2010, septiembre. 10 problemas que deterioran el amor y las ...

FAMILIA
Cuando el niño se encuentra cerca de los doce años, un sentimiento
nuevo interviene en función de la cooperación que se da entre los
niños, y de las formas de vida social. El sentimiento al que se refiere
es el de pasar del respeto unilateral al respeto mutuo. Hay respeto
mutuo cuando los individuos se atribuyen recíprocamente un valor
personal equivalente.
Vemos entonces que la enseñanza de los valores, en la infancia,
se circunscribe, en gran medida, al mundo familiar dado que el
desarrollo cognoscitivo del niño no le permite entender la esencia
del valor por lo que concluimos que éstos tienen que ser enseñados
por imitación y en la práctica cotidiana.
Esto hace que la responsabilidad que los padres tenemos en la
formación moral, de nuestros hijos, a través de nuestros actos y
valores personales, no puede ser sustituida; podemos recibir apoyo, es
cierto, pero valores que son enseñados sin la experiencia vivencial del
niño y sin la intervención directa de los padres se convertirán en una
memorización más que no tendrá para él ningún significado, y sobre
todo no actuará directamente en su forma de comportamiento.
Los valores comúnmente fomentados en la escuela son los
valores patrios y éstos --aunque por generaciones se han incluido
formalmente en los programas escolares-- su práctica
se ha hecho tan rutinaria que pareciera que se ha
perdido, en cierto sentido, su objetivo y que los niños
y jóvenes lo vean como una actividad más (a veces
tediosa y motivadora de llamadas de atención) en su
vida académica cotidiana.
¿Se ha diluido el Nacionalismo?
El nacionalismo que prendió en los mexicanos de
generaciones anteriores se ha diluido en gran parte.
Conceptos como identidad nacional, patria, soberanía,
nacionalismo, valor patrio, han ido perdiendo en el
colectivo social su significado real.
Ahora que estamos en el año en que se conmemora
el Bicentenario de la Independencia y el Centenario
de la Revolución Mexicana, lo que yo percibo es que
se ha convertido en formas mediáticas, dejando de
lado la gran oportunidad de utilizar estos espacios
para instruir y fomentar en todos nosotros los valores
patrios.
Al preguntarles a algunos niños que cursan primaria ¿Qué es el
Bicentenario de la Independencia? contestan que es una fecha de
celebración, y al pedirles que nos digan qué se celebra, son pocos
los que pueden expresar lo que estos doscientos años de vida
independiente han significado para el país.
Como padres, vamos aprovechando esta magnifica ocasión para
promover en nuestros hijos lo que es este precioso país en donde
vivimos, su historia, sus costumbres, su riqueza cultural e inculcarles
que el valor más preciado que tiene México somos nosotros mismos.
Y que me perdonen los aficionados, de ninguna manera es el futbol
el que nos da identidad a los mexicanos, pobre país el nuestro si así
fuera.
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Colaboración del Centro de Psicodiagnóstico y Apoyo Académico Kobae S.C.
Email: carmenpettet @hotmail.com