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Libro del 50ºAniversario - Funcave

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ORGANIZACIÓN ACTOS CONMEMORATIVOS<br />

FUNDACIÓN HOSPITAL NTRA. SRA. DE<br />

LA CARIDAD MEMORIA BENÉFICA DE VEGA<br />

Patronato<br />

Presidente: José Manuel Tofiño Pérez<br />

Patrono: Pablo Maestre Girón<br />

Patrono: Ángel Alonso Hernández<br />

Patrono: Ramón Pérez Herrero<br />

Patrono: Pedro Garvía Arrogante<br />

Patrono: Javier Larrea Ugena<br />

Secretario: Miguel Maestre Ruiz<br />

Capellán: Eugenio Isabel Molero<br />

PARROQUIA DE SANTA MARÍA DE ILLESCAS<br />

Párroco: Eugenio Isabel Molero<br />

Vic. Párroco: Mariano Navarro Ramírez<br />

Vic. Párroco: Francisco Sánchez-Brunete Chaves<br />

Vic. Párroco: Ramón Jiménez Sáez<br />

Capellán: José María Díaz Alejo<br />

HERMANDAD DE NTRA. SRA. DE LA CARIDAD<br />

Presidente: Francisco Romo<br />

COORDINACIÓN<br />

Evocarte<br />

ISBN:<br />

Depósito Legal: M-40419-2005<br />

EXPOSICIÓN: LA CARIDAD REINA<br />

Comisariado<br />

Pilar Gordillo Isaza<br />

Coordinación<br />

Evocarte<br />

Secretaría Técnica<br />

Mª Carmen Díaz-Maroto Privado<br />

Rebeca Esteban Velasco<br />

Yolanda González Juzgado<br />

Diseño<br />

Estudio de arquitectura Aurora Herrera<br />

Montaje<br />

Cuadrifolio<br />

Estudio de Arquitectura Aurora Herrera<br />

Francisco De Vega <strong>del</strong> Pozo<br />

Raquel Gutiérrez Colmenarejo<br />

Restauración Pintura y Escultura<br />

Dirección: Canto González Pelayo<br />

Carolina Striano Bataller<br />

Ana Duque Conde<br />

Araceli Aragonés Cerezo<br />

Encarnación Olano Cruz-Guzmán<br />

Patricia Gutiérrez Aranda<br />

Lydia Varela Muñoz<br />

Javier Ghiglione García<br />

Restauración Textiles<br />

Lidia Santaelices Perandones. Kronos, Servicios de Restauración, S.L.<br />

Mónica Enamorado Martínez. Kronos, Servicios de Restauración, S.L.<br />

LIBRO CONMEMORATIVO<br />

Autores de los textos<br />

Rosa M. Martín i Ros. Museo Textil y de Indumentaria, Barcelona<br />

Margarita Pérez Grande. Escuela de Arte y Antigüedades, Madrid<br />

Margarita Estella. CSIC, Madrid<br />

José Álvarez Lopera. Museo Nacional <strong>del</strong> Prado, Madrid<br />

Pilar Gordillo Isaza. Escuela de Arte de Toledo, Toledo<br />

Félix Ochaíta Piñeiro. Seminario diocesano de Sigüenza (Guadalajara)<br />

Eugenio Isabel Molero, Parroquia de Santa María de Illescas (Toledo)<br />

Diseño<br />

Manuel Reboiro. Iberconsulting Publicidad, S.L.<br />

Impresión<br />

Fiselfraf<br />

Fotografía<br />

Miguel Merino Arias. Av Smart Concepts


“Tu Hijo, que voluntariamente se rebajó hasta la muerte de cruz, resplandece de gloria<br />

eterna y está sentado a tu derecha como Rey de reyes y Señor de señores; y la Virgen, que quiso<br />

llamarse tu esclava, fue elegida Madre <strong>del</strong> Redentor y verdadera madre de los que viven, y<br />

ahora, exaltada sobre los coros de los ángeles, reina gloriosamente con su Hijo, intercediendo<br />

por todos los hombres como Abogada de la Gracia y Reina de Misericordia...<br />

Haz que siguiendo su ejemplo, te consagren su vida y, cumpliendo la ley <strong>del</strong> amor, se sirvan<br />

mutuamente con diligencia; que se nieguen a sí mismos y con entrega generosa ganen para ti<br />

a sus hermanos; que buscando la humildad en la tierra, sean un día elevados a las alturas <strong>del</strong><br />

cielo, donde tú mismo pones sobre la cabeza de tus fieles la corona de la vida”.<br />

(Rito para la coronación de las imágenes de la Beata Virgen María, 1981)


Constituye un gozo inmenso para vuestro Arzobispo poder unirse a los eventos y publicaciones<br />

que con motivo <strong>del</strong> 50 aniversario de la Coronación canónica de la Virgen de la Caridad, se van a<br />

desarrollar en Illescas.<br />

¿Cómo no ver en esto un nuevo cumplimiento de aquellas palabras de Juan Pablo II, cuando<br />

llamó a España, “Tierra de María”? Porque La Caridad traza, junto con las imágenes <strong>del</strong> Sagrario<br />

de Toledo, <strong>del</strong> Prado de Talavera de la Reina, y la de Guadalupe en Extremadura, una hermosa<br />

constelación de estrellas marianas que guía nuestra querida Diócesis de Toledo.<br />

Era de justicia que La Caridad recibiera el más grande título con que una imagen mariana puede<br />

ser honrada por la autoridad eclesiástica. Nuestro ilustre predecesor, el Cardenal Enrique Plá<br />

i Deniel, no tuvo sino que seguir el impulso con que el Pueblo cristiano venía ya reconociendo<br />

la decisiva influencia de esta advocación para gran parte de Toledo y de Madrid. La Coronación<br />

constituyó, así, el reconocimiento oficial <strong>del</strong> sentido de fe <strong>del</strong> pueblo, nacido de los beneficios de todo<br />

tipo que muchos habían obtenido por su medio.<br />

Pero es que en ella convergían dos aspectos peculiares que convienen a la Iglesia en su conjunto:<br />

la atención a los pobres y desvalidos en forma de hospitalidad cristiana, y el anuncio <strong>del</strong> Evangelio.<br />

¿No fue acaso María el corazón de la Iglesia naciente, donde no había pobres y todos se dedicaban<br />

a la oración y al testimonio en común?<br />

Encaja por eso perfectamente el que fuera la Virgen de la Caridad quien impulsase y acompañase<br />

a la Evangelización transoceánica y sea hoy venerada como patrona de la isla de Cuba, tan<br />

necesitada entonces como hoy de valores cristianos. Bajo ese manto que el Greco supo tan bien<br />

reflejar, queremos poner nosotros todas las labores apostólicas de este curso, providencialmente<br />

llamado “Año de la Misión”.<br />

Que María, la Virgen de la Caridad, acompañe y fortalezca nuestros impulsos misioneros y<br />

caritativos para que, hoy como ayer, pueda reconocerse en toda la Sagra y en toda la Diócesis,<br />

parafraseando a San Pablo, apóstol de los gentiles, que La Caridad “todo lo puede”.<br />

Con todo mi afecto, imparto mi bendición sobre todos los illescanos y sobre toda la comarca de la<br />

Sagra.<br />

Antonio Cañizares Llovera<br />

ARZOBISPO DE TOLEDO. PRIMADO DE ESPAÑA


Hace 50 años D. Lope, párroco de esta villa, tenía el inmenso honor de asistir a la coronación<br />

canónica de la Virgen de la Caridad de Illescas. Culminaba así un proceso en el que se exaltaba<br />

la figura de la patrona de esta villa que no albergaba por entonces más de 3000 habitantes y que<br />

hoy supera ya los 16000. Legítimo honor el suyo, porque suponía la visibilización <strong>del</strong> fruto de la<br />

devoción y cariño seculares a la patrona de Illescas. La Virgen de la Caridad recibía la máxima<br />

distinción que ofrece la Iglesia a una imagen mariana, su “Coronación” oficial. Detrás se escondían<br />

tantos trabajos, tantos esfuerzos, tantas oraciones, tantos secretos que sólo conocía Ella, la Madre<br />

de todos.<br />

Cincuenta años después me cabe también ese honor de impulsar la conmemoración de tan magno<br />

acontecimiento: 50 años coronada, La Caridad Reina. También en esta ocasión, muchos trabajos,<br />

muchos afanes, la recogida de un fruto que otros han sembrado, tantos sacerdotes, vicarios<br />

parroquiales que han venido alimentado la devoción a la Virgen. De modo particular es de agradecer<br />

el trabajo de D. Gregorio Sánchez Escobar, al que sucedo en el cargo, y que durante treinta y tantos<br />

años ha mantenido en la parroquia la devoción a la Virgen de la Caridad y ha contribuido a su<br />

mayor exaltación.<br />

No podíamos dejar pasar inadvertidamente esta conmemoración. La coronación canónica supone<br />

que una imagen recibe por parte de los fieles una especial devoción, que ha mostrado de manera<br />

excepcional sus favores por medio de unos milagros reconocidos y que históricamente se le reconoce<br />

el culto. Esta conmemoración <strong>del</strong> cincuenta aniversario, no hace otra cosa que volver a reconocerlo,<br />

diciendo a las claras, lo que ocultamente sucede todos los días. Seguimos recibiendo tantos favores<br />

de la Virgen de la Caridad, seguimos mostrándola nuestra devoción, no sólo en nuestro pueblo, sino<br />

en toda la comarca y más allá de los mares, y esto sigue siendo así medio siglo después, cientos de<br />

años después de que el primer illescano pusiera ante los pies de nuestra patrona el homenaje de un<br />

ramo de flores unido a una oración.<br />

La importancia <strong>del</strong> culto a la Virgen de la Caridad no se ha reflejado sólo en el culto público y en la<br />

devoción privada, también se ha plasmado y hecho cultura e historia, especialmente singularmente<br />

mediante la belleza de las obras de arte que adornan el santuario y la parroquia. Se ha hecho arte<br />

y cultura, gloria <strong>del</strong> Misterio de la Fe ortodoxa. Pues este 50 aniversario de la coronación debía<br />

sacar fuera toda esa cultura y arte que es también “catequesis viva”, esplendor <strong>del</strong> Evangelio. Por<br />

eso hay que felicitar al Patronato “Memoria Benéfica Manuel de Vega”, por el esfuerzo que han<br />

hecho para mostrar todo esto de manera especial con la Exposición permanente que en estos días<br />

se inaugura.<br />

Como un pequeño muestrario se pone en vuestras manos este libro, que Dios quiera que sea<br />

anticipo de otros, que expongan la calidad de la cultura y de la fe que custodian los muros de nuestro<br />

Santuario, donde se encuentra el mayor tesoro: la imagen morena de la Virgen de la Caridad.<br />

Feliz aniversario de la Coronación Canónica, y que la Virgen de la Caridad a la que amamos y<br />

honramos con nuestras oraciones bendiga nuestras vidas:<br />

Eugenio Isabel Molero<br />

PÁRROCO DE ILLESCAS


Queridos amigos y amigas de Illescas y todos cuantos compartís el amor por nuestra Virgen de la<br />

Caridad:<br />

El próximo día 12 de octubre celebramos el quincuagésimo aniversario de la coronación canónica<br />

de la Virgen de la Caridad, de nuestra Virgen de la Caridad.<br />

Han pasado 50 años desde aquel 12 de octubre de 1955 en el que el señor Cardenal de Toledo<br />

procediera a la imposición canónica de la Corona (“inapreciable joya <strong>del</strong> siglo XVI” se especificaba<br />

en el programa que para tal acto se redactó) a la imagen de la Virgen de la Caridad.<br />

Por aquellas fechas era Alcalde de Illescas D. Francisco Parra y Cura Párroco D. Lope Chirón.<br />

Es para mí un honor y una satisfacción asistir como vecino y como Alcalde de Illescas a la<br />

conmemoración de este acto solemne que tanto representa para los illescanos e illescanas y para<br />

muchas otras personas que sienten una gran devoción por nuestra Virgen. Porque si hay algo que<br />

no admite discusión en nuestro pueblo es el lugar preeminente que la Virgen ocupa. Ella nos hace<br />

superar cualquier diferencia para ponernos a su servicio sin condición alguna.<br />

Y es que cuando los sentimientos son profundos y arraigados, cuando el corazón siente de verdad,<br />

todo lo demás se convierte en accesorio, en secundario. Esos sentimientos que presiden nuestras<br />

relaciones familiares son los mismos que guían, aumentados por la trascendencia que cobran al<br />

estar presente la Madre de todos, nuestra relación con nuestra Virgen.<br />

Cualquier momento es bueno para acercarnos a visitar a la Virgen, pero hay momentos que<br />

merecen ser destacados. Este año, celebración <strong>del</strong> aniversario número 50 de la coronación, es uno<br />

de ellos. Trascendemos la cotidianidad y salimos de nuestro pueblo. Se unen a nuestra alegría los<br />

obispados de Toledo y Getafe que nos honran con su presencia y colaboración.<br />

Como Alcalde os invito a que asistáis a los actos que se han programado para celebrar este<br />

aniversario tan significado y que culminarán con la celebración de la Sagrada Eucaristía y la<br />

solemne procesión el día 12 de octubre, presididas, como hace 50 años, por el Señor Arzobispo<br />

Primado.<br />

Un saludo a todos y que la Virgen nos bendiga.<br />

José Manuel Tofiño Pérez<br />

ALCALDE DE ILLESCAS


El 12 de octubre de 1955, la Virgen de la Caridad de Illescas era coronada canónicamente por<br />

el arzobispo de Toledo, cardenal Pla y Deniel. La Venerada Imagen cumplía con creces con los<br />

tres atributos necesarios para poder solicitar y ser concedida la autorización Pontificia para la<br />

Coronación de una Imagen: Antigüedad de la misma, Milagros realizados por su intercesión y<br />

Veneración que se le ha prestado.<br />

Hoy, cincuenta años después, Illescas se viste de gala para conmemorar el Cincuenta Aniversario<br />

de la Coronación Canónica de su Patrona, la Santísima Virgen de la Caridad. Desde este Patronato<br />

se ha trabajado intensamente para celebrar <strong>del</strong> modo apropiado tan Solemne Acto, intentando dar<br />

el relieve y esplendor que realmente merece.<br />

Durante todo el mes de octubre, se llevarán a cabo una serie de actos de índole religioso y cultural,<br />

cuyo punto álgido lo constituirá la celebración eucarística <strong>del</strong> día 12 de Octubre en la Plaza de los<br />

Infanzones, popularmente conocida como de las Cadenas, que será presidida por su Emmo. Sr.<br />

Arzobispo de Toledo, D. Antonio Cañizares, Primado de España. A continuación de la Eucaristía,<br />

tendrá lugar una Solemne Procesión por las calles de Illescas, tal y como se realizase el día de la<br />

Coronación.<br />

Queremos transmitiros toda la ilusión que nos abarca la celebración de tan magnífica ceremonia;<br />

por ello, os inv itamos a todos los ciudadanos de la Imperial Villa de Illescas, y a todos aquellos<br />

bajo la influencia y la devoción a la Virgen de la Caridad, a que acudan a Honrar con devoción a<br />

la Santísima Madre, y a que participen activamente en los actos religiosos y culturales que se han<br />

organizado en su honor. Hagamos de esta celebración un acontecimiento inolvidable, que perdure<br />

en nuestra memoria para el resto de nuestras vidas. Rememoremos todos juntos un día tan especial<br />

como fue el ocurrido en Illescas hace ya cincuenta años, tanto los que ya lo viviesen en primera<br />

persona, como los que aún no habían nacido.<br />

Que la Virgen María nos proteja bajo su manto, y nos proporcione toda la paz y felicidad necesarias<br />

para conmemorar tal acontecimiento.<br />

Feliz Cincuenta Aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de la Caridad de Illescas.<br />

Un saludo para todos<br />

Junta de Patronos<br />

FUNDACIÓN HOSPITAL NTRA. SRA. DE LA CARIDAD MEMORIA BENÉFICA DE VEGA


Queridos amigos:<br />

Supone para mi y para la Junta Rectora de esta Hermandad motivo de enorme alegría dirigiros<br />

estas líneas con ocasión tan señalada como es la conmemoración <strong>del</strong> Cincuenta Aniversario de la<br />

Coronación Canónica de Nuestra Señora la Santísima Virgen de la Caridad.<br />

En esta celebración se aúnan dos elementos determinantes, primero el recuerdo de aquel jubiloso<br />

12 de octubre de 1955 en que Illescas y toda la comarca de la Sagra vivieron y gozaron la Coronación<br />

de Nuestra Excelsa Patrona, y después la renovación <strong>del</strong> compromiso que todos sus hijos tenemos<br />

para mantener y perpetuar el fervor y la devoción por Nuestra Señora de la Caridad. Este libro<br />

pretende ser testigo fiel de ambas realidades, fruto de la fe y el sentimiento profundo de un pueblo<br />

que, generación tras generación, desde tiempo inmemorial ha venerado a la Madre de Dios bajo la<br />

preciosa advocación de Virgen de la Caridad.<br />

Nuestro Señor Jesucristo, Dios hecho hombre, en su infinita bondad y misericordia nos concedió<br />

por madre a su Madre, a la Virgen María, para que por su mediación e intercesión nosotros sus<br />

hijos obtengamos el gozo de la salvación. Y aquí, en Illescas, en este rincón castellano cabecera de la<br />

comarca de la Sagra, aclamamos a esa Madre <strong>del</strong> Cielo como Madre de la Caridad, es decir Madre<br />

<strong>del</strong> Amor, porque la caridad es la máxima expresión <strong>del</strong> amor. Amor debido a Dios y a nuestros<br />

hermanos.<br />

Por eso, con ocasión tan señalada como es el Cincuentenario de su Coronación Canónica, os<br />

invitamos a todos a volver la mirada hacia la Virgen, admirarla, tomarla como mo<strong>del</strong>o, seguir su<br />

ejemplo, y seguro que de nuestros corazones surgirá un amor inmenso, un amor comprometido, un<br />

amor servicial que nos convertirá en auténticos hijos de la caridad.<br />

Tengamos siempre presente a la Virgen de la Caridad, en su cercanía obtendremos bondad,<br />

descanso, consuelo, alegría, esperanza, dulzura y tantas y tantas mercedes que Ella sabe que<br />

necesitamos; y esa cercanía, ese fervor, esa devoción, enseñémosla a los que no la conocen para<br />

compartir el gozo de ser hijos de Dios y de María de la Caridad.<br />

Deseamos que la celebración de este Cincuentenario sea motivo de gran alegría para todos y<br />

rogamos a Nuestra Señora la Santísima Virgen de la Caridad que interceda por nosotros, nos<br />

conceda paz, salud, nos proteja y nos bendiga.<br />

Julián Oporto García<br />

EL PRESIDENTE DE LA HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DE LA CARIDAD DE ILLESCAS


CORONACIÓN<br />

El 12 de octubre de 1955 era coronada canónicamente la Virgen de la Caridad de Illescas por el arzobispo<br />

de Toledo, cardenal Enrique Pla y Deniel.<br />

Sin duda, se cumplían con creces las tres condiciones requeridas: antigüedad de la imagen, avalada por<br />

una larga historia que se remonta a los orígenes <strong>del</strong> cristianismo en la Península, milagros e intervenciones<br />

milagrosas a favor de los fieles realizados por su intercesión, algunos de ellos famosos en toda España, y<br />

devoción y veneración profunda de los fieles, piedad bien documentada en las donaciones, regalos y favores<br />

de tantos creyentes a lo largo de los siglos.


|20<br />

UNA IMAGEN CON HISTORIA<br />

En Illescas encontramos la antigua tradición que afirma ser la imagen obra de san Lucas, traída<br />

a la Península por san Pedro en uno de sus dos viajes a Hispania. San Lucas, atestiguado como<br />

médico en la Biblia se va a convertir en el pintor de la Virgen, dada la necesidad de la cristiandad de<br />

conservar la belleza <strong>del</strong> rostro de María para las generaciones posteriores. Sería san Lucas, por el<br />

largo tiempo que vivirá junto a María, permitiéndole conocer de su boca los episodios de la infancia<br />

de Cristo, el personaje más indicado para tales labores artísticas.<br />

Idéntica tradición aparece recogida en torno al icono de Santa María de Aracoeli en Roma, a la<br />

imagen de Santa María la Mayor de Roma, a la Virgen <strong>del</strong> Sagrario de Toledo, Virgen de Atocha en<br />

Madrid, etc...<br />

“En el San Ildefonso, pintado hacia 1600, El Greco creó un<br />

nuevo tipo iconográfico, y a la vez sentó un precedente para<br />

la larga serie de santos en su escritorio de la pintura <strong>del</strong> XVII<br />

español. Hasta entonces San Ildefonso había sido representado<br />

habitualmente en el momento en que la Virgen le impuso la<br />

casulla al aparecérsele por segunda vez durante la celebración en<br />

la Catedral de la fiesta de la Asunción. El cretense, atendiendo<br />

al lugar al que iba destinado el lienzo y a la significación de<br />

los escritos <strong>del</strong> santo en defensa de la virginidad de María, lo<br />

figuró en su escritorio, con la pluma suspendida sobre el libro<br />

que está escribiendo (quizá su célebre De virginitate Sanctae<br />

Mariae contra tres infi<strong>del</strong>es) y la mirada levantada, buscando<br />

inspiración hacia la Virgen de la Caridad que había sido suya<br />

y para la que se había erigido el templo de Illescas. Habituado<br />

a representar caballeros y rogantes estáticos, el pintor lo ha<br />

dotado de una fuerte individualidad, figurándolo como un<br />

anciano bondadoso, de gestos pausados y lleno de vida interior.<br />

Su rostro enflaquecido <strong>del</strong>ata al asceta; el descuido de su barba,<br />

el abandono <strong>del</strong> que vive entregado a su misión. Para llenar<br />

la lección de eficacia, subrayando su intemporalidad, El Greco<br />

lo ha trasladado a su propia época. No sólo le ha prestado<br />

toda las características <strong>del</strong> retrato sino que le hace aparecer<br />

en un interior de 1600, sentado en un sillón con remates de<br />

bronce y escribiendo en una mesa cubierta por un tapete de<br />

terciopelo encarnado con adornos de oro y sobre la que aparecen<br />

dispuestas, casi preludiando el gusto español por los bodegones<br />

simples y de intención simbólica, un tintero, una campanilla,<br />

libros… El juego de los dorados y carmines, los contrates de<br />

negros y blancos, las cenicientas carnaciones <strong>del</strong> santo, dan lugar<br />

a un cromatismo severo y profundo, como corresponde al carácter<br />

de la escena. Ésta es una imagen íntima, casi doméstica. Y sin<br />

embargo, aparece tocada por el hálito de lo inefable.” 1<br />

1 Álvarez Lopera, J., 1993, El Greco. La obra esencial, Madrid, pp. 211-212


El Greco, San Ildefonso, óleo sobre lienzo, 1603


|22<br />

La talla más antigua conocida, conservada hoy en el interior de la actual imagen, es de origen medieval y<br />

responde a la estética románica de Virgen negra o morena. Su estilo corresponde al románico.<br />

La talla medieval de la Virgen con el niño que tuvo el santuario en origen fue reformada a comienzos <strong>del</strong> siglo<br />

XVI cuando procedente de Grecia y Egipto llegó a España la costumbre de vestir las imágenes 2 . Los brazos<br />

tuvieron que ser despegados <strong>del</strong> tronco y el respaldo <strong>del</strong> trono junto al que había sido tallada la imagen como<br />

trono de la sabiduría, eliminado. Al volumen de la cabeza y tronco se agregó una armadura en forma de cono<br />

truncado forrada de tela. El niño de mayor tamaño que el actual siguió situado en el centro <strong>del</strong> regazo de la<br />

Madre, pero como un volumen independiente, de tal forma que pudiera vestir sus propias vestiduras.<br />

NEGRA SOY , PERO HERMOSA<br />

¿Por qué María es representada con un tono de piel tan oscuro?<br />

Los teólogos medievales sin duda encontraron en este rasgo un signo más de su<br />

humildad. Este era el aspecto de las mujeres pobres y humildes que trabajaban al sol<br />

en el campo. Por otra parte, desde el siglo XII los exegetas de la Sagrada Escritura<br />

vieron en la novia <strong>del</strong> Cantar de los Cantares que afirma: Negra soy pero hermosa (Ct.<br />

1, 5), la imagen de la Iglesia, el alma o María en relación a Cristo. Para San Agustín la<br />

iglesia era negra en tanto estaba compuesta de pecadores pero hermosa por iluminación<br />

de la gracia. El alma <strong>del</strong> cristiano sería negra por el pecado original pero hermosa por<br />

la salvación que Cristo le proporciona. Para el monje cisterciense Tomás en el siglo XII,<br />

María había sido negra en tanto que soportó el dolor bajo la cruz. El sol de justicia que<br />

es Cristo, agonizante, habría quemado el rostro de María. Antes Cristo había coloreado<br />

a María en su concepción, la había hecho palidecer en la Pasión y le habría devuelto el<br />

color perdido con su Resurrección y Ascensión 3 .<br />

2 Según Aguilar Carmena, A., Illescas. Notas histórico-artísticas, Madrid. Citado por Romo de Arce, F., 1995, Historia de Illescas, Illescas (Toledo), pág.197.<br />

3 Thoma Cisterciensis, “Commentarii in Cantica Canticorum”, Migne PL 206, columna 79.<br />

Antigua imagen de la Virgen de la Caridad y el Niño.


