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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES<br />

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES<br />

Ciencias de la Comunicación Social<br />

TRAS UN MANTO DE NEBLINAS<br />

EL CIRCUITO DE LAS FOTOS DE MALVINAS Y SU LUGAR EN LOS MEDIOS<br />

<strong>Tesina</strong> de Grado<br />

Alumno: María Esperanza Sanchez<br />

Tutor: Julio Menajovsky<br />

2011


Julio Menajovsky<br />

Cecilia Yacovino<br />

Mariano Vega y ARGRA<br />

Alejandro Reynoso<br />

Leandro de la Colina<br />

Héctor Rusticcini<br />

Daniel Rodríguez<br />

Eduardo Senn y José Silva<br />

Claudio Reino<br />

Liliana Maghenzani<br />

Silvio Zuccheri<br />

Eduardo “Pollo” Farré<br />

Nicolás Kasanzew<br />

Daniel Alonso<br />

Raquel San Martín y Teresa Riccitelli<br />

Luis Príamo<br />

Anthony Smith y Teresa Orfila<br />

Enrique Valiente Noailles<br />

Tte Coronel Gustavo Adolfo Tamaño<br />

Daniel García<br />

Román Von Eckstein<br />

Don Rypka<br />

Virginia Jaeschke<br />

Mi eterno agradecimiento a,<br />

Luis Ramírez Avila y Archivo Fotográfico de Télam<br />

Paula Tamborenea<br />

Pablo Moroni y GRANET<br />

“La gratitud es la memoria del corazón”


Indice<br />

Introducción............................................................................................3<br />

Marco Conceptual…………………………………………………………….6<br />

1. De cómo nace y qué significación adquiere la fotografía……..9<br />

2. La estructura textual en la fotografía periodística………………13<br />

Marco Metodológico………………………………………………………...15<br />

Marco Histórico…………………............................................................19<br />

1. Prensa y fotografía………………………………………………….19<br />

1.2. Agencias……………………………………………………..25<br />

1.3. En el Río de la Plata………………………………………..29<br />

1.4. Fotografía de guerra……………………........................31<br />

1.5. En el Río de la Plata II……………………………………..38<br />

2. Marco histórico: <strong>Argentina</strong> 1976-1982…………………………....43<br />

2.1. Antecedentes históricos y políticos …………………….49<br />

2.2. La prensa durante la dictadura…………………………...52<br />

2.3. La prensa durante la Guerra de Malvinas……………….57<br />

2.4. Cronología de la Guerra de Malvinas……………………62<br />

Desarrollo………………………………………........................................67<br />

1. Malvinas en los diarios……………………………………………..67


1.a) 2 de abril a 30 de abril de 1982……………………………….68<br />

1.b) 1º de mayo a 21 de mayo de 1982……………………….....75<br />

1.c) 21 de mayo al 14 de junio de 1982…………………………..90<br />

2. Malvinas según Gente y Siete Días…………………………….....100<br />

2.a) 2 de Abril a 25 de abril…………………………………………101<br />

2.b) 25 de abril a 21 de mayo………………………………………113<br />

2.c) 21 de mayo a 14 de junio……………………………………...129<br />

3. La otra historia……………………………………………………….142<br />

3.a) Procedencia de las imágenes.........................................142<br />

3.b) Las fotos profesionales………......................................144<br />

3.c) Las fotos “no profesionales”...........................................149<br />

3.c.1 Las primeras fotos........................................................151<br />

3.c.2 ¿Y por casa cómo andamos?........................................152<br />

3.c.3 La tierra bajo la alfombra................................................153<br />

4. Las fotos como objetos culturales……………………………….....159<br />

4.a) Fotos de prensa: circuitos y principios de circulación……..159<br />

4.b) La censura y el negocio con las fotos………………………..172<br />

A modo de conclusión…..…………………………………………………….176<br />

Bibliografía………………………………………………………………………179<br />

Anexo…………………………………………………………………………….185


Introducción<br />

Mayo de 1982. Una niña de 5 años envía una carta a un soldado desconocido que<br />

está en la guerra de Malvinas. Esa carta es un dibujo de ese mismo soldado sonriente<br />

que sostiene en su mano derecha una bandera argentina y en la izquierda una taza de<br />

chocolate humeante. ¿Cuánta verdad y cuánta imaginación hay en esa imagen?<br />

¿Qué imágenes de la guerra habrá visto esta niña en los diarios y revistas que<br />

circulaban en ese entonces como para que su producción sea la que envió por correo?<br />

¿Qué imagen de Malvinas tiene esa misma niña casi 30 años después? ¿Qué<br />

imágenes de Malvinas tenemos, en general, los argentinos que nacimos antes de<br />

1982 y que fueron alimentadas por las escasas fotos que aparecieron en los medios<br />

en aquel momento?<br />

Esta pequeña pero significativa historia no es otra que mi propia historia. Una historia<br />

personal que volvió a mi cabeza cuando estaba terminando la Carrera de<br />

Comunicación y debía elegir un tema para la tesina con la que obtendría el título de<br />

grado. Los recuerdos aparecían una y otra vez. La Guerra de Malvinas me sacudía de<br />

una manera que no lo había hecho antes y se instalaba definitivamente en mi mente. Y<br />

así, por una vuelta del destino, se juntaron un interés personal con una exigencia<br />

académica para comenzar esta historia que, a casi 30 años de la Guerra de Malvinas,<br />

culmina en el presente trabajo (el cual, en lo personal, significa mucho más que<br />

cumplir con un requisito universitario).<br />

Ése es el punto de partida y aquéllas son algunas de las preguntas que motivaron esta<br />

tesina. A partir de allí, un aluvión de otras preguntas aparecieron casi<br />

automáticamente. Preguntas que disparaban más preguntas. Preguntas que, a medida<br />

3


que ensayaba respuestas, mostraban la cada vez más inverosímil historia que se<br />

contó sobre la guerra. Preguntas que dolían; respuestas que desnudaban. Y, en el<br />

medio, las fotos de la guerra.<br />

¿Qué contaban esas fotos? Más importante aun ¿qué dejaban de contar?¿Por qué<br />

son tan pocas las fotos de Malvinas que se publicaron de abril a julio de 1982 y por<br />

qué encontramos tantas imágenes repetidas en los medios? ¿No existían más<br />

fotografías o se ocultaron deliberadamente? Si hay fotos no publicadas, ¿qué relato<br />

nos muestran?¿Por qué aun hoy es tan difícil acceder a imágenes de la<br />

guerra?¿Dónde están actualmente aquellas fotos, qué circuitos siguieron y qué pasó<br />

con los fotógrafos? Si bien las preguntas son muchas y disparan hacia varios frentes,<br />

éste es el territorio en el que se moverá la tesina y los cuestionamientos que definen<br />

su vocación. ¿Cuál es esa vocación?<br />

Vayamos por partes. Mucho se ha escrito sobre la Guerra de Malvinas, sobre sus<br />

móviles, sobre su lugar en la estrategia política del gobierno militar y sobre el papel del<br />

periodismo en el conflicto, por lo que no es novedad hacer referencia a la<br />

desinformación, al ocultamiento de los hechos y a la distorsión de lo que realmente<br />

ocurría en Malvinas que se llevó a cabo durante la guerra y que continuó mucho<br />

después de terminada. Ciertamente continuó por otras razones, en una versión más<br />

silenciosa, de una forma menos agresiva, más cercana a la desinformación por<br />

omisión que a la activa distorsión, pero no por “edulcorada” es una versión menos<br />

perniciosa. Y de esto no quedaron exentas las fotografías de la guerra.<br />

4


Por eso, frente al ocultamiento y desaparición al que fueron y son sometidas las<br />

imágenes de la guerra de Malvinas, la vocación de esta tesina es rescatarlas y<br />

traerlas al campo de visión. Rescate de las fotos en un doble sentido: rescate de las<br />

fotografías en tanto objetos (dónde están, cuáles son, qué circuitos siguieron, cómo<br />

fueron tomadas) y rescate de las significaciones que esos objetos-fotografías<br />

comportan y comportaban.<br />

Y en el proceso, la búsqueda. La búsqueda de fotos y protagonistas. Búsqueda que<br />

me llevó a toparme con cajas de recortes y con archivos saqueados -tal es el caso de<br />

la Biblioteca Nacional-, con un archivo que recién ahora está siendo digitalizado -como<br />

el de las imágenes de la agencia Télam, donde se ha recuperado sólo el 25% de las<br />

imágenes tomadas en 1982-, con fotógrafos que después de 25 años vieron sus fotos<br />

impresas por primera vez…<br />

Hay, además, otra razón que me motivó a encarar este trabajo y con la que me<br />

gustaría cerrar esta introducción: aunque la cuestión del uso ideológico tanto del<br />

lenguaje como de las imágenes y de su poder para construir hegemonía está<br />

ampliamente tratado por muchísimos y muy prestigiosos autores, personalmente<br />

pienso que para que la teoría tenga un papel y un potencial transformador hay que<br />

llevarla más allá del plano abstracto. Hay que encarnarla, aplicarla, verla funcionar….<br />

Tal vez, en el fondo, tenga la secreta esperanza de acercarme un poco más a esa niña<br />

de 5 años que alguna vez fui y que pensaba que, enviando a Malvinas el dibujo del<br />

soldado feliz, estaba también ella haciendo patria.<br />

5


Marco conceptual<br />

Como condición ineludible antes de entrar al análisis, es necesario dar cuenta de<br />

algunos conceptos que estructurarán la mirada de esta tesina, la interpretación del<br />

material de trabajo y las hipótesis que se irán formulando en el camino.<br />

Como premisa básica, considero necesario explicitar el concepto de ideología. En<br />

contraposición a la versión más estereotipada del marxismo, que entiende a la<br />

ideología como falsa conciencia, siguiendo a Gramsci entenderé que la ideología es<br />

un sistema de ideas, una “concepción del mundo que se manifiesta implícitamente en<br />

el arte, en el derecho, en la actividad económica, en todas las manifestaciones de la<br />

vida intelectual y colectiva" 1 . O bien, con Althusser, Hall y otros abordajes pos-<br />

marxistas, llamaré ideología a los sistemas de representaciones compuestos de ideas,<br />

mitos, imágenes, discursos que representan la relación imaginaria, vivida, de los<br />

hombres con sus condiciones materiales de existencia. Esto implica pensar que la<br />

relación entre los hombres y lo real no es nunca transparente. Para los sujetos, la<br />

aprehensión de la realidad está mediada por esos sistemas de representación a través<br />

de los cuales viven, experimentan, dan sentido y hacen inteligible lo que para ellos es<br />

el mundo. Dadas estas características, está claro que la ideología tiene por efecto,<br />

entre otros, la legitimación y la reproducción de las relaciones de dominación. De<br />

hecho, para Hall, la cuestión de la ideología compete también a los conceptos y<br />

lenguajes del pensamiento práctico que estabilizan la dominación, que generan<br />

consenso acerca de ella y que conforman a los sujetos dominados en su lugar de<br />

subordinación. 2<br />

1<br />

Gramsci , A. "El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce", Nueva Visión, Bs. As., 1998,<br />

pág. 12.<br />

2<br />

Hay que mencionar, no obstante, que para Hall la ideología también hace a los procesos por los cuales<br />

surgen nuevas concepciones del mundo que logran movilizar a las masas contra el sistema dominante.<br />

6


Al respecto, hay que mencionar que la construcción de ideología es vital para el<br />

funcionamiento del poder. Tal como lo han sostenido diversas corrientes de<br />

pensamiento, la dominación no se sostiene sencillamente por el uso o por la amenaza<br />

del uso de la fuerza, sino que un mínimo de voluntad de obediencia es esencial a toda<br />

auténtica relación de autoridad. En términos de Gramsci, si la ideología es tan<br />

importante es justamente porque es el eje en torno del cual gira la construcción de<br />

hegemonía: una forma de dominación que consta de "fuerza y consentimiento, los<br />

cuales se equilibran entre sí, sin que la fuerza predomine excesivamente sobre el<br />

consentimiento” 3 . De este modo, la fuerza dominante logra, además del poder político<br />

y económico, el poder ideológico, el liderazgo moral e intelectual que lo legitima.<br />

Como dice Paul Valery, “[...] no hay poder capaz de fundar el orden con la sola<br />

represión de los cuerpos con los cuerpos. Se necesitan fuerzas ficticias.” 4<br />

Es desde esta perspectiva sobre el modo de operación de la ideología y de sus<br />

funciones que retomaré a Piglia 5 y a su concepción acerca de la sociedad como una<br />

trama de relatos y acerca del Poder como un permanente contador de historias y de<br />

ficciones. Según este autor, de lo que se trata es de la construcción, disputa e<br />

imposición de relatos que nos cuentan una versión de la realidad y que, al contarla, la<br />

constituyen. Hay, entonces, un proceso de construcción de lo que el conjunto social<br />

termina aceptando como la realidad, como lo que es. Sin embargo, aunque las ideas y<br />

figuras de la realidad que así se imponen se presenten como neutras y como con<br />

validez universal, esas ideas y figuras siempre se construyen desde posiciones<br />

concretas y son coherentes con intereses específicos. Es por ello que ubicaré a la<br />

articulación y lucha en torno de ficciones en el terreno de las operaciones de la<br />

3 Gramsci, A. Selections from the Prison Notebooks, New York, International Publisher, 1992, pág 59.<br />

4 Valery, Paul. “Prefacio” a las Cartas persas del Barón de MONTESQUIEU, 1721.<br />

5 Piglia, Ricardo. Una trama de relatos, en Clarín, 27/05/84 y Los relatos sociales, en Página 12, 12/07/87<br />

7


ideología 6 .<br />

¿Por qué interesan estos conceptos en la presente tesina o cómo se articulan en ella?<br />

Como dije antes, para que un grupo alcance una posición de dominación, deberá<br />

lograr que la sociedad consensúe sus intereses y su visión del mundo y, así, legitime<br />

su posición de poder. Justamente por ello, por la necesidad de que aquellos sentidos<br />

promovidos como universales no aparezcan como el producto de una imposición, los<br />

lugares privilegiados en que los que se dará la lucha ideológica serán aquellos ámbitos<br />

aparentemente independientes de la política y de las relaciones de poder. Retomando<br />

a Gramsci, el terreno por excelencia de la ideología es el de la sociedad civil: el<br />

conjunto de instituciones relativamente autónomas del Estado en sentido estricto,<br />

responsables de la elaboración y difusión de valores simbólicos y de ideologías, tales<br />

como el sistema escolar, la Iglesia, la familia, las organizaciones profesionales, los<br />

sindicatos, las instituciones de carácter científico, las instituciones de carácter artístico<br />

y, por supuesto, los medios de comunicación.<br />

Si bien los medios de comunicación gráficos son sobre todo “textuales”, en ellos<br />

también tienen un lugar crucial las imágenes y, particularmente, las fotografías. ¿Por<br />

qué importa esto en este contexto? Porque, si bien es cierto que el lenguaje tiene una<br />

importancia central en la constitución de las significaciones sociales y que es<br />

reconocido como uno de los principales medios ideológicos, lo discursivo -como lugar<br />

de construcción, disputa y circulación social de sentido- no se agota en el lenguaje. La<br />

fotografía forma parte del universo discursivo y, particularmente en los medios de<br />

información, es un instrumento privilegiado de la operación ideológica. Veamos por<br />

qué.<br />

6<br />

Vale remarcar el concepto de “articulación y lucha”, que habla de la construcción de<br />

hegemonía/ideología como un concepto dinámico y que excluye una situación de imposición de ideología<br />

desde los sectores dominantes y de recepción pasiva de la misma por parte de los sectores subordinados.<br />

En torno de la ideología siempre hay lucha.<br />

8


1. De cómo nace y qué significación adquiere la fotografía<br />

“(…) el deseo de fotografiar solamente aparece<br />

como discurso habitual en un determinado tiempo y<br />

lugar. De ahí se deduce que solamente era posible<br />

pensar “la fotografía” en esta coyuntura histórica<br />

específica, que la fotografía como concepto tiene<br />

una especificidad histórica y cultural identificable”<br />

(Geoffrey Batchen 2004: 57).<br />

Nacida en la primera mitad del siglo XX, la fotografía es hija de la sociedad moderna<br />

occidental. Más aun; como producto de su madurez, es una de sus hijas pródigas. ¿En<br />

qué sentido? En una sociedad que se estaba estructurando sobre los principios de<br />

objetividad, racionalidad, adecuación a la realidad, separación sujeto/objeto, y que<br />

hacía de la ciencia positiva una nueva religión, claramente la fotografía se presentaba<br />

como la plasmación de uno de sus sueños más anhelados: un objeto, una técnica y un<br />

dispositivo que (tal como se lo entendió en sus comienzos) era capaz de captar<br />

mecánicamente, más allá de la voluntad de un sujeto, la realidad exterior “tal cual es”.<br />

Para dimensionar correctamente lo que significaba esto, recordemos que la aspiración<br />

de la ciencia –parte constitutiva de la sociedad moderna- también era, justamente, el<br />

conocimiento del mundo en su objetividad.<br />

Podría decirse, entonces, que la fotografía realizaba el sueño del iluminismo y que era<br />

su símbolo en el mundo de las imágenes. Siguiendo esta línea, la técnica fotográfica<br />

9


estaba desplazando a la pintura en la plasmación visual del mundo y, en<br />

consecuencia, la técnica tomaba el lugar de la interpretación humana: a diferencia de<br />

la pintura, que dependía del pincel del pintor, la impresión mecanizada de la luz de los<br />

objetos sobre una placa parecía ser la realización del anhelo moderno de realismo y<br />

absoluta objetividad. Se suponía que en la fotografía no había ninguna intervención de<br />

la subjetividad del observador. Sin embargo, del mismo modo que el hiperrealismo<br />

moderno es ideológico (no es más que una aspiración y una ilusión) el realismo de la<br />

fotografía tampoco es tal…<br />

Antes que nada, valga aclarar que había algunas características de la técnica<br />

fotográfica y de la fotografía en sí misma que daban elementos para asociarlas con<br />

posibilidad de retratar la realidad “tal cual es”. Estoy hablando, puntualmente, de su<br />

carácter indiciario en tanto signo. Profundicemos un poco este punto, para lo que<br />

debemos recurrir a la semiótica.<br />

Refiriéndose a los signos icónicos, Charles Pierce clasificó en tres a este grupo:<br />

íconos, índices y símbolos. Siguiendo a este autor, la fotografía tradicional 7 es siempre<br />

índice, ya que obligatoriamente debe haber una conexión física entre la realidad y la<br />

cámara. Si hay, por ejemplo, un árbol en una fotografía analógica, es porque ese árbol<br />

estuvo frente a la cámara en algún momento. Y la foto, como producto, no es más que<br />

una huella de esa realidad. Pierce decía, además, que por fuera de este carácter<br />

indiciario obligado la fotografía puede ser opcionalmente ícono (si se parece a la<br />

realidad) o símbolo (si reproduce algún convencionalismo social)<br />

La calidad de índice de la fotografía fue la responsable de que, en sus inicios,<br />

socialmente se pensara que era posible la proyección de la realidad. Es su carácter<br />

7<br />

La fotografía digital trae consigo otros problemas que introducen modificaciones sustanciales en el<br />

estatuto semiótico de la fotografía. Pero éste es un tema que excede a esta tesina.<br />

10


indiciario, la relación dinámica entre objeto fotografiado y fotografía, lo que fundó las<br />

bases para la apreciación de objetividad de la fotografía.<br />

Sin embargo, ¿hay tal objetividad? ¿Por qué antes dije que ésa es una apreciación<br />

ideológica? En ese punto, me parece interesante traer a escena a Philippe Dubois<br />

quien, en “El acto fotográfico. De la representación a la recepción” 8 , hace referencia al<br />

carácter indiciario de la fotografía pero va más allá: la fotografía funciona como huella<br />

de la realidad pero sólo en el momento de disparar. Antes y después de este momento<br />

entran en juego los códigos, por lo que la noción de índex es limitada (la fotografía, por<br />

ejemplo, no explica, no interpreta, no comenta). Según Dubois hay que liberar al signo<br />

fotográfico del fantasma de una fusión con lo real.<br />

Más allá de esta concepción, a continuación sintetizaré el por qué la fotografía no<br />

puede ser considerada como un reflejo de la realidad objetiva, sin intervención de<br />

subjetividad alguna 9 . Por un lado, hay un condicionante técnico, que tiene que ver con<br />

que el fotógrafo mira a través del visor de la cámara. Por otra parte, hay un<br />

condicionante individual, ya que el fotógrafo proyecta su modo de ver cuando elige qué<br />

y cuándo fotografiar. Si consideramos la fotografía de prensa, hay que sumar el<br />

condicionante editorial, dado por la ideología del periódico.<br />

Respecto del condicionante individual, el fotógrafo toma una serie de decisiones al<br />

hacer la fotografía: elige la película, el objetivo, los filtros, el punto de vista y el<br />

encuadre, el foco o desenfoque, la intervención eventual sobre luz incidente, la<br />

regulación de apertura de diafragma que influye sobre la luz y sobre la profundidad de<br />

campo (permitiendo que elementos aparentemente secundarios pasen a tener<br />

importancia en el significado global), el tiempo de exposición, el momento del disparo<br />

8<br />

Dubois, Philippe, “El acto fotográfico. De la representación a la recepción”, Paidós, Barcelona, 1986<br />

9<br />

Seguiré para ello a Félix del Valle Gastaminza en El Análisis documental de la fotografía, Universidad<br />

Complutense de Madrid, 2001 http://www.ucm.es/info/multidoc/prof/fvalle/artfot.htm<br />

11


(del continuum de una acción el fotógrafo selecciona el momento que<br />

presumiblemente ofrece para él un mayor interés y al que Cartier-Bresson denomina el<br />

"instante decisivo", para perpetuarlo o cristalizarlo en el tiempo), los procesos químicos<br />

y físicos posteriores al disparo. 10<br />

Además de todos estos elementos de subjetividad que se ponen en juego desde el<br />

lado de la producción, hay que tener en cuenta también que una imagen es<br />

inevitablemente polisémica y que tendrá una multiplicidad de lecturas diferentes,<br />

condicionadas por una variedad de factores ligados a los receptores y a sus<br />

condiciones de recepción. 11 Más adelante, también veremos cómo influye en la lectura<br />

de las fotografías de prensa el modo en que se las organiza, los epígrafes que se<br />

usan, el modo en que se las vincula con otras, etc.<br />

Lo cierto es que, en el momento de su nacimiento, la fotografía creó la ilusión de que<br />

era posible captar unívocamente la realidad cruda. Y esta posibilidad no pasó<br />

desapercibida para otro de los fenómenos en auge por ese entonces: el periodismo<br />

moderno que, con su búsqueda de objetividad, encontró en la técnica fotográfica una<br />

herramienta ajustada a su intención de mostrar los hechos “tal cual sucedían”.<br />

Aprovechando la credibilidad que la sociedad le otorgaba a la imagen impresa, la<br />

inclusión de fotografías en las páginas de periódicos y revistas fue un instrumento<br />

altamente efectivo para la construcción de su propia credibilidad.<br />

Además, al ser consumida como algo incuestionable la pretensión de objetividad de la<br />

fotografía, la utilización de imágenes en los medios gráficos se convirtió, entre otras,<br />

en una herramienta ideológica de importancia: aunque el relato que cuentan los<br />

medios siempre esté contado desde alguien -desde una posición, desde un grupo<br />

10 del Valle Gastaminza, Félix, “El Análisis documental de la fotografía”, en<br />

http://www.ucm.es/info/multidoc/prof/fvalle/artfot.htm<br />

11 Ver, por ejemplo, Verón, Eliseo, “La Semiosis Social (fragmentos de una teoría de la discursividad)”,<br />

Gedisa Editorial, Barcelona, 1993.<br />

12


social, desde una voz particular- por intermedio de la presentación de fotografías (por<br />

su encadenamiento, su ensamble con textos, su ordenamiento, etc.) se crea un “efecto<br />

de realidad” en un discurso que no es objetivo en absoluto. La operación ideológica<br />

que se pone en marcha queda camuflada por el discurso de objetividad que sostiene<br />

el periodismo, reforzado por el uso de una herramienta que dice poder mostrar los<br />

hechos “tal cual son”.<br />

Finalmente, veamos de modo breve cuál es la relación entre el texto y la imagen en la<br />

fotografía en la prensa.<br />

2. La estructura textual en la fotografía periodística<br />

Tomando como referencia a Roland Barthes en “El Mensaje Fotográfico” 12 , la<br />

fotografía de prensa no es una estructura aislada sino que siempre hay al menos otra<br />

estructura que la acompaña: toda fotografía periodística se relaciona con la estructura<br />

del texto (título, epígrafe, la nota o artículo, el medio en su conjunto), por lo cual la<br />

información está sostenida por dos estructuras diferentes concurrentes, una de ellas<br />

lingüística y otra estrictamente fotográfica. De ahí que, formando parte de la página de<br />

un diario, junto a la fotografía propiamente dicha hay otros signos que convergen para<br />

construir sentido.<br />

Más allá de los procedimientos de connotación que menciona Barthes para un análisis<br />

de la fotografía de prensa (trucaje, pose, objetos, fotogenia, asteticismo, sintaxis 13 ), en<br />

“Retórica de la imagen” 14 el autor señala la función de anclaje que cumple la estructura<br />

12 Barthes, Roland; “Lo obvio y lo obtuso”, El mensaje fotográfico, Paidos, Barcelona, 2009.<br />

13 Barthes, Roland; Op cit. págs 18-23<br />

14 Barthes, Roland; Op cit.<br />

13


textual mencionada en el párrafo anterior. Me detendré únicamente en este aspecto,<br />

porque esta relación entre el discurso verbal de los diarios y las fotografías que<br />

presentan es muy importante en el análisis de las imágenes de Malvinas que forman el<br />

cuerpo de esta tesina.<br />

Sintéticamente, Barthes señala que esa función de anclaje de la estructura textual es<br />

fundamentalmente denominativa y que lo que logra es anclar todos los posibles<br />

sentidos evocados potencialmente por la imagen. De esta manera, tiende a la<br />

identificación en un sentido particular y controla que la polisemia constitutiva de la<br />

fotografía no se dispare. Es decir, sobre un mensaje denotado, ancla las<br />

connotaciones posibles en una determinada dirección. En palabras de Roland Barthes:<br />

“el texto conduce al lector a través de los distintos significados de la imagen, le obliga<br />

a evitar unos y a recibir otros; por medio de un dispatching a menudo sutil, lo teledirige<br />

hacia un sentido elegido de antemano. Es evidente que en todos los casos de anclaje,<br />

el lenguaje tiene una función elucidatoria, pero la elucidación es selectiva; se trata de<br />

un metalenguaje que no se aplica a la totalidad del mensaje icónico, sino tan sólo a<br />

algunos de sus signos; el texto constituye realmente el derecho a la mirada del creador<br />

(y, por lo tanto, de la sociedad) sobre la imagen: el anclaje es un control; detenta una<br />

responsabilidad sobre el uso del mensaje frente a la potencia proyectiva de las<br />

imágenes; con respecto a la libertad de significación de la imagen, el texto toma un<br />

valor represor, y es comprensible que sea sobre todo en el texto donde la sociedad<br />

imponga su moral y su ideología.” 15 .<br />

15<br />

Barthes, Roland; “Lo obvio y lo obtuso”, Retórica de la imagen, Paidós, Barcelona, 2009, págs 40-41<br />

14


Marco metodológico<br />

El corpus de esta tesina está formado por material visual y textual sobre los que se<br />

realizó un trabajo de análisis de discurso.<br />

Respecto de las imágenes - un corpus de 5000 fotografías publicadas en los medios y<br />

fotos no públicas- que fueron obtenidas de:<br />

1- Archivo de la Comisión de Familiares y ex Combatientes de Malvinas y<br />

Ministerio de Defensa Nacional (representados en la persona de Leandro de la<br />

Colina), archivo de Eduardo “Pollo” Farré (fotógrafo de la Agencia Télam<br />

durante la guerra de Malvinas) y fototeca de ARGRA (Asociación de<br />

Reporteros Gráficos de la República <strong>Argentina</strong>). Estas fotografías son<br />

imágenes tomadas con diferentes cámaras o scaneadas en formato JPG.<br />

2- Los archivos de los diarios Clarín y La Nación y colecciones particulares de las<br />

Revistas Siete Días y Gente. En este punto es pertinente aclarar por qué se<br />

decidió trabajar con cuatro medios gráficos, 2 diarios y 2 revistas. Cabe aclarar<br />

que de las fotografías publicadas obtenidas, solo pude ver los originales en<br />

papel de no más de 5, en poder de Eduardo “Pollo” Farré, el Archivo de<br />

ARGRA y Jorge Durán. Siempre trabajé sobre lo publicado en los medios.<br />

Clarín y La Nación eran los dos medios nacionales de mayor tirada y alcance en todo<br />

el país (competían con El Cronista, La Prensa y La Razón). Además, estos dos medios<br />

empleaban la fotografía como recurso periodístico a pesar de que su utilización se<br />

generalizó con posterioridad. Clarín era el diario de mayor tirada en 1982 (500 mil<br />

15


ejemplares los días domingos) 16 . La Nación, el diario más antiguo 17 , tenía en 1982 una<br />

tirada de 230 mil ejemplares.<br />

Para obtener la digitalización de esas imágenes se trabajó en los archivos 18 en base a<br />

las carpetas con trozos de los diarios de los 74 días que duró la Guerra y los días<br />

posteriores hasta el 23 de junio de 1982. Se trata de recortes, esto significa que es<br />

una porción de la información publicada por cada medio, seleccionada por los<br />

archivistas de entonces con algún criterio particular que desconocemos. El material<br />

recogido en varios casos se encuentra en mal estado de conservación, sin fechas o<br />

parcialmente destruido. Generalmente los recortes están pegados en hojas anilladas y<br />

solo algunas tienen un sello con el nombre del medio y la fecha en que fue recortado.<br />

Cada bloque de hojas anilladas está dentro de una caja de cartón que contiene todas<br />

las carpetas por quincena o por meses de publicación. En Clarín hay un número muy<br />

pequeño de fotos digitalizadas. Son fotos de agencias o que los mismos fotógrafos<br />

cedieron al medio para ser publicadas con posterioridad a la finalización del conflicto.<br />

Las revistas Gente 19 , de editorial Atlántida y Siete Días 20 , de editorial Abril, porque<br />

ambas eran revistas de actualidad, distribuidas en todo el país, con más de 12 mil<br />

ejemplares por tirada y se caracterizaban por la utilización de la foto como recurso<br />

periodístico e ilustrativo. Estas dos publicaciones se repartían los lectores con La<br />

Semana y Usted, Somos y Revista Diez. Gente tenía una tirada de 25.000<br />

ejemplares 21 por semana y las demás rondaban los 10.000 a 15.000. Y para este fin<br />

16 Escudero, Lucrecia, “Malvinas: el gran relato”, Editorial Gedisa, Año 1996. Clarín fue fundado en 1945<br />

por Roberto J. Noble y se postuló como un diario que pretendía reflejar la realidad en forma objetiva e<br />

independiente ajeno a toda afiliación o tendencia política tradicional.<br />

17 Fundado por Bartolomé Mitre en 1874 surgió como “tribuna de doctrina”. Su archivo fotográfico es<br />

accesible. A los impedimentos y restricciones para acceder al archivo de LA NACION me referiré más<br />

adelante.<br />

18 Para hacer la selección y tomas de las fotos del archivo del diario Clarín se emplearon 2 jornadas de 4 horas cada<br />

una. Y en La Nación fueron empleadas 2 jornadas de 2 horas y media cada una.<br />

19 La revista Gente apareció por primera vez en 1965 y desde el principio editorializó a favor del gobierno de turno.<br />

Postura que se acentuó bajo la dirección de Samuel “Chiche” Gelblung durante la dictadura militar.<br />

20 Apareció en 1965 a partir de la iniciativa del diario La Razón y la editorial Abril, propiedad de la familia Civita y en un<br />

principio era un suplemento semanal dentro del diario y estaba incluído dentro del costo del mismo.<br />

21 Escudero, Lucrecia. Op. cit<br />

16


las revistas –en su mayoría- fueron cedidas en préstamo por un coleccionista<br />

particular.<br />

Tanto las fotos de los diarios como de las revistas fueron sacadas con cámara digital<br />

(Nikon o Lumix de Panasonic) en toma directa, sin flash y utilizando la luz ambiente.<br />

En Clarín y La Nación la iluminación no era sumamente adecuada. Para cada foto<br />

publicada se hizo una foto de la página entera donde aparece publicada para poder<br />

contextualizar con epígrafes, fuente, títulos, fecha y ubicación dentro del cuerpo del<br />

diario y otras noticias y poder comparar el tamaño de la foto respecto de las<br />

publicidades del medio. Además se hizo una toma de cada foto en particular. Para las<br />

revistas fue empleada la misma metodología con la única salvedad que las fotos<br />

fueron tomadas con luz natural y cuidando que siempre tuviera la misma incidencia. Y<br />

en un espacio que permitía tomar mayor distancia para mejorar encuadre y nitidez.<br />

Cada foto, además, del registro digital de la imagen, está asentada en papel donde por<br />

escrito consta la fecha de publicación, la fuente (nombre y apellido del fotógrafo si fue<br />

consignado o agencia), sección y página del diario, título de la nota y epígrafe de la<br />

foto.<br />

Además de las imágenes, el corpus consta de material textual que sirvió para dar<br />

marco y comprender el contexto en el que estas fotografías fueron tomadas y<br />

publicadas o no. Por un lado se encuentran los artículos de los diarios donde<br />

aparecieron estas imágenes y por otro fue fundamental el papel que adquirieron una<br />

serie de entrevistas con preguntas semi-cerradas realizadas entre 2005 y 2010 a los<br />

protagonistas y personalidades vinculadas con la Guerra de Malvinas.<br />

Luis Príamo, investigador y recopilador fotográfico, ex miembro de la Fundación<br />

Antorchas.<br />

Daniel Alonso, periodista en 1982 y en la actualidad.<br />

17


Nicolás Kasansew, periodista de ATC durante la Guerra–ahora en el exterior-.<br />

Los fotógrafos Eduardo “Pollo” Farré y Román Von Eckstein, enviados de Télam a<br />

Malvinas entre abril y junio de 1982.<br />

Jorge Durán, fotógrafo de la agencia NA en 1982 (Noticias <strong>Argentina</strong>s) y actual editor<br />

fotográfico del diario Clarín.<br />

Don Rypka, fotógrafo enviado por la agencia internacional UPI durante la Guerra de<br />

Malvinas.<br />

Daniel García, reportero gráfico de la agencia DYN y actual editor y fotógrafo de<br />

France Press.<br />

Daniel Rodríguez reportero gráfico de Clarín en 1982 y actual editor fotográfico de la<br />

revista Ñ.<br />

Silvio Zuccheri fotógrafo y titular de la agencia de fotografías ILA en 1982 junto a<br />

Rafael Wollmann, entre otros. Rafael Wollmann se negó a dar entrevistas a esta<br />

autora.<br />

El Comodoro Héctor Rusticcini, Jefe de la BAM Base Aérea Militar de Malvinas entre<br />

abril y junio de 1982.<br />

Y conversaciones informales con los miembros de la Asociación Bahía Agradable:<br />

Eduardo Senn y José Silva, el malvinense Anthony Smith y el Coronel Gustavo<br />

Tamaño, presidente de la Fundación Soldados y ex Combatiente de Malvinas y el<br />

periodista Alberto Amato.<br />

Cada una de las entrevistas fue desgrabada manteniendo el formato y los dichos de<br />

los entrevistados y se adjuntan completas en el anexo.<br />

18


Marco Histórico<br />

El marco histórico de esta tesina sigue dos líneas que, sobre el final, confluyen para<br />

seguir un camino único: por un lado, el contexto de la <strong>Argentina</strong> de la última dictadura<br />

militar y, por el otro, los vínculos entre prensa y fotografía.<br />

Comencemos, entonces, por mirar más de cerca la relación entre fotografía y<br />

periodismo y, puntualmente, la historia de la foto de guerra.<br />

1. Prensa y fotografía<br />

¿Cuándo comienzan a ligarse el mundo del periodismo y el mundo de la fotografía?<br />

Para responder a esta pregunta, debemos remontarnos a los años de la Ilustración, los<br />

que marcan el cruce entre la prensa y la literatura (particularmente en Francia e<br />

Inglaterra) y el surgimiento de la figura del periodista.<br />

También son los años de la Revolución Industrial y del ascenso de la burguesía. Este<br />

conjunto de hechos, entre otros, funcionaron como motor de cambio de la prensa<br />

gráfica y dieron lugar a la creación de diarios, de agencias de noticias, de<br />

corresponsales y a la posterior división entre periódicos dedicados a noticias y revistas<br />

especializadas en análisis políticos-literarios.<br />

Es en este convulsionado mundo y en este contexto de un periodismo en permanente<br />

cambio que, el 4 de marzo de 1880, dejando el carácter artesanal del grabado en<br />

19


madera 22 , apareció por primera vez la fotografía de prensa: el Daily Graphic de New<br />

York publicó “A scene in Shanty Town”, una fotografía reproducida con medios<br />

fotomecánicos que dio inicio al periodismo ilustrado por la fotografía. La nueva técnica<br />

del halftone aportaba fidelidad, calidez y velocidad a la prensa diaria. Y, así como en<br />

1840 el oficio del fotógrafo desplazó al del pintor realista, las nuevas técnicas<br />

propiciaron la desaparición del dibujante grabador.<br />

A scene in Shanty Town ; Anexo Foto 1<br />

Sin embargo, a pesar de que desde 1885 revistas y semanarios mensuales<br />

incorporaron fotografías a sus publicaciones, el halftone necesitaría un cuarto de<br />

siglo 23 para ser adoptado por las empresas periodísticas. Desde el perfeccionamiento<br />

22<br />

(…) los dos procedimientos que permitieron introducir el texto y las imágenes son el grabado en relieve<br />

y la xilografía (reproducción de una imagen sobre madera por medio de un procedimiento fotográfico,<br />

luego grabada a mano). Por medio del half-tone la fotografía es reproducida a través de una trama sobre<br />

una placa metálica, lo que restituye los tonos grises por una serie de puntos más o menos grandes<br />

siguiendo la densidad del cliché. Amar, Pierre-Jean, El Fotoperiodismo, Editorial La Marca, Buenos Aires<br />

2005, págs. 32 y 33.<br />

23<br />

En 1910 la fotografía era utilizada masivamente en los diarios que demoraron su incorporación por<br />

razones técnicas (requerían mayor tiempo de realización) y políticas (temor de los obreros a quedarse sin<br />

empleo por la incorporación de la nueva técnica). Bécquer Casaballe, A y Cuarterolo, M. A., Imágenes del<br />

Río de la Plata, 2° Edición, Buenos Aires, 1985<br />

20


del uso de las placas de gelatino de bromuro hasta la belinografía 24 , la reproducción se<br />

fue mecanizando, preparando el camino de la posterior foto de prensa.<br />

Algunos hitos en este camino de afianzamiento: el 21 de enero de 1897 el New York<br />

Times publicó en semitonos la primera imagen sobre papel prensa; en 1900 el<br />

Chicago Tribune presentó un reportaje fotográfico sobre los barrios bajos de New<br />

York; en 1904 el diario británico Daily Mirror ilustraba sus páginas únicamente con<br />

fotografías y, en 1919, el Illustrated Daily News (EEUU) -más conocido como New<br />

York Daily News, primer diario ilustrado de forma tabloide- utilizaba la fotografía de<br />

manera regular. En Francia, hacían lo propio Le Matin y Le Petit Parisien.<br />

De esta manera, para la segunda década del siglo XX el proceso del semitono era una<br />

práctica habitual y, en las portadas de los principales diarios, ganaban espacio las<br />

fotografías. La palabra, en parte, quedaba relegada al pie de la ilustración.<br />

Llegamos, entonces, a lo que ya hemos tratado en el marco conceptual: con la<br />

incorporación de la foto, la sociedad se encontraba ante una nueva forma de percibir el<br />

mundo. Se acortaban las fronteras y se volvían familiares los hechos que se sucedían<br />

a kilómetros de distancia. La imagen parecía reflejar un mundo concreto, real y ponerlo<br />

al alcance de la mano. Como lo sintetiza Gisèle Freund “(…) hasta entonces el<br />

hombre podía visualizar los acontecimientos que ocurrían en su vera, en su calle, en<br />

su pueblo. Con la fotografía se abre una ventana al mundo (…)” 25<br />

1.1 Fotoperiodismo<br />

24<br />

Primer método de transmisión de imágenes a distancia creado en 1908 por Eugène Belin, quien envía<br />

las primeras imágenes por radio en 1925. Fue revolucionario para los fotógrafos de prensa porque podían<br />

transmitir sus imágenes de un continente a otro. Amar, Pierre-Jean. Op cit., pág 36.<br />

25<br />

Freund, Gisèle La Fotografía como Documento Social, Editorial GG, Barcelona 1993, pág 96.<br />

21


Pero vayamos un poco más lejos. Más allá de la cuestión meramente técnica, con<br />

estos desarrollos aparecía algo conceptualmente muy fuerte y revolucionario: el<br />

fotoperiodismo.<br />

¿Sus antecedentes? en 1870, un lamentable hecho convertía a la fotografía en<br />

herramienta policial: durante la guerra franco-prusiana, defensores de la Comuna de<br />

París fueron fotografiados en las barricadas y, a partir de ello, fueron asesinados por<br />

los policías de Thieres. En contraposición con esta triste consecuencia de su<br />

utilización, en la misma época Jacob Riis 26 (1849 -1914) hacía uso de la fotografía<br />

como instrumento de crítica social. Su libro “Como vive la otra mitad” (1890) sensibilizó<br />

a la opinión pública norteamericana, al mostrar las condiciones de vida de los<br />

Inmigrantes. Un trabajo similar realizaba Lewis Hine 27 (1874-1940), quien hacía foco<br />

con su cámara en niños trabajadores de fábricas y campos.<br />

El uso frecuente de la fotografía fue dando lugar a la aparición de un nuevo actor<br />

social: el reportero gráfico profesional, que tendría que lidiar desde los inicios de su rol<br />

con una reputación desfavorable 28 .<br />

Haciendo un poco de historia, a diferencia del retrato fotográfico nacido en Francia, el<br />

fotoperiodismo tuvo su germen en la Alemania de la República de Weimar. De allí<br />

26<br />

Amar, Pierre-Jean, El Fotoperiodismo, La Marca, Buenos Aires, junio de 2005. Jacob Riis: Joven de<br />

origen danés que en 1870 se radica en Estados Unidos y experimenta los sufrimientos de los extranjeros<br />

en ese país. Se incorpora como periodista del New York Herald Tribune y documenta las miserias de New<br />

York convencido de que las imágenes son más sugestivas que el texto.<br />

27<br />

Amar, Pierre-Jean, Op cit. Lewis Hine: Sociólogo y educador volcado a la fotografía en 1904, es<br />

enviado por el National Children Labour Commitee a documentar la explotación de niños en las minas y<br />

fábricas de hilados de algodón, en grandes producciones y explotaciones agrícolas.<br />

28<br />

Fue considerada una profesión de segunda y en la práctica debía hacer frente a limitaciones técnicas<br />

como la luz cegadora, el olor rancio, el humo del flash que no sólo le dificultaba la obtención de la foto<br />

sino que además ponía de mal humor a sus fotografiados. Freund, Gisèle La Fotografía como Documento<br />

Social, Editorial GG, Barcelona 1993.<br />

22


surgieron los primeros fotógrafos que prestigiaron al oficio. En este sentido, un<br />

célebre fotógrafo despojado del rol desvalorizado de sus antecesores fue Erich<br />

Salomon (1886-1944). Su mérito inicial consistió en utilizar las nuevas cámaras sin<br />

flash para fotografiar gente sin hacerla posar, sin que fueran conscientes del acto.<br />

Inventó la foto cándida, que marcó el inicio del fotoperiodismo moderno, reemplazando<br />

las nociones de nitidez de la imagen por la del tema y su impacto.<br />

Una de sus fotos tomadas en un tribunal fue publicada en 1928 en el Berliner<br />

Illustrierte. Salomon afirmaba que “la actividad de un fotógrafo de prensa que quiera<br />

ser más que un artesano, es una lucha continua por su imagen. Del mismo modo que<br />

el cazador vive obsesionado por su pasión de cazar, igual vive el fotógrafo con la<br />

obsesión por la foto única que aspira a obtener. Es una batalla continua” 29 . En aquellos<br />

días de la década del ‟20, el fotógrafo abandonaba el anonimato y dejaba inscripta su<br />

identidad al firmar sus fotografías.<br />

En la historia del fotoperiodismo moderno, la invención de la cámara Leica 30 fue la que<br />

le otorgó todo su potencial. Con ella, los fotógrafos empezaron a pasar<br />

desapercibidos y a disparar su cámara cuando lo creían conveniente. La expresión<br />

visual se abría, así, hacia nuevas formas, pasando de la foto posada a la improvisada.<br />

Hacia 1930 Stephan Lorant (1901-1997) –quien dirigía la oficina berlinesa de la revista<br />

Müncher Illustrierte Press- rechazaba las fotos montadas e impulsaba los reportajes<br />

fotográficos. También Hans Bauman (1893-1985), bajo el pseudónimo Felix H. Man,<br />

29<br />

Freund, Gisèle. Op Cit. pág 105.<br />

30<br />

Esta cámara, de tamaño reducido, utiliza la película cinematográfica de 35mm pero se utilizó en el<br />

formato 24x36mm. Aparece al público en 1925 y en 1930 ya cuenta con varios objetivos intercambiables.<br />

Permite exponer 36 vistas sin recargarla. Freund, Gisèle. Op cit. Pág. 109<br />

23


perfeccionaba la fórmula moderna del reportaje y se convertía en un personaje célebre<br />

por el reportaje fotográfico que le realizara a Mussolini después de la Primera Guerra<br />

Mundial.<br />

Félix H Man Reportaje a Mussolini; Anexo Foto 2<br />

Por su parte, en 1928 Lucien Vogel (1886-1954) fundaba la revista francesa Vu, la cual<br />

tenía un concepto diferente que marcó un cambio radical: la foto aislada, tal como la<br />

utilizaba L‟Illustration, dejaba lugar al reportaje ilustrado con información de todo el<br />

mundo. De esta manera Vu, se convertía en la primera revista moderna de Francia<br />

basada en la fotografía. Esta revista sirvió de faro para que, en 1936 en los Estados<br />

Unidos, Henry Luce (1898 -1967) fundara Life 31 .<br />

Finalmente, en la misma década del ´30, un grupo de fotógrafos free-lance con<br />

identidades reconocidas por sus producciones escritas y visuales conformaron la<br />

Agencia Dephot. Con la llegada de Hitler al poder, todos sus integrantes debieron huir<br />

31 Esta revista dedicada a toda la familia evitaba los escándalos o el amarillismo El primer ejemplar, de 96<br />

páginas con un tercio de publicidad, mostraba en la portada la foto del nacimiento de un niño. De su tirada<br />

inicial de 430.000 ejemplares llega a 8.500.000 en 1968. Aportaron su experiencia para contar historias<br />

con series de fotografías reconocidos fotógrafos que huían del hitlerismo. Su organización interna se baso<br />

en la experiencia de Time (1926) con una redacción dividida en 17 departamentos. El de fotografía fue<br />

dirigido durante 17 años por Wilson Hicks. El cierre de la revista marcó en 1972 el final de una época<br />

importante del fotoperiodismo. Amar, Pierre-Jean, Op Cit.<br />

24


al extranjero y su influencia fue fundamental para la prensa ilustrada de Inglaterra,<br />

Francia y EEUU. A este último país migró Andrei Fridmann (1913-1954) quien, bajo el<br />

pseudónimo de Robert Capa, fundó -junto a Henri Cartier Bresson, David Seymour,<br />

George Rodger y William Vandivert- la Agencia Magnum en 1947 32 . Y esto nos da el<br />

pie para pasar al tema “Agencias”, otra arista cuya consideración no podemos eludir<br />

en esta tesina.<br />

La madurez del fotoperiodismo llegaría con la Segunda Guerra Mundial y que sus<br />

fotógrafos obtendrían legitimidad a través del compromiso de sus producciones con la<br />

realidad social.<br />

1.2 Agencias<br />

Las agencias surgieron en Europa a fines del siglo XIX con el fin de ofrecer fotografías<br />

a medios gráficos y clientes en general en el menor tiempo posible. Las agencias se<br />

dedicaron a comercializar y difundir las imágenes liberando a los fotógrafos de esa<br />

tarea.<br />

A principios de siglo, las principales agencias de prensa que se disputaban las<br />

primicias informativas eran: Havas (París, 1835) Associated Press (New York, 1848),<br />

Wolff (Berlín, 1849), Reuters (Londres, 1851).<br />

32 El objetivo era presentar fotógrafos para que las revistas ilustradas les asignaran un trabajo, sabiendo<br />

que harían crónicas imparciales como testigos de su época.<br />

25


A diferencia de las noticias, la distribución de fotografías estaba a cargo de agencias<br />

especializadas cuya importancia radicaba en ser intermediarias entre los productores y<br />

compradores de imágenes. Con el aumento de la demanda, en el mercado se<br />

multiplicaron las agencias intermediarias, de este modo los fotógrafos perdieron el<br />

control del destino de sus materiales.<br />

Una de las primeras agencias de fotografías fue Montauk Photo Concert (Estados<br />

Unidos, 1898), creada por George Grantham Bain (1865-1944). 33 Ya en el siglo XX,<br />

surgió Dephot (Alemania 1928), agencia para la que trabajaban reconocidos fotógrafos<br />

como Hans Baumann 34 .<br />

Con estos desarrollos, hacia 1939 existían tres tipos de agencias: las telegráficas, las<br />

agencias news y semanarios y las agencias de ilustración 35 . Las telegráficas difundían<br />

noticias escritas e imágenes al mismo tiempo, casi siempre a través del belinógrafo.<br />

Sus fotógrafos, asalariados, no eran propietarios de sus imágenes, las cuales se<br />

publicaban con el nombre de la agencia. Entre ellas estaba AP, que incorporó la<br />

fotografía en 1927, y Reuters, que lo hizo en 1985 36 .<br />

33 Grantham Bain fue un periodista que ilustraba sus artículos con fotografías y vislumbró la posibilidad de<br />

crear una agencia para evitar que los editores se apropiaran de sus producciones. Amar, Pierre-Jean. Op.<br />

Cit<br />

34 Conocido como Félix H. Man, colabora con Müncher Illustrierte Presse en 1929 y posteriormente llegará<br />

a dirigirla. Es reconocido por sus 80 reportajes sobre temas cotidianos, entre ellos el reportaje a Mussolini<br />

que fue publicado en 1934 en el Müncher Illustrierte Press, por Stephan Lorant. Amar, Pierre-Jean. Op.<br />

Cit<br />

35 Amar, Pierre-Jean. Op. Cit.<br />

36 Ibidem.<br />

26


Las agencias news y semanarios aparecieron en los años ‟30. Entre las principales, se<br />

pueden nombrar a Black Star, Apis y a Dalmas. Estas agencias contrataban personal<br />

free-lance como asalariados, quienes eran explotados o mal pagos. Sus producciones<br />

eran frecuentemente manipuladas sin su consentimiento y los textos que funcionaban<br />

como anclaje y epígrafe de las fotos solían cambiar el sentido con que el fotógrafo las<br />

había concebido. En esta dirección, Gisèle Freund se refiere a lo sucedido con sus<br />

“Instantáneas en la Bolsa de París”: “era evidente que cada publicación había dado a<br />

mis fotos un sentido diametralmente opuesto, correspondiente a sus intenciones<br />

políticas. La objetividad de la imagen no es más que una ilusión. Los textos que la<br />

comentan pueden alterar sus significado de cabo a rabo” 37 .<br />

Fueron justamente estas prácticas y una necesidad creciente de libertad de trabajo las<br />

que motivaron la creación de la cooperativa Magnum (1947), cuyos copropietarios<br />

eran Robert Capa, Henri Cartier Bresson, Ernst Haas, Erich Hartmann, entre otros.<br />

Sus imágenes representaban sus puntos de vista sobre los conflictos y hechos de la<br />

época; y a ellos el fotoperiodismo les debe el derecho de autor sobre la fotografía 38 .<br />

Finalmente, las agencias de ilustración se caracterizaban por proveer y revender<br />

imágenes que no representaban la actualidad periodísticamente. Esto las diferenciaba<br />

de las agencias informativas, que vendían únicamente cables de noticias y primicias.<br />

Por ejemplo, la agencia Rapho (París 1933-1940), creada por Charles Rado, armó una<br />

importante fototeca a disposición de clientes, quienes daban a esas imágenes diversos<br />

usos en revistas especializadas, informes y publicidad. Se caracterizaban por sus<br />

37 Freund, Gisèle “La Fotografía como Documento Social”, Editorial GG, Barcelona 1993, pág 142.<br />

38 Amar, Pierre-Jean. Op. Cit, pág 75<br />

27


producciones en blanco y negro sobre la vida cotidiana y, con el tiempo, se<br />

especializaron en diversas temáticas (arte, arquitectura y deportes).<br />

Hacia 1970, las agencias de noticias o cablegráficas entraron en crisis debido a la<br />

aparición en el mercado de otro tipo de agencias, que atendían el mercado de revistas<br />

y diarios, proveyéndoles imágenes en color y noticias. Surgieron nuevas alternativas<br />

como SARL Gamma (París, 1966)-quien intentaba darle transparencia y honestidad a<br />

la relación agencia-fotógrafo, reconociéndole a este último el status de periodista- y<br />

Sipa –que surgió en París en 1969 siguiendo el modelo de la primera.<br />

Gamma fue fundada por Raymon Depardon (agencia Dalmas), Huber Henrotte (diario<br />

Figaro), Hugues Vassal (France-Dimanche), Gilles Caron (agencia Apis) y Jean<br />

Monteux (Reporters Associés) en París en 1966 39. Se caracterizó por el envío de sus<br />

fotógrafos a los puntos más conflictivos del planeta y por vender sus imágenes a<br />

diarios y revistas de venta masiva. El fotógrafo de Gamma Gilles Caron, por ejemplo,<br />

cubrió la guerra de Vietnam y desapareció en Camboya en 1970. En el año 1974 se<br />

dividió el staff de Gamma y nació Sygma bajo las órdenes de Hubert Henrotte.<br />

Junto a Sipa, estas tres agencias convirtieron a París en la capital del fotoperiodismo<br />

mundial y marcaron tendencias por la forma en que se organizaron. Los gastos de las<br />

producciones fotográficas se repartían 50% el fotógrafo y 50% la agencia, lo mismo<br />

que sucedía con los dividendos obtenidos por la venta de esas fotos. 40<br />

39<br />

Las cosas tal como son, World Press Photo - El fotoperiodismo en contexto desde 1955, Blume 2005,<br />

pág 26.<br />

40<br />

Mergier, Anne Marie. “Sygma, Gamma y Sipa... la muerte de las tres agencias míticas”, Sala de Prensa<br />

N° 42, Abril 2002. http://www.saladeprensa.org/art338.htm<br />

28


1.3 En el Río de la Plata<br />

¿Qué pasaba con la foto de prensa en esta parte del mundo? Para empezar, la<br />

fotografía había llegado a Buenos Aires en 1843 (con John Elliot quien fue el primer<br />

daguerrotipista que inició la fotografía profesional en la ciudad) pero, recién hacia 1897<br />

(con el crecimiento y la modernización del país 41 ), primero La Nación (fundado en<br />

1870) y luego La Prensa (salió por primera vez en 1869) adoptaron el fotograbado en<br />

sus secciones informativas. Años más tarde, nuevos diarios incorporaban fotografías a<br />

sus páginas: La Razón, en 1905, El Mundo en 1926, Noticias Gráficas en 1931.<br />

Como se ve, eran varios los diarios que se sumaban a la novedad. Sin embargo, fue<br />

Crítica (1913) el que, siguiendo tendencias amarillistas de los EEUU, realmente<br />

capitalizó el recurso de la imagen fotográfica. Cabe mencionar a algunos de los<br />

reporteros de la época como Juan Di Sandro y Arthur Bauer, quienes lograron<br />

excelentes imágenes sin poseer equipos de 35 mm. 42<br />

En cuanto a las revistas, en 1898 apareció Caras y Caretas, con gran cantidad de<br />

ilustraciones (dibujos, fotos, caricaturas). Al respecto, un hecho que vale la pena<br />

mencionar porque marcó un hito en la profesionalización del oficio es la convocatoria<br />

realizada por Caras y Caretas en 1900: mediante un aviso, invitaba a fotógrafos<br />

41 Parte de esa modernización son los importantes avances como la telegrafía (1855), el ferrocarril (1857),<br />

el tranvía (1873) y el agua potable (1871). Y a fines del siglo XIX y principios del XX la prensa gráfica<br />

tiene en su haber un conjunto de diarios nacidos de luchas políticas: La Prensa (1869), La Nación (1870),<br />

El Diario (1881), La <strong>Argentina</strong> (1900) y La Vanguardia (1900). Becquer Casaballe, Amado y Cuarterolo,<br />

Miguel Angel, Imágenes del Río de la Plata, Editorial del Fotógrafo, 2da Edición, Buenos Aires, Marzo de<br />

1985<br />

42 Esas cámaras tardaron 30 años en llegar a Bs As desde Europa (1960). Becquer Casaballe, Amado y<br />

Cuarterolo, Miguel Angel, Op. Cit<br />

29


nacionales e internacionales a colaborar con la revista bajo condiciones tales como el<br />

pago por fotografía, la relevancia social del tema y el reconocimiento de la autoría 43 .<br />

Ésta también es la época de las migraciones hacia la <strong>Argentina</strong> posteriores a la<br />

Primera Guerra Mundial. Dichas migraciones ampliaron el mercado y diversificaron las<br />

revistas que focalizarían en distintos públicos. Aparecieron El Hogar (1904); El Gráfico<br />

(1919); Billiken (1919); Para Ti (1922); Selecta (1938) y Vea y Lea (1935), que seguía<br />

el estilo impuesto por Life 44 .<br />

Otro episodio que vale la pena señalar es la muestra de telefotos que realizó Noticias<br />

Gráficas en 1936, auspiciada por Geniol. En esta muestra se exhibían imágenes<br />

recibidas por teléfono que, al poder compararse con las copias originales, mostraban<br />

la calidad de recepción 45 .<br />

En esta misma dirección, en 1939 se publicaron en Buenos Aires las primeras<br />

telefotos periodísticas que seguían el siguiente circuito: se transmitían por teléfono o<br />

radio desde Berlín a Londres y, desde allí, llegaban en avión a Buenos Aires. De este<br />

modo, las noticias relevantes en otras partes del mundo cobraban interés a nivel<br />

nacional. De hecho, durante la Segunda Guerra Mundial, Buenos Aires fue la central<br />

latinoamericana de Associated Press (AP) 46 .<br />

43 Becquer Casaballe, Amado y Cuarterolo, Miguel Angel, Op. Cit.<br />

44 Ibidem.<br />

45 Ibidem.<br />

46 Ibidem.<br />

30


1.4 Fotografía de guerra<br />

Hasta ahora hemos visto, en general, la relación entre prensa y fotografía, tanto en el<br />

mundo como en <strong>Argentina</strong>. Pero ¿qué pasa puntualmente con los vínculos entre<br />

prensa y fotografía de guerra? ¿Qué se puede decir del lugar que históricamente ha<br />

tenido la fotografía y los fotógrafos en los conflictos bélicos? Éste es el tema que me<br />

interesa puntualizar en este apartado.<br />

Sintéticamente, hasta la primera mitad del siglo XIX los escenarios bélicos fueron<br />

dibujados y pintados por la mano del hombre. Pero, por sus características, esos<br />

escenarios se convirtieron en un espacio propicio para que la fotografía desplegara su<br />

revolucionaria técnica, con toda la espectacularidad y emotividad a la que puede dar<br />

lugar un campo de batalla.<br />

Se considera como primer fotógrafo de guerra a Roger Fenton (1819 -1869) quien, en<br />

1855, obtuvo autorización para fotografiar la guerra de Crimea (1853-1856). Aunque<br />

fue condicionado por el gobierno inglés a no realizar tomas de los horrores del campo<br />

de batalla, junto a cuatro ayudantes y un carruaje tirado por caballos monta su<br />

laboratorio. A causa del clima caluroso que no colaboraba con la incipiente técnica,<br />

Fenton y su equipo se enfrentaron con más dificultades que la censura previa. De esta<br />

experiencia resultaron alrededor de 360 placas 47 , que no hacen más que esconder la<br />

crudeza de la guerra: “El valle de la sombra de la muerte” -quizás la imagen más<br />

conocida de este evento militar- muestra un valle cubierto de piedras y balas de cañón.<br />

La muerte escenificada en su ausencia, ya que no hay cuerpos sin vida en esa toma.<br />

47<br />

Algunas fueron publicadas en un periódico semanal The Illustrated London News, expuestas en una<br />

galería y vendidas como libro cuando Fenton regresó a Inglaterra. Freund, Gisèle, La Fotografía como<br />

Documento Social, Editorial GG, Barcelona 1993.<br />

31


La guerra de Crimea por Roger Fenton; Anexo Foto 3<br />

Años después, pero con el afán de comercializar sus producciones, Mathew B. Brady<br />

(1823-1896) financió su propio proyecto y empleó 26 colaboradores -entre otros, los<br />

fotógrafos Alexandre Gardner (1821 -1882) y Timothy O´Sullivan (1849-1882)- para<br />

cubrir la guerra de Secesión de EEUU (1861-1865). En esta empresa logró obtener<br />

cerca de 7000 placas, las cuales muestran el horror y el dolor de la muerte con<br />

imágenes conmocionantes. Entre las más recordadas figuran: “La cosecha de la<br />

muerte”, que refleja a los cadáveres de soldados unionistas y confederados yaciendo<br />

sobre el dorso en el terreno bombardeado de Gettysburg, y “La guarida de un<br />

francotirador rebelde, Gettysburg”, que muestra a un soldado confederado muerto en<br />

un recoveco formado por varias rocas que rodean una barricada de piedras. Esta foto,<br />

además, incluye un fusil de utilería que Gardner apoyó en la barricada junto al cuerpo.<br />

La guarida de un francotirador rebelde, Gettysburg por<br />

Timothy O‟Sullivan; Anexo Foto 4<br />

32


En 1865 Brady publica sin éxito financiero el libro “Gardner‟s Photographics Sketch<br />

Book of the War”. En nombre del realismo, se atrevió a mostrar hechos crudos y<br />

desagradables haciendo célebre su frase “la cámara es el ojo de la historia”. Más allá<br />

de las diferencias entre las imágenes obtenidas, tanto Brady como Fenton inauguran<br />

la era de los corresponsales de guerra 48 .<br />

Otros sucesos del siglo XIX contados con imágenes fueron la guerra de Italia (1859) y<br />

la guerra franco-prusiana (1870). También, durante la Comuna de París (1871)<br />

periódicos como L‟Illustration y Le Monde Illustrè publicaron grabados a partir de<br />

fotografías y fotomontajes que falsificaban la realidad. Así, se iniciaba en esta época la<br />

explotación comercial de las imágenes de guerra. Durante este siglo se desarrolla en<br />

nuestro territorio la Guerra de la Triple Alianza, el material fotográfico y las<br />

circunstancias en que fue obtenido se analizan en el apartado dedicado a la fotografía<br />

de guerra en el Río de la Plata.<br />

Llegamos a la Primera Guerra Mundial (1914-1918). ¿Cuál era la situación de los<br />

fotógrafos en este conflicto? Los altos mandos franceses y alemanes permitieron a<br />

algunos fotógrafos militares estar cerca del frente de batalla, a diferencia del Estado<br />

Mayor Británico que censuró a la prensa. La mayoría de las fotografías fueron<br />

anónimas, su tono en general era épico y, en su mayor parte, lo que presentaban era<br />

una secuela: el paisaje lunar, los cadáveres esparcidos que dejaba la guerra de<br />

trincheras, o bien la devastación de los poblados franceses que eran bombardeados 49 .<br />

48 Freund, Gisèle, Op. Cit.<br />

49 Ibidem.<br />

33


Pero recién después de la Primera Guerra, con el avance y el impacto de la<br />

tecnología 50 , pudo verse lo que sucedía en las primeras líneas de batalla. Y fue la<br />

