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L865es
Tomo II
AGN - 007404
XVII

Este volumen de textos de José Ramón
López, al igual que los restantes dos de la serie,
muestra que la historia intelectual de la
República Dominicana presenta un terreno
abierto a desarrollos fructíferos. Ciertamente,
por su producción hasta hoy conocida,
José Ramón López goza de aprecio como
uno de los pensadores que emergieron en
el excepcional contexto creado por la reforma
educativa y la introducción de la teoría
positivista por Eugenio María de Hostos en
la década de 1880.
Aparte de la creación literaria, recogida
en Cuentos puertoplateños, de 1904, el reconocimiento
que se le otorga a López se ha conformado
principalmente con referencia a
dos libros, La alimentación y las razas, de
1896, y La paz en la República Dominicana, de
1915. Los contenidos expuestos en ellos han
situado al autor como el primer intelectual
dominicano, detrás de Hostos, que se perfiló
profesionalmente como un sociólogo en
la acepción más corrientemente utilizada.
No cabe duda de que los dos ensayos en
cuestión permiten apreciar facetas fundamentales
del pensamiento de López, aunque
al mismo tiempo la restricción a ellos y
determinadas lecturas han dado lugar a malentendidos,
como el de quedar encasillado
bajo el exorbitante epígrafe del "Gran pesimismo
dominicano". La compilación de
otros textos por la Biblioteca de Clásicos Dominicanos,
en la década de 1990, comenzó a
permitir una relectura, al poner de manifiesto
la existencia de una obra no ponderada
anteriormente, de la cual se pueden desprender
propuestas alternativas acerca de
los sentidos de la producción del pensador.
Aun así, como balance, puede apreciarse
en retrospectiva una transmisión deficiente
de la producción de López si se la compara
con la de otros pensadores, en particular su

ESCRITOS DISPERSOS
(TOMO II: 1909-1916)

Autor: José Ramón López
Editor: Andrés Blanco Díaz
Título original: Escritos dispersos (Tomo II: 1909-1916)
© De esta ca-edición: Archivo General de la Nación
Calle Modesto Díaz 2
Superintendencia de Bancos
Avenida México 52
© Andrés Blanco Díaz
Composición:Juañ F. Domínguez ovas
Diseilo y diagramación: Ful1 Design, C. por A.
ilustración de la portada: "El que baile mejor".
Caricatura de Ramón Mella (Walter). 1914
ISBN-9945-020-00-5
Impresión: Editora Búho
Impreso en República Dominicana
Printed in Dominican Republic
BIBLIOTECA A G N
111111111111111I
007404

José Ramón López

Archivo General de la Nación
Vol. XVII
Superintendencia de Bancos
JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
ESCRITOS DISPERSOS
(TOMO 11: 1909-1916)
Andrés Blanco Díaz
Editor
Santo Domingo, D.N.
2005

Editorial
El mejor programa es el más sencillo y más sintético. Creemos
que el nuestro queda expresado en el nombre del periódico.
Lo llamamos EL DOMINICANO porque viene a reflejar
ya alentar todas las manifestaciones vitales honradas de nuestro
pueblo. En siendo dominicana y en siendo buena la actividad
vital tiene un derecho adquirido en este diario porque,
contra lo generalmente practicado en la prensa del país, éste
no será un periódico de una sola clase social, de la clase aristocrática,
sino de todas las clases representadas por sus elementos
meritorios y valiosos. No es doctrina de socialismo actual
la nuestra, sino de socialismo del porvenir, de preparación
y mejoramiento de todos los individuos para que algún
día, más homogénea que hoy la sociedad, todas las clases suministren
a la colectividad igual proporción de individuos útiles
y distinguidos. Quien no sirve, no servirá para EL DOMI­
NICANO; pero en teniendo algún mérito, sea cual fuese la capa
social en que esté incrustada la personalidad valiosa, este
diario tratará de elevarla y ofrecerla a la alabanza de sus conciudadanos.
Es necesario no desperdiciar materia prima social. Donde
quiera que aparezca la de buena clase, seajornalera, sea artesana,
sea capitalista; sea profesional, conviene aprovecharla
sumándola a los factores útiles de la Nación.
Sólo así apresuraremos el paso hacia el progreso.
9

10
***
JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
EL DOMINICANO saluda, deseándoles progreso moral,
científico y económico, al pueblo dominicano, a sus representantes
y, singularmente, a toda la prensa del país ya la extranjera.
ElDominicano,
23 de abril de 1909.

Bancos
Según dice, son ya varios los capitalistas extranjeros que,
luego de estudiar las condiciones del país, piensan traer dinero
para el establecimiento de Bancos en la República.
Ello será una bendición para la generalidad de los dominicanos.
Lo que hace falta aquí principalmente para imprimirle
una animación desusada a la producción y a todo género
de operaciones lucrativas es el numerario barato. El que hay,
como dijimos días atrás, está escaso y, por añadidura, excesivamente,
caro. Esa es la causa más formidable de lo que han
dado en llamar crisis, así vagamente, sin decir de qué. Muchos,
muchos comerciantes, entre ellos algunos de los que
mejor posición parecen tener, trabajan actualmente con. dinero
tomado al 2% de interés mensual cuando la crisis europea
y yankee del año pasado, y posteriormente para forzar, con
peligrosísima audacia, sus negocios. Naturalmente, las operaciones
comunes de un mercader no resisten tan tremenda
sangría y de ahí que algunos estén crisiados.
Yaquí, en la Capital, el tipo de interés del dinero es paradisíaco:
apenas fluctúa entre un 2 y IDl 10% mensual. Conocemos
poblaciones del Cibao donde los prestamistas al menudeo
cobran de 20 a 50% al mes, y exigen una catedral en garantía.
El país, a pesar de esa calamidad, vive, sin que haya más VÍctimas
completamente victimadas que los que están en crisis,
cogidos en los cachos del toro de la usura y sin posibilidad de
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12 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
un desquite en las aduanas. De manera que si se realizan las
fundadas esperanzas de pronto establecimiento de bancos
cristianos, no dejudíos bautizados, la inyección de nueva sangre
en las arterias productoras del país, multiplicará su potencia
lucrativa.
Pero no nos libraremos entonces de los gritos propagandistas
de ¡crisis! Los usureros desplazados entonces, incapacitados
para prestar al formidable tipo de hoy, gritarán también
¡crisis! ¡crisis! ¡crisis! Como gritan hoy algunas de sus víctimas,
sin enseñar al pueblo el órgano en que están heridos. .
El Dominicano,
3 de mayo de 1909.

Inteligencia
El país vivía, es verdad que mal; pero vivía, en la época de
las convulsiones consuetudinarias, cuando los únicos deportes
dominicanos eran bailar y tumbar gobiernos. Las conmociones
revolucionarias, seguidas como cuenta de un mismo
rosario, entorpecían a veces; pero jamás paralizaban la actividad
nacional. Trabajo que no se podía hacer hoy era dejado
para mañana, y aunque no diera el mismo fruto, siempre daba
alguno.
Ahora, en la actualidad política y económica, los factores
han sido cambiados radicalmente. A la inquietud y a la zozobra
de los recientes pretéritos tiempos ha sucedido la tranquilidad
que no puede ser turbada sino por uno que otro motín
sin trascendencia; a la inseguridad, comojuego de azar, de las
especulaciones pasadas ha seguido la exactitud de los datos
de la oficina de Estadística, que ponen en aptitud al hombre
inteligente para conocer y estudiar los más mínimos detalles
de la operación que proyecte; el monopolio a favor de algunos,
constituido por los fraudes aduaneros, ha sido reemplazado
por la estricta equidad en la tributación fiscal que establece
una verdadera democracia en el comercio, porque todos
tienen así la misma opción y las mismas probabilidades: a
un consumo y una producción restringidos ha reemplazado
una expansión notabilísima, pues ya el ailo pasado el volumen
de los prohibitivos que eran la regla universal en 1908,
13

14 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
han sucedido fletes rebajados a menos de la mitad, ganancia
que tienen los comerciantes hoy sobre los comerciantes ayer.
Yasí, todas las condiciones han cambiado favorablemente para
la generalidad de los comerciantes.
Si antaño había quienes prosperaran en el comercio, sujetos
a tan adversas condiciones, ahora que se abren tantos nuevos
caminos, sólo es necesario inteligencia para trillarlos y encontrar
al otro extremo la holgura y el bienestar que todos
buscamos en la vida.
Entre en funciones la inteligencia. El fraude tuvo su época
que ya pasó. Ahora se inicia en el país una revolución más útil
que la francesa. Esta no hizo más que cambiar el amo de sangre
azul por el despiadado amo de ideas hebreas. Ahora aquí
se suprimen todas las tiranías sórdidas y no se deja la supremacía
sino a la inteligencia con bastante timón para evitar los
escollos que aún queden en la VÍa.
El Dominicano,
4 de mayo de 1909.

El progreso
Muchas personas creen que el progreso, la civilización, la
cultura, el mejoramiento intelectual, moral y económico, son
una sola línea vertical que recorren los pueblos para encontrar
la dicha en el extremo de arriba.
Pero el progreso no es así. Es un hecho complejo, y sus líneas
son muchas, distanciadas entre sí en la base, y apoyadas
unas en otras en el vértice.
No se puede progresar por una sola línea sin que ese adelanto
venga al suelo y se convierta en trayecto horizontal, en
vez de vertical.
Lo primero es la base, que debe ser fundamento de honradez
y de inteligencia. El sabio y honrado Franklin decía: "si
los pícaros supieran las ventajas de ser hombres de bien serían
hombres de bien por picardía". Y quien no tiene inteligencia
es como ciego para todo lo que emprende.
El país ha construido ya sus cimientos. De nación tramposa
ha pasado a la categoría de nación honrada, y lo poco que
le falta de inteligencia lo suple asegurando, mediante pecunia,
los servicios de gente bien enseñada de otras tierras.
De ahora en adelante el progreso, con su complejidad de
líneas, puede avanzar a rápidas jornadas. Agricultura, pecuaria,
industria urbana, educación, comercio, medios de comunicación
terrestres y marítimos, todo eso al mismo paso, con
igual empuje, crece haciendo cada día más elevado su vértice.
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El corazón y la cabeza
Los falsos Apóstoles del progreso sólo abogan por el cultivo
de la cabeza. Creen que cuando un hombre sabe mucha
ciencia ha realizado el desideratum humano.
Pero la civilización no puede ser sino como el hombre: un
organismo complejo y, como decíamos ayer, tiene muchas líneas
concurrentes a un solo vértice.
Cultivar la cabeza descuidando el corazón no puede conducir
sino a un estado social monstruoso, en el cual los conocimientos
den un resultado negativo para el bien y sólo sirvan,
neutralizando los esfuerzos humanos, a fomentar el mal.
Por eso se ven monstruos morales surgir de en medio de
una familia por siglos honrada. El mal ambiente, no encontrando
en el corazón la resistencia que éste debía ofrecer, domina
la cabeza y el individuo se vuelve un criminal, frustrando
así el verdadero objeto de la vida.
Cultivemos simétricamente.el corazón y la cabeza. La verdadera
civilización es esta simetría elevada a su mayor potencia.
Cuando Roma se corrompió vino su decadencia ya poco su
caída. Todos los grandes poderes en la tierra han caído después
que pisotearon su propio corazón. Cuando el vicio es el
timonel, el escollo de la miseria está por proa.
El Dominicano,
6 de mayo de 1909.
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Comunicaciones telegráficas
Todas las poblaciones de la República de primero y segundo
orden, y la mayor parte de los de tercero, están enlazadas
entre sí con líneas telegráficas o telefónicas.
Los ensayos comenzaron tímidamente. Durante varios años
sólo existió la línea francesa que atravesaba la isla de Norte a
Sur para unirse a los dos extremos del cable trasatlántico.
El Gobierno al fin, urgido por la necesidad exigente del
pueblo, comenzó a tender líneas hasta que las diversas regiones
del país contaron con un servicio bastante bueno; pero
con el defecto de no poder comunicar entre sí el Cibao y la
Capital, lo que ocasionaba un gasto mensual al Ejecutivo de
algunos miles de pesos.
La gloria de enlazar las dos regiones del país telegráficamente
cupo al entonces Ministro de Correos y Telégrafos don
Bernardo Pichardo y Patín, quien, con un gasto de novecientos
pesos, construyó la línea que en tiempos de su antecesor
el señor E. Deschamps había sido presupuestada en quince
mil pesos.
Recientemente el señor don Federico Velázquez H., Ministro
entonces de Comunicaciones, contrató la erección de doce
estaciones radiotelegráficas, una para cada cabecera de
Provincia, medida prudentísima, pues cuando funcionen todas
será imposible un accidente que incomunique entre sí la
República.
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Lo que arruina
La mala fe es ruinosa. Ponzoña anímica mata al inyectado
y mata al inyectador.
Hay hombres que creen tener, y hay quien se la reconozca,
inteligencia para engañar y para intrigar. Son los mayores estúpidos
sobre la faz de la tierra, porque los triunfos de la mala
fe son efimeros. Una, dos, tres, más veces hacen avanzar al
pillo; pero en torno de él se va formando el vacío y, al cabo
de algún tiempo, sobreviene la asfixia del engañador..
La única coraza, el único blindaje que realmente defiende
a los humanos es la moral, la moral recta y severa. Quien prescinde
de ella queda con el cuerpo descubierto y expuesto a todos
los golpes. Por eso es que resulta siempre verdad aquello
de "quien a hierro mata a hierro muere". Es que cuando un
hombre, en sus relaciones con los demás, deja de ceñirse a la
moral, todos se creen autorizados a herirlo inmoralmente.
En los negocios, en la polí¡ica, en los tratos de todo género
proceded moralmente, porque si no sucumbiréis en las tinieblas,
al filo de vuestros propios puñales, de aquellos que
arteramente forjasteis contra vuestros relacionados.
El Dominicano,
8 de mayo de 1909.
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24 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
La mayoría del Senado ha resuelto someterse a uno de los
procedimientos legales; pero todavía hay algunos de los doce
que creen injusto lo legal y no están conformes.
¿Hay verdadera libertad cuando una parte de los ciudadanos
puede obrar impunemente prescindiendo de la Ley?
El Dominicano,
10 de mayo de 1909.

Carácter
En las situaciones dificiles la política exige, para ser bien dirigida,
carácter. El carácter no es una plétora de dinámica agresiva
e hiriente. Es una suma de saber, C0n el vigor moral necesario
parano apartarsejamás del plan trazado y llevar, evadiendo, atravesando,
o salvando obstáculos, al fin trazado de antemano. Una
bala disparada por un cañón no tiene carácter: tiene dinamita.
Una voluntad firme, dirigiéndose sabia y tenazmente a un
buen fin, no es dinámica; pero es típicamente un carácter.
De nada vale saber si la voluntad carece del acerado resorte
del carácter. Las circunstancias la pliegan y la desvían, y a
poco tiempo está en dirección diametralmente opuesta al
rumbo que primitivamente se trazó.
Pueblos: no pagueis palabras. En la política dominicana han
sido acuñadas muchas frases de efecto que su hermosura ha hecho
célebres. Pero ¿qué queda de ellas? Como dijo el gran trágico
inglés: palabras, palabras, simplemente palabras. Carecían
del bronce de la voluntad que'las tradujera en hechos tangibles.
Bendecid a la Providencia cuando ella sirve eficazmente a
las naciones suministrándoles uno o varios caracteres capaces
de encaramarlas a la cumbre.
La divisa de los caracteres es: "Obras son amores, y no buenas
razones".
El Dominicano, 11 de mayo de 1909.
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La paz
La población dominicana ha sido, por lo menos, totalmente
neurótica durante muchos años.
Los habitantes de la República podían ser clasificados, lógicamente,
en dos categorías. La más numerosa, de trabajadores
y pensadores. La escasa, mínima de parásitos peleadores.
Como la segunda era una minoría cortísima debía haber sido
absorbida y dominada, desde el comienzo, por la otra que
se perjudicaba con la inquieta nerviosidad de la segunda.
Pero resultaba lo contrario. Un agricultor se estaba un año
entero sudando la gota gorda para acondicionar su conuco.
Ya tenía platanales, batatales, yucale;:;, y algunos animales de
crianza. Entonces venía uno de los parásitos peleadores, le llenaba
la cabeza de viento huracanado, y el infeliz trabajador
convenía en que era necesario tumbar el gobierno a tiros. Se
encendía la revolución, ardía el país, y la tropa sediciosa, comandada
por el parásito, se mantenía de los frutos y de la
crianza del trabajador. Termmado el conflicto, el trabajador
encontraba que sus labranzas eran un yermo, y de sus reses
no quedaban más que las cobijas secas, vendidas a un comerciante
por el jefe parásito.
Con el intelectual, con el pensador, sucedía lo mismo.
Aquella inteligencia andaba al garete. El parásito la catequizaba,
y cuando la insurrección estallaba aquel joven Bachiller
o Licenciado, que se había pasado años y más años estudian-
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28 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
do, que era, quizás, la más clara lumbrera de su comarca, alcanzaba
un nombramiento de secretario del parásito que era,
sin disputa, el animal más bruto de la región.
Ya va entrando un poco de juicio en el país. Un tratamiento
de bromuro moral ha dominado esta patogenia de la sociedad.
El trabajador piensa: "la paz es mi única esperanza. Si el
compadre X quiere dinero que lo sude corno yo". Yel intelectual,
el que piensa, el que sabe hablar y escribir dice: 'Tengo
más opción a ese alto puesto que el bestia de Fulano. Que se
entienda con los demás por señas. No seré secretario sino de
mí mismo, mientras la paz me hace Gobernador o Diputado".
La parte sana de la sociedad está harta de avispas. Ahora lo
que desea ver y criar es abejas.
paz y orden es todo lo que todos pedirnos.
El Dominicano,
12 de mayo de 1909.

El orden
La gran mayoría de los habitantes de la República vive del
orden, y sólo en el orden retira holgadamente los medios de
subsistencia.
Pero hay individuos, dominicanos también, que en el desorden
prosperaron y sólo en la atmósfera viciada del desorden
pueden alcanzar sus pulmones el gas que necesitan.
Son los que no trabajan, o se acostumbraron a trabajar en
río revuelto, donde basta prescindir de los escrúpulos para
obtener desproporcionadas ganancias.
El país, sin embargo, el verdadero país, el país trabajador
y sano, ha podido comparar en dos años de paz la diferencia
que va del orden al desorden, de la posibilidad de encontrar
trabajo remunerador, a la obligación de permanecer
cruzado de brazos pasando hambres o con el fusil entre
las manos cazando, alternativamente, inocentes compatriotas
y reses ajenas. .
Aquellos tiempos en que los zorros inducían a los incautos
ciudadanos a ayudar en las contiendas civiles que arruinaban
el trabajo y la producción, pasaron ya. Ahora sucederán los
motines, agavillamientos, desórdenes, últimos estertores de la
anarquía que resulta definitivamente aplastada por la civilización,
y con esos estertores, con esos pataleos apresura su fin,
porque mientras más ocasiones ofrezca al orden para quedar
del lado arriba más se afirmará la situación de éste.
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30 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Dice el vulgo que "cuando la hormiga se quiere perder cría
alas". Ylos microbios del desorden, cuando nadie se ocupa en
eliminarlos se exponen ellos voluntariamente a la luz del sol
que los aniquila por completo.
El orden será definitivo, principalmente, por los alocados
esfuerzos del desorden.
El Dominicano,
13 de mayo de 1909.

Tres enigmas
La mejor prueba de la favorable diferencia entre la guerra
y la paz interior se encuentra en los informes de la Oficina de
Estadística del año próximo pasado y del actual.
Lo que el país ha prosperado en ese corto respiro que ha
tenido desde que hay paz, desde que no son posibles las revoluciones
y sólo hay posibilidad de motines y agavillamientos,
es cosa que asombra, y de que la humanidad tiene pocos
ejemplos.
Ha habido algunas ruinas es verdad; pero ha sido entre las
personas y las cosas forjadas a la antigua, que no podían moldearse
a la forma nueva. La civilización, poderosa avalancha,
arrastraba cuanto no le abría paso; pero el país en general ha
mejorado. Tiene mucho más capital, más trabajo, más producción
que en años anteriores y, por lo tanto, mucho mayor
capacidad para el progreso.
En cuanto ajusticia, no solqmente han sido escogidos hombres
competentes para esa rama del Gobierno, sino que poco
a poco se eliminan por sí mismos los individuos violentos a
quienes las circunstancias habían elevado a clase dirigente
del país.
Ellos, con sus intemperancias, con sus injusticias, con sus
actos de mano fuerte, mantenían vivo en el país el espíritu de
protesta y de revuelta que ahora tiene su válvula de escape en
lajudicatura de la República.
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32 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Han sido suprimidas ya en el país la miseria y la injusticia
como causas de perturbación del orden público. Sólo falta
por eliminar la tercera de esas Parcas. La Parca Ignorancia
que desaparece ya rápidamente ante el empuje de la Escuela
primaria y al golpe de sus propios extravagantes desaciertos.
Dentro de poco, siguiendo como vamos, todas las causas de
desorden público habrán desaparecido: Miseria, Injusticia,
Ignorancia.
Tres hembras malignas cuya existencia no conviene .al
mundo.
El Dominicano,
14 de mayo de 1909.

El vae victis es medieval
A propósito de las palabras que pronunció el Presidente de
la República en Salcedo han sido externadas opiniones contradictorias,
alabando unos esas ideas, cercenándoles otros su
trascendental alcance, a fin de hacer creer que todavía es imposible
en este país la política civilizada.
Fue a fines de la Edad Antigua que Breno dijo a los romanos
vencidos: i Vae victis! Para significarles que el vencido no tenía
derecho a otra cosa que a la tirana injusticia del venced()r. Durante
toda la Edad Media prevaleció esa misma doctrina y el que
triunfaba apoyaba su bota sobre el cuello del sojuzgado, considerándose
muy clemente si sólo le dejaba desnudo y con vida.
Pero la civilización ha cambiado radicalmente ese salvaje
criterio, sobre todo cuando se trata de luchas civiles. La patria
es de todos, y hasta ahora jamás se han organizado partidos
exclusivamente morales e intelectuales. Cuando uno de los
dos triunfa sería estúpido poner fuera de la ley y de las garantías
ciudadanas al vencido que representa una mitad de la patria,
o poco menos.
Para los fines políticos, y aún para los industriales y comerciales,
el Estado dominicano vería, con esa doctrina, rebajada
su población de 600,000 a 300,000 habitantes, reduciéndose
así la potencia del país a un 50$, mientras la quietud durara,
que al venir la rebelión como consecuencia natural de los
atropellos del porcentaje de la reducción sería mucho mayor.
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34 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
Cuando un partido triunfa, en su propio interés está el no
excluir sistemáticamente a sus contrarios. Para conservar la
paz, para mantener el orden, para activar el progreso, debe
asociar a su labor los buenos elementos del partido contrario,
de manera que el Gobierno que se organice sea la genuina representación
de cuanto vale y sirve en el país. Naturalmente,
la mayoría de ese Gobierno y de sus empleados debe ser del
partido triunfador, no por favoritismo, sino porque así conviene
para la práctica de las ideas que lo llevó al Poder; pero
para esa misma honrada y tranquila práctica es indispensable
que el Gobierno abra una puerta a la parte sana del partido
contrario.
El Presidente ha sido, no solamente buen dominicano, sino
también buen horacista, al decir y practicar que no ve en
los ciudadanos partidarios y enemigos, sino buenos dominicanos
o malos dominicanos, aceptables los unos en la vida pública
y recluidos los otros a la vida privada.
Los horacistas deben ser los primeros en aplaudir esas
ideas. Ellas les aseguran la paz y la perduración del Gobierno
que tan tesoneramente han contribuido a formar.
El Dominicano,
15 de mayo de 1909.

Los tambores
En las costas dominicanas hay un pececillo llamado tamboril
que parece haber servido de modelo a los políticos que
funcionan en el presente, como cosa de hoy, y son del tipo antediluviano,
de pretéritas edades, ejemplares supervivientes
de una fauna ya desaparecida.
Cuando el tamboril se llena de prudencia, o quiere causar
miedo a un adversario, se infla, y el pequeño cuerpecito, como
un buñuelo de viento, adquiere un volumen tres o cuatro
veces mayor que su sustancia. Los otros peces, asombrados de
esta transformación, retroceden y abandonan el campo a
aquel ser sólido-líquido-gaseoso.
Así la política criolla antediluviana. Cuando quiere soliviantar
al público agarra un hecho perfectamente proporcionado,
un hecho sabio y patriótico y, una de dos: lo avienta como
un tamboril, o lo deforma como se deforma ante un espejo
defectuoso la imagen que está delante. Bombas de un lado,
depresiones de otro, y la misma Venus de Milo parecería un
mamarracho reflejada por el traidor espejo.
Desde el mes pasado comenzaron la iniciación del procedimiento
tamborilesco. Que crisis, que el Dr. Hollander, que los
seis millones, que la compra de la cosecha por el Gobierno,
que la coacción al Ayuntamiento de La Vega... y todos esos hilitos
fueron a parar a un vértice, a un pobre vértice, al desgraciado
vértice del agavillamiento de Zenón Toribio.
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36 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
El procedimiento es conocido, y ya la gente de paz, la gente
que quiere tranquilidad y garantías para su trabajo, cuando
ve inflarse el pececillo y aparecer el espejo defectuoso dice
para sus capotes: "Bueno, le están buscando los tres pies al
gato y van a encontrarse con un cañón de Krupp".
El Dominicano,
17 de mayo de 1909.
..

Las calles
Están reparando ahora parte de la calle Separación. Le han
quitado el afirmado para colocarle otro nuevo.
Ahí, en el afirmado, es que está el quid de las calles. Generalmente
lo construyen de greda y trozos de piedra. Como
ambos materiales tienen peso, densidad y tenacidades diferentes,
por bien apisonados que estén en cuanto cae un aguacero
la greda se ablanda, cede al peso de la piedra, y el piso
toma el aspecto de un pan con mantequilla, resultado completamente
desagradable, porque la mantequilla es barro
amarillo que empuerca desastrosamente el calzado y, cuando
brilla el sol y la seca, se convierte en finísimo polvo que se nos
cuela por las narices y en su ascendente carrera, después· de
deteriorar muebles y mercancías, se asienta, colonizado de
microbios, en los techos, y de ahí baja al aljibe y envenena el
agua que tomamos.
Es, pues, conveniente que en el trozo de la calle Separación
que ahora reparan se haga un ensayo de afirmado con piedra
únicamente, a ver si se comienza a expulsar el polvo y el lodo,
actuales enemigos vitandos de los capitaleños.
El Dominicano,
18 de mayo de 1909.
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Diversos puntos
-La Nación ha contraído el compromiso -compromiso beneficioso-
de comprar todas las concesiones onerosas que ha
otorgado, convirtiendo así en rentas nacionales esas que hasta
hoy son, debida o indebidamente, rentas de particulares,
creadas al amparo de un monopolio que, si pudo ser provechoso
en sus comienzos, hoyes perjudicial porque impide el
fomento de industria que con la libertad, establecida por la
Constitución, prosperarían.
El Gobierno podría reducir a los concesionarios a que vendieran
a cualquier precio fomentando empresas similares
que anularan la ganancia de las actualmente privilegiadas; pero
ese es medio que entraña el peligro de arruinar capitales
que durante un tiempo fueron de indiscutible utilidad y que,
por lo tanto, merecen alguna consideración.
Por lo mismo, lo mejor es tratar de grado a grado, con un
mutuo espíritu de equidad y qe patriotismo.
Yen caso de que esto no sea posible, queda el recurso de la
declaración de utilidad pública para proceder a la venta forzosa,
previo avalúo por peritos del valor actual de las obras
materiales que poseen esas empresas.
-El Diputado Sanabia presentó a la Cámara de Diputados
un proyecto de ley por el cual se concede una prima de cincuenta
pesos oro por cada mil matas de algodón que sean
sembradas.
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40 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
El proyecto cae por su base al primer examen. Lo que hay
que proteger no es exclusivamente la siembra, sino principalmente
la producción.
Con cinco pesos se prepara el terreno y se siembran mil matas
de algodón. Basta, pues, sembrar sin volver a ocuparse en
el cultivo para haber ganado, limpios, cuarenta y cinco pesos.
La protección, en forma de primas, debe ser al algodón cosechado.
De otra manera resultaría aquello de: "tanto quiso el mono
a su hijo..."
El Dominicano,
19 de mayo de 1909.

Por el Cibao
Sabemos que el Gobierno está en tratos para traer un sabio
agrónomo a fin de ponerlo al frente de las Estaciones experimentales
de agricultura que piensa fundar.
Una de esas estaciones corresponde al Cibao, y en el Cibao
a Santiago. Es lo lógico. La agricultura de la Provincia de Santiago
y sus vecinas es la que más necesita, para salvarse, de enseñanza
y ejemplo científicos.
La Estación experimental podría dirigir el cultivo de tabaco,
después que hubiese hecho los ensayos y comprobaciones
necesarios, a fin de que nuestros cosecheros obtuvieran una
hoja de superior calidad, colocable en los grandes mercados
de Europa. Sólo así se puede lograr independizarnos de los
mercados que nos arruinan y lograr, en nuevas plazas, precios
luCrativos. De esa manera se enriqueció la isla de Trinidad
con el cacao. Producía un grano en malísimas condiciones. El
Gobierno inglés mandó agró:p.omos que dirigieron y supervigilaron
el cultivo, y seleccionaron la semilla, y hoy el cacao de
Trinidad se vende en todas partes del mundo, sin desmerecer
comparado a las mejores almendras de otras procedencias.
Mientras la hoja sea inferior no habrá ley que por la sola
virtualidad legal la convierta en superior cotizable a elevado
precio.
-De Puerto Plata recibimos cartas de apelaciones urgentes
a hablar sobre la conveniencia de la compra por el Gobierno
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44 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
de la aduanita o sea el muelle. Gran parte del malestar financiero
de la ciudad la atribuyen al tremendo recargo que sufren
las mercancías y los frutos con la tarifa del muelle.
Opinan que si esa situación se prolongara Puerto Plata sería
pronto abandonado por el comercio del interior que sólo
utilizaría el puerto de Sánchez.
El Dominicano,
21 de mayo de 1909.

Obras públicas
Por los trozos de la Memoria de Fomento que venimos insertando
se enterará el público de las obras que tiene en realización
y de las que tiene en estudio el Gobierno.
El plan inspirará confianza a la gente pensadora. No se trata
ahora de actividades esporádicas, recursos de politiqueo a
que echan mano sin ton ni son para tapar los ojos del pueblo,
sino de un sistema de obras públicas realizadas con método,
previo estudio de la conveniencia, la producción y el costo de
ellas en relación a la necesidad que las exige, de manera que
todas concurran a un solo fin: al fin de ser cofactoras del progreso
de la República.
Gobierno hubo, antaño, capaz de obstruir el paso en una
calle concurrida erigiendo una torre en momentos de disgusto
público, para que los necios dijeran que era progresista
puesto que construía torres. Ahora no. Ni una sola de las
obras públicas puede ser tachada de superflua o de no reproductiva.
Los dineros de la gente no son invertidos en bachatas arquitectónicas.
El Dominicano,
22 de mayo de 1909
45

Oropeles
No es la orfebrería tan sólo donde se comercia y se engaña
con el dolo de los oropeles imitando el metal fino.
En la política también, y más en ella que en ningún otro
campo, se da al pobre pueblo oropeles por oro puro.
En la paz no se puede adelantar sino por méritos intrínsecos.
Es necesario servir para algo que no sea simplemente disparar
tiros para progresar en la política pacífica. Y de ahí el
empeño de los traficantes de sistema antiguo, pistolas en
comparación a los revólveres máuser de la actualidad, de trastornar
el orden público, tratando de hacer odioso lo que representa
utilidad y provecho para la mayoría.
Como no tienen el oro de la verdad y del provecho tratan
de regalar al pueblo con la falsedad de prendas de cobre doradas,
recalentándole la imaginación, fungiendo de Apóstoles,
imitando una excitación de nervios de que no están poseídos,
a fin de contagiar a la. eterna víctima, al pueblo, al hijo
de Ma Chepa, a quien llevan a campamentos para darle
luego en las narices con la puerta de las oficinas.
Con una sabiduría de Tartufos acusan de tuno a quien reluce
como honrado yjusto; llaman demócrata a quien simplemente
despilfarra los tesoros nacionales; y mientras uno y
otro disputan, careados por ellos, entierran descaradamente
las manos en el Pactolo de las rentas nacionales, saciando así
el único móvil, de sus pérfidos manejos.
47

48 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
¡Qué tristes se quedan los pueblos después que descubren
la sangrienta burla! Pero reinciden a veces, con la misma ingenuidad
con que un niño vuelve a incurrir en la falta por la
cual fue castigado.
El Dominicano,
24 de mayo de 1909.
....

Politiqueando
Entre los ciudadanos de la República un buen número se
consagra a la política.
De ellos una parte, como Don Quijote, llevando por bandera
el ideal, alta la frente, limpio el corazón y, como el mismo
ingenioso hidalgo, faltos de timón, al garete hacia lo bueno,
sin ver los escollos del camino ni hacer un inteligente esfuerzo
por evitarlos. Van, como el filósofo griego Tales, con los
ojos en el cielo, sin ver donde ponen los pies en la tierra.
La otra parte, a semejanza del escudero Sancho, monta en
el asno y pone el pensamiento en la pitanza. Imagina y obra
con el estómago y proscribe por completo el ideal, convirtiéndose
en planta criptógama, sin una flor que la recomiende al
aprecio de las gentes.
Uno y otro tipo son perjudiciales. El primero por falta de
timón. El segundo por carencia de ideales.
Una hibridación de ambos· tipos, la que hubiera timón
guiando hacia el ideal, sería todo si es numeroso.
Pero, de ninguna manera es conveniente el gremio de políticos
profesionalistas, sobre todo si es numeroso.
Porque más útil es a la patria quien siembra una mata de
plátanos que quien dedica a la política una vida entera.
El Dominicano,
25 de mayo de 1909.
49

La paz
La tranquilidad pública es ya cosa indestructible, porque
ahora se la ha buscado por procedimiento científico, desechando
el empírico que usábamos.
Antes trataban la paz como causa. No se hacía más que perseguir
revolucionarios.
Ahora tratan la paz como efecto. Las causas de revolución,
o sean las dificultades económicas y las injusticias han sido suprimidas
y, por lo tanto, no se arremolina la opinión pública
contra el orden de cosas establecido.
Agavillamientos y motines los ha habido y los habrá durante
algún tiempo todavía; pero nótese bien una cosa: para preparar
un agavillamiento tratan siempre de amasar en la opinión
de la gente la idea de crisis económica, ya que no pueden
hacer patentes injusticias autoritarias.
Por eso los agavillamientos no pasarán de agavillamientos.
Hecha la luz, demostrado que ahora -como en todos los tiempos
normales- hay pobres y ricos, hay quienes pasen tragos
amargos y tragos dulces, toda la alharaca se apagará por sí
misma, ya que no será posible apoderarse de una aduana que
excite el apetito de los gavilleros.
El Dominicano,
26 de mayo de 1909.
51

54 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
La irrigación hay, pues, que hacerla, para que esos terrenos
maravillosamente fértiles alcancen su colmo de productividad,
con los ríos de la comarca, con el Jura o con el Vaque.
El Vaque proporcionaría mucho mayor cantidad de agua;
pero está muy distante del llano de Azua, y lo separan de él
terrenos arenosos donde la filtración y consiguiente pérdida
serán cuantiosas. El Jura se presta más a la obra, y sólo
falta que, terminados los estudios que ahora son practicados,
se averigüe económica y financieramente, tomando en
cuenta el presente y el porvenir probable, cuál de las dos
obras será más prolífica al provecho de la nación y al interés
de la provincia.
La cuestión es regar, sea delJura o del Vaque.
11
Por cuenta del Gobierno hay en estudio dos planes de irrigación
para la llanura azuana de la Plena.
Uno es relativamente de poco costo: el aprovechamiento
de las aguas delJura, que corre por la mencionada llanura.
Pero elJura no es propiamente un río, sino un arroyo. Su
hoya, la-superficie de terreno a que sirve de drenaje, no alcanza
a una cincuentena de millas cuadradas, de manera que
la provisión de agua pluvial que baja por el cauce no es muy
cuantiosa y probablemente la corriente se surte de algunos
pobres manantiales. En las épocas de grandes sequías, que
ocurren cada diez o quince años, la corriente se agota por
completo y el Jura no es más que un canal enjuto donde no
se puede humedecer la planta de los pies.
El único medio de que elJura preste servicios cuando más
lo ha de menester la agricultura azuana, es decir, en los años
de ardiente sequía, es construir un dique donde el terreno
circundante al cauce sea elevado, a fin de retener las aguas en
las crecientes y disponer así de un reservoir de millones de
galones de capacidad.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 55
De otra manera el arroyo no da con qué regar más que
ocho mil acres de terreno, cuatro mil de los cuales están
sembrados de caña por los ingenios Ansonia y Central Azuano,
quedando por lo tanto, para el resto de la población
agrícola, solamente cuatro mil acres regados, que son unas
25,000 tareas.
El otro plan es traer a la llanura las aguas del Vaque del Sur,
haciendo la derivación entre los lugares de Hato uevo y Boca
Mula, hasta traer la corriente a la cabezada occidental del
arroyo Tábara. La hoya del Vaque tiene miles de millas cuadradas
de superficie, de manera que las aguas que afluyen al
cauce tienen volumen suficiente para regar toda la provincia
de Azua, y aún mucho más territorio.
La cuestión, pues, está ahora en que sean terminados los
estudios y se averigüe con exactitud cuál de las obras conviene
más, teniendo en cuenta estos tres factores: costo, eficiencia
y prolificidad de buenos resultados para el porvenir.
Porque si el dique en elJura puede ser construido a costo
mucho menor que la derivación del Vaque, y ese dique puede
contener suficiente cantidad de aguas torrenciales para
abastecer el riego de mucho mayor extensión de terrenos que
las 50,000 tareas (poco más de 41 caballerías dominicanas)
calculadas, teniendo en cuenta lo que pueden pagar por el
servicio las tierras actualmente entregadas a la agricultura,
merecería la preferencia elJura. Pero si no se puede alcanzar
este resultado, la derivación del Vaque del Sur, con su enorme
inagotable volumen de agua, aunque costara más dinero
la obra, sería más económica, porque su ulterior acción de fomento
en la agricultura azuana sería más óptima que un ahorro
en el costo primitivo del trabajo.
De un momento a otro quedará terminado el estudio preliminar
del Vaque del Sur y entonces, sobre datos exactos, podremos
publicar opinión completamente fundada.