Imagen actual de la Virgen de la Caridad


|24<br />

Hasta bien entrado el siglo XVIII la imagen debió seguir siendo la Virgen morena <strong>del</strong> románico. En 1766<br />

hay documentada una intervención sobre la imagen que nadie especifica en qué consistió. Si sabemos que en<br />

1807 se cita a un escultor, Pedro Hermoso, que se titula escultor de Cámara, quien junto a su discípulo Juan<br />

Tordesillas, va a intervenir en las caras de la Virgen y el niño. Es el principio de una historia de modificaciones,<br />

retoques y restauraciones que van a sucederse durante todo el siglo XIX. No sabemos si la actuación de 1807<br />

fue <strong>del</strong> todo satisfactoria, puesto que de nuevo en 1827 recibe el mismo escultor Hermoso, el encargo de<br />

restaurar las imágenes ya intervenidas. Probablemente se trataría de repintar los rostros con el fin de aclarar<br />

el tono de la piel y acercarse a la estética más acorde con el gusto de la época. Alberto de Aguilar aporta un dato<br />

que ningún otro investigador ha podido documentar declarando que “Más modernamente, y ya casi en nuestros<br />

tiempos, su cara morena, cual la correspondía, fué sustituida por la blanca y sonrosada que hoy ostenta 4 ”.<br />

Francisco Romo declara que Aguilar en su obra manifiesta que la actual imagen es obra de Salvador Páramo,<br />

autor de la carroza de la Virgen, <strong>del</strong> siglo XIX 5 . Insatisfechos con el mo<strong>del</strong>o anterior, ya deteriorado y alejado<br />

de los cánones de belleza imperantes, se trataría de acercarse a la estética predominante de rasgos más suaves<br />

y perfilados con unos rostros más pequeños y redondeados y unas carnaciones blancas y sonrosadas.<br />

Hasta entonces, los mantos de la Virgen se acompañaban por una pieza anterior llamada saya o <strong>del</strong>antal,<br />

sobre la que venía el peto o cuerpo al que se agregaban dos mangas para los brazos de la Virgen que sujetaba<br />

al niño en el centro también vestido. Ahora el niño mucho más pequeño en tamaño pasa a situarse en el lado<br />

izquierdo. Sus vestidos son reformados acortándose la tela. Las mangas de la Virgen serán prendas que nunca<br />

volverán a usarse.<br />

Glorificación de la Virgen de la Caridad y procesión de la imagen junto al santuario.<br />

Detalle <strong>del</strong> estandarte pintado por Alejandro Ferrant, óleo sobre seda, hacia 1890<br />

4 De Aguilar, A., 1927, Illescas Notas Histórico-Artísticas, Madrid, pág.26.<br />

5 Romo de Arce, F., 1995, Historia de Illescas, Illescas (Toledo), pág.197.


Virgen de la Caridad en su trono<br />

Alma de madera, plata y plata dorada, forjada,<br />

fundida, cincelada y grabada<br />

Esmaltes translucidos y cristal de roca


|26<br />

EL HOSPITAL DE<br />

CISNEROS<br />

“No hay pobre que se llegue a él que no halle acogida; ni<br />

peregrino que no encuentre albergue; ni enfermo que no halle<br />

medicina; ni hambriento que no halle hartura; ni desnudo<br />

que no halle con que arroparse; ni el que muere que no halle<br />

honrosa sepultura y cumplidas exequias.”<br />

Fray Antonio Navarro, Abecedario virginal de las<br />

excelencias <strong>del</strong> nombre de María, 1604.


Alejandro Ferrant, Obras <strong>del</strong> Hospital y Santuario de Nuestra Señora de la Caridad, óleo sobre lienzo, 1892


|28<br />

HISTORIA DEL SANTUARIO: LA SANTA CASA<br />

A San Ildefonso se atribuye en el año 636 la fundación de un primer monasterio de la orden benedictina,<br />

llamado Deibense (debido a Dios), popularmente llamado Dubiense. Puesto bajo la advocación de la Virgen<br />

María, estaba formado por ermita, dependencias monásticas y pequeño hospital. En él colocó una de las dos<br />

imágenes de la Virgen que la tradición consideraba obra de San Lucas, con el nombre de Virgen de Illescas. La<br />

otra imagen permaneció en Toledo bajo el nombre de Virgen <strong>del</strong> Sagrario.<br />

El Cardenal Cisneros, alrededor <strong>del</strong> año 1500 quiso fundar un convento de religiosas franciscanas y pidió<br />

al concejo de Illescas la cesión de los terrenos e inmuebles <strong>del</strong> antiguo monasterio de benedictinas. Obtuvo<br />

licencia a condición de situar el monasterio en lugar intramuros con un hospital mayor. Así, siguiendo las<br />

trazas de Pedro Gumiel se construyó el edificio que hoy contemplamos junto a una pequeña ermita en el lugar<br />

que hoy se sitúa la capilla de las reliquias.<br />

Antiguo Hospital mandado construir por Cisneros


Santuario de Ntra. Sra. de la Caridad trazado por el arquitecto Nicolás de Vergara el Mozo en 1588<br />

Será a finales <strong>del</strong> siglo XVI cuando el pueblo de Illescas decidió levantar un nuevo templo grandioso digno de<br />

la Virgen que tantos milagros había realizado hasta entonces desde la famosa curación de la inválida Francisca<br />

de la Cruz el 11 de marzo de 1562. En 1592 el arzobispo de Toledo, cardenal Quiroga concedía licencia para la<br />

construcción <strong>del</strong> nuevo santuario cuya dirección correría a cargo <strong>del</strong> arquitecto Nicolás de Vergara, el Mozo.<br />

El año 1600 era inaugurado el nuevo templo y colocada con toda solemnidad la imagen de la Virgen.<br />

Inmediatamente el Patronato presidido por el Rector, cargo ocupado por un ilustre sacerdote, iniciaría las<br />

acciones pertinentes para el adorno y decoración <strong>del</strong> edificio, entre las que se destaca el encargo hecho al Greco<br />

de cuatro pinturas y dos tallas para el retablo mayor.<br />

Interior <strong>del</strong> santuario con la Reja, obra de Santos Díaz, colocada en 1632<br />

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La capilla de las reliquias se levanta a expensas de Fernando Pacheco, Señor<br />

de Gargantalaolla, Comendador de Auñón y Berrinches y caballero de la orden<br />

de Calatrava, quien siendo embajador de España en la Santa Sede, reunió<br />

una destacada colección de reliquias, unas 262, que fueron certificadas por el<br />

Papa Clemente VIII (bula de 1604) y por Paulo V, y posteriormente donadas<br />

en su testamento de 1612 al Santuario de la Virgen de la Caridad junto con la<br />

fundación de dos capellanías y su colección de obras de arte.<br />

Bernardino Madridano, Las Virtudes Teologales,<br />

Camarín de la Vigen de la Caridad, 1712<br />

Juan Pantoja de la Cruz, Retrato de<br />

D. Fernando Pacheco de Toledo, 1595<br />

El camarín se creó para la adoración más íntima y personal hacia la Virgen, con el impulso de Mateo de<br />

la Plaza Victoria, presbítero de la parroquia de Santa María y fue decorado con pinturas al fresco obra de<br />

Bernardino Madridano en 1712. Las pinturas representan la alegoría de las tres virtudes teologales y algunos<br />

pasajes de la infancia de Cristo (casi perdidos a causa <strong>del</strong> deterioro que sufrió la estancia por encontrarse<br />

durante años a la intemperie.) La fe vestida de blanco con los ojos vendados como imagen de la fe ciega,<br />

porta una custodia como emblema de la Eucaristía, el misterio de la fe católica por excelencia, y en la mano<br />

izquierda lleva a modo de báculo la cruz de la Resurrección. La esperanza adornada con el color verde, signo<br />

de la regeneración y la vida se acompaña <strong>del</strong> ancla, en recuerdo de las palabras de San Pablo: “En ella (la<br />

esperanza) tenemos nosotros como un ancla firme y segura de nuestra alma” (Hb 6,19). La caridad, virtud por<br />

la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por<br />

amor de Dios, se representa con una mujer que acoge y abraza junto a sí a un grupo de niños. Las tres virtudes<br />

están siendo coronadas por ángeles que descienden <strong>del</strong> cielo. Podríamos afirmar que el pintor Madridano<br />

expone y afirma la victoria de la fe, la esperanza y la caridad sobre las demás realidades. Virtudes que reinan,<br />

que prevalecen, que vencen al mal.<br />

En 1861 la Reina Isabel II donaba el órgano,<br />

obra <strong>del</strong> maestro organero de Palacio: Antonio<br />

Domínguez. En 1881 se situaban a los lados<br />

de la imagen de la Virgen dos pinturas obra de<br />

Alejandro Ferrant representando a san Joaquín<br />

y santa Ana, los padres de María. Este mismo<br />

pintor realizó también trabajos de restauración<br />

en el Camarín y otros lienzos deteriorados <strong>del</strong><br />

Santuario, así como el inventario de las piezas<br />

existentes.<br />

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EL DON DE LOS MILAGROS<br />

En marzo de 1562 llegaba al Santuario Francisca de la Cruz, una mujer enferma con las extremidades<br />

atrofiadas, desahuciada de todos los hospitales de la zona y que rezando piadosamente ante la imagen de la<br />

Virgen de la Caridad, quedó sanada de por vida. Este es “el Milagro” por excelencia, que inicia una historia<br />

de hechos milagrosos, que han convertido a la Virgen de la Caridad en una de las más afamadas advocaciones<br />

más allá de las tierras illescanas.


El <strong>Libro</strong> de los Milagros recoge detalladamente numerosas intervenciones sobrenaturales de la Virgen,<br />

sanando a vecinos y forasteros, a chicos y a grandes, frente a todo tipo de dolencias: recién nacidos, mujeres<br />

convalecientes tras el parto, tullidos, apuñalados, soldados con herida de arcabuz en el frente de Orán, locos<br />

y dementes, atropellados por carros, ahogados en pozos... La Virgen de la Caridad ha intervenido sanando y<br />

salvando en muy diferentes lugares: la villa de Illescas, pueblos de los alrededores de Toledo como Escalona,<br />

Ocaña, Orgaz, Villacañas.. el ámbito de la corte en el Escorial, las costas africanas y hasta el mar donde unos<br />

frailes, fueron milagrosamente salvados de una tempestad.<br />

Diego Rómulo, Milagro de Francisca de la Cruz, óleo sobre lienzo, 1601<br />

En la inscripción: “FRANCISCA DE LA CRUZ VINO A ESTA SANTA CASA TULLIDA ENTRE DOS COSTALES, DE MANERA QUE TENIA LOS CARCAÑALES<br />

PEGADOS A LOS MUSLOS, ENTRANDO EN LA CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD SANA EN 11 DE MARÇO DE 1562 AÑOS”


El amor a la Virgen de la Caridad ha crecido en el transcurso <strong>del</strong> tiempo como lo prueban los regalos<br />

innumerables que devotos de distintos lugares <strong>del</strong> mundo y de todas las condiciones sociales han venido<br />

haciendo a su Madre benefactora.<br />

La colección de mantos de la Virgen es una prueba palpable de esta presencia agradecida, empezando por<br />

el más valioso y destacado: el manto de plata regalo de Margarita de Austria, mujer de Felipe III, tras haber<br />

curado de grave enfermedad por intercesión de la Virgen, tras el parto de la princesa Ana el 7 de octubre<br />

de 1602.<br />

DEVOCIÓN Y ADORACIÓN<br />

Manto de tejido llamado “ de las furias”<br />

Tejido de fondo de damasco base raso de cinco, labrado<br />

con hilos de seda, de oro y plata entorchado y anillado.<br />

Dibujo de flores exóticas. Pasamanería de hilo de plata<br />

entorchado<br />

Toledo, inicio <strong>del</strong> siglo XVIII<br />

Manto de “ moiré”<br />

Tejido de fondo de tafetán acanalado de seda azul, labrado<br />

con seda azul en raso de cinco y acabado de “moiré”.<br />

Decoración de ramas curvas con ramos de flores y franjas<br />

de imitación de encaje. Encaje de punto de España, de<br />

bolillos, de hilo de plata<br />

Toledo, 1760-80


Manto de la reina Margarita de Austria<br />

Base de tafetán de seda con trama suplementaria de lámina de plata<br />

Bordado de hilo de plata entorchado en relieve con relleno interior, lámina, caracolillo y<br />

cordoncillo de plata. Tiene bordado el anagrama “M” y “A” de la reina. Encaje de punto<br />

de España, de bolillos de hilo de plata entorchado<br />

Fines <strong>del</strong> siglo XVI<br />

Procede de un vestido de la reina Margarita de Austria, dado a la Virgen en 1602-03


LOS MANTOS DE LA VIRGEN DE LA CARIDAD<br />

La Virgen de la Caridad de Illescas posee en la actualidad veintiuno mantos que abarcan cronológicamente<br />

desde fines <strong>del</strong> siglo XVI hasta 1985.<br />

Cuando hablamos de mantos lo hacemos en conjunto de las distintas piezas que forman las vestiduras de la<br />

Virgen y el Niño Jesús que lleva en sus brazos, una de las cuales, la más espectacular, es el manto propiamente<br />

dicho. Cada uno de los veintiuno conjuntos está realizado con el mismo tejido y, en el caso de los que son<br />

bordados, adornado con el mismo bordado.<br />

Las piezas que forman cada conjunto son: el cuerpo, el faldón, las mangas y el manto para la Virgen y la<br />

túnica para el Niño Jesús. La tipología es prácticamente siempre la misma. Deriva de las primeras vestiduras<br />

que se hicieron a la imagen con vestidos usados y dados por damas de la familia real.<br />

El conjunto más antiguo conservado actualmente nos da la tipología de las vestiduras de la imagen. Se hizo<br />

con una saya entera de la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III, dada por la reina a la Virgen<br />

de la Caridad, entre 1602 y 1603, en agradecimiento a su recuperación tras un parto. El cuerpo era <strong>del</strong> tipo<br />

de saya baja, con la pechera <strong>del</strong>antera de escote recto, ligeramente bajo en los laterales, acabada en gran<br />

triángulo en la parte baja y con el interior con ballenas, usadas para ajustar el vestido al cuerpo femenino y<br />

hacer la cintura muy estrecha. Esta pechera fue utilizada para hacer el cuerpo de las vestiduras de la Virgen.<br />

Las mangas redondas, que colgaban lateralmente y tenían una abertura central para pasar el brazo, fueron<br />

colocadas de esta guisa a la Virgen. El faldón, de forma trapezoidal, y el manto, de forma semicircular, fueron<br />

confeccionados con la falda de la saya. El vestido <strong>del</strong> Niño Jesús se hizo con la espalda <strong>del</strong> cuerpo de la saya.<br />

Las mismas piezas y formas se encuentran en todos las vestiduras de la Virgen. Solamente han cambiado<br />

las mangas. Las largas y anchas sólo se mantuvieron en los dos conjuntos que siguen en antigüedad al de<br />

la reina Margarita, uno es el llamado Manto <strong>del</strong> Milagro. El paso de la forma de las mangas, de anchas a<br />

estrechas y ajustadas, tiene su origen también en la donación de vestidos femeninos para hacer las vestiduras<br />

de la Virgen. A partir <strong>del</strong> siglo XVIII, los cuerpos de los vestidos tenían las mangas largas hasta el codo y muy<br />

estrechas y adaptadas al brazo, y, al reutilizar los vestidos para hacer las vestiduras de la Virgen, se usaron<br />

las mangas que seguían las nuevas formas de la moda. Y de forma estrecha se han continuado haciendo en<br />

las vestiduras de la Virgen. Las formas de cada una de las partes que forman las vestiduras de la Virgen y <strong>del</strong><br />

Niño, a excepción de las de las mangas, no han cambiado desde el vestido de la reina Margarita de Austria<br />

hasta el Manto <strong>del</strong> pueblo de Illescas, de 1985, el más reciente. Sólo hay la excepción de dos conjuntos, de<br />

1916, regalados por Don Mariano <strong>del</strong> Valle, en los que el cuerpo y el faldón forman una sola pieza.<br />

Manto regalado por Don Mariano <strong>del</strong> Valle,<br />

Terciopelo negro y damasco de seda negra, bordados de<br />

lentejuelas, mostacilla y canutillos, 1916


De los veintiuno conjuntos de indumentos de la Virgen de la Caridad seis proceden con toda seguridad de vestidos femeninos<br />

por conservar la confección con ballenas <strong>del</strong> cuerpo, donados con la finalidad que ya anteriormente se ha dicho. El resto se<br />

han confeccionado siguiendo fielmente el esquema de las formas de cada una de las piezas, como si se tratara también de<br />

fragmentos de un vestido femenino.<br />

La decoración de los conjuntos de las vestiduras de la Virgen de la Caridad está hecha con dos técnicas distintas: la de tejidos<br />

labrados, o sea decorados en el momento de tejer, y la <strong>del</strong> bordado sobre un tejido realizado anteriormente.<br />

En el primer grupo están nueve conjuntos de vestiduras, hechas con tejidos de seda labrados, fabricados en<br />

Toledo en el siglo XVIII. Los tejidos pueden ser de fondo liso, acanalado, de tisú con lámina de oro o plata, de<br />

damasco o tener pequeños labrados en forma de rombos. Las decoraciones son labradas con tramas de hilos de<br />

distintos colores y también con láminas de oro y plata y con hilos de oro y plata entorchados envolviendo un<br />

alma de seda, sólo uno tiene además una decoración por el sistema de acabado de moiré. El tipo de decoración<br />

es vegetal, con influencia oriental en uno de los tejidos que pertenece al grupo de los llamados “tejidos de las<br />

furias”. El resto de los tejidos tiene decoración vegetal naturalista estilizada, con granadas y ramas onduladas;<br />

con medallones formados por ramas curvadas en cuyo interior hay flores y jarrones con flores; con amplias<br />

ramas curvas paralelas de las cuales salen ramos de flores, algunas de las flores tienen distintos matices de un<br />

mismo color; con líneas sinuosas o rectas que imitan un encaje y los llamados “tejidos de verduras” con grandes<br />

flores y frutos; y finalmente la decoración formando aguas de distintas intensidades por el acabado de moiré.<br />

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Los conjuntos bordados son once. Los bordados son de sedas policromas aplicadas a punto de matiz; hilo<br />

entorchado de oro y plata a punto llano, anillado o en cordoncillo y lámina de estos mismos metales; lentejuelas,<br />

placas pequeñas, doradas o de colores y cristales aplicados. Merecen especial mención algunos de los conjuntos<br />

adornados con bordados. El más antiguo es el regalado por la reina Margarita de Austria, totalmente bordado<br />

con hilo de plata formando retochas en relieve, con decoración de inspiración vegetal, las iniciales de la reina<br />

bajo una corona y una margarita, símbolo de su nombre. El llamado <strong>del</strong> Milagro, de fines <strong>del</strong> siglo XVII, está<br />

bordado con flores de gran tamaño y pájaros, de inspiración oriental.<br />

Manto llamado “<strong>del</strong> Milagro”<br />

Base raso de cinco de seda roja. Bordado de<br />

sedas policromas a punto de matiz amplio<br />

y de hilo de oro entorchado a punto llano,<br />

cordoncillo y caracolillo de oro. Encaje de<br />

punto de España, de bolillos, de hilo de<br />

oro, con aplicación de lentejuelas de oro.<br />

Dibujos de pájaros de influencia china<br />

Illescas, fines <strong>del</strong> siglo XVII<br />

Los conjuntos bordados son once. Los bordados son de sedas policromas aplicadas a punto de matiz; hilo<br />

entorchado de oro y plata a punto llano, anillado o en cordoncillo y lámina de estos mismos metales; lentejuelas,<br />

placas pequeñas, doradas o de colores y cristales aplicados. Merecen especial mención algunos de los conjuntos<br />

adornados con bordados. El más antiguo es el regalado por la reina Margarita de Austria, totalmente bordado<br />

con hilo de plata formando retochas en relieve, con decoración de inspiración vegetal, las iniciales de la reina<br />

bajo una corona y una margarita, símbolo de su nombre. El llamado <strong>del</strong> Milagro, de fines <strong>del</strong> siglo XVII, está<br />

bordado con flores de gran tamaño y pájaros, de inspiración oriental. Del siglo XVIII, concretamente <strong>del</strong> inicio,<br />

es un conjunto de raso de seda color crudo, bordado con temas florales, con sedas policromas e hilo de oro,<br />

formando enrejados. Del siglo XIX destacan dos conjuntos de raso de seda color crudo, prácticamente iguales,<br />

bordados con hilo metálico, lentejuelas, placas de distintos colores y espejos. Del siglo XX cabe mencionar uno<br />

de los dos conjuntos regalados en marzo de 1916 por Don Mariano <strong>del</strong> Valle, es en parte de terciopelo negro, en<br />

parte de damasco de seda negra <strong>del</strong> vestido de novia de su esposa; está bordado con fragmentos de los adornos<br />

<strong>del</strong> vestido de novia y de un vestido de noche aplicados, son bordados de lentejuelas, mostacilla y canutillos,<br />

con dibujos <strong>del</strong> estilo de la década de 1910, <strong>del</strong> paso <strong>del</strong> Modernismo al Art Deco. El otro conjunto a destacar<br />

es el Manto <strong>del</strong> pueblo de Illescas, regalado por Illescas a la Virgen en 1985, bordado por la hermana Carmen,<br />

monja de la Orden de la Merced <strong>del</strong> Convento de la Caridad de Illescas; es de fondo de terciopelo chiffon<br />

bordado con hilo, caracolillo y pequeñas láminas de oro, cristales y perlas, el dibujo son los anagramas de la<br />

Virgen y Jesús.


