>el</strong> embajador le preguntó qué opciones tenía Saiegh para resolver <strong>el</strong> asunto,<br />

Duhalde afirmó que la decisión actualmente reside en <strong>el</strong> Ministerio de Economía. … Expresó su<br />

interés en que se resu<strong>el</strong>va <strong>el</strong> Caso Saiegh, y señaló que se había planteado la cuestión con la<br />

ex ministra de Economía, F<strong>el</strong>isa Mic<strong>el</strong>i, y la intención de hacer lo mismo con <strong>el</strong> ministro de<br />

Economía entrante, Martín Lousteau…<br />

Cuando <strong>el</strong> embajador le preguntó si había habido <strong>caso</strong>s similares, Duhalde dijo que había<br />

habido varios r<strong>el</strong>acionados con empresas argentinas, y que la mayoría se han resu<strong>el</strong>to de<br />

manera amistosa fuera de los tribunales…<br />

Saiegh sostiene que la opinión de Duhalde tiene peso legal:<br />

5. (C) Saiegh consideró la respuesta de Duhalde como "positiva", pero lamentó que <strong>el</strong><br />

secretario de Derechos Humanos no se ofreció a plantear la cuestión con <strong>el</strong> Presidente.<br />

A pesar de la explicación de Duhalde, Saiegh sostuvo que la solución es una resolución<br />

administrativa con peso legal…<br />

… Saiegh expresó su frustración con la demora d<strong>el</strong> Gobierno sobre la decisión de su <strong>caso</strong> y<br />

reiteró su preocupación acerca de que <strong>el</strong> gobierno argentino está respondiendo con evasivas a<br />

la Embajada.<br />

-229-


6. (C) Cuando se le preguntó si había considerado llevar <strong>el</strong> <strong>caso</strong> ante la Comisión<br />

Interamericana de Derechos Humanos, dijo que él trató de hacerlo hace años, cuando <strong>el</strong><br />

ministro de R<strong>el</strong>aciones Exteriores (Jorge) Taiana trabajó en la OEA, pero le dijeron que tenía<br />

que agotar todos los recursos nacionales judiciales y administrativos antes de poder hacerlo…<br />

DAIA: Kirchner ha revisado <strong>el</strong> asunto…<br />

7. (C) En una conversación aparte con <strong>el</strong> Embajador, <strong>el</strong> 1 de diciembre, Aldo Donzis,<br />

Presidente de la DAIA, confió que a su entender, la ministra de Economía, F<strong>el</strong>isa Mic<strong>el</strong>i, había<br />

remitido <strong>el</strong> Caso Saiegh al presidente Kirchner para tomar una decisión.<br />

Donzis afirmó que la DAIA había hablado a Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia,<br />

que según los informes indicaron que Kirchner no puede decidir sobre <strong>el</strong> asunto por temor a<br />

sentar un precedente.<br />

Comentario:<br />

8. (C) Las decisiones d<strong>el</strong> gobierno y los dictámenes jurídicos permiten una variedad de<br />

interpretaciones. Esto explica por qué <strong>el</strong> gobierno argentino puede interpretar un documento<br />

legal de una manera, mientras que Saiegh y sus abogados pueden interpretar <strong>el</strong> mismo<br />

documento de otra.<br />

A pesar de la frustración de Saiegh por la lentitud de los procesos judiciales, <strong>el</strong> <strong>caso</strong> parece<br />

estar recibiendo <strong>el</strong> debido proceso, al menos desde ciertos aspectos de su <strong>caso</strong> están siendo<br />

escuchados a través de los tribunales y en <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> administrativo. ...<br />

3er. Cable: http://www.cablegatesearch.net/cable.php?id=08BUENOSAIRES968&q=<strong>saiegh</strong><br />

Tema: Pedido de Instrucciones<br />

4 de febrero de 2008<br />

Confidencial<br />

Referencia: A. 07 Buenos Aires 1943<br />

…<br />

Resumen:<br />

El Embajador ha planteado a niv<strong>el</strong> de funcionarios d<strong>el</strong> gabinete d<strong>el</strong> gobierno argentino <strong>el</strong> <strong>caso</strong><br />

d<strong>el</strong> señor Eduardo Saiegh, un ciudadano argentino que en 1980 fue secuestrado, torturado y<br />

desposeído de un banco de su propiedad durante la dictadura militar en Argentina entre 1976-<br />

1983.<br />

La cuestión ha resultado ser más complicada y espinosa que lo previsto originalmente. Con <strong>el</strong><br />

fin de asegurar que podemos avanzar de una manera más eficaz y coordinada posible se<br />

reitera la solicitud de instrucciones...<br />

Recientemente hemos recibido un número de mensajes de correo <strong>el</strong>ectrónico d<strong>el</strong> Dr. Gregg<br />