56
III
JO É RAMÓ LÓPEZ
E indudable que entre las obras públicas reproductivas
que en breve emprenderá el Gobierno se encuentra la de irrigación
de Azua.
o erá una obra regalada por la nación por la nación a la
Común de Azua, ino una empre a lucrativa en la cual erá el
Estado empresario, teniendo en mientes una idea sociali ta
de buena especie: concurrir al bienestar local construyendo
en buenas condiciones para los particulares, una obra que los
habilitará para aumentar su producción y su lucro; y contribuir
eficazmente al aumento de la riqueza, y creando una
nueva renta fiscal, basada, no en la riqueza existente, sino en
la riqueza que se fomentará con la acertada inversión de capital
del Estado.
Por e o la obra de la irrigación de Azua no a con la precipitada
festinación con que a eces han sido emprendidas
obras de esta índole en otros paí es, donde se ha tenido más
en cuenta el interés transitorio del personal del Gobierno
que el interés permanente del país. Lo que será hecho ha de
combinar perfectamente la conveniencia del Estado, de manera
que el costo y eficiencia de la obra estén en relación directa
coQ. la utilidad inmediata y la potencia fomentadora de
la irrigación.
Hasta es posible, i de los e tudio resulta preferible, la utilización
del Vaque del Sur en vez delJura, que e emprendan
casi imultáneamente la irrigación de la Común de Azua y la
de muchas leguas cuadradas de la Provincia de Barahona, facilisimamente
regables con las aguas del Vaque.
El Dominicano,
27 de mayo, 9 y 18 de junio de 1909.

El Gobierno especulador
No hay peor ignorancia que la sabiduría a medias. La sabiduría
a medias es gaznate sin paladar, que traga piedras creyendo
ingerir alimento.
Confiados, probablemente, en esa mitad de ciencia que es
la instrucción general del pueblo, algunos periódicos del Cibao
insisten en la idea de que el Gobierno compre la cosecha
actual de tabaco, porque el gobierno del Brasil compra la de
café para revenderla con habilidad a fin de obtener buenos
precios.
De ahí deducen nuestros colegas puertoplateños que la Nación
dominicana debe hacer lo mismo que la república portuguesa.
Veamos si los casos son iguales:
El Brasil es una potencia en la producción de café. Mucho
más de la mitad del grano que va a los mercados es recogido
en el Brasil.
Sin que por eso tengamos fe absoluta en el buen éxito del
plan brasileño, hay que confesar que ese gobierno ha tenido
razón en confiar algo yjugar el todo por el todo contratando
un fuerte empréstito para realizar la operación de compra.
El cultivo del café en- el Brasil es científico. Se obtiene el
mejor grano posible en los terrenos bajos y cálidos de la costa
del mar o de los ríos, que son los preferidos en el Brasil,
por la baratura de los fletes.
57

Las gavillas
El país está convencido de que no hay salvación sino por la
paz. Tan arraigada está esa idea en la conciencia pública que
todos los esfuerzos de los perturbadores del orden no tienen
otra manifestación activa que la gavilla que huye por la Común
de Dajabón. La de San Francisco de Macorís ha sido
completamente destruida y la de Santiago casi todos los
miembros están encarcelados en la Fortaleza de San Luis.
Inútil fue la propaganda calurosísima que emprendieron
para desquiciar los ánimos inclinados a la paz. Que crisis...
que $800,000 del Doctor Hollander... Que batutazos ejecutivos
en La Vega... Todo fue inútil. El pueblo, aún la parte de él
contraria al Gobierno, cree que el Gobierno es honrado y
que, todavía no lo fuera, siempre es más desastrosa una buena
revolución que un mal Gobierno.
Además, ¿con qué ideas, con qué doctrinas pretenden alterar
la paz pública? Es cuestión, únicamente, de cambiar de
personal y entenderse con la administración de la renta.
El Dominicano,
29 de mayo de 1909.
59

62 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
Nada de Improvement. Ya estarnos escaldados y debernos
huir hasta del agua fría.
El Dominicano,
31 de mayo de 1909.

Rondando
Desde que la República Dominicana salió del caos económico,
las hienas especuladoras rondan en torno a ella suponiéndola,
si no cadáver material, cadáver intelectual, presa fácil
a sus leoninos apetitos.
Todavía asorda el ruido hecho en torno al Señor Hunt,
quien vino de New York, en representación de los Sres. Chapman
& Ca., asociados a Tracy & Ca., para empresas en Santo
Domingo, empresas que era ferrocarrileras que piensan construir,
respaldando las obras con catorce millones de pesos oro
que poseen.
Y no sólo una carta de New York que publicamos hoy dice
quienes son los presuntos empresarios, sino que uno de "los
periódicos neoyorquinos recibidos, el Tribune, da cuenta de
la quiebra de Tracy & Ca. por $1,000,000, teniendo la firma
un activo de solamente $250,000, lo cual prueba que estaba
jurando en falso por un millón. Además, los clientes de la casa
eran los mismos de la firma de Brown, recientemente extinguida
por quiebra.
Pero se veía venir la especulación, y de género improvement,
por el modus operandi. Como se engatusaba a los indios
con abalorios y cuentas de vidrio, así Chapman & Ca.
ofrecían construir la sociedad bajo leyes dominicanas, como si
eso tuviera un céntimo de valor. Si el Gobierno dominicano es
honrado con la, misma equidad tratará a un chino, a un ame-
63

64 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
ricano O a cualquiera otro extranjero que a un dominicano. Y
si lo engañaba lo mismo hubiera reclamado los Estados Unidos
siendo la sociedad dominicana que de New Jersey o de
cualquier otro Estado yankee. De todas maneras se trataba de
ciudadanos americanos y de dinero de la misma procedencia.
Pero ninguna razón hay que tomar en cuenta, pues basta saber
que Chapman & Ca. no son millonarios. Emitirían acciones
con interés garantizado y pagado por el Gobierno dominicano,
que es hoy una personalidad solvente y pudiente. Si no
pueden, ahí está el Gobierno para que pague los platos rotos.
En esas condiciones un país prudente se exime de contratar.
Puesto que es con nuestro crédito que intentan construir el
ferrocarril se necesita ser tonto para no construirlo nosotros
mismos y ganarlos lo que había de ganar otro.
El Dominicano,
1 de junio de 1909.

Granjas-escuelas experimentales
Don Eladio Sánchez, Representante en la Cámara de Diputados
por la provincia de San Pedro de Macorís, ha sometido
a la consideración del Cuerpo Legislativo un proyecto de ley
creadora de granjas-escuelas experimentales.
Ese género de institutos completa, a nuestro entender, el
plan económico a que está sometida la República. Administrar
no es simplemente manejar con honradez los fondos. Administrar
es, principalmente, fomentar. Para que una vaca
rinda mucha leche el primer capítulo de la higiene aplicada
al animal es alimentarlo abundante y nutritivamente. No se
cosecha si no se planta buena semilla.
El hombre no crea. Esa es facultad exclusiva de la divinidad
o de la naturaleza. El hombre solamente modifica y combina
lo que encuentra en el globo, y todo lo que hay sobre la faz
del planeta es fruto de la tierra. ¿Negocia alguien en carnes?
Pues no otra cosa que tierra son. Tierra transformada en forr,yes
que a su vez los metamorfosea en carnes el estómago
del animal. ¿Es en telas en lo que trafica? Pues primitivamente
tierra fueron, en primera, en segunda, o en tercera transmutación:
lino, algodón, lana, seda... ¿Construye máquinas el
hombre? Pues en tierra está traficando, porque de las entrañas
de ella extrajo el metal con que fabrica los aparatos.
Yasí, nada hace el hombre que actual o primitivamente no
fuera tierra.
65

66 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
Por eso el cultivo científico de la tierra debe ser campaña
calurosísima del Gobierno. Que el hombre, y sobre todo el
agricultor, conozca como a sus manos la única fuente prolífica
del mundo, la ubre universal que nos suministra, cuando
la conocemos y bien tratamos, cuanto hemos de menester para
el sostenimiento de la vida.
Pocas observaciones nos parece pertinente hacer al magnífico
proyecto del Sr. Sánchez. Son las referentes a la diversidad
de climas, y por lo tanto, de cultivos posibles en el territorio
dominicano.
Basta ojear el mapa de la isla para convencerse de que más
de la mitad de nuestro país está a una elevación superior a
quinientos metros sobre el nivel del mar. A esa altura, en
nuestra latitud, prosperan mejor los cultivos sub-tropicales
que los tropicales. Las gramíneas de la zona templada, como
el trigo, la avena, la cebada, etc.; y las frutas como la pera, la
manzana, el durazno, el membrillo y otras, prosperan ahí mejor
que los platanales y los batatales.
Por eso creemos que las granjas-escuelas experimentales
deben ser tres, por lo menos: dos para cultivos tropicales, en
el Norte y en el Sur de la República, y una para cultivos subtropicales
en el centro: en las altiplanicies de La Vega, por
ejemplo.
Así sería más trascendental aún de lo que es el proyecto de
ley del Diputado Sánchez.
El Dominicano,
2 de junio de 1909.

Liberal-conservador
En las ciencias que no son matemáticas rara vez está la verdad
en una doctrina extrema, porque casi siempre está repartido
por igual en las teorías opuestas.
En política tenemos dos escuelas tan apartadas que casi son
hostiles entre sí: la liberal y la conservadora. Cada una es verdad
en determinada época. La liberal cuando hay que echar por tierra
instituciones corruptas, contrarias a las necesidades biológicas
y económicas de la humanidad. La conservadora si hay que
mantener y sostener conquistas en el terreno de los principios,
conquistas que extrañen verdad, civilización, justicia.
Nosotros, los dominicanos, tenemos necesidad de conservar,
de fortalecer las ventajas adquiridas recientemente en el
terreno económico, en el jurídico y en el político. Es una necesidad
vital conservar puro este ambiente en que se desarrolla
hoy la vida nacional.
Tenemos también urgente 'necesidad de adquirir nuevas
conquistas, de perfeccionar la civilización de que disfrutamos,
de poder decir a plena conciencia, refiriéndose al pasado:
-¡Ya salimos de eso!
y para lograr ambos fines, para no incurrir en vicio cayendo
en uno de ambos extremos, el alma dominicana, el alma
verdaderamente patriota debe ser en estos tiempos de reconstrucción,
por lo menos todo el lapso necesario para ver terminada
la nueva arquitectura social, liberal-conservadora.
67

68 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
Debe conservar y fomentar todo lo bueno adquirido, sin
tocarlo como no sea para mejorar sus líneas; y es menester
que se empeñe en adquirir todo lo que aún nos falta, en acrecer
el acervo nacional.
¿Destruir? .. Únicamente cuando, como sostenía Comte, el
pontífice del positivismo, se tenga listo lo que ha de reemplazar
lo destruido.
Seamos liberales-conservadores y seremos verdaderos patriotas
dominicanos.
El Dominicano,
3 de junio de 1909

70 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
alivia eficazmente la desgracia de los muertos en vida por esa
tremenda enfermedad, y mientras no se garantice a la población
sana contra el contagio de la lepra y puedan los enfermos,
como puñal ambulante, ir repartiendo a domicilio la desesperación
y la muerte.
Que en todas partes encuentre la iniciativa del señor Gautreau
la misma entusiasta acogida que en las logias masónicas
de esta Capital.
El Dominicano,
4 de junio de 1909.
...

Desarmémonos
Las ansiasjustas del pueblo dominicano, del pueblo sereno
y pacífico, piden al Gobierno que se desarme de sus medios
de coerción. Nada de cárceles, nada de grillos, nada de cañones,
nada de patíbulos.
Está bien. Ninguna aspiración más justa, más jurídicamente
justa que esa; pero, que comiencen los señores gavilleros,
que den el ejemplo los señores oposicionistas. Que depongan
sus armas francas o disimuladas, y haya paz material; pero, sobre
todo, paz moral.
El Gobierno ha tratado de desarmarse. Las cárceles están
vacías de presos políticos; los grillos criando orín en los rincones;
los patíbulos proscritos, más que por la ley, por la honrada
práctica de no matar.
Pero la oposición y los gavilleros maquinan todo lo posible
por frustrar esos civilizados propósitos. Los gobiernos tienen
que hacer el bien al por mayor, aunque para ello causen mortificaciones
al por menor, y si se quiere que garanticen la sociedad
contra conmociones tan asoladoras como injustificables,
no se les puede exigir que permanezcan simplemente
parapetados tras del papel de su periódico cuando se le enciman
armados de fusiles cargados los gavilleros, y los intelectuales
de la oposición convierten su prensa de cátedra patriótica
en bomba explosiva que hace la desolación en derredor
suyo.
71

72 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Es el mal que era orgánico del país y ahora, afortunadamente,
es dolencia transitoria, precursora del restablecimiento.
No se tiene fe en la idea, sino en la violencia. Cuando el
Gobierno no es violento sus adversarios ponen cara ferocísima
y aún proceden a más feroces hechos: a los tiros de fusil y
a las propagandas envenenadas, a los procedimientos sombríos
al amparo de las tinieblas para intoxicar, o siquiera embriagar
la opinión pública.
¿Aparece entonces un periódico independiente que con
serenidad y desapasionamiento juzga la situación y cree que
es bueno el procedimiento gubernamental? Pues al momento
los gritos estertóreos de ¡asalariado! ¡servil! Y otros motes
despectivos que profieren los que están alquilados por la oposición
y entregados servilmente a ella.
Ser imparcial no es ser indiferente. El imparcial sirve a la
verdad y a lajusticia donde quiera que asoman. El indiferente
no, porque todo se le da tres bledos y, si a mano viene, a la
postre se alquila con el que menos razón tiene, porque todo
lo que no sea suyo, de él, le importa poco.
Patria, libertad, justicia, democracia, pueblo... nociones
son que no impresionan a esos que más gritan, porque ellos
preferirían, y están provocando con su vocerío el mal intencionado,
una regresión a las violencias y a los grillos, mientras
que los que no blasonamos de simples palabras, sino de jugosos
hechos, estamos poniendo nuestro esfuerzo en la remodelación
honrada de la patria, de una patria sana y feliz donde
las lágrimas amargas de nuestros infortunados padres sean
remplazadas por las alegres sonrisas de nuestros hijos.
El Dominicano,
5 de junio de 1909

74 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
más, el anti-económico impuesto del peaje al cual se agarra,
como a un clavo ardiendo, el desorientado Ayuntamiento.
* :1: :1:
Pero como en esa cuestión hay dos puntos importantes,
dos altas cumbres: la del interés provisional de la Común y la
del interés del Estado, de la comunidad nacional dominicana,
servida la primera, haremos algunas observaciones sobre
la segunda.
En Administración no se tiene derecho a hacer ensayos peligrosos
sin tener preparado de antemano con qué remediar
el fracaso, si ocurre. El Ayuntamiento de Puerto Plata no tenia,
absolutamente, derecho a formular un presupuesto con
déficit, atenido a que quizás podría llenarlo, si la suerte le favorecía.
La mayoría de los gobiernos nacionales de la tierra
tiene derecho a eso porque goza de completa soberanía económica
y puede contratar empréstitos para cubrir el déficit,
como sucede a menudo con los gobiernos europeos. Pero un
Ayuntamiento se excede en sus derechos y obra locamente
cuando observa esa conducta, porque él no es soberano para
crear impuestos y para contratar préstamos sin la venia del
Congreso. No teniendo poder para llenar, sin el consentimiento
de otra institución, su exceso en gastos, no podrían,
lógicamente, excederse en ellos para causar, a la postre, una
perturbación revolucionoide en la Común.
-¿Y qué podíamos hacer en este caso? -nos preguntarán.
Y nosotros les contestaríamos:
-Pues lo que deben hacer ahora: renunciar. No una renuncia
en masa, que no hay ante quien hacerla y es acto delictuoso,
sino renuncias individuales para dar lugar a que sean
reemplazados por quien lo haga con más acierto y piense más
detenidamente en lo que conviene al provecho de la Comunidad.
En Puerto Plata-afortunadamente- no escasea el personal
para un buen Ayuntamiento. Hay mucha gente entendida en
..

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 75
asuntos económicos, gente que sabe que una Común no debe
hacerse odiosa a sus vecinos poniendo aduanas interiores
para mermarles la ganancia legítima en lo que producen,
gente que sabe que no es decoroso para Puerto Plata convertirse
en caldero de agua hirviendo para zambullir en él las velas
que de S;mtiago pasan por ahí para el exterior. No hay en
toda la República una sola Común tan prevenida por la naturaleza,
para ser productora y tener vida propia. En toda sujurisdicción
no hay más tierra estéril que el kilómetro cuadrado
de la sabana de Guainamoca, y las lluvias tienen una periodicidad
tan favorable a la agricultura que el ciclo de las sequías
no se cierra sino cada quince años. ¿A qué, entonces, prescindir
de la posible vida propia y convertirla en parásito de las
comunes vecinas?
Es necesario que, renunciando el actual Ayuntamiento,
venga un personal convencido de que Puerto Plata no puede,
no debe ser exclusivamente comercial, sino que su actual honorable
comercio debe estar apoyado sobre un ancho desarrollo
de todas las industrias, especialmente la agrícola.
Que renuncie el actual Ayuntamiento, aunque todos sus
miembros sean personas honorables y distinguidas, y que venga
otro.
Los actuales ediles son buenos; pero han fracasado, y en administración
todo el que fracasa se sale para el foro, sin esperar
que lo silben.
El Dominicano,
7 de junio de 1909

La Común de Puerto Plata
1
Tenemos entendido que d Congreso, en su deseo de aliviar
la situación de la Común de Puerto Plata, una de las mejores
de la República, va a acudir con una tarifa al alivio de la
crisis financiera porque atraviesa el Ayuntamiento.
Aplaudimos con sinceridad la medida. Puerto Plata merece,
por su cordura, por su civilización, aún por la belleza con que
ha sabido completar las hermosuras de la naturaleza, que la nación
de que forma distinguida parte no la deje perecer, pagando
inmerecidamente el error en que incurrieron sus ediles.
Que, como oportuno pie de amigo, la subvención la ayude
a sostenerse hasta que recobre fuerzas propias y pueda seguir
sin débiles tambaleos su airosa marcha hacia la conquista de
la civilización. Pero es necesario que los buenos puertoplateños
no se recuesten sobre la ayuda como se han recostado y
querían seguir recostándose algunos sobre la alcabala impuesta
a los productos de la provincia mediterránea.
Es preciso que esa juventud que a veces ha dado espléndidas
notaciones de inteligente luchadora, dejando las delicias
de Mantua, bregue denodadamente por hacer de la Común
de Puerto Plata lo que debe ser, lo que está llamada a ser, lo
que no puede dejar de ser si no quieren que la Común, y aún
la provincia, se les muera entre las manos. Es preciso que
77

78 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Puerto Plata no sea casi exclusivamente comercial sino, principalmente,
agrícola.
Un plan podría trazar el nuevo Ayuntamiento que se organice
después de la renuncia del actual, escogiendo su cultivo.
El cultivo podría ser fomentado contratando peritos agrícolas
verdaderamente competentes, de los muchos que, formados
en Europa o en los Estados Unidos, han practicado
Agricultura Tropical en las Antillas. .
Entonces, después de pedir y obtener del Congreso autorización
para contratar un empréstito con ese fin, el Ayuntamiento
podría contratar con los campesinos la compra de todos
los productos de exportación que produjeran siempre
que los cultivaran y cosecharan con absoluta sujeción a las indicaciones
de los peritos.
Así se convertirá la Común en región agrícola; pero no
agrícola empírica, sino agrícola científica, y tendría una generosa
fuente de tributación que la apartaría para siempre de la
humilde condición de parásita o de arruinada.
Juventud de Puerto Plata: un día fuiste ardorosa y altruista
en política. Renueva hoy tus laureles consagrando los esfuerzos
de tu alma y de tu cerebro a la acción económica, única
capaz.de redimir el dolor de tus mayores.
II
Damos ya por sucedido que los actuales ediles de las faldas
de Isabel de Torres presentarán su renuncias individuales, para
que otros, tan honorables como ellos, pero más previsores,
vengan a administrar los intereses de la comunidad.
Entre los nombres de personas aptas que recomendamos
así, de pronto, para la delicada función de Regidor de Puerto
Plata, figuran donJorge Curiel, don Washington Lithgow,
don José de las M. Rodríguez Arrezón, don José R. Aguilar,
donJosé O. Menard, don Manuel Cocco y otros más que formarían
un Ayuntamiento con todas las ansias de progreso

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 79
que tiene el pueblo puertoplateño y todo el saber y la experiencia
necesarios para no sumir, por inadvertencia, en una
crisis espantosa los intereses comunales.
Ese nuevo Ayuntamiento podría comenzar su gestión con
el auxilio decidido y eficaz de los Poderes del Gobierno. El
Gobierno sabe que no debe dejar perecer a Puerto Plata; que
el pueblo, ese digno y civilizado pueblo no debe ser la víctima
del error, probablemente bien intencionado, pero siempre
error, de sus ediles. De alguna manera le prestará eficaz auxilio
para conjurar la crisis enjugando el malhadado déficit introducido
a sabiendas en el presupuesto municipal.
No puede ser en forma de subvención porque quedaría
sentado un precedente horroroso. Todos los Ayuntamientos
dejarían de lado la prudencia, sabiendo que en caso de déficit
podrían hallar una subvención en el Ejecutivo. Y hay que
cortar de raíz los errores peligrosos.
Todo lo probable es que el auxilio sea en forma de tarifa de
peaje, votada para regir un año, a lo sumo. Opinamos esto,
porque aunque el tributo de peaje no es más que un rezago
de pasadas barbaries, un impuesto tan antieconómico como
puede serlo el más malo, impuesto que perjudica a quien lo
paga, porque le merma indebidamente sus legítimas ganancias,
y perjudica a quien lo cobra, porque lo convierte en parásito
rentista de capital y trabajo ajenos... Aunque es todo esto,
disfrutan todavía de él cinco o seis Municipios dominicanos
y no es justo que se le niegue, en hora angustiosa, a una
de las mejores comunes de la República.
Un año será respiro suficiente para que Puerto Plata evolucione
hacia la riqueza agrícola como verdadero basamento,
vida propia cierta de su comercio actual. En un año Puerto
Plata, con sesuda administración municipal, podrá volver a
ser la floreciente villa, hermosa de paisajes y exuberante de
ideales más levantados que su enhiesta Isabel de Torres.
El Dominicano,
8 y 9 de junio de 1909

De política y administración
Hay verdades tan sencillas que gobernantes y gobernados
olvídanse de ellas negando o cercenando valor a lo simple,
más eficaz cuanto más sencillo sea.
Por ejemplo, personas miran, para orientarse hacia este faro
refulgente de la luz radiantísima:
"La política es ciencia de intereses. De intereses morales y
materiales de la mayoría de la universalidad del pueblo".
Eso es sencillísimo,. es saludable para todos. Pues no lo
atienden. Como sucede con los refranes, que son sabiduría
popular reconcentrada, la definición que precede es sabiduría
mundial en su último grito de rectificación.
Pero no. Política, para muchos, es endiosamiento, indiscutible
suficiencia, pasiones, simpatías, antipatías: todo lo que
es sentimiento que no ha llegado al cerebro.
Otro aforismo que olvidan, o dejan de ignorar es este:
"En política se vale más por tos servicios que se puede prestar
que por los que se han prestado ya."
y es evidente: Juan fue gran guerrillero, v

82 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
zás no los ha prestado antes; pero que puede prestarlos en lo
suceSIVO.
y se olvidan también de este otro:
"En administración de lo ajeno no se tiene derecho a fracasar.
Quien fracasa debe, ipso facto, dejarle el campo a otro
que lo haga menos mal."
Huelgan comentarios explicativos de esta última sentencia.
El pueblo delega sus poderes para buena administración.
Nunca para la desacertada porque para errar se bastaría y sobraría
él solo.
El Dominicano,
11 de junio de 1909

Sociedades constructoras
La población de la Capital no cabe ya dentro de la ciudad,
al extremo de que el pauperismo sufre lo que no es decible
por escasez de habitaciones. El solar de Santa Clara, que no
tiene mil metros cuadrados de superficie, encierra más de
trescientas cincuenta personas, que pagan caro la habitación
y están alojados de una manera desastrosa, estivadas unas sobre
otras, en promiscuidad objecionable y sin agua ni otras
comodidades indispensables.
Las clases acomodadas sufren también financieramente.
No se encuentra a alquilar casa pequeña, de alguna decencia,
que no cueste de veinte pesos oro al mes para arriba.
Ya es inminente la necesidad de construir nuevas casas, de
ensanchar la ciudad, de aumentar el número de habitaciones,
de manera que el arrendamiento de edificios no crezca
tanto que haga inhabitable la ciudad.
Es buena inversión, lucrativa y segura, no asunto de metafisico
altruismo, el negocio de organizar una o varias sociedades
anónimas constructoras de casas que hagan bajar el aposentamiento
de las nubes a que se ha encaramado.
Las estancias de Güibia, San Carlos, Villa Duarte, deben ser
colonizadas densamente por sociedades anónimas constructoras,
para que Santo Domingo quepa en Santo Domingo.
El Dominicano, 12 de junio de 1909
83

Orden público
La tranquilidad social fue turbada por tres agavillamientos.
Para algunos fue una sorpresa. Nosotros no extrañamos esos
hechos. Ya, cuando los más optimistas afirmaban que se había
cerrado por completo el ciclo de las perturbaciones públicas,
opinábamos que lo que se ha acabado es la era de las revoluciones;
pero que, por algún tiempo, se producirían motines y
agavillamientos, el pataleo del desorden que, suprimidas las
causas, aun da señales. de una vida que se extingue. Ese es un
hecho constante en patología. Aniquilada la causa de la enfermedad
aún puede perdurar el efecto algún tiempo, aunque
siempre es segura su desaparición a la corta o a la larga.
Pero esta situación tiene ya antecedentes en la historia cuasi
contemporánea de la República. Quien triunfa, queda, o se le
cree por la universalidad, más fuerte que antes, y como los agavillados
son incomparablemente más débiles que el gobierno, la
consecuencia natural es evidente: el gobierno actual está llamado
a resultar en breve tiempo más fuerte que lo quejamás ha sido.
Es lo que obtendrán los impacientes con querer derribar
prematuramente gobiernos. Fortalecerlos más de lo que están.
Cuando un gobierno ha gobernado mucho tiempo y ha cometido
muchos errores, se cae solo. Cuando un gobierno estájoven,
sano y con recursos, se caen los que intentan tumbarlo.
El Dominicano, 14 de junio de 1909
85

Orden público
Ayer, al entrar en prensa este diario, entraban por la hermosa
calle Separación rodeados de una tropa gobiernista, los
jefes de la gavilla de Catarey y las armas con que perturbaron
la tranquilidad de ese lugar. Horas antes habíamos recibido
de Santiago la noticia de la presentación del general Feliú.
No estábamos, pues, desorientados diciendo que ya se cerró
el ciclo de las revoluciones y que sólo sucederán, como
pataleos del desorden que se extingue, motines y agavillamientas
de vida tan efímera como la de las flores.
Todavía, tal vez, no han llegado a su definitivo llegadero los
efectos de la patogenia social que tenía moribundo al Estado
dominicano. Puede que vuelva a levantar su agónica cabeza la
hidra del desorden; pero, así como el gobierno ha demostrado
ahora su incontrastable fuerza, una nueva victoria que alcance,
si elementos de sistema antiguo vuelven a perturbar la
tranquilidad pública, le hará resultar victorioso y fuerte, apto
para guiar hacia un porvenir lisonjero el cuerpo social dominicano.
El Dominicano,
15 de junio de 1909
87

Las voces sobre agresión
Desvanecidas todas las propagandas alarmistas de orden interior,
hay ya propagandas alarmistas internacionales.
Yel pueblo dominicano debe oírlas todas con serenidad,
con juicio, con estricta lógica.
Nosotros nada tenemos que temer del exterior. Boyante
nuestra hacienda, bien conocido el espíritu militar de nuestra
población, cualquier nación que quisiera armarnos bronca
tendría que pensarlo antes con mucho despacio. Si de fuerza
parecida a la nuestra, indiscutiblemente tendría desventajas
de lidiar dentro de nuestra casa. Si de fuerzas mucho mayores,
por la Convención se han comprometido los Estados unidos
a garantizar la integridad de nuestro territorio. De manera
que quien la eche con nosotros no está más que perdida.
Por otra parte, la guerra es cosa matemática, tasada invariablemente
en dinero. Valor nos sobra, dinero tenemos bastante.
¿Podrían decir lo mismo aquellos a quienes nos quieren
adjudicar como enemigos, aquellos de quienes dicen que van
a agredirnos? .
Tranquilicemos el ánimo. Continuemos serenos nuestra labor
progresista, que así como nos creemos sensatos no tenemos
derecho a creer locos a los demás.
El Dominicano,
16 de junio de 1909
89

El estado de ánimo
Hay en todos los públicos una morbidez que, así como la
picazón no se aplaca sino rascándose, ella no queda satisfecha
sino con las noticias sensacionales. Es intelectual, pero es
morbidez.
Ella es la que pide noticias de los gavilleros y convierte, aún
a los que ni nombre de familia tienen, en héroes novelescos.
Ella es la que convierte un lance personal en Sánchez en espantable
batalla que ciura horas y siembra de cadáveres·el suelo.
Ella es la que transforma el pacífico viaje de un presidente
de Haití en invasión del territorio dominicano y se inquieta
y se alarma a sí misma para gozar de la sensación patológica
de impresiones malsanas.
Pero esa dolencia popular se cura con la misma ridiculez
cómica de sus miedos de satisfacción. Se avecina el día en que
las propagandas tontas, y los propagandistas más tontos aún,
sean considerados con el mismo interés con que son mirados
en el carnaval los que hacen el papel de roba-la-gallina.
El Dominicano,
17 de junio de 1909.
91

A la vertical
El espíritu dominicano estaba algo abatido por obra de los
propagadores alarmistas. De la pulga hablaban como de manada
de elefantes cuyos pasos dejaban honda huella y hacían
retemblar la tierra hasta sus cimientos. Cuando el público se
apercibió del muñeco de paja, al momento tornaron la vista
a Occidente y amasaron uno de barro para espantar a los impresionables.
De todas maneras querían perturbación, descarriamiento
de las energías sanas para que la producción
amenguara y el fantasma de la crisis tomara verdadera forma
corporal. Pero ya todo está esclarecido por la brillq.nte luz del
día, y las sombras, tomadas ayer por gigantes, se disiparonante
el borbotón de claridad proyectado sobre ellas.
Pero ahora hay que encauzar en su apropiado lecho las
energías nacionales adormecidas fuera de su verdadero cauce.
Es labor patriótica tornarlas a la posición vertical para que recobren
todos sus bríos y toda la confianza en su propia fuerza
que han menester para alcanzar el colmo de productividad.
Nada de esperar mejores tiempos para reemprender la brega.
Estamos dentro del buen tiempo, en pleno buen tiempo y
la actividad nacional no debe dejar transcurrir en pérdida un
solo breve instante.
El Dominicano,
18 de junio de 1909
93

96 JO É RAMÓ LÓPEZ
Italia, liras, per cápita
Prusia, marcos, per cápita
Uruguay, peso , per cápita
Estados Unidos, dollars, per cápita
Brasil, 25,000 reis, per cápita
Méjico, pesos, per cápita
Chile, pesos, per cápita
ueva Zelanda, libras, per cápita
ueva Gales del Sur, libras per cápita
Cuba, dollars, per cápita
62
76
18,40
19
8,50
8,90
35
8
9
16,50
12,40
19,00
19,30
19,00
4,45
14,00
40,00
45,00
16,50
Tan sólo Méjico aparece pagando menos que Santo Domingo;
pero es por la razón de que en aquella República de los doce
millones de habitantes hay diez millones de indios puros, y
de estos unos ocho millones no pagan contribución de género
alguno, de manera que i se computara la contribución fiscal
tan sólo a los cuatro millones que la pagan, la parte alícuota
de cada persona sería de $13,35 en vez de 4,45.
Pero donde los cazadores de faltas ven motivos de regocijo
vemos nosotros ocasión de censura. Es más feliz el pueblo
mientras más paga, siempre que la tributación se invierta en
útiles servicios públicos.
y pues tenemos ahora un gobierno honrado, sería de desear
que pagáramos más y nos aumentaran las facilidades para
producir en cantidad mucho más grande que ahora. Que
pagáramos como la ueva Gales y lo pagado e convirtiera en
vías férreas, carreteras, puertos, escuelas, policía y cuanto
concurre a aumentar la riqueza material y la mentalidad de
un pueblo civilizado.
Dolámonos, no de pagar mucho, que pagamos excesivamente
poco, sino de no pagar bastante para encaramarnos rápidamente
en la cumbre de la civilización.
El Dominicano,
19 de junio de 1909.

