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DEL
STENCIONISMO
La inhibición producida por la desconfianza de los ciudadanos
en la eficacia de su actuación está provocada por
un ambiente hostil a la participación, en el que la actitud
de no querer saber nada de la cosa pública resulta ya, en
sí misma, un triunfo para los que ostentan el poder. Si,
además, se consigue presentar el abstencionismo como
muestra de confianza tácita en la gestión gubernamental,
la inhibición, además de una posición negativa, está sirviendo
de escabel cotidiano e inconsciente al grupo que
actúa.
EL NEGOCIO DE LA
INHIBICIÓN
La desconfiarza de los ciudadanos
tiene, sin embargo, el atenuante
de estar gestada por motivos
exteriores muy poderosos.
Lo peor de la desconfianza es
que suele servir de vértice de una
línea de máxima pendiente por la
que se desliza la inhibición y que,
pasando por el adocenamiento y
la comodidad, termina en la convenienjcia.
Entonces el atenuante
de la imbibición t perdido su vigor.
Frente al dastse que suipone
k participación y el nesgarse en
que consiste la simple inMbíción,
esta actitud extrema estriba en
•proveoharse. Arntciponer al deber
dvioo Ift proipia comodidad á»-
muestra en el barómetro político
lina presión infericr a hi que tefiala
el simple escepticJMno o la
timidez. El utilitairismo de aacac
tejadft en el ambiente apaisado áá
vadío politioo denota wsm SÍÉU»-
dóa de moral pública dannientt
boTiraflOosft.
Naturalmente, estas aotMiude* no
M d«o puras en todo momento y
•n eadia «xno de ks óadadaoo* á»
on peh, Pero Mm tendencitis su»-
wptiblea de progresi^va gmen&-
xadón para cuyo aoáMi «• oooveoieute
fíigui'áTsek» aUadat.
MÍNIMO ESFUERZO
Y FRIVOLIDAD
Lik ky áA ttéoioM caftMran
ye osa ooootafite p6lltio«>.
hodUbiv, que es capaz de k»
mayorea saoríficios por «m cuestión
priivada, suele, íailvo casos
«Koepciooalea y iieroioos produciéos
las más de les vec«a en momentos
die exaltadóo, legatear los
ealueraxM cuando de una cansa
pública se trata. Este ha sidb, nar
da menos, que uno de ks grandes
argumentos psicológicos para
Ja defei^a de la propiedad payaréa
frente a la camñnail, a partir
d* la escolástica. El camino fácñ
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céfmtL
de la posición familiar, la escala
ambiciosa del éxito profesional,
pueden atrofiar la dimensión pública
del hombre y dejarle mutilado
por la concentración de todo
su esfuerzo en el desarrollo privado
de su facultad de actuación.
La Universidad ve cómo ee frustran,
año a afio, los cuadros de
líderes natos que en ella apunitaron
una clara personalidad política
cuando se enfrontan, una vez
graduados, con el problema de las
salidas profesionales.
Es indudable la importancia que
tiene la dedicación profesional.
Apenas se entiende un hombre
lanzado a la vida púbUca sin una
profesión de base a la que haya
dedicado algún tiempo y esfuerzo.
No cabe duda tampoco de que
una posición económica o profesional
estable priva a la tentada
política de m sefiuelo crudameate
interesado, Pero, del mitemo modo,
no puMde dudaise (te que la
profesión y el patrimonio y el estatuto
sodal, teafli h» «pie fueren,
ofrecoi «mas posibilidades de
aduación qne no «xistklan ika
eUaa. La dimenaióo púbitea del
bomlhie es aobsteaiente a k priivada¡
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