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<strong>MORAL</strong> <strong>POLITICA</strong>.<br />
~q 0-<br />
(/~ /.
PRIVILEJIO.<br />
llARIANO OSPINA, GOBERNADORDE LAPROVINCIA<br />
DE BOGOTA:<br />
Hagú saber: que el Dr. Justo Arosemena se ha presentado<br />
ante mí, reclámando el derecho esclusivo rara<br />
publicar i vender una obra de su propiedad, cuyo tItulo<br />
Ila depositado, i es como sigue:-PUlNCIPIOS DE l10RAL<br />
.OLITlCA, REDACTADOSEN UN CATECISMO1 VARIOSAR-<br />
ICULOSSUELTOS:"i que habiendo prestado el jurameno<br />
requerido, lo pongo por las presentes en posesion del<br />
rivilejio por
PRINCIPIOS<br />
DE<br />
131<br />
l\iüRAL <strong>POLITICA</strong>,<br />
REDACTADOS EN UN<br />
CA l'EC IIS'MIO)<br />
1<br />
V.'\.RIOS A:R'J?IC'lJI.OS SUE:r:.l'OS.<br />
POR<br />
--...•...-.<br />
BOGOTÁ,<br />
IMP. DE CUALLA.-1849.::l ~<br />
(<br />
~' •• Jo. .¿W; ;..<br />
•....~..""
(1)<br />
. 'Re\>úLlica de la Nueva Granada,---Universidad del pnmer<br />
distrito-Bogotá, 28 de Enero de ISJ8.-Núm. 7. .<br />
Al H. :3. Director Jeneral de lnstruccion pública.<br />
Habiendo la Junta de Administraeion, Inspeccion i<br />
'Gobierno, examinado detenidamente el cuaderno euyo<br />
'título es "PRINCIPIOS DE :<strong>MORAL</strong> l'OLITlCA", que USo<br />
H. me remitió con oficio de 12 de Euero del afio úl-<br />
'1110, núm. 2, para que se le informase si convendrilladoptarlo<br />
como testo para la enseñanza en las escuelas<br />
de la República, resolvió se contestase a USo lo que<br />
copio.-<br />
,< La Junta opina que los principios de] Ioral política<br />
-escritos por el Sr. Justo Arosemena, son recomenda-<br />
,'bIes por la pureza de sus máximas i por la exactitud en<br />
'su redaccion, i que por lo mismo, si el Gobierno juzgare<br />
que esta materia debe enseñarse en las escuelas de<br />
1a República, será un buen testo. "<br />
Dígolo a USo H. para los efectos consiguientes, i de·<br />
"vuelvo el cuaderno indicado.-<br />
Dios guarde a U H.-J. 1. DE MARQUEZ. ,<br />
Es copia.-El secretario de la Direccion JenerélJ.~<br />
If.qldonado
,(JII)<br />
ADVERTENCIA.<br />
Los estadistas de Hispano-América se han<br />
cansado en discurri!' medios para estirpar la<br />
semilla de las revoluciones, que tan frecuentes<br />
i desastrosas son en esta parte del mundo.<br />
Se han agotado ya las suposicione. q en materia<br />
de constitucioIl, pues de todas clases han<br />
sido planteadas; i siempre sin resultado satisfactorio.<br />
La causa es en mi concepto,<br />
que el oríjen ele las revoluciones !t 'a: . ~<br />
ya plecisamente en la forma d. obiern'ó;j:<br />
aunque sí debió de contribuir mucho a ellas<br />
el haber pasado tan r~pentinam~te del réji. ,>.
(IV)<br />
IDeo colonial al sistema democrático. Pero<br />
ya no tiene r(lmedio, i es imposible volver<br />
;atras. Hemos.avanzado lo bastante para que<br />
una retrogradarion se haga impracticable;<br />
.miéntras que {lar oÍl'o lado) tampoco marchamos<br />
derechamente. De t{ldos modos, lo<br />
I que hoi nos despedaza, Jo que cancera el<br />
seno de la sociedad, es la falla de monjI pública.<br />
Para el réjimen a que estábamos so<br />
metidos en el gobierno español, nuestl'fl cdu~<br />
cacion cl'a adecuada, puesto que llenaba las<br />
miras de nuestros opresores. Mas despues<br />
-que hemos sido arrojados de improviso a un<br />
'órden de cosas tan diverso, nuestras ideas<br />
-deben ser otras; deben estar a~'ordes con la<br />
nueva vida política, si es que deseamos real~<br />
mente sacar f!'Uto de ella.<br />
Se nos ha elevado al rango de hombres<br />
libres, de ciudadanos) sin saber cuáles son<br />
nuestros derechos i obligaciones; pero ya que<br />
-no se pudo o no se pensó _en darnos la com~<br />
petente preparacíon antes de lanzarnos (ln la<br />
nueva carrera, es forzoso imbuir estas ideas<br />
Jo mas pl'onto posible en el ánimo de las<br />
masas, para que todo no sea perdido. Es<br />
necesario propagar los verdaderos principios<br />
.que el mundo civilizado proclama hoj; prjn~
(V)<br />
mplOs de 6rden i de sólido progreso; i al<br />
mismo tieh1po combatir esas falsas ideas de<br />
liberlad, que abusando de tan sagl'ada voz,<br />
trata de estender sin cesar la demag·ojia.<br />
Tales objetos me he Iwopuesto en la re<br />
dacciol1 de este pequeño tratí\do, que destino<br />
a In juventud americana. Persuadido de que<br />
en la tierna edad es cuando se graban mejor'<br />
las ideas, i de que no sería tan fácil ya sacaI<br />
pOI' este medio gTun provecho de los hombres<br />
adultos, he preferido trabajar un corto i<br />
sustanciosQ escrito, propio para las escuelas,<br />
a ensayar otl'O mas difuso, que se leyera por<br />
mero pasatiemp6 sin de.iar mucha utilidad.<br />
Considero como uno de los primeros deberes<br />
de los gobiernos de 'Améri~a, establecer de' .<br />
preferencia In enseñanza de la moral política<br />
en los institutos donde se forma la juventud,.<br />
para que un dia pueda llegar al seno de la<br />
patria, en su calidad de funcionarios o ciudadanos<br />
particulares, impI'egnada de las verdades<br />
de aquella ciencia, tan necesaria para·<br />
la ventura social. ~.<br />
He procurado ser tan claro como' lo pe~<br />
mitiese la Índole del asunto, porque de otra·<br />
Il.1odo·el objeto de la obra no podria come~<br />
guirse. Aun he sacrificado a esta idea. Aa¡ "
(VI)<br />
exactitud rigorosa de algunos principios, qUE!';,<br />
como los fundamentales del capítulo ~. o del!<br />
Catecismo, son muí abstractos por su naturaleza.<br />
Los artículos sueltos vieron orijinariamente<br />
la luz pública en algunos periódicos de'<br />
Lima po.r los años de 1842 a ~844i perohe<br />
creido que podian servil' para ilustrar diferentes<br />
cupstiones, que o no se tocan, o setratan<br />
mUl lijeramente en el resúmen principal,<br />
i pOl' eso me he determinado a insertados<br />
con algunas reformas oportunas~<br />
Bogotá, 21 de Setie~nbl'e ue 1848.
CATECISMO.<br />
CAPÍTULO I.<br />
PRELunNAREs.<br />
Que es Moral Política?<br />
Es aquella parte de la ciencia-de los deberes, que<br />
enseña los que corresponden a goberl'lantes i gobernados,<br />
Esplicád mas esa definicion.<br />
La Moral en jeneral es la ciencia de los deberes,<br />
se divide en varias partes, segun, la clase de<br />
aquellos. a<br />
De dónde p7'ocede esa diferencia en los'~?;'<br />
De la que hai en su fuente. -te..•<br />
Cuál es la fuente de los deberes? . ""<br />
Siempre es una sancion legal; pero segun la clase<br />
de las leyes, toman los deberes difeleutes nombres.
(2)<br />
Cuántas clases de leyes l~ai?<br />
Muchas, pero todas pueden reducü',le a estas<br />
tres: civiles, morales i relijiosas. Los deberes,<br />
por consiguiente, admiten la misma clasificacion.<br />
Cuáles S07~ las leyes morales!<br />
Aquellas' reglas de conducta que' nos indican la<br />
simple razon i la opinion pública, como conformes<br />
a la dicha de la especie humana.<br />
Cuáles son las sanciones o moti'vos de los deberes morales?<br />
La conciencia i el honor. Aquella reprueba a<br />
nuestros mismos ojos las malás acciones, i este nos<br />
hace sentir la repl'obacion de los demas hombres.<br />
Pero ese aviso de la conci.encia supone un exámen<br />
del influjo de las (tcciones, que no todos pueden Aacer.<br />
En jeneral, no hai quien no conozca, aunque sea<br />
'vagamente, la bondad o maldad de las principales<br />
acciones, i respecto de aquellas que exijen mas<br />
profundo exámen, las conciencias ilustradas juzgan,<br />
califican, i presentan el resultado de sus observaciones<br />
a las conciencias incultas.<br />
A qué especie corresponden tos (labares de la moral<br />
política?<br />
A la especie de aquf'llos que imponen las leres<br />
políticas.<br />
Qué son esas leyes?<br />
Son un jénero de las que ántes hemos llamado<br />
civiles, para diferenciaFlas de las' morales i relijiosas'.<br />
Cuál es el objeto especial de las leyes políticas?<br />
Determinar la forma de gobierno del pais, i fijar<br />
los deberes del ciudadano, o sea d'e gobernantes i<br />
gobernados.<br />
Si la lejislacion política fija los debem del ciuda-_<br />
dano, [qué- comprende la mOTal política:
(3)<br />
No solo ayuda a la lejisJacion con las sanciones<br />
de que dispone, sino que impera sol~ en aquella<br />
parte de los deberes políticos. que se escapa. a la<br />
influencia lejislativa.<br />
BaJo de cuántos aspectos considera al ciudadano<br />
la 1noral política? "<br />
Bajo de dos: como empleado público, i como<br />
simple particular; i en ámbas posiciones le señala<br />
sus derechos i sus deberes.
(4)<br />
CAPíTULO 11.<br />
, DEL EMPLEADO PÚBLICO.<br />
Cuántas clases hai de empleados pttblicos'<br />
Hai muchas, i aun no están bien determinadas,<br />
pero n0sotros estableceremos cuatro: empleados le.<br />
jlslativos, ejecutivos, judiciales i electorales. Todos<br />
ellos son superiores i subalternos.<br />
Determinád sus derechos i obligaciones segun la<br />
1no'·al.<br />
Lo haremos por el mismo árden en que quedan.<br />
referidos, reservatldo para un capitulo separado el<br />
tratar de todos en su calidad de superiores j subalternos.<br />
i Tenéis que hacer alguna ad'Ve?·tencia p-re'Vía?<br />
Sí, i es que los derechos i los deberes son de<br />
tal manera correlativos, que no pueden darse los<br />
UIlOSsin que existan los otros, aunque en distintos<br />
indviduos. .<br />
Demostrádlo.<br />
El deber es la necesida
(5)<br />
. CAPÍTUJ,ü 1Ii.<br />
EMPLEADOS LEJISLATIVOS.<br />
Cuántas especies hai de emplea-dos leJislativos?<br />
Dos, que son los lejisladores, i sus oficiales i:> subalternos.<br />
'.<br />
Decíd los debe1'esque la moml impone a los lejisladores.<br />
El primero es la observancia de la constitucion<br />
del Estado, que no debe ser para ellos ménos invioc<br />
Jable que para cualqu.ier otro empleado. .<br />
Siendo la constitucion obra de los lejisladores, ¿por<br />
qué no pocl1'án quebran~arla ellos mismos?<br />
La con~titucion no es obra de los lejisladores<br />
creados por ella, sino de un lejislador ~nterior i<br />
superior que, al instituirlos, ha podido tambien<br />
señalar las condiciones de esa institucioll.<br />
Pe1'o observo que habláis únicamente de los gobit~1'no5<br />
constitucionales. .<br />
Todo gobierno, por el hecho mismo de existir,<br />
existe bajo de alguna forma, i esta forma es su<br />
constitucion. Sin erñbago, se hu reservado el calificativo<br />
dfl constitucionales para aquellos que deben<br />
su organizacion a una lei escrita.<br />
De todos modos, la constitucion no debe impouer -<br />
deberes ningunos a los l~jisladores, porque ca·rece de<br />
'medios para hacerlos efectivos.<br />
Es cierto que aunque los lejisladores falten a<br />
Ja constitucion, no hai cómo exijirles la responsabilidad<br />
legal; pero por lo mismo la opi '0,0 ~~ica<br />
es, o .debe ser, mas sevela con .o q oc. .<br />
ningun otro empleado.<br />
1respetan ellos la opinion público"
(6)<br />
No siempre la obedecen con puntualidad, mas<br />
casi nunca la desprecian del todo.<br />
Cuáles son los medios únicos i practicab \~" de conteo<br />
mT dentro de sus deberes ¡;¿ los te}islOOm'es?<br />
La prensa, denunciando i reproch ándoles Con<br />
moderacion sus demasías, i el derecho de peticion,<br />
que puede hacerles observaciones i pI"opuestas.<br />
Indicád los otns deberes que la mora l impone a ws<br />
leyisladores, ademas de la observancia de la constitucion.<br />
,Primeramente deben ser mui escrupulosos en el<br />
cumplimiento de las disposiciones que establezca<br />
su reglamento interior.<br />
Siendo obra de ellos mismos ¿por qué no podría""<br />
faltar a dicho 1'eglament01<br />
Es obra de la lejislatura, i cuando esta se campo.<br />
ne de varios miembros, cada uno de ellos está li.<br />
gado a las prevenciones del Cuerpo. .<br />
Qué ventajas proporcionan esos nglamentos?<br />
Cuando el lejislador es una sola persona, apénas<br />
cabe otra norma en sus procedimientos, que su vo.<br />
Juntad; pero q un entónces c9nviene para el mejor<br />
órden, que se trace un cierto plan 1m sus tareas.<br />
il cuando los lejisladores son varios?<br />
Entónces es indispensable un reglamento que<br />
deta Ile el modo de proceder en sus trabajos, pues<br />
de otro modo no podrian ni entenderse. .<br />
Qué ot1'OSdebC1'esimpone la moral a los lejisladores?<br />
Rai algunos otros, que no pueden especificar bien<br />
la constitucion ni los reglamentos internos. Dé<br />
ellos, unos son comunes ll. todo lej islador, i los otros<br />
corrresponden en especial' a los miembros de las<br />
asambleas deliberantes.<br />
Designád los primeros.
(7)<br />
"Todo lejislador debe tener presente, que sús aclos<br />
están destinados á la verdadera dicha de la nacion;<br />
que será tnnto mas respetado i querido, cuanto<br />
mejor consulte esa dicha; i que por el contrario,<br />
será detestado, i aun dará márjen á convulsiones políticas,<br />
si la desatiende por consultar la suya propia,<br />
o por saciar pa"iones de venganza.<br />
-Qué decís dei prevaricato de un le7islador?<br />
Que es el mas grave de todos, -porque sus consecuencias<br />
son infinitas.<br />
¿Hai algun derecho notable, C01I¡¡¿n a todos los le.<br />
I jishulores?<br />
. Sí, el de la libertad en sus operaciones. El que<br />
la coarta ·comete el mayor de los crímenes, ,pues<br />
vulnera la misma soberanía. Ademas se establece<br />
la alarma, i pudiera conducir hasta al aniquilamiento<br />
de la lejislatura.<br />
Qué deber especial tiene un lejislador único?<br />
El de consultar con los hombres mas sabios i<br />
próbic10s de la nacion. cuidando siempre de oir a<br />
todos los partidos,<br />
Cuáles son los deberes prinr,ipales que, a mas de los<br />
dichos ántes, corresponden a los 7ltiemb7'os de una<br />
asamblea lejislativa? .<br />
Maderacion, brevedad i exactitud 'en sus discursos,<br />
independecia i buena fé. Jamas deben permitirse<br />
el sofisma ni la intriga: la sinceridad i la<br />
franqueza deben acompañar todos sus actos.<br />
Qué tenéis que decir de los s¡tbalternos en el ramo<br />
lejislativo~<br />
Que todas sus operaciones deben d? .P\\!l ,<br />
facilitar los trabajos de los lejislad tI.; "'segun 'J~s.,<br />
reglas establecidas por los l'especti reglamentos',<br />
¡ ~
EMPLEADOS EJECUTlVOS.<br />
Ouáles son los empleados ejeéutivos? .<br />
Los que pertenecen a la administracion del Estado,<br />
i son jenerales o especiales, segun que en.<br />
tienden en todos o en uno solo de sus ramos.<br />
Desígnád los prillleTos.<br />
Son empleados ejecutivos jenerales el Jefe de la<br />
Arlministracion, los Consejeros de Estado, el Secretario<br />
o Ministro del Despacho cuando es uno<br />
solo, i los ajentes políticos del primeo, colocados<br />
a la cabeza de las secciones del territorio.<br />
Hablád del Jefe de la Administmeion.<br />
Este es el que con el nombre de Monarca, Presidente<br />
&c, cuida de la observancia de las leyes, i<br />
de dirijir la marcha de la sociedad de acuerdo con<br />
ellas.<br />
Decíd S¡tS pTincipales deberesmorales.<br />
Puesto que la moral política tiende a ayudar á<br />
la lejislacion para hacerla mas eficaz, es escusado<br />
repetir que el Jefe de la Administracion tiene por<br />
principal deber, aun segun la moral, observar estrictamente<br />
la con.stitucion i las leyes.<br />
.EspTI~sádpues sus deberes pv,ramente morales, esto es,<br />
que no puede detallar la lejislacion.<br />
Cada una de sus numerosas atribuciones supone<br />
varios deberes, que seria mui largo especificar;<br />
pero puede de-cirse jeneralmente, que debe siempre<br />
el Jefe de la Adminlstracion teneT en cuenta, que<br />
uo maneja negocios propios, sino de una comuni-
(9)<br />
dad respetable, a cuyo beneficio han de referirse<br />
todos sus actos.<br />
Dadme un ejemplo.<br />
Si trata de proveer un destino, ha de consultar<br />
las aptitudes, la honradez i el mérito de las personas,<br />
mas bien que su disposicion a congraciarse con<br />
el que manda; i tom\lr el candidato de cualquier<br />
círculo. o dase, siempre que esto sea compatible 1<br />
con la racional fidelidad debida al gobernante.<br />
Tenéis otra razon mas para no especificar individualmente<br />
todos los clebe1'esmorales del Jeje del Estado?<br />
'Sí, el ejercicio de sus atribuciones supone una<br />
gran variedad de conocimientos' relativos a la lejislacion<br />
internacional, política, económica, rt\lijiosa<br />
&c; i para detallar todos aquellos deberes sería<br />
preciso espaner aquí todos los principios de di.<br />
chas ciencias. La moral, pues, se limita a convencerle<br />
de la necesidad- en que le pone la opinion<br />
pública, i su interes bien entendido, de respetar<br />
semejantes principios. .<br />
Hacéd-melo palpable con un ejem.plo.<br />
Es una atribucion del Poder Ejecutivo dirijir las<br />
negociaciones diplomáticas. El derecho internacional<br />
rnseña cómo .debe conducirse en cada caso,<br />
j la moral, ayudándole, le persuade qUl:' en tal~s<br />
nogociaciones debe consultar el intel'es de su nacioú,<br />
sin causar un d¡'lño inneces~il!> o superior a las otras<br />
con quienes trate.<br />
Segun eso, '¿'tU) le es dado consulta1' su interes propio<br />
i personal?<br />
El verdai\l:'ro interes de un mandatario~ ~a<br />
en hacer la felicidad del pueblo, am .u'e par r.~~<br />
tenga que sometel'se a algunos 'sac,ri ClOS. ''''0<br />
'Z<br />
~<br />
t'"
(ITI) ,<br />
;1 por qué n'Ovemos esto sino mui rara vez?<br />
Porque tambien son todavía mUI raros en e\<br />
mundo los hombres verdaderamente ilustrados,<br />
aUll mas en el primer puesto de una nacion.<br />
En qué fundáis ese Ilser·to?<br />
En que no se necesita de talento ni de ilustraciol~<br />
'para esquilmar a los pueblos" i sí para conocer i<br />
apreciar los goces de la reputacion i de la gloria.<br />
Decíd lbs deberes de los Consejeros de .Estado.<br />
Siendo el objeto de su institucion ilustrar al gobernante<br />
i evitar que se estFavíe, deben meditar profundamente<br />
las materias ántes de ,dar su dictámén,<br />
i Ulla vez formado, emitirlo con franqueza, independencia<br />
i enerjía.<br />
;,Son rnui culpables los Consejeros que dictaminan<br />
siniestramente? -<br />
Lo son tanto mas, cuanto que casi nunca deja de<br />
,hacer algun efecto su consejo, i aun es mui comun<br />
que !:llgobérnante se entregue a ellos ciegamente.<br />
, Decíd algo del Secretario' o Ministro jeneml del<br />
Despacho.<br />
Siendo sus funciones las mismas que las de todos<br />
los Secretarios juntos, en donde se han separado los<br />
diversos ramos de' la admin'istracion, me reservo<br />
tratar de los deberes anexos a este empleo al hablar<br />
de los empleados especiales. '<br />
Espresád los deberesdé' los ajentes políticos situados en.<br />
las secciones del territorio .<br />
. Consisten en cumplir relijiosamente las órdenes<br />
superiores, i obrar en su seccion como el Jefe. del<br />
Estado en todo él, pero siempre bajo de ,su dependencia.<br />
Hablád ya de los emplcadós ejecutiv'Osespeciales.