Manto “tejido de verduras”<br />

Tejido de seda labrado, Toledo, siglo XVIII<br />

Vestido de Niño Jesús.<br />

Tafetán de seda amarilla pintada. Decoración de dragón y<br />

utensilios de dibujo y escritura china. Estaba destinado a un<br />

Niño Jesús tipo Salvador <strong>del</strong> mundo, desaparecido. Forma<br />

parte <strong>del</strong> conjunto <strong>del</strong> Manto chino.China, siglo XIX<br />

Manto <strong>del</strong> pueblo de Illescas<br />

Terciopelo chiffon bordado con hilo, caracolillo y oro, cristales y perlas.<br />

Illescas, 1985<br />

Otra de las técnicas de decoración encontradas en las vestiduras de la Virgen de la Caridad es la de la<br />

pintura sobre tela. El Manto chino es de tafetán de seda amarilla con pinturas de flores, cestos con flores,<br />

jarrones, mariposas, pájaros, dragones. Fue fabricado en China en el siglo XIX.<br />

Alrededor de las piezas de cada uno de los conjuntos hay encaje de técnica de bolillos de hilo de oro o de<br />

plata; el tipo de encaje que se conoce como puntos de España. Algunos tienen, en lugar de encajes, franjas de<br />

pasamanería de hilo de oro o plata.<br />

Dos conjuntos tienen además <strong>del</strong> vestido <strong>del</strong> Niño Jesús que la Virgen lleva en brazos, otro vestido para un<br />

Niño de mayor tamaño, <strong>del</strong> tipo Salvador <strong>del</strong> Mundo, actualmente perdido. Los conjuntos son el Manto <strong>del</strong><br />

“tejido de las Furias” y el Manto chino. Se conservan, otros dos vestidos <strong>del</strong> Niño Jesús perdido, ambos <strong>del</strong><br />

siglo XVIII. Uno es de seda rosa labrada. El segundo es de tela de tafetán de seda con flores y frutos exóticos<br />

pintados, fabricada en China.<br />

Vestido de Niño Jesús.<br />

Tafetán de seda blanco pintado. Decoración de flores y frutos.<br />

Encaje de bolillos de hilo de pita. Estaba destinado a un<br />

Niño Jesús tipo Salvador <strong>del</strong> mundo, desaparecido. Tejido,<br />

China, siglo XVIII. Encaje, Illescas, siglo XVIII. Pasamanería<br />

posterior<br />

El conjunto de las vestiduras de la Virgen de la Caridad de Illescas es un tesoro de gran valor, no sólo por<br />

su carácter religioso y de devoción, sino también desde el punto de vista textil, tanto por los tejidos con que han<br />

sido confeccionados, como por los ricos y perfectos bordados que los adornan.<br />

Rosa M. Martín i Ros<br />

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La devoción a la Virgen de la Caridad de Illescas se extendió, en ocasiones por devoción de los propios<br />

illescanos, a otros lugares de España y América. En algunos como Requena (Valencia) o Tinajas (Cuenca),<br />

apenas queda huella <strong>del</strong> culto a la Virgen de Illescas. En Calatayud, sí está bien documentada la ermita que<br />

existió hasta el siglo XIX, edificada por mercaderes illescanos en agradecimiento por la protección de la Virgen<br />

frente a unos asaltantes. Allí la Hermandad de los Carpinteros, custodiaba hasta hace pocos años la imagen<br />

de la llamada “Virgen de Yescas”.<br />

Sin duda es en Sanlúcar de Barrameda donde encontramos más extendida la fama de santidad de la Virgen<br />

de la Caridad de Illescas. Fue un militar malagueño, Pedro de Rivera Sarmiento quien siendo devoto cofrade de<br />

la Virgen en Illescas decidió encargar una copia de la imagen para llevarla a Cartagena de Indias, su próximo<br />

destino. En el camino, en Sanlúcar de Barrameda experimentó el milagro de la curación de una grave herida,<br />

hecho que propició una veneración desbordada de la imagen por parte de los vecinos. La fama de milagroso<br />

<strong>del</strong> aceite que desprendía la lámpara frente a la imagen se contrastó produciéndose numerosas curaciones<br />

entre ellas la <strong>del</strong> duque de Medina Sidonia, Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, quien pidió el traslado de la<br />

imagen a la iglesia primero de San Pedro, para después levantar un suntuoso santuario bajo la advocación de<br />

Santa Ana. El cabildo de la ciudad el año 1618 nombraría a la Virgen de la Caridad, patrona de Sanlúcar de<br />

Barrameda. Su imagen fue coronada canónicamente el 15 de agosto de 1965.<br />

A la isla de Cuba, fue trasladada una copia de la imagen por el capitán de artillería, Francisco Sánchez de<br />

Moya, vecino de Illescas quien por orden de Felipe II debía dirigir las minas de cobre cercanas a Santiago de<br />

Cuba y construir allí una pequeña iglesia para atender espiritualmente a colonos y naturales. Pasados los<br />

siglos cuando ésta sufría graves deterioros se trasladó la imagen a un nuevo santuario en las estribaciones de<br />

la Sierra <strong>del</strong> Cobre en 1929. Ya en 1916 el Papa Benedicto XV había nombrado a la Virgen de la Caridad <strong>del</strong><br />

Cobre, Patrona de Cuba.<br />

Anónimo, Remate de cetro con la Virgen <strong>del</strong> Rosario,<br />

Madrid o Toledo, hacia 1670-1700<br />

Plata fundida, forjada y cincelada<br />

Anónimo, Remate de cetro con resucitado, Madrid o<br />

Toledo, segunda mitad <strong>del</strong> siglo XVIII<br />

Plata fundida, forjada y cincelada


LAS PIEZAS DE PLATA Y LAS JOYAS<br />

El conjunto de objetos de platería que se conserva actualmente en el santuario de Nuestra Señora de la Caridad<br />

de Illescas, se reparte de forma casi equitativa entre los que están destinados al culto y ornato <strong>del</strong> santuario, y<br />

los que están asociados directamente a la propia imagen de la Virgen, desde el trono que le sirve de asiento hasta<br />

las joyas que la adornan.<br />

PLACAS DEL ALTAR DE LA VIRGEN (Madrid, hacia 1686/93. Anónimo)<br />

Plata, repujada y estampada. Marcas parcialmente perdidas: Corte de Madrid, y Jvº./DOREA.<br />

Donació<br />

Su número supera las noventa piezas, realizadas en un periodo cronológico que abarca desde la segunda mitad<br />

<strong>del</strong> siglo XVI hasta el siglo XX. Conviene precisar, no obstante, que aunque es propio <strong>del</strong> arte de la platería el uso<br />

preferente de los metales preciosos, fue común en las distintas épocas que sobre todo por razones económicas, más<br />

ocasionalmente por una cuestión de gusto, los artífices se vieran obligados a utilizar otros materiales alternativos<br />

como el bronce o el cobre, preferentemente dorados para que al menos su apariencia externa semejara mayor<br />

riqueza. El desarrollo <strong>del</strong> proceso de industrialización en este campo de las artes suntuarias, introdujo nuevas<br />

posibilidades que, por su precio más económico, se prestaban mejor a una producción de mayor envergadura,<br />

sustentada sobre todo por la nueva clase media, pero con atracción igualmente para la clientela tradicional de<br />

este género de objetos.<br />

Lo mismo cabe decir respecto a otro de los materiales empleados con frecuencia para su ornato, como son las<br />

piedras. El uso de imitaciones obtenidas sobre todo a partir de pasta vítrea, tintada ella misma o engastada con<br />

talcos coloreados, parece haber sido común en todo momento según lo conservado. En los objetos de platería<br />

porque, de hecho, existía en el ámbito hispano una autorización expresa desde el siglo XVII que permitía utilizar<br />

piedras falsas en las piezas relacionadas con el culto religioso, aunque el objeto se hubiera realizado en oro o<br />

plata. Sin embargo, también las joyas conservadas de esa centuria y la siguiente revelan el uso corriente de<br />

este tipo de materiales sucedáneos. De nuevo la época industrial acentuaría también en este campo el interés<br />

por la experimentación, a fin de conseguir simulacros cada vez más parecidos al original. Al mismo tiempo, los<br />

diseñadores de vanguardia se empeñaron en imponer una valoración de la joya por la originalidad de su diseño,<br />

promoviendo en sus obras la mezcla de materiales sin tener en cuenta las diferencias de valor económico.<br />

Por esta razón, a la hora de evaluar el conjunto de objetos relacionados con este arte que se conserva en el<br />

santuario de Illescas, se han considerado también todas aquellas piezas realizadas con este tipo de materiales,<br />

pues así puede medirse de forma más correcta la situación real de la producción de cada época, evitando la<br />

perspectiva parcial –históricamente hablando– que ofrecería la única contemplación siempre atrayente de las<br />

piezas más valiosas en lo material, de las que sin duda hay en su tesoro ejemplos notables.<br />

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Se ha podido determinar la procedencia al menos de una parte de estos objetos, gracias a las inscripciones<br />

que la propia pieza incluye en algún caso, y también a los datos que constan en la documentación conservada<br />

en el archivo, cuyo análisis pormenorizado permitirá en el futuro ampliar la información sobre éste y otros<br />

aspectos relativos a las obras de platería que hubo, o todavía existen, en el santuario. Así, algunos se deben a la<br />

iniciativa de los patronos que han administrado en cada momento los bienes <strong>del</strong> santuario, a menudo contando<br />

con limosnas entregadas por los devotos de la Virgen. Otros fueron regalados precisamente por particulares que,<br />

en la medida de sus posibilidades, tuvieron la generosidad de acrecentar el ajuar de la iglesia.<br />

La mayoría de los objetos donados que ahora se conservan se dieron en el siglo XVII. Entre ellos están la<br />

lámpara regalada por los condes de los Arcos en 1608, que pende actualmente en el lado de la Epístola, aunque<br />

no es la original pues debió ser renovada a instancias de la propia familia en 1770 (cat. nº 32). El cáliz donado<br />

en 1612 por Juan de Espinosa, que se declara pastelero <strong>del</strong> rey Felipe III. La lámpara que pende en el lado <strong>del</strong><br />

Evangelio, ofrecida esta vez en 1641 por el conde de Chinchón, don Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y<br />

Bobadilla, que llegaría a ser virrey <strong>del</strong> Perú. Otro cáliz donado en 1662 por doña Mariana Abarca. El ornato de<br />

chapería de plata que se encuentra repartido actualmente entre la mesa <strong>del</strong> altar mayor y el frontal, gradas y<br />

paramento <strong>del</strong> altar de la Virgen, que fue realizado hacia 1686/93 –al parecer con plata procedente de las minas<br />

mexicanas de Zacatecas–, a expensas de don Diego Orejón, secretario <strong>del</strong> Ayuntamiento de Madrid. Además, hay<br />

también un copón bendecido por el papa León XIII en 1889, e incluso un juego de insignias que perteneció al juez<br />

<strong>del</strong> Tribunal Supremo, don Ildefonso Bellón Gómez, que su familia regaló a la Virgen en el siglo XX.<br />

1 2 3 4 5<br />

1. CÁLIZ (¿Toledo?, hacia 1550/60. Anónimo)<br />

Plata, dorada en el interior de la copa, forjada y repujada<br />

2. CÁLIZ (Madrid, fines <strong>del</strong> siglo XIX–XX. Meneses)<br />

Metal plateado y dorado en la copa, forjado, torneado y grabado<br />

3. CÁLIZ (Toledo o Madrid, primera mitad <strong>del</strong> siglo XVII. Anónimo)<br />

Plata, dorada en el interior de la copa, forjada y torneada<br />

4. CÁLIZ (¿Toledo o Madrid?, comienzos <strong>del</strong> siglo XVII. Anónimo)<br />

Plata, dorada en el interior de la copa, forjada, cincelada, grabada y estampada<br />

5. COPÓN (Córdoba, 1888. J. Castillo)<br />

Plata, dorada en el interior de copa y tapa, forjada, torneada, fundida y repujada<br />

Inscripción: EL PAPA LEÓN XIII REGALÓ ESTE COPÓN<br />

À LA VIRGEN DE LA CARIDAD DE ILLESCAS EL AÑO DE 1889


A ello se añade el originalísimo conjunto de reliquias (más de doscientas) que don Fernando Pacheco, embajador<br />

de la curia romana y comendador de Calatrava, reunió en la capilla que fundó en el santuario. Están expuestas<br />

en las repisas de las tres alacenas que mandó construir a tal fin, imitando modestamente las que en el monasterio<br />

de El Escorial reunían las reliquias atesoradas por Felipe II. Aunque sólo una parte de las que pertenecieron a<br />

Pacheco están alojadas en relicarios de metal (bronce o latón y cobre, en ocasiones dorados), mientras el resto<br />

se dispone en arquetas y estuches o soportes de madera dorada o pintada, que imitan en algún caso mo<strong>del</strong>os de<br />

estructura propios de las piezas de platería contemporáneas. La originalidad de sus diseños dota de un interés<br />

propio a este grupo de piezas.<br />

Respecto a la procedencia de los objetos y a la identidad de sus autores. Por el momento, y a falta <strong>del</strong> futuro<br />

análisis de la documentación, sólo es posible determinar el origen si están firmados o bien, en el caso de los<br />

que están realizados en metal precioso, si llevan el marcaje oficial que era preceptivo. Sólo una pequeña parte<br />

de las piezas (dieciséis) incluye alguno de estos aspectos. La mayoría se hizo en Madrid o en Toledo, pero hay<br />

también dos piezas de Córdoba, una de Barcelona, otra de Valencia, e incluso una solitaria patena de México,<br />

seguramente <strong>del</strong> siglo XVII, que habría llegado con un cáliz de la misma procedencia no conservado.<br />

En general, se ha podido determinar también la identidad de los artífices en la mayor parte de estos casos.<br />

Aunque en algunas piezas no puede confirmarse con seguridad, pues sólo llevan la marca personal <strong>del</strong> marcador,<br />

y en otras sólo aparece la de localidad. No se ha podido identificar, en cambio, al platero que realizó la pieza de<br />

Barcelona, pues su marca es inédita y presenta algunos aspectos confusos.<br />

6 7 8 9<br />

6. CÁLIZ (Toledo o Madrid, último tercio <strong>del</strong> siglo XVI. Anónimo)<br />

Plata dorada mediante electrolisis, forjada, cincelada y grabada<br />

7. CÁLIZ (¿Madrid?, 1612. Anónimo)<br />

Bronce y plata dorados, en fundición, torneado, forjado y grabado; esmaltes translúcidos sobre plata excavada<br />

Inscripción: ESTE CALIZ DIO JVAN DE ESPINOSA PASTELERO DEL REI [I] MARIA DE ARIBAS<br />

A NVUESTRA SA DE ILLESCAS AÑO 1612<br />

8. CÁLIZ (Toledo o Madrid, fines <strong>del</strong> siglo XVI. Anónimo)<br />

Bronce y plata dorados, en fundición, torneado, forjado, cincelado y grabado<br />

9.CÁLIZ (Madrid, 1662. Andrés Sevillano)<br />

Plata dorada, forjada y torneada<br />

Inscripción: ESTE CALIZ I PATENA DIO A NRA SRA DE ILLESCAS<br />

POR SV DEVOCION DA MARIANA ABARCA AÑO 1662<br />

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PECTORAL (España, segunda mitad <strong>del</strong> siglo XVIII. Anónimo)<br />

Filigrana de oro con sartas de perlas blancas de dos tamaños; granates y piedras de vidrio con talcos de diferente color<br />

Tampoco al autor valenciano de uno de los aderezos de joyas, ni a otro madrileño que realizó la cruz de San<br />

Raimundo que perteneció a don Ildefonso Bellón, pues ambas piezas presentan las marcas vigentes a partir de<br />

la legislación de 1934, y en ellas no consta el nombre <strong>del</strong> platero.<br />

Entre los que sí se han identificado, se encuentran los madrileños Onofre de Espinosa (a. 1617–1650) y José<br />

de Alarcón (a. 1740–1788), autores respectivos de las lámparas de plata que penden en el crucero <strong>del</strong> santuario,<br />

donadas por el conde de Chinchón y los condes de los Arcos (cat. núms. 31–32). Según los datos publicados por<br />

Cruz Valdovinos, Espinosa es autor de dos cálices conservados en la iglesia de Santa Cruz de Madrid y en el<br />

Museo catedralicio de Tuy. Alarcón fue platero real, y entre las obras que se conocen de su mano se cuentan los<br />

cálices de Berzosa de Lozoya y San Ginés de Madrid, la serie de limosneros reales <strong>del</strong> periodo 1767–83, y un<br />

conjunto de piezas religiosas encargadas por los duques de Medinaceli que se conservan en la iglesia de San<br />

Francisco Solano de Montilla (Córdoba).<br />

Entre los avecindados en Toledo, dos de ellos fueron plateros de la catedral durante la primera mitad <strong>del</strong> siglo<br />

XVIII: Juan Antonio Domínguez (a. 1702–1749) y Manuel de Bargas Machuca (a. 1722–64). El primero hizo<br />

para Illescas el remate de un cetro con la imagen de la Inmaculada, que no se conserva completo (cat. nº 24); el<br />

segundo una de las coronas que tuvo la Virgen de la Caridad, de la que sólo han sobrevivido dos imperiales (cat.<br />

nº 37). Domínguez tuvo a su cargo el dorado de los bronces <strong>del</strong> Transparente, y es autor de la lámpara de plata<br />

diseñada por el propio Narciso Tomé que pende actualmente ante este monumento. La obra más conocida de<br />

Bargas Machuca es la peana con ángeles de bronce y plata sobre la que va asentada la custodia de Enrique de<br />

Arfe.<br />

Destaca también en Toledo la figura de Alonso o Alfonso García (a. 1599–1640), que firma orgullosamente la<br />

espléndida corona que luce la Virgen en las grandes celebraciones (cat. nº 34). Aunque es probable que hiciera<br />

también la que lleva de forma habitual la imagen dentro <strong>del</strong> santuario. Era platero de oro, fue marcador de la<br />

ciudad de Toledo y realizó casi a la vez que la de Illescas otra corona para la Virgen de Ajofrín (Museo de Santa<br />

Cruz, Toledo). También ocuparon el cargo de marcador en Toledo Antonio Pérez de Montalto (1654–1685) y Juan<br />

Martín de Torredeneyra (1711–1730), que marcan en solitario el trono de la Virgen de la Caridad (cat. nº 30) y<br />

un incensario (cat. nº 16), respectivamente. Andrés Sevillano (1662–1669) y Juan de Orea (1677–1693) fueron<br />

marcadores de Corte de Madrid. El primero marca el cáliz donado por doña Mariana Abarca (cat. nº 3), <strong>del</strong> que<br />

seguramente es autor pues la estampa dos veces en la misma zona. Orea marca a su vez la chapería de plata que<br />

adorna el altar mayor y el de la Virgen (cat. nº 28). A excepción <strong>del</strong> caso citado de Sevillano, de ninguno de ellos<br />

se puede asegurar que sean los artífices que realizaron las piezas citadas.


ROSTRILLO (España, finales <strong>del</strong> siglo XVII–inicio <strong>del</strong> XVIII. Anónimo)<br />

Oro forjado, esmeraldas, rubíes, diamantes y perlas; tejido<br />

Otros nombres, inéditos hasta ahora, son los <strong>del</strong> madrileño Espinosa, que realizó en 1881 la custodia de plata<br />

que tiene el santuario. Quizá fuera pariente de otro platero de prestigio, Celestino Espinosa (a. 1805–1830), que<br />

fue regente de la Real Fábrica de Platería Martínez y tasador de las obras reales. Tampoco se tenía noticia <strong>del</strong><br />

cordobés J. Castillo, autor <strong>del</strong> copón regalado por el papa León XIII (cat. nº 10). No ocurre lo mismo con otro<br />

platero de Córdoba como Francisco de Paula Martos (a. 1814–1840), autor de un pequeño hostiario (cat. nº 15),<br />

pues se conocen otras piezas suyas conservadas en distintos lugares. O con Miguel Antonio Lizasoain (a. 1753–<br />

1779), probable autor <strong>del</strong> rostrillo de plata (cat. nº 25), de cuya actividad en Madrid se tiene sobre todo noticia<br />

documental. Por último, hay que mencionar también la existencia en el ajuar de Illescas de un cáliz realizado<br />

por la platería Meneses (cat. nº 8): es de metal blanco, un material sucedáneo que esta firma, activa desde 1840,<br />

popularizó a finales <strong>del</strong> siglo XIX.<br />

En lo que a la tipología de los objetos se refiere, entre los que sirven en las funciones litúrgicas se contabilizan<br />

ocho cálices, dos custodias, un copón, un hostiario, un par de vinajeras, probablemente a juego con una salvilla de<br />

pie bajo, un incensario, una naveta, una veintena de relicarios –contando los de metal de la capilla de Pacheco–,<br />

tres cetros incompletos y una cruz de sobremesa. Ya se han citado la chapería de plata que adorna los altares<br />

mayor y de la Virgen, y las dos lámparas <strong>del</strong> mismo metal que hay en su ámbito (además de otras dos modernas<br />

de metal plateado). En el ornato de la imagen de la Virgen, se distinguen de una parte el conjunto de su trono<br />

que forman la peana, el resplandor y los dos pares de ángeles que sobrevuelan en torno a ella. De otra quedan<br />

las joyas que componen su tesoro, empezando por las coronas de la Virgen (tres completas) y <strong>del</strong> Niño (dos), dos<br />

rostrillos –además <strong>del</strong> textil adornado con pedrería que la imagen lleva en el santuario–, y las diversas joyas que<br />

se prenden sobre su vestido y que han de ser fruto en todos los casos de donaciones devotas: pendientes, sueltos<br />

o formando parte de medios aderezos que incluyen broche o sortija, petos y diferentes tipos de broches de pecho,<br />

pulseras y colgantes. Además de otro importante objeto: el collar de veintiuna piezas que luce de forma habitual<br />

la imagen, aunque me parece más bien parte de una cinta de caderas o de una cadena pectoral, donada quizá por<br />

la reina Margarita de Austria en 1602. Hay además otras piezas de diferente tenor realizadas en los siglos XIX y<br />

XX, entre las que se incluyen dos grandes rosarios con cuentas de ámbar y azabache, diversas piezas de bisutería<br />

y una medalla con la imagen de la Virgen de la Caridad.<br />

Respecto a la cronología de este conjunto de objetos, hay cuatro piezas de la segunda mitad <strong>del</strong> siglo XVI, más<br />

de cuarenta son <strong>del</strong> XVII, apenas veinte <strong>del</strong> XVIII, unas quince son <strong>del</strong> XIX, y al menos siete debieron realizarse<br />

ya después de 1934.<br />

45|


Desde el punto de vista artístico la época mejor representada es sin duda la de los siglos<br />

XVI–XVII, con ejemplos que van desde la fantasía <strong>del</strong> manierismo decorativo al sobrio y<br />

estilizado clasicismo de la época de Felipe II. Este último serviría de punto de partida, a<br />

su vez, de la tendencia que al iniciarse el siglo XVII se difundió desde la Corte madrileña<br />

al resto de los reinos hispanos y a las colonias americanas. La precisa definición de las<br />

características de este estilo hizo que se convirtiera en una seña de diferenciación de lo<br />

español, frente a la deriva que desde 1630 iría decantando la platería europea hacia la<br />

exhuberancia formal y decorativa <strong>del</strong> barroco. Son significativos para seguir esta evolución<br />

los cálices que se hicieron dentro este periodo. El más antiguo (cat. nº 6), realizado hacia<br />

1550/60 seguramente por un artífice toledano –a juzgar por su coincidencia en algunos<br />

aspectos con el que hizo Juan Rodríguez de Babia para el Ayuntamiento de Toledo–,<br />

mantiene todavía en la estructura abalaustrada <strong>del</strong> vástago el viejo nudo de manzana<br />