Rickman, enviado especial para <strong>el</strong> seguimiento y combate d<strong>el</strong> antisemitismo, <strong>el</strong> rabino Morton<br />

Rosenthal, <strong>el</strong> ex Director de Anti-Defamation League de América Latina, y <strong>el</strong> propio Saiegh,<br />

instando al embajador de <strong>el</strong>evar <strong>el</strong> <strong>caso</strong> d<strong>el</strong> señor Saiegh a la presidenta argentina, Cristina<br />

Fernández de Kirchner (CFK) y a otras entidades d<strong>el</strong> gobierno.<br />

3. (SBU) El 30 de enero, <strong>el</strong> embajador recibió un e-mail d<strong>el</strong> rabino Morton Rosenthal, ex<br />

director de la Anti-Defamation League para América Latina, solicitando que <strong>el</strong> embajador trate<br />

<strong>el</strong> tema d<strong>el</strong> Caso Saiegh durante su reunión d<strong>el</strong> 31 de enero con CFK.<br />

-230-


El 31 de enero, <strong>el</strong> señor Saiegh envió un correo <strong>el</strong>ectrónico al Embajador con la misma<br />

petición, reiterando su oferta de resolver <strong>el</strong> <strong>caso</strong> por aproximadamente 15 millones de dólares,<br />

lo que puede utilizar para crear un fondo de inversión entre Estados Unidos y Argentina.<br />

También <strong>el</strong> 31 de enero, se recibió un e-mail de Gregg Rickman… instando al embajador de<br />

<strong>el</strong>evar <strong>el</strong> <strong>caso</strong> Saiegh.<br />

4. El embajador discutió <strong>el</strong> Caso Saiegh con altos funcionarios argentinos, entre <strong>el</strong>los <strong>el</strong><br />

ministro de Economía, Martín Lousteau; <strong>el</strong> canciller, Jorge Taiana; <strong>el</strong> secretario de Derechos<br />

Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y <strong>el</strong> ex ministro de Economía, Migu<strong>el</strong> Peirano.<br />

La cuestión resultó ser más complicada de lo previsto originalmente. A fin de garantizar<br />

avances más eficaces, reitero <strong>el</strong> mensaje de solicitud de instrucciones d<strong>el</strong> Departamento.<br />

5. … Saiegh, claramente, quiere que la Embajada negocie un acuerdo por él con <strong>el</strong> gobierno<br />

argentino. Desde <strong>el</strong> gobierno argentino sostiene que <strong>el</strong> Caso Saiegh se encuentra todavía en<br />

los tribunales… por eso tenemos que conciliar nuestro deseo de ayudar a resolver <strong>el</strong> Caso<br />

Saiegh con <strong>el</strong> respeto de la autonomía judicial (argentina).<br />

La Embajada está dispuesta a seguir <strong>el</strong>evando <strong>el</strong> Caso Saiegh con altos funcionarios de niv<strong>el</strong><br />

medio y de la nueva administración que asumió <strong>el</strong> 10 de diciembre (de 2008).<br />

…<br />

Wayne.<br />

4to. Cable: http://wikileaks.org/cable/2008/02/08BUENOSAIRES154.html<br />

Cable d<strong>el</strong> 11 de febrero de 2008<br />

Confidencial<br />

Clasificado por: Embajador E. Anthony Wayne<br />

El 13 de febrero se realizó una reunión prevista con <strong>el</strong> ministro argentino de Economía, Martín<br />

Losteau.<br />

Fue una exc<strong>el</strong>ente oportunidad para que <strong>el</strong> Embajador retomara sus esfuerzos en favor d<strong>el</strong><br />

señor Eduardo Saiegh, <strong>el</strong> ciudadano argentino que en 1980 fue secuestrado, torturado, etc.,<br />

con <strong>el</strong> objetivo de garantizar su defensa y para avanzar d<strong>el</strong> modo más eficaz.<br />

Reitero la petición de obtener instrucciones, de manera de coordinar las formas posibles, d<strong>el</strong><br />

Departamento de Estado…<br />

Wayne.<br />

5to. Cable: http://www.cablegatesearch.net/cable.php?id=08BUENOSAIRES188&q=<strong>saiegh</strong><br />

Tema: El ministro de Economía de Argentina prioriza <strong>el</strong> Club de París Resolución, Clima<br />

de Inversión<br />

15 de febrero de 2008<br />

Confidencial<br />

…<br />

Casos de reclamos pendientes<br />

11. (U) El Embajador señaló la estrecha colaboración de la Embajada con <strong>el</strong> Ministerio de<br />