El costo de la vida en Santo Domingo
Es cosa indiscutible que el límite inferior del salario es ellímite
del costo de la vida.
Si el costo más barato de la vida humilde es un peso diario,
el jornalero no debe ganar menos de un peso cada día. Cuando
le pagan menos de lo que cuesta sostener la vida se le condena
a una existencia llena de humillaciones y de afrentas, en
que simultáneamente decrecerían el vigor moral y el desarrollo
físico. Ganar menos de lo que cuesta la vida no es vivir sino
con dolor... regresión de la existencia.
En Santo Domingo el costo de la vida de una familia de jornaleros
es así:
El padre, único factor de producción; la madre encargada
de los quehaceres domésticos; tres hijos pequeños, exclusivamente
consumidores:
Alquiler mensual de casa...
Avías para lavado y planchado...
Alumbrado...
Comida...
Renovación de ropa, calzado y sombrero...
Superfluos...
$10
0.48
1.50
19.50
10
5
$39.48
97

98 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
Salario de un jornalero,
$0.60 al día en un mes de 26 días laborales...
Pérdida mensual...
15.60
28.33
Una familia de jornaleros tiene, pues, un déficit mensual
de $28.33, y como no puede compensarlo sino desatendiendo
necesidades de primer orden resulta que ha de vivir mal
alimentada y peor vestida, alojada a la diabla y prescindiendo
de todos los cuidados de higiene y de adecuación que requiere
la generación que está levantando.
Los socialistas demagogos, los que piden, en un regueldo
de hambre, con los puños crispados, el reparto equitativo de
los bienes muebles e inmuebles creados por la laboriosidad
privada dirán: "Bueno. Esto es una injusticia. ¡A repartir per
cápita!". "Pero la gente que piensa desecha estas empíricas
novedades atroces, y dice: "a abaratar la vida".
La Economía Política niega, con sobrada razón, el derecho
a limitar el precio de los artículos que son objeto de comercio;
pero la misma ciencia deja amplia puerta abierta para restringir
los injustificados excesos en el precio.
La ley de Patentes, entre otros factores, tiene virtualidad suficiente
para reducir en muchos puntos, el costo mínimo de
la viaa, sin lesionar el derecho ni los intereses legítimos de los
especuladores ni de los comerciantes.
El Congreso debe reformar el año entrante la ley de Patentes,
estableciendo gradaciones en el costo de ella según el
precio a que vendan al público los efectos.
Así por ejemplo:
Efecto X: hasta a 8 centavos: $10 al año; hasta 10 centavos:
$40 al año; hasta 12 centavos: $100 al año; más de 12 centavos:
$200 al año.
Y así con todos los efectos de primera necesidad. Al precio
de equitativa ganancia, una patente benévola. A precios excesivos,
patente crecida hasta asumir proporciones prohibitivas,
no pudiéndose variar precio en un aumento sin pagar la patente
del nuevo tipo.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 99
Por supuesto, con esta reforma deben coincidir muchas
otras medidas benefactoras, tendientes al mismo fin. Para hacer
más barato el alojamiento, el ensanche. Para provocar la
abundancia de los víveres, premios nacionales o municipales
por cada millar de plantas perennes de frutos alimenticios; y
así por el estilo.
Adelantemos al porvenir. Hagamos abortar el socialismo
hambriento, dinamitero, desordenado y empírico, estableciendo
el socialismo científico que suprime el hambre y las
miserias afrentosas que oprimen a la humanidad.
Impidamos lo amargo del socialismo suprimiendo sus causas
dolorosas.
Listín Diario,
17 de noviembre de 1910.

-----------------------

102 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Quizás dirán que no está ahora el municipio para parques,
pero ahora es la ocasión de comprar el terreno, porque no es
caro. Toda la propiedad rural que se urbaniza sube enormemente
de precio, y no es prudente despreciar el momento en
que las cosas están al alcance de la mano, para tener que re-o
currir más tarde a escaleras para alcanzarlas.
Lo que interesa ahora es adquirir el terreno. El parque, la
obra artística que lo convertiría en parque sería después,
cuando lo permitieran los recursos.
Listín Diario,
7 de febrero de 1911.

m
La popularidad y el prestigio
En la República los que comienzan corren desalados tras la
popularidad. Si se corrompen continúan en esa jornada hasta
la muerte. Si se conservan puros, a medida que adquieren
experiencia y se les ensancha el entendimiento desechan la sirena
de la popularidad y se enamoran del prestigio y hacen
por merecerlo.
Se puede resumir diciendo que todos los dominicanos
honrados pasan la primera mitad de la vida corriendo tras la
popularidad, y la segunda mitad huyendo de ella.
Porque ¿qué es la popularidad entre nosotros? Francamente,
sinceramente, la popularidad es la resultante de una
serie de transacciones indecorosas, en las cuales siempre es
sacrificado el deber. ¿Es popular unjefe de policía? Pues tenga
usted por seguro que ha disimulado el noventa por ciento
de las contravenciones que debió perseguir. ¿Tiene aureola
de popularidad un Interventor? Pues seguramente le ha
dado mandobles al Arancel, con perjuicio del Fisco, hasta hacerlo
picadillo.
El prestigio, en cambio, es el aprecio que gana entre todos
los pobladores un mérito verdadero, un valor intrínseco, al
cual no se puede deducir nada. ¿Acaban con un Presidente
porque en estos rezagos del desorden mantiene cumplimentadas
las leyes? Pues ese, aunque no lo ame la plebe de los que
sólo aspiran a .ver satisfechas sus pasiones y servida sordidez,
103

104 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
ése tiene preStlglO porque todo lo que vale y significa algo
aplaude aunque sea tácitamente el bien que resulta de sustraer
al pueblo a la explotación o al abuso de unos pocos.
Dios nos libre de los hombres populares, y sea dotada la República
de muchos hombres de serio y merecido prestigio,
porque esos han nacido para hacer la caridad en grande escala
persiguiendo a los culpables para que los inocentes no sufran
de manera inmerecida.
Nacional,
27 de septiembre de 1911

La pérdida de la Bahía de Samaná
De cuando en cuando, com0 espasmos de la rabia impotente,
aparecen en los corrillos o en los periódicos propagandas
espeluznantes sobre la Bahía de Samaná, que nos va a ser
quitada, o que la vamos a arrendar voluntariamente.
El 26 de noviembre de 1910 el Gobierno de los Estados
Unidos pidió al de la República Dominicana permiso para
que la escuadra del Atlántico hiciera maniobras en la Bahía
de Samaná. Al momento el espíritu revolucionario de la isla
forjó una novela ilógica y apasionada en la cual, por enajenación
voluntaria o por violencia, la espléndida Bahía de Samaná
cambiaba de nacionalidad. Como surgiera para esos
días el diferendo fronterizo con Haití, asociaron arbitrariamente
ambos sucesos y vieron proyectarse en el horizonte
una enorme mano blanca que e

106 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
Ha transcurrido de esto último un lapso de, más o menos,
dos meses. ¿Los que creyeron en esas artimañas (estupimañas,
diría cualquiera al ver la carencia de arte) no se sienten
hoy avergonzados de haber tenido tan oceánicas tragaderas,
de haber dado fe a tan zonzas invenciones?
Dejémonos de gritar ¡alIaba! y sigamos enérgica y sesudamente
con la cruz de nuestra nacionalidad al hombro, que
nadie -salvo nosotros mismos- nos impedirá plantar en la
más elevada cumbre.
Nacional,
4 de octubre de 1911

Incoherencias
1
En nuestro querido colega el Listín Diario publicaron,
con fecha 27 y 30 de septiembre último, dos artículos intitulados
"¿La reelección se impone?", firmados con el seudónimo
Don Práctico, que más bien debieron ser llamados
"Incoherencias" porque el autor, reuniendo retazos de todos
los cajones subversivos, incluyó unos que son negación
indiscutible de los otros, al punto de que un lectorjuicioso,
al repasar ambas producciones se pregunta: -y los sesos,
¿dónde los tenía?
En el segundo artículo hace esta acusación:
''No puede ser cacerista quien mirando ciertas cosas delPresente,
casijustifica los desmanes de Lilís en el Pasado".
Yen el primero se había hecho la contestación por adelantado,
escribiendo (copiamos textualmente) lo que sigue:
"¿Podrá un nuevo gobernante garantizar los amigos de
Cáceres, esos a quienes les tocan las responsabilidades que
ha acarreado la implantación de un régimen honrado
y severo, a raíz de uno de debilidad y desorden ?"
107

108 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
¿Si el régimen es ahora honrado y severo (preguntamos nosotros)
cómo pueden las cosas del Presente justificar los desmanes
de Lilís en el pasado?
Pero Don Práctico recogió todas las tonterías que dicen
por ahí los descontentos con la honrada severidad, y dijo para
su capote: Yo contribuyo con las acusaciones; la lógica
que la pongan los lectores.
Por otra parte, justo es excusarlo. No se puede, sin peligros,
pasar rápidamente de un régimen a otro opuesto. Una
pradera cultivada es, a juicio de la gente, medio mejor que
las saladas aguas del mar; pero si sacan un pez de las mencionadas
aguas y lo colocan en la pradera, pensará que mejor
estaba en el inquieto elemento de donde le sacaron.
Honradez severa. Ese es el dolor, esa la repugnancia de los
que no quisieron, en verdad, cambiar de régimen en las postrimerías
del siglo pasado, sino cambiar de hombres para continuar
los mismos nefandos hechos cambiando tan sólo la
firma responsable. Envidiaban, que no odiaban, la tiranía.
Pero Don Práctico y sus incoherentes artículos son la mejor
prueba de la extrema diversidad entre el Presente y el
Pasado.
Don Práctico está libre, en territorio nacional, y vivo. ¿Gozaría
de esas tres condiciones si hubiese escrito "La reelección
se impone?" en el período de Lilís?
Ahí la diferencia. En aquellos tiempos a los articulistas
independientes o de oposición, no procaces, a penas llegaban
al prólogo de sus escritos, les sorprendía la garra de la
tiranía sumiéndolos en la cárcel, arrojándolos a la expulsión
o elevándolos al patíbulo. Se necesitaba entonces consagrarse
a un apostolado extra-humano. No era posible el
negocio de la pose.
Don Práctico libre y vivo en territorio nacional es el mentís
más elocuente a sus calumniosas acusaciones.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916)
II
"No puede ser cacerista" -dijo Don Práctico- "quien mirando
ciertas cosas del Presente casi justifica los desmanes de Lilís
en el Pasado".
Presumiendo la buena fe en el articulista hay que creer
que, como el Rip Van Winkle del cuento, ha dormido sin interrupción
dos decenas de años. Dejó la vigilia en la época
más exacerbada del antiguo régimen y, al despertar ahora en
plena época de resurgimiento, no se le ha ocurrido preguntar
a sus vecinos:
-"¿Cómo estamos?"
No quiere este semanario dar "a moro muerto gran lanzada".
Murió Lilís y una rudimentaria buena educación exige
ver con calma aquella época y estudiarla filosóficamente antes
de emitir juicio.
A nuestro entender el crimen de Lilís fue sobrevivir a la
época de que él era resultante. El pueblo mataba, y él mataba
tanto o más que el pueblo. El pueblo desconocía las doctrinas
económicas y él cometía a diario tantos o más errores económicos
que el pueblo..
Lilís fue la cumbre de una generación y la barrera opuesta
a la generación siguiente. Los hombres de la primera eran casi
todos como él. Amigos o enemigos, no conocían otros procedimientos
que los por él practicados. Pero la generación a
la cual Lilís se oponía como barrera formidable, bebió en
otras fuentes, tenía una conciencia diversa a la de él y, en la
lucha, al fin triunfó. Fue la victoria de una doctrina buena
contra otra mala. Hombres surgieron, porque toda idea necesita
conductores. Pero no fue una victoria de hombres. Fue el
florecimiento de un principio.
En el siglo pasado los particulares dominicanos mataban
hombres, las autoridades mataban también hombres, y todos
pasaban a saque9 las arcas públicas. ¿Castigos? .. A quien no
fuera de la situación. La patria y sus despojos no eran para los
dominicanos. Pertenecían a los Brenos triunfadores.
109

110 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
Esa la diferencia entre el Pasado y el Presente.
Entonces eran ley consuetudinaria el robo y el asesinato.
Hoy también roban y asesinan en muy contados casos. Pero
sea quien fuere el criminal, de lo más alto a lo más bajo de
la escala, en política, en sociedad, en todos los órdenes,
¡quien la hace la paga! Por lo que estamos a un hilo de la civilización,
porque la diferencia entre los países civilizados y
los que no lo son no estriba en la mayor o menor cantidad de
delincuencia sino en la más o menos efectiva sanción de la
justicia. El criterio de las sociedades cultas no se limita al radio
de la actualidad inmediata. Mira más lejos, y quiere que la
sanción efectiva si no evite en este momento la comisión de
un crimen detenga en lo sucesivo la mano de los presuntos
delincuentes.
y si Don Práctico estudiara el proceso evolutivo realizado
desde las postrimerías del siglo pasado hasta el momento actual
no dijera, como un Rip Van Wink.le acabado de despertar,
que "ciertas cosas del Presente justifican los desmanes de
Lilís en el Pasado".
¡Ay de Don Práctico si hubiera estado de provecho y escribiendo
en el siglo pasado!
III
Que "las cosas del Presente justifican los desmanes de Lilís
en el Pasado" -dice Don Prácticcr y parece que, así como no
vio en su sueño las diferencias políticas existentes, tampoco
ha advertido la favorable diferencia en lo económico y en lo
financiero.
Ningún daño mayor se le puede irrogar a un gobierno que
dejarle la herencia de una situación económica en bancarrota.
La necesidad de pagar servicios públicos se hace mayor
cuanto más calamitosa sea la situación del Estado y, si no hay
recursos con qué costearlos, no es necesario ponderar lo crítico
de la situación.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 111
El partido actual heredó el gobierno de la República con la
revolución como estado permanente, y las rentas de la nación
en menos de dos millones de pesos por año. Con esto había
que atender al servicio interior, que en el ramo de guerra tan
sólo ascendía a poco menos de un millón de pesos, al servicio
de la deuda, cuyos tenedores eran cada vez más exigentes, y
que tenían en su poder obligaciones de la República por una
suma que excedía con mucho de treinta millones de pesos.
El pasado fue el creador de esa situación que no pudo conjurar
el talento del general Heureaux, sino que se empeoró
en sus manos, tal vez por la carencia de ilustración para resolver
problemas tan delicados como son los económicos.
El presente se consagró a enmendar las dificultades y los
yerros del pasado y logró su objeto, redimiendo a la República
de una situación afrentosa, y erizada de peligros, reduciendo
la deuda a proporciones tan exiguas que nos permitirán,
en pocos lustros, ofrecer al mundo el espectáculo único en la
historia de la civilización, de un Estado sin deudas, disponiendo
libremente de sus rentas para sus servicios interiores.
La obra del presente en la redención económica de la República
es como sigue:
Encontró al país debiendo más de
Lo tiene hoy debiendo, nominalmente
De esos $20,000,000 pagó,
en efectivo suyo, al redimir .
las deudas antiguas. 20%
#30,000,000
$20,000,000
$4,000,000
Debe, pues $16,000,000
y tiene en caja, para obras públicas más de 5,000,000
De manera que su verdadera deuda es $11,000,000
Además, ha redimido el Ferrocarril Central, ha comprado
las concesiones. de Monte Cristi, Puerto Plata, Sánchez, San
Pedro de Macorís, Santo Domingo, Azua y Barahona; ha construido
ya más de la 2/3 partes de la excelente carretera del

112 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Oeste; ha comenzado los trabajos de las que, partiendo de La
Vega, llegarán hasta el puerto de Monte Cristi, y ya ha terminado
los estudios del Ferrocarril septentrional y comienza los
de las carreteras de Azua y Barahona, obras a las que se podría
añadir muchas más, importantes también, aunque menos
que las indicadas.
En cuatro años, pues, este Presente "que justifica los desmanes
del Pasado" ha reducido la deuda nacional que era mucho más
de $30,000,000 a $11,000,000, Yatiende, cosa que jamás había
sido vista en la República, tan escrupulosamente el servicio de
intereses y amortización que disfruta de crédito ilimitado y goza
de una reputación internacional más respetada y simpática
que la de algunas naciones de la misma Europa.
¿Cómo, en estas condiciones, falta Don Práctico al respeto
que todo hombre se debe a sí mismo, y lanza una inculpación
que, si no fuera ilógica, resultaría injustificadamente
imperiosa?
Nacional,
4,18 Y25 de octubre de 1911.

Sin conciencia
El pueblo dominicano es el hijo más parecido que tiene España
en América. La psicología dominicana es más fácil de estudiar
en el teatro de Calderón de la Barca que en los mismos
hechos y documentos de la República, porque allí está resumida,
personificada, en acción si no verdadera, perfectamente
verosímil, mientras que en nuestro país esa misma psicología
está diseminada en hechos y en documentos de cuatro siglos,
sin resumir, sin literatura suficiente que la exponga como
en un cuadro sinóptico.
Hay en el carácter dominicano toda la nobleza extrema y
delicada de la España de los siglos XV y XVI. Valiente, enamorado,
susceptible y vidrioso hasta no más. Por cuanto hiera la
negra honrilla descarga a manteniente golpe mortal a su contrario.
Pasional hasta el horizonte; no perpetra crímenes sórdidos,
no escala, ni roba, y rara vez asesina; pero llega hasta el
refinamiento de crueldad si le han birlado la dama o hirieron
aposta o sin querer su ilimitado amor propio.
Pero hay otra similitud evidente entre el dominicano actual
y el español de la Conquista, similitud derivada de una deficiencia
de cultura, principalmente de cultura moral. No hay
aquí, como no había allá, respecto a los capitales espirituales.
Si un galán solicita a una dama y ésta, no impresionado
su corazón, lo rechaza, lo corriente es que el galán, echando
a un lado la finísima cultura espiritual que nos impera
113

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 115
pasión no lata en ellas al mismo ritmo que en el corazón de
ese pueblo?
A mi juicio ello no es fruto de otra cosa que de la ignorancia.
Ese pobre pueblo tiene un puñado de nervios mostrencos,
realengos, incapaces de formar conciencia, y el primer
truchimán que pasa se apodera de ellos, los templa a su sabor
y los convierte en elementos de una conciencia falsa, injusta
que trueca al caballero en gavillero.
Para ser bueno requiérese, indispensablemente, ser instruido,
no con cuatro musarañas ornamentales, sino con un saber
sólido y honrado, en el cual entren siquiera rudimentos
de todas las cosas de este mundo, sobre todo las morales. Porque
en la vida el bien y el mal andan siempre tan reburujados
que si la ciencia no ha abierto los ojos del espíritu .al individuo
éste no sabe desdoblar la dualidad de lo que se le presenta
y sigue, muchas veces, al mal, creyendo que a quien sigue
es al bien.
De todas maneras es lamentable, por bochornoso, que una
psicología tan caballeresca como la dominicana quede cubierta
con la asquerosa mancha de la falta de respeto a la personalidad
honrada, al capital de honorabilidad que cada ser
humano, si es bueno, edifica en el transcurso de su vida a
fuerza de privaciones y de sacrificios.
Desposeer a cualqui4era de una merecida reput

Transformación
La rápida evolución operada en la República Dominicana
en los cuatro o cinco últimos años no tiene precedentes en la
historia de América, y se necesitaría ser absolutamente ignaro
o sufrir el mal del apasionamiento en el estado más agudo
para no advertirla o incurrir en la delincuencia de negarla.
El poético calificativo de ciudad romántica aplicado a esta
Capital por uno de nuestros mejores prosistas, ha llegado casi
a destiempo, porque todos los perfiles románticos, de atenuada
bohemia, que caracterizaban la urbe están siendo
reemplazados por los más característicos detalles de la actividad
industrial y de la fiebre comercial. Las calles principales
de Santo Domingo se mantienen congestionadas de gente
que camina con rapidez, atareada en sus asuntos, y no solamente
las recorren guaguas y ómnibus-automóviles, sino que
hay en perenne actividad 104 coches tirados por caballos y
unos 20 automóviles de paseo, con capacidad para 5 pasajeros
y velocidad hasta de 50 millas por hora cuando pasan de
la avenida Independencia.
Eso en cuanto a la capital, que en todo el resto de la República,
si bien no tan ornamental y vistoso el progreso, es
tal vez más sólido. Monte Cristi mira casi con desdén su depreciado
campeche y se lanza con todo ardimiento a la producción
de algodón. Puerto Plata renuncia a su mal pasar
de comisionista y echa las bases de la vida propia. Santiago,
117

118 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
La Vega y Espaillat aumentan su producción. Macorís del Este
ha poco menos que doblado su producción de azúcar, y
despunta ya para El Seibo la aurora del desarrollo agrícola
con el poderoso Central Romana y algún otro que está en
proyecto. Las demás provincias han visto también mejorar
su condición.
El Estado, que se encontraba manga por hombro, ha triplicado
sus rentas a la vez que ha rebajado el tipo de tarifa arancelaria,
cosa que, si no existieran documentos auténticos que
lo probaran, quedaría demostrada por el aumento del volumen
del comercio, revelador de un increíble mejoramiento
en las circunstancias económicas y financieras del país.
El gobierno ha podido redimir las concesiones de muelle
de nuestros puertos, las cuales han contribuido a aumentar
las rentas, dejando de beneficiar a propietarios privados para
distribuirse entre todos los pobladores del país; ha redimido
el Ferrocarril Central Dominicano; ha construido la prolongación
del mismo a Moca, y realizará la terminación de la
mencionada vía hasta esta Capital, probablemente con un ramal
a Macorís. Carreteras están en construcción de La Vega a
Moca, de Moca a Santiago, de Santiago a Monte Cristi; estudian
la de Azua a San Juan; y en breve serán iniciados los de
la de Barahona a Neyba. Al puerto de Santo Domingo le construyen
malecones a una y otra margen para evitar la formación
de la barra, y lo dragan incesantemente; al de Macorís lo
han dragado hasta darle la profundidad conveniente a su tráfico
actual. A la carretera del Oeste, que puede servir de modelo
en cualquier país, la tienen casi terminada, y dentro de
poco será erigido sobre el río Haina un magnífico puente.
No hay fluctuaciones de la moneda, cuyo valor actual es tan
firme como el del peso oro. No hay contrabandos que arruinen
a los comerciantes honrados. No hay quiebras que escatimen
el crédito del país en el extranjero; y la política interior,
si bien no se ha civilizado aún completamente, ya está lo bastante
domada para no hacer daño al progreso del país, porque
aunque todavía puede acontecer algún remoto motín o

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 119
asonada ya se acabó radicalmente el período de las revoluciones
nacionales que derribaban gobiernos.
. Se puede considerar salvado el país, porque ha domado o
suprimido su propia neurastenia, y en todos los casos la definitiva
victoria es del número. Cuando era mayor la cantidad
de circunstancias adversas a la equidad y al orden, ellas prevalecían
en todos los sucesos y determinaban el mal. Ahora las
circunstancias favorables son mayores que las otras, y ladean
todos los sucesos hacia el bien.
Conscientemente unos, inconscientemente los otros, todos
hemos en lo delante de propender a la civilización y al progreso,
arrastrados por el torrente de causas determinantes
creadas; y estas tierras antillanas, donde han impreso su huella
todas las civilizaciones europeas, serán en el Nuevo Mundo
lo que en el Viejo fue la Grecia: hogar de la civilización,
promovida, por el genio de sus hijos desenvolviéndose en un
medio geográfico y climatológico excelente.
Prenda de ese hermoso porvenir es ya la profunda y rapidísima
evolución de la República Dominicana, que es el cambio
más trascendentq.l que haya habido en país alguno de la
América.
Nacional,
8 de noviembre de 1911.

El carácter
De las nociones más equivocadas que hay en el país es la
del carácter. En cuanto un hombre está dispéptico, se le agria
el humor y se convierte en calamidad para la familia y para los
amigos, es un carácter.
Oyen los vecinos que la esposa chilla desesperadamente,
que los niños gritan como un marranito al cual le tiran de las
orejas, y todos se asoman tímidamente a las ventanas y al ver
salir despavorida a la familia del dispéptico a la calle, se guiñan
los ojos unos a otros, y dicen:
-¡Ese es el hombre de más carácter!
Otras veces es un hortera, o un empleadillo, o cualquier
otro diminutivo que resuelve allá, donde se suele tener los
sesos, convertirse en hombre importante, de la noche a la
mañana.
-¿Quién es el mejor hombre en cinco leguas a la redonda?
-se pregunta.
y como no puede menos que atriburirle esa condición a
don Toribio, se va al día siguiente a la redacción del Quiquiriquí
y escribe un artículo en el cual llama a don Toribio ladrón,
asesino, incestuoso y otros insultos por el estilo.
Los lectores, en la tarde, abren los ojos, la boca, cuanto
puede expresar admiración estúpida, y exclaman:
-¡Qué muchacho de carácter! Dentro de poco lo tendremos
de ministro, y después de Presidente.
121

122 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
y mientras llega esa dichosa fecha, el escritor de carácter se
conserva característicamente borracho, tramposo y holgazán.
Todo le es permitido a los hombres de carácter. En cuanto a
su honradez es como el merengue de la Línea sobre Timoteo,
cambiando el feo por honrado.
En este caso lo que el pueblo llama carácter es lisa y llanamente
malacrianza.
Un guapetón de aventuras baratas, de los que recogen mangos
bajitos, es también, en el concepto del público, todo un carácter.
y la gente ha perdido completamente el rumbo al juzgar
de esa manera, porque carácter es, ante todo y por sobre todo,
virtud intachable, fuerza moral poderosa, una hibridación
afortunada del vigor y lajusticia.
Carácter tiene quien concibe algo bueno y aplica todas sus
potencias a realizarlo, sin intermitencias ni desmayos, venciendo
o desechando cuantos obstáculos halla a su paso.
El carácter, generalmente, tiene un fondo de benevolencia
en el corazón y una sonrisa en los labios. No es la seriedad asnal,
ni es la truculencia del temperamento, ni esa mala crianza
grosera que tienen algunos pobres diablos endiosados.
El carácter se impone una misión trascendental, y como el
buen humor es una fuerza, jamás se desprende de ella, para
alcanzar así el máximum de eficacia.
Nacional,
2 de noviembre de 1911.

m
El progreso
Las personas algo frívolas se impacientan cuando no ven
transformarse de repente nuestros bosques y sabanas en plantíos
económicos, nuestras veredas de indios en carreteras y ferrocarriles,
nuestras proporcionadas importaciones al volumen
de las de pueblos que cuentan muchos millones de habitantes.
Eso es tan bobo como cualquiera otra impaciencia. El progreso
no es una improvisación. Es un cálculo tan meditado y
detallado como lo exige la complejidad de ese fenómeno.
Porque el progreso no es una sola línea vertical, reposando
erecta por su propia gravedad. Al menor choque, o por una
ráfaga de viento se caería. El progreso es una serie de líneas
que se apoyan unas a otras, en su vértice y así son firmes e inderribables
por la seguridad que se prestan unas a otras.
Tomemos, por ejemplo, el desarrollo agrícola en los lugares
apartados del interior. No basta para alcanzarlo que haya
capital y braceros. Se impone contar con buenos agricultores,
formados en el país o importados; es indispensable que previamente
haya sido construido un buen camino para el transporte
de la maquinaria y para la consecutiva conduq:ión de
los frutos a la costa; y con eso no está aún todo listo, porque
precisa que en la época de la cosecha estén buscados y preparados
los mercados compradores.
En materia de obras públicas los impacientes se molestan
cuando ven proceder a minuciosos estudios previos. ¡Pero si
123

124 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
eso, precisamente, es la garantía del buen éxito; porque obra
que es comenzada sin saberse por dónde y cómo la harán, ni
cuánto va a costar, ni cuánto producirá, es obra anticipadamente
condenada al fracaso!
Para estar adecuado al progreso el individuo es necesario que
tenga buenjuicio y serenidad; que sienta, pero por sobre el sentimiento
razone, y no dé oídos ni obediencia sino al juicio reposado
que resulta del estudio y conocimiento de las cosas.
Nacional,
16 de noviembre de 1911.

n
La política
Todavía no ha acabado de desaparecer la patogenia que llamamos
política en la República, y que no es sino una forma
nocivísima de la neurastenia.
Política es, entre nosotros, pasión a caballo o en automóvil.
Las mismas palabras que usa el pueblo en sus locuciones
políticas están denunciando el estado de ánimo secularmente
enfermo del pueblo dominicano.
No dicen: Fulano de Tal es adversario, o es contrario, o es
del partido opuesto. Dicen: Fulano de Tal es enemigo.
En España, por ejemplo, dulcificando las acusaciones, llaman
filtraciones los robos al Erario. Aquí mondo y lirondo,. dicen
de quien robó: ¡ladrón!
No hay verdad en ningún adjetivo ni en verbo alguno en
política. A un hombre público de cualquiera época lo califican
sus enemigos de tirano. Sus amigos, cuando menos, dicen
de él: redentor, providencial, salvador, pacificador, etc.
Los partidos no luchan: pelean. No sustentan ideas: defienden
u ofenden personalidades.
El odio es la frontera divisoria de los que no tienen 1,1ll mismo
parecer. Comienza por el odio colectivo y, enseguida, se
detalla en odios individuales. Fulano dijo que Zutano es bueno:
pues odio a muerte a Fulano.
Yla política, en países civilizados, no es eso. Lapolítica es ciencia
de intereses morales y materiales. No hay en ella sordidez, por-
125

126 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
que no se trata de intereses materiales privados, sino de los morales
y materiales del pueblo, de la colectividad, del Estado. No
hay en ella pasión, porque es ciencia y la ciencia no conoce de
pasiones, sino de amor a la erdad y a lajusticia.
En la verdadera política, en la política de intereses morales
y materiales de la colectividad, hay también intereses personales,
porque nada humano está desprovisto de ellos. Pero los
intereses personales no van dentro del carro, no son cosa
principal. Cada uno de los que empujan el carro lleva sobre
sí sus aspiraciones, sus deseos y, claro está, a medida que avanza
en el trabajo de empujar el continente de los intereses generales,
quiérase o no, también progresan los personales que
lleva encima cada empujador.
Eso, lejos de ser un mal como dicen los apasionados, es un
bien para el pueblo, porque el hombre se empeña más en su
labor mientras más beneficio, moral o material, le deje, y de
la manera dicha el beneficio individual no obsta, sino que
acrecienta el general.
Civilicémonos. No se ha civilizado pueblo alguno por la indumentaria
ni por la arquitectura. Vestir bien y tener buenos
edificios sólo prueba que se tiene dinero. Civilización es, por
sobre todo, cultura moral, prescindencia o domesticidad de
la pasión, para que la ciencia y el buen sentido dominen serenamente
en la conciencia de todos los pobladores.

La tierra
Hay tres elementos en el mundo que, por indispensables a
la humanidad, que constantemente ha de utilizarlos, no deben
ser monopolizados.
Ellos son: la tierra, el agua y el aire.
El aire lo necesitamos, para respirar. Si nos vemos privados
de él, siquiera menos de un minuto, morimos asfixiados.
Sin agua, pocos días de vida tendría el hombre, a más de
que dificilmente se encontrará una industria que no necesite
de agua en abundancia para la producción.
La tierra es la fuente de cuanto necesita el hombre. Cuando
comemos, ingerimos tierra transformada, cuando vestimos
usamos tierra transformada; cuando construimos habitaciones
usamos tierra transformada; cuando fabricamos, sea lo
que fuere, de la tierra salieron los elementos que hemos combinado.
Por eso ni el aire, ni el agua, ni la tierra deben ser monopolizados,
no deben ser inaccesibles para los pobres, porque
ello, sustrayendo de los consumidores lo consumible de necesidad,
haría que los hombres pereciesen de miseria.
¿Dedúcese de ahí que conviene excluir a los extranjeros de
la propiedad real, o restringir los latifundios, de manera que
no haya sino pequeños predios, repartidos entre todos los pobladores?
Ni una ni otra cosa.
127

128 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
Lo que interesa a la humanidad no es que la tierra esté en
tales o cuales manos, ni en tal o cual cantidad. Lo que conviene
a sus intereses, lo que sus intereses exigen imperiosamente
es que toda la tierra, o la mayor parte posible, esté en producción
útil para los humanos.
Varios intelectuales han hecho propaganda en el país para
que los extranjeros sean excluidos del derecho de propiedad
real en la República porque, dicen, la tierra se nos va.
¡Qué inocentada! La tierra se queda porque ni aún figuradamente
se va, ya que es vendida sin nacionalidad, sin dominio
eminente, que permanece siempre en el Estado. Lo que
sucede es que la tierra se convierte en imán: atrae capitales
extranjeros y los nacionaliza, junto con la intelectualidad de
quien los posee. Lejos de ser un peligro para la soberanía nacional
es un elemento nacionalizador, porque nadie negará que
es más dominicana, por más eficiente para la independencia,
una caballería de tierra poseída por un extranjero y cultivada
de frutos tributables que una caballería de tierra poseída por
un dominicano y no cultivada, sino improductiva, es decir,
que no contribuye al sostenimiento del Estado dominicano
independiente.
Lo que sí debe hacerse, porque aún es tiempo oportuno, es
medir legalmente la especulación en tierras incultas, acaparándolas
para esperar a que el progreso operado por la labor
de los vecinos les aumente el valor.
Quien tal hace obtiene su beneficio de dos males causados
por él. Primero, defraudó a la humanidad sustrayendo esos
terrenos a una producción a que ella tenía derecho. Segundo,
sin contribuir con su honesta cuota cosechó el progreso
operado por la laboriosidad inteligente del vecino, cosecha
que corresponde a la colectividad. Un robo consentido.
No se puede obligar a los actuales terratenientes pobres a
labrar las tierras que poseen, porque eso exige inversión de
capitales de que carecen. Pero sí se puede restringir la especulación,
el acaparamiento de terrenos sin objeto agrícola,
legislando que todo terreno comprado de ahora en adelan-

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 129
te, si no es puesto en producción dentro del plazo racional
que sea establecido, pague un impuesto de tanto o más cuanto
por cada área.
De esa manera reservaremos sin trabas odiosas los terrenos
a toda la humanidad pobladora de la República, y evitaremos
que cuando la población sea más densa que ahora
aparezca entre nosotros el socialismo dinamitero que el
error económico organiza en los pueblos civilizados de sociología
deficiente.
Nacional,
16 de noviembre de 1911.

132 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
te, a atacar reputaciones, a compensar con la grosería lo que
al escrito falte de arte bello.
En política lo mismo. El más plebeyo y criminoso de todos
los aspirantes, quizás ladrón, quizás calumniador, quizás matutero,
quizás manchado por los más feos vicios, verdadero
meretriz social, se le mete en la estrecha mollera el ser ministro,
y rompe el fuego contra la administración, arrojándole lo
que él tiene: fango, mucho fango, pestífero fango. Y durante
un tiempo los papanatas creen que dentro de aquél desgraciado
hay algo que vale, algo que sirve, algo digno del Ministerio,
hasta que llega el día de krach. De cualquier rincón de
la República sale un coleccionista de periódicos y dice al aspirante
a ministro: "lee el número tal del BoletínJudicial de Pacificador
(o de cualquiera otra provincia) y encontrarás un
acta de la Cámara de Calificación acusándote, lisa y claramente,
de ladrón de un revólver. No soy yo quien te lo dice: es la
Justicia de tu pueblo. El gobierno a quien atacan los ladrones
tiene que ser lo contrario: honrado".
No especifico tipos femeninos porque los dejo para más
adelante. Pero quizás donde se ha hecho más compleja y dificilla
vida es entre las mujeres, recargada como lo está de un
cúmulo de frivolidades, de boberías que la hacen imposible
hasta para las más entusiastas por esas superfluas arandelas.
Esperemos que el progreso, que está limpiando la casa dominicana,
barra para afuera esas bobas complejidades, y llegue
pronto el día en que disfrutemos de una vida sencilla, natural,
buena, en la cual todo esfuerzo sea útil y toda acción
concurra indefectiblemente a los dos simultáneos fines de
provecho individual y provecho colectivo.
Que no se pierda tanto brío en tonterías contraproducentes.
Nacional,
22 de noviembre de 1911.

