Fig. VI. 45: Restauración en trinchera antigua: Izquierda- Durante el ...

Capítulo VI
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Fig. VI. 44: Proceso de comprimido, restauración y edif icación de muros simuladores
en Trinc hera Antigua.
Fig. VI. 45: Restauración en trinchera antigua: Izquierda- Durante el proceso de relleno.
Derech a- Acabados en los simuladores.
.
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Fig. VI. 46: Otros acerca miento s a la restauración de la trinchera antigua. Izquierda-
Parte superior de la trinchera restaurada. Der echa - En el prim er cuerpo.
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Simulador
de estructura
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Relleno de
trinchera antigua y
simulador de
Simulador
y relleno
Revestimiento de
cemento
Fig. VI. 47: Rostro interno del testigo arquitec tónico. El int erior de rev estimiento de cemento
f ue consolidado con mezcla y piedra, a modo de simulador de relleno, pretendiendo el ritmo
arquitectónico de las estructuras prehispánicas. Vista al oeste.
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Fig. VI. 48:
HIPOT ÉTICO EXPLICATIV O DEL RELLENO, RESTAURACIÓN Y
ESTABILIZ ACIÓN DE LA T RINCHERA ANTIGUA
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Fig. VI. 49: Trabajo conclu so.
6. RESANE DE GRIETAS Y ESTABILIZACIÓN DE PAREDES EN
EL TESTIGO ARQUITECTÓNICO
En el proceso de conservación de la estructura B1-2 realizado desde las
primeras restauraciones en los años de 1950, se valió del resane de grietas
utilizando cemento. Hasta antes de las actuales intervenciones, la estructura
B1.2 mostraba en su totalidad fisuras y grietas resanadas, tal se expone en el
capitulo V. En virtud a lo anterior se tomó la decisión de derribar el cemento
completamente. Luego de las recientes intervenciones hubo que continuar un
tratamiento similar en la sección dejada como testigo arquitectónico. Para ello
deben abrirse las grietas e inyectar cemento, pretendiendo sellarlas, y con ello
evitar la filtración de agua. Debemos admitir que el anterior procedimiento no
solventa el problema de daños, más bien siempre ha sido una medida
provisional.
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En el interior del testigo arquitectónico, los bordes de conexión con las
estructuras de origen prehispánico han sido reforzados con taludes
consistentes, también edificados con cemento,
núcleos consolidados a base de piedra.
e
interiores reforzados con
Fig. VI. 50: Resane d e fisuras en tes tigo arquitectónico. Izquierda- Procedimiento en
primera etapa 2005. Derecha - Muestras de antiguos resanes en testigo arquitectónico.
Fig. VI. 51: Refuerzo a bas e de piedra y cemento. Vista del corte sur contiguo a la esc alinata
original.
Refuerzo
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Fig. VI. 52: Refuerzos en sector escalinata. Esta área f ue interv enida para edif icarle
ref uerzos a base de rellenos de piedra y cemento.
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7. ACTIVIDADES DE RESTAURACIÓN EN TEMPORADA
LLUVIOSA
Durante la estación lluviosa se previnieron daños en la estructura utilizando
diariamente una cubierta de plástico mientras se realizaban las actividades de
consolidación y restauración. Retirar y volver instalar la totalidad de la cubierta
invertía aproximadamente hora y media. Por lo tanto, la cubierta de plástico era
retirada únicamente en los sectores programados para trabajar.
Esta cubierta se sujetaba con piedras y tablas. Aunque este procedimiento
“artesanal” no era tan efectivo como la edificación de un techo u otro método de
mayor presupuesto, aun así fue suma mente útil. Los inviernos de 2005 y 2006
fueron copiosos, citando así la tormenta Stan de 2005 y unos leves
movimientos telúricos en la región. La estructura lo resistió, aunque con
erosiones poco considerables. Las lluvias también fueron una prueba para las
restauraciones.
A B
C D
Fig. VI. 53: Foto A: Restauración de trinchera antigua en estación lluv iosa. Foto B: Part e
superior de la estructura. Foto C: Fachada nort e. Foto D: Trinchera antigua
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8. BREVES ANTECEDENTES SOBRE LA ELABORACIÓN DE
ADOBES Y MEZCLAS UTILIZADAS EN RESTAURACIONES
ARQUEOLÓGICAS EN EL SALVADOR.
