JUAN DE CALÉS.

^ o e esto es nna chanza. P resto
ve adentro^ diles qae voy
á mi obligación. S i el cielo
quiere q u e en ese navio
venga su m a r id o , luego
estará a q u i ; q u e ya calm a
el o leage, y el viento,
y le pondré yo seguro.
£ e a t. V ele con D ios, vuelve bueno,
y sano.
P e d . Y tú adonde vas ?
£ e a t. Yo hasta que te deje den tro
de la eniharcacion me voy
allá á acom pañarte.
P c d . Bueno:
dam e el brazo. El quo nos vea
de esta forma desde luego
d irá j que herm oso cariño
en ese p a r de m ancebos. v a n se .
E S C E N A III.
S a len p o r la p u erta d e la izq u ie rd a Constan*
z a , e J n e s, con tra¡¡e hum ilde.
C on st. D éjam e I n e s ,q n e yo mism a
quiero ver si este violento
tem poral en el navio
de mi esposo:::
In és. Deteneos,
C on st. IVo lem as nada,
sigue hablándom e lo m ism o
que «na herm an a, cuando esté
alguno d elante, 'y creo