13.07.2013 Views

La Celestina - 10 reglas de oro para el exito

La Celestina - 10 reglas de oro para el exito

La Celestina - 10 reglas de oro para el exito

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

quiere, <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong>la verda<strong>de</strong>ra hermana, quando <strong>el</strong> otro día le lleué las nueuas <strong>de</strong>ste triste negocio, que esta mi mengua ha<br />

acarreado, no me viera agora entre dos pare<strong>de</strong>s sola, que <strong>de</strong> asco ya no ay quien me vea. El diablo me da tener dolor por<br />

quien no sé si, yo muerta, lo tuuiera. A osadas, que me dixo <strong>el</strong>la a mí lo cierto: nunca, hermana, traygas ni muestres más pena<br />

por <strong>el</strong> mal ni muerte <strong>de</strong> otro, que él hiziera por ti. Sempronio holgara, yo muerta; pues ¿por qué, loca, me peno yo por él<br />

<strong>de</strong>gollado? ¿E qué sé si me matara a mí, conio era ac<strong>el</strong>erado e loco, como hizo a aqu<strong>el</strong>la vieja, que tenía yo por madre?<br />

Quiero en todo seguir su consejo <strong>de</strong> Areusa, que sabe más <strong>de</strong>l mundo que yo e verla muchas vezes e traer materia cómo biua.<br />

¡O qué participación tan suaue, qué conuersación tan gozosa e dulce! No en bal<strong>de</strong> se dize: que vale más vn día <strong>de</strong>l [167]<br />

hombre discreto, que toda la vida <strong>de</strong>l nescio e simple. Quiero pues <strong>de</strong>poner <strong>el</strong> luto, <strong>de</strong>xar tristeza, <strong>de</strong>spedir las lágrimas, que<br />

tan aparejadas han estado a salir. Pero como sea <strong>el</strong> primer officio, que en nasciendo hazemos, llorar, no me marauilla ser más<br />

ligero <strong>de</strong> començar e <strong>de</strong> <strong>de</strong>xar más duro. Mas <strong>para</strong> esto es <strong>el</strong> buen seso, viendo la pérdida al ojo, viendo que los atauíos hazen<br />

la muger hermosa, avnque no lo sea, tornan <strong>de</strong> vieja moça e a la moça más. No es otra cosa la color e aluayal<strong>de</strong>, sino<br />

pegajosa liga en que se trauan los hombres. An<strong>de</strong> pues mi espejo e alcohol, que tengo dañados estos ojos; an<strong>de</strong>n mis tocas<br />

blancas, mis gorgueras labradas, mis ropas <strong>de</strong> plazer. Quiero a<strong>de</strong>reçar lexía <strong>para</strong> estos cab<strong>el</strong>los, que perdían ya la ruuia<br />

color y, esto hecho, contaré mis gallinas, haré mi cama, porque la limpieza alegra <strong>el</strong> coraçón, barreré mi puerta e regaré la<br />

calle, porque los que passaren vean que es ya <strong>de</strong>sterrado <strong>el</strong> dolor. Mas primero quiero yr a visitar mi prima, por preguntarle<br />

si ha ydo allá Sosia e lo que con él ha passado, que no lo he visto <strong>de</strong>spués que le dixe cómo le querría hablar Areusa. Quiera<br />

Dios que la halle sola, que jamás está <strong>de</strong>sacompañada <strong>de</strong> galanes, como buena tauerna <strong>de</strong> borrachos. [168]<br />

ELICIA.- Cerrada está la puerta. No <strong>de</strong>ue estar allá hombre. Quiero llamar. Tha, tha.<br />

AREUSA.- ¿Quién es?<br />

ELICIA.- Abre, amiga; Elicia soy.<br />

AREUSA.- Entra, hermana mía. Véate Dios, que tanto plazer me hazes en venir como vienes, mudado <strong>el</strong> hábito <strong>de</strong> tristeza.<br />

Agora nos gozaremos juntas, agora te visitaré, vernos hemos en mi casa y en la tuya. Quiçá por bien fue <strong>para</strong> entrambas la<br />

muerte <strong>de</strong> <strong>C<strong>el</strong>estina</strong>, que yo ya siento la mejoría más que antes. Por esto se dize que los muertos abren los ojos <strong>de</strong> los que<br />

biuen, a vnos con haziendas, a otros con libertad, como a ti.<br />

ELICIA.- A tu puerta llaman. Poco espacio nos dan <strong>para</strong> hablar, que te querría preguntar si auía venido acá Sosia.<br />