Economía sobre las controversias en las que participaron empresas de EE.UU., incluyendo dos<br />

controversias r<strong>el</strong>acionadas con las reclamaciones la compañía de Seguros TIG y Bowne.<br />

-231-


…<br />

El Embajador también destacó <strong>el</strong> trabajo con <strong>el</strong> Ministerio de Economía sobre <strong>el</strong> <strong>caso</strong> d<strong>el</strong><br />

ciudadano argentino Eduardo Saiegh para lograr una compensación por parte d<strong>el</strong> gobierno por<br />

su secuestro en 1980 y la pérdida de su participación en <strong>el</strong> Banco Latinoamericano. (Saiegh<br />

afirma que no fue sólo una víctima de secuestro y tortura, sino también una víctima de la <strong>el</strong><br />

antisemitismo).<br />

(Martín) Lousteau expresó su ignorancia sobre <strong>el</strong> <strong>caso</strong>, pero consultó con <strong>el</strong> secretario de<br />

Finanzas Secondini para coordinar estos temas con la Embajada.<br />

6to. Cable: http://www.cablegatesearch.net/cable.php?id=08BUENOSAIRES229&q=<strong>saiegh</strong><br />

25 de febrero de 2008<br />

Confidencial<br />

Clasificado por: Embajador E. Anthony Wayne<br />

…<br />

1. (C) Durante una reunión de 21 de febrero con <strong>el</strong> nuevo ministro de Economía argentino,<br />

Martín Lousteau, los representantes Eng<strong>el</strong> (D-NY), Green (D-TX), Hinchey (D-NY), W<strong>el</strong>ler (R-<br />

IL), y Foxx (R-NC)) presionaron a Lousteau para definir temas de creciente importancia para <strong>el</strong><br />

Congreso:<br />

1) Perspectivas de negociar un acuerdo con los tenedores de bonos que se negaron a<br />

participar en <strong>el</strong> canje de deuda 2005 (pendiente de de Argentina en 2001 por default),<br />

2) Pago de las deudas vencidas a los acreedores oficiales (Club de París), y<br />

3) Las perspectivas de la negociación de un acuerdo en r<strong>el</strong>ación al Caso Saiegh por violación a<br />

los derechos humanos y antisemitismo.<br />

Lousteau consideró exitoso <strong>el</strong> canje de deuda d<strong>el</strong> 2005, afirmando que <strong>el</strong> 87% de los tenedores<br />

de bonos en los EE.UU. participaron...<br />

(Losteau)… Afirmó que <strong>el</strong> gobierno argentino quiere pagar los atrasos con <strong>el</strong> Club de París,<br />

pero que no aceptará <strong>el</strong> rol de supervisión d<strong>el</strong> FMI…<br />

En cuanto a la disputa por <strong>el</strong> Caso Saiegh, Lousteau y su secretario de Finanzas, Hugo<br />

Secondini, indicaron que <strong>el</strong> sistema judicial argentino no dictó una resolución en favor de<br />

Saiegh y, por tanto, <strong>el</strong> gobierno argentino no está en condiciones de negociar ante la falta de<br />

una resolución judicial.<br />

A pesar de <strong>el</strong>lo, accedió a revisar la información disponible sobre <strong>el</strong> <strong>caso</strong>…<br />

…<br />

4. Eng<strong>el</strong> destacó <strong>el</strong> alto niv<strong>el</strong> de interés d<strong>el</strong> Congreso y d<strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos en <strong>el</strong><br />

Caso Saiegh, a partir de su experiencia en 1980 cuando fue detenido, torturado, y desposeído<br />

de su banco, Banco Latinoamericano…<br />

El representante Eng<strong>el</strong> calificó <strong>el</strong> <strong>caso</strong> como una "Farsa", y aunque reconoce que hay muchos<br />

otros estos <strong>caso</strong>s sucedidos durante la dictadura militar de la década de 1970 y principios de<br />

1980, este <strong>caso</strong> -en particular- … ha llamado la atención d<strong>el</strong> más alto niv<strong>el</strong> de ambos partidos<br />

en <strong>el</strong> Congreso…<br />

…<br />

9. En cuanto al conflicto en <strong>el</strong> Caso Saiegh, Lousteau y su secretario de Finanzas Secondini<br />

argumentaron que <strong>el</strong> sistema judicial argentino no ha tomado una decisión a favor de Saiegh, lo<br />

que significa que no ha habido una determinación oficial sobre los hechos o cualquier otra<br />

culpabilidad (responsabilidad) en la expropiación d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano.<br />