Guerra Civil Española (1936-1939) el gran acontecimiento en la historia de la<br />

fotografía de guerra. Ella marcó el inicio de las coberturas modernas y de la<br />

comunicación visual de masas. Las imágenes de la guerra fueron publicadas<br />

inmediatamente en periódicos de España y del exterior.<br />

En este conflicto bélico, por primera vez el fotógrafo estaba en la primera línea de<br />

acción. Se acortaba la distancia y la implicancia entre público, acontecimiento y<br />

fotógrafo, y surgía su presencia como testigo de todo lo que acontecía. Su derecho a<br />

verlo todo y a participar en los sucesos a través de las imágenes. A partir de aquí, la<br />

fotografía de prensa (siguiendo el modelo norteamericano impuesto por las revistas de<br />

noticias) fue consolidándose como factor relevante en la formación de la opinión<br />

pública.<br />

Muerte de un miliciano, Robert Capa;<br />

Anexo Foto 5<br />

50 Las prácticas periodísticas se benefician con los inventos tecnológicos: la cámara alemana Ermanox,<br />

tenía un objetivo luminoso que permitía hacer tomas con poca luz, reemplazando al flash de polvo de<br />

magnesio. La cámara Leica, inventada por Oscar Barnack en 1913, con un formato 24x36mm y película<br />

de 35mm en rollo salió a la venta en 1925 y es utilizada rápidamente cuando la equipan con objetivos<br />

intercambiables. En 1929 aparece la Rolleiflex que poseía 2 objetivos superpuestos y permitía producir 12<br />

tomas 6x6 cm, de uso frecuente hasta 1950. Los fotoperiodistas obtienen mayor libertad creando<br />

imágenes más realistas en pocos segundos. Freund, Gisèle, Op. Cit.<br />

34


Iniciada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el peso de las imágenes de guerra<br />

ya era una realidad ineludible. De aquí que no sea extraño encontrarse con que<br />

algunas de las fotografías publicadas hayan sido trucadas o bien censuradas según<br />

los intereses del bando en pugna. John Morris, editor de Life, refiere “(…) es capital<br />

para comprender cómo se educaba la opinión pública, que los fotógrafos no fijaban en<br />

sus rollos los aspectos horribles de la guerra, causados por nuestras armas al<br />

adversario. (...) No había que exhibir imágenes que pudieran perjudicar el esfuerzo<br />

bélico. El adoctrinamiento de los propios fotógrafos era tan fuerte que estaban<br />

persuadidos de luchar por una causa justa censurándose a sí mismos y sólo<br />

fotografiaban escenas que no resultaran desfavorables a los países que<br />

representaban” 51<br />

Siguiendo con la Segunda Guerra Mundial, la fotografía que muestra el izamiento de la<br />

bandera estadounidense el 23 de febrero de 1945 resulta ser una “reconstrucción” que<br />

el fotógrafo Joe Rosenthal (de la Associated Press), hizo de la ceremonia matutina que<br />

siguió a la captura del Monte Suribachi, en la isla volcánica de Iwo Jima. La<br />

reconstrucción fue aquel mismo día pero más tarde y con una bandera más grande.<br />

Esta imagen adquirió, podría decirse, el status de icono y de trofeo de guerra de los<br />

Estados Unidos hacia el resto de los contendientes. Meses más tarde, en mayo de<br />

1945 los rusos publican una foto del fotógrafo del ejército ruso Yevgeni Khaldei –que<br />

también resultó una puesta en escena de la entrada del Ejército Rojo en Berlín 2 días<br />

después de la capitulación del Ejército Alemán-. En la mañana del 2 de mayo de 1945,<br />

Yevgeni Khaldei tomó varias fotos a un grupo de soldados rusos que en lo alto del<br />

emblemático edificio del Reichstag hacían flamear la bandera roja con la estrella y la<br />

hoz en una Berlín desvastada y aún humeante tras los bombardeos de las horas<br />

51 Freund, Gisèle, La Fotografía como Documento Social, Editorial GG, Barcelona 1993, pág 148.<br />

35


previas. Esta foto de Khaldei y la de Rosenthal, dejan traslucir cuál será el devenir del<br />

mundo en manos de las dos grandes potencias una vez finalizada la guerra 52 .<br />

Joe Rosenthal, izamiento de la bandera estadounidense Iwo<br />

Jima, 1945; Anexo Foto 6<br />

Entre las numerosas imágenes de la Segunda Guerra 53 se encuentran las terribles<br />

fotografías realizadas en Berger-Belsen y Buchenwald, durante los días posteriores a<br />

la liberación de los campos de exterminio nazi. También las de testigos japoneses,<br />

como Yosuke Yamahata, en los días que siguieron a la destrucción de Hiroshima y<br />

Nagasaki a comienzos de agosto de 1945.<br />

Yosuke Yamahata, Nagasaki 1945; Anexo Foto 8<br />

Yevgeni Khaldei, entrada del Ejército Rojo en Berlín. 2 de<br />

Mayo de 1945; Anexo Foto 7<br />

Margareth Bourke Withe, abril 1945<br />

“Buchenwald Survivors”; Anexo Foto 9<br />

52 Sontag, Susan, Ante el dolor de los demás, Editorial Alfaguara, Buenos Aires, 2003.<br />

53 Son muchas las fotografías que se podrían mencionar (por ejemplo las tomadas en 1943 por los<br />

soldados alemanes que ocuparon Varsovia y registraron en imágenes ese ghetto), pero excede las<br />

intenciones y las posibilidades de este trabajo. Por eso, en la presente tesina sólo se enumeran las que<br />

considero más relevantes para reconstruir un marco histórico pertinente y suficiente.<br />

36


Más tarde, con la Guerra de Vietnam (1961- 1975), se inició una nueva etapa en la<br />

transmisión de información a causa de la llegada de la televisión. Los reporteros<br />

gráficos capturaban imágenes en el frente de batalla, arriesgando sus propias vidas.<br />

Esta guerra marcó el momento en el que los fotógrafos dejaron de trucar sus<br />

producciones, tal vez por la presencia de medios televisivos en los escenarios<br />

bélicos 54 .<br />

También la Guerra de Vietnam inaugura una nueva etapa para la foto de guerra, con la<br />

aparición del color. Larry Burrows (1926-1971) es uno de los primeros fotógrafos que<br />

cubre una guerra en color y publica sus fotografías de Vietman en la revista Life<br />

(1962).<br />

Rubrica el horror de la guerra la cruda foto realizada por Huynh Cong Ut (1951) en<br />

1972 durante la guerra de Vietnam, a la niña Kim Phuc que corre aullando de dolor<br />

mientras se aleja de una aldea recién bombardeada con NAPALM estadounidense.<br />

54 Sontag, Susan, Op. Cit.<br />

Larry Burrows fotos de la Guerra de Vietnam;<br />

Anexo Foto 10<br />

37


1.5 En el Río de la Plata II<br />

La presencia de fotógrafos en conflictos bélicos en el Río de la Plata remite a dos<br />

hechos: la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) y la guerra al indio (1879-1884).<br />

Respecto del primer caso, habiendo transcurrido un año de la Guerra de la Triple<br />

Alianza, la casa montevideana Bate y cía. envió al frente de batalla a Esteban García,<br />

con el objetivo de editar a su regreso “La Guerra Ilustrada” 55 . Aun con las limitaciones<br />

de la época, García obtuvo interesantes fotografías conservadas actualmente en la<br />

Biblioteca Nacional del Uruguay.<br />

Kim Phuc Guerra de Vietnam, foto de Hyunh Cong<br />

1972; Anexo Foto 11<br />

Guerra Triple Alianza; Anexo Fotos 12-13<br />

55 En ese álbum se incluyen las fotografías las ruinas de Itapurú, el mangrullo, prisioneros paraguayos<br />

tomados por Flores, montón de cadáveres paraguayos, tiradores cearenses en guerrilla, el boquerón –<br />

escena del combate del 18 de julio-, una familia de indios pampas, general Mitre con su estado mayor, un<br />

bosque Ñumañú –campo de la muerte-, y fogón en el campamento y no se publica la muerte del Coronel<br />

Pallejá que refleja al Coronel muerto en una camilla y rodeado por sus soldados. Becquer Casaballe,<br />

Amado y Cuarterolo, Miguel Angel. Op. Cit.<br />

38


En relación con la llamada Conquista del Desierto (definida por el investigador<br />

argentino Luis Príamo como la primera guerra interna), podemos decir que es el<br />

escenario en que se produce el primer reportaje gráfico en <strong>Argentina</strong>, realizado por la<br />

casa de Antonio Pozzo. Aunque sus fotografías puedan ser calificadas como ingenuas<br />

y hasta complacientes (tal como las califican A. Bécquer Casaballe y Miguel A.<br />

Cuarterolo al compararlas con las de W. Bate en la Guerra del Paraguay, a las que<br />

consideran fuertemente emotivas y expresivas) 56 , aquellas imágenes de la casa de<br />

Antonio Pozzo permiten vislumbrar el comienzo de la fotografía documental en el país.<br />

También en el contexto de la Conquista del Desierto (sobre la segunda etapa), la tarea<br />

de fotografiar la expedición fue encomendada a Carlos Encina y Evaristo Moreno.<br />

Ambos eran agrimensores, integraron la campaña de Roca de 1882, trabajaban en<br />

reparticiones del Estado y acompañaron a los soldados con sus carromatos,<br />

fotografiándolos en los campamentos o junto a los indios cautivos 57 .<br />

Encina y Moreno, fotos de la Conquista del Desierto 1882; Anexo Fotos 14 -15<br />

56<br />

Becquer Casaballe, A. y Cuarterolo, Miguel Angel. Op Cit.<br />

57<br />

A pesar de que no tenían inhibiciones para las tomas, los fotógrafos del siglo XIX no iban al frente como<br />

pueden hacerlo los más arriesgados del siglo XX con sus cámaras pequeñas.<br />

39


De la Campaña del Desierto pasamos a la Semana Trágica en 1919. Éste fue, tal vez,<br />

el hecho más relevante desde aquel entonces en la relación entre fotografía, conflictos<br />

nacionales y periodismo. En el mes de enero, un grupo de obreros de las industrias<br />

metalúrgicas Vasena reclamaron mejoras en los salarios, reducción de la jornada<br />

laboral, la vigencia del descanso dominical y la reincorporación de los delegados<br />

obreros despedidos al comienzo de la huelga. Hubo numerosos enfrentamientos y<br />

represión por parte de la policía con un saldo de 700 muertos y 3000 heridos. Los<br />

obreros y manifestantes eran asesinados en las refriegas y quedaban desparramados<br />

en las calles de la ciudad de Buenos Aires. En ese contexto, no hubo censura para los<br />

reporteros de los medios gráficos y las revistas Caras y Caretas y Pebete (que en esa<br />

época publicaban fotos de sociedad y actualidad) hacían visible la Semana Trágica<br />

con numerosas fotos de los enfrentamientos, de heridos y de las consecuencias en la<br />

ciudad 58 .<br />

La Semana Trágica, fotos publicadas en Caras y Caretas 1919; Anexo Fotos 16 -17<br />

58<br />

Yujnovsky, Inés y Embín Gabriel,”Discurso político y formación de opinión pública: un relato fotográfico<br />

de la semana trágica”, en Ojos Crueles, N° 2, Año 2, Buenos Aires, Abril / Septiembre 2005<br />

40


Los hechos de violencia ocurridos en Buenos Aires repercutieron en la Patagonia, pero<br />

allí no fueron registrados del mismo modo por los medios. Mientras se sucedían<br />

enfrentamientos en las calles porteñas, en el sur los fusilamientos se realizaban en los<br />

destacamentos. 59<br />

Cárcel de San Julián 1919; Anexo Fotos 18<br />

Años más tarde, en septiembre de 1955, la denominada Revolución Libertadora 60<br />

(1955-1958) derrocaba al presidente General Juan D. Perón 61 (1895-1974). Se<br />

publicaron pocas fotos de este acontecimiento, a pesar de que los enfrentamientos y<br />

bombardeos se produjeron en la Plaza de Mayo y en el centro de la ciudad. De aquí<br />

en más, aunque podamos detallar episodios concretos, lo cierto es que habrá una<br />

constante en toda esta historia de prensa y dictadura que será omnipresente en la<br />

<strong>Argentina</strong> en las casi tres décadas siguientes (caracterizadas por la alternancia<br />

permanente entre gobiernos democráticos y de facto): periodistas perseguidos e<br />

interrogados, clausuras de publicaciones, intervención directa del Estado en los<br />

medios gráficos (La Razón, El Laborista, La Época, Democracia, Crítica y Noticias<br />

59<br />

Príamo, Luis. En entrevista personal con la autora, diciembre de 2005<br />

60<br />

Este movimiento cívico militar fue encabezado en Córdoba por el General Eduardo Lonardi y apoyado<br />

entre otros por el jefe de la Marina contraalmirante Isaac Rojas. Durante 4 días el país estuvo al borde de<br />

la Guerra Civil. El 19 de septiembre, Perón presentó su “renunciamiento” ante una Junta integrada por 17<br />

generales quienes lo destituyeron y designaron a Lonardi como presidente provisional. Revista Todo es<br />

Historia N°458, Año XXVIII, septiembre de 2005, pág 30.<br />

61<br />

El gobierno peronista manejó los medios desde la Secretaría de Informaciones.<br />

41


Gráficas, por ejemplo), secuestro de libros, clausura de órganos de opinión, censura<br />

de películas, no publicación de informaciones de agencias de noticias extranjeras,<br />

represión.<br />

La denominada “Revolución Libertadora”, 1955; Anexo Foto 19 y 20<br />

Llegados a 1974, habiendo muerto Perón (que había accedido al poder en elecciones<br />

democráticas en 1973) y bajo la presidencia de María Estela Martínez de Perón, la<br />

censura, la represión y la virulencia intimidatoria hacia los periodistas y los medios de<br />

comunicación era moneda corriente, a pesar de no tratarse de un gobierno de facto: la<br />

prensa era una víctima más del accionar de la Triple A (Alianza Anticomunista<br />

<strong>Argentina</strong>), liderada tras bambalinas por José López Rega. Era el preámbulo de la<br />

época oscura que se avecinaba: la mayor represión interna instalada a través del<br />

terror, de la que no escaparía la prensa.<br />

42


Con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 se inicia una de las etapas más<br />

sangrientas de la historia argentina. El endeble y cuestionado gobierno de la<br />

presidenta constitucional María Estela Martínez de Perón fue destituido por una Junta<br />

de Comandantes en Jefe, integrada por el general Jorge Rafael Videla (1925), el<br />

almirante Emilio Eduardo Massera (1925-2010) y el brigadier Orlando Ramón Agosti<br />

(1924- 1997). Comenzaba el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional<br />

(1976 – 1983) que, contó con la adhesión social de algunos sectores de la sociedad<br />

que ansiaban la llegada del orden y estabilidad que se habían perdido con el gobierno<br />

de María Estela Martínez de Perón.<br />

Dado que fue durante este gobierno que se produjo el episodio central de esta tesina –<br />

la Guerra de Malvinas- este momento de la historia nacional merece ser tratado en un<br />

título aparte. Paso, así, al segundo pilar de este marco histórico: el contexto de la<br />

<strong>Argentina</strong> de la última dictadura militar.<br />

2. Marco histórico: <strong>Argentina</strong> 1976-1982<br />

Una vez en el poder, la Junta de Comandantes se propuso “restituir el orden” y<br />

asegurar el monopolio estatal de la fuerza, para lo cual aplicó el modelo vigente desde<br />

1975 en Tucumán, cuando la provincia fue intervenida. La represión fue una acción<br />

sistemática ejecutada por el Estado y las desapariciones se produjeron masivamente<br />

sobre todo entre 1976 y 1978. Según María Seoane y Vicente Muleiro, “Videla llegaba<br />

al poder (el 24 de marzo de 1976) con un plan simple: el argencidio, es decir, el<br />

exterminio de argentinos, algunos armados y la gran mayoría desarmados, que se<br />

oponían al arrasamiento de una <strong>Argentina</strong> democrática e industrial”. 62 La Conadep, da<br />

cuenta de 20mil a 30mil casos de desapariciones entre 1976 y 1983, cifra estimada de<br />

62 Seoane, María y Muleiro , Vicente, El Dictador, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2001<br />

43


acuerdo al número de denuncias recibidas teniendo en cuenta que en muchos casos<br />

no se llevó a cabo denuncia alguna 63 .<br />

Los partidos políticos y los sindicatos fueron prohibidos y, con ello, todas las<br />

actividades que estos realizaran. Los medios de prensa fueron sometidos a una<br />

censura que les impedía mencionar el terrorismo estatal y a sus víctimas, mientras que<br />

artistas e intelectuales fueron vigilados. Durante el proceso desaparecieron más de un<br />

centenar de periodistas y otros tantos debieron exiliarse del país 64 .<br />

La transformación económica fue conducida por José Alfredo Martínez de Hoz (1925)<br />

(ministro de economía durante los 5 años de presidencia de Videla). En principio<br />

enfrentó una crisis cíclica aguda con medidas similares a las aplicadas desde 1952 e<br />

intentó solucionar los problemas económicos que alteraban la estabilidad política. De<br />

63 Según el informe de la Conadep la distribución de desaparecidos según profesión u ocupación fue:<br />

Obreros......................................................................................... 30,0%<br />

Estudiantes................................................................................... 21,0%<br />

Empleados.................................................................................... 17,8%<br />

Profesionales............................................................................... 10,7%<br />

Docentes....................................................................................... 5,7%<br />

Conscriptos y personal subalterno<br />

de las Fuerzas de Seguridad........................................................... 2,5%<br />

Amas de casa............................................................................... 3,8%<br />

Autónomos y varios........................................................................ 5,0%<br />

Periodistas.................................................................................... 1,6%<br />

Actores y artistas........................................................................... 1,3%<br />

Religiosos..................................................................................... 0,3%<br />

64 Este punto será retomado en el próximo apartado sobre las condiciones de la prensa durante la guerra<br />

de Malvinas.<br />

44


su mano, el poder económico se concentró en unos pocos empresarios nacionales y<br />

trasnacionales gracias a la intervención del Estado.<br />

Inicialmente, Martínez de Hoz contó con apoyo de un grupo concentrado del<br />

establishment nacional, bancos extranjeros y organismos internacionales. Su mayor<br />

logro fue haber colocado a la economía en un estado de inestabilidad tal que hacía<br />

imposible pensar con otro ministro capaz de manejarla. Cuando esta situación<br />

menguó, “el endeudamiento y la concentración habían creado los mecanismos<br />

definitivos de control y disciplinamiento” 65 .<br />

Mientras tanto, la CGT y los sindicatos eran intervenidos, reprimidos los militantes y<br />

las fábricas también intervenidas, prohibidas las huelgas y suprimidas las<br />

negociaciones colectivas para, acto seguido, congelar los salarios por tres meses, con<br />

lo cual cayeron un 40% -en un contexto de inflación acelerada-. El Estado superó su<br />

déficit y las empresas lo acumularon. Esto, sumado a los créditos externos, le facilitó al<br />

gobierno superar la crisis cíclica sin desocupación.<br />

Por otra parte, Martínez de Hoz eliminó los mecanismos de protección de la<br />

producción local. A ello se sumó la sobrevaluación del peso y, como consecuencia, la<br />

industria local debió enfrentar la competencia de productos importados a precios<br />

irrisorios. La fiebre especulativa llevó al ciudadano argentino a colocar su salario a<br />

plazo fijo por unos días. Esto y el alud de productos importados a precios bajos fueron<br />

65 Romero, Luis Alberto. Op Cit.<br />

45


“dos aspectos salientes de la transformación económica profunda y destructiva<br />

diseñada por Martínez de Hoz” 66 .<br />

En 1978 Videla fue confirmado nuevamente como presidente y se estableció la “pauta<br />

cambiaria”. Es decir, la devaluación mensual del peso. Con esta medida se intentaba<br />

reducir la inflación y establecer alguna previsibilidad, pero como la inflación se<br />

mantuvo, el peso se revaluó respecto del dólar. Esta sobrevaluación del peso anticipó<br />

una gran devaluación. Los beneficios de las medidas de Martínez de Hoz se<br />

concentraron en el sector financiero.<br />

Hay que remarcar que durante todo el proceso se vislumbró al interior del gobierno<br />

una especie de anarquía respecto de quién dictaba las leyes y detentaba el poder. El<br />

gobierno estaba dividido entre las diferentes armas. La fragmentación al interior de las<br />

Fuerzas Armadas estaba dada por tres grupos: uno que respondía a Videla y Viola;<br />

otro encabezado por los generales Luciano Benjamín Menéndez, Carlos Suárez<br />

Mason y el jefe de la policía de la Provincia de Buenos Aires Ramón Camps; y un<br />

tercer grupo liderado por el almirante Emilio Eduardo Massera. En 1978, Videla logró<br />

que su sucesor fuera Viola y que el General Leopoldo F. Galtieri asumiera como Jefe<br />

del Ejército. Sin embargo, los conflictos internos y las dificultades para gobernar con el<br />

apoyo de los empresarios (que antes habían sido dejados de lado y fueron integrados<br />

al gabinete de Viola) complicaron el mandato del segundo presidente del Proceso.<br />

En 1979 la represión había menguado un poco y los sindicatos volvían a organizarse<br />

en torno de la CGT. Las marchas y huelgas comenzaban a repetirse (a pesar de que<br />

66 Romero, Luis Alberto. Op Cit.<br />

46


eran reprimidas) y contaban con la adhesión de diversos sectores, tales como<br />

estudiantes y algunos empresarios regionales. En 1980 Saúl Ubaldini era designado<br />

secretario general de la CGT. A su vez, las madres de los desaparecidos comenzaron<br />

a marchar en Plaza de Mayo con sus cabezas cubiertas con pañuelos blancos como<br />

una forma de reclamo por la aparición con vida de sus hijos, instalando el tema de los<br />

Derechos Humanos.<br />

Hacia 1980 la situación era crítica para la mayoría de los sectores. El Estado se hacía<br />

cargo de los bancos y empresas que habían quebrado como consecuencia de su<br />

política económica, mientras que el gasto público crecía gracias al endeudamiento<br />

externo y a la emisión de moneda. En 1981 el peso fue devaluado en un 400% y la<br />

inflación llegó al 100% anual. La devaluación afectó las empresas privadas y en 1982<br />

el Estado salió al rescate de algunas empresas nacionalizando sus deudas.<br />

Para ese entonces, finalizaba la “era de la plata dulce”. En Estados Unidos habían<br />

subido las tasas de interés, con lo cual aparecía un competidor en la captación de<br />

fondos financieros. Se cortaron los créditos fáciles a los países latinoamericanos y<br />

aumentaron los intereses, incrementando así la deuda externa que pasó de 8.500<br />

millones en 1979 a más de 25 mil millones en 1981.<br />

Hacia fines de ese año, además, la cuestión de los Derechos Humanos se volvía<br />

imperativa y los militares se vieron obligados a dar explicaciones sobre el tema. Fue<br />

este factor y la crisis general del país los que motivaron la movilización de los partidos<br />

políticos -cuya prohibición finalizó en 1981- quienes se agruparon en la Multipartidaria.<br />

Y, “junto a sindicalistas, empresarios, estudiantes, intelectuales, religiosos y<br />

47


defensores de derechos humanos formaron un coro que a principios de 1982 era difícil<br />

de ignorar” 67 .<br />

Respecto de la crisis económica, Viola incorporó a los empresarios a su gabinete y<br />

discutió con ellos alternativas para una salida política, lo cual era tema de discusión<br />

entre los dirigentes del Proceso desde 1980. Sin embargo, los sectores que rodeaban<br />

a Martínez de Hoz y los militares que le reclamaban firmeza en su conducción lo<br />

hostigaban. A fines de 1981, una enfermedad les dio la oportunidad para derrocar a<br />

Viola y para que asumiera en su lugar el General Leopoldo Fortunato Galtieri, quien se<br />

presentaba, así, como el salvador del proceso 68 . Al alinearse con Estados Unidos en la<br />

guerra encubierta que llevaba a cabo en América Central, obtuvo apoyo y la quita de<br />

sanciones por la violación de los Derechos Humanos que le habían impuesto al<br />

gobierno anterior los norteamericanos.<br />

Roberto Alemann -representante del establishment- fue designado Ministro de<br />

Economía. En su función, el ministro propuso la desestatización, la desregulación y la<br />

desinflación, pero lo que consiguió fue que se agudizara la recesión, tanto como las<br />

protestas y conflictos con sindicatos y empresarios. En consecuencia, las<br />

movilizaciones y marchas se multiplicaron. Llegaba así la famosa marcha convocada<br />

por la CGT para el 30 de marzo de 1982.<br />

67 Romero, Luis Alberto. Op. Cit.<br />

68 Ibidem.<br />

48


Fue en este contexto en el que se lanzó el plan para recuperar las Malvinas e intentar,<br />

por su intermedio, salvar al gobierno de todos los conflictos que lo atravesaban -<br />

incluido el problema de la unificación de las Fuerzas Armadas 69 .<br />

2.1. Antecedentes históricos y políticos de la ocupación de Malvinas en 1982<br />

Pero ¿cuál era la razón por la que la ocupación de Malvinas podía ser usada por el<br />

gobierno de Galtieri como un instrumento para paliar sus problemas de legitimidad?<br />

Para entenderlo, recorramos un poco los orígenes y la historia del conflicto en torno de<br />

las Islas.<br />

Las Malvinas fueron divisadas por Américo Vespucio y Fernando de Magallanes en el<br />

siglo XVI y estuvieron habitadas por franceses, ingleses y españoles durante la época<br />

colonial. Dos siglos más tarde, España reclamaba por la ocupación de un territorio que<br />

consideraba que le pertenecía. A partir de este reclamo, en 1771 quedó firmado un<br />

tratado por el cual Inglaterra renunciaba a las Islas, las cuales quedaban reconocidas<br />

como territorio español. Es con fundamento en este Tratado que todas las autoridades<br />

argentinas posteriores a la Revolución de Mayo proclamaron la soberanía argentina<br />

sobre las islas y designaron gobernador a Luis Vernet.<br />

En 1820, el capitán David Jewett izó por primera vez la bandera argentina en territorio<br />

malvinense. Unos años más tarde, una fragata norteamericana bombardeó el<br />

asentamiento de las Islas en represalia por la detención de unos cazadores. La<br />

presencia argentina era escasa, por lo que los ingleses no tuvieron mayor dificultad el<br />

3 de enero de 1833 cuando obligaron a los argentinos a retirarse tras una nueva<br />

ocupación de las islas.<br />

69 Romero, Luis Alberto. Op. Cit<br />

49


Luego de esta ocupación de las Malvinas por parte de Gran Bretaña, <strong>Argentina</strong> no hizo<br />

más que reclamos diplomáticos. Esta actitud se profundizó a partir de 1945, cuando<br />

nacieron las Naciones Unidas y cuando se generalizó la política de descolonización.<br />

El 28 de septiembre de 1966, un grupo de 16 jóvenes nacionalistas de entre 18 y 31<br />

años (entre los que militaba una mujer y estaban vinculados al nacionalismo de<br />

derecha y al peronismo y eran estudiantes y obreros la mayoría relacionados con la<br />

Unión Obrera Metlúrgica) secuestró un avión de Aerolíneas <strong>Argentina</strong>s que iba a Río<br />

Gallegos y lo desvió a las islas Malvinas aterrizando en Puerto Stanley donde en un<br />

acto de defensa de la soberanía nacional, izaron la bandera argentina. Este<br />

acontecimiento histórico se conoce como la Operación Cóndor 70 .<br />

Un año más tarde, en 1967, Inglaterra accedería a ceder las tierras pero, esta vez,<br />

fueron los habitantes de las islas quienes se negaron. Con ello quedaban<br />

desmoronadas las posibilidades de recuperación de las Malvinas para la <strong>Argentina</strong>.<br />

La situación siguió igual hasta 1971, cuando las negociaciones que se venían<br />

manteniendo dieron sus frutos y <strong>Argentina</strong> pudo iniciar vuelos regulares a Malvinas<br />

con LADE (Líneas Aéreas del Estado), construir un aeropuerto, instalar una sede de<br />

YPF y enviar maestras que enseñaran castellano.<br />

70 Lorenz, Federico, Las guerras por Malvinas, Edhasa, Buenos Aires, 24 de marzo de 2006.<br />

50


Llegamos a 1976. Inglaterra enviaba una comisión encabezada por Lord Schakleton<br />

que estudiaría el potencial económico de Malvinas. La reacción argentina no se hizo<br />

esperar: la presidenta María Estela Martínez de Perón respondió con el retiro de la<br />

Embajada <strong>Argentina</strong> en Londres (medida que quedaría invalidada en 1979 por el<br />

Proceso de Reorganización Nacional). Nuevamente, se daba otro paso atrás en las<br />

relaciones bilaterales entre ambos países.<br />

La situación de Malvinas permanecía en este stand-by mientras los integrantes de la<br />

Junta gobernante, hacia 1980, buscaban alguna salida política que les permitiera<br />

aplacar la intensificación de las luchas internas, los problemas económicos, el<br />

descontento general, las presiones del resto del mundo respecto de la cuestión de los<br />

Derechos Humanos y las disidencias dentro de las Fuerzas Armadas.<br />

Como vimos en el título anterior, la situación del gobierno militar iba haciéndose cada<br />

vez más precaria hasta que llegó al punto culminante de la crisis: ya bajo la<br />

presidencia de Galtieri y luego de las medidas de desinflación, desregulación y<br />

desestatización proclamadas por Alemann, el 30 de marzo de 1982 se produjo la<br />

multitudinaria marcha de protesta encabezada por la CGT en repudio a las medidas<br />

socioeconómicas puestas en marcha por la dictadura. Recordemos, una vez más, que<br />

fue en este contexto que se lanzó el plan de ocupación de las Malvinas -cuya<br />

soberanía era reclamada por nuestro país desde 1833-, ocupación que surgía para<br />

Galtieri como la solución a varios problemas: nadie discutiría este reclamo que era<br />

considerado legítimo y habría un motivo que uniera a los militares. Según los<br />

testimonios posteriores, “La Operación Rosario fue concebida como una acción militar<br />

sorpresiva destinada a provocar una repercusión política internacional tal que obligara<br />

51


a Gran Bretaña a encarar seriamente las negociaciones sobre la soberanía de las islas<br />

de acuerdo con las resoluciones de las Naciones Unidas. Por esa razón, se planeó la<br />

ocupación, la instalación de un gobierno argentino y la retirada inmediata de las<br />

fuerzas intervinientes, excepto los efectivos indispensables que requiriera la seguridad.<br />

No se previó una reacción de la magnitud que tuvo la británica, que llevó a un conflicto<br />

que no se deseaba y para el cual no se estaba preparado.” 71<br />

2.2 La prensa durante la dictadura.<br />

Foto de Pablo Lasansky, 30 de Marzo de<br />

1982 Anexo Foto 21<br />

71<br />

Martínez Eyheramendy, José Luis, integrante del II Escuadrón Aeromóvil Dagger MV “La Marinete” en<br />

su blog: http://misvivenciasenlaguerrademalvinas.blogspot.com/<br />

52


Antes de ver la situación de la prensa en la Guerra de Malvinas (que es el tema que<br />

toca más de cerca de esta tesina), es necesario detallar un poco más cuál era la<br />

realidad que venía viviendo el periodismo durante el último gobierno militar.<br />

A partir del 24 de Marzo de 1976 la prensa argentina se hace eco de lo instaurado en<br />

el Comunicado N° 19:<br />

“Se comunica a la población que la Junta de Comandantes Generales ha resuelto que<br />

sea reprimido con la pena de reclusión por tiempo indeterminado el que por cualquier<br />

medio difundiere, divulgare o propagare comunicados o imágenes provenientes o<br />

atribuidas a asociaciones ilícitas o personas o grupos notoriamente dedicados a<br />

actividades subversivas o al terrorismo. Será reprimido con reclusión de hasta diez<br />

años, el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare noticias,<br />

comunicados o imágenes, con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar las<br />

actividades de las Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales” 72 .<br />

Sumado a esto, a pocos días del golpe los medios recibieron desde la Secretaría de<br />

Prensa y Difusión 16 principios y procedimientos para “inducir a la restitución de los<br />

valores fundamentales que hacen a la integridad de la sociedad, como por ejemplo:<br />

orden, laboriosidad, jerarquía, responsabilidad, idoneidad, honestidad, dentro del<br />

contexto de la moral cristiana” 73 . Y debieron acercar sus materiales a una oficina<br />

llamada “Servicio Gratuito de Lectura Previa” que estaba en Casa de Gobierno y<br />

donde el personal de inteligencia autorizaba su publicación.<br />

72<br />

En diario La Prensa, 24 de marzo de 1976<br />

73<br />

Varela, Mirta, “Los medios de comunicación durante la última Dictadura: Silencio, Mordaza y<br />

Optimismo”, en Revista Todo es Historia, Nº 404, Buenos Aires, marzo de 2001, pág 50-63<br />

53


La primera clausura de un medio se produjo en Salta: a 48 horas del golpe, la<br />

intervención militar clausuró por 24 horas al diario El Intransigente a causa de una<br />

caricatura humorística que fue considerada como “menoscabo de la autoridad<br />

militar” 74 . En adelante, los diarios y revistas mostraron la realidad mediante los<br />

Boletines Oficiales y un discurso panfletario, hermético y dicotómico, plagado de<br />

verbos impersonales y eufemismos. Varios medios fueron intervenidos y sobrevivieron<br />

con la presencia de una oficina verificadora que controlaba lo que se publicara<br />

manteniendo un punto de vista único de la información. Los contenidos propios<br />

escaseaban en las publicaciones por efecto de la censura y la autocensura. Cayó la<br />

producción, circulación y el consumo de diarios y revistas. Según la Unión de<br />

Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), en 1980 se vendían 1.780.100<br />

diarios, bastante menos que 10 años antes cuando esta medición alcanzaba<br />

1.985.900 ejemplares 75 .<br />

Características de los medios en este período 76<br />

- Prevalecía la cobertura periodística de cables.<br />

- Se publicaban los Boletines Oficiales y los discursos de los generales completos.<br />

Más que nunca, las autoridades del “Proceso” utilizaron el poder que los medios tienen<br />

para crear la agenda de temas de una sociedad.<br />

- Transcripción de comunicados.<br />

- Predominio de un lenguaje abarrotado de eufemismos, paráfrasis, verbos<br />

impersonales y dicotomías. En La Nación, por ejemplo, abundaban los verbos<br />

74<br />

Ulanovsky, Carlos. Paren las rotativas Diarios, revistas y periodistas 1(1920-1969) 2(1970-2000),<br />

Emecé Editores, Buenos Aires, julio de 2005.<br />

75<br />

Varela, Mirta, “Los medios de comunicación durante la última Dictadura: Silencio, Mordaza y<br />

Optimismo”, en Revista Todo es Historia, Nº 404, Buenos Aires, marzo de 2001<br />

76<br />

Ver Zubieta M. y Blaustein, E. Decíamos Ayer y en Ulanovsky, Carlos, Op. Cit<br />

54


designóse, nombróse, detúvose, abatióse tanto en los titulares como en las páginas<br />

interiores.<br />

- Los temas se repartían entre espectáculos, deportivos, información general por sobre<br />

las secciones de economía y política.<br />

- No existía, en las crónicas, la contextualización de los hechos. Desaparecieron las<br />

preguntas: quién, por qué y cómo.<br />

- En varios casos se difundía información cuyas fuentes eran extranjeras. Era<br />

frecuente la cita a New's Week, Bs As Herald o la BBC.<br />

Coroneles y jefes militares asumieron la intervención de radios y canales de TV. La<br />

empresa distribuidora de papel -Papel Prensa (propiedad de la familia del empresario<br />

David Graiver)- fue intervenida por la Junta y repartida entre el Estado, La Nación,<br />

Clarín y La Razón. Este hecho implicó la injerencia del Estado en la distribución del<br />

principal insumo para la prensa gráfica y la complicidad de sus socios.<br />

En 1978, el Mundial de Fútbol y la supuesta “campaña anti argentina” iniciada por<br />

algunos medios extranjeros que denunciaban la desaparición de personas sirvieron<br />

para exacerbar en los medios del país el discurso militar y nacionalista ya existente 77 .<br />

El deporte fue convertido en espacio identitario de valores políticos y sociales: orden,<br />

disciplina, ascetismo, fuerza y éxito. "En junio de 1978, hubo en la <strong>Argentina</strong> dos<br />

mundiales: uno fue el de fútbol, el estrictamente deportivo; el otro, el político. Es que la<br />

Copa del Mundo fue uno de los elementos usados por la Junta Militar para mostrar,<br />

dentro del país, con la complicidad de la mayoría de los grandes medios gráficos, un<br />

77<br />

Ejemplo de ello es la carta a Videla publicada por el diario francés Le Monde, durante el Mundial, y<br />

firmada por 2337 periodistas franceses que reclaman por los 31 periodistas argentinos asesinados, 40<br />

desaparecidos y 68 detenidos. Todo es Historia, N°404 Año XXXIV, marzo de 2001, pág 53.<br />

55


paternalismo orientador, y fuera, una imagen de país unido y confiable, frente a las<br />

críticas que provenían desde el exterior y acusaban al gobierno de facto de autoritario,<br />

represor, genocida". 78<br />

En este contexto, pocas voces denunciaban la existencia de desaparecidos, entre<br />

ellas el diario Buenos Aires Herald 79 , diario al que acudían los familiares de<br />

desaparecidos para pedir la difusión de su búsqueda a través de solicitadas y cartas<br />

de lectores. 80 . Más compleja es la relación de La Opinión, dirigida por Jacobo<br />

Timmerman que, si bien apoyó el golpe de 1976, luego cuestionó algunas<br />

desapariciones. Los vaivenes y contradicciones no eximieron a Timmerman de la<br />

detención y torturas a que fuera sometido durante el mismo proceso, además de la<br />

posterior clausura del diario en 1978. Una excepción al comportamiento general de la<br />

prensa fue la del periodista Rodolfo Walsh y su agencia de noticias clandestinas<br />

ANCLA, cuyos cables denunciando las desapariciones y la política represiva del<br />

gobierno militar se distribuyeron en las redacciones porteñas hasta la desaparición de<br />

Walsh en abril de 1977.<br />

Al finalizar la dictadura, más de un centenar de periodistas habían desaparecido por<br />

diferentes causas: no sólo como se dijo en algún momento por atreverse a publicar<br />

sus verdades sino también, por ejemplo, por ser delegados sindicales o por su relación<br />

con organizaciones partidarias, de derechos humanos o político-militares. Según la<br />

Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires 81 , 84 periodistas fueron<br />

78<br />

Puga, Lidia. El Mundial y la Dictadura en los medios gráficos, Ediciones de Periodismo y Comunicación,<br />

Capítulo V<br />

79<br />

El editor del diario Andrew Graham- Yoll, Robert Cox –director entre 1966 y 1979- y James Neilson<br />

debieron exiliarse.<br />

80<br />

Varela Mirta. Op. Cit.<br />

81<br />

UTPBA, “Los periodistas desaparecidos”, Buenos Aires, Marzo de 2006.<br />

56


desaparecidos y 17 asesinados. De las listas oficiales de desaparecidos suelen quedar<br />

fuera aquellos periodistas que, sin ser opositores, trabajaron para alguna de las<br />

facciones del Proceso y desaparecieron o fueron asesinados como consecuencia de la<br />

guerra interna 82 .<br />

2.3 La prensa durante la Guerra de Malvinas<br />

¿Qué actitud tomó el gobierno respecto de la prensa una vez comenzada la guerra y<br />

qué implicancias tuvo eso sobre la situación general de la prensa durante el conflicto?<br />

En las primeras semanas del conflicto, la Junta Militar intentó sostener una posición de<br />

participación y congruencia con los principales periódicos, en vistas de construir una<br />

opinión pública favorable. Sin embargo, apenas unos días más tarde, con el<br />

agravamiento de la situación en el Atlántico Sur, el gobierno argentino dio a conocer<br />

un acta que La Nación publicó en tapa el 30 de abril de 1982 y que disponía el control<br />

de la información por seguridad nacional. Según el acta<br />

Art.1. Todas las informaciones y las noticias provenientes del exterior, cualquiera sea<br />

su origen, utilizadas por los medios, y toda la información difundida por los medios<br />

orales, escritos o televisivos, relacionadas de algún modo a las operaciones militares y<br />

a la seguridad nacional, están sujetas al control del Estado Mayor.<br />

Art. 2. El Estado Mayor ejercerá el control de la información instrumentalizando todos<br />

los medios en su poder.<br />

Art. 3. El director y el editor de los diferentes medios de información serán<br />

considerados personalmente responsables directos de las transgresiones al Art.1-<br />

82 Zubieta, M y Blaustein, E. Decíamos Ayer. La prensa <strong>Argentina</strong> bajo el Proceso. Bs As, Ed. Colihue,<br />

1998, pág. 23<br />

57


Art.4. Toda transgresión a tales disposiciones será sancionada con la clausura del<br />

medio y con el arresto del director o editor responsable con tiempo indeterminado".<br />

Más allá de la rigidez que impuso, hay que recordar que este decreto se enmarcaba<br />

en una política de control y censura de la información que la dictadura venía<br />

desarrollando desde el minuto cero, cuando, mediante el Comunicado N° 19, el 24 de<br />

marzo de 1976 comunicó a la población que “Será reprimido con reclusión de hasta<br />

diez años, el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare noticias,<br />

comunicados o imágenes, con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar las<br />

actividades de la Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales."<br />

Esta situación general de control, sumada a la circulación de aquel decreto en las<br />

redacciones y entre los directivos de los medios nacionales, provocó un black out 83 de<br />

información durante el último mes de conflicto 84 . El periodista del diario Clarín Oscar<br />

Cardozo reconoce con posterioridad que “los medios mintieron por omisión más que<br />

por acción. Se abandonó el rol cuestionador. Cuando se iba hacia la guerra, los<br />

medios no cuestionaron. Y cuando la realidad no acordaba, se la censuraba. Era una<br />

autocensura interna” 85 .<br />

Por su parte, Alberto Amato 86 , actual periodista de Clarín y en junio de 1982 reportero<br />

de La Semana, señala que los mandos militares controlaban cada información que se<br />

publicaba y que tenían individualizado a cada uno de los hombres de prensa.<br />

83<br />

Se entiende por black out el bloqueo (por ejemplo de la información proveniente del exterior) y<br />

distorsión total de información por parte de las fuentes oficiales. Escudero, Lucrecia. Op. Cit<br />

84<br />

Escudero, Lucrecia, Op cit., pág 107<br />

85<br />

Escudero, Lucrecia, Op cit.<br />

86<br />

Amato, Alberto. En entrevista personal con la autora.<br />

58


Coincide, en este punto, con Daniel Alonso, quien rememora el cierre temporario del<br />

diario en el que trabajaba por haber transmitido una información que no agradó a los<br />

militares. Según sus palabras, “no hubo una razón única para exigir el cierre de El<br />

Patagónico por tres días entre el 6 y el 9 de junio de 1982. (…) La Disposición que<br />

exhibieron los militares, elípticamente argumentaba „por difundir informaciones que<br />

conspiran contra la seguridad de las operaciones militares‟. En términos generales, lo<br />

que quisieron fue ejemplificar ante el resto de la prensa nacional, para que no se<br />

publicaran versiones de „cosecha propia‟ y nos sujetáramos a editar –los primeros días<br />

de junio, cuando acá en la Patagonia ya se rumoreaba la rendición- que „íbamos<br />

ganando la guerra‟.” 87<br />

Del mismo modo, Daniel García, quien en 1982 era reportero gráfico de DYN y en la<br />

actualidad es editor y fotógrafo de la agencia francesa France Press, relata su<br />

experiencia: “Cuando salimos de Buenos Aires en un vuelo de Aerolíneas hasta<br />

Comodoro Rivadavia, el teniente coronel se nos sentó atrás y ni bien despegamos nos<br />

entregó cinco carillas con las prohibiciones de todo lo que no podíamos hacer. No se<br />

podía tomar imágenes de nada, con lo cual me paré y le dije al teniente que él que<br />

tenía poder hiciera que volviéramos, yo me quería bajar porque no podía hacer nada<br />

para lo que iba. Tuvimos un cruce de palabras y seguí viaje. Algunas de esas<br />

prohibiciones eran exhibidas en las redacciones de los diarios y en la agencia<br />

misma” 88 .<br />

En los medios gráficos analizados –Clarín, La Nación, Gente y Siete Días–, durante<br />

los 74 días del conflicto en Malvinas existió lo que Lucrecia Escudero llamó<br />

87 Alonso, Daniel. De una entrevista personal con la autora en el año 2007<br />

88 García, Daniel. En entrevista con la autora el 17 de febrero de 2010<br />

59


permeabilidad de la información. De acuerdo a este concepto, todas las noticias<br />

publicadas por un medio, en todas y cada una de las secciones, estaban atravesadas<br />

por el mismo tópico: Malvinas. Así, la guerra penetraba la totalidad del universo<br />

informativo y el lector quedaba prisionero de ese discurso 89 .<br />

Al respecto, vale aclarar que ni Clarín ni La Nación modificaron su estructura interna<br />

con secciones específicas de guerra, sino que respetaron las secciones existentes y<br />

acentuaron la presentación difusa de las noticias atravesándolas longitudinal y<br />

transversalmente por el conflicto 90 .<br />

En cuanto a la cita y la elaboración de las noticias, ambos diarios utilizaron dos tipos<br />

de fuentes:<br />

a. las fuentes propias de los diarios. A pesar de que las estadísticas hablan de la<br />

centralidad de las agencias en la provisión de información, Clarín y La Nación le dan<br />

más importancia a las fuentes propias durante la guerra. En el caso de La Nación, se<br />

utiliza el 70,68% de fuentes propias en relación con el total de la información, mientras<br />

que, en el caso de Clarín, ese porcentaje desciende al 57,08 %. Cabe aclarar que<br />

estas fuentes propias no incluían periodistas en Malvinas. Más bien, esa tendencia<br />

refiere a la capacidad de ambos diarios de utilizar sus contactos y colocar fuentes<br />

propias en los más importantes grupos políticos, económicos, religiosos; en utilizar<br />

como fuentes a la Cancillería, las Fuerzas Armadas y diversos funcionarios; y en<br />

89 Escudero, Lucrecia. Op. Cit.<br />

90 Ibidem<br />

60


contar con reporteros y corresponsales en los principales centros internacionales:<br />

Londres, Washington, Nueva York, Paris y La Habana.<br />

b. las agencias nacionales e internacionales. Las agencias nacionales y<br />

gubernamentales Diarios y Noticias (DYN) y Télam constituyen un bajísimo porcentaje<br />

de las fuentes citadas por ambos periódicos que no superó el 3% de la información<br />

escrita. La información de agencias que utilizaron estos diarios provino, más bien, de<br />

los doscientos periodistas extranjeros que suministraban la información a las agencias<br />

internacionales Agence France-Press (AFP), EFE, Associated Press (AP), Latin Reuter<br />

(LR), United Press International (UPI) y Agenzia Nazionale Stampa Associata<br />

(ANSA). 91<br />

La permeabilización de la información en los diarios fue paralela y complementada con<br />

el fenómeno de la malvinización de la información en los semanarios de actualidad.<br />

Sin embargo, a diferencia de los primeros que no cambiaron su estructura interna por<br />

la guerra, las revistas pusieron en marcha de diversas maneras un conjunto de<br />

mecanismos para hacer foco en ciertos aspectos de la guerra y guiar la interpretación.<br />

Siguiendo nuevamente a Lucrecia Escudero, “de semanarios de actualidad general<br />

han pasado a transformarse en verdaderos dispositivos de puesta en escena y de<br />

focalización gráfica de la guerra (…) en la pretensión de ofrecer al lector algo que la<br />

información de la época revelaba escasa en los dos países enfrentados: las<br />

imágenes” 92 . Las revistas, de este modo, buscaron por todos los medios hacer visible<br />

91 Escudero, Lucrecia Op. Cit pág 101 a 103<br />

92 Escudero, Lucrecia,Op Cit., pág 69<br />

61


la guerra y despertar apoyo por ella. De aquí que la misma autora afirme que las<br />

revistas de información general fueron funcionales al sistema de los medios escritos<br />

en tanto productoras de una visibilidad inmediata y no efímera del conflicto. 93<br />

Como hemos visto, las condiciones de la prensa durante la Guerra de Malvinas no se<br />

modificaron respecto de los 6 años anteriores en lo que fue la dictadura que comenzó<br />

en 1976. Por el contrario, se reafirmó la tendencia a una información controlada y<br />

acrítica respecto del poder militar y, al igual que los reporteros argentinos, el<br />

periodismo internacional también sufrió persecuciones y censuras. Al finalizar la<br />

dictadura, sumaban casi un centenar los desaparecidos. Estos factores influyeron en<br />

la desarticulación gremial de los reporteros gráficos y en la pérdida del ímpetu que<br />

había cobrado la fotografía interpretativa en la última década 94 .<br />

2.4 Cronología de la Guerra de Malvinas<br />

Finalmente, para cerrar este apartado de marco histórico, es necesario hacer una<br />

cronología sucinta de la Guerra de Malvinas, de modo de dar un contexto apropiado a<br />

las acciones y decisiones que fueron tomando en diferentes momentos los medios<br />

gráficos que se analizarán en este trabajo.<br />

93<br />

Escudero, Lucrecia, Op. Cit, pág 70<br />

94<br />

Pérez Fernández, Silvia “Fin de dictadura. Inicio de disyuntivas: la fotografía argentina frente a la<br />

recuperación de la vida constitucional”, en Ojos Crueles Temas de Fotografía y Sociedad, N° 3, Imago<br />

Mundi, otoño 2006<br />

62


Cronología de los hechos 95<br />

2 de Abril: Desembarco argentino en Malvinas.<br />

3 de Abril: Ocupación de las Georgias.<br />

6 de Abril: Alexander Haig y el Canciller Nicanor Costa Méndez se reúnen en<br />

Washingnton<br />

7 de Abril: Bloqueo Naval inglés. Convocatoria a la reserva argentina<br />

8 de Abril: Puente aéreo para aprovisionar a las tropas. Intransigencia de<br />

Thatcher<br />

10 de Abril: el presidente Galtieri se reúne con Haig en Buenos Aires.<br />

11 de Abril: No hay acuerdo entre Haig y Galtieri. El Papa llama a la reflexión.<br />

12 de Abril: Bloqueo de las Task Force a las islas.<br />

14 de Abril: la Cámara de los Comunes respalda a Thatcher. Haig regresa a<br />

Buenos Aires.<br />

17 de Abril: continúan las conversaciones con Haig<br />

19 de Abril: Haig regresa a Estados Unidos, Costa Méndez pide que se aplique<br />

el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca<br />

20 de Abril: <strong>Argentina</strong> logra convocar a cancilleres latinoamercanos<br />

22 de Abril: Galtieri inspecciona a las tropas en Malvinas<br />

25 de Abril: Marinos británicos retoman las Georgias. Astiz firma la rendición<br />

sin haber opuesto resistencia. Se accidentan 2 aviones Wessex británicos.<br />

26 de Abril: La Junta informa que estará dispuesta hasta la última capacidad<br />

defensiva.<br />

30 de Abril: Aeronaves y buques ingleses considerados "hostiles". Helicóptero<br />

cae accidentalmente en Caleta Olivia, mueren 10 militares.<br />

95 Fuente: www.geocities.com/papilay/historia.htm<br />

63


1° de Mayo: Primer ataque aéreo. Cañoneo de Puerto Argentino, responden<br />

fuerzas argentinas. Una fragata inglesa averiada y 5 Harrier son destruídos.<br />

Convocan clase 1961.<br />

2 de Mayo: Hundimiento del Crucero General Belgrano por parte del submarino<br />

Conqueror: 323 víctimas. Ataque inglés al Aviso Sobral: 8 muertos.<br />

4 de Mayo: Hundimiento del HMS Sheffield 20 muertos. Sea Harrier derribado<br />

en Goose Green.<br />

5 de Mayo: Condena de <strong>Argentina</strong> al apoyo de Estados Unidos a Gran Bretaña.<br />

<strong>Argentina</strong> acepta la intervención de la Organización de las Naciones Unidas<br />

(ONU)<br />

6 de Mayo: La ONU propone conversaciones<br />

7 de Mayo: Londres amplía el bloqueo naval a 12 millas<br />

9 de Mayo: Pesquero argentino Narwal hundido y ataque a embarcaciones de<br />

salvamento: 1 muerto y 13 heridos.<br />

10 de Mayo: Gran Bretaña decreta zona de exclusión aérea de la Isla<br />

Ascención a 100 millas.<br />

12 de Mayo: Parte de Gran Bretaña el buque Queen Elizabeth con 3000<br />

soldados británicos, entre ellos "gurkas". Aviones Argentinos averían dos<br />

fragatas<br />

14 de Mayo: Llegan a Buenos Aires 189 argentinos capturados en las<br />

Georgias. Ataque nocturno en Malvinas: 11 aeronaves argentinas son<br />

destruídas en tierra.<br />

15 de Mayo: Embarcaciones británicas cañonean Puerto Calderón afectando<br />

10 aviones argentinos<br />

16 de Mayo: Hundimiento del buque Río Carcarañá y averías al Bahía Buen<br />

Suceso (ambos de la marina mercante). Nuevos ataques aéreos a la Isla<br />

Soledad.<br />

64


17 de Mayo: La Comunidad Económica Europea renueva las sanciones por<br />

una semana más.<br />

19 de Mayo: El Papa concelebra misa por la paz con cardenales argentinos y<br />

británicos.<br />

20 de Mayo: Fracasan las gestiones del canciller peruano Rafael Pérez de<br />

Cuellar en la ONU. Se estrella un Sea King de la Marina británica en "misión<br />

secreta" cerca de Pta. Arenas, Chile.<br />

21 de Mayo: Tras los daños en 4 fragatas, el hundimiento de la fragata Ardent<br />

(22 muertos), y la pérdida de 3 Harrier y 2 helicópteros, los ingleses establecen<br />

cabecera de playa en Puerto San Carlos.<br />

22 de Mayo: Un Harrier cae en Puerto Darwin.<br />

23 de Mayo: Un avión argentino es derribado y los ingleses sufren pérdidas<br />

navales.<br />

24 de Mayo: Fragata Británica Argonaut hundida. Muere un experto en<br />

explosivos al desactivar una bomba en la Antelope: 175 tripulantes la<br />

abandonan.<br />

25 de Mayo: Hundimiento de destructor y transporte de tropas británico,<br />

Atlantic Conveyor: 12 muertos y Coventry: 19 muertos. La aviación inglesa<br />

ataca Puerto Argentino.<br />

27 de Mayo: Regresan a Inglaterra 263 sobrevivientes del Sheffield.<br />

28 de Mayo: Juan Pablo II visita Londres y reclama por la paz. 3800 ingleses<br />

avanzan sobre Darwin y Pradera del Ganso. En la reunión del TIAR aprueban<br />

una resolución favorable a la <strong>Argentina</strong>.<br />

30 de Mayo: La Aviación <strong>Argentina</strong> consigue averiar el portaaviones<br />

"Invencible". Londres no confirma el hecho.<br />

31 de Mayo: 2 Skyhawk argentinos hundidos<br />

65


2 de Junio: Fracasan las gestiones de paz de la ONU. Avanzadas británicas<br />

llegan a 20 Km de Puerto Argentino. La ONU designa mediador a Pérez de<br />

Cuéllar. Los británicos toman Monte Kent.<br />

3 de junio: El Canciller argentino Nicanor Costa Méndez habla a los<br />

representantes de países No Alineados.<br />

4 de Junio: Estados Unidos y Gran Bretaña vetan el cese al fuego en Naciones<br />

Unidas.<br />

8 de Junio: Fuerzas Armadas rechaza el desembarco inglés en Bahía<br />

Agradable y Fitz Roy. Hundimiento de fragata Plimouth, transportes Sir Galhad<br />

y Sir Tristán.<br />

11 de Junio: Llega el Papa Juan Pablo II a la <strong>Argentina</strong>. Regresa a Gran<br />

Bretaña el Queen Elizabeth II con 700 sobrevivientes.<br />

12 de Junio: Es hundido el destructor HMS Glamorgan, 13 muertos. Tropas<br />

inglesas avanzan hacia Puerto Argentino, toman 400 prisioneros.<br />

13 de Junio: Fuerzas británicas penetran en las defensas argentinas. En<br />

Buenos Aires al conocerse el epílogo de la lucha hay manifestaciones<br />

solicitando la "no rendición".<br />

14 de Junio: Los Generales Jeremy Moore y Mario Benjamín Menéndez firman<br />

alto al fuego y rendición. En la manifestación por la "no rendición" -en Buenos<br />

Aires- se producen desmanes y represión policial<br />

66


Desarrollo<br />

El objeto específico de esta tesina son las fotos de Malvinas que fueron publicadas y<br />

las que no se hicieron públicas en los medios de comunicación más relevantes del<br />

país. Si hacemos un recorrido por diversos trabajos académicos y periodísticos,<br />

podemos saber qué dijeron los principales medios de aquel momento sobre la Guerra<br />

de Malvinas. Ahora bien, ¿qué mostraron?<br />

1. Malvinas en los diarios: el discurso de Clarín y La Nación<br />

Si pensamos en La Nación, según la jefa de su Archivo Fotográfico, Liliana<br />

Maghenzani, buscar las fotos publicadas durante la guerra de 1982 es inútil porque<br />

“No hay fotos de Malvinas” 96 . Sin embargo, haciendo una tarea fina de rastreo y<br />

observación, nos encontramos con una situación diferente: es posible reconstruir, con<br />

los restos sueltos e incompletos que a cuenta gotas va cediendo Maghenzani, la<br />

relevante cobertura fotográfica de Malvinas –para el contexto y la lógica de los medios<br />

a principios de los ‟80 97 - que realizó La Nación.<br />

Al respecto, tal como expresé en el marco histórico, Clarín y La Nación publicaron<br />

fotos de las agencias Télam, Noticias <strong>Argentina</strong>s (NA), Radiofotos de AP y UPI. Estas<br />

fotos se repiten en ambos medios porque el servicio era para todos igual, aunque<br />

difieren los epígrafes o las circunstancias de publicación. ¿Qué muestran esas fotos?<br />

Antes que nada, vale la pena dividir temporalmente este universo fotográfico, ya que<br />

las diferentes fases por las que fue pasando la guerra determinaron el tipo de<br />

contenido que era publicable y que efectivamente se publicó.<br />

96 En entrevista con la autora durante su visita al Archivo de LA NACION, en 2006<br />

97 De acuerdo a lo expuesto antes en el apartado Prensa y Dictadura.<br />

67


1.a) 2 de abril a 30 de abril de 1982<br />

Podemos identificar un momento inicial, marcado por el ánimo triunfalista: el “factor<br />

sorpresa” habría actuado a favor de las tropas argentinas, quienes desembarcaron en<br />

Puerto Stanley y ocuparon las islas en un medio que no estaba esperando la guerra.<br />

Como fue mencionado en el apartado anterior, la Operación Rosario fue concebida<br />

como una acción militar que pretendía desencadenar negociaciones políticas y<br />

diplomáticas. Al margen de las intenciones tras bambalinas, lo cierto es que el 2 de<br />

abril las tropas argentinas tomaron la iniciativa y se mantuvo un ánimo optimista hasta<br />

el 30 de abril, día en que se dio por terminada la instancia diplomática y comenzaron<br />

los enfrentamientos bélicos en las islas (que se dieron a conocer a partir del 1° de<br />

mayo). Para ese entonces, ya estaba claro que los ingleses se involucrarían en la<br />

guerra y comenzaban a desplegar un potencial que superaba ampliamente al de los<br />

argentinos, sin ninguna preparación material ni militar para una guerra real.<br />

Previo a ese momento crítico, y estimulados por el ánimo inicial, el gobierno argentino<br />

promovió la difusión de fotografías que mostraban la presencia y el triunfo de las<br />

tropas nacionales en Malvinas. Más aun: enmarcado en la política general de control<br />

de la información, el mismo gobierno organizó una expedición el 3 de abril de 1982 a<br />

las islas, para que los periodistas certifiquen ante la opinión pública cómo había sido la<br />

ocupación de Malvinas. En palabras de Daniel Alonso -que en 1982 era Prosecretario<br />

de Redacción de El Patagónico de Comodoro Rivadavia y conductor del noticiero de<br />

LU83 TV Canal 9 de la ciudad,- “el sábado 3 de abril (...) setenta periodistas (entre<br />

nacionales y extranjeros) pudimos visitar por unas horas Puerto Argentino (Stanley)<br />

para ver que la ocupación argentina había sido incruenta. Ése fue el único objetivo y la<br />

única ocasión en que estuvieron periodistas en el teatro de operaciones” 98 . Silvio<br />

98<br />

Alonso, Daniel. De una entrevista personal con la autora en el año 2007. Vale aclarar que, según lo<br />

relatado por Daniel García en la entrevista realizada en febrero de 2010, también el 13 de abril hubo dos<br />

periodistas de DYN y NA en Malvinas, aunque sólo fue por un par de horas. Esto no cambia las<br />

68


Zuccheri, fotógrafo y propietario de la agencia ILA en 1982, quien también fue parte de<br />

la expedición, coincide al respecto 99 .<br />

Así, haciendo uso del periodismo y de la fuerza de la fotografía para “construir<br />

realidad” (mencionada en el marco conceptual), se buscó crear un relato en el que las<br />

Fuerzas Armadas, después de años de ocupación inglesa, recuperaba para el pueblo<br />

argentino unas islas que desde siempre le habían pertenecido. De este modo, la Junta<br />

Militar pretendía lograr una legitimidad en el poder que, apenas dos días antes, había<br />

sido fuertemente cuestionada en una marcha multitudinaria (como se detalla en el<br />

marco histórico).<br />

Una de las imágenes de alto impacto, por la<br />

contundencia con que alude al triunfo, es la<br />

publicada por La Nación el 9 de abril. En ella,<br />

se ve la rendición de los ingleses el día del<br />

desembarco y está acompañada por un<br />

extenso epígrafe en el que reflexiona sobre la importancia y los usos de la foto.<br />

Finaliza afirmando que se desconoce la fuente de esa imagen, que circuló en medios<br />

brasileros.<br />

La Nación, 9 de Abril de 1982; Anexo Foto 22<br />

El epígrafe señala “Se dice que, desde principios de siglo, no hay episodio importante<br />

en la historia del mundo que no haya sido documentado por fotógrafos o<br />

camarógrafos; la documentación gráfica de los últimos ochenta años, en efecto, todo<br />

lo abarca. Profesionales, turistas, curiosos todos accionan sus máquinas, y la imagen<br />

queda como documento inapreciable. A veces hay un único testigo, casual, que atina a<br />

impresionar la placa o la película. Así ocurrió, el 2 de este mes, en Puerto de las Islas<br />

apreciaciones generales sobre la ausencia crónica de periodistas por fuera de los de Télam y ATC, pero<br />

es necesario mencionarlo para ser estrictos.<br />

99<br />

Zuccheri, Silvio. De una entrevista personal con la autora en el año 2007.<br />

69


Malvinas. Soldados británicos comienzan a acatar la orden de rendición. Alguno ya<br />

dejó caer su ametralladora, otros se aprestan a hacerlo. La fotografía que se<br />

reproduce se difundió ayer en Río de Janeiro y se ignora quién la tomó”.<br />

Es probable que –según la reconstrucción de los acontecimientos realizada a partir de<br />

la entrevista a Silvio Zuccheri que se reproduce en el Anexo de este trabajo- esta<br />

imagen haya sido tomada por el único testigo casual con una cámara y con capacidad<br />

para difundir esta imagen: Rafael Wollmann, a quien la ocupación del 2 de Abril lo<br />

sorprende en territorio malvinense haciendo una reportaje fotográfico sobre la flora y la<br />

fauna del lugar. Sea como fuere, lo cierto es que, para una causa como Malvinas que<br />

se mostraba y se consumía como la recuperación de un territorio usurpado durante<br />

años, la imagen de la rendición de soldados británicos ante soldados argentinos es<br />

igual a la imagen del triunfo de quien fue ultrajado. En el contexto de la estrategia<br />

propagandística del gobierno militar, esta fotografía es la viva imagen de un acto de<br />

reparación histórica y es sumamente efectiva para despertar el chovinismo latente en<br />

la población.<br />

Al margen de estos casos paradigmáticos, en general, las fotografías de este primer<br />

mes en los diarios estudiados (veremos que no sucede lo mismo en las revistas) son<br />

imágenes de situación, todas teñidas con el tinte alentador y animado descrito:<br />

paisajes de las islas, soldados reconociendo el terreno a poco de llegar a Puerto<br />

