Por fin llegó diciembre, mi mes preferido del año. Ya me empezaba ...

UNAS UNAS UNAS NAVIDADES NAVIDADES DIFERENTES
DIFERENTES
POR POR ANA ANA PILAR PILAR HERNANDO HERNANDO MILLÁN
MILLÁN
Por fin llegó diciembre, mi mes preferido del año. Ya me empezaba a poner
nerviosa deseando que llegara la navidad. Yo tenía ganas de que fuera el 24 para
que viniera Papá Noel.
Pasaron unas semanas y llegó el día deseado. Nos fuimos al pueblo de mis
abuelos. Mi madre, mi tía y mi abuela estaban haciendo la cena. Mis primas, mi
hermana y yo estábamos jugando en el salón.
Cenamos todos juntos y cuando estábamos en los postres, oímos un gran
estruendo en el jardín. Nos quedamos todos callados, mirándonos sin sabe qué
había pasado. Nos levantamos de la mesa a mirar por la ventana. Subimos la
persiana lentamente y salimos al jardín. Nuestros padres vinieron corriendo porque
llegaron a pensar que era un ladrón. Salieron y vimos que era Papa Noel que
había tenido un accidente. Él estaba bien, pero uno de sus renos se había lesionado.
Cuando lo vio Papa Noel se puso muy triste y nervioso. Le invitamos a pasar
para que se tranquilizara, pero él sólo pensaba en lo que iba a hacer, pues el reno
no podía continuar y aún quedaban muchos regalos por repartir. Le propusimos
que dejara el reno en nuestra casa para que le cuidáramos nosotros. Papa Noel
se fue tranquilo con los demás renos.
Mi abuelo, que entendía un poco de veterinario, curó al reno. Mis primos,
mi hermana y yo no queríamos separarnos de él. Nunca habíamos estado tan cerca
de un reno y menos de uno de Papa Noel.
Al cabo de unas horas, vino Papá Noel, que ya había terminado su
trabajo. Estaba muy agradecido por haber cuidado de su reno. Nos dejó más
regalos de los que habíamos pedido y nos prometió que más adelante vendría a
buscarnos para visitar su país. Nunca olvidaremos esas navidades.

UN UN PLAN PLAN QUE QUE NO NO PODÍA PODÍA FALLAR
FALLAR
POR POR PAULA PAULA DE DE MIGUEL
MIGUEL
Ya Ya quedaba quedaba poco poco para para la la Navidad, Navidad, y y esta esta vez vez le le iba iba a pillar desprevenido.
desprevenido.
No No se se lo lo iba iba a a esperar esperar de de ninguna ninguna de de las las maneras, maneras, caería caería totalmente totalmente en en mi
mi
trampa, trampa, se se iba iba a a enterar enterar de de quién quién era era yo. yo. Y Y mi mi hermano, hermano, por por supuesto, supuesto, él él seguro
seguro
que que también también querría querría unirse, unirse, si si le le prometía prometía caramelos, caramelos, sabía sabía su su debilidad. debilidad. Entre Entre los
los
dos dos pillaríamos pillaríamos al al rey rey de de los los allanadores allanadores de de morada, morada, a a a la la única única persona persona que que sería
sería
capaz capaz de de llevar llevar ese ese ridículo ridículo traje traje rojo rojo y y volar volar por por el cielo con él puesto, sin importar
importar
lo lo que que pensasen pensasen los los demás, demás, porqu porque, porqu e, por supuesto, supuesto, sabía que todos le adorábamos, adorábamos,
llevara llevara lo lo que que llevara. llevara. Papá Papá Noel Noel vendría vendría pronto pronto y y ya ya no no dormiría dormiría hasta hasta que que no
no
me me contara contara qué qué es es lo lo que que hacía hacía para para volar volar por por el el cielo cielo de de noche, noche, traer traer regalos regalos a a los
los
niños niños de de todo todo el el mundo mundo y y ser ser tan tan absolutamen absolutamente absolutamen te fantástico. Hoy tenía que
prepararlo prepararlo todo todo para para estar estar dispuesta. dispuesta. Mi Mi plan plan consistía consistía en en que que cuando cuando Papá
Papá
Noel Noel cruzase cruzase la la ventana ventana para para entrar, entrar, pues pues la la chimenea chimenea brillaba brillaba por por su su ausencia,
ausencia,
vería vería las las galletas galletas y y dulces dulces que que mi mi hermano hermano había había dejado, dejado, y y caería caería en en mi mi
trampa. trampa. trampa. Él
Él
y y yo yo esperaríamos esperaríamos debajo debajo de de la la mesa mesa y y si si a a mi mi hermano hermano no no le le daba daba por por roncar,
roncar,
pasaríamos pasaríamos totalmente totalmente desapercibidos. desapercibidos. Entonces Entonces le le agarraría agarraría por por la la pierna pierna y y ¡zas!