-232-


Sin tal resolución, Lousteau comentó que <strong>el</strong> gobierno argentino no está en condiciones de<br />

negociar un acuerdo de liquidación.<br />

Sin embargo, aseguró a los representantes d<strong>el</strong> Congreso que <strong>el</strong> secretario de Finanzas,<br />

Secondini, revisará toda la documentación disponible sobre <strong>el</strong> <strong>caso</strong> para discutirlo con mayor<br />

detalle con los representantes de la Embajada.<br />

10. El embajador designado ante los Estados Unidos, Héctor Timerman, también presente en<br />

la reunión, acordó que la experiencia d<strong>el</strong> señor Saiegh fue una farsa.<br />

Describió la experiencia de su propia familia con la tortura a manos de la dictadura en la<br />

década de 1970, y afirmó que <strong>el</strong> Congreso y <strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos ayudaron a salvar<br />

muchas vidas durante ese período, incluyendo la de su padre.<br />

Timerman argumentó que no había nada bloqueando la búsqueda de justicia en <strong>el</strong> Caso<br />

Saiegh a través de los tribunales argentinos, y que la justicia es <strong>el</strong> medio adecuado para<br />

resolver este reclamo.<br />

(Nota: Posteriormente, <strong>el</strong> señor Saiegh, dijo que tiene una resolución administrativa a su favor<br />

que, según él, debería ser suficiente para <strong>el</strong> gobierno argentino para tratar de aceptar llegar a<br />

un acuerdo).<br />

7mo. Cable: http://www.cablegatesearch.net/cable.php?id=08BUENOSAIRES968&q=<strong>saiegh</strong><br />

15 de julio de 2008<br />

Confidencial<br />

Referencia: Buenos Aires 01924<br />

Clasificado por: Embajador E. Anthony Wayne POR RAZONES DE 1.4 (b) y (D)<br />

1. (C) Resumen. El 2 de julio, <strong>el</strong> enviado especial para <strong>el</strong> Monitoreo y Lucha contra <strong>el</strong><br />

Antisemitismo, Gregg Rickman, se reunió con Eduardo Saiegh, un judío argentino que renunció<br />

a su banco bajo presión, después de haber sido secuestrado y torturado durante una semana<br />

por la dictadura militar en 1980.<br />

Saiegh revisó los temas de su <strong>caso</strong> (ref. A) y pidió ayuda al gobierno de Estados Unidos en <strong>el</strong><br />

desarrollo de un plan de acción para instar al gobierno argentino para resolver su tema. El 3 de<br />

julio, Rickman y DCM K<strong>el</strong>ly se reunieron con <strong>el</strong> Director General de Asuntos Bilaterales, Vicente<br />

Espeche Gil, para presentar <strong>el</strong> Caso Saiegh.<br />

Espeche Gil expresó su sorpresa de que Rickman planteara <strong>el</strong> <strong>caso</strong>, afirmando que Rickman<br />

había recibido la respuesta de la posición de Argentina por medio d<strong>el</strong> embajador Héctor<br />

Timerman, "<strong>el</strong> funcionario argentino explicó posición al respecto", y añadió cortésmente, pero<br />

con firmeza, que "Argentina no reconoce <strong>el</strong> interés d<strong>el</strong> gobierno de Estados Unidos en este<br />

<strong>caso</strong>".<br />

En otra reunión con <strong>el</strong> secretario de Derechos Humanos d<strong>el</strong> Ministerio de <strong>Justicia</strong>, Eduardo<br />

Luis Duhalde, <strong>el</strong> secretario indicó que <strong>el</strong> Caso Saiegh es "difícil de resolver a través d<strong>el</strong> proceso<br />

administrativo" y recomendó que Saiegh siga su <strong>caso</strong> a través de los tribunales argentinos”.<br />

MFA RESPUESTA: Saiegh debe pasar por los tribunales<br />

3. (C) El 3 de julio, Rickman, se reunió con <strong>el</strong> Director General de Asuntos Bilaterales, Vicente<br />

Espeche Gil, para plantear <strong>el</strong> <strong>caso</strong> de los derechos humanos de Eduardo Saiegh.<br />

Rickman pidió que se lo trate de manera justa y con justicia.<br />

Espeche Gil expresó su sorpresa de que Rickman planteara <strong>el</strong> <strong>caso</strong>, y amablemente, pero con<br />

firmeza, declaró que la Argentina Embajador en los Estados Unidos Héctor Timerman ya había<br />

explicado la posición d<strong>el</strong> gobierno argentino.<br />

-233-


Espeche Gil recordó que Saiegh es de nacionalidad argentina y que tiene acceso al sistema<br />

judicial. Y que si Saiegh no está satisfecho con <strong>el</strong> resultado en los tribunales, puede llevar <strong>el</strong><br />

asunto a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).<br />

También reiteró que <strong>el</strong> gobierno argentino "no reconoce <strong>el</strong> interés d<strong>el</strong> gobierno de Estados<br />