El asesinato del Presidente de la República
En la tarde del 19 del corriente el Presidente de la República
salió a paseo en su victoria, recorrió algunas calles de la
ciudad, hizo una visita al señor donJuan de la C. Alfonseca y
continuó luego su paseo por la carretera del Oeste hasta el kilómetro
6, de donde se devolvió para la ciudad. Le acompañaba
el mayor Ramón A. Pérez, jefe del Cuarto Militar del
Presidente, y el cochero eraJosé Mangual (a) Cachero.
A la mitad del kilómetro 3, metros antes de legar al callejón
que conduce a la playa de Güibia, un automóvil atravesado en
la carretera casi obstruía el camino, y un coche del señor
Chottin poco menos que cerraba el resto del ancho de la carretera
en ese punto. El auriga pidió vía libre con el timbre, y
entonces salió de detrás de la casa del señor Augusto Chottin,
que queda al frente de ese lugar, en el lado Norte, un grupo
de individuos armados de carabinas y revólveres, los cuales estaban
capitaneados por Luis Tejera. Entre los más conocidos
del grupo figuraban Augusto Chottin, Luis Felipe Vidal,Jaimito
Mota, Laíto Guerrero, Julio Pichardo, Enrique Aguiar, Pedro
Andújar, Porfirio García Lluberes, José Pérez y Juan Herrera.
Eran las cinco y media de la tarde. Dieron el alto y trataron
de sujetar por la brida la yegua de la victoria. Cachero dio un
latigazo en la cara a Chottin que le apuntaba con un revólver,
y dio otro a la yegua, que arrancó en momentos en que el ma-
133

134 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
yor Pérez se lanzaba al suelo revólver en mano. Comenzaron
los disparos. El Presidente fue herido desde el primer momento
en la muñeca derecha. Después se puso de pie en la
victoria varias veces, tratando de sacar su revólver de la funda,
y cada vez que lo hizo recibió nuevas heridas. Cachero, a solicitud
del Presidente, le cedió su propio revólver y con él hizo
dos disparos el Presidente sobre sus agresores. Frente al portón
de la estancia del licenciado FranciscoJ. Peynado, el Presidente
se arrojó, o cayó de la victoria, y ésta volcó en la cuneta
Norte de la carretera. Entonces don Leonte Vásquez, que
reside por ahí mismo, salió y levantó al Presidente. Cachero se
pasó el brazo izquierdo del Primer Magistrado por encima de
los hombros y, sirviéndole de apoyo, le condujo hasta la escalinata
de la casa de Peynado. Desde el portón hicieron entonces
otra descarga al Presidente quien recibió una nueva herida
que le privó de movimiento. Entonces Cachero, a toda prisa,
le condujo al callejón de la casa y le colocó sobre el suelo.
El grupo de asesinos entró con ánimo de rematar a tiros al infortunado
Presidente; pero la dueña de la casa doña Carmen
González de Peynado, dominando la natural timidez de las
mujeres, salió y los contuvo afeándoles que continuaran disparando
sobre un muerto.
Mientras tanto el mayor Pérez se batía con la otra parte del
grupo que había quedado en la carretera, e hirió mortalmente,
en la espina dorsal, a Luis Tejera, a quien se llevaron entonces
sus compañeros en un automóvil que se fue al agua en
el ríoJaina, a cuya orilla dejaron luego los asesinos el cuerpo
expirante de su compañero.
En cuanto llegó la noticia a la ciudad salieron fuerzas del
Ejército y de la Guardia Repúblicana, las cuales ocuparon toda
la carretera y trajeron a su casa el cadáver del Presidente.
El duelo ha sido imponderable en la ciudad. Individuos de
todas las clases sociales se han apersonado a casa de la familia
Cáceres a expresar su condolencia por lo que condenan como
crimen irresponsable e inexplicable.
El sepelio, que fue verificado en la capilla de Las Ánimas de
d

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 135
la Catedral, ha sido una protesta elocuente contra el hecho. No
sólo asistió todo el mundo oficial sino que era incontrolable el
número de comerciantes, industriales y demás gentes ocupada
que cerró sus establecimientos para asistir al entkrro.
Este crimen, vulgar hasta no más, en el cual no ha habido
inteligencia ni valor porque no tendrá el alcance deseado
por los perpetradores, ni es valor atacar 25 o más a un solo
hombre, y luego ensañarse contra él, es un síntoma de la
neurosis de sus comisares. Es el consuelo que tiene la ciudad,
y probablemente la República. De no ser así, causaría
imborrable desencanto ver que individuos de la clase dirigente
tienen tan poco sentido moral que prescinden del respeto
a la vida humana, matando por amor a la matanza, sin
objeto útil y hasta con detrimento de los sagrados intereses
de la Patria. Entre los principales de los asesinos los hay con
tan escaso desarrollo craneal que parecen microcéfalos. Esa
la explicación del crimen.
Los asesinos son perseguidos con diligencia; pero aún no
ha sido habido más que el abandonado cadáver de Luis Tejera.
La paz no ha sido alterada en el territorio de la República,
y el Consejo de Secretarios de Estado, de acuerdo con la
Constitución, se ha hecho cargo del Poder Ejecutivo y ha convocado
al Congreso para que éste nombre el Presidente interino
que ha de convocar a elecciones presidenciales.
El asesinato de don Ramón Cáceres es hecho horroroso,
porque como hombre era excelente y, como Primer Magistrado,
en ningún período anterior fue gobernado el país tan li,.
beralmente ni fue conducido con tanta decisión y acierto hacia
el progreso.
Nacional,
22 de noviembre de 1911.

La política del momento
El asesinato del Presidente don Ramón Cáceres, si bien
hunde en profundo duelo a la nación entera, porque él se había
hecho amar por su benevolencia, su justicia y su siempre
creciente espíritu de progreso, no interrumpe la maFcha
triunfal de la civilización.
Aunque por la Constitución el Poder Ejecutivo sólo está vinculado
en el Presidente de la República la misma Carta Fundamental
establece que,.a falta del Primer Ma,gistrado, el Poder
Ejecutivo se transfiere al Consejo de Secretarios de Estado, quienes
convocan enseguida al Congreso para que éste elija el Presidente
provisional quien, sin perder tiempo, ha de convocar los
Colegios Electorales para que elijan Presidente definitivo.
Comenzará, pues, el 1912 con la República dirigida por un
Presidente constitucional, elegido con todas las formalidades
legales, pues el Congreso se reunirá el 30 de noviembre y en
el transcurso de diciembre los Colegios Electorales nombrarán
al nuevo Presidente.
No hay temores de alteración de la paz. La masa del pueblo,
sobre todo la masa buena, trabajadora, está identificada
con la política seguida y que perdurará porque es la mejor para
el país dominicano. El pueblo no se insurreccionará porque
no tiene motivos para desear una reacción política.
En esas condiciones el mal sólo podría venir de arriba, de la
desunión, de la heterogeneidad en el Consejo de Secretarios
137

138 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
de Estado, que lograría provocar escisiones y rompimientos.
Pero podemos asegurar, para tranquilidad del pueblo, que jamás
ha habido presidiendo los destinos del país grupo de hombres
más eSLrechamente unidos en la dignificadora aspiración
de salvar la patria y ahorrarle perturbaciones y peIjuicios.
No queda más amenaza que la que constituyen los desafectos
residentes en el extranjero y el reducido grupo asesino del
Presidente, grupo escondido en los breñales de la Provincia,
ocultándose a la persecución. Ycomparados con el cuerpo del
país que no quiere el desorden, esos elementos son una cantidad
homeopática incapaz para el daño que puedan desear.
Sursum corda. Levantemos el espíritu postrado por la abrumadora
desgracia que nos ha afligido, y veamos claro que no
hay peligros, que el dolor es dolor tan sólo, no el derrumbamiento
de la obra de regeneración nacional.
El Nacional,
22 de noviembre de 1911

Socialismo
1
La parte honradamente conservadora de las sociedades se
alarma y se arisca cuando oye hablar de socialismo. Tan distante
de nosotros se desenvuelve y armonioza al socialismo
que sus ecos llegan aquí desastrosamente confundidos con
los del anarquismo y con los de todos los otros descarrilamientos
y ensayos infructuosos de la humanísima ciencia.
Pero eso es un error vitando. Si hay anarquismo es por la
irrazonable resistencia que la parte conservadora de la sociedad
ha opuesto a las justas reivindicaciones que postula elsocialismo.
Estudiada la situación social de hoy en todo el mundo
resulta que quienes están más realmente interesados en el
triunfo del socialismo lógico, del que tiende a establecer los
derechos biológicos y económicos de la univeFsalidad de los
hombres dentro de las posibilidades actuales, son los elementos
conservadores, los que han llegado a la holgura y al bienestar
adquiriendo, por los medios que legalmente les ha
proporcionado la organización actual, la parte del león.
El socialismo de hoy, depurado por la experiencia y por los
fracasos de toda doctrina ilógica, de toda aspiración exagerada,
ha recobrado su carácter de ciencia pura, despojándose
de todas las exaltaciones de los espíritus desequilibrados por
la agudeza del dolor. No es ya práctica de hambrientos, ester-
139

140 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
tor penoso de la gran desesperación social, sino ciencia de
justicia y de defensa de las clases holgadas que, concediendo
una opción a quien tenga derecho a ella, eliminan todo pretexto
a las conmociones ociales, a los desastres que empapan
en sangre y amortajan de luto a las naciones europeas.
Alemania ha comprendido las ventajas del socialismo y lo
ha adoptado como defensa de la nación, a la par de su poderosa
escuadra y su formidable ejército. El emperador es un socialista
que unas veces se adelanta a las aspiraciones populares
y otras las modera para ahorrar conflictos. En aquel cuartel
teutón ya los socialistas tienen mayoría en la representación
nacional y así las leyes, lejos de inspirarse en la autocracia,
no tienen otra Sibila que los verdaderos intereses del pueblo
alemán, no del ejército tudesco como era de presumir
considerando la organización militar del Estado. De esa manera
el imperio ha logrado ahorrar en su interior los horrores
del anarquismo, y ni siquiera se ha logrado organizar un
partido republicano que desvele a los sostenedores de la organización
imperialista. Es que el imperio es socialista y, por
eso, el pueblo tiene menos que temer de él que de una República
no socialista que mantenga a los ciudadanos apretados
dentro de un molde demasiado estrecho para ellos.
El socialismo no pide ya la peligrosa tontería de la repartición
de bienes, ni aspira a que los no preparados para ello
tomen la dirección de la cosa pública. Es ciencia y no debe,
no puede estar sino en menos de los más cultos y mejor
adiestrados.
Pero el socialismo considera al hombre lo que es: un ser
eminentemente social, que no deriva bien alguno como no
sea de la asociación con los demás hombres. La Naturaleza le
ha impuesto, pues, una solidaridad imprescindible y si bien
cuanto produce cada hombre es y debe ser suyo, la sociedad
tiene en esa fortuna un haber aplicable al bienestar de la universalidad
de los hombres, que han contribuido a la formación
de ella, garantizándole el desarrollo y la posesión al propietario.
De ahí la tributación que es excelente cuando bien

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO JI: 1909-1916) 141
aplicada, cuando se invierte exclusivamente en servicios a la
universalidad o siquiera a la generalidad de los habitantes.
. Cuanto representa negocio o ganancia para un hombre debe
ser objeto de un impuesto racional, proporcionado a la ganancia,
para que la aplicación de este impuesto no sólo promueva
la reproducción perdurable de semejante ganancia sino
que sirva para habilitar a los hombres menos favorecidos
por la naturaleza para obtener siquiera lo indispensable al
sostenimiento de la vida.
El efecto de la solidaridad social debe hacerse sentir principalmente
a favor de dos condiciones de hombres: los desprovistos
de fortuna, proporcionándoles los medios de ganar
con su trabajo lo que necesitan; y los inutilizados por la enfermedad
o las heridas, que tienen derecho a que la sociedad repare
el daño recibido y los cure y habilite para recobrar su
condición de productores.
Porque la parte más culta de la sociedad tiene la obligación
de concurrir eficazmente a la conservación de ese acervo de
cultura y de bienestar que ha heredado, y no puede hacerlo
sino difundiendo el bienestar, eliminando con él el deseo de
regresión a la barbarie que pueda incendiar el espíritu de las
clases menos favorecidas. La base de la sociedad es el egoísmo.
El altruismo no es sino una forma científica del egoísmo.
Pero hay dos clases de egoísmo: el egoísmo salvaje, que es destructivo;
y el egoísmo civilizado, que es constructivo. El primero
tiende a destruir, para quedar poderoso ante la impotencia
ajeRa. El segundo t!.iende a acrecentar el poder y la fortuna
de t0dos, para que de la suma de los poderes individuales
resulte un enorme poderío social enlazado por la solidaridad
regional, patriótica o humana.
El nacimiento de un hombre conlleva el derecho de ese
nuevo ser a la vida. La vida signifi€a, por lo menos, la satisfacción
de las necesidades rudimentarias de alimentación, educación,
vestido 'Y casa, mediante el trabajo del nacido. Una
época hay en que el ser no se basta a sí mismo: la primera infancia.
Pero esto es una prueba más de' la existencia de la so-

142 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
lidaridad humana creada por la Naturaleza. Desde que apareció
la raza en la superficie de la tierra hay una cadena no interrumpida
de estos avances de servicio al que nace. Previo a
la formación de la conciencia humana existió el amor de los
padres que abastece, sin cálculo y sin dolor por ello, a los niños
de cuanto moral y materialmente necesitan.
La sociedad, como los padres con los hijos, necesita hacer
avances a los individuos. Antes que cada hombre empiece a actuar
activamente en la vida le proporciona la escuela que le
prepara para esa actuación. Cuando va a ingresar al gremio de
los productores ya están ahí la policía y lajusticia que le garantizarán
la posesión y el goce de lo producido. Ya habrá la sociedad
dictado, o dictará, leyes que, sin desposeer a persona alguna
de lo suyo, deriven la hipoteca legal que ella tiene sobre parte
de la producción de cada uno hacia el bienestar, obtenido
con el afán laborioso, de cada uno de los menos favorecidos.
Sólo así alejan de su horizonte las sociedades la hidra desordenadora
y dinamitera de la anarquía. No es el egoísmo
destructivo, sino el egoísmo constructivo el que salva a las sociedades.
11
Con motivo de leyes que el infrascrito propuso en el Senado,
que fueron aprobadas ya por esa Cámara y que, si no en
la prensa, en uno que otro corrillo interesado han sido desfavorablemente
comentadas, se cree en el caso de explicarlas
un poco, a fin de que la gente de buena voluntad sepa a qué
atenerse. La de mala, o interesada, voluntad continuará avinagrada
sea cual fuere el valor de las razones que exponga.
* * *
La instrucción pública, siquiera primaria, no tan solo es un
deber de la solidaridad humana sino también una necesidad

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 143
de defensa social. Con masas ignorantes no se va a parte alguna,
como no sea a la regresión. Ignorancia es ceguera del espjritu
y el ciego se condena a sí propio a la inmovilidad, temeroso
de dar un paso en falso o en el vacío y caer en el abismo.
Las sociedades tienen necesidad imperativa de progreso, y de
ahí, su obligación de dar luz a los ojos de todos sus individuos
para que emprendan sin temor la marcha. Civilización o muerte,
ha dicho Bostas, y esa sentencia es inapelable para las sociedades
que perseveran en la ignorancia. Bay que avanzar o
morir, porque los pueblos inmovilizados son como las aguas
estancadas: se corrompen y quedan inadecuadas para cualquier
empleo útil.
***
La República Dominicana, en sus casi setenta años de existencia,
ha perseverado en el crimen suicida de mantener su
población rural encerrada en la ergástula de la ignorancia.
Por eso el admirable empuje de este pueblo, uno de los de
más acción que ha tenido el mundo, se ha malgastado siempre
en la indecorosa tarea de destruirse a sí mismo. Revoluciones
tras revoluciones han ensangrentado el suelo de la patria,
y ninguna ha sustentado un programa luminoso. Todas
victorean un caudillo, casi siempre machetero, las más de las
veces peor que sus antecesores. Yse ha visto el caso de que lo
que proponía un caudillo era rechazado por el bando contrano
como atentatorio a la soberanía nacional y al ser derribado
ese caudillo, el bando contrario enarbolabaJa bandera de
aquél, que le había servido de pretexto para derrocado.
Por otra parte se está delineando ya la nefasta obra de dividir
profundamente en dos clases irreconciliables a los naturales
de la República Dominicana. Nada hay que separe tanto a
los hombres como la diferencia de cultura. El negro y el blanco
de una misma contextura intelectual se abrazan y se quieren.
Un blanco instruido y un blanco ignorante se miran con
recelo y terminan querellándose. Y aquí instruimos al ciuda-

144 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
dano urbano mientras que al rural le dejamos en la más tenebrosa
de las ignorancias. El resultado es que el campesino,
por falta de conocimientos, es menos productor, menos factor
de progreso de lo que debiera, y que, no limitándose el
daño a eso, como siempre las clases más pobres son las que
pagan la contribución de sangre, hacemos de él un soldado a
quien la falta de ideales convierte en condottiere, alquilón de
la guerra, que se va, si no con el que más paga, con el más ladino
que más promesas hace. De ahí la facilidad de estas fratricidas
guerras civiles.
El muro de ignorancia levantado como separación entre
urbanos y rurales hará que en breve, de continuar como van
las cosas, los partidos en el país sean: el urbano alfabeto y el
rural analfabeto. La diferencia intelectual será la que descargue
las armas fratricidas y pronuncie el Finis Polonia de la República
Dominicana.
Por eso, con un alto fin socialista, propuse el proyecto de
ley que favorece la creación de escuelas primarias rurales allí
donde no puedan costearlas los ayuntamientos. Las pagarán
por mitad los pobladores favorecidos y el Estado, de modo
que se tiene la doble aspiración de que los habitantes rurales
sejnteresen por la escuela y el Estado alcance, con sus pocas
rentas, a satisfacer ese servicio.
La Nación, con eso, echará las bases de una nueva orientación,
por socialista, justa y fructífera. Levantar el nivel moral
e intelectual de sus ciudadanos es obra imprescindible para
un Estado porque, no sólo serán mejores los individuos, sino
que quedan habilitados para aumentar la producción y contribuir
más eficazmente a la grandeza del país.
***
Otro derecho de los ciudadanos, casi igual al de recibir instrucción,
es el de tener casa. Los seres más inferiores de la
creación la obtienen al nacer, en la medida de sus necesidades.
El maquei su caracol, el cangrejo excava su cueva, el coral

146 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
de los propietarios. No tengo notoriedad de tonto, y tal sería
tontería. Debo, pues, creer que eso dicen de mala fe, por quitarle
de justa lo que no pueden negarle a la ley de socialista y
humanitaria.
¿Dónde se habla en la ley de Ensanche de ciudades de mercedes
o regalos de casas a los que no la tienen? Se les facilita, a
los pobres honrados y laboriosos, la manera de comprar, costeándola
centavo por centavo, una casa pagadera por mensualidades
en lapso de unos quince años, a tiempo que la viven.
Ahí no hay regalo. Lo que hay es la prudente e interesada
intervención social a beneficio de quienes tienen condiciones
para merecerla.
Es verdad que el ayuntamiento garantiza -lo cual no equivale
a decir que paga- una ganancia de seis por ciento anual
a la empresa constructora. Pero al más lerdo se le ocurre que,
escaseando los capitales en el país, para reclutar prontamente
los extranjeros solo hay un medio seguro: el de garantizarles,
contra toda adversa eventualidad, una ganancia igual a la
que logran en su tierra, y dejarles margen para algo más.
Ese plan no es exclusivamente en beneficio de los actuales
carentes de propiedad, es un plan de beneficio colectivo en
el cual se aprovechan más los propietarios, pues con él se engrosan
las filas de los sinceros y entusiastas defensores de la
propiedad. En la ciudad de Santo Domingo podría hoy el noventa
por ciento de la población presenciar impávida un incendio
como quien asiste a un magnífico espectáculo, y decirse:
"a Dios gracias, nada pierdo".
¿Es eso tranquilizador para los actuales propietarios, ni para
la universalidad de la población?
111
La ley de Ensanche de ciudades es eminentemente socialista
porque, sin lesionar interés ni derecho alguno, fomenta el
bienestar general de los individuos haciendo fácil la satisfac-

148 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
país. El dinero no vendrá de Europa y de los Estados Unidos
sino cuando se vea perfectamente garantizado contra adversidades
y asegurada una ganancia igual o mayor que la que en
su tierra alcanza.
El Estado protege actualmente con la tarifa arancelaria, y la
protege con bárbaro rigor que pesa sobre el pueblo consumidor,
la industria nacional y, por lo menos al mismo título, los
individuos tienen derecho a aspirar a que el Estado les habilite
para llenar, con el trabajo de ellos exclusivamente, la necesidad
primordial de ser propietarios de un albergue. ¿Qué
le cuesta esto a la colectividad? Ningún sacrificio. Tan sólo
constituir una fianza de garantía de ganancia que jamás tendrá
que hacer efectiva.
Algunos critican a la ley que exija que quien mande a construir
una casa debe tener, por lo menos, una entrada mensual
de cincuenta pesos lícita y establemente ganados. Pero si la
ley no estableciera esa limitación habría de caer, indefectiblemente,
en uno de estos dos extremos: fracaso del plan o regalo
de las casas. Porque el límite inferior de costo de cada casa
es de dos mil pesos. Habrá que pagar, naturalmente, veinte
pesos al mes, y si no le quedan al cliente siquiera treinta pesos
para costear los gastos de vida de su familia la situación se
haña insostenible para él y quedaría imposibilitado para cumplir
cualquiera de sus compromisos.
Esa circunstancia no implica, sin embargo, el que las familias
paupérrimas se vieran excluidas de los beneficios de
la ley de Ensanche, porque a medida que se fuera estableciendo
la normalidad entre la oferta y la demanda de casas los
precios de alquiler se fijarían en una proporción razonable,
accesible aun para los más pobres. Nadie ignora que actualmente
donde están más tirantes los precios es en las casas
de poco valor, algunas de las cuales reditúan cinco por ciento
mensual sobre un valor total, mientras que las casas grandes
más caras no pasan del uno y medio por precio de alquiler.
En un barrio muy apartado de esta ciudad hay ranchones
de madera vieja casi toda de cajones y tablas de pal-

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 149
ma, divididas dichas casas en cuartuchos alquilados a veinticinco
centavos diarios, y ¡guay del inquilino que no entregue
al amanecer sus veinticinco centavos! El cuartucho no
vale cien pesos, y reditúa cada mes siete pesos y medio, si no
siete con setenta y cinco.
La ley, pues, a nadie lesiona y a todos favorece. Los propietarios
de casas de alquiler no se perjudican, porque la ley y la
moral sólo deben favorecer intereses lícitos, normales, y si la
renta de las casas baja al tipo de interés legal (1 por ciento)
no habrá derecho a quejarse. Los individuos que no tienen
casa y pueden adquirirla, y son los más, sólo tendrán motivos
de bendición para la ley; y los que no pueden adquirir albergue
propio, también resultarán beneficiados, porque podrán
adquirirlo más higiénico y a mejor precio que ahora.
IV
Sería peligroso desbaratar la organización sociológica actual
para reemplazarla con otra aunque ésta fuese mejor.
Pero es deber del Congreso comenzar a aflojarle las pinzas a
la organización actual para que el pueblo que vive dentro de
ella no perezca por estrangulación o por compresión. Un pueblo
civilizado, o casi civilizado, como el nuestro, no cabe ya
dentro de este actual socialism.o que, con poca diferencia, es
el feudal que importaron, con la Conquista, los españoles del
siglo XVI. Era el régimen de una monarquía absoluta y, aunque
no lo parezca, estamos ya en la República democrática.
* * *
Es inútil tratar de ponerle encajes y arandelas a un vestido
viejo, sucio e inservible. Lo que hay que hacer es mejorar o
reemplazar el vestido. Leyes y más leyes basadas en la organización
actual es casi labor perdida. Lo que importa "es' irse a
las entrañas de la Biología y de la Economía Política y sacar

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 151
quienes deben proveer de agua al pueblo cuando sea necesario
un acueducto. A lo sumo, si la necesidad de concesión es
inevitable, en todas las de esta especie se debe consignar el
derecho del ayuntamiento a comprar la concesión por una
suma preestablecida.
La razón es obvia. El propietario de esas obras debe tener
en mientes, con exclusión de cualquiera otra idea, la de servir
al pueblo. Nunca la de realizar ganancia a costa de él. Yen
toda empresa privada la idea dominante es la del lucro. Una
empresa particular no puede, como un ayuntamiento, rendir
el servicio a precio de costo.
***
El alumbrado público se encuentra en las mismas condiciones.
Debe ser empresa municipal, o comprable por el municipio,
para que la luz pueda llegar al límite inferior de abaratamiento.
Listín Diario,
9, 12, 17 Y20 de abril de 1912.

Ley de ensanche de ciudades 1
Art. Ira. Queda creado un impuesto fiscal de seis por ciento
sobre el alquiler de las casas altas dentro de las poblaciones
de cinco mil o más habitantes, siempre que el valor de dichas
casas sea de quinientos o más pesos, quedando excluida del
pago del impuesto aquella en que cada propietario constituya
su hogar.
Art. 2do. Los ayuntamientos resolverán, en sus respectivas
municipalidades la cobranza del impuesto cuando lo crean
conveniente para destinarlo exclusivamente al fomento del
ensanche de la población.
Art. Sra. Para fijar el montante de este impuesto, respecto
a cada casa, se considerará simplemente como indicio la
declaración que, referente a la cuantía del alquiler o del
arrendamiento, hagan el casero o el inquilino. El ayuntamiento
clasificará, sin que sea posible otra apelación que la
que sea hecha a la misma Corporación Municipal, la cuota
de cada casa por la que paguen otras de parecidas situación
y dimensiones.
1. Publicada con la siguiente nota introductoria: Publicamos a continuación la
ley de ensanche de ciudades propuesta por el senador López, tal cual la ha aprobado
el Senado y la envió a la Cámara de Diputados para que ésta la discuta.
Haciéndola conocer del público lo dejamos en aptitud de no dejarse sorprender
por las versiones falsas que propalan los interesados:
153

154 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
Art. 4to. El impuesto será cobrado por trimestres adelantados,
y a los quince días de morosidad el deudor será sometido
a la Procuración Fiscal para que ésta proceda con él como
con cualquier otro deudor del Fisco. Los ayuntamientos cobrarán
y administrarán este impuesto.
Art. 5to. El impuesto, en las ciudades de veinte mil o más habitantes,
es obligatorio desde la publicación de la presente ley.
Art. 6to. El producido del impuesto será destinado exclusivamente,
por el ayuntamiento que lo cobre, a constituir
una fianza de garantía de ganancia de seis por ciento
anual a favor de la o las compañías constructoras de casas
pagaderas a plazos que se organicen o trabajen en la común.
La garantía no será sobre el capital de la empresa, sino
sobre las sumas invertidas en construcciones y debidamente
comprobadas.
Art. 7mo. La o las compañías celebrarán contrato con la
persona que desee que le construyan una casa. Esa persona
debe ganar estable y lícitamente cincuenta pesos al mes, por
lo menos, para poder contratar.
En dicho contrato se establecerá la obligación, por parte
de la compañía, de construirle una casa de concreto, de
mampostería, de hierro o de cualquier otro material de parecido
aspecto y durabilidad, de valor de dos mil pesos por lo
menos, sobre determinado solar, para entregarla concluida
dentro de un plazo fijo.
La persona que mande construir la casa se obligará en el
mismo contrato a pagar, desde que reciba el inmueble, doce
por ciento anual sobre el valor de costo convenido, por mensualidades
vencidas. De estos pagos se aplicará a intereses a favor
de la compañía constructora un ocho por ciento anual sobre
la cantidad adeudada en el momento del pago, y el resto
a amortización.
Art. Svo. Cuando quien haya contratado con la compañía
para que ésta le construya una casa acabe de amortizar el precio
de ésta será extendido título definitivo de la propiedad.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 155
Para acelerar la llegada de ese momento puede aumentar
sus cuotas de pago a beneficio de la amortización, o hacer el
pago de una sola vez.
Cuando adeude más de seis meses, perderá todos sus derechos,
los cuales serán adjudicados al mejor postor en pública
subasta, pagándose del producido lo adeudado y dándosele al
desposeído el remanente.'
Art. 9no. Cuando el ensanche se realice en terrenos que no
pertenezcan a la común, el ayuntamiento no comenzará los
trabajos de urbanización mientras el o los propietarios no hayan
cedido, a título eterno, para uso público, el terreno destinado
a calles y plazas.
Art. 10. Cuando haya varios proyectos de ensanches en una
misma población o en sus alrededores, el ayuntamiento preferirá,
para comenzar los trabajos de urbanización, aquel en que
concurran las circunstancias de mayores ventajas higiénicas y
mayor proximidad a los centros de trabajo de la población.
Art. 11. Cuando el ayuntamiento de una ciudad de veinte
milo más habitantes emprenda la obra de urbanización de
un ensanche, no podrá suspenderla hasta dejada concluida y
le consagrará la mayor suma posible de recursos.
Art. 12. Desde el segundo año de cobranza del impuesto de
seis por ciento sobre el alquiler de casas, el ayuntamiento que lo
cobre, si el producido excede de las necesidades de la fianza,
podrá destinar el superávit real a urbanización del ensanche.
Listín Diario,
10 de mayo de 1912.

Actualidades legislativas
1
EL VAPOR DE GUERRA
Uno de los rompe-cabezas de la actualidad administrativa
es la confección del proyecto de Ley de Gastos Públicos que
el Ejecutivo ha de someter al Congreso.
Sudan, piensan, estudian, rebuscan, desechan y... nada.
La dificultad queda en pie. No hay medio de anudar las dos
puntas del Presupuesto. Falta lo menos una cuarta para cerrar
el ciclo.
y todo es simplemente una obsesión. En los primeros días
de deplorables revueltas intestinas causaron explicable alarma
ellas y la actitud del gobierno haitiano. Se temió hasta
un rompimiento de hostilidades entre los dos países, y pensaron
nuestros hombres públicos en establecer el equilibrio
naval militar entre las dos Repúblicas, adquiriendo un barco
con cañones.
Bien estudiada la causa de la alarma, desaparecía ante la lógica.
En sus Memoria de 1910 el ministro de Guerra y Marina
de Haití declaró que de las cuatro unidades navales que poseía
ese Estado tres eran completamente inservibles y sólo
una podía prestar algunos servicios. Poco después se fue a pique,
navegando, el Liberté, de modo que casi nada hay que temer
de la soi dis sant escuadra haitiana. Tenemos una unidad
157

158 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
de combate, relativamente nueva, yeso es más que tres cascos
inservibles y uno de media vida.
Por otra parte, si a buscar vamos equilibrios navales, no hemos
de encontrarlos con barcos moribundos, si no con embarcaciones
modernas, habilitadas para constituir un arma
eficaz. Creo, y no lo invento, sino que andan diciéndolo por
ahí sabios especialistas, que el dominio de los mares no está
en la superficie de ellos, sino debajo de las aguas y en los aires.
Si a pelear fuéramos con los haitianos no les ganaríamos
a nivel del casco, sino atacándolos por la quilla y por sobre cubierta:
con submarinos y con aeroplanos.
No hay que pensar en que la ventaja nos la dé un barco viejo,
desecho de la escuadra de los Estados Unidos. Cuando allá
venden un buque es porque, teniendo veinte años de construido,
la ley le prohíbe la navegación de altura. Adquiriendo,
pues, una embarcación, por doscientos mil pesos, que no obtendría
en pública subasta precio superior a veinte mil pesos y
que sería para pérdida, porque a poco tiempo se iría a pique,
con la consiguiente extinción de vidas dominicanas, o habríamos
de destinarla a pontón en alguno de nuestros puertos.
El gobierno lo que desea es ser fuerte contra todos y cada
uno de sus enemigos, y la adquisición de ese carcamal marino
sería contraproducente, porque lo debilitaría sustrayéndole
$200,000 cuando más necesidad ha de ellos, y cargándolo
con la obligación de sostener ese cadáver flotante y su dotación,
lo que representaría, por lo menos, cincuenta mil pesos
más cada año.
Los partidarios de la adquisición de ese vapor deberían fijarse
en lo que han hecho, desde siglos atrás, todos los ejércitos del
mundo. Han suprimido la armadura de los peones y de los caballeros.
¿Por qué? Porque aunque ayudaba algo en la defensa inmovilizaba
para el ataque. No nos atemos las manos con un barco
viejo que resta, en vez de sumar, elementos para el ataque.
Desechemos el proyecto de comprar un crucero que pronto
será un inválido y destinemos esos $200,000 al servicio público
que bien lo ha de menester.
....

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 159
Además, la guerra con Haití es·un imposible material.
Cuando ocurrió el diferendo en el Sur de la Frontera apenas
movilizamos tropas ofrecieron los Estados Unidos sus buenos
oficios y toda la agitación belicosa se volvió humo de p;;Yas.
A la República Dominicana le dirían los Estados Unidos:
'Tú no puedes gastar tus vidas y tu dinero mientras no me hayas
pagado mis $20,000,000".
A Haití le dirían: "Por la Convención yo garantizo la integridad
del territorio dominicano. Cuidado con hacer desorden
en un país que yo garantizo! Además, me deben
$20,000,000 y sería hostilidad a mí dificultarles el pago!"
La guerra, pues, es imposible, y el vapor -aunque sirvieraestaría
de más.
II
LA REBAJA DE LOS DERECHOS DE EXPORTACIÓ
Aunque en el Senado parece que hay unanimidad respecto a
la conveniencia de la extinción gradual de los derechos que gravan
la exportación, en la Cámara de Diputados hay un grupo
numeroso, quizás mayoría, partidario del aplazamiento, más o
menos indefinido, de la ley que reb;:ya el expresado tributo.
Han alegado, y alegan, los sostenedores del statu qua en la
tributación que, a consecuencia de la reciente guerra civil
que ha mermado los recursos del Fisco, no es oportuna la reducción
solicitada.
Pero los defensores de la reducción podrían alegar, y alegan,
que el quebranto que sufrirá el Fisco es un quebranto absolutamente
imaginario, por estas -entre muchas otras- razones:
Los derechos de exportación producen al Fisco anualmente
alrededor de $200,000, si los rebajamos a la mitad producirán
tan solo $100,000.
Pero hay que tener en cuenta uno de estos dos resultados:
Si los $100,000 ahorrados por nuestra producción corresponden
íntegros a los agricultores ese lucro alentador será in-

162 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
cuentado del mundo, a la vista de nuestras costas, tiznándonos
con el humo de sus chimeneas y sin derramar en nuestro
ensombrecido territorio un átomo de la luz atesorada en sus
amplias bodegas y en sus poblados camarotes.
La construcción de un astillero, en el puerto que una comisión
técnica señale como el más cómodo para los navegantes
que vayan o vengan del Canal, no es solamente un negocio,
un lucro industrial o comercial, sino más principalmente un
punto de contacto del país con el mundo civilizado, una estación
por la cual, del modo que por las eléctricas, entrará a
nuestro cuerpo social y lo recorrerá todo, la corriente de civilización
que viaja por el mundo y electriza o galvaniza a los
pueblos que ansian recibirla.
El astillero, según el proyecto de ley que cursa en el Senado,
sería construido por una empresa capitalista, por cuenta
del Estado, el cual haría el servicio de amortización y de intereses,
durante cincuenta años.
De otro modo no sería posible ahora, porque no tiene el
Estado capital para sufragar los gastos de construcción ni tiene
derecho a contraer nuevas deudas mientras no haya pagado
el empréstito de los $20,000,000.
IV
CUESTIONES AGRARIAS
Aunque fue aplazado (reciente manera de rechazar) el proyecto
de ley de rebaja de 50 por ciento de los derechos de exportación,
porque uno de los sustentadores del proyecto no
pudo asistir a causa de enfermedad, continuaré ocupándome
en las cuestiones agrarias planteadas o por plantear en el Senado.
Considero que la guerra civil no es causa, sino efecto y,
por sobre todos los obstáculos, perseveraré tesoneramente en
tratar de remover causas, a ver si el efecto desaparece.
Cursa en el Senado un proyecto de ley creando una Dirección
de Bosques y Aguas. Eso parecerá, a primera vista, una
...

