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Revista nº 0 Agosto año 2008 - Fuente del Berro

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<strong>Revista</strong> <strong>nº</strong> 0 <strong>Agosto</strong> <strong>año</strong> <strong>2008</strong>


La Güind@<br />

Indice<br />

Pobre pero honrada<br />

La mirada de Juan Fresco<br />

Encenderé una vela<br />

Poemas<br />

Origen de las <strong>Revista</strong>s<br />

Tiemble después de haber leído<br />

La cárcel de papel<br />

Beatriz Martinelli<br />

Aquí se fuma:<br />

Siendo hoy viernes<br />

Cuando dormimos<br />

La sandalia de Nitocris<br />

De duelos y despedidas<br />

Hablar esp<strong>año</strong>l<br />

Domingo por la mañana<br />

en Madrid<br />

<strong>Revista</strong> <strong>nº</strong> 0 <strong>año</strong> <strong>2008</strong>


Pobre pero honrada Por Lola Beltránd<br />

POBRE PERO HONRADA<br />

Me llamo Mari-Lola y soy pobre, ya sé que esto no se anda pregonando por ahí, pero<br />

como encima soy muy honrada necesito proclamarlo a los cuatro vientos.<br />

Es algo así como los alcohólicos anónimos que no toman conciencia de lo que les<br />

ocurre hasta que no dicen en voz alta, y ante una nutrida concurrencia: ¡soy<br />

alcohólico!<br />

El caso de la cuestión es que siempre tengo problemas monetarios, y, que, cuando<br />

llegan unas fechas que en la televisión dicen que son especiales, aún más.<br />

Escucho la radio y los pelos se me ponen de punta, de punta y resecos de<br />

impotencia , ya que el locutor, muy serio, por eso sé que no es un broma, dice que<br />

durante este periodo de tiempo, quince días más o menos, cada esp<strong>año</strong>l se va a<br />

gastar unos trescientos euros por cabeza.<br />

Yo me puse a hacer la cuenta de la vieja, hasta ahí llego, y como en casa somos<br />

cinco me salían mil quinientos euros en total: casi me da un patatús. -¿Habrá bebido<br />

a estas horas de la mañana?,-pensé- ,o a lo mejor es el día de los inocentes.<br />

Corrí al calendario, uno que me trajo mi Pepe, de un garaje que conoce, y allí ponía<br />

bien clarito: veinticuatro de Diciembre.<br />

Por lo que he podido escuchar "es una noche muy buena", o sea que todo tiene que<br />

estar perfecto en todos lados. Casi me da un infarto de la risa, y mira que a mi<br />

reírme, en estos tiempos, me cuesta un montón.<br />

En las noticias de las diez, que escuché con suma atención, hablaron de unos<br />

terremotos no se dónde; atentados a diestro y siniestro en unos países llenos de<br />

árabes; tres accidentes de tráfico con más de doce muertos en las carreteras de mi<br />

país…<br />

Se me antojó que lo tenían crudo para que la noche les saliera bien…<br />

En fin que pensando y pensado que "nosotros "no podíamos ser menos que el resto<br />

<strong>del</strong> bloque de vecinos, decidí ir al mercado y "estirarme" ( ya estoy descoyuntada,<br />

pero bueno) un poco.<br />

Esa noche que "tenía que ser buena" cenaríamos como señores…<br />

Me voy a la cama, acabo de recogerlo todo, ya he dicho (creo) que soy pobre, pero<br />

honrada y trabajadora.<br />

La cena no salió "exactamente como yo pensaba"; el menú al que pude acceder<br />

fue: Crema de gazpacho, pollo al horno con patatas ( de paquete para los niños) y<br />

ensalada de lechuga ( hay que ver que cara están las hortalizas) para los<br />

mayores, y de postre Mouse de chocolate y nata ( venden unas copitas<br />

transparentes muy monas y baratas, pero como no me fío de lo que llevan dentro,<br />

compré sólo cuatro, yo me abstengo de postre)<br />

Como sorpresa "especial ", un Lacasito debajo de la servilleta de cada uno (a todo el<br />

mundo le gustan los Lacasitos, ¿o no?)<br />

La cena se la comieron toda (donde hay hambre….), ni siquiera preguntaron lo que<br />

era, pero… los Lacasitos.<br />

Mi suegro, Lacasito rojo, (ochenta y dos <strong>año</strong>s y todas las enfermedades <strong>del</strong> mundo)<br />

dijo: -Jolines, Mari-Lola, ¿hoy también me toca la pastilla <strong>del</strong> reuma…?<br />

Mi Pepito, Lacasito azul, (dieciséis <strong>año</strong>s muy bien llevados), lo miró largamente y<br />

comentó: -Mamá, pero mamaaá, ¿qué es esto, un "tripi"?<br />

Lola Beltránd


La mirada de Juan Fresco<br />

Agradecido? ¡Vamos, anda!<br />

¿MUY AGRADECIDO?<br />

por Manuel Cubero<br />

Decididamente, debo tener algo de masoquista.<br />

Si no, no me explico cómo, después de oír las sabias palabras <strong>del</strong> señor Aznar<br />

señalando el feo detalle de los musulmanes de no habernos pedido perdón por<br />

invadirnos durante ocho siglos, aún tengo la desfachatez de escribir estas palabras<br />

sobre aquella gente inmunda que, en su salvaje invasión, olvidando nuestras raíces<br />

cristianas, hizo de la Córdoba musulmana una de las ciudades más importantes <strong>del</strong> orbe<br />

en aquella época.<br />

Y eso no es sino un pequeño detalle de tanta maldad y perdición como esos señores,<br />

por llamarlos de alguna manera, nos dejaron. Yo propongo que España envíe una<br />

embajada a los países árabes exigiendo disculpas por tal barbarie. Esa embajada<br />

debería echarles en cara, entre otros desmanes, su abuso urbanizador que nos dejó en<br />

un cerro de la sin par Granada un pobre palacio rojo.<br />

Otro tanto deberá hacer con la contaminación a que sometieron nuestra lengua<br />

manchándola con unas cuatro mil palabras, verbo arriba, verbo abajo; y con su lascivia<br />

que dejó en nuestra literatura las huellas de gran parte de la tradición literaria oriental,<br />

llena de pecado y depravación amén de cientos de poemillas vulgares e indecentes con<br />

nefastas referencias a elementos amorosos.<br />

Y en el plano científico y humanístico, ¿qué diremos de las malditas cifras que nos<br />

legaron? ¿Y de aquellos mediocres personajes que osaron enmendar la plana a la madre<br />

naturaleza intentando curar con sus diabólicos mejunjes las enfermedades que ella nos<br />

dejó? También deberá recordarles su permisividad, permitiendo la convivencia de<br />

judíos, musulmanes y cristianos. y, por fin, ese intento de fomentar el vicio de la gula<br />

difundiendo métodos tan salvajes como el riego de las tierras de labranza a través de<br />

unos riachuelos, construidos por la mano <strong>del</strong> hombre, mal llamados acequias... Por<br />

cierto que, hablando <strong>del</strong> agua… ¿qué diremos <strong>del</strong> afeminamiento a que se vio sometido<br />

nuestro pueblo al introducir la fea costumbre de asearse cada dos por tres?<br />

Y Así pues, con mi rechazo a gentuza <strong>del</strong> calibre de Averroes, Maimónides, Ben<br />

Quzman, Ben Hazam, Abderramán III, Almutamid y otros tantos personajes diabólicos,<br />

vaya mi condena más sincera a los musulmanes que tuvieron la desfachatez de<br />

invadirnos y dejarnos tan fatídica huella.<br />

¿O no?<br />

Manuel Cubero


Encenderé una vela por Catalina Zentner<br />

“…nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti"<br />

John Donne<br />

Encenderé una vela por aquellos que<br />

padecen vacío en sus estómagos y<br />

fatal desnudez de su memoria; por los<br />

que perdieron el rumbo <strong>del</strong> amor,<br />

sometidos a la vileza y el escarnio. Por<br />

los niños violados, los ancianos sin<br />

cobijo ni ternura, abatidos en<br />

soledades y cenizas. Por los ciegos que<br />

miran sus bolsillos y no ven lo que<br />

pasa a su costado.<br />

Otra por mis hermanos de distinto<br />

color, cuya sangre no se diferencia de<br />

la mía, por el derecho de todos y cada<br />

uno a su libertad de amar y creer en<br />

los dioses que elijan, siempre que se<br />

rijan por la bondad y no como<br />

pretexto para el odio.<br />

Una vela que borre oscuridades y traiga luz radiante y esperanzas. Otra que avente<br />

absurdas tempestades desde el clamor de este planeta escarnecido, por el canto<br />

quebrado de los pájaros, por las focas que van a su exterminio.<br />

¡Cuántas velas tendrán que ser prendidas para tanta injusticia, tanto agobio!<br />

