Visiones y balances - Publicaciones de la Universidad de Alicante
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PUBLICACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE Roque Moreno Fonseret Francisco Sevillano Calero (eds.) EL FRANQUISMO Visiones y balances
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PUBLICACIONES<br />
DE LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE<br />
Roque Moreno Fonseret<br />
Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
EL FRANQUISMO<br />
<strong>Visiones</strong> y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong>
© Roque Moreno Fonseret<br />
Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero<br />
© <strong>de</strong> <strong>la</strong> presente edición<br />
<strong>Publicaciones</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong><br />
Campus <strong>de</strong> San Vicente s/n<br />
03690 San Vicente <strong>de</strong>l Raspeig<br />
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propiedad intelectual.<br />
Estos créditos pertenecen a <strong>la</strong> edición<br />
impresa <strong>de</strong> <strong>la</strong> obra.<br />
Edición electrónica:<br />
Espagrafic
Roque Moreno Fonseret<br />
Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo<br />
<strong>Visiones</strong> y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
Apéndice
Portada<br />
Créditos<br />
Índice<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5<br />
1. La experiencia personal, por si pudiera servir . . . . . . . .7<br />
2. Fuentes orales y represión <strong>de</strong> guerra en <strong>Alicante</strong> . . . .11<br />
3. Fuentes orales y represión <strong>de</strong> posguerra . . . . . . . . . .49<br />
4. A manera <strong>de</strong> conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .85<br />
Notas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> historia<br />
Me propongo en este trabajo ofrecer una muestra <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong>s posibilida<strong>de</strong>s que <strong>la</strong>s Fuentes Orales proporcionan<br />
a cualquier investigador re<strong>la</strong>cionado con <strong>la</strong><br />
Historia Contemporánea y, especialmente, a los especialistas<br />
<strong>de</strong>l l<strong>la</strong>mado Tiempo Presente. Entiendo que <strong>la</strong> utilización <strong>de</strong>l<br />
testimonio como fuente <strong>de</strong> investigación no nos convierte a<br />
sus practicantes en historiadores orales, porque sería una<br />
suerte <strong>de</strong> fundamentalismo metodológico que no conduce a<br />
ningún sitio. Por ello, consi<strong>de</strong>ro preferible hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> fuentes<br />
orales, y no tanto <strong>de</strong> Historia Oral, como alternativa <strong>de</strong> una<br />
historia convencional realizada sobre <strong>la</strong> base <strong>de</strong> fuentes<br />
escritas. Si se piensa en una investigación acerca <strong>de</strong>l<br />
Franquismo, <strong>de</strong> <strong>la</strong> Transición o <strong>de</strong> <strong>la</strong>s décadas <strong>de</strong> los ochen-<br />
ÍNDICE<br />
5
ta o noventa en un marco geográficamente limitado, como<br />
pueda ser el <strong>de</strong> una ciudad o una provincia, rechazar por<br />
principios <strong>la</strong> Fuente Oral como una herramienta más parece<br />
poco inteligente. Otra cosa es <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> costumbre, porque<br />
tampoco se requiere ni una gran experiencia como entrevistador,<br />
ni <strong>la</strong> realización <strong>de</strong> un master ad hoc (nota 1).<br />
Simplemente basta con <strong>la</strong> búsqueda <strong>de</strong> informantes a partir<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> documentación escrita o <strong>de</strong> <strong>la</strong> bo<strong>la</strong> <strong>de</strong> nieve (unos informantes<br />
conducen a otros nuevos), un par <strong>de</strong> grabadoras para<br />
que el testimonio que<strong>de</strong> bien registrado, paciencia para transcribir<br />
y, finalmente, incorporar <strong>la</strong> fuente oral, junto al resto <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> documentación utilizada, al re<strong>la</strong>to histórico. Tengo <strong>la</strong> impresión<br />
que, así consi<strong>de</strong>radas, a <strong>la</strong>s Fuentes Orales no le <strong>de</strong>ben<br />
quedar muchos <strong>de</strong>tractores. Probablemente, al que no le convenza<br />
será más por comodidad que por cualquier otra razón.<br />
Es verdad que el historiador metido a entrevistador se convierte<br />
en un competidor <strong>de</strong> otros asaltantes callejeros, tales<br />
como testigos <strong>de</strong> Jehová, agresivos agentes <strong>de</strong> seguros,<br />
encuestadores telefónicos perversos y otras muchas formas<br />
<strong>de</strong> alterar <strong>la</strong> privacidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas. Es, por tanto, un trabajo<br />
<strong>de</strong>nso, con el que se apren<strong>de</strong> a escuchar, a respetar opiniones<br />
(en ocasiones poco respetables, <strong>de</strong>l tipo «Hitler era un<br />
patriota») y con el que, sin lugar a dudas, se enriquece enor-<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
6
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
memente el conocimiento histórico, con <strong>la</strong> ventaja añadida <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> creación, en el transcurso <strong>de</strong> <strong>la</strong> investigación, <strong>de</strong> una nueva<br />
fuente <strong>de</strong> conocimiento y <strong>de</strong> nuevos archivos. Los límites <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong>s Fuentes Orales son, huelga <strong>de</strong>cirlo, puramente biológicos.<br />
Los testimonios que se recogen aquí fueron grabados entre<br />
1984 y 1992 y <strong>la</strong> mayor parte <strong>de</strong> los informantes ya han fallecido.<br />
A <strong>la</strong> altura <strong>de</strong>l siglo en <strong>la</strong> que nos encontramos, <strong>la</strong> II<br />
República y <strong>la</strong> Guerra Civil son etapas históricas cada vez<br />
más agotadas porque encontrar personas que tuvieran protagonismo<br />
en aquellos años (y que estén físicamente en condiciones<br />
<strong>de</strong> contarlo) resulta cada vez más complicado. Nos<br />
queda, pues, <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> investigar el Franquismo y con<br />
no <strong>de</strong>masiadas posibilida<strong>de</strong>s para los primeros años <strong>de</strong>l régimen:<br />
alcal<strong>de</strong>s, concejales, profesionales diversos, opositores<br />
al régimen y un <strong>la</strong>rgo etcétera son, y por poco tiempo, los testimonios<br />
más urgentes.<br />
1. La experiencia personal, por si pudiera servir<br />
En mi caso, como tantos otros, oí hab<strong>la</strong>r por vez primera <strong>de</strong><br />
Historia Oral y <strong>de</strong> Fuentes Orales a partir <strong>de</strong> <strong>la</strong> publicación en<br />
1979 <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> Ronald Fraser, Recuérdalo tú y recuérdalo<br />
a otros. Aquel<strong>la</strong> lectura (inolvidable) y <strong>la</strong>s posteriores <strong>de</strong>l propio<br />
Fraser, <strong>de</strong> Paul Thompson, <strong>de</strong> Merce<strong>de</strong>s Vi<strong>la</strong>nova, <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
ÍNDICE<br />
7
evista Historia y Fuente Oral y <strong>de</strong> tantos otros (nota 2) me<br />
convirtieron no so<strong>la</strong>mente en un <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />
Fuentes Orales, sino en un ferviente y doble practicante,<br />
tanto en mi <strong>la</strong>bor docente como en <strong>la</strong> tesis doctoral que preparé<br />
sobre <strong>la</strong> represión <strong>de</strong> guerra y posguerra en <strong>la</strong> provincia<br />
<strong>de</strong> <strong>Alicante</strong>. Si <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber realizado más <strong>de</strong> un centenar<br />
<strong>de</strong> entrevistas sigo <strong>de</strong>fendiendo <strong>la</strong> utilidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Fuentes<br />
Orales, me parece esencial recordar, <strong>de</strong> acuerdo con el profesor<br />
Juan Martínez Leal (nota 3), que <strong>la</strong>s Fuentes Orales no<br />
tienen sentido sin un trabajo previo con <strong>la</strong>s fuentes tradicionales<br />
<strong>de</strong>l historiador, tanto archivísticas como hemerográficas.<br />
Son, ciertamente, un camino <strong>de</strong> ida y vuelta: <strong>la</strong>s fuentes<br />
escritas llevan a <strong>la</strong>s fuentes orales y éstas, <strong>de</strong> nuevo, a aquél<strong>la</strong>s.<br />
Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista docente, como profesor <strong>de</strong><br />
Enseñanzas Medias, primero, y como profesor universitario,<br />
<strong>de</strong>spués, he propuesto, siempre que me ha sido posible, a<br />
mis alumnos que hicieran algún trabajo con Fuentes Orales,<br />
preferiblemente con familiares cercanos. Escuchar y grabar<br />
varias horas a <strong>la</strong>s abue<strong>la</strong>s primero y a los abuelos <strong>de</strong>spués,<br />
y por este or<strong>de</strong>n porque es costumbre que el alumno (e incluso<br />
<strong>la</strong> alumna) consi<strong>de</strong>re que su abuelo tiene «más historia»<br />
que su abue<strong>la</strong>, me ha parecido siempre un procedimiento efi-<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
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Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
caz para l<strong>la</strong>mar <strong>la</strong> atención sobre <strong>la</strong> evolución <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mentalida<strong>de</strong>s,<br />
<strong>de</strong>l trabajo, <strong>de</strong> <strong>la</strong> condición <strong>de</strong> <strong>la</strong> mujer, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s enfermeda<strong>de</strong>s,<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong>s vivencias políticas, <strong>de</strong> <strong>la</strong> educación y <strong>la</strong> cultura<br />
y otras muchas cuestiones que pue<strong>de</strong>n ser así analizadas<br />
no so<strong>la</strong>mente en el contexto general que permite el au<strong>la</strong><br />
sino en el más cercano al propio estudiante. Creo que mientras<br />
trabaje en <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> Historia no <strong>de</strong>jaré <strong>de</strong> recomendar<br />
<strong>la</strong> experiencia y, en el ámbito <strong>de</strong> <strong>la</strong> Comunidad<br />
Valenciana, son ya numerosas <strong>la</strong>s investigaciones realizadas<br />
a partir <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Fuentes Orales. Si se mantiene una mínima<br />
continuidad, los centros educativos y los archivos municipales<br />
pue<strong>de</strong>n contar con fondos orales y documentales (todo el<br />
material al que se acce<strong>de</strong> a través <strong>de</strong> <strong>la</strong>s entrevistas: fotografías,<br />
memorias y documentos <strong>de</strong> todo tipo) <strong>de</strong> enorme valor.<br />
En estas tierras merece <strong>la</strong> pena <strong>de</strong>stacar un esfuerzo realizado<br />
por un buen grupo <strong>de</strong> historiadores que consiguió poner<br />
en marcha, bajo los auspicios <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Cultura Juan Gil<br />
Albert, un archivo provincial <strong>de</strong> Fuentes Orales al que fueron<br />
a parar <strong>la</strong>s cintas magnetofónicas, <strong>la</strong>s transcripciones y todo<br />
el material documental y fotográfico resultante <strong>de</strong> investigaciones<br />
diversas, re<strong>la</strong>cionadas con <strong>la</strong> II República, <strong>la</strong> Guerra<br />
Civil, <strong>la</strong> posguerra, los movimientos migratorios y el<br />
Movimiento Asambleario <strong>de</strong> <strong>la</strong> Transición. El archivo nació a<br />
ÍNDICE<br />
9
finales <strong>de</strong> 1991 y fue completando un fondo que superó <strong>la</strong>s<br />
250 entrevistas con más <strong>de</strong> 350 horas <strong>de</strong> grabación (nota 4).<br />
Pero, como suele suce<strong>de</strong>r por estos pagos, con el cambio<br />
político y <strong>la</strong> llegada a <strong>la</strong> Diputación <strong>de</strong>l Partido Popu<strong>la</strong>r, los<br />
nuevos responsables <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Cultura Juan Gil Albert<br />
<strong>de</strong>bieron consi<strong>de</strong>rar que <strong>la</strong>s Fuentes Orales es cosa <strong>de</strong> gente<br />
<strong>de</strong> poco fiar (o al menos <strong>de</strong> personas que no tienen aspecto<br />
<strong>de</strong> centro) y pusieron fin a <strong>la</strong> continuidad <strong>de</strong> los proyectos y<br />
<strong>de</strong>l propio archivo. Por <strong>la</strong>s informaciones que tengo, no so<strong>la</strong>mente<br />
no se ha potenciado ni un sólo proyecto <strong>de</strong> investigación,<br />
sino que se ponen trabas a <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r consultar<br />
el material cedido por los investigadores, precisamente, con<br />
ese exclusivo fin. Pero hay que ser optimistas: al menos por<br />
ahora no han quemado <strong>la</strong>s cintas magnetofónicas y el que<br />
más y el que menos tiene copias <strong>de</strong> seguridad en su casa.<br />
Visto, pues, el apoyo <strong>de</strong> nuestras instituciones culturales, fue<br />
necesaria <strong>la</strong> puesta en marcha <strong>de</strong> un nuevo mecanismo que<br />
pusiera en contacto a investigadores re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong>s<br />
Fuentes Orales. Nació así, en 1997, AVIFOR, <strong>la</strong> Asociación<br />
Valenciana <strong>de</strong> Investigadores con Fuentes Orales, vincu<strong>la</strong>da<br />
al <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Humanida<strong>de</strong>s Contemporáneas <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
<strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong> y con representantes <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> Comunidad (nota 5).<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
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Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
2. Fuentes orales y represión <strong>de</strong> guerra en <strong>Alicante</strong><br />
Como investigador, al centrarme en un aspecto específico <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> guerra y posguerra españo<strong>la</strong>s, como fue el <strong>de</strong> <strong>la</strong> represión,<br />
tuve ocasión <strong>de</strong> entrevistar a un buen número <strong>de</strong> personas a<br />
lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> <strong>la</strong> provincia. Como es lógico, <strong>la</strong> selección <strong>de</strong> informantes<br />
se produce a partir <strong>de</strong> <strong>la</strong>s fuentes escritas, en el caso<br />
al que me refiero, <strong>de</strong> los informes <strong>de</strong> <strong>la</strong> Causa General, <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
prensa, <strong>de</strong> <strong>la</strong> documentación <strong>de</strong> los archivos municipales, <strong>de</strong><br />
los partidos políticos y sindicatos y <strong>de</strong> mil maneras diferentes.<br />
A partir <strong>de</strong> ahí, un testimonio suele llevar a otro. En un asunto<br />
como el <strong>de</strong> <strong>la</strong> represión, complejo, re<strong>la</strong>cionado con un<br />
momento histórico excepcional y que suele <strong>de</strong>jar (en uno<br />
como en otro bando) <strong>la</strong>s menos pistas documentales posibles,<br />
<strong>la</strong>s fuentes orales ayudan a superar <strong>la</strong> mera cuantificación<br />
y aña<strong>de</strong>n, en muchos casos, una información <strong>de</strong> enorme<br />
valor histórico. Veamos, a modo <strong>de</strong> ejemplo, cómo los testimonios<br />
ofrecen respuesta a algunas cuestiones relevantes y<br />
<strong>de</strong> qué forman enriquecen el conocimiento <strong>de</strong> aspectos sobre<br />
los que, en <strong>la</strong> mayor parte <strong>de</strong> los casos, no existe documentación<br />
alternativa.<br />
Los prolegómenos <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra: el 20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1936<br />
«El 20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1936 yo me encontraba en el cementerio<br />
enterrando a un abuelo mío al que, por cierto le habían<br />
ÍNDICE<br />
11
dado una paliza. Des<strong>de</strong> allí pu<strong>de</strong> observar <strong>la</strong> humareda<br />
inmensa que produjo <strong>la</strong> quema <strong>de</strong> iglesias y otros edificios. Al<br />
día siguiente me fui <strong>de</strong> Elche (...)»<br />
(Bruno Rodríguez Sánchez, fa<strong>la</strong>ngista. Elche, 21 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1986)<br />
«Des<strong>de</strong> mi casa lo vi todo: los tiros <strong>de</strong>l teniente <strong>de</strong> asalto, ahí<br />
en <strong>la</strong> esquina y los guardias <strong>de</strong> asalto que se <strong>de</strong>jaron los fusiles<br />
aquí al <strong>la</strong>do por no matar a <strong>la</strong> gente. La paliza que le pegaron<br />
al teniente Toni, un hombre <strong>de</strong> 70 años que luego sería<br />
<strong>de</strong> los 17 fusi<strong>la</strong>dos. ¡Unos chicuelos <strong>de</strong> 18 ó 20 años pegando<br />
una paliza a un hombre <strong>de</strong> 70 años! Quemaron <strong>la</strong><br />
Tómbo<strong>la</strong>. Pasó <strong>la</strong> manifestación en p<strong>la</strong>n pacífico y había dos<br />
piquetes con <strong>la</strong> consigna <strong>de</strong> que cuando llegara a <strong>la</strong> Glorieta<br />
empezar. Recuerdo que uno <strong>de</strong> aquí <strong>de</strong> Elche, cuyos hermanos<br />
son todos amigos míos y a sus chiquillos los he operado<br />
a todos y los aprecio, pero aquel hombre, <strong>la</strong> cosa política <strong>de</strong>l<br />
momento, <strong>la</strong> borrachera <strong>de</strong> los comunistas <strong>de</strong> entonces, ahí<br />
en <strong>la</strong> verja <strong>de</strong> <strong>la</strong> Glorieta dijo: ‘¡Camaradas! No tengáis prisa,<br />
calma, aquí no tiene que quedar na’. Así lo hicieron, quemaron<br />
todas <strong>la</strong>s iglesias, El Radical que estaba en lo que hoy es<br />
el Casino, Acción Católica y <strong>la</strong> CEDA, don<strong>de</strong> está hoy <strong>la</strong> joyería<br />
Mancheño, <strong>la</strong> Acción Cívica <strong>de</strong> <strong>la</strong> Mujer que ocupaba el<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
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Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
edificio <strong>de</strong>l antiguo Casino. Una verda<strong>de</strong>ra masacre. Todo eso<br />
fue el 20 <strong>de</strong> febrero, jueves. Inolvidable (...)»<br />
(Francisco Galán Giner, fa<strong>la</strong>ngista. Elche, 7 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1989)<br />
«El famoso 20 <strong>de</strong> febrero lo viví intensamente. Aquel día <strong>la</strong><br />
Guardia <strong>de</strong> Asalto estaba in<strong>de</strong>cisa <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los inci<strong>de</strong>ntes<br />
que provocó su teniente Sánchez Meseguer. Manuel<br />
Rodríguez quiso hab<strong>la</strong>r con ellos para que se pusieran junto<br />
al pueblo. Me dijo que fuera con él y vino también Carmen<br />
Juan. Rodríguez sacó un pañuelo b<strong>la</strong>nco y los guardias <strong>de</strong>jaron<br />
<strong>de</strong> apuntarnos. Habló con los sargentos y salió el hermano<br />
