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27.05.2013 Views

CONSORCIO DEL CÍRCULO DE BELLAS ARTES


Bernardo Sanjurjo<br />

PINTURA GERMINAL


CÍRCULO DE BELLAS ARTES<br />

Presi<strong>de</strong>nte<br />

Juan Miguel Hernán<strong>de</strong>z León<br />

Director<br />

Juan Barja<br />

Subdirector<br />

Javier López-Roberts<br />

Coordinadora Cultural<br />

Lidija Sircelj<br />

Adjunto a dirección<br />

César Rendueles<br />

CAJA RURAL DE ASTURIAS<br />

Presi<strong>de</strong>nte<br />

Román Suárez Blanco<br />

Director General<br />

Fernando Martínez Rodríguez<br />

EXPOSICIÓN<br />

Comisario<br />

Fernando Castro Flórez<br />

Área <strong>de</strong> <strong>Artes</strong> Plásticas <strong>de</strong>l CBA<br />

Laura Manzano<br />

Silvia Martínez<br />

Valeria Mejía<br />

Seguros<br />

Stai<br />

Transporte<br />

Alba<br />

Montaje<br />

Departamento Técnico <strong>de</strong>l CBA<br />

CATÁLOGO<br />

Área <strong>de</strong> Edición <strong>de</strong>l CBA<br />

Jordi Doce<br />

Elena Iglesias Serna<br />

Javier Abellán<br />

Elisabeth Sánchez Hernán<strong>de</strong>z<br />

María Cobo Reyes<br />

Diseño gráfico<br />

Estudio Joaquín Gallego<br />

Fotografía<br />

Marcos Morilla<br />

Fotomecánica e Impresión<br />

Brizzolis, arte en gráf icas<br />

© <strong>Círculo</strong> <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong>, 2010<br />

Alcalá, 42. 28014 Madrid<br />

www.circulobellasartes.com<br />

© <strong>de</strong> los textos: sus autores<br />

ISBN: 978-84-87619-63-2<br />

Dep. Legal: M-15686-2010<br />

www.bernardosanjurjo.com


Bernardo Sanjurjo<br />

P I N T U R A G E R M I N A L


Bernardo Sanjurjo (Barres, Castropolo, 1940) asimila tanto la ruda materialidad <strong>de</strong>l informalismo<br />

cuanto la <strong>de</strong>sesperación existencial <strong>de</strong>l expresionismo abstracto, siguiendo,<br />

con coherencia y sin manierismo, la tradición <strong>de</strong> la pintura mo<strong>de</strong>rna. Con todo, Sanjurjo<br />

no cae en la ritualización gestual sino que, progresivamente, va confiando en el comportamiento<br />

<strong>de</strong> la materia y en la intensidad que el color transmite, disolviendo en cierta<br />

medida el yo o, para ser más preciso, evitando una suerte <strong>de</strong> teatralización <strong>de</strong> la autoría;<br />

finalmente, es la pintura la que pareciera que se hace sola, aunque siempre bajo el control<br />

creativo.<br />

La pintura <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo es una <strong>de</strong>cidida apuesta por la abstracción. Como ha<br />

señalado el crítico Rubén Suárez, «Sanjurjo ha ido evolucionando en su obra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

gesto a la resonancia, ha buscado una mayor intensidad poniendo el énfasis en la concentración<br />

antes que en la elegancia, y como resultado su pintura se ha espiritualizado<br />

por su afán <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ncia».<br />

Bernardo Sanjurjo controla la sedimentación <strong>de</strong> la pintura; <strong>de</strong> una etapa primera <strong>de</strong> oscurecimiento<br />

pasó a convertirse en un maestro en el arte <strong>de</strong> modular los colores, en línea<br />

con la advertencia <strong>de</strong> Deleuze: «Si llevas el color hasta sus puras relaciones internas<br />

(calor-frío, expansión-contracción), entonces lo tienes todo». El <strong>de</strong>sarrollo pictórico<br />

que conduce a Sanjurjo a sus últimas y contun<strong>de</strong>ntes presencias es, en última instancia,<br />

un arduo proceso <strong>de</strong> esencialización cromática y gestual.<br />

Aunque el propio Sanjurjo nos habla <strong>de</strong>l origen misterioso <strong>de</strong> sus formas, a veces se trata<br />

<strong>de</strong> presencias <strong>de</strong> fuerte raigambre biográfica: «Una <strong>de</strong> las más recurrentes, una forma<br />

negra, vertical, po<strong>de</strong>rosa, muy protagonista, que insistentemente se me aparecía en la<br />

imaginación […], [comprendí] mucho más tar<strong>de</strong> que era una evocación <strong>de</strong> esas estacas<br />

clavadas tan a menudo en el mar o en las playas que siempre me impresionaron por su<br />

soledad y su <strong>de</strong>samparo». Lo que persigue Sanjurjo, en fin, es la pintura absoluta, don<strong>de</strong><br />

la forma-color se expan<strong>de</strong> a punto <strong>de</strong> ocuparlo todo y el color y la materia adquieren potencia<br />

germinal.<br />

Pintura germinal, muestra comisariada por el crítico y teórico <strong>de</strong> arte Fernando Castro<br />

Flórez, recoge las últimas y vibrantes obras <strong>de</strong> este artista, acompañadas por una serie <strong>de</strong><br />

carpetas <strong>de</strong> obra gráfica realizadas en diálogo con los poetas Antonio Gamoneda, José-<br />

Miguel Ullán y Olvido García Valdés. Es una ocasión excepcional para contemplar la pintura<br />

<strong>de</strong> un creador <strong>de</strong> gran coherencia y honestidad, empeñado en llegar a lo esencial <strong>de</strong> la<br />

pintura, y que hace germinar en la imaginación <strong>de</strong>l otro algo que llamamos, a falta <strong>de</strong> una<br />

palabra mejor, lo poético.<br />

Juan Miguel Hernán<strong>de</strong>z León<br />

Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Círculo</strong> <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong>


A veces, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la periferia, venimos al centro no sólo geográfico sino también cultural,<br />

allí don<strong>de</strong> se sintetizan las tensiones que provoca la historia a medida que recibe y manipula<br />

el futuro con los materiales <strong>de</strong>l pasado. Traemos la visión diferente que <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

aquella perspectiva se <strong>de</strong>duce o, con mayor frecuencia, se intuye por quienes, como los<br />

artistas –personas como las <strong>de</strong>más pero, por añadidura, capaces <strong>de</strong> formular obras <strong>de</strong><br />

arte–, van a ser <strong>de</strong>rroteros <strong>de</strong> un grupo social por vocación dinámico, en busca permanente<br />

<strong>de</strong> respuestas para las preguntas fundamentales <strong>de</strong> la humanidad.<br />

Venimos hoy a arropar la muestra pictórica <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> esos pioneros <strong>de</strong> la caravana social<br />

correspondiente a este momento histórico, en que coinci<strong>de</strong>n la manoseada crisis económica<br />

con la social <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong>l inexorable hecho <strong>de</strong> que en la al<strong>de</strong>a global coincidirán <strong>de</strong><br />

modo necesario, obligados a imbricarse, multitud <strong>de</strong> modos culturales <strong>de</strong> interpretar la<br />

civilización; una civilización a la que se trata <strong>de</strong> llegar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> numerosos orígenes éticos,<br />

evitando los peligros <strong>de</strong> una evi<strong>de</strong>nte colectivización orgánica <strong>de</strong> quienes por sen<strong>de</strong>ros<br />

<strong>de</strong> prisa o <strong>de</strong> violencia tratan <strong>de</strong> obtener cuanto antes logros y respuestas que exigen, por<br />

contraste, tiempo, paciencia, trabajo y humildad.<br />

Su trabajo, abierto a la curiosidad <strong>de</strong> unos, la perspicacia <strong>de</strong> otros y la admiración <strong>de</strong><br />

casi todos, pone <strong>de</strong> manifiesto un peculiar modo <strong>de</strong> percepción <strong>de</strong> la profunda mutación<br />

social que ha <strong>de</strong> <strong>de</strong>rivarse <strong>de</strong> la actual crisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y perfeccionamiento <strong>de</strong><br />

una sociedad humana, la nuestra, que acaba <strong>de</strong> salir <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sencanto <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rnismo y se<br />

encuentra en el umbral <strong>de</strong> la tantas veces –y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tantas perspectivas– añorada nueva<br />

sociedad <strong>de</strong>l tercer milenio.<br />

Es un paso éste, el <strong>de</strong> la pintura dolorosamente esforzada <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo, que, a<br />

partir <strong>de</strong> la síntesis apresurada <strong>de</strong>l impresionismo, más allá <strong>de</strong> la fragmentación <strong>de</strong> colores<br />

y formas <strong>de</strong> las últimas ten<strong>de</strong>ncias y superando cualquier <strong>de</strong>lirio onírico producido<br />

por la <strong>de</strong>sorientación que han provocado los extremos fracasados <strong>de</strong> los materialismos<br />

opuestos en el siglo xx, nos advierte, como al amanecer, <strong>de</strong> la inminencia <strong>de</strong> un nuevo<br />

día, un día por llegar a cuya luz aún vacilante se recrean las cosas y los conceptos.<br />

De la mano <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo nos atrevemos a recobrar con cada paisaje, cada composición,<br />

un fragmento <strong>de</strong> la esperanza que teníamos a punto <strong>de</strong> disolverse en el escepticismo.<br />

A cada paso que damos en la exposición <strong>de</strong> su obra caminamos hacia un futuro que<br />

Sanjurjo nos va narrando con la soltura <strong>de</strong> sus largas pinceladas y la sorpresa cromática<br />

<strong>de</strong> sus combinaciones. Al final habremos comprendido que el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong>l tiempo que<br />

viene, <strong>de</strong>l futuro que llega, no es fácil <strong>de</strong> afrontar, pero cabe hacerlo y nos resultará apasionante<br />

intentarlo.<br />

Román Suárez Blanco<br />

Presi<strong>de</strong>nte Caja Rural <strong>de</strong> Asturias


Sanjurjo<br />

ANToNIo GAMoNEdA<br />

Cuando la luz atraviesa mis párpados el pájaro ciego que me habita es a su vez penetrado<br />

por la luz<br />

y se resuelve en formas imposibles.<br />

Abre sus gran<strong>de</strong>s alas y las extien<strong>de</strong> suavemente sobre mi corazón<br />

y yo advierto la división <strong>de</strong> la existencia, su multitud inmersa en amarillos inmóviles,<br />

la incan<strong>de</strong>scencia <strong>de</strong> mis venas y,<br />

en la inminencia azul, la paz <strong>de</strong>shabitada.<br />

Tú distribuyes la quietud y el vértigo sobre mis circunstancias rojas.<br />

Después las pacificas y yo <strong>de</strong>scanso <strong>de</strong> mí mismo.<br />

Eres también el autor <strong>de</strong> la tiniebla. Veo su espesor sobre las superficies don<strong>de</strong><br />

se pronuncian los límites,<br />

los límites incisos<br />

en el espacio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>saparición, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l llanto.<br />

Bernardo:<br />

Hazme un lugar en tu silencio, préstame una gran lágrima negra.<br />

Quiero <strong>de</strong>cir mis únicas palabras,<br />

las in<strong>de</strong>cibles, las que tú <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> la sustancia fría <strong>de</strong> la luz.


La realidad pictórica <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo<br />

FERNANdo CAsTRo FLóREz<br />

Entre los antagonismos que caracterizan nuestra época, tal vez le corresponda un sitio<br />

clave al antagonismo entre la abstracción, que es cada vez más <strong>de</strong>terminante en nuestras<br />

vidas, y la inundación <strong>de</strong> imágenes pseudoconcretas. Si po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r la abstracción<br />

como el progresivo auto<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> las bases materiales <strong>de</strong>l arte, en un proceso <strong>de</strong><br />

singular <strong>de</strong>spictorialización 1 , también tendríamos que compren<strong>de</strong>r que en ese proceso se<br />

encuentra el núcleo duro <strong>de</strong> lo mo<strong>de</strong>rno. Hay, no cabe duda, una fractura consi<strong>de</strong>rable entre<br />

el mo<strong>de</strong>rnismo épico (ejemplificado en el caso <strong>de</strong> la pintura por el expresionismo abstracto<br />

americano) y el gestualismo existencial nihilista (en el que podrían situarse algunos<br />

momentos <strong>de</strong>l informalismo europeo), y las nuevas formas <strong>de</strong> la abstracción surgidas tras<br />

la <strong>de</strong>smaterialización conceptual, la datidad fenomenológica <strong>de</strong>l mínimal y, por supuesto, la<br />

crisis <strong>de</strong> los Gran<strong>de</strong>s Relatos acontecida en el seno <strong>de</strong> la condición postmo<strong>de</strong>rna. Bernardo<br />

Sanjurjo mantiene muy presente la eficacia <strong>de</strong>l dripping como una manifestación <strong>de</strong><br />

1 «A veces me parece que la historia <strong>de</strong> la pintura mo<strong>de</strong>rna se pue<strong>de</strong> leer como la historia <strong>de</strong> la pintura tradicional puesta<br />

<strong>de</strong>l revés, como una película proyectada hacia atrás: un <strong>de</strong>smantelamiento regresivo y sistemático <strong>de</strong> los mecanismos<br />

inventados a lo largo <strong>de</strong> siglos para hacer convincentes las representaciones pictóricas <strong>de</strong>l doloroso triunfo <strong>de</strong> la cristiandad<br />

y <strong>de</strong> las historias <strong>de</strong> la gloria nacional. Así, las superficies transparentes se llenaron <strong>de</strong> grumos <strong>de</strong> pintura, los<br />

espacios se aplanaron, la perspectiva se hizo arbitraria, el dibujo se <strong>de</strong>spreocupó <strong>de</strong> que hubiese correspon<strong>de</strong>ncia con<br />

los esquemas reales <strong>de</strong> las figuras, el sombreado fue eliminado a favor <strong>de</strong> áreas <strong>de</strong> tonos saturados que no se preocupaban<br />

<strong>de</strong> los bor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las formas, y las formas mismas <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> ser representativas <strong>de</strong> lo que el ojo realmente capta <strong>de</strong><br />

la realidad perceptual. El lienzo monocromo es el estadio final <strong>de</strong> este procedimiento colectivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>spictorialización<br />

hasta que a alguien se le ocurra atacar físicamente el propio lienzo acuchillándolo» (Arthur C. Danto, «Abstracción»,<br />

La Madonna <strong>de</strong>l futuro. Ensayos en un mundo <strong>de</strong>l arte plural, Barcelona, Ed. Paidós, 2003, p. 235).


14 fernando castro f lórez<br />

la energía que <strong>de</strong>be ser controlada 2 . Se produce una expansión enrarecida <strong>de</strong> la pintura,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la certeza <strong>de</strong> que <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l cuadro no hay nada más y por supuesto, que no hay un<br />

mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la visión que sea algo así como la Naturaleza 3 .<br />

Arthur C. Danto hablaba <strong>de</strong>l dripping <strong>de</strong> Pollock como un «acto <strong>de</strong> domar tigres», <strong>de</strong>l<br />

instrumento <strong>de</strong>l pintor como un látigo que pone las cosas en su sitio 4 ; era una técnica<br />

que permitía al inconsciente expresarse en la superficie, entrelazando bajeza y sublimación.<br />

Bernardo Sanjurjo asimila tanto la ruda materialidad <strong>de</strong>l informalismo cuanto la<br />

<strong>de</strong>sesperación existencial <strong>de</strong>l expresionismo abstracto, siguiendo, con coherencia y sin<br />

manierismo, la tradición <strong>de</strong> la pintura mo<strong>de</strong>rna, esa tensión <strong>de</strong> la superficie que elogiara<br />

Greenberg como continuación <strong>de</strong> los logros <strong>de</strong>l cubismo 5 . «Mientras Pollock propiciaba<br />

una especie <strong>de</strong> catarsis irracional que lo llevó, como bien se refleja en su biografía, a la<br />

auto<strong>de</strong>strucción (in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> que su vitalidad se reflejara en la producción<br />

<strong>de</strong> toda su corta vida), Sanjurjo revisita y reconduce esa actividad performativa, ese acto <strong>de</strong><br />

pintar que pasa por ser una suerte <strong>de</strong> coreografía íntima, y lo <strong>de</strong>sliza al ámbito <strong>de</strong> la calma,<br />

<strong>de</strong> la pausa, escapando <strong>de</strong>l automatismo hacia el movimiento meditado <strong>de</strong>l proceso<br />

vital y pictórico, <strong>de</strong>sembocando en esa necesaria y obligatoria pero tantas veces austera<br />

búsqueda <strong>de</strong> lo interior, ejercicio <strong>de</strong> aislamiento <strong>de</strong> los procesos externos, ajenos» 6 . Con<br />

todo, Sanjurjo no cae en la ritualización gestual sino que, progresivamente, va confiando en<br />

el comportamiento <strong>de</strong> la materia y en la intensidad que el color transmite, disolviendo,<br />

en cierta medida el yo o, para ser más preciso, evitando una suerte <strong>de</strong> teatralización <strong>de</strong> la<br />

autoría. Finalmente, es la pintura la que pareciera que se hace sola, aunque siempre está<br />

ahí el control creativo, la toma sistemática <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, la capacidad <strong>de</strong> combinar los<br />

elementos <strong>de</strong>liberadamente reducidos.<br />

«La pintura –apunta Deleuze en su estudio crucial sobre Bacon– no tiene ni mo<strong>de</strong>lo que<br />

representar ni historia que contar. A partir <strong>de</strong> ahí ella tiene dos vías posibles para esca-<br />