Mientras, encenderé la mía con prudencia, para que no se extinga antes de arder el<br />

tiempo suficiente.<br />

MIS CINCO NIETOS<br />

Cinco estrellas como los dedos de la mano,<br />

cinco rosas como estrenar la primavera,<br />

cinco luceros que encienden mis mañanas,<br />

cinco miradas de dulzura irresistible,<br />

Con ellos río, aunque me doble la tristeza,<br />

con ellos canto aunque mi voz se debilite,<br />

son ellos los custodios de mis horas,<br />

siempre presentes en la música y los poemas<br />

Jagai y Ariela, caballero y princesita<br />

Shawn y Damian, dos duendes adorables<br />

Agam, el más pequeño, una estrellita,<br />

imprescindibles, como el agua y como el aire.<br />

Catalina Zentner, Israel


Poemas<br />

Algo breve...<br />

No cesa<br />

de llover, y<br />

es bueno:<br />

para el campo,<br />

para la contaminación,<br />

algunas enfermedades, e<br />

incluso para<br />

nuestras propias imperfercciones.<br />

No cesa de llover, y<br />

es bueno<br />

si llueve con mesura.<br />

En ocaciones,<br />

la fuerza <strong>del</strong> agua<br />

nos demuestra su poder arrasando,<br />

arrasando lo que el hombre construyó.<br />

Arrasa porque<br />

nos hemos cruzado<br />

en su camino de libertad.<br />

Victoria<br />

MERECE UN VERSO<br />

Quedaste colgado<br />

dentro <strong>del</strong> calidoscopio de la historia;<br />

como un bostezo fatigado,<br />

como el postrer silencio de las sombras.<br />

No escucho sonidos de reproche,<br />

sólo pesa el aliento que suspira,<br />

el grito que no asigna:<br />

ni sentimientos,<br />

ni risa.<br />

Impasible se alza<br />

la ciudad de las palabras,<br />

el tiempo de los ojos abiertos<br />

que miran la vida.<br />

Mientras, queda en el alero<br />

el efecto <strong>del</strong> amor.<br />

Suenan bombas en el mundo,<br />

marcando adioses<br />

que pretenden ser eternos.<br />

Aprendo de esta herencia y camino,<br />

con la piel de mariposa sensitiva,<br />

colgada de un futuro sin pasado.<br />

Con las manos unidas de improviso,<br />

comprendo que el futuro…<br />

merece un verso.<br />

Victoria<br />

por Victoria Pereira


Oringen de las <strong>Revista</strong>s por Pepe Antonio<br />

Origen de las revistas que surgen de las tertulias<br />

en Madrid<br />

No hubo ninguna tertulia que en algún<br />

momento no pensase en sacar a la luz<br />

una revista propia de los tertulianos<br />

que allí se reunían, semanal, quincenal,<br />

o de periodo indeterminado, caso <strong>del</strong><br />

Café <strong>del</strong> Pombo, que no se hizo porque<br />

Ramón Gómez de la Serna no quiso.<br />

Durante los <strong>año</strong>s veinte y primeros<br />

treinta se registró un auge de las<br />

revistas literarias y artísticas, donde<br />

los consagrados y las jóvenes promesas<br />

encontraron perfecta tribuna donde<br />

darse a conocer y donde exponer sus<br />

opiniones e ideas artísticas y literarias.<br />

Aparecieron revistas como El Nuevo Mercurio, Helios, Renacimiento,<br />

Germinal, Prometeo, Vida Nueva, Alma Esp<strong>año</strong>la, La <strong>Revista</strong> Nueva,<br />

España, anteriores al periodo de auge donde las expresiones literarias se<br />

confundieron con el sentimiento político que las empujó a ser publicadas.<br />

Las dos más importantes son España y La <strong>Revista</strong> Nueva, como<br />

vehículos de expresión literaria, artística y de pensamiento.<br />

La <strong>Revista</strong> Nueva estuvo coordinada por Luis Ruiz Contreras y ayudado<br />

por Silverio Lanza, Palomero y <strong>Fuente</strong>. Luis Ruiz Contreras, era crítico<br />

teatral y traductor de Anatole France, Maupassant, Goncourt y<br />

Gourmont, vecino <strong>del</strong> Barrio de Salamanca y autor de artículos para el<br />

diario Pueblo tras la guerra civil. Allí escribieron Baroja, Azorín, Valle-<br />

Inclán entre otros.<br />

La <strong>Revista</strong> Nueva estuvo coordinada por Luis Ruiz Contreras y ayudado<br />

por Silverio Lanza, Palomero y <strong>Fuente</strong>. Luis Ruiz Contreras, era crítico<br />

teatral y traductor de Anatole France, Maupassant, Goncourt y<br />

Gourmont, vecino <strong>del</strong> Barrio de Salamanca y autor de artículos para el<br />

diario Pueblo tras la guerra civil. Allí escribieron Baroja, Azorín, Valle-<br />

Inclán entre otros.<br />

La revista España nació en 1914 fundada por Ortega y Gasset, que<br />

desde hacía 4 <strong>año</strong>s era catedrático de Metafísica de la Universidad de<br />

Madrid, sustituyendo a Nicolás Salmerón. Llevó a sus hojas importantes<br />

hombres de lo que él denominó la España Real, destacando Ramiro de<br />

Maeztu, Ramón Pérez de Ayala, Eugenio d’Ors, Manuel Azaña, Martínez<br />

Sierra, Benavente o Valle-Inclán. Tomada como el antecedente de la<br />

<strong>Revista</strong> de Occidente que fundaría el propio Ortega en 1923. Ortega era<br />

hombre de importante altura filosófica que reflejó fielmente y según sus<br />

pensamientos la España <strong>del</strong> momento. Inspiró periódicos como el Sol de<br />

gran calidad y perfeccionó su trabajo con la <strong>Revista</strong> de Occidente.<br />

Tertuliano de la Granja <strong>del</strong> Henar, su presencia concedía a la tertulia un<br />

aire de cátedra a la que se venía a escuchar más que a conversar. El<br />

primitivo lugar donde se redactaba la revista era la librería de Calpe,<br />

hoy Casa <strong>del</strong> Libro, para trasladarse después a su domicilio en la calle<br />

Braganza.


Oringen de las <strong>Revista</strong>s por Pepe Antonio<br />

En cuanto a la revista Prometeo tuvo una corta existencia, de 1908 a<br />

1912, es posiblemente la primera revista de vanguardias de Madrid.<br />

Estuvo dirigida por Javier Gómez de la Serna y en la que pronto se vería<br />

la influencia <strong>del</strong> joven Ramón. Entre sus colaboradores se encontraban<br />

Cansinos Assens, Manuel Abril, Cipriano Rivas Cheriff, Gabriel Miró.<br />

La <strong>Revista</strong> Pluma estuvo ideada por Manuel Azaña y se editó por primera<br />

vez en el mes de junio de 1920 con treinta y ocho números, importante<br />

cifra para la época. La redacción de la revista se hacía en la calle<br />

Hermosilla, <strong>nº</strong> 24, en el domicilio de Azaña. A pesar de la prosa eficaz<br />

de D. Manuel su triunfo como literato se le negó en rotundo. Su obra<br />

más importante fue el monográfico de 1923 sobre Valle-Inclán.<br />

Otra serie de revistas vanguardistas<br />

fueron apareciendo elaboradas en su<br />

mayoría en los propios cafés. Los<br />

Quijotes, <strong>del</strong> impresor Linera; Cervantes,<br />

de Villaespesa; Cosmópolis de Cansinos<br />

Assens y Guillermo de Torre quienes<br />

dieron doctrina al movimiento ultra, y la<br />

sección Literaturas novísimas, en la<br />

revista dirigida por Guillermo de Torre,<br />

director también de la efímera revista<br />

Reflector; Grecia nacida en Sevilla,<br />

donde se publicó el manifiesto ultra,<br />

firmado por Xavier Bóveda, César A.<br />

Comet, Fernando Iglesias Caballero,<br />

Pedro Garfia, Rivas Panedas y Aroca.<br />

Aquí publicó Guillermo de Torre su Manifiesto Vertical. Reapareció<br />

después de 1920 en Madrid y tuvo gran influencia en los movimientos<br />

vanguardistas; Tableros, dirigida por Isaac <strong>del</strong> Vando Villar; Vértices<br />

de Manuel de la Peña; Tobogán de Manuel de la Peña y César<br />

González-Ruano; Parábola de Eduardo Ontañón; Horizonte de Garfia y<br />

Rivas Panedas; Plural de César A. Comet, entre muchas otras.<br />

Aparecían en los Cafés de la Puerta <strong>del</strong> Sol más tarde por su lejanía de<br />

donde se publicaban, pero eran leídas con avidez por el público, sobre<br />

todo en el Colonial donde Cansinos Assens y Guillermo de Torre<br />

promocionaban todo lo que fuese nuevo.<br />

En el Café de Lion apareció la revista "Cruz y Raya. <strong>Revista</strong> de<br />

afirmación y negación", que llegó a adquirir tanta importancia como La<br />

<strong>Revista</strong> de Occidente. Nació el 15 de abril de 1933 y tuvo durante tres<br />

<strong>año</strong>s una influencia decisiva en los hombres y mujeres de la generación<br />

<strong>del</strong> ‘27. Estuvo dirigida por José Bergamín y formando parte <strong>del</strong> consejo<br />

de dirección buena parte de sus contertulios. Como secretario Eugenio<br />

Imaz. Su vida sería hasta la guerra civil y llegó a crear su propia<br />

editorial.<br />

Otra revista de importancia fue La Gaceta Literaria, dirigida por Ernesto<br />

Giménez Caballero. Hombre poco dado a las tertulias de Café se reunía<br />

en la terraza de su casa con un grupo de amigos, en la calle Canarias,<br />

donde vivía y se imprimía la revista.