<strong>de</strong>l teniente y preguntó por él. Rodríguez le contestó que<br />
estaba vivo aunque merecía estar muerto por lo que había<br />
provocado (...). De allí nos fuimos tranquilos pero al llegar al<br />
convento <strong>de</strong> <strong>la</strong>s C<strong>la</strong>risas vimos a un grupo <strong>de</strong> hombres y<br />
mujeres frenéticos que querían quemar el convento. Manuel<br />
Rodríguez me dijo que tratara <strong>de</strong> evitarlo. Entretanto, me<br />
encontré con uno <strong>de</strong> los heridos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Glorieta con los intestinos<br />
fuera, diciéndome que le vengara. En <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za <strong>de</strong><br />
Mariano Antón estaba <strong>la</strong> gente gritando enfervorecida.<br />
Conseguí introducirme y vi a <strong>la</strong> portera pálida a <strong>la</strong> que <strong>la</strong><br />
gente le pedía <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>ves para pren<strong>de</strong>r fuego al edificio.<br />
Llevaba una cesta con l<strong>la</strong>ves, vírgenes, escapu<strong>la</strong>rios y rosa-<br />
ÍNDICE<br />
13
ios. Les dimos <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>ves y se fueron. Yo no creo en los mi<strong>la</strong>gros<br />
pero aquello bien lo parecía. Le pregunté a <strong>la</strong> portera por<br />
<strong>la</strong>s monjas, entré y <strong>la</strong>s vi rezando. Cerré <strong>la</strong> puerta y les dije<br />
que salieran. Salieron siete monjitas. Me asomé y no había<br />
nadie. Yo conocía a Galán, que tenía una oficina muy cerca y<br />
allí <strong>la</strong>s llevé. Aquel hombre me dijo que no le complicara pero<br />
le amenacé y le forcé a que <strong>la</strong>s <strong>de</strong>jara estar en su casa. Yo<br />
llevaba una <strong>de</strong>tonadora para hacer ruido y supongo me sirvió<br />
en aquellos momentos (...)»<br />
(Francisca Vázquez Gonzálvez, socialista.<br />
Elche, 1 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1986)<br />
«Recuerdo el 20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1936. Hubo una manifestación<br />
en <strong>la</strong> que yo iba y al pasar por <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong> lo que se l<strong>la</strong>maba<br />
el ‘Centro <strong>de</strong> Caballeros’ <strong>de</strong> <strong>la</strong> calle Mayor –Acción<br />
Popu<strong>la</strong>r–, algo que por cierto me achacaron luego a mí, en mi<br />
expediente, algo que presencié pero en lo que no participé.<br />
Resulta que se tiraron cuatro piedras, se rompieron los cristales<br />
pero no hubo más, ni asalto ni nada (...)»<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
(Vicente Escu<strong>de</strong>ro Esquer, socialista.<br />
14<br />
Orihue<strong>la</strong>, 8 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1991)
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
La aparición <strong>de</strong> Fa<strong>la</strong>nge Españo<strong>la</strong> y el trasvase masivo <strong>de</strong><br />
militantes <strong>de</strong> <strong>la</strong> JAP a Fa<strong>la</strong>nge tras <strong>la</strong> <strong>de</strong>rrota electoral <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
<strong>de</strong>recha en febrero <strong>de</strong> 1936<br />
«Con anterioridad a <strong>la</strong>s elecciones <strong>de</strong> 1933 ingresé en <strong>la</strong>s<br />
Juventu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Acción Popu<strong>la</strong>r (JAP). Aquí en Elche <strong>la</strong> JAP<br />
era <strong>la</strong> organización juvenil <strong>de</strong> Derecha Ilicitana. Éramos un<br />
centenar <strong>de</strong> afiliados, al margen <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres que formaba<br />
su propio grupo. El presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> <strong>la</strong> JAP era Pepe Maciá. Mis<br />
razones para militar a los 16 años eran <strong>de</strong> índole religiosa.<br />
Como católico creí que ése era el lugar en el que <strong>de</strong>bía estar.<br />
Recuerdo que nos reuníamos en el local <strong>de</strong> Acción Católica,<br />
local que fue quemado el 20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1936 (...).<br />
Precisamente a partir <strong>de</strong>l 20 <strong>de</strong> febrero y ante el panorama<br />
<strong>de</strong> una <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>struida, <strong>la</strong> gente <strong>de</strong> <strong>la</strong> JAP pasamos casi<br />
en bloque a Fa<strong>la</strong>nge. Creo que con anterioridad a esta fecha,<br />
Fa<strong>la</strong>nge en Elche contaría con un escaso número <strong>de</strong> militan-<br />
tes. Quizá unos 50, pero <strong>de</strong>sconozco <strong>la</strong> cifra porque, por lo<br />
<strong>de</strong>más, estaba organizada c<strong>la</strong>n<strong>de</strong>stinamente. Ni tan siquiera<br />
pue<strong>de</strong> hab<strong>la</strong>rse <strong>de</strong> que hubiera jefes (...)»<br />
(Bruno Rodríguez Sánchez, fa<strong>la</strong>ngista. Elche, 21 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1986)<br />
ÍNDICE<br />
15
«Ingresé en Fa<strong>la</strong>nge poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l 20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong><br />
1936, cuando se pasó a Fa<strong>la</strong>nge <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
JAP, algunos requetés (por ejemplo Alfredo y Pepe Tormo) y<br />
otros sin militancia anterior. En total poco más <strong>de</strong> un centenar.<br />
Así que a partir <strong>de</strong> esa fecha funcionó en Elche una centuria<br />
organizada en escuadras <strong>de</strong> 4 a 6 militantes (...)»<br />
(Fernando Campos Sánchez, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
Elche, 3 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1986)<br />
«Antes <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra, <strong>la</strong> verdad es que en <strong>Alicante</strong> éramos<br />
unos 90 fa<strong>la</strong>ngistas. Fa<strong>la</strong>nge su fundó en <strong>Alicante</strong> en 1933<br />
con un triunvirato formado por Francisco Vidal Quereda,<br />
Francisco Maestre Bernabeu -que vive– y el tercero era José<br />
María Maciá, el hermano <strong>de</strong> ‘El pollo’. El que organizó<br />
Fa<strong>la</strong>nge fue el padre <strong>de</strong> don Luis Romero, el que fue secretario<br />
general <strong>de</strong>l Gobierno Civil. Se l<strong>la</strong>maba Pascual Romero<br />
Ors. Éste fue el que reunió a <strong>la</strong> gente en un piso <strong>de</strong> <strong>la</strong> calle<br />
Italia, don<strong>de</strong> vivía don José Bohigas. Yo estaba con los estudiantes<br />
católicos cuando ingresé en Fa<strong>la</strong>nge y tenía compañeros<br />
en Fa<strong>la</strong>nge, en <strong>la</strong> FUE o en <strong>la</strong>s Juventu<strong>de</strong>s Anarquistas<br />
y nos llevábamos todos muy bien. Me afilié en 1933 y <strong>la</strong> familia<br />
<strong>de</strong> Bohigas y todos los Maestre (Genoveva, que luego<br />
sería con<strong>de</strong>nada a muerte; Francisco; Juana y Juan, que fue<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
16
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
oficial <strong>de</strong>l Ejército Nacional). Los padres <strong>de</strong> éstos venían a<br />
casa todos los días y a mí me afilió Francisco Maestre, que<br />
ahora vive en Zaragoza. Creo que llevaba todavía pantalón<br />
corto porque nací en 1918. Tenía 15 años. Antes <strong>de</strong> lo <strong>de</strong><br />
Fa<strong>la</strong>nge nos habíamos afiliado a <strong>la</strong>s JONS. Cuando nos presentaron<br />
<strong>la</strong> ficha se nos preguntaba cosas como si sabíamos<br />
subir en moto y si nos gustaría, si sabíamos y queríamos conducir,<br />
si nos gustaban <strong>la</strong>s armas... Esto era atractivo para los<br />
jóvenes (...)»<br />
(Agatángelo Soler Llorca, fa<strong>la</strong>ngista. <strong>Alicante</strong>, 19 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1990)<br />
«En <strong>la</strong> guerra nos incautaron <strong>la</strong> fábrica y a mi padre le metieron<br />
en <strong>la</strong> cárcel. Yo estaba estudiando peritaje entonces tras<br />
haber terminado el bachiller (...). Milité en <strong>la</strong> JAP a los 15<br />
años porque todos mis amigos estaban allí. Pero fue una<br />
cosa <strong>de</strong> amigos, <strong>de</strong> ir los domingos al baile que se hacía allí<br />
(...). Cuando llegó <strong>la</strong> guerra, el mero hecho <strong>de</strong> ser estudiante<br />
te convertía en un fascista. Fa<strong>la</strong>nge se formó en Jijona a través<br />
<strong>de</strong> <strong>Alicante</strong>. Hubo gente que fue a ver a <strong>la</strong> cárcel a José<br />
Antonio (...)»<br />
ÍNDICE<br />
(Fernando Galiana Carbonell, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
17<br />
Jijona, 23 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1991)
«Aquí se formó una milicia fa<strong>la</strong>ngista con el barón <strong>de</strong> <strong>la</strong> Lin<strong>de</strong><br />
como jefe. A éste lo fusi<strong>la</strong>ron en guerra en <strong>Alicante</strong> y <strong>la</strong> familia<br />
no quiso que se tras<strong>la</strong>dara el cadáver a Orihue<strong>la</strong>. Organizó<br />
Fa<strong>la</strong>nge en Orihue<strong>la</strong> a base <strong>de</strong> meter a un montón <strong>de</strong> huertanos<br />
<strong>de</strong> Molins, como ganado. Creo que en el juicio contra el<br />
barón varios fa<strong>la</strong>ngistas <strong>de</strong> Orihue<strong>la</strong> le echaron todas <strong>la</strong>s culpas<br />
a él y por ello, cuando terminó <strong>la</strong> guerra, <strong>la</strong> familia se<br />
opuso al tras<strong>la</strong>do a Orihue<strong>la</strong>. Senén era el hombre <strong>de</strong> confianza<br />
<strong>de</strong>l barón. A estos fa<strong>la</strong>ngistas, señoritos con pisto<strong>la</strong>,<br />
los únicos que les podían p<strong>la</strong>ntar cara eran <strong>la</strong>s Juventu<strong>de</strong>s<br />
Socialistas, <strong>la</strong>s únicas que estaban organizadas. Recuerdo<br />
que los huertanos <strong>de</strong> Molins vinieron a <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rar a <strong>la</strong> Comisión<br />
<strong>de</strong> Or<strong>de</strong>n Público, más <strong>de</strong> doscientos huertanos, que estaban<br />
en <strong>la</strong>s fichas <strong>de</strong> Fa<strong>la</strong>nge y que <strong>la</strong> mayoría no sabían ni lo que<br />
era aquello. Con <strong>la</strong> irrupción <strong>de</strong> Fa<strong>la</strong>nge en 1936 <strong>la</strong> tranquilidad<br />
terminó (...)»<br />
(Vicente Escu<strong>de</strong>ro Esquer, socialista.<br />
Orihue<strong>la</strong>, 8 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1991)<br />
La búsqueda incesante <strong>de</strong> armas por parte <strong>de</strong> fa<strong>la</strong>ngistas <strong>de</strong><br />
Alcoy, Elche o Callosa <strong>de</strong>l Segura. Empresarios alcoyanos<br />
que financian a grupos fa<strong>la</strong>ngistas o fa<strong>la</strong>ngistas ilicitanos que<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
18
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
marchan a Francia en busca <strong>de</strong> armas. Anarquistas alcoyanos<br />
que sortean semanalmente «pipa y tabaco»<br />
«Íbamos a Callosa <strong>de</strong>l Segura a traer sellos <strong>de</strong> José Antonio<br />
y se recogió dinero <strong>de</strong> fabricantes para comprar armas. Creo<br />
que se consiguieron 70 u 80 pisto<strong>la</strong>s ‘T. Unión’. Para ello fueron<br />
a Francia Vicente Asencio Torres, Manuel Ruiz Bru y<br />
Santiago Canales en un taxi. Posteriormente, Antonio Gras<br />
se encargó <strong>de</strong> repartir<strong>la</strong>s escondiéndo<strong>la</strong>s en un capazo <strong>de</strong> su<br />
bicicleta. Recuerdo que en casa <strong>de</strong> José Serrano era don<strong>de</strong><br />
más pisto<strong>la</strong>s había. Se hizo por razones <strong>de</strong> seguridad, puesto<br />
que tuvimos que escon<strong>de</strong>rnos y <strong>de</strong>saparecer <strong>de</strong> Elche.<br />
Nos l<strong>la</strong>maban ‘pandorgos’ o ‘fachas’(...)»<br />
(Fernando Campos Sánchez, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
Elche, 3 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1986)<br />
«Compramos 100 camisas azules en Má<strong>la</strong>ga y fuimos por<br />
el<strong>la</strong>s a <strong>la</strong> estación. No teníamos una perra. Algún industrial<br />
nos dio dinero como Roque Monllor que era dueño <strong>de</strong> un<br />
tinte. Fui uno <strong>de</strong> los que fue a ver a este señor. Le dijimos<br />
queríamos salvar a España. El nos contestó: ‘¿A salvar<br />
España uste<strong>de</strong>s? Tomen y que Dios les proteja’. Aquello fue<br />
una aventura juvenil. Hoy proce<strong>de</strong>ríamos <strong>de</strong> otra manera (...)»<br />
ÍNDICE<br />
(Rafael Coloma Payá, fa<strong>la</strong>ngista. Alcoy, 8 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1989)<br />
19
«En el Centro <strong>de</strong> Estudios Sociales, antes <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra,<br />
semanalmente se hacía una rifa que sin disimulos se <strong>de</strong>cía<br />
que consistía en una ‘pipa y tabaco’. En el argot ácrata una<br />
pisto<strong>la</strong> y munición. Tal vez esas fueron <strong>la</strong>s verda<strong>de</strong>ras armas<br />
con <strong>la</strong>s que se contó <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1936.<br />
Tengamos presente que con estas pisto<strong>la</strong>s que casi todas<br />
eran <strong>de</strong>l calibre 6,65 ó 7,65 se tenía que hacer frente a una<br />
sublevación (...)»<br />
(Mario Brotons Jordá, cenetista. Alcoy, 7 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1987)<br />
Las innumerables visitas (auténticas romerías) <strong>de</strong> fa<strong>la</strong>ngistas<br />
a José Antonio Primo <strong>de</strong> Rivera. Y algunas propuestas poco<br />
menos que estrambóticas realizadas al fundador <strong>de</strong> Fa<strong>la</strong>nge<br />
«En el mes <strong>de</strong> abril fui a ver a José Antonio en <strong>la</strong> cárcel.<br />
Utilicé el nombre <strong>de</strong> un periodista <strong>de</strong> B<strong>la</strong>nco y Negro <strong>de</strong><br />
Madrid para que no constara mi nombre. Fuimos 3 ó 4 a verle.<br />
Nos dio muchos ánimos y estaba enterado. Estuvimos con él<br />
5 ó 10 minutos. Y fuimos nosotros a liberarlo, aunque <strong>de</strong> esto<br />
no se ha ocupado más que una revista que se l<strong>la</strong>maba<br />
Domingo, editada en Zaragoza. Me hicieron una ma<strong>la</strong> pasada.<br />
En Alcoy estaba el cuñado <strong>de</strong> Gómez Soler –que aún<br />
vive–, que puso el coche y él mismo conducía. También<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
20
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
Gómez Soler. Yo llevaba una pisto<strong>la</strong> ametral<strong>la</strong>dora envuelta<br />
en un papel <strong>de</strong> confitería por <strong>la</strong>s calles <strong>de</strong> Alcoy. Cuando llegamos<br />
a <strong>la</strong>s afueras, me dijo Gómez Soler: ‘Coloma, tu ahora<br />
eres <strong>la</strong> víctima. Hemos salido <strong>de</strong> Alcoy tres personas. Si nos<br />
han seguido saben que somos tres y, si Dios quiere, volveremos<br />
<strong>de</strong> <strong>Alicante</strong> tres personas. Así que bájate y vuélvete a<br />
Alcoy’. Me bajé y entré en Alcoy por <strong>la</strong> parte alta. Fueron<br />
Gómez Soler y su cuñado a <strong>la</strong> Cárcel Provincial a sacar a<br />
José Antonio para ponerlo al frente <strong>de</strong>l Alzamiento. Faltarían<br />
unos días. Les dijo que no quería salir, que saldría a su hora<br />
(...)»<br />
(Rafael Coloma Payá, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
Alcoy, 8 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1989)<br />
«Después comenzamos a preparar <strong>la</strong> Marcha sobre Madrid,<br />
con <strong>la</strong>s instrucciones que recibíamos <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong> o <strong>de</strong><br />
Madrid. Nuestro jefe era Antonio García Llácer. Sobre aquello<br />
faltaba <strong>la</strong> fecha y luego se <strong>de</strong>sconvocó, pero mientras, invertimos<br />
seis o siete mil pesetas en alimentos para <strong>la</strong> gente que<br />
tuviera que ir en camiones. Eso se perdió (...)»<br />
ÍNDICE<br />
(Rafael Coloma Payá, fa<strong>la</strong>ngista. Alcoy, 8 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1989)<br />
21
La connivencia entre militares y fa<strong>la</strong>ngistas tanto en Alcoy<br />
como en <strong>Alicante</strong> a <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> participar en el golpe, pero<br />
también <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> coordinación entre unos y otros. Los reproches<br />
fa<strong>la</strong>ngistas a los responsables militares <strong>de</strong> una y otra<br />
ciudad<br />
«Camilo Can<strong>de</strong><strong>la</strong> era teniente <strong>de</strong> infantería. A este hombre le<br />
faltó pegarle un tiro al coronel, privó en él <strong>la</strong> or<strong>de</strong>nanza, porque<br />
era un tío cojonudo. Había un teniente coronel en Alcoy<br />
que mataron en <strong>Alicante</strong> en <strong>la</strong> saca <strong>de</strong> los 52 por un bombar<strong>de</strong>o<br />
que hubo en <strong>Alicante</strong>. Se dio el caso chusco que<br />
luego lo citaron a juicio. Can<strong>de</strong><strong>la</strong> falló porque don<strong>de</strong> hubo una<br />
guarnición y hubo un tío que pegara un tiro, ahí ganaba<br />
España. En Alcoy falló. Teníamos Albacete y si Alcoy se<br />
hubiera levantado, habría que ver que hubiera pasado en<br />
Valencia. Porque en Alcoy cuando se veía a seis guardias<br />
civiles montados a caballo, <strong>la</strong> gente se cagaba encima.<br />
Mucho anarquista pero cuando no hubiera nadie enfrente.<br />
Aquí no quedó ni guardia civil ni guardia <strong>de</strong> asalto, se los llevaron<br />
enseguida al frente (...)»<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
22<br />
(Rafael Coloma Payá, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
Alcoy, 8 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1989)
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
«Los militares, cuando se reunían en los cuartos <strong>de</strong> ban<strong>de</strong>ras<br />
<strong>de</strong>cían ‘café’, que significaba Camaradas, Arriba Fa<strong>la</strong>nge<br />
Españo<strong>la</strong>, pero en <strong>Alicante</strong> no había conexión entre militares<br />
y fa<strong>la</strong>ngistas. Aquí seguíamos lo que <strong>de</strong>cía José Antonio.<br />
Cuando teníamos que recoger <strong>la</strong>s armas en el Paseo <strong>de</strong><br />
Ga<strong>de</strong>a fue días antes <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1936»<br />
(Agatángelo Soler Llorca, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
<strong>Alicante</strong>, 19 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1990)<br />
«Ingresé en el ejército el 1 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1931, voluntario. La<br />
guerra me cogió en el Regimiento <strong>de</strong> Infantería <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong>.<br />
Presencié los fusi<strong>la</strong>mientos <strong>de</strong> general Aldave, <strong>de</strong>l teniente<br />
coronel Ojeda, <strong>de</strong>l comandante Sintes Pellicer, Meca Romero<br />
y <strong>de</strong> los tenientes Robles y Pascual. Al estal<strong>la</strong>r el Movimiento<br />
era suboficial, estaba al mando <strong>de</strong> <strong>la</strong> guardia <strong>de</strong> <strong>la</strong> Cárcel<br />
