Descargar reportaje (pdf) - Elena Sanz
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Los ojos también escuchan o el efecto McGurk<br />
En mayo de 2006, la<br />
revista Percept Psychophys<br />
publicaba que<br />
cuando las mujeres escuchan<br />
a otra persona<br />
la interacción entre la<br />
vista y el oído es mayor<br />
que en los hombres. A<br />
efectos prácticos, esta<br />
diferencia se traduce en<br />
que, en la comunicación<br />
cara a cara, las mujeres<br />
perciben mejor los gestos<br />
de articulación de los<br />
labios. Lo más sorprendente<br />
es que los científicos<br />
han observado que,<br />
en una película que ha<br />
sido doblada, la percep<br />
ción sonora de ciertas<br />
sílabas en sincro nía con<br />
rostros que pronuncian<br />
otras sílabas puede hacer<br />
que se modifique<br />
la percepción final. En<br />
otras palabras, si el sonido<br />
que se emite es<br />
/ga/ y la boca del actor<br />
está articulando /ba/,<br />
el espectador que lo ve<br />
escuchará un sonido parecido<br />
a /da/, intermedio<br />
entre los anteriores. Este<br />
fenómeno se conoce<br />
como efecto McGurk, y<br />
es más pronunciado en<br />
las personas del sexo<br />
femenino. n<br />
El área del lenguaje madura<br />
primero en la mujer; ellos<br />
desarrollan antes la geometría<br />
RENÉ QUIRÓS<br />
Mejor en<br />
público<br />
Normalmente los<br />
hombres hablan<br />
más a menudo<br />
y durante más<br />
tiempo en las<br />
reuniones de<br />
trabajo, aulas,<br />
conferencias...<br />
es decir, en el terreno<br />
profesional,<br />
donde se sienten<br />
más seguros que<br />
en el privado.<br />
Cada loco<br />
con su coco<br />
Estudios cerebrales<br />
muestran<br />
que en el hombre<br />
sólo el hemisferio<br />
izquierdo interviene<br />
en el lenguaje,<br />
mientras que<br />
la mujer usa<br />
ambos lados.<br />
AGE-FOTOSTOCK<br />
Las mujeres<br />
muestran<br />
una mayor<br />
interacción<br />
entre la vista<br />
y el oído<br />
cuando escuchan,<br />
y perciben<br />
mejor<br />
los gestos de<br />
los labios del<br />
que habla.<br />
de la Universidad Georgetown y<br />
director del Brain and Language<br />
Lab, cree que las claves de estas<br />
“ventajas femeninas” en el uso del<br />
lenguaje residen en dos sistemas<br />
de la memoria a largo plazo, ese<br />
almacén con tamaño ilimitado<br />
donde se guardan conocimientos<br />
e imágenes durante meses, años<br />
o décadas. Se trata de la memoria<br />
declarativa, que archiva datos sobre<br />
hechos y objetos, y la memoria<br />
de procedimiento o de habilidades,<br />
que contiene información<br />
sobre cómo se hacen las cosas.<br />
“Las mujeres se apoyan más en<br />
la memoria declarativa, que en<br />
el caso del lenguaje tiene que ver<br />
con las palabras, y los hombres<br />
han desarrollado más la memoria<br />
procedimental, que se utiliza en<br />
las reglas gramaticales”, asegura<br />
Ullman.<br />
Así, si el cerebro masculino<br />
recu rre a la gramática para<br />
construir frases –combinar “el”<br />
+ “gato”– o para obtener los<br />
tiempos verba les –“pesc”<br />
+o, para el presente de<br />
pescar–, el cerebro femenino<br />
almacena directamente<br />
“el gato”,<br />
“pescar”, “pesco” y<br />
todas las formas compuestas<br />
posibles. Esto<br />
explicaría también por<br />
qué el Alzheimer, que afecta sobre<br />
todo a la memoria de objetos<br />
y hechos, se hace más evidente en<br />
las mujeres.<br />
Ullman ha ido aún más lejos y<br />
ha comprobado que, en los momentos<br />
del ciclo menstrual con<br />
altos niveles de estrógenos, las<br />
mujeres mejoran su léxico. Lo<br />
que es más, si se trata a las mu<br />
BEN WELSH<br />
jeres con estrógenos y a los hombres<br />
con testosterona se observa<br />
que ambos potencian su memoria<br />
para las palabras. Todo apunta a<br />
que la química hormonal tiene<br />
mucho que ver con nuestro manejo<br />
del lenguaje.<br />
Otro hecho claro es que las diferencias<br />
entre sexos en lo que<br />
atañe al habla son especialmente<br />
pronunciadas en la infancia.<br />
Basta tener en cuenta como dato<br />
que, a los 18 meses de edad, el<br />
vocabulario de una niña dobla<br />
al de cualquier niño de la misma<br />
edad. Diversos estudios demuestran<br />
que el cerebro de unas<br />
y otros se desarrolla de forma<br />
diferente: mientras en las chicas<br />