Unidos en este <strong>caso</strong>", y agregó que "todos los argentinos tienen acceso a la justicia y que<br />

Saiegh no es una excepción”.<br />

Respuesta de Duhalde: solución administrativa "muy difícil"<br />

4. (C) Rickman también trató <strong>el</strong> Caso Saiegh con <strong>el</strong> secretario de Derechos Humanos Eduardo<br />

Luis Duhalde, quien estuvo acompañado por <strong>el</strong> asesor principal, Rodolfo Mattarolo, y la<br />

directora Nacional para Asuntos Internacionales de Derechos Humanos, Andrea Gualde.<br />

Rickman preguntó si <strong>el</strong> gobierno argentino tenía un proceso por <strong>el</strong> cual las víctimas de la<br />

‘guerra sucia’ en la Argentina, entre 1976-1983 podían: 1) buscar reparaciones d<strong>el</strong> Gobierno<br />

por los abusos de derechos humanos cometidos, y 2) buscar la restitución de los bienes<br />

incautados durante la dictadura militar.<br />

Duhalde afirmó que <strong>el</strong> gobierno argentino tiene un proceso de reparaciones, pero no la<br />

restitución. Explicó que hay tres vías diferentes para las víctimas que buscan reparaciones:<br />

1) para los que "desaparecieron" durante <strong>el</strong> régimen militar, se define una suma fija que se<br />

paga a los familiares,<br />

2) para los presos políticos, en este <strong>caso</strong> <strong>el</strong> pago se calcula sobre la base d<strong>el</strong> número de días<br />

que la persona fue detenida, y<br />

3) para los niños que nacieron en cautiverio y que fueron adoptados ilegalmente por familias de<br />

militares.<br />

También indicó que los ciudadanos que buscan la restitución de los bienes confiscados durante<br />

<strong>el</strong> régimen militar deben obtener una reparación en los tribunales.<br />

5. (C) Rickman alienta a Duhalde a considerar <strong>el</strong> desarrollo de un proceso mediante <strong>el</strong> cual los<br />

ciudadanos argentinos cuyos activos fueron confiscados durante <strong>el</strong> régimen militar podrían<br />

buscar reparaciones.<br />

Refiriéndose a su experiencia en <strong>el</strong> desarrollo de este tipo de procesos para atender los<br />

reclamos de las víctimas judías cuyos bienes fueron confiscados en la Alemania nazi, sugirió<br />

que habría que proporcionar a las víctimas la oportunidad de presentar sus demandas, que<br />

puedan ofrecer pruebas que acrediten su propiedad anterior, y solicitar una indemnización.<br />

Duhalde dijo que estos problemas en la Argentina se solucionan mediante <strong>el</strong> Poder Judicial, y<br />

que la ley ofrece garantías contra la impunidad.<br />

6. (C) Duhalde señaló que los <strong>caso</strong>s de restitución son difíciles de probar debido a que la<br />

dictadura militar hizo muchas transacciones ilícitas con documentos falsos.<br />

Rickman recordó que cuando estaba trabajando para resolver temas similares en reclamos de<br />

restitución por las confiscaciones nazis en Europa, muchos solicitantes fueron capaces de<br />

demostrar su propiedad anterior, incluso después de cincuenta años.<br />

Matarollo dijo en tono ‘simpático’: "Eso es Alemania", señalando que Alemania es mucho mejor<br />

en los registros. También indicó que parecía que <strong>el</strong> <strong>caso</strong> d<strong>el</strong> banco de Saiegh, durante la<br />

dictadura militar, fue voluntariamente liquidado y no bajo presión.<br />

7. (C) Duhalde explicó que él siempre tuvo la opinión de que la experiencia de Saiegh fue<br />

compatible con la metodología empleada por la dictadura militar en contra de la discriminación<br />

ejercida contra las víctimas judías d<strong>el</strong> terrorismo de Estado.<br />

-234-


Afirmó, sin embargo, que no era jurídicamente vinculante y que "no está a mi alcance" resolver<br />

<strong>el</strong> Caso Saiegh.<br />

Opinó que <strong>el</strong> Caso Saiegh es "muy difícil de resolver a través d<strong>el</strong> proceso administrativo", y<br />

recomendó que Saiegh continúe su <strong>caso</strong> "a través de los tribunales argentinos".<br />

Mattarolo indicó su simpatía o afinidad con las preocupaciones de Saiegh, y sugirió presentar<br />

una demanda contra <strong>el</strong> Estado o, incluso, en contra de los propios autores.<br />