(11)<br />
Pondré en primer lugar los Secretarios 6 Ministros<br />
del Despacho, que en donde hai un gobierno<br />
.regularizado son tantos, cuantos los grandes ramos<br />
en que se divide la administracion.<br />
Cuáles s¡¡n sus deberes pura1nente morales1<br />
Facilitar la marcha de la administracion, autorizando<br />
i comunicando sin demora a los inferiores<br />
las providencias que emanan del Poder Ejecutivo;<br />
cuidar que ellas sean cumplidas exijiendo frecuentes<br />
informes, i denunciar al Jefe de la Admitlistracion<br />
aquellas faltas que merezcan una resolueion<br />
de su parte.<br />
Considemdos como ausiliares del gobernante en la<br />
di?'eccion de los negocios ¿qué deberes tienen?<br />
Los mismos que dicho. gobernante, i ademas 'le<br />
deben la mayor fidelidad con decoro', i la mayor<br />
franqueza con respeto. .<br />
Cuáles son los demas empleados ejecutivos especiales1<br />
Los ajentes i subalternos en los ramos diplomático,<br />
militar, de hacienda, policía &c.<br />
Decíd los debe1'es de los empleados diplomáticos.<br />
Ellos deben proceder en el' desempeño de su encargo<br />
con la mayor circunspeccion, de acuerdo con<br />
la máxima ántp.s establecida hablando del Jefe del<br />
Estado.<br />
Cuál ha sido ántes de ahora el principio fundamental<br />
de la diplomacia?<br />
Se creyó por mucho tiempo ánles de ahora, i<br />
sobre todo en los últimos siglos, que ól. abilidad i<br />
buen desempeño de un diplomátip cab1!stifln en<br />
engañar a los representantes· d"e,las otras . ones<br />
con quienes trataban, arrancandoles conce8i nes<br />
que bajo cualquier aspecto Rl¡ ieran ser ventmo as,<br />
CQ . '~
(12)<br />
atin9ue ,para ello accarreasen graves males a dichas<br />
naCIOnes,<br />
.Cómo se piensa hoi en el partic1dar?<br />
Ya se van convenciendo los Gobiernos de que<br />
la buena fé es la base de la diplomacia, i que no<br />
puede ser lícito en un contrato público lo que seria<br />
vituperable i deshonroso en un contrato privado. Es<br />
mui satisf.actorio observar, que tlajo tales principios<br />
Se ajustan hoi la mayor parte de los con.v nios internacionales,<br />
i no era de esperarse otra cosa del aumento<br />
de la ilustracion, que ha hecho ver que los<br />
intereses de los diversos pueblos de la tierra no sotÍ<br />
'realme,nte opuestos, i que un convenio entre dos<br />
o mas de ellos puede i debe p.star basado en principios<br />
de recíproca conveniencia,<br />
Hablád de los ?nilitares.<br />
La carreJa de las armas, tan brilJanté i honrosa<br />
por su objeto, ha'sido a menudo manchada por los<br />
actos mas viles de cobardía i de traiciono<br />
Cuáles son, segun eSO, sus debe1'es?<br />
El militar debe tener ante todo, si ha de merecer<br />
tal nombre, un valor 'que no pueda sujetarse á dnda,<br />
Pero el valor no es ifecto de la voluntad: •••<br />
El valor depende mucho de la educacion i de las<br />
ideas de honor; mas aun cuando fuese obra escJllsiva<br />
de la naturaleza, siempre es cierto que el que<br />
no sienta su pecho a'nimado coú' esta n'oble propiedad,<br />
debe abandonar uiJa carrera para que no es<br />
llamado.<br />
'¿iHai .ot1'Odebe?'importante en la milicía~<br />
Sí, la lealtad ,ala Nacion i a su lejítimo Gobierno.<br />
iNo le es dado alguna 7:,ez desobedecer a los que bajo<br />
el rwmbre de Gobierno lejítimo pudieran se?'uflos.tirano.s?<br />
, .
(13)<br />
. No es a la fuerza armada á quien corresponde<br />
discernir si el Gobierno tiraniza o no. Solo en' el<br />
caso de ·qaberse erijido un gobierno visiblemente intrus6,<br />
esto es, sin título ninguno de lejrtimidad, es<br />
cuando le toca volver sus armas contra dicho gobierno,<br />
pero bajo la direccion de las autoridades<br />
lejítimas o de sus ajeiJtes. .<br />
Qué viene a se·/"la rlisciplina~ .<br />
Es propiamente la subordinacion del militar a<br />
sU Jefe o superior, en lo tocante al servicio. 'Este<br />
deber, comun a todos los empleados, es mucho mas<br />
estricto en la clase de que tratamos.<br />
Por qué?<br />
Porque la mas pequeña desobediencia es contraria<br />
al principio de unidad, tan necesario en la<br />
fuerza armada, que solo a virtud de él puede obrar<br />
con individuos como si fuesen masas compactas.<br />
Mencionád los deberes de los empleados de hacienda.<br />
El principal consiste en recaudar, administrar e<br />
invertir los fondos públicos de un modo legal i puro<br />
sin permitirse para sí ni para otros el menor apro-'<br />
vechamiento de ellos .<br />
. Por qué son raros los empleados de hacienda PU?'os?<br />
1.0 Porque se ha jeneraliza
{14}<br />
Una vez escusada esta especie de robo, ya no<br />
tendria límitp.s, -i pudiera llegar a ser considerable<br />
la parcia u perdida por cada miemuro de la sacie·<br />
dad; pero no es este el peor aspecto de semejan'"<br />
te delito. . .<br />
Cuál es?<br />
Distraido~ los fondos públicos de su verdadero e<br />
importante objeto, este übjeto queda desatendido /<br />
en todo o en parte, i la Nacio}], o sea sus miembros; .<br />
sufren las funestas consecuencias que de aquí han<br />
de provenir.<br />
Demostrádmelo con un ejemplo.<br />
Los fondos públicos se invierten en el pago de<br />
militares i otros empleados. Si se desfalcan pues,<br />
no podrá cubrirse la asignacion de cada servidor<br />
del Estado, i, o reusará continuar prestando sus<br />
servicios, o los prestará mal.<br />
¿Pr·ovienen otros males del peculado?<br />
Sí, mas solo indicaré uno mui grave. La dimi.<br />
nucion de los fondos públicos haria necesario echar<br />
sobre el pueblo nuevas contribuciones, i la economía<br />
política demuestra que esta operacion es en<br />
estremo funesta a la industria i riqueza nacionales.<br />
Qué tenéis que decir de los ernpleados de policía?<br />
Que no siendo posible á la leí establecer con toda<br />
exactitud el equilibrio entre la seguridad i la libero<br />
tad d~ los individuos, depende muchísimo el buen<br />
ejercicio de sus funciones, de la observancia "dalas<br />
reglas morales.. '<br />
Cuáles son estas ,·eglas?<br />
El empleado de policía debe tener presente, que<br />
su mision es la de protejer sin vejar, i la de prevenir<br />
los delitos sin hacer para ello un mal mayor que<br />
1
el que haria<br />
(15}<br />
el mismo delito. Sin dejar de ser' víjHante,<br />
no ha de dejenerar en suspicaz e inquieto-,.<br />
i bajo ~l pretesto de evitar o perseguir los delitos,.<br />
no ha de saciar rencores personales. Sobre todo,<br />
ha de considerar en las prisiones -que ejecute, que<br />
el mal hecho por ellas no puede IU,ego eliminarse,<br />
aunque se reconozca i se pregone la inocencia del<br />
encarcelado, i que, por tanto, ha de haber mas<br />
qu·e una lijera presunciQn Pina que puedan p-racticarse.<br />
¿No es tambien perjudicial una policía cOIulescemliente?<br />
Muchí-simo, i en ninguna materia es quizá mas<br />
necesario., i al mismo tiempo mas difícil, evitar los<br />
estremos. Pero la buena fé de los empleados es ya<br />
un gran paso ácia el acierto.<br />
¿No habláis de los empleados eclesiásticos?<br />
Aunque ellos no son propiamente empleados po'líticos,<br />
ejercen un ministerio de moral, que se roza·<br />
mucho con el P. Ejecutivo; por cuanto uno i otro><br />
se encaminan a la observancia de los preceptos dictados<br />
para la mejora del hombre i de la liociedad. ,<br />
Qué injerís de ahí?<br />
Que los eclesiásticos, as! por la naturaleza de sus.<br />
funciones, como por la vijilancia deLP. Ejecutivo<br />
sobre todas las influencias que afectan a la socieJad,<br />
tienen segun la moral política, deberes análo os a<br />
los de los empleados de aquel Poder. .,. •..•••<br />
Decíd esos áebereso' ~ • ' "-<br />
Obedecer los mandatos de la a dad civil,<br />
cooperar a su ejecucion por los med de que disponen,<br />
e inculcar en los ciudadanos mayor respeto<br />
al Gobierno.
( 16)<br />
¿P'ueden ?'ec/¡,azar alg1¿na vez aquellos 1Iwru1atos,<br />
por contmrin a los principios de la relijion o a las<br />
leyp-s de la Iglesia?<br />
N unca, Tal resistencia en los ministros del altar,<br />
ademas de s,er mui ajena de su instituto, sería de<br />
una trascendencia funesta para el órden público,<br />
¿ Cuál deberá ser su conducta en el caso propuesto?<br />
La mayor tolerancia i modestia. A lo mas pod 'án.<br />
los prelados representa"r a la autoridad civil con<br />
humildad i acatamiento,<br />
•
~17)<br />
'cAPiTULO V.<br />
EMPLEADOS JUDICIALES.<br />
'Rejeríd los deberes de los empleados Judiciales.<br />
El Poder Judicial, creado para la aplicaCion de<br />
13 l",i, tiene por deberes la meditacion, la rectitud<br />
,í la celeridad en sus operaciones.<br />
Por qué debe guardar meditaoion?<br />
-Porque en nada es tan perj udicial la lij&eza como<br />
en un Poder desttnado a decidir sobre los intereses<br />
mas caros para el hombre: la vida, la libertad, la<br />
i¡lropiedad, el honor.<br />
¿ De cuántos modos puede faltar eljuez a la rectitud?<br />
De varios; mas todos consisten en ceder a ciertos<br />
motivos mas o ménos deshonrosos, que le distraen<br />
·de la puntual i exacta aplicacion de la lei. El re.<br />
sultado es siempre, que sucede lo que ellejislador<br />
'no tuvo por conveniente que sucediese.<br />
i1si la lei fitese mala?<br />
Solo puede el juez representarlo al Poder Lejisla.<br />
tivoj pero miéntras la lei '8xista, es necesario ob-<br />
-servarla aun cuanao sea mala.<br />
P01' qué?<br />
Porque de otro modo se daria ocasion a la cavi.<br />
losiqad i al interes de cada uno, para eludir todas<br />
'las lAyes so pretesto de ser malas. 4 ~<br />
Qué ventajas prol,ienen de la celeríi/:ad en la ad-<br />
·ministr'acion de justicia? /.<br />
La retardacion equivale a una d¿negacion temllO.<br />
ral, i por consiguiente adolece ~ parte de los ¡~...<br />
'C-onvenientes de la,falta de justic /.-<br />
2 .<br />
•.•8(;liv- A/<br />
~"'''''''''''''
(18)<br />
iH(Ú algun vicio odioso i mui comun entre los de·<br />
pendientes del foro?<br />
Sí, las estafas que,cometen con los litigantes, jque<br />
son tanto mas inícuas, cuanto que se hacellc<br />
bajo la salvaguardia de U1lpuesto- que escuda a<br />
sus autores.<br />
¿Hai algun deber comun a los empleados lejislativos,.<br />
ejecutivos i judiciales?<br />
Sí, el de instruirse profundamente- en· las materias.<br />
que les incumben. Sin esto no podrian desempe.<br />
ñar bien sus destinos, aun cuando tuviesen. las mejores<br />
intenciones ,-
(19)<br />
CAPÍTULO VI.<br />
ELECTORES.<br />
Quiénes son los electoJ'es~<br />
En Jos paises gobernados segun el sistema pO'.<br />
pular representativo, la autoridad pública se ejerce<br />
por personas designadas por el puebloj mas no pu.<br />
diendo éste hacer en masa semejante designacion, la<br />
encarga a algunos comisionados especiales, i estos<br />
son los electores.<br />
Segun eso, es mui grave el eruargo de elector?<br />
Sí, muchisimo, pues que de sus votos depende eL<br />
tener buenos o malos gobernantes.<br />
Cuáles san los deberes que la moral prescribe al<br />
elector ?<br />
Imparcialidad e independencia.<br />
Esplicád el primero.<br />
La imparcialidad co,nsiste en que no se deje !levar<br />
en sus votaciones por el espíritu de partido, ni por<br />
odios o afecciones personales; i sí solo por las cuali.<br />
dades i méritos de lDscandidatos. Si es fuerza tener'<br />
bueno~ gobernantes, pites en ello va la dicha de<br />
todos, es bien claro que esto se obtendrá observando<br />
el principio que queda sentado.<br />
Qué utilidad proviene de la independencia?<br />
Las ventajas del sistema popular son precisamente.<br />
las que dimanan de la participacion de m.u,eho ~n<br />
los negocios públicos. Un elector vendí·do . a p~': ~<br />
sona es un votante de ménos, porque eq a e a que<br />
esta otra persona vote dos veces. La ti de inde.<br />
l"ad.aoia de";"",, pu.~.ato'••••al. .1'~to"L. ?<br />
<br />
1J¿ii..~o/
(20)<br />
Te'l.éis otra' razon ?<br />
Sí, el que atenta contra la libertad de otro, lo hace<br />
porque teme que obrando libremente no segunde sus<br />
ideas, i esto mismo prueba que ellas no son buenas.<br />
Por qué?<br />
Por que debemos suponer que el elector, por su<br />
propia conveniencia, estará naturalmente inclinado a<br />
hacer una buena eleccion, i si se le mueve a cpn·<br />
trariar su voto espontáneo) refluirá en perjuiciode<br />
esa buena eleccioD.<br />
Qué deberemos, pues) pen.sar de los atentados GOntrala<br />
libertad de las elecciones?<br />
Que son de los mas enormes que puedan come·<br />
terse contra la sociedad, i que esta debe mostrarse<br />
inexorable con sus autores.<br />
1 no culpáis al elector 7<br />
Eso depende de los medios empleados para ga.<br />
narle. Si son los de la violencia, no merece con<br />
mucho nuestro vituperio: como si fuese el soborno u<br />
otro semejante.<br />
Por qué no cumpúm, de ordinario los electores COII<br />
sus deberes~<br />
Porque no ven todas las consecuencias que produce<br />
su neglijencia o debilidad. El gusto de como<br />
placer a un amigo, saciar un deseo de venganza,<br />
contrariar las miras de un partido opuesto, labra mas<br />
en su ánimo, con frecuencia, que las consideraciones<br />
de utilidad pública.<br />
De qué proviene esto?<br />
De que los unos motivos obran de un modo claroe<br />
iamediato, i los otros solo ofrecen imájenes distantesi
(21)<br />
confusa3. Mas 111 virtud consiste jllstamente en re-<br />
~istir a aqu ellos i preferir estos, cuando ha .de resultar<br />
una mayor suma de dicha para la sociedad.<br />
Pero un 1nal yoto no puede influir en las eleeciones.<br />
Así se pudiera decir de todos. Las mayores sumas<br />
se componen de unidades, iJoque se dice de las partes<br />
se dice del todo.
(22)<br />
CAPÍTULO VII,<br />
SUPERIORES 1 SUllALTERNOS.<br />
Qué conducta debe observar el superior respecto del<br />
sub(~lterno?<br />
Ha de considerar que su posicion no le autoriza<br />
para oprimirle, ni ménos humillaÑe, Sin descuidar<br />
que cumpla con su deber, le guardará las atenciones<br />
que se deben a todo hombre, Los malos tratamientos<br />
son siempre una simiente amarga, i fecunda en frutos<br />
de la misma calidad.<br />
Hai otras razones parf1, tratar bien a un inferior?<br />
Sí. Nunca aparece tan deshonrosa la altanería<br />
como cuando se ejerce con quien no puede fácilmente<br />
rechazarla,-Ademas, nadie está seguro de que no de.<br />
penderá algun dia bajo de algun respecto, quizas dei<br />
mismo a quien mandó ántes.<br />
Decídme los deberes del empleado subalterno.<br />
Respeto sin humillacion, i obediencia a las órdenes<br />
del 'Superior,<br />
¡,No le es lícito suspender la ejecucion de una órde'lt<br />
superior, si la creyese perjudicial, ú opuesta a la Constilucion<br />
oa la lei?<br />
En este punto debe arreglarse a 10 que establezcan<br />
las instituciones del pais; mas la moral le previene<br />
que no ponga jamas embarazos a la marcha de los<br />
negocios de su ramo, i que nunca el espíritu de par.<br />
'lido ni otro motivo semejante, sino solo considera.<br />
ciones de mucho peso, le hagan retardar el cumpli.<br />
miento de las órdenes que se le hayan c0muIl.icad~.
