Estudio de la Obra Psicografica.pdf - Academia Sapere Aude

a través de todas esas existencia un principio individual que la sigue por doquier. Dicha
Individualidad, oscura pero indesctrucible, constituye el sello Divino de la Monada en que Dios quiere
manifestarse mediante la conciencia.”
Siendo así, debería discutirse el origen de esta misma doctrina, la cual se remonta a subrazas anteriores
a la nuestra que se conectan indiscutiblemente a los orígenes Koptos, por lo cual, al hacerlo sería ir en
contra de las mismas enseñanzas vertidas en la Obra.
Finalizando, al no reconocer el proceso mediúmnico como falible, se cae en interpretaciones
desacertadas que no sólo contradicen la esencia de la Obra sino que se contrapone con otras doctrinas
serias. Esto ha quedado demostrado. Y si alguno tiene alguna duda: INVESTIGUE, ESTUDIE,
DEDIQUESE, con tiempo a estas cuestiones, que bien pueden ser debatidas, si dentro de un marco de
respeto, se logran expresar ideas ya formadas como es el caso de Beatriz Maure y con la cual he podido
darme el gusto de colocar referencias de su libro en la Investigación presentada anteriormente, ya que
amén de no concordar con ciertas cosas, considero su trabajo como un gran aporte al conjunto. Se verá
pues que la tendencia a la objetividad, en lo que a mí respecta, está demostrada desde el hecho que no
compartiendo en totalidad con el criterio de Beatriz Maure, extraiga de este, aquello que, según mi
percepción, contiene gran valor significativo. Resta entonces al lector discernir entre ambas posturas,
una evidenciando hechos palpables y haciendo de ella un aprendizaje para el mañana, otra ocultando
lo evidente sin poder justificar siquiera ciertas actitudes con respecto al manejo editorial, que lejos de
juzgarse, debería ser comprendido para adentrarnos en una interpretación más amplia del proceso
mediumnico, no cayendo en el absurdo de “lo infalible” o de una concepción dogmática que afirme que
la Obra “Esta más allá del Humano pensar”.
“Ningún verdadero Teósofo, desde el más ignorante hasta el más instruido, debe pretender la
infalibilidad de lo que pueda decir o escribir sobre materias Ocultas. Es punto capital admitir que en
muchos conceptos, al clasificar los principios cósmicos o humanos, además de errores en el orden de
la evolución, y especialmente en cuestiones metafísicas, aquellos de entre nosotros que pretenden
enseñar a otros más ignorantes, pueden todos equivocarse. De modo que se han cometido errores en
Iisis sin Velo, En Budhismo Esotérico, en El Hombre, en Magia Blanca y Negra, etc; y más de un error
se encontrará probablemente en esta obra. Esto no puede evitarse. Para que una Obra extensa, y
hasta una pequeña, sobre semejantes abstrusos asuntos, esté por completo exenta de todo error y
equivocación, tendría que ser escrita desde la primera hasta la última página por un gran Adepto,
sino por un Avatara. Sólo entonces podríamos decir: “¡Esta es verdaderamente una Obra sin pecado
ni tacha alguna!”, pero mientras el artista sea imperfecto, ¿Cómo puede ser perfecta su Obra? “La
investigación de la verdad no tiene fin”. Amémosla y aspiremos a ella por sí misma, y no por la gloria
o beneficio que la revelación de una pequeñísima parte de ella pueda proporcionarnos. Pues, ¿Quién
de nosotros puede pretender que tiene toda la verdad en la punta de los dedos, ni aún siquiera por lo
que respecta a una de las enseñanzas menores del Ocultismo?”
H.P.Blavatsky La Doctrina Secreta. Tomo IV El Simbolismo Arcaico de las Religiones del Mundo
Cap. Las Siete Almas de los Egiptólogos
Y en esto, no me abstengo, sólo me ubico en la posición de aquel que viendo en un lugar, errores
salvables, y teniendo las herramientas en mi propia mano, trato dentro de mi condicionamiento,
otorgar una ayuda para que la maquinaria no se trabe, más aún, cuando prevenir es mejor que curar,
(si es que estamos a tiempo), y haciéndome eco de las palabras de Sócrates que decía: “Aquellos los
filósofos han pensado del mismo modo respecto del alma: que esta no podrá beneficiarse de la
enseñanza que recibe hasta tanto no se haya refutado, y hasta que no hayan llevado así al refutado a
avergonzarse de sí mismo y lo hayan desembarazado de las opiniones que le impiden aprender, y así
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