¡zas!
Caería Caería en en la la trampa. trampa. Era Era un un plan plan fantástico. fantástico. De De ninguna ninguna manera manera podía podía fallar.
fallar.
Pasaban Pasaban ya ya de de de la la la una una de de la la madrugada madrugada cuando cuando cuando escuchamos escuchamos el primer ruido. ruido.
Mi Mi hermano hermano roncaba, roncaba, así así que que le le di di un un codazo codazo para para que que estuviera estuviera callado, callado, a a lo lo que
que
él él respondió respondió con con una una patada. patada. Desde Desde debajo debajo de de la la mesa mesa no no se se veía veía nada, nada, excepto excepto el
el
suelo. suelo. Pero lo mejor fue cuan cuando cuan
do vi vi un un par par de de pies. pies. Mi Mi Mi hermano hermano tuvo tuvo que que taparme
taparme
la la boca boca para para que que no no gritara gritara de de pura pura excitación. excitación. Nada, Nada, pensaba, pensaba, nada nada podría
podría
estropear estropear ya ya este este momento. momento. El El momento momento del del cara cara a a cara cara con con la la persona persona de de la la que
que
ahora ahora mismo mismo solamente solamente solamente veía veía unas unas botas botas negras negras y y y unos unos
pantalones pantalones rojos,
rojos,
inconfundibles.
inconfundibles.

Se Se acercó acercó un un poco poco más más y y ¡zas! ¡zas! Le Le agarré agarré la la pierna, pierna, con con lo lo que que cayó cayó al
al
suelo suelo estrepitosamente. estrepitosamente. Entonces Entonces le le vi. vi. No No era era Papá Papá Noel. Noel. Lo Lo intuía. intuía. No No podía podía
podía
ser ser él…tenía él…tenía que que ser ser alguien alguien muy muy parecido parecido pero pero ¿quién? ¿quién? ¿quién ¿quién era era aquella aquell
a a
persona persona que que estaba estaba tirada tirada en en el el suelo suelo enfrente enfrente de de mí mí y y de de de mi mi mi hermano, hermano, con con las las ropas
ropas
de de Papá Papá Noel, Noel, con con su su misma misma barba barba blanca, blanca, pero pero que que no no encajaba encajaba en en la la descripción
descripción
que que yo yo tenía tenía de de él. él. Cuando Cuando había había acabado acabado de de hacerme hacerme preguntas preguntas a a mí mí misma, misma, él
él
habló:
habló:
-Hola Hola Hola, , jovencita, jovencita, mucho mucho gusto gusto en en conocerla, conocerla, pero pero creo creo que que se se ha ha equivocado equivocado de
de
persona. persona. Yo Yo no no soy soy el el verdadero verdadero Papá Papá Noel, Noel, sino sino Melchor, Melchor, el el Rey Rey Mago, Mago, no
no
te te asustes asustes- asustes dijo de repente.
-¿Qué? ¿Qué? ¿Y qué has hecho con él? él?- él?
le contesté presa presa de de pánico.
