EL DEBATE SCHMITT – KELSEN, SOBRE EL ... - Unisabaneta

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J. EMILIO VALDERRAMA Innovación y Emprendimiento para La Paz
del monarca como defensor de la constitución” 16 . Además el gobierno no era
ejercido exclusivamente por el presidente sino también por sus ministros que
dependían de la mayoría parlamentaria ¿cuál sería entonces la neutralidad del
presidente?
Schmitt es insistente a lo largo del texto en adjudicarle neutralidad al presidente
del Reich, pero según Kelsen sólo está hablando en nombre de una ideología
que ya en siglos pasados se adaptaba a la monarquía (doctrina de Benjamin
Constant) agregando que lo perseguido era devolverle al presidente el poder
perdido.
No puede concluirse que para Kelsen un Tribunal constitucional libre sea la
solución al problema, pues es consciente de las potenciales extralimitaciones
en las que puede incurrir este órgano y por tal razón propone que: “debe
limitarse lo más posible el espacio de la libre discrecionalidad que las leyes
conceden en su aplicación. Entonces, las normas constitucionales a disposición
de un Tribunal Constitucional para su aplicación, en especial aquellas con las
que se establece el contenido de las futuras leyes, como las determinaciones
de los derechos fundamentales y otros semejantes, no deben ser formuladas
en términos demasiados generales, no deben emplear terminología difusa,
como “libertad”, “igualdad”, “justicia”, etc. De lo contrario, existe el peligro de un
desplazamiento del poder del parlamento, no previsto por la constitución, y
desde el punto de vista político, sumamente inoportuno, hacia una instancia
ajena a él 17 ”
Para Carl Schmitt la unidad del pueblo alemán se mantenía mediante una
decisión política en la constitución del Reich, es decir, las circunstancias
fácticas o existenciales primaban sobre las normativas. En su criterio, tal
Constitución se veía amenazada por las crisis generadas por los partidos
políticos y la inestabilidad de un parlamento que discutía pero no decidía;
además no era preciso encomendarle la protección de guarda a un Tribunal
Constitucional que ya encontraba su fundamentación en el artículo 19 de la
Constitución de Weimar y por el contrario esta debía ubicarse en la segunda
parte del artículo 48 de la misma codificación que encomendaba la tarea al
presidente del Reich, quien para protegerla desplegaba funciones de dictador
comisarial. Las críticas que el jurista Hans Kelsen realizaba a las tesis de Carl
Schmitt, ofrecen una interpretación esclarecedora al problema en torno al cual
gira la polémica y logran descubrir las reales motivaciones que determinaron al
alemán a “exhumar del desván del teatro constitucional el trasto más viejo”
según el cual el jefe de Estado es el defensor natural de la constitución, que
16 Ibidem. Pag 13
17 Op. Cit. Pag. 33
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