AREUSA.- No ha venido; <strong>de</strong>spués hablaremos. ¡Qué porradas que dan! Quiero yr abrir, que o es loco o priuado. [169]<br />

¿Quién llama?<br />

SOSIA.- Abreme, señora. Sosia soy, criado <strong>de</strong> Calisto.<br />

AREUSA.- Por los santos <strong>de</strong> Dios, <strong>el</strong> lobo es en la conseja. Escón<strong>de</strong>te, hermana, tras esse <strong>para</strong>mento e verás quál te lo paro<br />

lleno <strong>de</strong> viento <strong>de</strong> lisonjas, que piense, quando se parta <strong>de</strong> mí, que es él e otro no. E sacarle he lo suyo e lo ageno <strong>de</strong>l buche<br />

con halagos, como él saca <strong>el</strong> poluo con la almohaça a los cauallos.<br />

AREUSA.- ¿Es mi Sosia, mi secreto amigo? ¿El que yo me quiero bien sin que él lo sepa? ¿El que <strong>de</strong>sseo conoscer por su<br />

buena fama? ¿El fi<strong>el</strong> a su amo? ¿El buen amigo <strong>de</strong> sus compañeros? Abraçarte quiero, amor, que agora, que te veo, creo que<br />

ay más virtu<strong>de</strong>s en ti, que todos me <strong>de</strong>zían. Andacá, entremos a assentarnos, que me gozo en mirarte, que me representas la<br />

figura <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sdichado <strong>de</strong> Pármeno. Con [170] esto haze oy tan claro día que auías tú <strong>de</strong> venir a uerme. Dime, señor,<br />

¿conoscíasme antes <strong>de</strong> agora?<br />

SOSIA.- Señora, la fama <strong>de</strong> tu gentileza, <strong>de</strong> tus gracias e saber bu<strong>el</strong>a tan alto por esta ciudad, que no <strong>de</strong>ues tener en mucho<br />

ser <strong>de</strong> más conoscida que conosciente, porque ninguno habla en loor <strong>de</strong> hermosas, que primero no se acuer<strong>de</strong> <strong>de</strong> ti, que <strong>de</strong><br />

quantas son.<br />

ELICIA.- (Aparte. Escondida.) ¡O hi<strong>de</strong>puta <strong>el</strong> p<strong>el</strong>ón e cómo se <strong>de</strong>sasna! ¡Quién le ve yr al agua con sus cauallos en cerro e<br />

sus piernas <strong>de</strong> fuera, en sayo, e agora en verse medrado con calças e capa, sálenle alas e lengua!<br />

AREUSA.- Ya me correría con tu razón, si alguno estuuiesse <strong>de</strong>lante, en oyrte tanta burla como <strong>de</strong> mí hazes; pero, como<br />

todos los hombres traygays proueydas essas razones, essas engañosas alabanças, tan comunes <strong>para</strong> todas, hechas <strong>de</strong> mol<strong>de</strong>,<br />

no me quiero <strong>de</strong> ti espantar. Pero hágote cierto, Sosia, que no tienes <strong>de</strong>llas necessidad; sin que me alabes te amo y sin que<br />

[171] me ganes <strong>de</strong> nueuo me tienes ganada. Para lo que te embié a rogar que me vieses, son dos cosas, las quales, si más<br />

lisonja o engaño en ti conozco, te <strong>de</strong>xaré <strong>de</strong> <strong>de</strong>zir, avnque sean <strong>de</strong> tu prouecho.<br />

SOSIA.- Señora mía, no quiera Dios que yo te haga caut<strong>el</strong>a. Muy seguro venía <strong>de</strong> la gran merced, que me piensas hazer e<br />

hazes. No me sentía digno <strong>para</strong> <strong>de</strong>scalçarte. Guía tú mi lengua, respon<strong>de</strong> por mí a tus razones, que todo lo avré por rato e<br />

firme.<br />

AREUSA.- Amor mío, ya sabes quánto quise a Pármeno, e como dizen: quien bien quiere a B<strong>el</strong>trán a todas sus cosas ama.<br />

Todos sus amigos me agradauan, <strong>el</strong> buen seruicio <strong>de</strong> su amo, como a él mismo, me plazía. Don<strong>de</strong> vía su daño <strong>de</strong> Calisto, le<br />

apartaua. Pues como esto assí sea, acordé <strong>de</strong>zirte, lo vno, que conozcas <strong>el</strong> amor que te tengo e quánto contigo e con tu

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!