2 «Los drips son en general un tipo <strong>de</strong> incontinencia, una señal <strong>de</strong> control traicionado por los caprichos <strong>de</strong>l fluido [...].<br />

Los drips afirmaban que la pintura tiene una vida expresiva por sí misma, que no es una pasta pasiva que se <strong>de</strong>splaza<br />

a don<strong>de</strong> quiere el artista, sino que posee una energía fluida sobre la cual el pintor se esfuerza en ejercer su control»<br />

(Arthur C. Danto, «Pollock y el drip», La Madonna <strong>de</strong>l futuro. Ensayos en un mundo <strong>de</strong>l arte plural, Barcelona, Ed. Paidós,<br />

2003, p. 391).<br />

3 «En sus lienzos [<strong>de</strong> Pollock], lo visible no es llamativamente gran<strong>de</strong> ni abierto pero <strong>de</strong>nota que, voluntariamente, algo<br />

ha sido abandonado. El drama estriba en que algo <strong>de</strong> lo que una vez estuvo ante el lienzo, don<strong>de</strong> el pintor propalaba su<br />

condición <strong>de</strong> naturaleza, queda reducido a nada. Una equivalencia visual <strong>de</strong>l silencio más absoluto. [...] Con toda su brillantez<br />

pintó tratando <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar que <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l lienzo no había nada más. Ese impulso terrible y rebel<strong>de</strong>, nacido <strong>de</strong><br />

un individualismo frenético, constituyó su aportación al suicidio <strong>de</strong>l arte» (John Berger, «Una manera <strong>de</strong> compartir»,<br />

Siempre bienvenidos, Madrid, Ed. Huerga & Fierro, 2004, pp. 148–149).<br />

4 «La pintura no gotea en el extremo <strong>de</strong>l palo; es como una correa líquida que el artista hace chasquear con la exactitud <strong>de</strong><br />

un domador <strong>de</strong> circo cogiendo el cigarrillo <strong>de</strong> la boca <strong>de</strong> un compañero con la ayuda <strong>de</strong> un látigo. Es fascinante ver cómo un<br />

giro rápido <strong>de</strong> muñeca modifica la dirección y el grosor <strong>de</strong> una línea, virtualmente igual que haría un fino pincel en la<br />

mano <strong>de</strong> un maestro» (Arthur C. Danto, «Pollock y el drip», La Madonna <strong>de</strong>l futuro. Ensayos en un mundo <strong>de</strong>l arte plural,<br />

Barcelona, Ed. Paidós, 2003, p. 393).<br />

5 Greenberg advirtió que un arte importante es imposible, o casi imposible, sin una asimilación profunda <strong>de</strong>l arte mayor<br />

<strong>de</strong> los periodos prece<strong>de</strong>ntes. En los años treinta y primeros cuarenta, unos artistas neoyorquinos supieron asimilar y<br />

digerir a Klee, Miró y el primer Kandinsky en un grado no alcanzado en otras partes <strong>de</strong>l mundo.<br />

6 Avelino Sala, «Caminos <strong>de</strong> soledad, nebulosas <strong>de</strong> espíritu y trazos sinceros. Tres constantes en la obra <strong>de</strong> Bernardo<br />

Sanjurjo», Bernardo Sanjurjo. Pinturas 2002–2003, Gijón, Galería Espacio Líquido, 2003, pp. 10–11.


la realidad pictórica <strong>de</strong> bernardo sanjurjo 15<br />

par <strong>de</strong> lo figurativo: hacia la forma pura, por abstracción; o bien hacia lo puramente figural,<br />

por extracción o aislamiento. Si el pintor tien<strong>de</strong> hacia la figura, si toma la segunda vía,<br />

será, pues, para oponer lo «figural» a lo «figurativo» 7 . Bernardo Sanjurjo sigue, a su manera,<br />

esto, por medio <strong>de</strong> la dicción abstracta, el camino <strong>de</strong> la sensación 8 y, por supuesto,<br />

se esfuerza una y otra vez en registrar el acontecimiento propio <strong>de</strong> la pintura. Es cierto que<br />

la pintura no es solamente una superposición que oculta su fundamento, también pue<strong>de</strong><br />

compren<strong>de</strong>rse su obstinado proceso como un arte <strong>de</strong> <strong>de</strong>spejar las presencias que hay <strong>de</strong>bajo<br />

o más allá <strong>de</strong> la representación. Algo concreto y, al mismo tiempo, abstracto: estar<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l lienzo y marcar ese territorio 9 . La pintura <strong>de</strong> Sanjurjo es siempre expresión <strong>de</strong><br />

algo real 10 . Habría que recordar que frente a la opinión freudiana <strong>de</strong> que el inconsciente,<br />

como <strong>de</strong>mostraban los sueños, era una reserva <strong>de</strong> imágenes, obtenidas <strong>de</strong> recuerdos<br />

reprimidos; Clement Greenberg sostenía que, en los pintores, los garabatos inconscientes<br />

producían, como mucho, formas y colores con un parecido «esquemático», es <strong>de</strong>cir,<br />

plano y abstracto, en lugar <strong>de</strong> un parecido «realista» vinculado a fenómenos reales. En el<br />

límite, dichos garabatos podían ser completamente abstractos y, sin embargo, son siempre<br />

la manifestación <strong>de</strong> la energía concreta, <strong>de</strong> la búsqueda <strong>de</strong> una realidad efectiva.<br />

Sanjurjo quiere aumentar la visión <strong>de</strong>l propio trabajo a través <strong>de</strong> la observación. «Es<br />

la obra <strong>de</strong> Sanjurjo un paradigma materializado <strong>de</strong> algo que su trabajo constantemente<br />

proyecta: una sombra <strong>de</strong> tranquilidad, <strong>de</strong> avance pausado, pero <strong>de</strong> una pausa eficaz,<br />

don<strong>de</strong> el proceso juega una parte primordial, no hay obra sin proceso, no hay vida sin<br />

camino» 11 . Cuando miramos un cuadro, vemos un cúmulo <strong>de</strong> gestos, la superposición y<br />

organización <strong>de</strong> los materiales, el anhelo <strong>de</strong> lo inanimado por cobrar vida, pero no vemos<br />

la mano misma. La imagen es un inmenso poema sin palabras, en esa superficie están<br />

los acontecimientos a merced <strong>de</strong> la gravedad: «en cierta forma, cada pintura nace <strong>de</strong><br />

un conflicto entre fuerzas opuestas» 12 . No hay otro punto, en este mundo <strong>de</strong> sombras y<br />

soledad, que el propio cuadro, el espectador tiene que a<strong>de</strong>ntrarse en su interior, verse<br />

a merced <strong>de</strong> los <strong>de</strong>splazamientos, sentir la atracción y la disonancia 13 . Lo que está en<br />

7 Gilles Deleuze, Francis Bacon. Lógica <strong>de</strong> la sensación, Madrid, Ed. Arena, 2002, p. 14.<br />

8 «La sensación es lo contrario <strong>de</strong> lo fácil y lo acabado, <strong>de</strong>l cliché, pero también <strong>de</strong> lo ‘sensacional’, <strong>de</strong> lo espontáneo… La<br />

sensación tiene una cara vuelta hacia el sujeto (el sistema nervioso, el movimiento vital, el ‘instinto’, el ‘temperamento’,<br />

todo un vocabulario común al naturalismo y a Cézanne) y una cara vuelta hacia el objeto (‘el hecho’, el lugar, el acontecimiento)»<br />

(Gilles Deleuze, Francis Bacon. Lógica <strong>de</strong> la sensación, Ed. Arena, 2002, p. 41).<br />

9 «No se escucha bastante lo que dicen los pintores. Dicen que el pintor ya está <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l lienzo. […] ¿En qué consiste<br />

ese acto <strong>de</strong> pintar? Bacon lo <strong>de</strong>fine así: hacer marcas al azar (trazos–líneas); limpiar, barrer o fregar puntos o zonas<br />

(manchas–color); tirar la pintura, bajo ángulos y velocida<strong>de</strong>s diversas» (Gilles Deleuze, Francis Bacon. Lógica <strong>de</strong> la sensación,<br />

Madrid, Ed. Arena, 2002, p. 101).<br />

10 «Bernardo Sanjurjo ha insistido siempre en la presencia <strong>de</strong> referencias, concretas o evocadas, en sus pinturas que son<br />

siempre expresión <strong>de</strong> algo real, sea naturaleza o sentimiento o ambas cosas» (Rubén Suárez, «Sobre la naturaleza <strong>de</strong><br />

una emoción», Bernardo Sanjurjo. Diez años <strong>de</strong> pintura, Gijón, Palacio <strong>de</strong> Revillagigedo, 1996, p. 15).<br />

11 Avelino Sala, «Caminos <strong>de</strong> soledad, nebulosas <strong>de</strong> espíritu y trazos sinceros. Tres constantes en la obra <strong>de</strong> Bernardo<br />

Sanjurjo», Bernardo Sanjurjo. Pinturas 2002–2003, Gijón, Galería Espacio Líquido, 2003, p. 10.<br />

12 Paul Auster, «Negro sobre blanco», El arte <strong>de</strong>l hambre, Barcelona, Ed. Edhasa, 1992, p. 52.<br />

13 Yve–Alain Bois ha consi<strong>de</strong>rado <strong>de</strong>cisiva, para el arte contemporáneo, la experiencia <strong>de</strong> la gravedad (<strong>de</strong>splazamiento hacia<br />

la horizontal) que se ha producido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Cézanne hasta Serra o Morris, cfr. «The Pandora’s Box of Gravity», Gravity.<br />

Axis of Contemporary Art, Osaka, The National Museum of Art, 1997, pp. 194–199.


16 fernando castro f lórez<br />

cuestión en la mo<strong>de</strong>rnidad no son, como muchas veces se ha indicado, las imágenes,<br />

sino los gestos: muchos se han perdido, otros se han vuelto <strong>de</strong>finitivamente patéticos.<br />

«El ser <strong>de</strong>l lenguaje –escribe Giorgio Agamben– es como un enorme lapsus <strong>de</strong> memoria,<br />

como una falta incurable <strong>de</strong> palabras» 14 . El gesto es un medio puro, algo que pue<strong>de</strong><br />

compren<strong>de</strong>rse como po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> exhibición. En concreto, el gesto <strong>de</strong> pintar es un movimiento<br />

cargado <strong>de</strong> significación, <strong>de</strong>splazamiento libre que tiene algo <strong>de</strong> enigma, flecha,<br />

camino, indicación, trayecto que coinci<strong>de</strong> con el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> la mirada. Flusser apunta<br />

que el gesto <strong>de</strong> pintar es un momento <strong>de</strong> autoanálisis, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> conciencia <strong>de</strong> sí mismo,<br />

en el que se entrelazan el tener significado con el dar significado, la posibilidad <strong>de</strong><br />

cambiar el mundo y el estar ahí para el otro: «el cuadro que ha <strong>de</strong> pintarse se anticipa en<br />

el gesto, y el cuadro pintado viene a ser el gesto fijado y solidificado» 15 . En Bernardo<br />

Sanjurjo encontramos una dimensión personal <strong>de</strong>l gesto, una dinámica en la que se produce<br />

el <strong>de</strong>sbordamiento <strong>de</strong> lo geométrico. Tengamos presente que el gesto es el significante<br />

imaginario <strong>de</strong>l arte mo<strong>de</strong>rno: «La pintura mo<strong>de</strong>rna, en particular el expresionismo abstracto,<br />

subraya precisamente esta producción <strong>de</strong>l significante, pero sería ilegítimo, en<br />

consecuencia, suponer que esta práctica implica una <strong>de</strong>construcción, una violación o<br />

trasgresión <strong>de</strong>l espacio pictórico» 16 . Los gestos pictóricos <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo son una<br />

suerte <strong>de</strong> sedimentación <strong>de</strong> la mente, en la que los acontecimientos <strong>de</strong>l cuadro son, literalmente<br />

germinales. «El trazo mismo –escribe Derrida– se atrae y se retira <strong>de</strong> allí, se atrae<br />

y pasa por allí, por sí mismo. Se sitúa. Se sitúa entre la orla visible y el fantasma central<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual nosotros fascinamos» 17 .<br />

Como dijera Santiago Amón, la pintura <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo es «un acto conciliador»<br />

entre el constructivismo y el informalismo; manteniendo, en todo momento, una <strong>de</strong>cidida<br />

apuesta por la abstracción. «Suce<strong>de</strong> que Bernardo Sanjurjo ha ido evolucionando en su<br />

obra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el gesto a la resonancia, ha buscado una mayor intensidad poniendo el énfasis<br />

en la concentración antes que en la elegancia y como resultado, su pintura se ha espiritualizado<br />

por su afán <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ncia, enriquecida <strong>de</strong> valores simbólicos superadores <strong>de</strong> todo<br />

contenido objetivo para crear una imagen enteramente alegórica» 18 . Según algunos teóricos,<br />

la pintura enmascara el espacio: «Y qué es –pregunta Slavoj Zizek– el arte (el acto <strong>de</strong><br />

pintar) sino un intento <strong>de</strong> déposer, ‘establecer’ en la pintura esta dimensión traumática,<br />

<strong>de</strong> exorcizarla al externarla en la obra <strong>de</strong> arte» 19 . Sin embargo, eso no suce<strong>de</strong> en la obra <strong>de</strong><br />

Sanjurjo que, propiamente crea espacio 20 . Lo que toca la pintura o, mejor, aquello a lo que<br />

14 Giorgio Agamben, «Teoría <strong>de</strong>l gesto», La mo<strong>de</strong>rnidad como estética, Madrid, Ed. Instituto <strong>de</strong> Estética y Teoría <strong>de</strong> las<br />

<strong>Artes</strong>, 1993, p. 106.<br />

15 Vilém Flusser, Los gestos. Fenomenología y comunicación, Barcelona, Ed. Her<strong>de</strong>r, 1994, p. 96.<br />

16 Mary Kelly, «Contribuciones a una re–visión <strong>de</strong> la crítica mo<strong>de</strong>rna», Arte <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad. Nuevos planteamientos<br />

en torno a la representación, Madrid, Ed. Akal, 2001, p. 90.<br />

17 Jacques Derrida, «Passe–partout», La verdad en pintura, Buenos Aires, Ed. Paidós, 2001, p. 25.<br />

18 Rubén Suárez, «Sobre la naturaleza <strong>de</strong> una emoción», Bernardo Sanjurjo. Diez años <strong>de</strong> pintura, Gijón, Palacio <strong>de</strong> Revillagigedo,<br />

1996, p. 27.<br />

19 Slavoj Zizek, El acoso <strong>de</strong> las fantasías, México, Ed. Siglo xxi, 1999, p. 33.<br />

20 «Tenemos […] un cuerpo que genera un espacio, en el que se sostiene ingrávido por efecto <strong>de</strong> la fuerza que el mismo<br />

cuerpo contiene, o emite, o absorbe, o es» (Pedro <strong>de</strong> Silva, «¿Quién anda ahí?», Bernardo Sanjurjo, Oviedo, Galería<br />

Vértice, 2007).


la realidad pictórica <strong>de</strong> bernardo sanjurjo 17<br />

se aproxima es a la figuración <strong>de</strong> la ausencia 21 o, en otros términos, uno <strong>de</strong> los momentos<br />

<strong>de</strong>cisivos <strong>de</strong> la búsqueda <strong>de</strong>l pintor es la <strong>de</strong>limitación <strong>de</strong>l lugar. «El pintor, en su soledad,<br />

sabe que lejos <strong>de</strong> ser capaz <strong>de</strong> controlar el cuadro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fuera, tiene que habitarlo, <strong>de</strong>jar<br />

que éste lo cobije. Trabaja a tientas» 22 .<br />

Más allá <strong>de</strong> los discursos funerarios (valdría <strong>de</strong>cir mejor notariales) o literalmente reaccionarios<br />

(anclados en una «originariedad» <strong>de</strong> una cierta práctica artística), es oportuno<br />

recordar la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> John Berger <strong>de</strong> que la pintura es una afirmación <strong>de</strong> lo visible que nos<br />

ro<strong>de</strong>a y que está continuamente apareciendo y <strong>de</strong>sapareciendo: «posiblemente, sin la <strong>de</strong>saparición<br />

no existiría el impulso <strong>de</strong> pintar; pues entonces lo visible poseería la seguridad,<br />

(la permanencia) que la pintura lucha por encontrar. La pintura es, más directamente que<br />

cualquier otro arte, una afirmación <strong>de</strong> lo existente, <strong>de</strong>l mundo físico al que ha sido lanzada<br />

la humanidad» 23 . La corporeidad <strong>de</strong> la pintura tiene un potencial expresivo difícilmente parangonable.<br />

Po<strong>de</strong>mos pensar que la pintura tiene una condición <strong>de</strong> escenario <strong>de</strong> la expresión<br />

<strong>de</strong> la personalidad y la individualidad, provisto, como he indicado, por su enraizada<br />

naturaleza corporal; en última instancia, la pintura pue<strong>de</strong> llegar a comportarse como una<br />

metáfora, incluso como el equivalente <strong>de</strong> la actividad sexual y, por supuesto, es el lugar <strong>de</strong><br />

una proyección psíquica tremendamente enérgica 24 . Por otro lado, la territorialidad <strong>de</strong>l cuadro<br />

experimentó en la mo<strong>de</strong>rnidad una consi<strong>de</strong>rable transformación o, en otros términos,<br />

un cambio <strong>de</strong> escala (no solamente <strong>de</strong> tamaño o técnica) al mismo tiempo que comenzaba a<br />