(23)<br />
1 qué dtberá hacer en el caso de estar bien persua~<br />
,dido de qut la órden eS:'f¡¿ala o ilegal~<br />
Si temiese mui graves inconvenientes de su eje.<br />
cucion, smpenderla, i l'epresentar al superior indio<br />
cándole 'Sus temores. Pero,si la maldad o ilegalidad<br />
de la órden no fuesen de mucha trascendencia, vale<br />
mas que obedezca, sobre todo si urje la ejecucion.<br />
Suponéd toda vio, que el superior insÜte.<br />
Entónces el inferior habrá cump.lido con su deber<br />
:representando, i ha de obedecer, salvo que se quiera<br />
(24),<br />
CAPíTULO VIIt<br />
DEL CIUDADANO PARTICU:LAR.<br />
A. quién llarnáis ciudadano pOlTticula1'~<br />
Al que no hallándose en ninguno puesto público;<br />
hace parte de la masa comun de la sociedad.<br />
De cuántos modos podernos ,'onsiderarle1<br />
De tres. como candidato,. como sufragante i comD<br />
¡¡úbdito. .<br />
Tenéis alguna observacionjeneral que hacer respecto<br />
del ciudadano privado.<br />
Sí, i es que la opinion no influye tanto en él como<br />
en el empleado púbhco ..<br />
Por qué! .<br />
En primer Jugar, por que su: misma situMion le<br />
oculta mas a las miradas del público; i en segundo,<br />
porque la apinion recae sobre un gran número a l¡,¡<br />
vez., lo que disminuye su efecto.
t25»)<br />
CAPÍTULO, IX.<br />
CANDIDAT.D"I<br />
Qu,ién es candidato T<br />
El ciudadano particular, considerad'o como SI,<br />
hubiese de venir a ser empleado público.<br />
Es lícito aspirar a los empleos.?<br />
Sí, cuando se tienen las cualidades internas sr;:<br />
ternas que requiere el puesto.<br />
Cuáles son esas cualidadesl<br />
Llamo internas las q,ue prod'ucen directamente el<br />
buen desempeño del destino, como el talen.to, la probidad<br />
&c, j estemas las exi¡idas por la lei por considerarlas<br />
indic.antes de las primeras, como la edad, la<br />
riqueza i otms.<br />
Qué otf¡J requisito es necesario para q¡¡,ela meral no<br />
desap1"llibela aspiracion a los destinos?<br />
Que no se empleen en la solicitud medio! inde~'<br />
coroSOSj j, en jeneral hacen mucho mas honor cuando<br />
se obtienen sin solicitarlos..<br />
Qué decís de la práctica de presenlars~ al pueblo coma<br />
candidato el mismo interesado.<br />
Esta práctica, usada en, Inglaterra i en los Estados<br />
Unidos, i que allá es bien recibida, quizas no obtendria<br />
la aprobacion jeneral en otros paises de diversas<br />
costumbres e ideas.<br />
Pero es útil?<br />
Bien merer.e ella que se la examine 15a,¡p !te aspecto,<br />
pues al cabo Jo útil, tarde o temprano, e~" probado<br />
por la apinion, i a menudo no, se necesita
(26)<br />
'que 'hacer la demostracion de la utilidad de una~cosa,<br />
;para que sea aprobada por todos.<br />
Qué observáil pues, en primer lugar?<br />
Que el·:que se presenta como candidato para un<br />
'empleo, solo prueba en ~u contra que lo desea..<br />
Pero prueba algo sobre su bu,en o mal desempeño?<br />
No. Bien puede desempeñarse perfectamente un<br />
'destino que se ha deseado; mas hai no sé qué pre-<br />
'suncÍon en contra del que se ofrece para un empleo.<br />
En qué sefunda esa presuncion?<br />
En que el interes del bien público no es por lo<br />
jeneral tan fuerte como el interes del bien particular,<br />
i el que manifiesta grandes deseos de ser empleado<br />
da a sospechar que le mueve únicamente alguna con.<br />
·sideracion de personal conveniencia. ·Pero no hui que<br />
·olvidar que esta es una mera presuncion, j que, así,<br />
(27)<br />
halaga mucho a la natural altivez<br />
,aencia, que no<br />
humana.<br />
Decid otro?<br />
Por lo regular, cuanto gana e1 empleado lo con-<br />
-sume al mismo tiempo, sin hacer ahorr~ para la<br />
vejez, o para los casos estraordinarios.<br />
En qué consiste esto?<br />
En que los sueldos ~e proporcionan al rango de'l<br />
empleo, i 10s gastos son siempre proplHcionados al<br />
,rango; de modo que un gran suelde supone un gran<br />
gasto.<br />
Rai otra causa?<br />
Sí, el empleado no medita que llegara un tiempo<br />
en que deje de :rerlo,i la esperanza le alucina hasta<br />
-el término de creer que siempre tendrá una entrada<br />
segura. De aquí proviene necesariamente que se<br />
descuide, i ceda a los inmediatos alicientes de gastar.<br />
'Qué otro incltnvenien'te tienen los empleos públicos?<br />
Habitúan de tal modo al sujeto a t1stejénero de<br />
vida, qu~ cuando la necesidad le obliga a tomar otro~<br />
le es impracticable. Parece que se hace inepto para<br />
'todo lo que no es la oficina.<br />
¡Cuál ha sido la causa principal ¡;k la empleo-manía.<br />
La dificultad de ocuparse útilmente. Por tanto, la<br />
empleo.manía supone falta de industria en el pais, i<br />
el mejor modo de estirpar aquella es fomentar esta por<br />
-losmedios que se hallen en poder del gobierno, i<br />
;segun los principios de la economía poJ;tica moflj.6.·<br />
(28)<br />
CAPÍTULO X.<br />
lIUFRAGANTE.<br />
Quién es sufragante ~<br />
El que en las elecciones indirectas vota para el<br />
nombramiento de electores.<br />
Cuáles son sus deberes?<br />
Es bien claro que sIendo propiamente el sufragante<br />
un elector de elector, le corresponden los mismos de.<br />
beres que a este: imparcialidad é independencia.<br />
¿ No hai, sin embargo, alguna observacion que hacer<br />
au:n á este respecto'~<br />
Sí, los partidos políticos ponen su mayor conato en<br />
la seduccion de los sufragantes¡ porque una vez canse.<br />
guido el nombramiento de electores de su agrado, ya<br />
no tienen que emplear con estos tanto empeño, i descansan<br />
en la seguridad de que resultarán tambien á<br />
su gusto las elecciones de gobernantes.<br />
1qué decís acerca de estO'1<br />
Que Jos sufragantes necesitan desplegar toda su<br />
honradez para resistir los ~mbates de los partidos, i<br />
que no deben nunca adoptar otra guía en su conducta<br />
que su propio' convencimiento acerca del mérito de<br />
los ciudadanos por quienes sufraguen.<br />
A qué deben atend~ principalme:nte en sus propios<br />
sufrajws1 .<br />
La primera cualidad que deben buscar en el elector<br />
es la honradez política, esto es aquella virtud que pospone<br />
toda consideracion á la del bien público. Despues<br />
de esto, la suficiente capacidad para apreciar bien el<br />
mérito de los hombres notables del país, i para no><br />
dejarse engañar.
(29)<br />
Qué consejo daríais á los sufraganlu !<br />
Siendo el sufrajio un derecho, todo sufragan te que<br />
no se encuentre con el criterio necesario para atinar<br />
con buenos electores, deberia abstenerse de concurrir<br />
á las urnas electorales, mas bien que entregarse á<br />
d¡screcion á las arterias de un partido.<br />
Qué decís de los sufragantes que con la última facilidad<br />
dan sus votos al primero que se los pide1<br />
Que cometen, quizá sin saberlo, un enorme delito.<br />
Pero en esto la culpa suele ~star mas bien de parte de<br />
los que hacen las leyes constitucionales,pues conceden<br />
el derecho de sufrajio m. individuos que apétlas saben<br />
gobernar su prop1a casa.<br />
Cuál sería el remedio 1<br />
Concretar semejante derecho á aquellos individuos<br />
que por su edad, conocimientos, industria &a. diesen<br />
garantía de ejercerlo bien; pero este punto sale ya de<br />
nuestra materia, i pertenece á la ciencia constitucional.
(3D)<br />
CAPíTULO XT.<br />
SÚBDITO. (")<br />
A quién llamáis subdito ?<br />
Al ciudadano considerado bajo el aspecto de su'<br />
Il'ujecion al gobierno.<br />
Cuáles son los dehms del súbdito,?<br />
Todos se comprenden en este precepto jeneral: vivir<br />
sometido á las leyes. Pero una idea semejante n'.<br />
basta, i conviene para la mejor instruccion en este·<br />
punto especificar algo mas dichos deberes.<br />
Decíd pues cuáles son los principales deberes comprendidos<br />
en aquel precepto ieneral ~<br />
Son tres: obedecer i respetar á las autoridades lejí~<br />
timas; pagar las contribucior.es establecidas por la lei;<br />
servir i d€fender á la patria.<br />
Qué beneficioresulta de la obediencia ú las aulo1'idades?'<br />
La sociedad apénas podria subsistir sin gobierno, i<br />
la idea de gobierno abraza necesariamente la de la<br />
obediencia.<br />
Pero es ilimitada esta obediencia?<br />
No lo es, porque faltand<br />
cualquiera que sea su forma.
(3T}<br />
zado para desobeder bajo aquel pretesto, i el'gobiern1))<br />
vendria a ser nugatorio.<br />
len qué {undáis la escepciOn~<br />
En la necesidad de evitar que las autorieades, pre-·<br />
validas de su derecho a hacerse siempre obedecer,<br />
cometiesen por este medio Josmayores atentados.<br />
1qué segu1'idad'puede haber contra tales atentados?<br />
La que procede de la responsabilidad a que deben<br />
estar sujetas las autoridades.<br />
Si hablais de la responsabilidad legal, ella es casi'<br />
siempre ilusoria.<br />
En verdad que por desgracia así sucede; mas la<br />
responsabilidad que impone la opioion públíca, es<br />
mucho mas cierta i temible.<br />
1si la opinion no bastase a contener los abusos de laS'<br />
autoridades? ••••<br />
Hai que hacer una diferencia entre dichos abusos.<br />
Si ellos consistiesen solo en el quebrantamiento de<br />
ciertas fórmulas que no-afectan directamente al bienestar<br />
de la sociedad, vale mas soportarlos, sin dejar<br />
de improbarlos, que acudir a las vias de hecho, únicas<br />
que quedan despues que la resp~msabilidadlegal se ha'<br />
hecho ilusoria i la opinion es desatendida.<br />
1si jzwsen mas graves las faltas,no sería justificable<br />
la insurreccion ?<br />
Aun ent6nces deberia conducirse con muchísima<br />
pausa el pueblo sujeto a tal desgracia. Es necesario<br />
que la tuanía sea muifuerte, i que no haya esperanza'<br />
fundada de verla cesar dentro.de poco, para 'que p eda<br />
justificarse la insurrecciono " 1,<br />
. Por qué se 7Wcesitantantos'l'tqumtos pg,'lta, justificOITla' j<br />
t'MUrreceion ? ~J-'<br />
Porque es una de las mayotes c::ammidades quee ;..<br />
.... Ji !iJ(J '1. }<br />
","• .;v~-
(32)<br />
puede suftir un pais. Si nos espanta un robo, si n(l~<br />
indigna un estupro,si nos horroriza un asesinato,si nos<br />
llena de pavor un incendio, ¿qué deberá decirse de<br />
aquel estado en que se multiplican i se succeden sin<br />
cuento los robos, los estupros, los asesinatos i los in·<br />
cendios?<br />
Pe'fo los males de ·la tiranía son por lo menos tan gran'<br />
cks romo los que acabáis de pintar ~<br />
Cierto, cuando la tiranía Hega a tal punto que me·<br />
rec:e ese nombre; mas los espíritus turbulentos abusan<br />
de aquella voz, dándole cabida en su lenguaje con<br />
gran facilidad.<br />
Cuándo docÍ$ que la tiranía es mui fuerteq<br />
Cuando las autoridades violan manifiestamente la<br />
Constitucion, o sea la pauta de sus procedimientos; i<br />
esto por medIo de leyes ú otros actos arbitrarios, que<br />
ataquen directamente las garantías individuales.<br />
Cuáles ·son esasgarantías~<br />
Las que ofrecen las leyes fundamentales respectG<br />
de la persona, Ja propiedad, el honor, i demas objetos<br />
preciosos para &1 hombre.<br />
. Hai ejemplos de semejante conducta de parte de unas<br />
autoridaiíes que ejercen constitucionalmente ·sus funciollu7<br />
LClI' hai cuando un partido exaltado llega a apode·<br />
rarse del gobierno.<br />
Enlónces, pues, serájustificable la insurrecci
(33)<br />
Aun no es necesario otro requisito para justificar la<br />
insurreccion?<br />
Sí, es indispensable que su golpe sea seguro, y que<br />
se limite á lo mui preciso para hncer cesar la tiranía.<br />
PO?' que lo primero?<br />
Porque la tiranía se irrita i se hace mas temible,<br />
cuando es atacada i no derribada.<br />
Por qué lo segundo?<br />
Porque todo mal, empleado sin necesidad, es inútil<br />
i carece de compensacion.<br />
Se han observado siempre es/os principios?<br />
Rara vez. Algunos individuos, bien por ambician,<br />
o bien por un celo indiscreto, han atentado a menudo<br />
contra las autoridades lejítimamente constituidas, i<br />
causado enormes male~.<br />
Que deberemos decir de tales individuol!<br />
Cuando la insurreccion carece de los requisitos,que<br />
hemos señalado pa,ra que sea justificable, sus autores<br />
son unos criminales insignes. En el otro Calla, son los<br />
salvadores de la patria, i merecen todo aplauso.<br />
Paréceme q'ue el resultado es lo que de ordinario condena<br />
o ensalzu a los insunectos. .<br />
Así es por desgTacia;mas día llegará en que se atienda<br />
mas bien a los principios que dejamos sentados,que<br />
no al éxito de una intentona.<br />
Creo tambien qu~ tales principios son delicados, i de<br />
muí difícil aplicacion en la práctica.<br />
Así es exactamente; pero la esperiencia i e hábito<br />
de reflexionar en materias políticas llega á enjenc1rar·<br />
en los pueblos un cierto instinto,que les dice sin eng -<br />
ñarlos, hasta donde llega su obligacio ~de Obedece),<br />
cuándo empieza su derecho a resistir < ,.<br />
3 -<br />
~••é(J(' ¡) ~<br />
....,,.,-.•.
(34)<br />
Q"J,é decís de la insuj'¡'eccion como medio de alterar lás:<br />
instituciones viciosas?<br />
Que es abominable, por lo mismo que pueden re•.<br />
formarse de una manera pacífica, si realmente lo me.<br />
recen.<br />
Pero el Gobierno suele oponerse caprichosamenlea tales'<br />
1'eJonnas,au,n cuando son necesarias.<br />
Si el Gobierno no ha ·dejenerado, ' convertídose<br />
manifiestamente en un poder despótico', no se opondlá<br />
mucho tiempo á una reforma exijida por la nacion.<br />
Pero el espíritu demagájicb, siempre impaciente, qui.<br />
siera que el Gobierno cediese con· prontitud a sus me.<br />
nares deseos, i en su despecho- le lanza cargos terribles<br />
i apasionados, que a veces pasan a actos de re.<br />
belion.<br />
li-Ias una 1'eforma pudiera ser urjente, i el Gobierno<br />
por capricho opone1'sea que se hiciese.<br />
Nunca será tan urjente una reform'a en las institu.<br />
ciones, que no dé espera a que el Gobierno consienta<br />
en hacerla por los mediós que ellas mismas han prescrito.<br />
Un Gobierno que no ha proclamado. o estable.<br />
cido abiertamente el despotismo, se mira mucho para<br />
contrariar .los deseos bien manifiestos de la nacion,<br />
porqlle sabe que a ella debe su existencia; i si no con.<br />
siente en hacer la reforma, será porque está bien pe.<br />
netrado de que la mayoría no la guiere.<br />
DÍJ'Ísteis que elprimer deber del súbdito e1'a obedecer<br />
i respetar a las autoridades. ¿De qué respeto habláis?<br />
De las atenciones i miramientos que se merecen<br />
unos personajes, constituidos sobre los demas para la<br />
mejor direccion de todos.<br />
De qué si1've ese respeto?
(35)<br />
Es un ausiliar de la obedienciajporqw no hai tanta<br />
disposicion a obedecer al que se trata con familiaridad<br />
ó desprecio,como a aquel a quien se está acostumbrado<br />
a mirar con acatamiento.<br />
Cómo debe entenderse 1<br />
Siempre conciliado con el decoro; pues,la humilla.<br />
cion nunca es necesaria ni aun escusable.<br />
I-Iabeis manifestado que las autoridades a quienes se<br />
debe respeto i ob~iencia son las lejítilllas ¿ Cuáles son<br />
esas?<br />
Las que descansan en los principios de lejitimidad<br />
reconocidos en el pais.<br />
Son diversos esos principios 1<br />
Todos vienen a ser,en último resultado, la voluntad<br />
espresa o el consentimiento tácito de la mayoría sensata.<br />
Debe pues tolerarse una autoridad, que segun el juicio<br />
privado delos individuos, es ilejítima?<br />
En semejantes casos las opiniones suelen estar divididas,<br />
i entónces ya se ve que el punto e~ por lo<br />
menos dudoso. Pero aun cuando no lo fuese, vale<br />
mas tolerar por algun tiempo esa autoridad, que lanzarse<br />
en la carrera espinosa de la rebelion.<br />
Tiene este p'rincipio mayor fuerza respecto de determinadas<br />
formas de gobiern01<br />
Sí. En el gobierno alternativo, donde las autoridades<br />
solo funcionan por un período limitado, aun es,toda·<br />
vía mas cierto que la tolerancia debe preferir e a la<br />
rebelion, cuando solo se ha faltado a ~equisitós o •<br />
fórmulasj porque no pasará mucho tiempo sin que'<br />
se subsane la falta.<br />
Q~e principio jeneral puede sentarse sobre la Obedie7nCia;.. .<br />
)V.J J \ ~<br />
••...r.r
(36)<br />
i "espeto a las 'autoridades iLejítima$ o ~ntJ'usa~1<br />
Lo mas seguro es consultar el jira de la opinion.<br />
Si ella está cJaramente pronunciada en la jeneralidan<br />
contra la autoridad de hecho, la deposicion de esta;<br />
puede hacerse sin gran sacrificio, y entónces es lícita<br />
i debida; mas cuando hubiese razon para creer que<br />
solo a costa de grandes sacrificios seria posible la deposicion,<br />
la pru(lencia i el interes de la Nacion aconsejan<br />
que se tolere a la autoridad, principalmente<br />
si no hubiese de durar mucho.<br />
Pero aquí se 'rata de ilustmr: la opinion ••••<br />
Pueg bien, debe' derrocarse a la autoridad intrusa,<br />
lllego que el propósito sea j.eneral.<br />
Por que rnt'ónce$?<br />
1'01' evitar los desastres 'que serían consiguientes si<br />
la autoridad tuviese muchos sostenedores.<br />
No me he penetrado todavía de la utitidad que "esulte<br />
de deponer una au'oridad, que aunque ilejitima, admi,<br />
nistre bien.<br />
La utilidad consiste en no sentar un contra.prin·<br />
cipio,en no dar escepciones peligrosas a la regla jeneral<br />
en que se apoya el gobierno, estD es, el voto público.<br />
En suma, la razon es la misma que hui para la obser·<br />
vancia de tod!ls las leyes.<br />
Hablad ya del segundo deba del súbdito:<br />
Dije que era pagar las co.ntribuciones csta.bJecidas<br />
por la lei.<br />
Q,té utilidad resulta de ello?<br />
Aparte de la jeneral de observar las leyes, el súbdito<br />
tiene un inmediato i personal interes en el cumpli.<br />
miento de aquella obligacion.<br />
Cuá(es!
