Estudio de la Obra Psicografica.pdf - Academia Sapere Aude

eferencias a unas tablillas de piedra encontradas por William Niven procedentes de México que
atestiguan ser de la época Lemur, en las que está inscripto lo siguiente: “ El primer hombre fue creado
con el principio dual. Luego esta creación, primer hombre, fue sumida en un sueño (el mismo que la
muerte hoy). Durante este sueño, se dividieron los principios, y el primero hombre se convirtió en
dos…Un hombre y una mujer. Y en adelante fue promovida la reproducción por medio del hombre y
la mujer. Y todo el mundo fue poblado por esta primera pareja”
En realidad, si se quiere ser más específico, la evolución de las razas se produjo en adelantamientos
graduales en los cuales se verificaban avances en la reproducción sexual. No es aquí el lugar, ni el
momento de especificar estas cuestiones, que, en todo caso, podrían formar un volumen aparte de
grandes investigaciones a la mano, tanto de antropólogos, geólogos, teósofos, Rosacruces, Filósofos,
Filólogos, Botánicos, Biólogos, Historiadores, Paleontólogos, Etnólogos, y Etnógrafos, etc.
La cuestión que nos compete aquí no es en relación a si un ser puede compartir un cuerpo animal, ya
que al no haber mente superior, este puede bien albergar en sí mismo a más de un Ego. Esto lo vemos
en la Alga verdosa que compartían los setenta, o en el roedor color dorado que compartía Jhasua con
su alma gemela, en donde fueron separados los sexos y pasaron a vivir cada chispa en un cuerpo
separado.
Lo que se discute aquí tampoco es la Fotogenia espiritual que sucede desde los reinos sutiles hasta los
materiales para después volver a los primeros. En todo caso, las almas grupo contendrán a cierta
especie, cierto reino y cierto tipo evolutivo, más las subdivisiones y los árboles formados no pueden, ni
deben , comprometer la unidad del Espíritu.
“De modo similar, el alma grupal después de un tiempo se divide y forma dos almas grupales. El
proceso se repite una y otra vez, produciendo un creciente número de almas grupales cuyo contenido
manifiesta una distinción correspondiente y creciente de conciencia, aunque, naturalmente,
compartiendo ciertas características fundamentales.”
Arthur Powell.
Cap. IX Almas Grupales
Lo que se discute aquí son las unidades indivisibles que cada ser humano posee, el Self, el Yo interno,
la identidad, con la cual atraviesa reinos, razas, cadenas, manvataras, ciclos y ciclos, sin jamás perder
su identificación original. Más allá de las continuas refundiciones con otras entidades, con las cuales
formará homogeneidad de vibraciones ilustrando el Pleroma buscado.
¿Por qué no pueden compartir un Ego preguntará el estudiante de esta gran Obra que leemos y
desglosamos, por qué no pueden dividirse sus principios?
Se responde: La Mónada es la semilla del Ego, éste del cuerpo físico. ¿Se divide una semilla para
producir al árbol que contiene en potencia? “ Y Dios dijo: Que la tierra produzca (…) el árbol frutal que
dé el fruto según su naturaleza, cuya semilla esta en él mismo” Génesis I.
Permítaseme volver al diagnóstico que venía realizando acerca de lo escrito por Beatriz Maure, para
poder adentrarnos en la esencia del porqué.
“El ser andrógino modifica su estructura y mejora su cuerpo. Se desdobla y se
manifiestan los dos principios: femenino y masculino que dará origen a la especie
humana. Doloroso y único momento que no puede repetirse en el plano terrestre
porque cuando esto está ocurriendo en el Universo físico también se produce
simultáneamente la identificación por desdoblamiento de los dos principios que
127