<strong>del</strong> Renacimiento, pero se adorna con motivos manieristas como draperies, caras veladas<br />

y jarrones con frutos. En cambio, los cálices <strong>del</strong> último tercio <strong>del</strong> siglo XVI (cat. núms. 5,<br />

7) revelan la drástica transformación que se produjo en esos años, mostrando una clara<br />

tendencia en lo estructural a la geometría y a la simplificación <strong>del</strong> número de elementos<br />

que integran su conjunto, la preferencia por el nudo ovoide, los pies escalonados, y la<br />

abstracción ornamental que imponen las ferroneries u otros motivos abstractos que se<br />

harían comunes en los objetos de la época: óvalos, “puntas de diamante” o su versión<br />

plana en forma de rombos de lados cóncavos, placas reasaltadas o <strong>del</strong>ineadas, costillas,<br />

cartelas y asillas de “cartones” esquematizados, placas esmaltadas y sutiles labores de<br />

“picado de lustre”.<br />

Su validez se mantendría íntegramente dentro <strong>del</strong> clasicismo <strong>del</strong> siglo XVII, como<br />

demuestran el originalísimo relicario <strong>del</strong> lignum crucis y los demás de metal (cat. núms.<br />

19–20) que forman parte <strong>del</strong> legado de Pacheco; el primero, por cierto, con una excepcional<br />

y refinada decoración de pájaros en “picado de lustre”. También el cáliz donado por el<br />

pastelero Juan de Espinosa (cat. nº 4), la naveta (cat. nº 17) y las coronas de la Virgen y<br />

<strong>del</strong> Niño (cat. núms. 34, 36, 38, 39) de esta época, el trono de la Virgen (cat. nº 30) y la<br />

lámpara donada por el conde de Chinchón (cat. nº 31). Además, el resto de los cálices <strong>del</strong><br />

siglo XVII (cat. núms. 1–3) revela incluso la versión más sencilla –también más barata–<br />

<strong>del</strong> estilo, repitiendo con escasas variaciones el mismo mo<strong>del</strong>o de estructura con nudo en<br />

forma de vaso rematado en un grueso toro. Igual que la pareja de vinajeras (cat. nº 11),<br />

también sin decoración, pues parece que sus comitentes prefirieron en estos casos dotar<br />

a la pieza de un buen peso de plata, al que se añade a veces el de su dorado.<br />

A pesar de que los ecos de este estilo y sus mo<strong>del</strong>os formales se mantuvieron vigentes<br />

en una parte de la producción española hasta los primeros años <strong>del</strong> siglo XVIII (el<br />

incensario realizado hacia 1711/30 es un buen ejemplo de ello), la entrada <strong>del</strong> barroco<br />

europeo se hizo a la postre irreversible. Su plenitud no se revelaría de forma efectiva<br />

sin embargo hasta el último cuarto <strong>del</strong> siglo XVII. La custodia de cobre dorado (cat.<br />

nº 13), las placas de adorno de los altares (cat. nº 28) y los remates de los cetros (cat.<br />

núms. 22–24), son buen ejemplo <strong>del</strong> protagonismo ornamental de los motivos vegetales<br />

de aspecto naturalista y dinámico, que tienden a adquirir en general un volumen denso,<br />

de perfiles romos, hinchados, semejantes a los que acabarían por triunfar también en las<br />

estructuras de las piezas. Quedaba superada así la radicalidad de la antigua geometría,<br />

para favorecer en a<strong>del</strong>ante el dominio de la curva –y con el tiempo de la sinuosidad–, que<br />

revelaría tempranamente la naturalización de las antiguas tornapuntas, y ya durante el<br />

XVIII la suavidad de las finas molduras que sustituyeron a los antiguos filetes en arista<br />

viva. Son detalles significativos al respecto la forma <strong>del</strong> sol de la custodia citada, la pera<br />

invertida de su nudo y también el contorno mixtilíneo que adopta en el pie. Igual que las<br />

columnas salomónicas que sostienen el arco de uno de los remates de cetro de esta época,<br />

o los acantos y ramilleteros <strong>del</strong> adorno de los altares.<br />

La situación en el caso de las joyas es similar: las piezas <strong>del</strong> collar (cat. nº 49) de la<br />

Virgen con un diseño de “cartones” y de ferroneries esmaltados, y grandes engastes<br />

cúbicos o poligonales con piedras talladas en facetas, se corresponden con mo<strong>del</strong>os<br />

propios <strong>del</strong> manierismo geométrico, repetidos en las piezas que forman parte <strong>del</strong> aderezo<br />

ADEREZO DE PENDIENTES, BROCHES ROSAS, LAZOS, CRUCES Y PETOS (España, s.XVII - s. XIX. Anónimo)<br />

Plata, oro, esmalte, esmeraldas, diamantes, topacios, rubies, amatistas, granates, piedras de cristal, aljófar blanco y perlas


que lucen en sus retratos las damas de la Corte española de la época de Felipe II y Felipe<br />

III. Al iniciarse el siglo XVII, se impondrían los diseños abstractos basados a menudo en<br />

simples labores de engastería, que otorgaban a la piedra –en general tallada en facetas–<br />

un protagonismo absoluto en detrimento de la labor metálica, al basarse en la simple<br />

reunión de engastes individuales o en un diseño combinado con festones. Esta opción se<br />

mantendría vigente hasta comienzos <strong>del</strong> siglo XVIII. No obstante, se advierte ya desde<br />

1640 aproximadamente, cómo los festones se fueron haciendo más sinuosos, cómo les<br />

salieron brotes en el perfil insinuando su vocación de convertirse en tallos vegetales;<br />

incluso las cápsulas prismáticas se vieron alteradas en su contorno de forma parecida,<br />

formando desde muy pronto siluetas de tulipán. Las dos rosas de pecho (cat. núms. 48,<br />

52), el rostrillo de oro de la Virgen (cat. nº 40), dos de los lazos (cat. núms. 46–47) y los dos<br />

colgantes en forma de cruz (cat. núms. 50–51) son piezas representativas a este respecto.<br />

Ya en el siglo XVIII se generalizarían los diseños de acantos frondosos labrados en metal<br />

y cuajados de piedras embutidas, combinados con flores, que se manifiestan también en<br />

el adorno grabado o de esmalte pintado que a menudo llevan las traseras, como en el peto<br />

articulado (cat. nº 44) o las cruces citadas. Lo mismo sucede con las labores de filigrana<br />

“al aire” como la que conforma el pectoral de oro de la Virgen (cat. nº 41). Los otros dos<br />

petos (cat. núms. 42–43), realizados respectivamente en la segunda mitad <strong>del</strong> siglo XVIII<br />

y en el XIX–XX, son reveladores de la pervivencia de los mo<strong>del</strong>os más repetidos. Siempre<br />

quedarían no obstante versiones más escuetas, como la <strong>del</strong> lazo que lleva encrespados y<br />

pequeños engastes (cat. nº 45), según un mo<strong>del</strong>o casi intemporal ampliamente difundido<br />

en España y Portugal.<br />

No hay en el ajuar de Illescas objetos que puedan ilustrarnos acerca de la continuación<br />

natural <strong>del</strong> barroco hacia el rococó. La lámpara de los condes de los Arcos renovada<br />

en 1770 (cat. nº 32), y el rostrillo de plata de la Virgen de 1773 (cat. nº 25), nos sitúan<br />

precisamente en el momento de transición desde este estilo –<strong>del</strong> que apenas hay nada<br />

ya en el rostrillo– hacia el neoclásico con el que se cerraría el siglo: si los perfiles de la<br />

lámpara aún conservan parte <strong>del</strong> dinamismo y la sinuosidad que los había caracterizado,<br />

la nueva ornamentación de láureas, guillocas, coronas de hojas contrapeadas y cajeados<br />

mixtilíneos con celosías, cambiaría definitivamente la apariencia de los objetos. Sólo el<br />

pequeño hostiario cordobés (cat. nº 15) nos muestra la depuración <strong>del</strong> estilo que, tanto<br />

en la producción española como en la <strong>del</strong> resto de los centros occidentales, impusieron<br />

sobre todo los mo<strong>del</strong>os de la platería inglesa: amplias superficies vacías jalonadas de<br />

cenefas ornamentales estampadas a ruleta, y mo<strong>del</strong>os de estructura derivados de la urna.<br />

Estas características se prestaban a la producción seriada y favorecían así el despegue<br />

industrial. La custodia de 1881 (cat. nº 14) y el cáliz de Meneses (cat. nº 8), son ejemplo<br />

por el contrario <strong>del</strong> eclecticismo de raíz historicista que caracterizó la mayor parte de la<br />

producción de la platería europea <strong>del</strong> siglo XIX.<br />

En el campo de las joyas, destacan algunas piezas de diferente diseño y tipología: de una<br />

parte hay un medio aderezo de broche y pendientes (cat. nº 54) que debe estar realizado<br />

a fines <strong>del</strong> siglo XVIII: elige para los tres elementos la forma de una flor de doble corola<br />

y pétalos lanceolados, sobre una base de plata con piedras falsas de color rosado en talla<br />

navette. De la misma época o de comienzos <strong>del</strong> siglo XIX son las piezas de un broche<br />

de capa (cat. nº 53) con el mismo tipo de materiales, las piedras en concreto de cristal<br />

de estrás. Ya de la primera mitad <strong>del</strong> siglo XIX es otro medio aderezo (cat. nº 55) con<br />

brillantes montados en plata chapada en oro por la trasera, como fue corriente hasta que<br />

a finales de esta centuria empezó a generalizarse el uso <strong>del</strong> platino: los pendientes derivan<br />

de las antiguas girandole <strong>del</strong> XVIII, pero con el nuevo perfil triangular característico <strong>del</strong><br />

momento, guirnaldas laterales exentas y una ese en el broquel; el broche de pecho en<br />

forma de ramillete deriva también de los petos dieciochescos. Hay, por otra parte, dos<br />

pares de pendientes (cat. núms. 57–58) en finísima filigrana de oro “al aire” y aljófar<br />

menudo, que parecen emular labores textiles. Merecen mención por último un par de<br />

broches de la segunda mitad <strong>del</strong> siglo XIX (cat. núms. 61–62), que mezclan el metal<br />

precioso con otros metales de aleación, en diseños de fantasía influenciados por las obras<br />

de Froment–Meurice y de la joyería Arts & Crafts.<br />

Margarita Pérez Grande


LA VIRGEN DE LA CARIDAD DE ILLESCAS CORONADA<br />

“Vamos a coronar a una Virgen secular, con una corona también secular. Y la coronamos porque es Reina,<br />

como la llamamos en la Salve, porque ella es Madre de Jesús, Rey de los siglos.”<br />

Cardenal Pla y Deniel.<br />

Homilía <strong>del</strong> día de la Coronación de la Virgen de la Caridad de Illescas


|50<br />

LA CORONACIÓN CANÓNICA DE<br />

IMAGENES DE LA VIRGEN<br />

María porta la corona porque es Reina. Desde antiguo, quizás desde la temprana Edad Media, el uso de<br />

adornar con coronas las imágenes de María se asociaba a determinadas fiestas de Nuestra Señora dentro <strong>del</strong><br />

Año litúrgico.<br />

Con la reforma protestante, en el siglo XVI se puso en cuestión por parte de algunos la veneración de las<br />

imágenes de María y con ello también la coronación de las mismas. Por parte católica, con la Contrarreforma,<br />

se defendió la legitimidad <strong>del</strong> culto y también de la coronación de imágenes. La costumbre de coronar<br />

Imágenes se extendió hasta el punto de que la Santa Sede se sintió en la obligación de señalar algunas normas<br />

y condiciones.<br />

En el siglo XVII se confió al Cabildo de la Basílica de San Pedro <strong>del</strong> Vaticano la regulación y justificación <strong>del</strong><br />

rito de coronación de imágenes. Se estableció como criterio para legitimar la coronación de una imagen: que<br />

había de tratarse de una imagen venerada desde antiguo y reconocida de algún modo como milagrosa por el<br />

Obispo <strong>del</strong> lugar. En 1897 la Congregación de Ritos promulgó las normas que debían respetarse en toda la<br />

Iglesia y que han estado vigentes hasta el año 1981 que el Papa Juan Pablo II aprobó un Nuevo Orden o Rito<br />

de coronación de imágenes de María.<br />

CORONA DE LA VIRGEN DE LA CARIDAD (Toledo, 1633/35. Alfonso García)<br />

Plata dorada y oro, forjados y fundidos; esmaltes translúcidos y opacos sobre excavado;<br />

esmeraldas, granates, topacios, amatistas, cristales de roca, perlas (algunas piedras<br />

y la totalidad de las perlas han sido renovadas recientemente)<br />

Inscripción grabada en el pedestal de la bola de remate: ILDEPHONSVS GARZIA<br />

ME FEZIT EN T [OLEDO]


|52<br />

MARÍA ES REINA<br />

DE TODO LO CREADO<br />

La Iglesia proclama en el quinto misterio glorioso <strong>del</strong> Rosario que María es coronada como Reina y Señora de<br />

todo lo creado. Se trata de un hecho dogmático, que expresa con otros términos el misterio de la Asunción de<br />

María en cuerpo y alma al cielo. Lo mismo que Cristo resucitó, subió a los cielos, está a la derecha <strong>del</strong> Padre<br />

y reina por los siglos de los siglos, de un modo semejante María, desde su condición humana, es glorificada y<br />

participa <strong>del</strong> reino y servicio de su Hijo, el Redentor <strong>del</strong> hombre y <strong>del</strong> mundo. Junto a Cristo Rey y Señor <strong>del</strong><br />

universo está su Madre como Reina y Señora.<br />

Cuando se habla de la “Coronación” de María, damos por supuesto que María es Reina. Utilizamos un<br />

lenguaje tomado <strong>del</strong> uso profano y atribuimos a Dios mismo el acto de coronar a la Virgen. El término “Reina”<br />

es equivalente a “Señora”, al igual que en el caso de Cristo, reconocerle como Rey es lo mismo que reconocerle<br />

como Señor.<br />

CORONA DEL NIÑO JESÚS (Madrid o Toledo, segunda<br />

mitad <strong>del</strong> siglo XVII. Anónimo)<br />

Plata dorada forjada y cincelada, rubíes, esmeraldas,<br />

diamantes y perlas (renovadas recientemente).<br />

El pueblo cristiano elevó desde antiguo suplicantes oraciones e himnos de alabanza y piedad a la Reina <strong>del</strong><br />

cielo, llamándola Reina, Señora, Dominadora. San Efrén, San Pedro Crisólogo, San Andrés de Creta, San<br />

Germán, San Juan Damasceno, San Ildefonso de Toledo invocaron a María con estos títulos: “!Oh Señora<br />

mía!, Tú eres mi Dueña... ¡Oh soberana mía!, Madre de mi Señor..., Señora entre las siervas, reina entre las<br />

hermanas” (San Ildefonso en De perpetua Virginitate).<br />

En el famoso himno oriental Akáthistos (s. V/VI) se invoca a María con estos términos: “¡Oh Señora!, nuestra<br />

lengua es incapaz de alabarte dignamente, pues Tú, que engendraste a Cristo Rey has sido elevada sobre los<br />

serafines... Salve, Reina <strong>del</strong> mundo; salve, María, Señora de todos nosotros”.<br />

En occidente plegarias como la Salve Regina, la Ave Regina coelorum, o la más reciente Regina coeli, laetare,<br />

invocan a la Virgen como reina. En las Letanías lauretanas las últimas invocaciones se dirigen a la Virgen como<br />

Reina de los ángeles, de los patriarcas, de los profetas... todos los santos, o Reina con expresiones teológicas de<br />

su ser e identidad como Madre de Dios: Reina concebida sin pecado original..., Reina de la paz.


Las Letanías Lauretanas nacen en el siglo XVI en torno al Santuario de Loreto. En ellas se reconoce la<br />

relación de la Virgen con la Santísima Trinidad, su elección y santidad, sus virtudes, sus títulos, su mediación<br />

maternal y su realeza.<br />

María es Reina porque es la Madre de Cristo Rey. La primera razón de la Realeza de María es su Maternidad<br />

divina. María es Reina porque el Hijo, que ella concebirá y dará a luz “será llamado hijo <strong>del</strong> Altísimo, y el<br />

Señor Dios le dará el trono de David su padre, y reinará en la casa de Jacob eternamente y su reino no tendrá<br />

fin” (Lc 1, 32-33). Además María es proclamada por Isabel como “madre de mi Señor” (Lc 1, 43). La tradición<br />

antigua y la Liturgia se apoyan en estos textos, que aluden al carácter regio <strong>del</strong> Mesías. Se sigue lógicamente<br />

de ello –afirma Pío XII que ella es Reina “pues ha dado la vida a un Hijo que, ya en el instante mismo de su<br />

concepción, aún como hombre, era Rey y Señor de todas las cosas, por la unión hipostática de la naturaleza<br />

humana con el Verbo” (n. 13).<br />

Jesús Nazareno es Rey de los judíos y de todos los hombres, como reza la inscripción de la Cruz, cuyo sentido<br />

de gloria deriva de la Resurrección. Cristo reina desde la Cruz. ¿Qué ocurre con la Madre de Jesús? Ella está<br />

junto a la Cruz de su Hijo, el Redentor (cfr Jn 19, 25), no sólo como Madre, sino como Asociada. Junto a Cristo,<br />

el Nuevo Adán, está María, como Nueva Eva. En palabras <strong>del</strong> Papa “María ha de ser proclamada Reina no<br />

sólo por su maternidad divina, sino también por la parte singular que tuvo, por voluntad de Dios, en la obra de<br />

nuestra salvación eterna (n. 14). María es Reina en cuanto Asociada al Redento<br />

También María es Reina por su gracia y virtudes. En razón de su maternidad y de su asociación al Redentor<br />

María supera en excelencia a los demás seres creados. La fe en su Concepción Inmaculada nos enseña que<br />

esta dignidad la posee desde el primer instante de su existencia por su predestinación a ser la Madre <strong>del</strong> Dios<br />

Redentor. María participa <strong>del</strong> poder regio de Cristo para dispensar los tesoros <strong>del</strong> Reino de Dios y muestra una<br />

eficacia permanente en su maternal intercesión por los hombres con el Hijo y ante el Padre y el Espíritu. Esta<br />

sublime dignidad coloca a la sierva <strong>del</strong> Señor por encima de las demás criaturas, aún angélicas, y le otorga la<br />

primacía sobre ellas, después de su Hijo.<br />

CORONA DE LA VIRGEN DE LA CARIDAD (Madrid o Toledo,<br />

comienzos siglo XVIII. Anónimo)<br />

Plata dorada recortada, forjada y cincelada; metal; piedras de<br />

vidrio con almáciga coloreada en la base <strong>del</strong> engaste<br />

53|


Virgen de la Caridad <strong>del</strong> Greco, 1605<br />

María participa <strong>del</strong> poder regio de su hijo y es la intercesora ante la Trinidad


El Greco recibió el encargo de pintar la Caridad, que presidiría el retablo mayor flanqueada por las imágenes<br />

esculpidas de la fe y la esperanza. Se trataba claramente de la virtud teologal que tradicionalmente se<br />

viene representando con la alegoría de una mujer rodeada de niños a los que abraza, acoge y en algunos<br />

casos, amamanta. El Greco, pintor cretense de iconos, buen conocedor de la iconografía oriental, estaba más<br />

familiarizado con el asunto de la Virgen de la Misericordia: María como madre protectora despliega su manto<br />

para acoger bajo su sombra a todos los suplicantes: devotos fieles, órdenes religiosas, ciudades enteras… y<br />

librarlos de la peste, de todo peligro o de todo pecado. Por ello prefirió aportar una interpretación personal de<br />

la Caridad ofreciendo una imagen de la Virgen de la Misericordia que vendría a denominarse como Nuestra<br />

Señora de la Caridad 6 .<br />

El motivo <strong>del</strong> manto protector se encuentra en los ritos de adopción y matrimonio más antiguos en oriente<br />

y hasta en el propio pueblo judío. En el arte, durante la edad media comienzan a aparecer escenas en las que<br />

claramente se emplea el motivo <strong>del</strong> manto protector. Así encontramos que Dios Padre acoge bajo su manto a<br />

Adán y Eva, la alegoría de la Sabiduría acoge a las siete virtudes, santos como santa Úrsula aparecen abrigando<br />

bajo su manto a sus compañeras vírgenes o el propio Santiago a los peregrinos. Ya en época bizantina se<br />

veneraba el velo de María en una iglesia de Constantinopla. Allí un monje había tenido una visión en la que<br />

María abría el velo que llevaba sobre su cabeza, para cubrir con él a todo el pueblo. Esta devoción se extendió<br />

en Rusia con el nombre de la Virgen de Pokrov.<br />

6 Así aparece denominada en el <strong>Libro</strong> Inventario L31/002 fol.245<br />

7 Álvarez Lopera, J., 1993, El Greco. La obra esencial, Madrid, pp. 209-210<br />

REINA DE LA CARIDAD,<br />

MADRE DE LA MISERICORDIA<br />

“El lienzo de la Virgen de la Caridad que primitivamente se hallaba en el ático <strong>del</strong> retablo<br />

mayor fue trasladado en 1902 al altar lateral de la Epístola añadiéndosele entonces en su parte<br />

superior una tira de treinta centímetros de altura para amoldarlo a su nuevo marco. Al parecer,<br />

la intención de los patronos era que se representara allí una imagen de la virtud –no de la Virgen-<br />

de la Caridad, pero El Greco recurrió a un viejo tipo iconográfico de raigambre medieval (el de<br />

la Virgen de la Misericordia acogiendo bajo su manto a los fieles) que tenía el mismo significado<br />

y contribuiría a reforzar el programa de glorificación de María que entrañaba todo el retablo.<br />

Con su estructura piramidal y su reducción a los elementos básicos de la representación, éste<br />

es un lienzo simple, esencialista, como todos los de la Capilla Mayor. La Virgen, vestida con<br />

una refulgente túnica rosa y manto azul, aparece majestuosa, recortándose ante un celaje con<br />

densos nubarrones. Su gigantesca corporeidad, la violenta intrusión de sus piernas en primer<br />

plano y la forma ahusada de su cuerpo, que concluye en una minúscula cabeza, se explican mejor<br />

si se tiene en cuenta la situación original <strong>del</strong> lienzo, pensado para ser visto desde abajo. Da la<br />

impresión de que El Greco haya querido captar el revoloteo <strong>del</strong> manto introduciendo así una nota<br />

de inestabilidad que contrasta con la actitud estática y el rostro ensimismado de María. Entre los<br />

caballeros a los que cobija se hallan, como ya se vio, Jorge Manuel (probablemente el situado más<br />

a la derecha, de perfil, haciendo un gesto de fe) y “otra personas conocidas” de Toledo, formando<br />

un grupo que recuerda por sus rostros extáticos y el juego de las manos al friso de caballeros <strong>del</strong><br />

Entierro <strong>del</strong> Conde de Orgaz.” 7<br />

55|


“…ENALTECE A LOS HUMILDES” (MAGNIFICAT. LC 1, 52)<br />

|56<br />

En su vida terrena María ya fue Reina desde su actitud de Sierva y de Madre dolorosa...<br />

No se parecía externamente en nada a la imagen de las Reinas o Señoras <strong>del</strong> mundo.<br />

No tenía palacios, ni coronas de oro, ni damas de honor. Pero era Reina y<br />

Señora por su plenitud de gracia, que Ella poseía, como ningún otro ser<br />

humano, fuera de Cristo, tuvo o puede tener. Era la reina por la corona<br />

de sus virtudes y la riqueza de sus méritos.<br />

Ahora es Reina <strong>del</strong> Cielo. ¿Cómo es y dónde está su trono?<br />

Busquémosla entre los coros de las Vírgenes, que cantan el<br />

himno de la pureza y total disponibilidad para Dios y los<br />

hombres. ¿Está María entre ellas? Ella fue, sí, la más<br />

pura entre todas las Vírgenes, pero no la encontramos<br />

aquí.<br />

Sigamos buscándola entre las filas de los<br />

Confesores, hombres y mujeres, que dieron<br />

testimonio <strong>del</strong> Nombre de Cristo sin miedo a<br />

los hombres. ¿Está María en sus filas? Ella es<br />

la Reina de todos ellos, pero no la encontramos<br />

aquí.<br />

¿Dónde se encuentra la Reina <strong>del</strong> Cielo?<br />

Contemplemos los Apóstoles, a los Patriarcas, a<br />

los Profetas, a los mismos Ángeles y Arcángeles...,<br />

todos los cuales la saludan y veneran como a su<br />

Reina. Pero el trono de María no está entre ellos...<br />

Todos –y nosotros con ellos- dirigimos la mirada<br />

hacia la Santa Trinidad. Allí, sí, allí, muy cerca de<br />

la Santa Trinidad se levanta el trono de la Reina <strong>del</strong><br />

cielo. María es Reina y Señora de todo aquello, que no es<br />

Dios. Pero Ella es y se siente la Sierva <strong>del</strong> Señor, a quien<br />

servir es reinar. Padre, Hijo y Espíritu Santo le imponen la<br />

corona, que corresponde a su vocación y misión. Ella es la Hija<br />

predilecta <strong>del</strong> Padre, es la Madre verdadera <strong>del</strong> Hijo Redentor <strong>del</strong><br />

hombre, es el Templo vivo <strong>del</strong> Espíritu Santo.<br />

Junto con el Padre y el Espíritu Santo, el Hijo en unión trinitaria coronará<br />

a su Santísima Madre como Reina de los Cielos.


LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN<br />

“La Coronación de la Vigen, la más<br />

bella y profunda que jamás pintara el<br />

artista, supone la elaboración final<br />

de un tema que había tratado<br />

ya en diversas ocasiones sin<br />

introducir variaciones<br />

significativas. Ahora<br />

y debido al formato<br />

oval <strong>del</strong> lienzo y a<br />

su colocación en<br />

la bóveda, ha<br />

eliminado el grupo<br />

de apóstoles y<br />

santos que en las<br />

otras versiones<br />

a p a r e c í a n<br />

presenciando el<br />

acontecimiento<br />

y ha reforzado el<br />

enfoque “di sotto<br />

in su” 8 . A lo largo<br />

<strong>del</strong> eje medial ha<br />

situado al Espíritu<br />

Santo, la corona y<br />

el rostro de la Virgen<br />

(que ya no se vuelve como<br />

antes hacia el Hijo sino que<br />

adoptando una actitud similar<br />

a la <strong>del</strong> Pentecostés <strong>del</strong> Colegio<br />

de doña María de Aragón, eleva su<br />

mirada. Dos diagonales se entrecruzan<br />

en la rodilla derecha de María, atraviesan<br />

este eje central rigiendo el plegado de los paños <strong>del</strong><br />

Padre y el Hijo y determinando la composición mientras<br />

que el trono de nubes, salpicado de querubines y ángeles<br />

niños, se adapta a la curvatura <strong>del</strong> óvalo. Hay en esta Coronación<br />

una flexibilidad corporal y una bella profundidad psicológica que faltaba en las<br />

anteriores. Las figuras rezuman plenitud. La composición se ha hecho más trabada y la factura<br />

más suelta. Ráfagas de luz recorren el lienzo poniendo de manifiesto las abismales honduras de los cielos. Las nubes cobran<br />

la coloración de los paños de los personajes sagrados que se asientan sobre ellas y éstos –azul y rojo los de la Virgen, blancos<br />

los <strong>del</strong> Padre y verde y carmín los <strong>del</strong> Hijo- resplandecen bajo la luz, dando lugar a una hermosa sinfonía.” 9<br />

6 “Di sotto in su” ( italianismo) : “de abajo a arriba”<br />

7 Álvarez Lopera, J., 1993, El Greco. La obra esencial, Madrid, pp. 210-211<br />

57|


|58<br />

LA GLORIFICACIÓN DE MARIA<br />

La coronación de María como Reina y Señora de los Cielos es el acontecimiento inmediatamente posterior a la<br />

Asunción de María a los cielos tras su Tránsito o Dormición. La creencia de que María, como verdadera Madre<br />

de Dios, había sido asunta o elevada al cielo en cuerpo y alma se remonta a los primeros siglos <strong>del</strong> cristianismo.<br />

Sin embargo el dogma fue declarado por el Papa Pío XII, el año santo de 1950.<br />

La iconografía representó a María elevándose hacia el cielo rodeada de ángeles, en clara<br />

expresión de la intervención de Dios Padre en el misterio. Por influencia de las Letanías de<br />

Loreto, la Virgen de la Asunción que asciende al cielo, comienza a incorporar elementos propios<br />

de la Inmaculada Concepción, que refleja el alma de María en su descenso hacia la tierra. Así<br />

la Virgen está representada de pie, sobre el creciente lunar, y coronada de doce estrellas, como<br />

la mujer <strong>del</strong> Apocalipsis. No cabe duda que la mujer vestida de sol, coronada de doce estrellas<br />

descrita en el capítulo 12 <strong>del</strong> Apocalipsis era el prototipo más cercano a la reina de los cielos.<br />

Sin embargo libros de espiritualidad como el Speculum Humanae Salvationis, no tardaron en<br />

aportar su versión <strong>del</strong> citado tema: la mujer apocalíptica que escapa <strong>del</strong> dragón es la Virgen<br />

elevada al cielo; la luna que pisa es símbolo <strong>del</strong> mundo cambiante y las doce estrellas recuerdan<br />

a los doce apóstoles reunidos en torno a su lecho de muerte.<br />

La coronación de la Virgen en el cielo es un acontecimiento de la vida celestial de María, que<br />

sigue inmediatamente a su Ascensión. El asunto de la coronación de la Virgen, tan popular en<br />

el arte cristiano, pero al que no se refieren las Sagradas Escrituras, debe su origen a la creencia<br />

popular de exaltación de la Virgen por la Trinidad, recogida por primera vez en un relato<br />

apócrifo de Melitón de Sardes (siglo II), popularizado en el siglo VI por Gregorio de Tours y en<br />

el siglo XII por Santiago de la Vorágine en su Leyenda Dorada. Será el arte medieval francés<br />

el primero que comience a representar a la Virgen coronada en el cielo sentada a la derecha de<br />

Cristo que la bendice, o bien coronada por un ángel primero, por Cristo después, hasta llegar a<br />

ser admitida en el seno de la Trinidad, siendo coronada por ésta.<br />

La Asunción y Coronación serán dos asuntos íntimamente unidos, que se superponen hasta<br />

fundirse en el arte cristiano.<br />

Asunción de la Virgen, obra de Alonso <strong>del</strong> Arco (Parroquia de Santa María de Illescas)


|60<br />

LA CORONACIÓN CANÓNICA EN 1955<br />

En 1950 el Papa Pío XII había definido solemnemente la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo.<br />

Cuatro años después publicaba la encíclica Ad coeli Reginam, refiéndose de modo explícito a la realeza de<br />

María. Ese año de 1954, Centenario de la definición de la Inmaculada Concepción, se declaró Año Mariano.<br />

Fue precisamente el ambiente creado en estas circunstancias lo que propició la petición <strong>del</strong> Arzobispo de<br />

Toledo, Cardenal D. Enrique Pla y Deniel para coronar canónicamente la imagen de la Virgen de la Caridad<br />

de Illescas.<br />

La iniciativa había partido <strong>del</strong> obispo auxiliar Francisco Miranda Vicente, con la aprobación <strong>del</strong> Patronato<br />

de la Fundación <strong>del</strong> Hospital de la Caridad, Memoria Benéfica de Vega, y con el entusiasta respaldo de todo<br />

el pueblo. Ya en el acta <strong>del</strong> 22 de junio de 1951 se recoge una moción verbal de Victoriano Rodríguez, patrón<br />

de esta fundación, proponiendo se inicie expediente para impetrar de su Santidad el Papa Pío XII, conceda la<br />

gracia correspondiente para la Coronación de la Santísima virgen de la Caridad.<br />

Concluidas las fiestas <strong>del</strong> Milagro <strong>del</strong> año 1955, el 15 de marzo se reúnen los Patronos y acuerdan constituir una<br />

Junta para solicitar de las Jerarquías Eclesiásticas Superiores la concesión de la gracia de la Coronación.<br />

Con el fin de difundir el acto a nivel comarcal se decide invitar a todos los illescanos a participar en los<br />

preparativos <strong>del</strong> evento, en especial se cita al Cura Párroco, al Arcipreste de la Sagra, al Juez de Primera<br />

Instancia, al Notario de la villa y a representantes de los infanzones de Nuestra Señora de la Caridad.<br />

La junta o Comisión pro coronación se constituye el 1 de abril con los siguientes miembros: Sr. Alcalde,<br />

D. Francisco Parra García, Sr. Cura Párroco, D. Lope Chirón, D. Francisco Esquivias Ugena, D. Octavio<br />

Rodríguez García y el Patrono D. Emilio Carrasco Rodríguez. El 25 de julio son invitados a formar parte como<br />

miembros honoríficos los Señores: Cardenal Arzobispo de Toledo, el Gobernador Civil de la Provincia y el<br />

Gobernador Militar de la misma.


BREVE DEL EMMO. SR. CARDENAL PREFECTO DE LA BASÍLICA VATICANA CONCEDIENDO LA<br />

CORONACIÓN CANÓNICA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA CARIDAD<br />

FRIDERICUS, MISERATIONE DIVINA EPISCOPUS TUSCULANUS, SANCTAE ROMANAE ECCLESIAE<br />

CARDINALIS TEDESCHINI, SS. PATRIARCHALIS BASILICAE PRINCIPIS APOSTOLORUM DE URBE<br />

ARCHIPRESBYTER, SACRAE CONGREGATIONIS REV. FABRICAE PRAEFECTUS<br />

Emo. ac Revmo. Card. HENRICO PLA Y DENIEL, Toletanae Archidioecesis Archiepiscopo, plurimam in<br />

Domino salutem.<br />

Cum Tuas, optime exaratas, Eme. Princeps, quas Capitulo Nostro Vaticano, privilegio pollenti sacras clarasque<br />

arte cultuque Deiparentis Effigies canonice coronandi, mittendas curasti cum nuper acceperimus litteras,<br />

liberter novimus intra praeclarae Toletanae Archidioeceseos Tuae fines, prope imperialem Villam “Illescas”<br />

nuncupatam, vetustum exstare Sanctuarium, in quo, a XIII fere saeculo, magna piacularique veneratione<br />

percolitur perpulchra, a Sancto Luca depicta, Deiparae Imago, sub populari advocatione “Bmae. Virginis de<br />

la Caridad”, quam, ob plurima obtenta prodigia, suam semper Reges, Principes, Nobiles viri ac cives celestem<br />

Patronam advocarunt, ad cuiusque pedes non tantum locorum, sed etiem finitimarum regionum fi<strong>del</strong>es, sive<br />

ad nova petenda auxilia, sive ad devote agendas gratias, affluenter accedere solent. Cum maximum igitur erga<br />

dictam Deiparae Effigiem fi<strong>del</strong>ium cultum, atque Tui, Cleri, Civilium Potestatum populique ardentissimum<br />

intelexerimus esse desiderium Eamdem dovitioso decorandi diademate, Nos, votis istis annuentes, die XXI mensis<br />

augusti labentis aevi, in Capitulari aula rite congregati, documentisque perpensis, libentissime decrevimus ac<br />

mandavimus istud venerandum Deiparae Simulacrum, sub titulo “Nuestra Señora de la Caridad” nomine<br />

Capituli huius Vaticani, pretiosa ex auro corona canonice edimiri posse. Istius autem coronationis peragendae<br />

munus Tu ipse, Eme. Princeps, vel per alium, si Tibi placuerit, et quo volueris die, solemniori ritu ut conficere<br />

velis rogamos.<br />

Datum Romae, apud S. Petrum, nono Kal. Septembris, Pontificatus Domini Nostri papae Pii XII, a. XVII,<br />

Anno. Rep. S. MCMLV.<br />

JULIUS, CAN. ROSSI, ab actis. THOMAS MORELL, f. Cancellarius<br />

FEDERICO, POR LA MISERICORDIA DIVINA OBISPO DE TÚSCULO, DE LA SANTA IGLESIA ROMANA<br />

CARDENAL TEDESCHINI, ARCIPRESTE DE LA SANTA BASÍLICA PATRIARCAL DEL PRÍNCIPE DE<br />

LOS APÓSTOLES, PREFECTO DE LA SAGRADA CONGREGACIÓN DE LA REV. FÁBRICA.<br />

Al Emmo. Y Rvdmo. Cardenal ENRIQUE PLA Y DENIEL, Arzobispo de la Archidiócesis de Toledo, salud<br />

en el Señor:<br />

Habiendo recientemente recibido, Eminentísimo Príncipe, tus letras, óptimamente redactadas, que cuidaste<br />

dirigir a Nuestro Cabildo Vaticano, que tiene el privilegio de coronar canónicamente las imágenes de la Madre<br />

de Dios, veneradas y preclaras por su arte y por su culto, gustosamente nos enteramos de que en los límites de<br />

esa Tu esclarecida Archidiócesis de Toledo, en la Imperial Villa llamad Illescas, existe un antiquísimo Santuario<br />

en el que casi desde el siglo XIII recibe culto con grande y piadosa veneración una hermosísima imagen de la<br />

Madre de Dios, pintada por San Lucas, bajo la popular advocación de la “Santísima Virgen de la Caridad”, a la<br />

que por los muchos prodigios conseguidos, los Reyes, Príncipes, Nobles y ciudadanos la eligieron siempre por<br />

celestial Patrona y a cuyos pies suelen acudir en gran número los fieles, no sólo <strong>del</strong> lugar, sino también de toda<br />

la región vecina, bien para suplicar nuevos favores, bien para rendir devotas gracias. Habiendo conocido el<br />

esplendoroso culto que se tributa a esta Imagen de la Madre de Dios y el ardentísimo deseo Tuyo, <strong>del</strong> Clero, de<br />

las Autoridades Civiles y <strong>del</strong> pueblo de ceñirla con riquísima corona, Nos, accediendo a estos deseos, reunidos<br />

en la Sala Capitular el día 21 de agosto <strong>del</strong> año en curso y examinados los documentos, decretamos muy<br />

gustosamente y mandamos que esta veneranda imagen de la Madre de Dios, bajo la advocación de “Nuestra<br />

Señora de la Caridad”, en nombre de este Cabildo Vaticano, pudiese ser canónicamente coronada con preciosa<br />

corona de oro. Te rogamos, Eminentísimo Príncipe, que lleves a efecto esta coronación Tú mismo, o por otro, si<br />

Te agradare, con rito solemnísimo y en el día que eligieres.<br />

Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 24 de agosto, el año XVII <strong>del</strong> Pontificado de Nuestro Señor el Papa<br />

Pío XII, año de la Redención 1955.<br />

JULIO, CAN. ROSSI, Secretario. TOMÁS MORELL, Canciller<br />

61|


Desde hace mucho tiempo se viene acariciando la feliz idea<br />

de proceder a la Coronación Canónica de la Sagrada Imagen de Nuestra<br />

Señora la Santísima Virgen de la Caridad, de esta Villa, ceremonia que<br />

inexplicablemente, se ha ido demorando, hasta estos momentos en que<br />

dicha idea parece ser ha cristalizado, y con el beneplácito de nuestro<br />

amadísimo Prelado, el Emmo. Sr. Cardenal Primado, está dispuesta esta<br />

Imperial Villa de Illescas a llevar a cabo, previa concesión Apostólica,<br />

tan magnífica ceremonia; pero para dar al acto el mayor relieve y<br />

esplendor, ya que la devoción a esta Imagen nunca se ha circunscrito<br />

al ámbito local, sino que rebasando éste se ha extendido por todos los<br />

pueblos de la comarca y por tierras incluso allende los mares, como lo<br />

prueba los innumerables datos y escritos que a través de los siglos han<br />

llegado a nuestros días, se ha pensado en hacer partícipes de tan altísimo<br />

honor, como es el que supone intervenir en los preparativos honrosos de<br />

esta solemnidad mariana y en la ceremonia misma, a todos los pueblos<br />

que guardan, según los datos que poseemos, alguna relación con la tan<br />

repetida Imagen, y a este efecto y para que sea más conocida la influencia<br />

de la Santísima Virgen bajo dicha advocación, los milagros que por su<br />

intercesión han ocurrido a través de los tiempos y la veneración que<br />

durante siglos y hasta nuestros días, por propios y extraños siempre se<br />

le ha tributado, se ha dispuesto la publicación de esta hoja divulgadora,<br />

que aunque en forma extractada y pobremente concebida, pueda dar una<br />

pequeña idea de todo ello.<br />

Tres atributos son necesarios para poder solicitar y ser<br />

concedida la autorización Pontificia para la Coronación Canónica de una<br />

Imagen: Antigüedad de la misma, Milagros realizados por su intercesión<br />

y Veneración que se le ha prestado.<br />

Pues bien, estos atributos los posee de manera generosa la<br />

que nos ocupa y ampliamente están demostrados en un hermoso libro,<br />

con gran fortuna escrito por el Padre Fray Gaspar de Jesús y María,<br />

de esta naturaleza, perteneciente a la Orden Carmelitana, y dedicado<br />

al Excelentísimo Sr. D. Juan Manuel Fernández Pacheco Cabrera y<br />

Bobadilla, Marqués de Villena y de Moya, Duque de Escalona, y que se<br />

imprimió en Madrid el año 1709, intitulado Sacro Paladión <strong>del</strong> Antiguo<br />

Lacio en Castilla la Nueva, y de él sabemos lo siguiente:<br />

|62<br />

En mayo, a la espera de la concesión apostólica, obtenido el apoyo y beneplácito <strong>del</strong> Cardenal Primado, la<br />

Comisión pro coronación manifiesta su deseo de obtener licencia para proceder a dicha Coronación.<br />

1º Antigüedad: Según dicho documento, la<br />

Sagrada Imagen de la Virgen de la Caridad que nos ocupa,<br />

fue hecha por el glorioso Evangelista San Lucas, que<br />

según Metafreste y Nicéforo Calixto, fue el primero que<br />

empezó a construir en cera y madera imágenes de Cristo<br />

Nuestro Señor y de su Santísima Madre, aún en vida de<br />

ésta. Se supone en dicho documento, sin lugar a duda,<br />

que la Imagen fue mandada a España por su constructor<br />

por medio de los Apóstoles San Pedro, San Pablo y<br />

Santiago el Mayor, los que la entregaron a San Elpidio,<br />

primer Obispo de Toledo, quien estableció su culto en la<br />

tercera Iglesia dedicada a la Virgen, y así, tras muchas<br />

vicisitudes, fue traída a Illescas por el Arzobispo San<br />

Ildefonso al fundar en esta Villa el Monasterio Duviense<br />

en el año de Cristo 636, que fue destruido por la invasión<br />

morisca en el 717. El día 4 de junio <strong>del</strong> año 1600, fue<br />

traslada la Imagen, con gran alegría <strong>del</strong> pueblo, al templo<br />

que ocupa, acudiendo de los pueblos inmediatos y de la<br />

Corte un concurso inmenso.<br />

2º Milagros: Desde el día 11 de marzo de<br />

1562, en que se dio el primero en la persona de la tullida<br />

Francisca de la Cruz, que todo el mundo bien conoce,<br />

y cuya conmemoración se ha venido y viene celebrando<br />

anualmente en la fecha indicada, se han proseguido<br />

obrando consecutivamente hasta el año 1686 en distintas<br />

personas de todas las edades, edades, estado y condición<br />

social hasta el número de 74, que aparecen reseñadas en<br />

un catálogo existente en los Archivos con todo género<br />

de datos y señales (y que no es posible el reseñar en el<br />

breve espacio de esta hoja por lo prolijo de su número y<br />

detalles), en vecinos de todos los pueblos <strong>del</strong> contorno<br />

y de otras provincias, y aún de residentes en América.<br />

Hacemos una extractada exposición de los más salientes:<br />

Dejando aparte, por harto conocido, el anteriormente<br />

citado de Francisca de la Cruz, podemos enumerar el<br />

obrado con un niño de Juncos el 25 de abril de 1562,<br />

manco de brazos y piernas, que sanó ante la Virgen al<br />

untarle su madre (Carolina Gutiérrez) con aceite de la<br />

lámpara que había encendido Francisca de la Cruz.<br />

Otro, de Isabel Delgado, de Magán, esposa de Juan<br />

Toledo, que tenía las piernas encogidas, sin poder andar<br />

nada más que con muletas y a trajeron ante la Virgen,<br />

sanando en el acto.<br />

Otro, de Gaspar Treviño, residente en Cartagena, Perú<br />

(América), el cual hallándose enfermo, desahuciado de<br />

los médicos el día 11 de marzo de 1580, a la hora en<br />

que se celebraba la procesión de la Santísima Virgen<br />

de Illescas, se encomendó a ella, y apareciéndosele la<br />

Imagen, con un manto colorado que aquel día estrenaba,<br />

sanó por completo ante el asombro de los presentes. Así<br />

se lo escribió a su padre residente en esta villa.<br />

Y de esta forma se fueron obrando milagros y milagros,<br />

premio a la acendrada fe a Nuestra Señora en aquella<br />

época, en vecinos de los pueblos de Azaña, Juncos,<br />

El Llano, Ugena, Magán, Valmojado, Valdemoro,<br />

Retamosa, Torre de Esteban Hambrán, Casarrubuelos,<br />

Ciempozuelos, Añover de Tajo, Torrejón de Velasco,<br />

Villaluenga, Layos, Briviesca, Colmenar de Oreja,<br />

Seseña, Parla, Chozas, Mascaraque, Toledo, Paracuellos,<br />

Alcalá de Henares, Estremera, Torrelaguna, Lominchar,<br />

Yuncler, Camuñas, Argamasilla, Tarancón Villanueva de<br />

Alcardete, Belinchón, Ocaña, Villa <strong>del</strong> Prado, Villacañas,<br />

Pastrana, Las Navas, Leganés, Madrid, y otros muchos,<br />

todos los cuales aparecen reseñados, como antes se indica,<br />

con todo género de detalles y aprobados por el Consejo<br />

de la Gobernación de Toledo.<br />

3º Veneración: Tan antigua como la Imagen<br />

es sin duda la fe y veneración sentida por la misma en<br />

todas las clases sociales. Tenemos a San Ildefonso que<br />

la poseyó, como su predilecta, inspirándose en ella para<br />

escribir su famoso y piadoso libro, escena perpetuada en<br />

uno de los más famosos lienzos de El Greco, existentes<br />

en el Santuario.<br />

Tenemos a los grandes magnates recurriendo a ella en<br />

sus tribulaciones, como el Rey D. Felipe II que la visitaba<br />

con mucha frecuencia y que por el amor que por ella<br />

sentía donó a su Iglesia un riquísimo terno de Tisú.<br />

Tenemos a la hija de este Monarca, la Infanta Dª Clara<br />

Eugenia, que, por los favores recibidos por su mediación,<br />

la hizo presente de un vestido de brocado blanco, con<br />

pedrería y bordado por sí misma.<br />

Felipe II, quien, estando herido en la cabeza por una caída<br />

<strong>del</strong> caballo y desahuciado por los médicos, se encomendó<br />

a la Virgen con todo fervor y sanando, en prueba de gratitud<br />

donó al Templo una cabeza de plata maciza; a Felipe III<br />

y su esposa Dª Margarita, que en prueba de veneración a<br />

la Imagen la regalaron un riquísimo collar de oro y dos<br />

magníficos vestidos (uno el de sus desposorios).