Se tienen pruebas de que el adobe en El Salvador existe desde el periodo
clásico tardío (600-850 d.C.), encontrándose algunos bloques en Joya de
Cerén. Miles de bloques de adobe sirvieron para la construcción y elevación de
la acrópolis de San Andrés, en Zapotitán, departamento de La Libertad.
Recientemente se han descubierto que los constructores de la estructura B1-1
de Tazumal (periodo clásico tardío) utilizaron miles de bloques de adobe para
elevar el volumen de la base de la estructura en el sector este y sur de la
misma. Posiblemente no utilizaban moldes puesto que los adobes encontrados
no son similares unos con otros, éstos mantienen diferentes medidas. Ahora en
día, en ocasiones utilizamos el adobe en restauraciones arqueológicas, y
buscamos repellos que sean compatibles. El criterio para utilizar adobe en las
restauraciones radica en su consistencia y su apego a los elementos originales
utilizados en edificaciones de tierra.
De este modo el adobe existe en nuestro país desde hace más de 1,500 años,
descartando el supuesto que esta técnica de elaboración de ladrillos de barro
fue una idea traída por los españoles durante la colonia.
Las mezclas prehispánicas incluyen materia orgánica como pasto, sumado a la
arena o cascajo y arcilla tradicional. Esta mezcla es versátil, útil en fraguados
de pisos y repellos. Al comprimirla sirve como adhesivo de piedras o mortero, y
capa aislante de protección de rasgos arqueológicos.
Con las recientes intervenciones en la B1-2 logramos demostrar la efectividad
del uso de mezcla comprimida en la piedra, tal se expone en los rasgos
originales de más de 1000 años. En el caso de los simuladores del templo en la
parte superior de la estructura, hemos combinado mezcla, piedra y adobe. Esta
mezcla para la restauración aquí sugerida, similar a los rasgos prehispánicos,
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también ha sido utilizada en sitios como Casa Blanca, San Andrés y Ciudad
Vieja en nuestro país. Pero detrás de la adopción de este procedimiento se
tiene una historia que vale la pena compartir:
Ismael Girón, jefe de auxiliares durante la primera y segunda temporada, es
quién propuso el uso de esta técnica de restauración en estructuras
arqueológicas de nuestro país. El Sr. Girón es un empírico artesano
salvadoreño, quien ha participado en numerosos proyectos de restauración
arqueológica, dirigidos éstos por investigadores japoneses, norteamericanos y
salvadoreños. Sus conocimientos son
en virtud a su incursión inicial en el
campo de la albañilería y la
elaboración de adobes. Asimismo,
otras de sus virtudes son sus obras en
bambú, fabricando con este
instrumentos de música
zampoñas y adornos típicos,
material
como
trabajos
en cerámica y procesamiento
tradicional del añil, diseñando
estampas en lienzos y ropa, entre
otros.
sobre
Parte de sus conocimientos
la conservación del adobe se Fig. VI. 54: Isma el Girón.
debe también por su asistencia a
cursos sobre el mismo, patrocinados
por entidades norteamericanas.
Girón comenta que la invención de este procedimiento de restauración inicia de
manera fortuita en el año de 1992, durante las actividades de rescate
arqueológico suscitadas en el sitio posclásico Madre Selva, localizado a menos
de tres kilómetros al suroeste de San Salvador. Aquellas actividades eran
dirigidas por el arqueólogo norteamericano Paul Amaroli.
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En aquel momento los tractores disponían a destruir el asentamiento para dar
lugar a una prestigiosa urbanización, en la cual se edificaría también la nueva
Embajada de los Estados Unidos de América. Se trataba de un proyecto sin
freno, que llevaba como objeto prioritario deforestar la zona y nivelar suelos.
Ante la urgencia, el encargado del proyecto de rescate aprovechó la
localización de un terreno cercano, utilizada por el Consejo Nacional para la
Cultura y el Arte para resguardar materiales e inclusive, trasladar a este sitio
una de las más importantes estructuras del asentamiento: el palacio de Madre
Selva, en donde yace hasta la actualidad.