<strong>de</strong>slizarse la cuestión-tradición <strong>de</strong> la representación hacia la problemática <strong>de</strong>l acontecimiento.<br />

Des<strong>de</strong> Pollock se plantea el problema <strong>de</strong> cómo asumir la transformación <strong>de</strong> la pintura en<br />

charcos en el cuadro, cómo mantenerse en el terreno <strong>de</strong> lo informe, allí don<strong>de</strong> el registro<br />

<strong>de</strong>l trazo y <strong>de</strong>l indicio son los acontecimientos fundamentales: la agresión que marca. «Llegado<br />

a un punto se hizo patente que el acercamiento a esta figura sólo podría acometerse por<br />

medio <strong>de</strong> la bassese, agachándose, <strong>de</strong>scendiendo por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la figura hasta el terreno <strong>de</strong> lo<br />

informe. Y también se hizo claro que el mismo acto <strong>de</strong> agacharse sólo podría registrase por<br />

medio <strong>de</strong> un trazo o indicio, es <strong>de</strong>cir, a través <strong>de</strong> la mancha que atravesaría el acontecimiento<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro, transformándolo en un acto <strong>de</strong> agresión y marca, indicio o clave» 25 .<br />

Es importante tomar en cuenta la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Clau<strong>de</strong> Lévi–Strauss <strong>de</strong> que el genio <strong>de</strong>l pintor<br />

consiste en unir un conocimiento interno y externo (a mitad <strong>de</strong> camino siempre entre<br />

esquema y la anécdota), «un ser y un <strong>de</strong>venir; un producir, con un pincel, un objeto que<br />

no existe, como objeto y que, sin embargo, sabe crearlo sobre su tela: síntesis exactamente<br />

equilibrada <strong>de</strong> una o <strong>de</strong> varias estructuras artificiales y naturales y <strong>de</strong> uno o <strong>de</strong> varios acon-<br />

21 «Lo que toca toda pintura verda<strong>de</strong>ra es una ausencia, una ausencia <strong>de</strong> la que, <strong>de</strong> no ser por la pintura, no seríamos<br />

conscientes. Y eso sería lo que per<strong>de</strong>ríamos. Lo que el pintor busca sin cesar es un lugar para recibir la ausencia. Si lo<br />

encuentra, lo dispone, lo or<strong>de</strong>na, y reza por que aparezca la cara <strong>de</strong> la ausencia» (John Berger, El tamaño <strong>de</strong> una bolsa,<br />

Madrid, Ed. Taurus, 2004, p. 38).<br />

22 John Berger, El tamaño <strong>de</strong> una bolsa, Madrid, Ed. Taurus, 2004, p. 37.<br />

23 John Berger, Algunos pasos hacia una teoría <strong>de</strong> lo visible, Madrid, Ed. Ardora, 1997, p. 39.<br />

24 «Painting at its best can become and expression of personhood and individuality –perhaps their last refuge– to the<br />

extent it becomes and original psychic art» (Donald Kuspit, The Rebirth of Painting in the Late Twentieth Century, Cambridge,<br />

Cambridge University Press, 2000, p. 2).<br />

25 Rosalind E. Krauss, «La transgresión está en el ojo <strong>de</strong>l espectador» en Creación, n° 6, Madrid, Instituto <strong>de</strong> Estética y<br />

Teoría <strong>de</strong> las <strong>Artes</strong>, 1992, p. 44.


18 fernando castro f lórez<br />

tecimientos, naturales y sociales. La emoción estética proviene <strong>de</strong> esta unión instituida en<br />

el seno <strong>de</strong> una cosa creada por el hombre, y por tanto, también, virtualmente por el espectador,<br />

que <strong>de</strong>scubre su posibilidad a través <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> arte, entre el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la estructura<br />

y la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l acontecimiento» 26 . Efectivamente, cosa y acontecimiento, materialidad<br />

<strong>de</strong>l cuadro y azar en conserva, sedimentación territorial y huellas cromáticas, son claves<br />

<strong>de</strong> la pintura <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo.<br />

Deleuze señala que la pintura siempre ha manejado y trazado líneas sin contorno, como<br />

los drippings <strong>de</strong> Pollock 27 que fueron entendidos como pesadillas fijadas en el espacio. Si<br />

en aquél, la línea expresa la rebelión <strong>de</strong> la mano en relación con el ojo, en éste, el caos–<br />

germen <strong>de</strong>l que parte la pintura 28 le lleva a reivindicar el potencial <strong>de</strong> la mirada, su necesidad<br />

<strong>de</strong> articular zonas y generar ciertos ritmos. Kandinsky habla <strong>de</strong> una figura abstracta,<br />

esto es <strong>de</strong> una figura que no <strong>de</strong>signa nada distinto <strong>de</strong> sí o, mejor, una figura que ha interiorizado<br />

su propia tensión. Las huellas <strong>de</strong> la pintura que está sedimentada o con<strong>de</strong>nsada<br />

en los cuadros <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo correspon<strong>de</strong>n a esa autorreferencialidad (in)tensa que<br />

dinamiza el vacío. «Ahora puedo <strong>de</strong>cirlo: el punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> un artista –escribe Peter<br />

Handke– es el gran sentimiento que se tiene, a veces, <strong>de</strong> un enorme vacío en la naturaleza;<br />

un vacío que luego él, quizá, con este vacío como impulso, llenará con algunas obras, pero<br />

que luego, una y otra vez –¡señal <strong>de</strong> que es artista! –, volverá siempre, <strong>de</strong> un modo renovado,<br />

en forma <strong>de</strong> gran vacío, <strong>de</strong> vacío que da placer: como vacío en ebullición» 29 .<br />

Trabajando siempre en la superficie horizontal, Bernardo Sanjurjo controla la sedimentación<br />

<strong>de</strong> la pintura 30 . Si en una cierta época las obras <strong>de</strong> este artista se oscurecían 31 ,<br />

ahora hay un regusto en los colores intensos. Ha pasado <strong>de</strong>l dramatismo a la vitalidad.<br />

Sanjurjo es, no tengo ninguna duda, un maestro en el arte <strong>de</strong> modular los colores, con una<br />

capacidad increíble para pesarlos 32 , conocedor <strong>de</strong> la fórmula <strong>de</strong> los coloristas: «si llevas el<br />

26 Clau<strong>de</strong> Lévi–Strauss, El pensamiento salvaje, México, Ed. Fondo <strong>de</strong> Cultura Económica, 1984, p. 48.<br />

27 «[...] la importancia <strong>de</strong> una línea <strong>de</strong> Pollock. ¿Qué es? No se la pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>finir más que como esto: es una línea que cambia<br />

<strong>de</strong> dirección en cada uno <strong>de</strong> sus momentos y que no traza ningún contorno» (Gilles Deleuze, Pintura. El concepto <strong>de</strong><br />

diagrama, Buenos Aires, Ed. Cactus, 2007, p. 109).<br />

28 «[...] existe un acuerdo en todas direcciones en <strong>de</strong>cir en efecto que el diagrama esto –que habíamos <strong>de</strong>finido en una<br />

primera aproximación como caos–germen– es una especie <strong>de</strong> inconsciente <strong>de</strong> la pintura, <strong>de</strong>l pintor» (Gilles Deleuze,<br />

Pintura. El concepto <strong>de</strong> diagrama, Buenos Aires, Ed. Cactus, 2007, p. 115).<br />

29 Peter Handke, Fantasías <strong>de</strong> la repetición, Zaragoza, Ed. Prames, 2000, p. 63.<br />

30 «El dominio <strong>de</strong> la pintura, el control <strong>de</strong>l secado <strong>de</strong> los barnices, sus combinaciones, los craquelados, las salpicaduras,<br />

las reacciones químicas… procesos que sólo se dominan a través <strong>de</strong> una estancia que se transita sólo una vez, la <strong>de</strong>l<br />

tiempo. La pintura parece que adquiere una suerte <strong>de</strong> conciencia <strong>de</strong> sí misma» (Avelino Sala, «Caminos <strong>de</strong> soledad,<br />

nebulosas <strong>de</strong> espíritu y trazos sinceros. Tres constantes en la obra <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo» en Bernardo Sanjurjo. Pinturas<br />

2002–2003, Gijón, Galería Espacio Líquido, 2003, p. 10).<br />

31 «Las imágenes que Bernardo Sanjurjo crea han sufrido un proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>spojamiento, una evasión hacia la ausencia<br />

<strong>de</strong> color; sus cuadros se han oscurecido, se han lanzado a un ámbito en el que actualmente reflejan una madurez envidiable»<br />

(Avelino Sala, «Caminos <strong>de</strong> soledad, nebulosas <strong>de</strong> espíritu y trazos sinceros. Tres constantes en la obra <strong>de</strong><br />

Bernardo Sanjurjo», Bernardo Sanjurjo. Pinturas 2002–2003, Gijón, Galería Espacio Líquido, 2003, pp. 11–12).<br />

32 «Un teórico <strong>de</strong>l color mo<strong>de</strong>rno, que se llama Albers, extrae <strong>de</strong> todo eso una cosa que me parece muy concreta. Es lo<br />

que llama los estudios <strong>de</strong> cantidad, <strong>de</strong> la cantidad espacializante <strong>de</strong>l color, sea la cantidad pon<strong>de</strong>rable, el peso <strong>de</strong>l color.<br />

Termina diciendo: ‘Los estudios <strong>de</strong> cantidad nos conducen a pensar que, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> las reglas <strong>de</strong> armonía,<br />

todo color va o trabaja con cualquier otro si sus cantida<strong>de</strong>s son apropiadas’. Creo que esto es la pintura mo<strong>de</strong>rna» (Gilles<br />

Deleuze, Pintura. El concepto <strong>de</strong> diagrama, Buenos Aires, Ed. Cactus, 2007, p. 274).


la realidad pictórica <strong>de</strong> bernardo sanjurjo 19<br />

color hasta sus puras relaciones internas (calor–frío, expansión–contracción), entonces<br />

lo tienes todo» 33 . El <strong>de</strong>sarrollo pictórico <strong>de</strong> Sanjurjo es, en última instancia, un proceso<br />

<strong>de</strong> esencialización cromático y gestual hasta llegar a sus últimas y contun<strong>de</strong>ntes presencias.<br />

Félix Guisasola encuentra en su obra la eficacia plástica <strong>de</strong> la sugerencia, en esas formas<br />

sensuales en las que se entrevé «la proximidad <strong>de</strong>l cataclismo». Efectivamente, hay<br />

dramatismo en esos diálogos <strong>de</strong> colores elementales, en el retorno rítmico <strong>de</strong>l rojo, en la<br />

dialéctica entre el ver<strong>de</strong> y el azul que acaba componiendo una alegoría <strong>de</strong> la naturaleza. Un<br />

impacto <strong>de</strong> luto acaba dominando la escena: cuerpos <strong>de</strong> pintura negra o trazo grueso vertical<br />

que <strong>de</strong>ja una estela <strong>de</strong> presagios. Con una fi<strong>de</strong>lidad al complejo territorio <strong>de</strong> la abstracción,<br />

Sanjurjo ha combinado la contun<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> pintores como Kline con la sutileza <strong>de</strong><br />

Twombly, esa confianza en las briznas <strong>de</strong> la acción, una voluntad <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r a los pequeños<br />

<strong>de</strong>talles. Javier Barón ha subrayado el aspecto romántico presente en esta relectura<br />

<strong>de</strong>l expresionismo abstracto que «tiene su formulación más evi<strong>de</strong>nte en la preferencia<br />

por los tonos oscuros y la flui<strong>de</strong>z, algo acuática, <strong>de</strong> la pintura» 34 . Las pinturas <strong>de</strong> Bernardo<br />

Sanjurjo se aproximan, sin duda, a esa frontera expresiva romántica; se trata <strong>de</strong> una pintura<br />

<strong>de</strong> carácter telúrico, seminal, capaz <strong>de</strong> transmitir las más intensas sensaciones. «Mi<br />

alfabeto <strong>de</strong> formas –indica Bernardo Sanjurjo– tiene para mí un origen misterioso. Pero<br />

puedo <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las más recurrentes, (una forma negra, vertical, po<strong>de</strong>rosa, muy<br />

protagonista, que insistentemente se me aparecía en la imaginación para adquirir posteriormente<br />

presencia en mi pintura), pu<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r mucho más tar<strong>de</strong> que era una<br />

evocación <strong>de</strong> esas estacas clavadas tan a menudo en el mar o en las playas que siempre me<br />

impresionaron por su soledad y, por <strong>de</strong>cirlo así, su <strong>de</strong>samparo».<br />

Delacroix hablaba, en su Diario a mediados <strong>de</strong> 1824, <strong>de</strong>l «silencioso po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la pintura»,<br />

<strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> la «alegre suciedad» que anima el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> pintar y <strong>de</strong> las ganas<br />

<strong>de</strong> exten<strong>de</strong>r «sobre un lienzo pardo o rojo un buen color, graso y espeso». Un arte que<br />

podría enten<strong>de</strong>rse, a la manera <strong>de</strong> Gilpin, como el «<strong>de</strong>scanso <strong>de</strong>l intelecto», esto es, asumiendo<br />

la emoción sublime y, a partir <strong>de</strong> ese <strong>de</strong>leite extático, compren<strong>de</strong>r que ahí suce<strong>de</strong><br />

algo que imposibilita cualquier discurso o, por lo menos, lleva al olvido <strong>de</strong>liberado <strong>de</strong> todo<br />

afán <strong>de</strong> inteligibilidad. La misteriosa presencia <strong>de</strong>l cuadro es la <strong>de</strong> algo que, como establece<br />

el dictum horaciano, es semejante a la pintura; sin embargo, no sólo guarda silencio<br />

sino que parece impedir la consecución <strong>de</strong> un «sentido» verbal último. La obra <strong>de</strong> arte<br />

nos atrapa tanto en su impresión total cuanto por esos <strong>de</strong>talles que, en el cuadro, son el<br />

emblema <strong>de</strong>l proceso «a través <strong>de</strong>l cual la pintura alcanza su colmo hasta el punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar<br />

oír su silencio creador original» 35 . El <strong>de</strong>talle sobrecoge al cuadro y toca al espectador, los<br />

disloca y los pone en un estado <strong>de</strong> síncope significante. Lo que persigue Sanjurjo es la pintura<br />

absoluta, don<strong>de</strong> la forma–color se expan<strong>de</strong> y está a punto <strong>de</strong> ocuparlo todo. El gesto es<br />

huella cromática 36 , algo que incita a ser tocado.<br />

33 Gilles Deleuze, Francis Bacon. Lógica <strong>de</strong> la sensación, Madrid, Ed. Arena, 2002, p. 140.<br />

34 Javier Barón, «Perseverancia <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo en el Expresionismo Abstracto», Bernardo Sanjurjo, Oviedo, Museo<br />

<strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> Asturias, 1986, p. 5.<br />

35 Daniel Arasse, El <strong>de</strong>talle. Para una historia cercana <strong>de</strong> la pintura, Madrid, Ed. Abada, 2008, p. 382.<br />

36 «La pintura <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo se ha ido <strong>de</strong>sarrollando a través <strong>de</strong> un amplio diálogo interno entre formalismo y<br />

expresión (objetividad y subjetividad) sin que ninguno <strong>de</strong> los dos discursos artísticos haya prevalecido sobre el otro.