(e7)<br />
No se puede aseguraT ·su persona, propiedad, bo-<br />
'nor :&, por el gobierno, sino mediante ciertos gastos,<br />
que no pueden salir de.otra ;part-e .que dd habéídel<br />
-m~smo súbdito. .<br />
Por qué?<br />
Porque al cabo la sociedad no es mas que ·un con-<br />
'junto de individuos, y tododo que hai en el·la es pro-<br />
-cedente d-e-sus miembros. ) " r<br />
Por que hai jene;almente t~l1:ta.repugnanci4 a ;'agar<br />
'las wnt1"ibuciones7 ; ," '. " 1(; ,<br />
Consi5te en pa;·te en que el pu'eblo ciesconoc'é~la:5<br />
ventajas que de ello le resultan;pero debemos atribuirlo·<br />
mas bien<br />
.cometido.<br />
a los abusos que en esta materia se han<br />
De qué abusos habláis?<br />
De los impuestos mal concebidos, i contrarios á 10:5<br />
principios económicos; i en jenera1 de Jas .estorsionc:5,<br />
'(Jue bajo diversos pret€stos,<br />
pueblos.<br />
se han ejecutado con Jos'<br />
Cómo debe el s1~bdito'.s~rvir~:deJ.enderá:la pat1'ia,que<br />
·es su tercer deber r,_[.~" .'_..<br />
.,'~.<br />
En primer lugar, segun 'la-manera establecida por<br />
las leyes; pero no solo ha de prestarse gustoso al cuIl).plimiento<br />
de las obligaciones que al efecto ellas le<br />
imponen, sino que ha de proporcionarle cuanta ayuda<br />
e~té. en su poder, para lograr 10:5objetos de la aso-<br />
ClaClOn.<br />
Por qué?<br />
Porque la sociedad no puede contar si O con suS'<br />
miembros, i los beneficios que ella própor'¿lOna ~son<br />
demasiado importaptes, para que ning.un esfuerzo Íl:s.<br />
cuse el súbdito en su servicio.
(38)<br />
A quién sirve el súbdito sir'Viendo a la patria?<br />
Se sirve a sí mismo; pcrque en la sociedad política<br />
como en cualquiera otra, los negocios son comunes)i<br />
servir a la sociedad es servir a cada uno de sus miem.<br />
bros.<br />
Qué límites tienen estos servicios?<br />
No tielj.enotros que los que les fijen su oportunidad<br />
i su eficacia. Mas en todo caso debe medirse la magnitud<br />
del sacrificio con la utilidad que haya de<br />
producirj pues uno menor que ella, siempre sería un<br />
actQ dll insensate~.
(40)<br />
Resulta de aquí algun Mal positivo?<br />
Nada es mas calculado para agravar los males mismos<br />
que se trata de correjir, como una oposicion sistemática<br />
i apasionada, cual es siempre la que se hace<br />
por un partido. Los·ataques inconsiderados irritan á<br />
los gobernantes, que cpmo hombres, tienen tambien<br />
~u amor propio i su's sentimientos de rencor; i el resultado<br />
esque J!egan realmente á ejecutar atentados, de<br />
que es víctima lnme'diata el partido de oposicion, i en<br />
último caso la nacion toda.<br />
1 qué decís del partidc mini$terial1<br />
Lo mismo. Si todo no merece censura, tampoco<br />
debe defenderse todo; porque los mandatarios son tan<br />
falibles como cualquiera otro hombre,i es utilísimo que<br />
con la cordura debida/se les hagan presentes sus errores<br />
paTa· que los corrijan.<br />
,QUé co1J4uís de toM?<br />
Que las funciones de cpnsurar i defender al Gobierno,<br />
o mejor dicho a'los gobernantes, deben reposar en<br />
ur,as mismas manos, en manos del ciudadano, cuyo<br />
patriotismo. le aconseja manifestar las faltas e indicar<br />
sus rem.edios, así como le ordena sostener con todas<br />
sus fuerzas a los lejítimos mandatarios, que son los<br />
depositarios del reposo público i de las garantías individuales<br />
.• Que esta conducta moderada hará mas circunspectos<br />
a 108 mismos mandatarios, i recabará mas<br />
de eJ!os que una oposicion vio!tinta. 1 en fin, que los<br />
ciudadanos que despreciando estos principios se enrolan<br />
en bandos, encarnizados que mantienen dividida i en<br />
peligro i alarma a la nacion toda, son sus mayores<br />
enemigos, i tambien del jénero h'umano.
, (41)<br />
Pero supuesta la existencja de los 1Jartidospoli ticos,<br />
¿qué debe1'es illlpOrle la moral a sus miernb7-os?<br />
Buena fé, lealtad, m9deracion. . . (<br />
Esplicad estos deberes.<br />
La buena fé pone a cubierto cO.fitra cualquiera óbjecian<br />
que-merezca el partido que'lomamos, i es al<br />
mismo tiempo prenda de lealtad. La lealtad, por su<br />
parte, es una presuncion de buena fé, i es el funda.<br />
mento de una confianza mutua entre los copartidarios,<br />
sin la cual sus miras no podrian lle11arse. La moderacion<br />
determina el empleo de medios lícitos en los<br />
fines que se propone cada partido.<br />
Qué opináis sobre el sistema de indife1'encia en 101<br />
negocios públicos?<br />
Que es mui culpable. Cuando llega a estenderse<br />
algo, facilita a la ambicion el camino del poder; i si<br />
fuese jeneral,haria imposible la existencia del gobierno.<br />
Cuál es pues el deber del ciudadano a este respecto?<br />
Siendo la socie~á~ i' el gobierno. indlspensables al<br />
hombre, i objetos de un inte'res com 1111 , cada uno<br />
debe propender a su perfeccion por todos los medios<br />
lícitos que se hallen a su alcance,<br />
Una larJ?a serie de desgracias i desengaños no autorúa<br />
la indiferencia iel desalienf:tJen los negocios públicos?<br />
No. Los males nunca son eternos, i el buen ciudadano<br />
debe profesar como fé política, la conviccion<br />
de que algun dia cesarán. Entre tanto, sería crimmal<br />
abandonar, con la inaccion, el campo a los los i<br />
ambiciosos, que están siempre dispuestos a Q>:U arle.·<br />
Tenéis alguna observacion que hacl'fT'CDmoconsemunáajeneral<br />
de iodo lo espuesto en el Catecismo?<br />
-d
(42)<br />
"SI, i es que ~a moral política no es diversa en ·sus<br />
¡principios de la moral privada, como se creyó alguna<br />
vez. No hai otra diferencia, que la que procede de las<br />
diversas situaciones en qae se considera al hombre,<br />
ya Coma ellte,socjal sujefo a tm gobierno, ya como<br />
illdividuo del jéne¡;o humano, puesto por .111naturaleza,<br />
en relacion constante i necesaria con sus se·<br />
,m~jantes.<br />
~.<br />
':'~
(43)<br />
ARTICULOS SUELTOS.<br />
ARTíCULO 1.<br />
LIBERTAD.<br />
He aquí una de esas palabras májicas a cuyo eco<br />
Be han conmovido siempre de un modo espantoso<br />
aun hombres mili bien intencionados, pero que a<br />
veces no ha servido sino de pretésto para cometer<br />
en su nombre todo jénero de crímenes. Es mui<br />
dudoso que haya hoi una - sola persona impar.éial<br />
que abogue P(}f la tiranía. La diferencia de las opiniones<br />
no estriba ya., sino en el mas {)el ménoB dé<br />
libertad que ha de dejarse al pueblo en su intervencion<br />
en los negocios públicos. Perc¡ una lamentable<br />
ceguedad i una funesta confusioll en los<br />
términos ponen en la mano a los hombres exaltados<br />
la aciaga tea de la discordia, i sin el menor escrúpulo<br />
incendian con eUa a todo un pueblo, a<br />
toda una );)acion, i auna-todo el mundo incendiarian<br />
si les fuese posible.<br />
Una de las cuusas pl1il}cipa1esue semiljant& error<br />
consiste en no hacer la debida distincion entre el<br />
despotismo i la tiranía, entre la libertad lítica i<br />
la civil. El despo.tismo no es otra cosa. ll:u.e' la monarquía<br />
absoluta, aquella fOl'made góbiernQ eli'qu~<br />
el mandatario procede por sí solo, /lih ligamentos<br />
ni sujecion a otra ajena ·voluntad. lr;a tiraJiÍ& nOe5<br />
.:Q ("' ,<br />
,~
(44)<br />
'una forma de gobierno, es una circunstancia qne<br />
puede existir en cualquiera de ellas, i consiste en<br />
'Obrar en contraposicion a las leyes de anteman
(45)<br />
La libertad política se, refiere al grado de ínter:.<br />
vencían que en los negocios públicos se' haya concedido<br />
a la masa de los ciudadanos. Cuando el·<br />
sistema de gobienlO adoptado es obra de la medita-<br />
~ion i de la huena té, la..restriccion imimesta a la<br />
jeneralidad. de los individuos sobre sU injerencia<br />
en el gobierno, es salu,dable para: J¡f!lociedad. - Las<br />
instituciones entónees no son 'mas que lo .que debeu<br />
ser: la espresion de la condicion° del pueblo. N o<br />
hai pata que abusar' de las palabr,us. 'Examínese<br />
fria e imparcialmelite- si el 100n éxito de los negocios<br />
públicos aumite un ensanche' en las faculta.<br />
des que al pueblo se dejan, i sin rebuscar nombres<br />
con que calificar antojadizamenté los di,versos gradosde<br />
injerencia que se le acuerda en su mismo proveo<br />
cho, trácese la línea divisoria que sepll.re su poder<br />
de su deber. Las palabras han, hecho degollar mas<br />
hombres que .las ideas mismas, i la de que ahom,<br />
tratamos es sin ,duda la que nlas t(>reentes' de' sangre<br />
ha hecho derramar. Pero, lo repetimos,- es necesario·<br />
fijarse en la ideas, i no revolver el roundo invocando<br />
voces 'que, si bien significan mucho, e indican<br />
estados mui--a-peteciblés, se prestan asimismo a las<br />
inflexiones de la mala fé Q, del frenesí, perturbador.<br />
N o podemos resistir al deseo' de insertar aquí aquel<br />
bello trozo de Mora, err, sus -Leyendas Españolas,<br />
,que trata precisamente de la materia que nos ócupa.<br />
"N'o al despotismo aterrador aplaudo,<br />
Cual la plebfl servil, que ve en el tro:n<br />
La i:májen del Eterno; ni perdono, • r,; "<br />
. La corrupcion del pérfido sofista,<br />
Alquilado al poder, para que vista<br />
Con frases elegantes i sonoras. r..<br />
~
(46)<br />
El honor de sus miras destructoras;"<br />
Pero tampoco apruebo la blandura<br />
Criminal, que a los malos asegura<br />
Paz i reposo en vez de hierro i palos.<br />
¡Ai del que capitula con Jos malos! .<br />
Gran cosa es la piedad: mui santa i buena;:<br />
Mas no cuando a su sombra desenfrena<br />
La impunidad del crímen i lo adula,<br />
1 miéntras sus esfuerzos estimula<br />
Prepara al hombre honrado negro abismo.<br />
1 de la libertad digo lo mismo:<br />
Llámese libertad o como quiera,<br />
Se engaña quien la elojia o vitupera,<br />
Si ignora a quién se aplica i en qué caso-<br />
Supongo que frenético traspaso<br />
La lei humana i la divi,na, i huello<br />
Los derechos mas santos, i atropello<br />
Justicia, honor, virtud, i los destrozo.<br />
Me lleva un ministril al calabozo,<br />
1 allí sin libertad i luz me tiene.<br />
Supongo que a mi ausilio luego viene<br />
lVlano amiga, i me dicen: "Sálte fuera:<br />
Ya tienes libertad. "-Diga cualquiera<br />
Si tal nombre en tal caso significa<br />
La noble cualidad que dignifica,<br />
Consolida i ensacha la ventura<br />
Del, fiero hijo del Támesis; la pura,<br />
Radiante antorcha que en Westminster luce,<br />
U na misma palabra se traduce<br />
De cien modos segun la circunstancia:<br />
Yo a las voces prefiero la sustancia.<br />
No importa que me clamen: "Eres libre;<br />
Constitucion ya tienes que equilibre
(41)<br />
Los poderes." Palabras, frases, liUlho:'<br />
Con todo ese'aparato, yo me abrumo,<br />
y otros gozan: yo sufro, i ellosrien.<br />
En escribir i en perorar se engrien<br />
Los que entroniza la, opinion por sabios::<br />
Bien trabaja la p¡-uma, i bren los labios;<br />
Pero en la villa· oscura i retirada,.<br />
¿Qué bien se sigue de esta bulla? •...•.Nada.<br />
Una constitucien es un folleto:<br />
N o es mas, si no me saca de un aprieto:<br />
1 si me pone en otros, i s¡' amarga·<br />
Mi mísera existenci'a, i si la carga<br />
Q'ue llevo a cuestáS" dobla, i si perturba c<br />
La dicha de mi hogar, i si a la turba<br />
Suc.ia, ig,norante, descarada i ciega,<br />
Mi honor, mi dicha i mi ventura entrega',<br />
1 una nacion entera jime i llora;<br />
N o es folleto, es la caja de pandora."<br />
La libertad civil se refiere- a las transacciones pri.<br />
vadas de los individuos. No tiene·relacion directacon<br />
el gobierno; j de ahí es que en muchos paises<br />
(¡ande la libertad política era nula, la vida parti.<br />
cular de'l ciudadano ha g.ozado de un'a envidiable<br />
soltura. Cuando no se permitia hacer una indica.<br />
cion a los mar.datarios sobre la conducta que debian<br />
observar, se facilitaba el comercio, se respetaban<br />
relijiosamenlc las disposiciones testamentarias, i se<br />
dejaba a cada cual vivir segun su gusto. En último<br />
resultado, las garantías individuales son el objeto<br />
de la sociedad. La seguridad de las personas"<br />
de las propiedades, de la honra i de la condicion,<br />
constituye el cúmulo de beneficios que podemos<br />
racionalmente exijir de un sistema de gobierno.
(48)<br />
Una vez otorgadas esas
(49)<br />
sUs buenas intenciones, las aparta a un lado p-a:ra<br />
trazarse él mismo una senda mas espedita, i que<br />
mejor conduzca al beneficio público, se ve obliga.<br />
do a luchar con la conciencia de algunos, con la<br />
mala fé de muchos, i con la crítica- de casi todos.<br />
Sus intenciones podrán. ser buenasr pero su papel<br />
será siempre ridículo. Combatido por la enemis.<br />
tad, por las preocupaciones, i por la mortificacion<br />
de conciliar lo inconciliable" se halla reducido· a<br />
una posicion fat~a, en la cual con trabajo podrá<br />
sostenerse, i en la que' nunca ejecutará grandes<br />
cosas. Seam0s, pues, francos. Estamos afortunadamente<br />
en la época del positivismo. Si las instituciones<br />
que se ha dado· un pueplo no le son adapta.<br />
bIes, ¿P0l: q.ué no habran de variarse? Este es un<br />
vestido que puede venir mu.i holgado, o mui estrecho.<br />
Enmendémosle: el bien no es para otro que"<br />
para el mism0 que le ha de llevar. .<br />
4
eso)'<br />
ARTICULO Ir:<br />
LEJlTIMIDAD.<br />
Si en tiempos bonancibles, cuando la nave socia.l'<br />
se desliza con blandura por la corriente de la paz i<br />
del órden, el ojo vijilante i sereno hallara una causa<br />
bastante poderosa para mantener inalterable aquella<br />
tranqnilidad,la filosofía tendria este consuelo mas que<br />
añadir a su reducido catálogo. Asimismo, si cuando<br />
ruje el fiero vendabal de la discordia, el buen ciulia.<br />
dano pudiera vislumbrar un puerto seguro ue salvamento,<br />
un poder protector a que acojerse con toda<br />
confianza, este estado lastimoso de los pueblos tendri!!<br />
una corta duracion, i su horror figuraria en una esca!v.<br />
mas reducida.<br />
Los intereses de los diversos pueblos< son tan seme.<br />
jantes, que todos ellos sienten la necesidad de aquel<br />
poder tutelar para sus dos estados de alteracion i de<br />
reposo. Pero aquellos que por circunstancias particu·<br />
lares e inevitables se han sumido en una triste hondo·<br />
nada de disturbios, de donde no pueden salir, requieren'<br />
con mas urjencia la exa1tacion de un principio, que<br />
sirva de pauta en sus _dif~rencias. Las mas veces unadeplorable<br />
ignorancia mal,aconsejad'a, o el soplo abrasador<br />
de las pasiones, que se escapa por enmedio de·<br />
la credulidad, hacen levantar aquellos oleajes espan.<br />
tosos de rabia humana, que tintos en sangre, pregonan,<br />
al mundo que aquel pueblo ha perdido ya la idea de<br />
la inocencia.<br />
Si fuese, pues, dable proclamar, fijar, i hacer aceptar<br />
por todos un principio de órden, una superioridad.<br />
moral, que reuniese en torno de sí a todos los disi,-
(51)<br />
dentesj la humanidad habria hecho una adquisicion<br />
sobre manera valiosa. Semejante principio existe: es<br />
la lejitimidad. La idea de la lejitimidad se ofrece a<br />
todos los espíritus como representando un poder, al<br />
que no es lícito atacar. Es la medida det derecho que<br />
asiste a los partidos contendientes en el seno de la<br />
sociedad. Pudiera creerse que no faltan ejemplos de<br />
ataques dIrectos a la lejitimidad confesándola ·tal.<br />
En la historia de las revueltas políticas no se mira,<br />
sin embargo, sino que en todos los casos la guerra<br />
hecha!l un poder llevaba tácitamente envuelto el<br />
desconocimiento de su lejitimidad. Es este un punto<br />
d~masiado notable para que exija otras demostra-<br />
ClOnes.<br />
Lo que sí ha producido diverjencias es el sentido<br />
de la voz lejitimidad, i esto es precisamente lo que ha<br />
perjudicado su causa, esto lo que ha e~torbado que<br />
hoi se enseñoree por sobre todas las pretensiones<br />
aquella idea, como principio tutelar, como pauta de<br />
Jos deberes, i como tabla de salvacion. Nos proponemos<br />
esplicar el contenido que se encierra en aquella<br />
palabra, tan comprensiva como oscura, tan influente<br />
como desconocida; i al efecto consignaremos en este<br />
artículo, por vía de preliminares, las ideas del autor<br />
de laHistoria de la Ci'Vihzacion Europea,reservlmdonos<br />
para otro u otros el ensayar sus aplicaciones a nuestro<br />
continente.<br />
"tA qué tienden los diferentes elementos de l!l CJVllizacion<br />
europea? qué pretenden la teocrácia~ la mo.<br />
narquía, la aristocrácia, la democrácia, cuando suponen<br />
haber sido los primeros en dominar la sociedad europea 1<br />
La lejitimidad política es evidentemente un derecho<br />
fundado sobre la antigüedad, sobre la duracion: la.
(52)<br />
prioridad de los tiempos es invocada como oríJenin-·<br />
concuso del derecho, como la mas pura fuente del<br />
poder. 1 obsérvese ademas, que este empeño, este ins·<br />
tinto no es propio de un solo sistema: él es una pre:<br />
tension e instinto· que se encuentra igualmente en,<br />
todos; esa tendencia es propia de los elementos que<br />
han contribuido a la civilizacion. En.estos últimos<br />
tiempos se ha creido que la idea de la lejitimidad era,<br />
solo inherente ala monarquía. Esto ha sido un error,_<br />
pues que se le encuentra en todos Jos sistemas, i acabamos<br />
de ver que todos los elementos de nue'tra ci•.<br />
vilizacion pugnan por apropiársela. Penetrad un poco<br />
mas en la historia de Europa, i en todas las épocas<br />
observaréis igualmente, que todas las fuerzas sociales,.<br />
los gobiernos mas di versos, todos indistintamente se.<br />
cubren i escudan con el carácter de lejitimidad. Las.<br />
aristocrácias i las democrácias italianas o SUIzas, la<br />
república de San-Marino, como tambien las ma~ gran.<br />
des monarquías de Europa, se han proclamado siempre<br />
llijítimas; unas i otras han fundado, sus títulos en la<br />
antigüedad de sus instituciones, en la prioridad his··<br />
tórica, en la· perpetuidad de su sistema de gobierno.<br />
Si salís de la Eur0pa moderna, si arrojais una mirada<br />
sobre otros tiempos i otr06 paises, veréis por do quiera<br />
consignada esta idea de lejitimidad política, veréisla<br />
seguida con afan, buscada con el mayor ardor; veréisla'<br />
constantemente unida, inseparable de los gobiemos,<br />
de todos los sistemas. No ha existido nunca en pue.<br />
blo alguno, no ha habido jamas en ningpn tillmpp.<br />
una sombra de poder público que no se haya atribuido.<br />
su influencia, que no haya intentado aparecer con ese<br />
carácter de lejitimidad, hijo de la antigüedad i de la,<br />
duracion. .
