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ferro política 4
Don Fulgencio en el anuncio de su candidatura presidencial
a) Invertir trescientos mil pesos para extraer los tesoros que los indios han arrojado al fondo de la
laguna durante la Conquista y así aliviar la ruina del país. (Esta obra pública implicaría la desecación de
los apestosos lagos y resolvería también las inundaciones que dejan a la ciudad echa una ciénaga).
b) Convertirse en gestor de todos los que quieren, con cualquier pretexto, aumentar sus bienes a costa
de los fondos públicos.
c) En el ruidoso pleito de los tequesquites, despojar a los indígenas de sus tierras pues ya es hora de
expulsar a esos indios del área metropolitana.
La popularidad de don Fulgencio es inmensa (cosas que prueban las últimas encuestas) las damas lo
adoran, los caballeros lo imitan, es querido por niños, jóvenes y maestros. “Como García Julio es tan
generoso –declara la señora García– no hay canalla de estos mexicanos que no le deban algo”.
Por último, el guapo señor don Fulgencio García Julio ha dado un maravilloso discurso para el
anuncio de su candidatura en la Compañía Lancasteriana, donde ha sido honrado por su conocimiento
de artes, humanidades y política. “Señores –dijo– las palabras del idioma castellano no son bastante
para expresar lo que mi alma siente… instrastrugchor…infrastr…infrastructocor… pero ¡oh, nunca…! El
espectáculo de esta desvalida juventud, la Biblia, yo no la leí toda... hay uno que después salió… que eran
las mentiras sobre el libro de este libro.... ¡el patriotismo, la…el cuándo el corazón generoso revienta ¡Oh
señores, el llanto embarga mi voz, no puedo continuar!”.