Oringen de las <strong>Revista</strong>s por Pepe Antonio<br />

En verano de 1926 se preparó la publicidad que anunciaba la<br />

publicación que saldría con gran expectación entre el conjunto<br />

tertuliano de Madrid, en enero de 1927, agotándose los ejemplares. En<br />

el local de la Unión Ibero Americana se situaba la redacción a la que<br />

acudían gran cantidad de autores que dejaban sus tertulias a media<br />

tarde para dirigirse a este edificio con sus escritos. La editorial CIAP,<br />

dirigida por Pedro Sáinz Rodríguez, tomó los derechos y contrató a los<br />

mejores escritores de la época, dejando hueco para los nuevos literatos<br />

y las nuevas corrientes, entre los cuales apareció Ramiro Ledesma<br />

Ramos, de tendencias fascistas, que rompió la cohesión de grupo,<br />

provocando disensiones que hicieron que Giménez Caballero acabase la<br />

publicación, iniciando otra en su lugar, el Robinson Literario, en la que<br />

sólo escribía él. Esto supuso la ruina de CIAP y por tanto la de la revista<br />

y los escritores que estaban en nómina como Valle-Inclán o Julio<br />

Camba.<br />

Entre los escritores <strong>del</strong> humor de mayor prestigio se encontraban Luis<br />

de Tapia, Pérez Zúñiga, Julio Camba, Ramón Gómez de la Serna y<br />

Fernández Flórez. Precedente de éstos es la revista Buen Humor,<br />

dirigida por Sileno, redactada en el Café Jorge Juan, donde tenía lugar<br />

la tertulia de artistas de José Francés. Aparecieron los humoristas<br />

gráficos como K-Hito, seudónimo de Ricardo García López, de gran<br />

popularidad a finales de los <strong>año</strong>s veinte.<br />

Este fundó su propia revista, Gutiérrez, acogiendo en sus páginas a<br />

maestros <strong>del</strong> dibujo y escritores de la llamada generación de Hollywood.<br />

Entre sus colaboradores aparecían Enrique Jardiel Poncela, Edgar Neville,<br />

Antonio de Lara, Antonio Robles o Antoniorrobles, Díaz Casariego, Paco y<br />

José López Rubio, Antonio de Lara... Tuvo una espléndida acogida,<br />

ganándose la ovación de Ramón Gómez de la Serna. La continuación<br />

estaba asegurada por los jóvenes llegados desde provincias para<br />

presentarse ante el mundo <strong>del</strong> humor, como Samuel Ros, habiendo<br />

trasladado su tertulia a la Granja <strong>del</strong> Henar.<br />

La revista Buen Humor significó el despegue y el abandono <strong>del</strong><br />

chascarrillo y Gutiérrez fue el preludio <strong>del</strong> humor novísimo, humor <strong>del</strong><br />

absurdo que alcanzaría su apogeo en fechas posteriores.<br />

Por último, como colofón de todas estas revistas, de mayor o menor<br />

alcance, generalmente de corta duración, salvo algunos casos, todas ellas<br />

íntimamente ligadas a las tertulias cafeteriles, aparecía en la II<br />

República, la República de la Letras, una editorial, Plutarco, decidida a<br />

hacer un Almanaque Literario de 1935, que estuviese dirigido por<br />

Guillermo de Torre y Miguel Pérez Ferrero entre otros, que constituye un<br />

gran documento para valorar el estado de las Letras en España. En él, se<br />

conmemoró el segundo centenario de la muerte de Lope de Vega, el<br />

cincuentenario <strong>del</strong> Romanticismo y el centenario <strong>del</strong> Ateneo de Madrid,<br />

con homenajes a Unamuno y Santiago Ramón y Cajal. Para esta obra se<br />

pensó en una posible continuación en el tiempo, con publicaciones<br />

anuales, pero se vio truncada por la sublevación militar de Mola, <strong>del</strong> 18<br />

de julio de 1936, dejándose de publicar.


Tiemble después de haber leído<br />

SELENE<br />

por Anselmo Ramos<br />

Tenía un cuerpo gentil de menos de treinta <strong>año</strong>s, engarzado en un<br />

vaquero y una camisola permanente e informal. Sus labios carnosos e<br />

insinuantes eran una permanente incitación al pecado. Sus senos siempre<br />

escondidos detrás de este capisallo de mercadillo, se intuían como una<br />

antesala a todas las incertidumbres de un desliz deslumbrante. Ocultaba,<br />

bajo su gesto hosco, algo de ternura, de sueño y de alba incierta. Se<br />

llamaba Selene.<br />

Trabajábamos juntos en un equipo de diagnostico, sus dictámenes de<br />

aquellos pacientes que tratábamos, eran como una puñalada de un<br />

experto en artes marciales en cualquier cuerpo sensible, secos y certeros.<br />

No era cordial, pero si distante, imposible de ligar una subordinada con<br />

ella; a pesar de trabajar en un gabinete de comunicación, sus coloquios<br />

no pasaban de un monosílabo por respuesta, un si, no, quizás,<br />

posiblemente, eran sus repuestas preferidas.<br />

Penábamos en el mismo trabajo varios <strong>año</strong>s, en los que, nuestra<br />

cotidiana existencia, pasó de una admiración místicamente sexual, a una<br />

indiferencia e ignorancia arbitraria. Secretamente, con un rumiar espeso y<br />

aceitoso, yo la seguí admirando como un ser inaccesible, confluencia de ternuras y<br />

sueños eróticos inconfesables.<br />

Era el último día de trabajo, ella<br />

había aprobado las oposiciones y<br />

marchaba a un nuevo destino con<br />

carácter definitivo; los<br />

compañeros le ofrecimos una<br />

cursilada de cena con un regalo<br />

pagado a escote, con alguna<br />

frase escrita de absoluto olvido:<br />

“Esperamos que te acuerde de<br />

nosotros, Tus compañeros.” Todo<br />

el mundo, temíamos, deseba<br />

perderla de vista y viceversa,.<br />

Fue una noche intensa donde no se escatimó ni el whisky ni los cubatas.<br />

Ya en la madrugada, a esa hora traicionera, donde la aurora quiere<br />

arrancar a zarpazos la última gota de oscuridad, para <strong>del</strong>eitarse con ella<br />

en el exilio, en esa hora de brujas y duendes dónde se encuentran los<br />

amantes, se acercó a mí.<br />

La conversación fue absolutamente irreal pero cierta como aquella lucha<br />

de penumbras y luminarias que nos rodeaba.<br />

- Hola- Dijo con la grandiosidad de una reina.<br />

“-Me voy y posiblemente nunca volveremos a encontrarnos, pero antes de<br />

este adiós que intuyo definitivo, quería decirte algo, siempre te he<br />

admirado, siempre te he querido, he soñado noches enteras en que<br />

acariciabas suavemente mi cuerpo, después nos besábamos y hacíamos el<br />

amor como dos posesos, como los últimos amantes <strong>del</strong> universo, cuando<br />

al día siguiente te encontraba en el trabajo, mis frustraciones me hacían<br />

reaccionar con monosílabos, con frases indiferentes, que escondían un “te<br />

quiero” oculto para el resto <strong>del</strong> mundo, solo evidente para mí.


Tiemble después de haber leído<br />

Me hubiera gustado hacer algo prohibido contigo, llevarte hasta el borde<br />

<strong>del</strong> placer y de la intemperancia, jadear hasta el límite último de la<br />

sexualidad; caer rendida entre tus brazos diciendo al final: “Gracias te<br />

quiero”. Es la última noche que estaremos juntos, por favor, por todos<br />

mis sueños.<br />

¿Quieres hacer el amor conmigo?<br />

Aquella frase sonó como las últimas palabras de Cristo en la agonía, yo<br />

no tenía capacidad de acción- reacción para enfrentarme a tal cúmulo de<br />

sensaciones, cerré los ojos tratando de encontrar una respuesta digna,<br />

pero antes de que los abriera mi subconsciente respondió por mí:<br />

“Yo también te deseaba. Vamos, hay mucho tiempo que ganar a la vida,<br />

al amor y a nosotros mismos…”<br />

Lo que aquella noche sucedió ni lo debían contar los juglares ni lo debía<br />

contar yo, pero ¿quien se resiste a la sensación de haber tenido un ángel<br />

entre tus brazos y no comentarlo? Que se lo pregunten a Luís Miguel<br />

Dominguín en su aventura con la Gazner.<br />

Sentí que su pelo largo y sinuoso me envolvía como una liana loca y me<br />

apretaba constantemente sobre sus pechos, aquellas caderas que me<br />

impulsaban unas veces con un suave balanceo y otras con una locura<br />

indescriptibles, no eran sus caderas, eran las caderas de todas las<br />

mujeres cargadas de voluptuosidad, sensualidad, pasión. Nuestros<br />

vientres se rozaron como sogas buscando la vida, la felicidad y el placer.<br />

El tiempo pasó mas rápido que de costumbre, cómplice callado de mis<br />

ansias y de mis deseos.<br />

Terminó todo varias horas después, se incorporó, entre miradas de<br />

algodón, silencios y terciopelo, con cara de felicidad y una sonrisa de<br />

arcángel sin alas insinuó:<br />

- “Gracias, te quiero. Hasta nunca.”<br />

Me dirigí como un zombi hasta mi casa, bajo farolas de pergamino que<br />

sonreían tristemente; eran demasiadas emociones para que este cuerpo<br />

de gladiador herido y retirado pudiera asimilarlas, no sabía si bendecir<br />

al cielo o al destino por haberme proporcionado tal estremecimiento, o<br />

maldecirlo, por haber sido tan fugaz.<br />

Me felicité en el fondo, había muchas personas que se irían a la tumba<br />

sin haber saboreado una noche de amor, la mía había sido intensa y con<br />

un efecto indestructible, su recuerdo tendría que llenar el resto de mi<br />

vida.<br />

Seguí con mi cotidiano mal vivir, ejerciendo de solterata impenitente,<br />

varias ideas bordoneaban mi pensamiento ¿quien me podría negar, que<br />

aquellas personas con las que a diario me cruzaba fugazmente, (como la<br />

sublime vecina <strong>del</strong> quinto, con la que no había cruzado ni una frase<br />

amable en el ascensor, ni en pasillo) aquellas cuya comunicación se<br />

limitaban a un trato cordial y lejano, no serían una Selene cualquiera que<br />

estaba esperando el último día, el penúltimo momento para hacer su<br />

declaración de intenciones que podrían terminar como esta historia?<br />

-Siempre existía esa posibilidad –me respondí a mi mismo.<br />

por Anselmo Ramos<br />

En razón de este anhelo, un día en el ascensor, en el cruce sempiterno<br />

con la vecina <strong>del</strong> quinto me armé de valor y la abordé comentándola:


Tiemble después de haber leído<br />

Me gustas, te admiro, ¿quieres hacer el amor conmigo?<br />

Yo esperaba una sonrisa y un si conciliador, un guiño picaresco y un susurro afirmador,<br />

quizás debiera haber robado una flor y entregársela tímidamente, pero el tortazo que<br />

me sacudió en plena cara aún me sigue doliendo, no se si sufrió más mi orgullo o mi<br />

carrillo.<br />

-Los experimentos en casa y con gaseosa – me respondí a mi mismo.<br />

Desde esta extraña e inexplicable experiencia, (porque había la posibilidad de que me<br />

hubiera contestado con un SI con mayúsculas y radiante), sigo como Pandora con un<br />

rayo de esperanza en mi cajita, esperando que cualquiera <strong>del</strong> género femenino, de las<br />

muchas que hay que me tratan con sequedad, monosílabos y cierta distancia, me<br />

sorprenda en cualquier momento susurrando:<br />

- Te admiro, te quiero ¿quieres hacer el amor conmigo?<br />

Yo había abrazado una vez a selene, la segunda lo intenté y caí en un<br />

charco en el que la luna se rompió en mil pedazos, llegué a la conclusión<br />

que quien no persigue lo imposible nunca podrá alcanzarlo, seguí<br />

buscando esas palabras de mujer, en un tránsito de recuerdos, locuras y<br />

nostalgias. El reflejo de selene en los cristales me devolvía, de cuando<br />

en cuando, atrozmente a la realidad.<br />

Había terminado de imprimir este relato cuando una llamada de teléfono<br />

urgente me hizo salir <strong>del</strong> despacho, le dejé encima de la mesa y el<br />

teléfono me entretuvo más tiempo <strong>del</strong> deseado.<br />

Cuando regresé, mi secretaria, con un leve recuerdo a Selene, quizá en<br />

las formas secas y distantes o en un cuerpo que también se adivinaba<br />

pecaminoso, comentó con los folios en la mano:<br />

Estaba ordenando tu despacho, cuando me encontré con el relato, no<br />

he podido menos de leerlo. ¿Es autobiográfico?<br />

No- respondí azarado- es pura ficción.<br />

Pues hagámoslos realidad. Yo como tu protagonista te quiero y te<br />

deseo.<br />

¿Quieres hacer el amor conmigo esta noche?<br />

Fin<br />

por Anselmo Ramos<br />

Anselmo Ramos


La cárcel de papel por Alena Collar<br />

Aquí está tu tierra<br />

Aquí está, callada y firme, la tierra en qué reposas;<br />

Oleaje de álamos mirando el río de la infancia,<br />

Trigales verdes que nacen al verano dormido,<br />

Agua y viento frío <strong>del</strong> invierno entre los pájaros.<br />

Aquí está, callada y firme, la tierra que te acuna,<br />

Como unas manos de viento que te cantaran cuando me marcho,<br />

Un violín entre la mañana para tus ojos de entonces,<br />

Y ese silencio que preside el sol cuando nos vamos…<br />

Aquí está, callada y firme, la tierra en que reposas…<br />

El lugar que elegiste cuando al vestirte de novia<br />

Supiste que siempre serías de estos álamos, de estos chopos<br />

Y de nuestro árbol solo presidiendo el camino<br />

Que cada estío nos llevaba a la casa de los Nuestros,<br />

Hasta que algún día el corazón se te durmiera<br />

Entre las sendas de quienes tanto te quisieron.<br />

Y te abrazara en el infinito <strong>del</strong> alba la luz de este cielo.<br />

Alena


La cárcel de papel por Alena Collar<br />

Altaír<br />

Poder podría descender la oscuridad y llegar la noche,<br />

Como si nada hubiera más allá de las sombras<br />

Como si después la ausencia alzara su hueco inmisericorde,<br />

Poder podría descender la oscuridad y llegar la noche.<br />

Pero allá lejos donde nadie la ve titila aterida de invierno<br />

Temblor de plumas sin nido que cobije su corazón latiendo<br />

Fugaz intermitencia tan tenue y tan frágil en su desnudez<br />

Pecho sin arrullos para su insistencia en sobrevivir.<br />

Palpita.<br />

Música callada en el mundo que se vence a sí mismo<br />

Brevísima imagen que no deslumbra por tímida de sí,<br />

Para quien quiera mirarla permanece entre lo oscuro…<br />

Esa luz<br />

Altair <strong>del</strong> corazón como un bosque de resplandores.<br />

Guardado y oculto entre la noche que ciega los árboles.<br />

Fulgor y lira <strong>del</strong> invierno derrotando las ausencias<br />

Plata y oro entre la nieve señalando el regreso.


Sección de Beatriz Martinelli<br />

UNA NIÑA RECUERDA<br />

Caminó las calles de la infancia, abrió portones de madera oscura y<br />

muy altos; un corredor largo, tan largo, como sus sueños, apareció<br />

entre la bruma.<br />

La esperaba una escalera de hierro que llevaba a un cuarto de<br />

ilusiones, dónde sólo habitaron mujeres, siempre mujeres, que se<br />

sucedieron.<br />

Un piletón escondido, era testigo <strong>del</strong> patio que atrevido y amplio<br />

sonreía, en cada flor de malvón.<br />

Un patio que recuerda inmenso, casi como un pedazo <strong>del</strong> país.<br />

Dos gatos remolones, buscaban las baldosas soleadas para sus<br />

interminables siestas.<br />

Una niña crecía en asombros y miedos. Obediente pero audaz, se<br />

escapaba en historias que la llevaban a principados y reinos.<br />

Un techo de chapa, era su castillo y el mundo era pequeño desde la<br />

altura.<br />

Las horas pasaba, elucubrando novelas, donde la dama siempre<br />

sufría.<br />

¡Qué obsesión con la tristeza!, pero irremediablemente aparecía el<br />

joven... un joven valiente <strong>del</strong> viento a rescatarla de su pesadumbre<br />

y<br />

riesgo.<br />

Amontonaba preciosas maderas para la fogata de San Pedro y San<br />

Pablo<br />

y corría descalza con baldes de agua en carnaval.<br />

Un traje de tul, fue el de su comunión, que con el tiempo se volvió<br />

amarillo ocre, como su vida.<br />

Una niña recuerda y olvida, cada tanto vuelve a una calle umbrosa<br />

de<br />

árboles señeros y a una puerta de madera oscura y muy alta.<br />

(Beatriz Martinelli)


Sección de Beatriz Martinelli<br />

SUCEDE<br />

sucede que cuando mis ojos te buscan<br />

y mis manos tantean en lo oscuro<br />

en la sala te vislumbro<br />

es tan orgánica<br />

tan fuerte tu presencia<br />

que podría decirte<br />

que aunque mis manos no te hallen<br />

sos lo único absoluto<br />

la verdad<br />

de ésta mi vida<br />

de vaivenes y tropiezos<br />

Beatriz Martinelli


Aquí se fuma: y entre café y café, palabras por Issa Martínez<br />

Pues vamos haciendo honor al título de esta<br />

sección y vamos a hablar de la campaña, ya casi<br />

mundial, contra el tabaquismo, y es que aquí, sí se<br />

fuma: así que pase y acomódese, que ya le llevo el<br />

café…<br />

A muy pocos meses de haber sido autorizada la ley<br />

antitabaquismo en México, quiero compartir mi<br />

experiencia y opinión. Pues verá, en realidad salgo<br />

poco, pero siempre he disfrutado mucho el café<br />

con los amigos con sus respectivas dosis de<br />

cigarros o la copa en un bar tranquilo y con música<br />

de fondo.<br />

Honestamente, y viviendo en un país en el que las<br />

cosas suelen funcionar mal en cuestiones<br />

gubernamentales y leyes, nunca creí que aceptaran<br />

la famosa ley. ¡Y oh, sorpresa! Resultó que sí. Así<br />

que, repentinamente, siento que me he convertido<br />

en algo así, como una “<strong>del</strong>incuente civil”.<br />

Yo que al levantarme desayuno café y cigarro y, que al terminar de comer, casi por<br />

inercia enciendo un <strong>del</strong>icioso cigarrillo…pues nada, sigo haciéndolo, pero ahora tengo<br />

que salirme a la calle si estoy comiendo en un restaurante.<br />

El único lugar en el que nadie me mira feo, es en mi casa, además <strong>del</strong> más seguro, ya<br />

que ahí nadie podrá arrestarme por 36 horas ni cobrarme una multa de 100 salarios<br />

mínimos…Y de verdad debo decirle que me siento discriminada. Me enfurece que el<br />

gobierno alegue que pretenden dar batalla a las tabacaleras para frenar el muy nocivo<br />

consumo <strong>del</strong> cigarro.<br />

¡Por dios! Si esa es su intención, las cosas son bastante más fáciles. Simplemente se<br />

prohíbe la producción <strong>del</strong> tabaco o su importación y, san se acabó. Pero no, ¿cómo? Si<br />

