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Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

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protestantes en la al<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Vassy, y les dieron muerte a cuantos pudieron.[<strong>Vol</strong>. 2, <strong>Page</strong><br />

109]<br />

La matanza <strong>de</strong> Vassy fue la causa inmediata <strong>de</strong> la primera <strong>de</strong> una larga serie <strong>de</strong><br />

guerras religiosas que sacudieron a Francia. Tras varias escaramuzas, ambos bandos<br />

organizaron sus ejércitos y salieron al campo, los católicos al mando <strong>de</strong>l duque <strong>de</strong> Guisa,<br />

y los protestantes bajo el almirante Gaspar <strong>de</strong> Coligny, uno <strong>de</strong> los hombres más<br />

respetables <strong>de</strong> la época. Los católicos ganaron las principales batallas, pero su general fue<br />

asesinado por un noble protestante, y exactamente un año <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la matanza <strong>de</strong><br />

Vassy se llegó a un nuevo acuerdo, otra vez a base <strong>de</strong> una tolerancia limitada para los<br />

protestantes. Empero tampoco esa paz fue dura<strong>de</strong>ra, pues hubo otras guerras religiosas en<br />

1567 al 1568, y en 1569 al 1570.<br />

La matanza <strong>de</strong> San Bartolomé<br />

La paz <strong>de</strong> 1570 prometía ser dura<strong>de</strong>ra. Catalina <strong>de</strong> Médicis se mostraba dispuesta a<br />

volver a hacer las paces con los protestantes, quizá siempre con la esperanza <strong>de</strong> que la<br />

ayudaran a limitar el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los <strong>de</strong> Guisa. En 1571 Coligny se presentó en la corte, y<br />

pronto hizo fuerte impresión en el joven rey, quien llegó a llamarlo “padre mío”.<br />

A<strong>de</strong>más, se hicieron planes para casar a Margarita, hermana <strong>de</strong>l Rey y por tanto hija <strong>de</strong><br />

Catalina, con Enrique <strong>de</strong> Borbón, hijo <strong>de</strong> Antonio <strong>de</strong> Borbón, quien era uno <strong>de</strong> los<br />

principales jefes <strong>de</strong>l partido protestante.<br />

Todo parecía marchar bien para los hugonotes, que tras largos sufrimientos podían<br />

por fin presentarse libremente en la corte y <strong>de</strong>más lugares públicos. Pero bajo las dulces<br />

apariencias se escondían otras intenciones. El nuevo duque <strong>de</strong> Guisa, Enrique, estaba<br />

convencido <strong>de</strong> que su padre había sido asesinado por or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Coligny, y quería vengar<br />

su muerte. Catalina comenzaba a sentir celos <strong>de</strong>l noble protestante cuya recia hidalguía<br />

había conquistado la admiración <strong>de</strong>l Rey. Se tramó así una conspiración para <strong>de</strong>shacerse<br />

<strong>de</strong> quien era sin lugar a dudas la figura más limpia y respetable <strong>de</strong> esos tiempos<br />

turbulentos.<br />

Los principales jefes hugonotes se encontraban en París para las bodas <strong>de</strong> Enrique <strong>de</strong><br />

Borbón, rey <strong>de</strong> Navarra, con Margarita Valois, hermana <strong>de</strong>l Rey <strong>de</strong> Francia. Las nupcias<br />

se celebraron con toda pompa el 18 <strong>de</strong> agosto, y los protestantes se gozaban <strong>de</strong> verse, no<br />

sólo tolerados, sino hasta respetados, cuando ocurrió el atentado alevoso. El almirante <strong>de</strong><br />

Coligny iba hacia su casa, <strong>de</strong> regreso <strong>de</strong>l Louvre, cuando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un edificio que era<br />

propiedad <strong>de</strong> los <strong>de</strong> Guisa le dispararon, llevándole el Indice <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>recha e<br />

hiriéndolo en el brazo izquierdo.<br />

Coligny no murió, pero los airados hugonotes clamaron pidiendo justicia. El Rey<br />

tomó la investigación en serio. Se <strong>de</strong>cía que el arcabuz que se había utilizado para el<br />

atentado pertenecía al duque <strong>de</strong> Guisa, y que el asesino había huido en un caballo<br />

proporcionado por la Reina Madre. Algunos añadían que el hermano <strong>de</strong>l Rey, Enrique <strong>de</strong><br />

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