Impulso Septiembre (1.30 Mb) - Instituto Maurer

A septiembre lo llamamos el mes patrio. Banderas tricolores, desfiles militares, música de mariachi, ballet folklórico,
antojitos mexicanos… ¡Ah, México, México lindo!
Sin embargo, desde que tengo uso de razón he escuchado:
México es un país pobre, tercermundista. En México solo hay…. políticos corruptos, autoridades ineptas, indios ladinos,
extranjeros explotadores, patrones abusivos, trabajadores holgazanes (por no decir más feo). Los mexicanos no hacemos
las cosas bien, somos malinchistas. Y, últimamente, hemos agregado a la letanía que estamos plagados de criminales,
traficantes de droga, secuestradores, drogadictos, vándalos, etc. —por no hablar de los males sociales como familias
disfuncionales, divorcios, abandono, injusticia, violencia doméstica, adolescentes rebeldes, niños sin infancia, etc.,- la lista
es interminable.
Y me pregunto: ¿Realmente es esto lo que pensamos de nuestra patria, de nuestros compatriotas y de nosotros mismos?
¿Y realmente son estos los conceptos que deseamos perpetuar?
Todo lo que pensamos de nuestros semejantes lo pensamos de nosotros mismos porque todos somos hijos de la misma
tierra. Todos juntos somos México. ¿Acaso vamos a seguir insistiendo en que nuestro aspecto negativo es más poderoso
que el positivo? ¡De ninguna manera! No nos prestemos a perpetuar conceptos indeseables. Esforcémonos por cambiar
nuestra manera de pensar y de expresarnos acerca de nuestro país y sobre todo acerca de nuestros compatriotas; sean
estos ricos, pobres, adultos, adolescentes, hombres, mujeres, autoridades, gobernantes, patrones, empleados, o
simplemente aquellos que se nos atraviesan en la calle.
México tiene un territorio maravilloso y privilegiado, con miles de kilómetros de costa e innumerables valles, desiertos,
montañas, selvas, bosques, mares, ríos y lagos de imponente belleza; con abundantes recursos naturales, flora, fauna y
minerales. Enriquecido también con vestigios arqueológicos que hablan de fantásticas civilizaciones precolombinas,
construcciones bellísimas de la época colonial y modernas zonas urbanas. Y cuenta con muchos hijos que se esfuerzan por
realizar bien su trabajo, que son responsables, activos, creativos, industriosos, alegres, amables, altruistas, participativos,
ingeniosos, inteligentes, talentosos. El fruto de su trabajo es evidente, y reconocido internacionalmente, en las artes, en
el deporte, la ciencia, la economía, la industria, la agricultura, la gastronomía y en la forma de preservar nuestras peculiares
costumbres y tradiciones. Aprendamos a ver y exaltar este lado positivo que también nos caracteriza a los mexicanos.
No nos menospreciemos. Celebremos este 15 y 16 de septiembre nuestra mexicanidad, nuestra libertad y autonomía.
Celebremos que no debemos tributo a corona o imperio extranjero alguno, sino a nuestro propio país, para facilitar su
avance y desarrollo. Celebremos con alegría y orgullo, con mucho color, música y comida mexicana.
Todo lo que pensamos de nuestros semejantes lo pensamos de nosotros mismos porque todos somos
hijos de la misma tierra. Todos juntos somos México.
Ada Vásquez Courtney (Fragmento).