es un negocio muy productivo que seguramente pertenece a gentes con mucho poder y<br />

que muy probablemente reparten buenas cantidades de dinero para que se siga<br />

permitiendo el negocio <strong>del</strong> tabaco. Así que, como siempre, el gobierno hace como que<br />

actúa y en el inter jode al pueblo, en este caso, a los fumadores.<br />

Y digo, como fumadora sé que es molesto y dañino para quienes no fuman y tengo<br />

conciencia <strong>del</strong> perjuicio que puede ocasionarme. Y creo que es obligado respetar los<br />

espacios públicos, pero digo yo, de entre tantos, tantísimos lugares que existen en las<br />

urbes, y hablando solamente de restaurantes o bares, ¿no es más justo “apartar”<br />

algunos para nosotros?<br />

Pero no, ahora somos algo así como “apestados”. Y como francamente me molesta<br />

mucho el estar en un bar o restaurante y salirme a fumar, pues ahora salgo menos. Y<br />

mire usted, en viernes o sábado, la gran mayoría de los lugares en los que uno puede<br />

pasar un rato agradable, están vacíos.<br />

Me pregunto de qué magnitud será el impacto económico para los lugares de<br />

esparcimiento o de uso constante –en el caso de los restaurantes-.<br />

Y ahora, conseguir un hotel para fumadores, será como encontrar una aguja en un<br />

pajar, y deje usted lo difícil, sino lo caro que seguramente nos resultará, porque de todo<br />

sacan provecho los oportunistas.<br />

Si en realidad desean acabar con el problema <strong>del</strong> tabaco ¿por qué no hacerlo de raíz?<br />

En fin, si usted puede dejar de fumar, hágalo, es malo para la salud.<br />

Cosas…<br />

Issa Martínez Ll.


Siendo hoy viernes Humor<br />

Siendo hoy viernes como es hoy, oliendo a primavera como huele, habiendo,<br />

algunos pocos, terminado de hacer que curramos... Teniendo en cuenta<br />

todos esos preámbulos, que ya es tomar, deambulemos. Por un día vamos a<br />

dejar de ponernos solemnes y vamos a tratar de sonreír un poco.<br />

Me ha llegado un mensaje con un<br />

chiste que no debe ser nuevo. De esos que<br />

circulan por la red y va pasando de un correo<br />

al otro. Pero este retrato cómico creo que<br />

refleja bastante bien parte de nuestra<br />

“esencia” esp<strong>año</strong>la o lo que va quedando de<br />

ella, ahora que cada cual barre para su casa<br />

y pretende no verse reflejado al mirarse en<br />

este espejo.<br />

Pero como decía aquella canción de Benito Moreno, a mí , España me sigue<br />

oliendo a “pueblo”, a niño no hagas eso , a no me da la gana, a copita de vino, a mi<br />

me huele a eso, a bar de pueblo.<br />

“España huele a pueblo, a descalzo y a fuente,<br />

a trabajo y a queso, arrugas en la frente.<br />

España huele a pueblo, a paredes de cal,<br />

a amor y a casamiento, y a Don Juanes de bar,<br />

a mi me huele a eso”.<br />

Pues ahí va : ESPAÑA ES UN BAR<br />

¿Alguna vez se han planteado cómo nace un pueblo?. Pues muy fácil: Llega un<br />

tío a un desierto, pone un bar, y alrededor empieza a construir casas. ¡Por lo menos<br />

en España!.<br />

La prueba es que en España hay pueblos sin escuela, sin ayuntamiento, sin farmacia,<br />

sin cuartelillo...., pero sin bar...¡Ni de coña!. ¿Y saben cuál es el motivo? Que en los<br />

bares podemos hacer muchísimas cosas que no poder hacer en casa ...


Siendo hoy viernes Humor<br />

En un bar puedes tirar al suelo las cabezas de las gambas... Tíralas en casa y<br />

verás la que se lía... en el bar tiras las cabezas de las gambas y las tapan con serrín.<br />

¿Qué se cae una cerveza?. ¡La tapan con serrín! ¿Qué se cae un borracho?.¡Lo tapan<br />

con serrín! ¡Será por serrín!. Otra cosa no, pero en un bar hay más serrín que en la<br />

El bar también sirve para quedar con los colegas. Porque mi casa es tan<br />

pequeña que sólo cabemos tres (y sin el móvil), Y,claro ¿dónde vas a quedar si no?<br />

¿En una ferretería?. ¿En la farmacia?<br />

¿Y que vas a pedir, tres chupitos de Bisolvon y dos lexatines?.<br />

¿O en la Iglesia?..Y eso... que... pensándolo bien... una iglesia es lo más<br />

parecido a un bar... Hay un señor detrás de una barra, vino, música, gente... y a<br />

veces hay hostias... Y los domingos, a la hora <strong>del</strong> aperitivo, los dos sitios se ponen<br />

hasta el culo.<br />

Eso sí, en los bares hay más buen rollito que en la Iglesia... Porque mientras<br />

que en la Iglesia pasa un tío con una panera para que sueltes algo, en el bar discutes<br />

por pagar. ¿Dónde más pasa eso?. ¿En la Comunidad de vecinos?. ¿Se imaginan que<br />

discutiéramos por invitar en la Comunidad de Vecinos, por ejemplo?:-<br />

- ¡Chissst!. La parabólica la pago yo.<br />

- Pero si tú ya pagaste la caldera...<br />

- ¡Qué más da!... ¡Si no vamos a salir de pobres!.<br />

Eso sí, en un bar, lo más importante es el camarero. Los camareros se pueden<br />

dividir básicamente en dos tipos: el camarero ÁGIL... y el AGIL-ipollado. El AGIL,<br />

según entras por la puerta, te limpia la mesa, te acerca el servilletero, te pone una<br />

caña y te dice:<br />

- Van dos cero, pierde el Madrid, ha bajado el índice Dow Jones y el político menos<br />

valorado es Mayor Oreja ... ¿te pongo una de oreja?<br />

El AGIL-ipollado se reconoce porque parece que esté saliendo de la anestesia:<br />

ni te oye, ni te ve. Tú le estás haciendo señas, como si estuvieras aparcando un<br />

avión, pero el tío pasa por tu lado sin mirarte, como un médico de la Seguridad<br />

Social. Que entras por la mañana, y cuando por fin te hace caso...<br />

-


Siendo hoy viernes Humor<br />

A ver. ¿qué va a ser?.<br />

- ¿Que qué va a ser...? ¡Dentro de nada de noche, huevazos!.<br />

Pero donde el bar alcanza la gloria es cuando hay partido. El bar es el TEMPLO DEL<br />

FUTBOL.<br />

Antes había unos carteles en los que se leía: "Estupendos berberechos", "Tenemos<br />

nécoras <strong>del</strong>iciosas"....Ahora no, ahora ponen:<br />

"HOY: DEPOR-REAL MADRID..."<br />

Y en todo el día no se habla de otra cosa... Nada más entrar pides una caña y el<br />

camarero te dice:<br />

- "Zidane tiene osteopatía de pubis".<br />

Y ésa es la gran diferencia entre el bar y tu casa: nunca se discute por el<br />

mando. En el bar no hay zapping: Si hay partido, se ve el partido; si hay<br />

patinaje artístico, se ve el partido; si hay "Informe Semanal", se ve el<br />

partido; y si hay peli porno en el Plus... se graba el partido y PUNTO<br />

PELOTA!!


Cuando dormimos Rebeca Montañez<br />

Cuando dormimos<br />

Cuando dormimos, se establece una<br />

sencilla formula de igualdad entre los<br />

seres humanos. Esa coincidencia que<br />

nos asemeja es la vulnerabilidad.<br />

No tenemos control sobre las imágenes<br />

que pueblan esos ensueños, y en un<br />

momento desfilamos caracterizados de<br />

héroes o villanos, valientes o cobardes,<br />

humildes o fatuos, acaudalados o<br />

mendigos.<br />

En el sueño asumimos sin demora<br />

cualquier rol, cualquier eventual<br />

personaje y lo hacemos sin culpa ni<br />

reparo.<br />

Los traviesos duendes <strong>del</strong> inconsciente se aprestan a fungir como directores de escena<br />

de nuestro largo metraje... y despojados de pudores o de orgullo, nos proyectamos<br />

como personajes que actuaran por cuenta propia en curiosos e inconexos episodios,<br />

aprehendidos por invisibles hilos.<br />

Aquí me veo como una viajera incansable, recorriendo continentes, desprovista de<br />

preocupaciones, o en una ambientación casera y arrullando bebes preciosos que ni<br />

siquiera conozco.<br />

Algunas veces, los elfos están malhumorados y la filmación se transforma en continuo<br />

sobresalto, en sofoco insoportable hasta que el hechizo maléfico se rompe gracias a un<br />

afortunado ruido proveniente <strong>del</strong> exterior o a un brusco pero oportuno despertar.<br />

