max-lucado-aplauso_del_cielo-2 - Ondas del Reino
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ecibe vagones cargados de estados de ánimo, ideas, emociones y convicciones y los ubica<br />
en el carril correspondiente.<br />
Y <strong>del</strong> mismo modo que un aceite de baja calidad o una gasolina impura lo llevaría a<br />
cuestionar el desempeño de una refinería, las malas acciones y pensamientos impuros nos<br />
hacen cuestionar el estado de nuestros corazones.<br />
Pero lo que sale de la boca, <strong>del</strong> corazón sale, y esto «contamina» al hombre. Porque <strong>del</strong><br />
corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los<br />
hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. 2<br />
El hombre bueno, <strong>del</strong> buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, <strong>del</strong><br />
mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia <strong>del</strong> corazón habla la boca. 3<br />
Estos versículos afirman la misma verdad: El corazón es el centro de la vida espiritual.<br />
Si el fruto de un árbol es malo, uno no trata de arreglar el fruto; lo que se hace es tratar las<br />
raíces. Y si las acciones de una persona son malas, no basta con cambiar los hábitos; es<br />
necesario profundizar. Hay que llegar al corazón <strong>del</strong> problema, el cual es el problema <strong>del</strong><br />
corazón.<br />
Es por esto que es tan crítico el estado <strong>del</strong> corazón. ¿En qué estado se encuentra el<br />
suyo?<br />
Cuando alguien le ladra, ¿usted le devuelve el ladrido o se muerde la lengua? Eso<br />
depende <strong>del</strong> estado de su corazón.<br />
Cuando su horario está demasiado lleno o su lista de cosas para hacer está demasiado<br />
larga, ¿pierde la calma o la mantiene? Eso depende <strong>del</strong> estado de su corazón.<br />
Cuando le ofrecen un bocadillo de chisme pasado por calumnia, ¿lo rechaza o lo<br />
comunica a otro? Eso depende <strong>del</strong> estado de su corazón.<br />
¿Usted ve a la pordiosera de la calle como una carga para la sociedad o como una<br />
oportunidad para Dios? Eso, también, depende <strong>del</strong> estado de su corazón.<br />
El estado de su corazón determina si usted alberga rencor o concede gracia, busca<br />
autocompasión o busca a Cristo, bebe miseria humana o gusta de la misericordia de Dios.<br />
No causa sorpresa, entonces, que el sabio suplique: «Sobre toda cosa guardada guarda<br />
tu corazón».<br />
La oración de David debiera ser la nuestra: «Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio». 4<br />
Y la declaración de Jesús parece cierta: «Dichosos los de corazón limpio, porque ellos<br />
verán a Dios».<br />
Nótese el orden de esta bienaventuranza: primeramente, purifique el corazón, después<br />
verá a Dios. Limpie la refinería, y el resultado será un producto puro.<br />
Casi siempre invertimos el orden. Tratamos de cambiar el interior mediante la<br />
alteración <strong>del</strong> exterior. Permítame darle un ejemplo.<br />
Cuando mi familia vivía en Río de Janeiro, yo tenía un radio transmisor. Lo guardaba<br />
en el cuarto donde estaban los electrodomésticos, encima <strong>del</strong> congelador. Cuando<br />
viajábamos, siempre desenchufaba el radio y desconectaba la antena.<br />
Una vez, cuando nos íbamos de viaje por una semana, recordé que no había<br />
desenchufado el radio. Volví corriendo a la casa, tiré <strong>del</strong> cable y volví a salir.<br />
Pero tiré <strong>del</strong> cable equivocado. Desenchufé el congelador. Era verano, y el verano en<br />
Río da nuevo significado a la palabra caliente. Nuestra vivienda estaba en la parte superior<br />
2 Mateo 15.18–19<br />
3 Lucas 6.45 .<br />
4 Salmo 51.10.