Provincial, don<strong>de</strong> estaban José Antonio, Margarita Larios y<br />
Miguel Primo <strong>de</strong> Rivera. Por cierto, gracias a nosotros no<br />
hubo allí una masacre, porque cada noche, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
cárcel, se presentaba allí un centenar <strong>de</strong> tíos armados. Yo<br />
estaba al mando <strong>de</strong> un pelotón y no me relevaron hasta septiembre<br />
<strong>de</strong> 1936, ya que al ascen<strong>de</strong>r me mandaron a<br />
Segorbe, don<strong>de</strong> estaba <strong>la</strong> p<strong>la</strong>na mayor <strong>de</strong>l Regimiento. En<br />
ese tiempo vi sacar gente <strong>de</strong> allí y aparecer los cadáveres en<br />
ÍNDICE<br />
23
<strong>la</strong>s cunetas. También presencié el fusi<strong>la</strong>miento <strong>de</strong> los 52 <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
Vega Baja (...). Yo no llegué a oír conversaciones sobre <strong>la</strong><br />
conspiración. Era cosa <strong>de</strong> los oficiales, pero sí vi lo que pasaba<br />
en <strong>la</strong>s compañías días antes <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> julio. La tropa dormía<br />
con los fusiles y alguna vez el oficial <strong>de</strong> mando hacía formar<br />
<strong>la</strong> tropa y mandaba que los fusiles estuvieran cerrados y<br />
a los pocos momentos los soldados volvían a cogerlos. De<br />
sargentos para abajo, todos estaban <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l Gobierno<br />
(...)»<br />
(Carmelo Hernán<strong>de</strong>z Cortés, militar. <strong>Alicante</strong>, 26 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1990)<br />
La movilización política y sindical como respuesta al golpe <strong>de</strong><br />
estado <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1936. La multiplicidad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res<br />
municipales: Ayuntamientos, Consejos <strong>de</strong> Defensa, Comités<br />
<strong>de</strong>l Frente Popu<strong>la</strong>r<br />
«En 1936 me afilié al Partido Comunista. Creo que lo que me<br />
llevó a tomar esa <strong>de</strong>cisión fue porque sus soldados eran los<br />
más aguerridos y por el or<strong>de</strong>n que el partido supo imponer. El<br />
PCE formaba soldados <strong>de</strong> vanguardia. Había un ambiente<br />
formidable en 1936. Quizá por ello <strong>la</strong> gente que se sublevó no<br />
pudo con nosotros en los primeros momentos <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra.<br />
Socialistas y comunistas nos llevábamos bien a principios <strong>de</strong><br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
24
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
<strong>la</strong> contienda. Con <strong>la</strong> CNT nos soportábamos. Había un<br />
Comité <strong>de</strong> En<strong>la</strong>ce PSOE-PCE (...)»<br />
(Antonio Moll Máñez, comunista. Elche, 16 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
«Las milicias en Elche se crearon como consecuencia <strong>de</strong> un<br />
mandato socialista: una policía ‘cívica’ que recogía <strong>la</strong>s armas<br />
que tenía <strong>la</strong> gente <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechas, que contro<strong>la</strong>ba <strong>la</strong>s carreteras<br />
y los puestos <strong>de</strong> vigi<strong>la</strong>ncia. Así empezó el Consejo Local <strong>de</strong><br />
Milicias con un miembro por cada una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s fuerzas <strong>de</strong>l<br />
Frente Popu<strong>la</strong>r. El presi<strong>de</strong>nte era yo. Se formó cinco días <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> iniciada <strong>la</strong> guerra. Las armas –más <strong>de</strong> un centenar–<br />
se fueron <strong>de</strong>jando en el Ayuntamiento y éste fue el armazón<br />
que por <strong>la</strong> guerra el Ayuntamiento consi<strong>de</strong>ró que <strong>de</strong>bía crearse.<br />
Ni <strong>la</strong> Guardia <strong>de</strong> Asalto ni <strong>la</strong> Guardia Civil nos merecía<br />
confianza aunque luego se incorporaran. Ese Consejo <strong>de</strong><br />
Milicias instruyó militarmente a todos sus miembros. Su cuartel<br />
general estaba en lo que hoy es <strong>la</strong> Mutua Ilicitana. Unos<br />
700 u 800 hombres y unas pocas mujeres como Rita García<br />
en alimentación. Nos <strong>de</strong>dicábamos todas <strong>la</strong>s tar<strong>de</strong>s a ir a un<br />
campo <strong>de</strong> fútbol don<strong>de</strong> se formaban secciones, compañías y<br />
se hacían ejercicios <strong>de</strong> tipo militar: marcar el paso, or<strong>de</strong>nanzas<br />
(...)»<br />
ÍNDICE<br />
(Manuel Arabid Cantós, socialista. Elche, 19 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1986)<br />
25
«El papel <strong>de</strong> Manuel Rodríguez como alcal<strong>de</strong> es <strong>de</strong>cisivo en<br />
el tema <strong>de</strong> <strong>la</strong>s muertes <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra, por <strong>la</strong> autoridad moral<br />
que tenía en aquellos momentos. De no haber tenido Elche<br />
un alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> su autoridad moral, porque se le respetaba<br />
incluso por quienes no eran socialistas, si en <strong>la</strong> alcaldía<br />
hubiera estado un pelele... Elche tuvo <strong>la</strong> suerte <strong>de</strong> tener a<br />
Manuel Rodríguez y que a éste le sustituyera Juan<br />
Hernán<strong>de</strong>z (...). Lo que se trató <strong>de</strong> impedir es que pudiera ir<br />
gente al pa<strong>la</strong>cio <strong>de</strong> Altamira para pasear a <strong>la</strong> gente. Esto no<br />
le interesaba al gobierno <strong>de</strong> <strong>la</strong> República, no le interesó<br />
nunca. Tenías enfrentamientos y cosas con gente que venía<br />
al Ayuntamiento diciendo que le habían matado a un familiar.<br />
C<strong>la</strong>ro que había una exigencia <strong>de</strong> sangre por quienes tenían<br />
muertos en el frente. Al primer marido <strong>de</strong> mi hermana lo<br />
mataron en el frente -se fue voluntario–. Venía gente: ‘¡Han<br />
matado a mi hijo!... ¡A esos los mato!’ (...)»<br />
(Juan Vives García, socialista. Elche, 11 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1988)<br />
Las <strong>de</strong>tenciones <strong>de</strong>l verano <strong>de</strong> 1936<br />
«El seis <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>tuvieron a mi padre -también farmacéutico–<br />
y entonces yo me enteré que si me encontraban a mí,<br />
soltarían a mi padre. ¡Con 18 años y sin saber manejar un<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
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Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
arma! Procuré quedarme quieto a pesar <strong>de</strong> que pu<strong>de</strong> irme en<br />
un barco, como se habían ido Felipe Bergé y otros. Se iban<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya con patines. Así que me cogieron el mismo<br />
seis <strong>de</strong> agosto y <strong>la</strong> cárcel era una fiesta, porque allí estaba el<br />
Casino en pleno, todos los <strong>de</strong> Gil Robles, muchos fa<strong>la</strong>ngistas,<br />
toda <strong>la</strong> buena sociedad alicantina, los curas... A nadie le<br />
entraba en <strong>la</strong> cabeza –al fin y al cabo <strong>Alicante</strong> tenía una mentalidad<br />
liberal– <strong>de</strong>tener a don José Lamanié o a don Ramón<br />
Bono, un hombre con un gran bigote b<strong>la</strong>nco. Hasta que se<br />
empezó a matar a gente. Yo tenía mucho miedo por mi padre<br />
porque en los interrogatorios que me hicieron a mí nunca<br />
negué que fuera fa<strong>la</strong>ngista. No quería negarlo porque podía<br />
confundirles con mi padre, al l<strong>la</strong>marse igual que yo. A<strong>de</strong>más,<br />
cuando me enseñaban sellos <strong>de</strong> Fa<strong>la</strong>nge Españo<strong>la</strong> <strong>de</strong> cinco<br />
pesetas, mi padre pagaba a los fa<strong>la</strong>ngistas, a los carlistas, a<br />
los monárquicos... el que no podía pagar era yo (...)»<br />
(Agatángelo Soler Llorca, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
<strong>Alicante</strong>, 19 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1990)<br />
El anticlericalismo como acto simbólico <strong>de</strong> afirmación antifascista.<br />
Los pueblos se incorporaban a <strong>la</strong> revolución quemando<br />
sus imágenes religiosas. A partir <strong>de</strong> julio y agosto <strong>de</strong> 1936<br />
ÍNDICE<br />
27
hubiera resultado poco menos que una provocación (y un<br />
peligro) <strong>de</strong>jar una iglesia intacta<br />
«Al principio <strong>de</strong> <strong>la</strong> República, había un periodiquito anticlerical<br />
que aquello era asqueroso, era una bazofia: La Traca.Me<br />
acuerdo <strong>de</strong> una portada con un cura gordo quemando una<br />
mujer y diciendo: ‘El fuego todo lo purifica’. Es <strong>de</strong>cir, me <strong>la</strong> he<br />
chafado y ahora <strong>la</strong> quemo»<br />
(Francisco Galán Giner, fa<strong>la</strong>ngista. Elche, 7 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1989)<br />
«Aquí en Dolores durante <strong>la</strong> guerra, en agosto <strong>de</strong> 1936, se<br />
quemaron <strong>la</strong>s imágenes <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia. Aquel día yo estuve trabajando<br />
en <strong>la</strong> huerta y recuerdo que por <strong>la</strong> noche fui todavía<br />
sin cambiar <strong>de</strong> ropa a <strong>la</strong> casa en <strong>la</strong> que servía mi mujer y <strong>la</strong><br />
señora me preguntó ‘si nos habíamos divertido’. Yo le dije <strong>de</strong><br />
don<strong>de</strong> venía y el<strong>la</strong> se dio cuenta por el barro que llevaba encima.<br />
Hoy pienso que si me hubiera cogido en Dolores posiblemente<br />
hubiera participado, pero simplemente aquel día no<br />
estuve (...). Sobre los golpes que recibió <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
Virgen <strong>de</strong> los Dolores, luego me enteré que uno que se le<br />
conocía como ‘Guerrero’ cargado <strong>de</strong> copas se fue a ver a un<br />
herrero a por un martillo. Fue ‘Guerrero’ solo el que rompió <strong>la</strong><br />
pared don<strong>de</strong> estaba guardada <strong>la</strong> imagen y el que <strong>la</strong> dañó.<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
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Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
Había otro que estaba fuera y el cabo mirando. Cuando aquel<br />
juez me dijo que se me acusaba <strong>de</strong> lo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia y me trajo<br />
a los dos que me habían <strong>de</strong>nunciado, entre ellos el propio<br />
‘Guerrero’, le dijeron al juez que habían firmado sin saber lo<br />
que se <strong>de</strong>cía en el informe y que yo no tuve que ver ni en lo<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> iglesia ni en lo <strong>de</strong>l cuartel <strong>de</strong> <strong>la</strong> Guardia Civil <strong>de</strong><br />
Torrevieja (...)»<br />
(Francisco Martínez Pérez, comunista.<br />
Dolores, 17 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1986)<br />
«Se quemaron los santos porque apretaban <strong>de</strong> otros pueblos<br />
<strong>de</strong> los alre<strong>de</strong>dores que ya los habían quemado. Venía gente<br />
y nos preguntaba por qué no se hacía nada. Así que hicimos<br />
una hoguera en <strong>la</strong> iglesia para que nos <strong>de</strong>jaran en paz. Pero<br />
<strong>de</strong> saqueos <strong>de</strong> casas, nada (...)»<br />
(Manuel Segura Berná, comunista. Albatera,<br />
10 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1986)<br />
Las sacas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cárceles. No se elige al azar. La autorización<br />
política por el Comité correspondiente<br />
«El 28 <strong>de</strong> noviembre hubo un bombar<strong>de</strong>o y por <strong>la</strong> noche<br />
comenzaron a l<strong>la</strong>mar y sabíamos que iban a matarnos. Nos<br />
ÍNDICE<br />
29
l<strong>la</strong>maron por lista y yo tenía que ir en el primer camión, pero<br />
al querer matar a dos hermanos juntos, Alfonso y Fe<strong>de</strong>rico<br />
Soto Chapuli, o lo que fuera, lo que ocurrió es que no fui en<br />
<strong>la</strong> primera tanda. Cuando volvió el camión, yo ya estaba<br />
muerto y entonces me encontré en <strong>la</strong> cárcel, muerto (...). En<br />
<strong>la</strong> saca <strong>de</strong>l 29 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1936 se utilizó el camión <strong>de</strong>l<br />
Hércules. Se llenó una vez y luego volvieron a llenarlo, pero<br />
comenzaron a oírse <strong>la</strong>s sirenas porque continuaba el bombar<strong>de</strong>o<br />
y se llevaron a <strong>la</strong> gente a <strong>la</strong> Cárcel Provincial y ya no<br />
mataron a más gente. También pudo influir <strong>la</strong> intervención <strong>de</strong><br />
los consu<strong>la</strong>dos en <strong>Alicante</strong>. Por mí, por ejemplo, se había<br />
interesado el cónsul inglés y el consu<strong>la</strong>do inglés había comunicado<br />
a Londres <strong>la</strong> matanza, porque no se trataba <strong>de</strong> los <strong>de</strong><br />
Callosa, que habían pasado por un juicio y un tribunal, sino<br />
<strong>de</strong> un asesinato en masa <strong>de</strong> 52 personas (...)<br />
(Agatángelo Soler Llorca, fa<strong>la</strong>ngista. <strong>Alicante</strong>, 19 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1990)<br />
«En <strong>la</strong> Cárcel Provincial aquel<strong>la</strong> gente llegaba cada noche<br />
para sacar a los presos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechas y darles el paseo. Un<br />
capitán me dijo que ni aunque fuera con una or<strong>de</strong>n por escrito,<br />
si él no iba que yo no permitiera que se me relevara.<br />
Estaba el pelotón que yo mandaba y otro <strong>de</strong> carabineros.<br />
Había que poner dos centine<strong>la</strong>s en cada garita. También<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
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Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
había Guardia Civil con una ametral<strong>la</strong>dora para evitar el asalto,<br />
asalto que no se llegó a producir, al menos durante el tiempo<br />
que estuve allí. Era gente armada con fusiles, eran <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
FAI, comunistas... De extrema izquierda todos, algunos llevaban<br />
el pañuelo rojo y negro (...). Mi pelotón lo formaban 15<br />
soldados, dos cabos, el corneta y el sargento al mando.<br />
Luego habría 5 ó 6 Guardias Civiles y otros tantos <strong>de</strong><br />
Carabineros. Presos serían 300 o más. A José Antonio se le<br />
veía pasar por un patio con Miguel y Margarita Larios. Tenían<br />
un gato. Pero cuando lo fusi<strong>la</strong>ron yo no estaba allí (...)»<br />
(Carmelo Hernán<strong>de</strong>z Cortés, militar. <strong>Alicante</strong>, 26 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1990)<br />
El paseo como resultado <strong>de</strong> <strong>la</strong> actuación <strong>de</strong> partidos y sindicatos:<br />
ni espontaneidad, ni incontro<strong>la</strong>dos, ni turbas, ni violencia<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong>s masas frentepopulistas. Como me contó un militante<br />
socialista ilicitano: cada partido o cada sindicato elegía<br />
a quién matar y se encargaba directamente <strong>de</strong> <strong>la</strong> ejecución.<br />
De ahí <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> vehículos municipales e, incluso, <strong>la</strong><br />
participación en ocasiones <strong>de</strong> guardias municipales en los<br />
asesinatos. El paseo como exhibición <strong>de</strong>l terror. Los cadáveres<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas asesinadas (tonyines se les l<strong>la</strong>mó en<br />
Elche) no se escon<strong>de</strong>n: se muestran en <strong>la</strong>s cunetas <strong>de</strong> los<br />
caminos, a <strong>la</strong> vista <strong>de</strong> todos.<br />
ÍNDICE<br />
31
«Aquí en Elche los paseos tuvieron lugar siendo alcal<strong>de</strong><br />
Manuel Rodríguez Martínez, hasta el 18 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1936.<br />
Con su sustituto, ‘Cucaleta’ –Juan Hernán<strong>de</strong>z Rizo– no se<br />
paseó a nadie. Aquel 18 <strong>de</strong> octubre mataron a mi padre,<br />
Antonio Campos, a Arísti<strong>de</strong>s Botel<strong>la</strong>, a Jerónimo Antón, a<br />
José Mas y a Gaspar Quiles en <strong>la</strong> carretera <strong>de</strong> Aspe. Uno que<br />
le l<strong>la</strong>maban ‘el tío cojo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s bicicletas’ pudo escapar tirándose<br />
a <strong>la</strong> cuneta, al igual que se salvó también Lorenzo<br />
Quiles Boix. Aquel<strong>la</strong> misma noche mataron en otro lugar al<br />
padres <strong>de</strong> los Gomis ‘Carnases’. Sobre todo esto, Francisco<br />
Sánchez Llebrés consiguió una lista que tenía en su po<strong>de</strong>r un<br />
comunista que le l<strong>la</strong>maban ‘Salud’(...)»<br />
(Fernando Campos Sánchez, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
Elche, 3 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1986)<br />
«En aquel verano <strong>de</strong> 1936, cuando se divulgaba <strong>la</strong> noticia <strong>de</strong><br />
que había algún cadáver en una carretera, se veía auténticas<br />
romerías <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>s fábricas para presenciarlo. Aquello fue<br />
una epi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> cretinismo. El razocinio no funcionó y los<br />
verdugos eran gente insensible. Recuerdo que uno <strong>de</strong> ellos<br />
era un hombre bajito que llevaba unas muñequeras con<br />
ba<strong>la</strong>s. Era un matarife <strong>de</strong>l Mata<strong>de</strong>ro Municipal. La gente <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
CEDA o <strong>de</strong> <strong>la</strong> JAP, <strong>de</strong> adversarios pasaron a convertirse en<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
32
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
enemigos. Y <strong>la</strong> militancia les llevaba a <strong>la</strong> cárcel. Des<strong>de</strong> luego,<br />
se vivió <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un miedo horroroso que hacía que <strong>la</strong> gente<br />
que se sentía amenazada no durmiera en sus casas.<br />
Tampoco faltó cobardía. A veces no se <strong>de</strong>fendía ni a los propios<br />
parientes por miedo, y eso <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra continuó<br />
igual (...)»<br />
(Francisco Agulló Marco, in<strong>de</strong>pendiente.<br />
Elche, 19 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1986)<br />
«A mi padre lo mataron sin que hubiera el más mínimo motivo.<br />
Él ni <strong>de</strong>stacó como católico, ni militó en ningún partido<br />
político alguno. Primero lo encerraron en el Hospital y se lo<br />
llevaron. Lo mataron junto al jefe <strong>de</strong> teléfonos <strong>de</strong> Elche y a<br />
otro que era cojo. Éste intentó escapar pero lo cogieron y lo<br />
mataron. El que consiguió escapar fue Quiles. Éste nos hizo<br />
<strong>de</strong>spués una visita y pudo contarnos quienes intervinieron.<br />
Precisamente, cuando me quedé viuda tuve que consultar <strong>la</strong><br />
prensa <strong>de</strong> los primeros meses <strong>de</strong> <strong>la</strong> posguerra para saber<br />
quienes mataron a mi padre y po<strong>de</strong>r rec<strong>la</strong>mar una pensión <strong>de</strong><br />