Argentino y, en su mayoría, fotos de los preparativos para lo que sería la guerra en sí.<br />

Lo que publican los diarios coincide con el discurso oficial, que refiere al estado de<br />

alerta y al aprestamiento de las tropas que esperan la respuesta británica.<br />

70


Clarín, 20 de Abril de 1982; Anexo Foto 23<br />

La Nación, 23 de abril de 1982 Anexo Fotos 25 - 26<br />

Clarín, 23 de Abril de 1982; Anexo Foto 28<br />

Clarín, 21 de Abril de 1982; Anexo Foto 24<br />

Clarín, 3 de abril de 1982; Anexo Foto 27<br />

Clarín, 30 de Abril de 1982; Anexo Foto 29<br />

71


Como caso levemente diferente a esta<br />

tónica general, podemos señalar la foto<br />

que publicó Clarín, tomada por reporteros<br />

que viajaron el 3 de abril en el avión que el<br />

gobierno envió a Malvinas. Daniel<br />

Rodríguez, actual Editor fotográfico de los<br />

Suplementos de Clarín, relata su experiencia: “Apenas un par de días después (de la<br />

represión del 30 de marzo,) el „oportuno‟ desembarco en las Islas Malvinas hacía que<br />

los malos no lo parecieran tanto, al menos para los que aclamaban a Galtieri en la<br />

plaza. El 2 de abril yo volaba hacia el sur y el día 3 estaba en Puerto Argentino,<br />

confieso que algo conmovido. Pero no podía encontrar la foto que, uno pensaba,<br />

resumiría todo.” 100<br />

Sin embargo, la foto de Daniel Rodríguez que registra el impacto de un obús en una<br />

vivienda con la bandera <strong>Argentina</strong> flameando, si bien no<br />

es la foto que “resumiría todo” -como deseaba el autor-<br />

podría decirse que, entre las fotos de los primeros<br />

treinta días de conflicto publicadas por el diario, es una<br />

de las pocas que refleja daños y secuelas del<br />

desembarco que era presentado siempre como exitoso.<br />

Es, según el mismo autor 101 , la foto que tomó a un<br />

centro de investigación científica en Malvinas donde<br />

impactó una bomba el día del desembarco.<br />

De todos modos, cabe mencionar que, aunque diferente, no creo que este caso sea<br />

realmente una excepción al tono general del momento: los daños que se muestran no<br />

100 De una de las entrevistas con la autora en el Archivo de Clarín, diciembre de 2006<br />

101 En entrevista personal con la autora, diciembre de 2006.<br />

Clarín, 4 de abril de 1982; Anexo Foto 30<br />

La Nación, 4 de Abril de 1982; Anexo Foto 31<br />

72


contradicen al discurso triunfalista. Más explícitamente, el deterioro de un edificio no<br />

es más que una consecuencia colateral y menor en un enfrentamiento bélico. Esas<br />

pérdidas son parte de las “reglas del juego”. Por el contrario, cuando de lo que se<br />

hablaba comprometía directamente el rumbo que tomaba la guerra, como fue el caso<br />

del hundimiento del Crucero ARA General Belgrano el 2 de mayo de 1982, el<br />

Clarín, 4 de Abril de 1982; Anexo Foto 32<br />

tratamiento es diferente. Pero esto lo veremos en la etapa<br />

siguiente.<br />

¿Se muestra algún otro tipo de “pérdida”? Si. El 4 de abril,<br />

tanto Clarín como La Nación publicaron otras fotos<br />

particulares para este contexto de euforia que se extendió<br />

hasta el 1º de mayo. Sin embargo, al igual que en el caso<br />

recién descrito, también esta vez se logra un<br />

enfoque que no compromete el acento apoteósico que se venía sosteniendo. Se trata<br />

de la foto del funeral del Capitán Giachino.<br />

Este tipo de fotos, que en esta etapa son más bien una excepción, se convertirá en<br />

algo frecuente a partir del 1ª de mayo. En términos de estrategias discursivas, tiene<br />

que ver con qué tipo de muertos son los publicables y en qué circunstancias se los<br />

presenta. Dado el carácter habitual de este mecanismo en las etapas posteriores, será<br />

retomado más adelante. Por ahora, baste decir que la publicidad de esta “pérdida” de<br />

la guerra, de este muerto, no genera conflicto con el clima de euforia y de triunfo.<br />

Pueden convivir porque, lo que aparece en la fotografía, es la evocación –con toda su<br />

pompa– de una muerte heroica; de un militar que se sacrificó por la patria.<br />

Recordemos que Giachino fue quien lideró la fracción que tomó por asalto la sede del<br />

73


gobierno inglés en Malvinas el 2 de abril y que, durante la operación, fue alcanzado<br />

por un proyectil que le provocó la muerte 102 .<br />

Giachino, así, se convirtió oficialmente en el primer caído en combate. Y como la<br />

guerra requiere héroes, soldados que se inmolen por un bien mayor (la Patria), fue él<br />

el indicado para asumir ese rol. Por todo ello, no sólo no era necesario disimular esta<br />

muerte sino que, incluso, era provechoso darla a conocer: la publicidad de los héroes<br />

caídos en defensa de la Nación exalta el patriotismo tanto de la población como de las<br />

tropas. Por supuesto, siempre que la muerte sea presentada como lo hicieron tanto<br />

Clarín como La Nación: en el contexto de un digno entierro militar, con todos sus<br />

rituales y con los honores “que se merecen los héroes”.<br />

En síntesis, la muerte de Giachino podía publicarse como pérdida ocasionada por las<br />

acciones bélicas en Malvinas ya que no golpeaba ni la legitimidad que tenía la guerra<br />

en la opinión pública ni, por extensión, la que había obtenido el gobierno militar que la<br />

sostenía).<br />

Hasta aquí, entonces, los diarios muestran fotos que hacían visible el triunfo de las<br />

tropas argentinas en su llegada a Malvinas y de los preparativos para la guerra. Visto y<br />

considerando que aún no se había desencadenado un conflicto bélico real (el<br />

enfrentamiento se mantenía aún en el terreno diplomático y se esperaba la respuesta<br />

de Gran Bretaña), las imágenes publicadas podían mayormente mostrar lo que<br />

efectivamente estaba sucediendo sin que ello comporte un perjuicio para la imagen<br />

102<br />

Cabe aclarar que el Capitán Giachino fue mencionado en los Juicios por la Verdad que comenzaron en<br />

febrero de 2001 como encargado de la seguridad de la Base Naval de Mar del Plata, entre otros destinos,<br />

e integrante de los grupos de tareas responsables de la guerra antisubversiva posterior al golpe del 24 de<br />

marzo de 1976. Ver www.pagina12.com.ar El héroe que resultó represor www.lacapitalmdp.com<br />

Repercusiones por el retiro de un cuadro de Giachino tensan el clima político.<br />

74


que oficialmente se buscaba construir. Llegamos, entonces, al 1° de mayo.<br />

1.b) 1º de mayo a 21 de mayo de 1982<br />

Este momento marcó un punto de inflexión: los Bombarderos ingleses llegaron a<br />

Malvinas y la evidencia de la decisión británica de ir a la guerra y de su poderío<br />

cambió la visión del desarrollo del conflicto. El ánimo triunfalista perdió total asidero en<br />

las condiciones reales y, en ese contexto, la Junta Militar endureció su política de<br />

control de los medios de información. La censura y manipulación de las noticias se<br />

convirtió en vital y en el centro de su operación política de cara a la población<br />

argentina. Este viraje se materializa en el ya mencionado acta en el que se establecía<br />

que toda información proveniente del exterior estaría sujeta a control de Estado, y que<br />

los directores y editores de los medios de comunicación serían responsables<br />

personalmente de las transgresiones (las cuales serían sancionadas con la clausura<br />

del medio y el arresto por tiempo indeterminado de los responsables).<br />

A partir de aquí, empezó a desplegarse un fuerte operativo de desinformación.<br />

Exteriormente, el discurso era el mismo que en la fase anterior: triunfalismo a ultranza.<br />

Sin embargo, la diferencia radicaba en que, ahora, las imágenes y las noticias debían<br />

ocultar el equilibrio de fuerzas real, desfavorable para la <strong>Argentina</strong>, e inventar un relato<br />

en el que se seguía ganando. ¿Cómo se logró? Entre otras cosas, mientras que en el<br />

inicio de la ocupación el gobierno permitió que periodistas argentinos fueran a las islas<br />

(aunque en una expedición organizada oficialmente) y, luego de eso, permitió la<br />

distribución entre los diferentes medios de gran parte de las imágenes tomadas en<br />

Malvinas por los medios oficiales autorizados (imágenes de la ocupación exitosa e<br />

incruenta, de los preparativos) en esta segunda etapa sólo quedaron en territorio<br />

isleño unos pocos periodistas, agencias y medios oficiales (Télam, ATC, Eduardo<br />

75


Rotondo), sobre cuyo trabajo se ejerció cada vez más fuertemente la censura y la<br />

restricción de lo que era publicable.<br />

Según Diego Pérez Andrade, periodista de Télam en Malvinas “La censura, en los días<br />

previos al comienzo de la guerra (1° de mayo), era de manual. (...) No debíamos<br />

brindar cifras de nada. Ningún dato que pudiera dar idea de la magnitud de recursos<br />

empleados, vehículos, etc. Después supimos que eso es lo habitual en todas las<br />

guerras. (...) La cuestión se puso peliaguda cuando comenzaron la guerra, las<br />

„operaciones‟ en la jerga militar. A partir de las 4.40 del 1° de mayo el receptor de radio<br />

de Télam central (...) estuvo custodiado las 24 (...). La censura, que era „de manual‟,<br />

empeoró después del comienzo de las operaciones. (...) A partir de ese momento nos<br />

informaron que la agencia no mandaría al servicio cable alguno que tuviera bajas<br />

propias, ni ningún hecho bélico donde el desempeño de los nuestros no hubiera sido lo<br />

necesariamente brillante y victorioso. En una palabra, no publicarían ya noticias<br />

originadas en las Islas. La guerra, con muy pocas excepciones, fue una sucesión de<br />

derrotas de las armas argentinas. Impublicable.” 103<br />

Por otra parte, no sólo se restringió la información proveniente de los medios oficiales<br />

que estaban en Malvinas sino que, incluso, se redujeron las fuentes de información<br />

que, hasta el momento, se había aceptado que operen desde el continente. Al<br />

respecto, Daniel Alonso cuenta: “entre el 3 de Abril y el 1º de Mayo, que se desató la<br />

guerra con el primer ataque inglés, compartíamos la redacción con periodistas turcos,<br />

alemanes, franceses, y hasta ingleses, sin problemas con estos últimos. El 1º de<br />

Mayo, pacíficamente, el gobierno despachó a todos los periodistas extranjeros a<br />

103 Perez Andrade, Diego, en " Malvinas secreta: intrigas de una cobertura de guerra particular”, en<br />

http://www.minutouno.com/1/hoy/article/20642-Malvinas-secreta-intrigas-de-una-cobertura-de-guerraparticular/<br />

76


Buenos Aires y solo quedaron por acá en las ciudades „cabecera‟, periodistas<br />

nacionales.” 104<br />

Hasta aquí, podemos afirmar que el grueso de los medios de comunicación publicaba<br />

dos tipos de contenidos fotográficos: 1. los pocos que le proporcionaban los medios y<br />

agencias oficiales en Malvinas; 2. la mayoría proveniente de fuentes propias o de<br />

agencias contratadas, pero que operaban en el continente (Comodoro Rivadavia, Río<br />

Gallegos y Río Grande, principalmente). En lo que refiere a esta tesina, es importante<br />

destacar que, con imágenes desde esas posiciones en la Patagonia, los medios<br />

estudiados aportaron a la construcción del relato oficial: lo que se publicaba, en<br />

realidad, eran puestas en escena, que se fotografiaban y mostraban como auténticas<br />

fotos de la guerra en Malvinas.<br />

En referencia a esto, Daniel Alonso –quien pudo ver muy de cerca el mecanismo por<br />

ser en ese entonces Prosecretario de Redacción de El Patagónico de Comodoro<br />

Rivadavia y conductor del noticiero Canal 9 de la ciudad – explica: “Se macaneó un<br />

montón con tomas hechas acá en la costa patagónica, haciendo creer que eran de las<br />

islas. ¿Por qué? Porque cada diez o quince kilómetros en torno a las ciudades<br />

costeras (...) había grupos de soldados (como en el límite con Chile, en la cordillera),<br />

acampados y patrullando por la eventualidad que el conflicto se generalizara y hubiera<br />

algún ataque a la costa continental. Yo te podría garantizar que el 80% de las fotos<br />

que incluso los grandes medios publicaron ilustrando como que eran campamentos en<br />

la costa malvinense, era en nuestras playas pedregosas, obviamente con soldados y<br />

oficiales que vestían el mismo uniforme, y con una topografía que no es muy parecida<br />

(el suelo malvinense es de hulla y con mucha pastura verde) pero trucadas mostrando<br />

mayormente playa y mar.” 105<br />

104 Alonso, Daniel. De una entrevista personal con la autora en el año 2006.<br />

105 Ibidem.<br />

77


En la misma dirección apuntan los testimonios de Roman Von Eckstein, fotógrafo de<br />

Télam en 1982 y uno de los dos reporteros de la agencia que cubrió la guerra desde<br />

las islas:<br />

“Para que vos sepas, todas las fotos en que los soldados tienen las caras pintadas<br />

esas son todas de Comodoro Rivadavia y Rio Gallegos. Digan lo que te digan, allá (en<br />

Malvinas) nadie nunca se pintó la cara. Esas fotos no son de allá.” 106<br />

Veamos algunos casos en los que se puede deducir que se pone en juego esta<br />

estrategia.<br />

Como caso paradigmático, valga mencionar una fotografía que salió publicada en<br />

Clarín el 3 de mayo y que, de tan teatralizada, linda con lo caricaturesco. Claramente,<br />

la referencia de esta imagen es la histórica fotografía “Raising the Flag on Iwo Jima”,<br />

tomada por Joe Rosenthal el 23 de febrero de 1945 y que le valió a su autor el premio<br />

Pullitzer.<br />

Clarín, 3 de mayo de 1982; Anexo Foto 33<br />

106 Von Eckstein, Roman, De entrevista con la autora en febrero de 2010<br />

78


Raising the Flag on Iwo Jima; Anexo Foto 6<br />

En esa foto (una de las más famosas sobre la Segunda Guerra Mundial), seis<br />

soldados levantan la bandera estadounidense en el Monte Suribachi, como símbolo de<br />

triunfo. Esta imagen fue utilizada por el gobierno de EEUU tanto política como<br />

militarmente, como medio para mantener alta la moral de la sociedad americana y de<br />

las tropas luego de cuatro años de una guerra sin tregua.<br />

Volviendo a la versión nacional de Raising the Flag on Iwo Jima, Silvio Zuccheri nos<br />

comenta que “los marinos repartieron una foto como la de Iwo Jima, muy parecida<br />

pero hecha en el continente, diciendo que era de Malvinas. Todo el mundo se cagó de<br />

risa porque se notaba que era una copia falaz. Eso fue el hazmerreír de todos”. 107 Sin<br />

embargo, ridícula o no, lo cierto es que la imagen fue publicada en Clarín el 3 de mayo<br />

de 1982 108 e, idealmente, intenta evocar el heroísmo y la gloria que connotaba el<br />

original (justo en el momento en el que la situación real de la guerra obligaba al<br />

discurso reinante a exaltar esos valores y a ocultar la supremacía de los ingleses que<br />

empezaba a perfilarse).<br />

107 Zuccheri, Silvio. De una entrevista personal con la autora en el año 2007.<br />

108 Vale aclarar que esta foto fue tomada a principios de abril y que el Buenos Aires Herald la publicó el<br />

03/04/1982.<br />

79


Más allá de este caso –significativo por lo extremo- hay una multitud de ejemplos en<br />

los que se puede ver el mismo mecanismo. En este sentido, por ejemplo, tanto Clarín<br />

como La Nación publican fotos que no contextualizan ni referencian que se trate de<br />

soldados argentinos en Malvinas.<br />

Clarín, 1 de mayo de 1982; Anexo Fotos 34-35<br />

Clarín, 3 de mayo de 1982; Anexo Foto 36<br />

Clarín, 13 de mayo de 1982; Anexo Fotos 37 - 38<br />

80


La Nación, 13 de Mayo de 1982; Anexo Foto 39<br />

Estas imágenes, entonces, ilustran notas que hablan de lo que sucede en Malvinas,<br />

pero no muestran lo que realmente ocurre en este momento en el que ya habían<br />

empezado las hostilidades. Tampoco está claro el contexto ni se tratan de fotografías<br />

tomadas en las islas. Vale como ejemplo la foto exhibida antes, de Clarín del 1° de<br />

Mayo, cuyo epígrafe dice “En las Islas Malvinas existe el máximo alerta (…)” y que<br />

pertenece a la agencia UPI. Considerando que dicha agencia no tenía fotógrafos ni<br />

reporteros en Malvinas, claramente esa foto no puede ser nunca del “teatro de<br />

operaciones” (como se llamaba a las islas en la jerga militar)<br />

La falta de anclaje con el lugar se repite en la mayoría de las fotos, con lo cual no se<br />

puede determinar dónde fueron hechas. Esto hace suponer que la práctica de armar<br />

puestas en escena, fotografiarlas y presentarlas como si fueran fotos tomadas en<br />

Malvinas, espontáneamente, en una situación genuina del conflicto, estaba muy<br />

generalizada como mecanismo de prensa.<br />

La Nación, 8 de Mayo de 1982; Anexo Foto 40<br />

81


La deslocalización de estas fotos queda en evidencia al ver la foto de un helicóptero<br />

despegando, realmente realizada en Malvinas, cuya fuente es la Agencia Télam,<br />

agencia oficial autorizada a estar en territorio isleño. La misma fue tomada por los<br />

enviados Eduardo “Pollo” Farré y Román Von Eckstein, y distribuida por la agencia a<br />

los medios argentinos. Esta imagen, si bien corresponde al<br />

30 de abril (límite entre la primera y esta segunda etapa<br />

descrita), es interesante porque en ella se aprecia el<br />

contexto que coincide con el paisaje de las islas y la<br />

veracidad queda reforzada por el testimonio del fotógrafo<br />

que avala lo dicho en el epígrafe: “Un helicóptero argentino<br />

pronto a levantar vuelo en las Malvinas, donde los dispositivos de defensa están en<br />

máxima alerta ante la inminencia del ataque británico” 109 .<br />

También el diario Clarín publica dos fotos el 13 de mayo, bajo los títulos “Aprestos de<br />

la defensa costera” y “Río Gallegos, alerta”. El epígrafe de la primera, donde aparecen<br />

dos soldados manipulando un cañón, dice “Dos soldados del Ejército Argentino<br />

realizan ejercitaciones con un cañón en una de las unidades de batalla de Comodoro<br />

Rivadavia”. En la segunda se puede apreciar cómo un soldado hace maniobras con un<br />

obús, el epígrafe señala: “También en Río Gallegos se reiteran diariamente las<br />

prácticas militares”. Claramente, no se trata de fotos que “captan” una situación real<br />

de guerra sino una composición casi cinematográfica especialmente realizada para la<br />

toma de la cámara.<br />

Si bien en estos casos no se trata de hacer pasar fotos hechas en el continente como<br />

si estuviesen realizadas en territorio isleño, sí se evidencia la intención de presentar<br />

fotografías de escenas montadas como las imágenes mismas de una guerra que<br />

109 Farré, Eduardo en entrevista con la autora “En esa excursión con los comandos empezamos a<br />

fotografiar y fue muy fuerte porque eran tres helicópteros volando muy bajo por un valle (…)”<br />

Clarín, 30 de Abril de 1982; Anexo Foto 41<br />

82


estaba sucediendo más allá de las cámaras.<br />

Esta intuición que se adivina mirando las fotos que publicaron<br />

los diarios queda confirmada por el relato de Jorge Durán:<br />

“(…) era inventar qué hacer todo el tiempo. Nos decían que<br />

había heridos allá, íbamos pero veíamos todo de lejos. No<br />

nos dejaban acercar o nos llevaban a los simulacros y todas<br />

esas fantochadas que nos mostraban.” 110<br />

Reafirmando esta idea, Silvio Zuccheri comenta: “En<br />

Comodoro no se podía hacer mas nada que fotografiar algún movimiento militar que lo<br />

hacían para que los fotografiemos porque estábamos ahí. (...). Estuve en algún velorio<br />

en Comodoro, fotografiamos la zona, llevaban a los colimbas a practicar para que<br />

nosotros les saquemos fotos. Un poco de color. En Río Gallegos estaba Eduardo<br />

Bottaro que hacía los fogones, los soldados de guitarreada, o escaramuzas” 111<br />

En el mismo diario Clarín del 13 de mayo, se puede rastrear un caso similar. Aunque<br />

esta vez sí son imágenes tomadas en Malvinas, no dejan de ser fotos de puestas en<br />

escena o de lugares y momentos diferentes a los que se supone que ilustran. Se trata<br />

de una doble página con dos imágenes de los puestos de combate y vigilia de los<br />

soldados argentinos en el archipiélago, según los epígrafes.<br />

110 Durán, Jorge. En entrevista con la autora en febrero de 2010<br />

111 Zuccheri, Silvio. De una entrevista personal con la autora en el año 2007.<br />

Clarín 13 de mayo de 1982; Anexo Fotos 37 -38<br />

83


La primera, fue tomada por Eduardo Farré (fuente: Agencia Télam) y el mismo autor<br />

cuenta que hizo posar a los soldados que estaban en cercanías de Puerto Argentino<br />

donde él estuvo durante el conflicto. “Esa foto es mía, muy posado… Yo tenía los<br />

soldados ahí, tenía que hacer algo, quería hacer la defensa y les dije… que se<br />

pusieran. Te cuento la verdad. Fue así.“ 112 . La segunda pertenece a Alberto<br />

Rodríguez, quien probablemente tomó esta foto en su viaje a Malvinas<br />

inmediatamente después del desembarco argentino y no refleja los acontecimientos a<br />

que refiere la nota con número de bajas y resultados de ataques sucedidos en el<br />

archipiélago en las horas previas.<br />

¿Este tipo de errores y omisiones pueden considerarse producto de la censura, de las<br />

restricciones propias de la información de guerra, de la falta de fuentes confiables o,<br />

simplemente, de un “desliz” de esos diarios en favor del gobierno militar argentino que,<br />

sostenido por los medios, pretendía tener alta la moral de las tropas y ganar el apoyo<br />

de la ciudadanía, en su cruzada por recuperar la soberanía de las islas y, de este<br />

modo, ganar legitimidad para su erosionado poder?<br />

112 Farré, Eduardo. En entrevista personal con la autora.<br />

Clarín 13 de mayo de 1982; Anexo Fotos 42-43<br />

84


Las fotos publicadas en Clarín y La Nación permitirán dilucidar esta cuestión. En este<br />

sentido, como ya mencioné, junto a estas imágenes ambiguas, descontextualizadas y<br />

escenificadas, es cierto que también se publicaron fotos tomadas en las islas, por los<br />

medios y periodistas autorizados, que registraban escenas ocurridas efectivamente<br />

más allá de los simulacros realizados por los fotógrafos. Ahora bien, ¿cómo eran esas<br />

fotos? ¿Qué mostraban?<br />

El 14 de mayo, por ejemplo, Clarín publicó una página con dos fotos de heridos y<br />

sobrevivientes del buque Santa Fe, atacado en las Georgias. Aunque la publicación de<br />

imágenes de este episodio podía potencialmente comprometer el tono triunfalista que<br />

se había instalado, el diario encontró la manera de hablar también de las pérdidas sin<br />

dar por tierra con el discurso que se venía sosteniendo. Así, en la primera foto se<br />

observa un herido con muletas, muy bien vestido y cuidado, acompañado por dos<br />

personas. En la segunda, aparecen en primer plano varios soldados con sus cabezas<br />

erguidas mirando a través de las ventanillas de un colectivo. En ambos casos, se<br />

muestran soldados lesionados y sobrevivientes, pero no hay rastro alguno de heridas<br />

serias o mutilaciones.<br />

Clarín 14 de mayo de 1982; Anexo Fotos 44-45<br />

El mismo día, La Nación publicó en tapa la foto de los sobrevivientes que regresaron<br />

de las Georgias: asomados a las ventanillas de un ómnibus, hacen la V de la victoria.<br />

85


La Nación, más allá de aplicar el mismo criterio y la misma estrategia recién reseñada<br />

para Clarín, publica también una foto que realza la moral de las tropas y demuestra el<br />

buen ánimo de los liberados.<br />

Sin embargo, en contraste con este discurso y para ver hasta qué punto la realidad de<br />

la guerra excedía en mucho a la mostrada por este tipo de fotos, citaré en este<br />

momento a Daniel Alonso quien cuenta uno de los motivos que llevaron a clausurar<br />

por tres días el diario El Patagónico en el que trabajaba. Aunque la clausura fue a<br />

principios de junio, de todos modos es pertinente citarla en esta etapa:<br />

“Lo que más los había indispuesto es que, por testimonios de soldados en el frente,<br />

habíamos publicado que por el intenso frío en las trincheras ya había muchachitos que<br />

tenían principio de congelamiento en las extremidades (“pie de trinchera”, un paso<br />

previo a la gangrena), entre otras cosas.” 113<br />

Volviendo ahora a las fotografías publicadas, además de las fotos que hemos<br />

mencionado hay otras que tienen un tinte diferente: desde el discurso oficial, no sólo<br />

era necesario construir un nosotros triunfador, sino que también (como condición sine<br />

qua non de ese nosotros 114 ) era necesario construir un otro enemigo, invasor,<br />

malvado.<br />

La Nación 14 de mayo de 1982; Anexo Foto 46<br />

En este sentido, bajo el título “Dramáticos testimonios a través de la televisión” La<br />

Nación publicó imágenes rescatadas por los camarógrafos de ATC -Lamella y Novo y<br />

113 Alonso, Daniel. En entrevista con la autora en 2006<br />

114 La constitución de un nosotros requiere siempre de la construcción de un otro que se opone a ese<br />

nosotros, que supone una amenaza y que, en esa amenaza, lo aglutina y constituye.<br />

86


el periodista Nicolás Kasanzew 115 - que fueron difundidas en Buenos Aires. El epígrafe<br />

dice: “Sobre uno de los hangares incendiados como consecuencia del ataque inglés,<br />

se observa en esta fotografía, tomada de un aparato de televisión, la bandera<br />

argentina que flamea entre las llamas”.<br />

La Nación, 10 de mayo de 1982; Anexo Foto 47<br />

Ciertamente, en esta foto se hace visible que no todo era<br />

triunfo: el otro, el enemigo, también atacaba y provocaba<br />

pérdidas y destrozos. Sin embargo, el modo en el que se lo<br />

muestra no pone en tela de juicio el enfoque triunfalista que se<br />

venía sosteniendo: como se dijo en la primera etapa, los<br />

daños a un edificio no son más que una consecuencia<br />

colateral y menor en un enfrentamiento bélico. Son parte de<br />

las “reglas del juego”. Por el contrario, cuando de lo que se<br />

hablaba comprometía directamente el rumbo que tomaba la<br />

guerra, como fue el caso del hundimiento del Crucero ARA<br />

General Belgrano, el 2 de mayo, el tratamiento es diferente.<br />

En esta dirección, la tapa en la que La Nación informa sobre<br />

el hundimiento del Belgrano habla del episodio pero las<br />

imágenes que muestra no: en su lugar, se emplea una foto<br />

del buque en excelente estado y un mapa que señala el lugar<br />

del hundimiento.<br />

La Nación, 3 de mayo de 1982; Anexo Foto 48<br />

Es interesante observar que, cuando en los diarios trabajados se muestran los daños<br />

que la fuerza inglesa provocaba en el frente argentino, en la mayoría de los casos se<br />

115 Entrevistado por la autora, su testimonio se encuentra en el Anexo.<br />

87


lo hace a través de la publicación de fotos de objetos y de edificios; no de personas ni<br />

heridos.<br />

Cuando aparecen personas, como el caso de los heridos de guerra, son las palabras<br />

las que permiten reponer que esos cuerpos sufrieron heridas: las fotos muestran<br />

hospitales, médicos, camillas, pero no cuerpos violentamente marcados o mutilados.<br />

Clarín, 14 de mayo de 1982; Anexo Foto 49<br />

XX<br />

Clarín, 7 de mayo de 1982; Anexo Foto 50<br />

Junto a esto, hay otra forma en la que se hacen visibles los “cuerpos de la guerra” y<br />

que, por añadidura, representa una forma alternativa de construir ese otro enemigo sin<br />

comprometer el discurso oficial tal y como venía siendo planteado (triunfalismo y relato<br />

épico sobre la guerra y sus protagonistas). Esa otra forma puede rastrearse en la<br />

manera en la que La Nación eligió mostrar a los muertos durante la guerra (como se<br />

comenzó a ver en la primera etapa, con el caso de Giachino) y en su decisión de a qué<br />

muertos otorgar un espacio en sus páginas. Veamos las imágenes<br />

88


La Nación, 5 de abril de 1982; Anexo Foto 51<br />

La Nación, 10 de abril de 1982; Anexo<br />

Foto 53<br />

La Nación, 3 de mayo de 1982; Anexo<br />

Foto 54<br />

La Nación, 4 de abril de 1982; Anexo Foto 52<br />

La Nación, 2 de Mayo de 1982; Anexo<br />

Foto 55<br />

191982191982XXXXXXXXXXXX<br />

XXXX<br />

¿Qué se ve en estas fotos? Al referirse a la muerte del Capitán de Fragata Giachino,<br />

La Nación publicó una foto de su esposa e hija cuando eran saludadas por los jefes<br />

militares. En el caso del sepelio del Coronel Arévalo, la imagen muestra a militares y<br />

89


familiares llevando el féretro cubierto por la bandera argentina. Respecto de la muerte<br />

de infante Manuel Almonacid, muerto en Grytviken (también citado en el diario),<br />

aparece su padre y su hermano abrazados en un testimonio del dolor y congoja de los<br />

familiares. Finalmente, la foto del velatorio de los militares muertos en un accidente<br />

aéreo en cercanías de Caleta Olivia, muestra a los féretros en fila y cubiertos con la<br />

bandera argentina, mientras eran custodiados por una guardia militar.<br />

Como vemos, los muertos publicables eran casi todos militares con algún rango dentro<br />

de las fuerzas (capitanes, almirantes, coroneles) y la situación de muerte estaba<br />

siempre presentada en términos heroicos y con toda la pompa militar (como se reseñó<br />

en el apartado anterior respecto de Giachino). La mayoría, los conscriptos, los<br />

anónimos, los muertos en batalla o, peor aún, los muertos de frío y hambre, quedaban<br />

afuera de cualquier selección periodística y cobertura fotográfica. Pero esta es otra<br />

historia, que veremos en el apartado dedicado a las fotos no publicadas.<br />

Esta segunda etapa que acabamos de describir se extendió hasta el 21 de mayo. Ese<br />

día, cuando los ingleses comenzaron su desembarco en Puerto San Carlos, se inicia<br />

la etapa final: la derrota inminente y la retirada. ¿Cómo se comportaron los medios en<br />

este contexto? Más aún, y de interés para nuestros fines, ¿cuáles fueron las fotos<br />

publicadas?<br />

1.c) 21 de mayo al 14 de junio de 1982<br />

Revisando el material publicado a partir del 21 de mayo por La Nación y Clarín,<br />

rápidamente se observa que los dos diarios seleccionados utilizaron las mismas<br />

estrategias que venían empleando para mantener en alto la moral de la tropa y de la<br />

población. En este sentido, en el momento en el que la balanza de la guerra se<br />

90


inclinaba definitivamente en favor de los ingleses, las fotos que muestran estos medios<br />

son imágenes que no dan cuenta de la derrota sino que crean la sensación general de<br />

triunfo o que, al menos, atenúan los reveses y fracasos.<br />

Sin embargo, por la misma dinámica de los medios de comunicación modernos,<br />

diarios como La Nación o como Clarín no pueden ocultar toda información relevante o<br />

dar solo información falsa. De lo que se trata, entonces, no es de mentir sino de<br />

manipular. Lo que Williams 116 plantea como mecanismo de operación general de la<br />

ideología dominante, podemos aplicarlo en este caso particular al modo en que operan<br />

los diarios sobre la realidad: “hacer con los elementos de la realidad una realidad<br />

nueva” Veamos, ahora, cómo funciona puntualmente este mecanismo en el contexto<br />

de la tercera etapa de la Guerra de Malvinas.<br />

Son varios los recursos que se ponen en marcha. Tomemos, por ejemplo, el manejo<br />

de la información en el inicio mismo de esta etapa, cuando se produjo el desembarco<br />

inglés en Puerto San Carlos. Por su importancia, este hecho no podía ocultarse pero sí<br />

se podía atenuar su impacto en la opinión pública. Y las fotografías, en esta operación,<br />

cumplieron un papel capital: si bien tanto La Nación como Clarín publicaron<br />

información sobre el episodio, informaron que los ingleses habían llevado adelante la<br />

ofensiva pero las fotos que eligieron mostrar para ilustrar la noticia no tenían nada que<br />

ver con el episodio.<br />

116 Williams, Raymond, Cultura y Sociedad. De Coleridge a Orwell 1780-1950, Nueva Visión <strong>Argentina</strong>, Buenos Aires<br />

2001, 286 págs<br />

91


Clarín, 29 de mayo de 1982; Anexo Fotos 56-57-58<br />

La Nación, 24 de mayo de 1982; Anexo Foto 59 La Nación 23 mayo de 1982; Anexo Foto 60<br />

Las imágenes, como vemos en este ejemplo, seguían mostrando el entrenamiento de<br />

los soldados argentinos en el continente. Sobre todo en el caso de Clarín. De este<br />

modo, por la fuerza de la imagen en la construcción de realidad (tal como ya se<br />

planteó en el marco conceptual), esta operación de sentido tiene por efecto desdibujar<br />

o pasar a segundo plano la incidencia del exitoso desembarco inglés en el equilibrio<br />

de fuerzas entre Gran Bretaña y <strong>Argentina</strong> el 21 de mayo de 1982. La elección de<br />

esas imágenes, completamente ajenas a la realidad que se relata, “distrae” la atención<br />

de lo que significó en términos bélicos el episodio de Puerto San Carlos.<br />

Otro de los mecanismos para desviar la atención de la situación real de la <strong>Argentina</strong><br />

en la guerra consistía en poner énfasis en las pérdidas del enemigo, al tiempo que no<br />

se tenía ese cuidado en el detalle respecto de las pérdidas propias. Tal es el caso de<br />

92


La Nación que, fundamentalmente a través de agencias extranjeras que le proveían<br />

las fotos, exponía con pormenores los daños a la flota británica: se ve claramente el<br />

Hermes averiado, los lanchones atracados en San Carlos bombardeados por aviones<br />

argentinos, y el destructor Coventry y la Fragata Antélope en llamas por ataques<br />

argentinos.<br />

La Nación, 28 de mayo de 1982; Anexo Foto 61<br />

La Nación, 26 de mayo de 1982; Anexo Foto 63<br />

XX<br />

La Nación, 23 de mayo de 1982; Anexo Foto 62<br />

La Nación, 27 de mayo de 1982; Anexo Foto 64<br />

93


La Nación, 7 de Junio de 1982; Anexo Foto 65<br />

En esta misma línea, vale la pena destacar la nota de La Nación “Lecciones de la<br />

Batalla”, sobre la actuación de la Fuerza Aérea. Se trata de una entrevista al mayor<br />

Luis A. Puga, quien con su avión Mirage III hundió la Fragata Antélope. La entrevista<br />

está acompañada por una foto del piloto, una del avión y una de la Fragata estallando<br />

en llamas. Esta misma radiofoto de AP para La Nación había sido utilizada en otra<br />

nota publicada días antes por el mismo diario bajo el título “Pérdidas británicas en<br />

material y efectivos”.<br />

Finalmente, como complemento del mecanismo anterior, a diferencia de lo que se<br />

hacía cuando se daban detalles sobre la<br />

situación del enemigo, cuando se daba<br />

información pormenorizada sobre las tropas<br />

argentinas se focalizaba la atención en el<br />

modo en que las tropas nacionales tomaban<br />

posiciones en las islas del Atlántico Sur. Es<br />

decir, se elegían aquellos hechos que connotaban que nosotros íbamos ganando.<br />

Como ejemplo, vemos que el 11 de Junio (a solo 3 días de la rendición argentina)<br />

Clarín titula en su interior “Múltiples ataques terrestres y aéreos a posiciones<br />

94


itánicas”. La imagen que acompaña a la nota es la de dos soldados sobre un camión<br />

(tomada por Eduardo Farré varios días antes), cuyo epígrafe señala que se trata de<br />

soldados argentinos trasladados desde la zona del aeropuerto de Puerto Argentino<br />

hacia posiciones defensivas.<br />

Clarín, 8 de junio de 1982; Anexo Foto 66 Clarín, 11 de junio de 1982; Anexo Foto 67<br />

Hacia el final de la guerra, los diarios estudiados tuvieron que hacer un giro y, en el<br />

marco del discurso exitista que venían desarrollando, encontrar una manera de<br />

presentar la derrota inminente (nunca sugerida siquiera como posibilidad) y las<br />

secuelas que dejaba (los heridos, los sobrevivientes). Vayamos a las fotos de Clarín y<br />

La Nación al respecto.<br />

Clarín, 6 de junio de 1982; Anexo Foto 68<br />

95


Clarín, 14 de junio de 1982; Anexo Foto 69-70<br />

Los diarios hablan de víctimas, pero las víctimas apenas si aparecen en las fotos (sólo<br />

se hacen presentes por metonimia a través de los barcos y los familiares);<br />

ocasionalmente se muestra a los prisioneros y a los sobrevivientes, pero todos están<br />

bajo cuidados médicos y gozan de buena salud. Los cuerpos muertos, el dolor en los<br />

rostros y las heridas de la guerra quedan fuera de la cobertura de los diarios<br />

analizados cuando está a punto de finalizar el conflicto.<br />

A partir del 15 de junio, un nuevo escenario se presenta en los dos diarios, quienes<br />

reflejan la derrota y el regreso de los sobrevivientes de Malvinas al continente con muy<br />

pocas imágenes. Si observamos las fotografías en paralelo, podemos apreciar que<br />

Clarín es más realista -si se puede decir-, al mostrar los heridos, el regreso de los ex<br />

combatientes y la preocupación de los familiares que no encuentran a los suyos. Esto<br />

marca el comienzo de una nueva etapa en la posición de Clarín respecto del gobierno<br />

militar, pero es un tema que excede a las posibilidades e intenciones de esta tesina.<br />

Además, si bien Clarín matizó un poco su discurso, no por ello dejó de ser<br />

condescendiente en las imágenes que publicaba, las cuales no muestran las<br />

consecuencias reales de la guerra, la magnitud de sus muertos y heridos, los<br />

conscriptos y sus secuelas, las condiciones en que verdaderamente se desarrolló la<br />

guerra, etc.<br />

96


La Nación, por su parte, a pesar de que la derrota puso en evidencia la ficción del<br />

triunfalismo de la guerra, mantuvo el tono de su discurso y publicó imágenes de los<br />

soldados sonrientes por el regreso, “haciendo compras en Puerto Madryn” o<br />

alimentándose a bordo del Canberra.<br />

La Nación, 19 de Junio de 1982; Anexo Foto 71 La Nación, 20 de Junio de 1982; Anexo Foto 72<br />

Clarín, 19 de junio de 1982; Anexo Foto 73-74<br />

97


La Nación, 19 de Junio de 1982; Anexo Foto 75<br />

Clarín, 21 de junio de 1982; Anexo Foto 76 Clarín, 18 de junio de 1982; Anexo Foto 78<br />

Clarín, 23 de junio de 1982; Anexo Foto 77<br />

98


Clarín, 18 de junio de 1982; Anexo Foto 79<br />

Clarín, 19 de junio de 1982, Anexo Foto 80<br />

Antes de terminar con este apartado, vale la pena mencionar un artículo publicado en<br />

La Nación hacia el final de la guerra. La nota es de Sara Facio y se titula la “Guerra de<br />

las imágenes”. La autora realiza apreciaciones y menciones que me interesa remarcar,<br />

debido a las circunstancias en que fueron emitidas y a que tienen la misma validez<br />

hoy que entonces: “Se ha llegado a la negación total de la imagen, a la ausencia de la<br />

fotografía actual, medio de comunicación fundamental del siglo XX. Para ilustrar<br />

hechos concretos se publican dibujos o historietas, como si viviéramos en el s XIX. De<br />

lo contrario se publican fotografías de archivo, haciéndolas pasar como fotografías<br />

actuales” 117 . La imagen que ilustra la nota es la foto de la Marina que emula la de Joe<br />

Rosenthal, “Raising the Flag on Iwo Jima”, analizada anteriormente en esta tesina.<br />

Más allá de la anécdota, hay otra razón por la que me interesa traer a colación esta<br />

nota de Sara Facio y es, justamente, que ella nos introduce en otro tema capital para<br />

nuestro análisis: las fotos ausentes en la cobertura del conflicto. Pero, antes de entrar<br />

de lleno en esto, veamos a continuación las imágenes con que Gente y Siete Días<br />

construyeron la guerra de Malvinas para la opinión pública.<br />

117 Facio, Sara en La guerra de las imágenes en Diario Clarín, 7 de Junio de 1982<br />

99


100


2. Malvinas según Gente y Siete Días<br />

Pasemos ahora a las imágenes a través de las cuales construyeron su propio relato de<br />

la Guerra de Malvinas Gente y Siete Días –dos de los semanarios de actualidad de<br />

mayor tirada en ese entonces y en los cuales la fotografía tenía gran relevancia,<br />

debido a su carácter ilustrado- y a los que hice referencia en el marco metodológico<br />

cuando fundamenté su elección.<br />

Para analizar el material de trabajo, dividiré el tiempo transcurrido entre el 2 de abril y<br />

el 14 de junio de 1982 en tres etapas, como lo hiciera antes con los diarios (cabe<br />

aclarar, al momento de mirar las fechas en las revistas que, en sus ediciones<br />

semanales, ellas informan sobre hechos que ocurrieron en los 7 días precedentes):<br />

A) Primera etapa – 2 de abril a 25 de abril: desembarco en las islas hasta lo que<br />

las revistas consideran los primeros ataques británicos (días antes del episodio<br />

del bombardeo británico sobre la pista en Puerto Argentino el 30 de abril,<br />

momento que generalmente se acepta como el fin de las negociaciones<br />

diplomáticas y comienzo de las hostilidades),<br />

B) Segunda etapa – 25 de abril a 21 de mayo: desarrollo de las acciones bélicas,<br />

hundimiento del Belgrano, hasta el desembarco inglés en San Carlos<br />

(momento en que se concreta el desembarco de los británicos en la Isla<br />

Soledad y que significa, para las tropas argentinas, pérdidas de gran<br />

envergadura a pesar del moderado éxito que tuvieron en el enfrentamiento)<br />

C) Tercera etapa - del 21 de mayo al 14 de junio: hacia el desenlace.<br />

Consolidación definitiva del poderío inglés hasta la rendición argentina y “cese<br />

del fuego”.<br />

En cada una de estas etapas, el manejo de la información y la presencia de imágenes<br />

son diferentes. Y si bien hablamos de revistas con características propias, a los fines<br />

101


de este análisis, Gente y Siete Días serán tratadas en conjunto: con algunos matices,<br />

ambas construyen con las imágenes un mismo universo de sentido y apelan a<br />

recursos similares. Por otra parte, las imágenes publicadas comparten el mismo<br />

origen: agencias nacionales, internacionales y de los reporteros argentinos que<br />

permanecieron en las Islas desde el 2 de abril al 14 de junio. También es común a las<br />

dos publicaciones la presencia de ilustraciones para representar los comunicados de<br />

la Junta como episodios para los que no hay fotografías (combates cuerpo a cuerpo,<br />

enfrentamientos en el aire).<br />

Respecto de los diarios, veremos que, aunque hay algunas continuidades (por<br />

ejemplo, el tono triunfalista y ultrapatriótico alineado con el discurso oficial), hay un<br />

gran contrapunto entre ambos tipos de publicaciones: mientras que los diarios, como<br />

vimos, ponen el foco en el análisis macro de la guerra, su dimensión política, las<br />

negociaciones internacionales, las “tropas” como un sujeto en sí mismo; las revistas,<br />

por su parte, van a enfocarse en la micro historia, en las historias de vida de los que<br />

participan, en la vivencia del conflicto a través de los ojos de los soldados, periodistas,<br />

isleños, etc. Esta diferencia del lugar desde el cual mirar la guerra será central en los<br />

recursos desplegados por diarios y revistas, en el tono adoptado por cada uno de ellos<br />

y en los contratos de lectura que se ponen en juego. Pasemos, ahora, al análisis y<br />

veamos cómo se plasma esto en sus páginas.<br />

2.a) 2 de Abril a 25 de abril<br />

En este período se puede apreciar que, inicialmente, tanto Gente como Siete Días<br />

apelaron a las imágenes de Rafael Wollmann, testigo casual del desembarco<br />

argentino en Malvinas 118 . En el número del 31 de Marzo, dos días antes del<br />

118<br />

Según el testimonio de su compañero y socio en la agencia ILA (Imagen Latinoamericana) Silvio<br />

Zuccheri entrevistado por la autora. Cuando se produce el desembarco en Malvinas Rafael Wollmann<br />

estaba haciendo una nota sobre flora y fauna en la región que ILA había vendido a la agencia<br />

internacional GAMMA.<br />

102


desembarco argentino en Malvinas, la tapa de Siete Días habla de recuperación de<br />

Malvinas 119 . Por su parte, el 1° de Abril Gente titula refiriendo a los momentos de<br />

tensión y el conflicto en el Sur. Para estos números anteriores al desembarco, las<br />

imágenes elegidas difieren en cada caso. Gente habla de movilización y tensión,<br />

aunque la foto propiamente de las Georgias habla más bien de calma. Y Siete Días<br />

apela a la argentinidad con la bandera ondeante sobre un cielo celeste y blanco.<br />

Gente, 1º de abril de 1982 Anexo Foto 81 Siete Días, 31 de marzo de 1982 Anexo Foto 82<br />

El conflicto en el Sur ocupa las primeras páginas de ambas publicaciones. El resto de<br />

cada ejemplar está dedicado a las noticias del espectáculo, información general,<br />

entretenimientos.<br />

En el primer número de Gente posterior al desembarco argentino, la tapa hace<br />

referencia a que es Gente el único medio que estuvo en Malvinas el 2 de abril y tiene<br />

las fotos que el lector sólo podrá ver gracias a la revista. Esto tiene directa relación con<br />

los testimonios de Silvio Zuccheri y Eduardo “Pollo” Farré 120 , que aseguran que Gente<br />

119 Esta anticipación a los hechos probablemente tenga que ver con lo que comenta Silvio Zuccheri en la<br />

entrevista de junio de 2006. Según cuenta, el director de Siete Días en ese entonces era un ex integrante<br />

de la Marina lo que, con el tiempo, les hizo suponer que este hombre sabía que algo iba a pasar en las<br />

islas. De ahí que le interesaba publicar un fotorreportaje en Malvinas que no era ni muy importante ni el<br />

único.<br />

120 Ambos entrevistados por la autora. Ver las entrevistas completas en el anexo. Y las que retomaré al<br />

analizar el circuito de las fotos.<br />

103


tenía acceso a las imágenes a través de sus contactos con los altos mandos militares<br />

y gracias a que el revelado de las fotos de agencia Télam se hacía en los laboratorios<br />

de la Editorial Atlántida en la calle Azopardo.<br />

En términos de mecanismos discursivos, la revista utiliza este recurso para captar al<br />

lector que también podría ser testigo de los acontecimientos “tal cual fueron”, gracias a<br />

las imágenes. En términos de María Laura Marchetti, “Esa idea de exclusividad, que<br />

Gente hace explícita en la mayoría de sus tapas cuando dice „Nuevo documento<br />

histórico exclusivo, Las fotos que sólo verá en Gente‟, significa que las fotografías<br />

están proporcionando un testimonio particular, en este caso, sobre el conflicto, puesto<br />

que es más creíble que un texto escrito, y su valor es más fuerte en la medida en que<br />

son fotos únicas” 121 . Ya aquí podemos intuir la centralidad que, en Gente, tuvieron las<br />

imágenes en la construcción de su legitimidad como portavoz de la “verdad de la<br />

guerra”.<br />

121<br />

Marchetti, Maria Laura, “Gente y la guerra de Malvinas”, Fragmento de <strong>Tesina</strong> para la Licenciatura en<br />

Comunicación Social Universidad Nacional de Rosario, en<br />

http://rephip.unr.edu.ar/bitstream/handle/2133/509/Gente%20y%20la%20Guerra%20de%20Malvinas.pdf?<br />

sequence=1 , p.2<br />

104


Gente, 8 de abril de 1982 Anexo Fotos 83-84-85-86<br />

Ahora bien, ¿qué mostraban esas fotografías publicadas en el primer número posterior<br />

al desembarco? Las fotos, cuya fuente es Agencia ILA (Rafael Wollmann), Gente las<br />

obtuvo gracias a su contacto con GAMMA y la posibilidad de revelarlas en los<br />

laboratorios de Atlántida. 122 En estas fotos aparece reflejada la subordinación de los<br />

ingleses y la supremacía en número de los argentinos el día del desembarco. En este<br />

punto, vemos una alineación absoluta con el discurso que reseñamos respecto de los<br />

diarios, el cual, a la vez, se alineaba con el discurso oficial: triunfalismo, exaltación de<br />

sentimientos nacionalistas y optimismo a ultranza. Sin embargo, aunque el tono del<br />

discurso sea el mismo, lo que se observa es que Gente lo extrema hasta sus últimas<br />

consecuencias. Así, mientras en los diarios el chovinismo se construye más<br />

elípticamente -en un intento por guardar alguna apariencia de objetividad-, en Gente (y<br />

veremos que también en Siete Días), tanto las fotos como los textos que las<br />

122<br />

Según la entrevista que la autora realizó a Silvio Zuccheri, socio de Rafael Wollmann en la agencia ILA<br />

en 1982. Este tema se verá con más detalle en el apartado sobre el circuito de las fotos.<br />

105


acompañan muestran una abierta toma de partido, un patriotismo militante, una fuerte<br />

exaltación bélica y una entusiasta muestra del supuesto poderío nacional.<br />

En este sentido, en las fotos precedentes se observa que Gente hace alarde de la<br />

superioridad de las tropas argentinas, se regodea con la imagen de la rendición de los<br />

ingleses y exalta el ánimo triunfalista con fotografías del enemigo tirado en el suelo o<br />

con las manos en alto. Por la contundencia de las imágenes (reforzada por el uso del<br />

color, ausente en los diarios), y por el impacto que inmediatamente producen en el<br />

espectador, las fotografías que se presentan en estos primeros días del conflicto<br />

tienen el mismo efecto que mencionamos en el apartado anterior: la imagen de la<br />

rendición de soldados británicos ante soldados argentinos es igual a la imagen del<br />

triunfo de quien fue ultrajado. Y, en el contexto del discurso oficial, estas fotos<br />

muestran un acto de reparación histórica y son apropiadas para despertar el<br />

chovinismo de la población (ante quien se pretendía legitimar el gobierno militar).<br />

Citando a María Laura Marchetti, podríamos decir también que, en estas fotos, vemos<br />

a “los militares argentinos luchando en defensa de la Patria (…) La relación Fuerzas<br />

Armadas / Patria está legitimada por la constitución, que les atribuye la defensa de las<br />

fronteras, de la unidad territorial y que clasifica a los hombres de armas en una<br />

categoría (…) exclusivamente dedicada, de derecho, a la defensa de la Nación. Así es<br />

como „Gente‟ exalta, a través de las imágenes, estos valores que se arroga el poder<br />

militar, instaurando en la sociedad la creencia de que los militares, nuevamente,<br />

salvaron al país”. 123<br />

Finalmente, y cambiando un poco el eje, junto a estas imágenes proselitistas, en este<br />

mismo número la revista Gente publica fotografías de la vida cotidiana de Malvinas y<br />

123 Marchetti, Maria Laura, “Gente y la guerra de Malvinas”, Fragmento de <strong>Tesina</strong> para la Licenciatura en<br />

Comunicación Social Universidad Nacional de Rosario, en<br />

http://rephip.unr.edu.ar/bitstream/handle/2133/509/Gente%20y%20la%20Guerra%20de%20Malvinas.pdf?<br />

sequence=1, p. 8<br />

106


cuenta cómo el fotógrafo las tomó en su carácter de testigo único de los hechos. No<br />

pierde de vista el tono nacionalista que viene sosteniendo y mecha, entre foto y foto,<br />

imágenes patrióticas como la de soldados izando una bandera argentina.<br />

Gente, 8 de abril de 1982 Anexo Fotos 87-88<br />

Gente, 8 de abril de 1982 Anexo Fotos 89-90<br />

¿Qué podemos decir de Siete Días en estos primeros días después del desembarco?<br />

¿Cómo construía su relato, teniendo en cuenta que no contaba con estas fotos de alto<br />

impacto que tenía en exclusiva Gente? Al respecto, mirando el primer número de la<br />

revista posterior al 2 de abril, se puede observar que Siete Días también se alineó con<br />

el discurso victorioso y heroico reinante, pero con ilustraciones y fotos de menor<br />

impacto visual que las de la rendición de los ingleses. En su caso, vemos más bien<br />

fotos de los protagonistas (tales como la del ex gobernador inglés, la del comandante<br />

argentino que dirigió el desembarco, la de la esposa de Giachino); fotos de tinte<br />

nacionalista, como las de la bandera argentina; fotos con la descripción del<br />

107


equipamiento del “enemigo”; y, por último, fotos que remiten a alguna situación bélica,<br />

como la imagen del boquete en la estación científica tomada por Daniel Rodríguez (a<br />

la que hice referencia en las fotos publicadas por Clarín), la de infantes de Marina en<br />

acción o la de tanques anfibios. Esta etapa se caracteriza por las fotos que ilustran en<br />

qué consistía el armamento, cómo se sucedieron los hechos hasta la rendición de los<br />

ingleses, cuáles eran los preparativos de las tropas argentinas y con qué contaba el<br />

ejército inglés.<br />

Siete Días, 5 de abril de 1982 Anexo Fotos 91-92-93-94-95-96<br />

En Siete Días, sin embargo, a falta de esas fotos de gran efectividad visual, lo que se<br />

observa es la búsqueda de la conmoción del lector apelando a la emotividad de las<br />

historias de vida. Por ello, cuenta la guerra desde sus protagonistas, desde la<br />

108


subjetividad de los seres humanos que están involucrados en el conflicto, como se ve<br />

en las siguientes fotos (ilustran notas sobre la familia de Giachino el día del velorio,<br />

sobre la versión del desembarco del último gobernador inglés, entrevistas con<br />

malvinenses que cuentan sus vivencias, entre otras).<br />

Así, Siete Días le ofrece al público vivir la guerra desde la cotidianeidad de los<br />

soldados, generales e isleños y propone un contrato de lectura intimista, cercano a la<br />

dimensión humana, tanto de quienes están en Malvinas como de quienes están en el<br />

continente leyendo el semanario.<br />

Siete Días, 5 de abril de 1982 Anexo Fotos 97-98-99-100-101-96-102<br />

109


Este tipo de contrato se repite en Gente quien, en su<br />

número del 8 de abril, lleva esto hasta su representación<br />

gráfica: los epígrafes de las fotos que acompañan los<br />

testimonios de Rafael Wollmann están impresos con el<br />

formato de letra manuscrita, dando la sensación al público<br />

de que lee la experiencia de Wollmann directamente de su<br />

puño y letra. Por su parte, el contenido de esos epígrafes<br />

refuerza la apelación a la dimensión humana y a la<br />

emotividad de la estrategia: “Cansados pero contentos, tres infantes se distienden tras<br />

las horas tensas de la noche. Ellos me contaron su historia. Yo la mía”<br />

Del mismo modo, en las siguientes fotos:<br />

1) se muestra la cotidianeidad de los soldados<br />

(tomando mate, durmiendo, comiendo), se ilustran<br />

momentos de mucha intimidad, tales como un<br />

soldado escribiendo a su familia o comulgando, se<br />

muestra la vida diaria de los isleños.<br />

Gente, 8, 15 y 22 de abril de 1982 Anexo Fotos 104-105-<br />

106-107-108-109-110<br />

Gente, 8 de abril de 1982 Anexo Foto 103<br />

110


2) se muestra la perspectiva subjetiva de<br />

quienes viven la guerra desde las islas, al<br />

publicar fotos tomadas por un soldado<br />

(pertenecen al ámbito de su privacidad) y<br />

por un periodista inglés. Lo destacable, en este<br />

caso, es que el foco de la publicación no está<br />

puesto sólo en el contenido de las fotos sino en<br />

el hecho de que fueron tomadas por este<br />

soldado y este periodista (de quienes, incluso,<br />

se cita testimonio). Es decir, el valor de las fotos es que muestran la guerra desde sus<br />

ojos, desde sus historias personales y, por su intermedio, los lectores acceden a la<br />

dimensión micro del conflicto (y no la dimensión macropolítica que mostraban los<br />

diarios, como dijimos para Siete Días).<br />

Lo mismo se puede decir del sentido de algunas fotos que acompañan notas<br />

encuadrables en el género “historias de vida”, típico del modo en que el Semanario<br />

encaró la cobertura del conflicto.<br />

Gente, 8 de abril de 1982 Anexo Foto 116<br />

Gente, 15 de abril de 1982 Anexo Fotos 111-112-113-114-115<br />

Gente, 22 de abril de 1982 Anexo Fotos 117-118<br />

Gente, a medida que pasaban los días, que el conflicto avanzaba y que las ediciones<br />

se sucedían, los mecanismos que ponía en juego se iban desarrollando e iban<br />

111


adquiriendo aristas más elaboradas. El otro elemento fundamental para comprender la<br />

estrategia discursiva de la revista en esta primera etapa (también vinculada con la<br />

construcción del par Nosotros-Otros), es la definición de quién está en lugar propio y<br />

quién llega al lugar de otro. Dicho de otra manera, quién juega de “local” y quién de<br />

“visitante”. Veamos algunos ejemplos de fotos y titulares.<br />

Gente, 15 de abril de 1982 Anexo Fotos 119-120-121-108<br />

Gente, 15 de abril de 1982 Anexo Fotos 122-123-124<br />

Como vemos, en todas estas fotos se repite el contraste entre “Ellos vienen” /<br />

“Nosotros esperamos”. ¿Qué implica esto? En términos estrictos, el que espera es el<br />

que tiene un lugar propio; el “dueño de casa”. El otro, el visitante, el forastero, es el<br />

112


que llega, el que entra en territorio de otro. Por ello, con este juego de opuestos, Gente<br />

da su versión de quién es el invasor y quién el que es invadido. Convierte en obvia y<br />

naturaliza su postura, eliminando la otra mirada posible (la de los kelpers, por<br />

ejemplo), que identifica a las tropas argentinas con quien irrumpe en un lugar en el<br />

cual, desde hacía tiempo, estaba instalado otro grupo.<br />

De esta forma, si “nosotros” somos los atacados y “ellos” los que atacan, queda<br />

eliminado del universo de sentido el embate inicial de la <strong>Argentina</strong> el 2 de abril, el cuál<br />

es legitimado y justificado como defensa propia. En la etapa siguiente, veremos que<br />

esto se profundiza.<br />

Finalmente, el uso del la primera persona del plural que acompaña a las fotos, el<br />

nosotros inclusivo, refuerza el contrato de lectura intimista y de cercanía que propone<br />

el semanario. Lo mismo ocurre en los casos de “Vimos rendirse a los ingleses”,<br />

“Nuestras Malvinas desde el aire”, “Así viven nuestros soldados en las Malvinas”,<br />

“Aquí, a los ingleses, los esperamos así”, “De aquí no nos vamos”. Nótese el tinte<br />

triunfalista que se mantiene en estas expresiones, reafirmado por una de las fotos más<br />

fuertes y que condensa casi todas las estrategias hasta aquí expuestas: la del soldado<br />

mirando a cámara y con el pulgar levantado.<br />

Gente, 8, 15 y 22 de abril de 1982 Anexo Fotos 83- 125-126<br />

113


2.b) 25 de abril a 21 de mayo<br />

Gente, 8, 15 y 22 de abril de 1982 Anexo Fotos 119-127-128<br />

Como dijimos al comenzar este apartado, si bien el inicio de la guerra propiamente<br />

dicha por lo común se ubica el 1º de mayo de 1982 –día en que se da el primer ataque<br />

aéreo, en que las fuerzas británicas bombardearon la pista de aterrizaje, cañonearon<br />

Puerto Argentino e intentaron el desembarco-, en términos de las revistas, esta<br />

segunda etapa comenzó el 25 de abril, momento en el que se dieron los primeros<br />

síntomas de fracaso de las negociaciones diplomáticas y se registraron los primeros<br />

atisbos de ataque de las tropas británicas sobre las argentinas. Así, en sus números<br />

inmediatamente posteriores al 25 de abril, vemos en Gente y Siete Días las siguientes<br />

tapas:<br />

114


Gente, 29 de abril de 1982 Anexo Foto 129 Siete Días, 28 de abril de 1982 Anexo Foto 130<br />

Según estos semanarios, la guerra había comenzado. A partir de ahora (y como es<br />

evidente desde la mirada retrospectiva) el equilibrio de fuerzas cambiaría: los ataques<br />

ingleses se sucedían y las pérdidas empezaban a notarse en el frente argentino. Sin<br />

embargo, manteniéndose alineados con el discurso oficial, la merma en el control de la<br />

situación no se manifestaba en ningún momento ¿Cómo se puede rastrear en Gente y<br />

Siete Días (si es que se puede) la nueva situación?<br />

Consideremos, en primer lugar, a Siete Días, dado que es la que menor cambio<br />

registró entre las dos revistas. En las imágenes a continuación veremos que, en su<br />

número del 5 de mayo (primer número luego del comienzo formal de las hostilidades),<br />

el semanario continúa con el discurso triunfalista, con la afirmación del contundente<br />

éxito frente a los ataques ingleses, con el estilo provocativo de titulares del tipo<br />

“Estamos Ganando, vengan a buscarnos”. Las fotos que sostienen este tono<br />

discursivo pintan un relato bélico de una guerra de película y unas tropas profesionales<br />

y preparadas: fotos de soldados argentinos en posición de ataque, con armas, subidos<br />

a tanques, haciendo el gesto de “ok” con su pulgar, en filas, marchando y con<br />

vestimenta militar; imágenes del equipamiento de las tropas, fotografías imponentes<br />

de los aviones, vistas de los depósitos de armamentos.<br />

115


Siete Días, 5 de mayo de 1982 Anexo Fotos 131-132-133-134-135-136-137-138<br />

Como se ve, nada en estas imágenes (sumadas a los epígrafes y a las notas) hacía<br />

pensar que el triunfo de la <strong>Argentina</strong> podía verse comprometido. De hecho, el episodio<br />

del hundimiento del Crucero General Belgrano apenas si fue mencionado y,<br />

visualmente, el eje no se puso en el barco ni en la implicancia de este hecho en<br />

términos bélicos. Por el contrario, la mayor parte de las fotos que acompañan la nota<br />

sobre el Crucero General Belgrano son fotos de los sobrevivientes volviendo felices<br />

con una sonrisa, de los tripulantes heridos recuperándose en salas equipadas y en<br />

manos de médicos navales que los atienden con cuidado y dedicación.<br />

Siete Días, 12 de mayo de 1982 Anexo Fotos 139-140-141<br />

116


Junto a esto, en esta segunda etapa Siete Días empezó a desplegar otro mecanismo<br />

que reforzaba la exaltación de las tropas nacionales. Sin embargo, esta vez el foco no<br />

estaba puesto tanto en la glorificación positiva de estas últimas como en la<br />

desacreditación de los ingleses: es del contrapunto, de la diferenciación, de la<br />

oposición, de donde surge el enaltecimiento que terminan teniendo los soldados<br />

argentinos. Las imágenes más significativas al respecto son las siguientes<br />

El texto que las acompaña estas imágenes (“Esto significa para ellos las Malvinas” /<br />

“Esto significa para nosotros”), tiene por efecto reforzar la construcción del<br />

contrapunto: el otro, el enemigo, el inglés, era sucio, de “moral dudosa”, borracho y,<br />

para él, esta guerra era un juego. Como contrapartida, los soldados argentinos<br />