Y añadió que <strong>el</strong> Caso Saiegh no fue un <strong>caso</strong> de discriminación debido a que la junta militar<br />

ejerció “una represión ilegal en general y generalizada ".<br />

Rickman cerró la reunión agradeciendo a Duhalde por la explicación y reiterando <strong>el</strong> interés de<br />

Estados Unidos en ver que <strong>el</strong> Caso Saiegh se resu<strong>el</strong>va de manera justa y con justicia.<br />

9. (U) Este cable fue aprobado por <strong>el</strong> Enviado Especial Gregg Rickman.<br />

Wayne.<br />

-235-


Reseña C.V. de Eduardo E. Saiegh<br />

Eduardo Ezra Saiegh nació en Bs. As. <strong>el</strong> 28 de enero de 1937.<br />

Bachiller d<strong>el</strong> Nacional Bs. As. , es Arquitecto graduado en 1964 en la FADU-UBA<br />

Tiene 3 hijos y 11 nietos.<br />

Cliquee en <strong>el</strong> título para acceder a una versión actualizada de la Reseña de vida de Eduardo Saiegh.<br />

Resumen de Actividades y Realizaciones:<br />

PROFESIONALES:<br />

Desde <strong>el</strong> año 1964, su Estudio de Arquitectura realizo <strong>el</strong> Proyecto y Dirección de Obra de<br />

aproximadamente 60 obras ejecutadas, totalizando más de 180.000 m2 de construcción,<br />

en edificios de viviendas, oficinas, centros recreativos, deportivos y sociales para<br />

sindicatos, escu<strong>el</strong>as y universidades, edificios para entidades financieras y<br />

establecimientos fabriles.<br />

Consideramos importante en <strong>el</strong> desarrollo profesional, la concepción y producción de lo<br />

que hemos dado en llamar “Una Arquitectura de Sistemas”. Referido a la<br />

“Industrialización de la Construcción” hubo una primera etapa de realización dedicada<br />

al hormigón en sus mas diversas aplicaciones, fundamentalmente para viviendas<br />

industrializadas de carácter social, como desarrolladores d<strong>el</strong> “Sistema Visa”. Asimismo<br />

se realizaron pan<strong>el</strong>es integrales de cerramientos de fachadas, cuyo exponente más<br />

significativo es <strong>el</strong> Edificio PROA. Los propios “Sistemas de Arquitectura Social”,<br />

constituyen una innovación en <strong>el</strong> campo de la arquitectura, como una nueva disciplina de<br />

nuestra profesión.<br />

Investigación aplicada a la construcción, obras publicadas, artículos y notas<br />

especializadas, comparten y complementan la tarea profesional.<br />

Las realizaciones de arquitectura más significativas son:<br />

• Guido 1640, Capital. Edificio de departamentos, 5.000 m2. 20 dúplex con piscina y<br />

solarium. Primera Programación de Obra por Camino Crítico de este tipo en <strong>el</strong> país.<br />

• Edificio de la Cooperativa Mayo. Ganado en concurso privado por invitación de<br />

anteproyectos. Superficie, 2.000 m2. Primer ascensor de vidrio sin pasadizo realizado en<br />

<strong>el</strong> país.<br />

• Complejo Recreativo, Deportivo, de Mini-turismo y Social S.E.T.I.A. Sindicato de<br />

Empleados Textiles de la Industria y Afines. En Ezeiza, Prov. de Bs. As., Autopista Richieri,<br />

sobre fracción de 14 Has. Superficie total cubierta de 24.000 m2; 3 natatorios (1olímpico) e<br />

instalaciones deportivas y sociales integrales.<br />

• Edificio "PROA" de Oficinas. Leandro N. Alem esq. Córdoba y 25 de Mayo. Superficie<br />

3.500 m2. Cerramiento exterior totalmente prefabricado en pan<strong>el</strong>es de hormigón con<br />

carpintería incorporada.<br />

-236-


• Proyecto, Dirección y Construcción de la primera Fábrica de Viviendas<br />

Industrializadas en <strong>el</strong> país, en la Ciudad de Paraná, Entre Ríos. 4.500 m2 sobre un<br />

predio de 2 Has.,con una capacidad instalada de 1000 viviendas/ año. para la planificación,<br />

desarrollo, fabricación y construcción d<strong>el</strong> Sistema VISA (m.r.), desarrollado en <strong>el</strong> propio<br />

estudio, con CAT (Cert. Apt. Tec.) Secret. de Vivienda Nación. Construcción para los<br />