orfandad. En <strong>la</strong> Gaceta <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong> encontré que fusi<strong>la</strong>ron a<br />
Carlos Torres Soler por haber matado a mi padre. Cuando<br />
<strong>de</strong>tuvieron a mi padre, mi madre y yo fuimos a <strong>Alicante</strong> a ver<br />
a un tal Mora que era familiar nuestro y que trabajaba en el<br />
ÍNDICE<br />
33
Gobierno Civil. Fuimos a su casa y nos dijo que no se podía<br />
hacer nada. El cadáver <strong>de</strong> mi padre lo encontró mi marido en<br />
Carrús. Todavía le hicieron <strong>la</strong> autopsia ¡para ver <strong>de</strong> que había<br />
muerto! Le sacaron cinco ba<strong>la</strong>s. Sin entierro <strong>de</strong> ningún tipo mi<br />
marido se encargó <strong>de</strong> darle sepultura en el panteón familiar.<br />
Nunca hemos encontrado explicación a su asesinato. Quizá<br />
uno <strong>de</strong> los primeros fa<strong>la</strong>ngistas –un tal Manolo, que era procurador<br />
y que se casó tres veces sin que murieran sus dos<br />
primeras mujeres–, quizá le sacó a mi padre algún donativo y<br />
por ahí pudo venir todo, pero nunca lo hemos podido saber.<br />
Recuerdo que una compañera <strong>de</strong> instituto que era <strong>de</strong> izquierdas<br />
y que hoy está internada en un manicomio -<strong>la</strong> ‘Mecha’–,<br />
cuando mi padre le dijo: ‘¿A mí no me pasará nada, no?’, el<strong>la</strong><br />
le contestó que estaba ‘un poquet senya<strong>la</strong>et’. Cuando a mi<br />
padre lo mataron, <strong>la</strong> gente conocida nos rehuía. Tenían miedo<br />
<strong>de</strong> saludarnos y para evitar retirarnos el saludo, hacían por no<br />
tropezarse con nosotros. Yo creo que <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s municipales<br />
no hicieron nada por evitar estas cosas (...)»<br />
(Aurelia Coquil<strong>la</strong>t Samper. Elche, 9 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1988)<br />
La aparición en muchos municipios <strong>de</strong> auténticos criminales<br />
<strong>de</strong> guerra que mataron durante los primeros meses <strong>de</strong> gue-<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
34
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
rra con total impunidad. Des<strong>de</strong> responsables <strong>de</strong> partidos políticos,<br />
por ejemplo en el caso <strong>de</strong> Elche el hombre fuerte <strong>de</strong>l<br />
Partido Comunista local fue el inductor <strong>de</strong> un buen número <strong>de</strong><br />
paseos. En el caso <strong>de</strong> Orihue<strong>la</strong> un advenedizo a <strong>la</strong> política se<br />
convirtió en el matón <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad. Llegó a asesinar no sólo a<br />
personas <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechas sino a un pobre torero con el que tuvo<br />
una discusión por querer participar en un festejo taurino.<br />
Pero, si se me permite <strong>la</strong> licencia, un animal vestido y calzado<br />
que dispuso <strong>de</strong> vidas a su antojo sin que nadie en <strong>la</strong> ciudad<br />
fuera capaz <strong>de</strong> pararle los pies. Un militante quizás<br />
incontro<strong>la</strong>do, pero ¿incontro<strong>la</strong>ble? En el caso <strong>de</strong> Alcoy, un<br />
grupo limitado <strong>de</strong> anarquistas llevó <strong>la</strong> voz cantante y mató<br />
con una discreción infrecuente: los cadáveres aparecían en<br />
Llosa <strong>de</strong> Ranes o en Rotglà i Corberà a muchos kilómetros<br />
<strong>de</strong> Alcoy<br />
«Pincelito fue un personaje c<strong>la</strong>ve en Orihue<strong>la</strong>. Tendría unos<br />
odios concentrados contra cierta gente. Actuaba por su cuenta.<br />
Persiguió a mucha gente <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechas. De Orihue<strong>la</strong> no era.<br />
Estuvo o con los comunistas o con <strong>la</strong> CNT, pero no lo recuerdo<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Partido Socialista. Quizá comunista. Sin ningún<br />
tipo <strong>de</strong> formación política, pero en aquellos momentos el que<br />
tenía más arrestos... No lo conocí personalmente. Echó mano<br />
ÍNDICE<br />
35
<strong>de</strong> <strong>la</strong> pisto<strong>la</strong> y se convirtió en autoridad pero sin tener significación<br />
política alguna. Un advenedizo (...)»<br />
(Vicente Escu<strong>de</strong>ro Esquer, socialista.<br />
Orihue<strong>la</strong>, 8 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1991)<br />
«Respecto a <strong>la</strong>s persecuciones que hubo en Elche, personalmente<br />
pu<strong>de</strong> escuchar cómo un militante comunista se<br />
jactó él solo, <strong>de</strong> haber matado a 15 personas. Supe que <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra fue fusi<strong>la</strong>do. También recuerdo que<br />
Mangraneta, estando en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za <strong>de</strong> Mariano Antón vio pasear<br />
a un hombre <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechas y comentó con un amigo que por<br />
qué esa noche no terminaban con él. Al día siguiente apareció<br />
muerto (...)»<br />
(Joaquín Lucerga Sánchez, republicano.<br />
Elche, 30 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1984)<br />
«Yo no he sabido nunca por qué se mataba a <strong>la</strong> gente. A mi<br />
me acusaron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un juzgado <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong> y eso pasó a <strong>la</strong><br />
DGS. Me acusaron <strong>de</strong> haber sido jefe <strong>de</strong> una checa. Lo único<br />
que recuerdo fue una vez que vi un coche lleno <strong>de</strong> sangre. Lo<br />
llevaban ‘Els Petits’, Pepín y Manolín Rodríguez. Uno <strong>de</strong> ellos<br />
vive en Uruguay y el otro murió en Toulouse. Lo <strong>de</strong> los pase-<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
36
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
os salió <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Juventu<strong>de</strong>s Comunistas y <strong>de</strong> <strong>la</strong> CNT. No sé si<br />
el PSOE tuvo que ver, pero no lo creo. Supongo que, sobre<br />
todo, el Partido Comunista, pero no lo puedo asegurar (...)»<br />
(Leopoldo Maestre Micó, Izquierda Republicana.<br />
Elche, 10 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1986)<br />
Pueblos que supieron <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r <strong>la</strong> integridad <strong>de</strong> sus ciudadanos<br />
<strong>de</strong> propios y, sobre todo, <strong>de</strong> extraños. Un buen ejemplo<br />
es Santa Po<strong>la</strong>. Personas <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechas <strong>de</strong> otros lugares encontraron<br />
en <strong>la</strong> vil<strong>la</strong> marinera un excelente refugio y no se recataron<br />
a <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> ensalzar al Comité local <strong>de</strong>l Frente Popu<strong>la</strong>r<br />
«Como <strong>la</strong> casa nuestra estaba ocupada, nos fuimos a Santa<br />
Po<strong>la</strong> y allí estábamos muy a gusto. Aquello era el paraiso<br />
terrenal en esta zona, porque el jefe <strong>de</strong>l Frente Popu<strong>la</strong>r era<br />
Joaquinet, un maestro albañil que se jugó el tipo para salvar<br />
a gente <strong>de</strong> Elche (...)»<br />
(Francisco Galán Giner, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
Elche, 7, 9 y 12 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1989)<br />
«En Albatera, los primeros años <strong>de</strong> <strong>la</strong> República se pasaron<br />
con tranquilidad. No había diferencias <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se y había armonía.<br />
De fa<strong>la</strong>ngistas, nada. De los 4 ó 5 caciques que había en<br />
Albatera no nos podíamos quejar. A don Clementino Aznar<br />
ÍNDICE<br />
37
que fue alcal<strong>de</strong> lo sacaron para fusi<strong>la</strong>rle y nadie se atrevió.<br />
Vino gente <strong>de</strong> fuera a matar. Vinieron <strong>de</strong> Novelda y eran <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
CNT (...) A principios <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra hubo <strong>de</strong>tenciones, pero<br />
estaban más seguros en nuestras manos que en sus casas.<br />
Nació <strong>de</strong> nosotros mismos que no se matara a nadie (...)»<br />
(Manuel Segura Berná, comunista.<br />
Albatera, 10 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1986)<br />
La represión en los frentes <strong>de</strong> guerra. El caso <strong>de</strong>l Batallón<br />
Elche: tres <strong>de</strong>rechistas enro<strong>la</strong>dos a <strong>la</strong> fuerza tras haber permanecido<br />
en <strong>la</strong> cárcel consiguen pasar a líneas enemigas.<br />
Sus compañeros pagarán por ello. De <strong>la</strong> misma manera,<br />
informes personales enviados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los Ayuntamientos propiciaron<br />
muchas muertes en los frentes<br />
«El uno <strong>de</strong> agosto, cuando iba con mi familia en un coche, me<br />
<strong>de</strong>tuvieron en <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za Mayor y fui encarce<strong>la</strong>do en el castillo<br />
<strong>de</strong> Altamira, don<strong>de</strong> había mucha gente y, sobre todo, gente<br />
mayor (...). Para los que éramos muy jóvenes y podíamos<br />
empuñar un arma, abrieron un ban<strong>de</strong>rín <strong>de</strong> enganche y, con<br />
tal <strong>de</strong> salir <strong>de</strong> allí, nos apuntamos una treintena al Batallón<br />
Elche y a <strong>la</strong> Columna <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong>. El 28 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1937<br />
salimos en tren (...). Tras unos días llegamos a Carabanchel,<br />
don<strong>de</strong> nos concentraron el grupo esco<strong>la</strong>r Mariana Pineda.<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
38
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
Nos sentíamos vigi<strong>la</strong>dos pero no sufrimos malos tratos (...). A<br />
los tres meses justos, el 28 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1937 a <strong>la</strong>s cuatro <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> tar<strong>de</strong>, nos escapamos Jaime Buigues, Diego Botel<strong>la</strong> y yo.<br />
Fue una huida fácil pero muy peligrosa. Lo habíamos preparado:<br />
existía un frente continuo y <strong>de</strong> tramo en tramo un escucha.<br />
Muy cerca <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> ellos saltamos <strong>la</strong> trinchera y<br />
comenzamos a correr. Ninguno <strong>de</strong> los dos escuchas que teníamos<br />
más cerca nos vieron, ni tampoco se percataron al otro<br />
<strong>la</strong>do <strong>de</strong> <strong>la</strong>s líneas. Entre ambas trincheras había una val<strong>la</strong> <strong>de</strong><br />
mampostería <strong>de</strong> poco más <strong>de</strong> un metro. La saltamos, nos<br />
recuperamos <strong>de</strong> <strong>la</strong> tensión que llevábamos encima y nos<br />
acercamos agitando trapos <strong>de</strong> te<strong>la</strong>s b<strong>la</strong>nca para evitar que<br />
nos dispararan los nacionales. Por fin, nos encontramos a un<br />
zapador que nos llevó ante un capitán. Una vez en el bando<br />
nacional, nos mandaron a Navalcarnero, don<strong>de</strong> estuvimos<br />
<strong>de</strong>tenidos una noche. Nos atendieron, pudimos oír misa <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> varios meses y <strong>de</strong> allí fuimos a Leganés y a Ta<strong>la</strong>vera<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> Reina (...)»<br />
(Bruno Rodríguez Sánchez, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
Elche, 21 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1986)<br />
«En el frente coincidí con Bruno Rodríguez, Ismael Chinchil<strong>la</strong><br />
y Gaspar Mora, fa<strong>la</strong>ngistas enro<strong>la</strong>dos a <strong>la</strong> fuerza en 1937 tras<br />
su estancia en el pa<strong>la</strong>cio <strong>de</strong> Altamira. Precisamente, yo me<br />
ÍNDICE<br />
39
tuve que escapar <strong>de</strong>l frente para abrazar a mi madre cuando<br />
el fallecimiento <strong>de</strong> mi padre y, en cambio, a Gasparín Mora sí<br />
le dieron permiso para ver a su padre en <strong>la</strong> cárcel. Primero se<br />
escapó Bruno, luego Gasparín y a continuación vinieron <strong>la</strong>s<br />
represalias con el resto. Fue una situación muy ma<strong>la</strong>.<br />
Recuerdo a Juan Castaño, hijo <strong>de</strong> un comerciante <strong>de</strong> <strong>la</strong> calle<br />
<strong>de</strong>l Salvador. Tuve <strong>la</strong> fortuna <strong>de</strong> conocerlo y salí con él en<br />
Madrid. Era muy buen chico. A mí me <strong>de</strong>shizo moralmente<br />
cuando lo ejecutaron. No sé quién tomó <strong>la</strong> <strong>de</strong>cisión (...)»<br />
(Antonio Moll Máñez, comunista.<br />
Elche, 16 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
«Como teníamos gente que había estado presa, hubo una<br />
l<strong>la</strong>mada <strong>de</strong> atención diciendo que no intentaran pasarse al<br />
enemigo. Se pasaron 3 ó 4 y dieron <strong>la</strong>s coor<strong>de</strong>nadas <strong>de</strong> nuestras<br />
líneas. Hubo combates con mortero y explotó un fortín<br />
con armas y murieron tres soldados. Hubo una represión,<br />
aunque el mando trató <strong>de</strong> impedirlo. Fueron 17 los cadáveres<br />
que vinieron <strong>de</strong> Madrid (...)»<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
(Manuel Arabid Cantós, socialista.<br />
40<br />
Elche, 19 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1986)
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
«Socorro B<strong>la</strong>nco». Detenciones a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra por<br />
haber contribuido con dinero para presos políticos<br />
«Recuerdo también el caso <strong>de</strong> un individuo que llegó a Elche<br />
en 1938 y que pedía dinero para los <strong>de</strong>tenidos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechas.<br />
A veces se anunciaba él mismo como agente <strong>de</strong> Franco. A mí<br />
me pidió dinero aunque no me hiciera <strong>la</strong> misma confesión. Le<br />
di mil pesetas y eso me costó unos siete meses <strong>de</strong> cárcel <strong>de</strong><br />
prisión en una cheka <strong>de</strong> Valencia, en unas condiciones<br />
<strong>la</strong>mentables (...)»<br />
(Joaquín Lucerga Sánchez, republicano.<br />
Elche, 30 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1984)<br />
La visita <strong>de</strong> <strong>la</strong> Columna <strong>de</strong> Hierro por algunos pueblos <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
provincia: en el caso <strong>de</strong> Elche, saqueo masivo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tiendas<br />
<strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad mientras <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s municipales<br />
observaban por <strong>la</strong>s ventanas <strong>de</strong>l Consistorio el <strong>de</strong>saguisado<br />
«Lo que si me contaron fue <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong> <strong>la</strong> Columna <strong>de</strong><br />
Hierro a Elche. Aparecieron en un camión y fueron al<br />
Ayuntamiento. Allí p<strong>la</strong>ntaron una ametral<strong>la</strong>dora y saquearon<br />
relojerías. Traían con ellos unas putangas. Una vez cargados<br />
<strong>de</strong> relojes, el Ayuntamiento tuvo que l<strong>la</strong>mar a Palmiro para<br />
ÍNDICE<br />
41
que fuera a verlos para evitar una matanza. Devolvieron lo<br />
sustraído (...)»<br />
(Antonio Moll Máñez, comunista.<br />
Elche, 16 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
La cultura anarquista. La influencia <strong>de</strong> maestros anarquistas<br />
como Rueda en Petrer, Domingo Germinal en Elche o<br />
Enrique Vañó en Alcoy. Igualmente, el influjo <strong>de</strong> teóricos<br />
como Vargas Vi<strong>la</strong> entre los anarquistas alcoyanos<br />
«El sentimiento anticristiano o anticatólico Alcoy lo lleva <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> masa. Alcoy tiene dos sentimientos: el anticlericalismo<br />
y el anarquismo. El anarquismo heredado <strong>de</strong>l siglo pasado.Y<br />
lo tienen personas como un consuegro mío que tiene un<br />
piso en Alcoy espléndido, un apartamento en San Juan y dos<br />
coches ¡y continua siendo anarquista! Y sobre el anticlericalismo,<br />
no hay pueblo que como Alcoy se haya pasado tres<br />
años <strong>de</strong>rribando tres templos. El 29 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1939 tuve<br />
que ir yo a Santa María, que estaba ya en los cimientos, y<br />
<strong>de</strong>cirles a los albañiles: ‘¡Qué ya está bien, que ya se ha terminado<br />
<strong>la</strong> guerra, a casa, coño!’ ¡Hasta <strong>la</strong>s campanas! Se ve<br />
hoy en <strong>la</strong> reconstrucción que <strong>de</strong>jaron en pie metro y medio.<br />
¡Tres años! Tengo unas fotografías que lo <strong>de</strong>muestran. Santa<br />
María que era neoclásica, San Agustín un gótico incipiente y<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
42
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
San Francisco que era un barroco excepcional. Todo a hacer<br />
puñetas. Pero es que en Alcoy si llega a estar <strong>la</strong> catedral <strong>de</strong><br />
Burgos, ¡se <strong>la</strong> hubieran cargado! Ningún pueblo hay en<br />
España que hubiera matado tantos curas. Y <strong>la</strong> expropiación<br />
<strong>de</strong> empresas. Y no hay nadie que me gane a mí a ser alcoyano<br />
(...)»<br />
(Rafael Coloma Payá, fa<strong>la</strong>ngista. Alcoy, 8 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1989)<br />
«Yo me apunté a <strong>la</strong>s Juventu<strong>de</strong>s Libertarias en Petrer todavía<br />
durante <strong>la</strong> dictadura <strong>de</strong> Primo <strong>de</strong> Rivera. Tendría 13 ó 14<br />
años. En el local <strong>de</strong>l sindicato nos daba c<strong>la</strong>se un chico,<br />
Rueda se l<strong>la</strong>maba, que era muy inteligente y con el que<br />
aprendíamos cultura general y anarquismo. Nosotros al ser<br />
jóvenes no éramos estrictos en lo <strong>de</strong> no fumar o no beber<br />
alcohol. Pero tampoco entonces se fumaba como ahora. Aquí<br />
los padres si veían al chiquillo fumar le pegaban bien. Yo<br />
hasta <strong>la</strong> guerra no empecé. También fue en <strong>la</strong> guerra cuando<br />
aprendí a leer y a escribir. Mi novia en sus cartas me <strong>de</strong>cía<br />
que pusiera <strong>la</strong>s letras como el<strong>la</strong> <strong>la</strong>s ponía y que me enseñara,<br />
porque no le gustaba que me tuvieran que escribírme<strong>la</strong>s<br />
(...)»<br />
ÍNDICE<br />
(José Beltrán Montesinos, cenetista. Petrer, 3 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1987)<br />
43
«A <strong>la</strong>s Juventu<strong>de</strong>s Libertarias me afilié en 1934. Tenía 14<br />
años cuando en realidad tenía so<strong>la</strong>mente doce. Fue el mismo<br />
procedimiento que luego usaría para actuar como miliciano<br />
en Alcoy o para ir al frente <strong>de</strong> Córdoba con <strong>la</strong> columna alcoyana<br />
(...). Entonces <strong>la</strong>s Juventu<strong>de</strong>s Libertarias se encubrían<br />
en el Centro <strong>de</strong> Estudios Sociales, pues <strong>la</strong>s organizaciones<br />
anarquistas como tales estaban en <strong>la</strong> c<strong>la</strong>n<strong>de</strong>stinidad a pesar<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> República y buscaban sucedáneos para camuf<strong>la</strong>rse. En<br />
