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La rebelión de las letras - Escritores Teocráticos.net

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— ¿Y qué hace usted aquí, MaríJose, a estas horas <strong>de</strong> la noche? –pregunta la anciana,<br />

abriendo el pesado portón–. Pase, pase usted. No se me vaya a resfriar, por Dios.<br />

— No sé si me creería, doña Petronila –respon<strong>de</strong> María José, ingresando al recinto y<br />

sentándose en el sillón <strong>de</strong>l recibidor, mientras la señora Petronila la cubre con una<br />

reconfortante frazada–. Es muy extraño lo que me está pasando. Parece una pesadilla.<br />

— ¿Pesadilla? No creo que sea una pesadilla, ja, ja, ja –respon<strong>de</strong> divertida la anciana–.<br />

<strong>La</strong> única pesadilla aquí es mi cara arrugada, ja, ja, ja. Pero no se preocupe,<br />

tranquilícese. Todo <strong>de</strong>be tener una explicación racional ¿no cree?<br />

— Ojalá usted tenga razón, Petro –dice la joven, arropándose con la mullida frazada.<br />

— ¿Recuerda que una vez le conté que los archivos <strong>de</strong> este periódico guardan muchos<br />

secretos? –pregunta la anciana, con un tono entre divertido y misterioso.<br />

— Ay sí, doña Petro –respon<strong>de</strong> temerosa María José–. Pero no me haga asustar, mire que<br />

con este susto que estoy pasando, tengo suficiente por esta noche.<br />

— Ay, niña, si no es nada para asustarse –respon<strong>de</strong> tranquilizadoramente la anciana<br />

mujer–. Más bien es algo que es muy interesante, educativo e instructivo, mijita...<br />

— ¿Ah sí?<br />

— Sí. Verá... –dice la anciana, susurrando al oído <strong>de</strong> la joven, como confi<strong>de</strong>nciándole un<br />

gran secreto–. <strong>La</strong>s <strong>letras</strong> se han rebelado...<br />

María José da un salto por la sorpresa, mirando fijamente a la señora Petronila, que se ha<br />

quedado muy tranquila, observando a María José con una sonrisa casi angelical y<br />

maternal. No pue<strong>de</strong> percibir si la simpática señora Petronila está hablando en serio o<br />

sumándose a la broma <strong>de</strong> la redacción.<br />

— ¿<strong>La</strong>s <strong>letras</strong>? ¿Se han rebelado? –pregunta incrédula–. Yo creí que la noticia <strong>de</strong> esta<br />

mañana era una broma <strong>de</strong> la redacción, por lo <strong>de</strong>l aniversario <strong>de</strong>l periódico...<br />

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