Clariná de Cuenca - amaranto Consultores
Clariná de Cuenca - amaranto Consultores
Clariná de Cuenca - amaranto Consultores
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
“santocristo” encima, por cierto a ninguno<br />
<strong>de</strong> los barrios le dio por echar a la<br />
Virgen encima <strong>de</strong> la tramoya.<br />
El tiempo, ese molesto inci<strong>de</strong>nte o<br />
acci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> nuestra vida, le dio por<br />
cumplir su misión principal, y las hojas<br />
<strong>de</strong>l calendario cayeron, ya mozalbetes,<br />
en los comienzos <strong>de</strong> la primavera mirábamos<br />
con envidia lo que luego supimos<br />
que era un honor, ser bancero. En este<br />
momento se hizo vivo el rifirrafe familiar,<br />
¡padre yo quiero horquilla!, ¡hijo ni<br />
hay dinero, ni es el momento!, ¡madre,<br />
convence a padre! Las lunas pasaron,<br />
otras llegaron, al fin el hombro supo la<br />
verdad <strong>de</strong> ocho horas <strong>de</strong> carga.<br />
Nadie nos explicó nada, todo era<br />
mirar, hacer y envidiar. No había floridos<br />
estandartes, no llegaba ninguna<br />
conferencia ni pregón, salvo el oficial,<br />
las velas al pie <strong>de</strong>l altar eran las mismas<br />
<strong>de</strong> siempre, nadie pensó en colgarse<br />
una medalla al cuello, ni ponerse una<br />
corbata para rezar. El cura, era el cura,<br />
vestía casulla morada, ciertamente algo<br />
vieja, sin emblemas y siempre nos <strong>de</strong>cía<br />
lo mismo: “Hijos míos, pensad que<br />
la única eternidad está en manos <strong>de</strong><br />
Dios, nuestro Jesús, nuestra Virgen, son<br />
imágenes para la reflexión y la conversión”.<br />
¡Jo<strong>de</strong>r con el cura! Nosotros que<br />
cifrábamos hasta el buscar novia, eso ni<br />
“temporal”, por aquello <strong>de</strong> la procesión,<br />
nos hundía el ten<strong>de</strong>rete.<br />
Todo seguía <strong>de</strong>sarrollándose sin<br />
alambiques ni florituras.<br />
Un día pasó y otro llegó.<br />
Vinieron los tiempos <strong>de</strong> mayor responsabilidad,<br />
las vocalías, la representación<br />
ante la Junta <strong>de</strong> Cofradías, incluso<br />
el ejercicio <strong>de</strong> la secretaría <strong>de</strong> la hermandad.<br />
¡Había tanto que hacer! Sujetar,<br />
evitar que nadie se nos fuera exclusivamente<br />
por los caminos <strong>de</strong> la tradición<br />
y la cultura. Por entonces pensábamos<br />
que el asunto era poner, algo tan íntimo<br />
“Hay que <strong>de</strong>svestir<br />
nuestra celebración<br />
<strong>de</strong> los adornos que<br />
últimamenre florecen<br />
como ababoles”<br />
como la fe, en la mismísima calle, ser<br />
catequistas <strong>de</strong> nuestra religión.<br />
Y por supuesto poner parches en los<br />
retablos, arreglar o cambiar las <strong>de</strong>svencijadas<br />
andas, discutir con el párroco, al<br />
que casi todo le parecía mal, a lo que<br />
había que añadir asuntos <strong>de</strong> mucha importancia<br />
como que el bocata para nuestra<br />
gente fuera gran<strong>de</strong> y jugoso, el vino<br />
que no faltara y el resoli en su correspondiente<br />
frasca.<br />
La historia es una sucesión <strong>de</strong> hechos<br />
concatenados, a los que hay que<br />
buscarles explicación atendiendo a los<br />
múltiples factores presentes en cada momento,<br />
es el porqué y la continuidad, la<br />
cimentación <strong>de</strong>l presente y el porvenir.<br />
Se equivocan quienes creen que lo anteriormente<br />
acontecido son cenizas que<br />
reposan en un mausoleo.<br />
La celebración <strong>de</strong> la Semana Santa<br />
en <strong>Cuenca</strong> es un hecho indiscutible,<br />
irrenunciable y ancestral <strong>de</strong>l patrimonio<br />
católico <strong>de</strong> la ciudad y <strong>de</strong> sus habitan-<br />
“Siempre las mejores<br />
palabras vienen <strong>de</strong><br />
gente sencilla, cargada<br />
<strong>de</strong> estudio y<br />
conocimiento”<br />
tes, aunque también es, siempre bajo el<br />
patrón que la <strong>de</strong>fine y le da sentido, un<br />
acto <strong>de</strong> práctica religiosa, también manifestación<br />
artística en el amplio abanico<br />
que el arte alberga, escultura, fotografía,<br />
pintura, música, literatura. Un acto<br />
cargado <strong>de</strong> convivencia, don<strong>de</strong> la sociología<br />
ya ha hincado el diente, tradición,<br />
respeto, obediencia.<br />
Por importantes que sean todas estas<br />
cuestiones transversales, no pue<strong>de</strong>n<br />
irrumpir ni obstaculizar, ni mucho menos<br />
apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong>l hecho primordial.<br />
Hay que <strong>de</strong>svestir nuestra celebración<br />
<strong>de</strong> los adornos que últimamente<br />
florecen como abeboles en los trigales.<br />
Hace la friolera <strong>de</strong> veinte años, Juan<br />
Pablo II, en su visita a Compostela <strong>de</strong>nunció<br />
la crisis que afectaba a la conciencia<br />
cristiana. Si <strong>de</strong> la vasija que<br />
contiene a Cristo y a la cultura que le<br />
ro<strong>de</strong>a, vamos mermando la presencia<br />
<strong>de</strong> Él, siempre con la buena voluntad <strong>de</strong><br />
“tenerlo más presente”, por aplicación<br />
<strong>de</strong> la física <strong>de</strong> fluidos, llegamos a que el<br />
espacio que mermamos <strong>de</strong> uno es inmediatamente<br />
ocupado por lo otro.<br />
Este río <strong>de</strong>l que tenemos conciencia<br />
histórica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace más <strong>de</strong> cuatrocientos<br />
años, ha hecho cauce no exento <strong>de</strong><br />
meandros, malo será estar junto a él si el<br />
cauce se ve <strong>de</strong>sbordado.<br />
Siempre las mejores palabras vienen<br />
<strong>de</strong> gente sencilla, cargada <strong>de</strong> estudio y<br />
conocimiento. Dijo el car<strong>de</strong>nal Carlos<br />
Amigo, arzobispo emérito <strong>de</strong> Sevilla:<br />
“La memoria <strong>de</strong> la cruz <strong>de</strong> Cristo no es<br />
recuerdo <strong>de</strong>l tiempo, ni relato <strong>de</strong> unos<br />
días ya muertos, sino <strong>de</strong> un espíritu que<br />
está vivo. No es recuento <strong>de</strong> hazañas<br />
gloriosas, sino imperativo <strong>de</strong> gratitud<br />
al Señor que nos sostiene. No es espejo<br />
para la vanagloria, sino estímulo <strong>de</strong><br />
imitación <strong>de</strong> todo lo bueno y digno <strong>de</strong><br />
elogio que hicieron los que nos han precedido”.<br />
x<br />
OPINIóN<br />
25