Alcoy el Centro <strong>de</strong> Estudios Sociales estaba al final <strong>de</strong> <strong>la</strong> calle<br />
<strong>de</strong> San Nicolás y encima mismo estaba el Socorro Rojo<br />
Internacional. Recuerdo <strong>la</strong>s lecturas comentadas que se celebraban<br />
semanalmente, los sábados por <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>. Había siempre<br />
un conferenciante <strong>de</strong> turno pero a falta <strong>de</strong>l mismo siempre<br />
había un libro o un panfleto <strong>de</strong> última hora <strong>de</strong>l que hab<strong>la</strong>r.<br />
El conferenciante que más recuerdo y más era celebrado<br />
naturalmente era Enrique Vañó, un intelectual extremista <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong>l anarquismo y el militante más formado que tenía Alcoy<br />
a distancia <strong>de</strong> todos los <strong>de</strong>más (...). Los domingos, una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />
costumbres que existía era irse a ‘Los Canalones’ <strong>de</strong> Alcoy.<br />
Era el puesto <strong>de</strong> concentración <strong>de</strong> los naturistas que, si bien<br />
apreciaban <strong>la</strong> presencia ajena, se molestaban seriamente si<br />
por el suelo <strong>la</strong> gente al comer se <strong>de</strong>jaba basuras y sobre todo<br />
restos <strong>de</strong> animales, ‘cadáveres’, <strong>de</strong>cían ellos. Por lo menos<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
44
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
en Alcoy estaba mezc<strong>la</strong>do en un confundible maremágnum<br />
todo aquello <strong>de</strong> esperantistas, filósofos, nietschanos, teósofos,<br />
socialistas y anarquistas, o sea que formaban una mezc<strong>la</strong><br />
<strong>de</strong> agítelo antes <strong>de</strong> usarlo (...)»<br />
(Mario Brotons Jordá, cenetista. Alcoy, 7 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1987)<br />
«Mi marido era <strong>de</strong> <strong>la</strong> CNT, se pasó tres años en primera línea.<br />
Tenía <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as clásicas: no fumar, no beber, no ir a los bailes...<br />
Y lectura, muchísima lectura: Gorky, Tolstoy, franceses y<br />
españoles. Le gustaba mucho leer fuerte y mientras yo hacía<br />
punto él me leía El Quijote o Los Episodios Nacionales. En <strong>la</strong><br />
CNT <strong>de</strong> Denia había una biblioteca muy buena. Su madre le<br />
traía todos los periódicos y al mayor igual. Soli, Tierra y<br />
Libertad, El tío Cuc. A veces me <strong>de</strong>cía que no me leía más<br />
porque no escuchaba y me preguntaba para que le dijera lo<br />
último que había leído (...)»<br />
(Bienvenida Ivars Ronda. Denia, 26 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1987)<br />
«Nací en Elche el 22 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1920 en el seno <strong>de</strong> una<br />
familia libertaria (...). Mi padre era un activista en el sindicato.<br />
En mi infancia mi padre me llevaba al sindicato y los textos<br />
que yo empecé a leer eran <strong>la</strong> revista Cultura Proletaria <strong>de</strong><br />
ÍNDICE<br />
45
Nueva York, una revista anarquista que se publicaba en<br />
Ginebra en varios idiomas, Solidaridad Obrera (...)»<br />
(Liberto López Román, cenetista. Elche, 25 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1992)<br />
El golpe <strong>de</strong> Casado<br />
«El cuatro <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1939, cuando tuvo lugar el golpe <strong>de</strong><br />
Casado, en Elche hubo una reunión entre el PSOE, <strong>la</strong> CNT y<br />
los republicanos a espaldas <strong>de</strong>l PCE y, por lo visto, se nos<br />
acusó a los comunistas <strong>de</strong> habernos sublevado. Nos <strong>de</strong>tuvieron.<br />
El día cinco nos llevaron a Comisaría –don<strong>de</strong> está hoy el<br />
Banco Central– y nos metieron en <strong>la</strong> cárcel <strong>de</strong> Calendura. Allí<br />
estábamos Luis Crespo, Francisco Antón, Luis Vives,<br />
Belmonte, Ruiz Quirant, Gregoria Lozoya, Josefa Pastor, un<br />
chico que <strong>de</strong>spués moriría en el exilio y yo. El día 15 ó 16 vino<br />
a vernos Manuel Rodríguez y nos sacó a todos. En <strong>Alicante</strong><br />
algunos compañeros fueron <strong>de</strong>tenidos por <strong>la</strong>s tropas <strong>de</strong><br />
Franco estando ya en <strong>la</strong> Prisión Provincial (...)»<br />
(Antonio Moll Máñez, comunista. Elche, 16 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
«La terminación <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra para mí fue muy <strong>de</strong>sagradable.<br />
Me cogió en <strong>la</strong> Cárcel Provincial <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong> por lo <strong>de</strong><br />
Casado. Cogieron a muchos comunistas y en Callosa, al<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
46
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
tener cierta relevancia política -estuve en el Comité <strong>de</strong> agitprop–,<br />
me <strong>de</strong>tuvieron. Así que el final <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra me cogió<br />
en <strong>la</strong> cárcel. Más vale olvidar aquellos momentos. Hubo una<br />
noche que fue tétrica. Estábamos unos 140 militantes comunistas<br />
<strong>de</strong> toda <strong>la</strong> provincia. Iban saliendo y quedamos unos<br />
50 ó 51. Estábamos en una sa<strong>la</strong> incomunicada y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro<br />
oíamos los cantos <strong>de</strong>l Cara al Sol y gritos como ‘¡criminales!,<br />
¡asesinos!, ¡os vamos a matar!, que eran los mejores<br />
que nos <strong>de</strong>cían. Estábamos... no quisiera que nadie pasara<br />
por aquello. Esperábamos esa noche lo peor. Habían salido<br />
todos los presos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Cárcel Provincial. Quedaban sólo unos<br />
cuantos jefes <strong>de</strong> Fa<strong>la</strong>nge y el grupo nuestro. Incluso los<br />
comunes habían salido. Serían <strong>la</strong>s dos <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana y abrieron<br />
<strong>la</strong> puerta. Pensamos que iban a matarnos. Me l<strong>la</strong>maron a<br />
mí: ‘¡Tomás Estañ. Que salga!’ Los compañeros me dijeron<br />
que no saliera, que iban a empezar por mí. Me resistí a salir<br />
y volvió a oírse <strong>la</strong> voz. Salí y era un paisano <strong>de</strong> Fa<strong>la</strong>nge –que<br />
luego sería alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Callosa y que ha muerto hace una<br />
semana, José Campello Sanz–. Estaba allí <strong>de</strong>tenido y me dijo<br />
que me había l<strong>la</strong>mado porque quería <strong>de</strong>spedirse <strong>de</strong> mí (...).<br />
Según él, al día siguiente, a <strong>la</strong>s diez <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana saldríamos<br />
todos <strong>de</strong> allí, así que podíamos dormir tranquilos. Por lo visto<br />
habían tenido una reunión y habían <strong>de</strong>cidido <strong>de</strong>jarnos salir<br />
ÍNDICE<br />
47
para dar <strong>la</strong> impresión <strong>de</strong> que no pasaba nada, teniéndonos<br />
contro<strong>la</strong>dos como nos tenían y sin po<strong>de</strong>rnos ir al extranjero<br />
(...)»<br />
La salida al exilio<br />
(Tomás Estañ Alfosea, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
«El 28 <strong>de</strong> marzo, en el Stanbrook, zarpamos <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong>. Nos<br />
bombar<strong>de</strong>aron a <strong>la</strong> salida <strong>de</strong>l puerto y, sin más problemas,<br />
llegamos a Orán. Nos mandaron a un campo <strong>de</strong> concentración.<br />
Nos dieron un pedazo <strong>de</strong> pan y unos cuantos dátiles. De<br />
allí, nos metieron en un tren y llegamos al <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> Bogari,<br />
custodiados por senegaleses. Habíamos unos 3.000 más o<br />
menos y otros 10.000 en Argel. Allí en Bogari llegué a dormir<br />
con una barra <strong>de</strong> hierro al costado entre el miedo a sufrir una<br />
agresión por parte <strong>de</strong> los que estaban con nosotros. Allí ya no<br />
había socialistas. Se quedaron en Orán. Quizá tuvieran sus<br />
propios comités <strong>de</strong> acogida. Algunos hasta hicieron buenos<br />
negocios. Nosotros nos <strong>de</strong>dicábamos a dar mítines. En Argel<br />
hubo inci<strong>de</strong>ntes importantes. Nos <strong>de</strong>dicábamos a recoger<br />
dinero para los que estaban en España y a veces salíamos a<br />
mamporro limpio porque utilizábamos una ban<strong>de</strong>ra republica-<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
48
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
na y nos <strong>de</strong>cían que pusiéramos sólo una ban<strong>de</strong>ra rusa.<br />
Íbamos <strong>de</strong> casa en casa recogiendo dinero todos los domingos.<br />
Había una separación tremenda entre unos y otros (...)»<br />
(Antonio Moll Máñez, comunista. Elche, 16 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
3. Fuentes orales y represión <strong>de</strong> posguerra<br />
Con re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> represión <strong>de</strong> posguerra, <strong>la</strong>s entrevistas se<br />
convierten <strong>de</strong> nuevo en un aporte imprescindible porque se<br />
facilita información que no se encuentra en ninguna otra fuente.<br />
Téngase en cuenta que el historiador pue<strong>de</strong> sin <strong>de</strong>masiados<br />
problemas cuantificar <strong>la</strong> represión pero poco más. En <strong>la</strong><br />
provincia <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong> entre 1939 y 1945 fueron fusi<strong>la</strong>das 721<br />
personas, más <strong>de</strong>l doble por cierto <strong>de</strong> <strong>la</strong>s 334 facilitadas por<br />
el Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística y recogidas por Sa<strong>la</strong>s<br />
Larrazábal (nota 6). La re<strong>la</strong>ción se obtiene recorriendo los<br />
Registros Civiles <strong>de</strong> <strong>la</strong> provincia, los registros <strong>de</strong> los cementerios<br />
y un listado existente en el archivo <strong>de</strong> <strong>la</strong> prisión provincial<br />
<strong>de</strong> Fontcalent. Po<strong>de</strong>mos conocer también, a través <strong>de</strong>l<br />
Boletín Oficial <strong>de</strong> <strong>la</strong> Provincial, <strong>la</strong> aplicación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s leyes <strong>de</strong><br />
Responsabilida<strong>de</strong>s Políticas (4.205 expedientes entre 1939 y<br />
1945) y <strong>de</strong> Represión <strong>de</strong> <strong>la</strong> Masonería y el Comunismo (70<br />
expedientes). Mientras los expedientes <strong>de</strong> Responsabilida<strong>de</strong>s<br />
Políticas o no se han conservado o no se sabe<br />
ÍNDICE<br />
49
dón<strong>de</strong> están, los expedientes masónicos sí pue<strong>de</strong>n consultarse<br />
en <strong>la</strong> sección <strong>de</strong> masonería <strong>de</strong>l Archivo Histórico<br />
Nacional <strong>de</strong> Sa<strong>la</strong>manca, pero en cambio seguimos sin tener<br />
acceso a <strong>la</strong> que es, sin duda, <strong>la</strong> fuente esencial para conocer<br />
los entresijos, los mecanismos, <strong>de</strong> <strong>la</strong> represión: <strong>la</strong> documentación<br />
proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> <strong>la</strong>s auditorías <strong>de</strong> guerra. Leer <strong>la</strong>s sentencias<br />
<strong>de</strong> los consejos <strong>de</strong> guerra ayudaría a enten<strong>de</strong>r cabalmente<br />
que criterios se utilizaron a <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> aplicar <strong>la</strong> pena<br />
<strong>de</strong> muerte o <strong>la</strong>s distintas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> penas <strong>de</strong> cárcel.<br />
Habrá que insistir una vez más en que una documentación <strong>de</strong><br />
enorme interés histórico sigue secuestrada y, lo que es peor,<br />
corre el peligro <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparecer.<br />
Por tanto, <strong>la</strong> utilización <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Fuentes Orales, una vez vaciadas<br />
<strong>la</strong>s fuentes archivísticas y <strong>la</strong>s hemerotecas, proporcionan<br />
información complementaria sobre cuestiones tales como:<br />
El final <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra. El estigma <strong>de</strong> <strong>la</strong> cárcel<br />
«Lo <strong>de</strong> <strong>la</strong> ‘Liberación’ fue un mito. Aquí vinieron <strong>la</strong>s tropas<br />
como si esto fuera Abisinia, igual, igual. Hubo muchos inci<strong>de</strong>ntes<br />
que podría contar. Por ejemplo, Carmelo Serrano iba<br />
con su novia y un legionario se metió con el<strong>la</strong> y Carmelo le<br />
partió <strong>la</strong> cabeza al legionario <strong>de</strong> un cu<strong>la</strong>tazo. A Carmelo <strong>la</strong>s<br />
cicatrices le quedaron (...). Salvador Sansano que estuvo<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
50
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
conmigo preso en el barco fue incluso a <strong>la</strong> cárcel –estuvo 15<br />
días– por una discusión (...)»<br />
(Francisco Galán Giner, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
Elche, 7,9 y 12 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1989)<br />
«Como en Elche tantos pasaron por <strong>la</strong> cárcel, nadie era seña<strong>la</strong>do<br />
por eso. No era ningún estigma sino todo lo contrario.<br />
Des<strong>de</strong> patronos –el padre <strong>de</strong> Esquitino, el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l<br />
Elche CF; Narciso Caballero; Paco Soler el <strong>de</strong> <strong>la</strong> UGT que<br />
tenía fábrica–, mucha gente, republicanos... Fue un mal<br />
general (...)»<br />
(Liberto López Román, cenetista.<br />
Elche, 25 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1992)<br />
«Me <strong>de</strong>tuvieron el 1 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1939. Me llevaron a Fa<strong>la</strong>nge<br />
–esto ya lo conté en otra ocasión– y me hicieron brindar con<br />
aceite <strong>de</strong> ricino. En fin. La misma noche también <strong>de</strong>tuvieron a<br />
otro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Juventu<strong>de</strong>s, Antonio Cartagena Ruiz, <strong>de</strong> mi casa<br />
se fueron a <strong>la</strong> suya. En Fa<strong>la</strong>nge había una habitación llena <strong>de</strong><br />
gente y aunque oía pegar a mí no me pegaron. El ricino era<br />
para que ‘purgara lo que había hecho’. Después estuve en<br />
Pa<strong>la</strong>cio, en Altabix y en <strong>la</strong> fábrica número 2. Uno <strong>de</strong> los que<br />
ÍNDICE<br />
51
más fastidiaron fue Ismael Chinchil<strong>la</strong> y unos hermanos muy<br />
cafres que pegaban... Uno murió y a otro lo vi hace poco en<br />
<strong>la</strong> se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l PSOE. A un militante que le acompañaba le dijeron<br />
que cómo iba con un pena y un facha como ése, con <strong>la</strong>s<br />
‘hostias’ que había pegado. Chichil<strong>la</strong> era <strong>la</strong> cabeza visible <strong>de</strong><br />
todo eso (...)»<br />
(Alfredo Mira Gran, socialista.<br />
Elche, 17 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1990)<br />
«Recuerdo algunos casos <strong>de</strong> mujeres que fueron represaliadas<br />
cuando terminó <strong>la</strong> guerra. Por ejemplo, Josefina Lara que<br />
recibió palizas y fue purgada. Carmen Agulló, Joaquína,<br />
María, Tona, <strong>la</strong> mujer <strong>de</strong> Antonio Asencio Lozano, María<br />
Guirau... En ocasiones les ponían un cartel y <strong>la</strong>s paseaban<br />
por el centro <strong>de</strong>l pueblo (...)»<br />
(Rogelio Mora Porcel, socialista.<br />
Elche, 6 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
Los consejos <strong>de</strong> guerra. Juicios sumarísimos que se <strong>de</strong>spachan<br />
en cuestión <strong>de</strong> minutos y en los que se juzga a <strong>la</strong> vez a<br />
10, 15 ó 20 personas. En ocasiones se juzga por pueblos<br />
(«los <strong>de</strong> Aspe», «los <strong>de</strong> Crevillente»...). Abogados <strong>de</strong>fensores<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
52
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
legos, no ya sin preparación jurídica alguna sino con poca<br />
predisposición moral para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r<br />
«En Elda me tomaron <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ración. Me <strong>de</strong>cían: ‘Vd. Ha intervenido<br />
en esto y en esto’.Y yo contestaba que no. Al que interrogaba<br />
le l<strong>la</strong>mábamos el Tío Niega porque cuando <strong>de</strong>cíamos<br />
que no, él hacía escribir al secretario: ‘Niega <strong>la</strong> veracidad <strong>de</strong><br />
los hechos’. A mí me acusaban <strong>de</strong> haber <strong>de</strong>tenido a uno <strong>de</strong><br />
Petrer que luego pasearon. Sucedió que estando yo en<br />
Valencia con varios cenetistas jóvenes, vimos a uno que<br />
estaba rec<strong>la</strong>mado en Petrer por fascista. Uno <strong>de</strong> los que venían<br />
con nosotros dijo <strong>de</strong> <strong>de</strong>tenerlo y se empeñó. Por cierto que<br />
<strong>la</strong> Guardia <strong>de</strong> Asalto se llevó a los dos, al rec<strong>la</strong>mado y al<br />
<strong>de</strong>nunciante. Estuvimos esperando a que volviera y nada,<br />
que no llegaba. Cuando lo hizo contó que casi lo <strong>de</strong>tuvieron<br />
a él, por <strong>la</strong> influencia que tenía aquel hombre. Pero llevaba<br />
consigo una foto con mucha gente que estaba ya encarce<strong>la</strong>da.<br />
L<strong>la</strong>maron a Petrer <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Valencia y los que fueron a por<br />
él se lo cargaron. El que nos tomaba <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ración era un abogado,<br />
el Tío Niega, que era un asesino. Me juzgaron con 31<br />
más en Monóvar ante un tribunal compuesto por un presi<strong>de</strong>nte<br />
y 2 ó 3 más. El presi<strong>de</strong>nte era comandante y el resto<br />
<strong>de</strong>berían ser capitanes o tenientes. Por abogado teníamos a<br />
ÍNDICE<br />
53
un alférez <strong>de</strong> Monóvar. Era abogado, pero <strong>de</strong>l ejército. A mí<br />
un compañero me dijo que intentara ver si junto a mi nombre<br />
aparecía una letra o un número (<strong>la</strong> letra era M <strong>de</strong> muerte y el<br />
número los años <strong>de</strong> cárcel). Cuando habló conmigo el abogado<br />
<strong>de</strong>fensor me preguntó si yo había intervenido en <strong>la</strong><br />
<strong>de</strong>tención <strong>de</strong> aquel vecino <strong>de</strong> Petrer, o sea que venía a acusarme.<br />
Yo vi que en sus papeles junto a mi nombre había<br />
escrito una M, así que le dije: ‘¿Qué viene Vd. A preguntarme<br />
si sabe que estoy ya con<strong>de</strong>nado? ¡Váyase a hacer puñetas<br />
hombre!’. Él me contestó que era su obligación y recuerdo<br />
también que muy cabreado me dijo: ‘¡Como se nota que eres<br />
<strong>de</strong> los becerros esos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Juventu<strong>de</strong>s Libertarias!’. De los<br />
32 que juzgaron nos con<strong>de</strong>naron a muerte a 8 ó 9. A los<br />
<strong>de</strong>más, 30, 20 ó 12 años. En mi caso fue por ‘adhesión a <strong>la</strong><br />
rebelión’. El juicio duraría media hora y <strong>de</strong>fensa no hubo. Al<br />