¿Cuál es ese p¡'incipio~<br />
(53)<br />
cuáles son sí.ls 'élemerito's<br />
Nué significa~ cómo se ha introducido en la civiliza·<br />
cion europea?<br />
En<br />
! mente<br />
el oríjen de todos los<br />
(le todos, se éncuentra<br />
poderes, i hablo espresar<br />
la fuerza; no quiero deci·<br />
I<br />
que solo la fuerza los haya fundado, 'ni que no tengan<br />
·otro título i óríjen que ella. 'Por ciérto que 'los poderes<br />
públicos han debido de tener un principio mas puro<br />
i noble. Ellos se establecieron en ,fuerza de la con-<br />
I'eniencia pública, en nombre i virtud d(;) ciertos in-<br />
'tcreses sociales; se han sostenido a causa de cierta<br />
armoniosa correspondencia, de ciertas relacíones ín-<br />
'timas con la situacion de la sociedad, con sus cos-<br />
'tumbres, con sus opiniones. Pero es imposible dejar<br />
de reconocer que la fuerza ha manchado la cuna de<br />
'todos los poderes del 'mundo, cualquiera que haya sido<br />
'su naturaleza i su forma.<br />
Tan cierto es esto,que nadie quiere reconocer aquel<br />
oríJcn: recházarilotodos los poderes indistintamente,<br />
ninguno hai que quiera haber 'salido del seno de la<br />
fuerza. Un instinto invenciole advierte a todos los<br />
gobiernos, que ella no funda un derecho, i que si no<br />
tuviesen otro oríjen que la fuepza, nUnca podrian<br />
apare
('54)<br />
Este hecho prueba por sí solo, -que la idea de la<br />
fuerza no es el fundamento de la lejitimidad política,<br />
que esta descansa sobre una base distinta. ¿QUé hacen<br />
en efecto todos los sistemas repugnando i denegándose<br />
formalmente a deber su or.íjen a la fuerza~ Ellos<br />
mismos proclaman que existe una lejitimidad, verdadero<br />
fundamento de todas las otras, a saber, la<br />
lejitimidad de la razan, de la justicia, del derecho: he<br />
aquí el orijen que todos deben invocar, a que todos<br />
tienen necesidad de ocurrir.<br />
De ahí dimanan sus conatos para apartar de Sl1<br />
oríjen toda idea, todo rastro de fuerza¡ i de ahí es que<br />
apoyándose en su antigüedad, proclaman otro oríjen,<br />
se apropian títulos diferentes. Tenemos, pues, que el<br />
carácter de la lejitimidad política es el de rechazar a<br />
la fuerza brutal como oríjen del poder, el de buscarlo<br />
en una idea, en una fuerza moral; en la idea del de.<br />
recho, de la justicia, de la Tazan . Tal es el elemento<br />
fundamental, de donde salió, con el decurso de los<br />
aí1os, el principio de la lejitimidad política; coII).p ve.<br />
léis por lo que voi a decir. .<br />
Despues que la fuerza ha presidido el nacimiento<br />
de todos Jos gobiernos, despues que ha conslituid{) i<br />
organizado a su modo todas las sociedades; la majestuosa<br />
marcha de Jos tiempos modifica. corrije las formas<br />
introducidas por aqueIla, i cambia sus bruscas obras,<br />
sustituyendo en su Jugar otras simétricas i mas bellas:<br />
estas alteraciones i estos cambios se realiza¡;¡ por el<br />
mero hecho de durar la ,sociedad i de componerse de<br />
nombres. Lleva el hombre en sí mismo un cierto<br />
número de nociones de órden, de justicia., de razon,<br />
una necesidad de hacerlas prevalecer en cualquiera<br />
coyu.ntura, de introducirlas en los mismos hechos que
,(55)<br />
'en su rededor se verifican; trabaja en ello sin cesar¡ i<br />
si el estado social en'que se halla subsiste icontinúa'<br />
puede decirse que su obra no es inútil, i que su trabajo<br />
ha producido ya algun efecto, El hombre difunde<br />
saludables principios de razon, de moralidad, de leji·<br />
timidad por todo el círculo a que alcanza su influencia.<br />
Independientemente de los ,esfuerzos del individuo,<br />
por una léi de la Providencia, que no puede desconocerse,lei<br />
análoga a la que rije el mundo material,<br />
hai una cierta medida de órden, de razon, de justicia-,<br />
enteramente indispen~able para que dure i subsista una<br />
sociedad. Por el mero hecho de que una sociedad dura<br />
i subsiste puede decirse que no es absurda, desconcertada<br />
ni tiránica; que no está desprovista del todo de su<br />
elemento de razon, de verdad, de justicia, que es el<br />
único medio de prolongar la vida de las sociedades.<br />
Si adernas se desarrolla i progresa la sociedad; si se<br />
hace mas fuerte, mas poderosa; 'si el estado social<br />
merece de dia en dia la aprobacion de un mayor número<br />
de hombres, debe inferirse que a medida que<br />
corre el tiempo, va adquiriendo mas alto grado de<br />
razon, de justicia, de derecho, i que van reglándose<br />
poco a poco -los hechos conforme exije la verdadera<br />
lejitimidad.<br />
De esta manera penetra en los pueblos, de esta.<br />
snerte se ·trasmite del mundo a los espíritus 'la idea de<br />
la lejitimidad política. Ella tiene su primera base, su<br />
primordial oríjen, al ménos hasta ciertop'unto, en la<br />
lejitimidad moral, en la justicia, en la razon, en la<br />
verdad; i luego despues en la sancion del tieth ,"'gue<br />
da lugar a creer que la razon se ha mezC' arló cOlflos<br />
hechos, que los ha subordinado, que la''::~l'dadera leji-<br />
-timidad se ha introducid\) en el mund esterior. En<br />
~ /<br />
' ....
{56)<br />
la época que vamos a estudiar, encontraréis que la<br />
fuerza: guarda fieramente la cuna de la monarquía, de<br />
la aristocracia, de la democrácia, i hasta de la misma<br />
Iglesia:
'(57)<br />
ARTICULO 1Il.<br />
,CONTINUAC\ON.<br />
Si hubiésemos de averiguar por su etimolojía al<br />
sentido de la voz lejítimo, su acepc.ion sería mui clara,<br />
pues evidentemente significa un árden de cosas arre·<br />
glado a la lei. Pero no es este hoi ya el sentido propio<br />
suyo. Las palabras lejitimo i legal significan ahora<br />
cosas distintas: ésta lo que se conf0rma con la lei,<br />
aquella lo que no es vicioso. Hablando del sistema<br />
social, lejítirno es, segun Guizot, el que tiene cierta<br />
'armoniosa correspondencia, ciertas relaciones íntimas<br />
eon la situacion de la sociedad, con sus costumbres,<br />
con sus opini0nes. Mas este modo de esplicár la lejítimielad,<br />
por exacto ql1e sea, no puede negarse que se<br />
presta ámpliamente al paralojismo í a la argucia. No<br />
satisface la conciencia del ciudadano, que quiere penetrarse<br />
al primer golpe de vista del lugar que ocupa<br />
la lejitimidad para ponerse de su iado. En fin, no es<br />
del todo analítico. Probemos a suplir estos defectos,<br />
que no lo son sino porque van dirijidas nuestras ob.<br />
servaciones a toda clase de lectores: ,los filósofos no<br />
r.ecesitarian de mas disquisicion.<br />
MI'. Guizot prueba, que todos los sistemas de go·<br />
'bierno, todos los elementos de la civilizacíon europea,<br />
han pretendido para sí solos el catácter de lcjitimidad,<br />
rechazando la idea de la fuerza; aunque .sea imposible<br />
dejar de reconocer, ,que eUa ha ,manchado la llna de<br />
todos los poderes del mundo, cualquiera,q, e:pa"a ¡¡id6l<br />
su naturalcza i su forma.'Úbserva tamb'et'!:, que fundan<br />
sus títulos en la prioridad de tiempo, ~ la antelacion,<br />
i duracion de existencia, i que en ej¡ o, la continua-
(58)<br />
'cion de un sistema induce la presuncion de que corresponde<br />
a!
(59)<br />
útil, i solo entónces es cuando existe la "armoniosa<br />
correspondencia, las relaciones íntimas con la situacion<br />
d6)la sociedad, con sus costumbres, cQn sus opiniones."<br />
¿Cuál es pues la forma mas útil, la sola lejítima del<br />
gobierno de cada Estado?<br />
. A poco que se examine una sociedad cualquiera en<br />
su conjunto, se descubrirá que algunos de sus miembros<br />
son capaces de juzgar i dirijir los negocios púo<br />
blicos, mientras que el resto está privado de seme·<br />
jante capacidad. En la nacion mas ilustrada, siempre<br />
se verá una gran mayoría, que por su sexo, edad,<br />
ocupaciones habituales i otras muchas circunstancias,<br />
o no tiene la habilidad necesaria para intervenir di.<br />
rectamente en los asuntos de la comunidad, o carece<br />
del tiempo, enelj ía i demas requisitos que pide seme·<br />
jante consagracion. Por esto no puede darse una sociedad<br />
gobernada de una manera enteramente demo·<br />
crática,i solo por comparacion es lícito suponer que<br />
el pueblo haya gobernado o gobierne en ninguna na·<br />
cion del mundo. No queremos, afectando una profun.<br />
da erudicion, pasar revista a las repúblicas antiguas i<br />
de la edad media. Bástanos llamar la atencion 80bre<br />
el pais model'l1oql1e se reputa como el modelo de la<br />
democrácia, los Estados Unidos del Norte, en donde<br />
un grandísimo número de individuos está privado de<br />
los derechos de ciudadano. Esta esclusion es necesaria<br />
en toda sociedad, si ha de ser bien gobernada; i<br />
segun que ella comprende un mayor o menor número<br />
de individuos, el sistema se acercará mas o ménos a<br />
1a pura democrácia. De este modo, la so~iedad consta<br />
de miembros políticos i miembros puramente civiles,<br />
disminuyéndose estos últimos a med¡da,que~se estien·<br />
,den la ilustracion i la moral públi«ll', SI pudiéramos
'(M)<br />
.'concebir un Estado en donde solo una familia estu·<br />
.viese adornada de los conocimientos i virtudes indis.<br />
pensables para e! ejercicio de la autoridad, este Estado<br />
no admitiria otro sistema de gobIerno que la monarquía<br />
abwlutaj i si fuese dable que existiera otro en<br />
donde todos sus miembros reuniesen aquellos requi.<br />
,sitos, ese pais podria ser gobernado democráticamente,<br />
aunque siempre por medio de representantes elejidos<br />
¡por la jeneraHdad de los ciudadanos, a ca\]sa de la<br />
imposibIlidad material de que tantas personas empu,<br />
ñasen las riendas del mando, Ambas suposiciones son<br />
;meramente hipotéticas. Exsi~te de hecho en la sociedad<br />
una aristocrácia, qué sería insensatez desconocer, i que<br />
'ningun poder será capaz de destruir. No es la arista·<br />
crácia artificial inventada por las leyes, i que tras·<br />
mitida de padres a hijos, viene a menudo a en vilecerse<br />
en manos de estos, por no haber sabido cultivar el<br />
emérito r~al O supuesto que se la granjeó a sus des.<br />
cendientes. Es la aristocrácia del saber i de la virtud,<br />
.Gonferida por la natu raleza a los poseedores de estas<br />
,c ualidades.<br />
Estos nobles por la naturaleza, o para hablar con<br />
,palabras neutras, estos notab1e
(61)'<br />
Nó son, por tanto, las formas de gob'ierno,' ade-·<br />
cuadas a los di versos pueblos, tan diferentes entre sí:<br />
como se ha c~eido. En todas parteshai un cierto número<br />
de individuos, capaces por lo ménos de discernir<br />
quiénes son los mas aptos para el ejercicio material:<br />
de las funciones gubernativas. Elli,donde quiera, este<br />
ejercicio no puede tener lugar sino por eléccion i en<br />
representacion de la jeneralidad de los ciudadanos,.<br />
llevamlo por objeto el beneficio de la comunidad entera.<br />
Con que el gobierno representativo i electivo,.<br />
cualquiera que sea la estension,de estos principios, es·<br />
en jeneral el apropiado a todos los pueblos; i el único.<br />
lejítimo. Esto en cuanto a la forma; pero· aun dada ..<br />
('!la, todavía se suscita la cuestion de lejitimidad res··<br />
necto de las personas que gobiernan,
(62)<br />
ARTÍCULO IV.<br />
CONTINUACION.<br />
Nadioeha procurado sostener hasta ahora que las<br />
formas de gob-ierno establecidas en Hispano-América<br />
DO sean lejítima8. Vemos sin embargo divididos casi<br />
siempre los Estados de esta rejion del continente en<br />
partidos encarnizados, que se disputan el mando, ale.<br />
gando cada uno para sí la lejitimidad, o por lo ménos<br />
negándola al contrario. Consiste en que ya entónees<br />
tales calificaciones no se refieren a la forma de go·<br />
bierno existente, sino al personal encargado de las<br />
funciones gubernativas. De ahí es que se proclaman<br />
la constitucion i las leyes por todas partes, i cuando un<br />
bando, de puro revolucionario, no puede invocar las<br />
instituciones reales i positivas del pais, se acoje al sal7tS<br />
populís suprema lex esta. De este modo, ellos mismos<br />
confiesan que sus procedimientos, para que sean Ií.<br />
citos, tienen que ser legales. I obsérvese que, en semejante<br />
caso, el significado de la voz leJítimo viene a<br />
acercarse al de la voz legal, lo que proviene de que la<br />
investidura de las funciones gubernativas siempre ha<br />
de tener por base una lei cualquiera; i entónces es<br />
lejítimo i legal el personal del gobierno, cuando debe<br />
su carácter a las instituciones reinantes, o segun la<br />
fraseolojía de las facciones, a la lei de la salud del<br />
pueblo. Queremos insistir en hacer mas palpables los<br />
dos sentidos de la lejitimidad. Antes de un sistema de<br />
leyes, equivale a utilidad públici1; despues casi se<br />
confunde con legalidad. Segun eso, una constitucion<br />
es lejítima cuando es la obra libre de 1os ciudadano~
· (63)<br />
da fiel espresion del es~ado social; porque solo en~<br />
tónces puede conservarse, i solo entónces es útil. POT'<br />
lo que hace al personal del gobierno, será lejítlmo,<br />
cuando su investidura ha sido hecha en los términos<br />
fijados por la constitucion ¡las leyee;<br />
Casi todos los revolucionarios de Hispano-América<br />
han temado por pretesto la ilejitimidad de las constituciones,<br />
o,del personal del' gobierno establecido por<br />
ellas. Será pues de la mayor importancia determinar<br />
bien los únicos requisitos que han de concurrir para<br />
la existentia de una i otra lejitimidad.<br />
Cuando una constitucion ha sido formada por con~<br />
siderable número de individuos nombrados al efecto<br />
por la jeneralidad de los ciudadanos, bien sea directa.<br />
mente o intermediando electores designados por aqueo<br />
Ilos,esa constitucion es tan Jejítima como puede serlo,o<br />
a lo ménos lo·bastante para granjearse el acatamieJ;lto<br />
de todos los asociados. ¡¡Qué derecho ° qué razon de<br />
conveniencia jeneral podrá alegar ninguno para<br />
atacarla1 ¿Dirá que es defectuosa, i como tal "ulne.<br />
rabIe? Desgraciado el pais en donde semejante principio<br />
llegase a ser admitido; Si la sociedad se ha<br />
establecido para· el beneficio de todos, si este beneficio<br />
ha de juzgarse forzosamente por la mayoría de los<br />
hombres sensatos, una vez que ella ha sancionado una<br />
constitucion es necesario obedecerla ciegamente. Si el<br />
código político es defectuoso, como son siempre lalt<br />
obras de [os hombres, corríjasele por los trámites que'<br />
él mismo ha formulado. Es imposible que un defecto;<br />
despues que se ha hecho patente para el mayor número,<br />
no sea enmendado pacíficamente, sin necesidad'<br />
de emplear las vias de hecho, siempre sospechosas isiempre<br />
acompañadas de gra vfsimos inconvenientes;.
CM}<br />
No es dé creerse que la mayoría de Jos ciudadanos'<br />
ll:uiera conservar defectos indudables, i si se resiste a·<br />
subsanarlos, es·porque los, dasconoce. llústresele en<br />
tónces, i si no' puede lograrse que la luz penetre en.<br />
'sus cabezas, no queda otro recurso que resignarse, i<br />
esperar del tiempo que labre la verdad en los ánimos ..<br />
La verdad siempre comienza a ser conocida por un<br />
número mui reducido, de hombres, i hasta despues·<br />
de mucho tiempo no es cuando Hega a vulgarizarse ..<br />
Se han necesitado siglos para jen6ralizar ciertos ;conocimientos,<br />
que eran triv.iales.para unos pocos desde el<br />
principio. Esta es una lei de la natu-raleza de las<br />
eosas, jeneral para todalt las ciencias, i de que no'<br />
puede, por lo mismor eximirse la ciencia del gobierno,<br />
De ahí es que las reformas no deben festinarse,<br />
porque no es dable- que sean sólidas, sino.<br />
,mando su utilidad es,bien perceptible para el mayor<br />
número; pero entónces" por el. mismo hecho,la fuerzal<br />
física es innecesaria, i· basta la de la razono Véase<br />
cómo proeede la nacion que mene el gobierno mas.<br />
sólido de-la tierra, esa Gran Bretaña, en. donde las<br />
reformas se ventilan hasta la, saciedad, i se discuten,<br />
por muchos> a'ños, ántes de convertirse en institucionel'.<br />
Por eso sus pasos>son siemqre firmes, i jamas<br />
retrocede un. palmo, en el camino que toma. De las<br />
marchas precipitadas no puede aguardarse sino cansancio<br />
i pamlizacion @,retroceso;los pasos lentos· son.<br />
]osúnicos seguros, i Jos solos que conducen infali_<br />
blemente al término: liPor qué nos afanamos en copiar<br />
]flS instituciones de otros pueblos, i no imitamos mas<br />
bien su· mesura i su>prudencia? Los que con gritos<br />
descompasados invocan la libertad, la igualdad i el<br />
tepub1icanismo de nuestros vel:inos del N.orte, t han.
