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RESTAURANTES | VIOLETA CAFÉ & RESTAURANT
TEXTO ERNESTO OLDENBURG
FOTOS JULIE BERGADÁ
SAN ISIDRO TIENE UN PUERTO PARA RECALAR EN
CUALQUIER MOMENTO: SE LLAMA VIOLETA
CAFÉ & RESTAURANT. UN CLÁSICO DE SIEMPRE,
TOTALMENTE RENOVADO.
ESQUINA
viva
Hablemos de bares, cafés y restaurantes: ¿Qué es lo original, a diez cuadras de allí. Hoy, Juan Martínez
que diferencia un lugar de otro? ¿Por qué misteriosa Iglesias -anfitrión y propietario- amplía la propues-
razón la gente elige un local determinado? La ubicata inaugurada en el año 2004, que ya se consolidó
ción, el ambiente, el servicio y su propuesta son vir- como referente en el corazón de Zona Norte.
tudes intangibles que definen la suerte del sitio en Apta para todo público, la jornada de Violeta Café
cuestión. Si el sol acaricia la ochava por la tarde o la & Restaurante abre cuando sale el sol y se extiende
mañana, calentando la taza de café humeante; o la hasta que se esconde la luna, ofreciendo todos los
sombra de las copas de los árboles que protegen las climas culinarios posibles, con una calidad extrema
mesas en la vereda tranquila, forman parte de la en cada momento.
magia de un lugar. Son estos detalles los que ejercen ¿Cómo definir esta virtud? ¿Lugar todo terreno?
la atracción con toda su fuerza, y hacen del primer ¿Bistró, café, casa de té, restó, bar? Su condición exce-
Violeta
cliente un amigo habitual de la casa. Porque eso es un
café, y también lo debe ser un restaurante: el segunde
una palabra, y la respuesta flota en la esquina viva.
Bien la sabe su chef, el joven creador y experto Matías
CAFÉ & RESTAURANT
do hogar, el puerto salvador de la escala cotidiana. Romano, tranquilo y lúcido creador del perfil de
Juan Segundo Fernández 147,
todas las cartas, que reflejan la personalidad de este
San Isidro.
Esto se da en Violeta Café & Restaurant, donde San lugar cálido, aparentemente informal.
Reservas: (54 11) 4723 3338
Isidro despliega su microclima comercial, cuando la
calle Juan Segundo Fernández se cruza con AM Todo tipo de desayunos abren la mañana.
Domingo Savio, a dos cuadras de la Avenida El servicio de wi fi invita a conectarse con el veloz
Márquez. Su nombre es leyenda viva. Hace 25 años, ritmo del mundo desde la paz del salón.
la patissière Violeta Massey abrió una tienda con su Sándwiches abiertos, jugos y licuados, una diver-
nombre, sacó del horno sus tortas, y así empezó la tida selección de cafés en los clásicos jarritos con
dulce historia, que continúa vigente en su local tapeo dulce, y el alma omnipresente de la

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repostería respaldan apetitos más voraces, antes
del mediodía.
MERIDIANO El público no cambia, se transforma.
Vecinas de paso camino al gimnasio y empresarios
de alrededores (y viceversa: mujeres y hombres atletas)
hacen un alto para almuerzos ágiles, optando entre un
accesible menú que cambia día a día; o una selección
de platos a la carta, diferenciada en calorías del menú
nocturno. Selección de sándwiches, hamburguesas,
paninis y baguettes de carnes rojas, blancas y de mar.
Bruschettas, tartas y ensaladas completan esta franja
horaria, concebida para restaurar todo tipo de caprichos.
TEA TIME A la famosa repostería de Violeta la
acompaña desde hace tiempo otro nombre con peso
propio, el de la reina del té, la experta en blends Inés
Berton, con una sensible y perfumada selección que
prevé un servicio impecable, en vajilla oriental, respetando
los pautas del rito milenario. Buen maridaje
para la hora inglesa.
HORA AZUL Cuando baja el sol, aúllan los spirits.
La barra llama al otro lado de la puerta vaivén para premiarse
con un aperitivo clásico o una copa de vino de
excelentes bodegas argentinas (entre $ 10 y $ 15),
cerrar la jornada y darle la bienvenida a la noche. Para
este momento sagrado, se recomienda acompañar el
trago con una tabla de alta gama (bondiola fuet de
Tandil, jamón serrado, brie, manchego tomates secos y
paté casero, a $ 28 ó $ 48, para dos o cuatro).
NOCHE GOURMET La noche es una fiesta.
Sobre todo la de los miércoles, cuando las primeras
damas gozan de un importante descuento. El cool jazz

¿Lugar todo terreno? ¿Bistró,
café, casa de té, restó, bar? Su
condición excede una
palabra, y la respuesta flota
en la esquina viva.
y la bossa reciben los jueves, sin interferir en la atención
de los platos, verdaderos protagonistas. La luz
justa suma intimidad sin penumbras. Camareros amables
hablan el mismo idioma de la cocina, pero el
menú es tan claro que no deja duda alguna. Una
horma individual de Camembert tibio (de Piedras
Blancas) se destaca entre las entradas. Tienta el punto
del huevo pocheado sobre el salmón ahumado.
Romano dio en el blanco con el concepto equilibrado
de la carta, entre sofisticada y casual, de bistró porteño
con música en vivo. Un sabroso rissoto de langostinos
transforma el otoño en primavera, el bosque en mar.
Las carnes argentinas son tratadas con la mejor mano,
allá en los fuegos de cocina. Los platos piden vino, y
una selección meditada de etiquetas prevé descorches
de todo tipo, a precios sensatos, con las mejores bodegas
tradicionales argentinas. ¿Postres? Estamos en el
reino repostero.