Los auxiliares, entre los que figuraba Ismael Girón y Manuel Murcia, otro
reconocido restaurador empírico de aquel momento, desarmaron la estructura y
la ensamblaron nuevamente en el referido terreno. Para ello hubo que preparar
un lodo que incluía tierra blancacon barro, el cual serviría para pegar la piedra
del edificio
embonado
presentaba
trasladado. Luego se preparó una formula improvisada para el
compuesta de tierra blanca con cemento. Aquella mezcla
una consistencia semi-dura. Ismael Girón agrega que una vez
aplicado el embone entre la piedra que conformaba el Palacio, incluían
pequeños mazos o palos de madera de pino para comprimirlo mediante el
golpe. Al caer las primeras lluvias, aquellas mezclas se deterioraron. Is mael
Girón pensó en perfeccionarla. De este modo, basó su nueva formula en la
preparación de la mezcla observando los materiales utilizados en los pisos de
las estructuras originales prehispánicas. Ello llamó su atención, retomando la
ancestral idea. A diferencia que los elementos utilizados en las construcciones
indígenas utilizaban ingredientes orgánicos, como resinas, pasto y se ha dicho
que hasta huevo tal lo hacen algunos constructores de adobes en la actualidad,
aunque esto último no ha sido comprobado para las estructuras arqueológicas.
La receta de Is mael Girón elimina estos ingredientes orgánicos. Por otro lado,
Girón notó que el cemento no tiene adherencia a la tierra, material con el que
antes, por tradición, se ha utilizado en estructuras arqueológicas en nuestro
país y en muchos otros sitios de Mesoamérica. Es por ello que cuando el
cemento no se adhiere colapsa, como sucede en los repellos falsos de San
Andrés y Tazumal. Esto ha sido también sugerido por expertos en
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conservación, como premisa básica en actividades de restauración de
estructuras.
Años más tarde, Girón creó una nueva formula, sustituyendo el cemento por la
cal, y luego ésta es comprimida mediante golpe hasta compactarla, utilizando
pequeños mazos de madera más pesada y fuerte, como el bálsamo. Para
Girón, el comprimido aprieta la piedra una con otra ejerciendo presión,
otorgando mayor fijeza y estabilidad. Esta idea de mezcla nativa comprimida
fue luego aplicada como mortero en las restauraciones de Casa Blanca,
variando un poco los materiales vencidos de las estructuras originales. De este
modo se reemplaza parcialmente el mortero de la estructura prehispánica,
entre los cinco y ocho centímetros y se aplica la nueva mezcla, sin remover los
rasgos, y se comprime golpeándola tal se ha hecho en la estructura B1-2 de
Tazumal. Este procedimiento de comprimir la mezcla a modo de mortero entre
piedra y piedra, es un principio aplicado en el proceso de compactación de
rellenos para terracería de las grandes construcciones, a diferencia que aquí se
realiza en micro escala y utilizando aglutinantes. Esta mezcla y técnica fueron
aplicadas en la mampostería de los muros de la Gran Plataforma percibida en
la trinchera 4N, o llamada también Ventana Arqueológica, del sitio arqueológico
Casa Blanca, en el año de 1997. Aquellos trabajos de restauración de
estructuras fueron dirigidos por el arqueólogo japonés Kuniaki Ohi. De este
modo, los japoneses directores del proyecto aprobaron la idea.
Como resultado, estos muros resistieron más de cinco temporadas lluviosas,
hasta la edificación de una cubierta de protección sobre los mismos. Luego,
esta mezcla fue incluida como repello en la restauración de las estructuras 3 y
5 del referido sitio. Hasta la actualidad han resistido parcialmente la
inclemencia del tiempo. A no ser por la falta de un adecuado mantenimiento,
estos repellos tendrían mayor éxito.
Luego de las primeras aplicaciones en Casa Blanca vendrían las pruebas de
resistencia. Se utilizaron así bombas de aspersión a presión máxima. De este
modo se demostró que la mezcla no sufría desprendimientos de partículas
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ocasionadas por el impacto del agua. Siendo así, resistiría las torrenciales
lluvias que suelen azotar la región de Chalchuapa.
Tsumugi Kato, arqueóloga y restauradora del “Proyecto Arqueológico de El
Salvador” dirigido por Nobuyuki Ito, de la Universidad de Nagoya, Japón, en
1998 realizó otras pruebas de resistencia del adobe en la intemperie. En estas
pruebas se incluyeron bloques elaborados con la formula de Ismael Girón, ante
otros de manufactura tradicional que fueron sumergidos en el consolidante
TOT, importado desde Japón.
