Estudio de la Obra Psicografica.pdf - Academia Sapere Aude

desconfianza y dejar que sus almas adquieran mayor conexión con la Luz, pero tal actitud dejaría
desamparado a aquel que anda por buen camino buscando sin cesar y que a pesar de su poco
entendimiento, pone todo su esfuerzo en comprender aún más.
Para ellos no puede dejar de existir un salvavidas, una mano que los acerque, un viento a favor que les
de ánimo de seguir, pues en este abismo de ilusión difícil es distinguir lo real de lo no real, la mentira
de la verdad y se afirma como cierto algo que es falso y algo falso como verdadero.
Es tiempo de generar certezas, los materiales para ello están a nuestra disposición sólo debemos
tomarlos y ubicarlos ordenadamente cual engranajes de una gran maquinaria que producirá en su
funcionamiento, la energía de la verdad misma.
La autenticidad de estas obras reside antes que nada en el lógico rodar de sus páginas, de sus
explicaciones, de sus enseñanzas y en ellas vive palpitante la lógica irrefutable del amor. Con esa misma
lógica pueden explicarse los fenómenos de su composición, de la creación de sus textos inundados de
puro conocimiento científico, arrollador para el incauto, vitalizador para el peregrino humilde.
Para ser certeros, la observación, debe ser precisa, objetiva y no vagar en supuestos poco sustentables
y sin la firmeza de la razón.
Sobre la Investigación en la Obra
“Veinte años de ansiosa búsqueda en la vasta documentación, crónicas y relatos del siglo primero,
salvados de la proscripción ordenada más tarde por el emperador Diocleciano, y de perseverantes
investigaciones por la Palestina, Siria, Grecia, Alejandría, Damasco, Antioquia y Asia Menor, nos
permiten ofrecer hoy a los buscadores de la Verdad, en lo que se refiere a la augusta personalidad de
Cristo, este relato cuyo título "Arpas Eternas" induce al lector a la idea de que estas excelsas vidas...
vidas geniales, son las arpas eternas en que cantan los mundos la grandeza infinita de la Causa
Suprema.
No podemos callar aquí, la colaboración de los antiguos archivos Esenios de Moab y del Líbano, y de
las Escuelas de Sabiduría fundadas por los tres ilustres sabios del Oriente: Gaspar, Melchor y
Baltasar, las cuales existen aún en el Monte Sulimán, cerca de Singapur (India) en las montañas
vecinas a Persépolis (Persia) y en el Monte Sinaí (Arabia).
Tampoco podemos olvidar a la bravía raza Tuareg, perdida entre los peñascales del Desierto de
Sahara, cuyos viejos relatos sobre el Genio Bueno del Jordán, como llamaron al Profeta Nazareno,
han dado vivos reflejos de sol, a determinados pasajes de nuestra histórica relación.”
Al lector le surge el siguiente interrogante:
Arpas Eternas − Portada
Ed. Kier. 2006
¿Se observa en este relato el mecanismo de investigación realizado por la autora o por el espíritu
comunicante?
Sería difícil precisar para la autora, en estado físico, los lugares donde estarían aquellos grabados,
documentos y papiros tan bien guardados, por lo que deducimos a través de esta Portada, presentada
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