20 fernando castro f lórez<br />

La actualidad <strong>de</strong> lo sublime, nombrada por Barnett Newman, era un sentimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>leite<br />

al ocurrir algo y no más bien la nada, un acontecimiento, en el límite <strong>de</strong> lo expresable,<br />

<strong>de</strong>l que se rin<strong>de</strong> testimonio: un <strong>de</strong>spojamiento en el que se escapa <strong>de</strong> la angustia, la forma<br />

en la que lo trascen<strong>de</strong>nte se materializa 37 . Las obras <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo encarnan <strong>de</strong> lo<br />

<strong>de</strong>scomunal, ese raro lugar intermedio en el que pue<strong>de</strong> manifestarse lo sublime 38 , ese sentimiento<br />

<strong>de</strong> terror que permite que la razón se postule para evitar el naufragio <strong>de</strong>l concepto,<br />

es finalidad sin fin, umbral <strong>de</strong> lo que incierto. El encuentro con lo sublime tiene algo<br />

<strong>de</strong> chispa o <strong>de</strong>stello, lo que esperamos en ese momento sin cronología es el advenimiento<br />

<strong>de</strong> la poesía. Ese un escalofrío metafísico 39 , propio <strong>de</strong>l sentimiento sublime, nos <strong>de</strong>ja, en todos<br />

los sentidos, sin palabras: es la presencia, con su oscuridad, lujo y silencio lo que nos<br />

invita a <strong>de</strong>tenernos. Se trata, en última instancia, <strong>de</strong> reconocerse en la belleza. La pintura<br />

<strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo, como la <strong>de</strong> Barnett Newman, impone en el espectador una impresión<br />

<strong>de</strong> lugar: es como si gracias a sus cuadros, uno supiera que está allí. Ese misterio metafísico,<br />

mezcla <strong>de</strong> asombro y fervor junto al <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> producir allí algún tipo <strong>de</strong> «sentido»,<br />

hace que la obra se mantenga abierta como un territorio que tenemos que habitar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

más extrema sutileza. En una ocasión le preguntaron al escritor Vladimir Nabokov si en<br />

la vida le sorprendía algo, a lo que respondió que la maravilla <strong>de</strong> la conciencia, «esa ventana<br />

que repentinamente se abre a un paisaje soleado en plena noche <strong>de</strong>l no ser». Sanjurjo<br />

abre, por medio <strong>de</strong> sus pinturas, esa ventana <strong>de</strong> lo maravilloso; frente al rego<strong>de</strong>o en lo repugnante<br />

40 impone composiciones <strong>de</strong> gestos <strong>de</strong>cididos; traza espacios don<strong>de</strong> el encuentro<br />

La mano <strong>de</strong>l pintor los equilibra, haciendo que las gran<strong>de</strong>s superficies <strong>de</strong> color se agiten o venciendo el <strong>de</strong>sgarro con la<br />

tonalidad. Son muchos los recursos plásticos con los que cuenta la pintura mo<strong>de</strong>rna, <strong>de</strong> ahí que en el caso <strong>de</strong> Bernardo<br />

Sanjurjo no sólo interese la maestría con la que los usa, sino el acierto con que los incorpora a su obra: la materia se hace<br />

superficie o el gesto se alarga con el color. Este aspecto, sin duda uno <strong>de</strong> los más característicos y mejor <strong>de</strong>sarrollados<br />

por Bernardo Sanjurjo, ha permitido que, a pesar <strong>de</strong>l raro halo <strong>de</strong> tranquilidad que cubre su obra, se pueda entrever<br />

–perversidad <strong>de</strong>l silencio– la proximidad <strong>de</strong>l cataclismo» (Félix Guisasola, «Bernardo Sanjurjo: ahondar en la abstracción»,<br />

Bernardo Sanjurjo. Diez años <strong>de</strong> pintura, Gijón, Palacio <strong>de</strong> Revillagigedo, 1996, pp. 43–44).<br />

37 «Lo inexpresable no resi<strong>de</strong> en un más allá lejos, en otro mundo, otro tiempo, sino en esto: que suceda (algo). En la<br />

<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l arte pictórico, lo in<strong>de</strong>terminado, el ‘suce<strong>de</strong>’, es el color, el cuadro» (Jean–Francois Lyotard, «Lo<br />

sublime y la vanguardia», Lo inhumano. Charlas sobre el tiempo, Buenos Aires, Ed. Manantial, 1998, p. 98).<br />

38 «El buen lugar, el topos i<strong>de</strong>al para la experiencia <strong>de</strong> lo sublime, para la ina<strong>de</strong>cuación entre la presentación y lo impresentable,<br />

será un lugar intermedio, un lugar medio <strong>de</strong>l cuerpo que proporciona un máximo estético sin per<strong>de</strong>rse<br />

en el infinito matemático. Debe haber allí un cuerpo a cuerpo: el cuerpo ‘sublime’ (el que provoca el sentimiento <strong>de</strong><br />

lo sublime) <strong>de</strong>be estar lo bastante lejos para que el tamaño máximo aparezca y permanezca sensible, lo bastante cerca<br />

para ser visto y ‘comprendido’, para no per<strong>de</strong>rse en lo in<strong>de</strong>finido matemático. A–lejamiento regulado, medido, entre un<br />

<strong>de</strong>masiado cerca y un <strong>de</strong>masiado lejos» (Jacques Derrida, La verdad en pintura, Buenos Aires, Ed. Paidós, 2001, p. 149).<br />

39 «Cabe <strong>de</strong>cir que hoy <strong>de</strong>bemos enten<strong>de</strong>r lo sublime <strong>de</strong> otra manera; hay que <strong>de</strong>spojar a esta noción <strong>de</strong> su pomposidad<br />

neoclásica, <strong>de</strong> su hinchazón alpina, <strong>de</strong> su exageración teatral. Hoy, lo sublime es en primer lugar una experiencia <strong>de</strong>l<br />

misterio <strong>de</strong>l mundo, un escalofrío metafísico, una gran sorpresa, un <strong>de</strong>slumbramiento y una sensación <strong>de</strong> estar cerca<br />

<strong>de</strong> lo inefable (naturalmente, todos estos escalofríos tienen que encontrar una forma artística)» (Adam Zagajewski,<br />

«Observaciones acerca <strong>de</strong>l estilo sublime», En <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l fervor, Barcelona, Ed. El Acantilado, 2005, pp. 43–44).<br />

40 «Un mundo absolutamente repugnante no sería un mundo en el que quisiéramos estar conscientes mucho tiempo, ni<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego vivir una vida que perdiera su sentido sin la luz <strong>de</strong>l sol. Si yo señalo un cuadro y lo <strong>de</strong>claro sublime, alguien<br />

podría corregirme y <strong>de</strong>cirme que estoy confundiendo lo bello y lo sublime. Yo citaría entonces a Nabokov: contestaría<br />

que lo bello es sublime ‘en plena noche <strong>de</strong>l no ser’. Kant pone en juego estas consi<strong>de</strong>raciones en la formulación antes señalada:<br />

‘Lo sublime es lo que no pue<strong>de</strong> ser concebido sin revelar una facultad <strong>de</strong>l espíritu que exce<strong>de</strong> toda medida <strong>de</strong> los<br />

sentidos’. Por mi parte, y no sin malicia, yo podría añadir: es sublime porque está en la mente <strong>de</strong>l espectador. La belleza


la realidad pictórica <strong>de</strong> bernardo sanjurjo 21<br />

nos encuentra; marca, alegóricamente, caminos que hacen que nos a<strong>de</strong>ntremos en lo que<br />

salva: la poesía.<br />

No cabe duda <strong>de</strong> que Sanjurjo ha sabido <strong>de</strong>splazarse e imaginar más allá <strong>de</strong> la sombra 41 .<br />

«En arte, tanto en pintura como en música, no se trata <strong>de</strong> reproducir o <strong>de</strong> inventar formas<br />

sino <strong>de</strong> captar fuerzas. Incluso por esto es por lo que ningún arte es figurativo. La célebre<br />

fórmula <strong>de</strong> Klee ‘no hacer lo visible, sino hacer visible’ no significa otra cosa. La tarea <strong>de</strong><br />

la pintura se <strong>de</strong>fine como el intento <strong>de</strong> hacer visibles fuerzas que no lo son» 42 . Y eso suce<strong>de</strong>,<br />

<strong>de</strong> forma espléndida, en toda la obra <strong>de</strong> Sanjurjo y, especialmente, en sus cuadros<br />

últimos <strong>de</strong> una riqueza que apenas pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scribirse. Las sensaciones y las visiones pue<strong>de</strong>n<br />

sedimentarse en el lienzo <strong>de</strong> muchas formas, pero también la mano pue<strong>de</strong> guiarse por<br />

impulsos que no tengan nada que ver el concepto o con la estructura <strong>de</strong> la representación.<br />

El pintor, como dijo Valery, aporta su cuerpo, «sumergido en lo visible, por su cuerpo,<br />

siendo él mismo visible, el vi<strong>de</strong>nte no se apropia <strong>de</strong> lo que ve: sólo se acerca por la mirada,<br />

se abre al mundo» 43 . Sanjurjo no ceja en su trabajo cromático <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la potencia propia<br />

<strong>de</strong> lo matérico. Hay algo <strong>de</strong> aquella aspiración rothkiana a que el cuadro fuera, más que<br />

un mero rego<strong>de</strong>o en las relaciones entre los distintos colores, un vehículo para expresar<br />

emociones 44 . Si, por un lado, esta pintura concienzuda, que ha transitado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los paisajes<br />

magmáticos <strong>de</strong> los setenta a las manchas eufóricas actuales 45 , respon<strong>de</strong> a la heroica<br />

búsqueda estética <strong>de</strong> lo absoluto 46 , no <strong>de</strong>ja, por ello, <strong>de</strong> ser una afirmación <strong>de</strong> lo terrenal,<br />

reclamando una visión háptica, un cordial tacto <strong>de</strong> la materia.<br />

De entre todas las artes, según apuntó Deleuze, la pintura es la única que integra necesariamente,<br />

«histéricamente», su propia catástrofe, y se constituye <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces como<br />

es, para el arte, una opción y no una condición necesaria. Pero no es una opción para la vida. Es una condición necesaria<br />

para la vida que nos gustaría vivir. Y por eso la belleza, a diferencia <strong>de</strong> otras cualida<strong>de</strong>s estéticas, lo sublime incluido, es<br />

un valor» (Arthur C. Danto, El abuso <strong>de</strong> la belleza. La estética y el concepto <strong>de</strong>l arte, Barcelona, Ed. Paidós, 2005, p. 223).<br />

41 «‘Más allá <strong>de</strong> la sombra’ es una expresión que aparece, quizá más <strong>de</strong> una vez en mi escritura y, por su lado, en las piezas<br />

<strong>de</strong> Sanjurjo, el que podríamos llamar primer término consiste también en una propuesta visual sombría. A partir <strong>de</strong><br />

ésta, Sanjurjo organiza la sucesión forma/color en una serie <strong>de</strong> superposiciones o, dicho <strong>de</strong> otra manera, hace que la<br />

or<strong>de</strong>nación cromática y formal se organice «más allá <strong>de</strong> la sombra», ‘<strong>de</strong>trás’ <strong>de</strong> un primer término sombrío» (Antonio<br />

Gamoneda, «Más allá <strong>de</strong> la sombra», Bernardo Sanjurjo. Obra Gráfica 1999–2002. Antonio Gamoneda. Poemas 2002. Más<br />

allá <strong>de</strong> la sombra, Oviedo, Museo <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> Asturias, 2002, pp. 10–11).<br />

42 Gilles Deleuze, Francis Bacon. Lógica <strong>de</strong> la sensación, Madrid, Ed. Arena, 2002, p. 63.<br />

43 Maurice Merleau–Ponty, El ojo y el espíritu, Barcelona, Ed. Paidós, 1986, p. 16.<br />

44 Rothko señaló, explícitamente, que a él no le interesaban las relaciones <strong>de</strong> color ni <strong>de</strong> forma ni <strong>de</strong> ninguna cosa: «sólo<br />

me interesa expresar emociones humanas básicas: tragedia, éxtasis, perdición y cosas así» (Rothko en S. Rodman, Conversations<br />

with Artist, Nueva York, 1957, p. 93).<br />

45 «Cabría hablar <strong>de</strong> una sucesión <strong>de</strong> evocación que va <strong>de</strong> los paisajes magmáticos <strong>de</strong> los años 70 a las formas híbridas <strong>de</strong><br />

paisaje y geometría <strong>de</strong> principios <strong>de</strong> los años 80, con incorporación <strong>de</strong> signos cruciformes, y a la irrupción <strong>de</strong> las ‘cabezas<br />

cortadas’ <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong> los 80 –con <strong>de</strong>sarrollos subsiguientes: las ‘cabezas hendidas o rotas’ y las ‘cabezuelas vaciadas’<br />

<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> los 80–. Luego hay un periodo a principios <strong>de</strong> los años 90, en que parecen signos <strong>de</strong> fertilización –el rayo, la<br />

<strong>de</strong>scarga, la herida luminosa– hasta llegar a un episodio <strong>de</strong> explosión, con las gran<strong>de</strong>s erupciones volcánicas, geohumanas,<br />

<strong>de</strong> los primeros años 90, toda una cosmogonía; y la inquietante erupción luego <strong>de</strong> los fantasmas antropomórficos,<br />

que se resuelve finalmente, en una conjunción titánica <strong>de</strong> geología y biología, en las gran<strong>de</strong>s manchas y formas viscéricas<br />

<strong>de</strong>l final <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> los 90. Conjunción titánica, digo, en sentido propio: tiempo en que seres vivos y tectónicos vivían<br />

confundidos» (Pedro <strong>de</strong> Silva, «¿Quién anda ahí?», Bernardo Sanjurjo, Oviedo, Galería Vértice, 2007).<br />

46 Cfr. John Golding, Caminos a lo absoluto. Mondrian, Malévich, Kandinsky, Pollock, Newman, Rothko y Still, Madrid, Ed.<br />

Turner–Fondo <strong>de</strong> Cultura Económica, 2003, pp. 199-226.


22 fernando castro f lórez<br />

huida hacia <strong>de</strong>lante 47 . En unas conversaciones, Bram Van Vel<strong>de</strong> <strong>de</strong>claraba que pintar es<br />

acercarse a la nada, al vacío: el artista es el portador <strong>de</strong> la vida o, mejor, es alguien que vive<br />

un secreto que tiene que manifestar. La pintura no existe sino en virtud <strong>de</strong> su <strong>de</strong>slizamiento<br />

hacia lo <strong>de</strong>sconocido, es un cúmulo <strong>de</strong> miradas, algo que fascina y también una superficie<br />

que se reserva: «cosa terrible, puesto que la pintura es el hundimiento, la inmersión y no<br />

obstante, por terrible que sea, esa cosa no comporta sin embargo tristeza alguna» 48 . La imagen<br />

estimula, no hace per<strong>de</strong>r, en ningún sentido, la esperanza. Más allá <strong>de</strong> los diagnósticos funerarios,<br />

los creadores actuales saben que las excusas no cuentan en el arte, cada gesto es<br />

un paso más al encuentro <strong>de</strong> lo <strong>de</strong>sconocido, un sincero esfuerzo hacia lo imposible.<br />

Nosotros somos los huérfanos <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong>squiciado, los mero<strong>de</strong>adores <strong>de</strong>l grado cero,<br />

esto es, hemos experimentado, mediáticamente, la gran <strong>de</strong>molición. La catástrofe es, en<br />

todos los sentidos, nuestro <strong>de</strong>stino y acaso eso sea lo que hace al arte urgente, no como<br />

consuelo o velo encubridor, sino como aquella lúcida mirada que es capaz <strong>de</strong> afrontar lo<br />

peor. Cuando lo real ha sido suplantado por el simulacro, en ese imperio <strong>de</strong> la pantalla<br />

total, sigue siendo un <strong>de</strong>safío la experiencia contemplativa, esa presencia plena 49 que encontramos,<br />

por ejemplo, en un cuadro. Si se pier<strong>de</strong> el tiempo <strong>de</strong> la sensación todo quedará<br />

a la <strong>de</strong>riva: aquel gesto absoluto que anunciaba el vacío en la pintura <strong>de</strong> Rothko es, en<br />

realidad, una <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> plenitud. Novalis, el autor <strong>de</strong> Los himnos <strong>de</strong> la noche, escribió<br />

que nada es más poético que recordar y presentir e imaginar el futuro. Las figuraciones<br />

<strong>de</strong>l pasado nos empujan hacia la muerte y la extinción, mientras que las figuras <strong>de</strong>l futuro<br />

nos impulsan a vivificar y resumir, a la actividad asimiladora; <strong>de</strong> ahí que todo recuerdo<br />

sea triste y los presentimientos, casi siempre, alegres: «aquél templa la vivacidad excesiva,<br />

éste enaltece una vida <strong>de</strong>masiado lánguida. El presente común une pasado y futuro<br />

mediante la limitación. Surge contigüidad, cristalización al congelarse. Existe, no obstante,<br />

un presente espiritual que i<strong>de</strong>ntifica ambos por medio <strong>de</strong> la disolución, y tal mezcla<br />

es el elemento, la atmósfera <strong>de</strong>l poeta». Bernardo Sanjurjo quiere, por todos los medios,<br />

mantener la gracia <strong>de</strong>l instante, esa experiencia <strong>de</strong>l tiempo que no es tan fugaz, tan difícil<br />

y tan docta <strong>de</strong> la duración, «sino antes bien la experiencia <strong>de</strong>spreocupada <strong>de</strong>l instante,<br />

47 «Es como una catástrofe acontecida sobre el lienzo, en los datos figurativos y probabilísticas. Es como el surgimiento <strong>de</strong><br />

otro mundo. Porque esas marcas y esos trazos son irracionales, involuntarios, acci<strong>de</strong>ntales, libres, al azar. No son representativos,<br />

no ilustrativos, no narrativos. Pero tampoco son significativos ni significantes: son trazos asignificantes.<br />

Son trazos <strong>de</strong> sensación, pero sensaciones confusas (las sensaciones confusas que se suscitan al nacer, <strong>de</strong>cía Cézanne).<br />

Y sobre todo, son trazos manuales. Aquí es don<strong>de</strong> el pintor opera con rodilla, escobilla, brocha o esponja; cuando tira la<br />

pintura con la mano. Es como si la mano adquiriera in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, y pasara al servicio <strong>de</strong> otras fuerzas, trazando marcas<br />

que no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> nuestra voluntad ni <strong>de</strong> nuestra vista. Esas marcas manuales casi ciegas dan testimonio, por tanto,<br />

<strong>de</strong> la intrusión <strong>de</strong> otro mundo en el mundo visual <strong>de</strong> la figuración. Sustraen, por una parte, el cuadro a la organización<br />

óptica que ya reinaba sobre él, y <strong>de</strong> antemano lo hacía figurativo. Se ha interpuesto la mano <strong>de</strong>l pintor, para sacudir su<br />

propia <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y para quebrar la organización óptica soberana: ya no se ve nada, como en una catástrofe, un caos»<br />

(Gilles Deleuze, Francis Bacon. Lógica <strong>de</strong> la sensación, Madrid, Ed. Arena, 2002, pp. 102–103).<br />

48 Roger Laporte, Bram Van Vel<strong>de</strong> o esa pequeña cosa que fascina, Las Palmas <strong>de</strong> Gran Canaria, Ed. Aspho<strong>de</strong>l, 1984, pp. 22–23.<br />