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 163
oficina decorativa; pero si se considera que éste es d momento
oportuno de tratar de evitar que se produzca el daño de la
despoblación vegetal de nuestros campos, se comprenderá la
ventaja de optar por el procedimiento profiláctico en vez de
esperar a que el mal se produzca y sea necesario aplicar un
doloroso tratamiento terapéutico o quirúrgico. No hemos tenido
aún tiempo de arruinar la agricultura con los desmontes;
pero estamos ya en las fronteras de esa calamidad puesto
que nuestros campesinos insisten en la nociva práctica de hacer
conucos en las vertientes de la montaña donde las aguas
pluviales, al bajar con fuerza en los grandes aguaceros, arrastran
la capa de vegetal hasta el cauce de los ríos que luego la
conducen al fondo de los mares. Naturalmente el campesino
abandona el conuco antes de los dos años, tumba otro en las
mismas condiciones y así se multiplican infinitamente los botados,
donde no vuelve a prosperar el bosque, por falta de semillas,
pues los cerdos se las comen, así como las pocas que
logran germinar. Después dice la gente que el conuco fue
abandonado porque se pudrió la cerca y se enyerbó el suelo;
pero la verdad es que, en la mayoría de los casos, falta la capa
vegetal de la recia trabazón de las raíces arbóreas, el agua-la
arrastró toda, quedando la arcilla en descubierto.
En España, en China yen varios otros países se han esterilizado
regiones extensísimas, de centenares de leguas, por el
desmonte imprevisivo, y aquí -por lo mismo que el daño se
inicia sin haberse realizado por completo todavía- es el momento
oportuno de impedirlo.
Por otra parte, la existencia de un buen porcentaje de bosque
en el territorio es indispensable para la conservación de
la regularidad y la periodicidad en las lluvias. Donde no hay
bastante bosque son frecuentes las sequías y, cuando llueve,
casi aguaceros torrenciales que causan verdaderas calamidades.
De Monte Cristi me cuentan que un siglo ha había buenos
bosques; pero, varias sequías arruinaron esa vegetación y
-no habiendo quien se ocupara en reemplazarla- la Naturaleza
lo hizo ateniéndose a las condiciones climatéricas acci-

164 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
dentalmente creadas, y que ya son estables a causa de la arboleda
que no da suficiente sombra para evitar la rapidísima
evaporación de la humedad del suelo. El aire y la tierra se recalientan
allí tanto cada día que la rarificación del aire determina
un fuerte brisote local que sopla desde que el sol calienta
hasta que desaparece por Occidente.
La Dirección de bosques yaguas, servida por un ingeniero
de Montes con suficiente práctica, auxiliaría al secretario de
Estado en la preparación de proyectos de ley para la conservación
de los bosques y su metódica y racional explotación, de
manera que el propietario no se perjudicara con la falta de
producción ni el país tampoco con la desaparición del regulador
de las lluvias que tan poderosamente concurren al fomento
de su riqueza agrícola.
La Dirección haría así mismo una investigación forestal
completa, estudiando nuestras especies arbóreas no tan sólo
botánicamente sino también desde el punto de vista económico;
su cultivo, su explotación, el lucro que producen, los
mejores mercados, etc. Todo ello pagaría pronto el costo de
la institución.
***
También conviene, aunque todavía no es necesidad tan imperiosa,
la creación de una Dirección de geología que estudie
la constitución, la edad y el proceso de formación de nuestra
casa, de la tierra que habitamos y que aún desconocemos, pues
a penas ha sido desflorado aquí el estudio práctico de la geología
nuestra. Ello es importantísimo para nuestra agricultura.
* * *
Una cuestión de detalle; pero muy trascendental es la creación
de Inspectorías de Agricultura teórico-prácticas. Ni remotamente
quiero referirme aquí a los antiguos inspectores
que en la generalidad de los casos, eran funcionarios de poli-

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 165
cía política y parecían, más que otra cosa, inspectores rusos,
o de alguna otra autocracia. A los que me refiero es a agrónomos
prácticos en agricultura tropical, que podrían ser obtenidos
enJamaica, en Trinidad o en alguna otra Antilla inglesa,
para tener así "el hombre útil en el puesto conveniente".
Con un surtido de hombres así la Secretaría de Agricultura
podría, como debe porque conviene, asociar a todos nuestros
agricultores acomodados en la obra de regeneración y de fomento
agrícolas. Obtendría de ellos que se sometieran en absoluto
a la dirección del Inspector provincial en cualquier cultivo
que emprendieran, y cada campo así cultivado sería un
campo, no ya experimental, sino de demostración objetiva. Yel
campesino dominicano que no emprende una reforma cultural
así lo emplumen. Él solo tiene de ella un conocimiento oral
en cuanto vea la prueba objetiva del aumento del lucro con el
procedimiento científico, entrará de lleno en él, y ya no lo
abandonará en lo que le queda de vida, porque no hay paJ;'tidano
más entusiasta que él cuando le convencen por los ojos.
Dejémonos ya de creer que se enseña a campesinos con circulares
o con publicaciones de las cuales no se enteran, porque
no saben leer. Ni creamos tampoco que de un momen-to
a otro se verán los resultados de la instrucción agrícola. Para
andar al paso rápido que nuestras necesidades exigen es preciso,
a los medios enunciados, sumar el de las demostraciones
objetivas, para que quien no sepa leer ni apenas razonar sea
capturado por los ojos y por la yema de los dedos, que viendo
y palpando es como fácilmente aprenden quienes, de niños,
no tuvieron la fortuna de asistir a la escuela.
¡Agricolicemos el país!
V
LA TARIFA POSTAL
Dentro de pocos días conocerá el Senado del proyecto de
ley reformando la tarifa postal, el cual ha sido informado re-

166 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
comendando la liberación para los periódicos, aunque conservando
el tipo actual para los demás impresos.
Sería negar la evidencia discutir que a la prensa dominicana
actual no le falta todavía mucho que recorrer para llegar al
colmo de la utilidad periodística; pero eso, lejos de ser, como
algunos pretenden, una razón para negarle la liberación postal,
es, al contrario, poderosísimo motivo para descargarla del
gravamen del correo. Cuando una bestia de silla tiene el paso
corto y se desea que se alargue todo el mundo se reirá de
quien aconseje manearla para lograr el resultado apetecido.
Lo que hay que hacer con la prensa es elevarla a la categoría
de negocio lucrativo para los editores. Tan pronto como
ganen dinero produciendo buenos periódicos el público encontrará
a comprar mejores publicaciones que las que estánhoya
la venta.
El castigo amilana. Lo que fomenta es el aliciente, el premio,
el aliento. Mientras más pesados nos dejemos caer sobre
la prensa menos buena será ella. Todo lo que ha progresado
rápidamente lo ha hecho al favor de cuantiosos premios. El
hombre no volaría todavía contra el viento si en vez de premios
se hubiera establecido impuestos sobre los aviadores.
Listín Diario,
28, 30 Y31 de mayo;
4 y 10 de junio de 1912.

Política socialista
1
Vencer una revolución sólo es aquí un expediente. Lo que
importa, lo que interesa es desarrigar las causas de guerra civil,
llegando así a la solución deseada.
Para darse cuenta exacta de las causas de revolución hay
que ahondar en los orígenes etnológicos de la actual raza
dominicana. Por fortuna para nosotros el elemento indio
fue completamente destruido por circunstancias adversas a
su supervivencia. La india, hasta hoy, es la raza más refractaria
a la verdadera civilización. De España lo que vino no fue
la representación neta de la caballerosidad ambiente entonces
en la Península. Los elementos predominantes fueron:
el soldado profesional en quien estaban ya completamente
atrofiadas las ideas civilistas, h9mbre de violencia y de combate
únicamente, que de su moral había proserito el principio
de respeto a la vida humana y el estudio de cuestiones
económicas; y el licenciado de presidio, elemento negativo
de todas las ideas sociológicas, pues representaba ya un elemento
disolvente, en contraposición a los pocos factores coherentes
que implantó en nuestro suelo la conquista. El
otro contingente de la población dominicana vino de África.
Nadie ignora que el congo prisionero de guerra vendido
a los capitanes negreros, era un cuerpo robusto y agresivo
167

168 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
con la cantidad de cultura más homeopática posible en un
organismo humano.
Con estos tres elementos, ya que no militares exclusivamente
belicosos, se formó la población dominicana, y mucho se
ha logrado con que la planta se haya desviado favorablemente
siquiera un tantico de la semilla que la produjo. El dominicano
conserva, quizás exagerada, la caballerosidad selvática
del conquistador, mezclada con mucho de la astucia, no siempre
de buena ley, de los pueblos primitivos carentes de cultura.
Pega un tiro o un machetazo por cualquier pretexto baladí,
y acepta cualquiera mala acción siempre que haya sido
confitada con una apariencia de moralidad.
La pequeña variación favorable operada en la psicología
dominicana debe ser efecto del contacto con el extranjero,
ocurrido desde los comienzos del siglo pasado. Puede ello inferirse
de que donde esa modificación resulta apreciable es
en las costas. En las regiones menos pobladas del interior se
conserva íntegro el temperamento de la conquista: hospitalidad,
valor agresivo, desprecio de todo héroe que no sea el
guerrero, mentalidad exclusivamente belicosa, pasiones desencadenadas
que lo convierten en ariete formidable que
destruye o es destruido al primer choque. De la influencia
perdurable y trascendente, al través de las generaciones y los
siglos, de las ideas adquiridas y no combatidas es prueba también
el gran número de refranes marinos que todavía son repetidos
en lugares mediterráneos cuyos habitantesjamás han
visto el mar, ni río navegable ni, por lo tanto, embarcación alguna.
Vinieron los antecesores de España en buques de vela
cuyo viaje más rápido era de tres meses, y en ese tiempo los
pasajeros aprendieron de los marinos dichos refranes que
han sido conservados porque la monotonía de la vida campesina
no condujo al espíritu por nuevos derroteros.
El mal, como todas las cosas de este mundo, tiene progenie
que lo fortifica. Aparece la codicia en una sociedad, y al cabo
de algunos años se han derivado de ella todos los vicios secundarios
que son sus relacionados. Viene el robo, viene la envi-

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 169
dia, viene el juego, viene la violencia' y se completa la familia
y se hace poderosa.
.Por el contrario, si al aparecer la codicia se le oponen, en
mayor número, la honradez y la moralidad puede que en breve
tiempo la aniquilen y quede la sociedad constituida virtuosamente.
Es lo que ha faltado en la sociedad dominicana. Los orígenes
etnológicos fueron deficientes y no intervino la educación
para que modificara el organismo nervioso de cada dominicano.
Una sociedad aislada, reducida a sí misma, va poco
a poco adecuando su sistema nervioso a la mentalidad
que ha adquirido. No se convierte en intelectualidad en mero
instinto; pero lo que hay de instintivo en ella y que determina
el pensamiento se concreta a uno o pocos aspectos de
la vida. Pierde el entendimiento las alas para cernirse en el
espacio y, guiado por sus nervios atrofiados o hipertrofiados,
se arrastra por las estrechas veredas que le quedan para moverse.
Nuestro campesino, por ejemplo, no piensa, ni habla
ya sino de violencias y combates. El admirado en la sección
no es el más laborioso ni el más honrado, sino el más valiente
y aún el más alevoso. Quien mató, mientras más mejor, asciende
de improviso a las cumbres de la gloria. Desconoce el
pueblo a sus prosadores, a sus poetas, a sus matemáticos, aún
a sus buenos estadistas. Pero que asesine Maíto Chan a un
buen padre de familia y ya hablarán del matón hasta para
postular su candidatura a la presidencia de la Presidencia de
la República. En las tertulias y las veladas de nuestra gente
campesina no se conversa de otra cosa que de lo que aleja de
la civilización y del progreso: machetazos, tiros, raptos de jovencitas,
diabluras, en fin.
Esa es la verdadera causa de las revoluciones; el estado de
la mentalidad dominicana, que anda de rodillas, cuando no
arrastrándose, tras los héroes belicosos con desprecio de cualquiera
otra clase. de héroes. Es una acumulación de yacimientos
de malas ideas importadas con la conquista y que¡ cada
día, engruesan superponiéndose uno nuevo.

170 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Es, el nuestro, un país de misiones, de misiones laicas que
deben ser confiadas al maestro de escuela primaria rural. Sólo
el buen maestro, auxiliado por la constante colaboración
del gobierno, podría producir aquí la paz moral, la paz convicción,
la paz que no está en asecho esperando la oportunidad
de lanzarse al campo, con el brazo armado y vociferando
guerra. El maestro de escuela logrará, si lo envían a las secciones
rurales, modificar en varias generaciones de lucha el organismo
de los individuos dominicanos, con un masaje intelectual
que mejore su cerebro y lo prepare para aposentar las
ideas civilistas que son inseparables de la civilización.
Lo que interesa no es vencer, alcanzar victorias militares sobre
la revolución, sino extirpar las causas de ella transformando
al conquistador en ciudadano civilista y, por lo mismo, civilizado.
II
La organización civil y política de las sociedades, desde que
las hubo hasta hoy, ha sido un empaquetamiento en beneficio
..de una oligarquía y en daño del mayor número. La clase
dirigente, que era determinada por el valor o por la inteligencia,
se repartía cuanto en derechos o en bienes había en el territorio,
y la demás gente a trabajar y a sufrir, para que de su
miseria y de sus lágrimas resaltara el decoro y el brillo nacionales.
Aun las repúblicas griegas, las primeras cronológicamente,
repartían los pobladores en las categorías de esclavos
y de ciudadanos. Los primeros, al trabajo y la obediencia. Los
segundos al ocio y mando. Es casi lo que practican hoy en las
potencias armadas: un numerosísimo ejército improductivo
en los cuarteles y un pueblo civil trabajando y esquilmado para
mantener al ejército. Se ve, claramente, que el verdadero
pueblo, la democracia, no ha intervenido en esa organización
en la cual le ha sido reservado exclusivamente el puesto de esclavo
hambriento y haraposo.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 171
La primera reacción democrática que hubo en el mundo
fue la cristiana. Jesús predicó y sufrió en obsequio al pueblo;
pero esa reacción tuvo dos defectos capitales: el inherente a
todas las reacciones cuyo impulso está en razón directa del
mal que las produjo y por eso, llevada mucho más allá de la
línea a plomo, regresan al punto de partida; y el de haber aspirado
a curar efectos, en vez de eliminar causas. El pueblo
continuó, por lo menos en los primeros siglos de la afIrmación
del cristianismo, tan ignorante como lo había sido, y la
nueva moral, aunque perfectamente buena, carecía del firme
basamento de una conciencia ilustrada. Se atenuó, pues, hasta
cuasi borrarse, el benéfico influjo socialista de la iglesia
que, por otro lado, se hizo eminentemente conservadora, en
fuerza de la contra-reacción de que no podía librarse.
El feudalismo, absolutismo, todas las formas posteriores de
gobierno fueron atenuaciones del mal de anarquía y tiranía
imperantes en el mando. Sociológicamente todo estaba tan
mal que esas dos atrocidades representaron, en su época, un
mejoramiento.
Surgió entonces la Revolución francesa para reivindicar los
derechos del hombre. Pero la Revolución no hizo más que
cambiar el amo. Guillotinó al noble de sangre azul, y encaramó
al trono a Shilock, al financista sin entrañas que consideró
a la raza humana como un rebaño entregado a su explotación.
Cambiamos de amo y no creo que fue mejorando. El
único provecho fue en el campo de las ideas, precursoras del
socialismo actual.
Hubo, después de la reacción que creó el fracasado imperio
napoleónico, una tranquilidad derivada de la fatiga de los
pueblos en tan largas y horrorosas guerras. Durante ese tiempo
los Shilockes de las naciones, con su explotación inhumana
e insaciable, fueron preparando las explosiones socialistas
que degeneraron, por la amargura de las provocaciones, en
anarquismo yen nihilismo. Era el pueblo hambriento e ignorante
quien se rebelaba, en la imposibilidad de sufrir el mínimum
de vida a que reducían su existencia. Aquello, en reali-

172 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
dad, no venía a ser más que una propaganda macabra, con
acompañamiento de dinamitazos y de muertes. Como toda
violencia, a nada conducía, como no fuera a la disolución.
Pero las miradas de la Ciencia hubieron de fijarse en aquella
inmensa desolación producida por haber puesto la cultura
al servicio, tan solo, de una oligarquía financiera, y nació el socialismo
científico sobre el cual basó el eminente Papa León
XIII el socialismo católico que, si defectuoso todavía, contiene
la inapreciable ventaja de considerar a la humanidad por su lado
espiritual, sin que por eso desprecie el corporal.
Llegado a este punto el socialismo queda libre de las espinas
que lo hacían peligroso y no ofrece a la humanidad más
que su sabrosa y nutritiva pulpa. Ha dejado de ser indignación
de ignorantes para convertirse en fruto de gabinete de
la ciencia. Los mismos poderosos, los desconfiados ricos se
han convencido de que la mejor garantía de su poder y de su
riqueza está en que los actuales desheredados dejen de mirarlos
con recelo y vean en ellos unos fomentadores de los derechos
y las oportunidades de trabajo y lucrativa producción de
los pobres. Hay que nivelar. Pero no es recortando cabezas, sino
haciéndolas crecer hasta la altura requerida.
En Europa el socialismo y sus derivados causaron tan sensibles
daños al principio porque el egoísmo de la clase dirigente
dejó aquella bandera en manos de los que tenían todos los
hombres: las materiales, las intelectuales y las morales. Aquí
donde la organización social le viene ya estrecha al pueblo; pero
todavía no lo asfixia, la clase dirigente debe adelantarse al
porvenir y conjurar los males de que él está preñado, ofreciéndole
al pueblo desheredado la rama de olivo del socialismo.
¿Es que no vemos con los ojos de la cara y con los del entendimiento?
¿Nada nos dicen esta descomposición, estos sítomas
disolventes que a menudo se presentan sin causa manifiesta,
y que ponen al país a dos dedos del abismo, llevándose
en sus enfurecidas garras todo el bien que quisimos reservarnos
dentro de esta defectuosísima organización social que
conservamos a despecho de nuestros verdaderos intereses?

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 173
Afinemos la vista y nos convenceremos de que aspiramos a ser
pueblo consciente y lo conservamos, sobre todo en el campo, en
las tinieblas más espesas que existir puedan. Que no lo enseñamos
a pensar, ni a trabajar con el máximo de luchay nos encontrarnos,
por lo mismo, en condición idéntica a la del criado que
aspirara a que le sirvieran de bestias de silla sus potros lobos.
El cuerpo social dominicano tiene ya que herrar o quitar el
banco.
III
El liberalismo ha hecho fiasco en toda la redondez del
mundo. No podía ser de otra manera, porque el liberalismo
no es un desideratum sino una parte mínima de la aspiración
social. Es la teoría, la parte más alta y metafisica de la teoría,
tal como el estudio general de una ferrovía, que exige enseguida
el estudio detallado, para entrar luego en las obras de
construcción. El liberalismo establece líneas generales; pero
dentro de ellas las muchedumbres populares se mueven al garete,
sin saber jamás cómo usufructuar para su felicidad y su
provecho lajurisdicción que les ha sido limitada.
Pongamos un ejemplo: El liberalismo dice: "Libertad de
tránsito". Y se queda muy tranquilo así que ha asegurado al
pueblo ese derecho. Pero después, el hombre a quien le sea
necesario viajar descubre que aquel derecho, en su impalpable
metafisica, no es todo, ni mucho siquiera, de lo que necesita
para ambular.
Ha adquirido el derecho de moverse sin que persona alguna
se lo impida; pero hay que pagar el transporte y costear la
existencia mientras se viaja, lo cual no está, ni puede estar,
contenido en el derecho de tránsito. Por eso el liberalismo,
en este caso como en la mayor parte de los otros, sólo trazó
un contorno sin marcar dentro una sola línea.
El socialismo es quien traza rumbos, dentro de esas lineas
generales. Esa escuela, relativamente reciente, es la que indi-

174 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
ca al hombre lo que debe hacer en previsión de tal caso, y le
asegura las oportunidades de ganar, con su honesto trabajo,
los recursos necesarios para ejercitar los derechos a la vida.
En el caso que, al azar, cité para probar la insuficiencia delliberalismo,
el socialismo provee, realizando gradual, pero seguramente,
una obra social y económica que ponga al actual
desheredado en condición de realizar el viaje aunque fuera
necesario redimir impedimentos legales con dinero.
El liberalismo es pura teoría, mientras que el socialismo es
la serie de procedimientos en los cuales se objetiva esa teoría.
El liberalismo es el SanJuan Bautista, el Precursor. El socialismo
es el Cristo que traza a las muchedumbres el plano de cada
acción.
Pero en este mundo nada hay absoluto. Todo es relativo.
Desde que la Ciencia prohijó la doctrina de la Evolución y la
hizo el eje de cuanto existe, ni aun las leyes naturales biológicas
son absolutas. Millones de años atrás la vida, para el ser
que hoyes humano, estaba regida por las leyes que hoy presiden
la existencia del protozoario, o de algún otro animálculo
de esa categoría biológica. El socialismo es un sistema que no
crea determinadas condiciones de hombres, sino al cual entraq
hombres que se han preparado o adecuado a esa nueva
más elevada esfera. La humanidad desheredada está hoy más
abajo del plano en que se desenvuelve el socialismo, y no es
éste quien ha de descender a ella, sino ella quien ha de elevarse
al socialismo por el mejoramiento intelectual y moral.
Sean socialistas los mejores, los que hoy son buenos liberales,
y pongan toda la voluntad y todo el cerebro en la obra de
adecuar el pueblo al socialismo.
IV
Es inútil pedir derecho . La fuerza misma no tiene eficacia
suficiente para conferir derechos estables a quien no los merece.
El individuo o la sociedad que aspiren hacer efectivos

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 175
sus derechos tienen que, previamente, adecuarse a ellos, preparándose
física, moral, e intelectualmente a ejercitarlos sin
perjuicio de sí mismos ni de terceros.
Es un pueblo analfabeto y, por consecuencia, ignorante de
lo que le conviene, el derecho electoral, aun cuando la Constitución
y las leyes lo rodeen de todo género de garantías, será
siempre un mito intangible. Aquí sin otro objeto que el de
delegar la superior función electoral en las personas menos
inconscientes, casi todas las elecciones son de segundo y aun
de tercer grado. Pero ni aún así se obtiene una elección democráticamente
consciente, porque el elector en segundo o
tercer grado no elige, en el verdadero concepto del verbo, ni
. elige tampoco el Poder que aconseja la votación sino que, en
verdad, el elector continúa siendo la masa estulta y de pasiones
indómitas que sostiene a los poderosos a condición de
que ellos sean complacientes.
Porque, en definitiva, la idea predominante es la sustentada
por el mayor número de personas diligentes. En las deCisiones
de la fuerza, que son las que prevalecen en los pueblos ignorantes,
no hay que computar la mayoría en relación a los
pobladores, sino en su porcentaje respecto a los diligentes que
empuñan la carabina o se arman de la propaganda gobiernista
o subversiva, en su ansia irrefrenable de triunfar.
Por eso aquí, como en cualquier otra parte, la iniciativa de
las doctrinas socialistas debe tomarla, ya que no por razones
altruistas, en servicio de su propio egoísmo, la clase culta.
Porque el socialismo, si quiere y busca la nivelación humana,
no es cortando o aplastando cabezas, sino elevándolas, por
mérito intrínseco, a la altura de la más empinada. No es que
quiera que un ciudadano rural, de los más brutos, entre descalzo
y en mangas de camisa al salón más aristocrático, sino
que ese mismo ciudadano se haga apto para alternar en dicho
salón, produciéndose culta y distinguidamente. Ese, aplicado
a lo general, es el nivel a que aspira el socialismo.
En estos últimos años se ha producido con entusiasmo en
el mundo culto el movimiento feminista, impulsado por las

176 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
damas que quieren derechos políticos iguales a los del hombre;
pero eso no puede lograrse de repente. Eso está tan sometido
al proceso lento del evolucionismo como cualquier
otro cambio a que aspiren en el individuo o en la sociedad.
Para que la mujer sea igual al hombre no basta legislarlo. Es
preciso además, y principalmente, hacerlo, yeso es obra del
gimnasio que la desarrolle fisicamente y de la escuela que la
prepare para funciones políticas masculinas, después que ya
el organismo corporal esté suficientemente fortalecido.
La escuela primaria difundida por todo el país, sobre todo
en sus campos, es la política nacionalista y socialista que puede
salvarnos. Sin la difusión de la escuela todo esfuerzo será
tan inútil como el del jardinero que quiera tener rosas naturales
sin cultivar los rosales necesarios. Fabriquemos patria en
el taller de la escuela, que hasta ahora sólo tenemos territorio
y pobladores. La verdadera patria no existe mientras no se
aposente en todos los cerebros, o siquiera en la gran mayoría,
un espíritu culto y moralizado.
El Estado socialista, que es la felicidad de los ciudadanos,
no se conquista con las armas. Se organiza, viene como secuela
natural, cuando los pobladores se han hecho dignos de él.
Listín Diario,
14,20, 24y 26 de junio de 1912.

Socialismo
1
El socialismo es la doctrina terrenal más vasta y compleja
que existe sobre la tierra. Es tan amplia su esfera de acción
que puede, la doctrina, en su jurisdicción terrestre, ser comparada
a la religión, porque así como ésta abarca cuanto se
refiere a la existencia de ultratumba y a lo que en la vicla terrenal
tiene conexión con aquella, la otra, la doctrina socialista,
contiene cuanto se ha de menester para el mejoramiento
de las condiciones de todo género dentro de las cuales se
desenvuelve la raza humana.
Cuanto toca al hombre es socialista. Desde la risa más regocijada
y franca hasta el lamento más doloroso lanzado por
garganta humana, tuvo su origen en aciertos o en deficiencias
del socialismo. El bien general 1 así como los males que nos
afligen pueden ser fomentados o atenuados por el socialismo.
Algunas intelectualidades, deduciendo su juicio de los hechos
socialistas ocurridos en las últimas décadas, limitan lajurisdicción
del socialismo a lo económico. Es eso un error. La
acción socialista ha sido ejercida hasta ahora principalmente
en lo económico porque ahí era donde más apretaba el desamparo
a los desheredados; pero hay que hacer lenta y gradualmente
muchas reivindicaciones morales e intelectuales
hasta convertir al último tipo actual del hombre en up tipo,
177

178 JOSÉ RAMÓ LÓPEZ
en lo posible dentro de las aptitudes naturales, igual al más selecto
de los tiempos presentes. Por lo mismo la doctrina socialista
no es exclusivamente económica. Es, en realidad biológico-económica.
Comprende todo lo que moral y materialmente
atañe al hombre. Su tendencia tiene de aristocrática el predominio
de lo bueno; pero no como privilegio de la minoría,
sino en el sentido democrático de universalidad. En vez de ser
intrínsecamente buenos unos pocos, que todos lo sean.
La inerte indiferencia del mundo civilizado creó la extrema
izquierda de las doctrinas socialistas: los que las niegan:
los anarquistas. Pero, como es natural, estos aliados inconscientes
de los conservadores les causan más daño que los socialistas.
En la República Dominicana la indiferencia social ha
creado otra clase de extrema izquierda: la revolucionaria, que
excede a.la labor estancadora del conservatismo determinando
regresión.
Porque hay que convencerse de que las revoluciones dominicnas
se derivan de falta de acción verdaderamente socialista.
"¿Por qué se han alzado?... " Preguntan los pensadores cada
vez que ocurre una crisis fusilera. Y siempre terminan por
no atinar con la respuesta, ya que no ven injusticias nuevas ni
recrudecimiento del régimen rutinario que la República heredó
de la colonia. Pero si ahondaran algo en la engañosa superficie
verían que las revoluciones, en lo que a los individuos
atañe, no van contra determinado gobierno, sino contra la
institución gobierno, no por lo que ella tiene de gobernante,
sino por lo que le falta de socialista, es decir, de favorablemente
innovadora de las condiciones sociales del Estado. ¿Ha
hecho la nación cuanto debía hacer por elevar el estado moral,
intelectual y económico de nuestros campesinos? De pocos
años acá es que han intentado algo, todavía, por supueslO,
muy insuficiente, y ese generoso esfuerzo llega cuando el
alma campesina está ya enferma de descreimiento y de desesperanza,
cuando necesita, para reconfortarse, un cambio radical
de orientación en la marcha social del Estado. Hay que
civilizar al campesino dominicano, porque en el estado actual

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 179
de su mentalidad construirle caminos, enseñarle agricultura,
poner en sus manos las nuevas máquinas y los procedimientos
recientes de la ciencia puede ser tan peligroso como entregar
a un loco un arma mortífera. Esos mencionados progresos
deben ser simultáneos con una cultura moral e intelectual
adecuada a las condiciones de la nueva vida, porque el
progreso no es vertical sino piramidal. Una sola línea recta levantada
hacia el espacio, falta de apoyo, se cae. Son muchas
líneas tocándose y sosteniéndose unas a otras en el vértice.
Cuando no se adecua a todos o al mayor número posible
de habitantes al progreso, la acción nacional no es socialista
sino oligárquica, porque no le hace el bien al pueblo sino a
un grupo más o menos restringido. La obra nacional, en ese
caso, ha sido la creación de un privilegio, de un monopolio.
En los corrillos, en los periódicos, en todas partes dicen que
el pueblo dominicano goza de un buen servicio postal y telegráfico.
Muchos aplauden calurosamente. Los que aspiran a
formar su opinión del convencimiento y no de mera información
sonríen tristemente. ¿Correo, telégrafo, teléfono para el
pueblo dominicano? .. Pues yo no creo en la existencia de
eso, al menos para el pueblo, porque he visto el censo de mía
de nuestras comunes pobres y lejanas y entre algunos miles
de pobladores no figuraban arriba de diez personas que supieran
leer y escribir. ¿Habrá quien diga a otro -sin reírseque
está en el ejercicio de las ventajas del correo y del telégrafo
una población que no sabe leer ni escribir? La acción del
progreso ha creado esos servicios. La acción socialista, partiendo
del gobierno, porque aquí lo gobiernista es lo que más
prospera, debe adecuar el pueblo a ese adelanto.
El carácter del socialismo, su esencia, es biológico-económica,
y su acción persistente y continuada, ejercida principalmenLe
por la parte más culta de nuestra población, es lo que
puede producir, con el mejoramiento de las condiciones sociales,
la pacificacíón moral del país. Es lo que puede tranquilizar
los ánimos de manera que no sea necesaria la obra de la
fuerza armada para conservar el orden público.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 181
de curar consecuencias, sino que se va derecho a las causas
esenciales y desarraiga las malas para plantar las buenas en el
lugar que ellas ocupaban.
Aquí el punto de partida debe ser reformar la mentalidad
del pueblo dominicano inyectándolo, a grandes dosis, de cultura
intelectual y moral, que más espesa que la de los más intrincados
breñales es la sombra de la ignorancia que oscurece
el entendimiento de la gran mayoría de nuestros buenos
campesmos.
Así todos los ciudadanos quedarían aptos para hacerse adoradores
de un ideal de engrandecimiento sociológico y lo seguirían
por los caminos conducentes a la meta, no ciegos y
desorientados, arma al brazo, como ahora lo hacen.
Esa falta de ideal trasciende a cuanta manifestación ocurre
de la vida nacional. Nuestras bellas artes, la literaria debía
decir, porque las demás están restringidas a tan pocos cultivadores
que todavía no han impreso su trascendencia en el
país, aun marchan sobre los pies, porque carecen de las alas
que sólo dan un ideal contemporáneo y robusto. ¿Qué cantan
nuestros poetas? Cadáveres, cadáveres de ideas que ya
murieron o están moribundas. La literatura nacional es un
cementerio en donde se pasean, guitarra al brazo, húmedos
los ojos con lagrimones como puños, nuestros arcaicos poetas,
porque aun cuando en metros y formas versíferas están
al día y pueden competir con l.os buenos de otras regiones,
no se han convertido aún al verdadero modernismo, al que
comprende, y ama y exhibe el alma de las cosas modernas.
Todavía no he leído una poesía dominicana que describa la
escuela como debe ser. El poeta pondera la labor del maestro,
su consagración a la enseñanza, lo que hay de fatiga material
en aquella obra del intelecto. Pero lo otro, lo que hay
de trascendente, el porvenir de aquellos estudiantes, las familias
que van a surgir de esa escuela, preparadas a ser útiles
a sí mismas y a la sociedad, la hermosa obra de creación sociológica
que allí están preparando, obra que es lo adorable
de la escuela, eso nunca o pocas veces lo han cantado nues-

182 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
tras poetas. Y así con todo. Cantan la forma, la sustancia material
de las cosas; pero su espíritu, si han logrado comprenderlo,
su trascendencia si la disfanizó la individualidad poética,
esa se queda en el misterio, sin ser comunicada a las masas
pobladoras envuelta en el encanto de la poesía y de los
versos. El mismo amor erótico, que es el sentimiento más instintivo
de los humanos, permanece inalterable en el molde
de nuestros versos cuando, si no en esencia, en muchos de
los detalles conexos con él, el amor ha sido modificado por
la civilización que ya casi ha recogido el refrán de "contigo
pan y cebolla", sin rebajarlo, sin embargo, a la materialidad
bestial que excluye la delicadeza de sentimientos.
y en sociología, ¿qué hacen nuestros poetas? Mientras el
alma del pueblo está llena de vagas ansias por una organización
social preferible a la presente, no hay en versos dominicanos
una sola idea que responda a esos deseos si descontamos
alguna que otra composición de circunstancias inspiradas
por el deseo de halagar a talo cual caudillo recientemente
triunfador.
y la poesía debiera encabezar el movimiento de reformas
socialistas del pueblo dominicano. Toda necesidad nacional
en cada uno de los pueblos civilizados ha tenido sus pensadores
y sus poetas que desde todas las alturas intelectuales
del país han tremolado la nueva bandera. Aun las escuelas
al parecer más extravagantes han nacido engendradas por
un ideal reciente. Antes de advenir los futuristas italianos ya
existía en Europa la sociedad de los Stout Boys para fomentar
desde la adolescencia las virtudes robustas: la energía, el
valor, la abnegación, los futuristas son el verbo de esa tendencia
útil.
Nuestra poesía de hoy no disiente de las ideas de la Colonia
más que en la sustitución de algunas palabras. Donde decía
antes el Rey, dice ahora: la República; donde escribía fidelidad,
dice ahora: patriotismo. Y así no pasan de diez, si es que
llegan, las palabras cambiadas en un siglo. Ideas fundamentales...
ninguna ha sido alterada. Sin embargo, ¡qué distancia

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 183
ideológica la que media entre el alma del pueblo de la pretérita
Colonia y el alma del pueblo de la contemporánea República!
Pero el ideal no se ha cristalizado en el corazón de los
poetas que viven con una monarquía desteñida en el cerebro
cubierto con el gorro frigio; y el pueblo, que sabe lo que quiere,
no ha atinado aún con el medio de obtenerlo porque no
ha contado con la eficaz colaboración de los intelectuales.
¡Regenérense las Bellas Artes y, poniéndose en contacto
con el pueblo que sufre, den forma al ideal para que, unificadas
todas las voluntades en el medio de realizarlo, seamos un
pueblo fuerte y feliz, organizado dentro del régimen de equidad,
de justicia, de civilización y de progreso que informa la
doctrina socialista.
Listín Diario,
15 y 16 de julio de 1912.