las áreas del lenguaje son las primeras<br />
en madurar, los chicos son<br />
pioneros en el desarrollo de las<br />
regiones encargadas de las relaciones<br />
espaciales y la geometría.<br />
“Una educación que ignore estas<br />
diferencias producirá chicos que<br />
no saben escribir y chicas torpes<br />
para las matemáticas”, sostiene el<br />
psicólogo y médico Leonard Sax.<br />
l ¿Debe haber distinciones<br />
en la educación escolar?<br />
Sax sabe bien de lo que habla. En<br />
su libro Why gender matters –Por<br />
qué el género importa–, ha revisado<br />
los trabajos de investigación de los<br />
últimos 20 años y los ha resumido<br />
en lo que llama “una guía sobre<br />
lo que los padres y profesores necesitan<br />
saber acerca de la ciencia<br />
emergente de las diferencias entre<br />
sexos”. “La brecha entre géneros<br />
en algunas áreas ha aumentado en<br />
las últimas tres décadas”, asegura<br />
el investigador. “La proporción de<br />
chicas que estudian física y ciencias<br />
computacionales se ha reducido a la<br />
mitad; y los chicos son menos propensos<br />
a estudiar idiomas extranjeros,<br />
historia o música que hace 30<br />
años”. Sax está convencido de que<br />
ignorar las diferencias no sólo no<br />
acaba con ellas, sino que aumenta<br />
e intensifica los estereotipos. Y por<br />
eso defiende la educación diferenciada,<br />
no mixta, en las escuelas públicas.<br />
Al menos en ciertas asignaturas.<br />
“Hombres y mujeres pueden<br />
ser excelentes en cualquier materia:<br />
sólo hay que darles clase de forma<br />
distinta”, reitera.<br />
¿Escuela mixta o no? La polémica<br />
está servida. En EE UU, las<br />
televisiones, las radios y medios<br />
como USA Today, The Economist o<br />
Time se han metido de lleno en el<br />
debate. El número de escuelas norteamericanas<br />
con educación dife<br />
renciada ha aumentado de 7 a 223<br />
en sólo cuatro años. Sax se ha convertido<br />
en abanderado de la causa<br />
al fundar la Nacional Association<br />
for Single Sex Public Education.<br />
Entretanto en Europa, algunas<br />
escuelas mixtas de Gran Bretaña,<br />
Francia y Alemania han puesto en<br />
marcha iniciativas para estudiar los<br />
efectos que tendría sobre sus alumnos<br />
impartir ciertas asignaturas<br />
separando a chicos y chicas.<br />
“Es más fácil que el Mar del<br />
Norte se quede sin agua que una<br />
mujer se quede sin palabras”, reza<br />
un proverbio alemán. “Nada es<br />
más antinatural que un hombre<br />
hablador o una mujer callada”, dicen<br />
los escoceses. Pero la realidad<br />
es bien distinta. Aunque a lo largo<br />
de la historia se ha criticado a las<br />
mujeres por hablar demasiado,<br />
estudios recientes muestran que<br />
darle más o menos al palique depende<br />
del contexto. Los hombres<br />
hablan más a menudo y durante<br />
más tiempo en las reuniones, los<br />
grupos mixtos, las aulas, las conferencias…,<br />
en definitiva, en público.<br />
Sin embargo, en el terreno<br />
privado e informal, la voz cantante<br />
la llevan las mujeres.<br />
l Mientras ellos informan,<br />
ellas interactúan<br />
En este sentido, la lingüista<br />
norteamericana Deborah Tannen<br />
distingue entre conversaciones<br />
afectivas, que ponen énfasis en<br />
mostrar similitudes y compartir<br />
experiencias, más frecuentes entre<br />
mujeres, y las conversaciones<br />
informativas, centradas en contar<br />
historias, propias del género masculino.<br />
Exhibiendo sus conocimientos<br />
y habilidades, y atrapando<br />
la atención de la audiencia<br />
mediante anécdotas, historias o<br />
chistes, los hombres preservan su<br />
independencia y demuestran su<br />
estatus. “Para ellos, hablar tiene<br />
por objetivo informar; para ellas,<br />
interactuar”, dice Tannen.<br />
A la hora de conversar, el tema<br />
también importa. A raíz de sus investigaciones,<br />
Tannen ha observado<br />
que las chicas tienden a hablar<br />
largo y tendido sobre un mismo<br />
tema, mientras que los chicos saltan<br />
de uno a otro y son capaces de<br />
Algunos expertos en problemas<br />
de pareja creen que aproximadamente<br />
el 75% de los divorcios<br />
y muchos episodios de malos<br />
tratos y violencia de género<br />
se producen directa o<br />
indirectamente por la falta<br />
de entendimiento verbal.<br />
PEDRO COLL