49 «Es este continuo y completo estar presente [presentness] lo que podría equivaler a la perpetua creación <strong>de</strong> sí mismo, lo<br />

que se experimenta como una especie <strong>de</strong> instantaneidad, como si uno fuera infinitamente más perspicaz, <strong>de</strong> tal modo<br />

que un instante único e infinitamente breve pudiera ser suficiente para verlo todo, para percibir la obra en su profundidad<br />

y riqueza, para que nos convenciese <strong>de</strong> una manera <strong>de</strong>finitiva» (Michel Fried, «Arte y objetualidad» en Arte y<br />

objetualidad. Ensayos y reseñas, Madrid, Ed. La Balsa <strong>de</strong> la Medusa, 2004, p. 193).


la realidad pictórica <strong>de</strong> bernardo sanjurjo 23<br />

aprehendido siempre en su inmovilidad. Todo lo que es simple, todo lo que nosotros es<br />

fuerte, todo lo que es incluso durable, es el don <strong>de</strong>l instante» 50 . Esa pintura, poética y<br />

llena <strong>de</strong> energía, nos atrapa, hace que pensemos en un tiempo <strong>de</strong> plenitud que no está<br />

dado, ni mucho menos, sino que tiene el carácter <strong>de</strong> una llamada seductora. Sanjurjo no<br />

<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> pensar en aquella necesidad que Pollock manifestara <strong>de</strong> «hacer lo real» 51 y así su<br />

con<strong>de</strong>nsación pictórica, esa extraordinaria narración <strong>de</strong>l espacio a partir <strong>de</strong>l color y <strong>de</strong> la<br />

mancha amplificada termina por ser una realidad mucho más intensa que esa en la que<br />

habitualmente nos «<strong>de</strong>jamos ir». La flui<strong>de</strong>z <strong>de</strong>tenida <strong>de</strong> sus cuadros pue<strong>de</strong> aludir a una<br />

vida que conoce sus límites, a la manera délfica, pero que no por ello <strong>de</strong>sespera. Y, a pesar<br />

<strong>de</strong> todo, hay una conciencia <strong>de</strong> la tarea <strong>de</strong>l arte como algo semejante a la <strong>de</strong> Sísifo:<br />

«‘La pintura es imposible’, lanza Sanjurjo a la cara con total sequedad, como un disparo,<br />

sin dar explicaciones. Quiere <strong>de</strong>cir: es búsqueda siempre infructuosa, siempre fallida o al<br />

menos inconsumada. Pero ese imposible, incognoscible, irrepresentable, es uno mismo.<br />

Toda pintura es finalmente autorretrato» 52 .<br />

50 Gaston Bachelard, La intuición <strong>de</strong>l instante, México, Ed. Fondo <strong>de</strong> Cultura Económica, 1986, p. 31.<br />

51 «Miro –dijo Pollock– al mundo con todo el realismo que puedo. Y cuando vuelvo a ponerme ante el lienzo, es allí don<strong>de</strong><br />

el mundo se hace misterioso. Lo que pasa es impre<strong>de</strong>cible y sorpren<strong>de</strong>nte, un fantasma que hay que cazar y hacer real».<br />

52 Pedro <strong>de</strong> Silva, «¿Quién anda ahí?», Bernardo Sanjurjo, Oviedo, Galería Vértice, 2007.


Silencios, poemas y pinturas imposibles<br />

ÁNGEL ANToNIo RodRíGUEz<br />

The problem of a painting is physical and metaphysical,<br />

the same as I think life is physical and metaphysical<br />

Barnett Newman<br />

Hace medio siglo, cuando ya brillaban en la sociedad norteamericana los artistas <strong>de</strong>l<br />

Greenwich Village, Bob Dylan, John Cage y los poetas beat, la fuerza expresionista había<br />

perdido gran parte <strong>de</strong> su vitalidad inicial hechizada bajo el brillo <strong>de</strong> esas nuevas lecturas,<br />

que trascendían más allá <strong>de</strong> lo cotidiano. «El pintor contemporáneo percibe que está en<br />

el umbral <strong>de</strong> una nueva época en la que los aspectos <strong>de</strong>corativos o plásticos <strong>de</strong> su arte <strong>de</strong>berán<br />

ser trascendidos, <strong>de</strong> manera que el pintor pueda proyectar en el arte su concepto»,<br />

<strong>de</strong>cía entonces Barnett Newman. Artista y teórico, postulaba nuevos diálogos entre<br />

lo plástico –la glorificación <strong>de</strong> las formas– y lo plásmico, las creaciones fruto <strong>de</strong> un pensamiento<br />

abstracto. Cauces más sutiles, vibraciones don<strong>de</strong> otros compañeros <strong>de</strong> generación<br />

<strong>de</strong>bían aspirar a superar lo <strong>de</strong>corativo, la gestualidad vacía, y entroncar con pensamientos<br />

más complejos, reflexiones alejadas <strong>de</strong> lo superficial, meditaciones fenomenológicas capaces<br />

<strong>de</strong> aglutinar vida y pintura. Libertad para expresar, actuar y crear, en fin, un universo<br />

metalingüístico, y generar preguntas en las retinas <strong>de</strong>l público para ofrecer respuestas,<br />

<strong>de</strong>l mismo modo que la filosofía ansía la posesión <strong>de</strong> la verdad.<br />

El pensamiento <strong>de</strong> Newman marcaba, en cierto modo, una discrepancia entre el patetismo<br />

contemplativo y la tragedia <strong>de</strong> lo inteligible, con alusiones a las tesis platónicas en<br />

ese rechazo <strong>de</strong>l arte mimético, incapaz <strong>de</strong> brillar más que la propia naturaleza. Otros <strong>de</strong>-


26 ángel antonio rodríguez<br />

sarrollaron también un corpus teórico sobre sus trabajos (Motherwell, Rothko, Albers…)<br />

y junto a filósofos y literatos establecieron los puentes oportunos para relacionar pensamiento<br />

y creatividad. Seguramente, sin las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Benjamin, Baudrillard o Liotard sus<br />

inquietu<strong>de</strong>s se habrían quedado en el ámbito <strong>de</strong> la anécdota histórica porque, como diría<br />

Malraux, «los artistas teorizan sobre lo que quieren hacer, pero hacen lo que pue<strong>de</strong>n». Si<br />

Platón <strong>de</strong>sconfiaba <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong> seducción <strong>de</strong> los artistas, Newman aboga por una<br />

pintura autónoma que no precise representar, aún cuando surja <strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la experiencia<br />

previa, ni tampoco caer en signos o símbolos enraizados en la condición humana,<br />

en el inconsciente colectivo o en los rituales heredados <strong>de</strong> los arquetipos <strong>de</strong> Jung. El psicólogo<br />

suizo insistía, a este respecto, en que no son «representaciones heredadas, sino posibilida<strong>de</strong>s<br />

heredadas <strong>de</strong> representaciones. No son herencias individuales sino, en lo esencial,<br />

generales, como se pue<strong>de</strong> comprobar por ser los arquetipos un fenómeno universal».<br />

Para que la pintura posea existencia propia <strong>de</strong>be prescindir <strong>de</strong> cualquier relación externa<br />

y, más allá <strong>de</strong> lo orgánico o lo inorgánico, generar una suerte <strong>de</strong> fenómeno personal,<br />

proceso vital, emotivo, que captura un instante. Una ten<strong>de</strong>ncia innata a generar imágenes<br />

con carga emocional, que expresan la primacía relacional <strong>de</strong> la vida humana y la <strong>de</strong>svinculan<br />

<strong>de</strong>l mundo exterior sin caer en una interiorización azarosa. Procurar que el cuadro<br />

adquiera realida<strong>de</strong>s objetuales invadiendo el espacio receptor. Por eso hay quienes siguen<br />

apostando por las superficies sobrias, las gran<strong>de</strong>s texturas, las formas informes y un dibujo<br />

que, apenas perceptible, comprime la verdad <strong>de</strong>l conjunto.<br />

Estos planteamientos marcan nexos <strong>de</strong> unión con el caso que nos ocupa, aunque no son<br />

formales ni esencialmente plásticos. Son, más bien, actitu<strong>de</strong>s para abonar un camino <strong>de</strong><br />

siembra y recogida en la cosecha más reciente <strong>de</strong>l asturiano Bernardo Sanjurjo (Barres,<br />

Castropol, 1940), que presenta en el <strong>Círculo</strong> <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> Madrid una selección <strong>de</strong><br />

pinturas realizadas estos tres últimos años y varias carpetas <strong>de</strong> serigrafías con versos<br />

<strong>de</strong> poetas cercanos, como Antonio Gamoneda, Marcos Canteli, José-Miguel Ullán y Olvido<br />

García Valdés. Me parecen importantes las teorías <strong>de</strong> Newman, entre otras cosas, porque<br />

los pactos <strong>de</strong> Sanjurjo con sus cuadros siempre han sido los mismos. El asturiano mantiene<br />

una inusual armonía (no sé si consciente o inconsciente) entre lo físico y lo metafísico,<br />

logrando un equilibrio tan sorpren<strong>de</strong>nte como obsesivo que se ha venido intensificando en<br />

su larga trayectoria y, especialmente, tras su jubilación hace diez años como profesor <strong>de</strong> la<br />

Escuela <strong>de</strong> Arte <strong>de</strong> Oviedo. No en vano, es uno <strong>de</strong> los pocos pintores españoles que aún se<br />

permite el lujo <strong>de</strong> insistir una y otra vez en las mismas obsesiones sin caer en la monotonía.<br />

Su poética, transformada siempre en un yo vivencial, elimina toda posibilidad <strong>de</strong> mímesis.<br />

serenidad vital<br />

Licenciado en la Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> San Fernando, en Madrid, y Doctor por la<br />

Universidad Complutense, Sanjurjo siempre ha llevado su pasión formativa a varios frentes.<br />

Primero, hacia sí mismo, para beber <strong>de</strong> los clásicos y estudiar a los gran<strong>de</strong>s maestros<br />

<strong>de</strong> las vanguardias y las nuevas corrientes estéticas que revolucionaron el arte internacional<br />

en la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo xx. Luego, hacia sus miles <strong>de</strong> alumnos, durante su estan-


silencios, poemas y pinturas imposibles 27<br />

cia como profesor por la Escuela <strong>de</strong> <strong>Artes</strong> Aplicadas <strong>de</strong> Madrid y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1973, en Oviedo,<br />

don<strong>de</strong> fue director <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1975 a 1990 revitalizando <strong>de</strong>partamentos y talleres. Pintor, grabador<br />

y muralista, suyos son los gran<strong>de</strong>s paneles que reciben a los visitantes <strong>de</strong>l Hospital<br />

Central <strong>de</strong> Asturias y la Facultad <strong>de</strong> Humanida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Campus <strong>de</strong>l Milán, en Oviedo, bajo<br />

una línea estética que entronca con esa herencia <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s maestros <strong>de</strong>l expresionismo<br />

abstracto. En su enorme currículo, con casi setenta exposiciones individuales e innumerables<br />

colectivas, <strong>de</strong>stacan en Asturias las retrospectivas <strong>de</strong>l Museo <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong><br />

(Oviedo, 1986) y el Centro Internacional <strong>de</strong> Arte Palacio Revillagigedo (Gijón, 1996), aunque<br />

también presentó sus pinturas en otras galerías españolas y en Francia (Galería Lhote,<br />

La Rochelle, 1975) y Estados Unidos (Bárbara Walter Gallery, Nueva York, 1980). En plena<br />

madurez, la muestra <strong>de</strong>l <strong>Círculo</strong> supone su gran presentación en la esfera madrileña, don<strong>de</strong><br />

ha expuesto en muy pocas ocasiones.<br />

Cuando Sanjurjo regresó <strong>de</strong>finitivamente a Asturias, tras aquella estancia inicial en la<br />

capital, los cambios que llevaban <strong>de</strong> la España <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo a la España <strong>de</strong> la transición<br />

<strong>de</strong>mocrática se notaban en distintos planos. La actitud cosmopolita <strong>de</strong> muchos creadores,<br />

la proliferación <strong>de</strong> tertulias, grupos y asociaciones y el crecimiento urbanístico aumentaban<br />

la intelectualidad y la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> consumo en Avilés, Gijón y Oviedo, animando<br />

a galerías nacientes y a un mo<strong>de</strong>rado pero entusiasta coleccionismo. La <strong>de</strong>manda<br />

<strong>de</strong> centros <strong>de</strong> enseñanza, salas, ayudas institucionales y certámenes impulsó, poco a poco,<br />

a un colectivo minoritario y <strong>de</strong>cidido a romper con la tradición mal entendida. Sanjurjo,<br />

hoy veterano <strong>de</strong> lujo, ha sido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su juventud uno <strong>de</strong> los dinamizadores <strong>de</strong> la Asturias<br />

cultural. En sus inicios, la pintura asturiana, como el resto <strong>de</strong>l país, vivía la convivencia<br />

<strong>de</strong>l informalismo con nuevas formas <strong>de</strong> abstracción líricas, analíticas y geométricas, con<br />

el realismo social, el neoexpresionismo y el pop, en un variado espectro estético. El panorama<br />

se enriqueció a finales <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> los setenta con los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> la pinturapintura,<br />

las primeras instalaciones, los movimientos conceptuales y el minimalismo, en<br />

una convivencia que a la vera <strong>de</strong>l Cantábrico resultó bastante pacífica.<br />

Partiendo <strong>de</strong> las estilizaciones paisajísticas <strong>de</strong> la ría <strong>de</strong>l Eo, en la zona don<strong>de</strong> nació, con<br />

ondulados paisajes y austeras mutaciones <strong>de</strong> línea y mancha que discurrían por rutas figurativas,<br />

Sanjurjo <strong>de</strong>rivó rápidamente hacia esa materialidad expresionista, fluida y abstracta,<br />

que ha venido caracterizando su obra. La abundancia <strong>de</strong> gestos, la libertad matérica<br />

y el énfasis concedido al propio acto <strong>de</strong> pintar, bajo una expresión subjetiva, aludía a la<br />

fuerza primaria <strong>de</strong>l instinto, los espacios profundos y las texturas palpables <strong>de</strong> su particular<br />

action-painting, norteña y lúcida. Complejidad y renovación marcan cada una <strong>de</strong> sus<br />

etapas, don<strong>de</strong> permanece inalterable esa potencialidad, una continua tensión que se manifiesta<br />

en escenografías repletas <strong>de</strong> vigor y movimiento.<br />

retiro cotidiano<br />

Sosiego y reflexión. Serenidad y misterio. Dialécticas comunes, íntimas, inspiran en este<br />

2010 a quien logra penetrar el sancta santorum sanjurjiano, don<strong>de</strong> el sol y la lluvia comparten<br />

protagonismo sobre los altos lucernarios <strong>de</strong> un gran piso en el centro <strong>de</strong> Oviedo,


28 ángel antonio rodríguez<br />

reformado y ampliado. La sobriedad arquitectónica <strong>de</strong>l local contrasta aquí con el aparente<br />

<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n que generan <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong> cuadros, centenares <strong>de</strong> libros y un sinfín <strong>de</strong> herramientas<br />

<strong>de</strong> trabajo, mientras las plantas se multiplican cada temporada, invadiendo todos<br />

los rincones. Un espacio enorme que, sin embargo, resulta abigarrado cuando tratamos <strong>de</strong><br />

seguir los pasos <strong>de</strong> Sanjurjo por estos aleatorios pasillos que comparten su soledad.<br />

A Sanjurjo le gusta el retiro cotidiano y ama el silencio pero, seis años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> fallecer<br />

su esposa, Françoise Peron, aún no se ha acostumbrado a ciertos vacíos: «Es inevitable<br />

–dice– que hoy reflexione más sobre la vida, el paso <strong>de</strong>l tiempo y esa verdad rotunda<br />

e inmutable <strong>de</strong> la muerte. Y supongo que estas experiencias se advierten en mis últimas<br />

pinturas». Su peculiar abstracción, que también afronta con periodicidad en su otro estudio<br />

familiar <strong>de</strong>l pueblo natal, en el occi<strong>de</strong>nte asturiano, es un espejo <strong>de</strong> esa personalidad<br />

aparentemente hermética pero finalmente <strong>de</strong>sbordante. Su vida y su obra se <strong>de</strong>baten en<br />

un concienzudo análisis <strong>de</strong> lo sublime, bajo el respeto a la materia y la austeridad, compañeras<br />

en este viaje que hoy se nos muestra.<br />

Todo eso es posible <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la rigurosidad <strong>de</strong> quien ama la pintura y se enfrenta cada día<br />

a ella como medio y fin <strong>de</strong> cada esfuerzo. «La pintura es imposible», suele sentenciar.<br />

Obras <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s formatos, con abundancia <strong>de</strong> ritmos verticales, que alternan colores negros,<br />

azules, ver<strong>de</strong>s y rojos sin remilgos ni amaneramientos. «Es una experiencia vital, un<br />

acto implícito al tuétano <strong>de</strong>l artista. Hay que vomitar las cosas que te preocupan, i<strong>de</strong>ntificarte<br />

con ellas y contar tu vida en tu obra». Pintura <strong>de</strong>spojada, para que nada obstaculice<br />

el acto <strong>de</strong> pintar, en la que forma, color y composición quizás sólo sean elementos auxiliares.<br />

Porque lo <strong>de</strong>terminante es otra cosa, esa ética ejemplar que el pintor <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> más allá<br />