Socialismo
LA. ESCUELA RURAL
La base del socialismo es la instrucción: Sin instrucción no
hay sociedades; a lo sumo se logra organizar agrupaciones
gregarias, sin suficiente solidaridad, sin un ideal común, sin
el punto de contacto estrecho que se necesita para formar un
verdadero Estado.
Con frecuencia atribuyen nuestros males públicos a sociopatía,
o sea una Patogenia social. Yo creo que no andan muy
acertados en el diagnóstico. Enfermedad es una degeneración
del organismo, y degeneración supone un previo estado
contrario. Era preciso que la sociedad dominicana hubiera estado
en pleno desarrollo antes para que su condición actual
fuera una degeneración. De ahí que entienda que lo que padecemos
hoyes deficiencia de desarrollo, raquitismo, retardo
a causa de insuficiente nutrición·moral e intelectual. No es sociedad
degenerada. Es sociedad aun no formada. Estamos
menos mal que nuestros progenitores: la plebe de España y
los esclavos de África.
Por eso luché en la legislatura recién pasada por la votación
de la ley que dispone el coste por el Estado de la mitad
de lo que cueste el sostenimiento de las escuelas primarias rurales
que los particulares funden en las secciones.
185

186 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Es que hay que formar conciencia dominicana como modalidad
de la conciencia humana, y la conciencia no es espontánea
en el organismo, pues estos sólo tienen capacidad de
adquirirla por la instrucción. Es indispensable, cuando se aspira
a que los seres humanos sean seres de conciencia, educarlos
o prepararlos a la auto-educación, porque las células
humanas, destinadas a vasta instrucción, no han sido dotadas
por la Naturaleza de instinto, ya que éste es restricción de la
inteligencia a una única especialidad, con detrimento de los
demás detalles de la conciencia.
Por esto es imprescindible sembrar todos los campos del
país de escuelas siquiera primarias, si queremos transformar
el estado semi-bárbaro en que nos encontramos en verdadera
civilización, en las ciudades dominicanas; pero, ¿basta eso
para formar un Estado civilizado? Nada hay tan falso y mentiroso
como una situación a medias. La mitad de la verdad es
menos cierta que el error íntegro, y un Estado donde hay una
oligarquía de cultos y una gran plebe de ignorantes es más ignorante,
es más salvaje que todos los otros, porque la diminuta
oligarquía de hombres cultos no podrá sustraerse a la tendencia
humana de "vivir del más bruto", y que arrastrará a la
plepe a los actos más censurables para pescar en río revuelto.
La igualdad a que debemos de aspirar hay que hacerla, como
en otro artículo dije, estableciendo para la universalidad
del pueblo un nivel más alto que el actual, mejorando en lo
moral y en lo intelectual al pueblo hasta el tipo más recomendable
de estos días.
La ley recientemente votada por el Congreso Nacional es
un paso en esa dirección, y queda ahora a las autoridades ya
los hombres de buena voluntad de cada provincia la misión
de predicar y gestionar para que los habitantes de las secciones
rurales aprovechen la oportunidad de fundar escuelas
costeadas por mitad entre ellos y el Estado.
La guerra que azota ahora al país y que consume sus recursos
ha impedido que sea votada suma mayor de cinco mil pesos
para iniciar ese servicio; pero téngase en cuenta que el

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 187
primer paso de invasión intelectual en los campos, y que es
ocasión de demostrar hasta qué punto desean nuestros campesinos
mejorar su entendimiento y su conciencia.
Empéilense todos en provincias en disipar, con.la luz de la
escuela rural, las tinieblas impenetrables que hoy oscurecen
nuestros campos.
Listín Diario,
29 dejulio de 1912.

El algodón en Puerto Plata
Un caso práctico. Nada de vanas teorías
El cultivo del algodón, del cual es campeón en Puerto Plata
el señor generalJosé Eugenio Kunhardt, acaba de resultar
absolutamente victorioso en una prueba hecha en condiciones
climatológicas desfavorables, pues prevaleció fuerte sequía
durante todo el período de crecimiento de las plantas
cuando ellas, al contrario, requieren abundante humedad para
su desarrollo.
El señor general Kunhardt ha organizado varias compellías
anónimas para el cultivo del algodón en los campos orientales
de Puerto Plata. Pero para este escrito solo hemos solicitado
y obtenido datos de la finca La Catalina, jurisdicción de
Sosúa (Puerto Plata) de la cual es director el señorJosé Batl1e,
y administrador el señor generalJosé Eugenio Kunhardt.
La finca tiene de extensión 1,200 tareas (una caballería dominicana),
y comenzaron la sieI?bra en enero de 1911.
Los gastos han sido como sigue:
Por tumba y tala de 1,200 tareas
Por habite de 1,200 tareas
Por gastos menudos, ... semilla importada
Por estaquillar el terreno para sembrar
Por siembra
Por doce meses de administración, a $120 c/u
$1,054.21
$143.33
$102.31
$161.35
$175.73
$1,440
189

190
Por 9 meses desyerbo,
a $1 la roza de 111,4 tareas
Total
JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
$770
8,857.42
Reuniendo todo el costo durante 18 meses, incluido el precio
del terreno monta a... 8,236.
El fruto de una cosecha raquítica, a causa de la sequía, o
sea de 25 a 26 libras de algodón por tarea de terreno ha sido
de $8,400
Balance para igualar $164
En las condiciones más desventajosas el cultivo del algodón
ha alcanzado en la finca La Catalina un triunfo indiscutible,
pues en 18 meses ha amortizado todo el capital y los
gastos de cultivo, dejando una ganancia absolutamente saneada
de $.164, y la plantación en estado de seguir produciendo
mensualmente, sin nuevas siembras durante dos y
medio años más.
Como se sabe estas sequías tienen una periodicidad de diez
a quince años, de manera que los cultivadores de algodón en
Puerto Plata tienen ahora por delante un espacio de diez
años por lo menos de caída pluvial conveniente para las plantaciones
de algodón.
Yo creía, como la generalidad de la gente, que los aguaceros
durante la cosecha eran fatalmente desastrosos para el vellón,
mohoseándolo y manchándolo indefectiblemente.
Pero el señor Furcy Ferreras, que ha comerciado en algodón
en San Francisco de Macorís, comprando y exportando
buena parte del total de la cosecha, me asegura que sólo deterioran
el algodón los tempor{lles de agua que duran muchos
días sin desnublarse el sol, porque, dice, el algodón aún
después de abierta la bellota, absorbe muy poco agua, de manera
que solo basta un rato de sol para que ella se evapore y
quede el vellón tan blanco y bueno como antes del aguacero.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 191
Queda demostrado por la experiencia en Puerto Plata y en
San Francisco de Macorís que ni la sequía ni la lluvia son destructores
del fruto del algodón y que en todos los terrenos
del país, que no sean piedra, arena o arcilla puras, es.grandemente
lucrativo el cultivo del algodón.
Listín Diario,
12 de agosto de 1912.

Lo actual
1
Las circunstancias se han tornado tan adversas al Poder
Ejecutivo que hoy administra el país, que la función de gobierno
está casi completamente imposibilitada. El único lado
fuerte de los gobernantes es el lado financiero y éste ha quedado
totalmente destruido.
En esas condiciones es preciso prescindir de cuanto no sea
la Patria misma. El Ejecutivo ha sido electo en beneficio del
Estado, y cuando no puede realizar ese beneficio debe dejar
vacante el puesto. Las heroicidades sólo son factibles en nom- .
bre de un ideal y, ¿dónde está ese ideal?
El único que brilla entre los rasgones del nublado es el de
la patria a quien cualquiera obcecación, cualquiera intemperancia
puede poner en peligro. Depongámoslo, pues, todo en
aras de la patria y salvémosla de que -por nuestros desaciertos-
manos extrañas desgarren la Constitución.
El único medio de que no se interrumpa el proceso constitucional
y no sufra eclipse ni paréntesis la soberanía dominicana
es éste.
Que el Presidente Victoria nombre un ministerio de hombres
no señalados como gobiernistas ni como revolucionarios,
hombres serios, honrados y competentes.
193

194 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Que el Presidente Victoria renuncie en seguida ante ese
Ministerio.
Que el Ministerio convoque al Congreso para que elija un
Presidente Provisional.
Que ese Presidente Provisional convoque en el plazo más corto
posible, y entendiéndose con los revolucionarios para que no
haya más derramamiento de sangre, los Colegios Electorales para
que éstos nombren a su vez el Presidente definitivo.
Sólo así brillará sin eclipse alguno la nacionalidad dominicana,
y cesará el actual Ejecutivo de la manera más satisfactoria
para la universalidad del pueblo dominicano.
II
Mi artículo publicado ayer en este diario, aunque entusiásticamente
aplaudido por el público, ha dado lugar a algunos
comentarios infundados, por parte de los pesimistas.
***
Extrañan que yo haya escrito lo que publiqué y me encuentre
hoy sarlo y libre.
En verdad que son dominicanos e ignoran las leyes del
país. El estado de sitio no ha sido decretado. Estamos en pleno
goce de nuestros derechos civiles y políticos. La libertad
de imprenta no ha sido suprimida, y todos tenemos, no el
simple derecho, sino el deber imperioso de aportar con nuestras
ideas un contingente para la pacificación y el progreso,
así como para la conservación de la integridad de la soberanía
dominicana. Callar ahora, es un crimen tan atroz como el
de atentar contra la independencia de la República. Todo el
mundo debe manifestar ahora su opinión para que el Ejecutivo
escoja entre ellas la más conveniente a la perduración y
al decoro del Estado.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916)
* * *
Algunas personas han creído también que en mi artículo
había partidarismo y aún empeño por postular alguna candidatura.
Claramente definí las condiciones que debe tener
el Presidente Provisional: ni gobiernista ni revolucionario.
Eso es transparente como un cristal limpio. Ha de ser un
hombre, no indiferente; pero sin nexos de política ni de familia
con el Gobierno o con la Revolución. Un hombre que
haga transacciones y garantice por igual a todos, de manera
que el pueblo dominicano deponga el fusil y acuda al voto.
Mis simpatías políticas las tengo. Jamás las oculté, que
eso es procedimiento de menguados. Pero ahora por la Patria
nada más postulo.
* * *
El procedimiento constitucional de cambio de Poder Ejecutivo
es el único que puede salvar la nacionalidad de una
vergüenza afrentosa. Si no nos atenemos a nuestra ley nos
aplicarán ley extraña, apoyada en bayonetas extranjeras.
Eso está evidente. Hay el buen deseo de ayudarnos a restablecer
el orden; pero si nos negamos a ello nos lo impondrán
por medios coercitivos. ¿Por qué convertir nosotros
una acción suave y benéfica en acción violenta? El orgullo
personal, los pujos de héroe, toda'esa pacotilla política e individual
sería hoy patricida.
* * *
La única salvación para la patria está en la inmediata renuncia
del Poder Ejecutivo. Los ingleses lacónicamente aconsejan:
Do it now! Los españoles dicen: No dejes para mañana lo
que puedas hacer hoy, La renuncia inmediata se impone para
que no se asesinen más unos con otros los dominicanos, para
que no se exhausten más el erario público y la riqueza priva-
195

196 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
da. Nadie tiene derecho a exigir esos sacrificios sino en nombre
del ideal de la salvación de la Patria.
Ciudadano Presidente, salvemos la República Dominicana!
III
Ante todo, una declarción: no vengo a discutir. Cada cual a
su asunto. Yo a pedir lo que creo salvación de la patria. Otros
a demostrar, otros a insultar. Allá ellos. Un lugar para cada cosa
y cada cosa en un lugar.
***
Que no debe renunciar el Poder Ejecutivo ante el Consejo
de Secretarios de Estado? Perfectamente. Le entrega la renuncia
al Consejo y el Consejo la envía a la Asamblea Nacional
cuando ésta se constituya. La cuestión no es de hojas. Es
cuestión de tronco. Sea como fuere, que renuncie para que
haya paz entre la familia dominicana y no se dilapide el erario
nacional en gastos de asoladora guerra.
***
Pero hay también un punto de vista tan interesante como el
del restablecimiento de la paz y de la civilización. Es el punto
de vista del decoro nacional. De la resolución que adopte el
Presidente Victoria, y solamente de esa revolución, depende
que el país sea o no sea sometido a una intervención armada.
Si cumplimos punto por punto nuestra propia ley, nuestra
Constitución, nadie podrá intervenirnos; pero si por mal
aconsejados sentimientos personales, o por atolondramiento
ejecutamos una sola acción contraria a nuestro derecho político,
la nacionalidad sufrirá una catalepsia más o menos larga.
El cambio de personal del Poder Ejecutivo sólo puede realizarse
como lo impera la Constitución. Cualquier otro proce-

198 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
lia, ni de un partido, sino el hogar, hoy asolado, de todos los
dominicanos.
IV
En muchos libros, en buenos y en malos, he encontrado la
.declaración de que no hay Providencia mejor para un gobierno
impopular que un grito patriótico.
El amor a la patria es una santa costumbre de la humanidad,
que data de más de un millón de años, y que la constancia
ha hecho instintiva en todos los pobladores del planeta.
Pero, por lo mismo que se ha hospedado en el plano inferior
donde se encuentran los instintos, resulta deficiente porque
generalmente no utiliza el raciocinio, sino que es el reflejo orgánico
no depurado de la impresión sobre la parte menos reflexiva
del sistema nervioso.
Ejemplos recientísimos y actuales podemos ofrecer de la
poca cantidad de raciocinio que haya veces en los gritos patrióticos.
Cuando la toma de Dajabón por las tropas revolucionarias,
algunos amigos del gobierno dieron el grito "¡AlIaba!" de la
fábula de'Iriarte. El lobo era el eterno enemigo de Occidente, a
quien los revolucionarios estaban entregando el territorio nacional.
Y pedían que el pueblo en masa se mudara a la frontera,
a reivindicar la integridad nacional.
Meses más tarde publica, en libro, la Secretaría de Estado
de Relaciones Exteriores la Memoria presentada en febrero
último, y en ella declara oficialmente el secretario de Estado,
que la detentación de territorio dominicano la verificaron los
haitianos, únicamente al Sur del lago de Fondo, a fines de noviembre
de 1911, muchos meses antes de que hubiese revolución
en la frontera. (Véase la memoria citada).
De lo cual resulta, juzgando como los amigos del Ejecutivo
que dieron el grito patriótico, que si indiferencia y crimen
hubo en el asunto fronterizo fue por parte del Ejecuti-

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 199
va, que ni siquiera denunció al pueblo' la usurpación cuando
ésta fue consumada, y que confirmó con su silencio el
grito del "¡AlIaba!" siete meses después de realizado el despojo.
Yo creo que esas impresiones se reflejan inmediatamente
cuando son sinceras.
Ahora, al cabo de once meses de homicidas desórdenes, está
ocurriendo lo mismo con lbs americanos. En 1907 celebró
el Estado dominicano una Convención con los Estados Unidos,
de la cual se han estado beneficiando los gobiernos dominicanos
aún en las guerras civiles. Muy contentos mientras
dicha convención les aseguraba la totalidad de las rentas
aduaneras aun cuando las revoluciones se apoderaran de los
puertos habilitados; muy indignados cuando, en virtud de la
misma convención, los yankees les exigen el restablecimiento
de las Aduanas terrestres.
Llegado ese caso, los amigos mal aconsejados del gobierno
vuelven a gritar: "¡AlIaba!", y tratan de hacerle creer al pueblo
que la nacionalidad está en peligro. .
¿Habráse visto jamás perversión mental tan grande? Decir
a la nación, en virtud de un tratado que les acuerda ese derecho,
-"Restablece las aduanas terrestres y ten en cuenta que·
tan en el centro del mundo no se ha razón de ser desordenado",
no es, no puede ser amenaza a la nacionalidad dominicana,
que sólo puede desaparecer por el empecinamiento en
mantener aquello a que no se tiene derecho: el desorden, sea
desorden político, sea desorden económico, sea desorden de
cualquiera especie.
Pero aquellos que tienen interés en que el desorden perdure
(porque hasta de esa clase hay intereses), a fin de estorbar
la obra de la pacificación, en vez de cooperar con quienes vienen
a ayudar al país dominicano en esa patriótica labor, majestuosean
y solemnizan la faz, enarcan las cejas y poniendo
en O los labios, dicen al pueblo:
-"Estos no vienen a ayudarte. Desconfia y ármate, que éstos
vienen a hacerte esclavo, a arriar la sacrosanta bandera de la
cruz para enarbolar la de las estrellas. Tírales".

200 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
y total, el caso es un grito patriótico tan falso y alejado de
su momento oportuno como el que, con la cita de la Memoria
de Relaciones Exteriores de 1911, hemos comprobado.
Pero el pueblo no es tan necio como algunos creen. Ysi no,
el tiempo lo dirá.
Listín Diario,
7,8,9 Y12 de octubre de 1912.

202 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Por otra parte, el Presidente Victoria tiene corazón, y no
creo que le sea indiferente este derramamiento de sangre dominicana
que efectúan en toda la República.
Se puede calcular, como mínimun, en dos millas bajas ya
ocurridas en ataques y, en defensa del Presidente Victoria, en
nombre de él, tan sólo por su permanencia al frente de la Administración.
Y dos mil bajas representan dos mil madres enlutadas,
dos mil viudas y diez mil huérfanos faltos de pan, de
dirección y de caricias. Cada matanza de éstas no se limita a
mermar las fuerzas vivas de la República, sino a hacer que las
generaciones futuras sean menos numerosas, menos fuertes,
menos ilustradas.
El Presidente Victoria: no pase al porvenir envuelto en ese
remolino de sangre y entre esos escombros de ruinas. Todo lo
que ocurre es por la permanencia de usted al frente del Poder.
Renuncie, salve su concepto histórico y la patria quizás olvidará,
en gracia a las nuevas lágrimas ahorradas, los torrentes de
sangre hermana estérilmente derramados en estas horas.
Santo Domingo,
12 de octubre de 1912.

Por la paz
Lo que conviene a la República Dominicana, casi tanto como
a Haití, es la conservación de la paz. Si las dos repúblicas
rompieran una contra otra las hostilidades, de Haití sería la
peor parte; pero como la nuestra sería mala por los desastres
económicos, políticos y civiles que aparejaría la guerra, no debemos
incurrir en la tontería de consolarnos con el mayor
mal ajeno, sino, como hombres sabios, sólo amar lo que derive
bien absoluto para nosotros.
Para hacer guerra victoriosa contra Haití habríamos de gastar
más de lo que produciría la venta de toda la República ve- .
cina, de lo que se desprende que no podríamos resarcirnos
de los gastos. Ycomo si eso no fuera bastante daño, toda la organización
civil de la República Dominicana, la libertad, el
orden, las garantías, lo que verdad.eramente constituye la patria,
porque la patria no es principalmente el pedazo de tierra
en que se desarrolla la vida animal, sino las instituciones
en que se desenvuelve la vida psíquica, la cual quedaría destruida
por la ola de arbitrariedad que desencadenaría la guerra
y el contacto directo con instituciones que son de una
época muy pretérita, comparadas con las nuestras.
Ya el pueblo dominicano ha hecho palpable demostración
de que no teme la guerra y está sobranceramente preparado
203

204 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
a ella. Con eso basta para conservar la paz. Pasar de ahí sería
quizás, por exceso de celo, provocar la guerra.
Continuemos serenos y fuertes, que eso constituye el triunfo.
Listín Diario,
9 de enero de 1913.

El ideal
Cuando más tranquilo estaba respecto a palabras qué pronuncié
una noche poco ha, en fiesta casi doméstica de la intelectualidad,
me encuentro con que ellas (esas palabras) han
circulado por ahí con agregaciones y comentarios calumniosas
para mi persona. Ello me obliga a escribir estas líneas, no
para defenderme, que yo no aspiro a estar en paz más que
con mi conciencia, sino para defender esos ideales, enlodados
al circular entre personas que aman otras finalidades, si
no opuestas, diferentes a las mías.
Han dicho que yo me expresé como un sajonófilo anexionista,
y tal aseveración es -simple y sencillamente- ridícula.
Lo que dije, y seguiré diciendo hasta que muera, es que nosotros,
o por lo menos yo, no somos latinos, sino dominicanos.
(No estoy, por supuesto hablando de circunstancias étnicas.
Me refiero a las políticas).
Yo creo que la América irá a la unión de sus fuerzas en esta
progresión, para nosotros: .
Primero: de la colonia a la República Dominicana;
Segundo: de la República Dominicana a la Confederación
Antillana;
Tercero: de la Confederación Antillana a la Confederación
Latino-americana;
Cuarto: de la Confederación Latinoamericana a la Confederación
Panamericana, que será la última evolución política
de la América.
205

206 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
No estoy por el latinismo (en política, se entiende) porque
la festinación de aproximaciones latinas en estos tiempos malograría
la Confederación antillana o, por lo menos, la retardaría
indefinidamente.
Voy a explicarme:
De las Antillas no hay, latinas políticamente, más que las
dos más grandes de las Mayores: Cuba y Santo Domingo. Las
otras dos Mayores y todas las Menores, con excepción de las
poquísimas francesas, son sajonas o escandinavas. Y yo quisiera
que los latinos dominicanos me dijeran dónde iba a parar
el ideal de Confederación antillana si excluimos de ella
a los sajones.
Ya una vez, en 1821, ensayamos la Confederación latina,
saltando por encima de la etapa que tiene prioridad: la antillana.
¿Y cuál fue el resultado? No dejamos de ser latinos;
pero fuimos latino-etíopes, que es la forma más atenuada
del latinismo.
La Naturaleza, que poco concede gratuitamente, nos reserva
un gran papel en el mundo; pero nos dice al oído: ad súpera
per áspera, para que tengamos siempre en la mente que la
mole se forma juntando moléculas, a fuerza de perseverante
inteligencia. La Naturaleza no nos predestina a latinos, sino a
algo más elevado todavía.
Geográficamente nos ha hecho la Grecia de la América, y
nos ha colocado en el punto donde se equilibran dos corrientes
morales e intelectuales diversas: la latina y la sajona. Somos
actualmente como un Estado neutral (tampón, que dicen
los franceses en su colonia asiática) y en nuestro territorio
si acogemos, no diré con amor, pero sí, con inteligencia,
ambas corrientes morales e intelectuales, se realizaría la hibridación
de ellas, para génesis de una raza más fuerte, más culta,
más apta para la moderna vida civilizada que lo son las actuales
de donde procederá.
Esa obra no espera el porvenir para ser iniciada. Esa obra
comenzó étnicamente, desde los primeros días del Descubrimiento.
Aquí se dieron cita y se cruzaron las mejores razas de

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 207
Europa y la más fuerte de África. Cruzáronse y, casi sin violencia,
quedó eliminada y extinguida una raza de desarrollo inferior,
la indígena, cuya perduración habría introducido en
nuestros organismos una debilidad física y moral e intelectual
que nos habría perjudicado.
El ideal no latino, no sajón, sino dornínico-antillano que yo
preconizo, no es, pues, una invención de estos tiempos. Es
obra que ha estado a la vista durante cuatro siglos y que, si no
la hemos reconocido antes, es porque estaba algo amorfa en
sus comienzos, cuando la consciente Naturaleza no había hecho
todavía más que preparar los elementos de la magnífica
obra que ha de florecer en el porvenir.
y termino, por hoy.
Somos dominicanos, para ser luego domínico-antillanos,
más tarde antillano-latinos y finalmente, pan-americanos.
Cualquiera inversión de los términos sería nociva al ideal,
y ese ideal es la única razón humana para la existencia de
nuestra República.
Entre tanto, nuestro papel en el mundo es el Estado neutral
entre las dos Américas políticas: la latina y la sajona, y debemos
so pena de ser suicidas, obtener el provecho nacional
en cualquiera de las dos Améircas, o en ambas, si en una y
otra se encuentra. Eso no es atentatorio, eso es vigorizador de
la soberanía dominicana.
Listín Diario,
7 de julio de 1913.

210 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Es garantía de ganancia y, por lo tanto, si no produce bastante
la vía, el gobierno tendría que cubrir, antes de llegar a la garantía,
el costo de entretenimiento y el de funcionamiento.
Un ferrocarril construido por regiones donde previamente
no había considerable tráfico y la producción era casi insignificante,
tardará muchos años en desarrollar riqueza bastante
para que el flete y el pasaje cubran el gasto de operación.
En el país no hay aún una línea ferroviaria que pueda servir
de ejemplo, porque la de Puerto Plata a Santiago fue construida
para un tráfico que previamente se hacía a lomo de
bestias, y la de Sánchez a La Vega para reemplazar las canoas
que, por el Yuna, traían la producción de La Vega a la bahía
de Samaná. Existían con prioridad la producción y el tráfico
y, sin embargo, tardaron años en cubrir sus gastos.
Ferrocarriles en condiciones más desventajosas, de producción
y tráfico, costarían al país más o menos, esto:
Precio aceptado del kilómetro... $18,000
Costo de operación del kilómetro, tomando por modelo el
Ferrocarril Central Dominicano, que es de vía estrecha... $2,029.
Garantía. de ganancia de 5 por ciento anual... $900
$2,929
En el caso más adverso la garantía de ganancia de 5 por
ciento anual costaría al Estado $2,929 por año.
Pero siendo optimistas y admitiendo que el ferrocarril,
en regiones donde previamente no existía más producción
que la necesaria al consumo, y el tráfico no era conocido,
desarrolle la producción al extremo de rendir por término
medio anual en los primeros veinte años $1,014.50 tendremos
que, siendo el ferrocarril propiedad exclusiva de una
empresa particular, le habrá costado a la nación, por cada
kilómetro:

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916)
Por 20 años a $1,014.50 cada uno
para completar los de gastos de operación
Por 20 años de garantía de ganancia
de 5 por ciento anual sobre $10,000
$20,290
18;000
$38,290
Tenemos, pues, que en veinte años el kilómetro de ferrovía
garantizado costaría a nosotros, los contribuyentes, la respetabilísima
suma de treintiocho mil doscientos noveinta pesos.
Con trescientos kilómetros construidos en esas condiciones
a los veinte años la República entera sería de los empresarios
y todavía quedaríamos debiendo, porque la suma devengada
por la empresa sería de once millones cuatrocientos
ochentisiete mil pesos.
Yeso es tanto más probable cuanto que el cinco por ciento
anual es excelente colocación para grandes capitales y los capitales
interesados no se verían en la necesidad de fomentar
la producción, arriesgando nuevas sumas, sino que esperarían
tranquilamente el crecimiento vegetativo de la riqueza,
el fomento que da de sí cualquiera empresa garantizada, a los
veinte años.
El sistema de contribución del Estado con seis mil pesos
por kilómetro es preferible porque la empresa se ve así obligada
a atraer nuevos capitales que se establezcan en las orillas
o·en las extremidades de la vía, a fin. de obtener flete. Yla contribución
del Estado así, por una sola vez, resulta un medio
barato de dotar a la nación de las vías de transporte que debía
costear en totalidad del Estado. Este, además se convierte
en algo así como un socio comanditario que cobra su ganancia
del aumento de la riqueza tributable.
Pero sospecho, ya externada mi opinión, que se pregunta
usted: ¿y cómo votó este hombre el ferrocarril de Manzanillo
a La Vega, con garantía de ganancia de 5 por ciento anual?
Me adelanto a la posible pregunta:
La razón determinante fue el informe del perito forestal
Mr. Karl Woodward. Después de explorar durante meses
211

212 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
nuestros bosques ese caballero afirmó que había en ellos once
billones de pies cuadrados de madera de pino, de una pulgada
de grueso el pie.
y yo me dije: este ferrocarril, como todos saben, será construido
principalmente para el transporte de ese pino, y no
hay peligro en garantizarle cualquiera suma de ganancia porque
desde que esté terminado tendrá asegurado el flete de
once millones de estivas de pino de a un millón de pies cuadrados cada
una. Con ese volumen de flete no hay posibilidad de que
no rinda un mínimun de cinco por ciento anual de ganancia
y, por lo tanto, no hay peligro de que el país se sienta agobiado
por una carga insostenible.
Deseándole salud, y prosperidad en sus empresas, quedo
de Ud.
Obsecuente amigo y s.
JOSÉ R. LÓPEZ
Listín Diario,
17 de julio de 1913.

Actuales
1
No quiero que cercenen ni que agranden mis responsabilidades.
Lo que hice hecho está y respondo de ello cuanto
tiempo sea necesario. Lo que no hice lo repudio. Cada padre
que legitime a su hijo.
Me he opuesto, no a las reformas, de algunas de las cuale.s
soy partidario, como, por ejemplo, de la reducción del período
presidencial, de la creación de la vice-Presidencia vinculada
en una persona o en una función pública, del voto directo
y de la elección de los gobernadores de provincias por el
pueblo. A lo que me he opuesto, y contra lo cual sigo protestando,
es a la formación de la ley convocando a la Asamblea
Constituyente de una manera inconstitucional.
Dice la Constitución en su artículo 107 que la necesidad de
las reformas constitucionales será declarada por los dos tercios de
los miembros de una y otra Cámara.
Yel artículo 108 ordena que declarada que sea la necesidad
de la reforma el Congreso decretará la convocatoria de una
Asamblea Constituyente que haga las dichas reformas.
Cuando la Cámara de Diputados declaró la necesidad de
las reformas sólo había 16 miembros presentes. Gozaban de licencia,
ausentes de la ciudad, seis.
213

214 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Como no se pidió al Senado la declaración de la necesidad
de las reformas no quedó cumplido el voto constitucional de
que los dos tercios de los miembros de una y otra cámara votaran
la declaración.
Con el voto de una sola Cámara -si es que hubo unanimidad-
se procedió a votar la convocatoria de la Asamblea, y se
resolvió por las dos terceras partes de los miembros presentes,
lo cual es absolutamente nulo, ya que la Constitución, no
usando el adjetivo presentes se refiere a la totalidad de los
miembros. Cuando quiere que sean los presentes, lo expresa
con claridad, como en el caso de las observaciones del Ejecutivo
a una ley que son rechazadas por el voto de dos tercios de
los miembros presentes en la sesión.
La Cámara de Diputados lo que envió a la del Senado no
fue, pues, un proyecto de ley de convocatoria de Asamblea
Constituyente, con tres discusiones legales, sino un papel
firmado por los diputados Beras, Moscoso hijo y Rincón,
quienes carecen de autoridad para dar, por sí solos, leyes a
la República.
Por eso yo, en la sesión del sábado último, propuse el rechazo,
no del propósito de reformas, sino de aquel proyecto
de ley inconstitucionalmente votado y redactado.
Sometida a votación mi proposición cuatro Senadores
(Cuello, Mejía, Espaillat y López) le dieron su voto; y cinco
(Richiez Ducoudray, Santamaría Ricart, Mota y Cabral) la impugnaron,
declarando luego ellos que habían triunfado aprobando
en primera discusión la ley de convocatoria de la
Asamblea Constituyente.
En la sesión de hoy lunes (21 de julio) cuando se entró en
la orden del día el primer punto era: "2da. Discusión del proyecto
de ley de convocatoria de la Asamblea Constituyente", y
yo reclamé contra eso porque para que el proyecto no hubiera
sido rechazado el sábado era necesario que hubiesen votado
contra mi proposición ocho o más senadores, ya que lo que
en realidad se votaba era la aprobación del proyecto, y sólo votaron
cinco, con lo cual quedaba triunfante mi proposición.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 215
Se discutió largamente y por fin quedó vencido, no yo, sino
el pobre Pacto Fundamental. Cinco senadores resolvieron
que con cinco votos había quedado aprobado en primer discusión
un proyecto de convocatoria de Asamblea Constituyente,
al cual no había precedido la declaración de necesidad
que impone previamente a una y otra Cámaras el artículo 107
de la Constitución.
Quedó rechazada también una proposición mía de que el
mismo día fuese hecha por ambas Cámaras la declaración de
necesidad de la reforma y fuese presentado el proyecto de
convocatoria para empezar a discutirlo el día 22, cosa de que
no fuera retardada la confección de la ley.
***
La situación creada por esa inconstitucionalidad en el procedimiento
de ambas Cámaras es la siguiente:
La Asamblea Constituyente no será convocada en virtud de
la ley, sino de una arbitrariedad de las Cámaras.
Cualquier miembro de la Constituyente podrá decir en la
primera sesión:
"No estamos reunidos aquípor autoridad de la Constitución
ni de las leyes. Nuestros poderes se derivan, directa y exclusivamente,
de la delegación de s.oberanía que nos ha conferido
el pueblo por su voto directo. En consecuencia propongo
que desconozcamos este papel con seis firmas que llaman
ley de convocatoria y reformemos por completo la Constitución.
Mejor dicho: hagamos una nueva, sin contar con la
que estaba vigente y el Congreso ha derogado violándola
con este documento de convocatoria".
A eso fue que me opuse, no a las reformas. Salvo, con lo
que dejo escrito, mi responsabilidad en lo que pueda sobrevenir
a consecuencia de esa convocatoria ilegal.