-¡Oh!, ¡Oh!, el viejo Noe Noel, Noe
l, el pobre fue a subir al trineo y se rompió la pierna justo justo el
el
día día anterior anterior a a la la Navidad. Navidad. Como Como bien bien comprenderás, comprenderás, los los niños niños no no pueden pueden quedarse
quedarse
sin sin regalos, regalos, sería sería una una catástrofe catástrofe mundial, mundial, así así que que me me ofrecí ofrecí voluntariamente voluntariamente a a hacer
hacer
su su trabajo trabajo- trabajo entonces entonces concl concluyó concl
uyó uyó- uyó pero pero ahora me tengo que marchar, marchar, no estoy
habituado habituado al al transporte transporte transporte y y y me me esperan esperan en en en las las casas.
casas.
Y así así fue cómo pasé la la Navidad, como mis intentos de conocer a a Papá
Noel Noel fueron fueron recompensados recompensados con con Melchor Melchor Melchor y y cómo cómo me me enteré enteré de de la la tragedia tragedia más
más
grande grande de de un un un mu mundo mu ndo secreto secreto entre entre Finlandia Finlandia y y Rusia….que Rusia….que no sale en televisión.

LUCAS LUCAS Y Y LA LA NAVIDAD
NAVIDAD
POR POR ALEXANDRU CONSTANTIN
Lucas tenía 23 años y trabajaba en la base nuclear de Ronda. Estaba casado con
Mónica y ambos tenían un hijo de tres años. Vivían en una casa enorme al borde de una
autopista que llevaba hacia la ciudad.
Por Navidad, Lucas no pudo coger vacaciones porque se avisaba un toque terrorista
en la base y porque en verano tuvo unas lujosas vacaciones en unas islas de Nueva Zelanda.
Pero a él le complacía más su aventurero trabajo que la Navidad. Así que después del
supuesto ataque terrorista, que resultó ser una falsa alarma, siguió trabajando gratis.
Tenía un aspecto muy raro, como si la Navidad le hiciera algo malo. En su infancia escribió
un diario de todas las navidades que vivió y quería esconderlo. Hasta que se casó con
Mónica lo tenía tirado por ahí sin darle importancia, pero después lo enterró junto con una
bomba de nitrógeno, para que nadie lo leyera jamás.
La verdadera debilidad de Lucas era un sueño en el que unos espíritus le dijeron
que en cualquier Navidad le pasaría algo a él y a sus seres queridos. Evidentemente ahora
esos seres queridos eran Mónica y su bebé.
-No permitiré que una pesadilla inútil me destruya la vida- decía Lucas- Además, no lo he
vuelto a soñar desde hace un montón de tiempo. No señor, ahí me equivoco.
-¿Estás seguro?- dijo una voz llena de eco- Piénsatelo más. No vayas a perder algo…
Entonces Lucas decidió celebrar la mejor Navidad de su vida. Invitó a todos sus
amigos, a la familia, a los vecinos… a fiesta y lo pasó mejor que nunca. Ya muy tarde,
Lucas se fue a dormir. Mientras se lavaba los dientes, oyó decir algo que venía del armario.
Lo abrió y…
-¿Está mejor? ¿Y el árbol? ¿Y el belén? ¿Cómo celebras la Navidad así?
-¿Qué quieres? ¿quién eres?- dijo Lucas- Por culpa vuestra no celebró la Navidad.
-¿Nuestra? Te equivocas, Lucas. Sólo soy uno. Quizá aquel sueño es el que te destrozó la
Navidad. Te aseguro que es culpa tuya y no mía. Intenta recuperar aquella sonrisa de
pequeño.
Lucas ya no oyó nada y se fue a la cama. Al día siguiente todo el salón estaba
repleto de regalos y un viejo gordo instalaba un gran árbol navideño.
-¿Quién es usted? ¿Cómo ha entrado en mi casa?
-Soy el hombre de la Navidad. No he entrado. He salido de tu mente. Ya es hora de que
comprendas esto. ¡Feliz Navidad, Lucas!
La cara de Lucas cambió y dio una voltereta en el salón. Cuando se giró, el viejo ya
no estaba. Al cabo de un rato no recordó nada de lo sucedido.