También el Archiduque y el Príncipe D. Alberto, dio<br />

pruebas de su amor a la Virgen con el obsequio de una<br />

magnífica lámpara construida con la primera plata que<br />

vino de las Indias. La Princesa Dª Juana de Portugal, hija<br />

<strong>del</strong> ínclito y desgraciado Rey D. Sebastián, encontrándose<br />

en trance de muerte se puso en sus manos y recuperó la<br />

salud, y para demostrar su veneración y gratitud envió<br />

un Embajador a Illescas con la ofrenda de dos tablas de<br />

plata, una con su retrato y otra en la que se hacía constar<br />

el suceso acaecido en forma de milagro.<br />

Más recientemente, por grandes de España, tales como<br />

los Excmos. Sres. Duques de Osuna y Uceda, de Veragua;<br />

Marqueses de Fuensalida y de las Navas; Condes de<br />

Lemus y de Puebla Montalbán; Sres. De Cedillo y<br />

de Luna, y Legión de Títulos y grandes señores que<br />

rivalizaron, llevados de su gran fe, en prestar reverencia y<br />

acatamiento a la Imagen Lucense, ofreciéndola innúmeros<br />

donativos y obsequios.<br />

También en Madrid, ya por aquellos años de 1265 (era<br />

de 1313), se tenía una gran fe en ella, como lo demuestra<br />

el hecho de que acuciando una gran sequía general fue<br />

llevada la Imagen a dicha Ciudad para, en unión de la<br />

Virgen de Atocha y <strong>del</strong> cuerpo de San Isidro, organizar<br />

unas rogativas públicas por las calles de la Corte, que<br />

trajeron como consecuencia una generalización de las<br />

lluvias por todo el País, salvando con ello tan apurada<br />

situación.<br />

Así ha seguido demostrándose la veneración, culto<br />

y cariño a esta Señora, al paso de las generaciones,<br />

hasta nuestros días, en que su fama sigue indemne,<br />

sino acrecentada pese al correr de los siglos, como<br />

recientemente se ha demostrado con los actos celebrados<br />

tan maravillosamente a lo largo <strong>del</strong> anterior Año Mariano,<br />

en que no sólo este Arciprestazgo sin también algunos<br />

de la Diócesis de Madrid y Colegios y Asociaciones<br />

Religiosas, la han escogido como norte de sus<br />

peregrinaciones, impulsados los fieles, por sus piadosos<br />

sentimientos, hacia ella.<br />

Esto es cuanto queremos exponer en esta pobre hoja que, quizá<br />

algo pesada, más que por su extensión, por su falta de forma literaria y<br />

amena, pueda servir para el somero conocimiento de unos y el refresco<br />

de más a fondo que otros tengan de la Historia y Glorias de esta Imagen,<br />

que un día de este año (ya, Dios mediante, se anunciará la fecha), es<br />

deseo de todos los fieles de esta Imperial Villa de Illescas se proceda<br />

a su Coronación, para cuyo sublime acto no dudamos en solicitar el<br />

valiosísimo concurso de nuestros paisanos, que esperamos sin regateos,<br />

teniendo ya de antemano concedida la ayuda espiritual de nuestro insigne<br />

Prelado.<br />

Illescas, Mayo de 1955.<br />

Por la Comisión<br />

63|


|64<br />

Todos los estamentos sociales desean unirse a dicho acontecimiento que sobrepasa cualquier otro evento<br />

vivido en la localidad, prueba de ello es un documento preparado para su firma por autoridades y vecinos con<br />

el fin de dejar constancia de su entusiasta adhesión a la fiesta.<br />

Los que suscriben, Autoridades y vecindario de todas las clases sociales de esta localidad, de<br />

acuerdo y en completa compenetración con la Villa de Illescas en cuanto se refiere al tomado por<br />

sus Autoridades y genuinos representantes de la misma en relación <strong>del</strong> proyectado homenaje<br />

de Coronación Canónica de la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de la Santísima Virgen<br />

de la Caridad, puesto que conocemos su añeja y Milagrosa Historia a través de los tiempos<br />

y, como en los demás pueblos de la comarca, se la tiene en éste especial veneración, somos<br />

gustosos y anhelamos, el que se nos tenga como parte en la solicitud <strong>del</strong> superior permiso para<br />

la realización de tal excelso homenaje a Nuestra Señora y nos adherimos a cuantos actos se<br />

celebre con tal motivo.<br />

El Alcalde<br />

El Cura Párroco<br />

El Juez Municipal<br />

El Fiscal Municipal<br />

El Jefe Local de la Falange<br />

El Presidente de la Hermandad Sindical <strong>del</strong> Campo<br />

VECINOS<br />

En los meses siguientes se inician los preparativos llevándose a cabo la restauración de la carroza y púlpito<br />

dañados en la Guerra Civil, y encargando la ejecución de medallas de oro conmemorativas. Acuerdan socorrer<br />

con 50 pesetas a las 31 personas más pobres de la localidad. También comienzan a comunicar el evento por<br />

medio de la prensa local y la Radio Nacional y a enviar invitaciones a autoridades y personalidades de toda la<br />

comarca, de la provincia y en contadas ocasiones <strong>del</strong> país.<br />

La concesión para la Coronación Canónica de la imagen de Nuestra Señora de la Caridad llega de Roma<br />

firmada por el Cardenal Monseñor Tedeschini.<br />

La concesión para la Coronación Canónica de la imagen de Nuestra Señora de la Caridad se produce el 24 de<br />

agosto de 1955 en Roma, firmada por el Cardenal Monseñor Tedeschini.<br />

El 28 de septiembre, en vísperas de la Coronación, el Ayuntamiento celebra un Pleno en el que acuerda<br />

colaborar económicamente subvencionando alguno de los actos, en concreto la quema de fuegos artificiales, y<br />

aportar una suma de 3.000 pesetas para sufragar gastos de la organización.<br />

“Acto seguido, se expuso por el Sr. Alcalde, que como todos sabían estaba preparado por la Junta Pro-<br />

Coronación, de la Sagrada Imagen de Ntra. Sra. La Santísima Virgen de la Caridad, la celebración <strong>del</strong> acto de<br />

Coronación de tan Sacra Imagen, para el día 12 de octubre próximo, festividad <strong>del</strong> Pilar, y de la Hispanidad,<br />

y que como era consiguiente, por la Corporación Municipal, debía tomarse un acuerdo asociándose al acto,<br />

y por lo tanto, también el Ayuntamiento debía contribuir con alguna cantidad a los gastos de organización<br />

y ejecución de tan sublime ceremonia, pues si bien es cierto, que la Junta de Patronos, que administra los<br />

bienes de la Fundación de Manuel de Vega, propiedad de la Virgen, dispone de medios económicos sobrados<br />

para ello, también lo es que la Corporación, en representación <strong>del</strong> pueblo que rige, debe estar obligada a<br />

contribuir con alguna cantidad a la honra de su Imagen, por lo que a su juicio debía votarse una cantidad a<br />

tal fin, que en sí en el presupuesto actual por los muchos gastos que se llevan verificados en el presente año<br />

no puede tener cabida, se incluya en el presupuesto a formar para el próximo año de 1956.- Bien enterados<br />

los reunidos de la propuesta de su Presidente, después de la amplia <strong>del</strong>iberación y estudio <strong>del</strong> particular,<br />

por unanimidad se tomaron los siguientes acuerdos, 1º.-Aceptar íntegra la propuesta <strong>del</strong> Sr. Presidente,<br />

asociando, al Ayuntamiento a los actos preparados por la Junta Pro-Coronación, asistiendo en Corporación<br />

a todos ellos. 2ª.-Contribuir con la cantidad en metálico necesaria para los gastos que se verifiquen con<br />

motivo de los fuegos artificiales y otros de arreglo de local etc., que hayan de ocasionarse en actos y festejos<br />

profanos con excepción <strong>del</strong> Banquete que la Junta tiene proyectado en honor de las autoridades superiores<br />

asistentes y hacer entrega a la indicada Junta para subvencionar al Patronato con otra cantidad de TRES MIL<br />

PESETAS para ayuda de los gastos generales que se le originen. 3ª.- Que para el pago de estas cantidades<br />

que provisionalmente serán a<strong>del</strong>antadas por el referido Patronato, se consigne la cantidad suficiente, como<br />

órdito reconocido en el Presupuesto de 1956 que inmediatamente ha de ser formado por la Corporación<br />

con de obligación, por parte de ella de satisfacerla en el primer trimestre de dicho año, y 4ª.- Que para la<br />

ejecución de todos estos acuerdos queda facultado el Sr. Alcalde por los asistentes.”<br />

Este es un todo conforme con el original a que me remito.<br />

Y para que conste, expido la presente en Illescas a seis de octubre de mil novecientos cincuenta y cinco.<br />

Vº Bº El Alcalde Presidente


PROGRAMA DE LAS FIESTAS DE LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE LA CARIDAD<br />

HOY COMIENZA EN ILLESCAS EL SOLEMNE NOVENARIO PREPARATORIO<br />

Se ha hecho público el programa oficial de las fiestas de<br />

la Coronación de la Virgen de la Caridad, Patrona de Illescas.<br />

Ilustra la portada una foto en color de la Torre mudéjar de la<br />

villa, “la Giralda de la Sagra”, que dijo Navarro Ledesma.<br />

También inserta un fotograma de la Virgen, la vista general de<br />

la población y una plegaria poética a Nuestra Señora.<br />

He aquí el texto <strong>del</strong> programa:<br />

-Día 3: A las 7 de la tarde dará comienzo la novena en<br />

honor de la Virgen.<br />

-Día 11: A las 5 de la tarde recorrerán las principales<br />

calles de la población y al son <strong>del</strong> tamboril, los gigantes y<br />

cabezudos. A las 7 de la tarde, acto final <strong>del</strong> novenario, con<br />

exposición mayor, en el que, a toda orquesta, serán ejecutadas<br />

composiciones religiosas y será cantada una solemne Salve,<br />

ocupando la cátedra Sagrada el párroco, don Lope Chirón.<br />

A las 11 de la noche, quema de una colección de fuegos de<br />

artificio con motivos alegóricos al acto.<br />

-Día 12: A las 7 de la mañana, repique de campanas<br />

de todas las iglesias. A las 8 de la mañana, recepción de<br />

su eminencia reverendísima el señor cardenal primado y<br />

demás autoridades nacionales, provinciales y <strong>del</strong> partido.<br />

A las 11 misa de pontifical, oficiada por el eminentísimo<br />

y reverendísimo señor cardenal primado. A las 12, en el<br />

evocador marco de la hermosa plaza de las Cadenas, se<br />

procederá por el señor cardenal arzobispo primado de las<br />

Españas a la imposición canónica de la corona (inapreciable<br />

joya <strong>del</strong> siglo XVI) a la sagrada imagen, realizándose en ese<br />

momento, mientras que la banda de música de la Academia<br />

de infantería, galantemente cedida por su coronel-director,<br />

señor Otaolaurruchi, interpretará los himnos nacionales<br />

y eucarístico. Seguidamente, grandiosa procesión, con<br />

asistencia de todas las autoridades, representaciones y fieles,<br />

para trasladar la imagen a su famoso santuario, museo de<br />

piedad y arte, debido al cardenal Jiménez de Cisneros. Allí<br />

se verificará un piadoso acto de despedida de la Virgen,<br />

impartiendo la bendición apostólica el señor cardenal. A las<br />

14, el almuerzo en honor y prueba de afecto y cariño hacia el<br />

señor cardenal y autoridades asistentes. A las 17, despedida<br />

de las autoridades.<br />

Durante todo el día 12 podrán visitar los forasteros<br />

la colección de cuadros de El Greco y otros autores en el<br />

Santuario de la Caridad, la iglesia parroquial de Santa María<br />

(monumento arquitectónico nacional) y demás monumentos<br />

artísticos.<br />

En Madrid, Toledo, La Sagra y otros puntos de la<br />

provincia toledana se ha distribuido profusamente una hoja de<br />

la Junta Pro Coronación invitando a los illescanos, sagreños<br />

y toledanos todos al acto de la coronación de la Virgen de la<br />

Caridad y a visitar el tesoro artístico de la villa.<br />

Hay en Illescas y en toda la Sagra una gran animación para<br />

la solemnidad y se esperan numerosos visitantes de Madrid y<br />

Toledo, así como muchos vecinos de los pueblos sagreños.<br />

3 DE OCTUBRE 1955<br />

EL GOBERNADOR CIVIL Y LA CONDESA DE ESPOZ Y MINA SERÁN LOS PADRINOS DE LA<br />

CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE LA CARIDAD<br />

ASISTIRÁ A LA SOLEMNIDAD EL CAPÍTULO<br />

DE INFANZONES DE ILLESCAS. SERÁ IMPUESTA<br />

LA VALIOSA E HISTÓRICA CORONA DEL SIGLO<br />

XV, CONSEVADA EN ELTESORO DE LA VIRGEN.<br />

MANIFESTACIONES DEL ALCALDE D. FRANCISO<br />

PARRA.<br />

Illescas.- Con motivo de la próxima Coronación Canónica<br />

de la Virgen de la Caridad, nos hemos entrevistado con el<br />

alcalde y presidente <strong>del</strong> Patronato que administra el patrimonio<br />

de la imagen, don Francisco Parra García.<br />

- ¿Cómo surgió la idea de la Coronación de la Virgen de<br />

la Caridad?<br />

- Desde tiempo inmemorial tiene contraída este pueblo una<br />

deuda de gratitud y cariño hacia su Virgen, que tantos favores<br />

y beneficios indudables viene otorgando constantemente, y no<br />

solo a los illescano, sino a muchos otros. Y siempre se pensó<br />

en saldar esta deuda con un acto como el que nos proponemos<br />

efectuar el próximo día 12. Con respecto a la idea, no puedo<br />

decirle concretamente de donde haya podido partir: ¿de sus<br />

patronos? ¿de las autoridades? ¿<strong>del</strong> pueblo en general? ¡qué<br />

sé yo! Quizá <strong>del</strong> mismo ambiente de amor y cariño de estos<br />

fieles a su amantísima Madre, que poco a poco ha ido tomando<br />

cuerpo hasta cristalizar en la organización de todo lo que va<br />

a realizarse.<br />

- Se habla, señor alcalde, <strong>del</strong> gran ambiente que existe<br />

sobre el particular.<br />

- En el orden espiritual, base de todo, hemos tenido la<br />

inmensa satisfacción de contar con la ayuda <strong>del</strong> cardenal<br />

primado, que ha conseguido, en brevísimo plazo, la bula<br />

pontificia de su Santidad el Papa, autorizando la ceremonia,<br />

y nos ha prometido no sólo su presencia en los actos, sino<br />

constituirse, asistido <strong>del</strong> obispo auxiliar y cabildo catedralicio,<br />

en oficiante de la ceremonia. En el orden material, no han<br />

existido problema alguno, puesto que los medio económicos<br />

<strong>del</strong> Patronato, cuyos fondos están destinados, por mandato<br />

reglamentario, principalmente a fines benéficos y culto a la<br />

Virgen, han bastado, con una pequeña ayuda <strong>del</strong> Ayuntamiento,<br />

para sufragar todos los gastos que se originen, ya que la corona<br />

(cuyo coste sería la parte más importante de los gastos) no es<br />

nueva; será impuesta una que, como joya inapreciable por su<br />

inmenso valor material, artístico e histórico, con factura <strong>del</strong><br />

siglo XVI, se conserva en el tesoro de la imagen.<br />

- ¿Asistirán muchas personalidades?<br />

- Sí, contamos con la asistencia no solo de altas dignidades<br />

eclesiásticas antedichas, sino con la <strong>del</strong> gobernador civil y<br />

señora De Mosso Goizueta, a quienes les han sido ofrecido el<br />

padrinazgo de la ceremonia; el gobernador militar y director<br />

de la Academia de Infantería y señor Otaolauchurri,et.<br />

Respecto a la provincia de ella y de Madrid también se<br />

espera la asistencia de altas personalidades representativas.<br />

Asimismo contaremos con la asistencia <strong>del</strong> Capítulo de la<br />

Real Hermandad de Infanzones de la Caridad de Illescas, que<br />

tan ligada está a la Santa efigie.<br />

- ¿Alguna cosa más señor alcalde?<br />

- Solamente rogarle que haga patente, por medio de<br />

EL ALCAZAR, mi mayor reconocimiento a cuantos han<br />

colaborado en el estudio y preparación de la solemnidad, y<br />

en especial a todos los pueblos de este partido y comarca,<br />

así como otros de distintas provincias, que, con su decidida<br />

adhesión, han ayudado al logro de nuestro anhelo. Sepan<br />

que tienen abiertos, autoridades y público, los brazos de<br />

este vecindario para acogerles en su villa en fastuosa fecha,<br />

con cariño de humanos e hijos de una misma Santa Madre.-<br />

Corresponsal<br />

8 DE OCTUBRE 1955


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El 12 de octubre es el día señalado. Durante los días previos <strong>del</strong> mes de octubre se prepara un programa<br />

completo de festejos en los que no faltan actos religiosos y otros culturales y populares…<br />

Programa original<br />

Cartel anunciador


Los días 4, 7, 8 y 10 de octubre, el periódico El Alcázar publica distintas noticias en las que se hace eco <strong>del</strong><br />

evento informando de los preparativos, las visitas de la Junta a personalidades en Madrid y Toledo para<br />

invitarles personalmente al acto y el ambiente que comienza a vivirse en un pueblo engalanado y entusiasta<br />

con la fiesta que se avecina. Particularmente conmovedor resulta el artículo escrito por una illescana, Aurora<br />

Ugena Carrillo, amante de la Virgen y de su pueblo como se deduce de sus entusiastas y emocionadas palabras:<br />

“Con honda emoción y ferviente deseo esperan los hijos de esta famosa villa, que en otro tiempo fue regia<br />

mansión, el solemne y loable acto, que pondrán de manifiesto, una vez más, la arraigada devoción, inmensa<br />

gratitud y acendrado cariño que tantas almas sentimos hacia tan venerada imagen” .<br />

El 8 de octubre el portavoz que nos transmite la crónica de lo vivido es el Alcalde y Presidente <strong>del</strong> Patronato,<br />

don Francisco Parra García, entrevistado en este mismo medio, desde el que lanza su más hospitalaria<br />

invitación a todos los lectores: “Sepan que tienen abiertos, autoridades y público, los brazos de este vecindario<br />

para acogerles en su villa en fastuosa fecha, con cariño de humanos e hijos de una misma Santa Madre.”<br />

ANTE LA CORONACIÓN DE LA PATRONA DE ILLESCAS<br />

Va a ser coronada canónicamente la Santísima Virgen de la Caridad,<br />

de la noble y legendaria villa de Illescas. Con honda emoción y ferviente<br />

deseo esperan los hijo de esta famosa villa, que en otro tiempo fue regia<br />

mansión, el solemne y loable acto, que pondrán de manifiesto, una vez<br />

más, la arraigada devoción, inmensa gratitud y acendrado cariño que<br />

tantas almas sentimos hacia tan venerada imagen.<br />

No es preciso citar concesiones milagrosas que persuadan de<br />

lo justo y merecido de esta coronación pontificia, porque considero<br />

suficientemente concedida por todos los que hayan tenido o tengan<br />

más o menos contacto con Illescas la espléndida generosidad con que<br />

siempre prodigó nuestra Virgen sus innumerables milagros, los cuales,<br />

traspasando las fronteras, atrajeron la atención de propios y extraños,<br />

encendiendo con su influjo la fe de muchos.<br />

Asimismo, no deja constantemente de favorecer con sus gracias<br />

a quienes de Ella las solicitan con fe viva, que si bien no alcanzan la<br />

categoría de milagros, en nosotros no cabe la duda de que todos los<br />

beneficios obtenidos provienen de sus dadivosas manos. ¿Quién no<br />

tiene un motivo particular de gratitud hacia la excelsa Señora? Ella<br />

presidió nuestro pasado, unas veces de alegrías, otras de tristezas, que<br />

nos hubieran de hacer más meritorios ante los ojos de su Divino Hijo. Es<br />

dueña de nuestro presente y luz de nuestro provenir.<br />

Por su egregia dignidad y por la gran misericordia que para todos<br />

tiene, se hace acreedora a una correspondencia material, ya que en lo<br />

espiritual bien podríamos decir, a imitación de San Francisco Javier: “No<br />

me mueve, Señora, para quererte, el cielo que puedes alcanzarme, ni me<br />

mueve el Infierno tan temido, para dejar, por eso de ofenderte; ,muéveme<br />

sólo Tu amor, Tu bondad, Tu generosidad, Tu solicitud…, cielo, yo te<br />

amara, y aunque no hubiera infierno, procuraría no disgustarte nunca”<br />

Todos los que pasaron por Illescas, y tuvieron la oportunidad<br />

de conocer y admirar la preciosa y reverenciada imagen, quedaron<br />

impresionados por su celestial atracción.<br />

El magnífico acto de Coronación revestirá de solemnidad<br />

características de las fiestas religiosas de esta villa. Se esperan altas<br />

personalidades y gran número de devotos de la Santísima Virgen, tanto<br />

hijos de la villa, como de estos contornos y de varios puntos distantes<br />

de Illescas, con el fin de prestar su colaboración para el mayor esplendor<br />

festivo al día y, especial, para hacer más patente de su amor mariano,<br />

uniendo sus sentimientos al sentir común de los que aquí residen y<br />

haciendo los honores debidos a la Madre de Dios, bajo la advocación de<br />

Nuestra Señora de la Caridad.<br />

Está en el ánimo de todos que sea un día de júbilo para todos los<br />

asistentes al acto y, sobre todo, será muy <strong>del</strong> agrado de la santísima<br />

Virgen, que con prodigalidad derramará bendiciones sobre sus amorosos<br />

hijos.<br />

Illescas<br />

Aurora Ugena Carrillo<br />

4 DE OCTUBRE 1955<br />

VARIOS PRELADOS ASISTIRÁN A LA<br />

CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE LA<br />

CARIDAD<br />

Illescas- Una representación de la Junta Pro<br />

Coronación de la Virgen de la Caridad ha visitado en<br />

Toledo a todas las primeras autoridades provinciales<br />

para invitarles al acto de la coronación, que, como se<br />

sabe, tendrá lugar el 12 de las corrientes, fiesta <strong>del</strong><br />

Pilar.<br />

Después, en Madrid, han visitado con el mismo<br />

objeto a las altas jerarquías, habiéndoles ofrecido su<br />

asistencia todos los visitados.<br />

Igualmente se han remitido invitaciones a todos<br />

los pueblos <strong>del</strong> partido y otros muchos de la provincia<br />

y de otras de España y aún de América, que, en forma<br />

más o menos directa, tienen alguna relación con la<br />

historia y milagros de la Virgen.<br />

Se espera la asistencia de todos los señores obispos<br />

de la provincia eclesiástica, o sea Cuenca, Sigüenza,<br />

Ciudad Real, Coria, Plasencia y el auxiliar de Madrid-<br />

Alcalá.<br />

Tanto Radio España y Radio Toledo, han prestado<br />

y están prestando su decidida colaboración a la<br />

propaganda <strong>del</strong> acto, que, por los auspicios, promete<br />

ser un grandioso acontecimiento.-Corresponsal.<br />

7 DE OCTUBRE 1955<br />

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|68<br />

ILLESCAS ENGALANADO. GRAN ENTUSIASMO EN VÍSPERAS DE LA CORONACIÓN.<br />

Illescas ha comenzado a engalanar calles y plazas ante la<br />

inmediata Coronación Pontificia de la Virgen de la Caridad. El<br />

día 12 colgarán sus balcones con colchas y mantones todos los<br />

vecinos. El novenario preparatorio a la Patrona se desarrolla<br />

con gran concurrencia de los fieles y mucho fervor. Mañana se<br />

verificarán solemnes vísperas y festejos populares.<br />

A medida que llega la magna fiesta, crece el entusiasmo de<br />

los illescanos. Han anunciado su llegada numerosos forasteros,<br />

y todos los alojamientos están comprometidos, aparte los<br />

visitantes que se acomodarán en domicilios particulares.<br />

Se prepara un solemne recibimiento al arzobispo, cardenal<br />

El 12 de octubre de 1955 a las once de la mañana se verificó el recibimiento <strong>del</strong> Excmo. Y Rvdmo. Cardenal<br />