(nosotros) luchaban por su patria, por su soberanía, y lo hacían con valentía y<br />

convicción. Eran verdaderos soldados, para quienes las Malvinas eran una cuestión de<br />

honor y patriotismo.<br />

Siete Días, 5 de mayo de 1982 Anexo Fotos 142-143<br />

Finalmente, a medida que pasaban los días, este semanario se limitó a publicar<br />

fotografías en las que se trataba de minimizar los alcances del enemigo inglés,<br />

117


desaparecían progresivamente los rostros de los protagonistas y cobraban<br />

preponderancia hierros retorcidos, aviones, tanques, barcos, destrozos o columnas de<br />

humo.<br />

Como corolario, Siete Días apeló nuevamente al recurso de contar la guerra a los<br />

lectores desde la mirada subjetiva de quienes estaban en el “Teatro de Operaciones”.<br />

En esta dirección, ofreció los testimonios Nicolás Kasanzew (periodista de ATC en<br />

Malvinas), bajo el formato de la publicación de algo tan íntimo como su “diario de<br />

guerra”.<br />

Siete Días, 12 de mayo de 1982 Anexo Fotos 144-145-146-147-148-149-150-151<br />

118


Por su parte Gente, ¿Cómo construyó su relato la revista en este segundo período?<br />

Mirando las imágenes a continuación, se puede ver el quiebre que se registró en este<br />

semanario apenas comenzadas las hostilidades y no es difícil determinar el tono que<br />

adquirieron sus discursos en esta etapa: la guerra había comenzado, el enemigo<br />

atacaba, nosotros nos defendíamos y, mientras los actos de ellos eran calificados de<br />

criminales, los nuestros eran comprendidos como legítima defensa. Así, la revista<br />

Gente dedicó todo un número a describir con detalle lo que llamó los cuatro crímenes<br />

de los ingleses: el hundimiento, fuera de la línea de bloqueo, del crucero ARA “General<br />

Belgrano”; el helicóptero inglés que el 3 de mayo atacó al Aviso Alférez Sobral que<br />

navegaba con bandera de la Cruz Roja en misión de rescate; el Harrier que el 9 de<br />

mayo hundió un pesquero argentino y luego las balsas de salvamento; finalmente, la<br />

utilización de la bomba “Belouga”, prohibida por la Convención Internacional de<br />

Ginebra de 1949, que los ingleses arrojaron sobre las islas Malvinas y mató a 11<br />

kelpers.<br />

Siete Días, 12 de mayo de 1982 Anexo Fotos 152-153<br />

119


Gente, 13 de mayo de 1982 Anexo Fotos 154-155-156-157<br />

Es en este contexto que se publicaron las fotos del hundimiento del Crucero General<br />

Belgrano que Gente consiguió de forma exclusiva (cuestión de la que hablaremos en<br />

el apartado sobre los circuitos del material fotográfico). Esta sucesión de imágenes se<br />

exhibía como la descripción detallada del primer y más importante crimen inglés.<br />

Gente, 13 de mayo de 1982 Anexo Fotos 154-158-159-160-161<br />

Las fuerzas inglesas eran presentadas como criminales no sólo por aquellos cuatro<br />

episodios. Junto a ellos, la criminalidad del enemigo se construía también a través de<br />

120


las siguientes fotos, que mostraban el maltrato al que habrían sido sometidos los<br />

prisioneros argentinos (con lo que se violaría la Convención de Ginebra al respecto);<br />

las malas condiciones en las que se los habría mantenido y algunas casas kelpers<br />

destruidas como consecuencia de los ataques ingleses.<br />

De este modo, podemos ver con más claridad la estrategia desplegada a partir de la<br />

edición del 29 de abril, cuya tapa anunciaba “el ataque inglés” y el “contraataque<br />

argentino”. En una de las primeras notas de este número, Gente hablaba de “la guerra<br />

no querida” y responsabilizaba así al gobierno inglés por el fracaso de la solución<br />

diplomática. Por otra parte, la nota sobre el “ataque inglés” era ilustrada con una foto<br />

de la flota británica moviéndose hacia el desembarco en las Georgias. La bajada del<br />

título no dejaba dudas sobre quiénes eran los buenos y quiénes los malos:<br />

“Ellos hablaban de paz. De negociaciones. Ellos hablaban de palabras. Sin embargo,<br />

en la madrugada del domingo, ellos hicieron hablar a sus cañones, a su pólvora, a la<br />

muerte. Ellos atacaron. Ellos<br />

invadieron. Ellos empezaron la guerra.<br />

Ahora nos toca a nosotros:<br />

defenderemos, contraatacaremos,<br />

pelearemos. Y que no quede ninguna<br />

duda: venceremos.”<br />

Gente, 20 de mayo de 1982 Anexo Fotos 162-163-164-165<br />

Gente, 29 de abril de 1982 Anexo Fotos 166-167<br />

121


En contraposición, el contraataque argentino era mostrado a través de una foto en la<br />

que los soldados argentinos están parados de espaldas, con sus armas en la mano. El<br />

efecto visual es interesante porque genera una identificación en el lector, quien tiene la<br />

sensación de estar en el mismo lugar que estos soldados, también quieto (a diferencia<br />

de los ingleses), mirando y a la espera de los invasores que están viniendo.<br />

Nuevamente en este caso, la bajada del título refuerza la idea:<br />

“Ningún argentino deseó esto. Ni los militares ni los civiles. Pero nuestro país fue<br />

atacado por la flota inglesa y es por eso que hubo que llegar a una situación límite: el<br />

Gente, 29 de abril de 1982 Anexo Foto 168<br />

contraataque. <strong>Argentina</strong> buscó todos los<br />

caminos posibles para una situación<br />

diplomática. El Reino Unido, no. De ahora<br />

en adelante habrá un solo objetivo: luchar<br />

por nuestros derechos, defender nuestras<br />

razones”<br />

Como se puede observar, hay un giro en el tono discursivo de la revista respecto de la<br />

primera etapa: ante la evidencia de que la (supuesta) superioridad argentina inicial no<br />

se iba a mantener a lo largo de la guerra, el tono exultante y grandilocuente que<br />

acompañó las fotos del tipo de la rendición de los ingleses fue cambiando<br />

progresivamente por un tono que, sin dejar de ser triunfalista en el conjunto de la<br />

publicación, ponía el acento en el carácter de victimario del enemigo y de víctimas de<br />

los argentinos (representados en Malvinas por las tropas nacionales). En este<br />

contexto, Gente establecía dos categorías para las mismas acciones: cuando el<br />

ataque era de los ingleses, se trataba de crímenes. En cambio, cuando el ataque era<br />

argentino, se trataba de defensa propia. De igual modo, las consecuencias de los<br />

actos bélicos del otro eran crueldades calculadas, mientras que las consecuencias de<br />

122


los actos propios eran consideradas errores involuntarios o efectos secundarios no<br />

deseados. Veamos otros ejemplos<br />

Gente, 6 y 13 de mayo de 1982 Anexo Fotos 169- 170-171 -172<br />

Del mismo modo que lo hizo Siete Días, la revista Gente también apeló al recurso de<br />

la construcción del enemigo como sujeto inmoral. En este sentido, mientras la fuerza<br />

inglesa, en tanto Sujeto de la guerra, era calificada de criminal, los soldados ingleses,<br />

como individuos que formaban esa fuerza, eran cuestionados como sujetos de moral<br />

dudosa, borrachos, sucios, bribones que venían a Malvinas de pseudo-vacaciones,<br />

para quienes la Patria no tenía ningún significado. Citando nuevamente a María Laura<br />

Marchetti, “En la edición número 876, el semanario muestra fotos de los marines<br />

ingleses que estaban a cargo de la protección de las islas Malvinas (…). Esta serie de<br />

imágenes fotográficas que, según „Gente‟, testimonian el comportamiento del enemigo,<br />

revelan a un Otro sin disciplina militar, antipatriota, desordenado y sucio, adicto al<br />

alcohol, las drogas, la pornografía, las apuestas” 124 . Finalmente, muchos soldados<br />

124<br />

Marchetti, Maria Laura, “Gente y la guerra de Malvinas”, Fragmento de <strong>Tesina</strong> para la Licenciatura en<br />

Comunicación Social Universidad Nacional de Rosario, en<br />

http://rephip.unr.edu.ar/bitstream/handle/2133/509/Gente%20y%20la%20Guerra%20de%20Malvinas.pdf?<br />

sequence=1 , pp. 9 - 10<br />

123


ingleses eran descalificados por “gurkas”, hombres que peleaban para una nación que<br />

no era la suya.<br />

Gente, 6 de mayo de 1982 Anexo Foto 173<br />

Así, los ingleses quedaban sin legitimidad en todas sus acciones y eran<br />

desacreditados en relación con los argentinos, a los cuales se los mostraba<br />

exactamente a la inversa. Frente al descaro y la indecencia del enemigo, nuestros<br />

muchachos eran presentados como jóvenes idealistas, comprometidos con los<br />

principios nacionales; verdaderos soldados con su postura y uniforme que se jugaban<br />

no sólo la vida sino también el honor en esta guerra; buenos cristianos, buenos hijos,<br />

personas respetables y buenos ciudadanos (como veremos a continuación, hay<br />

algunas fotos correspondientes a la primera etapa, ya que esta imagen virtuosa e<br />

impoluta de los soldados argentinos había comenzado a perfilarse desde el comienzo<br />

de la guerra, pero ahora quedaba reforzada por el contrapunto con la desfachatez<br />

inglesa).<br />

Gente, 8 de abril de 1982 Anexo Foto 175<br />

Gente, 20 de mayo de 1982 Anexo Foto 174<br />

Gente, 15 de abril de 1982 Anexo Fotos<br />

176-177<br />

124


Gente, 22 de abril de 1982 Anexo Foto<br />

178<br />

Gente, 29 de abril de 1982 Anexo<br />

Foto 179<br />

Gente, 6 de mayo de 1982 Anexo Fotos 180-181<br />

Finalmente, antes de pasar a la última etapa del conflicto, debemos mencionar que, al<br />

igual que Siete Días, Gente dedicó varias páginas a fotos de los armamentos y medios<br />

utilizados, así como a ilustraciones de los aviones y de la flota argentina y británica. En<br />

gran parte de estas imágenes, el equipamiento argentino aparecía en buen estado y<br />

casi sin rastros de combate (excepto las fotos del General Belgrano, sobre las que ya<br />

hablamos y vimos como se las incorporó al discurso). Sobre todo se destacaba la<br />

supremacía de la Fuerza Aérea <strong>Argentina</strong>. Por el contrario, los aviones ingleses, sus<br />

armas, sus barcos, se mostraban con las señales de la derrota y de la destrucción. De<br />

125


este modo, se minimizaban los alcances de la fuerza inglesa y se maximizaban los<br />

triunfos de la fuerza argentina sobre el enemigo. Ésta es una línea que se profundizará<br />

en la última etapa.<br />

Gente, 29 de abril a 20 de mayo Anexo Fotos 182-183-184-185-186-187-188-189-190<br />

de 1982<br />

126


Gente, 6 de mayo de 1982<br />

Anexo Foto 191<br />

Gente, 13 de mayo de 1982<br />

Anexo Foto 195<br />

Gente, 6 de mayo de 1982<br />

Anexo Fotos 193-194<br />

Gente, 29 de abril de 1982<br />

Anexo Foto 192<br />

Gente, 20 de mayo de 1982<br />

Anexo Foto 196<br />

A este segundo período también corresponden las imágenes del Harrier abatido por la<br />

artillería antiaérea argentina, que Gente publicaba en una sucesión de fotos del mismo<br />

avión desde diferentes puntos de vista. Observando la revista en retrospectiva, se<br />

puede ver que la escasez de imágenes y la “desinformación” propuesta por el<br />

Gobierno y sostenida por los medios llevaban a la repetición de imágenes de un<br />

mismo acontecimiento hasta el cansancio. Entre otras, las imágenes son las siguientes<br />

127


Lo interesante para señalar aquí es que, en contraste con la apariencia de triunfo<br />

argentino y de merma de la fuerza inglesa que resultaba de la publicación de fotos de<br />

este tipo, los documentos históricos muestran que la realidad tras bambalinas era<br />

diferente. En este sentido, aunque sea un poco extenso, vale la pena citar algunos<br />

fragmentos de un documento del TOAS (Teatro de Operaciones del Atlántico Sur),<br />

firmado por el Vicealmirante Juan José Lombardo el 15 de mayo de 1982 y dado a<br />

conocer en el libro “Malvinas, la Trama Secreta”,<br />

Gente, 13 de mayo de 1982 Anexo Fotos 197-198-195-199<br />

“La primera acción inglesa importante del día primero de mayo pareció ser un intento<br />

de invasión que fuera exitosamente rechazado por las fuerzas propias.(…) la<br />

apreciación actual de este comandante de teatro es que tal intento de invasión no<br />

existió sino que fue una demostración realizada con el propósito intimidatorio de<br />

sondeo de nuestras capacidades y de práctica general para la fuerza enemiga. (…)<br />

No aparecieron pese a las búsquedas y rastreos ningún resto de embarcaciones,<br />

botes, helicópteros, personal vivo o muerto ni ninguna otra evidencia del citado<br />

desembarco. No aparecieron restos materiales ni humanos de ningún helicóptero ni<br />

avión derribado. (…) En resumen esta supuesta acción rechazada y las supuestas<br />

128


importantes pérdidas infligidas al enemigo reafirmaron nuestro optimismo y los medios<br />

masivos de difusión enfervorizaron al público que vio un fácil triunfo argentino y una<br />

gran capacidad de nuestras fuerzas. (…)<br />

Nuestros submarinos han tenido evidencia del mal desempeño de los torpedos<br />

propios. (…) existen evidencias y otros síntomas del mal desempeño de las bombas<br />

utilizadas en ataques aéreos de nuestros aviones. (…) Los aviones Super Etendart no<br />

tienen capacidad logística para acciones sucesivas. Durante los últimos 10 días el<br />

enemigo lentamente ha ido incrementando su accionar y efectivizando el bloqueo de<br />

las islas naval y aéreo. (…)<br />

La presencia enemiga se ha ido haciendo más asidua y permanente lo que sumado a<br />

las naturales restricciones meteorológicas hacen el apoyo logístico aéreo reducido y<br />

aleatorio. La capacidad enemiga de acción aeronaval nocturna y diurna mediante<br />

submarinos de alta velocidad, buques portahelicópteros de ataque y aviones hace casi<br />

impracticable el aprovisionamiento de las islas de modo marítimo. (…)<br />

Los daños que hasta el presente se han infligido al enemigo son de difícil apreciación.<br />

No obstante, la carencia de evidencias ciertas de bajas, excepto de un avión Harrier y<br />

del hundimiento del Sheffield, hacen pensar que las apreciaciones iniciales fueron<br />

optimistas. No obstante ello son las que han quedado en el ánimo popular y de gran<br />

parte de las fuerzas”. 125<br />

Llegamos, así, al 21 de mayo de 1982. Ese día, las fuerzas británicas desembarcaron<br />

en San Carlos, en la Isla Soledad. La guerra para <strong>Argentina</strong> ya no tendría punto de<br />

retorno: Inglaterra dominaría la situación y la <strong>Argentina</strong> tendría que comenzar a definir<br />

la retirada.<br />

125<br />

Cardoso, Oscar, Kirschbaum, Ricardo, y Van Der Kooy, Eduardo, “Malvinas. La trama secreta”,<br />

Buenos Aires, Editorial Planeta, 1984. pp. 346-349. El documento se reproduce completo en el anexo.<br />

129


2.c) 21 de mayo a 14 de junio<br />

Respecto de este episodio clave en la historia de la guerra de Malvinas y de los<br />

sucesos posteriores, las revistas estudiadas plagaron sus páginas de relatos triunfales,<br />

recargados de exitismo, que mostraban unas fuerzas inglesas hostigadas por las<br />

argentinas en el momento en que intentaban desembarcar en San Carlos para<br />

establecer allí una cabecera de playa. Como se verá a continuación, los lectores de<br />

Gente y Siete Días se enteraban día a día de los “actos heroicos” de la aviación<br />

nacional, de los potentes buques ingleses hundidos, de las pérdidas y bajas del<br />

enemigo, y de otras informaciones de este tenor. Por supuesto, la impresión general<br />

que se desprendía de esto (y que se aclamaba abiertamente) era que la <strong>Argentina</strong><br />

estaba a un paso de ganar la guerra. Al igual que en las etapas anteriores, tanto los<br />

titulares como las fotografías de Gente eran de mayor impacto y contundencia en esta<br />

dirección.<br />

Siete Días, 26 de mayo de 1982 Anexo Fotos 200-201-202<br />

130


Gente, 27 de mayo de 1982 Anexo Fotos 203- 204-205-206-207-208-209-210<br />

Reconstruyendo el momento histórico, los análisis coinciden en que el desembarco en<br />

San Carlos estuvo lejos de no tener costos para las fuerzas inglesas: ellas habrían<br />

perdido más de lo previsto 126 , se habrían encontrado desorientadas por la falta de<br />

126<br />

Ese día. Los británicos sufrieron daños de magnitud en cuatro fragatas, el hundimiento de la Fragata<br />

Ardent (22 muertos), perdieron tres aviones Harrier y dos helicópteros.<br />

131


esistencia de las fuerzas terrestres argentinas y, en su lugar, la verdadera amenaza<br />

habrían sido las fuerzas aéreas nacionales. Sin embargo, que esto sea así no implica<br />

que, en este punto, las revistas no hayan construido relatos tendenciosa y<br />

forzadamente triunfalistas (tal como lo venían haciendo). Y esto por dos razones: por<br />

un lado, si bien San Carlos tuvo costos importantes para los ingleses, también los tuvo<br />

para la <strong>Argentina</strong> 127 , pero esos datos brillaron por su ausencia en las crónicas de los<br />

semanarios (nuevamente vemos una exagerada puesta en foco en las pérdidas del<br />

enemigo y una deliberada omisión de las pérdidas propias). Por el otro lado, más allá<br />

de que el desembarco en San Carlos pueda haber implicado bajas y dificultades<br />

inmediatas entre las tropas inglesas, la verdadera importancia de este episodio es la<br />

cadena de sucesos que se desencadenaron a partir de allí (como el ataque de la<br />

guarnición argentina de Goose Green) y que condujeron a la derrota final para la<br />

<strong>Argentina</strong> 128 . Por ello, el desmesurado énfasis que Gente y Siete Días ponían en los<br />

buques ingleses hundidos, junto con el tono heroico con que se mostraba el accionar<br />

nacional, daban una sensación general de triunfo argentino que no se condescendía<br />

con la realidad del estado del conflicto 129 .<br />

Otro elemento digno de mencionar en esta etapa es un caso que fue sostenido por<br />

varios medios de comunicación -entre ellos Gente y Siete Días- y en el cual podemos<br />

ver cómo de la tergiversación, de la publicación parcial o selectiva de la información,<br />

de la deformación de la realidad por estos mecanismos se pasó, directamente, al<br />

terreno de la mentira: el episodio del Hermes supuestamente atacado por un pequeño<br />

127<br />

Entre el 21 y 25 de Mayo, la Fuerza Aérea <strong>Argentina</strong> perdió 27 aviones, el equivalente al 50% de los<br />

derribos de la guerra. Eduardo Barcelona, Agencia Télam<br />

http://www.malvinasalta.com.ar/index.php/component/content/article/78-noticias-internacionales/328-lodijo-eeuu-sin-su-ayuda-los-ingleses-habrian-caido-en-malvinas-por-eduardo-barcelona.html<br />

128<br />

De hecho, los británicos juzgaron a la batalla de San Carlos (acertadamente, según Alberto Amato),<br />

como la batalla decisiva por Malvinas. De hecho, una vez afianzada la cabecera de playa, en apenas 14<br />

días llegaron a Puerto Argentino. http://www.clarin.com/diario/2007/05/20/elpais/p-01615.htm<br />

129<br />

En este sentido, sirva a modo de ejemplo la reconstrucción del estado de situación que Oscar Raúl<br />

Cardoso, Ricardo Kirschbaum y Eduardo Van Der Kooy realizan en su libro Malvinas, la Trama Secreta.<br />

Allí queda de manifiesto que el estado real del conflicto estaba lejos de justificar las proclamas triunfalistas<br />

y el ánimo optimista que poblaban las páginas de los semanarios.<br />

Cardoso, Oscar, Kirschbaum, Ricardo, y Van Der Kooy, Eduardo, Malvinas. La trama secreta, Buenos<br />

Aires, Editorial Planeta, 1984. pp. 286-292<br />

132


Pucará comandado por el Teniente Daniel Antonio Jukic. Si bien este hecho habría<br />

ocurrido el 2 de mayo, cito el caso en esta instancia del trabajo porque creo que es<br />

aquí cuando mayor provecho discursivo se le sacó (quizás, justamente, por la<br />

necesidad de sostener el discurso heroico y triunfal en un momento en el que la<br />

realidad lo ponía en jaque).<br />

Sintéticamente, en palabras de Diego Pérez Andrade, periodista que cubrió la guerra<br />

para Télam,<br />

“el teniente Daniel Jukic, de la Fuerza Aérea, se había hecho amigo de Télam y venía<br />

siempre a la corresponsalía a hablar por radio con su novia, con la que planeaba<br />

casarse en su Bariloche natal. El 1° de mayo murió bajo la metralla de los bombardeos<br />

a baja altura que sufrió la pista de césped de Darwin, cuando se preparaba para<br />

despegar con su Pucará. Noticia que transmitimos, con detalles personales del muerto<br />

y que nunca se conoció. Pero unos 15 días después el mismo oficial resucitó: salió con<br />

foto en las tapas de Gente, La Semana, 7 Días y la mayoría de los diarios<br />

inmolándose en un ataque “suicida” al portaaviones Invencible, nave insignia de la<br />

Royal Navy.” 130<br />

Según Gente, por ejemplo, Jukic habría desobedecido todas las órdenes y habría<br />

atacado solitariamente a un portaaviones británico, lo que habría dado lugar a la<br />

muerte del piloto. Sin embargo, de acuerdo a la investigación realizada por Santiago<br />

Lozada 131 , la muerte de Jukic se dio en circunstancias bastante menos “poéticas”: en<br />

el contexto del ataque de tres Sea Harrier británicos a una base cercana Puerto<br />

Argentino, una de las bombas lanzadas por el Teniente Hale de la Royal Navy impactó<br />

de lleno en uno de los aviones Pucará que estaban esperando para ser evacuados,<br />

mientras el personal de la Base intentaba remover un avión que había rotó la rueda de<br />

130 http://www.minutouno.com/1/hoy/article/20642-Malvinas-secreta-intrigas-de-una-cobertura-de-<br />

guerra-particular/<br />

131<br />

Lozada, Santiago, “La Guerra de Malvinas y los medios de comunicación”, tesina de Licenciatura en<br />

Periodismo de la Universidad del Salvador. 2000<br />

133


nariz como consecuencia del barro de la pista y que imposibilitaba el despegue del<br />

resto. El piloto del avión que sufrió el impacto de la bomba era, justamente, el Tte.<br />

Daniel Antonio Jukic. Difícilmente, entonces, este último podría haber participado con<br />

su Pucará del ataque al Hermes por el que finalmente cobró celebridad.<br />

A pesar de ello, la prensa utilizó al Teniente Daniel Jukic para construir el clásico<br />

relato de tiempos de guerra acerca de jóvenes héroes sacrificándose por la patria;<br />

anteponiendo con valentía y orgullo la defensa de los ideales nacionales por sobre sus<br />

propias vidas 132 . La opinión pública tenía, así, un mártir para admirar y para exaltar su<br />

patriotismo. Así, mientras Gente el 27 de mayo presentaba el costado familiar de la<br />

historia a través de una nota con el hermano del piloto (con foto del entrevistado e<br />

ilustración del Hermes averiado), en la que cuenta que su hermano “era un hombre<br />

que se enfurecía ante una injusticia, alguna cosa mala, fea.(...) Un patriota en serio”; el<br />

26 de mayo Siete Días mostraba el lado heroico de la situación, publicando una foto<br />

de los pequeños aviones Pucará acompañada del siguiente epígrafe: “El pequeño<br />

David que venció a Goliat: un Pucará al mando del teniente Daniel Jukic atacó al<br />

Hermes con toda su artillería”.<br />

Gente, 27 de mayo de 1982 Anexo Foto 211 Siete Días, 26 de mayo de 1982 Anexo Foto 212<br />

132<br />

Sin embargo, a esta altura ya sabemos que tales héroes ideales son simplemente eso: construcciones<br />

ficticias. Fue justamente ese descubrimiento el que impactó a Rodolfo Walsh y el que relata en el prólogo<br />

de Operación Masacre: “pegado a la persiana [de mi casa de La Plata], oí morir a un conscripto en la<br />

calle y ese hombre no dijo: “Viva la patria” sino que dijo: “No me dejen solo, hijos de puta”<br />

134


Vale la pena mencionar una forma particularmente interesante en la que Gente<br />

construía el heroísmo y patriotismo de los soldados argentinos. Los comenzó a llamar<br />

“los héroes de mayo”. Es decir, la revista apelaba a la memoria histórica del lector,<br />

para quien los “héroes de mayo” eran Saavedra, Moreno, Juan J. Paso y los<br />

integrantes de la Primera Junta de 1810; figuras de peso histórico, próceres<br />

canonizados y de gran reputación. De esta manera, se elevaba a los soldados<br />

nacionales (incluyendo a Jukic) a la categoría de héroes y, se ubicaba a las acciones<br />

militares en la misma línea que las acciones de los próceres de 1810.<br />

Gente, 27 de mayo de 1982 Anexo Fotos 213-214-215<br />

Gente, 3 de junio de 1982<br />

Anexo Foto 216<br />

El tiempo pasaba y la guerra cada vez estaba más cerca del final (lo cual era previsible<br />

y sabido, si tomamos en consideración la reconstrucción de lo que sucedía tras<br />

bambalinas realizada por Cardoso, Kirschbaum y Van der Kooy 133 ). Sin embargo, tal<br />

situación no se reflejaba en las páginas de Gente y Siete Días, quienes mantuvieron el<br />

mismo tomo discursivo y las mismas estrategias que venían sosteniendo hasta el<br />

133<br />

Cardoso, Oscar, Kirschbaum, Ricardo, y Van Der Kooy, Eduardo, Malvinas. La trama secreta, Buenos<br />

Aires, Editorial Planeta, 1984. El documento se reproduce completo en el anexo.<br />

135


momento, casi sin variaciones. Por un lado, continuaban apelando a la emotividad del<br />

lector: presentaban testimonios en primera persona y fotos de la vida cotidiana de los<br />

soldados (cargando comida caliente a un jeep, por ejemplo); publicaban fotos de sus<br />

familiares orgullosos; daban a conocer el diario de guerra de periodistas que cubrían el<br />

conflicto; construían una imagen impoluta de los soldados argentinos, a quienes se<br />

mostraba no sólo como patriotas intachables (fotos de soldados durmiendo al lado de<br />

sus armas y de sus tanques escritos con mensajes patrios, entre otras) sino también<br />

como hombres tolerantes y espiritualmente elevados (fotos de un oficio religioso<br />

católico y otro judío); destacaban visual y verbalmente la moral de la tropa argentina<br />

(soldados con el pulgar hacia arriba haciendo el gesto de OK); etc.<br />

Gente, 27 de mayo de 1982<br />

Anexo Fotos 211-217<br />

Gente, 3 de junio de 1982 Anexo Fotos 219-220-221-222-223<br />

Gente, 3 de junio de 1982 Anexo Foto 218<br />

136


Siete Días, 26 de mayo de 1982 Anexo Fotos 201-224-225<br />

Siete Días, 9 de junio de 1982 Anexo Fotos 226-227<br />

Siete Días, 9 de junio de 1982 Anexo Fotos 228- 229-230<br />

Siete Días, 9 de junio de 1982 Anexo Fotos 231-232-233<br />

A través de todas estas imágenes, vemos que el resultado global del relato de los<br />

semanarios es lo que podría definirse como una “poetización de la guerra”. Es decir,<br />

137


no se hace un relato informativo “objetivo” 134 , periodístico, basado en los datos reales<br />

del conflicto y del análisis político sino que, en rigor, se hace la narración de una<br />

epopeya. Tal cual la definición de epopeya de la Real Academia española (“f. Poema<br />

narrativo extenso, de elevado estilo, acción grande y pública, personajes heroicos o de<br />

suma importancia, y en el cual interviene lo sobrenatural o maravilloso / f. Conjunto de<br />

hechos gloriosos dignos de ser cantados épicamente.” 135 ), en Gente y Siete Días<br />

vemos el uso de figuras retóricas (contrapunto entre las fotos que acompañan a los<br />

títulos “Armados hasta los dientes” / “Blindados hasta la hazaña”), el reiterado relato<br />

épico de héroes pequeños luchando contra grandes (como el mencionado Pucará que<br />

hizo las veces del David de Goliat), el racconto de “milagros” de guerra, la<br />

construcción y glorificación del los llamados “Héroes de Mayo”, entre otros.<br />

Gente, 27 de mayo de 1982<br />

Anexo Foto 234<br />

Gente, 3 de junio de 1982 Anexo Fotos 235-236<br />

Dijimos, entonces, que hacia el final de la guerra los semanarios continuaron<br />

recurriendo a las estrategias que venían desplegando y que, por un lado, mantuvieron<br />

la apelación a la emotividad del lector. Por el otro, para completar esta idea, en el caso<br />

de Gente veremos que también se prolongó hasta el último momento el recurso de<br />

poner el foco casi exclusivamente en las pérdidas materiales y humanas (reales y no<br />

134 Con todas las comillas que la objetividad periodística pueda tener, uso este término a falta de un<br />

término alternativo que exprese mejor la idea de un relato lo más descriptivo y cercano posible a los<br />

hechos.<br />

135 RAE, http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=epopeya<br />

138


tanto) que sufrían las fuerzas británicas por el ataque argentino, como se puede<br />

apreciar en las imágenes a continuación<br />

Gente, 3 de junio de 1982 Anexo Foto 237-238-239<br />

En este punto, hemos llegado al final. Hacia el 10 de junio, con la derrota tocando la<br />

puerta, ya era prácticamente imposible seguir sosteniendo el discurso triunfalista que<br />

apenas un día atrás se encontraba en los semanarios, particularmente en Gente.<br />

Veamos el tinte de las fotos y de los titulares que empiezan a aparecer en sus páginas<br />

(no es el caso de Siete Días, que en su número del 9 de junio -el último antes de la<br />

rendición argentina- aún no daba indicios de una posible derrota).<br />

Gente, 3 de junio de 1982 Anexo Fotos 240-241-242<br />

Gente, 10 de junio de 1982 Anexo Fotos 243-244-245<br />

139


Como se puede observar, la superpoblación de caras de triunfo y de aviones gloriosos<br />

de las fuerzas argentinas dejó paso a la exposición de situaciones de sometimiento de<br />

los soldados argentinos por parte de los británicos: soldados degradados por la<br />

realización de trabajos humillantes; soldados británicos palpando violentamente a<br />

“nuestros héroes” y dándoles un trato inhumano, etc. Es decir, de un triunfo<br />

incuestionable, de una supuesta superioridad militar argentina –comprobada por los<br />

éxitos parciales de cada una de las batallas, según se argumentaba– en pocas horas<br />

se pasó a un relato de los daños que las fuerzas británicas infligían, a un relato de los<br />

resultados desfavorables para el frente nacional, a la descripción de cómo los<br />

soldados argentinos estaban siendo víctimas de la crueldad, violencia y<br />

desconsideración del enemigo. En síntesis, ahora que no se podía seguir sosteniendo<br />

el éxito propio, se asumía el éxito del otro pero se lo transformaba nuevamente en un<br />

acto criminal.<br />

Gente, 10 de junio de 1982 Anexo Fotos 246-247-248-249<br />

A partir de aquí, en el número correspondiente al 17 de junio (número posterior a la<br />

rendición argentina del 14 de junio) y números siguientes, el tono cambió<br />

140


drásticamente: si bien ya se venía construyendo la dupla víctima/victimarios, por<br />

primera vez Gente mostró fotos en las que claramente aparecía el triunfo y el poderío<br />

militar británico; fotos de nosotros perdiendo la guerra, de los soldados argentinos en<br />

situación de subordinación entregando y apilando sus armas, de su rendición y<br />

requisa; imágenes de “la guerra que no vimos”; soldados argentinos sufriendo;<br />

preguntas sobre las condiciones de los conscriptos (por ejemplo, si tenían alimento y<br />

abrigo); fotos de elementos argentinos destruidos; el espanto de los heridos, etc. Es<br />

decir, Gente pareció despegarse progresivamente del discurso oficial y de la<br />

obsecuencia para con el gobierno militar. Era evidente que una nueva realidad política<br />

se avecinaba. A esta altura, el poder de facto ya pendía de un hilo... pero las<br />

consecuencias políticas de la guerra exceden el objetivo de esta tesina.<br />

141


Gente, 17 de junio al 1º de julio de 1982<br />

Anexo Fotos 250-251-252-253-254- 255-256-255-257-258-259-260-261-262-263<br />

142


3. La otra historia<br />

En las páginas precedentes he realizado una observación de las fotos que publicaron<br />

los principales medios gráficos argentinos durante y sobre el conflicto que tuvo lugar<br />

en el Atlántico Sur entre el 2 de abril y 14 de junio de 1982. Como vimos, esas fotos, el<br />

modo en que se ordenan, los discursos verbales con los que se ensamblan, la forma<br />

en que construyen sentido por sus mutuas referencias, delinean y fundan un relato<br />

sobre la guerra de Malvinas. Sin embargo, ese relato es un relato posible pero no es el<br />

único. Es apenas una particular forma de contar la guerra, originada (como todo<br />

discurso) en un contexto ideológico específico (del que ya hemos hablado en los<br />

apartados anteriores).<br />

Ciertamente, mirando las fotos publicadas por esos medios es difícil pensar relatos<br />

alternativos. Pero ¿qué pasa si, en vez de mirar esas fotos, miramos la enorme<br />

cantidad de fotos que quedaron afuera de las páginas de diarios y revistas?¿Qué<br />

historias cuentan esas imágenes?¿Qué dice ese otro relato sobre el relato<br />

públicamente difundido? Éste es el problema que pretendo abordar en este punto, con<br />

la férrea decisión de iluminar las historias eclipsadas por lo que en algún momento<br />

fuera una verdad oficial.<br />

3.a) Procedencia de las imágenes<br />

En este punto es necesario dar cuenta de la procedencia de las fotos que sirven de<br />

base “al otro relato”. Tarea que no siempre es tan sencilla porque, como sucede a<br />

menudo con las cosas que quedan excluidas de “la realidad legítima”, el origen, sus<br />

circunstancias y los caminos que atravesaron se pierden en el silencio de la historia.<br />

Algunas de las imágenes fotográficas de las que vamos a hablar fueron encontradas<br />

en el archivo del diario Clarín (en el de La Nación ya no hay fotos que no hayan sido<br />

143


publicadas 136 ), unas pocas fueron obtenidas en la Fototeca de la Asociación de<br />

Reporteros Gráficos de la República <strong>Argentina</strong> (ARGRA), otras fueron conseguidas en<br />

los archivos del Ministerio de Defensa y de la Asociación de Excombatientes de la<br />

Fuerza Aérea “Bahía Agradable” 137 , otras tantas fueron obtenidas de Internet y,<br />

finalmente, una gran cantidad de ellas fueron provistas por la Comisión de Familiares y<br />

Excombatientes.<br />

¿El origen? En los casos de las fotografías encontradas en el archivo de Clarín, la<br />

identificación es más simple: en su mayoría, el material proviene de agencias de<br />

noticias -nacionales e internacionales- que cubrieron el conflicto en sus diferentes<br />

etapas y de fotógrafos enviados por los mismos medios o por otros medios que<br />

también cubrían la guerra. En el caso de las imágenes del Ministerio de Defensa, de la<br />

Asociación de Excombatientes de la Fuerza Aérea y de las provistas por la Comisión<br />

de Familiares y Excombatientes 138 , se trata de dos tipos de fotografías: por un lado, las<br />

tomadas por militares de diferentes jerarquías en vistas de elaborar estrategias de<br />

guerra y de documentar el conflicto y, por el otro, las personales tomadas por los<br />

mismos soldados y militares.<br />

Estas últimas fotos, al igual que gran parte de las fotos encontradas en Internet,<br />

testimonian la cantidad de “fotógrafos” aficionados que había en las Islas: desde los<br />

soldados más rasos hasta altos escalafones de la jerarquía militar, quienes pelearon<br />

en Malvinas contaban con cámaras fotográficas personales a través de las cuales<br />

136<br />

Valga aclarar que en el archivo de este diario escasean las fotos sobre el conflicto, las que existen no<br />

tienen ningún tipo de orden ni referencias.<br />

137<br />

La Asociación de Excombatientes de la Fuerza Aérea “Bahía Agradable”, como su nombre lo indica<br />

reúne a los ex combatientes de la Fuerza Aérea en el Edificio Cóndor donde se los asiste con pensiones,<br />

asistencia psicológica, entre otras. La cabeza de la asociación es el Vicecomodoro Héctor Rusticcini.<br />

138<br />

Cabe destacar que las fotos del Ministerio de Defensa son las mismas que nos facilitara Leandro de la<br />

Colina, representante de la Comisión de Familiares y Excombatientes.<br />

144


documentaban su día a día, el clima de las trincheras, los golpes, los triunfos y la<br />

cotidianeidad de la guerra.<br />

De esta multitud de testimonios, muchos desaparecieron en manos de las requisas<br />

militares y otros tantos permanecen desconocidos. Sin embargo, hay otra gran<br />

cantidad de fotografías que comenzaron a circular vía Internet en fotologs o páginas<br />

personales de excombatientes, que fueron reunidas y sistematizadas por<br />

organizaciones como la Comisión de Familiares y Excombatientes, o bien que,<br />

sencillamente, fueron guardadas como un tesoro por sus autores, a la espera de que<br />

alguien se interese por contar esta otra historia que no es más que la suya propia.<br />

3.b) Las fotos profesionales: “Vamos ganando”. ¿Vamos ganando?<br />

Comencemos con las fotos tomadas por fotógrafos profesionales de diarios o de<br />

agencias nacionales e internacionales, que no fueron publicadas durante el conflicto<br />

(tal como lo aseguran los mismos fotógrafos que las tomaron 139 y el encargado del<br />

archivo de Clarín a fines de 2005, Claudio Reino. Cabe aclarar que la censura,<br />

comercialización y olvido deliberado al que fueron sometidas estas fotos, hicieron que<br />

el volumen disponible de este tipo de fotografías sea infinitamente menor al de las<br />

fotos personales y al de los archivos militares. De ahí que las imágenes que se<br />

muestran a continuación sean fruto de una búsqueda intensa y minuciosa, pero no<br />

siempre tan fructífera como sería deseable. Comencemos con el análisis de las<br />

fotografías de este grupo que al día de hoy se pudieron conseguir.<br />

Entre las fotografías profesionales no publicadas, hay un número significativo con un<br />

denominador común, denominador que las diferencia de las fotografías típicamente<br />

139<br />

Tal es el caso de Eduardo “Pollo” Farré quien, en una entrevista con la autora, reconoce fotos suyas<br />

que no fueron publicadas y sí utilizadas años más tarde para muestras fotográficas o conmemoraciones<br />

de la guerra de Malvinas.<br />

145


exitistas que sí aparecieron en las páginas de los diarios y revistas analizadas: lejos de<br />

mostrar que “vamos ganando”, estas imágenes exponen la debilidad del ejército<br />

argentino frente al inglés o, de un modo más poético, connotan esa debilidad a través<br />

figuras retóricas.<br />

Tal es el caso de la imagen de los soldados<br />

con los escobillones (tomada por Eduardo<br />

Farré en los comienzos de la guerra), que se<br />

puede interpretar como un ejemplo de<br />

antítesis: una figura retórica que crea sentido a<br />

partir de la contraposición en un mismo plano<br />

de dos ideas opuestas entre sí. Para un espectador desprevenido que no se detenga a<br />

mirar en detalle la foto, la imagen general es la de soldados marchando y portando sus<br />

armas. Sin embargo, no son armas lo que cargan sino algo que está en sus antípodas:<br />

apenas escobillones, objetos de limpieza, elementos ligados a algunas de las tareas<br />

de menor reputación en la escala social. Si bien en palabras del propio Farré la<br />

fotografía puede tener más de una interpretación y él no buscó deliberadamente la que<br />

se generalizó (“fotografié por contraste, porque me pareció muy ridículo. Porque<br />

estábamos haciendo una operación. Estábamos mostrando cómo arreglábamos la isla,<br />

cómo ayudábamos a los kelpers y no había kelper que no nos odiara” 140 ), lo cierto es<br />

que en la imagen existe la antítesis y la lectura de “la guerra está perdida antes de<br />

empezar” se torna inevitable. La decisión de no publicar esta foto durante el conflicto<br />

en <strong>Argentina</strong> creo que confirma que esa lectura no sólo era posible sino que era muy<br />

probable.<br />

Otras de las fotos profesionales no publicadas son las de la pista luego de los<br />

bombardeos del 1º de mayo de 1982 (momento en que comenzaron definitivamente<br />

140 Farré, Eduardo. De una entrevista personal con la autora en el año 2006<br />

Anexo Foto 264 Con formato: Sin Resaltar<br />

146<br />

Con formato: Sin Resaltar


las acciones bélicas), también de Farré. Esta foto no fue posible conseguirla 141 , pero<br />

Farré recuerda lo sucedido: “Con esa foto hubo muchos problemas porque yo<br />

fotografié el impacto de bomba sobre la pista y hubo una gran discusión sobre si había<br />

que mandarla o no. Porque unos decían que había que mandarla para que no<br />

siguieran bombardeando y otros que no porque había que demostrar que el ataque no<br />

había sido exitoso. Pero a la pista la habían hecho re pelota” 142 . Finalmente, las fotos<br />

de la pista bombardeada no fueron publicadas en los medios argentinos.<br />

Siguiendo con las fotos no publicadas, un caso interesante es el que nos cuenta<br />

Daniel García, fotógrafo de la agencia DyN en 1982, quien fue a Malvinas el 13 de<br />

Abril por unas horas como parte de un pool entre las agencias independientes NA y<br />

DyN. “El acuerdo entre DYN, NA y el Estado Mayor Conjunto era que los rollos eran<br />

revelados por este último con la supervisión de las agencias. El Estado Mayor<br />

Conjunto revisó los negativos y censuró sólo una (la del soldado comiendo su ración<br />

en el cuartel de los Royal Marines) que fue expuesta por primera vez en la Segunda<br />

Muestra del Periodismo Gráfico Argentino que se realizó en octubre de 1982”. 143<br />

Anexo Foto 265<br />

141 Aunque la foto de Farré no fue posible conseguirla, la situación del bombardeo de la pista está<br />

ilustrada por fotografías obtenidas del Ministerio de Defensa y la Comisión de Familiares y<br />

Excombatientes. Ver anexo.<br />

142 Farré, Eduardo. De una entrevista personal con la autora en el año 2006<br />

143 Daniel García en entrevista con la autora el 17 de Febrero de 2010.<br />

147


Esta foto -que en la fragilidad de ese soldado conscripto marca un contrapunto con la<br />

imagen de los soldados argentinos que se pretendía construir en los diarios y revistas-<br />

hoy está en los archivos de la agencia de noticias francesa AFP.<br />

De las imágenes no publicadas también cabe destacar la indicación de no difundir en<br />

<strong>Argentina</strong> que algunas de ellas tienen impresa al costado, junto a la procedencia o<br />

agencia de origen y epígrafe explicativo. Esto se debía a que las agencias de noticias<br />

que distribuían esas fotos no podían venderlas en el país por la exclusividad que<br />

tenían con ciertos medios o bien, simplemente, por la censura que existía desde los<br />

inicios de la dictadura y que se intensificó con el conflicto bélico.<br />

Anexo Foto 266<br />

Anexo Foto 267<br />

Como ejemplo, esta foto tomada por fotógrafos de Télam y<br />

distribuída por UPI en el exterior con el epígrafe en inglés y la<br />

leyenda NOT FOR USE IN ARGENTINA no podía ser<br />

distribuída por dicha agencia en nuestro país, aunque sí en el<br />

exterior. Se trata de una foto tomada por fotógrafos de Télam y<br />

editada por Don Rypka para UPI (sus iniciales “DR” figuran<br />

en el epígrafe).<br />

Por otra parte, esta imagen de los prisioneros<br />

argentinos bajo la guardia armada inglesa fue<br />

tomada por fotógrafos de la agencia inglesa AP<br />

que acompañaban a la marina británica. Si bien<br />

en <strong>Argentina</strong> no fue publicada, no tiene en su<br />

148<br />

Con formato: Sin Resaltar<br />

Con formato: Sin Resaltar


epígrafe la leyenda o prohibición de hacerlo. Sin embargo, el hecho de que esta foto<br />

no reflejara la imagen tiránica, malvada, que los diarios y revistas construían del<br />

“enemigo inglés” (en realidad, a los prisioneros se los ve relajados y con ánimo),<br />

posiblemente haya incidido en la decisión de no publicarla.<br />

Anexo Foto 268<br />

Otro caso de fotografías cuya distribución en el país estaba<br />

vedada es ésta cuyo epígrafe indica PROHIBIDO SU USO EN<br />

ARGENTINA. Fue tomada por Eduardo “Pollo” Farré en el vuelo<br />

de reconocimiento que realizó con helicópteros argentinos 144 y<br />

fue distribuída por Télam al exterior a través de UPI.<br />

Finalmente, esta foto tomada en el aeropuerto de la Base Aérea Militar Malvinas por<br />

fotógrafos de DYN y distribuída por UPI también<br />

tiene la leyenda NOT FOR USE IN ARGENTINA<br />

y sugiere su utilización con el texto sobre la<br />

Fuerza Aérea <strong>Argentina</strong> de Arthur Herman.<br />

Según el testimonio de Daniel Alonso, la<br />

publicación de una foto de similares<br />

características fue otra de las causas que llevaron a la ya mencionada sanción del<br />

diario “El Patagónico”: “Otra de las inconveniencias que habíamos publicado fue<br />

cuando el 3 de abril nos cruzaron a las islas<br />

Anexo Foto 269<br />

144 En la entrevista con Farré en el 2006, el fotógrafo da detalles sobre este vuelo. Ver Anexo<br />

149<br />

Con formato: Sin Resaltar<br />

Con formato: Sin Resaltar<br />

Con formato: Sin Resaltar<br />

Con formato: Sin Resaltar


para que viéramos lo incruento de la ocupación militar argentina, editar una foto donde<br />

se veían soldaditos nuestros empujando un camión militar argentino para ver si<br />

arrancaba…” 145<br />

Como era de esperar, una imagen con este contenido no era afín al discurso<br />

triunfalista oficial y su publicación comprometía el universo de sentido que se estaba<br />

construyendo sobre el conflicto bélico.<br />

Respecto del circuito y del accionar de las agencias de fotografías y de prensa durante<br />

la Guerra de Malvinas, se hará mención en el próximo apartado.<br />

3.c) Las fotos “no profesionales” 146<br />

Entre las razones que sostuvieron la decisión de los medios analizados de no publicar<br />

las fotos que llegaban a sus despachos desde las agencias y los fotógrafos<br />

profesionales, seguramente una parte importante del peso haya recaído en la voluntad<br />

de promover un relato épico y triunfalista de la guerra (como vimos hasta aquí). Sin<br />

embargo, junto a esas imágenes, hay una cantidad de otras fotografías de la guerra de<br />

Malvinas que no tomaron estado público porque, desde el comienzo, su razón de ser<br />

era otra: el testimonio privado, individual, íntimo, de los protagonistas del conflicto, que<br />

llevaban consigo cámaras personales para congelar sus vivencias y eternizan los<br />

recuerdos.<br />

Por ello, a diferencia del modo en que trabajamos con las fotos profesionales, en este<br />

caso no intentaré desentrañar qué tienen esas imágenes captadas por los soldados y<br />

militares para que no hayan tomado estado público. Si me interesa traerlas al centro<br />

de la escena en este momento es porque ellas, como testimonio visual y no guionado<br />

145<br />

Alonso, Daniel, periodista de Comodoro Rivadavia en entrevista con la autora, 2006<br />

146<br />

Cabe aclarar que denominaré “no profesionales” a las imágenes tomadas por soldados o personal del<br />

Ejército y cuyo objeto era el mero registro de los acontecimientos o el recuerdo personal. Su objeto y el<br />

sujeto que las tomó las diferencia de las “fotos profesionales”.<br />

150


de lo que ocurrió en Malvinas entre abril y junio de 1982, dejan al descubierto las<br />

tergiversaciones, parcialidades y ausencias que tenía del relato oficial sobre el<br />

conflicto (versión de los hechos que, como vimos, apeló a imágenes para su<br />

construcción).<br />

Como primer paso, es necesario señalar que el número de fotos obtenidas de<br />

excombatientes, de familiares y de la Fuerza Aérea superó lo previsto al comienzo de<br />

la investigación. Al respecto, Nicolás Kasanzew recuerda lo que suscitaban las fotos<br />

entre las tropas argentinas:<br />

“Con respecto a las fotos me hiciste acordar de una anécdota. Llegamos con el<br />

camarógrafo a una posición que tenían los Patricios, porque había una sección de<br />

Patricios y había un Sargento que se llamaba Saraza. Llegamos ahí porque recién<br />

habían pasado unos Harriers y los habían bombardeado. Y estaban todos<br />

desesperados porque habían pasado recién y Saraza que gritaba:<br />

– ¡Lo tengo, lo tengo!<br />

– ¿Qué? ¿Bajaste uno?<br />

– ¡No, le saqué una foto!<br />

– ¿Cómo le vas a sacar una foto? ¡Le hubieras tirado, aunque sea con el<br />

revólver!<br />

Yo creo que todo el mundo ha sacado fotos. Los oficiales y suboficiales seguro que<br />

todos tienen fotos”. 147<br />

Para los fines de la presente tesina, esta proliferación de fotos supuso un desafío<br />

porque dificultó la tarea de sistematizar el corpus de trabajo. Luego de ensayar con<br />

varias posibilidades, se definió un orden para este material fotográfico que lo divide en<br />

conjuntos significativos referidos a los ejes trabajados en la secciones sobre las fotos<br />

publicadas por los diarios y revistas elegidas. Fundamentalmente, por la procedencia<br />

147 En un entrevista con la autora en el año 2006<br />

151


de las imágenes y su dispersión, con estos archivos no siempre se puede realizar un<br />

recorrido sincrónico o un orden cronológico exacto. Sin embargo, sí es posible<br />

determinar diferentes situaciones y momentos que se fueron dando en los 74 días de<br />

la guerra y que quedaron registrados en imágenes.<br />

3.c.1 Las primeras fotos: el reino del optimismo y la camaradería<br />

Entre las fotos tomadas por las cámaras no profesionales de soldados, pilotos y<br />

militares de jerarquía, encontramos una cantidad de imágenes que muestran<br />

momentos de camaradería, de optimismo y solidez, del día a día de los combatientes,<br />

del paisaje y de las calles de Puerto Argentino. Este tipo de fotos fueron tomadas<br />

luego del desembarco y en los primeros días del conflicto, cuando no existían<br />

enfrentamientos y cuando las tropas argentinas estaban abocadas a reconocer el<br />

paisaje y el clima. En este caso, no hay incongruencia con lo que mostraban en esta<br />

misma etapa los diarios y revistas estudiadas. Como ya se dijo, en estos primeros días<br />

no hacía falta ningún mecanismo importante de censura y de tergiversación de la<br />

información, ya que el clima reinante era realmente optimista, la guerra aún no había<br />

explotado, las tareas eran de reconocimiento y rutinarias de preparación, se creía que<br />

la solución llegaría por la vía diplomática y los ingleses todavía no habían<br />

desembarcado en Malvinas para presentar batalla.<br />

Anexo Foto 270 Anexo Foto 271 Anexo Foto 272<br />

152<br />

Con formato: Sin Resaltar<br />

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3.c.2 ¿Y por casa cómo andamos?<br />

Hasta aquí, entonces, no hay “ruidos” entre el relato contado por las imágenes<br />

publicadas y el que trazan las fotos de quienes participaban de la guerra en Malvinas.<br />

Sin embargo, como vimos antes, no duró para siempre la tranquilidad que permitía<br />

publicar las cosas tal como eran sin comprometer la verdad oficial: la declaración de la<br />

guerra, el poderío de los ingleses, la falta de recursos de las tropas argentinas, pronto<br />

hicieron necesario que el discurso venga al rescate para poder seguir sosteniendo<br />

públicamente un clima triunfalista que ya no tenía asidero en los hechos. Aparecen,<br />

entonces, las omisiones, la mirada unilateral, el extremismo (y hasta la caricatura) en<br />

la construcción de arquetipos de héroes y enemigos, entre otros.<br />

Vayamos a un caso concreto. En la sección de las fotos publicadas por Gente y Siete<br />

Días, se vio que uno de los recursos a los que apelaron cuando la guerra estaba ya<br />

instalada fue la de la demonización del “enemigo inglés”. Como la exacta contraparte<br />

de los “abnegados, entregados, valientes y patriotas soldados argentinos”, la figura de<br />

inglés era la del sujeto borracho, de dudosa moral, que no está luchando por un ideal<br />

nacional, que no le importa la causa por la que pelea, un mercenario que ni siquiera es<br />

soldado.<br />

Anexo Foto 273<br />

Anexo Foto 274<br />

Anexo Foto 275<br />

No obstante, frente a las fotos que estas mismas revistas publicaron de los argentinos<br />

como soldados intachables, de moral irreprochable, siempre listos y en las antípodas<br />

153<br />

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del perfil vicioso de los ingleses (perfil manifestado en las imágenes en las que<br />

aparecen “borrachos, sonrientes, divertidos y distendidos”) las fotos que siguen –<br />

tomadas por los mismos soldados– muestran a los argentinos desalineados, jugando,<br />

ironizando, fumando, haciendo bromas y riendo. Y todo esto lo hacen más allá de la<br />

situación que describe la tapa del diario que sostiene uno de los soldados en la foto,<br />

con el título “Alerta en Malvinas”. Lejos de ser figuras militares irreales e idealizadas,<br />

son sujetos humanizados.<br />

Laa pregunta se impone: ¿cuál es la diferencia entre estos soldados y los ingleses?<br />

3.c.3 La tierra bajo la alfombra<br />

A medida que el conflicto avanzaba y comenzaban los bombardeos ingleses sobre<br />

Malvinas, los mismos combatientes se convirtieron en reporteros de lo que sucedía. La<br />

distensión y el paisaje, entonces, dejaron lugar a otro tipo de imágenes más<br />

comprometidas.<br />

Anexo Foto 276 Anexo Foto 277<br />

Con formato: Sin Resaltar<br />

El 1° de mayo, cuando se iniciaron los bombardeos de los ingleses sobre la BAM<br />

(Base Aérea Malvinas), el Comodoro Héctor Rusticcini, (autor de algunas de las<br />

tomas que siguen) jefe del Escuadrón Servicios, Abastecimiento y Terminal Aérea de<br />

Cargas (ésta después del 1º de mayo) de la Base Aérea Malvinas entre abril y junio de<br />

154<br />

Con formato: Sin Resaltar<br />

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1982, recuerda haber tomado fotos con una cámara Kodak Pocket sin ninguna<br />

restricción por parte de sus superiores 148 . El mismo Rusticcini reconoce la necesidad<br />

de registrar con su cámara el estado en que quedó la BAM y su deseo de demostrar<br />

con las imágenes que él y sus compañeros habían sobrevivido al bombardeo 149 .<br />

Anexo Foto 278<br />

En estas fotos, obtenidas de la Fuerza Aérea <strong>Argentina</strong> y del Comodoro Héctor<br />

Rusticcini, y en las que se ven los efectos de las bombas inglesas sobre la pista de la<br />

BAM, evidencian el contraste entre el discurso sobre la guerra que circulaba en los<br />

medios analizados y los hechos que se sucedían en las Islas. No por nada estas<br />

imágenes fueron objeto de importantes controversias (como vimos en el caso de la<br />

foto no publicada de Eduardo “Pollo” Farré): los militares argentinos las consideraban<br />

secreto de guerra y, por ello, no salieron a la luz durante el conflicto. Si nos tomamos<br />

el trabajo de volver al apartado de las fotos publicadas a posteriori del 1º de mayo en<br />

los diarios y revistas analizadas, salta a la vista el abismo que separa aquellas<br />

fotografías de éstas con cráteres de bombas de 1000 libras sobre la pista de la BAM.<br />

148 En una entrevista realizada por la autora<br />

149 En una entrevista realizada por la autora<br />

Anexo Foto 279 Con formato: Sin Resaltar<br />

155<br />

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Otro grupo de fotos que muestra el mismo contraste con el discurso mediático es el<br />

siguiente:<br />

Anexo Foto 280<br />

Anexo Foto 282<br />

Anexo Foto 284<br />

Anexo Foto 281<br />

Anexo Foto 283<br />

Anexo Foto 285<br />

156<br />

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Como puede observarse en estas imágenes captadas por cámaras personales de los<br />

soldados, aquí no existe el mecanismo que operaba en los medios, de registrar y<br />

publicar las imágenes que muestren que “vamos ganando”. Más bien hay una<br />

operación que da cuenta de que, a pesar de la dimensión del ataque, “resistimos y<br />

sobrevivimos”.<br />

Anexo Foto 286<br />

El mismo tipo de distancia con el discurso mediático se observa entre las fotos<br />

publicadas en la segunda y tercera etapa del conflicto y las que se ven a continuación,<br />

correspondientes al mismo período. Son fotos no profesionales de aviones Pucará<br />

averiados, que tanto en las revistas como en los diarios aparecían en perfectas<br />

condiciones y que eran mencionados como los artífices, junto a los pilotos, de las<br />

hazañas de la guerra.<br />

Anexo Foto 288<br />

Anexo Foto 287<br />

Anexo Foto 289<br />

157<br />

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En el mismo sentido apuntan las siguientes imágenes de helicópteros argentinos<br />

incendiándose. Según el testimonio de Anthony Smith 150 , esas imágenes fueron<br />

captadas en Mount Kent, el 21 de mayo de 1982 a la mañana, cuando aviones Harrier<br />

ingleses atacaron a 6 helicópteros argentinos estacionados allí. Estas fotos dan cuenta<br />

de que, en ese momento, había entre los soldados argentinos una cámara que pudo<br />

registrar los daños a las naves a metros de las carpas donde estaban los<br />

combatientes.<br />

Anexo Foto 291<br />

Anexo Foto 290<br />

Anexo Foto 292<br />

150<br />

Anthony Smith es malvinense, en la actualidad es guía histórico y turístico en Malvinas, se ha dedicado<br />

a investigar sobre la guerra de 1982 y ha guiado por lo que fue el escenario del conflicto tanto a<br />

argentinos como a ingleses que visitaron las islas en los últimos años. Entrevistado por la autora en<br />

Buenos Aires el 21 de Agosto de 2008.<br />

158<br />

Con formato: Sin Resaltar<br />

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Con formato: Sin Resaltar<br />

Con formato: Sin Resaltar<br />

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Con estas fotos, cierro el apartado de las fotos de Malvinas no publicadas. Si bien es<br />

sólo una muestra, se puede observar el contraste entre la “realidad” contada por los<br />

medios y la “realidad” contada por las fotografías profesionales y no profesionales que<br />

no tomaron estado público durante el conflicto.<br />

Al respecto, como se esbozó en más de una oportunidad, en muchos casos las<br />

ausencias y presencias de ciertas fotos en los medios estudiados tuvieron que ver no<br />

directamente con razones ideológicas sino, más bien, con los canales de circulación y<br />

con los circuitos de compra y venta de los que entraron a formar parte las fotografías<br />

de la guerra de Malvinas.<br />

Anexo Foto 293 Con formato: Sin Resaltar<br />

159<br />

Con formato: Sin Resaltar<br />

Con formato: Sin Resaltar<br />

Con formato: Sin Resaltar


4. Las fotos como objetos culturales: mercancía y significación.<br />

Pasemos ahora la circulación de las fotografías de Malvinas, los caminos que<br />

siguieron, los circuitos de poder político y económico en los que entraron, su<br />

tratamiento no sólo en tanto objetos de sentido, sino también en tanto mercancías<br />

físicas con un valor económico específico. En este sentido, siguiendo a Bourdieu, en<br />

esta tesina se entenderá a los bienes simbólicos como realidades de doble faceta, a la<br />

vez mercancías y significaciones. 151<br />

En este sentido, ¿cuál fue su derrotero?¿qué itinerario siguieron y a qué principios<br />

respondía?<br />

4.a) Fotos de prensa: circuitos y principios de circulación<br />

(…) había una avidez enorme por imágenes. Porque no había más imágenes que las<br />

de Rafael Wollmannn y con el correr de los días perdían vigencia. Se necesitaba algo<br />

que evidenciara la guerra, los preparativos de la Fuerza Aérea, los mosquitos, los<br />

aviones chiquitos que iban a ras del agua (…) Silvio Zuccheri<br />

Al igual que en los puntos anteriores, nuevamente es necesario tratar, por un lado, las<br />

imágenes tomadas por fotógrafos profesionales de medios y agencias y, por el otro,<br />

las tomadas por particulares no profesionales, como soldados y militares de diferentes<br />

jerarquías. Si bien los principios que están por detrás de su circulación son en gran<br />

parte los mismos, tienen algunas particularidades que justifican un tratamiento<br />

diferenciado.<br />

Comencemos por las fotos tomadas por fotógrafos de agencias de fotos y de prensa.<br />

En este caso, el circuito que siguieron responde a dos mecanismos, ambos con un<br />

151 Bourdieu, Pierre, “Las reglas del arte. Génesis y estructura del campo literario”, Barcelona, Editorial<br />

Anagrama, 1995<br />

160


común denominador: provocar la requisa de imágenes, su expropiación de los<br />

propietarios originales, y desviarlas de los circuitos que inicialmente iban a seguir.<br />

Esos dos mecanismos que vamos a mencionar se ensamblan uno con el otro, se<br />

alimentan entre sí y son funcionales recíprocamente: por un lado la censura política<br />

(que ya venía operando desde comienzos de la dictadura) y, por el otro, el negocio de<br />

la venta de fotografías montado por militares y civiles, en connivencia con las<br />

empresas de prensa. Como siempre, donde un objeto escasea o es escamoteado (tal<br />

es el efecto de la censura sobre la disponibilidad de fotografías), aparece un terreno<br />

abonado para que prospere el mercado informal (cuando no negro) en el cual realizar<br />

la transacción de ese objeto. Y esto fue lo que pasó.<br />

¿Cómo funcionaron estos mecanismos en la práctica? Comencemos con un ejemplo<br />

concreto.<br />

Como vimos en el marco histórico, en 1982 existían en el país agencias de noticias<br />

que contaban con servicios de fotografía, tales como DyN, Télam (agencia oficial) y<br />

NA. Además de ellas, es de particular interés para los fines de esta tesina la agencia<br />

ILA (Imágenes Latinoamericanas); ya no una agencia de prensa sino una<br />

específicamente de fotografía. Profundicemos en ella.<br />

A fines de 1981, cuatro fotoperiodistas –Silvio Zuccheri, Tito Lapena, Rafael Wollmann<br />

y Eduardo Bottaro (que habían sido despedidos de GENTE)- se asociaron y fundaron<br />

la agencia de fotos ILA. La agencia se convirtió en corresponsalía de GAMMA en<br />

América del Sur y propuso a GAMMA diferentes notas, entre ellas “Las Malvinas o<br />

Falklands al estilo de National Geographic” –según relata Silvio Zuccheri 152 . Es por ello<br />

que, a fines de marzo de 1982, Rafael Wollmann viajó a Malvinas. Pero las cosas no<br />

ocurrieron como estaban previstas y, cuando estaba a punto de regresar con la nota<br />

lista para enviar a GAMMA, sucedió lo que narra Silvio Zuccheri:<br />

152 Silvio Zuccheri en entrevista con la autora el 8 de Junio de 2006.<br />

161


“En esos días Crónica publica una tapa diciendo que hubo un enfrentamiento entre<br />

marinos argentinos en las Georgias y unos balleneros ingleses. Mucho no sabíamos ni<br />

entendíamos de qué se trataba. Pero suponíamos que, si eran ingleses, la repercusión<br />

podría ser notable, visible en la isla. (…) En ese momento, nos llama Rafael Wollmann<br />

desde la isla diciendo que ya tenía todo cubierto (…). Y nosotros le pedimos y<br />

finalmente le exigimos que se quedara, porque él se quería volver. (…) Esto lo<br />

habremos hablado con él el día 28 o 30 cuanto más. (…) En el avión que debía<br />

regresar mandó los rollos de lo que había hecho.” 153<br />

Llegado a este punto, el entrevistado describe cómo, cuando aún no había empezado<br />

la guerra, ya comenzaba a definirse lo que sería un mecanismo usual del poder<br />

respecto de las fotos tomadas sobre el conflicto en Malvinas (la extensión de la cita<br />

responde a la importancia del testimonio):<br />

“Estamos hablando de películas y diapositivas. (…) Fuimos al aeropuerto. Lo normal<br />

de aquella época era ir al mostrador, presentarse, decir: „vengo a buscar algo que el<br />

