22.07.2013 Views

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

otros casos, los indios indómitos instaban a los otros a la rebelión, y fue así que perdieron<br />

la vida Roque González (que fue canonizado en 1934) y varios compañeros suyos.<br />

Los peores enemigos <strong>de</strong> las reducciones, sin embargo, no eran los indios, sino los<br />

blancos, tanto españoles como portugueses. Estos últimos temían que las misiones<br />

jesuitas fueran un modo <strong>de</strong> exten<strong>de</strong>r el po<strong>de</strong>río español en tierras brasileñas. A<strong>de</strong>más, la<br />

zona en que estaban las misiones era precisamente el territorio que acostumbraban<br />

invadir en busca <strong>de</strong> esclavos. Los españoles, por su parte, se quejaban <strong>de</strong> que las misiones<br />

les quitaban los indios que <strong>de</strong> otro modo trabajarían en encomiendas. Luego, aunque al<br />

parecer existía un conflicto <strong>de</strong> fronteras entre españoles y portugueses, el hecho es que<br />

ambas partes coincidían en su malquerencia hacia las reducciones <strong>de</strong> los jesuitas.[<strong>Vol</strong>. 2,<br />

<strong>Page</strong> 228]<br />

En 1628 los portugueses <strong>de</strong> Sao Paulo empezaron a atacar las misiones. Arrasaban los<br />

pueblos in<strong>de</strong>fensos y se llevaban por millares a los indios, para ven<strong>de</strong>rlos como esclavos.<br />

En algunos casos los misioneros acompañaron a sus rebaños en su infortunado éxodo,<br />

hasta que los portugueses los obligaron a regresar. El primer remedio que se buscó fue<br />

trasladar las reducciones a territorios que estaban claramente fuera <strong>de</strong> las fronteras <strong>de</strong>l<br />

Brasil. A pesar <strong>de</strong>l enorme trabajo que esto conllevó, no resolvió la situación, pues los<br />

paulistas sencillamente se internaban más en territorios españoles.<br />

En vista <strong>de</strong> esa situación, los misioneros <strong>de</strong>cidieron armar a sus feligreses. Los<br />

talleres <strong>de</strong> las reducciones se <strong>de</strong>dicaron a fabricar armas, y el hermano jesuita Domingo<br />

<strong>de</strong> Torres, <strong>de</strong> un tiro <strong>de</strong> arcabuz, mató a uno <strong>de</strong> los jefes paulistas. Entonces los<br />

portugueses se quejaron ante la corte española, con el apoyo mal disimulado <strong>de</strong> los<br />

encomen<strong>de</strong>ros. Pero el papa Urbano VIII excomulgó a los cazadores <strong>de</strong> indios, y Felipe<br />

IV <strong>de</strong>claró que eran libres y no sujetos a esclavitud. A<strong>de</strong>más, los jesuitas organizaron un<br />

ejército indio <strong>de</strong> cuatro mil hombres que colocaron bajo el mando <strong>de</strong>l aguerrido hermano<br />

Torres. En 1641, los jesuitas y sus indios <strong>de</strong>rrotaron <strong>de</strong>cisivamente a los paulistas. Ese<br />

mismo año, el Rey rechazó las quejas <strong>de</strong> quienes acusaban a los jesuitas <strong>de</strong> haber armado<br />

a los indios, y <strong>de</strong>claró que tenían <strong>de</strong>recho a hacerlo, siempre que fuese en <strong>de</strong>fensa propia.<br />

El porvenir <strong>de</strong> las misiones parecía asegurado. A partir <strong>de</strong> entonces el número y<br />

población <strong>de</strong> las reducciones jesuitas aumentaron prodigiosamente, y en 1731 llegaron a<br />

contar con 141.242 indios bautizados. Se trataba <strong>de</strong> la más exitosa tarea misionera<br />

llevada a cabo en aquella “era <strong>de</strong> los conquistadores”, y tuvo lugar gracias al valor y al<br />

tesón <strong>de</strong> un puñado <strong>de</strong> conquistadores espirituales que se negaron a <strong>de</strong>jarse llevar por el<br />

atractivo <strong>de</strong>l apoyo militar español.<br />

Pero la oposición a las misiones no cejó. Se rumoraba que los jesuitas escondían<br />

fuertes cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> oro en sus poblados. Una larga serie <strong>de</strong> investigaciones siempre<br />

<strong>de</strong>mostró lo contrario, pero repetidamente hubo quien hizo revivir la historia y dio lugar a<br />

nuevas sospechas y pesquisas.<br />

A<strong>de</strong>más se <strong>de</strong>cía que los jesuitas aspiraban a crear una república in<strong>de</strong>pendiente, y<br />

hasta se dijo que los gobernaba un rey, “Nicolás I <strong>de</strong>l Paraguay”. A<strong>de</strong>más, era la época en<br />

193

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!