rato se salieron a ‘<strong>de</strong>liberar’ o, lo que es lo mismo, a fumarse<br />
un cigarro ante nuestra vista.Y enseguida nos leyeron <strong>la</strong> sentencia.<br />
Fusi<strong>la</strong>ron al alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Monóvar y a un maestro que se<br />
l<strong>la</strong>maba Alfredo P<strong>la</strong>. El juicio fue en el Ayuntamiento <strong>de</strong><br />
Monóvar (...)»<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
54<br />
(José Beltrán Montesinos,<br />
cenetista, 3 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1987)
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
«Una mañana <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1940 fui juzgado junto a una<br />
mujer socialista y un ven<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> pescado, todos <strong>de</strong> Elche. A<br />
mí me acusaron <strong>de</strong> responsabilidad por los hechos sucedidos<br />
en Elche y por auxilio a <strong>la</strong> rebelión. A los dos hombres nos<br />
pidieron pena <strong>de</strong> muerte y a <strong>la</strong> mujer 20 años. Recuerdo que<br />
hubo en el juicio una nota <strong>de</strong> humor: juzgaron también a un<br />
borrachín <strong>de</strong>l barrio <strong>de</strong>l Raval y cuando le preguntaron qué<br />
había hecho durante <strong>la</strong> guerra, el hombre contestó que<br />
emborracharse, con lo que le soltaron (...)»<br />
(José Cabrera Girona, comunista. Elche, 10 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
«Me llevaron a <strong>Alicante</strong> a juzgarme. La víspera <strong>de</strong> <strong>la</strong> Purísima<br />
ya me habían juzgado. Fuimos lo menos ocho, todos <strong>de</strong><br />
Callosa. El fiscal era <strong>de</strong> Crevillente y le pusimos ‘el carnicero’<br />
porque se encandi<strong>la</strong>ba poniendo penas <strong>de</strong> muerte. Si querías<br />
<strong>de</strong>cir algo, <strong>la</strong> Guardia Civil te amenazaba con <strong>la</strong> cu<strong>la</strong>ta <strong>de</strong>l<br />
fusil. Abogado <strong>de</strong>fensor no tuve. En el juicio no salió que yo<br />
fuera militante <strong>de</strong>l Partido Comunista. So<strong>la</strong>mente se libró<br />
Jeromo, el <strong>de</strong>l Paseo, al que le pusieron 12 años y un día porque<br />
empezó a contar que había hecho sabotaje. A los <strong>de</strong>más<br />
pena <strong>de</strong> muerte. Allí no había acusaciones (...)»<br />
ÍNDICE<br />
(Roberto Ruiz Ferrán<strong>de</strong>z, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
55
Fusi<strong>la</strong>dos no sólo por razones políticas. También se dio algún<br />
caso por estraperlo o por <strong>de</strong>litos comunes<br />
«Otro hecho que ocurrió en <strong>la</strong> cárcel fue el barco <strong>de</strong> alimentos<br />
que vino <strong>de</strong> Auxilio Social. Fusi<strong>la</strong>ron a un coronel y al jefe<br />
<strong>de</strong> Auxilio Social <strong>de</strong> Albacete. Como a mí me ha gustado<br />
enterarme siempre <strong>de</strong> lo que pasaba, un día vi entrar a<br />
mucha gente, fa<strong>la</strong>ngistas, el alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Villena, el <strong>de</strong><br />
Albatera... En <strong>la</strong> cárcel el rumor y el comentario corren y a<strong>de</strong>más<br />
cada partido tenía su grupo <strong>de</strong> transmisión <strong>de</strong> noticias.<br />
Nos enteramos que había llegado un barco a <strong>Alicante</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
Norteamérica, con leche y alimentos para Auxilio Social y que<br />
habían <strong>de</strong>saparecido. El embajador norteamericano había<br />
pedido responsabilida<strong>de</strong>s (...) El embajador y el cónsul <strong>de</strong><br />
<strong>Alicante</strong> se movieron y se hizo un juicio. Conocí en <strong>la</strong> cárcel<br />
al alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Villena que era muy simpático, aunque no sé lo<br />
que haría en Villena. Me dijo que los alimentos se los habían<br />
repartido entre cuatro jefes <strong>de</strong> arriba. El caso es que al poco<br />
se hizo el juicio y un coronel <strong>de</strong>l ejército que por lo visto tenía<br />
cierta re<strong>la</strong>ción con Serrano Suñer –estuvo ais<strong>la</strong>do en una<br />
celda– y el jefe <strong>de</strong> Auxilio Social <strong>de</strong> Albacete, pasaron al<br />
‘tubo’. Dijeron que había mucha gente metida y en <strong>la</strong> misma<br />
noche los fusi<strong>la</strong>ron. ‘¡Han fusi<strong>la</strong>do al coronel!’ fue el comentario<br />
<strong>de</strong>l día siguiente en <strong>la</strong> cárcel. El alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Villena me dijo<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
56
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
entonces que si no los hubieran fusi<strong>la</strong>do se habría armado <strong>la</strong><br />
<strong>de</strong> San Quintín, porque sabían <strong>de</strong>masiado (...)»<br />
(Tomás Estañ Alfosea, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
Presos que mueren por disparos <strong>de</strong> centine<strong>la</strong>s<br />
«En San Miguel estábamos <strong>de</strong> todos los pueblos. Más <strong>de</strong> 500<br />
seguro (...). Los moros eran centine<strong>la</strong>s y disparaban. Mataron<br />
a uno por <strong>la</strong> espalda cuando estaba bebiendo <strong>de</strong> un botijo. Al<br />
moro le dieron tres meses <strong>de</strong> permiso. Luego mataron a uno<br />
<strong>de</strong> Callosa, el <strong>de</strong> <strong>la</strong> ‘Fondà’, también por asomarse a <strong>la</strong> ventana<br />
(...)»<br />
(Roberto Ruiz Ferrán<strong>de</strong>z, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
«Salí a <strong>la</strong> fábrica número 2. Allí mataron al padre <strong>de</strong><br />
Bartolomé Amorós Amorós, porque un centine<strong>la</strong> lo vio ante <strong>la</strong><br />
ventana <strong>de</strong> su celda (...)»<br />
ÍNDICE<br />
57<br />
(Alfredo Mira Gran, socialista.<br />
Elche, 17 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1990)
El campo <strong>de</strong> concentración <strong>de</strong> Albatera<br />
«Sólo estuve un día en el campo <strong>de</strong> concentración <strong>de</strong><br />
Albatera porque pu<strong>de</strong> fugarme, cosa que no era muy difícil en<br />
los primeros días. Me vine a Elche y me refugié en una casa<br />
<strong>de</strong> campo <strong>de</strong> Rojales, Un primo hermano mío fa<strong>la</strong>ngista me<br />
<strong>de</strong>nunció al cabo <strong>de</strong> dos meses y fueron a <strong>de</strong>tenerme (...)»<br />
(José Cabrera Girona, comunista.<br />
Elche, 10 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
«Yo me fui en octubre <strong>de</strong> 1936 y <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> concentración<br />
<strong>de</strong> Albatera no supe nada. Cuando vine andando <strong>de</strong>l frente al<br />
terminar <strong>la</strong> guerra, <strong>la</strong> gente salió <strong>de</strong>l campo gritando ‘Viva<br />
Albatera’. Todo lo contrario <strong>de</strong> lo que pasó luego. Cuando terminó<br />
<strong>la</strong> guerra vinieron unos fa<strong>la</strong>ngistas <strong>de</strong> Elche y pegaron<br />
a <strong>la</strong> gente que había estado en el Partido Comunista. Una vez<br />
vi como pegaban a un preso por agacharse a coger pieles <strong>de</strong><br />
naranja. El campo estaba en San Isidro y parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> vía. Es<br />
incalcu<strong>la</strong>ble <strong>la</strong> gente que podía haber. Mucha. En Albatera se<br />
<strong>de</strong>cía que todas <strong>la</strong>s mañanas fusi<strong>la</strong>ban. A José Vi<strong>la</strong><br />
Hernán<strong>de</strong>z –era comunista– lo sacaron <strong>de</strong>l campo para que<br />
<strong>de</strong><strong>la</strong>tara a los compañeros y <strong>de</strong> <strong>la</strong> paliza que le dieron lo<br />
reventaron. No sé si fue en Elche o en <strong>Alicante</strong>. Malos tratos<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
58
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
sí hubo. Conmigo no se metieron porque <strong>la</strong> familia <strong>de</strong> mi<br />
madre era <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechas. Cuando al final <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra llegaron<br />
moros, atemorizaron. A un tal Tomás lo vio<strong>la</strong>ron y lo mataron<br />
(...)»<br />
(Manuel Segura Berná, comunista.<br />
Albatera, 10 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1986)<br />
«Nos tras<strong>la</strong>daron a los ochenta y tantos en tres camiones<br />
–entonces no había autobuses– al campo <strong>de</strong> concentración<br />
<strong>de</strong> Albatera (...). En Albatera estuvimos cuatro meses custodiados<br />
por moros. Allí se dio el caso curioso <strong>de</strong> que estábamos<br />
en los barracones y teníamos, para hacer nuestras necesida<strong>de</strong>s,<br />
que ir a unas letrinas separadas <strong>de</strong> los barracones.<br />
Cuando se hacía <strong>de</strong> noche, era muy peligroso ir a <strong>la</strong>s letrinas<br />
porque cualquier moro podía <strong>de</strong>cir que pretendías escapar y<br />
te fusi<strong>la</strong>ban al día siguiente. Fusi<strong>la</strong>ron a muchos en esas condiciones.<br />
Nos hacían formar a <strong>la</strong> madrugada y a los que acusaban<br />
los moros <strong>de</strong> querer escapar los fusi<strong>la</strong>ban. Incluso<br />
estábamos durmiendo y entraban con unos vergajos y te<br />
daban leña. Decían: ‘¡Paisa, tu querer escapar!’ Yo presencié<br />
por lo menos, sin ser exacto, pero por lo menos <strong>de</strong> 8 a 10 fusi<strong>la</strong>mientos.<br />
Otra cosa que pasaba es que había gente que se<br />
<strong>la</strong> llevaban para matarlos, pero los que mataban allí no tení-<br />
ÍNDICE<br />
59
an por qué registrarlos. Como <strong>la</strong> oficialidad era mora también,<br />
formaban el pelotón y ya estaba. Esos fusi<strong>la</strong>mientos fueron<br />
en varios días. El máximo que vi fusi<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> vez fueron dos<br />
(...)»<br />
(Bienvenido Zap<strong>la</strong>na Belén, socialista.<br />
Crevillente, 13 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1987)<br />
La vida en <strong>la</strong> cárcel. Las condiciones <strong>de</strong> alimentación, higiene,<br />
etc. El apoyo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s familias<br />
«En <strong>la</strong> cárcel <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong> <strong>de</strong>bíamos estar 3.000 ó 4.000 presos.<br />
En cada celda <strong>de</strong> ocho a diez. Teníamos <strong>la</strong>s colchonetas<br />
todas juntas y recuerdo que podíamos dar hasta cuatro pasos<br />
(...)»<br />
(José Beltrán Montesinos, cenetista.<br />
Petrer, 3 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1987)<br />
«Fui <strong>de</strong>tenido y me pasé en Dolores 11 meses en un almacén<br />
habilitado como cárcel con unos 80 más. Luego pasamos<br />
a los bajos <strong>de</strong>l seminario <strong>de</strong> Orihue<strong>la</strong> don<strong>de</strong> junto a unos 800<br />
presos pasé 13 meses. Aquí fue mucho peor porque a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> que mi mujer no podía llevarme comida, el trato era muy<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
60
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
malo, por parte <strong>de</strong> los fa<strong>la</strong>ngistas pero no por el <strong>de</strong> los profesionales<br />
<strong>de</strong> prisiones. Una vez un fa<strong>la</strong>ngista recriminó a uno<br />
<strong>de</strong> ellos por con<strong>de</strong>scendiente y éste contestó que él había<br />
custodiado a Azaña y luego fue presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> <strong>la</strong> República y<br />
que con los presos que allí estábamos podía pasar lo mismo,<br />
que alguno acabara gobernando (...)»<br />
(Francisco Martínez Pérez, comunista.<br />
Dolores, 17 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1986)<br />
«En San Miguel había sa<strong>la</strong>s y habitaciones. Aquello había<br />
sido un seminario y <strong>la</strong>s habitaciones <strong>la</strong>s convirtieron en celdas.<br />
Estábamos hacinados, 9 ó 10 por celda. Conocí allí al<br />
hijo <strong>de</strong> Largo Caballero, <strong>de</strong> los que cogieron en el puerto.<br />
Éste un día <strong>de</strong>sapareció y el comentario que se hizo fue que<br />
querían canjearlo. Allí <strong>la</strong> edad no se podía apreciar porque<br />
hombres jóvenes parecían ancianos. A los nueve meses me<br />
tras<strong>la</strong>daron al Reformatorio <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong>. Si cabe, peor que en<br />
Orihue<strong>la</strong>. Allí al menos los funcionarios eran <strong>de</strong> <strong>la</strong> Vega Baja<br />
y se pasaba mejor. En <strong>Alicante</strong>, <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l Reformatorio no se<br />
<strong>la</strong> <strong>de</strong>seo a nadie. Llegué a <strong>Alicante</strong> el 28 <strong>de</strong> septiembre (...).<br />
Recuerdo <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> <strong>de</strong> los presos comunes. Aquello era <strong>de</strong>plorable.<br />
Se dio un caso que no sé si contarlo... En una celda<br />
ÍNDICE<br />
61
había unos 11 chavales jóvenes. A uno, para vio<strong>la</strong>rlo le metie-<br />
ron hierro, lo abrieron en canal y murió. Cuando lo llevaron a<br />
<strong>la</strong> enfermería, sangrando, murió al cabo <strong>de</strong> pocas horas.<br />
También recuerdo que se habilitó una nave para <strong>de</strong>sparasitar.<br />
Coger parásitos allí era tan fácil... Me cogieron a mí y allí<br />
estábamos mezc<strong>la</strong>dos los ‘polis’ y los ‘choris’. Todo esto lo<br />
tengo escrito en casa. Aquello era terrible. Los ‘polis’ nos<br />
poníamos <strong>la</strong> poca comida <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l cabecerón y aun así te<br />
<strong>la</strong> quitaban (...). Tocaba diana a <strong>la</strong>s siete <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana.<br />
Recogíamos <strong>la</strong>s mantas y el petate. Tocaba <strong>la</strong> corneta otra<br />
vez y <strong>de</strong>sayunábamos algo que l<strong>la</strong>maban café. Después nos<br />
formaban y nos contaban. Volvía a tocar <strong>de</strong> nuevo y salíamos<br />
al patio. Nos hacían cantar el Cara al Sol para salir al patio y<br />
cuando éste terminaba. A mediodía formábamos para <strong>la</strong><br />
comida. Nos daban corteza <strong>de</strong> habas, patatas podridas y un<br />
caldo negro. Había quien recibía comida <strong>de</strong> casa y quien no.<br />
Los paquetes llegaban pero eran registrados antes <strong>de</strong> que<br />
nos los dieran. Salíamos <strong>de</strong> nuevo al patio y cada vez que for-<br />
mábamos, a cantar el Cara al Sol. La mayoría no quería can-<br />
tar pero los oficiales estaban muy atentos y cuando veían a<br />
alguien que no cantaba... Después <strong>de</strong> <strong>la</strong> cena, a <strong>la</strong>s nueve <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> noche tocaba silencio. Teníamos un día a <strong>la</strong> semana para<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
62
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
recibir visitas. Afortunadamente, estaba soltero entonces<br />
(...)»<br />
(Tomás Estañ Alfosea, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
«Allí el que no cantaba... El director <strong>de</strong>l Reformatorio, si lo<br />
enganchara yo ahora, lo haría pedazos. Llevaba <strong>la</strong> gorra al<br />
estilo alemán. Dijeron que se había comprado una finca con<br />
el dinero que se llevaba al bolsilllo <strong>de</strong> <strong>la</strong> comida <strong>de</strong> los presos<br />
(...). En <strong>Alicante</strong>, nos levantábamos y a <strong>la</strong>s ocho nos daban<br />
un café que no era café ni nada. Estuvimos un montón <strong>de</strong><br />
meses que sólo nos daban nabos. Yo no podía, me bebía el<br />
caldo. El director <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong> se conoce que lo parió una loba.<br />
Cuando entraron <strong>la</strong>s monjas <strong>la</strong> cosa cambió. Recuerdo a una<br />
monja pequeñita que vino <strong>de</strong> Santoña y cuando entraba en el<br />
patio nos levantábamos todos. Lo primero que hicieron <strong>la</strong>s<br />
monjas fue coger el suministro <strong>de</strong>l dinero. Teníamos nueve<br />
reales para <strong>la</strong> comida, pero el director se quedaba con todo<br />
el dinero. Con <strong>la</strong>s monjas nos dieron naranjas, choco<strong>la</strong>te y<br />
pan. A mediodía mataron más <strong>de</strong> 30 animales e hicieron una<br />
pael<strong>la</strong>. Ahí se <strong>de</strong>scubrió al <strong>la</strong>drón. A los 15 días, otra vez pael<strong>la</strong>.<br />
Recuerdo que un guardián se llevó dos o tres pollos. Las<br />
monjas hicieron que aparecieran. Vinieron 4 ó 5 monjas y <strong>la</strong><br />
ÍNDICE<br />
63
que mandaba era una pequeñita. Allí <strong>la</strong> higiene era que si te<br />
ponías malo te tenías que curar tú. Veías a gente con un <strong>de</strong>do<br />
<strong>de</strong> costras. La mayor enfermedad era el hambre. Gente que<br />
pesaba 80 kilos que se quedó con 50. En <strong>la</strong> cárcel conocí al<br />
abogado Miguel Vil<strong>la</strong>lta. ¡Qué injustamente lo mataron! De los<br />
hombres buenos <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong> (...)»<br />
(Roberto Ruiz Ferrán<strong>de</strong>z, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
La militancia política y sindical en el interior <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cárceles.<br />
Comunismo y anticomunismo<br />
«Entre los presos no había buena re<strong>la</strong>ción por el partidismo.<br />
Los comunistas cogieron <strong>la</strong>s riendas <strong>de</strong> <strong>la</strong> cárcel, lo mismo<br />
que suce<strong>de</strong>ría en Santoña. Los <strong>de</strong> CNT éramos los más discriminados.<br />
Si había favoritismo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> prisión era para<br />
los comunistas, pero porque ellos eran también los que luchaban<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> cárcel»<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
(José Beltrán Montesinos, cenetista.<br />
64<br />
Petrer, 3 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1987)
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
«Los comunistas cuando han tenido ocasión <strong>de</strong> liquidar a un<br />
elemento que les ha molestado, lo han liquidado, <strong>de</strong> los nuestros<br />
y <strong>de</strong> los que fueran (...). En <strong>la</strong>s cárceles igual, porque en<br />
el Reformatorio <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong> estábamos divididos exactamente<br />
igual. Y hab<strong>la</strong>ba con Arabid, con los republicanos, pero los<br />
comunistas rancho aparte. Los comunistas han sido gente<br />
activa pero muy poco escrupulosa, por no <strong>de</strong>cir otra cosa<br />
(...)»<br />
(Liberto López Román, cenetista.<br />
Elche, 25 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1992)<br />
«Miguel Hernán<strong>de</strong>z vino <strong>de</strong> <strong>la</strong> cárcel <strong>de</strong> Ocaña. Fue con<strong>de</strong>nado<br />
a muerte y cuando se le conmutó vino a <strong>Alicante</strong>.<br />
Cuando llegó al Reformatorio no era muy conocido. Era a<strong>de</strong>más<br />
un hombre con una vida bastante ais<strong>la</strong>da. Lo conocí porque<br />