<strong>de</strong> la palabra o la crítica. Ese <strong>de</strong>sasosiego dramático que, a veces, lleva a Sanjurjo hacia algún<br />

cuadro tremendamente negro. Repleto <strong>de</strong> gradaciones, pero negro. Muy negro. Henchido<br />

<strong>de</strong> capas negras, <strong>de</strong> rasgados negros, <strong>de</strong> pigmentos negros. Negro, misteriosamente<br />

negro, antesala <strong>de</strong> esa revelación esperada tras el acto pictórico.<br />

En la metafísica personal <strong>de</strong> Sanjurjo (Pedro <strong>de</strong> Silva la encontraba, en su anterior<br />

exposición, bajo «el mundo <strong>de</strong> las partículas irreductibles o, tal vez, en la partícula última,<br />

bajo sus variantes: el núcleo final <strong>de</strong> todas las cosas, que a la vez pue<strong>de</strong> ser su propia<br />

alma») late una cosmovisión que, ajena a lo exterior, posee suficiente carga emocional<br />

para sus mutaciones infinitas. Fuertes contrastes <strong>de</strong> color, gran<strong>de</strong>s empastes, bor<strong>de</strong>s<br />

gruesos, luces inquietantes, el cuadro como pequeña parte <strong>de</strong> un todo, <strong>de</strong> un futuro posible,<br />

en una perenne expectación. Si bien es cierto que lo sublime romántico suponía el<br />

posicionamiento <strong>de</strong> la mirada solitaria, hoy la cosa ya no funciona así, y es posible que no<br />

que<strong>de</strong> más opción, como dice Fernando Castro, que «vivir la experiencia contemplativa<br />

como un <strong>de</strong>safío, esa presencia plena que encontramos, por ejemplo, en un cuadro». El<br />

drama <strong>de</strong> Sanjurjo se escenifica <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l lienzo, pero necesita que los espectadores formemos<br />

parte activa <strong>de</strong> sus propósitos.<br />

Una <strong>de</strong> las preocupaciones fundamentales <strong>de</strong> Rothko era la relación entre la obra y el<br />

observador, que <strong>de</strong>bía ser envuelto en la atmósfera <strong>de</strong>l cuadro. «Y si he <strong>de</strong> <strong>de</strong>positar mi<br />

confianza en algún sitio, la otorgaría a la psique <strong>de</strong>l observador sensible y libre <strong>de</strong> las convenciones<br />

<strong>de</strong>l entendimiento. No tendría ninguna aprensión respecto al uso que este observador<br />

pudiera hacer <strong>de</strong> estas pinturas al servicio <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su propio espí-


silencios, poemas y pinturas imposibles 29<br />

ritu; porque, si hay necesidad y espíritu al mismo tiempo, seguro que habrá una auténtica<br />

transacción». Ese carácter trascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l acto <strong>de</strong> pintar es también evi<strong>de</strong>nte en Sanjurjo,<br />

quien renuncia, si cabe, a la belleza para buscar la pureza. Y lo hace a su manera, bajo<br />

una percepción que no es puramente visual. Es otra cosa.<br />

lirismo subterráneo<br />

En sus carpetas <strong>de</strong> serigrafías ocurre lo mismo. Yo no conozco otro pintor capaz <strong>de</strong> traducir<br />

su pintura a estampa con tanta fi<strong>de</strong>lidad. Pero en estas otras pinturas Sanjurjo no suele<br />

volar solo, sino con poetas-amigos <strong>de</strong> distintas generaciones en quienes advierte complejas<br />

coinci<strong>de</strong>ncias. Como paradigma común a esa convivencia podríamos hablar <strong>de</strong> ese<br />

primer plano sombrío, metafórico, <strong>de</strong> alegorías compartidas, y <strong>de</strong>l dinamismo magmático<br />

<strong>de</strong>l fondo <strong>de</strong> cada trozo <strong>de</strong> papel.<br />

En cualquier caso, estas series serigráficas son tan efectivas como hermosas y en los<br />

últimos años han alcanzado su punto álgido, por encima <strong>de</strong> cualquier virtuosismo. «Entiendo<br />

la serigrafía más allá <strong>de</strong> su carácter técnico. Debe permitir al pintor traducir su<br />

propia pintura. No me interesa la cocina, sino los contenidos». Un escrupuloso método<br />

<strong>de</strong> trabajo le lleva, a veces, a emplear más <strong>de</strong> diez tintas por plancha, haciendo que sus<br />

aterciopeladas texturas se <strong>de</strong>sparramen sin aspavientos. Un lujo para los sentidos. «La<br />

honestidad es fundamental. Yo procuro volver a empezar cada temporada y no fabricar<br />

obras; escapar <strong>de</strong> la mímesis y el aburrimiento. Cada artista opta por su mundo, y saber lo<br />

que quieres precisa <strong>de</strong> toda una vida». Poesía y pintura unidas por la <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za extrema.<br />

Misterios contenidos, gradaciones <strong>de</strong> color que alaban a la materia <strong>de</strong>snuda, lo que Antonio<br />

Gamoneda llama, al hilo <strong>de</strong> su trabajo conjunto, la «exteriorización <strong>de</strong> un lirismo<br />

subterráneo». Lo crucial es la huella física <strong>de</strong>l proceso, los latidos vitales <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>l<br />

artista, ese tempo creativo lento pero inexorable. Dice el poeta, sobre esta común carpeta<br />

<strong>de</strong> estampaciones, que «el verda<strong>de</strong>ro y más importante diálogo se producirá fuera <strong>de</strong> los<br />

respectivos discursos, cuando actúe el espectador-lector, si éste los recibe <strong>de</strong> manera simultánea<br />

y conjunta».<br />

Son muy sugerentes estas serigrafías sanjurjianas, estas otras pinturas salpicadas <strong>de</strong> leveda<strong>de</strong>s,<br />

pulsiones y acci<strong>de</strong>ntes más o menos voluntarios que fun<strong>de</strong>n color y poesía. «El<br />

lenguaje <strong>de</strong> comunicación y, con otras funciones, el lenguaje <strong>de</strong> creación, llevan consigo<br />

nociones y connotaciones que, proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> los sentidos, se hacen inteligibles<br />

bajo condiciones <strong>de</strong> sensibilidad», insiste Gamoneda. Las difíciles fases <strong>de</strong>l proceso<br />

mecánico que atesora la obra gráfica apenas se perciben. El pintor lo hace fácil para, en<br />

estos dominios ocultos, explorar la esencia artística <strong>de</strong> nuestros días. Instantes efímeros,<br />

imágenes tangibles. Cada serigrafía <strong>de</strong> Sanjurjo parece <strong>de</strong>sangrarse entre pigmentaciones,<br />

veladuras y más veladuras, <strong>de</strong>sahogos lúdicos que permiten analizar la tensión y la<br />

abundancia <strong>de</strong> recursos que atesora cada vertido. Rothko, en su conocido empeño vital,<br />

<strong>de</strong>seaba que la gente llorase <strong>de</strong> emoción ante sus cuadros y, por eso, recomendaba admirarlos<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy cerca, no más <strong>de</strong> cuarenta y cinco centímetros <strong>de</strong> distancia: «Sólo así<br />

–sostenía– se pue<strong>de</strong> entrar realmente en cada uno <strong>de</strong> los colores, las formas, las vivencias


30 ángel antonio rodríguez<br />

que intento transmitir». Las pinturas y serigrafías <strong>de</strong> Sanjurjo no son aptas para miradas<br />

superficiales; su necesidad <strong>de</strong> crear es aquí la verda<strong>de</strong>ra condición <strong>de</strong> lo real y, por tanto,<br />

el enigma <strong>de</strong> su propia existencia.<br />

Algunos analistas creen que contenido y forma son antinomias artísticas. El contenido,<br />

aquello que se quiere expresar; y la forma, la manera <strong>de</strong> expresarlo. Lo mismo ocurre con la<br />

emoción, palabra mucho más seductora. A lo mejor hay que escribir menos y emocionarse<br />

más. Observar, por ejemplo, las reacciones emotivas <strong>de</strong>l niño frente a la vida, en ese papel<br />

<strong>de</strong> blanco inmaculado. Porque contemplando <strong>de</strong>tenidamente una cierta pureza, la vida<br />

emerge, juega un rato y <strong>de</strong>saparece ante nuestros ojos. El guiño, el golpe <strong>de</strong> vista, <strong>de</strong>fine<br />

entonces la recepción <strong>de</strong>l impulso creativo y su proyección hacia el público potencial. Por<br />

ello no es lo mismo un centímetro cuadrado <strong>de</strong> rojo que un metro cuadrado <strong>de</strong> rojo. Por ello<br />

y porque, a<strong>de</strong>más, no hay dioses en la pintura. Sólo instantes, físicos y metafísicos. Silencios<br />

espirituales que habitan la piel y el intestino <strong>de</strong> las cosas.


«Siento que ahora estoy pintando<br />

lo que siempre quise pintar»<br />

RUbéN sUÁREz<br />

Ha venido siendo durante mucho tiempo una referencia fundamental en el panorama<br />

<strong>de</strong>l arte asturiano, también como profesor y luego director <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> <strong>Artes</strong> Aplicadas<br />

y Oficios Artísticos <strong>de</strong> Oviedo, capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar profunda huella en varias generaciones<br />

<strong>de</strong> alumnos y <strong>de</strong> artistas, pero sobre todo como pintor. Porque estamos hablando <strong>de</strong><br />

un pintor que ha llevado a cabo una obra <strong>de</strong> tal coherencia, riqueza plástica e intensidad<br />

expresiva y <strong>de</strong> tanta y tan mantenida presencia en la escena artística regional que, si quisiéramos<br />

resumir lo que ha sido la abstracción expresionista en Asturias estas últimas<br />

décadas, poco podríamos añadir a su nombre: Bernardo Sanjurjo.<br />

Cabe señalar, sin embargo, que esa adscripción a una ten<strong>de</strong>ncia con la que habitualmente<br />

se i<strong>de</strong>ntifica la obra <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo, y con la que sin duda mantiene evi<strong>de</strong>nte<br />

afinidad, <strong>de</strong>be ser tomada sobre todo, y más en lo que concierne a su última época,<br />

como aproximación a una pintura que si se ha caracterizado por algo ha sido por evolucionar<br />

siempre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sí misma, mirando hacia a<strong>de</strong>ntro. Una pintura que ha crecido en<br />

la soledad y el silencio, en un ensimismamiento largo y laborioso, sin más inquietud<br />

que la ansiedad por encontrar los elementos plásticos que permitiesen <strong>de</strong>cir aquello que<br />

como artista necesitaba y quería <strong>de</strong>cir en cada momento, un camino que le ha llevado<br />

hasta el momento presente.<br />

Y es ahora cuando la obra <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo vuelve a Madrid. Digo vuelve porque<br />

hubo un tiempo, ya lejano, en el que celebró en el Ateneo <strong>de</strong> Madrid una <strong>de</strong> sus primeras<br />

exposiciones individuales. Sucedía eso <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber cursado sus estudios en la<br />

Escuela <strong>de</strong> San Fernando –y mientras asistía también, por cierto, a los cursos <strong>de</strong> dibujo y


32 rubén suárez<br />

pintura en este mismo <strong>Círculo</strong> <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong>– y cuando había dado comienzo también a<br />

su actividad docente en esa ciudad.<br />

Era el año <strong>de</strong> 1971. ¿Cómo recuerda Sanjurjo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tantos años, aquella exposición?<br />

Pues con mucha nostalgia, como pue<strong>de</strong> suponerse, y evocando la ilusión que me hizo.<br />

Compartía entonces profesorado en la Escuela <strong>de</strong> <strong>Artes</strong> y Oficios con Julio y Francisco López<br />

Hernán<strong>de</strong>z, con Antonio López Torres –qué curioso, cuántos López–, y fue Luis López<br />

Anglada quien se encargó <strong>de</strong> gestionarme la exposición, lo que recuerdo con agra<strong>de</strong>cimiento,<br />

así como también los textos <strong>de</strong> Joaquín <strong>de</strong> la Puente que, junto con él, escribió en<br />

el catálogo. Volví a exponer en 1973 en una entonces Galería Internacional y en el 76 en la<br />

Dirección General <strong>de</strong>l Patrimonio. Y he <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que no tuve ninguna queja <strong>de</strong> las críticas,<br />

entre otros <strong>de</strong> José Hierro o Castro Arines.<br />

Fueron aquellos años muy gratos en lo personal y en lo artístico, pero luego me trasladé<br />

a Oviedo para ejercer en la enseñanza, <strong>de</strong>jé <strong>de</strong> relacionarme directamente con los medios<br />

artísticos <strong>de</strong> Madrid y, aunque seguí trabajando mucho como siempre, no he vuelto a exponer<br />

en la ciudad, hasta ahora.<br />

Y sin embargo, me consta que le han propuesto hacerlo en varias ocasiones, tanto en espacios institucionales<br />

como en galerías privadas. ¿Por qué ha <strong>de</strong>jado pasar tanto tiempo? ¿Por qué antes no y ahora sí?<br />

No sé si sería excesivo <strong>de</strong>cir que he estado preparándome para ello, o algo parecido. Lo<br />

que pasa es que aunque creo firmemente que es imposible para un pintor alcanzar para su<br />

obra todo lo que su propia exigencia le dicta, siento que quizá he llegado al punto en el que<br />

más puedo aproximarme a ello, por eso he tardado tanto. Sí podría <strong>de</strong>cir que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>dicar a esa tarea casi cada uno <strong>de</strong> todos los días <strong>de</strong> mi vida, finalmente me siento i<strong>de</strong>ntificado<br />

con lo que estoy haciendo. Tengo ahora el convencimiento <strong>de</strong> que, por lo menos,<br />

estoy pintando lo que siempre quise pintar, que, para bien o para mal, me reconozco en<br />

mi obra y por eso, siempre con dudas, con miedos, quería y necesitaba exponer esta obra<br />

y en Madrid, don<strong>de</strong> empezó todo. Siento inquietud, como todo artista consciente siente<br />

ante una exposición, pero no me avergüenzo <strong>de</strong> lo que hago.<br />

¿No cree sin embargo que, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> ese planteamiento vital en su evolución artística,<br />

su obra habría tenido mayor proyección si hubiera residido en Madrid?<br />

No, sinceramente no lo creo. Lo he pensado muchas veces y, como se imaginará, son<br />

muchos los que en algún momento me lo han hecho pensar, y soy consciente <strong>de</strong> las mayores<br />

posibilida<strong>de</strong>s que el ambiente <strong>de</strong> Madrid pue<strong>de</strong> ofrecer. Pero cada uno tiene un proyecto<br />

<strong>de</strong> vida, un planteamiento en cuanto a la obra y un manejo <strong>de</strong> los tiempos. En mi<br />

caso, retraído y tímido como soy, lo único que me gratifica y me estimula es creer en lo que<br />

hago. Para mí, el problema <strong>de</strong> crecer es sólo mío, con las menores distracciones posibles,<br />

y en ese sentido creo francamente que mi obra no habría sido mejor <strong>de</strong> haber vivido en<br />

Madrid, en París o en Nueva York.