(65)<br />
meditado bien el modó como hicieron aquellos adi;-lantos?<br />
¡,Han observado que la demoeracia de los"<br />
anglo-americanos en~ un hecho anterior a la i nde.<br />
pendencia, i no la creacion del jénio q\le rompió lascadenas<br />
del coloniaje?<br />
Para terminar estas obServaciones, nos resta hacer<br />
una suposicion indispensable, atendida la condicion<br />
presente de los pueblos a que se contrae este al"<br />
tículo. No es raro que una constitucion Jejítima segun<br />
Jos requisitos ántes indicarlos, sea sustituida con otra,<br />
no por los trámites en el/a establecidos, sino bruscamente,<br />
por vías de puro hecho. ¿Será lejítima la segunda<br />
constitucion? Debtlremos respetarla? Aunr¡ne<br />
no sea justificable semejante procedimiento, el interes<br />
de la socieuad aconseja prestar obediencia a la<br />
nueva corlstitucion, si ella ha sido formada,del mismo<br />
modo que la primera. 1 al cabo, siendo todos los siso<br />
temas de hecho en su:-oríjen, no hai razon bastaJlte<br />
poderosa para negarle el dictado de lejítima á una<br />
constitucion YII planteada, i e1el mismo modo que<br />
lo fué la que ántes se reputó asi. Parece desdeluego<br />
anómalo. i contradictorio calificar de lejitimos,<br />
códigos que se escluyen mútuamentej mas si se éscudriña<br />
la causa de semejante anomalía, se encontrará<br />
que es mucho mas aparente que real En el<br />
hecho la org'anizacion de un gobierno'es casi siempre<br />
obra de alguno de los partidos en que de ordinario<br />
se hallan divididos los Estados, del, partido",pr-epQnderante<br />
en aq Ilellas circunstancias. Cada p~rtitlo pr~.:<br />
tende componer la mayoría de la Nacioh, i como<br />
no hai juez que falle sobre semejantes pretensiones,<br />
ni sería fácil aun a la imparcialidad_ misma hacer<br />
aquella averiguacion, forzoso es reconacer como JeH'"<br />
5 • .<br />
<br />
, ~.; ....... -~".
(66)<br />
timas las decisiones del partido que prepondera. V é:lse<br />
cómo el admitir la lejitimirlad en todas las constitu.<br />
ciones populares, aunque opuestas, léjos de sor una<br />
contradiccion, es consecuencia justll de un gran prin.<br />
cipio, principio de órden, que es indispem.able re·<br />
conocer para no incurrir en los mayores absuruos. La<br />
deduccion de un principio contrario serí;\ el autorizar<br />
. un:\ lucha abierta entre 'los partidos, hasta quedar<br />
uno soJa por el esterrninio de los olros, i ese sería entónces<br />
el único lejítimo,por que era el único existt'nlr. .<br />
. El principio de reconocer ~orno lejílimos los actos del<br />
partido preponderante, es un prmcipio salvador, i sin<br />
el cual no es posible fijar las opiniones sobre ma·<br />
teria tan espinosa. Cierto es que con arreglo a<br />
estas bases, las ideas de crimen i Jealt~d se con·<br />
funden; que el delincuente de hoi, mañana es re·<br />
putada benemérito de la patria, i que los héroes de<br />
este dia van al patíbulo al siguiente como insignes<br />
criminales. Pero esta confusion no proviene del pnn·<br />
cipio que hemos sentado. Es una consecuencia na·<br />
tural i forzosa de la existenci'l ele partidos hostiles, !l<br />
quienes no divide ni puede dividir el intp.res de la<br />
patria, sino motivos ue personalidad, qne Jos escandecen<br />
hasta el e>tremo de mirarse como implacables<br />
enemigos. Fenezcan tales partidos, únanse todos los<br />
ciudádanos a trabajar de baena fé por la dicha social,<br />
i los nombres de tUlicion i fidelidad a la patria ten·<br />
drán un estricto significado.
(6'f)<br />
ARTÍCULO V.<br />
CONCLusroN.<br />
Sin atacar la Constitucion, i aun quizá mas bien<br />
a parentando sostenerla, diríjense a menudo algunas<br />
parcialidades contra los mandatarios existentes, calificando<br />
de ilejítima su autoridad. La transgres;on de<br />
ciertas fórmulas o requisitos eleccionarios, i cuando<br />
no, la ineptitud o culpabilidad de los majistrados en el<br />
desempeño de sus funciones, son los pretestos de que<br />
se prevalen los partidos de oposicion en América para<br />
hostilizar, i derrocar si pueden á los mandatarios. Detengámonos<br />
un momento en cada caso, para investigar<br />
el grado de exactitud que semejantes ideas puedan<br />
tener.<br />
De dos modos puede ser inconstitucional la eleccion<br />
ue los mandatarios; bien por no concurrir en ellos alguno<br />
de los requisitcs exijidos, bien por quebrar.tlmiento<br />
de las fórmulas establecidas para la eleccion. Siempre<br />
corresponde la facultad de calificar una eleccion a la<br />
autoridad encargada por la lei de hacerla, i si esta<br />
la ha declarado lejítima, ni el ciudadano particular, ni<br />
otro poder público, tienen-el derecho de desconocerla.<br />
Si una vez denunciada la inconstitucionalidad, sus<br />
autores no la subsanan, acúseseles, ya a los tribunales<br />
judiciales, cuando la lejislacion del pais lo autoriza, ya<br />
a la opinion pública por medio de la prensa do<br />
lo que esceda de estos medios es atentator·· ~n\ra I -g"<br />
mismas instituciones que se pretende s . er, pues .;,<br />
que ellas no dan derecho para erijirs juez de las (,¡<br />
elecciones, sino a los poderes i funcion s que las ha-
(68)<br />
cen, o a aquellos a quieues espresamente lo confiera.<br />
Solo hai un caso en que todos Jos ciudadanos pueden<br />
atacar lícitamente a un mandatario como ileiítimo. i<br />
es cuando atropellando todas las leyes se eleva él m'ismo<br />
a la autoridad por medio de la violencia o del engaño,<br />
o cuando se hace proclamar tumultuariamente<br />
a despecho de la constitucion por sus amigos o coac.<br />
tos. Mas aqllí, como se ve, no se trata de juzgar una<br />
eleccian reconocida por la carta constitucional, Eino<br />
de salvar esta de la ruina completa que se le depara.<br />
La mala conducta de los gobernantes es tan difíc jI<br />
de definir, como incompetente laj urisdiccion de los ciu·<br />
dadanos privados para declararla, i como temerario el<br />
conferirles el derecho de cxijirles la responsabilidad,<br />
'foda buena constitucion provee de recursos contra el<br />
mal ejercicio de las funciones que otorga a los mandatarios,<br />
i solo las autoridades a quienes atribu ye la faeultad<br />
de juzgarlos pueden ejercerla lejítimamente.<br />
Si el sistema de responsabilidad es defectuoso, debe reformarse;<br />
mas constituirse cada ciudadano en juez de<br />
los gobernantes,es hacer imposible toda idea de órden.<br />
El caso en que un déspota llegue a violentar o corrom·<br />
per de tal modo a todos los tribunales, que haga iluso.<br />
ria la idea de un juicio de rflsponsabilidad, es por foro<br />
tuna mui raro j mas si él tuviese lugar, sería el único<br />
en que podria justificarse la clesobediencia i el juzgamiento<br />
del pueblo por los únicos medios de que dispone.<br />
No hai que olvidarse, sin embargo, de que este<br />
caso sería rarísimo, i de que aun es necesario que<br />
Jos males que se sienten no ofrezcan por la naturaleza<br />
misma de las cosas una pronta terminacion. En Amé·<br />
rica, donde el personal del gobierno es alternativo, no<br />
podria con razon pensarse en las vias de hecho, cual-
(69)<br />
esquitora que fuesen las circunstancias, mientras el<br />
gobernante no hubiese cumplido su periodo de mando;<br />
porque "todos los horrores que pudiera cometer<br />
en tan torta tiempo no equivaldrian a los de una<br />
revolucion, cuyo principio tiene un momen10 determinado,<br />
pero cuyo fin es mui difícil asignar.<br />
En suma, es indispensable que el cuerpo social sea<br />
víctima de una fuerte tiranía, o la burla de unos cuantos<br />
atrevidos, i que se haya perdido toda esperanza de<br />
que estos males cesen de otro modo, para que el terri·<br />
ble derecho de insurreccion pueda jm.tificarse.<br />
Lus demagogos de todos 10.,\ paises se afanan siempre<br />
por persuadir que es llegado este caso estremo, cada<br />
vez que sus pasiones o sus intereses los impelen a<br />
buscar en las revueltas, satisfaccion para aquellos, i<br />
contentamiento para estos. Mas sería insensatez dar<br />
crédito a sus discurws, únicamente porque Jos revisten<br />
de un aparato pum poso i de esprcsiones apasionadas.<br />
Los airéis invocar la santa·libertad. los derechos imprescriptibles<br />
del pueblo, hl razon, l~ igualdad primiti·<br />
va: todas estas frases i otras muchas pronunciarán con<br />
énfasis, para atraer prosélitos i llenar sus miras. Pero<br />
felizmente la esperiencia con sus rudos golpes nos va<br />
enseñando, que la paz, el órden i la tranquilidad de<br />
los pueblos son bienes demasiado preciosos para dejar.<br />
los envolver en el torbellino de las revueltas, que provocan<br />
hombres ilusos o ambiciosos. Esperamos que<br />
llegue un dia en que tales nociones sean bien conocidas<br />
por la senci tIa multitud, cuyo mismo candor la<br />
hace servir de inocente aunque terrible )nstrumento<br />
de devastacion i muerte, de ignomirlia: 1 vergiiimza.<br />
A eso tienden nues:ras observaciones":~on tal fin he~<br />
lnoS procurado esplicar el sentido d:e;'na palabra j la
(70)<br />
comprension de una idea, con que han jugado los re.<br />
voltosos, i que ya es tiempo de hacer conocer exacta.<br />
mente para evitar engaños, j poder consagrarnos a su<br />
culto con fé racional j provechosa.
(71)<br />
ARTÍCULO VI.<br />
I'OLICiA.<br />
La propens:oll de nuestra T1uturaleza a perdonar,<br />
si bien benéfica por una parte, de otra produce el gi:a~<br />
ve mal de la impunidad, i hace indispensable l¡l prontitud<br />
en los trámites judiciales, nara que puJiendp<br />
conservarse fresca la memoria del delito, la s'a,nciop.<br />
'popular ayude a la sancjon p,olílica ~n lí! triste, pero<br />
forzosa, obligacion de castigar, Mas aunqu,e es oierto<br />
que l),"sado alglln tiempo despues del delito, la COI)miseracion<br />
crece ,hasta un alto gl'U~O, no p.or eso deja<br />
ella de existir, aun al principio, en ciertos CRTa¡WneS<br />
sensibles: i mlls sensibles que pensadores, De aq,~í<br />
proviene la dificultad de encon,tn~r testigos, i delatóres,<br />
i la facilidad con q,ue eludl'\n el juicio il¡ls'l1etHlS<br />
los criminales, que no llegan a ser aprendidos, o logran<br />
fugarse de la prision,<br />
Estas ideas, perjudiciales en estremo aja sOQ\ed~~,<br />
es lo que nos proponemos combatir, aunque ,p.a(~ e1\0<br />
sea preciso reproducir las observaciones, que tl'lnt¡lS v.ece><br />
repetidas, no acaban de labrar ep el áQilll9, Ae<br />
ciertas personas. El castigo de los delit~s no e~ ,qn<br />
mero antojo ele los gobiernos, que solo p'QrantIpatía<br />
des?lieguen contra ellos su animosidad. ~s I'\IJ¡:~~u:lta4o<br />
de una conviccioll, que el lapso de ml1'ch
('72)<br />
'tible. El delincuente daña, no solo al que es di¡'eéta.<br />
mente blanco de sus tiros, sino a la sociedad entera,:a<br />
'quien pone en peligro i alarma. Esperar que de él<br />
salga el principio de correccion o arrepentimiento, se.<br />
ría la mayor insensatez, puesto que su misma conducta<br />
está indicando, que no hai que confiar mucho en<br />
sus sentimientos naturales, ni en sus ideas de honor.<br />
'No queda pues otro medio de volverlo al camino del<br />
'deber, en provecho de la comunidad i de sí propio,<br />
'que el de aplicarle aquella sancion artificial inventada<br />
'para el caso, i que se'funda en un conocimiento exacto<br />
del corazon humano. 'Los motivos le hacen obrar:<br />
pues debe presentársele Un motivo,' que' le obligue a<br />
'huir de aquella accion que 110 conviene que ejecute.<br />
He aquí el objeto del sistema' penal. Pero las penas<br />
. son inútiles cuando el cl'iminal sabe que puede el u.<br />
, dirlas j i,'puede eludirlas, cuando la opioion, léjos de<br />
'ayudar a la lei en la persecucion del delincuente, le<br />
'encubre i favorece. Duro es, no se puede negar,<br />
ocuparse en hacer sufrir a nuestros semejantes; pero<br />
mediten las almas aparadas, que el sufrimiento que<br />
·la víctima ha inferido a otras víctimas es mucho ma.<br />
"yor j que no hai otro medio de evitar sus atentados,<br />
i, lo que es mui consolador, que miéntras mas seguro<br />
" sea el castigo, ménos necesidad habrá de repetirlo.<br />
Esta última consideracion debiera bastar para de-<br />
I cidir, aun a: los corazones mas piadosos, a declararse<br />
contra los'malhechores, porque es evidente que los<br />
delitos disminuyen a medida que' los castigos son mas<br />
'ciertos; i si pudiera concebirse que jamas dejarian es.<br />
'tos de imponerse, no se verja un solo caso de infra'C-<br />
"'Cion de leL La esperanza de la impunidad es lo úni-<br />
'''4:0 .que anima al candidato del delito,i'ruando.-!a-es-
('73) 1<br />
'~éYanZa puede destruirse por una constante aplicación<br />
a castigar, los delitos cesan infalible:mente. Ni sporequiere<br />
un gran número de estas escenas de dolor: unas<br />
cuantas seguidas i bien ejecutadas, que no dejen entre<br />
'si ninguncasode impunidad,bastan páraque losmalé·<br />
-volos se' penetre!1 de que nO escaparán de la pena ¡ i<br />
entónces j ique motiyo poMá hacerles presistir en su<br />
intento 1 Entónces buscarán un medio honroso i pa·<br />
cíllco de satisfacer sus apetitos, sean vindicativos, sean<br />
concupiscibles, sean de rapacidad ¡ i la rtacion;librán·<br />
dose por un lado de un miembro peligroso: ganara<br />
por otro un, miembro útil. Ved pues, almas piadosas,<br />
la obra que os est'á en~omendada. Si es cierto que<br />
deseáis el mayor bien de vuestros semejantes, aqllí te·<br />
néis un hermoso i vastísimo campo en donde ejercita·<br />
ros. Aplicáos a perseguir el CÍ'ímen 'hasta en susúl.<br />
'timas trincheras, i habréis llenado,la mas"santa de las<br />
misiones.<br />
En los paises 'donde se conoce 'bien él óbjeto 'de la<br />
sociedad, cada ciudadano es miembro nato de la policía,<br />
i apénas se cómete Un delito, cUando el qlle lo presencia<br />
se abalanza sobre su atitor, le prende i le eonsignb.<br />
en manos de las autoridades, Cuando las tircunstanccÍás<br />
lo requieren, van dándose la voz unos a otros, i en corto<br />
tiempo se ve una partida numerosa de individuos particulares,<br />
que, armados cnmo pueden·, estorban ta eje·<br />
cucion de un delito próximo a cometerse, te cortan si ya<br />
se comenzó, o se apoderan del refractario 'si ya está con·<br />
,sumado. Esto es'lo que pasa (n: los Estados U nidos, en<br />
donde los hombres conocen su dignidad, lo que se dclJ¡ n<br />
mútuamente, i lo que pueden exijirse¡ en don$L6ettsi I1p<br />
se ven soldad03 ni alguaciles, i en donde el sostenimien: l<br />
,<br />
,.\0 de la3 instituciones, como la custodia 4e la.personu·i<br />
:'4
(74)<br />
de la propiedad, están confiados al mismo pueblo, que<br />
conoce tojo el valor de estos objetos sacrosantos. El<br />
mecanismo social, que en otras partes se prest'llta como<br />
un Dédalo incomprensible, está al!í reducido a esta sen'<br />
cilla eS,presion : " cada cual para sí en sus asnntos, ita·<br />
dos pa,:! todos en los asuntos jenerales": máxima sábia,<br />
que debieran establecer touos los gobiernos i todos los<br />
pueblos.<br />
¿ 1 qué otra cosa es la democracia? Bien sabemos<br />
que este sistema no es adaptable en toda su perfeccion<br />
n cualquiera sociedad indistintamente j mas puede i de-<br />
Le encami Ilar~c a este término una vez planteado, ya<br />
sea que se considere el mejor en abstracto, o que no<br />
permitan otro las circunstJncias. Con torlo, no es nut's,<br />
tro ánimo esplayar aquí nuestras idens sobre las fonnas<br />
de gobierno, sino solo esponer brevemente la naturaleza<br />
de la policía en la que tienen estos paises. Vemos con<br />
doler que las costumbres aun no se nivelan a las instituciones;<br />
pero tambien es cíerto que unos cuantos años<br />
no pu~den, con los mismos materiales, con;:t:'uir otro<br />
edificio bajo de los nuevos principios, i que todo debemos<br />
aguardarlo del tiempo, ayudado de la razon i de la per·<br />
severancia.<br />
,Entretanto es forzoso que el poder público se encaro<br />
gue de las funciones que los individuos no quieren del>empeñar,<br />
i que por medIO de emplcJdos especiales vijile<br />
sobre la tranquilidad i sobre el respeto a las garantías<br />
del ciudadano. Mucho débe sin embargo cuidar<br />
de que no se cometan los frecuentes abusos a que se<br />
inclinan hombres poco ilustrados, que confunden el celo<br />
de su empleo con fáciles e injustas persecuciones, de<br />
que suele pror:eder un mal grave, cuando no superior a
(75)<br />
aquel que se desea impedir. En semejante caso, el fin<br />
no puede ya justificar los medios; la policía dejenerada<br />
se hace odiosa; i si no hai certidumbre de restable·<br />
l:erla a sus límites propios, debe cae'r esa rama del gobierno,<br />
que en nombre de b seguridad nos quita la seguridad<br />
..<br />
_'JGi\,~ •••<br />
.~~~
«76)<br />
ARTíCULO -Vil.<br />
EspíRITU DE 'FACCtO:\,.<br />
(7'7)<br />
tado el sufrimi.ento, sin que bastasen-·lós mediós suave~<br />
de súplica i clamor,se han negado del todo a los pueblos,<br />
víctimas de la tiranía.<br />
Por su parte, l-ossectarios de la libertad han incurrido<br />
en el esceso contrario. Pocos de buena fé, muchos por<br />
e~peculacion,i casi todos poseidos de un frenesí bacanal;<br />
parece qne hubieran jurado una perpétua enemiga a<br />
todo gobierno, por el hecho solo de ser gobierno. La<br />
oposicion sistemática i apasionada es de derecho en esta<br />
turba de jaques políticos, que al'madós del puñ.al i del<br />
trabuco, tienen ~n contínuo sobresalto a los.depositarios<br />
de la autoridad pública. Las providencias que la con·<br />
ser,vacion del órden i del sosiego jeneral reclaman en<br />
calidad de necesarias, i sin las cuales el progreso es una<br />
pura quimera, se asientan desde luego por el demagojismo<br />
en errejistl'o de proscl'ipcion,que ha de escribirse<br />
con sangre. El prisma de las pasiones da colores<br />
horrendos a los actos mas sencillos, i quizámejór intencionados<br />
de la administracion ; i el estenso vocabulario<br />
de la pedantería jamas niega una bella provision de palabras,pa<br />
ra adornar pomposamente las inspiraciones mas<br />
negras i los atentados mas escandalosos.<br />
En esta pugna abierta de tan opuestos principios,lo,s<br />
ahusos corren i los desastres se succeJen. Ninguno ceja,<br />
ninguno propone capitulacJOn. La historia, en especial<br />
de la América española, no presenta sino una alternativa<br />
odiosa de reacciones, en que los dos principios ri·<br />
vales se vencen uno a otro, sin ninO'un éxito definitivo.<br />
U n resultado com pleto en favor de°cual,quiem de ellos,<br />
es imposible en el estado actual de la c· ilizaei ~porque<br />
las ideas reinantes,i el verdader jnt~res e fu pu.ebIas,<br />
así rechazan la absurda preten 'oh: de los tiranos.,<br />
como las I\spiraciones insensatas d -j es seudo·liberales .<br />
...•<br />
-~
(78)<br />
La lucha pues debe terminar. El interes del jénél'o hu.<br />
mano lo pide encarecidamente, i el problema de conci.<br />
}incion ha de re~oI verse,tomando por base que uno ~olo<br />
de aquellos principios, sin contar con el otro, rroduce la<br />
anarquía o la opresion : estados igualmente vituperables,<br />
que nunca obtendrán la aquiescencia de las mayorías.<br />
Los puehlos europeos van comprendiendo la necesi.<br />
dad i los medios de un justo equilibrio. Con escepcion<br />
de España, i quizáPortugal (*). las naciones del viejo<br />
'continente se han penetrado de la conWlliencia que les<br />
resulta de poner término a una lid insen~ata,de que no<br />
l'ecojian sino males infinitos. Esta conducta juiciosa<br />
descansa en un axioma politico, que la esperiencia ha<br />
demostrado ser rigurosamente exacto y eminentemente<br />
salvador. Regla jenenl : el gobierno existente debe ser<br />
xe~petado y sostenido, a ménos que sea absolutamente<br />
.inadecuado para fundar la dicha del comun, que tenga<br />
por sistema la .violacion de todas las garantía públicas i<br />
privadas1 ique ninglln medio de correccion empleado<br />
haya servido para rectificar su esencia o su índole. La<br />
, ,insurreccion queda .así reducida a un hecho puramente<br />
-escepcional, i de que no es lícito valerse siuo en último<br />
.caso; cuando la paciencia i los demas correctivos se ha.<br />
yan agotado inútilmente.<br />
Ved ,al pueblo de Irlanda. Resentido con la arista.<br />
cracia inglesa, por el réjimen que le impone, sufre re-<br />
·signado los males ~ue le abrumar.. Sometido al parla-<br />
-------------<br />
. (*) Las escepciones han aumentad? de repente i d~<br />
un modo asombroso, pero las conmocIOnes de que hOI<br />
(79) 1<br />
mento, cuya mayoría protestante mira con saña la relijion<br />
católica, i resiste las pretensiones de u na liber.tad<br />
de conciencia i de una libertad política de qne disfru·<br />
tan los otros pueblos del Reino Unido, alza apénas su<br />
voz en los mel:lings i por medio de la prensa, en el mejor<br />
órden, i con las mejores intenciones. Coartado despues<br />
en esas mismas reuniones pacíficns, v¡jitado i constreñido<br />
por la fllerza armada del Gobierno ingles, se<br />
somete obediente a las proviJencias Je las autoridades,<br />
i consuelase con gritar mas alto que no se le hacR justicja.<br />
VeJ a O' Connell, ídolo de sus compatriotas, con<br />
medios [Isicos, intelectmdes i morales; que pudiera en<br />
el momento que lo quisiese orgl'nizar un E'jercito po.<br />
deroso, i pedir con las armas los fueros que se le nieg¡'n<br />
por la razon ; vedle predicando el ónlen, la moderaci(·n<br />
1 el respeto a las autoridades; "edle pr('so con su hijo,<br />
i obligado a dar fianza, sin que este tratamin1to, que<br />
un hispano-americano habria calificado de atroz insul·<br />
to, merecedor de una revolucion, altere su sisterna de<br />
órden i obediencia. La palabra es el ariete del reforma·<br />
dar, i la peticion es todo el ej.ército del pueblo irlandes.<br />
Pero ese pueblo tiene razon, i la ruzon siempre triunfa.<br />
Este principio jeMral
(80)<br />
tos. Esta es Ufla segunda operacion que supone ya la<br />
sólida existencia del poder público. iNo es la causa del<br />
Gobierno la causa jeneraJ 1 i No interesa a todos la se.<br />
guridad en las personas i propiedades, la defensa y pro.<br />
teccion de todas las garantía~ 1 Pues bien, vuestro in.<br />
tp.res, o hombres de todos los partidos, vuestro interes.<br />
está cifrado ,en .sostener al Gobierno.