216
II
JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Unos creen en la necesidad de las reformas constitucionales;
otros en la conveniencia de ellas; y los más no creen en
una ni otra cosa, aunque lo fingen con más calor que con el
que creen los otros.
Pero la verdad es que si aplicamos el criterio de "obras son
amores, que no buenas razones", contadísimos son los dominicanos
que tienden a la reforma, porque la trascendental no
es el cambio de algunos cánones de la Constitución, sino el
mejoramiento de los caracteres que han de vivir y actuar dentro
de ese nuevo pacto.
¿y qué es lo que hacen, en la actualidad, los apóstoles de la
reforma constitucional?
Lejos de intentar introducir una reforma ventajosa en el carácter
de los dominicanos cultivan en el espíritu de cada uno
de nosotros la ira, el odio, la mala fe, cuanto conturba y corrompe
la vida de los individuos y de las sociedades.
Por desgracia, no es un mero intento infructuoso, sino una
obra eficaz, con toda la solidez y la nociva trascendencia que
puedan ansiar quienes la realizan.
Los resultados del ejercicio, de la gimnasia son tan positivos
en lo físico como en lo moral. Si se quiere hacer de
un hombre cualquiera un Hércules basta hacerle ejercitar
diariamente la fuerza muscular. Al cabo de un tiempo el
uso sistemático, metódico de esa fuerza le habrá desarrollado
al máximun posible. Si se quiere fabricar un saltarín
o un andarín basta ponerlo en el cuido conducente. Meses
o años después de iniciado el tratamiento el individuo habrá
especializado sus facultades corredoras o saltadoras,
aunque a expensas de otras facultades más útiles para la
humanidad.
Así está haciendo hoy, en lo moral, con el pueblo dominicano,
uno de los partidos políticos en que estamos divididos.
Ha sometido al pueblo a un masaje de todos sus malos sentimientos:
ira, odio, mala fe, y no le deja entregarse un instan-

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 217
te a la placidez de los buenos sentimientos que honran a la
humanidad y la hacen amable.
Y está resultando lo que por ley natural tiene que suceder en
tan adversas circunstancias: la ira, el odio, la violencia, la mala fe
se hipertrofian en el corazón de los ciudadanos, mientras las
ideas sanas, las que constituyen la reforma más trascendental del
país, por falta de gimnasia se atrofian y, al fin, desaparecerán.
No es una denuncia alarmista la que hago. Es una realidad
conocida desde el principio del mundo. La criminalidad, que
nace como una débil tendencia, un vago instinto de los que
la tienen, sólo llega a perfiles feroces cuando el individuo,
mal acompañado y peor aconsejado, en la perenne gimnasia
de la maldad la superpone por completo, como impenetrable
estratificación, sobre los instintos de bien que toda persona
trae al nacer, mezclados con los que del mal tenga.
Yo no me dirijo ahora a las autoridades constituidas por la
sociedad, que son impotentes contra esta gimnasia de perversidad
a que tienen sometido al pueblo dominicano. Me dirijo a
las madres, a las esposas, a las hermanas. Son ellas quienes más
tienen que perder en esta estánica transformación del alma dominicana,
que algunas están elaborando en las tinieblas. Que
ellas hagan propaganda salvadora, que ellas intenten despertar
la sonrisa dormida o moribunda en los labios hoy contraídos
por el rencor o por el odio. Que ellas prediquen una gimnasia
opuesta a la terrible que hoy atiende. a convertir ese pueblo caballeresco
en un pueblo de Sparafuciles matones y tremendos.
Es un caso epidémico de patología moral-sociológica el
que se está desarrollando al impulso de unos cuantos demagogos
imprudentes, y se requiere ya, no tan solo profilaxis, sino
también terapéutica apropiada.
III
En días pasados hice referencia en este mismo diario a la
gimnasia de odio a que algunos personalistas tienen someti-

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 219
Se comprende perfectamente que en Europa se haya abierto
paso esa escuela. Sociedades viejas, agobiadas por el exceso
de organización, de preponderancia social sobre los derechos
y los intereses de los individuos, natural es que en ellas
el hombre se sacuda y trate de romper las injustas cadenas
con que lo ha atado la humanidad.
Allá el individualismo nietzcheano es un remedio al mal. Aquí
ese individualismo es el morbo que nos aniquila.
Porque la verdad es que en el país dominicano no hay, no
ha habidojamás, sociedad política, y apenas ha existido sociedad
civil.
Lo que hay y lo que ha habido siempre, es una agrupación
gregaria, el primer escalón de la sociología.
La mayor parte de los dominicanos está atacada de un individualismo
feroz, y el resultado es una miopía política absoluta.
Nadie ve más allá de su propia persona. El patriotismo
no tiene jurisdicción fuera de los intereses del individuo. No
se lucha, no se brega por la colectividad, sino por la persona,
y de ahí se desprende que todo esfuerzo sea contraproducente,
porque está contrarrestado por otro esfuerzo individual
en sentido contrario.
* * *
Hace sesenta y nueve años nos ipdependizamos de Haití.
¿Hubo -salvo en los Apóstoles de la Independencia- verdadera
intención de crear una nacionalidad?
Que respondan las gestiones del grupo conservador que
había en Azua, cuyo único propósito era solicitar la anexión
a Francia, o su Protectorado.
Que responsa la anexión a España, hecho probatorio de
que lo que inspiraba al general Santana no era el amor a la
República, sino el odio a Haití.
La lucha restauradora no fue toda patriotismo. Fue, en
gran parte, odio a Santana. Si Báez hubiera sido el autor de la
anexión los santanistas habrían sido restauradores.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916)
* * *
Los hay, también, que pasan de un grupo a otro. Consecuencia
del personalismo o individualismo. Entre toda aquella
balumba de empastelados intereses personales no podían
moverse desahogadamente los de ellos y, naturalmente, buscaron
medio más propicio. Siquiera tuvieron la honrada sinceridad
de declararlo. Otros no. Se pasan, se van, vienen, y en
toda esa acrobacia silenciosa nadie sabe jamás dónde encontrarlos
sedentarios.
***
El individualismo es también responsable del fracaso de todos
los partidos de principios que han intentado organizar
en el país. Generalmente los promotores son individualistas
feroces, y el pueblo que -más o menos-los conoce a todos,.
le ve las patas al caballo, y dichos partidos se quedan limitados
a la directiva.
***
¡Ingenuos!... Lo que hay que hacer es organizar al pueblo,
transformar la organización gregaria individualista en sociedad
civil y política, para que haya Estado.civil.
Mientras estén podando en vez de abonar el suelo, habrá
siempre el mismo desmedrado fruto.
Gula punil gulam, se dice de los golosos, que siempre paran
en indigestos.
Lo mismo se podría decir de los que están ahora atiborrándose
de malas intenciones, contrarrestando las sanas
energías nacionales para entronizar un indivualismo tan feroz
como suicida.
221

222
IV
JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
En la organización o, más exacto, en el estado de la humanidad,
porque no todo es organización, hay tres niveles: primero,
gobierno; segundo, tiranía; tercero, anarquía.
El gobierno es una forma variable, pero eterna de organización
social.
La tiranía es una forma transitoria porque es de extremada
tirantez, y todo lo que está tirante, por fuerte que sea, llega
día en que se rompe.
La anarquía es una concepción utópica, a la cual no ha llegado,
ni llegará jamás, pueblo alguno. Ensayos incompletos
han sido practicados en diversas tiempos y en variados pueblos;
pero ensayos nada más. Nunca un status completo y perdurable.
No puede triunfar la anarquía, porque es la más odiosa de
las formas tiranas. Donde más autocracia hay es en la anarquía.
Observadores superficiales, al estudiar los conatos anárquicos
que se suceden en la República de dos años a esta parte,
han opinado que ello demuestra lo preparado que está el país
para la solidaridad. ¡Error, craso error! De la anarquía se pasa
siempre, sin transición, a la tiranía, porque el régimen semi-anárqUico
contiene en sí más levadura·de tiranía que otro
cualquiera de los ensayados en la tierra. Lo que en este país
llamamos anarquía es el fraccionamiento de la autoridad autónoma
en tantas dictaduras como funcionarios altos o bajos
hay en la República. Hablando comercialmente: el almacén
devaluado. Este se transforma en un simulacro de ventorrillo
de autoridad.
y si seleccionando la autoridad de entre setecientos mil o
más dominicanos resulta mala, figúrese el lector cómo saldrá
seleccionada de entre dos o tres centenares que apenas han
cursado la instrucción primaria, o son analfabetos.
No hay organización social; no hay Estado bueno si no está
sobre las bases de "la autonomía de las partes dentro de la hegemonía
del todo". Pensemos por un momento en un cuer-

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 223
po humano anárquico, en el cual las piernas, los brazos o las
mandíbulas obraran independientemente de la hegemonía
del cerebro. ¡Qué desastre!
A la hora de la prudencia quizás, la lengua resolviera ser
audaz, provocaría el pleito, yen el momento de los golpes se
ocultaría detrás de la inocente dentadura, que recibiría el porrazo
del provocado. Lo repito: anarquía ... ¡desastre!
La anarquía no tiene más que una ventaja: la de comerse a
sus propios hijos, con lo cual libra a la tierra de tan funesta
sucesión.
Una nueva prueba de ello, entre las infinitas que conoce el
mundo, es la de lo que aquí ha sucedido y sucede. A cada
nueva actuación de la anarquía se reducen sus fuerzas, y ya no
alcanza el brazo a donde llegan las amenazas.
Hemos llegado al período de las comisiones, y no hay hasta
ahora un solo caso en el país de iniciativas de esa especie
que no sean el comienzo de la anarquía.
Listín Diario,
23 y 26 de julio, 23 de agosto
y 1 de septiembre de 1913.

Las "cosas dominicanas"l
1
Ignoro si es error o mala fe; pero cuando propios o extraños
estudian las "cosas dominicanas" proceden como un mal
médico que diagnosticara una enfermedad por los síntomas
actuales, sin preocuparse por averiguar los antecedentes patológicos
del sujeto. De ahí que cataloguen como causas lo
que es simplemente efecto, y que pocos, hasta ahora, hayan recetado
lo que conviene para obtener la curación.
* * *
Es necesario remontarse a los primeros días del Descubrimiento
para desenterrar las más remotas raíces del mal. Vinieron
como colonizadores los guerreros y los licenciados
de presidio. Dirigíanlos eclesiásticos muy buenos, pero muy
deficientes en los conocimientos necesarios para establecer
buena y justa sociología. Estos elementos se posaron sobre
la masa de población indigna, absolutamente inculta.
Cuando el aborigen quedó extinguido reemplazáronlo con
1. López retomarla algunos de los aspectos aquí tratados en su ensayo La paz
en la República Dominicana. '
225

226 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
el negro congo, tan lerdo como el hombre cobrizo. No había
entre directores y dirigidos, un solo factor eficaz de verdadera
civilización.
La violencia era la única razón. Violentamente fueron esclavizados
el indio y el negro. Violentamente reclamaron sus
derechos, desde el segundo viaje de Colón, militares y curas.
En las primeras familias creadas entonces prevalecieron la esclavitud
y la poligamia. Cada conquistador se proveyó de varias
esclavas indias para su comodidad y su voluptuosidad.
La ignorancia era gala. Salvo en una que otra iglesia, no había
en la isla quien cultivara y amara la ciencia. ¿Para qué?
Bastaba con esgrimir la espada, y quien mejores mandobles
diera la razón ganaba.
¿Trabajar? .. ¿Y con qué motivo? .. Para eso estaba el indio
y luego el negro. El conquistador tenía bastante con negociar
la cosecha.
* * *
Quedó, pues, establecida la sociedad colonial sobre la base
de la fuerza tiránica, representada por el poder casi omnímodo
de los representantes de la metrópoli; sobre la ignorancia,
ya que la c'tlltura intelectual fue relegada a un nivel despreciable;
sobre la ociosidad, porque el Conquistador, desde los primeros
días, redujo dos razas a la esclavitud para que trabajaran
en provecho de él; sobre la inmoralidad, porque las alianzas
sexuales con mujeres de una raza considerada inferior no
tuvieron la solemnidad ni la estabilidad necesarias a la verdadera
familia.
Todo se organizó, no como para una sociedad estable y
progresista, sino como si se tratara de una agrupación gregaria,
llamada a desaparecer en cuanto fueran explotados los
elementos naturales de riqueza que el país ofrecía.
* * *

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 227
Transcurrieron los años sin que mejoraran las condiciones
sociales. El peninsular, que vino de España siendo casi agricultor,
regresó al pastoreo, que es una grada inferior en la escala
de la civilización.
Como no fuera en la Capital, no había en todo el país centro
alguno de intelectualidad. En lo que hoy forma las provincias
sólo hubo, distanciadas de muchas leguas entre sí, maestras
que enseñaban mal a leer, escribir, contar y rezar.
* * *
Establecida la independencia se modificó algo la orientación
pública pero, de ninguna manera, se llegó a adoptar un
buen rumbo. No fue mejorada la condición intrínseca del
pueblo campesino porque, con la crianza libre, se le dejó continuar
pastor, en vez de inclinarlo a la agricultura. Tampoco
le mejoraron intelectualmente, pues aún hoy las escuelas son
pocas y deficientísimas.
Pero el daño más grande que ha recibido el país es su
instrucción pública en general, que hasta ahora ha alcanzado
algún desarrollo tan sólo en las poblaciones. Es una
instrucción pública que no forma hombres, y mucho menos
hombres dominicanos. Barniz de mala calidad, aplicado
a madera que ni siquiera ha sido cepillada previamente,
es natural que no dé brillo, ni. preserve de los deterioros
de la intemperie.
En la instrtl.,cción primaria enseñan a leer, escribir y contar,
más algunos rudimentos científicos, en cantidad insuficiente.
Con eso creen el municipio y el Estado que preparan
ciudadanos para la vida privada y la pública. ¿Es eso juicioso?
¿Hay alguna escuela que enseñe a ser hombre útil y ciudadano
íntegro? No. Dejan al ser humano en calidad de materia
prima, y así lo entregan a una sociedad que no puede ni sabe
mejorarlo.
-

230 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
nos les acercamos y codeamos encontramos infeFiores a nosotros
mismos? La Divinidad continúa sugestionándonos poderosamente
no sólo por su infinita grandeza, sino porque ha
tenido buen cuidado de alejarse tanto de nosotros que no podemos
medirla. Los pobres caudillos están aquí, en la tierra,
codeándose con nosotros y, por lo mismo, un verdadero personalista
de ellos es un desequilibrado desde las uñas de los
pies hasta la punta de los cabelLos.
El ideal, ignorante aún de la dilatada extensión de la República;
desconfiado de la mentalidad, y en muchos casos de la
moralidad de los caudillos personalistas, se ha refugiado, temeroso
y sin orientación, en el interior de cada individuo; y
así aislado, así debilísimo aspira a vivir de todos, al amparo de
un colectivismo tan suicida para la sociedad como el propio
individualismo.
III
Dejo demostrado que los dos polos del pensamiento de cada
dominicano son el individualismo y el colectivismo. Individualismo'porque
en todas ocasiones, incluso euando se afilia
a alguno de los mal llamados partidos personalistas, sólo piensa
en el bienestar y el adelantamiento individual. El caudillo
no es más que el viaducto hacia el empleo o la grangería que
se esbozan en el porvenir. Colectivista porque como no ve en
toda la extensión de la República más institución fructífera y
dadivosa que el Estado, quiere formar parte del gobierno,
aunque sea la más humilde extremidad de sus tentáculos. Aspira,
lisa y llanamente, a ser mantenido por el Estado. Su
ideal es ser favorito varón del omnipoderoso Estado.
* * *
Pero las resultancias son, como era de esperarse, contrarias
a la aspiración de cada dominicano.

ESCRlTOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 231
El Estado incurre en la bestialidad de no esforzarse por formar
ciudadanos sino aspirantes a empleados, ya que la educación
escolar y la educación ambiente no producen otra cosa,
y -como es natural- cada gobierno que se organiza, ó trata de
organizarse, tiene en contra los miles y más miles de aspirantes
que no han cabido en las .celdillas del Presupuesto.
Si cada gobierno de los muchos que hemos padecido hubiera
fundado una escuela de Artes y Oficios, hubiera fomentado
la Agricultura y la Industria, hubiera ampliado el comercio,
hubiera modificado la instrucción pública de manera
que la mentalidad dominicana encontrara lucro y, por lo mismo,
sintiera amor por las labores industriales y comerciales el
individualismo que hoyes una plaga estúpida, llevada al garete
hacia el colectivismo haragán e improductivo, sería un poder
incontrastable, fuente de incontable producción y de civismo,
control prudente y honrado de los funcionarios públicos, en
vez de estar muriéndose de envidia a los que lograron, por
buenas o malas artes, apoderarse de las codiciadas funciones
del poder.
Los gobiernos, porque -entiéndanlo bien los que me hon- .
ran leyéndome- no me refiero a gobierno alguno de los que
han desfilado por nuestro escenario político, han pensado
siempre en la fuerza militar como única solucionadora de
nuestras crisis guerreras. Error que nos cuesta muchos millones
de pesos, muchos millares de vidas robustas y muchas vergüenzas
nacionales. No han comprendido que es mejor y más
barata la profilaxis que la cirugía, que más vale evitar la enfermedad
que cortar luego el miembro lesionado.
Lo que hay que hacer es quitarle al espíritu revolucionario
sus motivos generadores. Puede darse el caso, y creo que estamos
en él, de que un gobierno no haya dado motivos de insurrección.
Pero hay motivos permanentes para que el pueblo
odie la organización social y política de la República Dominicana
y, con la impreVisión de los desesperados, ansíe destruirla
sin tener preparado algo mejor con qué reemplazarla.
Cuando el dolor ciega a los hombres o a los pueblos, hieren

232 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
locamente en la esperanza de que, si caen infinidad de inocentes,
puede que caiga también el causante de sus perjuicios.
* * *
Desde 1844 viene fracasando año por año el molde político
y, salvo algún ensayo en este siglo, a gobierno alguno se le
ha ocurrido cambiar el estúpido molde. Lo que hay que hacer
no es esperar a que estallen las revoluciones para reprimirlas,
sino emprender una obra perseverante e inteligente
que le reste hombres al individualismo destructivo y aumente
las falanges del individualismo constructivo, del que tiene fe en
sus fuerzas y en su inteligencia y cree que puede ganarse la vida
sin ser de los favoritos del presupuesto.
Esa debe ser la obra de los gobiernos al través de los maestros
de escuela. El gobierno, antes que cirujano debe ser higienista.
Que forme ciudadanos dominicanos saludables fisica, moral
e intelectualmente, que eso es más práctico que fundar
hospitales políticos y crear los enfermos que han de ocuparlos.
IV
Como consecuencia de lo que dejo escrito he de entrar en
el chapaleado campo de las proyectadas reformas constitucionales.
Creo que todas, o buen número, de las propuestas son buenas;
pero estoy muy lejos de atribuirles la importancia trascendental
que les dan muchos de los hombres de ciencia y
honradez que en ellas están ocupándose.
¿Cuál es la eficacia de una ley si va contra modificaciones
cerebrales introducidas en el individuo por influencias y circunstancias
ancestrales que datan de más de cuatro siglos?
En artículo anterior enumeré las bases de la sociología colonial:
violencia, ignorancia, ociosidad, inmoralidad en el hogar.
La República respetó esas bases. Violencia porque nunca

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO TI: 1909-1916) 233
gobernó el más sabio sino el más audaz y valiente; ignorancia
porque aún hoy, en el siglo XX y vecinos del Canal de Panamá,
la instrucción pública no se ha atrevido a asomarse fuera
de las ciudades; ociosidad porque aquí no es verdaderamente
laborioso sino el hijo humilde del pueblo, y las demás clases,
machete o influencia en mano, viven de él tan completamente
como el colono vivía del indio o del negro; ... calidad
porque todavía, fuera de las clases elevadas, la mujer no ha
obtenido consideración y respeto, y domina la poligamia, escaseando
asombrosamente las uniones legales.
¿No creen los reformistas que, si es bueno reformar la Constitución,
es mejor y merece prioridad reformar las costumbres,
desembarazarnos de este afrentoso atavismo que nos cierra,
con infranqueable muralla, el camino del progreso?
Veintiocho constituciones, basadas sobre todos los sistemas
conocidos, hemos tenido hasta ahora. En todas ellas algo bueno
ha habido. ¿Por qué no ha fructificado? Es Roldán, es
Alonso de Ojeda que, con su tizona, nos vedan el paso y nos
relegan, amparados por nuestra violencia y nuestra ignorancia
y nuestra incapacidad para proveernos individualmente, a
las pretéritas sombras del coloniaje.
Reformas ... Mientras el perro sea bull-dog no servirá más
que para morder, sea cual fuere la ley. Lo que interesa es convertirlo
gradualmente en perro de pastoreo o en perro de cazar.
Habilitarlo, por la educación y la evolución del organismo,
a destinos más altos y más productivos.
Está bien que reformemos. Esa es una tendencia laudable;
pero antes que a la ley conviene reformar al individuo, que de
viejo dijo el poeta "arrojar la cara importa, que el espejo no
hay de qué".
v
Cuando hay revolución en el país, los intelectuales, los periodistas,
la gente que ha estudiado en libros, pero que no ha

234 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
escarbado en las entrañas de la historia inédita, se pregunta,
asombrada: "¿Pero qué nueva locura es esta? ¿Contra quién se
alzan en armas? ¿Dónde están los ultrajes a la ley, reivindicables
por la guerra? ¿Qué ha hecho el gobierno?" Yen efecto,
el gobierno nada malo ha hecho. Ha sido, tal vez, cuando la
revolución ocurre, el menos malo de todos.
Pero no se les ocurre a los pensadores con radio pretérito
de seis meses a lo más que esos estallidos violentos, convulsivos
como ahora dicen, no van contra talo cual gobierno. Van
contra el régimen colonial que siempre ha imperado en este
país con brevísimas soluciones de continuidad. Un gobierno
es legalmente bueno si se circunscribe a la ley ya las costumbres;
pero si esa ley y esas costumbres son malas el gobierno
no puede resultar moralmente bueno, y el pueblo, aunque
sea esencialmente deficiente, aspira, como todo el mundo, a
lo mejor.
Estos fenómenos sociológicos son de una complejidad muy
curiosa. Aparece una causa, la violencia, por ejemplo. Perdura,
y su efecto en la nerviosidad del pueblo se torna en causa
que actúa enérgicamente aún después de eliminada la causa
original que la generó. Un pueblo educado en la violencia
continúa siendo violento e impaciente aún después de modificada
la defectuosa educación. Es el atavismo quien obra entonces,
gracias a la modificación cerebral orgánica que ha
producido con su perduración durante varias generaciones.
En Zootecnia se sabe que bastan nueve generaciones de un
animal cualquiera para fijar y hacer transmisibles por herencia
fisiológica las cualidades del progenitor.
Por eso yo no creo responsables de revolución alguna a
quienes la organizan y dirigen. Son manojos de nervios, infelices
ambiciosos e impresionables en quienes, al través de muchas
generaciones, trasmigran las almas de Roldán y el Padre
Boyl, los precursores de nuestro insurreccionalismo, y los
convierten en la cumbre de esa cordillera de descontento del
cual el régimen social, político y educacionista del país llena
nuestros biberones desde que nacemos. El pueblo es y ha si-

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 235
do masa revolucionaria, y los directores guías inconscientes
que van, muchas veces a pesar suyo, conduciendo el colérico
rebaño hacia el abismo.
No hay verdaderos revolucionarios. Hay un pueblo al cual
se le ha hecho ya instinto la rebelión contra un régimen que
le arruina intelectual, moral y económicamente. ¡Y todavía
no hay gobierno que reaccione contra ese régimen!...
* * *
No quiero decir, ni creo que me lo atribuyan, que la acción
revolucionaria no debe ser combatida. A lo que voy es a que
debe ser combatida eficazmente. Si a un campo de cactus lo
atacan picando las plantas solamente, cada penca se convertirá
en una nueva mata que hará más dificil la operación al año
siguiente. Lo sabio es arar y abonar la tierra, adecuándola así
a una producción más útil y lucrativa que la del cactus. Cuando
después de esa operación sembramos plantas económicas
la tuna desaparece para siempre.
Así con nuestra política. Combatamos la revolución. Pero
no nos sentemos sobre los laureles. Tan pronto como vencida
saquemos al sol las raíces de ellas, las causas, el nefasto régimen,
el suicida coloniaje, que es el responsable de todo nuestro
convulsionismo. o perdamos el tiempo en combatir tan
solo los efectos. Mientras haya cau;sas los efectos se reproducirán
interminablemente. Tanto valdría pretender que la simiente
confiada a las entrañas de la tierra no germine ni crezca
ni si se multiplique.
VI
Al hablar de la necesidad de escuelas en los campos como
base de la redención nacional no quise referirme a las escuelas
primarias o semi-primarias al uso en casi todo el mundo.
Este es todavía país de misiones, de misiones laicas, por su-

236 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
puesto, y no es de trascendencia para el Estado que el campesino
aprenda solamente a leer, escribir y contar. Eso no conduce
a parte alguna, y si lleva, es a muy corta distancia.
Creo que el país no produce todavía el profesor rural que
necesita, el hombre de conocimientos generales, con bastante
especialidad en la sociología, que enseñe a los individuos
a constituir verdadera sociedad civilizada y progresiva. Por
eso el maestro del campo puede ser un profesor cualql,liera
que abra al entendimiento esas reducidas gateras que se llaman
leer, escribir y contar. Pero cada común debe nombrar
un misionero laico con el encargo de dar periódicamente en
cada escuela campesina conferencias explicando los deberes
y los derechos de cada ciudadano y todos los demás detalles
de la vida civilizada.
Cuatrocientos años de esclavitud intelectual y civil pesan
sobre el cerebro de nuestro campesino, y sólo la omnipotente
palanca de una educación cívica intensiva y extensiva pueden
redimir ese cerebro de la montaña que lo aplasta.
Porque el pueblo dominicano, sobre todo el campesino,
no ha salido aún de la más tenebrosa esclavitud. Los gobiernos
entregan el rebaño rural a la más sórdida y canallesca explotación.,de
autoridades sin sueldo que con arbitrariedades y
abusos se constituyen una buena renta que paga irremisiblemente
el campesino. Una prueba de que es así la suministra
el afán con que es solicitado el cargo de alcalde pedáneo, sin
sueldo y con una serie de servicios siempre penosos y, en muchos
casos, peligrosos para la vida del empleado.
Pero un alcalde pedáneo, o un inspector, son los señores
feudales de la sección, señores de horca y cuchillo, con el derecho
de pernada, y árbitros de la hacienda de los infelices
campesinos. Yo conozco, cada día repetidas, historias como
esta: a un varón campesino adolescente el alcalde le corrompe
la madre, sin que eso apareje perjuicios ni responsabilidades
para la autoridad. Transcurre el tiempo, el muchacho se
hace hombre, se casa o se aplaza, y el alcalde que ha sucedido
al anterior le corrompe la mujer. Nacen hijos e hijas, suyos

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 237
o del alcalde, y entonces otro alcalde que ha surgido de una
insurrección le hace grávidas las hijas y le recluta los hijos para
soldados, exigiendo una redención en metálico o en animales
de crianza, y si no losjóvenes son amarrados y enviados
a la Fortaleza. El pobre padre, que ya va para viejo, por no
perder sus hijos, entrega al tiranuelo rural las vacas, burros y
cerdos que posee y no se queda con más crianza que los netezuelos
que le ha dado el alcalde en su erotismo amenazante
con las hijas de la víctima.
Otro caso de frecuentísima ocurrencia en casi todas las
grandes explotaciones rurales es el abuso de autoridad y de
pseudojusticia de las mandones policiales. Hayjefes de éstos
que cobran a su beneficio, por concepto de multas arbitrarias
que imponen a los braceros todas las semanas, un veinte
por ciento de losjornales que pagan las fincas. Que apareció
una mata anual cortada, un peso de milita al bracero que
más cerca sea encontrado; que el trabajo no está bien hecho,
a juicio del jefe, un peso de milita a cada trabajador; que nó
vino temprano a la obra, milita; que lo hizo bien, milita. La
cuestión es militarlo siempre para que el jefe pueda retirarse
con un capitalito.
¿Habrá esperanza de redención mientras no se ataque en
sus cimientos esa obra de relajación disolvente que pervierte
el alma campesina desde que nace hasta que llega su última
hora?
¿Se puede en moral, en equidad, ·esperar que el campesino
no odie instintivamente una organización social que lo convierte
en eterno esclavo de jefezuelos bestiales que le arrebatan
la honra, los bienes, la vida, sin sanción ni responsabilidad?
¿Se tiene derecho a esperar que no sea siempre instrumento
revolucionario?
¿Hay otro medio de corregir esos odiosos males que denigran
nuestra patria que mejorar la intelectualidad y la moral
de esas masas campesinas de las cuales se ha de extraer el alcalde
pedáneo y el inspector?
Conviene mejorar el pacto fundamental; pero más urgen-

238 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
te todavía es mejorar la constitución del cerebro de las masas
campesinas dominicanas. Porque el ciudadano del campo
cree que la Providencia es quien le ha sometido a la férula
del tiranuelo, y el tiranuelo, bajo el peso de las tradiciones
nacionales, tiene en su ánimo y en su conciencia que cuando
viola, saquea y mata está ejerciendo un derecho divino incontestable.
Listín Diario,
11, 13, 16, 18, 22
Y30 de octubre de 1913.

240 JOSÉ RAi\1Ó LÓPEZ
Los Estados Unidos de México tienen 18,000,000 de habitantes
en 1,237,538 kilómetros cuadrados, con una capital de
471,066 habitantes. Resulta, pues, un capitaleño por cada
389,99 habitantes del país y 2 1/2 kilómetros de territorio nacional
por cada capitaleño. uestra capital tiene, por lo mismo,
ventaja proporcional, sólo proporcional, sobre la mexicana.
Pero México es la única capital latino-americana a la cual
aventajamos. Chile, en una extensión de 496,161 kilómetros
cuadrados, contiene 2,712,145 habitantes, con una capital de
256,000 vecinos. La proporción es de 1 capitaleño por cada
103,5 habitantes del país y un capitaleño también por cada
124,25 kilómetros de extensión total.
La Argentina mide 1,832,000 kilómetros cuadrado con
7,500,000 habitantes y una capital de 1,500,000 vecinos. Por
cada 5 argentinos 1 vive en la capital y cada 1,222,15 kilómetros
corresponde un capitaleño.
Bolivia tiene 1,134,516 kilómetros cuadrados, con 1,816,271
habitantes y una capital de 445,618 pobladores. Corresponde,
pues, 1 capitaleño a cada 5 habitantes de la República, y por
cada 254 kilómetros hay un habitante de la capital.
Como la isla de Cuba no es superior, sino inferior, en fertilidad
a la República Dominicana, no sería pretensión, sino
justificadIsima aspiración la de que tuviéramos una capital
igual, proporcionalmente, a La Habana. Como esa ciudad es
capital de un territorio de 67,185 kilómetros cuadrados y
cuenta con 236,000 vecinos, Santo Domingo, capital de un Estado
de 29,105 kilómetros, debía sumar hoy 102,236 vecinos,
que estarían así en idéntica proporción que los habitantes de
la isla hermana.
* * *
Pero eso no sucederá mientras no se tome gran empeño el
gobierno nacional abaratando la vida en la ciudad de Santo
Domingo, y fomentando en cuanto sea posible el desarrollo
urbano.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO 11: 1909-1916) 241
La Economía Política en boga todavía en el país es la ciencia
oficial del siglo pasado. Todavía priva el laisez faire, cruzándose
de brazos el Estado ante el productor y el consumidor, como
si cada uno de estos factores tuviera fuerza igual para la
lucha. Cada vez que el Estado prescinda de crear circunstancias
abaratadoras, el productor, que es capitalista y, por lo mismo,
el más fuerte, creará circunstancias encarecedoras, que le
permitirán encuerarse en la rutina secular y no mejorar y abaratar
la producción.
El alquiler de casas es crecidísimo. La causa: la escasez de
habitaciones para el número de habitantes de la ciudad. Perfectamente:
eso entra en lajurisdicción de la eterna ley de la
oferta y la demanda. Hay escasez de casas, pues los alquiler caros.
Pero de ahí no se desprende que el Estado y el ayuntamiento
se crucen de brazos y no tiendan a redimir al inquilino.
Al contrario. De ahí surge imperiosa, inaplazable, la obligación
de luchar porque se produzca el hecho contrario, el
de la oferta de casas que ha de redimir al inquilino. Fomentar
la construcción, ofrecer alicientes y facilidades, a fin de que
se recobre el equilibrio entre el número de habitantes y el de
casas disponibles.
Es indispensable que sea continuado el principio de ejecución
realizado en el gobierno de Cáceres. Entonces se trazó y
construyó la carretera de Gazcue hasta San Jerónimo. ¿Era
una carretera? Sí y no, porque más .que carretera es una calle
paralela a la Avenida Independencia, hasta el límite urbano
de la ciudad. Su efecto es fácil de comprobar. Ya es una linda
calle, con buenas casas de mampostería.
La obra debe ser continuada, trazando el plano de calles en
toda la región urbana del municipio capitaleño, y ordenando
que todas las construcciones se hagan de acuerdo con ese
plan. En él quedarían perfectamente ensanchados los ensanches
de Villa Francisca, de San Carlos, de Gazcue, y cuantos
más fueran organizados.
Al advenimiento de la paz el gobierno ayudaría a formar
las sociedades constructoras de casas pagaderas a plazos, pre-

242 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
vistas en una ley del Congreso, con las cuales sería fácil a todos
lQS vecinos hacerse propietarios.
Otra

No sabemos leer
El gobierno (Ejecutivo) y muchos de sus amigos protestaron
contra la venida de la Comisión de Mr. Wilson para observar
las elecciones.
Dicha comisión se limitó, como todos saben, a ejercer un
derecho acordado por la ley a cuantos imigran a la República
Dominicana: presenciar actos públicos como lo son las
elecciones.
Ahora el Sr. Sullivan representante de los Estados Unidos,
ha publicado unas declaraciones relacionadas con las elecciones
y, particularmente con la revolución sofocada poco ha; y
algunos amigos del gobierno refunfuñan también y desean
protestar contra las referidas declaraciones.
Eso carece de lógica y de unidad. El Sr. Sullivan medió, con
la aprobación del gobierno, en la capitulación de los revolucionarios,
y la obtuvo haciendo ofertas, a nombre del gobierno,
que fueron sancionadas por éste. Digo sancionadas porque
eran actos oficiales y no han sido, que yo sepa, desautorizados
en documento público. Entre esas ofertas figuraba la libertad
de elecciones y la de que los Estados Unidos harian cuanto estuviere
a su alcance por evitar la repetición de revoluciones.
Encabecé estas líneas con el título de No sabemos leer porque
aun cuando seamos alfabetos no comprendemos el sentido sociológico
de la segunda oferta. En los países civilizados, no se
cuenta con desbaratar revoluciones a tiros y a sablazos. El esta-
243

244 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
dista, el sociólogo entiende que evitar la repetición de revoluciones
es suprimir causas de revolución, es desarraigar todas las plantas
de tiranía, de anarquía, de injusticia y reemplazarlas ca? la
libertad, la ley, la equidad, la instrucción. No estamos en Mrica
ni en Oceanía. Vivimos en la tierra más céntrica de América,
y en el camino y casi a la entrada del Canal de Panamá.
Había, pues, que no solicitar o no aceptar la mediación del
gobierno de los Estados Unidos para terminar la revolución
del Cibao.
Aceptadas es necesario atenerse a todas sus consecuencias
lógicas y equitativas. El Ejecutivo americano gobierna a cien
millones de hombres. ¿Es razonable esperar que se presente
a servir de instrumento ridículo y afrentoso a un Ejecutivo
que manda a menos de setecientos mil hombres? No. Prometió
el yankee autorizado por el dominicano, que habría libertad
de sufragio y que se suprimirían causas de revolución, y el
deudor ha de pagar, porque si no el poderoso fiador tendría
que hacerse cargo de la deuda o quedar en ridículo ante el
mundo entero.
De manera que no tienen por qué protestar los amigos del
Ejecutivo contra las recientísimas declaraciones del Sr. Sullivan.
Son la consecuencia natural de la mediación anti-revolucionaria
y, además, están en forma correctísima.
Una noción rudimentarísima de diplomacia obligaba al Sr.
Sullivan a ser muy cortés con el Ejecutivo. Por eso le dice que
las elecciones han sido completamente libres y no tienen, en
eso, precedentes en el país. En seguida dice -y ahí es que está
la secuela lógica de la mediación- que quienes tengan motivos
de queja contra la libertad o legalidad de las elecciones
eleven su protesta al Congreso que se reunirá el 4 de enero próximo.
Terminan las declaraciones con un consejo que vale mucho
para los oposicionistas: que no levanten pendón revolucionario,
que no se alcen, que no se vayan al monte, porque se perjudicarán.
Entre líneas se lee; ¿para qué guerra, si ustedes están
garantizados en la lucha cívica, en el Congreso, que suprimirá
causas de revolución?

¿Existen todavía los colegios electorales?
Hay todavía alguna gente, entre ella el Poder Ejecutivo,
puesto que ha pedido a cada gobernación la lista de electores
de la Provincia que cree en la existencia legal de los colegios
electorales.
Cuando eso supe consulté la Constitución y la ley electoral,
pregunté a algunos abogados competentes y el resultado de
esas investigaciones es este:
La Constitución de 1908 en vigor dice en la segunda de sus
disposiciones transitorias: "En los días lro. y 2do. de mayo se
reunirán las Asambleas Primarias para nombrar los colegios
electorales sujetándose en esta elección, a lo preceptuado por el
artículo 79 de la Constitución del 9 de septiembre de 1907, en
cuanto al número de electores y a la división política que aquella determina".
Yen el párrafo segundo de la misma disposición 2da. agrega.
"-Para el próximo período serán electos conforme a las
leyes vigentes".
y de ahí se deduce, como natural fruto, el comentariQ siguiente:
en primer término, cuando el Constituyente sujeta a
los colegios electorales a la Constitución de 1907, es decir, a
la derogada, tiene el cuidado de singularizar, y lo hace claramente,
expresando que será tan solo en cuanto respecta al
número de electores, etc., mientras que en el párrafo segundo,
cuando los somete a las leyes vigentes, no distingue.
247

248 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Esa ley vigente entonces y vigente todavía, es la ley electoral,
cuyo artículo 22 establece que el período funcional de los
electores se limita a cuatro años.
Infantil sería alegar que en la misma Constitución de 1908
se dispone que el período de existencia de los colegios electorales
se extiende a seis años. La segunda disposición transitoria
y su párrafo citado constituyen una ley de excepción que
deroga, por un tiempo expreso, el principio general sentado
en otra parte de la Carta Fundamental. Luego: los últimos colegios
electorales elegidos en la República lo fueron por cuatro
años y, por lo mismo, desde mayo de 1912 terminó su mandato
y dejaron legalmente de existir.
Fijense bien todos los ciudadanos dominicanos en que esa
disposición transitoria de la Constitución de 1908 ha considerado
únicamente una elección determinada, excluyéndola de las
reglas generales y estables fijadas para las elecciones similares
subsiguientes. La disposición transitoria, repito, es derogativa,
por un tiempo limitado, de la regla constitucional votada
para regir después que se extinguiera el término de la ley de
excepción.
El motivo de esa disposición del Constituyente fue que entre
las reformas dignas de aplauso introducidas en la Constitución
actual se cuenta la de la formación del censo para determinar
por él el cociente electoral, necesario para que sea
calificable de bueno un sistema de elección en el cual se aspire
a consagrar la voluntad de la mayoría del pueblo. Yes natural
que, en miras de que esos coÍegios que escogen los funcionarios
de dos de los Poderes del Estado pudiesen constituirse
dentro de un tiempo razonable, de acuerdo con esa
mejora, el constituyente de 1908 dejase a los que habían de
constituirse inmediatamente después de promulgada la Constitución
sujetos, en su duración, al sistema de la ley electoral
de 1882, a fin de que en el más breve lapso recogiese la República
los beneficios de la innovación.
No hay, pues, colegios electorales desde 1912, año en que cesaron
de existir legalmente los nombrados en mayo de 1908.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 249
Si no es dictada oportunamente la nueva Constitución, el
13 de abril de 1914, fecha en que termina, por la ley, el gobierno
actual interino, el Congreso Nacional, en acatamiento
al artículo 2 y el 35, en su párrafo 32, de la Constitución vigente,
habrá debido elegir al Presidente interino entrante, a
fin de que no quede acéfalo el gobierno, establecida, como
forma de organización legal, la anarquía, es decir, la carencia
de gobierno.
Listín Diario,
21 de enero de 1914.