«siento que ahora estoy pintandolo que siempre quise pintar» 33<br />

Aunque toda su pintura pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse como una reflexión en torno a la abstracción expresionista,<br />

usted llegó a ella cuando ya no era una ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las más vigentes, ¿cómo se produjo?<br />

Esa evolución resume todo un planteamiento plástico que siempre he mantenido.<br />

Cuando empecé a pintar elegí el paisaje, pero sólo por motivos formales, porque era un<br />

género que me permitía un mayor ejercicio <strong>de</strong> la libertad, una posibilidad <strong>de</strong> rompimiento<br />

frente a los planteamientos normativos más estrictos <strong>de</strong> la figura o el bo<strong>de</strong>gón, al menos<br />

así lo veía yo. De hecho, ya se aludió por entonces, creo recordar que fue Castro Arines, a<br />

«un paisaje por alusiones». Y otra opinión muy significativa <strong>de</strong> esa evolución <strong>de</strong> la que<br />

hablo la expresó Santiago Amón en 1979: «Es el suyo un acto conciliador entre aquellas<br />

dos manifestaciones –el constructivismo y el informalismo– que en el discurso <strong>de</strong>l arte<br />

contemporáneo dieron franquía a la abstracción». Después esa aplicación a lo constructivo<br />

digamos que se relajó, vino una etapa con predominio <strong>de</strong> lo gestual hasta dar en este<br />

momento <strong>de</strong> intensidad en la presencia <strong>de</strong> la mancha.<br />

Habla <strong>de</strong> <strong>de</strong>dicación al paisaje por motivos formales, una consi<strong>de</strong>ración que me recuerda que su<br />

formación técnica ha sido muy rigurosa. ¿Qué papel le asigna a la técnica, hay realmente una<br />

inspiración en ella, como creo recordar que aseguraba Cezanne?<br />

Sí, tuve una formación técnica muy completa, pero he <strong>de</strong> añadir que carente <strong>de</strong> especulación,<br />

y pronto comprendí que el hecho <strong>de</strong> pintar bien no significaba en sí mismo gran<br />

cosa, <strong>de</strong> modo que mi prioridad entonces fue <strong>de</strong>dicarme a rellenar esa carencia, reflexionar<br />

y madurar intelectualmente, un proceso lento pero enriquecedor y necesario para dar<br />

trascen<strong>de</strong>ncia a la obra. No sé hasta qué punto lo habré conseguido, ni siquiera si habré<br />

conseguido algo en ese sentido, pero si sé que la técnica es importante como lenguaje, sólo<br />

el medio necesario para lograr la comunicación plástica en la que por otros caminos pueda<br />

existir un significado espiritual subyacente.<br />

Y el significado, ¿se relaciona <strong>de</strong> algún modo con la realidad? ¿Cómo se hace presente?<br />

La realidad, menudo concepto, todo el mundo sabe que como palabra es una <strong>de</strong> las más<br />

usadas, unívocas e inaprensibles <strong>de</strong>l vocabulario artístico. Soy <strong>de</strong> los que creen que todo<br />

arte <strong>de</strong>be tener una relación con la realidad, sea literal, metafórica o sentimental, porque<br />

<strong>de</strong> lo contrario estaríamos en el vacío y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el vacío no se pue<strong>de</strong>n suscitar emociones.<br />

Brice Mar<strong>de</strong>n afirmaba que le gustaría creer que hay algún tipo <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ncia en la creación<br />

artística, <strong>de</strong>jar la puerta abierta a las posibilida<strong>de</strong>s mágicas y espirituales <strong>de</strong> la pintura, «porque<br />

si no fuese así no estaríamos haciendo otra cosa más que muebles».<br />

En todo caso, dígase con el mayor respeto para los hacedores <strong>de</strong> muebles porque, dicho<br />

sea <strong>de</strong> paso, yo también soy un ebanista. Lo que a él le gustaría creer yo lo creo sin ningún<br />

género <strong>de</strong> dudas, creo que el arte es expresión siempre <strong>de</strong> la realidad, una realidad<br />

estetizada <strong>de</strong> cuyo origen el artista no siempre es consciente y que, por el hecho <strong>de</strong> que a


34 rubén suárez<br />

menudo resulte inefable, no quiere <strong>de</strong>cir que sea insensible, porque sentir, se siente. Y es<br />

en ese sentido don<strong>de</strong> se hace presente. Otra cosa es que, como ha dicho Richard Serra en<br />

una reciente entrevista, a veces sea necesario dar «algunas explicaciones terrenales para<br />

que sepan <strong>de</strong> qué vas».<br />

Han pasado cuarenta años <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquella primera exposición <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo en Madrid.<br />

Vuelve ahora al lugar don<strong>de</strong> comenzó su aventura <strong>de</strong> pintor para mostrar su última<br />

obra en estas salas <strong>de</strong>l <strong>Círculo</strong> <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> en las que se sentaba para pintar y apren<strong>de</strong>r<br />

a pintar. Él quiso exponer precisamente aquí, y precisamente ahora, lo que consi<strong>de</strong>ra una<br />

pintura capaz <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r al esfuerzo <strong>de</strong> muchos años <strong>de</strong> trabajo y creación. Uno cree<br />

que ante la contemplación <strong>de</strong> estas obras el espectador compren<strong>de</strong>rá por qué sin necesidad<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>masiadas explicaciones terrenales.


obRA RECIENTE


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 100 cm


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre papel y tela. 200 x 150 cm


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre tela y tabla. 60,5 x 42 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 60,5 x 42 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 60,5 x 42 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 59 x 43 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 59 x 43 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 60,5 x 42 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 60,5 x 41,5 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 60,5 x 41,5 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 59 x 43 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 60,5 x 41,5 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 60,5 x 41,5 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 59 x 43 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 59 x 43 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 49 x 27,5 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 42 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 42 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 60,5 x 42 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 60,5 x 41,5 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 60,5 x 42 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 59 x 43 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 59 x 43 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 43 x 40 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 43 x 40 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 43,5 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 43 x 43,5 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 43,5 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 43,5 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 43,5 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 43,5 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 42 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 43 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 43,5 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 43,5 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 43 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40,5 x 42 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40,5 x 42 cm


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre tela y tabla. 43,5 x 40 cm


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40,5 x 42 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 59 x 43 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 43 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 40 x 43 cm


CUAdRos PARA UNA ExPosICIóN


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 200 cm


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2007<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre papel y tela. 200 x 200 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 200 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2008<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 200 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2009<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2010<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


Sin título, 2010<br />

Óleo sobre tela y tabla. 200 x 122 cm


CARPETAs dE sERIGRAFíAs<br />

EN dIÁLoGo CoN LA PoEsíA


Más allá <strong>de</strong> la sombra<br />

Antonio Gamoneda<br />

Medidas <strong>de</strong> cada estampa: 122 x 76 cm


ANToNIo GAMoNEdA<br />

Me he extenuado inútilmente más allá <strong>de</strong> la sombra.<br />

La luz se <strong>de</strong>sconoce a sí misma<br />

y el ver<strong>de</strong> dice: no<br />

hay existencia en mí y en vuestros ojos,<br />

no hay otra cosa que mentira y llanto.


Hay un mundo imposible<br />

José-Miguel Ullán<br />

Medida <strong>de</strong> cada estampa: 112 x 76 cm


Hay un mundo imposible<br />

José-MIGUEL ULLÁN<br />

Igual que si las eses, <strong>de</strong> buenas a primeras,<br />

les diese por echarse a llorar<br />

recién nacidas,<br />

magdalenas tibias aún («no sigas»),<br />

y no pudiese evitarlo,<br />

vida<br />

(«no la otra vida sí otra vida»)<br />

–sin por ello <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> hacerse eses,<br />

aromas y señales<br />

<strong>de</strong> otro <strong>de</strong>stino incluso<br />

menos expeditivo que este nuestro<br />

(«ya<br />

te tengo entre mis brazos»),<br />

tan urgido <strong>de</strong> nada <strong>de</strong> más creíble<br />

y también <strong>de</strong> una ambigua<br />

<strong>de</strong>sesperanza<br />

inmersa<br />

en esta gran succión<br />

y <strong>de</strong>sprovista<br />

<strong>de</strong> causa alguna:<br />

¡UF!,<br />

Pasa un reptil mordido<br />

por una gran palabra sin espinas<br />

Sara <strong>de</strong> Ibáñez<br />

Crece y se afina<br />

como las melodías<br />

<strong>de</strong> eses largas<br />

Carlos Pellicer


«a mí me da que» el círculo<br />

<strong>de</strong>l arrepentimiento<br />

no consigue formarse,<br />

no anega <strong>de</strong> verdad;<br />

y <strong>de</strong> aquella abstracción<br />

ni sonrosada,<br />

la humedad es lo único<br />

ofrecido <strong>de</strong> bal<strong>de</strong> al que transita<br />

<strong>de</strong>l aire <strong>de</strong>l embudo hacia el acaso<br />

óseo<br />

y allí mismo –aquí mismo<br />

<strong>de</strong>ja el raso su sombra comprensible<br />

(el pasado <strong>de</strong>l ala/<br />

el sentido<br />

<strong>de</strong> orientación)<br />

y tuerce porque sí, por don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong>,<br />

y pue<strong>de</strong><br />

que para siempre se distraiga<br />

con el serpentear <strong>de</strong> otro camino<br />

confuso,<br />

curva o puerta cerrada o vaivén,<br />

en-la-más-que-remota-po-si-bi-li-dad<br />

(«un parecido espantoso»)<br />

<strong>de</strong> llegar a sentirlo<br />

gota<br />

sesteante,<br />

que se <strong>de</strong>rrama,<br />

bajo espontáneas gasas,<br />

sobre cualquier representación venenosa<br />

<strong>de</strong> dualidad<br />

sangre-sueño.<br />

Tal vez por eso todo cicatrice<br />

tan mal<br />

–zanjan los últimos.


Solo <strong>de</strong>l animal<br />

Olvido García Valdés<br />

Medida <strong>de</strong> cada estampa: 112 x 76 cm


Solo <strong>de</strong>l animal<br />

oLvIdo GARCíA vALdés<br />

Con el frío no hay nada que hacer<br />

se queda el pie <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l muñeco<br />

así, sin más, a la intemperie<br />

los tubos enemigos y enemigo<br />

punteado, ahí, cerrado y<br />

abierto a la par –pon <strong>de</strong> silencio el compás a lo que vayas<br />

pensando– como si,<br />

alimento <strong>de</strong>l Vierbe, con esos<br />

puntos y el frío, viento<br />

silbando entre casas, como<br />

si fueran vencejos, o muge<br />

en los jardines cerrados<br />

impenetrables, los hechos<br />

aprieta el terco hueso los labios<br />

gracias, saludo <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedida<br />

no solo <strong>de</strong>l animal.


IoGRAFíA<br />

Bernardo Sanjurjo nace en Barres (Castropol, Asturias) el 28 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1940. Tras estudiar en la<br />

Escuela <strong>de</strong> <strong>Artes</strong> y Oficios <strong>de</strong> Oviedo y asistir, durante el servicio militar en Madrid, a las clases <strong>de</strong><br />

Dibujo y Pintura <strong>de</strong>l <strong>Círculo</strong> <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong>, ingresa en 1963 en la Escuela <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> San<br />

Fernando, don<strong>de</strong> se licencia en 1968. Durante ese tiempo recibió varias becas y realizó numerosos<br />

viajes <strong>de</strong> estudios. En 1970 fue profesor en la Escuela <strong>de</strong> <strong>Artes</strong> Aplicadas <strong>de</strong> Madrid y en 1973<br />

obtuvo por oposición la plaza <strong>de</strong> profesor <strong>de</strong> Dibujo Artístico en la Escuela <strong>de</strong> <strong>Artes</strong> y Oficios <strong>de</strong><br />

Oviedo, ciudad don<strong>de</strong> resi<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces. De 1975 a 1990 fue director <strong>de</strong> este mismo centro,<br />

impulsando la renovación <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>partamentos y talleres. En 1994 se doctoró en la Universidad<br />

Complutense <strong>de</strong> Madrid y en el año 2000 se jubiló <strong>de</strong> la enseñanza.<br />

Entre sus obras para edificios y espacio públicos <strong>de</strong>stacan los murales <strong>de</strong>l hall y <strong>de</strong> los exteriores<br />

<strong>de</strong>l Hospital Central <strong>de</strong> Asturias (1977-1993), <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Bachillerato <strong>de</strong> Cangas <strong>de</strong> Narcea y el<br />

Colegio <strong>de</strong> Vega <strong>de</strong> Arriba en Mieres (1988), el Campus <strong>de</strong> Humanida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Oviedo (1992) y el Pavimento<br />

Artístico <strong>de</strong> la Plaza <strong>de</strong>l Humedal <strong>de</strong> Gijón (1995-2008). En su largo currículo hay más <strong>de</strong> setenta<br />

exposiciones individuales e innumerables proyectos colectivos. Ha realizado carpetas <strong>de</strong> obra<br />

gráfica con los poetas Antonio Gamoneda, José-Miguel Ullán, Olvido García Valdés y Marcos Canteli.


exposiciones individuales<br />

CURRíCULUM<br />

2010 <strong>Círculo</strong> <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> Madrid.<br />

2007 Galería Vértice. Oviedo.<br />

2003 Galería Espacio Líquido. Gijón.<br />

2002 Museo <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> Asturias. Oviedo.<br />

2000 Centro <strong>de</strong> Escultura <strong>de</strong> Candás. Museo<br />

Antón.<br />

1999 Ajimez Galería Virtual. http://www.<br />

ajimez.com<br />

1996 Palacio <strong>de</strong> Revillagigedo (Centro Internacional<br />

<strong>de</strong> Arte). Gijón.<br />

Galería L. A. Gijón.<br />

1995 Galería Vértice. Oviedo.<br />

1993 Casa Municipal <strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong> Vega<strong>de</strong>o.<br />

1991 Sala Principado <strong>de</strong> Asturias. Madrid.<br />

Universidad Popular. Gijón.<br />

1990 Pabellón Mixtos Ciuda<strong>de</strong>la. Pamplona.<br />

Casa Municipal <strong>de</strong> Cultura. Avilés.<br />

1989 Galería Cornión. Gijón.<br />

Museo Jovellanos. Gijón.<br />

1987 Museo Municipal <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong><br />

Santan<strong>de</strong>r.<br />

1986 Museo <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> Asturias. Oviedo.<br />

1985 Ayuntamiento <strong>de</strong> Castropol.<br />

1984 Casa Municipal <strong>de</strong> Cultura. Sama <strong>de</strong><br />

Langreo.<br />

Galería Margall. Oviedo.<br />

1982 Pincel. Gijón.<br />

1981 Sala Nicanor Piñole. Gijón.<br />

Casa Municipal <strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong> Avilés.<br />

1980 Barbara Walter Gallery. Nueva York.<br />

Galería Juan Gris. Oviedo.<br />

Escuela <strong>de</strong> <strong>Artes</strong> Aplicadas. Oviedo.<br />

1979 Galería Vicent. Gijón.<br />

1978 Galería Maese Nicolás. León.<br />

Casa Municipal <strong>de</strong> Cultura. Avilés.<br />

1977 Museo <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong>. Valencia.<br />

Museo <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong>. Zaragoza.<br />

Aula <strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong> la Florida, Hospitalet<br />

<strong>de</strong> Llobregat. Barcelona.<br />

Museo Municipal. Mataró.<br />

Caja <strong>de</strong> Ahorros Municipal. Burgos.<br />

Galería Tassili. Oviedo.<br />

1976 Galería Vicent. Gijón.<br />

Dirección General <strong>de</strong>l Patrimonio Artístico<br />

y Cultural. Madrid.<br />

1975 Galería Vicent. Gijón.<br />

Galería Lhote. La Rochelle. Francia.<br />

Galería Tassili. Oviedo.<br />

Instituto Bernaldo <strong>de</strong> Quirós. Mieres,<br />

Asturias.<br />

1974 Galería Besaya. Santan<strong>de</strong>r.<br />

Galería Libros. Zaragoza.<br />

Galería Amaga. Avilés.<br />

1973 Galería Marqués <strong>de</strong> Uranga. Gijón.<br />

Galería Studium. Valladolid.<br />

Galería Internacional. Madrid.<br />

Galería Tolmo. Toledo.<br />

1972 Galería <strong>de</strong> la Caja <strong>de</strong> Ahorros <strong>de</strong> Asturias.<br />

Oviedo.


136 currículum<br />

Casa Municipal <strong>de</strong> Cultura. Avilés.<br />

Galería Bene<strong>de</strong>t. Oviedo.<br />

1971 Sala Provincial. León.<br />

Galería Nogal. Oviedo.<br />

Galería Castilla. Valladolid.<br />

Ateneo <strong>de</strong> Madrid.<br />

exposiciones colectivas (selección)<br />

2009 Facultad <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> Belgrado.<br />

Serbia.<br />

2006 Arte contemporáneo asturiano. Centro Asturiano<br />

<strong>de</strong> Méjico D.F.<br />

Itinerarios <strong>de</strong> la Gráfica Contemporánea<br />

Asturiana. Palacio Revillagigedo. Gijón.<br />

2004 Contrastes. Edificio Histórico <strong>de</strong> la Universidad<br />

<strong>de</strong> Oviedo.<br />

2003 De tal arte, tal astilla. Museo Barjola. Gijón.<br />

Estampa. Salón Internacional <strong>de</strong>l Grabado.<br />

Madrid.<br />

2002 Exposición homenaje a Antonio Gamoneda.<br />

<strong>Círculo</strong> <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong>. Madrid.<br />

Obra gráfica. Art Center Gallery. Viena.<br />

III Trienal <strong>de</strong> Arte Gráfico. Palacio <strong>de</strong><br />

Revillagigedo. Gijón.<br />

2001 Occi<strong>de</strong>nte próximo. Casa <strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong> La<br />

Caridad y Caja <strong>de</strong> Ahorros <strong>de</strong> Asturias.<br />

Oviedo, Gijón, Avilés y Mieres.<br />

Estampa. Salón Internacional <strong>de</strong>l Grabado.<br />

Madrid.<br />

2000 Una experiencia litográfica. Calcografía<br />

Nacional. Madrid.<br />

Trienal’2000 <strong>de</strong> obra gráfica. Polonia.<br />

1999 Una experiencia litográfica. Museos Jovellanos<br />

(Gijón) y BBAA <strong>de</strong> Asturias.<br />

1998 Homenaje a Jesús Villa Pastur. Centro <strong>de</strong><br />

Arte Contemporáneo Ciudad <strong>de</strong> Oviedo.<br />

II Trienal <strong>de</strong> obra gráfica. Palacio <strong>de</strong> Revillagigedo.<br />

Gijón.<br />

Obra gráfica en Asturias. Caja <strong>de</strong> Asturias<br />

/ Frans Maserrel Centrum. Bélgica.<br />

1970 Galería Mainel. Burgos.<br />

Galería Altamira. Gijón.<br />

1969 Galería Bene<strong>de</strong>t. Oviedo.<br />

Casa Municipal <strong>de</strong> Cultura. Avilés.<br />

1968 Ateneo <strong>de</strong> Gijón.<br />

1967 Ayuntamiento <strong>de</strong> Castropol. Asturias.<br />

1997 La montaña en la pintura asturiana. Fundación<br />

Museo Evaristo Valle. Gijón y<br />

Museo Antón, Candás.<br />

Trienal <strong>de</strong> obra gráfica <strong>de</strong> Cracovia itinerante<br />

Cien Ciuda<strong>de</strong>s.<br />

Trienal <strong>de</strong> Cracovia. Polonia.<br />

1996 ARCO 96, con la Galería Vértice. Madrid.<br />

Pintores asturianos nacidos en las décadas<br />

40 y 50. Museo Barjola. Gijón.<br />

De libros y libreros. Galería Cornión. Gijón.<br />

1995 I Trienal <strong>de</strong> Arte Gráfico Palacio <strong>de</strong> Revillagigedo.<br />

Gijón.<br />

Grafic Constellation’95. Graz. Austria.<br />

Print Triennal’94. Consumenta’95 en<br />

Nuremberg. Alemania.<br />

1994 Arte sobre papel. Itinerante por Asturias.<br />

XIII Bienal <strong>de</strong> Ibiza. IbizaGrafic’94.<br />

MTG’94 International Print Triennial.<br />

Cracovia. Polonia.<br />

Intergrafía’94. World Award Winners<br />

Gallery. Katowice. Polonia.<br />

World Award Winners Gallery. Ronneby.<br />

Suecia.<br />

Banska Bystrica. Eslovaquia.<br />

1993 I Bienal Internacional <strong>de</strong> Obra Gráfica<br />

<strong>de</strong> Maastrich. Holanda.<br />

VII Bienal <strong>de</strong> Varna. Bulgaria.<br />

I Trienal Internacional Egipcia <strong>de</strong> Obra<br />

Gráfica.<br />

De buena estampa. Biblioteca Pública Pérez<br />

<strong>de</strong> Ayala. Oviedo e itinerante.