Solo una vez he lamentado que la pesadilla se interrumpiese; yo, convertida en<br />

aguerrida amazona, a punto de caerle a puntapiés a un antiguo jefe, que a no dudar se<br />

había ganado (por lo menos) todos los rigores físicos y mentales de los que<br />

desventuradamente no pude hacer gala. Vaya, que espero con ansia la próxima<br />

pesadilla...<br />

Rebeca Montañez<br />

Para mi, los sueños por lo general son<br />

gratificantes: con olores, sabores y con<br />

magníficos colores, no puedo negar que los<br />

disfruto y casi siempre despierto relajada. Un<br />

terapeuta amigo, me dice que todos debemos<br />

programarnos para encontrar respuestas a<br />

problemas, mediante nuestros sueños.<br />

He seguido sus instrucciones, pero todavía no<br />

establezco una analogía conveniente entre mis<br />

amores amados y la representación de lobos<br />

esteparios que asumen en mis quimeras,<br />

La verdad, yo preferiría soñar con conejos (*)...<br />

al menos estos son buenos amigos e incluso se<br />

de alguno que tiene doctorado en informática,<br />

aunque usted no lo crea.<br />

En fin, no se me ocurre nada para terminar<br />

esto. lo haré a la manera <strong>del</strong> célebre escritor<br />

esp<strong>año</strong>l, invitándoles a abandonarse al placer<br />

de los sueños y recordando que >


Francisco Ramos<br />

Humor


La sandalia de Nitocris<br />

La sandalia de Nitocris<br />

En un pequeño pueblo <strong>del</strong> Bajo Egipto vivía una joven de veinte <strong>año</strong>s cuya belleza se<br />

asimilaba a la de una diosa. Su nombre era Nitocris.<br />

Le gustaba ayudar a su padre que trabajaba como escriba de reb<strong>año</strong>s, contando<br />

cabezas de ganado y evitando las discusiones entre los ganaderos. Nitocris sabía leer,<br />

escribir y contar, y cuando su padre se jubilara, lo sustituiría.<br />

Todos los chicos <strong>del</strong> pueblo y de los alrededores deseaban casarse con Nitocris, pero<br />

ella sólo compartiría su vida con un hombre al que amara con todo el corazón. Los<br />

jóvenes seguían insistiendo pero ella los rechazaba tajantemente. Su padre se extrañaba,<br />

incluso le proponía casamiento con el apuesto hijo <strong>del</strong> alcalde, pero ella no podía<br />

soportarlo.<br />

Sus padres sólo deseaban la felicidad de la hermosa joven:<br />

-Nitocris, solamente tú puedes elegir al hombre al que amarás como esposo.<br />

La tarde estaba soleada y Nitocris salió a darse un<br />

b<strong>año</strong> al canal pensando que a esa hora nadie la<br />

molestaría. Se quitó las sandalias, se desvistió y se<br />

metió poco a poco en el agua que gozaba de una<br />

temperatura <strong>del</strong>iciosa. Estuvo nadando durante mucho<br />

tiempo.<br />

Por allí cerca, los chicos cazaban o jugaban a la<br />

pelota. Cuando la joven volvió hacia la orilla, un chico<br />

le hizo señas con la mano ofreciéndole su ayuda para<br />

salir <strong>del</strong> agua. Se trataba <strong>del</strong> hijo <strong>del</strong> alcalde, que muy<br />

orgulloso, armado con un arco y unas flechas, le<br />

regalaba una liebre que había cazado.<br />

-No quiero tus regalos. ¡Aléjate de mi! - dijo Nitocris.<br />

-¡Ni hablar! Deseo hablarte. Sabes que yo seré tu marido -contestó el joven.<br />

-¡Jamás! ¡Nunca me casaré contigo!<br />

Nitocris iba en busca de sus sandalias, cuando escuchó el ruido de un aleteo. Un<br />

halcón bajó hacia el suelo a gran velocidad cogiendo una de sus sandalias con sus<br />

garras, y de nuevo subió al cielo.<br />

Cuando el hijo <strong>del</strong> alcalde tensó su arco apuntando hacia el halcón, Nitocris gritó:<br />

-¡No tires! El halcón es el animal sagrado <strong>del</strong> dios Horus, el protector <strong>del</strong> faraón.<br />

Nadie puede matarlo.<br />

El joven se fue muy avergonzado por su acción.<br />

Un poco más tarde se celebraba el consejo de ministros presidido por el faraón en el<br />

jardín <strong>del</strong> palacio. El rey continuaba soltero y esta situación no debía alargarse más.<br />

La Regla exigía que reinara junto a él una gran esposa real, pero ninguna le<br />

interesaba.<br />

Estaba pensativo y no prestaba atención al ministro, cuando de repente el halcón se<br />

abalanzó hacia el rey y dejó caer algo en sus rodillas. Se trataba de una sandalia, la<br />

más bonita que jamás había visto. Rápidamente hizo llamar al jefe de guardia, y se<br />

dirigió a él enérgicamente:<br />

-Envíe a sus hombres a todas las ciudades y pueblos y ordene que todas las<br />

muchachas se prueben la sandalia. ¡Encuentren a su dueña!


La sandalia de Nitocris<br />

El hijo <strong>del</strong> alcalde iba hacia la casa de Nitocris, cuando vio a dos guardias cumpliendo<br />

el encargo <strong>del</strong> faraón. No dudó en preguntar qué ocurría, a lo que le respondieron<br />

amablemente. Sólo les quedaba visitar la última casa <strong>del</strong> pueblo que se encontraba al<br />

final de la calle. El chico, al reconocer la sandalia de Nitocris, trató de evitar que la<br />

encontraran. Pero en ese momento la muchacha salió de su casa portando un ramo<br />

de flores de loto. El guardia, al verla, quedó impresionado por su belleza, y al<br />

probarle la sandalia comprobó que era suya.<br />

Nitocris atravesó los inmensos jardines de tamariscos, sicomoros y palmeras,<br />

llegando a una enorme sala <strong>del</strong> palacio. El suelo estaba decorado con azulejos en<br />

forma de lotos y en las paredes se representaban preciosas pinturas con escenas de<br />

caza. Allí, en su trono, estaba sentado el faraón de Egipto.<br />

La joven se arrodilló ante el faraón como muestra de admiración y respeto. El rey,<br />

portando sus insignias reales, la tomó de la mano y la ayudó a levantarse. Admirado<br />

por su belleza, el faraón le calzó la sandalia que le había hecho llegar el halcón.<br />

Nitocris era la esposa elegida por los dioses, y ella se había enamorado <strong>del</strong> faraón.<br />

-Reinarás en Egipto junto a mí como Gran Esposa Real. Mandaré construir para ti una<br />

pirámide que inmortalizará nuestro amor y hará brillar tu nombre para siempre.<br />

Anónimo egipcio<br />

FIN


De duelos y despedidas<br />

De duelos y despedidas<br />

¡¿Quién iba a negarle a Caridad que a sus ochenta y tantos <strong>año</strong>s de vida tenía a la<br />

muerte cogida por los cuernos?! Ella que nunca fue importante y que no estudió<br />

porque su familia tenía previsto que fuera buena cocinera, mejor fregadora, mujer<br />

servicial y excelente remendona; además de buena hermana cocinera, buena hija<br />

fregadora, esposa servicial y excelente madre remendona.<br />

Ella que siempre tenía cosas por hacer y que nunca tuvo<br />

tiempo ni para tomarse un respiro entre hijo e hijo, a estas<br />

alturas de su vida había encontrado su verdadera vocación.<br />

Otra forma de seguir siendo útil a la medida de sus muchos<br />

<strong>año</strong>s y últimamente, por lo único que la gente se le mostraba<br />

agradecida.<br />

Caridad tenía el arte de despedir duelos de amigos y<br />

familiares. Nadie hablaba como ella a la hora <strong>del</strong> adiós<br />

definitivo a un amigo muerto, a un familiar malogrado. Nadie<br />

tenía su serenidad, ni su lucidez.<br />

Uno de los inconvenientes de vivir tantos <strong>año</strong>s es que acabas sobreviviendo a todo el<br />

mundo y un buen día caes en al cuenta que conoces más a los muertos que a los<br />

vivos. Vaya, que tus mejores recuerdos y experiencias vitales yacen a muchos metros<br />

bajo tierra y que no hay nadie que recuerde lo que tú, entonces te coge esa manía de<br />

hablarle a las paredes y Caridad sintió pánico el día que se descubrió llorándole a una<br />

pared.<br />

Fue por eso que decidió hablar con los vivos. Tenía que contarles que gracias a ese<br />

inconveniente ella tenía toda la autoridad que necesitaba para pedir la palabra y<br />

poner las cosas en su sitio. Justo en el momento en que los demás no encontraban<br />

fuerzas y se miraban resignados, cuando el eco <strong>del</strong> dolor de la madre, de la viuda, <strong>del</strong><br />

hermano, de los hijos o los amigos, ya no retumbaba en las paredes de la funeraria,<br />

justo antes de cargar con el muerto a otra parte, ella encontraba el momento<br />

adecuado para el homenaje y el recuerdo.<br />

Caridad supo esta verdad cuando siendo aún una mujer joven y apetecible perdió a<br />

su primer marido de la noche a la mañana. De todos era su muerto más querido. Él le<br />

enseñó el dolor tremendo de la perdida, la impotencia y la temprana soledad. Ese día<br />

enmudeció de tristeza y echó en falta que alguien le hablara a su muerto y le dijera<br />

de su parte que no sólo lo quería hasta el punto de querer morirse ahora mismito sino<br />

que era una cobardía suya irse de esa manera y dejarla a ella con tres niños<br />

pequeños, el menor de ellos esquizofrénico paranoico y que ya despuntaba una<br />

violencia que amenazaba con arrasar toda la casa.<br />

¿A ver cómo se las arreglaba ella ahora tan sola, a ver?, pero nadie dijo nada. Sintió<br />

que la compasión que ahora despertaba en los demás era una losa que le doblaba el<br />

lomo y con cada pésame se encorvaba más y más. Pesaba demasiado y por eso<br />

mismo se abandonó a ella durante un tiempo. Otras palabras dichas en su justo<br />

momento la habrían consolado mejor, pensaba. Hay palabras que sostienen y que<br />

pueden acompañarte muchos <strong>año</strong>s.<br />

Ella echó de menos algo así cada vez que recordaba el silencio alrededor de aquella<br />

caja absurda, revoloteando tan cerquita de su muerto hasta dejarlo indiferente.