puso su petate al <strong>la</strong>do <strong>de</strong>l mío.Yo había oído hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> él<br />
pero no lo conocía personalmente. Cuando supe que era él,<br />
le dije que era <strong>de</strong> Callosa <strong>de</strong>l Segura y que me gustaba <strong>la</strong><br />
poesía. Me re<strong>la</strong>cioné con él durante varios meses. Me enseñó<br />
una fotografía <strong>de</strong> Rusia don<strong>de</strong> había estado. Por eso yo<br />
sabía que fue comunista, aunque nunca me lo dijera. Se le<br />
notaba en <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r. En <strong>la</strong> cárcel éramos todos una<br />
ÍNDICE<br />
65
familia aunque cada grupo se organizaba. En <strong>la</strong> cárcel escribió<br />
poco, paseaba por el patio y me contaba que no era partidario<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> métrica en <strong>la</strong> poesía. Me <strong>de</strong>cía que me olvidara<br />
<strong>de</strong> todo eso, que buscara <strong>la</strong> musicalidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras, que<br />
hubiera armonía. Cuando le conocí pesaría unos 80 kilos y<br />
era alto, cerca <strong>de</strong> un metro ochenta. Recio, pero <strong>de</strong>spués se<br />
fue consumiendo. Una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s veces que fui a <strong>la</strong> enfermería<br />
daba pena verlo, era un cadáver (...)»<br />
(Tomás Estañ Alfosea, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
Catequesis a <strong>la</strong> fuerza. El papel <strong>de</strong> los capel<strong>la</strong>nes: el padre<br />
Vendrell<br />
«Todos los días venía (al ‘tubo’) el padre Vendrell y lo primero<br />
que nos <strong>de</strong>cía era esto: ‘Hijos míos, ¿habéis dormido<br />
bien?’(...)»<br />
(José Beltrán Montesinos, cenetista. Petrer, 3 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1987)<br />
«Recuerdo al padre Vendrell, un jesuita <strong>de</strong> Val<strong>la</strong>dolid que<br />
estuvo en el Reformatorio. Un señor alto. Los comentarios<br />
que corrían allí <strong>de</strong>cían que era <strong>de</strong> <strong>la</strong> acera <strong>de</strong> enfrente y el<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
66
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
director también. El padre Vendrell cuando iban a fusi<strong>la</strong>r<br />
venía. En <strong>la</strong> parte don<strong>de</strong> estábamos nosotros tenía dos<br />
secretarios: Rafa, un chico <strong>de</strong> Novelda que jugaba al fútbol y<br />
Pina, un primo hermano <strong>de</strong>l que jugaba en el Hércules.<br />
Paseaba siempre con ellos. Cuando cogía a alguien <strong>de</strong>l cue-<br />
llo ya sabíamos que lo iban a fusi<strong>la</strong>r. Así que los <strong>de</strong>l ‘tubo’<br />
sabían que se iba a fusi<strong>la</strong>r cuando lo veían (...). Escribí una<br />
vez un artículo en el que <strong>de</strong>nuncié a un cura <strong>de</strong>l<br />
Reformatorio, don Pascual, porque intervino en el problema<br />
<strong>de</strong> Miguel Hernán<strong>de</strong>z. Era un cura muy acica<strong>la</strong>do, con bri-<br />
l<strong>la</strong>ntina y muy soberbio. Cuando se le <strong>de</strong>scubrió <strong>la</strong> pleura a<br />
Miguel, don Pascual dijo que si no se confesaba, <strong>de</strong>l<br />
Reformatorio no saldría, ni él ni ningún preso que no se con-<br />
fesara. Miguel le dijo que era una cuestión suya y no le <strong>de</strong>ja-<br />
ron salir. La última vez que lo vi, estaba hecho una momia. La<br />
pleura necesita una alimentación especial y él no <strong>la</strong> tuvo.<br />
Como lo consi<strong>de</strong>rábamos comunista, repartíamos los paque-<br />
tes por pabellones y a uno le tocaba una manzana, a otro lo<br />
que fuera. Teníamos una re<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> personas necesitadas y<br />
entre el<strong>la</strong>s estaba Miguel, lo que nunca se ha dicho.<br />
Recuerdo que le gustaba jugar a <strong>la</strong> pelota y que salía al patio<br />
con una toal<strong>la</strong> en <strong>la</strong> cabeza. Fue una pena y se pudo haber<br />
ÍNDICE<br />
67
evitado si todos los <strong>de</strong>fensores que tiene ahora hubieran salido<br />
entonces (...)»<br />
(Tomás Estañ Alfosea, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
«La fiesta mayor era <strong>la</strong> Virgen <strong>de</strong> <strong>la</strong> Merced. Teníamos que ir<br />
a misa los domingos. Alguna vez nos obligaron a confesar y<br />
comulgar. La vez que fui a confesarme el cura me preguntó si<br />
tenía yo algo en <strong>la</strong>s piernas. Comprendí que tenía que arrodil<strong>la</strong>rme<br />
(...)»<br />
(Roberto Ruiz Ferrán<strong>de</strong>z, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
«Nos obligaban a comulgar.Yo fui bautizado porque en aquellos<br />
tiempos no se podía. Los que no estaban casados por <strong>la</strong><br />
Iglesia tuvieron que hacerlo para que sus mujeres pudieran<br />
visitarlos. De curas sólo recuerdo a un jesuita muy famoso<br />
que venía a Elche, a <strong>la</strong> fábrica número 2, a darnos conferencias<br />
y una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s veces el mitin que nos dio fue <strong>de</strong>cirnos que<br />
<strong>de</strong>bíamos dar gracias <strong>de</strong> estar vivos, que él mismo llevaba<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
68
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
una pisto<strong>la</strong> y que había estado en <strong>la</strong> guerra. Luego venía otro<br />
para tapar <strong>la</strong>s barbarida<strong>de</strong>s que había dicho (...)»<br />
(Francisco Pérez Campillo, socialista.<br />
Elche, 8 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1990)<br />
Los presos <strong>de</strong>l «tubo»: con<strong>de</strong>nados a muerte que no saben<br />
que madrugada les va a tocar<br />
«Cuando oí <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra muerte nunca pensé que en realidad<br />
me fueran a matar, pero lo pasé muy mal el primer mes <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> con<strong>de</strong>na en el Reformatorio <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong>. Allí no<br />
pasaba una noche en <strong>la</strong> que no se llevaran a gente, así que<br />
no podíamos dormir. Cuando yo llegué, cada noche se sacaba<br />
a uno, a dos, hasta cinco. Los sábados por <strong>la</strong> noche <strong>de</strong>scansaban.<br />
Y como los juicios no acababan, aquello no variaba.<br />
Cuando me llegó <strong>la</strong> conmutación <strong>de</strong> <strong>la</strong> pena quedaban<br />
aún muchos con<strong>de</strong>nados. Todos estábamos apartados en el<br />
‘tubo’ e incluso teníamos un patio para nosotros. Recuerdo<br />
que había allí un centine<strong>la</strong> que era <strong>de</strong> Petrer y estando él <strong>de</strong><br />
guardia en lo alto y yo en el patio, le hice un gesto como <strong>de</strong><br />
rajarle el cuello y cuando volví al pueblo y hablé con él me<br />
contó el temblor que le entró entonces (...). Allí se dormía sólo<br />
cuando el sueño te rendía. Te <strong>de</strong>spertaba siempre el ruido<br />
ÍNDICE<br />
69
que se movía con los que se llevaban. Recuerdo a los hermanos<br />
Olivares <strong>de</strong> Elche. Se vistieron con toda tranquilidad,<br />
como si fueran <strong>de</strong> boda. Hubo un tal Arraez, al ir a llevárselo<br />
le gritaron que se diera prisa y él les contestó: ‘estoy aseándome<br />
y poniéndome colonia porque a <strong>la</strong> muerte hay que ir<br />
así’. Vi también a los fusi<strong>la</strong>dos <strong>de</strong> Petrer y a un chico <strong>de</strong><br />
Monóvar que había sido cabo en Alcoy y al que también con<strong>de</strong>naron<br />
a muerte. Éste se pasó dos o tres años en esa situación.<br />
Parece que lo quisieran matar por sufrimientos (...)»<br />
(José Beltrán Montesinos, cenetista. Petrer, 3 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1987)<br />
«Cuando el fiscal pidió para mí ‘muerte’, no me inmuté porque<br />
lo esperaba. Así que junto a los aproximadamente 370<br />
con<strong>de</strong>nados a <strong>la</strong> pena capital, ingresé en el ‘tubo’, que era<br />
como l<strong>la</strong>mábamos al lugar <strong>de</strong> los con<strong>de</strong>nados y allí estuve<br />
mes y medio hasta que recibí <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> <strong>la</strong> conmutación.<br />
Firmé un papel por el que <strong>de</strong>bía cumplir 30 años y<br />
recorrí muchas cárceles hasta ser liberado a finales <strong>de</strong> 1946<br />
(...)»<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
(José Cabrera Girona, comunista. Elche, 10 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
70
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
«Así que pasé a <strong>la</strong> galería <strong>de</strong> los con<strong>de</strong>nados a muerte. Éramos<br />
8 ó 9 en cada celda. Un día vino un señor y me dijo que<br />
firmara un papel en el que <strong>de</strong>cía que se conmutaba <strong>la</strong> pena<br />
por <strong>la</strong> <strong>de</strong> 30 años. Allí rara era <strong>la</strong> noche que no había ‘saca’.<br />
Nos enterábamos por el ruido. A ocho <strong>de</strong> Callosa se ve que<br />
les avisaron <strong>de</strong> que los iban a fusi<strong>la</strong>r. Un domingo los vimos<br />
en misa y se <strong>de</strong>spidieron por señas <strong>de</strong> nosotros (...)»<br />
(Roberto Ruiz Ferrán<strong>de</strong>z, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
«Fuimos esposados hasta <strong>Alicante</strong> y estuvimos en el<br />
Reformatorio unos días y, más tar<strong>de</strong>, al pa<strong>la</strong>cio <strong>de</strong> Altamira<br />
<strong>de</strong> Elche, que estaba lleno <strong>de</strong> presos. Me colocaron en <strong>la</strong>s<br />
carboneras <strong>de</strong> un empujón. ‘¡Ya teníamos ganas <strong>de</strong> cogerte!’<br />
me dijeron. Pedí estar en <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> en <strong>la</strong> que estaba mi padre y<br />
me dijeron que no. Estuve 15 días si ver <strong>la</strong> luz, a pan y agua.<br />
Me llevaron <strong>de</strong>spués a <strong>la</strong> torre con ‘los peligrosos’. En<br />
Navidad <strong>de</strong> 1939 fue cuando llegamos a <strong>Alicante</strong> y, días <strong>de</strong>spués,<br />
ya estábamos en Elche. De Pa<strong>la</strong>cio nos llevaron a <strong>la</strong><br />
cárcel Fábrica número dos –Candalix–. Estuve allí hasta abril<br />
<strong>de</strong> 1949 sin que me tras<strong>la</strong>daran a <strong>Alicante</strong> para juzgarme y,<br />
por fin, me con<strong>de</strong>naron a muerte y a los 15 días me <strong>la</strong> con-<br />
ÍNDICE<br />
71
mutaron por 30 años y un día <strong>de</strong> reclusión mayor. Permanecí<br />
en el Reformatorio <strong>de</strong> Adultos hasta el 1 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1946 (...)»<br />
(Manuel Arabid Cantós, socialista. Elche, 19 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1986)<br />
La oposición al Franquismo en <strong>la</strong> provincia. El caso <strong>de</strong>l inspector<br />
Maján en Elche. Un policía que consigue introducirse<br />
en un grupo <strong>de</strong> comunistas ilicitanos<br />
«En marzo <strong>de</strong> 1945 en Elche, en aquel<strong>la</strong>s fechas, lo que es<br />
el Partido Comunista tiene <strong>la</strong> mayor organización (...). Hay<br />
algunos que están refugiados porque son huidos <strong>de</strong> campos<br />
<strong>de</strong> concentración o <strong>de</strong> cárceles, y se concentran en una casa<br />
en Valver<strong>de</strong>, una casa <strong>de</strong> un campesino, también militante <strong>de</strong>l<br />
Partido Comunista. El en<strong>la</strong>ce provincial era José García, El<br />
Forasteret y tenía <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> ir a <strong>Alicante</strong> a comprar el material<br />
para imprimir. Resulta que en esa vivienda <strong>de</strong>l campo,<br />
<strong>de</strong>sconocida para <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s, había concentrados nueve<br />
hombres y tenían una imprentil<strong>la</strong> y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí emitían el periódico.<br />
Ocurrió que al preguntarle el dueño <strong>de</strong> <strong>la</strong> imprenta tres<br />
o cuatro veces si tenía quien le imprimiera aquello, lo <strong>de</strong>nunció<br />
a <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s. Entonces, un inspector <strong>de</strong> Alcoy –o al<br />
menos ejercía en Alcoy– l<strong>la</strong>mado Maján <strong>de</strong> apellido lo <strong>de</strong>tuvo<br />
y le dijo que dón<strong>de</strong> imprimían aquel<strong>la</strong>s cuartil<strong>la</strong>s y para qué<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
72
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
eran. Éste, como punto <strong>de</strong> salvación, cometió el grave error<br />
–digo grave porque aquello le costó, a toda <strong>la</strong> organización,<br />
<strong>la</strong> caída– <strong>de</strong> llevarlos a <strong>la</strong> casa don<strong>de</strong>, como estaban armados,<br />
él saldría ileso. Y mientras uno le abría <strong>la</strong> portezue<strong>la</strong>, los<br />
otros disparaban un par <strong>de</strong> tiros al inspector y se produce <strong>la</strong><br />
<strong>de</strong>sbandada (...)»<br />
(Joaquín Grau García, comunista. Elche 4 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1992)<br />
«De nuevo me incorporé al partido y formé parte <strong>de</strong>l Comité<br />
Local <strong>de</strong> 1947, como responsable político. Teníamos reuniones<br />
periódicas, cotizábamos y recibíamos ‘Mundo Obrero’ a<br />
través <strong>de</strong> un empleado en una casa <strong>de</strong> transporte –La<br />
Ilicitana–. Sobre todo, nos <strong>de</strong>dicábamos a <strong>la</strong> captación <strong>de</strong><br />
militantes. La caída se produjo en 1953. El 6 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> ese<br />
año nos <strong>de</strong>tuvieron bajo <strong>la</strong> acusación <strong>de</strong> propaganda ilegal<br />
por un confi<strong>de</strong>nte –Luis Me<strong>de</strong>l– que se nos introdujo y que,<br />
con anterioridad, había provocado <strong>la</strong> caída <strong>de</strong> compañeros<br />
<strong>de</strong> Elda y Alcoy. Nos pasamos siete meses <strong>de</strong> cárcel –hasta<br />
marzo <strong>de</strong> 1954–, en el Pa<strong>la</strong>cio <strong>de</strong> Altamira. Recurrimos al<br />
abogado Salvador Ramos Folqués y se portó muy bien con<br />
nosotros. Nos dijo que recogiéramos 3.000 pesetas para dar<br />
propinas en el juzgado a fin <strong>de</strong> que nuestros expedientes se<br />
ÍNDICE<br />
73
liquidaran. Las recogimos y así pudo liberarnos.<br />
Posteriormente habría tres <strong>de</strong>tenciones más: 1959, 1964 y<br />
1973. La última fue jugando al dominó. En <strong>la</strong> mesa había un<br />
guardia civil sin que yo lo supiera. Apareció Franco en <strong>la</strong> tele,<br />
hice algún comentario y al guardia le faltó tiempo para <strong>de</strong>nunciarme<br />
(...)»<br />
(José Cabrera Girona, comunista. Elche, 10 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
«Actuamos en <strong>la</strong> c<strong>la</strong>n<strong>de</strong>stinidad y nuestra principal misión fue<br />
<strong>la</strong> <strong>de</strong> mantener el espíritu socialista en todos nuestros militantes.<br />
Llegamos a contro<strong>la</strong>r a todos los que había en el pueblo,<br />
pero no se conocía a <strong>la</strong> directiva. Cada uno <strong>de</strong> nosotros<br />
conocía a un <strong>de</strong>legado <strong>de</strong> barrio y éstos a un grupo. Todo esto<br />
fue cuando <strong>la</strong> Segunda Guerra Mundial había terminado con<br />
<strong>la</strong> <strong>de</strong>cepción para todos nosotros. La función era recoger<br />
dinero para ayudar a familiares <strong>de</strong> exiliados o <strong>de</strong> gente que<br />
estaba aún en <strong>la</strong> cárcel. Los más activos fueron, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
Pérez Can<strong>de</strong><strong>la</strong>, Manuel Lozano, Manuel Esc<strong>la</strong>pez Boix,<br />
Galipienso, Alfredo Mira, Arabid –más tar<strong>de</strong>, porque él se fue<br />
a vivir a Herencia–, José María Maciá Mañuz, muchos, hasta<br />
que nos <strong>de</strong>tuvieron en 1947, en marzo. Nos <strong>de</strong>tuvieron a<br />
todos y un sargento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Guardia Civil registró en casa y<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
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Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
encontró unas poesías y le contó al capitán que llevara cuidado<br />
conmigo porque era un intelectual –¡yo, que no he llegado<br />
a ir a <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>!–. Cuando vi los nombres me di cuenta<br />
que nos habían cogido a todos. Paco Soler era el presi<strong>de</strong>nte,<br />
Francisco Rodríguez Martínez <strong>de</strong> organización y yo <strong>de</strong><br />
administrativo. Éramos 17 los <strong>de</strong>tenidos. Estuvimos en <strong>la</strong> cárcel<br />
y a mí me mandaron, una vez más, a <strong>la</strong> oficina con el<br />
director. La <strong>de</strong>tención fue porque hubo uno muy confiado, le<br />
cogieron, le dieron una paliza y dio los nombres. El que se<br />
hizo famoso fue el capitán <strong>de</strong> <strong>la</strong> Guardia Civil (...). Para mí un<br />
sádico. Lo primero que hacía era darte una patada en <strong>la</strong>s partes.<br />
Pasó el tiempo y se pudo capear el temporal y nos pusieron<br />
en libertad. Pero llegó <strong>la</strong> víspera <strong>de</strong>l primero <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong><br />
1947 y el capitán <strong>de</strong> <strong>la</strong> Guardia Civil nos l<strong>la</strong>mó y nos dijo que<br />
como ocurriera algo, seríamos nosotros los responsables<br />
(...). En los días siguientes apareció un letrero que ponía ‘Viva<br />
el Partido Comunista’. Fueron a por nosotros tres –Paco<br />
Soler, Rodríguez Martínez y yo– y el capitán <strong>de</strong> <strong>la</strong> Guardia<br />
Civil nos metió en una cuadra junto a comunistas y a cenetistas.<br />
Nos volvió a repetir su amenaza y le dije que nosotros<br />
no teníamos nada que ver con los comunistas. Entré con<br />
Rodríguez Martínez y nos dieron a cada uno una vara <strong>de</strong><br />
toro: ‘¡Pégale!’ Tuve <strong>la</strong> suerte <strong>de</strong> pegarle sólo una vez, con un<br />
ÍNDICE<br />
75
guardia civil. Después me hicieron <strong>de</strong>snudarme por completo<br />
y obligaron a Rodríguez a pegarme 25 golpes en el culo y si<br />
pegaba flojo un guardia civil le pegaba a él. Luego me tiraron<br />
un cubo <strong>de</strong> agua y me hicieron pasar a otro cuarto. Así todos,<br />
pegándonos unos a otros. Lo último que nos dijo el capitán<br />
fue que si contábamos lo que había pasado que nos enteraríamos.<br />
Paco Soler le miró al capitán y todavía le pegó un<br />
guantazo. Para que mi madre no se enterara –todavía estaba<br />
soltero porque mi mujer estaba en el exilio con su madre– fui<br />
a casa <strong>de</strong> un practicante y me curó (...)»<br />
(Francisco Pérez Campillo, socialista.<br />
Elche, 8 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1990)<br />
Las muertes violentas <strong>de</strong> <strong>la</strong> posguerra en extrañas circunstancias<br />
«En marzo <strong>de</strong> 1942 –yo estaba entonces en Vitoria haciendo<br />
el servicio militar, porque a los <strong>de</strong> <strong>la</strong> zona republicana nos<br />
mandaban o al norte o a África–, <strong>de</strong>tuvieron en Elche a Juan<br />