1992 Pabellón <strong>de</strong> Asturias. Exposición Universal<br />

<strong>de</strong> Sevilla.<br />

Obra Gráfica. Nuremberg. Alemania.<br />

VI Bienal Nacional <strong>de</strong> Arte Ciudad <strong>de</strong><br />

Oviedo.<br />

XVI International In<strong>de</strong>pendant Exhibition.<br />

Kanagawa. Yokohama. Japón.<br />

1991 Festival Intercéltico <strong>de</strong> Lorient. Francia.<br />

Trienal’91 <strong>de</strong> Cracovia. Polonia.<br />

Bienal <strong>de</strong> Barna. Bulgaria.<br />

1990 Pintores <strong>de</strong> cinco décadas, Itinerante.<br />

Francia, Escocia y España.<br />

1989 V Bienal <strong>de</strong> Varna. Bulgaria.<br />

1988 Novas paisagens das Asturias. Socieda<strong>de</strong><br />

Nacional <strong>de</strong> Belas <strong>Artes</strong>. Lisboa.<br />

VI Bienal <strong>de</strong> Seúl. Corea <strong>de</strong>l Sur.<br />

1987 Nuevos paisajes <strong>de</strong> Asturias. Casa <strong>de</strong>l Monte,<br />

Madrid; Casa <strong>de</strong> la Cultura, Zamora;<br />

Casas <strong>de</strong>l Águila y La Parra, Santillana <strong>de</strong>l<br />

Mar; Museo <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> Asturias.<br />

XVII Bienal <strong>de</strong> Ljubljana. Yugoslavia.<br />

1986 V Bienal <strong>de</strong> Seúl. Corea <strong>de</strong>l Sur.<br />

XV International In<strong>de</strong>pendant Exhibition.<br />

Kanagawa. Yokohama. Japón.<br />

1983 The 2nd. International Art. Fair. Londres.<br />

XVI Bienal <strong>de</strong> Ljubljana. Yugoslavia.<br />

1982 Muestra <strong>de</strong> pintores y escultores asturianos.<br />

Museo Jovellanos. Gijón.<br />

III Bienal Nacional <strong>de</strong> Arte Ciudad <strong>de</strong><br />

Oviedo.<br />

1981 Panorama <strong>de</strong>l arte asturiano. <strong>Círculo</strong> <strong>de</strong><br />

<strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong>. Madrid.<br />

monografías (selección)<br />

ÁLVAREZ, Lluis, «Bienales <strong>de</strong> Arte, espacios <strong>de</strong><br />

lucha», II Bienal <strong>de</strong> Arte Ciudad <strong>de</strong> Oviedo<br />

[cat. exp. colectiva], Oviedo, 1979.<br />

AMÓN, Santiago, «Cinco Artistas Asturianos»<br />

[cat. exp. colectiva], Gijón, 1979.<br />

BARÓN, Javier, en Enciclopedia Temática <strong>de</strong> Asturias,<br />

Gijón, 1981.<br />

currículum 137<br />

1980 Homenaje a Guinea Ecuatorial. Pabellón<br />

<strong>de</strong> la Casa <strong>de</strong> Campo. Madrid.<br />

1979 II Bienal Nacional <strong>de</strong> Arte Ciudad <strong>de</strong><br />

Oviedo.<br />

1978 Centenario <strong>de</strong> Nicanor Piñole. Sala Antiguo<br />

Instituto Jovellanos. Gijón.<br />

1977 Pintores asturianos. Galería Balboa 13.<br />

Madrid.<br />

1976 Asociación Asturiana <strong>de</strong> Pintores y Escultores.<br />

Galería Tantra. Gijón.<br />

1974 La ciudad. Galería Vandrés. Madrid.<br />

Galería Besaya. Santan<strong>de</strong>r.<br />

I Bienal <strong>de</strong> Arte Ciudad <strong>de</strong> Oviedo.<br />

Premio Julio Gargallo, Gijón.<br />

1973 Exposición Homenaje a Nicanor Piñole.<br />

Gijón.<br />

Exposición Homenaje a Joan Miró. Madrid.<br />

1972 Certamen <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Estudios Asturianos.<br />

Oviedo.<br />

El <strong>de</strong>snudo femenino en la pintura asturiana.<br />

Gijón.<br />

1971 Joven pintura española. Ateneo <strong>de</strong> Madrid.<br />

II Certamen Nacional <strong>de</strong> Pintura <strong>de</strong><br />

Luarca.<br />

1970 I Certamen Nacional <strong>de</strong> Pintura <strong>de</strong> Luarca.<br />

1968 Pensionados en la Fundación Rodríguez-Acosta.<br />

Granada.<br />

Exposición Nacional <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong>.<br />

Madrid.<br />

— Arte asturiano <strong>de</strong> hoy [cat. exp. colectiva], Museo<br />

Municipal, Madrid, 1983.<br />

— Museo <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> Asturias [cat. exp.],<br />

Oviedo, 1986.<br />

— Artistas Asturianos Contemporáneos [cat. exp.<br />

colectiva], Pabellón <strong>de</strong> Asturias, Exposición<br />

Universal <strong>de</strong> Sevilla, 1992.


138 currículum<br />

— VI Bienal Ciudad <strong>de</strong> Oviedo [cat. exp. colectiva],<br />

Oviedo, 1992.<br />

— El arte en Asturias a través <strong>de</strong> sus obras, Editorial<br />

Prensa Asturiana, Oviedo, 1996.<br />

CAMPA, Manuel, Galería Maese Nicolás [cat.<br />

exp.]. León, 1978.<br />

CANTELI, Marcos, Museo Antón [cat. exp.],<br />

Candás, 2000.<br />

— Herrumbres, poemas para carpeta <strong>de</strong> obra gráfica,<br />

Oviedo, 2004.<br />

CAO, Paco, Palacio <strong>de</strong> Revillagigedo [cat. exp.],<br />

Gijón, 1996.<br />

CASTRO FLÓREZ, Palacio <strong>de</strong> Revillagigedo [cat.<br />

exp.], Gijón, 1996.<br />

— «La realidad pictórica <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo»,<br />

en Bernardo Sanjurjo, <strong>Círculo</strong> <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong><br />

<strong>Artes</strong> [cat. exp.], Madrid, 2010.<br />

CARANTOÑA, Francisco, Galería Vicent [cat.<br />

exp.], Gijón, 1996.<br />

CARAVIA HEVIA, Pedro, Dirección General <strong>de</strong>l<br />

Patrimonio Artístico y Cultural [cat. exp.],<br />

Madrid, 1976.<br />

— Cinco Artistas Asturianos [cat. exp. colectiva],<br />

Gijón, 1979.<br />

CID PRIEGO, Carlos, «Asturias» en Colección<br />

Tierras <strong>de</strong> España, Fundación Juan March,<br />

Madrid, 1978.<br />

CRABIFFOSSE, Francisco, Museo Jovellanos<br />

[cat. exp.]. Gijón, 1989.<br />

DÍAZ, María <strong>de</strong>l Mar, en Diccionario <strong>de</strong> Pintores<br />

Españoles Contemporáneos, Estiarte Ediciones.<br />

Madrid, 1972.<br />

— Obra gráfica en Asturias [cat. exp. colectiva],<br />

Caja <strong>de</strong> Asturias, Oviedo, 1998.<br />

— «Las estampas y los días», en Una experiencia<br />

litográfica [cat. exp. colectiva], Litografía<br />

Viña, Gijón, 1999.<br />

— Itinerarios <strong>de</strong> la gráfica contemporánea [cat.<br />

exp. colectiva], Oviedo, 2006.<br />

DÍEZ, Luis Mateo, Galería Tolmo [cat. exp.],<br />

Madrid, 1973.<br />

ESTÉVEZ Villalón, David, Museo Antón [cat.<br />

exp.], Candás, 2000.<br />

GAMONEDA, Antonio, Más allá <strong>de</strong> la sombra,<br />

poemas para carpeta <strong>de</strong> obra gráfica, Oviedo,<br />

2002<br />

— Obra gráfica, Museo <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> Asturias<br />

[cat. exp.], Oviedo, 2002.<br />

GARCÍA VALDÉS, poemas en carpeta <strong>de</strong> obra<br />

gráfica, Oviedo, 2010.<br />

GÓMEZ OJEA, Carmen, Galería L. A [cat. exp.].<br />

Gijón, 1996.<br />

GÓMEZ RODRÍGUEZ, José Antonio, Museo<br />

Municipal <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> Santan<strong>de</strong>r [cat.<br />

exp.], Santan<strong>de</strong>r, 1987.<br />

GONZÁLEZ LAFITA, Pilar, Arte asturiano <strong>de</strong> hoy<br />

[cat. exp. colectiva], Museo Municipal, Madrid,<br />

1983.<br />

GUISASOLA, Félix, en Enciclopedia Temática <strong>de</strong><br />

Asturias, Gijón, 1981.<br />

— Sala <strong>de</strong>l Principado <strong>de</strong> Asturias. [cat. exp.],<br />

Madrid, 1991.<br />

— Palacio <strong>de</strong> Revillagigedo [cat. exp.], Gijón,<br />

1996.<br />

LAPUENTE, Joaquín <strong>de</strong>, Ateneo <strong>de</strong> Madrid [cat.<br />

exp.], Madrid, 1971.<br />

LÓPEZ ANGLADA, Luis, Ateneo <strong>de</strong> Madrid [cat.<br />

exp.], Madrid, 1971.<br />

MARTÍN, Jaime Luis, Una experiencia litográfica<br />

[cat. exp. colectiva], Litografía Viña, Gijón,<br />

1999.<br />

— Occi<strong>de</strong>nte próximo [cat. exp. colectiva], La Caridad,<br />

2001.<br />

— Museo <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> Asturias [cat. exp.],<br />

Oviedo, 2002.<br />

MIERES, Alejandro, Sala Nicanor Piñole [cat.<br />

exp.], Gijón, 1981.<br />

MORENO GALVÁN, José María, Galería Marqués<br />

<strong>de</strong> Uranga [cat. exp.], Gijón, 1973.<br />

RODRÍGUEZ, Angel Antonio, «Poemas, silencios<br />

y pinturas imposibles», en Bernardo<br />

Sanjurjo, <strong>Círculo</strong> <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> [cat. exp.],<br />

Madrid, 2010.<br />

— Capítulo en Cien años <strong>de</strong> pintura en Asturias. El<br />

color <strong>de</strong>l siglo XX, Trea, Gijón, 2002.


RODRÍGUEZ, Ramón, Obra Gráfica en Asturias<br />

[cat. exp. colectiva] Caja <strong>de</strong> Asturias, Oviedo,<br />

1998.<br />

— Caminantes [cat. exp. colectiva], Xunta <strong>de</strong> Galicia,<br />

1999.<br />

SALA, Avelino, Galería Espacio Líquido [cat.<br />

exp.], Gijón, 2003.<br />

SILVA, Pedro <strong>de</strong>, Galería Vértice [cat. exp.],<br />

Oviedo, 2007.<br />

SUÁREZ, Rubén, Palacio <strong>de</strong> Revillagigedo [cat.<br />

exp.], Gijón, 1996.<br />

— Museo Antón [cat. exp.], Candás, 2000.<br />

— «Siento que ahora estoy pintando lo que<br />

siempre quise pintar. Entrevista», en Bernardo<br />

Sanjurjo, <strong>Círculo</strong> <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> [cat.<br />

exp.], Madrid, 2010.<br />

ULLÁN, José Miguel, Hay un mundo imposible,<br />

poemas para carpeta <strong>de</strong> obra gráfica, Madrid,<br />

2007.<br />

museos y colecciones<br />

Ayuntamiento <strong>de</strong> Oviedo.<br />

Ayuntamiento <strong>de</strong> Luarca.<br />

Ayuntamiento <strong>de</strong> Vega<strong>de</strong>o.<br />

Banco <strong>de</strong> Bilbao.<br />

Banco Herrero. Oviedo.<br />

Biblioteca Nacional. Madrid.<br />

Caja <strong>de</strong> Ahorros Municipal <strong>de</strong> Pamplona.<br />

Caja <strong>de</strong> Asturias.<br />

Caja Rural <strong>de</strong> Asturias.<br />

Caja <strong>de</strong> Madrid.<br />

Colegio <strong>de</strong> Meres. Siero. Asturias.<br />

Colección «Esencias», Ernesto Ventós. Barcelona.<br />

Colección Diario La Nueva España, Oviedo.<br />

Colección La Carbonera. Sama <strong>de</strong> Langreo. Asturias.<br />

Colección Plácido Arango, Madrid.<br />

Colegio Público Llerón Clarín. Mieres. Asturias.<br />

Consejería <strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong>l Principado <strong>de</strong> Asturias.<br />

currículum 139<br />

VILLA PASTUR, Jesús, en Gran Enciclopedia Asturiana,<br />

Gijón, 1970.<br />

— El libro <strong>de</strong> Asturias, Prensa <strong>de</strong>l Norte, Oviedo,<br />

1971.<br />

— «El <strong>de</strong>snudo femenino en la pintura asturiana»,<br />

Gran Enciclopedia Asturiana, Gijón, 1972.<br />

— Galería Internacional [cat. exp.], Madrid,<br />

1973.<br />

— Galería <strong>de</strong> Luis [cat. exp.], Madrid, 1974.<br />

— Historia <strong>de</strong> las <strong>Artes</strong> Plásticas Asturianas, Ayalga<br />

ediciones. Salinas, 1977.<br />

— Ensayo crítico-biográfico, Caja <strong>de</strong> Ahorros <strong>de</strong><br />

Asturias. Oviedo, 1980.<br />

VIZOSO, Francisco, Galería Vicent [cat. exp.].<br />

Gijón, 1979.<br />

Consejería <strong>de</strong> Sanidad. Oviedo.<br />

Consejería <strong>de</strong> Vivienda. Oviedo.<br />

Delegación <strong>de</strong>l Gobierno en Asturias. Oviedo.<br />

Hospital Central <strong>de</strong> Asturias.<br />

Hotel Meliá. Madrid.<br />

Hotel Reconquista. Oviedo.<br />

Hotel Santo Domingo Plaza. Oviedo.<br />

Instituto <strong>de</strong> enseñanza secundaria <strong>de</strong> Cangas <strong>de</strong><br />

Narcea. Asturias.<br />

Museo <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong> <strong>de</strong> Asturias. Oviedo.<br />

Museo Casa-Natal <strong>de</strong> Jovellanos. Gijón.<br />

Museo Municipal <strong>de</strong> Santan<strong>de</strong>r.<br />

Museo <strong>de</strong> Arte Contemporáneo <strong>de</strong> Ibiza.<br />

Museo Instituto Bernaldo <strong>de</strong> Quirós. Mieres.<br />

Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Principado <strong>de</strong> Asturias. Oviedo.<br />

Real Instituto <strong>de</strong> Estudios Asturianos. Oviedo.<br />

Tesorería <strong>de</strong> la Seguridad Social. Oviedo.<br />

Universidad <strong>de</strong> Oviedo.


íNdICE<br />

Sanjurjo<br />

Antonio Gamoneda 11<br />

La realidad pictórica <strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo<br />

Fernando Castro Flórez 13<br />

Silencios, poemas y pinturas imposibles<br />

Ángel Antonio Rodríguez 25<br />

«Siento que ahora estoy pintando<br />

lo que siempre quise pintar»<br />

Rubén Suárez 31<br />

Obra reciente 37<br />

Cuadros para una exposición 91<br />

Carpetas <strong>de</strong> serigrafías en diálogo con la poesía 119<br />

Más allá <strong>de</strong> la sombra Antonio Gamoneda 121<br />

Hay un mundo imposible José-Miguel Ullán 126<br />

Solo <strong>de</strong>l animal Olvido García Valdés 130<br />

Biografía 133<br />

Currículum 135


Este catálogo se terminó <strong>de</strong> imprimir el día 9 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2010 en los talleres<br />

<strong>de</strong> Brizzolis, arte en gráficas. Acompaña la exposición homónima<br />

<strong>de</strong> Bernardo Sanjurjo celebrada en el <strong>Círculo</strong> <strong>de</strong> <strong>Bellas</strong> <strong>Artes</strong><br />

con el patrocinio <strong>de</strong> la Caja Rural <strong>de</strong> Asturias.<br />

La pintura, como todo el mundo sabe,<br />

es un arte cuyo origen es sombrío<br />

aunque su historia<br />

es luminosa.

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