El mensaje presidencial
El Poder Ejecutivo de la República ha dirigido, con fecha 20
del corriente, un mensaje al Senado pidiéndole, en resumen,
que renuncie a su capacidad constitucional de tener iniciativa
en la formación de las leyes durante las reuniones extraordinarias,
realizadas por convocatoria del Poder Ejecutivo.
Invoca, entre otras de igual peso, las siguientes razones en
pro de su criterio: "conforme a la práctica de todos los Cuerpos
Legisladores, y de la tradición constante e invariable de la
República, el Congreso Nacional sólo puede ventilar y resolver
las cuestiones que han sido el objeto único y especial de
la convocatoria, especificados en el decreto dado para reunir- .
lo, o en la forma en que se las presente el poder competente
para convocarlo."
Con todo el respeto que me merece el Poder Ejecutivo, declaro
que extraño que en la República Dominicana haya
quien invoque, contra el texto constitucional la práctica y la
tradición. Entre las primeras lecciones que enseñan a los estudiantes
de primer año de Derecho Civil está la de que los Códigos
de Napoleón fueron dictados para convertir en un solo
cuerpo de derecho el Derecho romano antiguo y las costumbres
de las diversas regiones francesas. Desde entonces no
se puede invocar en Francia ni en pueblo alguno de los que
han adoptado la legislación de aquel país la práctica ni la tradición.
Sólo se invoca el derecho positivo, la ley escrita y vigen-
251

252 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
te. Las costumbres, la práctica, la tradición, carecen absolutamente
de fuerza legal. Mucho más cuando se pueda alegar
contra ellas este principio de jurisprudencia: los malos precedentes
no constituyen precedente.
He estudiado detenidamente las tres últimas constituciones
dominicanas: la de 1896, bajo el régimen del general
Heureaux; la de 1907, y la de 1908, que es la vigente. En ninguna
he encontrado que le esté prohibido al Congreso votar
leyes de su propia iniciativa en las reuniones extraordinarias.
En cambio las tres dicen que el poder encargado de dictar leyes
a la República es el Congreso. Canon constitucional es
también que lo que no está prohibido está permitido.
y de uso conveniente ahora para el Ejecutivo encuentro esta
orden del artículo 2do., de la Constitución: "los encargados
de los poderes son responsables y no pueden delegar sus atribuciones,
las cuales son únicamente las determinadas por esta
Constitución. "
Todavía fuese posible hacer valer contra el texto constitucional
esas baratijas de la práctica y de la tradición no sería el
Poder Ejecutivo el capacitado para hacerlo, sino la Suprema
Corte deJusticia, encargada, por el número 5 del artículo 63
de la Constitución vigente, de "decidir", en último recurso, sobre
la constitucionalidad de las leyes, decretos y reglamentos"
cuando sean materia de controversiajudicial entre partes.
No creo, pues, que el Poder Ejecutivo tenga razón alguna
en su mensaje del 21 de enero. La Constitución no desposee
al Congreso de su derecho de iniciativa en las reuniones extraordinarias,
y no es invocando la práctica y la tradición como
puede restringirlo el Poder Ejecutivo en un país de derecho
positivo.
El Radical,
29 de enero de 1914.

254 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
por y para el pueblo. Así mismo se encuentra el dicho en el
Mensaje de Monroe al Congreso en 1820, y en una decisión
del CheffJustice Marshall de los Estados Unidos, en 1819.
La frase ha hecho, pues, fortuna, conservándose fresca y
original al través de más de dos mil años. Ylleva trazas de conservarse
aún mucho tiempo, pues sólo se gastan los principios
cuando son muy usados, y aquí, de verdadera democracia" no
hay más que lo que algunos han leído y piden mientras no tienen
propicia ocasión de practicarlo. Ahora, como en muchas
ocasiones pasadas, la organización pública es una verdadera
oligarquía, cuando no torna descaradamente en autocracia.
El Radical,
14 de marzo de 1914.

256 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
no aquél con éste. Por otra parte, yo he visto una carta de Álvarez
a Velázquez en la cual se desprende que ya no mediaban
entre ambos compromisos políticos.
Recientisimamente Velázquez ha sido sometido a laJusticia
y, si la hay, será en breve libertado, a menos que le pase lo que
al general Ramón Batista.
***
En estas condiciones, del análisis de la situación, resulta:
Velázquez, a su paso por la Secretaría de Estado de Hacienda
y Comercio dejó plenamente demostrado que es el hombre
más eficaz y competente a quien ha sido confiada esa cartera:
un verdadero economista y estadista.
Faltábale únicamente la consagración que dan las persecuciones
injustas. Ya ia tiene. El pueblo sabe hoy que ese hombre
en el poder da prosperidad al país y que en la desgracia
es maestro de decoro y de perseverancia.
Las persecuciones violentas no pueden perdurar ya en el
país, y en todos los tiempos y en todos los lugares el perseguido
de hoyes el soberano de mañana. Velázquez está ya en sazón
para sus amigos, porque sus enemigos no desperdician
ocasión de cometer errores y cada error de esos magnifica y
abrillanta a Velázquez.
No ha habido, pues época más propicia para perseverar en
la lucha cívica. Todo está maduro para ella y no hay que temer
que, a la postre, represente un fracaso. Aquí todo lo bueno
ha fracasado porque jamás hemos hecho ensayo que no
fuera incompleto. Libertad, a medias; progreso, a medias, civilismo,
a medias. Y no hay en este mundo cosa tan falsa como
la mitad de la verdad.
Continuemos la lucha cívica con más entusiasmo, si cabe,
que antes. Arranquemos, con el civilismo, los cuatro siglos de
vergonzosa opresión que gravitan sobre el alma dominicana.
Restaurémosla curándola de las atrofias que esa criminal presión
ha determinado en ella.

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 257
Las prisiones ilegales, la persecución infundada, las violencias
del Poder, lejos de diezmar nuestras filas, las han centuplicado.
Ahora somos más fuertes que nunca y nuestros destinos
están en nuestras manos. Hagamoslos dignos del'espíritu
de los grandes patriotas que han florecido en esta tierra.
Santo Domingo, enero 5 de 1914.
El Radical,
6 de junio de 1914.

El civilismo
Casi todas las personas dominicanas que oyen pronunciar
la palabra civilismo la consideran expresión de una idea agresiva
al Ejército; y tal interpretación es cuanto puede darse de
errado y de falso.
La vida del Estado, de la sociedad en todas partes, es eminentemente
civil. Cuantas manifestaciones de iniciativa, de
energía, de actividad social se realizan son civilistas porque
sólo hay vida, dicha y prosperidad en lo que es fecundo;
nunca en lo que destruye y mata. El Ejército mismo es una
de las manifestaciones del civilismo, puesto que ha sido
creado por la sociedad civil para su resguardo y garantía,
para que la proteja contra las agresiones injustas de la neurastenia
colectiva.
Se entiende por civilismo no la idea supresora del Ejército,
no la negación de la eficacia de los servicios que éste
presta a la sociedad, sino la organización del Estado teniendo
en cuenta todos los derechos, todas las necesidades biológicas
y económicas del hombre, muchas de las cuales,
principalmetne las que entrañan su libertad individual y su
facultad deliberativa, están suprimidas en la tropa porque
es cuerpo especializado para un servicio restringido y, como
cualquier otra especialización, no se obtiene sino con
detrimento de las demás facultades, a expensas de ellas,
que quedan aniquiládas.
259

260 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
El civilismo proclama, como necesidad de él, el mantenimiento
del Ejército; pero ese Ejército es sólo para defender a
la sociedad, y el espíritu de él, el espíritu militarista, la legislación
férrea que hace de él una poderosa arma de combate,
no debe infiltrarse en la sociedad civil, porque crearía un ambiente
adverso a la vida humana, haciéndola intolerable para
cada uno. La naturaleza humana necesita, para su funcionamiento
normal, toda la libertad de que es suceptible su organismo,
y si se militarizan los ayuntamientos, si se militarIza la
Justicia, si se militariza la vida campesina, el país se hará inhabilitado,
e irá de mal en peor cada día, como ha venido aconteciendo
hasta ahora.
El civilismo lo que busca es hacer una verdad práctica de esta
máxima: "un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar'. Es
decir: la sociedad con todas sus libertades, con todas las iniciativas
que la fecunda y que determinan su incesante progreso,
aumentando siempre la intensidad de su vida. El Ejército,
rodeado de aprecio y de prestigio por la eficacia con que garantiza
a la sociedad civil, ampliamente lucrado en retribución
y en honores como premio a la gran utilidad social que
representa.
La verdad es que el civilismo no conviene tan solo a la sociedad,
pues más que a ella aprovecha al Ejército. En todos
los órdenes de la vida es una verdad la doctrina económica de
que "la abundancia rebaja el valor de las cosas y la escasez lo
aumenta". Donde todo esté militarizado, donde hasta el regidor
sea un oficial más o menos sin presillas, tiene que rendir
poco el militarismo, porque todos los habitantes de la República
se harán unos a otros la competencia en materia de militarismo.
Donde la vida militar, la idea militarista esté recluida
a la tropa de línea, a los cuarteles bien organizados, los militares
valdrán mucho, porque subirá su precio al igual de todo
lo que escasea.
Civilismo no es, pues, una idea antagónica al Ejército sino
al contrario, una doctrina dentro de la cual ocupa el militarismo
un puesto muy distinguido. Lo que quiere el civilismo es

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 261
que, como en todos los países civilizados, estén aquí los institutos
armados para la garantía de las instituciones civiles y no
-como en los países bárbaros- las instituciones civiles supeditadas
por los institutos armados.
Listín Diario,
18 de septiembre de 1914.

DeI momento
Política no es desenfreno de pasiones, hostilidad ciega sin
más objeto que el deporte agresivo. Política es ciencia de intereses
morales y materiales de la sociedad, y su administración
es obra de sabiduría serena, perfectamente equilibrados el corazón
y la cabeza para que ninguno de los dos peIjudique ni
traicione. Política en la cual haya simpatías o antipatías como
fuerzas propulsoras no es política ni cosa parecida, sino una
guerra brava en la que los intereses sociales quedan destruidos.
* * *
La política es el mar, con sus abismos y sus marejadas. Los
partidos, es decir, los diferentes intereses sociales, se encaraman
sobre sendas olas, y ellas los llevan y los traen, los acercan
o los alejan según la dirección,del viento que, en política,
es el interés prevaleciente.
* * *
En política se debe estar siempre listo a un avenimiento
con quien mejor convenga, teniendo a la vista los intereses
materiales y los intereses morales.
* * *
263

264 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Las exclusiones en política son arbitrarias y, por lo mismo,
injustas. A quien la ley no excluye los partidos no tienen derecho
a excomulgarlo del ejercicio de la ciudadanía. Fulano
es miembro de un partido caído. ¿Hay sentencia que le prive
de sus derechos civiles y políticos? No. Pues que vote y firme
y haga cuanto le plazca. ¿Está subjúdice, o condenado?
Sí. Pues entonces, aunque pertenezca al partido gobernante,
que no vote, ni firme, ni sea aceptado en partido alguno.
* * *
Hay quienes tienen un criterio centro-africano, en política.
Puesto que los velazquistas son civílistas pacifistas y no pelearon
en la guerra civil, guerra contra los dominicanos, carecen
de derecho a empleos y a gobierno.
Para esos caballeros la República Dominicana es un país conquistado
por ellos. Romanos que tomaron a Cartago (léase velazquistas)
y han pronunciado el terrible Delenda de Catón.
¡Pues gran delito es el de no haber matado gente, el de no
haber destruido riqueza, el de no haber mermado la soberanía
nacional!
Es justo. Los que no han surtido los cementerios, ni creado
viudeces'ni orfandades, no pueden dirigir la sociedad.
Es crimen tratar de establecer el orden en un país que nos
están quitando por desordenadores.
Listín Diario,
15 de octubre de 1914.
-

La cuestión
El pueblo dominicano, tan inteligente, quizás por serlo es
fácilmente inducido a errores. Tiene un sistema nervioso excesivamente
sensible, y de ahí que con poco esfuerzo lo impresionen
y lo sugestionen.
Ahora han logrado, con triquiñuelas infantiles, sacarlo de
la cuestión. El asunto que se debate es la trasmisión del poder.
Pues bien: en torno a eso, con bombo y platillos como un
anuncio del Apolo, han encandilado al pueblo con el qUorUm,
con la demanda de recusación ante la Suprema Corte deJusticia
y con el juramento.
Yes preciso que todos los dominicanos se fijen, para afir-·
mar sus convicciones, en que sólo hay en esto una cuestión
principal: la trasmisión del poder. Las demás son cuestiones
accesorias, de tan secundaria importancia que ningún hombre
serio puede equipararlas a la primera.
Si estamos dentro de un régimen dictatorial toda fórmula
solemne huelga. El interés prevaleciente es uno solo: entrar
en la constitucionalidad.
Si estamos ya dentro de la constitucionalidad, si hay la República
democrática, es preciso cumplir el artículo 2 del Pacto
Fundamental que establece un Poder Ejecutivo entre las
otras funciones de poder.
No es posible continuar deliberadamente en la anarquía,
en la carencia de gobierno, sean cuales fueren las leyes o dis-
265

266 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
posiciones secundarias en que pretendan apoyarse los que
han detenido, con pequeñísimo obstáculo, el carro de las instituciones.
La mayoría del pueblo dominicano, con 337 electores, ha
designado presidente a donjuan Isidro Jimenes, y es mucho
más respetable esa abrumadora mayoría de ciudadanos que
pide la trasmisión del poder, que la interpretación capciosa
de algunas fórmulas solemnes establecidas en la Ley.
No nos dejemos sacar de la cuestión: lo único que se debate
es la trasmisión del poder.
Listín Diario,
4 de diciembre de 1914.
-

Por esas calles...
Quien, como yo, anda por esas calles, olvidado de que tiene
boca y con todo el organismo vuelto orejas, oye cosas de
todos colores y de todos tamaños, porque abunda la gente sin
gobernalle, que se traza un buen plan para conseguir un objeto,
y en el camino se olvida del plan y se va descaradamente
al objeto.
Entre los caballeros que no atienden a la materia gris de su
cerebro, sino que piensan con la materia gris de la petaca ilimenticia,
los hay, en todos los bandos políticos, que sólo se
aconsejan con la violencia, muchas veces una mama de violencia
como las manías seniles que aparecen cuando el orga-o
nismo pierde la facultad de hacerlas efectivas.
Una opinión callejera gobiernista: ''La cuestión es no andarse
con cataplasmas y paños calientes. El que está abajo no es como
si permaneciera arriba. Mucho chicote, que el golpe enseña.
Libertades, garantías... eso se dice en el monte; pero cuando
se organiza un gobierno lo primero es mucha tropa, que
no hay píldoras de plomo o de cualquier otro metal pesado."
Una opinión callejera oposicionista: "Nos han robado el triunfo
y eso no se debe quedar así. Al monte, que nosotros somos
los machos de la República, el partido viril, el fuerte, el poderoso.
Amarguémosle la sopa al viejo. El trabajo para los débiles,
para los de destino manifiesto esclavo. Nosotros, a mandar,
que lo mejor es para el más fuerte. No faltaba más sino
267

268
JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
que dejáramos que quienes conocen el tacón de nuestra bota
se nos encaramen de sombrero. Los yankees antes que los bolos.
Yese Velázquez ... mal ramo de nuestro tronco... Con ese
hay que acabar. No nos resignemos. Quien se resigna confiesa
que merece su destino".
Una opinión callejera imparciat "La verdad es que a la República,
al pueblo sano y trabajador le importan poco estos bretes
de los partidos políticos. ¿Triunfó la Conjunción? Pues que
gobierne tranquilamente donjuan, que mientras más tranquilo
lo dejen más bien hará por el país y más pronto nos repondremos
los pacíficos de la devastación de las pasadas guerras.
Que hagan como quería don Horacio hacer cuando fracasó la
revolución de 1912 y fue electo Monseñor Nouel. Don Horacio
entonces, a principios de 1913, testigo de ello Fabio Fiallo,
solicitó del gobierno que le confiara las Obras Públicas, para
él colocar en trabajos de carreteras, puentes, ferrocarriles,
etc., a todos los héroes de la campaña. El gobierno no accedió,
porque no podía entregar la dirección y la administración de
los trabajos nacionales a un particular. Pero ahora es ministro
del ramo Velázquez, y no se negará a dar trabajo a quienes lo
soliciten. No será muy decorativo ver a un general heroico de
capataz en un camino en construcción; pero es preciso mejorar
de cohducta, y más vale doblar el lomo en el trabajo que
hacer reverencias de aspirantes a un empleo. Lo que el jefe
consideró bueno a principios de 1913 no es consecuente que
los tenientes lo juzguen malo al terminar 1914."
Otra opinión callejera: "Los gobiernos en toda la redondez de
la tierra, emplean a sus partidarios, porque dentro del partido
hay siempre todos los competentes necesarios para el
buen servicio de la cosa pública y, además, hay que corresponder
a los servicios previos prestados por los individuos de
buena voluntad. Por eso nadie tiene derecho a exigir ni esperar
empleos, ni a conservar posiciones adquiridas. A lo que
tiene derecho todo el mundo, y sólo puede negarlo un gobierno
estúpido y tiránico, es a las garantías legales, a las libertades,
a los derechos biológicos y económicos. Todo el mun-
---

El espíritu de la época
El espíritu de la Ciencia, iluminando la política, determinó
que en el caos producido por el desmenuzamiento partidarista
se iniciara la creación,juntando dos pedazos para hacer de
ellos un bloque más sólido y voluminoso que los demás que
rodaban en el caos.
Con el sencillo hecho de esa unión se obtuvo el grandioso
resultado del triunfo. En los países democráticos no se necesita
otra cosa para la victoria. Ser más es cuanto exige el éxito
para otorgar su corona de laureles.
Pero cuando se ha triunfado no se ha concluido todavía la
lucha. Conservar requiere siempre más y mejores condiciones
que adquirir. Juntos, compactos, homogéneos fueron los
actuales vencedores a la pelea, y si no se mantienen dentro de
ese mismo régimen la democracia, que por más voluminosos
los encaramó en la cima, los precipiJ:ará a la sima al verlos más
pequeños por la disgregación de sus moléculas.
Porque lo q:y.e asoma hoy, todavía vergonzante, pero no por
eso menos asomada, no es la separación de los dos partidos conjuncionados,
los cuales se mantienen compactos por la honradez
y la inteligencia de sus jefes, sino la disgregación molecular
de uno de los bloques, en el cual hacen de reactivo disolvente
las impaciencias ambiciosas, la falta de instinto modernista, que
impulsa a adoptar rutinas ya arcaicas, desacreditadas por los hechos
perniciosos, contraproducentes que siempre generaron.
271

272 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Lo científico, lo fuerte y poderoso es estrechar filas moralmente,
compactarse, de espíritu sobre todo. El enemigo está
ahí, al frente, con armas amenazadoras. Desde el triunfo del
gobierno actual ha mejorado de conducta y de sistema. Ya no
va cerrilmente a los campos de batalla a hacerse matar estérilmente.
Ahora se organiza y proyecta aceptar el combate en el
terreno a que lo han llevado: al civilismo. En las Cámaras su
oposición tiene ya principio de organización y ha demostrado
que es luchadora y respetable. En la prensa los mejores
plumarios del partido allegan recursos para levantar baluartes
desde los cuales tratarán de tomar, no ciudadelas militares,
sino la dispensadora del triunfo, la omnipotente ciudadela
de la opinión pública. El enemigo que se yergue ahora
frente a la Conjunción no es despreciable. Armado del fusil,
como estaba, sus días eran contados. Armado de las ideas,
combatiendo dentro del civilismo, hay que ponerle atención,
o peligrar. Si la Conjunción es copulativa resulta inconmovible.
Si la convierten en adversativa no habrá seguridad de
conservar para ninguno de sus actuales componentes.
* * *
Yante:esa situación, ¿qué hacen y qué harán los conjuncionistas?
Hasta ahora -por lo que se ve y por lo que se adivina- algunos
de ellos están haciendo, o preparándose a hacer, lo que
fue siempre ruina de sus adversarios: la indisciplina, la anarquía,
que llevó siempre las colectividades a la ruina.
* * *
En cuanto a lo que van a hacer es deseable que sea esto
Que renuncien a hacer política hábily hagan buen gobierno.
Un político en el poder se olvida, con lamentable'frecuencia,
que la suma de autoridad delegada por el pueblo en el
hombre prestigioso no es para utilizarla en su personal prove-
-

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 273
cho, sino para que sea útil a la colectividad. Salta, brinca, hace
gestos el político, pone trampas, cae en ellas el amigo que
le hace sombra, cae otro, caen muchos; y cuando el político
se ríe con la satisfacción del triunfo, llega el enemigo, encuentra
el poder sin sus naturales defensores, que han ido cayendo
sucesivamente en las trampas del político y, gracias a la
habilidad de éste, consigue una victoria fácil y barata en la cual
paga buen escote el armador de las trampas. Está visto nada
hay tan inhábil como la política hábiL Esa inquietud desorganizante
esos saltos esos brincos que la estulticiajuzga laboriosidad
inteligente, son suicidas. Lo peor es que matan también
a la colectividad.
Es que viven en una democracia y olvidan en qué ambiente
se encuentran. Es que buscan la solución victoriosa y, cegados
lo que persiguen es el expediente del éxito tumultuosos
y transitorio. En una democracia no se puede obtener solución
sólida sino captándose el favor de la opinión pública. Sólo
ella tiene en sus entrañas el poderío, la dominación. Fulano
es fuerte, Zutano arrastra gente; y en nuestra consuetudinaria
ceguera que nos induce a tomar el símbolo por la cosa,
creemos que el poder reside en Fulano y en Zutano. No. Eso
es un error que cuesta caro. Fulano y Zutano son poderosos
en tanto que representen pueblo; pero si intrigan, si indisciplinan,
si se convierten en elementos nocivos a la comunidad,
por disolventes, el pueblo les retira la fuerza, les niega la representación
y quedan en el abismo de las aspiraciones fracasas.
Una situación política, si quiere ser poderosa y perdurar
en el gobierno no debe pactar con la gota de lluvia: el prestigioso,
sino con la nube contentiva de la lluvia: con la democracia
con el pueblo.
* * *
No corramos detrás de la sombra de las ideas. Vayamos a la
idea misma. ¿Se quiere perdurar arriba? Pues no limitemos
nuestra acción a agarrarnos. Mayor seguridad da el fortificar

274 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
esa cumbre, el fabricarle barandas para no correr el peligro de
despeñarla. ¿Hay el empeño de gobernar? Pues fuera la política
hábil que, en resumidas cuentas, no es sino una ridícula bufonada.
Hagamos buen gobierno, que como se asegura el amor
del pueblo no es engañándolo con actitudes, con poses eminentemente
ridículas, sino con actos que se traduzcan inmediatamente
en provecho visible y tangible para la comunidad.
Listín Diario,
30 de diciembre de 1914.

Lo que dicen por ahí
EN LA PLAZA CATEDRAL
-Indudablemente, estos velazquistas son peligrosos. Ahí
los tiene usted en el monte, sacrificando inútilmente vidas
que no debían ser cortadas.
-¿Vidas? Pero si no han peleado...
-Bueno. No habrán matado gente; pero ya quisiera yo las
vacas, cerdos y gallinas que se han comido. Yno diga usted nada
de los plátanos. Por millares... Créalo. En siendo civilistas
son más perniciosos que la peste bubónica.
EN SAN MIGUEL
-Trabajo le doy a Velázquez para quedarse en el Palacio
después que su gente se ha metido a sediciosa. ¡Ahí andan
que ni los leones!...
-Pero bien, ¿quiénes gobiernan ahora: los conjuncionistas
o los horacistas?
-Miren qué pregunta. ¿Quiénes han de ser sino los primeros
malditos?
-Pues entonces quienes los atacan no pueden ser ellos mismos.
Algunos individuos hubo que entraron en el velazquismo
durante las elecciones. Después del triunfo no les convi-
275

276 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
no el campamento civilista y se instalaron en el otro, desde
donde se le tira, en el monte, al conjuncionismo.
-¿Negará usted que eran velazquistas?
-De ninguna manera. Yo afirmo, al contrario, que eran velazquistas.
Lo que niego a pie juntillas es que lo sean actualmente.
-Eso es una sutileza.
-Más sutileza es creer que hay muros infranqueables entre
los partidos. Se pasa de uno a otro sin obstáculo. Fíjese usted,
para formar criterio, en la similitud aplastante que hay entre
la prédica de una parte de la prensa de... agresiones y la actitud
y las carabinas de los alzados. Assinus assinum fricat.
-Déjese usted de latines gringos y dígame qué cara pondrá
Velázquez.
-Hombre la que tiene, la única que ha tenido desde que
nació.
-Esto va mal.
-Sí, más que mal: peor; pero es para los que están abajo sin
mejorar de conducta. Porque lo que es bozal de pan de trigo
no se lo ponenJimenes ni Velázquez a persona nacida.
Cada cual que se rasque sus propias pulgas sin auxilio de
nadie.
¡Que ladren!...
Listín Diario,
15 de enero de 1915.

Lo que dicen por ahí
-¿Qué le parece lo de Azua, Simplícito? -me decía ayer don
Cascarrabias.- El gobierno se va a ver con el agua al cuello.
-Hombre, ¿y por qué?
-¡Oh! El pueblo se ha levantado en armas contra la autoridad,
y ya se ha peleado.
-¿Tiene usted la bondad, don Cascarrabias, de explicarme
por qué se ha levantado la gente que usted llama pueblo? .
-Demasiado sabe usted que es por el poco respeto del gobierno
a la sanción popular. El pueblo quiso la muerte de Cabo
Millo y lo mató. Eso es opinión pública libremente expre-.
sada con los hechos, y hay que respetarla.
-Pero, señor mío, entonces habría que respetar también a
los ladrones. Un robo es la libre expresión de la opinión del
ladrón. El asesinato de Cabo Millo no puede ser clasificado
honradamente ni siquiera como linchamiento. La mancha de
los Estados Unidos, que es la costumbre Lynch, no se practica
allá contra ciudadanos extraños a persecución de laJusticia.
Siempre linchan a un criminal contra el cual quieren más
pena que la que señala la ley que ya está actuando. El caso de
Cabo Millo es único, original, primero en los anales partidaristas
de la América.
-Pero, sea como fuere, Simplícito, el gobierno va a saber
cuántos son cinco!
277

278 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
-¿El gobierno?... ¿Acaso es contra el gobierno un alzamiento
contra la averiguación y el castigo de un asesinato? En todo
caso será contra el PoderJudicial. Por eso vi a Alvarez informándose
del precio del pasaje a Curazao.
-Chotee eso. De un momento a otro está sitiada la capital.
-Sí, es posible que la muerte de Cabo Millo tenga más trascendencia
que el naufragio del Seminole. Zenón está ahora sitiando...
a Puerto Rico.
-Usted se cabizbajará, de seguro, cuando lea el manifiesto.
-No necesito leerlo. Ya sé lo que dice, o lo que dirá.
-¿Cómo?
-Muy sencillo. No hay generación espontánea. El manifiesto
es hijo de la revolución. La revolución es contra el Código
Penal. Luego;... el manifiesto pedirá la reforma del Código
Penal o su abrogación absoluta. Para sanciones la que imponga
la opinión del pueblo de un partido.
Listín Diario,
15 de enero de 1915.

Lo que dicen por ahí
EN UNA REDACCIÓN:
-¡No hay duda! Ya el gobierno se envolvió en su manto empurpurado
con sangre de víctimas inocentes. Ya no hay Constitución.
Esto es una dictadura, una tiranía intolerable. Jimenes
debe caer, arrastrado por las calles como el último de los
criminales. Y ese Velázquez... ¡No se diga! Ese es un cofre
blanco, indígena de las selvas de Peña. Ese está demás. ¡Abajo
la tiranía! ¡Viva Carlota Corday! ¡Viva Bruto!
ENTRE IMPARCIALES
-¡Caramba, qué cañonazo!
-¿Cuál? ¿El de Catarey?
-Ese mismo.
-Hombre, ¿pero es usted capaz de celebrar ejecuciones ilegales?
-Yo las deploro, si es verdad que las hubo; pero lo que celebro
es la actitud del presidente ordenando la investigación
judicial del hecho antes de ser denunciado, cuando era un leve
y vago rumor. Aplaudo también la honrada y viril actuación
del juez Álvarez, que ordenó la detención del jefe de la
tropa gobiernista, rrlientras se averigua el caso.
279

280 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
-Ciertamente esa es casi una originalidad en el país. Meterse
a averiguar qué hicieron en el monte fuerzas armadas...
-Amigo, esa es una de las diferencias que hay entre los países
civilizados y los que no lo son. Los criminales pululan por
igual en las tierras civilizadas y en las salvajes. Más todavía: en
las tierras donde la civilización prevalece las flores del crimen
son más grandes, más adorantes, de más linda forma y coloración
más seductora. Pero mientras en la barbarie el crimen
viene de arriba, o cuando menos, queda impune, en lacivilización
lo escudriñan, lo castigan, mantienen siempre en ejercicio
la función de higiene social. La civilización puede decir,
y siempre dice: aún hayjueces en Berlín. Hay gobierno bueno
cuando se establece la sanción correspondiente. Es malo
cuando ampara el crimen.
Listín Diario,
23 de enero de 1915.

Nacional e internacional
1
Hay aquí mucha gente que cree que estamos frente a apocalípticos
problemas económicos.
Eso es un error. Ahora no asedian a la República sino problemas
financieros. No nos encontramos en una batalla campal.
El combate es de simples escaramuzas que no pueden degenerar
en desastre más que en el caso de que prevalezcan las
habilidades zorrunas sobre el criterio absolutamente intelectual
a que tenemos derecho.
La guerra europea, que a todo el mundo tiene a dos dedos
de la quiebra, a nosotros no nos ha afectado sino para mejorarnos
en lo económico, aunque financieramente nos haya
hecho perder el equilibrio.
Pero lo económico es fundame.ntal, estable, duradero. Lo
que a finanzas sólo atañe, es accidental, transitorio. No desflora,
siquiera, el fondo de la cuestión. Ylos pueblos sabios, si se
preocupan por el obstáculo de hoy, ensanchan su corazón y
lo elevan, si ven que orillado el breve obstáculo, el camino a
su frente se desenvuelve amplio, llano, desembarazado. La
cuestión es que no mengüen la serenidad ni el valor moral
necesarios para que la inteligencia obre de firme y enderece
todos sus esfuerzos al fin útil que se encuentra a pocos pasos
más allá del obstáculo.
281

ESCRITOS DISPERSOS (TOMO II: 1909-1916) 283
que nos autoriza a ser optimistas en lo que se refiere a ese grano.
Además, el consumo de chocolate, que forma parte de la
dieta del soldado europeo, ha aumentado, por lo cual tiene
que crecer el mercado. Algún funcionario nacional; mal informado,
ha escrito que Alemania era nuestro mayor comprador
de cacao, yeso es incierto. El más corpulento adquisidor
de ese nuestro grano es Estados Unidos, y como él suplantará
a Alemania en la provisión de chocolate, nos comprará el cacao
que nos compraba el imperio teutón, con la añadidura de
que lo está pagando a mejor precio.
Ganamos, pues, enormemente, a consecuencia de la guerra
europea, en nuestras dos más voluminosas industrias agrícolas.
En cuanto al tabaco, causa de la tremenda crisis que atraviesan
Santiago y Espaillat, y parte de otras provincias cibaeñas,
fue, indiscutiblemente, un gravísimo trastorno en 1914.
No había a quien venderle la cosecha, y el trabajo de un año
de la población rural quedaba improductivo, almacenado en
los ranchos campesinos o en los depósitos de los comerciantes
audaces que se atrevieron a comprar.
Pero ya el día alborea tras la tiniebla de la noche triste. Se
ha perdido el mercado alemán que nos extorsionaba comprando
el tabaco, un año a poco más del costo de producción
y el año siguiente a menos del costo, para surtir después, a
buen precio, a Francia, a España, a Italia ya las dos naciones
de la península escandinava. Pero Francia, parte por lo lucrativo
del negocio y parte también por hacer daño a Alemania,
ha hecho ya proposiciones de iniciar la adquisición del tabaco
dominicano con una compra de millón y medio de francos,
mientras de España hacen también proposiciones, y no
tardarán en hacerlas Italia, Suecia y Noruega.
Como ya hemos pasado, en tabaco, de la desventajosa posición
de la oferta a la estratégica de la demanda, no hay duda
posible: el precio será remunerador.
Ypara el corriente año de 1915, como compensación de las
amarguras tabacaleras de 1914, exportaremos, en vez de una,

286 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Enemigo de Inglaterra es enemigo vencido, porque hábilmente
lo enreda en dificultades con otros países y, cuando
menos se percate, el adversario está rodeado de enemigos. El
mundo entero, si es necesario, lo arma contra el imprudente
que no se somete a los intereses de ella. Napoleón I era un coloso
y la Inglaterra le azuzó el mundo europeo hasta que lo
destruyó en Waterloo. Rusia era una amenaza para el Indostán
inglés, y Albión le desató el imperio japonés, que le sacó
las castañas del fuego. Alemania era un peligro ahora, no sólo
industrial y comercial, sino también moral, y la coalición y
la guerra surgieron inesperadamente de las tinieblas en que
tenía metidas las manos la monarquía insular.
Cuando termine la guerra Franciay Rusia se verán obligadas
a continuar durante algún tiempo a partir un confite con los
ingleses. Pero andando el tiempo, los meses, quizás los años
(pocos), Francia se percatará de que la recobración de Alsacia
y de Lorena no compensa los daños de la hegemonía marítima
inglesa; y Rusia verá nuevamente frustrado el ideal nacional de
Pedro el Grande: no habrá llegado por Constantinopla, al mar
mediterráneo. Quedará rezongando en el mar Negro.
Pára esos tiempos ya a los Estados Unidos les será insoportable
la batuta inglesa en los mares, y como el Japón, aliado
de Inglaterra, se habrá mantenido mortificándolos en el Pacífico,
vendrá espontáneamente una aproximación franco-rusa-americana.
Preparados de un todo para la guerra, la guerra
vendrá, con la misma naturalidad que de la miseria salta
hambre, de la riqueza el lujo, y de toda otra causa la natural
consecuenCIa.
***
Entonces será cuando la situación de la República Dominicana
sea fundamentalmente mala.
Aparte el caso, aunque muy probable, de que nos veamos
convertidos en base naval de uno o de ambos beligerantes, y
me concreto al de quedarnos leal y efectivamente neutrales.

288 JOSÉ RAMÓN LÓPEZ
Pero, de más está decir que la iniciativa de ese pan-americanismo
político no corresponde a nosotros. Ha de partir de
los Estados Unidos o de alguna de las potencias australes de
América.
Ella vendrá, de seguro, porque el porvenir, ante la amenaza
de un aumento de fuerza de la reina y señora de los mares,
no puede ser más tenebroso.
Listín Diario,
6, 10 Y14 de abril de 1915.

Un impuesto imposible
En la Cámara de Diputados presentaron un proyecto de ley
estableciendo un impuesto de exportación sobre el azúcar, de
cinco centavos por quintal, y dicho proyecto sigue hasta ahora
el curso reglamentario.
Pero la Cámara tendrá que rechazarlo porque no solamente
es antieconórnico sino que evidentemente resulta antijurídico.
Es antieconómico porque la industria azucarera es aquí
una industria constructiva que fabrica provincias. Se