Caracena y, a través <strong>de</strong> él, a todos los que tenían una hoja<br />
c<strong>la</strong>n<strong>de</strong>stina. Detuvieron a mi padre, Ramón Mora Martínez, a<br />
uno que vendía vinos en <strong>la</strong> calle <strong>de</strong>l Ángel –creo que se l<strong>la</strong>maba<br />
Prats–, a Antonio Vázquez y a muchos más. Les dieron<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
76
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
palizas y a mi padre lo sacaron para <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rar en el retén.<br />
Coincidió que se apagó <strong>la</strong> luz en ese sector y cuando mi<br />
padre era conducido por una pareja <strong>de</strong> guardias civiles, mi<br />
padre, con más <strong>de</strong> 50 años, cayó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el arco <strong>de</strong>l<br />
Ayuntamiento. Una hermana mía pudo verlo muerto. La versión<br />
oficial es que se tiró (...)»<br />
La tortura<br />
(Rogelio Mora Porcel, socialista. Elche, 6 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
«Fui torturado en 1953 en Calendura. Me reventaron <strong>la</strong>s uñas<br />
<strong>de</strong> los pies. Había allí un inspector que se emborrachaba con<br />
nosotros. Me lo hicieron dos veces. En cambio en Altamira no<br />
me tocaron. Allí, en Pa<strong>la</strong>cio estaba conmigo Tonico Sansano<br />
y un santapolero como preso común. Éste precisamente al<br />
verme en el estado en el que me encontraba, me confesó que<br />
el director <strong>de</strong> <strong>la</strong> cárcel lo había puesto allí para espiarme»<br />
(José Cabrera Girona, comunista. Elche, 10 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
«Salí <strong>de</strong> <strong>la</strong> cárcel el 26 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1943, por el <strong>de</strong>creto que<br />
afectaba a los con<strong>de</strong>nados a 20 años. Me vine entonces a<br />
vivir a Crevillente. Al poco tiempo me <strong>de</strong>tuvieron. Luego vol-<br />
ÍNDICE<br />
77
vía a Callosa. En 1945 me volvieron a <strong>de</strong>tener. Dos veces me<br />
pusieron <strong>la</strong> pisto<strong>la</strong> en <strong>la</strong> frente para que dijera nombres. Me<br />
quitaron <strong>la</strong> camisa, me ataron <strong>la</strong>s manos por <strong>de</strong>trás y tres<br />
pegando vergazos al mismo tiempo. Caí sin sentido hasta<br />
que me <strong>de</strong>jaron. Estuve siete horas sin conocimiento. Me llevaron<br />
<strong>de</strong> nuevo al Reformatorio y estuve un mes. Cuando llegué<br />
y el practicante quiso ponerme una inyección le dijo al oficial<br />
que no tenía un pedazo <strong>de</strong> carne don<strong>de</strong> pinchar. El resto<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>tenciones fue sólo ir al Ayuntamiento o a <strong>la</strong> Guardia Civil<br />
(...)»<br />
(Tomás Estañ Alfosea, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
«La costumbre que utilizaban estas personas, los dirigentes<br />
<strong>de</strong> Fa<strong>la</strong>nge, si es que se les pue<strong>de</strong> l<strong>la</strong>mar personas, era irse<br />
a cenar y a beber. Cenaban bien cenados, se emborrachaban<br />
algunos <strong>de</strong> ellos y su diversión consistía en venir al<br />
Ayuntamiento y pedir a los centine<strong>la</strong>s fa<strong>la</strong>ngistas que les trajeran<br />
a fu<strong>la</strong>no <strong>de</strong> tal. Les tomaban <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ración, los hinchaban<br />
y luego para <strong>de</strong>ntro otra vez. Prueba <strong>de</strong> ello es que yo dormía<br />
con un hombre que se l<strong>la</strong>maba Salvador Can<strong>de</strong><strong>la</strong>, más conocido<br />
por el tío Castel<strong>la</strong>no, Salvador el Castel<strong>la</strong>no, dormía<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
78
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
junto a mí y cuando le l<strong>la</strong>maron una noche y lo entraron<br />
luego, su cara era <strong>la</strong> <strong>de</strong> un monstruo. Tiraba sangre por <strong>la</strong><br />
nariz, por los oídos. La cara era <strong>de</strong> un monstruo <strong>de</strong> <strong>la</strong> paliza<br />
que le pegaron. Así que conseguirían que <strong>de</strong>c<strong>la</strong>raran lo que<br />
querían, para evitar los golpes. Después este hombre estuvo<br />
en <strong>la</strong> cárcel y salió sin ningún cargo. De todo esto se encargó<br />
<strong>la</strong> Fa<strong>la</strong>nge, <strong>la</strong> Guardia Civil no intervino para nada. Era el<br />
estilo hitleriano (...)»<br />
(Bienvenido Zap<strong>la</strong>na Belén, socialista.<br />
Crevillente, 13 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1987)<br />
El caso <strong>de</strong> una mujer embarazada que es fusi<strong>la</strong>da <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> dar a luz<br />
«Fui novio <strong>de</strong> Carmen Gambín. El<strong>la</strong> y su hermana Rosario<br />
estaban en Francia. Carmen era preciosa, <strong>de</strong> lo más bonito<br />
que se ha conocido por aquí. Volvieron a Callosa y estuvieron<br />
en Socorro Rojo en <strong>Alicante</strong>. A un hermano, Luis, lo mataron<br />
en el frente y por lo visto un guardia municipal le había pegado<br />
en una ocasión a Luis. Al morir éste, <strong>la</strong>s dos hermanas<br />
fueron a casa <strong>de</strong>l guardia y lo mataron. Parece ser que <strong>la</strong> que<br />
disparó fue Rosario, que ya estaba casada. Estando yo en<br />
San Miguel supe que Rosario y Carmen también estaban allí<br />
ÍNDICE<br />
79
encarce<strong>la</strong>das. Carmen estaba embarazada y nos enviamos<br />
unas notas. Las juzgaron y esperaron a que Carmen diera a<br />
luz. Por eso fusi<strong>la</strong>ron antes a Rosario que a Carmen. Se<br />
había casado con un chico <strong>de</strong> Bilbao (...)»<br />
(Tomás Estañ Alfosea, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
«De mi mujer (Rosario Soriano Gambín) no quiero hab<strong>la</strong>r. La<br />
chiquita sí me <strong>la</strong> llevaban (...)»<br />
(Roberto Ruiz Ferrán<strong>de</strong>z, comunista.<br />
Callosa <strong>de</strong>l Segura, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1992)<br />
Dos menores <strong>de</strong> edad fusi<strong>la</strong>dos por pintarrajar una imagen<br />
<strong>de</strong>l fundador <strong>de</strong> Fa<strong>la</strong>nge<br />
«El caso más sonado fue el <strong>de</strong> los tres chicos <strong>de</strong> Dolores.<br />
Pintaron un bigote al retrato <strong>de</strong> José Antonio y, aunque eran<br />
menores <strong>de</strong> edad, <strong>la</strong> excusa que dieron para fusi<strong>la</strong>rlos fue<br />
que tenían ban<strong>de</strong>ras republicanas. Murieron gritando Viva <strong>la</strong><br />
República (...)»<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
(José Beltrán Montesinos, cenetista.<br />
80<br />
Petrer 3 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1987)
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
«Aunque aquí en Dolores no hubo muertes durante <strong>la</strong> guerra,<br />
cuando ésta terminó sí fusi<strong>la</strong>ron primero a dos hombres <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> que fueran apaleados en Almoradí y fueron fusi<strong>la</strong>dos<br />
tres jóvenes por pintar los <strong>la</strong>bios <strong>de</strong> un cuartel <strong>de</strong> José<br />
Antonio Primo <strong>de</strong> Rivera. Un cuarto joven, José Cano<br />
Illescas, se libró porque era menor <strong>de</strong> edad y porque era<br />
sobrino <strong>de</strong>l sacristán y se ve que el cura intercedió por él.<br />
Cano salió <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cumplir siete años. Los cuatro eran <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> J.S.U. (...)»<br />
El estraperlo<br />
(Francisco Martínez Pérez, comunista.<br />
Dolores, 17 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1986)<br />
«Al acabar <strong>la</strong> guerra, los cupos, no trabajar y ven<strong>de</strong>r los<br />
cupos y hacerse millonario. Y en mi caso, <strong>la</strong> guerra, <strong>la</strong> cárcel,<br />
<strong>la</strong> ruina y 15 años para levantar <strong>la</strong> casa, pero trabajando. Yo<br />
me he llegado a marear <strong>de</strong> hambre estudiando <strong>la</strong> carrera,<br />
pero no se me ha ocurrido –y podíamos haberlo hecho– porque<br />
con <strong>la</strong> cárcel que hemos pa<strong>de</strong>cido nosotros ha habido<br />
gente que luego se hizo ministro (...)»<br />
ÍNDICE<br />
(Francisco Galán Giner, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
Elche, 7, 9 y 12 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1989)<br />
81
Hab<strong>la</strong>r valenciano en <strong>la</strong> posguerra<br />
«Mi hermano y mi primo Paco, viniendo <strong>de</strong> viaje y recién acabada<br />
<strong>la</strong> guerra, venían <strong>de</strong> Bilbao <strong>de</strong>l hotel Carlton <strong>de</strong> Bilbao<br />
don<strong>de</strong> estaba el Ministerio <strong>de</strong> Industria y Comercio <strong>de</strong> <strong>la</strong> zona<br />
aquel<strong>la</strong> para buscar materia prima para <strong>la</strong> industria <strong>de</strong> Elche.<br />
Iba también Moreta y estaban sentados en una mesa en el<br />
comedor y estaban hab<strong>la</strong>ndo en valenciano. Al <strong>la</strong>do había<br />
unos oficiales, un coronel, un comandante, un capitán y un<br />
asistente. De repente el coronel sacó una pisto<strong>la</strong> y les dijo:<br />
‘¡están uste<strong>de</strong>s <strong>la</strong>drando, son unos hijos <strong>de</strong> puta...!’ Al coronel<br />
le habían matado dos hijos en <strong>la</strong> guerra. En fin, que ni preguntaban<br />
(...)»<br />
(Francisco Galán Giner, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
Elche, 7, 9 y 12 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1989)<br />
«Acabé <strong>la</strong> guerra en Torrijas. Como borregos nos metieron en<br />
<strong>la</strong> p<strong>la</strong>za <strong>de</strong> toros <strong>de</strong> Guada<strong>la</strong>jara con muchísima gente. Allí<br />
estuvimos tres días, lloviendo, mientras nos quitaban lo poco<br />
que llevábamos encima (...). Luego nos llevaron a una especie<br />
<strong>de</strong> aeródromo <strong>de</strong> zepelines. Por cierto que allí un día<br />
hab<strong>la</strong>ndo en valenciano con otro, me vino un centine<strong>la</strong> ame-<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
82
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
nazándome con que me mataba como siguiera hab<strong>la</strong>ndo ‘en<br />
ruso’(...)»<br />
(José Beltrán Montesinos, cenetista, 3 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1987)<br />
«También <strong>de</strong>tuvieron a mi madre, Asunción Porcel. Fue juzgada<br />
pero su expediente fue sobreseído. Como anécdota<br />
recuerdo que cuando fui a ver<strong>la</strong>, una carcelera me dijo que no<br />
hab<strong>la</strong>ra valenciano (...)»<br />
(Rogelio Mora Porcel, socialista. Elche, 6 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1986)<br />
¿Valió <strong>la</strong> pena?<br />
«Hoy con mis 70 años, si me dijeran <strong>de</strong> volver a <strong>la</strong> juventud<br />
teniendo que pasar lo que pasé, diría que no, que prefiero los<br />
pocos años <strong>de</strong> vida que me que<strong>de</strong>n pero con tranquilidad<br />
(...)»<br />
(Francisco Martínez Pérez, comunista.<br />
Dolores, 17 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1986)<br />
«Si en aquel momento alguien nos hubiera dicho, a unos y a<br />
otros, que íbamos a meternos en un fregado como el que nos<br />
ÍNDICE<br />
83
metimos para, al final, restaurar a los Borbones, seguro que<br />
nadie hubiera ido a <strong>la</strong> guerra. Esto no me lo pue<strong>de</strong> negar<br />
nadie. Luego habría una guerra con actos heroicos por <strong>la</strong>s<br />
dos partes y actos <strong>de</strong>leznables también por ambas. ¡Quién le<br />
hubiera dicho a <strong>la</strong> gente que iba a morir por salvar a <strong>la</strong> monarquía!<br />
Los fa<strong>la</strong>ngistas hubieran abandonado los frentes. Y si<br />
no, <strong>la</strong> Iglesia, muy perseguida. Mataron a 8.000 curas, a no<br />
sé cuantos obispos, pero cuidado con <strong>la</strong> Iglesia, que nos<br />
metió en el fregado a todos. Nos hubiéramos tomado un café<br />
todos juntos y en <strong>Alicante</strong> no habría habido guerra civil y<br />
supongo que en los <strong>de</strong>más sitios igual. Para mí, <strong>la</strong> culpa <strong>de</strong><br />
todo no <strong>la</strong> tuvo ni <strong>la</strong> República, ni <strong>la</strong> guerra, sino <strong>la</strong> monarquía,<br />
entregada por completo a <strong>la</strong> plutocracia. Habría que ver<br />
a un obrero con blusa y alpargatas, un maestro nacional con<br />
los codos rotos y luego tíos saliendo <strong>de</strong>l Casino con su coche.<br />
Es <strong>de</strong>cir, diferencias sociales tan tremendas, <strong>de</strong> manera que<br />
el odio estaba justificado (...)»<br />
(Agatángelo Soler Llorca, fa<strong>la</strong>ngista.<br />
<strong>Alicante</strong>, 19 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1990)<br />
«Hoy milito en el Movimiento Comunista junto a mi compañera.<br />
Estamos con gente muy joven y ayudamos en lo que<br />
po<strong>de</strong>mos. Nos apuntamos todavía en <strong>la</strong> c<strong>la</strong>n<strong>de</strong>stinidad y en<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
84
Miguel Ors Montenegro<br />
Apéndice: los testimonios orales y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia<br />
una casa <strong>de</strong> campo que tengo hacíamos reuniones con gente<br />
que venía <strong>de</strong> Madrid (...)»<br />
4. A manera <strong>de</strong> conclusión<br />
(José Beltrán Montesinos, cenetista.<br />
Petrer 3 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1987)<br />
Como historiadores, ¿nos po<strong>de</strong>mos permitir el lujo <strong>de</strong> renunciar,<br />
por comodidad, a <strong>la</strong> obtención <strong>de</strong> una información tan<br />
valiosa que sólo pue<strong>de</strong> ser recogida durante un tiempo limitado?<br />
Sencil<strong>la</strong>mente, a mí al menos me parece un <strong>de</strong>spropósito<br />
no intentarlo.<br />
¿Qué veracidad ofrece el testimonio <strong>de</strong> un militante <strong>de</strong> cualquier<br />
organización? En mi caso, pocas veces he sentido <strong>de</strong>sconfianza<br />
ante lo que me estaban contando. En alguna ocasión<br />
alguien se pue<strong>de</strong> presentar como el héroe <strong>de</strong>l frente, el<br />
fundador <strong>de</strong> lo que sea, el número uno <strong>de</strong> <strong>la</strong> oposición o<br />
cosas por estilo, pero no es lo habitual y, cuando así ocurre,<br />
<strong>la</strong> entrevista suele terminar antes. Por otro <strong>la</strong>do, si hay una<br />
información en los testimonios que resulta poco relevante es<br />
<strong>la</strong> que intenta precisar cifras: por ejemplo, <strong>de</strong> una cárcel interesa<br />
sobre todo <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> un interno y sirve <strong>de</strong> muy poco que<br />
hable <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> presos: «éramos 3.000». ¿Cómo calcu<strong>la</strong>r<br />
visualmente <strong>la</strong> gente que había en el puerto <strong>de</strong> <strong>Alicante</strong> a<br />
ÍNDICE<br />
85
finales <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1939? En ocasiones un testimonio oral<br />
<strong>de</strong>smiente a una fuente escrita: tuve ocasión <strong>de</strong> entrevistar a<br />
una mujer, militante <strong>de</strong>l Partido Comunista durante <strong>la</strong> guerra<br />
civil, porque un semanario ilicitano <strong>la</strong> consi<strong>de</strong>ró como mo<strong>de</strong>lo<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> participación <strong>de</strong> <strong>la</strong> mujer en <strong>la</strong> retaguardia. Cuando <strong>la</strong><br />
entrevisté <strong>de</strong>scubrí que era un montaje propagandístico:<br />
aquel<strong>la</strong> señora no sabía <strong>de</strong> que le estaba hab<strong>la</strong>ndo.<br />
Un aspecto ético. En muchas ocasiones un testimonio pue<strong>de</strong><br />
incorporar, entre otras muchas barbarida<strong>de</strong>s, una acusación<br />
con nombres y apellidos <strong>de</strong> <strong>la</strong> que el historiador se pue<strong>de</strong><br />
convertir en altavoz. Por tanto habría que distinguir entre el<br />
testimonio grabado que <strong>de</strong>be quedar en un archivo sin alteración<br />
alguna y el uso por parte <strong>de</strong>l historiador <strong>de</strong> ese testimonio.<br />
No todo es publicable. Y no se trata tanto <strong>de</strong> evitar el<br />
juzgado como <strong>de</strong> huir <strong>de</strong> <strong>la</strong> calumnia.<br />
Queda muchísimo por hacer y el tiempo corre en contra nuestra.<br />
El Franquismo es, me parece, el objetivo más urgente:<br />
cuadros políticos, docentes, funcionarios y un <strong>la</strong>rgo etcétera<br />
nos pue<strong>de</strong>n suministrar abundantes pistas con <strong>la</strong>s que acudir<br />
luego a <strong>la</strong>s fuentes escritas. La propia naturaleza <strong>de</strong> <strong>la</strong> dictadura<br />
y sus tinieb<strong>la</strong>s informativas convierten a <strong>la</strong>s fuentes orales<br />
en una herramienta poco menos que indispensable.<br />
ÍNDICE<br />
Roque Moreno Fonseret, Francisco Sevil<strong>la</strong>no Calero (eds.)<br />
El franquismo, visiones y <strong>ba<strong>la</strong>nces</strong><br />
86
1 Un libro útil para empezar a trabajar es el <strong>de</strong> FOLGUERA, Pi<strong>la</strong>r,<br />
Cómo se hace historia Oral, Madrid, 1994, págs. 82-89.<br />
2 FRASER, Ronald, Recuérdalo tú y recuérdalo a otros. Historia oral<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra civil españo<strong>la</strong>, Barcelona, 1979. Del mismo autor,<br />
Mijas. República, guerra, franquismo en un pueblo andaluz,<br />
Barcelona, 1985 (un excelente ejemplo <strong>de</strong> cómo <strong>la</strong> historia local<br />
pue<strong>de</strong> superar el localismo estéril) y Escondido. El calvario <strong>de</strong><br />
Manuel Cortés, Valencia, 1986. Es importante también <strong>la</strong> aportación<br />
metodológica <strong>de</strong> THOMPSON, Paul, La voz <strong>de</strong>l pasado.<br />
Historia oral, Valencia, 1988. Una aplicación reciente pue<strong>de</strong> verse<br />
en VILANOVA, Merce<strong>de</strong>s, Las mayorías invisibles. Explotación<br />
fabril, revolución y represión, Barcelona, 1996. La revista Historia y<br />
Fuente Oral viene recogiendo <strong>la</strong>s mejores aportaciones nacionales<br />
e internacionales sobre fuentes orales; el número 13 (1995) ofrece<br />
un índice <strong>de</strong> los doce primeros números.<br />
3 MARTÍNEZ LEAL, Juan y ORS MONTENEGRO, Miguel, «La<br />
represión <strong>de</strong> posguerra en <strong>Alicante</strong> (1939-1945)» en Canelobre, nº<br />
31-32, <strong>Alicante</strong>, 1995, págs. 23-72.<br />
4 El Instituto <strong>de</strong> cultura Juan Gil Albert publicó un catálogo <strong>de</strong> su<br />
archivo <strong>de</strong> fuentes orales en abril <strong>de</strong> 1995.<br />
5 AVIFOR publica una hoja informativa l<strong>la</strong>mada La Veu. Su dirección<br />
es AVIFOR, apartado <strong>de</strong> correos, 262, 03560 EL CAMPELLO<br />
(<strong>Alicante</strong>).<br />
6 SALAS LARRAZABAL, Ramón, Pérdidas <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra, Barcelona,<br />
1977, pág. 371.<br />
ÍNDICE<br />
Notas<br />
87