Comandante trae en la mano‟. La chica se hace la distraída, el Comandante no<br />

aparece y no aparecen los rollos. Entonces estábamos desesperados porque ese<br />

material era el que nos aseguraba ser corresponsales de GAMMA en la Latinoamérica<br />

en ese momento. Así que movimos lo que pudimos y llegamos a contactarnos con<br />

Fuerza Aérea (…) Nos citaron en el edificio Cóndor y allí, en una charla muy coloquial<br />

con el Jefe de Inteligencia, (…) el tipo nos indaga para ver quiénes somos nosotros,<br />

por qué estamos tan interesados en eso, que el Comandante le dijo que traía algo<br />

pero que no lo había podido dejar en Aeroparque... eran todas mentiras. Los rollos los<br />

tenían ahí y los estaban revelando. Querían saber quiénes éramos nosotros porque<br />

estábamos en el día 1º de abril. Así que ellos estaban sabiendo lo que pasaba y se<br />

daban cuenta que nosotros éramos unos perejiles que no teníamos idea de lo que<br />

153 Silvio Zuccheri. Op. Cit.<br />

162


estábamos haciendo. En ese momento, cuando nos mostraba las fotos le digo:<br />

„Además, Rafael Wollmann nos manda un cassette con las entrevistas que hizo para<br />

volcar en la nota‟. Me dice – „No se preocupe‟. Saca una hoja con todo desgrabado.<br />

Habían hecho todo para ver si los ayudaba a ver si alguien sabía lo que estaba por<br />

suceder.“ 154<br />

De aquí que, ante este contexto político hostil, nos encontremos con testimonios como<br />

el de Silvio Zuccheri cuando relata la forma en que trajo al continente las fotos de<br />

Rafael Wollmann sobre la ocupación de Malvinas:<br />

“Y cuando llegamos a la isla y veo lo que tiene Rafael Wollmann [las únicas fotos<br />

profesionales tomadas el 2 de abril en Malvinas], en una solidaridad nunca vista -<br />

aunque en casos extremos florece- nos distribuimos entre varios fotógrafos los rollos<br />

de Rafael Wollmann. Un fotógrafo se puede robar un rollo, pero tenía patas si lo<br />

robaba. Nos hicieron la gamba 2 o 3 fotógrafos y trajimos los rollos. Era en realidad<br />

para traerlos, ingresarlos a Comodoro en la eventualidad que Rafael Wollmann sea<br />

detenido por haber estado en la Isla” 155<br />

De más está decir que, junto a las muestras abiertas de censura como las que<br />

describe Zuccheri, siempre estuvo funcionando la autocensura como mecanismo de<br />

base. El proceso represivo por supuesto es mucho más sutil y estos testimonios no<br />

deben llevar a creer que la censura se reducía sólo a este tipo actos explícitos de<br />

control:<br />

“Ningún periodista que viniera en ejercicio durante los años previos de esa misma<br />

dictadura militar, seguía en sus medios para 1982 si no había aprendido lo de la auto-<br />

censura, no propia, sino del medio en el que trabajaba (…) Por supuesto que ese<br />

seguimiento no hacía falta porque el control era absoluto, la „supervisión antes del<br />

154 Silvio Zuccheri en entrevista con la autora el 8 de Junio de 2006.<br />

155 Ibidem.<br />

163


cierre de la edición‟(…) lo más que ocurría era que se intensificaban averiguaciones en<br />

los diarios locales, cuando se daban cuenta que los corresponsales nacionales<br />

lograban “notas-color” o fotos de archivo que les proveíamos nosotros” 156<br />

Pero dejemos de lado la autocensura y veamos otros ejemplos concretos que<br />

muestran la dimensión de la censura del objeto „fotografías‟ durante el conflicto de<br />

Malvinas. Por tomar sólo un caso, Don Rypka -enviado de la agencia UPI a Comodoro<br />

Rivadavia para cubrir la guerra de Malvinas- recuerda cuál era la rutina una vez que<br />

tomaba sus fotos y quería transmitirlas a Estados Unidos:<br />

“Una vez por día transmitíamos las fotos a New York (entre 8 y 12 fotos, no más) que<br />

tardaban 16 minutos en pasar. Pues cuando transmitía la primera mitad de la foto<br />

desde la central telefónica de Comodoro me cortaban la línea. Y todo volvía a<br />

empezar. Obviamente ellos sabían qué estaba mandando, una llamada a New York,<br />

con cobro revertido, el transmisor hacía un ruido que era característico… entonces me<br />

cansé y me fui personalmente a la central, pero allí había personal militar que<br />

controlaba todo igual o peor” 157 .<br />

También Román Von Eckstein, fotógrafo de Télam que estuvo en Malvinas durante el<br />

conflicto, cuenta lo que vivió cuando regresó al continente:<br />

“Llego a Comodoro Rivadavia [después del 14 de junio] y ya me vienen a buscar a mí.<br />

Me dicen dónde están los rollos, me los sacaron, me trataron mal ahí, me tuvieron mal<br />

parado, de noche… hasta que me vinieron a buscar después de un par de horas (…)<br />

¿Y el material? Entonces le dicen a Castellanos que ellos lo van a mirar y que lo venga<br />

a buscar mañana a la tarde. (…) Al otro día fui a la tarde y me atendieron en la puerta,<br />

156 Daniel Alonso entrevistado por la autora en 2006<br />

157 Don Rypka entrevistado por la autora, 16 de Febrero de 2010<br />

164


no me dejaron entrar y ahí me quedé 5 o 6 días más reclamando todos los días y me<br />

fui sin nada. Se quedaron con todo 40 o 50 rollos.” 158<br />

Censura política, control sobre la información y las fotografías que se producían. Un<br />

mecanismo que no era nuevo en la dictadura pero que se profundizaría con cada<br />

nuevo día y con cada nuevo episodio durante la guerra de Malvinas. Censura política y<br />

ultra-control sobre las imágenes que, además, afectaba a lo que ya se delineaba como<br />

un claro negocio y una carrera por las escasas imágenes que lograban sortear la<br />

barrera de la represión. Veamos cómo continúa el relato de Silvio Zuccheri (aquél en el<br />

que contaba la dificultad para encontrarse con las fotos que Rafael Wollmann les<br />

había enviado desde Malvinas antes de la ocupación del 2 de abril cuando decidió<br />

quedarse ante la inminencia del conflicto y que fueron interceptadas por Fuerza<br />

Aérea):<br />

“Así que a la tarde nos llegaron los rollos revelados por el mejor laboratorio de<br />

Sudamérica que pudimos conocer y estuvimos departiendo con un teniente de<br />

Aeronáutica y a la noche estábamos entregando esos rollos en Ezeiza para que fueran<br />

a Francia. Además, al mismo tiempo estábamos entregando ese material en la Revista<br />

Siete días que tenía mucho interés en publicarlo. Suponemos que porque el Director<br />

de ese momento era un ex integrante de la Marina, de manera que supongo yo que<br />

con el correr del tiempo nos dimos cuenta que este hombre estaba sabiendo que algo<br />

iba a pasar con las Malvinas por eso le interesaba publicar un fotorreportaje en<br />

Malvinas que no era ni muy importante ni el único”. 159<br />

Y esto apenas comenzaba.<br />

Estando Rafael Wollmann en las islas el 2 de abril, obviamente se convirtió en testigo<br />

indiscutido de los hechos que se sucedieron esa madrugada. Según el relato de Silvio<br />

158<br />

Román Von Eckstein en entrevista con la autora Febrero 2010<br />

159<br />

Silvio Zuccheri en entrevista con la autora el 8 de Junio de 2006. Se refiere al fotoreportaje sobre flora<br />

y fauna realizado por Rafael Wollmann los días previos al 2 de Abril.<br />

165


Zuccheri, el gobernador de Malvinas les pidió a Rafael Wollmann y a otro periodista<br />

inglés que estaba allí que dejaran el hotel y se alojaran en la casa de huéspedes del<br />

gobernador (una casa que estaba aledaña a la residencia oficial). Así es que Rafael<br />

Wollmann en la madrugada vio desde esa ventana la llegada de las fuerzas argentinas<br />

a la casa del Gobernador y pudo registrar lo que fue el primer muerto de las islas, que<br />

fue el cadáver del capitán Giachino. Como se hace evidente, ese testimonio tenía un<br />

gran valor para cualquier empresa periodística.<br />

“(…) Y esa foto es en la que se ve desde arriba un jeep<br />

saliendo con un cuerpo. Esto es lo que yo sé y,<br />

paralelamente, a eso de las 6 de la mañana me llaman por<br />

teléfono a casa y es el Jefe de la Editorial Atlántida, de Fotos,<br />

Eduardo Forte, (…) y me dice „quiero todas las fotos que tiene<br />

Rafael Wollmann‟. Yo no tengo idea de qué es lo que tiene<br />

porque habíamos hablado hacía 2 días con él. „Yo voy para<br />

allá. Vamos en un avión a Malvinas y te queremos llevar‟. Me llevaban de garantía<br />

para que yo negociara que ellos fueran los primeros en tener las fotos. En realidad,<br />

cuando nos subimos a un Lear Jet y nos estábamos yendo, cerca de Comodoro<br />

Rivadavia dos cazas se nos ponen al lado y le dicen al piloto que baje o lo bajan. Así<br />

que bajamos en Comodoro el día 2 y el día 3 la Fuerza Aérea dispuso un avión para<br />

toda la prensa que se había movido hasta allá. Entonces, nos metieron adentro de un<br />

avión y nos llevaron. Ahí me encuentro con Rafael, me cuenta qué es lo que tiene.<br />

Eduardo Forte decía que quería las fotos”. 160<br />

Como veremos, con las fotos no se trataba sólo del deber moral de informar, del rol<br />

social del periodista. El fotógrafo es un trabajador y las agencias son y hacen un<br />

160 Silvio Zuccheri en entrevista con la autora el 8 de Junio de 2006.<br />

Anexo Foto 294<br />

166


negocio (al igual que lo hacían los diarios y revistas). El circuito que siguieron las fotos<br />

de Malvinas tiene mucho que ver con ello. Sigamos con el<br />

testimonio de Silvio Zuccheri:<br />

“En realidad, nosotros teníamos un concepto de cómo se debían<br />

manejar las cosas y yo sabía que esto se podía manejar entre La<br />

Semana, que competía con GENTE y Siete Días. Entonces no le<br />

daba un sí concreto. 161<br />

Finalmente, Gente obtuvo junto con GAMMA las fotos de Rafael<br />

Wollmann.<br />

“Bueno, estas fotos llegan a Francia y se publican. El mismo<br />

material. Porque si te ponés a repasar la historia, había 5 fotos fuertes que eran: la<br />

rendición de los ingleses, el panorama de cómo era el lugar (alguna vista general<br />

quiero decir) y los ingleses tirados en el piso, o los ingleses caminando con las manos<br />

en la nuca... Y alguna otra que referenciaba <strong>Argentina</strong> en un lugar que no era<br />

<strong>Argentina</strong>: la bandera <strong>Argentina</strong>, o un pueblito de gran solaz invadido por un tanque en<br />

su camino, o cruzando con un Land Rover circulando por la dirección opuesta, o sea<br />

la mano opuesta a la nuestra y ahí se evidenciaba esto. Y dicen que cuando Thatcher<br />

vio las fotos tuvo conciencia del grano en el culo que le había metido Galtieri, de la<br />

dimensión de la osadía de Galtieri. Que fue eso lo que la subleva y le hace armar una<br />

gran contrainvasión.(…)<br />

Las fotos que ILA mandó a GAMMA, ésta las distribuyó en 47 bocas que<br />

generalmente eran 47 países diferentes porque tenían un medio por cada país donde<br />

las vendían. GAMMA tenía en <strong>Argentina</strong> como cliente la Editorial Atlántida, así que en<br />

161 Silvio Zuccheri en entrevista con la autora el 8 de Junio de 2006.<br />

Anexo Foto 295<br />

Anexo Foto 86<br />

167


el paquete de fotos del mes venían las fotos de Malvinas como GAMMA. Las de Gente<br />

que dicen GAMMA son las de Rafael Wollmann.” 162<br />

Estos testimonios, además de dejar en claro que con las imágenes no se trataba sólo<br />

de política sino también de negocios, muestran que las agencias funcionaron como el<br />

motor multiplicador de las pocas fotos de Malvinas que se tomaron.<br />

Esto es lo que sucedió, por ejemplo, con las imágenes del hundimiento del Crucero<br />

General Belgrano, fotos que traspasaron el espacio privado de las fotografías<br />

personales para ocupar un lugar en el espacio público. Y, en este desplazamiento,<br />

estuvieron involucrados desde particulares que hicieron negocios, militares y civiles,<br />

hasta agencias de prensa y de imágenes, y empresas periodísticas 163 . Miremos esta<br />

historia un poco más de cerca.<br />

¿En qué contexto fueron tomadas estas fotos y quién fue su autor? Según coinciden<br />

todos las versiones, las imágenes que se difundieron a través de los medios de<br />

comunicación fueron tomadas por el Teniente Martín Sgut, quien iba a bordo del<br />

Crucero General Belgrano, sobrevivió al hundimiento y, desde su balsa de salvamento,<br />

hizo esas tomas con una cámara Kodak Fiesta que llevaba entre su ropa. 164 Pero<br />

¿cómo llegaron esas fotos personales hasta las páginas de diarios y revistas? Esta es<br />

la historia que Silvio Zuccheri, quien fuera el eslabón de este pasaje, relata con detalle.<br />

Zuccheri había ido a Bahía Blanca a cubrir lo que sucedía en la Base Puerto Belgrano<br />

cuando, junto a los enviados de Gente (Liliana Morelli y un fotógrafo), fueron derivados<br />

con el Jefe de Inteligencia de la Base Puerto Belgrano. Ya en su despacho, en medio<br />

162<br />

Silvio Zuccheri en entrevista con la autora el 8 de Junio de 2006<br />

163<br />

A este tema se refieren también Don Rypka y Eduardo Pollo Farré. Ver entrevistas en anexo.<br />

164<br />

Eduardo Farré cuenta en la entrevista que el mismo Sgut le contó que cuando se estaba hundiendo el<br />

Belgrano, “se calzó el salvavidas y metió la mano en el bolsillo y se dio cuenta que tenía una Kodak Fiesta<br />

con el rollo entero con 8 fotos y el tipo tuvo la mente fría para calcular cuánto iba a tardar en hundirse y<br />

sacó la secuencia, las 8 fotos.”<br />

168


de una charla amena, el militar (que claramente parecía querer otra cosa) “cierra la<br />

puerta y, en una acto que parecía actuación, se apoya en la puerta recién cerrada y<br />

dice: -¡Tengo algo que es una bomba! ¿Qué pasa? -Acaban de llegar fotos del<br />

Crucero Gral. Belgrano hundiéndose”. 165 Y continúa Zuccheri,<br />

“Yo, quieto, inmutable (…) Porque cuando vas a comprar un auto no podés decir que<br />

está buenísimo. (…) Entonces, vuelve trayendo 4 fotos. (…) Me daba las fotos a mí<br />

porque la idea era reproducirlas. Fotografiar las fotos. (…) Le digo, -¿cuánto valen? -<br />

Mil dólares cada una, me dice. Yo no llegaba, no llegaba a 4 lucas. (…) Le digo a<br />

Liliana, -Llamá a Buenos Aires, hacé lo que tengas que hacer, yo pongo mas del<br />

doble, de la mitad. Siempre había alguna manera de que llamen a alguien. El<br />

distribuidor de allá (de Bahía Blanca) le adelantó guita y se completó.” 166<br />

Cuando regresó a Buenos Aires, Zuccheri reveló en Atlántida las fotos que había<br />

tomado con su cámara. Dice que no podía creerlo, que las fotos eran la borda de un<br />

bote salvavidas naranja y el barco en posición de hundimiento. En ese entonces,<br />

alguien le comentó que era la primera vez que había fotos de un buque de guerra<br />

hundiéndose.<br />

Anexo Fotos 154-158-159-160-161<br />

Pero el recorrido y la difusión de estas fotografías no terminaron en Atlántida. Ya en la<br />

editorial, a Zuccheri lo esperaba el jefe de la agencia GAMMA, quien –en palabras del<br />

entrevistado- “se metió en la media las 4 fotos originales y se fue a Ezeiza. Se fue a<br />

Nueva York. Y (…) las vendió a la televisión. Habrá hecho muy buena plata pero les<br />

bajó el resto de ventas de todo el mundo. Porque una vez que salen en TV las levanta<br />

165 Silvio Zuccheri en entrevista con la autora el 8 de Junio de 2006<br />

166 Ibidem<br />

169<br />

Con formato: Fuente: 8 pto<br />

Con formato: Fuente: 8 pto<br />

Con formato: Fuente: 8 pto<br />

Con formato: Fuente: 8 pto<br />

Con formato: Centrado, Interlineado:<br />

Doble<br />

Con formato: Fuente: 8 pto<br />

Con formato: Fuente: 8 pto<br />

Con formato: Fuente: 8 pto


cualquiera y pierden efectividad. (…). Eso motivó una serie de juicios y nuestra<br />

separación de GAMMA”. 167<br />

Más allá de este caso del Belgrano, en general las imágenes del conflicto tuvieron<br />

caminos inciertos, variables, inesperados. Por empezar, el material que tomaban los<br />

fotógrafos destacados en Malvinas podía tener diferentes derroteros: algunos rollos<br />

llegaban y eran revelados y publicados en los medios argentinos; otros negativos eran<br />

vendidos; muchos se perdían o eran censurados. A partir de allí, las imágenes<br />

tomadas por los fotógrafos argentinos recorrieron el mundo por la distribución que<br />

hicieron de ellas quienes manejaban las agencias. Según Jorge Durán –fotógrafo de<br />

NA en 1982-,<br />

“En el Sheraton había oficinas de Newsweek, de Stern de Alemania, todos los medios<br />

internacionales estaban acá y se llegaron a pagar 20 mil dólares por rollos sin nada.<br />

Los milicos tenían el negocio y se quedaban con los rollos de los pibes que estaban en<br />

Malvinas (los de Télam) y los vendían” 168<br />

Al respecto, resultan esclarecedoras las palabras de Eduardo “Pollo” Farré y Román<br />

Von Eckstein, los fotógrafos enviados a Malvinas por la agencia Télam. Ellos pasaron<br />

sus días en las islas, haciendo fotos para enviar a través de radiofotos o a través del<br />

puente aéreo que unía el continente con las Islas. Las suyas son prácticamente las<br />

únicas fotos profesionales que fueron tomadas en el archipiélago entre el 3 de abril y<br />

el 13 de junio 169 .<br />

“Me fui enterando que las fotos mías se las afanaban. Llegaban a Télam y circulaban y<br />

vendían los originales y si vas a buscar a Télam hoy queda poco. Llegaban ahí y las<br />

167<br />

Silvio Zuccheri, Ibidem<br />

168<br />

Jorge Durán, en entrevista del 15 de febrero de 2010<br />

169<br />

Hay que recordar que el 13 de abril, por 5 o 6 horas, Daniel García y Osvaldo Gazolla- de DYN y de<br />

NA respectivamente- estuvieron en Malvinas y tomaron algunas fotografías. Ver entrevista a Daniel<br />

García en el Anexo<br />

170


evelaban en Atlántida. Atlántida editaba lo que más le interesaba y mandaba los rollos<br />

a Télam. No se quedaban con los rollos, hacían reproducciones, pero después se<br />

empezaron a dispersar, las editoriales a venderlos”. 170<br />

“Nosotros hacíamos todo color y mandábamos el material con el puente aéreo, venía<br />

un avión, entregábamos a los pilotos, avisábamos por radio, a veces se perdía… y el<br />

blanco y negro lo usábamos cuando no había puente aéreo un par de días y<br />

transmitíamos por radio. Algún material se perdió por el camino y otro material llegaba<br />

a la agencia y nuestros jefes –no la empresa–vendían los originales y al extranjero. Yo<br />

vi tapas de la revista Stern… pero con mis fotos y ni siquiera las tiene Atlántida o Abril.<br />

Las fotos realmente importantes no sé, están distribuidas… ni nosotros las tenemos.<br />

Por eso no hay fotos de la guerra.” 171<br />

En las entrevistas, los fotógrafos dan cuenta de que el circuito que siguieron las fotos y<br />

el fin que éstas tuvieron escapó a ellos y estuvo manejado por personas con poder en<br />

las agencias, los medios y dentro del Ejército. Valgan como prueba algunas de las<br />

afirmaciones de Román Von Eckstein, Daniel Alonso y Silvio Zuccheri:<br />

“Los rollos los revelaban en Gente porque Télam no tenía color. ¿Viste la foto del 1° de<br />

mayo con el aeropuerto incendiándose? No sé cuál fue el problema que al otro día de<br />

eso nos llama mi Jefe y nos dice:- „Pero Uds. son unos p...dos, las fotos del<br />

bombardeo salieron en todos lados y Uds. no las mandaron‟. Las fotos se las habían<br />

afanado y habían salido en todos lados. Y no me acuerdo cómo fue el asunto que se<br />

las chorearon y las tuvo antes el resto del mundo que Télam. ¡Son las fotos nuestras!<br />

Se afanaron el color que hizo Farré y nos quedamos con el blanco y negro que<br />

teníamos para transmitir” 172<br />

170 Eduardo “Pollo” Farré en entrevista del 29 de junio de 2006<br />

171 Román Von Eckstein en entrevista con la autora Febrero 2010<br />

172 Ibidem<br />

171


“Mis jefes vendieron ese material, no sé si en complicidad con alguien de arriba, pero<br />

era mucha guita. Llegaron a Télam muertos, cuando terminó la guerra se compraron<br />

quintas, 0km, ese tipo de cosas que no aparecen de un día para el otro. Y nosotros<br />

sabemos que hacían ese tipo de cosas. Las vendían a los corresponsales extranjeros,<br />

si éramos los únicos que teníamos material, y eso vale oro”. 173<br />

“La única manera que tuvieron las redacciones más importantes (del país y del<br />

extranjero) para acceder a imágenes generadas por prensa argentina era comprando<br />

(bajo cuerda) al cámara de Canal 7 o a los reporteros gráficos de los militares,<br />

imágenes „no autorizadas‟ por los militares, pero que los tipos se exponían a hacer<br />

circular sin que ellos supieran (y cotizaban como locos)” 174 .<br />

“Los fotógrafos de Télam estaban autorizados por el Ejército, seguramente, para hacer<br />

sus fotos en Malvinas. Y los jefes de Télam (Martinelli y Fernández Burgos- según<br />

testimonio de Eduardo Pollo Farré-), esos dos tipos grandotes y viejos que tenían pinta<br />

de ser fotógrafos retirados, en lugar de recibirlas y repartirlas lo que hacían era<br />

venderlas. Me consta porque un día los vi llegar a Atlántida con el material para<br />

venderlo. Ellos mismos hacían todo” 175 .<br />

Muchas fotos no fueron publicadas y el dinero que se pagó por ellas fue mucho mayor<br />

que el que los fotógrafos recibieron por su trabajo como reporteros de guerra. No<br />

sorprende escuchar testimonios como el de Farré: “Yo hice esa foto pero no me<br />

preguntes qué pasó con el material porque acá ni siquiera puedo probar lo que estoy<br />

diciendo. Se vendieron originales, no sé quién los vendió. Mis jefes vendieron los<br />

originales… Sólo que a mí me dejaron una vez como una devolución porque me<br />

pagaron como si hubiera ido a Córdoba” 176 .<br />

173<br />

Román Von Eckstein en entrevista con la autora Febrero 2010<br />

174<br />

Daniel Alonso entrevistado por la autora en 2006<br />

175<br />

Silvio Zuccheri. Op. Cit.<br />

175<br />

Eduardo “Pollo” Farré, en entrevista del 29 de junio de 2006<br />

172


La mayoría coincide en que Malvinas es una guerra sin imágenes, si bien ellos<br />

pasaron 74 días dedicados a registrar lo que veían en el continente o en las Islas.<br />

4.b) La censura y el negocio con las fotos privadas de los soldados<br />

Veamos ahora qué sucedía con las fotos tomadas por los soldados, por los<br />

particulares que llevaron sus cámaras personales con la esperanza de guardar<br />

testimonio de su paso por las islas y en el conflicto del Atlántico Sur.<br />

Respecto de ellas, la censura también era moneda corriente. En este sentido, Silvio<br />

Zuccheri confirma que “hubo censura y mucha porque todos los chicos colimbas que<br />

fueron a Malvinas fueron revisados exhaustivamente y si traían un tarro de café lo<br />

vaciaban arriba de la mesa buscando rollos para ver si se habían fotografiado entre<br />

ellos mismos en la trinchera que hubiera sido un hallazgo.” 177<br />

Lo mismo dice Daniel Rodríguez, quien considera que dentro del circuito de las fotos<br />

existió lo que llaman „mercado negro‟. Incluso entre los militares, quienes se<br />

apropiaban del material de los fotógrafos y de las fotografías que los mismos soldados<br />

habían tomado con sus cámaras en el frente. 178<br />

También Diego Pérez Andrade (periodista que cubrió la guerra en las islas para<br />

Télam), en una nota para la publicación digital “Diario sobre Diarios” 179 relata un<br />

episodio que involucra la conjunción de la censura tanto a fotógrafos profesionales<br />

como a soldados. Nuevamente, aquí, la extensión de la cita responde a la claridad e<br />

importancia del testimonio:<br />

177 Silvio Zuccheri. Op Cit.<br />

178 Daniel Rodriguez, en entrevista de febrero de 2010<br />

179 Pérez Andrade, Diego “El último helicóptero” en<br />

http://www.diariosobrediarios.com.ar/eldsd/zonadura/2007/marzo/30-3-2007.htm<br />

173


“[El 17 de junio, cuando estaban volviendo de Malvinas] pasado el mediodía nos<br />

juntamos para almorzar en el comedor del buque y García Malod se preguntó si<br />

debíamos ocultar los cassettes con entrevistas que habíamos hecho durante los 74<br />

días que pasamos en las Islas. „Y también los rollos de fotos, tengo como 60 y sería<br />

una cagada que nos los afanaran‟, terció el “Pollo” Farré. El miedo no es zonzo.<br />

Sabíamos que el gobierno militar interceptaba y se incautaba de todo material<br />

periodístico que habíamos intentado introducir clandestinamente en el continente. (…)<br />

No se supo cómo se enteraron los censores, pero a partir del 15 de mayo a los pilotos<br />

y acompañantes, al poner pie en tierra en el continente, los revisaban de pies a<br />

cabeza. (…)<br />

Entre el grupo de civiles que volvía con nosotros a bordo del Irízar no dudamos en<br />

elegir al jujeño Facundo Tolaba (…). ¿Quién se atrevería con los primeros héroes que<br />

regresaban a casa? De cualquier forma, escondimos los rollos de fotos en paquetes<br />

de dos kilos de café colombiano (…).<br />

Cerca de las 18 nos tocó abordar el último helicóptero. (…) Pero nunca llegamos a la<br />

zona portuaria donde se agolpaban los comodorenses y nuestros colegas. El piloto del<br />

último helicóptero sobrevoló la muchedumbre y encaró hacia un descampado en las<br />

afueras de la ciudad, donde nos esperaban tres camionetas de color verde oliva. De<br />

allí a unos galpones en desuso donde funcionaba una unidad de Inteligencia a militar,<br />

al mando del coronel Esteban Solíz (…)<br />

Y, por supuesto, al que primero revisaron fue a Tolaba y a su humilde bagayo, que era<br />

una valija de cartón atada con una soga. Cuando comenzaron a caer los rollos de los<br />

tajeados paquetes de café [Tolaba] no nos vendió. Pero saltamos y nos hicimos cargo.<br />

Y eso dio pie a los uniformados para que nos ordenaran desnudarnos por completo y<br />

colocarnos de cara a la pared con los brazos arriba y las piernas separadas. (…)<br />

174


Nos sacaron los rollos, los cassettes y varias libretas con apuntes. Todo lo que oliera a<br />

memoria periodística de la guerra. „Y ahora se van para la ciudad y cuidadito con lo<br />

que andan contando. Bastantes problemas tenemos ya los argentinos para que<br />

ustedes vengan a hablar boludeces‟, rugió Soliz a modo de despedida.” 180<br />

Vemos, entonces, que la requisa de fotos corría tanto para periodistas como para los<br />

soldados. Y, del mismo modo que se repite la censura, veremos cómo también vuelve<br />

a aparecer el montaje de un mercado ávido de esas fotos incautadas. Valga como<br />

prueba, por ejemplo, el testimonio de Daniel García, quien vivió el conflicto desde<br />

adentro:<br />

“Se sabía que en Comodoro Rivadavia gente del ejército tenía una casa donde<br />

vendían las fotos. Había álbumes con todo tipo de fotos y se podían elegir y conseguir<br />

allí. Eran los rollos que les sacaban a los soldados, a los fotógrafos, todo lo que<br />

robaban o secuestraban por ahí.” 181<br />

Esta cita da cuenta del mercado que existía en Comodoro Rivadavia, donde los<br />

mismos militares ofrecían a los fotógrafos que permanecían en el continente álbumes<br />

con imágenes entre las que se encontraban las tomadas por los soldados. Las<br />

razones políticas de la censura llevaban a convertir en un negocio las fotografías<br />

obtenidas a partir de este mecanismo.<br />

Otro ejemplo en el que queda claro que las fotos no profesionales formaron parte del<br />

negocio de las agencias es el relato de Silvio Zuccheri sobre las razones por las que<br />

pudo comprar la secuencia de imágenes del hundimiento del Crucero General<br />

Belgrano: pudo hacerlo porque, en el momento en el que se las ofrecieron, tenía<br />

180 Pérez Andrade, Diego “El último helicóptero” en<br />

http://www.diariosobrediarios.com.ar/eldsd/zonadura/2007/marzo/30-3-2007.htm<br />

181 Daniel García en entrevista con la autora el 17 de Febrero de 2010.<br />

175


dinero suficiente ya que había viajado a Bahía Blanca dispuesto a comprar material,<br />

rollos de los soldados o fotos de ellos. 182<br />

Finalmente, ese caso -el de las fotos del hundimiento del Belgrano que describimos en<br />

extenso en el punto anterior- es un caso emblemático de una fotografía de un<br />

particular, no profesional, que tomó estado público. En ese episodio se sintetizan los<br />

mecanismos de censura, de apropiación de lo privado y de multiplicación de las<br />

imágenes a través de la venta y del circuito que seguían en las agencias. Sin lugar a<br />

dudas, ese objeto-foto que, en un principio, era privado, se convirtió en un documento<br />

público al eludir la barrera de la censura, ingresar en el mecanismo comercial y quedar<br />

disponible para su posterior difusión.<br />

182 Silvio Zuccheri en entrevista con la autora.<br />

176


A modo de conclusión<br />

Y así, dando cuenta del recorrido que siguieron las fotos en tanto objetos, doy por<br />

cerrado el círculo que abrí cuando decidí enfocar mi mirada en las fotografías de<br />

Malvinas publicadas y no publicadas por algunos de los principales medios gráficos de<br />

la <strong>Argentina</strong> durante los 74 días que duró el conflicto del Atlántico Sur en 1982.<br />

En el trayecto, intenté dar cuenta de cómo esas fotografías formaron parte de la<br />

configuración del universo de sentido propuesto por esos medios para interpretar la<br />

guerra de Malvinas; en qué medida esas imágenes definieron los contornos de lo<br />

decible y lo no decible en la verdad oficial sobre la guerra, del relato que contaba lo<br />

que se constituyó como realidad legítima; busqué en las ausencias lo que<br />

deliberadamente se pretendió omitir de esa realidad, valiéndome para ello del<br />

contraste entre fotografías publicadas y no publicadas y entre fotos profesionales y<br />

privadas sobre el conflicto; me detuve en los mecanismos y estrategias discursivas 183<br />

que pusieron en juego los dos diarios y las dos revistas más relevantes del momento<br />

en términos de masividad y presencia en la sociedad; intenté ensamblar ese discurso<br />

mediático con el discurso político dominante y, por último, recabé información para<br />

reconstruir el derrotero que siguieron aquellas fotografías en tanto objetos: el contexto<br />

en el que fueron tomadas, los relatos de sus autores, su ingreso en el circuito de las<br />

agencias, su comercialización, las negociaciones de las que formaron parte, su<br />

eventual censura y, en muchos casos, su desaparición. Escuché historias, se<br />

desentrañaron dolores, habló el silencio, vi heridas, aparecieron verdades y mentiras.<br />

De esta manera, pretendí reconstruir el derrotero muchas veces azaroso y aleatorio de<br />

183 Recuerdo aquí que el concepto de discurso que manejo no se limita a lo lingüístico sino que<br />

tiene un sentido amplio que incluye a las imágenes.<br />

177


las imágenes. ¿Cómo se explica, de otro modo, la presencia de una cámara Kodak<br />

Fiesta en el bolsillo de un sobreviviente del Belgrano?<br />

Me propuse para esta tesina recuperar las imágenes de la guerra, con todo el peso de<br />

lo que pueda resultar testimonial. Las imágenes, con su capacidad de evocar el<br />

pasado y actualizar escenarios. Y no solo las imágenes como sentidos terminados,<br />

definitivos. Me propuse junto con las fotografías incluir las voces de sus productores,<br />

los fotógrafos cuyas circunstancias y determinaciones la más de las veces<br />

permanecen en una dimensión oculta en investigaciones que tratan el conflicto del<br />

Atlántico sur, como muchos otros, y sus representaciones, como si las imágenes<br />

pudieran constituirse como enunciados sin enunciadores.<br />

Tras el manto de neblina de la Guerra de Malvinas se abren paso las fotos y sus<br />

autores para instituir su inapelable efecto verdad que nos vuelve a sacudir cada vez<br />

que las contemplamos. Rescatar esas voces y los nombres de quienes allí estuvieron<br />

y vieron por todos nosotros se me impuso como un objetivo a seguir y poner en<br />

evidencia, como acervo de memoria, y también como reconocimiento. Si alguna<br />

singularidad pudiera reclamarse para esta investigación no será meramente la de<br />

tratar de acercar lo que se dijo y se escribió desde los medios respecto de la guerra<br />

de Malvinas, sino, además, la de reconstruir el lugar de esos anunciadores anónimos<br />

que son los fotógrafos, el devenir de su trabajo y el circuito que recorrieron sus<br />

imágenes.<br />

En relación con ellos, quisiera hacer una mención especial a Daniel Rodríguez,<br />

Eduardo “Pollo” Farré, Román “Polaco” Von Eckstein, Alejandro Reynoso, Mariano<br />

178<br />

Comentario [1]: Son todos<br />

fotografos?<br />

Cecilia


Vega, Daniel García, Don Rypka, Silvio Zuccheri y Jorge Durán ya que, con absoluta<br />

solidaridad y generosidad, pusieron todo a disposición para mi trabajo: su tiempo, sus<br />

testimonios, sus conocimientos y el material que tenían. Sin su aporte, esta tesina no<br />

hubiera sido posible.<br />

Otra mención especial es para la Asociación Bahía Agradable que nuclea a los<br />

excombatientes de la Fuerza Aérea y para el Coronel Héctor Rusticcini, quienes me<br />

dieron generosamente toda la documentación con la que contaban.<br />

Como contrapunto, no pude encontrarme personalmente con Rafael Wollmann,<br />

fotógrafo que hizo las fotos del desembarco argentino en Malvinas el 2 de abril de<br />

1982. No se me franqueó la entrada al archivo de editorial Atlántida ni pude ver las<br />

fotos de Nicolás Kasanzew, corresponsal de ATC en Malvinas. Eduardo Rotondo,<br />

autor del libro “Alerta Roja”, tampoco accedió a una entrevista. Me encontré con un<br />

archivo del diario La Nación abarrotado de cajas de recortes y trozos de papel dirigido<br />

por alguien que dice que en ese archivo “no hay nada de Malvinas y tampoco fotos<br />

porque no hay fotos de la guerra”, del cual obtuve lo que el empleado de turno a su<br />

antojo me facilitó. No pude acceder al archivo fotográfico de Télam, ya que al<br />

momento de realizar esta tesina se encontraba en proceso de digitalización. Estas<br />

son las grandes ausencias, las que restarán tras el manto de neblinas parcialmente<br />

descorrido a lo largo de la presente investigación. El mismo manto que encubre los<br />

miedos de la guerra, los recuerdos de los excombatientes y sus secuelas, la tristeza, el<br />

dolor y las diferentes facetas de una historia que no termina de contarse.<br />

179


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185


Anexo<br />

1- A scene in Shanty Town (1880) Publicada en Daily Graphic de New York el 4 de marzo de 1880<br />

Fuente: http://diegocalvo.blogspot.com<br />

186


2- Reportaje Fotográfico a Mussolini, Fotógrafo: Félix H Man . Publicado en Müncher Illustrierte Press 1934)<br />

Fuente: “La Fotografía como Documento Social, Giséle Freund”<br />

187


3- La Guerra de Crimea Fotógrafo: Roger Fenton (1853-1856)<br />

Fuente: http://rinconimagen.blogspot.com/2007_05_01_archive.html<br />

4- La guarida de un francotirador rebelde, Gettysburg Fotógrafo: Timothy O´Sullivan<br />

Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/File:Confederate_Dead_at_Devil's_Den_Gettysburg.jpg<br />

188


5- Muerte de un miliciano, Fotógrafo: Robert Capa, Cerro Muriano, España 1936<br />

Fuente: http://fosgrafe.files.wordpress.com/2009/07/soldado-por-robert-capa.jpg<br />

6- Izamiento de la bandera estadounidense en Iwo Jima, Fotógrafo: Joe Rosenthal, febrero de 1945<br />

Fuente: National Geographic, Tiempos de Guerra, Edición Especial septiembre de 2005<br />

189


7- Entrada del ejército Rojo en Berlín tras la derrota del ejército alemán. Fotógrafo: Yevgeni Khaldei, 2 de mayo de 1945. Fuente:<br />

http://media.photobucket.com/image/recent/hunnapuh/antiwar/Rusia_Berlin1.jpg?o=<br />

8- Fotógrafo: Yosuke Yamahata, Nagasaki, 1945 Fuente:<br />

http://sepiensa.org.mx/contenidos/historia_mundo/siglo_xx/guerra_mundial2/bombatomica/img/gm2_10.jpg<br />

190


9- Buchenwald Survivors, Fotógrafo: Margareth Bourke Withe, abril 1945<br />

Fuente: http://www-english.tamu.edu/pers/fac/myers/buchenwald.jpg<br />

10-Guerra de Vietnam, Fotógrafo: Larry Burrows. Publicado en Life 1962. Fuente: http://nabiaorebia.blogspot.com<br />

191


11 - Kim Phuc Guerra de Vietnam, Fotógrafo: Hyunh Cong, 1972 Fuente: http://diegocalvo.blogspot.com<br />

12- Guerra de la Triple Alianza 1865-1870<br />

Autor desconocido<br />

Fuente: http://www.aimdigital.com.ar/aim/2011/03/25/la-guerra-del-paraguay/<br />

192


13- Campamento de Tuyutí 1868. Autor sin identificar.<br />

Fuente: Archivo Gral de la Nación La Fotografía en la Historia <strong>Argentina</strong>, AGEA, Buenos Aires, 2005<br />

193


14-La Guerra del Paraguay. 1869. Autor desconocido.<br />

Fuente: Museo de Luján en La Fotografía en la Historia <strong>Argentina</strong>, AGEA, Buenos Aires, 2005<br />

194


15- Indios de Neuquén. La llamada “Conquista del Desierto”, Fotógrafo: Encina & Moreno, 1882<br />

Fuente Archivo General de la Nación en La Fotografía en la Historia <strong>Argentina</strong>, AGEA, Buenos Aires, 2005<br />

16 -La Semana Trágica, Caras y Caretas 18/01/1919 Fuente: reproducción digital de la revista Caras y Caretas Año XXII Número<br />

1059 (Archivo de Academia <strong>Argentina</strong> de Letras)<br />

195


17 - La Semana Trágica, Caras y Caretas 18/01/1919 Fuente: reproducción digital de la revista Caras y Caretas Año XXII Número<br />

1059 (Archivo de Academia <strong>Argentina</strong> de Letras)<br />

18 -Cárcel de San Julián, 1919. Autor sin identificar.<br />

Fuente: Internet: http://dearpatagonia.com/wordpress/?p=2786<br />

196


19 y 20 – La denominada<br />

“Revolución Libertadora”, Autor<br />

desconocido. Septiembre de 1955,<br />

Fuente www.lalibertadora.com.ar<br />

197


21- 30 de Marzo de 1982, Fotógrafo Pablo Lasansky, Fuente: “En negro y blanco”<br />

Pablo Enrique Cerolini y Alejandro Reynoso, ARGRA, marzo 2006<br />

22 - Diario La Nación 9 de Abril de 1982, Fotógrafo: desconocido. Fuente: Archivo Diario La Nación<br />

198


23 - Clarín, 20 de Abril de 1982; Fotógrafo no identificado. Fuente: Archivo Clarín<br />

24 - Clarín, 21 de Abril de 1982; Fotógrafo: Télam. Fuente: Archivo diario Clarín<br />

199


25- La Nación 23 de Abril de 1982, Fotógrafo. Desconocido. Teelfoto de LA NACION. Fuente Archivo Diario La Nación<br />

200


26- La Nación 23 de Abril de 1982, Fotógrafo. Desconocido. Telefoto de LA NACION. Fuente Archivo Diario La Nación<br />

201


27- Clarín. 3 de Abril de 1982, Fotógrafo Daniel Rodríguez de Clarín. Fuente: Archivo diario Clarín<br />

28- Clarín, 23 de Abril de 1982. Fotógrafo: Agencia Télam. Fuente Archivo Diario Clarín.<br />

202


29 - Clarín, 30 de Abril de 1982. Fotógrafo: Alberto Rodríguez. Fuente Archivo diario Clarín.<br />

30 - Clarín, 4 de abril de 1982, Fotógrafo: Daniel Rodríguez del diario Clarín. Fuente: Archivo diario Clarín.<br />

203


31 - La Nación, 4 de Abril de 1982, Fotógrafo: desconocido. Fuente Archivo La Nación<br />

32- Clarín, 4 de Abril de 1982, Fotógrafo: Agencia DYN. Fuente Archivo diario Clarín<br />

204


33 - Clarín, 3 de mayo de 1982; Fotógrafo: no identificado (según testimonios se trataría de un fotógrafo de la Marina <strong>Argentina</strong>).<br />

Fuente: Archivo diario Clarín<br />

34 - Clarín, 1 de mayo de 1982; Fotógrafo: desconocido. Agencia UPI. Fuente: Archivo diario Clarín.<br />

205


35 - Clarín, 1 de mayo de 1982. Fotógrafo: desconocido. Agencia DYN. Fuente: Archivo diario Clarín<br />

36 - Clarín, 3 de mayo de 1982; Fotógrafo: desconocido. Agencia Télam. Fuente: Archivo diario Clarín.<br />

206


37 - Clarín, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo desconocido. Agencia DYN. Fuente Archivo diario Clarín.<br />

207


38 - Clarín, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: Alberto Rodríguez. Fuente Archivo diario Clarín<br />

208


39 - La Nación, 13 de Mayo de 1982. Fotógrafo desconocido. Telefoto de La Nación. Fuente: Archivo diario La Nación<br />

40 - La Nación, 8 de Mayo de 1982. Fotógrafo desconocido. Telefoto de La Nación. Fuente: Archivo diario La Nación.<br />

209


41 - Clarín, 30 de Abril de 1982; Fotógrafo: Eduardo Farré para Agencia Télam. Fuente: Archivo diario Clarín.<br />

42 - Clarín 13 de mayo de 1982. Fotógrafo Eduardo Farré para Agencia Télam. Fuente: Archivo diario Clarín.<br />

210


43 - Clarín 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: Alberto Rodríguez. Fuente: Archivo diario Clarín.<br />

44 - Clarín 14 de mayo de 1982. Fotógrafo: desconocido. Radiofoto de UPI. Fuente: Archivo diario Clarín.<br />

211


45 - Clarín 14 de mayo de 1982. Fotógrafo desconocido. Agencia AP. Fuente Archivo diario Clarín.<br />

46 - La Nación 14 de mayo de 1982. Radiofoto de AP para La Nación. Fuente: Archivo La Nación.<br />

212


47 - La Nación, 10 de mayo de 1982. Fotografía Televisión ATC. Fuente: Archivo La Nación.<br />

48 - La Nación, 3 de mayo de 1982. Fotografía Archivo. Fuente Archivo La Nación<br />

213


49 - Clarín, 14 de mayo de 1982. Fotógrafo: Radiofoto UPI. Fuente Archivo Clarín<br />

50- Clarín, 7 de mayo de 1982. Fotógrafo: Gentileza Armada. Fuente Archivo Clarín<br />

214


51- La Nación, 5 de abril de 1982. Fotógrafo: Telefoto de La Nación. Fuente: Archivo La Nación<br />

52 - La Nación, 4 de abril de 1982. Fotógrafo: Agencia DYN. Fuente: Archivo La Nación<br />

215


53- La Nación, 10 de abril de 1982. Fotógrafo: Telefoto de DYN. Fuente: Archivo La Nación<br />

54- La Nación, 3 de mayo de 1982. Fotógrafo: Foto de DYN. Fuente: Archivo La Nación<br />

216


55- La Nación, 2 de Mayo de 1982. Fotógrafo: desconocido. Fuente: Archivo La Nación<br />

56- Clarín, 29 de mayo de 1982. Fotógrafo: Leonardo Zavattaro. Fuente: Archivo Clarín<br />

217


57- Clarín, 29 de mayo de 1982. Fotógrafo: Agencia Télam. Fuente Archivo Clarín.<br />

58- Clarín, 29 de mayo de 1982. Fotógrafo: Leonardo Zavattaro. Fuente: Archivo Clarín<br />

218


59- .La Nación, 24 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado (según la investigación es de Télam). Fuente: Archivo La Nación<br />

60- La Nación 23 mayo de 1982. Fotógrafo: Fotografía de Télam (según la investigación, Eduardo Farré es su autor). Fuente:<br />

Archivo La Nación<br />

219


61 - La Nación, 28 de mayo de 1982. Fotógrafo: Radiofoto de AP para La Nación. Fuente: Archivo La Nación.<br />

62- La Nación, 23 de mayo de 1982. Fotógrafo: Radiofoto de AP para La Nación. Fuente: Archivo La Nación.<br />

220


63- La Nación, 26 de mayo de 1982. Fotógrafo: Radiofoto de AP para La Nación. Fuente: Archivo La Nación<br />

64- La Nación, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: Radiofoto de AP para La Nación. Fuente: Archivo La Nación<br />

221


65 - La Nación, 7 de Junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo La Nación<br />

66 - Clarín, 8 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado (según la investigación fotógrafos de Télam en Malvinas). Fuente:<br />

Archivo Clarín<br />

222


67 - Clarín, 11 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado (según la investigación, fotógrafo de Télam en Malvinas). Fuente:<br />

Archivo Clarín<br />

68- Clarín, 6 de junio de 1982. Fotógrafo: Roberto Ruiz. Fuente: Archivo Diario Clarín.<br />

223


69- Clarín, 14 de junio de 1982. Fotógrafo: Ismael Gómez. Fuente Archivo Clarín<br />

70- Clarín, 14 de junio de 1982. Fotógrafo: Ismael Gómez. Fuente: Archivo Clarín<br />

224


71 - La Nación, 19 de Junio de 1982. Fotógrafo: Radiofoto de UPI para La Nación. Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca del<br />

Congreso Nacional.<br />

72- La Nación, 20 de Junio de 1982. Fotógrafo: Radiofoto de DYN. Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca del Congreso Nacional.<br />

225


73 - Clarín, 19 de junio de 1982. Fotógrafo: Ismael Gómez. Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca del Congreso Nacional.<br />

74- Clarín, 19 de junio de 1982. Fotógrafo: Ismael Gómez. Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca del Congreso Nacional.<br />

226


75- La Nación, 19 de Junio de 1982. Fotógrafo: Foto de DYN para La Nación. Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca del Congreso<br />

Nacional.<br />

76- Clarín, 21 de junio de 1982. Fotógrafo: Agencia UPI. Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca del Congreso Nacional.<br />

227


77- Clarín, 23 de junio de 1982. Fotógrafo: Agencia DYN. Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca del Congreso Nacional.<br />

78- Clarín, 18 de junio de 1982. Fotógrafo: Ismael Gómez. Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca del Congreso Nacional.<br />

228


79- Clarín, 18 de junio de 1982. Fotógrafo: Agencia AP. Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca del Congreso Nacional.<br />

80- Clarín, 19 de junio de 1982. Fotógrafo: Agencia AP. Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca del Congreso Nacional.<br />

229


81 - Gente, 1º de abril de 1982, Año XVII, N° 871.Tapa. Fotógrafo: desconocido. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega.<br />

82 - Siete Días, 31 de marzo de 1982. Fotógrafo desconocido. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega.<br />

230


83 - Gente, 8 de abril de 1982, Año XVII, N° 872. Tapa. Fotógrafo Rafael Wollmann (Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de<br />

Mariano Vega.<br />

84- Gente, 8 de abril de 1982. Fotógrafo Rafael Wollmann (Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega.<br />

231


85 - Gente, 8 de abril de 1982. Fotógrafo Rafael Wollmann (Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega.<br />

86 - Gente, 8 de abril de 1982 Fotógrafo Rafael Wollmann(Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega.<br />

232


87- Gente, 8 de abril de 1982. Fotógrafo Rafael Wollmann(Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega.<br />

88- Gente, 8 de abril de 1982. Fotógrafo Rafael Wollmann(Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega.<br />

233


89 - Gente, 8 de abril de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega.<br />

90 - Gente, 8 de abril de 1982. Fotógrafo Rafael Wollmann(Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega.<br />

234


91 - Siete Días, 5 de abril de 1982. Tapa N° 773, Año XIV. Fotógrafo: en Malvinas Eduardo Núnes y Daniel León. Fuente: Archivo<br />

familia de Mariano Vega.<br />

92 - Siete Días, 5 de abril de 1982. Fotógrafos: en Malvinas Eduardo Núñez y Daniel León, en Puerto Belgrano: Diego Rueda y<br />

Alfredo Willimburg. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

235


93- Siete Días, 5 de abril de 1982. Fotógrafos: en Malvinas Eduardo Núñez y Daniel León, en Puerto Belgrano: Diego Rueda y<br />

Alfredo Willimburg. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

94 - Siete Días, 5 de abril de 1982. Fotógrafos: en Malvinas Eduardo Núñez y Daniel León. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

236


95 - Siete Días, 5 de abril de 1982. Ilustración: Julio Freyre. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

96- Siete Días, 5 de abril de 1982.Fotógrafo: Rafael Wollmann (Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

237


97- Siete Días, 5 de abril de 1982. Fotógrafo: en Puerto Belgrano: Diego Rueda y Alfredo Willimburg. Fuente: Archivo familia de<br />

Mariano Vega<br />

98 - Siete Días, 5 de abril de 1982. Fotógrafos: en Malvinas Eduardo Núnes y Daniel León. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

238


99 - Siete Días, 5 de abril de 1982. Fotógrafo Rafael Wollmann (Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

100 - Siete Días, 5 de abril de 1982. Fotógrafo Rafael Wollmann (Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

239


101 - Siete Días, 5 de abril de 1982. Rafael Wollmann (Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

102 - Siete Días, 5 de abril de 1982. Fotógrafo: Rafael Wollmann (Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

240


103- Gente, 8 de abril de 1982. Fotógrafo: Rafael Wollmann (Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

104 - Gente, 22 de abril de 1982. Fotógrafo: Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

241


105- Gente, 22 de abril de 1982. Fotógrafo: Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

106- Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

242


107 - Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

108- Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

243


109- Gente, 8 de abril de 1982. Fotógrafo: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

110- Gente, 8 de abril de 1982. Fotógrafo: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

244


111 - Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Rafael Wollmann. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

112 - Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Roberto Gilli Fernández (soldado). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

245


113 - Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Rafael Wollmann (Agencia ILA). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

114- Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Atlántida y Simon Winchester. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

246


115- Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Simon Winchester. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

116- Gente, 8 de abril de 1982. Fotógrafo: Agencia ILA . Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

247


117 - Gente, 22 de abril de 1982. Fotógrafo: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

118 - Gente, 22 de abril de 1982. Fotógrafo: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

248


119- Gente, 15 de abril de 1982.Año XVII, N° 873. Tapa. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

120 - Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

249


121 - Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

122 - Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

250


123 - Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

124 - Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

251


125 - Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Archivo Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

126- Gente, 22 de abril de 1982. Fotógrafo: Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

252


127- Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

128- Gente, 22 de abril de 1982. Fotógrafo: Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

253


129- Gente, 29 de abril de 1982, Año XVII, N° 875. Tapa. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

130– Siete Días, 28 de abril de 1982, Año XIV, N° 776. Tapa. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo de la autora.<br />

254


131 - Siete Días, 5 de mayo de 1982. Año XIV, N° 777. Tapa. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

132- Siete Días, 5 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

255


133- Siete Días, 5 de mayo de 1982. Fotógrafo: Ignacio Corbalán. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

134- Siete Días, 5 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

135 - Siete Días, 5 de mayo de 1982. Fotógrafo: Ignacio Corbalán. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

256


136 - Siete Días, 5 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

137 - Siete Días, 5 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

257


138 - Siete Días, 5 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

139 - Siete Días, 12 de mayo de 1982. Fotógrafo: Martín Sgutt, sobreviviente del hundimiento del Crucero ARA Gral Belgrano.<br />

Fuente: familia de Mariano Vega<br />

258


140 - Siete Días, 12 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: familia de Mariano Vega<br />

141 - Siete Días, 12 de mayo de 1982. Fotógrafo: no idntificado. Fuente: familia de Mariano Vega<br />

259


142- Siete Días, 5 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

143- Siete Días, 5 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

260


144 - Siete Días, 12 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente de Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano<br />

Vega<br />

145- Siete Días, 12 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente de Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano<br />

Vega<br />

261


146- Siete Días, 12 de mayo de 1982. Fotógrafo: Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

147 - Siete Días, 12 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

262


148 - Siete Días, 12 de mayo de 1982. Ilustración: A. Tanoira. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

149 - Siete Días, 12 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

150 - Siete Días, 12 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

263


151 - Siete Días, 12 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente de Télam. Fuente:Archivo familia de Mariano<br />

Vega<br />

152 - Siete Días, 12 de mayo de 1982, Año XIV, N° 778. Fotógrafo: no identificado, probablemente de Télam. Fuente:Archivo<br />

familia de Mariano Vega<br />

264


153 - Siete Días, 12 de mayo de 1982. Fotógrafo: Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

154- Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: Martín Sgutt, sobreviviente del hundimiento del Crucero ARA Gral. Belgrano. Fuente:<br />

Archivo familia de Mariano Vega<br />

265


155- Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

156- Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: Gerardo Prego. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

266


157- Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

158 - Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: Martín Sgutt, sobreviviente del hundimiento del Crucero ARA Gral. Belgrano. Fuente:<br />

Archivo familia de Mariano Vega<br />

267


159- Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: Martín Sgutt, sobreviviente del hundimiento del Crucero ARA Gral. Belgrano. Fuente:<br />

Archivo familia de Mariano Vega<br />

160- Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: Martín Sgutt, sobreviviente del hundimiento del Crucero ARA Gral. Belgrano. Fuente:<br />

Archivo familia de Mariano Vega<br />

268


161 - Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: Martín Sgutt, sobreviviente del hundimiento del Crucero ARA Gral. Belgrano. Fuente:<br />

Archivo familia de Mariano Vega<br />

162 - Gente, 20 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

269


163- Gente, 20 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

164- Gente, 20 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

270


165- Gente, 20 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

166 - Gente, 29 de abril de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

271


167 - Gente, 29 de abril de 1982. Fotógrafo: cablefoto de la TV inglesa. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

168 - Gente, 29 de abril de 1982. Fotógrafo: Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

272


169 - Gente, 13 de mayo de 1982, Año XVII, N° 877. Tapa. Fotógrafo: Martín Sgutt, sobreviviente del hundimiento del Crucero ARA<br />

Gral. Belgrano. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

170 - Gente, 6 de mayo de 1982. Ilustración: Freire. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

171 - Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: probablemente de Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

273


172 - Gente, 6 de mayo de 1982. Ilustración: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

173 - Gente, 6 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

174 - Gente, 20 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

274


175 - Gente, 8 de abril de 1982 Fotógrafo: Agencia ILA. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

176- Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

275


177- Gente, 15 de abril de 1982. Fotógrafo: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

178- Gente, 22 de abril de 1982. Año XVII, N° 874. Tapa. Fotógrafo: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

276


179- Gente, 29 de abril de 1982. Fotógrafo: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

180- Gente, 6 de mayo de 1982 Anexo. Fotógrafo: Fuente: Fotógrafo: no identificado. Archivo familia de Mariano Vega<br />

181 - Gente, 6 de mayo de 1982. Fotógrafo: Hugo Lazanidis. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

277


182 - Gente, 6 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

183- Gente, 6 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

184- Gente, 6 de mayo de 1982. Ilustración: Atlántida. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

278


185- Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente de Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

186- Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

279


187- Gente, 20 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

188- Gente, 20 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

280


189 - Gente, 20 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

190- Gente, 20 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

281


191 - Gente, 6 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente de archivo. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

192 - Gente, 29 de abril de 1982. Ilustración: Freire. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

193- Gente, 6 de mayo de 1982. . Ilustración: Freire. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

282


194- Gente, 6 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

195 - Gente, 13 de mayo de 1982 Fotógrafo: Eduardo “Pollo” Farré de Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

283


196 - Gente, 20 de mayo de 1982. Ilustración: Freire. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

197- Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

284


198- Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente de Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

199 - Gente, 13 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente de Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

285


200 - Siete Días, 26 de mayo de 1982, Año XIV, N° 780. Tapa. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

201- Siete Días, 26 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente de Télam.Fuente: Archivo familia de Mariano<br />

Vega<br />

286


202- Siete Días, 26 de mayo de 1982. Fotógrafo: Kichul Bae. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

203 - Gente, 27 de mayo de 1982, Año XVII, N° 876. Tapa. Fotógrafo: No identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

287


204- Gente, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: No identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

205- Gente, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: No identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

206 - Gente, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: gentileza Diario Clarín (Fuerza Aérea <strong>Argentina</strong>). Fuente: Archivo familia de Mariano<br />

Vega<br />

288


207- Gente, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

208- Gente, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

209- Gente, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: Ministerio de Defensa Británico. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

289


210- Gente, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

211 - Gente, 27 de mayo de 1982. Ilustración: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

212 - Siete Días, 26 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

290


213 - Gente, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: Marcelo Figueras, Julio Giustozzi y no identificados. Fuente: Archivo familia de<br />

Mariano Vega<br />

214 - Gente, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: Marcelo Figueras y no identificados. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

291


215 - Gente, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: Humberto Speranza. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

216 - Gente, 3 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

292


217 - Gente, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: Julio Giustozzi. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

218- Gente, 3 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente de Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

293


219 - Gente, 3 de junio de 1982. Fotógrafo: Oscar Mosterin. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

220- Gente, 3 de junio de 1982. Fotógrafo: Jorge Salto (la foto de los pilotos). Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

294


221 y 222 - Gente, 3 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

223 - Gente, 3 de junio de 1982. Fotógrafo: Oscar Mosterin. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

224- Siete Días, 26 de mayo de 1982. Fotógrafo: Daniel León. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

295


225 - Siete Días, 26 de mayo de 1982. Fotógrafo: Daniel León. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

226 - Siete Días, 9 de junio de 1982 Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

296


227 - Siete Días, 9 de junio de 1982 Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

228 - Siete Días, 9 de junio de 1982, Año XV, N°782. Tapa. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

297


229- Siete Días, 9 de junio de 1982 Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

230- Siete Días, 9 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

298


231 - Siete Días, 9 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

232- Siete Días, 9 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

299


233 - Siete Días, 9 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

234- Gente, 27 de mayo de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente de Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

300


235 - Gente, 3 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

236 - Gente, 3 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

301


237- Gente, 3 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

238- Gente, 3 de junio de 1982. Ilustración: JM García Kuerva. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

302


239- Gente, 3 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

240- Gente, 3 de junio de 1982- Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

303


241 - Gente, 3 de junio de 1982- Fotógrafo: Oscar Mosterin. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

242- Gente, 3 de junio de 1982- Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

304


243 - Gente, 10 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

244- Gente, 10 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente de Télam. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

305


245 - Gente, 10 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

246 - Gente, 10 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente el inglés Martin Cleaver. Fuente: Archivo familia de<br />

Mariano Vega<br />

306


247 - Gente, 10 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

248- Gente, 10 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

307


249- Gente, 10 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado, probablemente el inglés Martin Cleaver. Fuente: Archivo familia de<br />

Mariano Vega<br />

250 - Gente, 17 de junio de 1982. Fotógrafo: archivo. Fuente : Archivo familia de Mariano Vega<br />

308


251- Gente, 17 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

252 - Gente, 24 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

309


253- Gente, 24 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

254 - Gente, 24 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

310


255 - Gente, 24 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

256- Gente, 24 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

311


257 - Gente, 24 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

258- Gente, 24 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

312


259- Gente, 24 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

260 y 261 - Gente, 24 de junio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

313


262- Gente, 1° de julio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

263 - Gente, 1° de julio de 1982. Fotógrafo: no identificado. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

314


264- Fotógrafo: Eduardo Pollo Farré, Agencia Télam en Malvinas durante la guerra de 1982. Fuente: Fototeca de ARGRA<br />

265 – Fotógrafo: Daniel García, agencia AFP (en 1982 trabajaba para DyN).Fuente: Daniel García – AFP<br />

315


266- Fotógrafo: Don Rypka para Agencia UPI. Fuente: Archivo fotográfico diario Clarín.<br />

316


267 – Fotógrafo: Agencia AP. Fuente: Archivo fotográfico diario Clarín<br />

317


268 – Fotógrafo de Agencia Télam. Fuente: Archivo fotográfico diario Clarín<br />

318


269 – Fotógrafo de Agencia Télam. Fuente: Archivo fotográfico diario Clarín<br />

270 – Fotógrafo: soldado, no identificado. Fuente: Fuerza Aérea y Comisión de familiares de ex combatientes.<br />

319


271 - Fotógrafo: soldado, no identificado. Fuente: Fuerza Aérea y Comisión de familiares de ex combatientes<br />

272 - Fotógrafo: soldado, no identificado. Fuente: Fuerza Aérea y Comisión de familiares de ex combatientes<br />

320


273 - Fotógrafo: soldado, no identificado. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

274 - Fotógrafo: soldado, no identificado. Fuente: Fuerza Aérea y Comisión de familiares de ex combatientes<br />

321


275 - Fotógrafo: soldado, no identificado. Fuente: Fuerza Aérea y Comisión de familiares de ex combatientes<br />

276 - Fotógrafo: soldado, no identificado. Fuente: Fuerza Aérea y Comisión de familiares de ex combatientes<br />

322


277 - Fotógrafo: soldado, no identificado. Fuente: Fuerza Aérea y Comisión de familiares de ex combatientes<br />

278 - Fotógrafo: Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

323


279 - Fotógrafo: Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

280 - Fotógrafo: Personal de Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

324


281 - Fotógrafo: Personal de Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

282 - Fotógrafo: Personal de Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

325


283 - Fotógrafo: Personal de Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

284- Fotógrafo: Personal de Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

326


285 - Fotógrafo: Personal de Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

286 - Fotógrafo: Personal de Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

327


287 - Fotógrafo: Personal de Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

288 - Fotógrafo: Personal de Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

328


289 – Fotógrafo: Ian Howat, Airlines.net. Fuente Comisión de familiares y ex combatientes de Malvinas<br />

290 - Fotógrafo: Ian Howat, Airlines.net. Fuente Comisión de familiares y ex combatientes de Malvinas<br />