Institutos Provinciales de Vivienda. Construcción de más de 1.000 viviendas para 8 barrios<br />

en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes y Formosa.<br />

• Villanueva 1348/50. Catorce unidades de viviendas en pisos-residencias de<br />

aproximadamente 600 m2 totales cada uno, con piscinas individuales, terrazas parquizadas,<br />

parrilla y sauna 2 Torres de 10.000 m2.<br />

• A partir d<strong>el</strong> año 92, con la intervención de la Consultora Para La Propiedad Privada Participada<br />

(CPPP), la participación de la Fundación para la Integración Latinoamericana (F.I.L.) y <strong>el</strong><br />

auspicio de la Embajada de USA, puso en marcha <strong>el</strong> Programa Habitacional de Propiedad<br />

Participada denominado “Proyecto Vida” para la realización de un mod<strong>el</strong>o habitacional de<br />

núcleos urbanos de 600 viviendas cada uno.<br />

• Durante los años 93/94, se proyecto y planifico <strong>el</strong> “Proyecto Vida” con los organismos<br />

intervinientes y se estructuró un sistema por <strong>el</strong> cual se articuló la organización de la oferta con<br />

la organización de la demanda, firmándose un acuerdo con la AJA (Asociación Judicial<br />

Argentina) por <strong>el</strong> cual, con <strong>el</strong> patrocinio d<strong>el</strong> Ministerio de <strong>Justicia</strong>, se gestionó ante la<br />

Corporación Puerto Madero la adquisición de las tierras necesarias para la construcción de un<br />

conjunto habitacional de 1000 viviendas para los magistrados, con toda la infraestructura<br />

comunitaria necesaria, junto a la proyectada futura Ciudad Judicial. La financiación para <strong>el</strong><br />

conjunto habitacional fue acordada en USA con 3 bancos de inversión y <strong>el</strong> BAPRO como<br />

fideicomisario de la operación, incorporándose posteriormente <strong>el</strong> Banco Ciudad de Buenos<br />

Aires. La suspensión d<strong>el</strong> proyecto Ciudad Judicial frustró este emprendimiento luego de 3 años<br />

de trabajo.<br />

• En los años 95-96, por las tareas previas institucional y empresaria desarrolladas entre la<br />

Consultora, la Fundación (FIL) y la Embajada de USA, se nos encomendó en FEMATEC 96’<br />

la realización a nuestro cargo de todo <strong>el</strong> Pab<strong>el</strong>lón de Estados Unidos llamado “USA BUILDS<br />

EXPO 96” y <strong>el</strong> Seminario sobre “Tecnología, Habitat y Bienestar”. La Consultora como<br />

desarrollo empresarial constituyó la división “USA TECHNO”<br />

• En <strong>el</strong> año ´97 se proyecta <strong>el</strong> Edificio “La Nave”, Av. Leandro N. Alem 641, Capital. Proyecto<br />

para edificio PB y 13 pisos, 4.700 m2. Edificio Emblemático de Estacionamientos y Suites-<br />

Office, con estructura portante metálica a la vista.<br />

• Ese mismo año se desarrolla <strong>el</strong> “CITYCENTER” (m.r.) Mod<strong>el</strong>o urbanístico para <strong>el</strong><br />

equipamiento y abastecimiento de todas las necesidades básicas de una comunidad. Funciona<br />

-237-


como centro de encuentro y participación comunitaria y como polo de desarrollo barrial,<br />

diferenciándose cultural y por cobertura de todo tipo servicios d<strong>el</strong> shopping y paseos de<br />

compras.<br />

• En <strong>el</strong> año 1998 se propone al Gobierno de la Ciudad <strong>el</strong> “Programa de Transformación<br />

Urbana de la Av. Leandro N. Alem” y su desarrollo, con 3.500 estacionamientos<br />

subterráneos, transporte y mobiliario urbano.<br />

• Durante <strong>el</strong> año 1999 se desarrolla y patenta <strong>el</strong> “Sistema AutoPark”, de estacionamientos y<br />

cocheras automatizadas y robotizada, de carácter innovativo a niv<strong>el</strong> internacional. Kit<br />

industrializado en acero y de producción seriada. En curso de desarrollo.<br />

• En <strong>el</strong> año 2000 se presenta REDUR (Red Urbana de Estacionamientos), propuesta al<br />

Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en base al Sistema AutoPark para la realización de<br />

centros intermodales de transferencia en combinación con <strong>el</strong> transporte público en la periferia<br />

de la ciudad a efectos de ofrecer alternativas de combinación entre transporte privado y<br />

público.<br />

• En <strong>el</strong> 2001 se realiza <strong>el</strong> Reciclaje d<strong>el</strong> Edificio UIA (Unión Industrial Argentina) Av, de Mayo<br />

1143, como asesor d<strong>el</strong> Comitente en <strong>el</strong> proyecto y la construcción.<br />

