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Conceptos básicos<br />
lingüística y la psicología. Como sabemos, los avances de la psicología<br />
en la producción de importantes respuestas a las preguntas por el<br />
aprendizaje —sin indagar de manera particular por la enseñanza—<br />
impregnaron la didáctica de forma tan directa que se llegó a concebir<br />
como una disciplina que se interrogaba, fundamentalmente, por el<br />
aprendizaje y cuyo campo de aplicación eran los hallazgos de la psicología.<br />
Algo similar ocurrió con los desarrollos de las ciencias del<br />
lenguaje, en la medida en que el criterio de organización de la enseñanza<br />
fue determinado por la evolución y la estructura conceptual<br />
de esta disciplina. Para Joaquim Dolz, Roxane Gagnon y Santiago<br />
Mosquera (2009, p. 118-119):<br />
La primera cuestión que se plantea es la búsqueda de una denición consensuada<br />
del término didáctica de las lenguas. Tal concepto aborda acepciones<br />
diferentes según el punto de vista adoptado. Se sitúa a la vez en el campo<br />
de la teoría y en el de la práctica, escolar y extraescolar, transponiendo y<br />
solicitando objetos de distintas ciencias constituidas —lingüística, psicología,<br />
sociología, historia, etc.—(Bronckart & Chiss, 2002a), por lo que la<br />
didáctica de las lenguas se aanza en una pluralidad (Legros, 2004). Su<br />
ecacia depende tanto de su capacidad para generar nuevos conocimientos,<br />
como de la búsqueda de soluciones a problemas sociales y educativos. Los<br />
saberes sobre la enseñanza y el aprendizaje de las lenguas se abordan a partir<br />
de posturas plurales (Schubauer-Leoni & Dolz, 2004): la del profesor,<br />
encargado de transformar y adaptar los objetos de enseñanza de manera<br />
que favorezca el desarrollo lingüístico de sus alumnos; la del formador,<br />
responsable de los saberes profesionales de los profesores; la de los expertos,<br />
encargados de analizar los problemas de la enseñanza; y, nalmente, la de<br />
los investigadores, responsables del avance en la producción cientíca, que,<br />
paradójicamente, estabilizan los acervos y suscitan nuevas cuestiones. Esta<br />
pluralidad de puntos de vista y de posturas explica las dicultades ligadas a<br />
la institucionalización universitaria de la didáctica de las lenguas.<br />
En síntesis, la didáctica de la lengua como disciplina supone y<br />
requiere la elaboración de un sistema conceptual y la reexión sobre<br />
las relaciones que conserva con las disciplinas que han contribuido a su<br />
conformación.