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EL SALUDO FRANCISCANO
¿Sabían ustedes que el verdadero saludo
franciscano no es paz y bien?
El verdadero saludo franciscano tiene su origen en el Evangelio de San
Mateo, que narra el mandato de Cristo a sus apóstoles y discípulos, de
saludar con la paz a todos los que encontrasen en su camino.
“Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna
persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento
de partir.
Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella...”
(Mt. 10, 12 - 13)
Estas palabras las escuchó Francisco en una misa y como no entendía lo
que quería decir, le pidió al sacerdote que le explicara y después de la
explicación dijo:
“Esto es lo que yo quiero…”
A partir de entonces Francisco saludaba diciendo:
“El Señor te de la paz”
Tal como lo dijo en su testamento escrito antes de morir: «El Señor me
reveló que para saludar debía decir: "El Señor te dé la paz"» (Test 23).
Francisco enseña este saludo a sus hermanos
En los comienzos de la Orden, yendo de viaje Francisco con un hermano
saludaba a los hombres y mujeres que se le cruzaban en el camino y a
los que trabajaban en el campo diciéndoles: «El Señor te dé la paz».
Las personas quedaban asombradas, pues nunca habían escuchado un
saludo parecido. El hermano comenzó a avergonzarse y dijo al
bienaventurado Francisco: «Hermano, permíteme emplear otro saludo».
Pero el bienaventurado Francisco le respondió: «Déjales hablar así; No
te avergüences, hermano».
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