Se continúa con <strong>el</strong> desarrollo Sistema AutoPark en los aspectos técnicos–económicos y<br />

estudios de mercado.<br />

• En <strong>el</strong> año 2002 se realiza la investigación y análisis de mercado para desarrollo d<strong>el</strong><br />

“Sistema AutoPark” en Chile. Descripción tareas ejecutadas s/Dtos. Elaborados y<br />

Acuerdos establecidos. Maqueta digital.3D y Prototipo en curso para las obras de la<br />

Estación Polimodal 5ª.Normal (500 estac.) y <strong>el</strong> estacion. subterráneo Plaza Loreto (300<br />

estac.) en Stgo. de Chile.<br />

EXTRA - PROFESIONALES:<br />

• Acreedor de varios premios arquitectónicos en <strong>el</strong> tema de “Vivienda Económica”<br />

• (P.E.V.E., Plan de Viviendas Económicas d<strong>el</strong> B.H.N., y Secretaría de Vivienda y Ord.<br />

Ambiental, años 68 al 74).<br />

• Ex-Docente en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo.<br />

• Autor de trabajos publicados sobre: “La Vivienda Social”; <strong>el</strong> Financiamiento y la Deuda Externa.<br />

• Autor d<strong>el</strong> proyecto de Ley sobre la creación d<strong>el</strong> Sistema Nacional de Urbanismo y Vivienda<br />

“SINURVI” y Sistema Financiero Habitacional presentado en <strong>el</strong> Honorable Congreso de la<br />

Nación por <strong>el</strong> Diputado Luis Rubeo en junio de 1984.<br />

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EMPRESARIALES:<br />

• Proyecto e instalación de la primera fábrica en <strong>el</strong> país de viviendas de hormigón<br />

industrializadas, año 1974, en Paraná, con una producción de 1.000 viviendas/año<br />

• Accionista mayoritario y Fundador d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano de Inversión en <strong>el</strong> año<br />

1975.<br />

• Representante d<strong>el</strong> Banco Latinoamericano ante <strong>el</strong> “International Managment FORUM”,<br />

Montreaux, Suiza, años 1979 y 1980.<br />

• Presidente y Fundador de la Consultora Para la Empresa de la Propiedad Privada<br />

Participada S.A desde 1989 (CPPP S.A.), asociado con Ronald Gilbert de USA, especialista<br />

internacional en <strong>el</strong> tema.<br />

Durante los años 90 al 94, la Consultora PPP S.A. organizó los Programas de la Propiedad<br />

Participada y concretó la venta de las acciones al personal de Gas d<strong>el</strong> Estado, Aerolíneas<br />

Argentinas, Tandanor y otras empresas públicas.<br />

En <strong>el</strong> año ´91 planificó y organizó la ingeniería financiera para <strong>el</strong> salvataje de la<br />

Cooperativa Hogar Obrero con <strong>el</strong> Sistema de la propiedad participada, logrando <strong>el</strong><br />

salvataje, pero no la utilización d<strong>el</strong> sistema.<br />

• Director y accionista de empresas constructoras, industriales y de servicios.<br />

INSTITUCIONALES<br />

• Miembro de la Sociedad Central de Arquitectos y d<strong>el</strong> Consejo Profesional de Arquitectura y<br />

Urbanismo<br />

• Representante d<strong>el</strong> país ante varios congresos internacionales sobre Vivienda Social y<br />

Urbanismo.<br />

• Fundador y Director de Proyectos de la Fundación para la Integración Latinoamericana<br />

(F.I.L) desde 1976. (Ver reseña de realizaciones de la FIL)<br />

• Jefe de asesores de la Presidencia de la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados y<br />

de Senadores de la Nación (1984 a 1986).<br />

• Asesor d<strong>el</strong> Dr. Carlos Menem y d<strong>el</strong> Dr. Domingo Cavallo desde agosto de 1988 hasta<br />

agosto de 1990 en temas político-empresariales.<br />

• Asesor d<strong>el</strong> Ministro de R<strong>el</strong>aciones Exteriores y Culto, Dr. Domingo Cavallo.<br />

• Embajador Extraordinario y Plenipotenciario para la Negociación de la Deuda Externa,<br />

designado por Decreto N° 707 d<strong>el</strong> 8/9/89 d<strong>el</strong> Poder Ejecutivo Nacional, como D<strong>el</strong>egado<br />

de la Cancillería y en representación de nuestro país, tarea desarrollada hasta finales d<strong>el</strong> 90.<br />

• Miembro de diversas Cámaras Empresarias, Institucionales y Socio-Culturales.<br />

Buenos Aires, Julio 2004<br />

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