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matrimonio, un vínculo marcado por su carácter único y definitivo; así, y<br />
sólo así, se realiza su destino íntimo (nº 11).<br />
Agápe<br />
En cuanto a agápe, el tercer vocablo griego para referirse al amor, significa<br />
agradar, tratar con reverencia, tratar con gentileza, estar satisfecho.<br />
No se trata de la aspiración del hombre hacia la posesión de cosas o valores,<br />
como es el caso de eráo, sino de un acto de favor que uno realiza por<br />
simpatía hacia otro. Este uso aparece especialmente en la forma adjetival<br />
agapetós, amado, referido frecuentemente al hijo, especialmente cuando se<br />
trata del hijo único, que recibe todo el afecto de sus padres. El sustantivo<br />
agápe es un vocablo poco utilizado por los filósofos, que lo emplean como<br />
sinónimo de fileo sin apreciables diferencias entre los dos términos. El<br />
verbo agapáo es mucho más frecuente que el sustantivo, puede referirse a<br />
personas o cosas y designa principalmente la relación mutua entre personas<br />
y después también entre Dios y el hombre. Posiblemente por su poco<br />
uso y por estar poco definidas ambos términos, agapáo y agápe, los utiliza<br />
el NT para designar el amor de Dios a los hombres y el modo de existencia<br />
en que se funda. Agápe en la encíclica es la denominación del amor<br />
fundado en la fe y plasmado por ella, amor descendente, oblativo, amor de<br />
benevolencia. Así, pues, el NT prefiere agapáo y agápe, nunca emplea<br />
éros y usa filia o amor de amistad en Juan para expresar la relación entre<br />
Jesús y sus discípulos.<br />
2.3. Éros y Agápe son compatibles<br />
Eros y agápe, el amor ascendente y el descendente, el amor posesivo y<br />
oblativo están uno al lado del otro. ¿Qué relación hay entre ellos? ¿Son<br />
compatibles o incompatibles? ¿Se puede decir que éros es el amor típico<br />
mundano y agápe el amor típico cristiano, incompatibles entre ellos, como<br />
afirmó Nietzsche, para quien el cristianismo habría dado de beber al éros<br />
un veneno, que, aunque no le llevó a la muerte, le hizo degenerar en<br />
vicio 4 ? Realmente, como dice la encíclica, el filósofo alemán expresó de<br />
este modo una apreciación muy difundida: la Iglesia, con sus preceptos y<br />
prohibiciones, ¿no convierte acaso en amargo lo más hermoso de la vida?<br />
4. Cf. Jenseits von Gut und Böse, IV 168, citado en la encíclica nº 3.<br />
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