(810~,<br />
A;RTÍCULO Vni"<br />
LEALTAD;.<br />
Bastará pronunciar esta palabra para conor.er el objeto<br />
que nos proponemos en. el presente artículo. Sucede<br />
así cuando las. verdades .llegan a tal grado de evi.<br />
dencia i de notoriedad, que no se requillren largas de·<br />
mostraciones n.i profusos comentarios para hacerlas po..<br />
tentes : cuando una espresion es no solo una idea, sino ,<br />
una proposicion, un aXlOma.<br />
Tal es el juicio cnya enunciacion se hana casi como _<br />
pleta al estampar la palabra lealtad .. i Qué podrá espe-<br />
. ra,rse que diga el escritor 1 i el escntor político en Hispano.América,<br />
que Jo. toma por mote de un· artículo ~<br />
No sería amor patrio, sino ceguedad, desconocer que lahistoria<br />
de estos paises se hal·la manchaela con no pocos'<br />
ejemplos de...traicion i que los partidos políticos no han<br />
podido en rrultitud de casos depositar su entera con·<br />
fianza en muchos de sus titulados miembros; i que mi·<br />
éntras las ideas de fidelidad no se arraiguen i estiendan<br />
hasta formar costumbres populares·, el'órden social, el<br />
respeto a la lei i al majistrado, la sumision al Gobicrnot<br />
serán vanas esperanzas. La anarquía estará amenazan·<br />
do sin cesar con sus odiosos sacudimientos, y la prosperidad<br />
pública se hará imp.osibLe en una situacio.n tan.<br />
precaria i azarosa.<br />
No queremos,. ni necesitamos, citar hechoó' pnrticulares,<br />
de aquellos que nos han aflijido. Los aconteci.<br />
mientas dolorosos de nuestra historia deben ~<br />
pultados para siempre en la memoria de lo P Mi 'o, 1 S<br />
se recuerdan, no sea para narrarlos nue a'l¡n.ent.eCIilJl'.;¡<br />
6
(·82)<br />
todas sus circunstancias, no para mortificar el orgullO'.<br />
de aquellos a quienes, con justicia O sin ella, se hayan<br />
imputado; sí para tomarlos como objeto de reprobacion,<br />
que no es dado jamas imitar,i cuyos caractéres son baso<br />
tante horribles para hacer detestar cuanto se les a~emeje.<br />
Pedímoil.pues escusa a ras personas que s,e disgusten<br />
leyendo estas líneas., Pueden estar seguras de que no<br />
otra co~a deseamos que e!'hien del pais, i que convenci·<br />
dos de que no habrá jamas patri'a,ni paz; ni gobierno §ó·<br />
!'ido, sino en tanto que las virtudes sociales se entrani.<br />
cen i afiancen, hemos querido arrostrar el ceño de al·<br />
gunos,en busca de la aprobacion de la jeneralidad,para<br />
quien la estension de las prácticas útiles, i eLreinado de<br />
las costumbres bienhechoras, no puede ménos que ser<br />
una materia de satisfaccion. Contamos entre estas vil'.<br />
tudes, entre estas prácticas i costumbres, a. la lealmd<br />
como una ete las mas importantes, i cuyo solo predo.<br />
minio sería suficiente para cimentar un gobierno, tal<br />
como el de que hasta ahora hemos carecido. Medítese<br />
un instante 1 i no dudamos que cualquiera que razone<br />
de buena fé encontrará en la infidelidad política una de<br />
las principales, si no la mayor ca'lsa de nuestra instabi·<br />
lidad, de la perpetuacion de los desórdenes,i de In des.<br />
honra que de aquí forzosamente proviene.<br />
No hai soc:edad, partido, club ni reunion alguna<br />
de hombres, que pueda medrar, ni aun siquiera<br />
conservarse, sin el principio de lealtad, profesado i<br />
practicado. La deslealtad enjendra la desconfianza,<br />
i perjudica con ella, así al partido traicionado, como<br />
a los mismos traidores. Un agregado de seres hu.<br />
manos a quienes no liga la confianza, presenta el<br />
cuadro mas lastimoso i desconsolador. Los jefes
(83)'<br />
no se atreven a mandar, por temor de no ser- obedecidos,<br />
o de serlo de un modo incongruente. 1aun<br />
temen tambien dejar de mandar, creyendo que su<br />
inaccion sea. mal interpretada, o sirva de pretesta.<br />
para una tr·aicion. Los subalternos mismos no venen<br />
sus igua,les. unos amigos dispuestos a ayudarles,<br />
i a compartir con ellos las faenas a que están sujetDs,<br />
sino unos enemigos posibles a cada instante.<br />
La mejor causa se ve fracasar así en medio de espantosos<br />
arrecifes, i elevados edifieios que ostentaban<br />
fortaleza, derrumbarse por frajilidad. de. los cimientos.<br />
El pueblo infeliz es quien siempre sufre.<br />
las calamidades que los. vicios políticos jerminan.<br />
La infidencia sistemada hace imposible la c onsolidacion<br />
de ningun gobierno. Parece que a\gunos<br />
hombres tuviesen. a mengua. la constancia, o que<br />
un espíritu invencible. de rotacion los. impelies~ a,<br />
mudar de opiniones i de principios ..<br />
Pero no. Los traidores nO tienen opiniones ni'<br />
prin;ipios. Arrástrándose solo, como miserables<br />
reptiles, muerden el seno mismo que. los abrigara,<br />
cuando esperan hallar otro que satisfaga mas ámpljamente<br />
sus torpes apetitos. Se engañan sin embargo,<br />
porque el mismo que acoje a un traidor sabe<br />
bien que es traidor, i que ninguna confianza puede<br />
depositar en quien hace de sus servicios un objeto.<br />
de cálculo, no siempre exaetQ" i casi siempre inmoral.<br />
Cómpranlo, puesto se· vende; pero lo mismo<br />
que se compra una llera para especular. Sírvense<br />
de él; mas empléanlo conforme a su índole fementida,<br />
en actos propios de almas tan viles. Ved 11ues<br />
las ganancias de la traicion para lo traidores. Ri.<br />
quezas, empleos embadurnados infamia, i al fin¡<br />
4•<br />
o'¡<br />
<br />
.¡' .•..<br />
. ><br />
Jo
(84).<br />
la deshonra i el desprecio que· ellos mismos se<br />
labraron.<br />
No concluiremos como los moralistas comunes,<br />
exortando a la práctica de la virtu.d i a la detestacion<br />
del vicio que nos han servido de materia en,<br />
estos lijews apuntamientos. En ello no haríamos<br />
sino lo que otros han hecho ya infructuosamente.<br />
Creemos, i esto· nos ba-sta, haber sacado en limpio<br />
las consecuencias que uno i otro producen a las<br />
sociedades i a los individuos. ¿No- será suficien~<br />
te, en esta é'poca de cálculo., haber demostrado,<br />
la alianza entre el interes i el deber? Pesád,<br />
hombres inconstantes, no mas que vuestros mismos.<br />
intereses, empero vuestros intereses de todo jénero;<br />
i decídnos si halláis preferibles unos beneficios inciertos~<br />
i aci1Jarados, a la honra i al crédito que son<br />
j,nseparahles de la fidelidad. Apropósito no queremos<br />
hablaros de patriotismo, porque hablamos para<br />
ser atendidos de todos; i no el lenguaje del sentimiento,<br />
sino el de la utilidad, es el que se oye<br />
CM mé-nos repugnancia.
(85)<br />
.ARTÍCULO IX.<br />
LA GUERRA. CIVIL.<br />
,En la época del verdadero 1·et1'.()ceso, en aquellas<br />
'siete siglos que 'mediaron entre Carla .Magno i<br />
Cárlos.5.0, las instituciones, las costumbres sociales<br />
sufrieron, ·como es sabido, una decadencia que asimiló<br />
mucho a la barbarie de los conquistadores la<br />
·condicion de los pueblos conquistados. I no puede<br />
'¿ecirse simplemente que la Europa volvió al estado<br />
primitivo de su ·civilizacion, o si se "~uiere,a la civilizacion<br />
de los pueblos asiáti'cos que la poblaron.<br />
Esto no hubiera sido sino pérdida de tiempo. Los<br />
pueblos sometidos al yugo de los invasores precio<br />
pitados :del Norte, al paso que vieron destruir sus<br />
institucion.es i prácticas, recibieron en una gran<br />
estensjon las.de l(lBvencedores. No fué ÍlHnpOC()<br />
una mera sustitucion, imposible:de ejecutar.con usos<br />
··arraigados por siglos, i que han llegado a constituir<br />
'Una manera de ser. La de la Europa en la "época<br />
a que nos referimos, vino a .c{}nsistir en una amal-<br />
-gama heterojénea de sanos i de bárba,r()s principios;<br />
·aunque es indudahle que los .primeros 'esperimeútaron<br />
una modHicacion tal, que perdieron casi toda Sl,i<br />
:virtud. N o nos admiremos, pues, de haber visto<br />
ocupando el lugar de las Pandectas al Fuer Juzgo<br />
i a las Capitulares de los Reyes Franoos.-.J
(86)<br />
'cucion de las leyes, en que elevaron su voz Dem6s·<br />
-tenes- i Ciceron, habian sido desechados, o mejor<br />
diremos, habian quedado sin colocacion, despues<br />
que el duelo suplia .por autos, tlebates, discursos i<br />
sentencias. Esta seneill~ tramitacion, en que Dios<br />
se encargaba de adjudicar la justicia al'valor i a la<br />
fuerza, era una verdadera guerra, ni·mas ni ménos<br />
que la que sostienen las naciones entre sí, '0 los<br />
bandos de una nacion.<br />
Mas llega la época del renacimiento. Las leyes,<br />
las .costumbres, la literatura de los antiguos salen<br />
de los claustros para recobrar su primer dominio;<br />
·i ·al.duelo reemplazan otra vez los juicios públicos<br />
.para la decision de las causas civilesi ·criminales .<br />
.Imperfectos, 'atroces, eran ·ellos al principio de la<br />
-restauracion, 'Parece que no ·se tratara sino de<br />
-condenar al demandado, i de ajusticiar al·acusado.<br />
Las ideas dejustioia, .el,respeto a la inocencia, 'no<br />
'eran cosas por que se afanasen mucho los tribunales<br />
de aquel tiempo. La molestia de estar sentado un<br />
.Justicia era bastante razon para despachar pronto<br />
un proceso sentenciando contra el reo. Pero apesar<br />
de todas estas iniquidades, o mas bien, actos de<br />
inconcebible ignorancia, el principio de un juicio<br />
por la autoridad habia recobrado su ·imperio. El<br />
duelo no sirvió ya com() prueba ·de 'tener razon,<br />
sino solame11te c,amo un medio de satisfaccion vindicativa.Siguieron<br />
haciéndose honores al valor;<br />
:pero no se le atribuyó ya la v-irtud de ir siempre<br />
·acompañado de la justici.l. .<br />
Adelan tando mas en la nueva era de la civiliza-<br />
'cion, vemos en nuestros d.ias que aun la guerra init8macional<br />
torna un carácter diverso del. que os-
(87)<br />
tentara con horror 'en ]a edad media, i tambien e11<br />
la antigüedad, que en este punto no estuvo mas<br />
avanzada. No tan solo se ha hecho mas humana,<br />
ahorrando toda aquella porcion de mal que no es<br />
necesaria para su objeto, sino que es mas rara.<br />
Convencidos los Estados
, ('88)<br />
",cosas marchan de tal modo, que cualquiera observará<br />
ya tambien un modo de evitar la guerJ'a civil,<br />
el cual es una consecuencia de otros principios, si<br />
bien no un instrumento de voluntaria aplicacion,<br />
En los paises consolidados, 'el prineipio del' órden<br />
impera definitivamente, i las luchas entre los individuos<br />
quedan casi redUcidas a la que ofrecen uno<br />
pocos criminales con el Poder judicial, que repres'enta<br />
a la sociedad entera. Pues bieu,en Sud-<br />
América mismo, donde la guerra civil parece mas<br />
arraigadu, 'el principio del' órden se atrae las simpatías<br />
i la defensa del mayor número. Es' lo último<br />
en que hefnos imitado a Europa i' los Estados<br />
Unidos, pero ya la idea está entronizada. Va haciéndose<br />
de mal tono pertencer a las filas 'de' una oposicion<br />
armada. Se recono1:e el derecho de Censurar<br />
, al Gobierno; pero se niega 1.'1 'de atacarlo con la<br />
'fuerza, 1 para 'convencerse de ello, veamos la si'tuacion<br />
:de Chile, Venezuela i Nueva Granada, en<br />
':donde manifieStamente el principio 'del '~l'dE'n'es<br />
i profesado por las mayorías •<br />
.~~-<br />
.~
'8'9)<br />
ARTICULO X.<br />
CO;'¡VLUSION 'DEL ANTERIOR.<br />
Los antigllos eran mucho mas francos que nosotros eh<br />
'esto de pretensiones políticas. Aun no se haba entónces<br />
propalado la detestable máxima;que húi es el vade-mecu711<br />
de un gran número de individuos, ique tiene aplicacion<br />
en lo público i en lo privado: ei-arte de vil'ir tJs el &'te de<br />
engañ(Lr . .'Jo los'hab'i:a estraviac!o nupstra dec!1-ntada rivi-<br />
-lizacion, así como lo ha 'hecho con los hombres de la<br />
época actu8!], que en sus locas aspiraciones de inriova-<br />
{lores e ilustrados,han perdido de -vista una sencilla ver<br />
dad. Porque aunque aquel principio no fuese i'nrT?oral,<br />
sería siempre insensato. Si mas se sabe para 'engañar"<br />
·'tambien se sabe mas para no ser engañadoji todo puesto<br />
en cue'uta,la di'ficultad deleng'año es hoi mayor, porque<br />
.Jas luces se hallan mas esparcidas: la democracia 'l1teraria<br />
~a hecho un camino prodijioso despues de jeneralizadá<br />
la imprenta. C
(~b)<br />
te,que no es mas que pretendiente contra el querer de la<br />
soberanía, i obras que por desgracia,aun cuando nunca<br />
hayan sido impresas ni encuadernadas, se saben de me.<br />
maria. Con esto;i con Un Mentor que ilustre en los lances<br />
difíciles, i escriba, si el candidato no sabe, lo que es<br />
demasiado 'frecuente, ya está listo i aparejado para empezar<br />
su correría. Comienza por al'engas,en donde apura<br />
su discurso para demostrar que le asiste la razon, i<br />
para atraerse el apoyo que no tiene, i sin el cual todas<br />
Sus arengas se las llevará el viento. Si puede alucinar<br />
a algunos, o comprar un piquete de soldados, ya tiene<br />
un principio de fuerza, que saluda pomposamente con<br />
el título de ejénito, ai'iadiéndole el calificativo que haya<br />
lomado entre los mejores pretestos. Ataca puntos i<br />
fragmentos débiles de las fuerzas enemigas, que son toda.slas<br />
del Gobierno establecido, i si iogra una victoria,<br />
se encomia por los cielos, i aun puede suceder en efecto<br />
·que sus tropas acrezcan, i lleguen a poner en duda el<br />
resultado de la lid.<br />
En aquellos paises,en donde las ideas de lejitimidad<br />
i de órden se hallan difundidas por las masas, i constituyen<br />
un artkulo de fé tan respetable como los que en.<br />
cierra el símbolo de los apóstoles, las tentativas contra el<br />
Gobierno son raras, i casi siempre ineficaces. La guerra<br />
civil se ha hecho mui difíciJ,porque se necesita algo mas<br />
lluC pretestos pdra que una iniciativa de semejante es.<br />
pecie encuentre ausiliadores, i porque se miden las calamidades<br />
de una intentona, i se hanan las mas veces mui<br />
superiores a Jos abusos i defectos inseparables de todo es.<br />
tablecimiento humano. De nada sirvieron :ín~es al prín.<br />
c·ipe Luig NapoJeon Bonaparte los recuerdos del héroe<br />
de Austerlitzj ni la aprobaciol1 de las Cámaras francesas<br />
'a sus actos gubernativos como soberano de la Francia.