Plá y Deniel obispo de Toledo y demás autoridades. Fue él quien ofició la misa Pontificial, acompañado por<br />

el clero catedralicio, sacerdotes y capellanes de Illescas y <strong>del</strong> arciprestazgo. Además de las personalidades<br />

eclesiásticas, numerosas e importantes autoridades civiles fueron invitadas dando al acto la solemnidad e<br />

importancia que el momento requería. La Plaza de las Cadenas de Illescas se encontraba a rebosar de fieles,<br />

venidos no sólo de Illescas sino de toda la comarca.<br />

Tras la eucaristía, se leyó el Reescrito que concedía la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Caridad<br />

de Illescas, firmado por Monseñor Tedeschini. A continuación tuvo lugar el acto de la coronación en sí: El<br />

Cardenal, seguido de los padrinos que portaban las bandejas con las coronas se acercó hasta la imagen y<br />

coronando primero al Niño y después a la Virgen, mientras sonaba el Himno Nacional interpretado por la<br />

banda de música de la Academia de Infantería de Toledo. En este momento se soltaron palomas blancas,<br />

los fieles agitaron entusiasmados y emocionados pañuelos blancos y vitorearon a la Virgen de la Caridad.<br />

Seguidamente tuvo lugar una respetuosa procesión por las calles de Illescas.<br />

Pla y Deniel, que efectuará la coronación, así como al obispo<br />

auxiliar, doctor Miranda Vicente y al gobernador civil y a la<br />

condesa de Espoz y Mina, padrinos de la ceremonia, y a las<br />

demás autoridades de Toledo y Madrid.<br />

La banda de música de la Academia de Infantería llegará<br />

a primera hora para actuar en la fiesta. Es muy agradecido<br />

el rasgo <strong>del</strong> director de dicho centro, coronel Otaolaurruchi,<br />

cediendo el conjunto musical de la Academia. El coronel y su<br />

esposa, que no hace mucho visitaron el santuario de la Virgen<br />

de la Caridad, han sido especialmente invitados al acto por las<br />

autoridades de Illescas.<br />

10 DE OCTUBRE 1955


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En la actualidad, algunos illescanos que tuvieron el privilegio de asistir a la solemne ceremonia, recuerdan<br />

con entrañable afecto sus vivencias de tan especial jornada:<br />

JOSÉ GARVÍA ALONSO y EMILIO CARRASCO<br />

RODRÍGUEZ eran Patronos de la Fundación cuando se<br />

coronó canónicamente a la Virgen de la Caridad. Nacieron<br />

en Illescas y en el año 55 rondaban los treinta. Hoy están<br />

los dos jubilados pero en aquellos días José trabajaba como<br />

veterinario y Emilio era oficial de notario:<br />

“La coronación se propuso como una muestra de<br />

gratitud hacia la Virgen. La Junta de Patronos fue la que<br />

se encargó de realizar el acto, pero además se constituyó<br />

una Junta Pro-coronación de la que formaban parte<br />

muchas otras personas <strong>del</strong> pueblo: antiguos patronos,<br />

el párroco de Illescas, representantes de la Hermandad,<br />

de los Infanzones... Con ayuda de esta Junta Pro-<br />

Coronación pusimos en marcha los preparativos para<br />

que todo saliera perfecto. Coronar una Virgen no es algo<br />

fácil, son muchos los documentos que tuvimos que enviar<br />

al arzobispado de Toledo y desde allí al Vaticano, para<br />

demostrar que esta imagen de la Caridad cumplía con<br />

los requisitos necesarios para coronarla. La Virgen de la<br />

Caridad de Illescas superaba con creces estos requisitos:<br />

Antigüedad de la imagen, milagros realizados por su<br />

intercesión y veneración. Es la más famosa y antigua de<br />

toda la comarca de la Sagra. Venerada y visitada por<br />

muchos fieles de toda España, tal vez por su fama de<br />

imagen milagrera.<br />

Los días previos a la Coronación fueron días de mucha<br />

agitación y nervios, queríamos que el acto se celebrara<br />

de la forma más solemne, pero sobre todo, que el pueblo<br />

disfrutara con este acontecimiento tan importante para<br />

nuestra Patrona. Por eso, se celebraron novenas en honor<br />

a la Virgen los días antes de la coronación y la noche de<br />

la víspera se lanzaron fuegos artificiales. Todo se preparó<br />

como un gran festejo popular.<br />

El día 12 de octubre a primera hora se celebró Misa<br />

de Comunión, se recibieron a las autoridades y a las<br />

once de la mañana el cardenal, arzobispo primado de<br />

Toledo, ofició la misa Pontifical, después acompañado<br />

por los padrinos <strong>del</strong> acto, los condes de Espoz y Mina,<br />

procedieron a la Coronación de la Virgen y el Niño. Para<br />

cerrar el acto hubo una Procesión a la que acudieron las<br />

autoridades y toda la multitud que se había congregado<br />

en la Plaza de las Cadenas. El recorrido de la Procesión<br />

era más corto que el actual. Fue un día muy especial,<br />

habíamos conseguido coronar a nuestra Virgen de la<br />

Caridad y eso es lo más grande a lo que podía aspirar<br />

nuestra imagen. Todo el pueblo se echó a la calle y fueron<br />

muchos los forasteros que se acercaron para presenciar<br />

la Coronación. Esta afluencia de gente llenó de orgullo<br />

a todos los illescanos que vivieron la Coronación como<br />

una fiesta más en honor a la Virgen, pero con mayor<br />

emoción.<br />

Estamos orgullosos de haber podido participar de una<br />

manera tan activa en la celebración de aquel solemne<br />

acto, y ahora nos ilusiona pensar que vamos a poder<br />

compartir juntos la conmemoración <strong>del</strong> 50 aniversario”.


FRANCISCO ROMO DE ARCE TORREJÓN contaba por<br />

aquel entonces con treinta y dos años, trabajaba en el Registro<br />

de la Propiedad y hoy es el único miembro vivo de la Junta<br />

Pro-Coronación que se constituyó para organizar los actos:<br />

“La idea de Coronar a la Virgen no había surgido ese<br />

mismo año, sino que llevaba tiempo barajándose la<br />

posibilidad de celebrara un acto como aquel. Yo era uno de<br />

los miembros de la Junta Pro-Coronación, que se creó para<br />

ayudar a los Patronos en la preparación <strong>del</strong> acto. Pero en<br />

realidad, aquella Junta no tuvo mucha intervención, sólo<br />

se reunieron un día. Los que realmente se encargaron de<br />

preparar el evento fueron los Patronos con la gran ayuda<br />

<strong>del</strong> Obispo Auxiliar D. Francisco Miranda Vicente, de quien<br />

surgió la iniciativa y quien además colaboró activamente<br />

para que todo saliera perfecto aquel día. Fue un hombre<br />

comprometido con la causa, el alma de la Coronación.<br />

Recuerdo aquel día como si fuera ayer. Nació un día<br />

soleado. Colocaron el altar en la puerta <strong>del</strong> Santuario.<br />

De Toledo vinieron unos cincuenta o sesenta seminaristas<br />

ataviados para la ocasión, cosa que le llamó mucho la<br />

atención. Nunca en mi vida había visto la plaza de las<br />

Cadenas como aquel día. Todo el pueblo de Illescas estaba<br />

allí acompañando a la Virgen de la Caridad en su gran día,<br />

muchas personalidades y gente de todos los pueblos de la<br />

comarca acudieron a acompañar a los vecinos de Illescas.<br />

Todo salió como se había programado. Lo viví como un<br />

acto memorable, único, irrepetible, aunque no tenía mucha<br />

noción de lo que aquello significaba en realidad. Por eso hoy<br />

es tan grande la ilusión que siento al poder participar en<br />

el 50 Aniversario de aquella Coronación Canónica. Fueron<br />

muchas emociones juntas, alegría, orgullo, satisfacción,<br />

gozo, agrado… recuerdos que no se borran nunca de la<br />

memoria.”<br />

ANTONIA GÓMEZ ARIAS, HERMÓGENES GÓMEZ ARIAS y<br />

ALFONSA RODRÍGUEZ CONDE, nacidas en Illescas, en el año<br />

de la Coronación tenían entre 24 y 29 años y trabajaban como<br />

modistas:<br />

“Nos enteramos de que iban a Coronar a la Virgen en la<br />

iglesia. El Párroco de entonces, D. Lope Chirón, meses antes<br />

de la Coronación fue anunciando en sus sermones los actos<br />

que se habían programado para aquella celebración. Aunque<br />

no tomamos parte de ningún preparativo en especial, sí que<br />

vivimos el acto con muchísima emoción, incluso hoy en día<br />

cuando recordamos aquel momento es algo muy especial y<br />

emotivo. No fue tarea fácil la de Coronar a la Virgen, pero<br />

ayudó mucho el Cardenal Primado de entonces y sobre todo el<br />

Obispo Auxiliar D. Francisco Miranda Vicente.<br />

Aquel 12 de octubre de 1955 amaneció soleado y la gente<br />

se agolpaba en la plaza de las Cadenas. Fueron muchas las<br />

personas que acudieron, no solamente Illescas, sino todos<br />

los pueblos de alrededor, gentes de Ugena, Carranque,<br />

Esquivias,… Todo estaba preparado para que fuera un día<br />

único, especial. Nos impactó la presencia <strong>del</strong> Cardenal Pla y<br />

Deniel, una personalidad que llamó la atención de la multitud.<br />

El pueblo de Illescas se sentía orgulloso de ver “su” Virgen<br />

coronada, porque es una de las pocas imágenes de la zona que<br />

ha recibido el regalo de la Coronación. Sentimos un orgullo,<br />

como el que vivimos el año anterior cuando acompañamos a la<br />

Virgen de la Caridad a Toledo con motivo de la Concentración<br />

Mariana que allí se celebró. Se hizo una fiesta como las que se<br />

hacían para el 31 de agosto, pero con mayor emoción y muchas<br />

más ganas. Un día de fiesta grande, éramos conscientes de que<br />

aquel acontecimiento sólo iba a suceder una vez en la vida y<br />

nos sentíamos afortunadas por haber podido ser testigos. Fue<br />

un día muy emocionante, tal vez esa emoción es la que no nos<br />

permite recordar con claridad todos los detalles. En nuestros<br />

recuerdos de aquel día brilla con mucha fuerza la imagen de la<br />

Virgen. Estaba preciosa, muy bella, es una Virgen única y muy<br />

querida para todos.”<br />

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Ante el Notario Don Pedro Morgado Rosado se levanta Acta de Requerimiento para hacer constar la Coronación<br />

Canónica, otorgada por requerimiento de Don Francisco Parra García (Año 1955/ Núm. 383).<br />

En Illescas a doce de Octubre de mil novecientos cincuenta y cinco. Día de la Raza.<br />

Yo, PEDRO MORGADO ROSADO, Notario <strong>del</strong> Ilustre Colegio de Madrid, con residencia<br />

en el lugar de la fecha,<br />

DOY FE: De que por DON FRANCISCO PARRA GARCÍA, mayor de edad, casado,<br />

Alcalde-Presidente <strong>del</strong> Ayuntamiento de esta villa, y como Presidente <strong>del</strong> Patronato de la<br />

Memoria Benéfica de Don Manuel de Vega y López y <strong>del</strong> Hospital Santuario de Nuestra<br />

Señora de la Caridad de Illescas, he sido requerido, a fin de hacer constar en acta, la<br />

Coronación Canónica de la Santísima Virgen de la Caridad de Illescas, por el Emmo. y<br />

Rvdmo. Señor Cardenal, Arzobispo de Toledo, Don Enrique Plá y Deniel, Primado de las<br />

Españas.<br />

Considero con interés legítimo al requirente, a quien conozco y doy fe <strong>del</strong> carácter que<br />

ostenta, y gozoso, daré cumplimiento al mismo.<br />

Siendo las once horas <strong>del</strong> día de hoy, me he trasladado a la Plaza de las Cadenas de esta villa, lugar de la<br />

solemnidad Religiosa.<br />

En el atrio de la Iglesia de la Caridad y sobre hermosa Carroza, está la Santísima Virgen de la Caridad de<br />

Illescas, bellamente vestida y adornada de sus mejores joyas. Delante de la Santísima Virgen, se ha levantado<br />

un altar, y a la derecha de este, en el lado de la Epístola y sobre dos bandejas de plata, están depositadas las<br />

Coronas <strong>del</strong> siglo XVI de gran belleza artística y extraordinario valor, de la Santísima Virgen y <strong>del</strong> Niño Jesús<br />

que ella sostiene en su regazo.<br />

Oficia la Coronación, el Emmo. y Rvdmo. Arzobispo de Toledo, Don Enrique Plá y Deniel, Cardenal Primado<br />

de las Españas.<br />

Son padrinos de la Santa Ceremonia, el Excmo. Señor Gobernador Civil de la provincia de Toledo, Don Juan<br />

Mosso Goizueta y su señora, la Excma. Doña María <strong>del</strong> Carmen Pérez Salazar, Condes de Espoz y Mina.<br />

Asisten al acto el Excmo. Señor Obispo Auxiliar de Toledo Don Francisco Miranda Vicente; el Excmo. Señor<br />

Subsecretario de Justicia Don Ricardo Oreja Elósegui; el Excmo. Señor Gobernador Militar de Toledo, Don José<br />

María Otaolaurruchi Tobia; el Excmo. Señor Presidente de la Audiencia de Toledo, Don Luis Veloso; el Excmo.<br />

Sr. Presidente de la Diputación de Toledo, Don Tomás Rodríguez; el Excmo. Señor Alcalde de Toledo, Don José<br />

Conde Alonso; el Excmo. Señor Delegado de Hacienda de Toledo, Señor Muñiz; el Delegado de Trabajo, Don<br />

Ángel Salas; el Deán <strong>del</strong> Cabildo de la Catedral de Toledo, Don Gerardo Sánchez Pascual; Real Hermandad de<br />

Infanzones de Nuestra Señora de la Caridad de Illescas; y otras insignes autoridades y Jerarquías Provinciales y<br />

de esta villa, en unión de una gran multitud efervorizada que llena totalmente la hermosa Plaza.<br />

El Señor Cardenal bendice las Coronas que tienen sobre las bandejas los Padrinos, depositándose estas<br />

nuevamente en el lugar que tenían en el Altar.<br />

A continuación empieza la Misa de Pontificial.<br />

Terminada la Misa, se lee Reescrito concediendo la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Caridad de<br />

Illescas, firmado por Monseñor Tedeschini.<br />

A continuación, el Señor Cardenal seguido de los Padrinos, que en bandejas portan las Coronas, suben por<br />

unas escaleras a unos estrados a la altura de la Santísima Virgen, a las doce horas y cuarenta minutos, y el<br />

Cardenal corona al Niño Jesús y a continuación a la Santísima Virgen. El momento es solemne y emocionante;<br />

la música toca el Himno Nacional; la multitud agita pañuelos y aclama a la Santísima Virgen. Baja el Señor<br />

Cardenal con los Padrinos, se entona el Himno Eucarístico, y después se canta un Tedeum, terminando así la<br />

solemne Coronación de la Santísima Virgen.<br />

Leo esta acta a su Eminencia Reverendísima Cardenal Doctor Plá y Deniel; a los Excmos.<br />

Padrinos; al señor requirente; al Señor Cura Párroco de esta villa, Don Lope Chirón Gómez<br />

y a los testigos que firman también esta acta asistentes al acto y anteriormente citados


EL 50 ANIVERSARIO DE LA CORONACIÓN<br />

CANÓNICA EN EL AÑO 2005<br />

73|


EXPOSICIÓN LA CARIDAD REINA<br />

María es Reina y Señora de todo aquello, que no es Dios. Pero Ella es y se siente la Sierva <strong>del</strong> Señor, a quien<br />

servir es reinar. Padre, Hijo y Espíritu Santo le imponen la corona, que corresponde a su vocación y misión.<br />

Ella es la Hija predilecta <strong>del</strong> Padre, es la Madre verdadera <strong>del</strong> Hijo Redentor <strong>del</strong> hombre, es el Templo vivo<br />

<strong>del</strong> Espíritu Santo.<br />

María es la Virgen de la Caridad, porque es todo amor y misericordia con sus hijos. Jesucristo, el Amor<br />

verdadero se encarnó en su seno. María siendo sierva ha participado como ninguna otra criatura en el proyecto<br />

de salvación de Dios, por eso es Reina.


EL VERBO SE HIZO CARNE Y EL MUNDO CONOCIÓ LA CARIDAD<br />

CARITAS CHRISTI<br />

EL AMOR HUMANO<br />

TESTIGOS DE LA CARIDAD


Y EL VERBO SE HIZO CARNE<br />

Y EL MUNDO CONOCIÓ LA CARIDAD<br />

Las profecías de las sibilas se cumplen:<br />

SIBILAS<br />

“Ya aparece la que es Virgen”<br />

“¡Oh feliz aquella madre!”<br />

“Saldrá <strong>del</strong> útero de una Virgen”<br />

“Yacerá en el heno”<br />

“La salvación se realiza en el seno de una Virgen”<br />

“Sin coito de la madre”<br />

“De una Virgen hebrea”<br />

“De la estirpe de los judíos”<br />

“Nacerá de la más pobre”<br />

“Será guardado en el seno de una Virgen”<br />

“De una madre (nace) Dios”<br />

Los misteriosos personajes de las sibilas se refieren a las mujeres profetisas de la Antigüedad que vaticinaron<br />

el advenimiento <strong>del</strong> Mesías a los paganos. Al igual que los profetas <strong>del</strong> Antiguo Testamento anunciaron<br />

la llegada <strong>del</strong> Enmanuel a los judíos de su raza, también la gentilidad habría recibido la promesa de un<br />

Salvador por parte de estas sacerdotisas. Ya Lactancio, poeta cristiano <strong>del</strong> siglo VI había recogido en su obra<br />

Institutiones divinae, la existencia de diez sibilas cuyas predicciones anunciaban la llegada <strong>del</strong> Redentor, su<br />

muerte y resurrección.<br />

Durante la Edad Media sólo se representó en el arte una sibila asociada a una santa. En el siglo XIII surge<br />

la leyenda de la sibila de Tibur, nacida en las cascadas de Tívoli cerca de Roma, quien indica al emperador<br />

Augusto que existirá un rey aún más grande que él, señalando una aparición en la que una Virgen bellísima<br />

lleva un niño en su vientre al tiempo que una voz celeste declara: “Este es el altar <strong>del</strong> cielo”. Esta tradición<br />

que explicaba la antigüedad de la iglesia de Ara Caeli, en Roma, se extendió por toda Europa a través de los<br />

Mirabilia Urbis Romae, la Leyenda Dorada, el Speculum Humanae Salvationis, y el Teatro de los Misterios.<br />

La sibila tiburtina, por tanto se hizo famosa en el arte italiano y francés de la baja edad media, asociada<br />

siempre a las escenas de la Anunciación o de la Adoración de los Magos.<br />

El número de sibilas fue ampliado hasta diez y doce personajes. De ahí que durante la Baja Edad Media<br />

formasen pareja con los 12 profetas menores<br />

77|


“SIBILLA PERSICA” “FITSALUSIN GREMIO VIRGINIS”<br />

Sibila de Persia: “La salvación se realiza en el seno de una<br />

Virgen”<br />

Óleo sobre lienzo, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

“SIBILA EGITIA” “ DE MATRE DEVS”<br />

Sibila de Egipto: “De una madre (nace) Dios”<br />

Óleo sobre lienzo, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

“SIBILA CVMEA” “DESTIRPE IVDEOR”<br />

Sibila Cimeria (<strong>del</strong> Bósforo Cimerio):<br />

“De la estirpe de los judíos”<br />

Óleo sobre lienzo, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

“SIBILA FRIGIA” “ANNVNCIABITVUR VIRGO”<br />

Sibila de Frigia (Asia Menor): “Una Virgen será anunciada”<br />

Óleo sobre lienzo, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

“SIBILA LIBICA” “TENEBITVUR IN GREMIO VIRGINIS”<br />

Sibila de Libia: “Será guardado en el seno de una Virgen”<br />

Óleo sobre lienzo, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

“SIBILA CVMANA” “IANREDITET VIRGO”<br />

Sibila de Cumas: “Ya aparece la que es Virgen”<br />

Óleo sobre lienzo, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

“SIBILA EVROPA” “EGREDIETUR DEVTERO VIRGINIS”<br />

Sibila de Europa: “ Saldrá <strong>del</strong> útero de una Virgen”<br />

Óleo sobre lienzo, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

“SIBILA DELFICA” “SINE MATRIS COITO”<br />

Sibila de Delfos: “Sin coito de la madre”<br />

Óleo sobre lienzo, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

de una Virgen”<br />

“SIBILA ERITREA” “IACEBIT INFENO”<br />

Sibila de Eritrea (Troya): “Yacerá en el heno”<br />

Óleo sobre lienzo, finales <strong>del</strong> siglo XVI


“SIBILLA SAMIA” “NASCETVR D PAVPERCVLA”<br />

Sibila de Samos (Grecia): “Nacerá de la más pobre”<br />

Óleo sobre lienzo, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

“SIBILLA TIBVRTINA” “OFELEXILA MATER”<br />

Sibila de Tibur (Italia): “¡Oh feliz aquella madre!”<br />

Óleo sobre lienzo, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

“SIBILA ELESPONTICA” “DE VIRGINE HEBREA”<br />

Sibila de Helesponto : “De una Virgen hebrea”<br />

Óleo sobre lienzo, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

La serie de doce retratos femeninos de gran calidad en sus rostros<br />

pero de peor fortuna técnica en sus vestidos y joyas, fue donada al<br />

Santuario por Fernando Pacheco a principios <strong>del</strong> siglo XVII.<br />

Las profecías de esta serie, sorprendentemente, se refieren únicamente<br />

a María, como madre <strong>del</strong> Salvador, Virgen, mujer judía y pobre.