329


291 - Fotógrafo: Personal de Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

292 - Fotógrafo: Personal de Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

330


293 - Fotógrafo: Personal de Fuerza Aérea. Fuente: Asociación Bahía Agradable - Fuerza Aérea<br />

294– Gente, 8 de abril de 1982. Fotógrafo: Rafael Wollmann, Agencia ILA y Archivo de las FFAA. Fuente: Archivo familia de<br />

Mariano Vega<br />

331


295 – Gente, 8 de abril de 1982. Fotógrafo: Rafael Wollmann, Agencia ILA. Fuente: Archivo familia de Mariano Vega<br />

332


Documento del TOAS*<br />

Al Comité Militar:<br />

15 de mayo de 1982<br />

Con fecha 13 del corriente expresé mi apreciación sobre la situación en el teatro del<br />

Atlántico Sur y también lo hizo el señor Jefe del Comando Aéreo Estratégico. Al<br />

presente si bien dado el poco tiempo transcurrido no se han producido variaciones<br />

importantes a lo entonces expuesto, se han agudizado algunos síntomas, se ha tenido<br />

mejor información que hace factible un análisis más preciso. Por lo dicho creo<br />

necesario expresar esta apreciación por escrito para que los miembros del Comité<br />

puedan mantenerla como elemento de consulta.<br />

1) Apreciación de los hechos acaecidos<br />

La ocupación de las islas fue realizada de acuerdo a los planes establecidos<br />

con muy pocas bajas y pudiendo alcanzarse todos los objetivos. Ello creó una<br />

sensación de seguridad en las propias capacidades tanto a las fuerzas propias<br />

como al público en general. La reacción británica si bien enérgica en las<br />

declaraciones y aprestos no fue efectiva inicialmente pese a la proclamación de<br />

la zona de exclusión. No se produjeron ataques a la navegación propia no<br />

obstante la casi segura presencia submarina en el área.<br />

Este período permitió una concentración masiva de efectivos en las islas por<br />

modo aéreo sin restricciones. El apoyo logístico por medios marítimos no fue<br />

paralelamente implementado entre otras cosas por la declaración existente de<br />

la zona de exclusión.<br />

No obstante, el desarrollo de los medios en tierra pareció correcto, el espíritu<br />

fue excelente, y por lo tanto se mantuvo muy alta la sensación de seguridad en<br />

lo militar y el ámbito general.<br />

333


La primera acción inglesa importante del día primero de mayo pareció ser un<br />

intento de invasión que fuera exitosamente rechazado por las fuerzas propias.<br />

Se apreciaron serias bajas en la acción enemiga tanto por fuego aéreo como<br />

por la acción de los propios medios aéreos. La apreciación actual de este<br />

comandante de teatro es que tal intento e invasión no existió sino que fue una<br />

demostración realizada con el propósito intimidatorio de sondeo de nuestras<br />

capacidades y de práctica general para la fuerza enemiga.<br />

Esta apreciación se basa en:<br />

El enemigo ha demostrado en todas sus acciones anteriores y posteriores,<br />

actuar con suma prudencia, con gran masa de efectivos y con buen nivel<br />

profesional. Si hubiese sido un intento real de invasión ninguna de estas<br />

características estaría cumplida. No aparecieron pese a las búsquedas y<br />

rastreos ningún resto de embarcaciones, botes, helicópteros, personal vivo o<br />

muerto ni ninguna otra evidencia del citado desembarco. No aparecieron restos<br />

materiales ni humanos de ningún helicóptero ni avión derribado.<br />

En resumen esta supuesta invasión rechazada y las supuestas importantes<br />

pérdidas infligidas al enemigo reafirmaron nuestro optimismo y los medios<br />

masivos de difusión enfervorizaron al público que vio un fácil triunfo argentino y<br />

una gran capacidad de nuestras fuerzas.<br />

El enemigo replegó sus fuerzas, continuó recibiendo refuerzos y completando<br />

sus medios y posiblemente estudiando y evaluando los modos de acción.<br />

Es lógico que esta fuerza que había zarpado con urgencia necesitara un<br />

período de análisis y evaluación en el área de operaciones, organizar las<br />

fuerzas que se le iban incorporando y además recibir las directivas políticas<br />

para la acción.<br />

334


Así pasaron los días 2 al 4 de mayo sin acciones. Se produce casi<br />

simultáneamente el hundimiento del crucero General Belgrano y el ataque al<br />

aviso Sobral. Ambos hechos muestran al mismo tiempo una buena capacidad<br />

para la acción y una moderación en los efectos buscados. Se hundió al<br />

Belgrano pero no a los dos destructores que lo acompañaban. Se atacó al<br />

Sobral pero no se intentó perseguirlo y hundirlo como se lo podría haber hecho.<br />

El muy exitoso ataque al destructor Sheffield permitió a las fuerzas propias y al<br />

público aceptar los hechos anteriores. Estos se convirtieron así no en un signo<br />

de debilidad sino en un estímulo del espíritu de lucha. El enemigo nos atacó e<br />

hirió pero supimos y pudimos vengar nuestros muertos.<br />

La evidencia del peligro de los submarinos nucleares sumado a la extensión de<br />

la zona de exclusión y de la voluntad enemiga de aplicar su capacidad de<br />

acción hizo replegar nuestras fuerzas de superficie. En las sucesivas etapas de<br />

este repliegue se han tenido evidencias ciertas de la presencia próxima de<br />

submarinos enemigos listos a actuar de salirse a aguas profundas.<br />

Nuestros submarinos han tenido evidencia del mal desempeño de los torpedos<br />

propios. Las oportunidades en que se concretaban ataques se vieron así<br />

frustradas, lo que anula esta arma por el momento. Existen evidencias y otros<br />

síntomas del mal desempeño de las bombas utilizadas en ataques aéreos de<br />

nuestros aviones. La capacidad de producir daños mediante ataques aéreos a<br />

fuerzas navales se evidencia como muy baja pese al elevado costo. Los<br />

aviones Super Etendart no tienen capacidad logística para acciones sucesivas.<br />

Durante los últimos 10 días el enemigo lentamente ha ido incrementando su<br />

accionar y efectivizando el bloqueo de las islas naval y aéreo. Ello se<br />

demuestra en los siguientes hechos: el ataque al Narwal, la eficiencia en el<br />

rescate de los náufragos y la destrucción del Puma que acudió en su ayuda.<br />

Esta acción demuestra capacidad de medios y eficiencia de ejecución.<br />

335


El Narwal interfería la libertad de acción al informar de sus movimientos. La<br />

persistencia de los ataques a las pistas de Puerto Argentino y Darwin como<br />

medio de anular la capacidad de respuesta al accionar e sus helicópteros y del<br />

uso de facilidades para el apoyo logístico.<br />

El ataque del sábado 15 a la pista aeronaval hasta entonces indetectada<br />

demuestra que se ha procedido a un relevamiento aéreo de las instalaciones<br />

con medios apropiados. Se realizó una operación nocturna con desembarco de<br />

spotters, ataque con helicópteros y retirada sin bajas. El ataque se inició sin<br />

que se hubiera obtenido ningún preaviso y el o los buques atacantes se<br />

retiraron antes de que fuera posible alguna reacción desde el continente.<br />

La acción contra la pista de la estación aeronaval denominada Payanca o<br />

Calderón en la isla de Elefante, en el extremo noroeste, más la acción anterior<br />

en el estrecho de San Carlos, evidencia que el enemigo dispone de<br />

información adecuada en tiempo y oportunidad y que puede realizar<br />

operaciones nocturnas o con baja visibilidad con eficiencia y bajo riesgo.<br />

La presencia enemiga se ha ido haciendo más asidua y permanente lo que<br />

sumado a las naturales restricciones metereológicas hacen el apoyo logístico<br />

aéreo reducido y aleatorio. La capacidad enemiga de acción aeronaval<br />

nocturna y diurna mediante submarinos de alta velocidad, buques<br />

portahelicópteros de ataques y aviones hace casi impracticable el<br />

aprovisionamiento de las islas por modo marítimo. Los buques con una<br />

velocidad no mayor de 16 nudos estarán expuestos durante muchas horas al<br />

ataque enemigo. Si se enviaran simultáneamente varios buques éstos podrían<br />

ser batidos sucesivamente y el porcentual de los que pudiesen arribar se<br />

estima sería muy pequeño y las pérdidas de bienes y personales difíciles de<br />

aceptar.<br />

336


Los daños que hasta el presente se han infligido al enemigo son de difícil<br />

apreciación. No obstante la carencia de evidencias ciertas de bajas, excepto de<br />

un avión Harrier y del hundimiento del Sheffield hacen pensar que las<br />

apreciaciones iniciales fueron optimistas. No obstante ello son las que han<br />

quedado en el ánimo popular y de gran parte de las fuerzas.<br />

2) Análisis de las capacidades retenidas del enemigo<br />

Este comando no tiene una apreciación clara de la urgencia política del<br />

enemigo en definir la situación. No obstante está claro que ya ha soportado sin<br />

inconvenientes una duración del conflicto de 45 días. También es un hecho que<br />

aún hay fuerzas en etapa de implementación y traslado, lo que indicaría una<br />

posibilidad de prolongación de las operaciones.<br />

Los medios de apoyo logístico movilizados son de una importancia tal que<br />

implica una gran voluntad y capacidad de persistencia. El apoyo electoral<br />

logrado a la política de fuerza parecería permitir al gobierno británico una<br />

nueva libertad de acción en particular mientras no sufra bajas importantes. El<br />

eventual retiro de las sanciones económicas de la CEE si bien nos favorecería<br />

en lo general, no implica un cambio en lo militar, ni una presión directa contra<br />

Inglaterra.<br />

El Parlamento europeo y la NATO no parecen que hicieran objeciones a la<br />

duración del conflicto. En resumen parecería que el enemigo dispone de una<br />

adecuada libertad de acción en cuanto al momento de implementar los modos<br />

de acción que hubiese seleccionado.<br />

Este Comando de teatro retiene como capacidades del enemigo en orden de<br />

peligrosidad: mantener y perfeccionar el bloqueo del archipiélago haciendo<br />

simultáneamente acciones de hostigamiento. Esto podría mantenerlo hasta el<br />

agotamiento de nuestra capacidad de resistencia que puede haber sido<br />

337


apreciada por su propia inteligencia. Si el anterior no diera resultado o la<br />

evolución política así lo impusiera, realizar desembarcos de magnitud media de<br />

200 a 800 hombres en zonas no defendidas de las islas y aprovisionados en<br />

particular mediante acciones nocturnas con baja visibilidad. Esto le daría a bajo<br />

costo una presencia efectiva en el archipiélago y un cumplimiento parcial de su<br />

misión.<br />

Podría así esperar un mayor desgaste de nuestro potencial total no solo en las<br />

islas sino también en el continente al producirse combates por el apoyo de<br />

ambos contendientes a las fuerzas propias. Solo en el caso de necesitar una<br />

definición acelerada se intentará un ataque a la zona de Puerto Argentino<br />

cuando nuestra propia capacidad de acción esté muy disminuida.<br />

Conclusiones<br />

Se deben mantener una muy actualizada estimación de nuestra situación<br />

militar tanto en el archipiélago como en el Teatro y continente para evaluar<br />

correctamente la propia capacidad de negociación.<br />

Para ello el Comité Militar debe mantener la situación de este Teatro, del<br />

Comando Aéreo Estratégico y de las reservas militares.<br />

Se debe llevar una acción psicológica que destaque la seriedad del<br />

compromiso asumido, la magnitud de las fuerzas de oposición, las pérdidas<br />

materiales y humanas previsibles y que inexorablemente el conflicto deberá<br />

resolverse mediante una solución negociada.<br />

Esta acción se debiera iniciar a la mayor brevedad a fin de lograr que se<br />

atempere el actual sentido triunfalista de algunas manifestaciones que hará<br />

más difícil la aceptación por las propias fuerzas y por el público en general, de<br />

los sacrificios de la acción militar y/o la aceptación de los términos de la<br />

negociación cualesquiera ellos sean.<br />

338


Evaluar la influencia que para el sostén logístico tienen los apoyos externos<br />

para ambos contendientes, en particular de Estados Unidos para el enemigo y<br />

de otros países latinoamericanos para nosotros. En este caso, la factibilidad de<br />

que dicho apoyo sea en aquellos elementos críticos como aeronaves y misiles.<br />

Vicealmirante Juan José Lombardo<br />

Jefe del Teatro de Operaciones Atlántico Sur (TOAS)<br />

*Fuente: Cardoso, Oscar, Kirschbaum, Ricardo, y Van Der Kooy, Eduardo, “Malvinas.<br />

La trama secreta”, Buenos Aires, Editorial Planeta, 1984. pp. 346-349.<br />

339


Entrevista a Silvio Zuccheri - 8 de Agosto de 2006<br />

Silvio Zuccheri: La historia tiene su anécdota. Cuatro socios formamos una agencia<br />

que se llamó ILA, Imagen Latinoamericana, la marca la sigo sosteniendo hoy día yo.<br />

Formamos esa agencia porque fuimos despedidos de Editorial Atlántida el día 23 de<br />

diciembre de 1981. Nos juntamos y formamos una agencia fotoperiodística que en<br />

esos años no existía, como independiente. Había habido algunos intentos pero habían<br />

fracasado y nosotros apostábamos a que nos podía ir muy bien. La agencia fue<br />

conformada a iniciativa de Tito Lapena por Eduardo Bottaro, Rafael Wollmann (RW) y<br />

yo. La manera de subsistir que nos pareció más conveniente en ese momento fue<br />

proponernos como corresponsales de agencias internacionales conociendo la<br />

capacidad de distribución internacional de GAMMA fue que nos propusimos a ellos<br />

como corresponsales en América del Sur. Esto llevó una serie de trámites, de días, en<br />

aquel momento no había internet y las comunicaciones eran difíciles o por ahí no<br />

difíciles pero no tan fáciles como hoy día. Entonces nos llevó unos días hasta que nos<br />

pusimos de acuerdo en que podríamos serlo si presentábamos un sumario de notas a<br />

realizar y que a ellos les interesara. Querían conocer la capacidad nuestra para hacer<br />

las fotos e intelectual, por así decirlo. Capaces de desarrollar los temas y que éstos<br />

fueran interesantes. Entre los temas propuestos en aquel momento, por ejemplo,<br />

estaba en auge Sendero Luminoso en Perú, algunas historias que se nos ocurrieron<br />

en ese momento en Paraguay y como dato anecdótico propusimos cubrir las Malvinas,<br />

que nos preguntan qué es eso y les tuvimos que contestar que eran las Falklands. A la<br />

manera de National Geographic, los pajaritos, las ovejas...<br />

¿Por eso estaba RW haciendo flora y fauna en ese momento?<br />

Claro.<br />

340


¿Por qué fue en marzo?¿Tenían datos de lo que iba a suceder?<br />

No, de ninguna manera. Fuimos sospechados de tener datos. Porque era una<br />

casualidad. Gracias a Dios eran infundadas las sospechas porque nosotros no<br />

teníamos nada que ver con el régimen de ese momento. La historia fue que se<br />

interesan en principio por esas islas en GAMMA. Así que fue la primera cobertura que<br />

hicimos a nivel internacional, intentando ser corresponsales. Eso era la primera prueba<br />

que íbamos a tener. Hicimos unos contactos porque justamente en junio del 81 yo<br />

había estado en la Base Esperanza haciendo una nota para la revista Gente y había<br />

conocido personal del Ejército, un Teniente Coronel a quien fui a ver para que nos<br />

consiguiera la posibilidad de ingresar a Malvinas porque en ese momento no había<br />

pasaporte válido, más que una tarjeta blanca que se emitía conjuntamente entre la<br />

Embajada Inglesa y la Cancillería <strong>Argentina</strong>. Con esa influencia, porque me había ido<br />

muy bien en ese viaje, porque había sido un viaje de tres días que se convirtió de 12<br />

días por razones climatológicas porque el avión no podía regresar a la Base, así que<br />

había estado compartiendo días y bastante horas con esta gente en buenos términos.<br />

Le llevé una foto de regalo que había hecho en junio y ellos consiguieron a través de<br />

un vericueto esta tarjeta blanca. Y designamos en ese momento a RW porque su<br />

inglés era el de más alto rango dentro de los componentes de la agencia.<br />

Así que él viaja, si yo mal no recuerdo, alrededor del 20 de marzo, más o menos. La<br />

idea era que viajaba en un avión de LADE, Líneas Aéreas del Estado, era un avión de<br />

la Fuerza Aérea, que cumplía con el intercambio con la isla semanalmente. Iba un<br />

miércoles y regresaba un jueves. Entonces, la idea era que permaneciera en la isla<br />

durante una semana contactando al Gobernador, a los petreles, a las ovejas, a los<br />

moradores, yendo a alguna estancia para hacer la vida de campo. Y en esos días<br />

Crónica publica una tapa diciendo que hubo un enfrentamiento entre marinos<br />

argentinos en Las Georgias y unos balleneros ingleses. Mucho no sabíamos ni<br />

entendíamos de qué se trataba. Pero suponíamos que si eran ingleses, la repercusión<br />

podría ser notable, visible en la isla. Y con gente de Fuerza Aérea, argentinos en la<br />

341


isla, más un periodista podía ser que hubiera una... En ese momento, nos llama RW<br />

desde la isla diciendo que ya tenía todo cubierto. Que tenía fotos de los pajaritos, del<br />

gobernador vestido a la usanza inglesa, o sea con su atabismo de un gorro con<br />

plumas y su auto inglés, que estaba completo. Y nosotros le pedimos y finalmente le<br />

exigimos que se quedara, porque él se quería volver. Había estado una semana y<br />

había trabajado para resolver las historias y estaba listo para volverse. O sea, que lo<br />

demás era quedarse una semana sin hacer nada. Entonces en esas comunicaciones<br />

de radio teléfono -adelante/cambio- a través de un teléfono le pedimos, le dijimos que<br />

seguramente iba a suceder alguna historia con la delegación de LADE. El desestimaba<br />

esa posibilidad porque decía: "Vos no conocés a los Kelpers, estos no se van a mover<br />

para..." En estas circunstancias en las que uno estaba poniendo el dinero para la<br />

cobertura, también se medía eso. Cuánto podíamos llegar a gastar y cuánto podíamos<br />

recuperar si eventualmente se vendiera una nota de los pajaritos de las islas<br />

Malvinas. Entonces con Tito Lapena nos pusimos rígidos y le dijimos: Quedáte una<br />

semana más. No teníamos otra cosa que hacer y una semana más de hotel no nos<br />

hacía demasiado al bolsillo. Y se quedó. Esto lo habremos hablado con él el día 28 o<br />

30 cuanto más. Entonces, lo que hizo, como otra nota agregada, en el avión que debía<br />

regresar mandó los rollos de lo que había hecho. Estamos hablando de películas y<br />

diapositivas. Así que el comandante del avión de LADE traía los rollos y él nos anticipó<br />

eso por radio teléfono. Fuimos al aeropuerto. Lo normal de aquella época era ir al<br />

mostrador, presentarse, decir: vengo a buscar algo que el Comandante trae en la<br />

mano. La chica se hace la distraída, el Comandante no aparece y no aparecen los<br />

rollos. Entonces estábamos desesperados porque ese material era el que nos<br />

aseguraba ser corresponsales de GAMMA en la Latinoamérica en ese momento. Así<br />

que movimos lo que pudimos y llegamos a contactarnos con Fuerza Aérea, Jefatura II<br />

de Fuerza Aérea, que es Inteligencia. Nos citaron en el edificio Cóndor y allí en una<br />

charla muy coloquial con el Jefe de Inteligencia, nosotros no teníamos idea del nivel en<br />

que estábamos, suponíamos por lo pesado del despacho, muy inglés, el escritorio, la<br />

342


oisserie. Entonces el tipo nos indaga para ver quiénes somos nosotros, por qué<br />

estamos tan interesados en eso, que el Comandante le dijo que traía algo pero que no<br />

lo había podido dejar en Aeroparque... eran todas mentiras. Los rollos los tenían ahí y<br />

los estaban revelando. Querían saber quiénes éramos nosotros porque estábamos en<br />

el día 1º de abril. Así que ellos estaban sabiendo lo que pasaba y se daban cuenta que<br />

nosotros éramos unos perejiles que no teníamos idea de lo que estábamos haciendo.<br />

En ese momento, cuando nos mostraba las fotos le digo: "Además, RW nos manda un<br />

cassette con las entrevistas que hizo para volcar en la nota". Me dice – “no se<br />

preocupe”. Saca una hoja con todo desgrabado. Habían hecho todo para ver si los<br />

ayudaba a ver que alguien sabía lo que estaba por suceder.<br />

Así que a la tarde nos llegaron los rollos revelados por el mejor laboratorio de<br />

Sudamérica que pudimos conocer y estuvimos departiendo con un teniente de<br />

Aeronaútica y a la noche estábamos entregando esos rollos en Ezeiza para que fueran<br />

a Francia. Además, al mismo tiempo estábamos entregando ese material en la Revista<br />

Siete Días que tenía mucho interés en publicarlo. Suponemos que porque el Director<br />

de ese momento era un ex integrante de la Marina, de manera que supongo yo que<br />

con el correr del tiempo nos dimos cuenta que este hombre estaba sabiendo que algo<br />

iba a pasar con las Malvinas por eso le interesaba publicar un fotoreportaje en<br />

Malvinas que no era ni muy importante ni el único.<br />

¿Quién era el Director de Siete Días?<br />

Me parece que se llamaba Camara o Camera, no puedo recordar bien. Es algo<br />

parecido. Y a la noche le estábamos entregando fotos a un corresponsal de "Veja" una<br />

revista brasilera y que tenía algún interés en publicar algunas fotos de la economía y<br />

las islas. Como eran fotos frescas, las compraban. Los corresponsales trabajaban en<br />

ese momento casi todos en un edificio de la calle Corrientes al 300 con télex. Mientras<br />

él preguntaba con télex cómo era el artículo para comprar las fotos, llamo por teléfono<br />

a casa y mi mujer me dice que Radio Colonia está diciendo que <strong>Argentina</strong> va en<br />

343


invadir Malvinas. Así que se las dí al brasilero, el precio aumenta, es todo una cuestión<br />

así que...<br />

¿Por qué habían elegido Malvinas para esa nota para GAMMA?<br />

Porque en realidad no sabíamos qué tema poner. Teníamos Sendero Luminoso,<br />

teníamos el último tren a vapor que estaba en Paraguay. Y nosotros mismos de<br />

Malvinas conocíamos nada, entonces decíamos si nosotros no conocemos nada, el<br />

mundo conoce menos. Entonces, puede ser una nota interesante como el más<br />

recóndito lugar del planeta donde Inglaterra tiene una colonia. Nada más que por eso,<br />

no teníamos ningún otro interés.<br />

Así que, RW estaba allá. El escuchó por radio, por el circuito cerrado de radio que era<br />

un cable que atravesaba todas las casas que el gobernador informaba que anticipaba<br />

una invasión de las fuerzas argentinas en las islas. Creo que ellos tenían 40 hombres,<br />

soldados entregados al dolce farniente. De manera que para la invasión argentina,<br />

esos 40 soldados no eran nada. El gobernador le pide a RW y a otro periodista que<br />

estaba en la isla, que era un inglés, cuyas fotos se conocieron mucho mas tarde y<br />

prácticamente fueron desestimadas, porque la condición de reportero gráfico de RW<br />

contra la de un periodista que saca fotos se evidenciaba en la calidad de las tomas. Es<br />

cierto que estaba, pero no recuerdo su nombre. El gobernador les pide que dejen el<br />

hotel y los aloja en la casa de huéspedes del Gobernador. Una casa que estaba<br />

aledaña a la residencia oficial. Así que RW en la madrugada vio desde esa ventana la<br />

llegada de las fuerzas argentinas a la casa del Gobernador y pudo registrar lo que fue<br />

el primer muerto de las islas que fue el cadáver del capitán Giachino. Que en el tiroteo<br />

tuvo la mala suerte que le dieran un balazo, porque fue un tiroteo inútil. Totalmente<br />

innecesario porque sabían que las fuerzas argentinas eran mucho mayores y lo que<br />

deberían haber hecho era rendirse. Pero bueno...se tirotearon un poco. Y esa foto es<br />

en la que se ve desde arriba un jeep saliendo con un cuerpo. Esto es lo que yo sé y<br />

paralelamente a eso de las 6 de la mañana me llaman por teléfono a casa y es el Jefe<br />

344


de la Editorial Atlántida, de Fotos, Eduardo Forte, que nos había echado a todos<br />

porque había llegado un período de racionalización de la empresa. Nos echaban a los<br />

que éramos más jóvenes dentro de la empresa. Los más recientes tomados entonces<br />

se quedaban con el plantel base. Yo creo que tenía 2 años, 2 años y medio dentro de<br />

la empresa. Hubo, creo 5 o 6 despidos. Entonces me llama y me dice quiero todas las<br />

fotos que tiene RW. Yo no tengo idea de qué es lo que tiene porque habíamos hablado<br />

hacía 2 días con él. Yo voy para allá. Vamos en un avión a Malvinas y te queremos<br />

llevar. Me llevaban de garantía para que yo negociara que ellos fueran los primeros en<br />

tener las fotos. En realidad, cuando nos subimos a un Lear Jet y nos estábamos<br />

yendo, cerca de Comodoro Rivadavia dos cazas se nos ponen al lado y le dicen al<br />

piloto que baja o lo bajan. Así que bajamos en Comodoro el día 2 y el día 3 la Fuerza<br />

Aérea dispuso un avión para toda la prensa que se había movido hasta allá. Entonces,<br />

nos metieron adentro de un avión y nos llevaron. Ahí me encuentro con Rafael, me<br />

cuenta qué es lo que tiene.<br />

Fuimos 40 periodistas, en realidad. El encuentro allá fue un encuentro que quedó mas<br />

allá de negociar en ese momento. Eduardo Forte decía que quería las fotos, nosotros<br />

le decíamos "guacho nos echaste, sabés lo que vas a sufrir para tener las fotos". En<br />

realidad, nosotros teníamos un concepto de cómo se debían manejar las cosas y yo<br />

sabía que esto se podía manejar entre La Semana, que competía con Gente y Siete<br />

Días. Entonces no le daba un sí concreto. Y cuando llegamos a la isla y veo lo que<br />

tiene RW, en una solidaridad nunca vista -aunque en casos extremos florece- nos<br />

distribuimos entre varios fotógrafos los rollos de RW. Que era... un fotógrafo se puede<br />

robar un rollo. Pero tenía patas si lo robaba. Nos hicieron la gamba 2 o 3 fotógrafos y<br />

trajimos los rollos. Era en realidad para traerlos, ingresarlos a Comodoro en la<br />

eventualidad que RW sea detenido por haber estado en la Isla. Durante la dictadura,<br />

viajabas a Mendoza, sacabas una foto arriba del avión y cuando llegabas te sacaban<br />

el rollo. En los aeropuertos estaba prohibido también. Entonces, conocíamos ese palo<br />

y queríamos evitarlo. Llegamos a Comodoro de vuelta con RW. El se quería quedar y<br />

345


había un marino que le decía que se quedara y un personal del Ejército que no se<br />

podía quedar. Finalmente ganó el del Ejército. Porque yo llevaba rollos por si quería<br />

quedarse y cubrir lo que sucediera. No lo dejaron quedarse. Y el día 3 estaba en<br />

Comodoro.<br />

Allí empezó la negociación, le mentíamos a los de Atlántida y les decíamos que<br />

estábamos entre Siete días y La Semana. Pero en realidad no encontramos a ninguno<br />

de ellos, llamábamos a sus casas y no estaban y desde acá Tito Lapena y Eduardo<br />

Bottaro los otros socios los buscaban y no los pudimos encontrar. Hicimos lo que se<br />

hace en toda negociación, le decimos lo que el otro oferta y... finalmente sabíamos<br />

que la mejor boca era Gente, que nos iban a considerar, porque nosotros no habíamos<br />

sido malos fotógrafos. La pérdida del trabajo un 23 de diciembre había sido un<br />

chubasco de aquellos pero cuando vos trabajás en una empresa que te va bien te<br />

parece que es el único lugar que hay para trabajar y la verdad es que la vida nos abrió<br />

una puerta. Imagínate, que con esto nosotros tuvimos una repercusión impresionante,<br />

quiénes son, quién hizo estas fotos, a quién pertenece. Entonces fuimos conocidos<br />

inmediatamente, el mercado argentino lo teníamos porque cualquier revista nos pedía<br />

fotos de archivo, o que cubriéramos cosas para no contratar un fotógrafo y nos<br />

contrataban part-time. Entonces, finalmente negociamos con Atlántida. Esa noche<br />

festejamos con RW, en el comedor del hotel con el mejor vino. Todos nos miraban y<br />

no lo podían creer. Y él me contaba todos los pormenores de la guerra. De la invasión<br />

porque guerra no había visto. Solo el tiroteo ese. Y me contaba las fotos que tenía. Me<br />

decía - “Zuche tengo los ingleses en el piso!”- Y no lo podíamos creer. En ese<br />

momento se nos presenta un corresponsal de SIGMA, la empresa con que competía<br />

GAMMA. Y tuvimos ahí un tiroteo de palabras, pero en realidad nosotros estábamos<br />

comprometidos con la agencia. Y el compromiso con las agencias es normalmente, 50<br />

y 50. Lo que gastás, se reparte y lo que ganás, se reparte. Así que calculábamos que<br />

con esto íbamos a tener mucha plata. Y las especulaciones de muchos de nuestros<br />

346


colegas que conocían el palo íbamos a tener más que mucho. Y en realidad no<br />

tuvimos tanto, tuvimos un bajón y tuvimos que desistir de ser corresponsales.<br />

Cuando llegamos acá se revelan los rollos en Atlántida, le damos, como hicimos<br />

también en otras ocasiones, le damos a Atlántida la primera visión, o sea revelan,<br />

miran y editan lo que ellos quieren y nos quedamos con el resto. Y en este caso, como<br />

nosotros sabíamos cómo se debía trabajar. Rafael, en esa nota y nosotros en<br />

cualquier otra, hacíamos en lo posible la foto 3 veces, con el motor. Porque entonces,<br />

teníamos 3 fotos iguales: una nos quedaba a nosotros, una vendíamos en <strong>Argentina</strong> y<br />

otra iba al exterior. Haciendo ese recorte nos quedan las fotos que inmediatamente las<br />

mandamos a Francia.<br />

¿El Ejército o alguien del Gobierno controló lo que había traído Rafael?<br />

No, se les escapó. Yo Ejército que quiero saber lo que sale y hago de contralor...se les<br />

escapó.<br />

¿Controlaban lo que la revista iba a publicar, es verdad?<br />

A medias... la revista les contaba lo que iba a publicar y por ahí agregaban mas fotos.<br />

En ese viaje yo estuve el día 3 en Malvinas sacando unas fotitos de "merda" porque<br />

eran los soldados argentinos en las islas, algún tanque...pero eso RW lo tenía todo<br />

hecho y eso no era relevante. Estaba al lado de Agustín Bottinelli que era el Director<br />

de la revista Gente, que me acuerdo que quizo sacarse una foto al lado del mástil con<br />

la bandera <strong>Argentina</strong> y la villa de Puerto Argentino detrás. Se decía que él tenía buen<br />

contacto con las Fuerzas Armadas. De ahí a saber cómo era el buen contacto, yo<br />

nunca lo supe.<br />

¿El tendría una bajada de línea? ¿El sabía de antemano lo que podían aceptar los<br />

militares?<br />

Sí, claro.<br />

347


Bueno, estas fotos llegan a Francia y se publican. El mismo material. Porque si te<br />

ponés a repasar la historia había 5 fotos fuertes: que eran la rendición de los ingleses,<br />

el panorama de cómo era el lugar, alguna vista general quiero decir. Y los ingleses<br />

tirados en el piso, o los ingleses caminando con las manos en la nuca... y alguna otra<br />

que referenciaba <strong>Argentina</strong> en un lugar que no era <strong>Argentina</strong>: la bandera <strong>Argentina</strong>, o<br />

un pueblito de gran solaz invadido por un tanque en su camino, o cruzando con un<br />

Land Rover circulando por la dirección opuesta, o sea la mano opuesta a la nuestra y<br />

ahí se evidenciaba esto. Y dicen que cuando Tathcher vio las fotos tuvo conciencia del<br />

grano en el culo que le había metido Galtieri. Que fue eso lo que la subleva y le hace<br />

armar una gran contrainvasión. Y yo creo bastante en eso porque una cosa es que te<br />

lo cuenten en aquel entonces donde no había referencias, ni sitios web que dijeran<br />

Falklands y otra eran las fotos de tus súbditos tirados en el piso por un borracho<br />

dictador ¿no? Me imagino que tiene que ser cierto eso que enseguida se dijo que<br />

cuando vio las fotos le agarró el raye.<br />

¿Por qué las diferencias en la publicación de las fotos GAMMA, ILA O RW?<br />

En realidad hay una nomenclatura internacional que dice que en las fotos debe figurar<br />

el autor / la agencia a la que pertenece / la agencia que distribuye. O sea que sería<br />

RW/ ILA / GAMMA. Cuando las fotos son vendidas en el exterior, por ejemplo a la<br />

India, a India no le importa nada. Pone GAMMA para no tener problemas con la<br />

agencia que le vendió las fotos porque siempre se precia que debe aparecer el<br />

Copyright. Entonces le ponen GAMMA y está bien. Entonces en esas fotos que<br />

nosotros mandamos a GAMMA, ellos le hacían en ese momento 47 copias y las<br />

distribuían en 47 bocas que generalmente eran 47 países diferentes porque tenían un<br />

medio por cada país donde las vendían. Es cierto que GAMMA tenía en <strong>Argentina</strong><br />

como cliente la Editorial Atlántida, así que en el paquete de fotos del mes venían las<br />

fotos de Malvinas como GAMMA. Así que las de Gente que dicen GAMMA son de RW.<br />

Excepto las del día 3, de las cuales podés encontrar de Daniel García, Omar.... no<br />

recuerdo el apellido. Que trabajaban en diferentes agencias y como estábamos todos<br />

348


en Comodoro... Son las fotos de un día encapotado, gris, fotos sin contraste y que no<br />

hay acción.<br />

Nosotros a Gente le vendimos con exclusividad. Nosotros respetamos mucho eso y<br />

por eso nos fue bien. En otras circunstancias, por ejemplo, nos contrataban para hacer<br />

las tapas de La Semana y de Gente y a ninguna de las dos le decíamos que<br />

estábamos trabajando para los otros. No les decíamos ni hacíamos la misma foto. Una<br />

vez que se publicaban les decíamos al editor: Mientras hacíamos esto estábamos con<br />

esto otro. Para que confiara en nosotros. Y en cuanto a la exclusividad éramos mas<br />

que rígidos. Nos llamaban de todos lados para tener las fotos pero la exclusividad la<br />

tenía Atlántida para lo cual le habíamos sacado muy buena plata. Entonces no nos<br />

enviciábamos con eso, lo que nos favoreció muchísimo. De manera que las fotos esas<br />

teóricamente las únicas fotos en <strong>Argentina</strong> para publicar las tiene Atlántida. Ahora,<br />

pasaron tantos años que se pierden los derechos de autor, inclusive no es necesario<br />

que se publique el Copyright... en este momento están como de acceso público.<br />

¿Por eso es que RW luego las publicó con su nombre nada más?<br />

No, lo que ocurrió es que con RW nosotros tuvimos algunas diferencias. Entonces, en<br />

un momento él dejó de pertenecer a la agencia...<br />

¿En el „82 mismo? ¿Porque durante la guerra no se quedó en Comodoro?<br />

No. Yo estuve en Comodoro un mes. Después del 3 de abril. Después volví a Buenos<br />

Aires, intenté volver pero me quedé en Puerto Belgrano, en Bahía Blanca. En<br />

Comodoro no se podía hacer más nada que fotografiar algún movimiento militar que lo<br />

hacían para que los fotografiemos porque estábamos ahí. Y de los enfrentamientos,<br />

algún fallecimiento alguien que se enterraba en Comodoro. Estuve en algún velorio en<br />

Comodoro, fotografiamos la zona, llevaban a los colimbas a practicar para que<br />

nosotros les saquemos fotos. Un poco de color.<br />

349


En Río Gallegos estaba Eduardo Bottaro que hacía los fogones, los soldados de<br />

guitarreada, o escaramuzas. Los marinos omitieron llevar fotógrafos... No! Ellos<br />

llevaron fotógrafos pero llevaron un fotógrafo de La Nueva Provincia de Bahía Blanca.<br />

Yo tengo entendido es que lo aconteció es que tuvo un inconveniente. Técnicamente<br />

trabajó mal y no le sirvieron las fotos. Fue medio terrible. Durante la invasión de la<br />

Marina que desembarcó en la costa. RW vio lo otro. Este fotógrafo o reveló mal arriba<br />

del barco o algo le pasó que fue un desastre técnico. Y los marinos repartieron una<br />

foto como no sé si vos conocés la de Iwo Jima muy parecida pero hecha en el<br />

continente diciendo que era hecha en Malvinas. Todo el mundo se cagó de risa porque<br />

se notaba que era una copia falaz. Eso fue el hazme reír de todos. No hubo<br />

corresponsal de guerra. Supongo que por la misma soberbia y omnipotencia de los<br />

militares con que manejaban el gobierno y manejarían todos los estamentos porque<br />

para qué necesitamos las fotos...Para la historia se necesitaban, justamente. Fue una<br />

pena, realmente, porque nosotros teníamos una formación que a lo mejor otros no<br />

tenían. Porque el hecho de haber trabajado en la revista Gente, mejor dicho en la<br />

Editorial Atlántida fue para nosotros una formación increíble porque conocimos la<br />

fotografía documental que en aquel momento no se practicaba. Y lo que es la imagen<br />

de lo cotidiano, de lo que te rodea. Siempre vamos a buscar algo afuera cuando lo que<br />

te rodea es riquísimo. De haber estado nosotros allí con la Marina o el Ejército<br />

hubiéramos hecho el backstage de la guerra. Este hombre no sé qué es lo que hizo y<br />

lo que hizo lo hizo mal y no le sirvió. Creo que la Nueva Provincia publicó algún<br />

material de él que después se levantó y se publicó en otro lado porque había una<br />

avidez enorme por imágenes. Porque no había más imágenes que las de RW y con el<br />

correr de los días perdían vigencia. Se necesitaba algo que evidenciara la guerra, los<br />

preparativos de la Fuerza Aérea, los mosquitos, los aviones chiquitos que iban a ras<br />

del agua, típicos argentinos, imposible que llegaran porque tenían la hora de vuelo<br />

muy restringida respecto del combustible. Podían ir muy en línea recta y volver sin dar<br />

ninguna vuelta para que les alcanzara el combustible hasta Ushuaia y los tipos lo<br />

350


hacían. Iban muy a ras del agua, tiraban una bombita y volvían. También, lo que se<br />

hacía era fotografiar tratando de mostrar cómo era la fuerza <strong>Argentina</strong>: la Marina, la<br />

Aérea, o los de tierra y a la gente que estaba acá.<br />

¿Para eso no había censura?<br />

Censura hubo y mucha porque todos los chicos colimbas que fueron a Malvinas fueron<br />

revisados exhaustivamente y si traían un tarro de café lo vaciaban arriba de la mesa<br />

buscando rollos para ver si se habían fotografiado entre ellos mismos en la trinchera<br />

que hubiera sido un hallazgo. La verdad nunca se encontraron, si es que alguien las<br />

tuvo. Yo salí en busca de esas fotos. Si encontraba a alguien que volviera de la isla y<br />

que hubiera pasado algún rollo. Yo frené mi búsqueda por otra cosa, pero en realidad<br />

nunca aparecieron. Y en el momento en que yo quise ir. Me iba a Bahía Blanca<br />

empezaba por ahí mi gira, me iba en un avión -porque se daba todo en conjunto- yo no<br />

sé por qué. Y el mismo día íbamos muchos fotógrafos y corresponsales extranjeros<br />

que estaban acá. Uno de la agencia GAMMA y en el aeropuerto de Bahía Blanca nos<br />

paran a todos. Los fotógrafos somos fácilmente reconocibles por los bolsos con los<br />

equipos, entonces nos meten a todos en una sala y nos decían que nos teníamos que<br />

volver. Yo empecé a los gritos, que era argentino, no nos podían parar, que era un<br />

atropello. Ahí había un tipo, nos revisaron y nos dejaron pasar. Y los demás se<br />

volvieron. La idea es que ellos querían ir al Sur, de manera que había censura porque<br />

no los dejaron viajar.<br />

Hay otra historia que son las fotos del Crucero General Belgrano. A mí me tocó<br />

difundirlas. Con suerte, las recibí en la mano y las puse en la prensa. Esas fotos las<br />

tomó -si no me equivoco- un Teniente de Navío que se llamaba Martín Sgutt.<br />

¿Cómo te llegaron a vos esas fotos?<br />

Todo en la vida es obra de la casualidad, del empuje que uno le ponga, las ganas de<br />

encontrarse con algo siempre da sus frutos. Yo fui a Bahía Blanca, una vez que pude<br />

351


pasar del aeropuerto me contacté con la gente que conocía de prensa para ver qué<br />

habían estado haciendo, cuáles eran sus contactos, si me los pasaban para ver si yo<br />

podía hacer algo. Ocurría que en esos días habían ametrallado los aviones ingleses<br />

un barco supuestamente pesquero, no recuerdo el nombre, le habían descabezado la<br />

torreta y habían muerto varios. Entonces, la idea mía era fotografiar la llegada de esos<br />

cadáveres y heridos y mostrar a través de eso la guerra. Así que me contacto con los<br />

enviados de Gente que eran Liliana Morelli y el fotógrafo que estaban designados para<br />

cubrir lo que sea que sucediera en Puerto Belgrano o Bahía Blanca. Me cuentan que<br />

habían estado en tratativas con la gente de Marina en Puerto Belgrano pero que los<br />

habían peloteado de uno a otro y no conseguían nada. Esta gente, los heridos estaban<br />

llegando al aeropuerto en diversas remesas, diferentes días. Entonces la idea mía era<br />

hacer unas fotos de algún herido con muletas, vendado, sin joder porque viste alguien<br />

que había estado sufriendo era un bajón cuando te meten una cámara... Entonces<br />

hablando con Liliana me dice: “-Mirá ahora nos derivaron a un tipo en la base que...”<br />

-¿Cuándo vas?, le digo. Bueno, ¿puedo ir con vos? ¿Tenés problemas? -No, no. Nos<br />

conocíamos y sabíamos que había una correspondencia. Eran los que mejor pagaban<br />

y los que más difundían. Así que fuimos a la base de Puerto Belgrano y nos derivaron<br />

al que era -después me enteré- Jefe de Inteligencia de la Base. En su despacho, la<br />

charla se dio por diversos carriles: quiénes son, qué hacen, qué era ILA, le conté un<br />

poco la historia nuestra y como yo soy un poco preguntón, también me gusta saber<br />

qué es lo que hace el otro. Así que era al revés, a Liliana no le importaba el tipo ese<br />

quería algo mas importante. Entonces hablamos del mercado negro de armas, de los<br />

Exocet, me contaba las vueltas que daban -que ya no recuerdo- para comprar los<br />

Exocet. En realidad no se los compraban a Francia porque Francia no se quería<br />

involucrar vendiendo armas contra Inglaterra. Era como deschavar, como “aviváte gil”<br />

que la cosa es así. Entonces, en un momento le digo: -Che... ¿Acá está todo bien?<br />

Haciendo la seña como que nos podían estar escuchando. Entonces me contesta:-<br />

“No, quedáte tranquilo que acá lo micrófonos los pongo yo”. Bueno, charla va, charla<br />

352


viene en un momento golpean la puerta. Que era un ambiente antiguo con puertas de<br />

madera y vidrio, altas con cortinitas. El entreabre la puerta, le dicen algo y nos pide<br />

que lo esperemos un minutito y se va.<br />

Vuelve, cierra la puerta y en una acto que parecía actuación se apoya en la puerta<br />

recién cerrada y dice: -“¡Tengo algo que es una bomba!”. ¿Qué pasa? Acaban de<br />

llegar fotos del Crucero Gral. Belgrano hundiéndose.<br />

¡Noooo! Yo, quieto, inmutable. Y los otros dos: “¡Puede ser una tapa! Qué<br />

importancia!” Y yo los quería matar. Porque cuando vas a comprar un auto no podés<br />

decir que está buenísimo. Yo los quería matar. Yo iba con guita porque iba a comprar<br />

material, rollos de los soldados o fotitos de ellos. Así que iba forrado, tenía para<br />

comprar. Tener dinero encima en ese momento era tener 2 mil o 3 mil dólares.<br />

Entonces este hombre dice: “-Si me esperan un rato se las muestro. Y viene después<br />

de nuevo. Yo le pregunto y me dice: “-Están en el laboratorio. Las acaban de revelar”.<br />

Y nos cuenta con lágrimas, con algún dejo de lágrimas que él había sido tripulante del<br />

Crucero Genera Belgrano. Y eso es muy fuerte, porque haber sido tripulante oficial del<br />

Crucero y que te lo hundan debe ser lo más doloroso. Había pasado por ahí cuando<br />

había sido Capitán de Corbeta, no sé. Yo me pongo en la piel de un militar y eso debe<br />

ser muy fuerte, muy fuerte. Bueno, entonces él dice que están en el laboratorio.<br />

¿El no tenía drama de compartirlas con vos?<br />

La charla había sido tan coloquial, tan amena, repasando el mercado negro,<br />

repasando los fondos patrióticos nacionales qué se hacía con ese dinero y demás. El<br />

decía que se lo robaban a mitad de camino. Nosotros éramos periodistas -eso era lo<br />

raro- y el tipo tenía una avidez de charla. Y de congraciarse y a lo mejor no podía<br />

hablarlo con nadie y no se daba cuenta de todo lo que estaba poniendo en su boca,<br />

sabiendo que al mismo tiempo que nosotros no íbamos a publicar eso en boca de él<br />

porque éramos boleta. Era en la época de la Dictadura y desde esa soberbia se<br />

353


hablaba. Pero habíamos estado muy bien, tomando el té, en unos sillones, nada de<br />

escritorios, como amigos conociéndonos.<br />

Entonces, vuelve trayendo 4 fotos. “¡Uhy! ¿Esto cómo podemos hacer para tenerlas<br />

nosotros?”<br />

Yo calladito porque si el tipo las trae es porque las íbamos a tener. Y el tipo dice: -“Yo<br />

ahora no se las puedo dar, a ver cómo podemos hacer”. –“¿Qué van a hacer<br />

mañana?” Yo le digo... “Voy a cubrir un entierro en el mausoleo de alguien del<br />

Belgrano, un oficial”. “Ahí está -me dice-cuando te venís a eso tenés que pedir<br />

autorización acá en la base”. “Entonces, pedís autorización, me ves a mí y te doy las<br />

fotos”. “Cuando termina el entierro yo quiero las fotos acá”. Me daba las fotos a mí<br />

porque la idea era reproducirlas. Fotografiar las fotos. Lo hice yo porque llevaba una<br />

lente especial. Iba preparado, llevaba la lente especial para hacer la reproducción, un<br />

macro Nikon. Lente de acercamiento. Así que fui, pedí la autorización para ir al<br />

entierro, fui al entierro busqué las fotos y me fui en un remís que me esperaba en la<br />

puerta. Resulta que el remís que me llevaba hasta Bahía Blanca donde yo quería<br />

hacer las reproducciones en el hotel, a puerta cerrada, el tipo cuando me ve con el<br />

bolso me descubre como periodista y me empieza a contar que él había sido tripulante<br />

del Gral. Belgrano -el remisero-. Y a mí se me partió el alma, además digo: “¿Este tipo<br />

me está tirando la lengua? ¿Sabrá algo”? La persecuta de esos años era muy grande.<br />

Entonces entro a la habitación -esto es una anécdota también- porque yo había dejado<br />

la habitación porque me tomaba el primer avión ni bien tuviera el rollo. Y le digo al<br />

conserje, tengo que ir a la habitación, necesito ir al baño. “Si, andá tranquilo, no está<br />

hecha” -en el Hotel Austral era-. El remís afuera esperándome. Entro a la habitación,<br />

abro la ventana pongo las fotos arriba de la cama y comienzo a reproducir. Como 8 o<br />

10 tomas de cada una y eran 4. Con un rollo, con otro, diafragma cerrado, abierto. No<br />

quería errarle. Estaba haciendo eso y de pronto se abre la puerta... ¡¡¡Me quería<br />

matar!!! Pensé que me chupaban... Era la mina que iba a limpiar! No me olvido mas, lo<br />

cuento porque esas cosas que te quedan adentro. ¡¡Qué momento!! ¿Cómo habré<br />

354


sufrido si me lo acuerdo tanto? Me subo al remís, entro a la Base le devuelvo las fotos<br />

a este tipo en un sobre, un sobre que era un sobre adentro de un libro que me había<br />

prestado con las fotos adentro. Y en el mismo remís me fui al aeropuerto.<br />

¿A cambio de nada las fotos?<br />

No, no, me olvidaba. Le digo, -¿cuánto valen? “Mil dólares cada una” - me dice. Yo no<br />

llegaba, no llegaba a 4 lucas. Eso fue cuando estábamos con la gente de Gente.<br />

Cuando salimos le digo a Liliana, “-Llamá a Buenos Aires, hacé lo que tengas que<br />

hacer, yo pongo más del doble, de la mitad. Siempre había alguna manera de que<br />

llamen a alguien. El distribuidor de allá le adelantó guita y se completó. Entonces,<br />

llegué a Buenos aires, derecho a Atlántida a revelar. No se podía creer. Las fotos eran<br />

en realidad, la borda de un bote salvavidas naranja y el barco en posición de<br />

hundimiento. En ese entonces, alguien me dijo que era la primera vez que había fotos<br />

de un buque de guerra hundiéndose. Y esas fotos, acá ya estaba el jefe de GAMMA<br />

en Atlántida porque tenían una relación fluída y cuando las vio no lo podía creer. Y se<br />

metió en la media las 4 fotos originales y se fue a Ezeiza. Se fue a Nueva York. Y el<br />

muy pelotudo, se las vendió a la televisión. Habrá hecho muy buena plata pero les<br />

bajó el resto de ventas de todo el mundo. Porque una vez que salen en TV las levanta<br />

cualquiera y pierden efectividad. Vos sacás una foto que no conocen en tu país, la<br />

vendés en Alemania, un crucero hundiéndose y si nadie la vio la tenés que ver.<br />

Eso motivó una serie de juicios y nuestra separación de GAMMA. La televisión las<br />

puso en el aire, se las vendió a AP. Salían con crédito de AP, y acá se armó un<br />

revuelo tremendo porque los corresponsales extranjeros estaban todos referidos al<br />

Estado Mayor conjunto. No había otro canal de información de guerra que el Estado<br />

Mayor Conjunto y había dicho que todas las fotos que se conocieran iban a ser<br />

repartidas equitativamente a todos los medios. Así que las saca la TV, las publica AP y<br />

acá se arma un revuelo tremendo que motiva una investigación. Al mes y medio o dos<br />

meses de esto yo estaba en la agencia -que estaba en otro lugar- suena el teléfono,<br />

355


preguntan por mí y yo digo él habla. “¡Ahy! -Por fin te encuentro, cómo me ha costado,<br />

ja,ja,ja”-. –“¿Quién habla? Capitán no sé cuanto...Y el tipo quería hablar conmigo”. –<br />

“Mire...tenemos interés en tener una charlita porque Ud. estuvo por Bahía Blanca.<br />

¿Ud. se podría acercar al Edificio Libertad”? Yo no le podía contestar, no puedo, estoy<br />

muy ocupado. Cagado hasta las patas me tuve que poner corbata, traje. Me fui<br />

empilchado porque a un edificio militar no se puede entrar sin saco y corbata. Y<br />

cuando llegué fue terrible porque cuando digo vengo a ver al Capitán tal enseguida se<br />

levanta uno de mesa de entradas y me dice acompáñeme. Y no me registran la<br />

entrada. Yo digo...no tenés entrada, no estabas registrado, o sea no habías entrado<br />

nunca vos ahí. Entonces es gracioso, porque vamos por unos pasillos, me va<br />

presentando unos tipos de uniforme. Entramos a una oficina, con un escritorio, yo saco<br />

una silla como para sentarme y me dicen: disculpe pero ahí se va a sentar el Capitán<br />

"Sarrasqueta" que viene en un ratito. Me siento así frente a una mesita, me pongo a<br />

conversar y cuando levanto la vista tengo una cámara enfocándome. Estaba más<br />

nervioso, yo... Porque yo tenía que decir que le había comprado las fotos al tipo este...<br />

¡Ah! El antecedente es que cuando esto se empezó a avispar el que me dio las fotos<br />

fue a buscar al fotógrafo de Gente al hotel se le sentó en la barra al lado, pidió un<br />

whisky y le dice:-Si hablás una palabra de las fotos vas a aparecer en una zanja. El<br />

fotógrafo le cuenta eso al Director de la revista. El Director me llama, porque es gente<br />

amiga, el Negro Luján Gutiérrez, que es de La Plata como yo, me llama y me cuenta<br />

esto y me dice:- ¡Qué voy a hacer! Me ponés en una situación de mierda porque ahora<br />

que estoy enterado… Porque después me llaman y me preguntan cómo había hecho,<br />

cómo había llegado a las fotos.<br />

¿Qué contaste?<br />

Y yo le dije, en realidad hicimos un canje. El pedía dinero para el fondo patriótico. Yo<br />

no podía decir que el tipo me había pedido una luca. Con el antecedente que si<br />

hablaba lo iban a “voletear” al otro e iba a aparecer en una zanja.<br />

356


Estábamos en dictadura...Charlamos mucho, como hora y media... y me dice, ¿Ud.<br />

tiene inconveniente en contar esto a la gente de Bahía Blanca? Allá está el Capitán<br />

fulano que quisiera escucharlo... pasaje de avión ida y vuelta a Bahía Blanca en el<br />

mismo día para la otra semana. Y cuando llego me va a buscar una camioneta al<br />

aeropuerto, tampoco me registran, una camioneta verde con un soldadito de chofer.<br />

Entramos, hace la venia el soldadito, no me registran. Llegamos, Juzgado de Guerra -<br />

el edificio-. Coloquialmente, un tipo muy simpático, juez de Marina, abogado el tipo me<br />

empezó a preguntar todo de vuelta, me lleva a almorzar comimos en una fonda<br />

perfecta, me llené de calamares y todos esos bichos de mar y yo ya estaba muy<br />

nervioso porque es una situación de mierda, te sentís sapo de otro pozo porque es el<br />

Ejército. Las Fuerzas Armadas en una situación comprometida, porque a la tarde fue<br />

con un taquígrafo haciéndome preguntas acerca de lo que habíamos hablado a la<br />

mañana. Un interrogatorio pero mucho más punzante y a fondo que a la mañana. Yo<br />

me mantuve en mis treces. Al tipo lo tenía que hundir pero no podía hundir tanto, es<br />

que yo ya había dicho una cosa que estaba grabado con una camarita de TV. Me<br />

preguntaron si yo había hablado con él por tel. y yo había hablado con él la noche<br />

anterior coordinando a qué hora iba el día siguiente a buscar las fotos. Le dije que no.<br />

me parecía que si el tipo me había dado el tel particular más lo hundía. Imagino no lo<br />

habrán averiguado porque nunca me hicieron la re pregunta. Después de todo, Gente<br />

consigue dos de las fotos que faltan en la secuencia -no sé cómo.<br />

Con el tiempo supe que al Teniente de Navío -a quien me parecía ver todo el tiempo y<br />

que iba a encontrar a la vuelta de una esquina- fue degradado en un acto público en el<br />

que le quitaron las jinetas y todos los subsidios.<br />

En una oportunidad, cuando Menem era presidente, voy a la Casa Rosada y el edecán<br />

me cuenta que el tipo había muerto.<br />

La historia sigue porque Martín Sgutt -el autor de las fotos- le hace un juicio a GAMMA<br />

porque las fotos fueron vendidas a AP y a la TV y salieron sin crédito. Entonces, a raíz<br />

357


de ese juicio en que GAMMA le pagó a Sgutt cuatro mil dólares y el viaje, la agencia<br />

canceló los pagos y no nos pagaron el total que nos debían de antes. Cuando finaliza<br />

la guerra, Alfonsín gana las elecciones y asume el 10 de diciembre, en GAMMA<br />

esperaban que les hiciéramos la cobertura y no les avisamos con anticipación que no<br />

la haríamos. Entonces se viene la separación de RW de ILA por diferencias internas<br />

con él respecto del manejo con GAMMA después de la trastada que nos habían<br />

hecho. El quería seguir siendo corresponsal para ellos.<br />

Con respecto al Belgrano, en el „88 Jorge Palomar hace una recopilación de los datos<br />

del Belgrano y me cuenta que Sgutt iba en esa balsa desde donde sacó las fotos con 3<br />

soldados sobrevivientes y un herido que finalmente muere en sus brazos. Y que Sgutt<br />

en ningún momento estuvo preocupado por hacer dinero con las fotos ni por encontrar<br />

al Teniente de navío que había vendido sus fotos.<br />

En el caso de esas fotos no importaba la calidad ni la cámara con la que habían sido<br />

tomadas, sino el contenido era lo más importante.<br />

En el año „85 u „86 se va Tito Lapena de la agencia porque decide trabajar en relación<br />

de dependencia y hoy está como Jefe de Télam. En el „89 Eduardo y yo quedamos<br />

con el nombre de la agencia pero a raíz de un accidente que tiene Eduardo en La<br />

Rioja durante una cobertura decidimos dedicarnos a fotos de comerciales, reportajes y<br />

algunos acontecimientos pero sin producciones propias.<br />

Eduardo hace 8 años dejó todo, me dejó con la marca ILA y se fue a Córdoba donde<br />

puso un restaurante en Yacanto.<br />

El tema con GAMMA es que ellos repartían sus fotos en 47 países y no nos pagaron<br />

las fotos del Belgrano ni otras tantas que nos enteramos que fueron publicadas por<br />

conocidos nuestros que viajaban afuera y nos traían los diarios y revistas donde<br />

habían salido. Ellos nos enviaban vía correo la liquidación y el detalle de dónde se<br />

publicaban y ahí era donde nos pasaban la mitad.<br />

358


No hicimos tanta plata como algunos creyeron y nosotros mismos pensamos que<br />

íbamos a hacer. Atlántida nos pagaba con tanto y sonante y con eso sí, invertimos en<br />

una casa en Lavalle y Uruguay donde pusimos la Agencia y en equipos. Cuando<br />

quedamos dos con nuestra parte compramos este departamento de Tacuarí luego<br />

compré a Eduardo y mantengo hasta ahora junto con el nombre ILA.<br />

Con la venida del Papa a la <strong>Argentina</strong>, en el „82 hicimos una cobertura increíble,<br />

también.<br />

¿Por qué no se mencionaban los créditos de algunos fotógrafos? Porque los<br />

fotógrafos de Télam estaban autorizados por el Ejército, seguramente, para hacer sus<br />

fotos en Malvinas. Y los jefes de Télam, esos dos tipos grandotes y viejos que tenían<br />

pinta de ser fotógrafos retirados, en lugar de recibirlas y repartirlas lo que hacían era<br />

venderlas. Me consta porque un día los vi llegar a Atlántida con el material para<br />

venderlo. Ellos mismos hacían todo.<br />

Entrevista a Eduardo “Pollo” Farré - 29 de Junio de 2006<br />

Mientras bajamos del ascensor me dice que ni bien pase la puerta se me irán todos los<br />

prejuicios que tengo sobre Malvinas. Pregunto por qué y él me dice que es porque me<br />

va a contar toda la verdad de la guerra en la que él estuvo.<br />

(Levanta las tazas y tostadas del desayuno que compartió con Paola antes de que yo<br />

llegue y mientras lava lo que quedó sucio, empezamos a conversar). Pregunta si<br />

puede poner música y elige un disco de Los Beatles)<br />

Mi madre era pianista, Chopin, tocaba… Mi abuelo fue fundador de SADAIC con<br />

Canaro, con Decaro –el autor de Flores Negras-. Era músico, pianista, abogado… fue<br />

como era antes que había que tener un hijo médico, uno militar y uno abogado. Todos<br />

mis tíos abuelos eran médicos y los obligaba el abuelo a que siguieran la carrera de<br />

medicina… te cuento esto porque tienen que ver después…Un día, mi abuelo fue a<br />

359


hacer una disección, le tocó abrir una persona. Destapó así y era el mejor amigo de él<br />

el que estaba en la mesa. Abandonó la carrera y se puso a estudiar abogacía. No le<br />

dijo nada al padre y él trabajaba en los bailes como músico contratado por la gente de<br />

plata. (sirve dos vasos. Uno con agua para mí y otro con jugo de pomelo para él)<br />

Me dí cuenta que lo mío no era la economía aunque tengo mucha afinidad… De hecho<br />

me compré equipos en la subida de la bolsa en los ‟90. Puse un sueldito, gané el<br />

400% y me pude comprar una Nikon F4 que fue lo más en ese momento.<br />

Yo volví de Malvinas con una crisis muy grande, veníamos de la Dictadura. Yo entré a<br />

Télam sin padrinos, sin ganchos, sin nada. (Pide permiso para fumar y arma un<br />

cigarrillo) Pasé un verano que es cuando hay lugar por las vacaciones. Y era el último<br />

orejón del tarro, porque sos el último en todo, las vacaciones, todo. El 30 de Marzo<br />

hubo una manifestación que ya sabrás la historia vos. Nos cagaron a palos, a uno de<br />

los que más cagaron a palos fue a Román Von Eckstein, mi compañero, que ahora se<br />

le está muriendo la mamá en Mar del Plata, y me están pidiendo las fotos de él.<br />

Muchas veces me habían dicho que me iba a ir de vacaciones. Yo tenía un jefe que<br />

era francés y se llamaba Marcel Yves Martin. El fue jefe durante la Dictadura, después<br />

lo desplazaron. No sé su historia pero había estado en Indochina, en guerra y no era<br />

un inútil. Pero era un tipo que nos humillaba demasiado. Aunque a mí me chupaba un<br />

huevo porque yo traía una carga de información extra de la facu, entonces, aprendía<br />

todo muy rápido. Y ellos no podían creer y me daba cómo había que informar y veía<br />

las fotos y me daba cuenta que a las fotos les faltaba algo y me hice fotógrafo porque<br />

un día vino un tipo que es mi amigo a veces, porque a veces me peleo y a veces me<br />

amigo con él. Es Jorge Vilariño y fue uno de los primeros editores gráficos de la<br />

<strong>Argentina</strong> y dio una charla en la facultad que en ese momento funcionaba en Banfield,<br />

en la calle Larroque. La materia se llamaba Información Fotográfica y Audiovisual y yo<br />

cuando recibí esa clase magistral que dio Jorge me quedé duro y dije: yo tengo que<br />

hacer esto. Porque de chico era el fotógrafo de la familia, me expresaba mejor con la<br />

360


fotografía que con la escritura. Sé escribir, de hecho he escrito poesías en momentos<br />

de rebelión o de problemas. Porque vos sabés, que a mí me persigue un poco<br />

Tanatos, es un poco una lucha entre Eros y Tanatos, mi vida. Y mi primera mujer me<br />

instó mucho a la fotografía. Ella murió, tuvo un intento de suicidio, eh…cuando me<br />

empecé a separar de ella. Cuando volví yo estaba muy quebrado por la parte afectiva,<br />

ella no se llevaba bien con mi familia, yo estaba muy aferrado a ella…Bueno, uno<br />

elige… eran otras épocas.<br />

Entonces, un día, después que me cagaron a palos el 30 le digo a mi jefe que no era<br />

el francés sino otros dos tipos: uno que yo creí que era bueno y el otro que era el<br />

malo. Pera era un juego, como hace la cana cuando te tortura. Fernández Burgos y<br />

Martinelli eran los jefes de Télam. Entonces, les dije:-mañana me voy de vacaciones.<br />