De duelos y despedidas<br />

Volvió a casarse y tuvo contados <strong>año</strong>s de esa felicidad sin aspavientos, luego su<br />

hombre volvió a morirse y ella decidió enterrarse en vida. Se dedicó a sus hijos en<br />

cuerpo y alma, convencida de que no iban a abandonarla nunca. Ahora después de<br />

muchos <strong>año</strong>s, ya no tenía que velar por ellos y hasta el pequeño había llegado a<br />

convertirse en un hombre manso. Él era su admirador más efusivo y en los momentos<br />

en que fingía esa tos inoportuna que anunciaba el comienzo de todos sus discursos,<br />

buscaba su mirada con la misma necesidad que hincaba su muleta para salir<br />

disparada de su asiento. Una vez en pie ya nada podía detenerla.<br />

Recuerda con especial emoción aquella vez que murió un primo de su primer marido.<br />

Era coronel <strong>del</strong> ejército y tuvo unos funerales dignos de su rango militar. Tanta<br />

pompa hizo pensar a los que tropezaron con la comitiva que el muerto era el<br />

mismísimo Comandante en Jefe que por aquellos tiempos agonizaba sin querer<br />

morirse, pero no, el muerto era uno de la familia y ahí estaba Caridad a punto de<br />

ponerse a toser y de soltar su arenga. Comenzó alabando su enorme corazón, su<br />

bondad y generosidad para con sus seres queridos y conocidos. La viuda la miraba<br />

agradecida, entonces continuó:<br />

Mijito... pero el caso es que no podemos querer a todo el mundo. El corazón es uno<br />

solo y no cabe tanta gente. ¿Cuántas veces te advertí que la familia es la familia<br />

mijito? Dime, ¿ahora dónde están tus queriditas?, esas fulanas que te alejaban de tu<br />

casa día sí y día también. Te lo dije, que la única que iba a cargar contigo era esa que<br />

está ahí pará. ¿De qué sirvieron tus medallas en la guerra de Angola, ser un<br />

revolucionario comecan<strong>del</strong>a <strong>del</strong> carajo si al final no aprendiste a usar la cabeza y no<br />

te enteraste que esas enfermedades no entienden de esas cosas?, que se llevan por<br />

<strong>del</strong>ante a todo el mundo. Es una peste que no tiene cura..Pero ahí donde lo ven, tenía<br />

un corazón que no le cabía en el pecho y eso, caballero..Eso lo mató. Descansa en<br />

paz, mijito. y que nuestro señor te acoja en su seno.<br />

Caridad no fue consciente <strong>del</strong> huracán que desató a su alrededor. Su hijo con<br />

merecida fama de violento la rescató justo en el momento que la mujer <strong>del</strong> primo, en<br />

medio de su ira, se remangaba la blusa y le espetaba en pleno rostro: pero, qué coño<br />

se ha creído esta vieja de mierda?.. déjala, no ves que es una señora mayor;<br />

caballero y cómo es que la dejan hablar de esa manera, el pobre no puede<br />

defenderse, se lo merece por cabrón...no me vengan con esas de que porque se<br />

partió era un angelito, qué clase de hipócritas son todos por tu madre...¿mijito, qué<br />

pasa?, ¿dije algo malo?...vieja, camina pa la casa que te has pasao de la raya, si me<br />

llego a imaginar que ibas a ponerte fula, no vengo. Pa esto no vengo vieja.<br />

Caridad estaba eufórica, si algo le gustaba de su vocación tardía era que la última<br />

palabra la tenía ella y si el muerto era un tarambana tenía que decirlo. Para su<br />

sorpresa comenzó a recibir solicitudes para despedir duelos a difuntos que ni conocía<br />

y ya había alrededor suyo un grupo de voluntariosas plañideras que se<br />

comprometieron a buscar información <strong>del</strong> finado para que una vez juntado los datos,<br />

Caridad encontrara las palabras exactas y así darle un merecido adiós. Su hijo<br />

alucinado decidió convertirse en su fiel guardaespaldas aprovechando su ya<br />

inmerecida fama de peligroso. Su madre aceptó el reto y para más INRI tomó por<br />

costumbre acabar sus discursos poniendo a parir no sólo al muerto sino a todas las<br />

personas que en su relación con el fiambre habían dejado problemas pendientes de<br />

resolución. En más de una ocasión Caridad cobró en propia mano deudas que los<br />

invitados al funeral debían a los difuntos y que creían iban a enterrar ese mismo día.<br />

Más de una vez recuperó miles de pesos y atesoró para sí la mirada agradecida de<br />

familias desconsoladas. Su hijo emocionado rompía a llorar y se maldecía por haberle<br />

pedido en reiteradas ocasiones que abandonara.


De duelos y despedidas<br />

Quién iba a decirle a Caridad que iba a encontrar la razón de su vida justo a punto de<br />

morirse. Sé de muy buena tinta que ha dejado por escrito las palabras de su propia<br />

despedida y que no desea pudrirse bajo tierra. Ella quiere que le den can<strong>del</strong>a y que<br />

sus cenizas la hereden los hijos de sus hijos y así sucesivamente. Ha prohibido que el<br />

recipiente que contenga sus restos sea colocado frente a pared alguna y por eso ha<br />

pedido un pedestal en medio de la sala de la que siempre fue su casa, para sentirse<br />

arropada por la bulla familiar y no escuchar nunca ese silencio que acompaña a los<br />

muertos indiferentes. Amenazó con maldiciones y apariciones futuras si no cumplían<br />

sus voluntades. Luego, yo la creo capaz de todo. ¿Quién iba a decirle a Caridad que<br />

no podía resucitarse para luego volver a morirse cuantas veces lo deseara?..Desde<br />

luego yo no. Yo le he mirado a los ojos y sé de lo que me habla. Va diciendo por ahí<br />

que me ha cogido por los cuernos.<br />

Por Asirys Lappin<br />

Fotos de Alberto Fernández<br />

http://foto.alberto-fernandez.com/


Hablar esp<strong>año</strong>l<br />

Hablar esp<strong>año</strong>l<br />

en este mundo nuestro<br />

El esp<strong>año</strong>l es hoy día la tercera lengua más hablada <strong>del</strong> mundo, después <strong>del</strong> chino y<br />

<strong>del</strong> inglés y, según el citado Atlas, podría superar al inglés en número de hablantes<br />

nativos en la primera mitad <strong>del</strong> siglo XXI.<br />

Ciertamente, según los resultados de una investigación difundida en Madrid, el<br />

esp<strong>año</strong>l es la tercera lengua más hablada <strong>del</strong> mundo, detrás <strong>del</strong> chino y <strong>del</strong> inglés,<br />

con 399 millones de parlantes nativos y una creciente trascendencia.<br />

Hablar el mismo idioma que los países<br />

hispanoamericanos multiplica por dos o por tres la cuota<br />

de mercado de las exportaciones esp<strong>año</strong>las hacia esos<br />

estados, un factor que es mayor incluso que el que se<br />

da entre los países anglosajones gracias al inglés.<br />

Esta es una de las conclusiones que se desprende <strong>del</strong><br />

estudio 'Economía <strong>del</strong> esp<strong>año</strong>l. Una introducción', que<br />

fue presentado hoy junto con el 'Atlas de la lengua<br />

esp<strong>año</strong>la en el mundo', que establece la cifra de<br />

hispanohablantes en 438 millones de personas, de los<br />

cuales 399 tienen el esp<strong>año</strong>l como lengua nativa.<br />

Ambos volúmenes forman parte de una investigación mucho más amplia sobre el valor<br />

económico <strong>del</strong> esp<strong>año</strong>l que patrocina la Fundación Telefónica y que desde finales de<br />

2005 realiza un equipo de estudiosos de seis universidades esp<strong>año</strong>las bajo la dirección<br />

de los profesores José Luis García Delgado, José Antonio Alonso y Juan Carlos Jiménez<br />

El estudio completo constará de diez libros y catorce documentos de trabajo y estará<br />

terminado dentro de un <strong>año</strong> y medio.<br />

El Atlas, elaborado por Francisco Moreno y Jaime Otero, presenta la situación actual<br />

de la lengua esp<strong>año</strong>la a través de 150 textos, mapas y cuadros que reflejan la<br />

distribución geográfica <strong>del</strong> idioma y las principales tendencias demográficas, sociales<br />

y económicas de la comunidad de habla hispana.<br />

En la elaboración de ambos volúmenes han participado numerosas instituciones, de<br />

ahí que la presentación congregara a autoridades como el ministro de Cultura, César<br />

Antonio Molina; la directora <strong>del</strong> Instituto Cervantes, Carmen Caffarel; el director de la<br />

Real Academia Esp<strong>año</strong>la, Víctor García de la Concha; el presidente <strong>del</strong> Real Instituto<br />

Elcano, Gustavo Suárez Pertierra, y Enrique Iglesias, Secretario General<br />

Iberoamericano.<br />

El esp<strong>año</strong>l es hoy día la tercera lengua más hablada <strong>del</strong> mundo, después <strong>del</strong> chino y<br />

<strong>del</strong> inglés y, según el citado Atlas, podría superar al inglés en número de hablantes<br />

nativos en la primera mitad <strong>del</strong> siglo XXI.<br />

En la ONU, el esp<strong>año</strong>l es una de las seis lenguas oficiales junto al chino, el inglés, el<br />

francés, el árabe y el ruso, aunque la comunidad hispanohablante tiene 'una cohesión<br />

lingüística mayor' que las de esas otras lenguas oficiales y, de hecho, el 90,8 por<br />

ciento de los habitantes de los países de habla hispana tienen dominio nativo de la<br />

lengua.


