Medalaganario - Banco de Reservas
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Jacinto Gimbernard | MeDalaganaRio<br />
cubierto <strong>de</strong> una fina capa <strong>de</strong> humedad verdosa por las madrugadas,<br />
cuando subía al campanario y se entretenía mirando a Dios jugar<br />
con los colores suaves <strong>de</strong>l amanecer.<br />
Había querido ser sacerdote pero el majestuoso arzobispo Meriño,<br />
con su imponente voz, les había dicho a laíto y a él: “con sólo<br />
dos <strong>de</strong>dos completos en la mano izquierda no pue<strong>de</strong> alzar el cuerpo<br />
<strong>de</strong>l Señor. Se rompe una estética reverencial. está marcado por el<br />
trabajo <strong>de</strong>l mundo. Su camino está señalado, que lo siga”. aquel<br />
Señor cuyo cuerpo él no era digno <strong>de</strong> alzar por haber tenido que<br />
trabajar a una temprana edad en la cual no se aprecia el peligro en<br />
su justa dimensión, no era el Dios amigo que él representaba amorosamente<br />
en sus altares <strong>de</strong> cartón y en sus iglesias <strong>de</strong> juguete. Su<br />
Dios era compasivo. consolador en los infortunios motivados por<br />
causas eternamente ignoradas. ese Dios cercano a los que sufren,<br />
paternal con los <strong>de</strong>sgraciados, era tan familiarmente suyo que las<br />
palabras arzobispales no alteraron su imagen. Meriño no sabía <strong>de</strong><br />
los nexos <strong>de</strong> bienvenido con Dios.<br />
la atención femenina a la enferma tenía un frufrú <strong>de</strong> faldas.<br />
a la tar<strong>de</strong> Vitalia agonizaba. bienvenido fue a buscar a laíto en la<br />
procesión. allí lo encontró haciendo música su agobio. abrazados<br />
y sollozantes, envueltos en la irrealidad <strong>de</strong> los momentos trascen<strong>de</strong>ntales,<br />
llegaron a la casa. Vitalia había muerto.<br />
laíto quedó inútil por el golpe. Vitalia representaba la energía<br />
<strong>de</strong> la casa. Después <strong>de</strong> ella ¿qué?<br />
los arreglos fúnebres fueron realizados sin la participación <strong>de</strong>l<br />
viudo –condición oficial que había alcanzado unos años antes,<br />
cuando, por una gravedad suya habían contraído matrimonio “para<br />
<strong>de</strong>jarle un apellido legal a los muchachos”. cerca <strong>de</strong> la ventana <strong>de</strong><br />
la sala apareció un pañuelo <strong>de</strong> madrás bien anudado con dinero<br />
<strong>de</strong>ntro. no era la primera vez. Había una mano misteriosa, presumiblemente<br />
<strong>de</strong> algún miembro <strong>de</strong> la acomodada familia <strong>de</strong> Vitalia, que<br />
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