Sí o sí. No doy más.- Eso fue el 1° de Abril. El 2 me levanté a la mañana, prendí la<br />

radio y me encontré con esto. Con Malvinas. Y dije:- No puede ser que tenga tanta<br />

mala suerte. Para mí era una oportunidad. Llamé por teléfono a la agencia desde lo de<br />

mi mamá porque yo no tenía y me dicen:- No, ya salieron Polaco y Eduardo Navone<br />

para allá en un avión. Así que me dijeron perdiste pero… Yo le dije:- Burgos, <strong>Argentina</strong><br />

hace una guerra cada 150 años, esta es mi guerra. Yo quiero ir.<br />

¿Cuántos años tenías?<br />

Era grande, tenía 30 años porque soy del ‟52. Pero me hice fotógrafo un poco tarde<br />

porque hice 3 años de Economía y entré en la Facultad en los ‟70. Creamos la carrera<br />

de Periodismo con una serie de amigos que ahora conducen la UTPBA. Luli Fogales,<br />

el Negro Sosa, Daniel Das Neves. Esos eran mis compañeros.<br />

Entonces, me dice mi jefe:- Andáte de vacaciones, pero estáte atento. Hacéme 2 o 3<br />

cosas allá en Mar del Plata, no te voy a decir qué me dijo, eran cosas un poco de<br />

inteligencia y las manifestaciones que había ahí… Todo ese material quedó en Télam<br />

no lo ví nunca más. Y un día, promediando abril…<br />

361


Rafa (Wollmann) estaba ahí haciendo una nota para Gamma sobre flora y fauna en las<br />

Malvinas e hizo una consulta porque cuando surgió el conflicto en las Georgias por el<br />

tema del desarmadero y había un plan original que era invadir las Islas (lo contó Rafa<br />

en cámara la otra vez) con una guarnición de 40 policías y retirarse pero ¿Qué pasó?<br />

La <strong>Argentina</strong> estaba en un estado cataléptico brutal, quería ganar cualquier cosa.<br />

Entonces, cuando dijeron que tomaban las Malvinas era una causa que era imposible<br />

no apoyar. Desde el antimperialismo, o desde el triunfalismo. Entonces vino la plaza<br />

de Galtieri y se creyó Perón –esta es mi versión-.<br />

Ahí tengo un libro dedicado por Balza que fue uno de los mejores generales de la<br />

guerra y fue uno de los tipos que me dejó fotografiar libremente todo.<br />

¿Tenías restricciones?<br />

Te voy a decir una cosa, en la guerra no hay verdad o mentira. La información de<br />

guerra es un frente de combate tan o más importante que el propio frente de tierra<br />

porque desde ahí vos regulás la moral de la propia tropa y del enemigo. Sólo que yo<br />

era muy consciente de lo que pasaba porque estaba ahí, porque había estudiado,<br />

porque tenía información y porque sabía lo que era la opinión pública y sabía lo que<br />

eran los ingleses. Que nos iban a marear, que habían hecho la fortuna arriba de los<br />

barcos porque eran piratas. Y los piratas no se marean arriba de los barcos y vomitan.<br />

Luchan hasta el final.<br />

Entonces, la taba se dio en lugar de culo…se me dio y se volvió un compañero mío<br />

entonces, me dijeron a mí. Y yo volví de vacaciones y llamé a la agencia y me dijeron:<br />

-¿Querés ir a Malvinas? Y yo dije: -¡Sí! Inmediatamente, no le dije nada a mi familia, le<br />

dije a mi mujer en ese momento, María Cristina Bazán: -Preparáme un bolso que me<br />

voy a Malvinas y ella no lo podía creer. Pero estaba contenta porque iba a hacer algo<br />

que yo quería. Y me fui. Casi no pude embarcar porque me peleé con el jefe del<br />

aeropuerto porque empecé a hacer fotos en medio del aeropuerto de Comodoro<br />

Rivadavia y no se podía fotografiar nada porque ya había restricciones de información.<br />

362


Finalmente, embarqué en un Hércules C130 yo solito y una unidad de tiro Roland que<br />

era un misil tierra aire que vendían unos alemanes con un riesgo muy alto. Porque si<br />

se llegaba a detectar que Europa le estaba vendiendo armas a la <strong>Argentina</strong> en el<br />

medio del conflicto era un kilombo. Fue muy conmocionante para mí ese viaje. Llegué<br />

el 21 de abril a la tarde a Malvinas. El 21 o el 22 no recuerdo. Llegué y fui al hospital y<br />

ahí me presentaron a los médicos, qué sé yo. Casualmente hice una foto con una cruz<br />

roja que están pintando y la tengo en colores.<br />

Después, la única vía de salida que tenía mi material, era…porque yo tenía mi<br />

máquina de radiofotos que no era lo más eficiente del mundo, porque AP tenía una<br />

que se llamaba F16. Creo, porque me la confundo con el avión…Una maquinita azul.<br />

Nosotros teníamos unas alemanas que se llamaban Gelp que eran más difíciles.<br />

Había satélites. La imagen salía al aire por radio, la tomaba el satélite y por tierra el<br />

cable la llevaba por teléfono a Télam. Había que establecer el límite de blanco y negro<br />

y ahí empezaba a girar la máquina y con ruidos salían las fotos. No limpitas como<br />

ahora. Llegaban a Télam. Algunas fotos, yo podía transmitir muy poco porque había<br />

muy poca capacidad de transmisión. Yo tenía que sacar las fotos por la bolsa del<br />

Gobernador. Nosotros éramos los únicos fotógrafos que había del lado argentino. Yo y<br />

Román. El se tuvo que volver porque se peleó con unos corresponsales amigos. No se<br />

quedó hasta el final. Porque pensó que iba a poder volver pero no pudo. Yo le pedía<br />

por favor que no se vaya porque entre los dos podíamos hacer más fotos. Uno en un<br />

lado y otro en otro. De hecho cuando fue el primer ataque al aeropuerto, nosotros<br />

sabíamos que iban a atacar porque el puente aéreo estaba ahí, pero no teníamos<br />

logística propia. Nos movían soldados. Jeeps, los que nos movían era la gente de de<br />

la RI 25 de Seineldín. De quien nos hicimos amigos porque sino te ponen un avión y te<br />

mandan. Y en honor a la verdad, Seineldín como buen fundamentalista, era uno de los<br />

mejores soldados. Y no se quedaba en Puerto Argentino. Estaba con sus soldados en<br />

los pozos, en las alturas del aeropuerto. Eran la defensa del aeropuerto. Y el tipo tenía<br />

un plan político claro hacia adelante. En ese momento yo me dí cuenta. Porque yo era<br />

363


de la facu. Porque hay errores que se cometen y yo fui un error… De hecho, las 2<br />

fotos que hay en la muestra de ARGRA de las abuelas una es mía y la otra de<br />

Román. Yo mandé 4 fotos… fue un error de ellos (los que dirigían Télam) porque nos<br />

dejaron ahí haciendo lo que queríamos, y yo no tomé esto como una cuestión<br />

futbolera, porque yo no era sueco. Para mí las Malvinas eran argentinas y lo siguen<br />

siendo ahora, igual lo que pasó es que los tipos hicieron una mala política. Cuando<br />

fueron a la guerra yo sabía que la Thatcher por un montón de cuestiones políticas nos<br />

iba a llevar a la guerra y lo que hizo fue hundir el Belgrano. Porque al hundir el<br />

Belgrano no hubo vuelta atrás después de ahí.<br />

Conocí al tipo que hizo la foto del hundimiento del Belgrano porque un día vino a<br />

Télam y me contó la historia. Y a él le sacaron el material e hizo un juicio después. Y lo<br />

apretaron para que renunciara. El nombre del oficial no me lo acuerdo. Cuando se<br />

estaba hundiendo el Belgrano se calzó el salvavidas y metió la mano en el bolsillo y se<br />

dio cuenta que tenía una Kodak Fiesta con el rollo entero con 8 fotos y el tipo tuvo la<br />

mente fría para calcular cuánto iba a tardar en hundirse y sacó la secuencia, las 8<br />

fotos. Es la foto que vos conocés que no tiene mucha calidad pero es una de las fotos<br />

más representativas y él me dijo:-No necesito trabajar porque mi mujer tiene plata<br />

pero…<br />

Entonces, empecé en Malvinas antes de que llegara la flota. Cuando llegó la flota, yo<br />

dije:- Acá se pudrió todo. Va a haber guerra o guerra, no otra cosa. – Nosotros no<br />

teníamos contacto con los medios, con lo que se publicaba pero imaginaba cuál era el<br />

estado eufórico porque teníamos la tablera de Télam pero nos enfermábamos porque<br />

veíamos que acá la cosa seguía como si nada: el Hipódromo, los partidos de fútbol… y<br />

nos agarraba una bronca terrible. Nosotros hacíamos con el equipo, éramos: el<br />

comunicante y dos cronistas. El cronista que fue conmigo era Diego Pérez Andrade y<br />

el padre de él era el jefe de prensa de Basilio Lami Dozo que dentro de la Junta era el<br />

más político de todos. Conocí al hijo de Anaya, era el mejor helicopterista del Ejército,<br />

tenía una pata de aluminio porque se había hecho mierda con una moto. Pero era muy<br />

364


uen helicopterista, era un piloto muy audaz. Había que volar muy bajo. Los aviones y<br />

los helicópteros volaban muy bajo. Yo hice un vuelo en helicóptero por fuera de la<br />

vigilancia. Teníamos un oficial que controlaba. Estaba entre Menéndez y nosotros. Y a<br />

ese oficial había que pedirle permiso para todo. Y como los ingleses todavía no habían<br />

bajado, yo me preocupaba mucho porque mis fotos tuvieran un fuerte contenido<br />

informativo y ciertamente algo de opinión. Y después, me fui enterando que las fotos<br />

mías se las afanaban. Llegaban a Télam y circulaban y vendían los originales y si vas<br />

a buscar a Télam hoy queda poco. Llegaban ahí y las revelaban en Atlántida.<br />

Atlántida editaba lo que más le interesaba y mandaba los rollos a Télam. No se<br />

quedaban con los rollos, hacían reproducciones, pero después se empezaron a<br />

dispersar, las editoriales a venderlos. Y yo no sé si es verdad o mentira pero yo hice<br />

contacto con gente de Atlántida que me dió acceso al archivo para buscar fotos a<br />

pesar de que no es fácil. Gabriela Cocciffi, que es editora ahora de Gente, era<br />

corresponsal durante la guerra, no sé si en Gallegos o en Ushuaia y era amiga de<br />

Diego Pérez Andrade que era el cronista.<br />

En esa excursión con los comandos empezamos a fotografiar y fue muy fuerte porque<br />

eran tres helicópteros volando muy bajo por un valle con los observadores arriba que<br />

sabíamos nos estaban mirando y por ahí podía aparecer un Harrier y volarnos en<br />

pedazos en segundos. Yo quería fotografiar el descenso de los soldados del<br />

helicóptero pero no me dejaron. Me querían dar seguridad a mí. Me decían:- No, vos<br />

estás a cargo nuestro. Ese vuelo lo conseguí por fuera del control. No te quiero decir<br />

de la censura, porque todo el mundo censuraba… Los ingleses ejemplo, en esta<br />

guerra fue la primera vez que no dejaron ir a los fotógrafos como free lance y los<br />

mejores fotógrafos de los ingleses no pudieron ir a Malvinas. Armaron un pool y<br />

controlaban todo y dispersaban y ponían las fotos que ellos querían. Por eso te digo<br />

que tenés que tener una visión de lo que es la información de guerra, porque es un<br />

frente de combate. Y en diversas entrevistas, porque en mucho tiempo no quise hablar<br />

de esto porque lo tuve muy abajo. No porque me hiciera mal, o me doliera y si me<br />

365


decís si tuve miedo te digo:- Sí, porque te cagás todo pero la adrenalina que sacás…<br />

¿Eh? Tenés que seguir adelante y tenés que controlar el miedo porque si no, no hacés<br />

las fotos. Entonces, fotografiaba diversas cosas en la isla, a los soldados, así salió la<br />

foto esa de los escobillones. Hoy justamente le mandé un mail a la gente de ATC<br />

porque querían que les contara la historia de esa foto. Pero yo no quiero que salga al<br />

aire esa foto acá en la <strong>Argentina</strong> porque no quiero problemas. Porque creo que puede<br />

ser manipulada y creo que tiene una lectura muy ambigua esa foto. Y yo la hice:<br />

fotografié por contraste, porque me pareció muy ridículo. Porque estábamos haciendo<br />

una operación. Estábamos mostrando como arreglábamos la Isla, cómo ayudábamos<br />

a los kelpers y no había kelper que no nos odiara. Había uno solo y era considerado<br />

un traidor y por eso se tuvo que ir. Tenía un hijo que estudiaba en la escuela de<br />

aviación de Córdoba, ese tipo. Y estaba casado con una empleada de LADE que era<br />

cordobesa. Ahora no recuerdo el nombre. Tendría que buscarlo en una agenda vieja.<br />

El tipo está en Córdoba. Y empecé a fotografiar…porque un día cuando volvíamos de<br />

hacer esa operación de acción psicológica porque era mostrar que estaba todo bien,<br />

no estaban mal las cosas, pero la guerra estaba desatada y yo ya sabía, me dí cuenta<br />

que la guerra iba a ser la guerra el día que llegó un Hércules y ví los titulares que<br />

decían: -Piratas, si nos atacan van a ir a la lona. A la lona vamos a ir nosotros –pensé-<br />

. Atacarán las Georgias –decía… ¿Viste la película Apocalipsis Now? Te recomiendo<br />

que la veas. Era un atardecer todo anaranjado…Se fotografiaba en blanco y negro o<br />

en color. Pero ese material no está en ningún lado. Yo ese material lo mandé. No me<br />

quedé con nada y cuando me quedé con algo, el último día cuando pude hacer algo de<br />

la rendición. Porque no pude hacer la rendición ni hacer a Moore y a los ingleses yo<br />

los vi con un tele muy grande que yo tenía. Además, a nosotros nos habían jurado<br />

matarnos porque no nos creían que éramos fotógrafos de verdad, creían que éramos<br />

fotógrafos del ejército. Entonces yo decidí que no iba a arriesgarme por eso. Pedí<br />

protección pero el Coronel Oviedo me dijo que habían quemado todo. El era un<br />

366


segundo de Menéndez que había ido ahí como general administrador y terminó<br />

haciéndose cargo de una cuestión de guerra, eso lo dijo él en una entrevista.<br />

Entonces, nosotros hacíamos eso, fotografiábamos lo que podíamos. Lo más caliente<br />

que hice fue eso (el vuelo con los comandos) y una vez que fuimos al cuartel de los<br />

Royal Marines cuando hubo un bombardeo de artillería. Ahí en el frente. Habían<br />

llegado ellos. No había llegado yo. Y hubo una acción que fue espectacular. Que hizo<br />

el teniente primero Esteban. Les bajó 4 helicópteros a los ingleses cuando<br />

desembarcaron en la Bahía San Carlos- está contado en el libro de Balza y es verdad-<br />

con fuego reunido como se hacía en Vietnam. Con un (fusil) fal disparaban todos a la<br />

vez sobre los helicópteros, lo que llama la atención es que los ingleses hayan<br />

mandado los helicópteros de a uno y así les bajó 4.<br />

Produjo bajas y se retiró casi sin bajas y se retiró a Darwin a combatir. Y hubo muchos<br />

actos de heroísmo. ¿Sabés?<br />

Eso de que los oficiales eran cagones…No es así. Yo ví a oficiales llorar porque<br />

debían rendirse. Y estábamos todos arriba del mismo barco y yo estaba en una<br />

contradicción terrible porque era una guerra antiimperialista y para mí estaba bien. Era<br />

difícil situarse… ¡Para un sueco no! Para un americano tampoco… Y teníamos todo en<br />

contra y la Junta se creyó que iba a hacer política porque había hecho la guerra contra<br />

la subversión y no la aceptó como guerra hasta que terminó. Y… que iban a colaborar<br />

con ellos y colaboraron con el idioma, con los sajones, con el capital, con el imperio…<br />

son parte del imperio y nosotros somos la parte de atrás. Podemos ocupar un lugar<br />

más o menos expectante, puede estar Brasil arriba, nosotros abajo, nosotros más<br />

arriba, México pero vos viste lo que es toda la cuestión reaccionaria, la Guerra del<br />

Golfo, el petróleo y Malvinas en ese momento tenía una posición estratégica pero eso<br />

ya no cuenta. Ahora cuenta el honor y los kelpers como pasaron de ser ciudadanos de<br />

primera y les sirvió porque creció mucho la economía de las islas y ganaron plata<br />

porque empezó a correr mucho dinero, creció la economía de la isla porque de tener<br />

367


solo las ovejitas pasaron a la pesca, las licenciaturas de pesca, todo eso y ganaron<br />

mucho dinero y siguen ganándolo.<br />

¿Volviste a Malvinas después del ‟82?<br />

No, tengo un proyecto que no sé si lo voy a poder hacer porque tiene que ver con una<br />

foto que recién te mostré. Que nunca la vi. Nunca tuve los negativos, nunca más la vi.<br />

Me encantaría poder sacar a esa misma gente, esa misma foto y contar la historia.<br />

Rafael (Wollmann) hizo lo mismo para los 20 años pero no le fue muy bien. Hay que<br />

poner mucha guita y producir y yo no soy un gran negociante ¿Sabés? Yo soy<br />

fotógrafo y me metí en esto porque me gusta documentar y porque creo en el<br />

documento. Cuando apareció lo digital todo se empezó a manipular y se quebró todo.<br />

Entonces, puede aparecer un soldado y sacarle la cabeza a uno y ponérsela a otro y<br />

poner un frente atrás. Hay sólo un formato que se llama “row”, crudo. Es un formato<br />

sin compresión que requiere alta capacidad de almacenamiento que recién ahora se<br />

está pudiendo lograr con discos de 1GB o con discos de 2GB, tarjetas de 2GB. Y<br />

tenés que tener tarjetas. Y nosotros teníamos rollos y los rollos se acaban. Y había<br />

que administrarse pensando que en algún momento ibas a empezar a hacer fotos.<br />

Finalmente me fui en el Irízar e hice los heridos, cuando volví el 15 de junio. Yo<br />

embarqué el 14. En realidad, nos salvó la vida, tengo que ser honesto, el<br />

contraalmirante Otero. Paró a una gente que tenía una organización de espionaje que<br />

funcionaba como defensa civil. Se llamaba Defensa Antiaérea Pasiva. Y un día hubo<br />

un misilaso en una casa civil y yo fui a hacer una foto y salió una kelper y me hizo así<br />

(gesto con el dedo medio hacia arriba) y me dijo: -bloody…sangriento… Que es lo<br />

peor que te pueden decir porque funciona como “hijo de puta” y yo dije:- bueno…estoy<br />

en problemas acá. Y yo hice esa foto pero no me preguntes qué pasó con el material<br />

porque acá ni siquiera puedo probar lo que estoy diciendo. Se vendieron originales, no<br />

sé quién los vendió. Mis jefes vendieron los originales… Solo que a mí me dejaron una<br />

vez como una devolución porque me pagaron como si hubiera ido a Córdoba, porque<br />

368


me dijeron: -“las Malvinas es una provincia <strong>Argentina</strong>, no es que fuiste a Francia”.<br />

Saqué como si fueran 1000 dólares, mil pesos y me compré un bono y se lo presté a<br />

unos amigos y no me lo devolvieron nunca más porque se les hundía una agencia de<br />

publicidad y bueno…<br />

Para que te sitúes en la información de guerra… No hay mentira y verdad. Todos<br />

mienten y todos dicen la verdad… lo importante es quien gane la guerra. Nosotros<br />

perdimos la guerra y no teníamos conducción política. Teníamos una conducción<br />

política con problemas y la Thatcher tenía que ganar las elecciones y fue lo mejor que<br />

le pudo pasar porque recicló una flota que iba a ser desguasada. Y mandaron la flota y<br />

nos hicieron mierda. Y nosotros les produjimos más bajas de las que ellos esperaban<br />

porque nuestros pilotos tenían unos huevos así de grandes y los pilotos de los<br />

Hércules aterrizaban con dos tambores de 200 litros con una bombita de kerosene, por<br />

contacto auditivo y salían los chicos de los pozos. Ahí me encontré con un amigo de<br />

mi familia, haciendo una foto que me llamó por mi apodo. Y yo dije:- ¡No puede ser!<br />

Era un mecánico de la escuela de aviación de la Armada, nada más y nada menos.<br />

Sabía todo, pero no podía contar porque era militar. Acá, pasaba eso porque estaba<br />

más tranqui, pero igual.<br />

Con esa foto hubo muchos problemas porque yo fotografié el impacto de bomba sobre<br />

la pista y hubo una gran discusión sobre si había que mandarla o no. Porque unos<br />

decían que había que mandarla para que no siguieran bombardeando y otros que no<br />

porque había que demostrar que el ataque no había sido exitoso. Pero a la pista la<br />

habían hecho re pelota. Pero seguía operable porque los pilotos eran muy audaces y<br />

volaban a esta altura del mar. Los aviones había que lavarlos cuando llegaban a<br />

Comodoro porque sino la sal los comía.<br />

Yo colgué la foto de los escobillones pero con un “mantenga limpia Malvinas”. Pero<br />

ahora la editaron acá con un epígrafe que no es el original. Está mal. Porque no son<br />

tropas desplegándose sobre Malvinas como dice el libro. Son soldados que yo<br />

369


fotografié por contraste. Uno fotografía por armonía o por contraste, muchas veces.<br />

¿Soldados? ¿Todos vestidos de combate? ¿Con escobillones? ¡No lo podía creer! Era<br />

inexplicable, después la historia, el desarrollo del conflicto puso esa foto en otro lugar y<br />

terminó siendo una de mis opiniones más potentes sobre la guerra, no sobre esta<br />

guerra, sobre todas las guerras. Sobre la paz, te diría… ¿eh? Lo que pasa es que la<br />

guerra se perdió y ahora hay que negociar. No queda otra posibilidad. ¿Qué vamos a<br />

hacer? ¿Otra guerra?<br />

Y después, Seineldín hizo todo lo que hizo allí y yo lo conocí y me impresioné y el tipo<br />

me conoce a mí y yo no sé si no me tiene anotado en una lista. ¿No?<br />

Y yo no tengo fotos de Malvinas, nada más. Tengo treinta y pico de fotos que pude<br />

juntar y fui a Atlántida y me escanearon algunas cosas que no sé de dónde las<br />

sacaron. Si de los originales, de alguna página, los escaneos aparecieron ahí y tuve<br />

que retocarlos todos y pasarlos a resolución de cañón de transmisión porque PPT que<br />

es una productora independiente, Tognetti, me hizo una entrevista con mis fotos atrás<br />

y quedó muy impresionado por un par de fotos. Hay un par de fotos que yo quiero<br />

mucho. Una es la de los escobillones, otra es la de la información. Esos soldados<br />

leyendo los diarios. Esas fotos se publicaron en el exterior.<br />

(Los soldados apuntando sobre una tarima de chapa y alambre) Esa foto es mía, muy<br />

posado… Yo tenía los soldados ahí, tenía que hacer algo, quería hacer la defensa y<br />

les dije… que se pusieran. Te cuento la verdad. Fue así.<br />

(la foto de un bombardeo humeante) Esta es la posición del General Balza. Esto es<br />

cuando fueron retrocediendo por el ataque aéreo, las unidades de Balza quedaron<br />

detrás de Puerto Argentino, y cuando me presenté al General Balza, él tuvo una<br />

actitud ejemplar. Me dijo que fotografiara libremente. Que no me hiciera problema y<br />

ahí ví unos actos de heroísmo increíbles. Ví a un chico que se arrancó un dedo con la<br />

corredera de un cañón y siguió y Balza lo quería sacar y no se quería ir. Vos mirás<br />

370


esto y hay mucho relato, hay uno que se está tapando el oído, el otro lleva el proyectil,<br />

el otro está disparando, están todas las balas usadas ahí.<br />

Esto es el primer Harrier derribado que hubo en tierra. Nosotros fuimos a hacer el<br />

entierro del piloto inglés y yo dije:- No, el piloto inglés no. Yo buscaba imágenes con<br />

fuerte impacto visual.<br />

Esto es el incendio del aeropuerto cuando bombardearon.<br />

Esto es durante un vuelo postal que hice yo. Ellos no querían estas referencias (señala<br />

un caserío que aparece detrás de los soldados y el helicóptero). Yo al revés, quería<br />

fotografiar con referencias.<br />

Esta es de Román, mi compañero. Muestra mucho el clima de trincheras.<br />

Estas (por las del archivo del diario Clarín que le muestro) dice, son fotos que no vi<br />

nunca.<br />

Los chicos fueron tratados muy bien. ¿Sabés? Durante la vuelta…<br />

El Pucará era un avión totalmente inepto para la guerra y el combate. ¿Sabés? Todas<br />

las armas que llevamos se hundían en ese terreno. Los únicos que no se hundían eran<br />

los vehículos de los comandos. Había 2 unidades de comandos. Una capitaneada por<br />

el Teniente Coronel Rico y otra por el Teniente Coronel Castagnino. Yo volé con la<br />

gente de Castagnino y me trataron muy bien e hice toda esa secuencia que ahora te<br />

voy a mostrar. Y cuando fueron a registrar la casa, los kelpers salieron afuera y yo les<br />

hice las fotos afuera (se refiere a la foto de la madre y los chiquitos junto a la turbera) y<br />

estaban muy asustados. Esa foto no la vi nunca y un día soñé con esa foto y me<br />

acordaba de esa foto. Y Paola, mi chica, que tiene algo extra sensorial… Al día<br />

siguiente fuimos a un Banelco a sacar plata y me dice:- Enfrente hay una librería que<br />

tiene revistas de Malvinas, por qué no te fijás si hay algo tuyo. Sacamos una revista,<br />

así y ahí estaba la foto. Yo no lo podía creer. Parece una historia de Borges… y yo la<br />

escaneé rápido porque creo que no debe confundirse una cosa con otra. O sea, yo no<br />

371


soy partidario de que hay buenos y hay malos, yo creo que las islas son nuestras y<br />

nos las sacaron. Pero hubo una guerra ahí y las guerras se ganan o se pierden.<br />

¿Entendés? Entonces, como en el truco, los que tienen el quiero son ellos.<br />

Estas fotos se producían en el continente. No son nuestras. Toda la negociación con<br />

Costa Méndez yo la fotografié.<br />

La gente en Malvinas quería que se acabara la guerra. Juan Gómez sería un apodo...<br />

Nosotros vivíamos al lado de El Globo.<br />

Rotondo era un camarógrafo que andaba con una cámara acá. Juan Gómez es él o<br />

Kasanzew… Puede ser. Francisco Pontoriero… estos son los fotógrafos que fueron y<br />

volvieron enseguida. El libro de Rotondo… Alerta Roja no lo ví en detalle.<br />

La foto de “Rafa” (Rafael Wollmann) muestra la rendición y es como una oposición con<br />

la mía (la de los escobillones). Porque a mí me deben odiar… Todo esto y lo que<br />

hicieron con el fondo patriótico es una barrabasada.<br />

¿Tu foto muestra: estamos rendidos desde que entramos?<br />

Es algo así, pero yo no quise hacer eso. ¿Sabés? Yo no pretendía eso.<br />

Yo aprendí de acá… de este libro. ¿Ves? Tiene fotos increíbles…(muestra un libro de<br />

Time con fotos de la Segunda Guerra Mundial).<br />

Le pregunto si vió muertos.<br />

Responde: -¿No te parece que si los hubiera visto no los hubiera fotografiado? ¡Por<br />

supuesto!<br />

Me estoy yendo y le pregunto sobre los fusilamientos de ingleses a soldados<br />

argentinos. Y me dice que en cualquier guerra los fusilamientos son una práctica<br />

habitual…<br />

372


Entrevista a Román Von Eckstein - 23 de febrero de 2010<br />

¿Cuándo fuiste a Malvinas?<br />

Estaba haciendo un entrenamiento de la selección de fútbol para Télam porque ese<br />

año iba a ser el Mundial de España y me viene a buscar un auto a la tarde y me dicen<br />

“andá a tu casa a buscar ropa que te vas a Malvinas”. Yo no entendía nada, era el 1° a<br />

la tarde. Bueno, a mi familia no les dije mucho…que me iba a la Patagonia a cubrir<br />

algo y volví después de 2 meses. Estuve 7 semanas. No sé exactamente las fechas.<br />

Pero el 3 habré llegado y Daniel García, como él tenía miedo que agarrasen a Rafael<br />

Wollmann… ¿Conocés la historia? Y al final pudo volver con los rollos y después<br />

cuando volvió Farré no pudo hacer eso porque a él le sacaron el material, a mí<br />

también me sacaron el material cuando volvía. Y a Farré le sacaron allá y cuando<br />

volvía. Las dos cosas. Yo volví antes, después del 25 de mayo, no sé exactamente.<br />

¿Cómo y por qué volviste?<br />

Volví en avión por una discusión que tuvimos ahí entre nosotros. Yo dije, yo me voy.<br />

Estaba todo bloqueado y por problemas nuestros, que no te cuento, volví una noche<br />

en Hércules. Porque nosotros sabíamos cuando rompían el puente aéreo y cuando no.<br />

Porque no sé si Farré te contó, pero nosotros estábamos en contacto con los oficiales<br />

porque en la casa nuestra teníamos la segunda radio más potente de toda la Isla, así<br />

que yo hablaba casi todos los días con mi familia por teléfono, y eso te daba mucho<br />

poder ahí. Teníamos ducha, bañadera, teníamos todo y sabíamos cuando venían los<br />

aviones, si aterrizaban, todo. Lo que sí, al salir me pegué el susto más grande de mi<br />

vida…hacía mucho que no me acordaba de eso… Cuando salimos empezó a<br />

bombardear la flota. Porque ¿Vos sabés cómo aterrizaban los aviones? Los aviones<br />

con dos tambores de 200 litros con gasoil prendidos con fuego en la cabecera de la<br />

pista (de noche). Lo único que tenían los aviones era eso, Hércules, aviones grandes.<br />

Y no había torre de control, no había nada. Aterrizaban de noche porque a unos<br />

kilómetros estaba la flota y de día los veían, entonces empezaban a tirar al aeropuerto.<br />

373


Descargaban las cosas ahí muy rápido y pegaban la vuelta y se iban. Entonces subí,<br />

había que empujar unas plataformas y me descubrieron en el avión a mitad de camino.<br />

El miedo que me agarró, fue la única vez…no miedo de morirme… arriba del avión vos<br />

sentías que el agua golpeaba en la panza y alas del avión. Volaban a 6 o 7 metros<br />

sobre las olas, el avión llegó totalmente blanco. Íbamos a Comodoro Rivadavia y<br />

aparecimos en Gallegos. El viaje duró un par de horas más. Y el miedo no era morirse,<br />

sino caerte a esa agua fría –helada- que yo me acuerdo en la Bahía…metí la mano<br />

hasta acá (señala el antebrazo) y parecía que tenías millones de agujas, era<br />

insoportable el dolor. El tema era no tener nada. Porque yo miraba a los pilotos que se<br />

acomodaban las camperas y pensaba… ¡Uh! Ahora el radar… los enganchó un<br />

avión… y ahora qué sé yo… tenía miedo no de morirme sino de caerme al agua…y yo<br />

decía: quiero tener un revolver para pegarme un tiro en la cabeza. Mirá hasta qué<br />

extremo es el miedo…Volví por un problema con la gente de Télam.<br />

¿Cuál fue el material que te sacaron y qué es lo que trajiste?<br />

Nosotros sacamos todo foto color, o sea diapositivas. Y lo que tuvimos acá es algo de<br />

negativo blanco y negro. ¿Qué es lo que pasaba? Nosotros hacíamos todo color y<br />

mandábamos el material con el puente aéreo, venía un avión, entregábamos a los<br />

pilotos, avisábamos por radio, a veces se perdía… y el blanco y negro lo usábamos<br />

cuando no había puente aéreo un par de días y transmitíamos por radio. Algún<br />

material se perdió por el camino y otro material llegaba a la agencia y nuestros jefes –<br />

no la empresa- vendían los originales y al extranjero. Yo ví tapas de la revista Stern…<br />

pero con mis fotos y ni siquiera las tiene Atlántida o Abril. Las fotos realmente<br />

importantes no sé están distribuidas… ni nosotros las tenemos. Por eso no hay fotos<br />

de la guerra. Y nosotros recién lo supimos cuando volvimos. Esas fotos las vendieron<br />

los jefes por su cuenta, eso es lo que yo calculo. Los jefes que teníamos en ese<br />

momento…no voy a dar nombres…pero los colegas saben quiénes eran los que<br />

estaban en ese momento. A parte ahora están todos viejos y enfermos pagando en la<br />

tierra… o no lo van a pagar porque te morís…yo creo que se pagan las cosas acá…<br />

374


Por eso no hay material y nosotros sacábamos todo el día con el Pollo, te habrá dicho.<br />

Yo llego al continente con un paquete de material -habrán sido 50 rollos- sin revelar<br />

porque solo revelábamos blanco y negro y llegué a Río Gallegos. Y me dicen: ¿Vos<br />

sos un ROA? Y digo: no, no soy ROA soy fotógrafo de la agencia Télam. (ROA era<br />

radioaficionado adelantado una sigla así, que eran civiles ubicados en puntos<br />

estratégicos alrededor de las islas que con víveres y una carpita avisaban por radio lo<br />

que veían, si veían un avión, barcos o si desembarcaban tropas…) Yo dije que no<br />

entonces estuve 2 días ahí en Gallegos sin poder hablar con nadie, estaba con<br />

oficiales, me trataron bien, todo el día en el Casino (de Oficiales) no hacía nada, no me<br />

dejaron llamar a mis familiares, no me dejaron llamar a la agencia. Y tenía un paquete.<br />

¿Estabas preso en el Casino de Oficiales?<br />

Sí, pero bien. Cuando volví yo ya sabía que los chicos estaban mal, pie de trinchera,<br />

fijáte volví fines de mayo. Estuve 2 días en el Casino de Oficiales de Gallegos, me<br />

trataron como un duque y después de 2 días vino un avión. Era el único que estaba<br />

ahí, me dan el paquete de rollos y de ahí me voy a Comodoro. Llego a Comodoro<br />

Rivadavia y ya me vienen a buscar a mí. Me dicen dónde están los rollos, me los<br />

sacaron, me trataron mal ahí, me tuvieron parado mal, de noche… hasta que me<br />

vinieron a buscar después de un par de horas y me llevan a lo que era en ese<br />

momento LADE y estaba en la misma manzana donde yo tenía reservada una<br />

habitación hacía dos meses. Yo quería ir a mi habitación, me quería bañar, llamar a mi<br />

familia… Era de noche, hacía frío y en LADE me tienen ahí parado afuera en el patio.<br />

Y ahí me dí cuenta que la cosa estaba mal. Tenía que esperar a un oficial que iba de<br />

recorrida por la costa y el tipo no venía. En eso entra el Brigadier Castellanos que lo<br />

conocí cuando viajé para allá. Y me dice: -Eh! Polaco ¿qué hacés acá? Y le digo:- La<br />

verdad, no sé qué hago acá. Esto es así, así ellos tienen el material y yo tengo el hotel<br />

acá a la vuelta. Entonces habla con el que estaba ahí en LADE que era Inteligencia de<br />

aeronáutica y me dejan ir al hotel que está a la vuelta. Y yo digo: ¿Y el material?<br />

Entonces le dicen a Castellanos que ellos lo van a mirar y que lo venga a buscar<br />

375


mañana a la tarde. ¡Y yo me fui al hotel! Al otro día fui a la tarde y me atendieron en la<br />

puerta, no me dejaron entrar y ahí me quedé 5 o 6 días más reclamando todos los días<br />

y me fui sin nada. Se quedaron con todo 40 o 50 rollos, no sabía bien cuántos eran…<br />

alrededor de 40. Me cansé y me fui. Télam no nos ayudaba en nada. Cuando<br />

transmitíamos en Télam había un Oficial de Inteligencia del Ejército para ver las fotos<br />

que se transmitían, la información que salía.<br />

¿En Malvinas también?<br />

No, allá no. En un momento, allá nos sacaron los equipos (Menéndez). Porque<br />

estábamos pasando información… eso fue porque el 1° de mayo bombardean la pista<br />

–Dejáme pensar…no me quiero equivocar- y no le pegan y nosotros decíamos… Acá<br />

en el Sheraton donde estaba la oficina de prensa del Ejército se decía que la pista<br />

estaba funcionando bárbaro y pasaban videos viejos, de unos días atrás como si<br />

fueran actuales y que los aviones entraban y salían como si nada y nosotros -García<br />

Malod- escribió como que la pista estaba destruída porque desde arriba se veía que<br />

habían dibujado cráteres de tierra para que parezca que le habían pegado… no sé qué<br />

pasó con Menéndez y agarró y estuvimos 5 o 6 días sin equipos hasta que le obligaron<br />

que nos los devuelva. Cinco o seis días sin hacer nada. Me acuerdo así como una<br />

anécdota rara, había un pelotón de soldados en un garaje lleno de turba en la casa<br />

nuestra. ¿Te explicó Farré dónde vivíamos? Vivíamos en un hotelito y ahí vino un<br />

pelotón de soldados y los maltrataban… había un suboficial que los maltrataba,<br />

entonces para sacar a uno de ahí dijimos que necesitábamos uno que atendiera el<br />

teléfono. Entonces, vino un soldadito y vivía con nosotros ahí, comía, dormía hacía… y<br />

ese soldadito la pasó de tal manera. Y estaba haciendo la colimba que cae prisionero,<br />

vuelve acá y entra en la escuela de aeronáutica porque quería volar. Peo por un<br />

problema del oído medio, no pudo. Entonces se hizo oficial de comunicaciones. No sé<br />

si está de baja o no. Pero llegó hasta Brigadier y Jefe de distintas bases. Pero es un<br />

soldadito que hizo la colimba y siguió la carrera en la aeronáutica. Y siempre seguimos<br />

en contacto.<br />

376


Yo me perdí la foto de mi vida por estos Jefes que me vendían las fotos. El 1° de<br />

mayo, nosotros no éramos ni corresponsales de guerra, los corresponsales de guerra<br />

estaban en Comodoro, no hacían nada. No querían venir a Malvinas. Con Galtieri<br />

vinieron unos cuantos, yo los conocía - incluso de Télam- les decía: -Che, ¿se van a<br />

quedar? -No tenemos que hacer cosas en Comodoro, o en Gallegos, no podemos,<br />

decían. Nosotros no teníamos experiencia, eso era como las películas yo nunca leí<br />

nada, pero era como las películas. Entonces el 1° de mayo viene el primer bombardeo<br />

de noche, oscuro. El segundo, cuando viajamos hacia el aeropuerto y después<br />

esperamos otro ataque que no hubo. En ese interín, es otra historia, volvemos con<br />

Lamela, Novo y Nicolás Kasanzew, veíamos barcos en el horizonte a eso de las 4 de<br />

la tarde y pensamos: barcos argentinos. De casualidad, en el aeropuerto encontramos<br />

una caja de cassettes que les habían mandado la noche anterior, entonces yo iba<br />

caminando con Kasanzew con esa caja que encontramos en el hall. Y el ayudante y el<br />

cameraman iban como 30 metros más adelante. Llegamos a la ruta y pasa un camión.<br />

Los levanta a ellos y nos dejan a nosotros. ¡Qué raro! Y seguimos caminando,<br />

caminando y a los pocos minutos pasa otro camión le hacemos seña y nos agarran<br />

nos suben nos tiran adentro del camión. ¡Cuando hacen eso los de la flota empiezan a<br />

bombardear el camino! ¡Nosotros pensábamos que estábamos en bolas, no<br />

sabíamos nada! Yo llego y esa mañana habían estado desembarcando y nosotros<br />

estábamos a 30 o 40 metros del muelle. Del Carcarañá habían desembarcado cajas<br />

con cosas, misiles, municiones que todavía estaba ahí porque a la madrugada<br />

empieza el bombardeo y el barco se raja. Estaba todavía en el puerto, eso, y con Farré<br />

pensamos que iban a bombardear el muelle y nosotros íbamos a hacer las fotos detrás<br />

de una pared de piedra… no pasó nada. Y llama mi Jefe y me dice que tengo que<br />

mandar: revelar, copiar, preparar, transmitir en la parte de atrás de la casa revolviendo<br />

así…midiendo la temperatura del revelador y veo que pasa un avión (hace ruido de<br />

avión) a 100 metros de donde estábamos nosotros y explota. Pensando que era un<br />

avión inglés, lo llamo a Kasanzew que también había llegado hacía un rato del<br />

377


aeropuerto con nosotros y como hablamos ruso los dos le digo en castellano: -“viste el<br />

avión, qué bueno, recién…” y él en ruso me contesta: “-ese avión es un avión nuestro<br />

que quería aterrizar en el aeropuerto”- ¡Y yo estaba esperando eso! Y por revelar me<br />

lo perdí y no revelé, no transmití… y no hice nada y seguí esperando otra foto y… yo<br />

me olvidé mucho de todo esto…no me traumé ni nada, pero me olvidé…lo pasamos<br />

bárbaro, a veces mejor que acá. Ese avión nuestro lo bajaron los mismos soldaditos<br />

que estaban como hormigas ahí, lo vieron venir y le tiraron hasta con piedras y era<br />

nuestro.<br />

¿Hubo alguna foto que no viste publicada y recordás haber hecho?<br />

¡Imagináte! La tapa de Stern, tengo una parecida en blanco y negro, pero esa no. Uno<br />

de los que más compró fotos nuestras fue Stern que por eso cuando vuelvo de<br />

Malvinas y a la semana vuelvo a Gallegos. En ese interín mi Jefe me contacta con el<br />

editor de Stern y lo conozco. Y llegó justo la revista con mi tapa. Pero yo no la tengo,<br />

guardo una parecida pero no esa foto, parecida. El aeropuerto se está incendiando –<br />

después del segundo bombardeo y hay unos soldaditos-. Hay otra foto que no se vió<br />

mucho y que es un momento después del bombardeo donde hay 4 o 5 soldaditos en<br />

un pozo de distintos ánimos. No te sé explicar, tendrías que verla. De esa hice como<br />

7u 8 fotos distintas… la que más me acuerdo es esa tapa de Stern. Nosotros no<br />

teníamos experiencia ni nada. No dejaban llegar a otros medios ni a medios<br />

extranjeros.<br />

¿Cuánto tiempo hacía trabajabas en Télam?<br />

En Télam entré como reportero en el ‟81 y me quedé hasta el ‟92 que fue la guerra de<br />

Irak del papá Bush. Antes estuve en ABC Color de Paraguay, en Perfil con<br />

Fontevecchia, en Popular, en El Chubut de Trelew… En el ‟92 Menem mandó a Irak<br />

dos barcos la Brango y la Spiro, mandaron un equipo de Télam y uno de ATC. Me<br />

dijeron que me iban a relevar en Port Site que es la entrada al Canal de Suez y no vino<br />

nadie a relevarme. A los tres meses sin viáticos sin nada, yo estaba arriba del barco.<br />

378


Me dijeron bajáte que mañana te mandamos pasaje, todo, me bajé y estuve un mes<br />

sin plata en los Emiratos y la pasé bárbaro. Cuando volví renuncié y dije nunca más<br />

voy a hacer fotos. Me dediqué a hacer corretaje con un primo que importaba cosas.<br />

Hasta que al año hacía todo desde mi casa. Un día vino un amigo de Crónica a<br />

buscarme y a la media hora estaba haciendo los papeles y arranqué de vuelta en<br />

Crónica. Había estado muy enojado si me dejaron 4 meses varado en los Emiratos, sin<br />

plata… aunque algo tenía pero en el hotel estaba de fiado con el aval de la<br />

Embajada… además había entrado como marino, sin hacer migraciones. Bajé con un<br />

carnet de prensa de Prefectura y cuando quise salir del país tuve un lío bárbaro, el<br />

Embajador –finado- Alberto Ader me tuvo que acompañar a las 12 de la noche al<br />

aeropuerto para que me tome un avión, sino no salía. Ahí ni hice nada, turismo, me<br />

sacaba fotos con camellos, no tenía una moneda, adelgacé todo lo que subí en el<br />

barco… porque en esos países vos tenés que firmar en árabe e inglés y te dicen que<br />

cuando entrás te atenés a todas las leyes del país y viste cómo son los musulmanes.<br />

Si hacés algo te cortan la mano, te cortan la cabeza…inclusive la pena de muerte. Yo<br />

no entré por derecha, no firmé nada, pero tenía miedo, no tenía una moneda. Nunca<br />

tuve problemas pero vivía aterrorizado. Cuando llamaba acá al secretario de redacción<br />

para pedir me decía que no me podía atender… García Malod que había sido<br />

delegado estaba en Venezuela y yo llamaba a Venezuela para que él me arregle acá<br />

en Buenos Aires. ¡Era una cosa! Me tuvieron totalmente abandonado. Ahora estoy<br />

como Editor, pero tuve un accidente de trabajo y estuvieron por echarme. Gano lo<br />

mismo que cuando era reportero haciendo cuatro notas por semana, como fotógrafo<br />

ganaba bien.<br />

¿Cuándo fuiste a Malvinas recibiste indicaciones de lo que podías o no podías hacer?<br />

¿Quiénes? ¿El Ejército? No, no nada. Cuando llegamos lo primero que hicimos fue la<br />

parte bélica: soldados, camiones, etc. Entonces a los pocos días llega una orden de mi<br />

Jefe diciendo: “Malvinas es todo paz. No queremos más armas, más guerra”. Entonces<br />

empezamos a hacer fotos de gente haciendo aerobic, corriendo por la Bahía y todo<br />

379


eso. Esa era la mentalidad. Cuando fue lo de la foto del avión que me perdí me llegó la<br />

orden de que: “ya no te dás cuenta que esto no es así”. En vez de tranquilizarte, esta<br />

gente no tenían ni idea. Un día te decían una cosa, otro día otra… después te vendían<br />

todo el material. Los que vendieron todo eran mis Jefes, civiles, no sé si tenían que ver<br />

con militares. Los militares se portaron muy bien con nosotros. ¿Sabés por qué? El 30<br />

de marzo del ‟82 fue una marcha muy grande de la CGT y ahí tuve un…bueno, no<br />

importa! Nos pararon a todos los fotógrafos y periodistas, entonces yo me separo<br />

porque ví algo –hice un par de fotos- me agarra la guardia de infantería me ponen<br />

contra una pared. Yo le digo: -periodista. Tenemos que correr a un celular (la perrera).<br />

Era justo en Maipú y Rivadavia. Miro y estaba a 40 metros de Av. De Mayo. Me<br />

escapo porque veo un grupo de fotógrafos allí y la guardia de Infantería no me tira<br />

balas de goma porque había un cordón de policía de comisaría que me agarra, pero<br />

fue un desparramo y los fotógrafos sacaron unas fotos espectaculares y salí tapa de<br />

La Nación, de Clarín y lo primero que me dicen cuando llego al otro día es: -Te llama<br />

el Coronel de Piano. Uh bueno, acá me c………n a pedos –pensé-. No, me preguntó si<br />

me había pasado algo, si necesitaba algo, si estaba bien. En ese sentido con nosotros<br />

tenían buena onda y mucho mejor onda que muchas administraciones civiles de las<br />

que hay ahora. Yo no soy pro milico pero la verdad es que hubo administraciones<br />

mucho peores. Mis jefes vendieron ese material, no sé si en complicidad con alguien<br />

de arriba, pero era mucha guita. Llegaron a Télam muertos, cuando terminó la guerra<br />

se compraron quintas, 0km, ese tipo de cosas que no aparecen de un día para otro. Y<br />

nosotros sabíamos que hacían ese tipo de cosas. Las vendían a los corresponsales<br />

extranjeros, si éramos los únicos que teníamos material y eso vale oro.<br />

¿Y Uds. de eso no vieron nada?<br />

No… si nosotros no vendimos nada y tampoco lo hubiésemos aceptado.<br />

Pero… ¿cuando volvieron les pagaron algo extra?<br />

380


No, al contrario porque nos daban 100 dólares por día de viáticos y allá eran fortunas<br />

porque todo era muy barato. Nos sobraba la plata pero en un momento, después del<br />

1° de mayo –yo tengo el memo ese- nos mandaron un memo que dice: “debido a las<br />

circunstancias que todos conocen, el viático de 100 dólares se lo reducimos a 50”.<br />

¿Viste cuando las cosas se ponen mal? ¡La mentalidad de la gente! Te dan 200<br />

dólares por día y ahora porque se está poniendo peor te lo reducen. No, por el país, el<br />

estado en que está el país.<br />

Los ingleses traían sus fotógrafos con la flota. Los periodistas ingleses iban a la par de<br />

las tropas y a nosotros no nos dejaban hacer nada… nos destruyeron todo… Farré me<br />

contó que el 14 había hecho en la avenida Ross fotos de los soldaditos después de la<br />

rendición, dejando los cascos y las armas en la calle y se lo sacó un oficial que venía a<br />

nuestra casa a hablar con la familia, a usar nuestra ducha, la bañadera… ¿Sabés<br />

quién es? El que hizo el corte de manga… Farré lo encontró después y le dijo: -¿qué<br />

hiciste? Y le contestó: -no los velé. No hay historia, la destruyeron, es una guerra sin<br />

fotos, sin imágenes porque a la televisión le hicieron lo mismo. ¿Al cameraman que<br />

hizo la imagen del avión? Se la hicieron borrar en el momento porque es cinta. Cuando<br />

hacíamos las fotos, mandábamos y algunas se perdían en el camino y al llegar a<br />

Télam se perdían porque vendían los originales. Cortaban los negativos y decían 100<br />

dólares, 200 dólares…<br />

(Mira las fotos que le muestro en mi pc) De esto no había visto nada. Por lo que veo<br />

tenés la colección más completa. ¡Espectacular! ¡Qué bárbaro, mirá lo que tenés! Esto<br />

es de fotógrafos ingleses. Ojo que en las revistas algunas dicen en las Islas pero son<br />

del Continente, en Comodoro…<br />

¿Conociste a Rotondo? ¿Estaba con Uds.?<br />

Si lo conozco, decían que era del Ejército pero no… era de una agencia que creó con<br />

Martín Alica, Saporiti, creo pero no sé bien la historia… él se quedó más tiempo que<br />

381


Farré. Farré se subió al barco y él se quedó en tierra más tiempo. No sé por qué<br />

razón. El no tenía nada que ver con nosotros.<br />

La última vez que se transmitió radiofoto fue en Malvinas, creo… porque después<br />

aparecieron los teléfonos satelitales.<br />

Esa foto de DYN fechada el 24 de abril la hicieron el 3 o 4 cuando fueron con todos, la<br />

habrán sacado después. El 3 fuimos todos y nosotros nos quedamos. ATC vino unos<br />

días después.<br />

Los primeros días en abril estos (militares) jugaban al fútbol, era todo joda, no pasaba<br />

nada. Todo paz, son fotos nuestras…todo lo que es artillería lo hizo Farré al final<br />

cuando se replegaban y quedaron cerca. Para que vos sepas, todas las fotos en que<br />

los soldados tienen las caras pintadas esas son todas de Comodoro Rivadavia y Río<br />

Gallegos. Digan lo que te digan, allá (en Malvinas) nadie nunca se pintó la cara. Esas<br />

fotos no son de allá. Hubo nada más que los Lagartos que se pintaron la cara, pero<br />

eran de la Armada.<br />

Esas fotos (de Gente) que dicen que son del 1° de mayo, no son del 1° son de unos<br />

días antes cuando no pasaba nada. Muchas veces hueveamos, porque no sabíamos<br />

qué hacer. Les hicimos fotos a los soldados bañándose en un baño que les habían<br />

armado ahí y no fueron porque estaban desnudos y no pasaba nada, pero no fueron,<br />

no se puede.<br />

Una vez fuimos a Gente pero no encontramos estas fotos, porque de ahí también se<br />

las afanaron. Con Farré entramos al archivo y nos dejaron ver las revistas. Los<br />

archivos no los tenían porque dicen que se mudaron y los perdieron, no sé... Los rollos<br />

los revelaban en Gente porque Télam no tenía color.<br />

¿Viste la foto del 1°de mayo con el aeropuerto incendiándose? No sé cuál fue el<br />

problema que al otro día de eso nos llama mi Jefe y nos dice:- “Pero Uds. son unos<br />

p………..dos, las fotos del bombardeo salieron en todos lados y Uds. no las<br />

382


mandaron”-. Las fotos se las habían afanado y habían salido en todos lados. Y no me<br />

acuerdo cómo fue el asunto que se las chorearon y las tuvo antes el resto del mundo<br />

que Télam. ¡Son las fotos nuestras! Se afanaron el color que hizo Farré y nos<br />

quedamos con el blanco y negro que teníamos para transmitir.<br />

Lo peor fue cuando volvieron los soldaditos. Yo fui a hacer el VII de La Plata y los<br />

escondían. No nos dejaban hacerles fotos, cuando volvían los escondían, era como<br />

una vergüenza… son esos mismos chicos que llevaron ahí y no tenían la más mínima<br />

puta idea de lo que estaban haciendo. Bueno, después los escondían como si fueran<br />

criminales.<br />

Entrevista a Nicolás Kasanzew - 15 de Agosto de 2006<br />

¿El periodismo fue censurado durante Malvinas?<br />

Muchos lo hacían alegremente. Es que somos exitistas. A veces hacen más de lo que<br />

les exige el que está arriba. Yo una vez... Ibamos cuando llegaban y salían los<br />

Hércules que hacían la conexión con el continente, porque era un momento de<br />

tensión, de mucha adrenalina. Llegaban y salían, no apagaban los motores porque no<br />

tenían tiempo después de prenderlos y tener los motores prendidos podían tirarles un<br />

misil los ingleses guiados por el calor. Era una gran adrenalina. Una cosa hermosa<br />

para mí, por lo menos. En una de esas me subo a uno de estos Hércules que habían<br />

descargado cosas y estaban cargando heridos y veo una hoja del diario La Nación y<br />

tenía una publicidad de la revista Gente con la tapa y la foto de la tapa de Gente que<br />

decía: “Hundimos la flota”. No decía media flota, ¾ de flota decía “la flota”. Entonces,<br />

ahí me dí cuenta que algo estaba mal en el continente. Hay gente que aparece como<br />

este estúpido y mentiroso de Edgardo Esteban diciendo que escuchaba Radio Mitre en<br />

Malvinas. ¡Es una mentira total! No se escuchaba ninguna radio <strong>Argentina</strong>, la única<br />

que se escuchaba era radio Carve. Si hablás con los ex combatientes te lo van a decir.<br />

Ahora, a posteriori, se dicen muchas mentiras. Si vas a trabajar este tema, todo<br />

383


somételo a la duda, porque retroactivamente todo el mundo macanea. ¿Viste la<br />

película (Iluminados…)? Yo me tapé la nariz y fui a verla. Yo conozco esa historia. Es<br />

una sarta de mentiras ofensivas a los soldados argentinos y que revelan sus miedos.<br />

Edgardo Esteban tuvo un ataque de pánico y nunca hizo una guardia. Se acomodó<br />

con el teniente. Eso, preguntáselo a los soldados. Nunca hizo una guardia. El se hacía<br />

en los pantalones y quiere hacer creer que todos se hacían en los pantalones. Una de<br />

las últimas noches, él se negó de nuevo a hacer la guardia y fue otro soldadito en<br />

lugar de él y murió por una bomba. Entonces, él ahora aparece como héroe y los que<br />

estuvieron con él en los pozos y los padres de este soldadito se lo quieren comer<br />

crudo. Pero esto no sale en la película. Estos soldados hicieron comunicados que<br />

fueron publicados en los escritos marginales de malvineros, pero nadie, ningún<br />

periodista de los que hicieron tanto tachín, tachín a esta película hurgó quién es<br />

realmente Edgardo Esteban. Y así, tantas mentiras.<br />

Una de mis pesadillas es que dentro de 400 años van a presentar al General<br />

Menéndez como un heroico defensor de las Islas. En tanto, que a los verdaderos<br />

héroes los ningunean, los callan. Porque a los soldados los pintan como víctimas, los<br />

chicos de la guerra. Esa falacia es una imbecilidad y todo el mundo lo repite. Es<br />

mentira. Hubo gente que se asustó y gente que fue al frente y combatió<br />

maravillosamente bien. Pero no se los reconoce. Menéndez nunca dio una orden de<br />

ataque ni contraataque, estaba paralizado. A mí los soldados me decían:- ¿qué<br />

hacemos acá metidos en los pozos? ¿Vamos a buscarlos!- No querían quedarse ahí<br />

esperando. En San Carlos cuando desembarcan los ingleses, por inepcia de<br />

Menéndez solo había 60 conscriptos, chicos de 18 años, a los que ahora llaman<br />

despreciativamente “chicos de la guerra”. Aparece un helicóptero inglés –claro estaban<br />

al mando de buenos oficiales-. El teniente Esteban y el Subteniente hacen fuego<br />

reunido, tenían fusiles nada más, apuntan todos los fusiles a un helicóptero y lo bajan.<br />

Bajan un segundo helicóptero, un tercero. Bajaron 4 helicópteros. Y el teniente<br />

Esteban cuenta que a estos soldados de 18 años, supuestas víctimas, tenía que<br />

384


agarrarlos del pescuezo porque querían ir hasta los helicópteros a rematar a los<br />

ingleses. Venden este cuento de los chicos de la guerra y...¿por qué no dicen cuál es<br />

el origen de la guardia de Infantería? Infantes, no hay mejor combatiente que los<br />

jóvenes de 18 años y esto fue así en la historia de todas las guerras de la humanidad.<br />

Yo he oído una sarta de falacias y de mentiras que le hacen mucho daño, en primer<br />

lugar, a los ex combatientes que se están suicidando en grandes números y también al<br />

país. Porque entonces, si nadie vale el respeto entonces nuestros paradigmas de<br />

conducta son Maradona, Moria Casán.<br />

La historia, la tergiversan. Y tal vez, haya que seguir esperando para conocer la<br />

verdad... En toda guerra hay grandezas y miserias y la guerra de Malvinas no fue la<br />

excepción. Y los militares del Proceso trataron de tapar las miserias. Y Alfonsín trató<br />

de tapar las grandezas, en definitiva no sabemos nada. Y ahora con la “ultra izquierda<br />

montonera” en el poder, no se va a poder decir nunca que algún militar hizo algo<br />

bueno. Los militares por definición hacen cosas malas. Entonces, va a seguir esta<br />

mentira. ¿Hasta cuándo? Yo creo que dentro de 400 años las cosas van a estar en su<br />

lugar. Dentro de 400 años va a ser reconocida como una gesta, como el cruce de los<br />

Andes y lo que ahora se increpa. Qué desatino, desafiaron a la OTAN. Dentro de 400<br />

años va a ser: ¡Qué guapeza enfrentaron a la OTAN!<br />

-¿Cuál era tu opinión de la guerra antes del 14/06 y después?<br />

Era una causa nacional, con Alfonsín, con Isabelita, con cualquiera la apoyamos.<br />

Porque era una causa nacional. Todo el mundo la apoyó. Era un territorio nuestro, que<br />

en la escuela la maestra nos enseñaba como “las hermanitas perdidas”. Todos<br />

apoyábamos, yo siempre hubiera ido.<br />

Hablan pestes de la supuesta aventura del desembarco los que elogiaron el<br />

desembarco –Alfonsín, Terragno, los que quieras- ¡Todos en la plaza, reventaba de<br />

gente! No vas a encontrar ni a uno que te diga que la haya apoyado.<br />

385


¿Por qué fuiste? ¿Vos pediste o te mandaron del Canal?<br />

Fue una cosa medio rara, porque ya había estado en 60 Minutos trabajando pero me<br />

había disgustado con el productor porque no me gustaba cómo hacían algunas cosas<br />

y me fui a Canal 11 en el año ‟81. Y lloré lágrimas de sangre porque en el 11 no tenían<br />

un peso y yo estaba acostumbrado a viajar por el mundo, a cubrir guerras, a cubrir<br />

esto, o lo otro y sufría porque ya te va a pasar –si empezás a viajar- Viajar es como<br />

una droga y te provoca un síndrome de abstinencia terrible cuando dejás de viajr. Yo<br />

vivía maquinando en el 11 cómo podía inventar un viaje. Y antes, en el ‟80 cuando<br />

estaba en 60 Minutos me habían mandado a Nicaragua, a El Salvador... Sabían que<br />

me gustaba la acción y dos semanas antes del 2 de abril me llama mi productor, La<br />

Rosa... ¿No querés volver? ¿Cuánto querés ganar? Bueno, no pensaba otra cosa...El<br />

tenía información, sabía lo que se venía... Jesús Iglesias Rouco lo publicó el 15 de<br />

enero de 1982 en la primera plana de La Prensa pero nadie le prestó atención.<br />

Escribió: “Vamos a tomar las Malvinas para así reinsertarnos desde una posición de<br />

fuerza en el marco defensivo de la OTAN”. La idea de que podía pasar y<br />

evidentemente mi productor sabía porque era amigo de Gómez Fuentes y éste era<br />

muy amigo de Galtieri. Pero yo ignoraba eso y el 2 de Abril tenía que ir al canal a<br />

grabar una promo de mi reingreso a 60 Minutos. Me despierto a la mañana, “tomaron<br />

las Malvinas”, me llama Víctor Sueyro desesperado...Yo estaba loco, porque había<br />

perdido... entro de traje y corbata a la oficina de La Rosa y le digo:-Bueno, ¿a quién<br />

mandaste?<br />

-No, no mandé a nadie. María Larreta no porque es mujer, Chocron no puede ir porque<br />

tiene asma, Gómez Fuentes no porque tiene que conducir la batalla política.<br />

-¡Pero! ¡Mandáme a mí!<br />

-Ah! ¡Bueno! –me dice-<br />

386


Estaba todo pensado...así, de traje y corbata, me fui a Comodoro Rivadavia.<br />

Encantado de la vida. Pero fue por eso. Y porque siempre lo deseé. Porque las cosas<br />

que uno desea profundamente se dan. Eso... se alinean los planetas para que se te<br />

cumplan. Imagínate, yo ni siquiera soy argentino de nacimiento. Y de 1000 periodistas<br />

argentinos que habían ido a esa zona me toca a mí que ni siquiera soy nacido en<br />

<strong>Argentina</strong>. Cuando deseás algo, se te dá.<br />

-¿Cuándo volviste?<br />

Cuando supimos que Menéndez se iba a rendir al otro día. El 13 por la noche<br />

estábamos deprimidísimos y resignados a caer en manos de los ingleses, a perder el<br />

material. Cuando de repente un suboficial de Fuerza Aérea me agarra y me dice que<br />

ha llegado un Hércules –porque Menéndez le ocultó a todo el mundo que pensaba<br />

rendirse-. Entonces, llegó un Hércules con un cañón de 155mm para reforzar la<br />

defensa y el piloto –el capitán Borcher- se enfureció, se puso como loco. Y dijo: -Yo<br />

me voy, yo me voy. Este suboficial me avisa de que el Hércules va a volver al<br />

continente, entonces conferencié con el camarógrafo y decidimos que no queremos<br />

ver la rendición. Preferimos salvar el material y los equipos. Entonces, nos vamos al<br />

aeropuerto que ya estaba iluminado por las bengalas inglesas. Había un tiroteo<br />

infernal, subimos al avión. Hay una alerta roja. Todos nos tiramos fuera del avión.<br />

Alguien se quebró un brazo. Y de las 100 personas que estaban subidas al avión,<br />

cuando el capitán dijo:- Voy a salir. Subimos 60 nada más. Salimos a oscuras, volando<br />

a ras del agua. Después, nos enteramos de que nos tiraron un misil pero no nos<br />

pegaron. Sino no estaríamos acá. Fue una cosa de muchísima, muchísima tensión. Mi<br />

camarógrafo, que murió hace unos años de un cáncer, le hicieron un chequeo<br />

completo y le encontraron un micro infarto y yo me acordé que él me dijo que se había<br />

desmayado durante ese vuelo. Eso fue el micro infarto. Así llegamos a Comodoro<br />

Rivadavia. Y a la mañana siguiente se rindió Menéndez y lo hizo con gran perfidia,<br />

porque la Fuerza Aérea no sabía nada, los comandos no estaban enterados, estaban<br />

dispuestos a pegarle un tiro en la pierna y seguir con la defensa. Pero él mandó a las<br />

387


compañías de comandos a la península para trabarlos en esa península y mientras<br />

tanto se rindió.<br />

Menéndez ocultó la información a propósito. Porque había descontento y los<br />

suboficiales querían dar batalla para salvar el honor del ejército. Y entre esos estaban<br />

dos compañías de Comandos que comandaban Rico y Castagneto y el plan era<br />

pegarle un tiro a Menéndez, meterlo preso y encabezar ellos la resistencia. Y le<br />

ofrecieron la jefatura a Seineldín pero él se negó. En ese momento Seineldín era<br />

verticalista y después sublevacionista. Confundió los tiempos, debió haberse<br />

sublevado en ese momento. Pero igual pensaban hacerlo. Menéndez olía algo porque<br />

los mandó a la península y ellos quedaron trabados porque los ingleses estaban muy<br />

cerca y aprovechó a rendirse.<br />

¿Llevabas alguna indicación cuando fuiste?<br />

No me hicieron ninguna indicación. En realidad, la única indicación...por supuesto<br />

estaba sometido a censura...no podía filmar algo y mandarlo a escondidas porque<br />

había un Oficial de Inteligencia que nos acompañaba y veía el material y nos decía:-<br />

