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5<br />
política<br />
1800…<br />
<strong>ferro</strong><br />
José de Jarras<br />
El famoso hijo de hacendado, Don Carlos, da, de<br />
nuevo, de qué hablar. Después de su extraño<br />
retorno a México el joven ataca al mismo país que<br />
le dio patria con fuertes declaraciones “Repito que<br />
en México no hay ilustración; son muy bárbaros;<br />
todo aquí es malo, malísimo, epouvantable: ¡Qué<br />
horror!”. Aunque poco se sabe sobre lo ocurrido<br />
durante su viaje, el pueblo ya empieza a especular<br />
sobre su verdad. Rumores corren que dicen “Mal le<br />
fue y por eso volvió”.<br />
A pesar de los escandalosos comentarios que<br />
Don Carlos sigue pronunciando desde su regreso, la<br />
gran amistad que tiene con Don Juan (hijo del rico<br />
señor Don Pedro) no se ha visto opacada. En una<br />
discusión pública, justo después de pronunciar, el<br />
Afrancesadito, -Ser a final de cuentas, hijo de un<br />
país- su gran amigo no pudo apuntar más que “Ni<br />
tampoco remediar”. Don Juan sigue apoyando a su<br />
ímprobo compatriota.<br />
Parece ser que esto no ha caído bien para las<br />
clases sociales marginales y la discusión se ha<br />
salido de su cauce, más aún cuando otro hacendado<br />
tan importante como lo es Don Antonio ha<br />
declarado “no puedo sufrir a ese charlatán”. El<br />
pueblo parece escandalizarse y con justa razón.<br />
Don Antonio más de una vez ha puesto en<br />
evidencia lo mal que el joven habla. Nuestro<br />
patriótico periódico no puede hacer más que dar<br />
un voto de desaprobación para las horribles<br />
contestaciones que hace Carlos “¿Yo? Por<br />
desgracia soy mexicano, y lo siento”.<br />
Don Carlos, el afrancesadito en su biblioteca.<br />
― ¿Eulalia es la jovencilla que muchas veces te negó amor?<br />
―Sí.<br />
― ¿Ella está tomando clases de piano con un artista y poeta?<br />
―Sí, sí.<br />
―Ten cuidado porque te la está sonsacando.<br />
¿Buscas la felicidad?, ¿Quieres saber quién corteja a tu damisela?, ¿quieres quitar a ese pobre diablo<br />
del camino?<br />
Busca a “La madrastra” y ella resolverá tus problemas.<br />
Los narcóticos, venenos y todos los artilugios para eliminar pobres diablos no están incluidos.<br />
Dirección: Mercado de la Merced, pasillo No. 8, local 666 (Frente a los puestos de carne de lobo y de venado).
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