Los resultados, en los bloques de Girón, demostraron desprendimientos de
partículas en la superficie ocasionados por hongos. Estos hongos se secan en
verano degradando paulatinamente el bloque de adobe en porcentajes
mínimos de erosión. En los bloques de TOT se observaba la carencia de
erosión, debido a que el consolidante cristaliza los componentes. De este
modo, en actividades de restauración resultaría más efectivo sumergir un
bloque de adobe en TOT, o esparcir el consolidante en las estructuras y
olvidarse del caso. Sin embargo, el TOT, además de ser altamente inflamable,
es dif ícil adquirirlo, puesto que habría que importarlo desde el país que las
elabora. Otra desventaja del TOT es que no puede aplicarse como mezcla,
siendo un consolidante químico, de características irreversibles. Mientras que
la formula de mezcla y técnica de comprimido de la misma ideada por Is mael
Girón es natural, reversible, impide la filtración de agua y agentes biológicos,
no daña los rasgos originales cuando se aplica como consolidante en muros
mamposteros, y simula los mismos cuando se utiliza para reconstrucción o
restauración de repellos. Y sobre todo es de fácil adquisición. La solución al
hongo en la formula radica en el mantenimiento periódico y observación. Su
versatilidad permite aplicarse incluso para proteger pisos originales,
sobreponiéndola a otros aislantes como el cascajo y la tierra ordinaria.
Asimismo, la formula para la mezcla utilizada por Is mael Girón es compatible
con las estructuras de tierra, ello gracias al efecto de la cal. La compatibilidad
con elementos de tierra es un reto que los procedimientos químicos deben
afrontar al momento de reconstruir o sustituir piezas de una estructura dañada.
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Años posteriores a los trabajos de Casa Blanca, Ismael Girón es autorizado por
arqueólogos salvadoreños para aplicar esta mezcla y el procedimiento de
comprimido en las consolidaciones de las bases de piedra de las estructuras
del sitio arqueológico - histórico Ciudad Vieja, la primera villa de San Salvador.
Los materiales utilizados en la formula varían un poco según los sitios, pero el
procedimiento es el mismo. La experiencia adquirida por Ismael Girón le
condujo a dirigir trabajos de restauración en San Andrés durante el año 2003, y
luego en el actual proyecto de la estructura B1-2 de Tazumal, en donde se
combina la técnica con el uso de piedras y lajas, e incluso en la edificación de
simuladores arqueológicos.
Este procedimiento, similar al
sistema constructivo
prehispánico, puede utilizarse en
la construcción moderna. El
comprimido
salvadoreña
edificaciones
es una inventiva
aplicable en
arqueológicas que
incluyen tierra, y un aporte al
mundo de las restauraciones y
consolidaciones.
Fig. VI. 55: Aplicación del comprimido en
Ciudad Vieja, departam ento de Cuscatlan.
Proceso de elaboración de adobes para restauración de estructura B1-1 y
simuladores de la B1-2
Con el objeto de obtener un adobe resistente, se han realizado, hasta el
momento, 9 pruebas. De este modo, la prueba que mejor se adapta para la
restauración contiene la siguiente formula: Balastre: 3 carretillas Tierra
ordinaria: 3 carretillas Cascajo : ½ carretilla Barro: 1 carretilla Cal
Hidratada: 1 carretilla Agua: calculado.
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Pasos para la elaboración del adobe :
Fig. VI. 55: Elemen tos
1- Se prepara un patio para secado.
2- Se prepara una pila para insumo de agua.
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3- Se mezclan los elementos.
4- Se patea, a modo de dar consistencia chiclosa.
5- La mezcla secoloca en el molde, en el patio de secado.
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Nota: Para construir un patio improv isado es recomendable utilizar cascajo, y a que este
material no se adhiere al adobe. El molde es pref erible sea éste de madera, y se mantenga
húmedo.
Fig. VI. 56.
6- Se acomoda y se moldea a mano
7- Se retira el molde y se deja al sol.
8- Una vez seco de un lado, se les da vuelta hasta que endurezca.
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