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Todorov, T- Introduccion a la Literatura Fantastica - Catedu

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Tzvetan <strong>Todorov</strong> Introducción a <strong>la</strong> literatura fantástica<br />

impregnada por <strong>la</strong>s interpretaciones de los críticos y de los lectores.<br />

Permaneceremos tan alejados de <strong>la</strong> interpretación de <strong>la</strong>s obras particu<strong>la</strong>res como lo<br />

estábamos al tratar el aspecto verbal o sintáctico. Como en el caso anterior, se trata<br />

más bien de describir una configuración que de nombrar un sentido.<br />

Es evidente que si aceptamos <strong>la</strong> contigüidad de los temas fantásticos respecto<br />

de los temas literarios en general, nuestra tarea se vuelve sumamente complicada.<br />

En el primer caso, disponíamos de una teoría global referente a los aspectos verbal<br />

y sintáctico de <strong>la</strong> obra, en <strong>la</strong> que podíamos inscribir nuestras observaciones sobre lo<br />

fantástico. Aquí, por el contrario, no disponemos de nada; por esta misma razón,<br />

debemos llevar a cabo simultáneamente dos tareas: estudiar los temas de lo<br />

fantástico y proponer una teoría general del estudio de los temas.<br />

Al afirmar que no existe ninguna teoría general de los temas, parecemos<br />

olvidar una tendencia crítica que goza sin embargo del mayor prestigio: <strong>la</strong> crítica<br />

temática. Es necesario ac<strong>la</strong>rar por qué el método e<strong>la</strong>borado por esta escue<strong>la</strong> no nos<br />

satisface. Tomaré como ejemplo algunos textos del Jean-Pierre Richard, que es, por<br />

cierto, su más notable representante. Estos textos han sido elegidos<br />

tendenciosamente, y no pretendo en lo más mínimo juzgar una obra crítica de<br />

fundamental importancia. Por tal motivo, habré de limitarme a algunos prefacios<br />

ya antiguos. Ahora bien, es posible observar una evolución en los textos recientes<br />

de Richard; por otra parte, aun en los textos más antiguos, los problemas de<br />

método resultan ser mucho más complejos cuando se estudian los análisis<br />

concretos (en los cuales no podremos detenernos).<br />

Es necesario decir, en primer lugar, que el empleo del término “temática” es<br />

en sí discutible. En efecto, bajo este rubro podríamos esperar encontrar un estudio<br />

de todos los temas, cualesquiera que sean. Ahora bien, de hecho, los críticos hacen<br />

una selección entre los temas posibles y es precisamente esta selección lo que mejor<br />

define su actitud, que podría ser calificada de “sensualista”. En efecto, para esta<br />

crítica, sólo los temas referidos a <strong>la</strong>s sensaciones (en sentido estricto) son<br />

verdaderamente dignos de atención. En el prefacio al primer libro de Georges<br />

Poulet describe esta exigencia crítica temática de Richard, Littérature et Sensation (el<br />

título ya es significativo), en los siguientes términos: “En algún rincón del fondo de<br />

<strong>la</strong> conciencia, del otro dado de <strong>la</strong> región donde todo se ha vuelto pensamiento, en el<br />

punto opuesto a aquel por donde se ha penetrado, hubo y hay todavía luz, objetos<br />

y hasta ojos para percibirlos. La crítica no puede contentarse con pensar un<br />

pensamiento. Es necesario, además, que a través de éste se remonte de imágenes en<br />

imágenes hasta <strong>la</strong>s sensaciones” (pág. 10, el subrayado es nuestro). Hay en este<br />

fragmento una oposición muy c<strong>la</strong>ra entre lo concreto y lo abstracto; por un <strong>la</strong>do,<br />

encontramos los objetos, <strong>la</strong> luz, los ojos, <strong>la</strong> imagen, <strong>la</strong> sensación; por otro, el<br />

pensamiento, los conceptos abstractos. El primer término de <strong>la</strong> oposición parece<br />

doblemente valorizado: en primer lugar, es el primero en el tiempo (cf. el “se ha<br />

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