El CICLO DE PINTURA DEL GRECO<br />

GLORIFICACIÓN DE LA VIRGEN<br />

El 18 de junio de 1603 se firma el contrato<br />

con el Greco para la ejecución de “un retablo<br />

para el altar de Nuestra Señora de Illescas<br />

en el hospital de su santa casa”, con las<br />

tallas de Simeón e Isaías, con la pinturas<br />

de la Caridad coronando el retablo y los<br />

tres lienzos de la Coronación, Anunciación y<br />

Natividad para adosar a la bóveda superior<br />

<strong>del</strong> presbiterio.<br />

En estos dos últimos, que presentan forma<br />

circular, el Greco hace un alarde compositivo,<br />

adaptando las sinuosas y versátiles figuras<br />

al marco en unos escenarios limpios de<br />

todo elemento secundario. La cascada de<br />

luz que emerge de la paloma <strong>del</strong> Espíritu<br />

Santo conecta las figuras de María y el ángel<br />

comunicadas ya por el juego de miradas y<br />

gestos y en la Natividad un luminoso niño<br />

es descubierto por María intercesora ante el<br />

asombro de José y el atrevido movimiento de<br />

cabeza <strong>del</strong> buey.<br />

El lienzo de la Coronación de forma oval<br />

presenta a una Virgen frontal con la mirada<br />

puesta en la corona que la Trinidad al<br />

completo está depositando sobre su cabeza.<br />

En los tres lienzos el efecto perspectívico de<br />

abajo a arriba para ser vistos desde abajo<br />

en su emplazamiento original, supone un<br />

novedoso planteamiento lleno de belleza.<br />

|80<br />

María, es anunciada y el Verbo eterno se hace carne.<br />

Es alumbrado por María en el pesebre de Belén y su carne,<br />

alumbra a la humanidad que camina en tinieblas y en sombras de muerte.<br />

Con sus hijos de la tierra ejercerá una especial protección bajo su manto,<br />

fruto de su misericordia.<br />

LA ANUNCIACIÓN<br />

“La Anunciación es<br />

una reelaboración,<br />

esencializada e invertida,<br />

de la que Dominico<br />

pintara años antes para<br />

el Colegio de doña María<br />

de Aragón. El arcángel, con<br />

los brazos cruzados sobre el<br />

pecho y adaptando su vuelo<br />

al formato circular <strong>del</strong> lienzo,<br />

procede directamente <strong>del</strong> ángel<br />

que a la izquierda <strong>del</strong> Bautismo<br />

<strong>del</strong> Prado aparece adorando a Dios<br />

Padre y a la Virgen exhibe idéntica<br />

gestualidad que en la Anunciación<br />

procedente <strong>del</strong> mismo retablo. Debido<br />

al formato El Greco ha trasladado el<br />

reclinatorio al centro de la composición,<br />

cerrando la profundidad, y ha colocado ante<br />

él un jarrón con azucenas como símbolo de la<br />

pureza de María. El pintor ha avanzado sin embargo<br />

en su expresionismo. Estas figuras son más llameantes<br />

y agitadas que las <strong>del</strong> Colegio y su inquietud interior, más<br />

evidente.” 10<br />

10 Álvarez Lopera, J., 1993, El Greco. La obra esencial, Madrid, pp. 209-210


81|


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LA NATIVIDAD<br />

“También la Natividad procede de uno de los cuadros <strong>del</strong> Colegio de doña María de Aragón, en<br />

este caso de la Adoración de los pastores que hoy se encuentra en Bucarest. La Virgen y<br />

el Niño son versiones casi literales de las figuras <strong>del</strong> cuadro <strong>del</strong> Colegio y San José<br />

una adaptación de la figura <strong>del</strong> pastor que allí aparecía a la derecha. Es éste un<br />

tema que El Greco (más amante de la Adoración de los pastores) trató aquí<br />

por primera y única vez en su vida. El eje central <strong>del</strong> cuadro, en el que<br />

se disponen el pilar de madera <strong>del</strong> establo, el Niño y el buey, aparece<br />

resaltado con mayor claridad que en la Anunciación. A ambos lados<br />

de él se disponen, adaptando sus cuerpos a la curvatura <strong>del</strong><br />

lienzo, la Virgen y San José. Aquella, serena y ensimismada,<br />

éste, inestable, casi acrobático, recorrido por un ramalazo de<br />

admiración. La semipenumbra <strong>del</strong> establo se ve sacudida<br />

por la albura increíble <strong>del</strong> pañal y la luz incandescente<br />

que emana <strong>del</strong> Niño que crean una atmósfera de magia.<br />

Particularmente bello resulta el juego de rojos, blancos<br />

y amarillos. La intrusión <strong>del</strong> buey en primer plano (el<br />

mulo queda semioculto tras la Virgen) con uno de los<br />

cuernos alzándose enhiesto ha llamado siempre la<br />

atención por el atrevimiento compositivo que supone<br />

y se explica, una vez más y en última instancia, por<br />

la colocación primitiva <strong>del</strong> lienzo, también pensado<br />

para ser visto desde abajo.” 11<br />

11 Álvarez Lopera, J., 1993, El Greco. La obra esencial, Madrid, pp. 210<br />

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CARITAS CHRISTI<br />

Ecce homo, Ecce Caritas.<br />

He aquí el Hombre, he aquí lo que es la Caridad.<br />

El amor de Dios encarnado en Cristo se ha manifestado en su Pasión, Muerte y Resurrección.<br />

Mirando la Cruz descubrimos en qué consiste el amor, cuál es la Caridad total.<br />

Cristo levantado y traspasado, dando su vida por la salvación <strong>del</strong> mundo entero.<br />

El Siervo doliente muere amando y perdonando al enemigo.<br />

Este amor es la verdadera Caridad<br />

Su victoria sobre la muerte es el regalo de la inmortalidad para todo hombre.<br />

Luis de Morales “El Divino”, Ecce Homo,<br />

óleo sobre lienzo, mediados <strong>del</strong> siglo XVI


¿Arte <strong>del</strong> Próximo Oriente?, Cruz de altar, alma de madera recubierta de placas de<br />

nácar con escenas grabadas en negro, antes de 1740<br />

LA CARIDAD SE<br />

MANIFIESTA AL MUNDO<br />

EN LA CRUZ<br />

Esta gran cruz de madera aparece<br />

recubierta en su totalidad por placas<br />

de madreperla con figuras y escenas<br />

pintadas en negro sobre la superficie<br />

nacarada. Los remates de los largueros<br />

trilobulados presentan un medallón<br />

central con motivos florales y pequeñas<br />

cruces de distinto formato incrustadas,<br />

placas de nácar que se han perdido en<br />

parte. En la intersección de los brazos<br />

se añade en sus cuatro ángulos una<br />

especie de medias estrellas decoradas<br />

con cabezas de ángeles en tanto que sus<br />

reversos aparecen motivos florales. El<br />

INRI simula los pliegues <strong>del</strong> cartucho<br />

con dos piezas rectangulares adosadas<br />

a la cruz. Los brazos <strong>del</strong> anverso, los<br />

más dañados, presentan en las placas<br />

centrales <strong>del</strong> larguero vertical la figura<br />

de Cristo en tanto que en su parte inferior<br />

se representan pequeños motivos que<br />

aluden a la Pasión. A los lados de esta<br />

parte inferior se añaden dos cilindros<br />

pequeños con sus bases al frente con<br />

plaquetas incrustadas de nácar con<br />

motivos florales.<br />

En su reverso, mejor conservado, las<br />

placas nacaradas de la intersección de<br />

los brazos representan una cruz grande<br />

con pequeñas crucecitas a un lado y otro<br />

de los extremos de sus brazos e incluida<br />

en un marco con cenefa decorada con<br />

motivos florales. No es exactamente la<br />

representación de la Cruz de Jerusalén,<br />

que añade cuatro pequeñas cruces en<br />

los ángulos de la intersección de sus<br />

brazos, pero las pequeñas crucecitas<br />

representadas en los extremos de sus<br />

brazos parecen aludir a aquellas. Sobre<br />

este motivo aparece la sigla <strong>del</strong> anagrama<br />

de Cristo: JHS.<br />

La cruz asienta sobre una base en<br />

forma de pirámide truncada con sus<br />

bordes laterales mixtilíneos y asentada<br />

sobre tres pequeños cilindros que como<br />

los <strong>del</strong> larguero de la cruz presentan sus<br />

bases circulares al frente con sus placas<br />

de motivos florales.


También presenta tres pequeños cilindros de este tipo a cada uno de sus lados. En su anverso las placas<br />

nacaradas representan al frente de las figuras de San Juan y de la Virgen con el Sol y La Luna en su parte<br />

superior y al fondo las murallas que representan las arquitecturas de Jerusalén. Al dorso, sobre una puertecilla<br />

que cubre un hueco aparece la imagen fragmentada de San Juan Bautista niño vestido con pieles de camello<br />

y apoyado en el cayado que resulta ser la cruz, abrazando al Cordero, sin duda, alegoría <strong>del</strong> Agnus Dei. Sobre<br />

esta puertecilla, en una inscripción en letras capitales se lee: Dª ANA GOMEZ, la donante natural de la villa<br />

de Illescas como reza en la inscripción de un relicario de plata donado a la desaparecida parroquia <strong>del</strong> Salvador<br />

en 1762.<br />

Esta cruz, embellecida y donada por “Sª Ána Gómez” conserva un privilegio especial concedido por el Comisario<br />

General de Tierra Santa en 1740: las mismas indulgencias que las cruces y coronas de Jerusalén (según Breve<br />

<strong>del</strong> Papa Inocencio XI en 1688 “a las cruces, coronas y rosarios que se hayan tocado a los lugares sagrados de<br />

Tierra Santa y a las Sagradas reliquias que hay allí.”). Este documento sin duda acerca su cronología a una<br />

fecha anterior al año 1740.<br />

La iconografía responde a las clásicas representaciones pasionistas que acompañan en general a este tipo de<br />

cruces, muy abundantes. El nombre de la inscripción se refiere sin duda a la donante y proporciona un dato<br />

sobre su posible procedencia. El hueco que esconde la puertecilla <strong>del</strong> anverso de la base debió estar destinado<br />

a depósito de reliquias, como también es común en este tipo de cruces.<br />

La clasificación de este tipo de Cruces, de las que existen numerosos ejemplares, es difícil pues los datos que<br />

sobre ellas se tienen abarcan una cronología muy extensa, desde el siglo XVI al siglo XX, y las noticias sobre<br />

su procedencia son también dispares. Los datos obtenidos con cierta base documental apoyan la propuesta<br />

más aceptada sobre su procedencia de los Santos Lugares o de conventos franciscanos <strong>del</strong> Próximo Oriente.<br />

No obstante parece que el material decorativo empleado, el nácar o madreperla que las recubre, se obtenía<br />

en las pesquerías <strong>del</strong> molusco llamado chanquo en las costas de Gujarate, la malabar o la de Bengala bajo el<br />

control de Portugal. Dicho material era empleado en muchas ocasiones en objetos de arte indoportugués, como<br />

ha estudiado Meco y Jordao 12 .<br />

En general son piezas <strong>del</strong> siglo XVII al XVIII como la cruz conservada en el Museo de San Roque de Lisboa,<br />

descrita en 1695 como obra trabajada en madera <strong>del</strong> Monte de los Olivos, con reliquias de los Santos Lugares<br />

aunque en la clasificación propuesta por los autores <strong>del</strong> Catálogo de la Exposición en la que se exhibió la<br />

presentan como obra de talleres <strong>del</strong> Próximo Oriente de la segunda mitad <strong>del</strong> siglo XVII 13 . No obstante, en<br />

la Catedral de Segovia se conserva otra pieza, muy similar a la que ahora se estudia, que representa en su<br />

base el grabado en negro de una Piedad entre dos franciscanos y al dorso el nombre de ANTONIUS OTEYZA,<br />

Burg… y la fecha 1535 14 . Si es correcta la lectura, esta pieza proporciona una cronología muy temprana en la<br />

producción de este tipo de Cruces, que en principio puede aceptarse pues se conoce un documento fechado en<br />

1545 sobre el control oficial que Portugal ejercía sobre las pesquerías <strong>del</strong> chanquo 15 .<br />

Resumiendo puede decirse que este tipo de cruces, fuese el que fuese su lugar de producción, tuvo una gran<br />

aceptación como objeto de devoción en todo el mundo cristiano, y muy preferentemente en el mundo colonial<br />

español y portugués pues en general se localizan junto a pequeñas colecciones de objetos de arte hispano-<br />

filipino o de arte indo-portugués y además Mª Paz Aguiló, en un trabajo en prensa, documenta el envío a<br />

Filipinas en 1833 de objetos procedentes de los Santos Lugares y la llegada a España <strong>del</strong> mismo tipo de objetos<br />

que incluía “cruces de nácar de relieve sin manchas” 16 . Todo ello justifica además los nombres españoles<br />

de sus posibles donantes que aparecen en ellas tanto en la toledana que se estudia como en el interesante<br />

ejemplar citado de la Catedral de Segovia.<br />

Los mo<strong>del</strong>os de las escenas y figuras representadas en negro sobre el nácar hablan de fuentes europeas, en<br />

realidad las mismas empleadas en todo el arte colonial.<br />

Margarita Estella<br />

12 MECO, José “Artes decorativas”, O Renacimiento e o Marienismo (1500-1620). Vol 3 de Historia da arte em Portugal. Coord. Vitor SERRAO, Lisboa, 2002.- JORDAO FELGUEIRAS, José “Objetos preciosos de Guzarate”, A<br />

Herança de Rauluchantim. Museo de Sâo Roque. Lisboa, 1996, 128-156.<br />

13 No caminho do Japao. Arte Oriental nas colecçoes da Santa María da Misericordia de Lisboa. Coor. Nuno VASALHO E SILVA. Lisboa, Museu de S. Roque, julio-outubro 1993. Nº Cát. 8.<br />

14 T.C.H. (M. Teresa CORTÖN DE LAS HERAS) “Cruz de Altar” El Árbol de la Vida. Edades de Hombre. Catedral de Segovia. Mayo-noviembre 2005, 204, cat 22.<br />

15 JORDAO, 1996, cit. en p. 149<br />

16 AGUILÓ, Mª Paz: En un trabajo en prensa en el que se ocupa de diferentes objetos decorados con placas de nácar o similares.<br />

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EL TIEMPO SE HA DETENIDO<br />

Han sacado a Cristo fuera de las murallas de Jerusalén,<br />

como al cordero el día de la Expiación. Al fondo las<br />

arquitecturas de la ciudad entre las que destaca la Rotonda<br />

de la Anástasis o Basílica <strong>del</strong> Santo Sepulcro. María a la<br />

derecha de la cruz, envuelta en su manto alza la cabeza<br />

para mirar a su Hijo, San Juan en actitud de caminar la<br />

observa. Ella es la mujer fuerte, al pie de la cruz, que no se<br />

desmaya como recordaba la endecha franciscana: “Stabat<br />

mater dolorosa”.<br />

Cristo ha expirado, el sol se ha oscurecido y las tinieblas<br />

cubre la tierra (Mt 27,45; Mc 15,33 y Lc 23,44). La profecía<br />

de Amós se cumple: “Aquel día, dice el Señor Yavéh, haré<br />

que se ponga el sol a mediodía, y en plena luz <strong>del</strong> día<br />

cubriré la tierra de tinieblas.”<br />

Es el día de Yavéh, prefigura <strong>del</strong> Juicio Final cuando<br />

ya no habrá necesidad de sol ni de luna que marquen los<br />

tiempos porque se habrá acabado el tiempo. Entonces, la<br />

lámpara que alumbrará será el cordero (Ap. 21, 23). Por<br />

eso acuden el sol y la luna, testigos llorosos de la conmoción<br />

de toda la tierra.


CUSTODIA DE SOL (¿Madrid?, finales <strong>del</strong><br />

siglo XVII – comienzos <strong>del</strong> XVIII. Anónimo)<br />

Alma de madera, cobre y plata dorados, en<br />

forjado, cincelado y grabado; cristal; vidrios<br />

tintados y con espejuelos.<br />

Mirando el leño de la cruz se encuentra el sentido <strong>del</strong> sufrimiento redentor.<br />

La resurrección es la victoria de la caridad sobre la muerte.<br />

Un amor resucitado por el Padre que permanece entre nosotros en la Eucaristía:<br />

Cuerpo y Sangre de Cristo.<br />

RELICARIO DEL LIGNUM CRUCIS<br />

(¿Madrid?, comienzos <strong>del</strong> siglo XVII.<br />

Anónimo)<br />

Bronce dorado, cobre, plata y plata dorada,<br />

en fundición, forjado, cincelado y grabado;<br />

esmaltes translúcidos sobre excavado;<br />

vidrio<br />

Fuente de la que beber para obtener, disfrutar y donar esta Caridad.<br />

CUSTODIA DE SOL (Madrid, 1881. Espinosa)<br />

Plata y plata dorada, forjada, fundida y<br />

cincelada; cristal<br />

Inscripción: Nª Sª de la Caridad de Illescas.<br />

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EL AMOR HUMANO<br />

El amor humano en sus múltiples formas es posible porque Cristo ha donado su Espíritu de Caridad.<br />

El matrimonio en el orden natural: hombre y mujer en una sola carne, amándose toda la vida. El amor<br />

filial y fraternal. El amor al prójimo, al desconocido, al pobre.<br />

Dios ha creado al hombre por amor y lo llama al amor, dándole la fuerza y la gracia para ello. Así,<br />

todo cristiano que vive un amor esponsal hacia Cristo, puede y desea amar a su prójimo. Y ama a su<br />

esposa, y a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, y a las personas de su entorno, a los que conoce y a los<br />

que nunca ha visto, al más menesteroso. Y desea que todos conozcan al que es el Amor verdadero, y<br />

que lo amen para encontrar la auténtica felicidad.<br />

Anónimo, San José con el Niño, óleo sobre lienzo, siglo XVII


Anónimo, Los Desposorios de José y María, óleo sobre lienzo, mediados <strong>del</strong> siglo XVII<br />

En esta escena de los Desposorios, José que lleva la vara florecida desposa a la Virgen María. Los evangelios apócrifos (no<br />

canónicos) y la Leyenda Dorada <strong>del</strong> dominico Santiago de la Vorágine <strong>del</strong> siglo XIII, cuentan que cuando María alcanzó la edad<br />

de 14 años, el sumo sacerdote <strong>del</strong> Templo quiso darle un esposo para cumplir así con la ley de Moisés. Convocó a los varones<br />

solteros y viudos, descendientes de David y colocó sus varas o bastones frente al Arca de la Alianza, pidiendo a Yavéh una señal<br />

para conocer su elección. La vara de almendro de José milagrosamente floreció y al recogerla, la paloma <strong>del</strong> Espíritu Santo se<br />

posó sobre ella, confirmando la voluntad divina.<br />

La ceremonia se representa con la imposición por parte de José <strong>del</strong> anillo nupcial en el dedo de la Virgen. El sumo sacerdote es<br />

testigo con su mano derecha bendice el enlace. Su presencia no era imprescindible entre los judíos para quienes el matrimonio<br />

no se celebraba con un rito litúrgico en el templo. De ahí que en el arte francés los novios se dan simplemente la mano en un<br />

gesto simbólico de unión conyugal, denominado por el derecho romano: Dextrarum junctio o Conjunctio manuum. Sin embargo<br />

en Italia, donde se custodiaba la reliquia <strong>del</strong> anillo de bodas de la Virgen (Peruggia), tallado en una piedra ónix o amatista, la<br />

es<br />

91|


TESTIGOS DE LA CARIDAD<br />

Este amor no acaba nunca, porque el Amor es Dios.<br />

La caridad es eterna.<br />

La historia de la Iglesia es la historia <strong>del</strong> amor de Cristo encarnado en cada generación,<br />

en los cristianos que han dado su sangre y su vida amando hasta el extremo.<br />

Forman la verdadera corona de la Virgen: hijos enamorados <strong>del</strong> Hijo,<br />

gracias a la presencia amorosa de la Madre.<br />

María, madre de la Caridad,<br />

sigue intercediendo por sus hijos para que sean ardientes en el Amor.<br />

Anónimo, Relicario de San Juan Bautista,madera policromada, finales <strong>del</strong> siglo XVI


Anónimo, Relicario de San Antonio,<br />

madera policromada, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

Anónimo, Relicario de San Lorenzo,<br />

madera policromada, finales <strong>del</strong> siglo XVI<br />

“La culminación de todas nuestras obras es el amor.<br />

Ese es el fin; para conseguirlo, hacia él corremos; una vez llegados, en él reposamos.”<br />

(S. Agustín, ep. Jo. 10, 4)


ORACIÓN<br />

¡Virgen de la Caridad,<br />

Patrona de Illescas!<br />

¡Dios te salve, María, llena de gracia!<br />

Tú eres la Hija amada <strong>del</strong> Padre,<br />

la Madre de Cristo, nuestro Dios,<br />

el Templo vivo <strong>del</strong> Espíritu Santo.<br />

Llevas en tu nombre, Virgen de la Caridad,<br />

la memoria <strong>del</strong> Dios que es Amor,<br />

el recuerdo <strong>del</strong> mandamiento nuevo de Jesús,<br />

la evocación <strong>del</strong> Espíritu Santo:<br />

amor derramado en nuestros corazones,<br />

fuego de caridad enviado en Pentecostés sobre la Iglesia,<br />

don de la plena libertad de los hijos de Dios.<br />

¡Bendita tú entre las mujeres<br />

y bendito el fruto de tu vientre, Jesús!<br />

Has venido a visitar nuestro pueblo<br />

y has querido quedarte con nosotros,<br />

en tu Santuario, como Madre y Señora de Illescas,<br />

a lo largo de su peregrinar<br />

por los caminos de la historia.<br />

Tu nombre y tu imagen están esculpidos<br />

en la mente y en el corazón de todos los illescanos,<br />

como signo de esperanza y centro de comunión fraterna.<br />

¡Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra!<br />

Ruega por nosotros ante tu Hijo Jesucristo,<br />

intercede por nosotros con tu corazón maternal,<br />

inundado de la caridad <strong>del</strong> Espíritu.<br />

Acrecienta nuestra fe, aviva la esperanza,<br />

aumenta y fortalece en nosotros el amor.<br />

Ampara nuestras familias,<br />

protege a los jóvenes y a los niños,<br />

consuela a los que sufren.<br />

Sé Madre de los fieles y de los pastores de la Iglesia,<br />

mo<strong>del</strong>o y estrella de la nueva evangelización.<br />

¡Madre de la reconciliación! ¡Virgen coronada de<br />

Illescas!<br />

Reúne a todos tus hijos en una misma mesa de amor.<br />

Haz de nuestro pueblo y de nuestra patria<br />

un hogar de hermanos y hermanas<br />

para que abramos de par en par<br />

nuestra mente, nuestro corazón y nuestra vida a Cristo,<br />

único Salvador y Redentor,<br />

que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo,<br />

por los siglos de los siglos.<br />

Amén.<br />

(Adaptación de la oración pronunciada por Juan Pablo II<br />

en Enero de 1998 en la coronación de la Virgen de la Caridad <strong>del</strong> Cobre, patrona de Cuba)


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ÍNDICE<br />

CORONACIÓN 19<br />

UNA IMAGEN CON HISTORIA 20<br />

EL HOSPITAL DE CISNEROS 26<br />

Historia <strong>del</strong> Santuario: La Santa Casa 28<br />

EL DON DE LOS MILAGROS 32<br />

DEVOCIÓN Y ADORACIÓN 34<br />

Los mantos de la Virgen de la Caridad 36<br />

Las piezas de plata y las joyas 41<br />

LA VIRGEN DE LA CARIDAD DE ILLESCAS CORONADA 49<br />

LA CORONACIÓN CANÓNICA DE IMÁGENES DE LA VIRGEN 50<br />

MARÍA ES REINA DE TODO LO CREADO 52<br />

Reina de la Caridad, Madre de misericordia 55<br />

Enaltece a los humildes 56<br />

La Glorificación de María 58<br />

LA CORONACIÓN CANÓNICA EN 1955 60<br />

EL 50 ANIVERSARIO DE LA CORONACIÓN CANONICA EN EL AÑO 2005 73<br />

EXPOSICIÓN: LA CARIDAD REINA 75<br />

Y EL VERBO SE HIZO CARNE Y EL MUNDO CONOCIÓ LA CARIDAD 77<br />

CARITAS CHRISTI 84<br />

EL AMOR HUMANO 90<br />

TESTIGOS DE LA CARIDAD 92<br />

ORACIÓN 95<br />

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