Ushuaia - Iberescena

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1 En el principio Amanecer. MATEO sentado en una silla. El joven lo lava con el agua de una palangana; hunde, una y otra vez, un trapo y luego le limpia un codo, el otro, las rodillas, el cuello, la frente; el viejo, desnudo, recorre los pliegues y arrugas de la piel con insistencia. El joven vestido con un pantalón cualquiera, mangas de camisa. Nada excepcional, nada que diga quién es. MATTHÄUS.- “Después en medio de la calle de la ciudad me mostró un río limpio, resplandeciente como el cristal. Y a uno y a otro lado del río estaba el árbol de la vida que produce doce frutos y cada mes da su fruto; y las hojas del árbol bendecían las naciones.” (Pausa breve.) MATEO.- “Y ya no habrá más maldición.” MATTHÄUS.- Sí. Espera. Dame sólo un segundo. “Y ya no habrá más maldición, no habrá allí más noche ni habrá luz/ MATEO.- porque el tiempo está cerca y el que es injusto, sea injusto todavía.” MATTHÄUS.- No me interrumpas. Sólo necesito concentrarme. “Y el que es bueno, sea bueno todavía.” MATEO.- Si lo hago es porque algún día te olvidarás. Y estas son las únicas palabras que te alivian. Así que esfuérzate. No quiero que llegue el día en que te desesperes durante horas tratando de recordarlas. Otra vez. “Bienaventurados / MATTHÄUS.- Bienaventurados los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida. MATEO.- Pero los perros esperan fuera, y los hechiceros y los asesinos y los impostores esperan fuera.” (Pausa.) Me olvidé. Me olvidé. MATTHÄUS.- “Y todo aquel que ama y miente.” Hemos terminado. 4
MATEO.- Dímelo una vez más. Aborrecerás leerlo y si no lo recuerdas, si no lo haces, si no puedes / MATTHÄUS.- (Acercándole la ropa.) Me están esperando. MATEO.- ¿Ella te esperando? MATTHÄUS.- Eres tú el que está esperando. Desde hace demasiados años. MATEO.- Quizá debería seguir solo. Silencio. MATTHÄUS.- Estás viejo y cansado. Ya no es una elección. Termina de vestirte. Pronto llamará a la puerta. MATEO.- Tenía que haber quitado el anuncio. No pensé que nadie fuese a responder. MATTHÄUS.- Ponte los zapatos. MATEO.- Pero yo no estoy listo. ¿Cómo sabré que es la persona correcta? MATTHÄUS.- Tengo que marcharme. MATEO.- Espera. ¿Cómo sabré que no va a hacerme daño? MATTHÄUS.- A eso yo no puedo responderte. Un ruido fuera, no muy lejos. MATTHÄUS ya no está. 5
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Page 7 and 8: MATEO.- ¿Por qué insiste? Ya le h
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Page 19 and 20: veo a ese muchacho. Asustado, como
Page 21 and 22: haber ningún problema. Salió a pa
Page 23 and 24: MATEO.- ¿Arreglarlo? NINA.- ¿Qué
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Page 29 and 30: la ciudad. NINA.- Perdóneme. Pero
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Page 35 and 36: NINA.- No le entiendo. MATEO.- (Se
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Page 39 and 40: MATEO.- Ibas a disparar. Lleno de a
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Page 43 and 44: MATEO.- Es usted la que está asust
Page 45: MATEO.- No se permita llorar, Nina.

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