(91)<br />
Las glorias del guerrero, la reputacíon del estadista, se .<br />
estrellaron contra los principios del árden i de la nueva<br />
lejitimidad, aun en los momentos en que se prestaba el<br />
último y mas solemne tributo de admiracion a la memoria<br />
del jenio,que poco~ años ·ántes lIenába con su nomo<br />
bre el mundo, i apesar de que el ataque dirijido por el<br />
heredelo de ·ese nombre, se esforzaba con el oríjen revolucionario<br />
del trono de julio. Pero ya era tarde. Los<br />
principios del 'órden i de una nueva lejitimidad eran<br />
mas poderosos que todas sus razones. La,Fr'lncia no pq'<br />
dia sancionar de 'hecho, ap(lyando las pretensiones del<br />
jóven príncipe, la·máxima funesta de un'continuo<br />
cambio. Prefirió responder con su conducta, que las re·<br />
voluciones que mudan un gobierno son mui pocas ve·<br />
ces jmtifi.ables, para que puedan fundadamente repetirse<br />
en ménos de doce años. (*)<br />
Acá-en Hispano-Amp.rica, donde primero se han<br />
aprendido 'las palabras que las cosas del 'mundo civilizado,<br />
la atnbicion i.Ja ignorancia han multIplicado las<br />
aspiraciones", i nunca ha faltado epíteto para 'bautizar<br />
graciosamente las pretensiones mas absurdas. Como no<br />
ha habido sistema ni visos de racionalidad en las solicitudes<br />
demagójicas, ellas han sido diyerjentes i contra'·<br />
dictorias¡en unos paises cuyo idioma,reliiion,costulIlbres<br />
i réjimen colonial fueron iguales, i en donde por consiguien~e<br />
los nuevos gobiernos deben diferenciarse mui<br />
poco entre sí. Hemos visto, i aun vemos por desgracia,<br />
que las facciones que mantienen una perdurable guerra<br />
-------------_._-------<br />
(*) La última revolucion que ha derrocado a glOlbierno<br />
monárquico en Francia, ha sido enteramente popular, 'i<br />
por lo mismo justa. N o es de estaB de las que hablllD10:l<br />
'en el testo. .<br />
.'<br />
, ,< ",
(92)<br />
'civTl·en estas infelices comarcas, tienen pretensiones OP,<br />
jos mas opuestos colores. Aquí se invoca la unidad:<br />
ana el federalismo. Dónde la democracia pura: dónde<br />
"una monarquía templada. Dic'tadura acá: constitucion<br />
-a.:ullá. Nadie las entiel:lde, ni ellas se entienden a sí<br />
. mismas. Solo una cosa saben bien, i es que desean mandar.<br />
Solo u na cosa no nacen: sacrificar sus necias<br />
pretensiones, i obedecer al gobierno esta-blecido, aun<br />
- cuando sea creado por el voto público i consulte las neo<br />
cesidades sociales.' .<br />
. ·Mas las puras palabras, como todo lo falso, van perdiendo'su<br />
influjo aun entre nosotros. Se han manoseado<br />
-tanto algunos epJtetos; se han puesto tan .en contradicción<br />
con los actos, que ya no despiertan sino la risa,<br />
'i solo atraen a los que osan invocarlos para engañal,<br />
el desprecio i 'el odio de sus condudadanos. La mera<br />
"Conducta, despojada del charlatanismo, es lo que se ve :<br />
i se atiende ;'poco o nada aprovecha el espíritu embau~r<br />
cador, i los hechos sometidos al tribunal de la opinion .<br />
tienen que ciejar a su entrada todo:nombre escojidopa.<br />
~ra deslumbrar.
(93}<br />
ARTIcULO Xl.<br />
liA ..RAZON 1 LA FUERZA.<br />
Siempre que dos partidos o dos elementos cualesquie-·<br />
ra de influjo entre los hombres, entran en pugna, o se<br />
consideran espuestos a entrar en pugna., alegan en sUc<br />
favor la Tazan i la fue1'za.. En toda pretension de<br />
superioridad polí~ica se presentan de tal modo unidos<br />
estos doBelementos de poder,que no parece sino que,<br />
atendida su naturaleza, deben necesarillmente consti.<br />
tuir una liga indisoluble. Atribuíd a un bando únicamente<br />
la razon: os llamará débil, irresoluto, contemporizador.<br />
Dádle solo la fuerz.a: os apellidará injusto,<br />
l.ijero, i quizá elemento<br />
político, para una fraccion aspirante,. como para el<br />
gobierno mejor establecido.<br />
No hai sin embargO-un enlace preciso entre aq.uellos<br />
dos poderes. No so-Iopueden existir separados,sino que<br />
tal es su manera de ser, cuando se encaran dos o mas<br />
partidos escluyentes. Pero cada eua·l sabe que es Incompleto<br />
su prestijio, que caducan sus probabilidades,siempre<br />
que le falte la asistenci? de uno de aquellos principios<br />
de pujanza. La razon i la fuerza son, en efeeto,los.<br />
dos grandes motores de todo lo que debe hacer un. ca mi -<br />
no, las dos grandes bases de todo lo que ha de ser editicado,los<br />
dos grandes apoyos de todo le que ha de conservarse.<br />
Su unían bajo una sola enseña, es el preludio·<br />
de un triunfo indispensable. Vano es luchar contra se·<br />
mejantes poderes: la humanidad entera se ve ob:iga¿<br />
da a 50métérseles.
(94)'<br />
L~ razon por si sola lleva ya el.timbre de mas glo.<br />
ria qu~ puede adornar a una pretension cualquiera.<br />
Deberia arrastrar consigo a la fuerza, porque la lid de<br />
la razon con la fuerza es ang.\stiosa i desconsoladora.<br />
Su causa es la mas belJa i la mas justa,i el verla combatida<br />
por la fuerza brutal derrama la congoja en todos<br />
los corazones. Ella invoca el, patrocinio de los hombres.<br />
Háblales el'lenguaje de su verdadero interes, el<br />
interesjeneralj i estos títulos valiosos debieran ser mas<br />
que suficientes para reunir a tos seres humanos bajo<br />
su estandarte. Pero esos títulos han si:io a menudo<br />
pisoteados por la fuerza. Es de notar: que en lo mas<br />
elevado de su poder, jamas la fuerza ha b1hsonado de<br />
su superiodidad sobre la razon: la ha aesconocido, la<br />
ha encubierto, pero no la ha befado. Ella confiesa<br />
así mui esplícitamente, que no le es lícito atacarla, ¡.<br />
que aquel la divinidad, aunque débil; posée de derecho<br />
la inviolabilidad. Hónrans'e pues los partirlos con la<br />
1'azon, preséntanla como su mejor título, pero no leSe<br />
satisfac
(eo)<br />
triunfo nunca dura, si la raza n lo reprueba. Es' porque<br />
deshonra el empleo de la fuerza desnuda, i<br />
la deshonra es temible para el hombre. Analizando<br />
mas, es porque la fuerza teme a la fuerza,<br />
que tarde o temprano presta su. apoyo a la ra:wn.<br />
Los vapores embriagantes de la fuerza suelen oscurecer<br />
la razon, i por desgracia sucede que la imparcialidad<br />
~e pierde en medio de aquel vértigo. A<br />
10 léjos,.sin embargo, la razon se entrevé pálida i hu.<br />
milde reclamando un campean que vindique sus fue.<br />
ros. La razon no desmaya nunca, i esto lo sabe la<br />
fuerza. i Queréis mas motivos desu inquietud?~<br />
i Buscáis nuevas causas de su. ansiedad por tener a la.<br />
razon? No: puede tranquilizarse miéntras no llegue<br />
a consagrar la. creencia de que está asociada a la ra~<br />
zon.<br />
Apesar de estos caractéres divel'sosi aun opuestosde<br />
la razon i la fuerza, apesar de que no tengan un<br />
enlace necesario, hai entre ellas.puntos de relacion.-<br />
La razon tiene aun hoi dia, i hoi mas que ántes, un<br />
principio de atraccion que obra sobre la fuerza. Vea.<br />
mas estem2canismo. Loshombres se van pe.netrando de<br />
q,ue la ra:¡wn lleva consigo su mas positivo interes, que<br />
eUa no puede engañarlos. Descubierta la razon, pre,<br />
conizada, i puesta en espectacion pública, los hombres.<br />
por e[ instinto de su. propia felicicrad, ac uden en torno<br />
suyo. Pero los hombres son la fuerza •••• Basta pues<br />
dar a conocer la razono Muéstrese la verdad, el intea<br />
los pueblos, i ellos defenderán [a razono En esto<br />
cOl;siste todo el problema. i Q.ué inmensos beneficios<br />
110 hacen pues a los pueblos sus instructores! Pudiera<br />
decirse que ellos hacen ejércitos, ya que ponen en juego<br />
el principio de la atraccion.<br />
<br />
/
(96)'<br />
Por su plrte, la fuerza es un indicio de la razon .<br />
Espliquémanos .. La fuerza es suceptible de grados,<br />
j. esta cualidad 111 hace engañoza. U no, dos, o tres ca.<br />
sos de pujanzapa.rcial,de.predominio relativo, de supe.<br />
rioridad comparati va a los elementos contra:ios, no son<br />
l!lna d(~mostracion, de la fuerza. Téngase mui presen.<br />
te, que la fuerza nunca entra en lid propia i física si-<br />
110 con la fuerza. La rawll. nunca combate por sí.<br />
misma. Es una vírjen p~dorosa, que tendria amen.<br />
gua. empeñar una lucha con la desvergonzada Belona.<br />
Comete su defensa a elementos análogos al poder que<br />
la ataca. Opone la fuerza a la fuerza. Pero la fuer.<br />
za que combate por la razon, es victoriosa tarde o temo<br />
prano. Su triunfo no es casi.mas que una cuestion<br />
de tiempo. La fuerza desnuda puede triunfar mamen.<br />
tánea i parcialmente. Pero para entendernos, 1Jame.<br />
mas solojiwrza al gran poder que sobrepuja definiti.<br />
vamente, al'que ha resistido contras.tes, al cjue 1m<br />
recobrado m vigor que parecia aniquilado, al verdadero<br />
fenix rena'Cido de sus c¡,\lizas. Este elemento formidable<br />
es el que hemos'co\lsiderado como indicio de<br />
la razono He aquÍ la alianz'a de la Razon y la Fuer.<br />
za. Arquímides pedia un punto de apoyo. para mo·<br />
ver el mundo. Para el mundo moral, ese punto exis.<br />
te no ménos que la palanca. D~dme la razon,. i 'J00<br />
moveré· a la sociedad con la fuerza.
(97)<br />
ARTíCULO XlI.<br />
PARTIDOS l'OLÍT1COS.<br />
'La ciencia de la política está aun muí atrasada, no<br />
"obstante la arrogancia con que muchos escriben sobre<br />
ella, de tal modo, que no parece sino que todo se ha<br />
descubierto ya, i sólo resta escucharlos atentamente<br />
para aprenderlo. No es estraño J por consiguiente,<br />
que aun subsista la opinion, en ,nuestro sentir bárbara,<br />
de que la sociedad está intereeada en la existencia<br />
de partidos, políticos. Que la fuerza de las pasiones,<br />
o en último resultado la ignorancia, hayan dividido a<br />
los ciudadanos de una nacion, i de aquí hayan nacido<br />
esas nomenclaturas, siempre odiosas, con que se cali·<br />
fican; que los de la rosa blanca o encarnada, 'los ra~<br />
dicales i conservadores, cartistas i doctrinarios, moderados<br />
i exaltados,' serviles i liberales, 'monarquistas i<br />
republicanos, se hayan hecho una cruda guerra con<br />
la Íntima convicc'ion de que usa'ban de su derecho, no<br />
tiene mucho de admirable, consideradas esas mismas<br />
razones de queántes se hizo mencion, 'la ignorancia<br />
i las pasiones. Pero que haya hombres reputados por<br />
sabios; que haya persolll1s'tenidas por virtuosas, que<br />
con toda formalidad sostengan la necesidad de mantener<br />
dividida una nllcion, i a sus híjos en perpetua<br />
lucha, es lo que no puede concebirse.<br />
La sola voz par·tidos indica bien cuan poca impaJcialidad<br />
podrá esperarse de los enrolados en cad.aÍlne '.<br />
de ellos. Un partido es un bando, una reunion de<br />
hombres comprometidos, ya esplícita, ya implícitamente,<br />
a profesar ciertas·o.piniones i a soste~er ciertos<br />
7
(98)<br />
intereses. Hacen un punto de honor el no tral)sijir<br />
jamas: qt¿i non pro me, contra me; tal es su enseña invariable.<br />
La animosidad que llega a desarrollarse de<br />
unos partidos contra otros, apénas fuera creible si no<br />
estuviese bien autenticada por la hiEtoria. Los padree<br />
con los hijos,los hermanos i aun los esposos entre si,<br />
,se ven divididos i colocados en filas opuestas, que se<br />
ofe,nden sin piedad con todojénero de armll.s. Lo mas<br />
sensible es, que frecuentemente no combaten llino ,por<br />
.personas, i aun no pocas veces' sin saber por qué. ,<br />
Los que pretenden la necesidad o conveniencia
(99)<br />
le es que el mismo Gobierno se sostenga, pues en<br />
ello le va la seguridad de su persona i de sus propie·<br />
dades. Luego las funciones de censurar i de defender<br />
al Gobierno deben residir en unas mismas manos:<br />
lueg9 no es ninguna de ellas la incumbencia de un<br />
partido, que por el hecho mismo es una faccion, una,<br />
parcialidad. Basta,en efecto,que el Gobierno ditce una<br />
providencia cualquiera, para que ella sea censurada<br />
fuertemente por el partido de la oposicion, que siem.<br />
pre la encuentra defectuosa; i basta que una medida<br />
sea adoptada por la administracion, para que sus serviles<br />
partidarios sostengan que es buena ilegal.<br />
En los gobiernos consolidados de Europa, la COTh~<br />
tienda entre los partidos no se resiente ya del espíritu<br />
de odio i encono, que en las épocas anteriores<br />
los hicieron horrorosamente célebres. Pero en las<br />
repúblicas de Hispano-América esta suavidad de,<br />
lucha, esa' guerra pacífica, si puede decirse, aun.<br />
no da. resquicio de establ~cerse. Alguna que otra<br />
comienza. a practicar· los principios de tolerancia i<br />
de verdadera sociabilidad, ·que aun no pasan de teorías<br />
en la boca de algunos estadistas. de las demas.<br />
Fero en jeneral, las pasiones públicas aun fermentan<br />
ruidosamente en la tierra de (Jolon, i ,el hombre<br />
filántropo., no· descubre mucho- "conque consolarse.<br />
Debemos esperar sin embargo una época, en que,<br />
penetrados los individuos de sus intereses reales, se<br />
abracen para,trabajar fraternalmente en los negocios<br />
que a todos a,tañen.<br />
Así lo persuade la voz de la esperiencia, ClItyas<br />
lecciones nunca son perdidas. Ella _es la maestra,<br />
mas sábia, mas desinteresada i mas paciente. Pueden<br />
sus discípulos ser tardos en:,comprender s~<br />
. >'.-.1<br />
.,.. "'....,.,-<br />
<br />
Jk
(lOO)<br />
máximas, pueden tambien ser rebeldes por algun<br />
tiempo en someterse a sus dictados; per.o ella persevera,<br />
i al fin,triunfa. Para lograrlo, le basta pe.<br />
netrar a los hombres de>lo que les conviene. Ella<br />
no sabe mucho de predicciones, pero es consecuente<br />
cOBsigomisma en los castigos i recompensas que<br />
aplica.<br />
¿I qué .nos
('iOl)<br />
dicha de los asociados. Apénas podria mantenerse·<br />
la paz en los Estados, en los pueblos, enJas familias,<br />
si hubiésemos de hostilizar siempre al que no·<br />
piensa como nosotros. Consideremos, no solo que<br />
es inculpable el errol', sino que es mui difícil saber<br />
quién lo sufre. Entre dos que alegan tener razon,<br />
¿quién será el juez? Ambos son parte, i un tercero,<br />
un cuarto, serían partes tambien. Solo la mayoría.<br />
de los asociados puede ser juez competente en sus<br />
diferencias; i no porque ell&.sea infalible, sino porque<br />
es la m~nos falible, i sobre todo la única que<br />
puede ponerlos en paz. Pe:ro por lo m.ismo, es indispensable<br />
respetar sus,decisiones, es forzoso obedecer<br />
sus mandatos cualesquiera que sean. De<br />
otro modo, será necesario renunciar a toda esperanza<br />
de órden i de paz, a lo ménos tan sólidos<br />
cual se requiere para garantizar el progreso, i cumplir<br />
los ulteriores destinos a que está llamada,.<br />
lJuestra especie', en las razas favorecidas con, todos,.<br />
1.oselementos de la civj]jzacion.<br />
<br />
'.
'( 102)<br />
IHDleE.<br />
• 'INFoRnE ••••••••••• o o. oo ••• o'•••• oo ••• 1<br />
ADVERTENCIA •• o oo oo o•• o ••••• o • o o•• o o' III<br />
páj,<br />
CATECISMO.<br />
CAPÍTULO I. Preliminares •••• o•••••• o. ~. .Ir<br />
CAPÍTULO II. Del Empleado público .•••• o 4<br />
CAPÍTULO III. Empleados Lejislativos •••• o 5<br />
CAPÍTULO IV. Jj1mpleados Ejecutit·os ..•••• 8<br />
CAPÍTULO V. ,'Empleados Judiciales. • • . .• 17<br />
CAPÍTULO VI. Electores ••••• o ••••• o •• o' 19<br />
CAPÍTULO VII.·Superiores i Subalternos. • •• 22<br />
CAPÍ'ruLo VIII. Del Ciudadano particula?' .•. 24<br />
CAPÍTlfLO IX, Candidato •••••••••••• '. • 25<br />
CAPÍTULO Xo Sufragante. ~. • • • • • . • • •• •• 28<br />
CAPÍTULO XI. 'Súbdito •••••• o••• o. • •• •• 30<br />
ÜAPíTULO XII. Partidos pol1ticos ••• '•• o•••• 39<br />
ARtíCULOS SUELTOS..<br />
ARTíCULO 1. Libertad ••.•.••••.•••• -.. • • •• 43<br />
ARTÍCULO 11. :LeJitimidad. o • • •• •••• • • •• 50<br />
ARTíCULO 111. ContinuacÍIJn ••••.• o •• • ••• 57<br />
ARTíCULO IV. Continuacion •• o••••••••• o. 62<br />
ARTICULO V. Conclusion." •• o' ••••••••• o 67<br />
ARTíCULO VI. Policía ••• o •••••• o ••.•••• 71<br />
.ARTíCULO VII. Esp'íritu de facdon • • • • • • •• 76<br />
ARTÍCULO VIII.<br />
ARTÍCULO tX.<br />
Lealtad ••••• o o. , • • • • . • • ••<br />
La guerra civil. o o•••••• o',<br />
81<br />
85<br />
ARTÍCULO X. CDnclusíon del antFior .'. • • •• 89<br />
ARTÍCULO XI. La Razon i la Fuerza. • • •• 93<br />
'ÁR'F,íGULO XII. Partidos Folític s ••.• ·•.•.ú •• g.,7<br />
, 1) J\t>./<br />
•• lI',• ...,