Hablar esp<strong>año</strong>l<br />

Como lengua internacional 'es un idioma homogéneo, una lengua de cultura de<br />

primer orden y tiene un carácter oficial y vehicular en 21 países <strong>del</strong> mundo', afirman<br />

los autores <strong>del</strong> 'Atlas de la lengua esp<strong>año</strong>la en el mundo'.<br />

Sin embargo, de cara al futuro, el reto <strong>del</strong> esp<strong>año</strong>l no estará en el crecimiento<br />

demográfico sino en la difusión de su uso como lengua internacional.<br />

Como señaló García Delgado, entre las razones que convierten en oportuno este estudio<br />

está 'el indisimulable déficit <strong>del</strong> esp<strong>año</strong>l como lengua de ciencia y técnica y como<br />

idioma de las comunicaciones informáticas'.<br />

'La economía <strong>del</strong> esp<strong>año</strong>l sólo ganará posiciones en el mercado global si las<br />

economías que lo sustentan se hacen más competitivas, y más sólidas las<br />

democracias en los países que forman la comunidad panhispánica', afirmó García<br />

Delgado.<br />

El ministro de Cultura, César Antonio Molina, se mostró hoy profundamente<br />

convencido de que el esp<strong>año</strong>l 'está llamado a constituirse en una auténtica empresa<br />

multinacional'.<br />

Molina recordó que, según un estudio <strong>del</strong> Ministerio correspondiente a 2007, el valor<br />

económico de las industrias culturales esp<strong>año</strong>las 'se sitúa en cotas que se aproximan<br />

ya al 4 por ciento <strong>del</strong> PIB nacional', pero 'la repercusión de la lengua en campos como<br />

la educación, la publicidad, las telecomunicaciones o la administración incrementa de<br />

forma exponencial el peso <strong>del</strong> idioma en el conjunto de la realidad económica de los<br />

países de habla hispana'.<br />

Los estudios patrocinados por la Fundación Telefónica analizan también la presencia<br />

<strong>del</strong> esp<strong>año</strong>l en Internet, campo en el que está muy por detrás <strong>del</strong> inglés, y llegan a la<br />

conclusión de que, si en el área hispana 'se dispusiese de similar nivel de líneas<br />

telefónicas que en los países anglófonos, la presencia <strong>del</strong> castellano en la red se<br />

incrementaría en un 170 por ciento'.<br />

Se trata <strong>del</strong> análisis y cuantificación de esa lengua como medio de comunicación<br />

internacional en los intercambios comerciales, los flujos de inversión y las corrientes<br />

migratorias, de acuerdo con sus autores.<br />

El objetivo de las dos obras es profundizar en el estudio de la dimensión social y<br />

económica de la lengua y contribuir a una mayor conciencia <strong>del</strong> valor integrador y de<br />

la importancia internacional <strong>del</strong> esp<strong>año</strong>l.


Domingo por la mañana en Madrid por Mac.<br />

Me desperté sin querer, un poco así como por costumbre, es un acto reflejo, ya que la<br />

noche anterior no había sido todo lo larga que se espera después de un exceso y la<br />

mañana <strong>del</strong> domingo parecía ser una promesa de descanso y relax en la tibia cama,<br />

hoy no me voy levantaar, canturree mentalmente.<br />

Alguien había inventado el teléfono que sonaba insistente y monótono una y otra vez,<br />

busque con dificultad a tientas por el suelo mis pantalones, apreté el botón de recibir<br />

llamada y la voz mas dulce que uno se puede imaginar entre sueños y desvelos<br />

me recordó que a las diez habíamos quedado en el “rastro,” que hacia una mañana<br />

espectacular, y los churros con chocolate nos esperaban en la plaza de la Latina y yo<br />

te espero a ti en una hora dijo con una voz firme que me hizo olvidar esa sensación<br />

de dulzura que le había atribuido en mis ensoñaciones.<br />

Cogí la primera camisa <strong>del</strong> armario, que estaba abarrotado de ropa que no recordaba<br />

tener guardada, me aseé como decía mi madre igual que los gatos ( y no<br />

precisamente porque un servidor sea madrileño), tomé un calmante para el dolor de<br />

cabeza, cerré con las cuarenta mil llaves que había instalado en el piso una<br />

cerradura nueva cada vez que rompía con una pareja, la anterior no me molestaba<br />

en quitarla, cuanta mas seguridad, mejor en estos tiempos que corren comentaba<br />

también mi madre, y pulse el botón <strong>del</strong> ascensor para bajar.<br />

Iba solo, ningún vecino se daba ese madrugón un domingo, el espejo me devolvió la<br />

imagen de un joven hippie, revolucionario y soñador que se quería comer el mundo<br />

allá por los <strong>año</strong>s setenta, entonces recordé que me había acostado en la primera<br />

cama que encontré al llegar a casa y era justo la que quedaba en la habitación de<br />

los armarios llamada así elegantemente, no podía volver a cambiarme, la hora se<br />

echaba encima y aunque la camisa con sus flores y cuello grande me quedaba un<br />

poco mejor dicho bastante estrecha seguía gustándome ya que soy muy apegado a<br />

mis cosillas, en el fondo soy un sentimental casi se me saltan las lágrimas, mi<br />

melena ya no era negra y espesa si no blanca y mas bien escasa pero también me<br />

seguía gustando al igual que la camisa total iba al “rastro” allí se ve de todo.


Domingo por la mañana en Madrid por Mac.<br />

No recordaba bien con quien había quedado me era indiferente si con la Juani, la<br />

Pepi, o aquella espectacular rubia platino que la noche anterior entre cigarro y<br />

cigarro se bebió mi Güisqui se comió mis patatas fritas y me dejo sin un duro, cosa<br />

que me recordó debía pasar por el cajero automático, ya que las mujeres muy<br />

independientes hasta la hora de pagar la cuenta, en ese momento son de lo más<br />

femeninas, si las tendré yo bien caladas.<br />

Cogí el metro dirección Aluche, me baje en la Latina acompañado de una marea<br />

humana que me llevó en volandas escaleras arriba hasta la plaza, para mi estupor<br />

estaba llena de cafeterías abarrotadas de gente y todas ellas se habían puesto de<br />

acuerdo en anunciar chocolate con churros, mire aterrado buscaba un rostro<br />

conocido el de aquella voz que me sacó de mi lecho, o al menos reconocer la<br />

cafetería donde habíamos quedado y solo pude ver un cajero automático.<br />

Me dirigí a él y saque unas pelillas que de una forma increíblemente rápida se<br />

metieron en el bolsillo de un piragüan que me las birlo <strong>del</strong>ante de mis narices, (eso<br />

me pasa por no levantarme temprano y haber ido al banco de mi calle pensé, aún<br />

impactado por el imprevisto).<br />

Me despejé de golpe, aún con cara de tonto por lo sucedido, entonces le vi era el<br />

sin duda, entre todas las personas <strong>del</strong> mundo le hubiese reconocido al instante<br />

llevo toda una vida buscándolo.<br />

Y yo entonces pensé que hago aquí con esta camisa.<br />

Estaba a unos pocos pasos avancé y baje las escaleras <strong>del</strong> metro busque el anden<br />

dirección Alameda de Osuna.


Colaboradores por Mac.<br />

Nuestro especial agradecimiento a todos los artistas que de forma altruista nos han<br />

dotado de los contenidos que hacen posible la edición de esta revista.<br />

Pepe Antonio<br />

http://www.fuente<strong>del</strong>berro.com<br />

Alena collar<br />

http://alenacollar.wordpress.com/<br />

http://alenacollarmelgar.wordpress.com/<br />

Beatriz Martinelli<br />

http://beatrizmar.spaces.live.com/<br />

http://beatrizmartinelli.artelista.com/<br />

http://beaenelinsomnio.blogspot.com/<br />

Catalina Zentner<br />

http://memorialdesilencios.blogspot.com<br />

http://cofredehaiku.blogspot.com<br />

http://ausenciaysoledad.blogspot.com<br />

http://memesyregalos.blogspot.com/<br />

Issa Martínez Llongueras<br />

http://www.palabrasdiversas.com<br />

http://alenarterevista.wordpress.com/<br />

http://www.redescritoresespa.com/<br />

http://grupomuestrario.googlepages.com/<br />

Lola Bertrand<br />

http://niebla.atspace.com<br />

http://asturiasyyo.blogspot.com<br />

Manuel Cubero Urbano<br />

http://retazos-y-retozos.blogspot.com/<br />

Rebeca Montañez Molina<br />

http://masalla<strong>del</strong>aspalabras.blogspot.com/<br />

Verónica Curutchet<br />

http://elmundodewilhemina.blogspot.com/<br />

http://jardinhaiku.wordpress.com/<br />

http://gentexgente.blogspot.com/<br />

Victoria García Pereira<br />

http://victoriapereira.com<br />

http://entreamigas.blogia.com/<br />

Anselmo Ramos Sánchez<br />

Araceli García<br />

Borja de Diego<br />

Fajardo (acuarelas)<br />

Marisa Bermúdez<br />

Mª Antonia Carnicer<br />

Paco Ramos<br />

Rolando Revagliatti


<strong>Revista</strong> <strong>nº</strong> 0 <strong>Agosto</strong> <strong>año</strong> <strong>2008</strong><br />

<strong>Revista</strong> La Güind@

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