Borrá esto... Aparte de la censura que iba a haber en el continente. Por suerte él no<br />

quería ir al aeropuerto porque era bombardeado 4 veces por día, entonces cuando<br />

íbamos al aeropuerto nos despegábamos de él. La gente de Fuerza Aérea nos recibía<br />

de mil maravillas y teníamos acción todo el día. Entonces, tenías censura pero nunca<br />

me dijeron filmá esto o dejá de filmar esto otro. Solo una vez me mandaron una<br />

indicación muy absurda y era que no filme más conscriptos para que no se viera que<br />

eran soldados conscriptos. Todo el mundo lo sabía. Me pareció una tontería por ser<br />

periodista. Porque además, no le quería quitar el placer a los soldaditos de seguirlos<br />

filmando y que los vea la vieja. Y tal vez por ese motivo también desapareció mi<br />

material (se refiere a las fotografías que mandó a su mujer que estaba en el continente<br />

y nunca le llegaron). Pero era muy absurdo porque los motivos por los que no<br />

mandaban un reportaje, después me enteré... Me acuerdo, un día entrevisté a un<br />

388


capitán de la aviación naval que había atacado a los ingleses –Molteni-. Era un tipo<br />

muy gracioso y él decía que fulano se había salvado porque se había eyectado con el<br />

paracaídas, porque llevaba todo y que si a él le pasaba eso no se salvaba porque no<br />

llevaba ni el peine. Yo salgo a volar sin llevar siquiera el peine –decía-. Entonces,<br />

dijeron: -¡Cómo va a salir a volar sin llevar el peine! ¡Cómo va a decir eso! Y no<br />

pusieron la historia al aire. Una estupidez como esa, el testimonio de un tipo que había<br />

luchado contra los ingleses. En la próxima guerra me guardo el material... Yo le decía<br />

al Oficial de Inteligencia que nos acompañaba:-¡No lo borres! Guardátelo para la<br />

historia. Que se publique en 20 años, es un material precioso para la historia. Yo no<br />

me guardaba nada, yo mandaba todo. Y cuando nos comunicábamos decía: -¡Mandé<br />

esto, aquello! Y me respondían: -Recibido, todo perfecto, quedáte tranquilo. A mí no se<br />

me pasaba por la cabeza que más del 90% del material no lo mostraban. Yo puedo<br />

entender que por razones de seguridad de las tropas, tal ángulo que se ve la trinchera<br />

de un Regimiento... ¡Pero más del 90%, no se me pasaba por la cabeza qué podía<br />

pasar eso! Es una terrible frustración, evidentemente no les gustaba lo que mandaba.<br />

A mí me parece que desde el punto de vista de la seguridad lo puedo aceptar, pero no.<br />

Lo asesinaron, al material.<br />

¿El material se vendía?<br />

Eso no lo ví. No me consta. Pero son los comentarios. Sí me contaron que lo<br />

borraban. Se borra muy fácil. Inclusive nosotros trabajábamos con películas y<br />

cassettes y abrían las latas de películas sin esconderlas de la luz por lo que las<br />

velaban, ese tipo de actitud. Pero son comentarios de terceros porque yo no lo vi.<br />

¿Qué pasó después de Malvinas?<br />

Bueno, me reintegré a la conducción de 60 Minutos. Pero me prohibieron hablar de<br />

Malvinas, yo no podía presentar ninguna nota de Malvinas. Y cuando terminó mi<br />

contrato no me lo renovaron. Me quedé sin trabajo. Porque te digo: el gobierno del<br />

proceso quería que la gente se olvidara de Malvinas. Por eso, cuando volvieron los<br />

389


soldados los escondieron, no les brindaron un mísero desfile. Les dieron las espaldas.<br />

Y me quedé sin trabajo. Vinieron las elecciones, ganó Alfonsín y nombraron presidente<br />

de ATC a Miguel Angel Merellano que era un locutor radical. Y me llama para<br />

participar de un programa periodístico y esta noticia sale en Clarín. Al día siguiente,<br />

me llama Merellano y me dice: -No hagas nada, ni digas nada, pero te prohibieron.<br />

Pero... ¡No hagas nada! Pero no digas nada porque cuando te prohíben lo peor que<br />

podés hacer es decir algo. ¿Y quién me prohibió? El Ministro de Cultura Carlos<br />

Gorostiza me dio la orden de que no podés trabajar. Y los canales eran todos<br />

estatales, menos el 9 que era de Romay. Yo, lejos de quedarme callado, monté en<br />

cólera y fui a verlo a Gorostiza. Fui con otro periodista, el actual ex marido de Mónica<br />

Gutiérrez, esa es otra cosa que ahora todos se callan. ¡Son progresistas! Y Mónica<br />

Gutiérrez era la reportera estrella de 60 Minutos y en 60 Minutos trabajaban Fernando<br />

Bravo y Bety Elizalde, gente que de ninguna manera eran anti progresistas, sino todo<br />

lo contrario... pero eso se omite. Y bueno, me recibió Gorostiza con el Subsecretario<br />

que era Marcos Aguinis y estos 2 escritores me dijeron que yo no tenía derecho a<br />

trabajar por haber ido a la guerra de Malvinas. Me lo dijeron a mí. Yo les dije: -Y ¿por<br />

qué? ¿Quién dio la orden? Entonces, me dijeron: ¿Qué importa si fue Tróccoli o<br />

Alfonsín? Años más tarde, en una entrevista en la Revista Noticias, Eduardo<br />

Eurnekian dijo que fue Alfonsín. Porque cuando Eduardo Eurnekian recién compra<br />

Cablevisión me contrata a mí. El tiene muchos negocios en Chascomús, con textiles y<br />

parece que Alfonsín le tiró la bronca porque me había contratado. Alfonsín tiene una<br />

historia con Malvinas, personal. Porque hubo una camada del Colegio Militar increíble<br />

porque la integraban estas 4 personas: Galtieri, Alfonsín, Harguindeguy y Anaya.<br />

Todos juntos. Entonces, parece que Alfonsín era el gordito “gilún” al que Galtieri<br />

molestaba y Harguindeguy defendía y eso quedó a lo largo del resto de sus vidas.<br />

Porque fijáte que Alfonsín desarrolló un odio tremendo contra Galtieri y por ende<br />

contra la guerra de Malvinas, mientras que Harguindeguy, que defendió a Alfonsín<br />

durante el Gobierno militar para que no le pasara nada, cuando comienza el juicio a<br />

390


los militares, no le pasa nada. Escúchame, si acá hubo desaparecidos, ¿Quién es el<br />

responsable primero y principal? El Ministro del Interior. Pues al Ministro del Interior<br />

Harguindeguy nunca le pasó nada por protección de Alfonsín. Y Galtieri era odiado por<br />

Alfonsín y esto se le escapó cuando lo criticaban por querer poner la capital en<br />

Carmen de Patagones, una vez dijo: -¿Por qué? ¿Si esto no va a salir más caro de lo<br />

que salió la Guerra de Malvinas? Estaba compitiendo con Galtieri por tener un poco de<br />

historia, nada más. Porque yo tengo muchas facturas para pasarle a Galtieri, pero lo<br />

cierto es que entró en la historia. Porque dentro de 200 años va a tener 3 renglones en<br />

un libro de historia, pero Alfonsín no va a tener 3 renglones por haber querido trasladar<br />

la Capital.<br />

¿Supiste si hubo fusilamientos durante la guerra?<br />

¿De los ingleses? No, eso fue después de la rendición...Así que de eso no puedo<br />

hablar porque no estaba ahí. De eso pueden hablar los soldados.<br />

Contáme qué pasó con tu material. ¿Pudiste recuperar algo?<br />

No, las fotos que mandé jamás aparecieron. He sacado muchas fotos, no son muy<br />

espectaculares pero es un documento histórico. Tengo más de un centenar de fotos.<br />

Que las tengo ahí amontonadas, ni sé dónde las tengo. Porque a nadie le interesa<br />

nada... Recién ahora hay un movimiento, sobre todo entre los familiares que me han<br />

pedido fotos y yo tenía la intención porque vine una vez con todas las fotos y estuve<br />

en contacto con Daniel Marchi, un muchacho muy entusiasta, suboficial helicopterista,<br />

que está en actividad. Ibamos a ir y verlas una por una. Yo tenía idea, inclusive, de<br />

juntar a los familiares y proyectarles en diapositivas para que las vean si reconocen a<br />

sus seres queridos, hacerles copias y todo. Se enfermó Daniel y al final no lo hicimos,<br />

pero es una asignatura pendiente.<br />

En los archivos de los diarios me han dicho que no hay fotos (en relación a La Nación)<br />

y otros como vos me dicen “tengo cientos...”<br />

391


Porque los archivos los han saqueado. O los esconden con intereses pecuniarios. Vos<br />

vas a ATC a pedir videos y es una lágrima. Hace poco fue gente de una productora a<br />

buscar material a ATC y no encontraron nada. Cuando se van, en el hotel, reciben una<br />

llamada telefónica y les dicen:- “¿Uds. quieren material de Malvinas? Tantos dólares el<br />

segundo”. Es gente, empleados infieles, que dentro de ATC –no lo tienen dentro de<br />

ATC, lo habrán sacado- pero tienen ver o tuvieron que ver cuando llegó el material y<br />

se lo guardaron. Con respecto a las fotos me hiciste acordar de una anécdota.<br />

Llegamos con el camarógrafo a una posición que tenían los Patricios, porque había<br />

una sección de Patricios y había un Sargento que se llamaba Saraza. Llegamos ahí<br />

porque recién habían pasado unos Harriers y los habían bombardeado. Y estaban<br />

todos desesperados porque habían pasado recién y Saraza que gritaba:-¡Lo tengo, lo<br />

tengo!<br />

– ¿Qué? ¿Bajaste uno?<br />

– -¡No, le saqué una foto!<br />

– ¿Cómo le vas a sacar una foto? ¡Le hubieras tirado, aunque sea con el<br />

revólver!<br />

Pero ahí tenés. Yo creo que todo el mundo ha sacado fotos. Los oficiales y<br />

suboficiales seguro que todos tienen fotos. Pero como Malvinas es mala palabra hay<br />

una desidia… nadie se preocupa por las fotos ¿Si nadie se va a interesar?<br />

Yo publiqué mi librito en el ‟82, se vendieron 85 mil ejemplares, lo cual es mucho<br />

porque acá un best seller son 3 mil ejemplares. Se agotó hace muchos años y yo<br />

pensé que con motivo de los 25 años quizás alguien lo quiera reeditar. Y podría<br />

actualizarlo, porque lo hice medio a las apuradas y hubo cosas que me quedaron en el<br />

tintero. Y fui a hablar con la encargada de El Ateneo y me dijo que probablemente le<br />

interesara, que sí, le llevara un ejemplar. No me atendió nunca más el teléfono.<br />

Malvinas sigue siendo mala palabra. Piensan que nadie les va a comprar, porque<br />

supongo que el editor antes de publicar busca si a alguien le puede interesar. El<br />

argentino no quiere saber de Malvinas. Vos fijáte, las 2 películas que hicimos son más<br />

392


allá de miserables, canallescas, mentirosas, no tienen entidad. Yo tuve que hacer un<br />

esfuerzo para quedarme hasta el final porque me aburrí con la película de Edgardo<br />

Esteban, honestamente, más allá de que me repugne el tipo o la concepción de que<br />

eran todos cagones. Me aburrió. Fijáte, muestran a los Oficiales y Suboficiales como<br />

malos, y no te lo creés. Son de pacotilla no te los creés ni como malos. Está mal<br />

actuada, mal hecha, aburrida. Porque además, han hecho un vuelo muy bajo, cae en<br />

la mugre. Teniendo el material que tienen de Malvinas para hacer películas<br />

espectaculares. Yo creo que Hollywood pagaría millones de dólares a quien haga un<br />

guión de Malvinas con cosas reales que pasaron. Porque Dotoiesvsky decía... “la<br />

verdad es siempre inverosímil”. Las cosas que pasaron en la guerra de Malvinas son<br />

para llenar varios guiones de películas. Nadie se preocupa por eso. Cosas que he<br />

visto yo con mis propios ojos. Por ejemplo, ir un piloto con el avión averiado, entonces<br />

le dicen que lo van a guiar para que se eyecte en el agua y lo van a rescatar. Arcas se<br />

llama el piloto, entonces, lo van guiando, le dicen que se eyecte y el tipo se larga al<br />

agua y deja el avión nivelado para que se estrelle, también en el agua. Pero vaya a<br />

saber qué palanca se trabó y el avión en lugar de volar recto, empieza a volar en<br />

círculo. Mientras tanto, Arcas está en el agua. Empieza a nadar hacia la costa y le<br />

empiezan a hacer gestos de que no. Yo pensé que me estaban saludando –decía<br />

Arcas- y ya los estaba puteando. No era para que no nadara porque ahí había minas.<br />

Le mandan un helicóptero, a duras penas lo sacan. Fue una odisea. El avión, lo vemos<br />

que empieza a girar y de repente enfila hacia Puerto Argentino. Entonces, le empiezan<br />

a tirar los nuestros con los cañones antiaéreos, pero están tan calibrados para aviones<br />

a gran velocidad y este avión iba muy lento y no lo podían bajar y cuando gira de<br />

nuevo que parece que se va a estrellar sobre Puerto Argentino. ¡Y no, el avión que<br />

parece que no quiere morir! Decíme si no es para aprovechar en una película! Un<br />

comando argentino mata a un comando británico. Y da un parte diciendo que el<br />

comando británico peleó con heroísmo y por ese reporte del comando argentino al<br />

comando británico en Inglaterra lo promueven al grado superior post mortem, teniendo<br />

393


como prueba el guión del enemigo. Y la esposa del comando británico dice:- quiero<br />

conocer al hombre que mató a mi marido que habla tan bien de él. Y viene acá y lo<br />

conoce. O sea, ¿Cuántas historias hay? Una vez cayó un teniente Benítez que se<br />

estaba por casar, tenía una novia acá en Buenos Aires. Era piloto de aviación naval,<br />

cae con su avión y lo entierran. Como hacen muchas veces los militares, ponen una<br />

cruz y sobre la cruz el casco. Y empieza a llover y el casco, que obviamente estaba<br />

ensangrentado, empieza a gotear sangre. ¡El casco estaba llorando sangre! ¿Decíme<br />

si estas imágenes no son para aprovechar en el cine? En vez de que el conscripto se<br />

hizo en el pantalón. ¡Por favor! ¡Qué vuelo tan rastrero y sucio! Pero bueno, es por el<br />

lavado de cerebro… y ahora la última vuelta de tuerca es que están queriendo<br />

presentar oficialmente a los ex combatientes como víctimas de la Dictadura. No<br />

defendieron a su Patria. Fueron víctimas de la Dictadura. Algo de eso va a pasar.<br />

Cuando la ideología se mete en la historia…Cuando Stalin llega al poder empieza a<br />

matar uno por uno a los que con él hicieron la Revolución. Entonces, de ser los que<br />

hicieron la Revolución pasan a ser enemigos, agentes de inteligencia japoneses, los<br />

van borrando de las fotos, los sacan. Cuando la ideología se mete en la historia es el<br />

fin de la historia como ciencia. Se escribe con una total fantasía acorde a las<br />

necesidades de los que tienen el poder. Porque un historiador tiene que tener el coraje<br />

de decir la verdad y el coraje de no callarla, las dos cosas. Porque una verdad parcial<br />

es una verdad injusta. Se miente y se repiten ideas falaces, absurdas. Por ejemplo,<br />

esto que escuché decir al director de un diario: -¡Qué barbaridad estos milicos!<br />

¡Mandaron a pelear a Malvinas -que hace tanto frío- a chicos del Chaco! ¡Con la<br />

diferencia climática que hay! ¿Y los alemanes nórdicos no hicieron proezas en el<br />

Africa con el Africa Korps? ¡Qué imbecilidad! ¿O había que dejarlos nada más para<br />

pelear en el Norte de Alemania? Si vos te detenés un minuto te das cuenta qué<br />

imbecilidad. Pero todo el mundo lo repite y una imbecilidad repetida por todo el mundo<br />

se convierte en un lugar común y en verdad… Además, lucharon heroicamente.<br />

¿Con todo lo que les faltaba: comida, abrigo…?<br />

394


Pero es que así son las guerras. ¿Cómo hacés cuando estás bajo fuego para llevarle<br />

comida caliente a los soldados? Tenés que arriesgarte mucho. Llegaba, pero llegaba<br />

fría. ¡Claro! No va a llegar caliente. ¡Una guerra no es un paseo! Y vista desde el punto<br />

de vista de un burgués… ¡Y claro, les faltaba comida caliente…! Es una guerra y la<br />

guerra es un horror en todo sentido. Pero… ¿por qué no contamos la verdad? ¿Qué<br />

así como había soldados que pasaban hambre había unidades donde el jefe no comía<br />

hasta que no comía el último de los soldados? Y yo lo he visto. ¿Y por qué pasa eso?<br />

Porque la ideología pinta todo lo negativo. Si hubo una persona estaqueada, por lo<br />

menos una, eso lo sé. ¿Pero qué pasa con Maneta, el jefe de cuartel de Moody Brook<br />

que quería mandar a los soldados rotando a la ciudad y que se bañaran? ¡No querían<br />

abandonarlo! El era un padre para ellos, no querían irse. Entonces sí, hubo oficiales<br />

que se asustaron y no se jugaron. Fijáte vos, cuando decíamos qué imbecilidad<br />

convierte mentiras en la Biblia… Galtieri, el borracho. Porque lo vieron con un vaso de<br />

whisky. ¡¡Qué barbaridad!! Margareth Tahtcher se emborrachaba todas las noches,<br />

eso salió publicado. Del miedo a que un pequeño país sudaca le hiciera morder el<br />

polvo. ¡Qué importa si Galtieri tomaba whisky! ¡Una banalidad! A Galtieri yo le tengo<br />

una factura mucho más gruesa. ¿Por qué no se puso él al frente de las tropas? Eso es<br />

una factura más gruesa. No si tomaba un whisky… ¡Por favor! Eso desvía la mirada de<br />

las cosas que realmente pasaron. A Galtieri si hay que fusilarlo, ¡hay que hacerlo<br />

porque no se puso al frente de las tropas! Viola era un borracho y nunca nadie acusó a<br />

Viola de tomar…<br />

Entrevista a Daniel Alonso (2006)<br />

Entrevista realizada por e-mail en 2 partes<br />

Comentario preliminar<br />

Naturalmente los medios durante la cobertura del conflicto del Atlántico Sur (incluso<br />

los dos semanarios, Clarín y La Nación) estaban absolutamente condicionados a la<br />

información que bajara el gobierno militar sobre la temática.<br />

395


Un mal entendido “patriotismo”, hacía que los medios –si bien tenían acceso a<br />

cuestiones que veían mal- no las publicaran, además de que estaban “supervisados”<br />

al cierre, por representantes de los comandos en Jefe.<br />

Al margen de ello, el triunfalismo que despertó la Junta Militar con la ocupación de<br />

Malvinas, fue literalmente –creído por todos, más allá de la conveniencia<br />

momentánea. (Hay que tener en cuenta que contar la película ahora que sabemos el<br />

final, es muy distinto a haberla vivido en cómodas cuotas, contemporáneamente...)<br />

Por ello, si somos serios, los periodistas que actuábamos entonces mal podemos<br />

hacer una crítica despiadada porque en alguna manera, todos fuimos cómplices de la<br />

mala información – en realidad, más acción psicológica que información – que nos<br />

prestábamos a bajar a la sociedad.<br />

(Es más o menos como cuando “alguien” reeligió a Menem, y ahora nadie se<br />

acuerda...; o ahora, que Kirchner tiene una imagen positiva (2006) del 70%, y los<br />

patagónicos te podemos decir que dentro de cuatro o cinco años nadie se va a acordar<br />

que lo quisimos tanto...)<br />

Antes de pasar a contestar algunas de las cosas que me preguntás, te comento que<br />

en materia fotográfica y de imagen, específicamente, el gobierno había llevado a un<br />

equipo de Canal 7 – Nicolás Kasanzew y un cámara – y un par de fotógrafos propios,<br />

uniformados.<br />

El resto que te cuente algo, es porque sacó fotos por acá por la costa, en las ciudades<br />

que éramos “Cabecera de Teatro de Operaciones”: Comodoro, Río Gallegos y Río<br />

Grande.<br />

La única manera que tuvieron las redacciones más importantes (del país y del<br />

extranjero) para acceder a imágenes generadas por prensa argentina era “comprando”<br />

(bajo cuerda) al cámara de Canal 7 o a los reporteros gráficos de los militares,<br />

396


imágenes “no autorizadas” por los militares, pero que los tipos se exponían a hacer<br />

circular sin que ellos supieran (y cotizaban como locos).<br />

En cuanto a video, en la época no había posibilidades más que de enviar físicamente<br />

lo enlatados, así que hubo pocas tomas “non sanctas”. Pero en cuanto a las fotos<br />

(blanco y negro, claro) ya existían pequeñas valijitas para emitirlas como “radio-fotos”,<br />

con sólo contar con una línea telefónica a mano. (Obviamente, no existía internet...)<br />

Se macaneó un montón con tomas hechas acá en la costa patagónica, haciendo creer<br />

que eran de las islas. ¿Por qué? Porque casa diez o quince kilómetros en torno a las<br />

ciudades costeras (Comodoro, Caleta Olivia, Puerto Deseado, Puerto Santa Cruz;<br />

generalmente en todo Chubut y Santa Cruz) había grupos de soldados (como en el<br />

límite con Chile, en la cordillera), acampados y patrullando por la eventualidad que el<br />

conflicto se generalizara y hubiera algún ataque a la costa continental.<br />

Yo te podría garantizar que el 80% de las fotos que incluso los grandes medios<br />

publicaron ilustrando como que eran campamentos en la costa malvinense, era en<br />

nuestras playas pedregosas, obviamente con soldados y oficiales que vestían el<br />

mismo uniforme, y con una topografía que no es muy parecida (el suelo malvinense es<br />

de hulla y con mucha pastura verde) pero trucadas mostrando mayormente playa y<br />

mar.<br />

Hechas estas salvedades, que vos sabrás como sintetizar, trato ahora de seguir la<br />

guía de tus consultas.<br />

Me gustaría que me cuentes –si tenés ganas- dónde trabajabas en el ‟82, cuándo<br />

fuiste a Malvinas, quién te mandó, con quién fuiste, cuántos días estuviste, qué hiciste<br />

allá y en qué condiciones. Y todo lo que te acuerdes del momento.<br />

397


En 1982 era Prosecretario de Redacción del matutino “El Patagónico” de Comodoro<br />

Rivadavia, y uno de los conductores del noticiero de LU83 TV Canal 9 de nuestra<br />

ciudad.<br />

Particularmente por el diario me tocó la cobertura directa los dos meses que duró el<br />

conflicto, y por ello el sábado 3 de Abril fui uno de los 70 periodistas (entre nacionales<br />

y extranjeros) que pudimos visitar por unas horas Puerto Argentino (Stanley) para ver<br />

que la ocupación argentina había sido incruenta.<br />

Ese fue el único objetivo y la única ocasión en que estuvieron periodistas en el teatro<br />

de operaciones, y sólo por un par de horas al día siguiente de la toma <strong>Argentina</strong>. El<br />

resto del tiempo las imágenes que hubiera, las transmitían o enviaban los fotógrafos<br />

militares (a su conveniencia) o el cámara de Kasanzew.<br />

(Hasta que llegaron los ingleses y desembarcaron, obviamente, yo te comento la parte<br />

<strong>Argentina</strong>).<br />

El resto del tiempo, el seguimiento se hacía de las comandancias, situadas en<br />

Comodoro, en Río Gallegos y en Río Grande.<br />

En esas tres sedes los periodistas recibíamos el material que la Junta Militar quisiera<br />

dar, y del modo que la quisiera dar. Nuestra elaboración propia se limitaba a notas<br />

color, algunas versiones o particularidades, pero los medios no nos dejaban<br />

exponerlos a publicar que “no íbamos ganando” como nos hacían decir, etc<br />

(Naturalmente, hasta que terminó el conflicto, en que sí pudimos empezar a decir que<br />

no nos dejaban informar que tan bien no veníamos...)<br />

Yo tuve la suerte de hacer de guía local esos dos meses, de dos o tres excelentes<br />

periodistas y corresponsales de guerra: Luis Garasino, de Clarín, y Corbellini Rosende,<br />

de La Nación, que operaban para sus medios, desde nuestro diario.<br />

Con su asesoramiento y sus contactos (tenían trato directo con las cúpulas militares<br />

porque eran los corresponsales de sus diarios ante el Ejército y la Fuerza Aérea desde<br />

398


antes, lográbamos para nuestro diario local versiones más ciertas, aunque no<br />

pudiéramos publicarlas por el momento.<br />

En Comodoro, en particular, el clima de guerra se vivió como en las Islas. No durante<br />

el primer mes, ya que durante las negociaciones diplomáticas todo el mundo creía que<br />

se iba a llegar a un arreglo y que no iba a haber guerra.<br />

Precisamente, entre el 3 de Abril y el 1º de Mayo, que se desató la guerra con el<br />

primer ataque inglés, compartíamos la redacción con periodistas turcos, alemanes,<br />

franceses, y hasta ingleses, sin problemas con estos últimos. El 1º de Mayo,<br />

pacíficamente, el gobierno despachó a todos los periodistas extranjeros a Buenos<br />

Aires y solo quedaron por acá en las ciudades “cabecera”, periodistas nacionales.<br />

Comodoro era la sede del Comando de Aeronáutica, y acá sesionaba el Comandante<br />

Comodoro Basilio Lami Dozo y su estado mayor, y del Ejército, cuya comandancia<br />

ejercía un General García.<br />

Era la cabecera porque desde su aeropuerto se estableció durante todo el primer mes<br />

en que se completó la ocupación con el envío de más de 5000 soldados y<br />

equipamiento, toda la logística para la guerra. Incluso el Hospital de Campaña acá fue<br />

establecido en forma portátil al lado de la pista del mismo aeropuerto, para cuando<br />

trasladaran a los heridos de urgencia.<br />

Te decía que el clima de guerra se vivió acá con toda intensidad, porque la ciudad era<br />

considerada el punto principal de abastecimiento a las Islas, y como tal, si los ingleses<br />

no hubieran podido desembarcar tan fácil, hubieran atacado el Continente y en<br />

especial, desde donde se atendía a las Islas.<br />

De tal manera, toda la ciudad se oscurecía de noche, se montó un operativo de<br />

Defensa Civil que durante los dos meses hacía oscurecimientos sorpresivos, para ver<br />

si en todas las casas y edificios habías tapado todo hilo de luz que pudiera verse<br />

desde el aire.<br />

399


Ello se hacía con tétricas sirenas, que nos mantuvo bastante entusiasmados con ser<br />

parte tan cercana a los horrores de una guerra, pero también estar ayudando a una<br />

causa nacional, si es que se recuperaban en algo las Malvinas, no?<br />

En las escuelas, incluso jardines de infantes, a los niños se les enseñaba a<br />

esconderse ordenadamente debajo de los pupitres en el menor tiempo posible, y otro<br />

tipo de precauciones que fueron ejercicio cotidiano en esos días.<br />

En síntesis: vivimos el conflicto, y sus implicancias, más confortables pero más<br />

enterados y preocupados que si hubiéramos estado cubriendo en algún lugar del<br />

frente de batalla, donde hubiéramos estado aislados o sólo con chances de contar lo<br />

que pasaba cerca de nuestra trinchera...<br />

Me han contado que en Comodoro los corresponsales tenían muchas restricciones y<br />

eran seguidos constantemente por la gente de inteligencia, por ejemplo.<br />

Esto que te han contado, me parece un poco una fantasía de algún colega, en lo que<br />

hace a que alguien era “seguido” por la gente de inteligencia.<br />

Es decir: ningún periodista que viniera en ejercicio durante los años previos esa misma<br />

dictadura militar, seguía en sus medios para 1982 si no había aprendido lo de la “auto-<br />

censura”, no propia, sino del medio en el que trabajaba…<br />

(Los argentinos alguna vez nos vamos a contar la historia completa, y diremos que<br />

tanto Clarín, como La Nación, como Siete Días, como Gente alentaron en 1976 el<br />

golpe militar y lo acompañaron por sus conveniencias económicas durante todo el<br />

tiempo…¡y por supuesto los medios menos poderosos, también!)<br />

Y en otro sentido, dicho de otra manera lo que planteás, por supuesto que ese<br />

seguimiento no hacía falta porque el control era absoluto, la “supervisión antes del<br />

cierre de la edición”, antes de la guerra…<br />

Eso, aunque ahora cueste entenderlo, se vivía como cosa natural y era “auto-censura”.<br />

400


Por ejemplo: se dejó venir a los corresponsales extranjeros al Sur, hasta que los<br />

ingleses atacaron (01/05/82), y luego amablemente se los despachó a Buenos Aires, a<br />

Ezeiza y de ahí a sus países… y por supuesto ninguno se resistió. (De los<br />

internacionales quedaron en Buenos Aires los que eran de dotación fija, no los que<br />

vinieron de sus países por el conflicto en sí).<br />

Por darte ejemplos, lo más que ocurría era que se intensificaban averiguaciones en los<br />

diarios locales, cuando se daban cuenta que los corresponsales nacionales lograban<br />

“notas-color” o fotos de archivo que les proveíamos nosotros, por conocimiento de la<br />

zona, pero siempre de esta zona, no de las islas.<br />

Una sola vez –el 6 de junio- a mi diario y a otro del norte del país nos clausuraron por<br />

24 horas, por publicar una versión que le pasamos a la agencia Noticias <strong>Argentina</strong>s.<br />

Y nosotros, entonces, nos defendimos diciendo que lo que publicamos fue el cable de<br />

la agencia nacional (cuando en realidad el dato era nuestro y se lo pasamos a ellos<br />

para que se sepa).<br />

Lo más que nos podíamos permitir era una travesura de esas.<br />

Otro dato que conviene tener en cuenta era que a excepción de Canal 9 (de Romay)<br />

los demás canales de TV abierta eran del Estado (el 13, de la Marina) y el 11 (del<br />

Ejército).<br />

Entonces el control masivo de la información que tenía la junta militar, era casi total.<br />

Un parrafito más:<br />

Yo, que aún sigo en el periodismo, vengo viendo con preocupación cómo los<br />

veteranos o ex combatientes, le han sacado provecho a la democracia, con todo tipo<br />

de prebendas.<br />

401


Lo vivido en esos años, las especulaciones que he visto lograr a muchachos que si<br />

eran soldados estaban en trincheras de por acá o la frontera con Chile, en nombre de<br />

la guerra… NO TIENE NOMBRE.<br />

Eso me ha enseñado que yo a LOS VIVOS DE LA GUERRA, les creo poco. Creo<br />

firmemente en los MUERTOS DE LA GUERRA. Y te puedo garantizar que por sus<br />

deudos, sus padres que quedaron sin hijos, sus viudas…ningún político ni los ex<br />

combatientes nunca hicieron nada. (Lindo tema para otra tesis, ¿no?)<br />

Además, me da bastante asco ver que muchos “vivos” han sacado provecho gracias a<br />

los verdaderos valientes, que son los que no volvieron. Pero un poquito así somos los<br />

argentinos, ¿no?<br />

Bueno, creo que ya es demasiada lata. Si en base a estos apuntes, te interese que<br />

profundice algo, mandáme otro mail. Yo voy a hacer un poquito de memoria, con algún<br />

colega, para ver si nos acordamos del nombre de alguno de los fotógrafos. Mandó<br />

Clarín, mandó la Revista Diez (de Perfil, a un chico Cichero), y La Nación, por ejemplo,<br />

no mandó. Las fotos se las proveíamos los diarios locales, o eran las que entregaban<br />

los milicos en la conferencia de prensa todas las tardes a las 18 horas, en la sede de<br />

la cabecera del Teatro de Operaciones en la Cámara de Comercio de Comodoro.<br />

Me había olvidado:<br />

Otra de las informaciones que eventualmente publicábamos (porque detectábamos en<br />

el aeropuerto local la partida de aviones Hércules con suministro), era que “el puente<br />

aéreo se restableció parcialmente”, cosa que les jorobaba, porque se suponía que una<br />

vez declarado el conflicto en lo bélico (desde el 1° de Mayo en adelante) se suponía<br />

que estaba suspendido y eventualmente los aviones que detectaran los ingleses los<br />

podían bajar sin miramientos porque se daba por violado el espacio aéreo en conflicto.<br />

402


Te imaginarás que los ingleses, con el apoyo tecnológico de la OTAN y los satélites de<br />

comunicaciones norteamericanos, no necesitaban leer el diario de Comodoro<br />

Rivadavia, para detectar “naves enemigas”…<br />

Reaparecí. Te había quedado debiendo el tema de por qué nos habían cerrado el<br />

diario El Patagónico durante el conflicto del Atlántico Sur.<br />

Aunque, lo más probable es que hayas terminado la tesis… te comento que no quise<br />

darte la información como vagamente recordaba, sino charlarlo con el colega que en<br />

aquel momento era corresponsal de NA (Noticias <strong>Argentina</strong>s) – Carlos Acosta- y que<br />

como siempre levantaba material de nuestro diario para sus despachos, hizo que la<br />

suspensión cayera a nivel nacional sobre la agencia, y a nivel local sobre el matutino.<br />

Tal como yo suponía, no hubo una razón única, o una información puntual, con la cual<br />

tomaron la medida, sino que quisieron poner freno a toda información independiente<br />

que recogiéramos, que no fuera de la única fuente que ellos proponían, que era un<br />

vocero que todas las tardes a las 18 citaba a la prensa en una sala al efecto, para<br />

divagar pero sin suministrarnos datos concretos.<br />

La suspensión se dispuso por tres días del 6 al 9 de junio, pero finalmente se cumplió<br />

uno solo, pues las autoridades del diario y sus abogados reclamaron a la comandancia<br />

local, y al no dárseles explicaciones puntuales, lograron tal indulgencia.<br />

La disposición que exhibieron los militares, elípticamente argumentaba “por difundir<br />

informaciones que conspiran contra la seguridad de las operaciones militares”.<br />

Con ello, pretendían poner freno a nuestra búsqueda por otras fuentes, y ya nos<br />

habían hecho reconvenciones verbales en tal sentido antes de esa fecha.<br />

403


Lo que más los había indispuesto, es que por testimonios de soldados en el frente,<br />

habíamos publicado que por el intenso frío en las trincheras, ya había muchachitos<br />

que tenían principio de congelamiento en las extremidades (“pie de trinchera”, un paso<br />

previo a la gangrena), entre otras cosas.<br />

Otras inconveniencias que habíamos publicado fue cuando el 3 de abril nos cruzaron a<br />

las islas para que viéramos lo incruento de la ocupación militar argentina, editar una<br />

foto donde se veían soldaditos nuestros empujando un camión militar argentino para<br />

ver si arrancaba…<br />

En términos generales, lo que quisieron fue ejemplificar ante el resto de la prensa<br />

nacional, para que no se publicaran versiones de “cosecha propia”, y nos sujetáramos<br />

a editar –los primeros días de junio, cuando acá en la Patagonia ya se rumoreaba la<br />

rendición- que “íbamos ganando la guerra”.<br />

Lo que supimos, es que la publicación de lo del pie de trinchera, el día que dispusieron<br />

la clausura (o suspensión), sólo tuvo como castigados a El Patagónico y a la agencia<br />

Noticias <strong>Argentina</strong>s (NA), cuando en realidad, muchos diarios del país pusieron el<br />

cable de NA, levantado de lo escrito en el diario.<br />

Entrevista a Daniel García - 17 de febrero de 2010<br />

¿Dónde trabajabas en 1982?<br />

En 1982 trabajaba como fotógrafo de la agencia DYN y viajé a Malvinas el 13 de abril.<br />

El viaje surgió a partir de un acuerdo entre NA y DYN y el Estado Mayor Conjunto. No<br />

había imágenes ni información de otra agencia que no fuera la oficial entonces les<br />

ofrecimos hacer un pool, el redactor era de NA y el fotógrafo de DYN era yo. Viajamos<br />

en un Focker de la Fuerza Aérea, 3 tripulantes, Osvaldo Gazzolla de NA, un Teniente<br />

Coronel y yo. El Teniente Coronel no se nos despegaba. Cuando salimos de Buenos<br />

Aires en un vuelo de Aerolíneas hasta Comodoro Rivadavia, el teniente coronel se nos<br />

404


sentó atrás y ni bien despegamos nos entregó cinco carillas con las prohibiciones de<br />

todo lo que no podíamos hacer. No se podía tomar imágenes de nada, con lo cual me<br />

paré y le dije al teniente que él que tenía poder hiciera que volviéramos, yo me quería<br />

bajar porque no podía hacer nada para lo que iba. Tuvimos un cruce de palabras y<br />

seguí viaje. Algunas de esas prohibiciones eran exhibidas en las redacciones de los<br />

diarios y en la agencia misma.<br />

¿Cómo fue la experiencia en Malvinas?<br />

Estuvimos solo 5 o 6 horas. En principio Menéndez nos dijo que el Estado Mayor<br />

Conjunto decidiría si nos quedábamos más tiempo. Gazzolla de NA le hizo un<br />

reportaje a Menéndez allí en la gobernación. Yo le hice un par de fotos y para mí eso<br />

era un aburrimiento porque no tenía mucho para hacer, entonces me fui a dar vueltas<br />

por Puerto Argentino. El teniente Coronel nos había abandonado en ese momento.<br />

Hice un par de fotos en Puerto Argentino y me crucé con un soldado en un jeep al que<br />

imperativamente le pedí que me lleve, imagináte yo tendría 30 años y él 18. Me llevó al<br />

cuartel de los Royal Marines donde hice algunas fotos, una de ellas fue censurada<br />

(luego te la mostraré). Estaba allí y cayó el Teniente Coronel con una especie de<br />

comando a buscarme. Todo un operativo para mí que estaba aburrido en Puerto<br />

Argentino. Tuvimos un cruce con palabras fuertes y me llevaron de vuelta a Puerto<br />

Argentino. Yo creo que este hecho influyó para que no nos pudiéramos quedar. Hice<br />

algunas tomas en color para SIGMA que necesitaba fotos de la vida cotidiana en las<br />

Islas, de allí la foto en el mercado (a la vendedora que encontré cuando volví para los<br />

25 años) o la ropa colgada en la soga o el jeep y la calle con la flecha indicando el<br />

sentido contrario (los militares argentinos quisieron imponer cambio en el sentido de la<br />

circulación de las calles).<br />

¿Qué pasó con las fotos cuando volviste?<br />

El acuerdo entre DYN, NA y el Estado Mayor Conjunto era que los rollos eran<br />

revelados por este último con la supervisión de las agencias. El Estado Mayor<br />

405


Conjunto revisó los negativos y censuró solo una (la del soldado comiendo su ración<br />

en el cuartel de los Royal Marines) que fue expuesta por primera vez en la Segunda<br />

Muestra del Periodismo Gráfico Argentino que se realizó en octubre de 1982. DYN<br />

vendió todas esas fotos, me dieron un reconocimiento por mi trabajo pero no fue más<br />

que eso. Ellos ganaron mucho dinero. Y cuando volví me mandaron a cubrir el mundial<br />

de fútbol a España. Antes de irme a España yo ya sabía por la información que<br />

manejaba –era el encargado de transmitir la información de AP que DYN distribuía al<br />

interior del país- que la guerra estaba perdida.<br />

¿Cómo era el tema de la venta de las fotos?<br />

No me consta porque no lo vi pero se sabía que en Comodoro Rivadavia gente del<br />

ejército tenía una casa donde vendían las fotos. Había álbumes con todo tipo de fotos<br />

y se podían elegir y conseguir allí. Eran los rollos que les sacaban a los soldados, a los<br />

fotógrafos, todo lo que robaban o secuestraban por ahí.<br />

Cuando le muestro las fotos de la carpeta “dudosas” considera que las fotos fueron<br />

hechas por fotógrafos profesionales, muy probablemente por fotógrafos ingleses que<br />

viajaron con la flota y se manejaron con total libertad, por ejemplo en el desembarco<br />

en Goose Green donde hicieron fotos muy buenas. Las distribuyó PA (Press<br />

Asociation) que era la agencia oficial inglesa. Uno de sus fotógrafos fue Martin<br />

Cleaver. La agencia para la que Daniel García trabaja en 2010 –AFP- recibió fotos de<br />

AP y PA. Daniel explica que las fotos que dicen Str o Stf significa Streanger que es lo<br />

mismo que fue hecha por un fotógrafo al que se le paga por esa colaboración eventual<br />

y no pertenece al staff de la agencia. Respecto de las fotos que dice United Kingdom<br />

OUT significa que los clientes ingleses de la agencia no pueden comprar y/o publicar<br />

esa foto.<br />

406


Encuentro con Daniel Rodríguez 2005 y 2010 (editor fotográfico de Revista Ñ,<br />

2010)<br />

En 1982 era fotógrafo de diario Clarín y al ser consultado por las fotos de Malvinas nos<br />

regala su testimonio.<br />

“El 30 de Marzo de 1982 fui a cubrir la marcha convocada por la CGT. Con esfuerzo<br />

pude eludir la represión que se desató contra los manifestantes y todo aquel que no<br />

luciera uniforme y casco.<br />

Apenas un par de días después, el “oportuno” desembarco en las Islas Malvinas hacía<br />

que los malos no lo parecieran tanto, al menos para los que aclamaban a Galtieri en<br />

la plaza.<br />

El 2 de Abril yo volaba hacia el sur y el día 3 estaba en Puerto Argentino, confieso que<br />

algo conmovido. Pero no podía encontrar la foto que, uno pensaba, resumiría todo.<br />

La curiosidad me llevó a ver qué pasaba en ese almacén de Ramos Generales donde<br />

se aglutinaban gentes de uniforme y señores de corbata (políticos invitados para la<br />

gran ocasión). Mi sorpresa fue grande al verlos haciendo cola, prolijamente dedicados<br />

a la tarea de comprar esas bolsas de té en hebras que llegaban desde Inglaterra y con<br />

las que volverían ese mismo día al continente, llevándolas tal vez a modo de souvenir,<br />

como un trofeo, como una bandera arrebatada a los británicos o simplemente, como<br />

una buena compra en el shopping.”<br />

En 2005 Daniel Rodríguez me allana el camino para ingresar al archivo del diario<br />

Clarín y durante 4 largas jornadas puedo acceder a todos los recortes que se guardan<br />

de Clarín y otros diarios nacionales.<br />

En el último encuentro con Daniel Rodríguez, en 2010, le mostré una serie de fotos de<br />

las cuales me interesaba su opinión. Al ver ese conjunto de fotos (provistas por la<br />

comisión de familiares) se sorprendió por no haberlas visto nunca. Y consideró que la<br />

mayoría se trataban de fotos tomadas por reporteros ingleses que, a diferencia de los<br />

407


argentinos, documentaron la rendición de las tropas argentinas a partir del 13 de junio.<br />

Ya sea porque eran reporteros de agencias internacionales o fotógrafos del ejército<br />

inglés que desde la segunda línea del frente registraron esos momentos. Por ejemplo,<br />

ante la foto 129 (prisioneros con ojos vendados y tirados en el suelo mientras los<br />

ingleses los desarman y apuntan con sus armas) dijo que no cabía duda que era de la<br />

rendición que los “estaban tomando prisioneros mientras se rendían, pobrecitos”.<br />

Respecto de las siglas NOT FOR USE IN ARGENTINA o UK OUT considera que se<br />

trataba de imágenes que las agencias vendían a un medio y no permitían el uso de<br />

otros medios de la competencia dentro del mismo país o medios que no estaban<br />

abonados a esa agencia internacional. También esas siglas pueden tener que ver con<br />

la censura “terrible” en ambos países. Daniel considera que dentro del circuito de las<br />

fotos “existió lo que llaman “mercado negro de las fotos”, incluso entre los militares que<br />

se apropiaban del material de los fotógrafos y lo vendían luego o el material que<br />

sacaban a los mismos soldados –que con sus cámaras habían tomado en el frente-.”<br />

Entrevista a Don Rypka - 16 de Febrero de 2010<br />

¿Dónde trabajabas en 1982?<br />

En 1982 trabajaba para la agencia UPI en Washington. Me estaba yendo al Caribe a<br />

cubrir las vacaciones de primavera del presidente Reagan y me mandaron a la<br />

<strong>Argentina</strong> por la guerra de Malvinas. Volé desde New York el 4 de Abril y me quedé<br />

hasta 3 semanas después de la asunción de Bignone. El 5 de Abril llegué a Buenos<br />

Aires y cuando voy a dejar mi equipaje, equipos, etc. en la oficina de la agencia en<br />

Belgrano y Paseo Colón me dicen que corra, que corra porque a pocos metros en el<br />

Ministerio de Defensa acababan de nombrar a Menéndez gobernador de Malvinas. Fui<br />

el único fotógrafo que lo tomó saliendo de allí luego de la noticia.<br />

¿Y dónde estuviste durante la guerra?<br />

408


Pasé la mayor parte del tiempo en Comodoro Rivadavia, recorriendo todos los puntos<br />

del continente desde Bahía Blanca a Ushuaia desde donde hubiera contacto con<br />

Malvinas intentado embarcarme como fuera a las Islas. Estuve en Montevideo<br />

haciendo los heridos que llegaban allí y estuve preso en Ushuaia, 3 días, hasta que<br />

Costa Méndez intervino para que me liberaran porque no era más que un fotógrafo.<br />

Pero durante la guerra todos éramos espías, enemigos. En el hotel en Comodoro me<br />

robaron el pasaporte y estuve como 3 días solo con el papel que me habían dado en<br />

Relaciones Exteriores. El corresponsal que estaba conmigo sacó una nota con este<br />

hecho y a los tres días me citaron en un bar de Comodoro para devolverme el<br />

pasaporte –los mismos militares-.<br />

¿Cómo era el trabajo dentro de una agencia internacional?<br />

UPI como agencia internacional tenía vía libre en el continente para hacer todo lo que<br />

quisiera y transmitirlo fuera de <strong>Argentina</strong>. Las cosas se complicaron un poco más<br />

cuando Reagan tomó postura con Margareth Thatcher. Los abonados de UPI eran los<br />

medios extranjeros. Las fotos de las islas UPI las compraba a Télam y el que se<br />

encargaba de eso era un tal Rivera que seleccionaba y mandaba y de la parte<br />

comercial de UPI se encargaba Alberto Yassin. Una vez por día transmitíamos las<br />

fotos a New York (entre 8 y 12 fotos, no más) que tardaban 16 minutos en pasar. Pues<br />

cuando transmitía la primera mitad de la foto desde la central telefónica de Comodoro<br />

me cortaban la línea. Y todo volvía a empezar. Obviamente ellos sabían qué estaba<br />

mandando, una llamada a New York, con cobro revertido, el transmisor hacía un ruido<br />

que era característico… entonces me cansé y me fui personalmente a la central, pero<br />

allí había personal militar que controlaba todo igual o peor. Yo no sé del valor de las<br />

fotos porque me pagaban por mes, tampoco guardo fotos porque todo lo mandaba a la<br />

agencia semanalmente (copia y negativo). En esa época no era como ahora… UPI<br />

transmitía a sus abonados entre 16 y 20 fotos por día de todo el mundo y se hacía por<br />

radio.<br />

En Comodoro, además, desde mi habitación en el hotel tenía una vista privilegiada de<br />

409


un sitio donde se movían las tropas, la formación de vehículos, tanques, camiones,<br />

previo a su traslado a las islas. Entonces hacía fotos de eso ya que el aeropuerto<br />

quedaba lejos y el acceso a esos lugares era imposible. Y eso no querían que<br />

transmitiera.<br />

Cuando vino el Juan Pablo II a la <strong>Argentina</strong> hice una foto de él en Luján en medio de la<br />

multitud con una pancarta detrás que decía “las Malvinas son <strong>Argentina</strong>s”. Fue una<br />

foto muy buena que nunca más pude ver ni encontrar. Ni siquiera la encontré en los<br />

archivos de Corbis cuando falleció Juan Pablo II. UPI vendió su archivo a Bettman y<br />

Bill Gates con Bettman compraron Corbis, por eso los archivos de UPI están en<br />

Corbis.<br />

¿Respecto del circuito de las fotos…qué podés contarme?<br />

Recuerdo que AP pagó fortunas por las fotos del Belgrano hundiéndose y al otro día<br />

de eso vino un coronel de la marina a querer venderlas a UPI también por una fortuna.<br />

Quedamos en encontrarnos en el Sheraton y yo le dije que no eran noticia porque ya<br />

las tenía AP desde el día anterior. Que no las comprábamos. Creo que pagaron algo<br />

de 20 mil dólares. Y las terminó regalando. Eran fotos hechas con una cámara no<br />

profesional un rollo de 110 mm del cual ví el negativo. Muchas de las fotos que<br />

publicaba Gente eran de archivo o armadas en los entrenamientos de las tropas.<br />

Además tenía las fotos de Télam por las que Atlántida pagó fortunas. Los únicos que<br />

revelaban color eran Perfil y Atlántida, la mayoría eran fotos en blanco y negro.<br />

Una vez terminado el conflicto y transcurrido las 3 semanas posteriores a la asunción<br />

de Bignone, Don Rypka vuelve a New York y lo destinan al Líbano. En Beirut había<br />

explotado la embajada de Estados Unidos.<br />

Las fotos de la rendición o “dudosas” que le muestro dice que deben ser fotos de los<br />

ingleses. Los barcos ingleses traían los pool de fotógrafos a bordo. Por ejemplo AP.<br />

De AP vemos las fotos entre las del archivo de Clarín donde aparecen los marines<br />

410


entrenando a bordo de los buques o los prisioneros argentinos en manos de los<br />

ingleses.<br />

Entrevista a Jorge Durán - 15 de Febrero de 2010<br />

¿Dónde trabajabas en 1982?<br />

En el ‟82 trabajaba para NA (Noticias <strong>Argentina</strong>s). Tenía designado cubrir el mundial<br />

de fútbol en España y terminé volando a Malvinas el 30 de marzo en una avioneta<br />

alquilada con Oscar Cardozo y un periodista de El Popular. Llegamos pero no pudimos<br />

bajar porque no nos daban pista. Volvimos a Río Gallegos y a intentar nuevamente<br />

con Malvinas, porque acá se sabía que el 2 de abril iban a invadir. Pero nuevamente<br />

no pudimos bajar y tuvimos que volver a Comodoro Rivadavia. En Comodoro estaba<br />

en el hotel con todos los fotógrafos, periodistas, militares, todos. Y el 3 de Abril volví a<br />

viajar en el avión en que nos llevaron con políticos, periodistas, etc.<br />

Y después de eso volví a ir cuando la guerra ya había empezado. El 3 o 4 de mayo<br />

porque la pista ya había sido bombardeada, recuerdo. En Comodoro Rivadavia<br />

encontré a un piloto de un Hércules que en el año 1978 me había llevado a la<br />

Antártida y tanto, tanto le insistí y le pedí que me llevara que accedió con la condición<br />

que iba con él, bajaba y volvía con él el mismo día. La cuestión es que volé en ese<br />

Hércules pintado de blanco con una cruz roja (como si fuera una ambulancia) cargado<br />

con camiones de nafta llenos. ¡Una locura! Podíamos volar por el aire. Salimos a las 4<br />

de la mañana, cuando llegamos a Puerto Argentino había un helicóptero atravesado<br />

en la pista, el piloto pidió que desalojaran pero le dieron orden de no detenerse. Con lo<br />

cual empezamos a discutir si bajaba o no a hacer fotos. Pero no pude comprometerlo,<br />

había mucho peligro. Tanto que el Hércules no se detuvo casi en movimiento largó el<br />

camión cargado de nafta y subió uno vacío. Y tuve que volver sin pisar Malvinas pero<br />

no podía defraudar a este piloto al que había convencido para que me llevara.<br />

Y a mediados de mayo tuve que volverme a cubrir el mundial de España.<br />

411


¿Qué tipo de fotos hacían en Comodoro Rivadavia? Los militares los llevaban a donde<br />

tenían que tomar fotos ¿Cómo era?<br />

En Comodoro nos aburríamos todo el tiempo. No había nada para hacer. Ibamos del<br />

hotel al club Español a comer, de allí al otro hotel a tomar whisky y de allí al casino (en<br />

el hotel donde dormíamos). Nada, era inventar qué hacer todo el tiempo. Nos decían<br />

que había heridos allá íbamos pero veíamos todo de lejos no nos dejaban acercar o<br />

nos llevaban a los simulacros y todas esas fantochadas que nos mostraban. Y si nos<br />

vigilaban todo el tiempo, encontrábamos a los de inteligencia en el bar y qué<br />

hacíamos, como estábamos aburridos nos escapábamos del bar corriendo a<br />

contramano y con los Falcon no nos podían agarrar. Hasta que un día nos dijeron que<br />

nos dejáramos de joder. Era como jugar al ring raje. Entonces sacábamos fotos de<br />

cualquier cosa y mandábamos por ahí de a tandas en varios días las fotos que<br />

hacíamos un día… pero había una avidez tan grande de imágenes, imagináte que<br />

después de Vietnam era la guerra más importante contra semejante potencia con<br />

todas en contra. Aquí estaban todos los medios extranjeros. En el Sheraton había<br />

oficinas de Newsweek, de Stern de Alemania, todos los medios internacionales<br />

estaban acá y se llegaron a pagar 20 mil dólares por rollos sin nada. Los milicos tenían<br />

el negocio y se quedaban con los rollos de los pibes que estaban en Malvinas (los de<br />

Télam) y los vendían. La revista Stern Alemana me pagaba 500 dólares por semana<br />

mientras estuve en Comodoro por estar atento a si pasaba algo, a si conseguía una<br />

foto. ¡Imagináte! Solo por buscar fotos y prestar atención. Si conseguía una foto buena<br />

la pagaban extra claro. Y les mandaba… pero en Comodoro no pasaba nada…<br />

Excepto un día que tuvimos miedo porque era de noche y estábamos en el casino y se<br />

cortó la luz. Salimos todos a la calle un ruido impresionante y pasaron entre 6 y 10<br />

aviones (argentinos) a muy baja altura. Existía ese fantasma de que si bombardeaban<br />

el continente y esas cosas.<br />

Otra cosa que recuerdo haber visto es a un brigadier, creo que era Crespo (a cargo de<br />

la región Sur) que nos dijo así como así que si lo dejaban él bombardearía con unas<br />

412


ombas (que les mostró) que eran de napalm similares a las usadas en Vietnam.<br />

Vimos todo pero no podíamos decir nada, él brigadier éste un petiso medio agrandado,<br />

todos borrachos…<br />

Un incidente que recuerdo con los milicos es que una tarde me quedé a transmitir<br />

desde el hotel y todos mis compañeros se habían ido a una conferencia de prensa. No<br />

había ningún periodista en el hotel. Me golpean la puerta y cuando miro por la<br />

cerradura veo dos tipos. Pregunto quiénes son y me dicen que de conserjería que<br />

quieren revisar las camas por no sé qué cuestión. Le digo que estoy durmiendo que<br />

vengan más tarde y me golpean la puerta tanto que casi la tiran abajo. Entonces les<br />

abro pero me quedo agarrando el marco como para que no pasen. Imposible,<br />

empiezan a revisar y me preguntan a dónde puedo transmitir con el aparato de<br />

radiofoto (C 16) y yo les digo que acá nomás en <strong>Argentina</strong>. En eso lo veo al negro<br />

Villoldo (que trabaja ahora en Clarín) y le empiezo a hacer caras para que me auxilie<br />

con estos tipos. Le preguntan al negro por el C16 y dice: -¡Si lo conectás a un teléfono<br />

transmitís a todo el mundo! ¡Orgulloso con el aparato! ¡Me lo quería comer vivo!<br />

Resulta que había un argentino de apellido Durán que vivía en Inglaterra y había<br />

escrito para UPI sobre unos aviones peruanos que habían venido en apoyo a la fuerza<br />

aérea <strong>Argentina</strong>. De inteligencia se pusieron a buscarlo en el hotel y el único Durán<br />

que había esa tarde era yo. Un malentendido del que pude salir hablando y explicando<br />

que no escribía, que solo hacía fotos, etc.etc. Así como había seguridad había caos<br />

también.<br />

¿Cómo hacían las transmisiones con el C16?<br />

Con el C16 que era fabricado por UPI se transmitían radiofotos en blanco y negro (en<br />

esa época no había color, prácticamente). Hacíamos las fotos, revelábamos en 10x15<br />

y transmitíamos en 7 minutos y medio cuando se hacía rápido y en 15, más lento.<br />

Jorge Durán me muestra algunas de sus fotos tomadas en Malvinas el 3 de Abril y se<br />

conmueve ante la del soldado cordobés (en archivo de ARGRA). Esta es muy especial<br />

413


para mí porque este soldadito cordobés me contó que hacía como 3 meses que no<br />

veía a la vieja y se había tenido que ir a Malvinas y me lo encuentro allí. Le saco la<br />

foto, me dá una carta y yo se la despacho cuando vuelvo a Comodoro. Después nos<br />

empezamos a enterar que allá los pibes la pasaban muy mal…<br />

Cuando le muestro las fotos de la carpeta “dudosas” me dice que esas fotos tienen<br />

que haber sido hechas por fotógrafos extranjeros que vinieron con la flota inglesa y<br />

que cubrieron la rendición. Tienen que ser fotos “choreadas”. Los milicos hicieron<br />

negociados con las fotos de Télam.<br />

Respecto de la foto de los prisioneros dice se han muerto congelados, hijos de puta,<br />

pobrecitos los soldados… y repite pobrecitos. Algunas de esas fotos “dudosas” dice<br />

haber visto algunas similares (rendición soldados en fila india) pero la mayoría nunca.<br />

Al preguntarle por las siglas, por ej. ST en una foto de agencia quiere decir Streanger<br />

(free lance). Cuando dicen “pool” es porque significa que es un fotógrafo que sacó esa<br />

foto para todos los medios. United Kingdom out significa solo para uso fuera de<br />

Inglaterra, lo mismo cuando dicen Not for use in <strong>Argentina</strong>. Esa foto se puede publicar<br />

en el exterior de <strong>Argentina</strong> únicamente. Cuando dicen ar/A Rossi quiere decir que la<br />

editó y tomó el mismo Alberto Rossi.<br />

Comodoro Héctor Rusticcini – Noviembre de 2006<br />

El Comodoro Rusticcini respondió a un cuestionario por escrito porque prefirió pensar<br />

y escribir las respuestas. Lo visité en dos oportunidades en el Edificio Cóndor donde<br />

dirige la Asociación Bahía Agradable.<br />

¿Qué hacía en Malvinas?<br />

Era jefe del Escuadrón Servicios, Abastecimiento y Terminal Aérea de Cargas (ésta<br />

después del 1º de mayo) de la Base Aérea Malvinas.<br />

¿Quién tomó las fotos que guarda en su álbum?<br />

414


Algunas las tomé yo y otras personal que estuvo allí destinado.<br />

¿Cómo hizo? ¿Qué cámara utilizó?<br />

Una Kodak Pocket<br />

¿Cómo llevó o consiguió la cámara?<br />

Era mía y no hubo restricciones al respecto.<br />

¿Cómo trajo las fotos al continente?<br />

Las envié de regreso al continente en el vuelo de C-130 del 13 de junio<br />

¿Qué piensa de esas fotos a casi 25 años de la guerra? ¿Cómo las conservó y por<br />

qué?<br />

Son un recuerdo inmejorable de esos momentos y son parte de mi vida y de mi paso<br />

por el conflicto.<br />

¿Alguna vez pensó mostrarlas?<br />

Sí, y de hecho están incorporadas a la base de datos del Departamento Malvinas y<br />

son de libre acceso<br />

¿Qué siente al ver esas fotos?<br />

Son sentimientos encontrados, porque en aquellas donde se realza el valor puesto de<br />

manifiesto por nuestra gente, y que son las menos, me lleno de sano orgullo. Pero las<br />

que muestran las miserias de la guerra, que existió, existe y existirá siempre, no es<br />

necesario mostrarlas y usarlas para vender una imagen totalmente falsa que lastima a<br />

nuestros combatientes.<br />

¿Qué piensa de las fotos que fueron publicadas en los diarios y revistas del momento?<br />

Hay buenas, mediocres y malas. Sobre todo las que muestran las miserias humanas<br />

que no son tan fidedignas ni muestran una verdad a medias.<br />

415


¿Qué significado tienen para usted?<br />

Las que muestran a nuestros hombres luchando deberían ser publicadas para ejemplo<br />

de las generaciones futuras, para quienes el Conflicto del Atlántico Sur es una página<br />

más de nuestra historia, para que conozcan el valor, la abnegación y el amor a la<br />

Patria puesto de manifiesto por esa gran cantidad de jóvenes -y no tanto- que<br />

servimos con orgullo para que la Bandera Nacional ondee 74 días en nuestro territorio<br />

irredento.<br />

Encuentro con Anthony Smith - 21 de Agosto de 2008<br />

Anthony Smith, es nacido en las Islas Malvinas. Lo entrevisté en el departamento que<br />

comparte con su esposa argentina cuando están juntos en Buenos Aires.<br />

En 1982 tenía 20 años y cuando comenzó la guerra en el mes de Abril vivía y<br />

trabajaba como Ingeniero en West Falkland. Actualmente vive en Puerto Stanley frente<br />

al puerto y trabaja como guía turístico y battlefield. Por ello es consultado por ex<br />

combatientes y periodistas de todo el mundo. Cuando finalizó la guerra y el gobierno<br />

inglés comenzó a reconstruir las Islas se trasladó a Puerto Stanley donde vivían sus<br />

padres y comenzó a estudiar e investigar sobre el conflicto, los lugares y los puestos<br />

de combates de ambos ejércitos.<br />

Cuando le muestro la colección de fotos a Anthony inmediatamente reconoce los<br />

lugares y las historias alrededor de ellos. No dejo de tomar notas un poco en<br />

castellano, un poco en inglés mientras agudizo los 7 sentidos para no perderme nada.<br />

Compartimos la certeza de que fue una guerra inútil y que los generales argentinos<br />

jamás pensaron que las fuerzas inglesas viajarían hasta el Sur del planeta para darles<br />

batalla y recuperar las Islas. Los militares argentinos no pensaron que el invierno era<br />

la peor fecha para el desembarco, los meses de mayo, junio y julio son los peores en<br />

términos climáticos. Coincidimos en que las fuerzas argentinas no estaban preparadas<br />

o tenían malas armas o en mal estado. Dice Tony, “es como en el fútbol si tienes un<br />

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gran equipo pero los botines son malos o el arquero es malo vas a perder seguro”.<br />

Confirma que al finalizar la guerra se descubrieron los malos manejos en la logística y<br />

distribución de alimentos, frazadas, etc, para los soldados argentinos. El vio con sus<br />

propios ojos los galpones llenos de alimentos sin usar.<br />

Me cuenta que al final de la guerra quedaron en Malvinas alrededor de 12.000<br />

prisioneros argentinos durante 4 o 5 días en que fueron volviendo al continente.<br />

Cuando le muestro la foto de los pies de trinchera y la comparación de las botas que<br />

hizo un militar en su libro a 25 años de Malvinas, Anthony se estremece por las<br />

heridas y me comenta que en todo sentido las botas argentinas eran mejores para la<br />

guerra que las británicas, que las heridas y pies de trincheras fueron inevitables por el<br />

tiempo que duró la guerra, las malas condiciones en que estaban los soldados y el<br />

clima de las islas.<br />

Encontramos que una de las fotos de la BAM donde aparece el pozo de la bomba con<br />

el soldado argentino, Tony la tiene 25 años después de la guerra cuando uno de los<br />

pilotos que bombardeó el 1ero de Mayo la BAM volvió al lugar y le contó la siguiente<br />

historia. Venía sobrevolando la pista y la BAM a muy baja altura en medio del humo y<br />

del polvo de las explosiones cuando se encontró con el edificio de la BAM. Al ver que<br />

se estrellaba contra él puso su avión a fondo y lo sacó en forma vertical hacia arriba.<br />

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