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Vista coronal neutral<br />
El transductor se pone en un plano coronal con respecto<br />
al cuerpo. La cadera se estudia para determinar el<br />
plano acetabular medio y buscar puntos de referencias críticos<br />
como: la línea ilíaca recta, la unión <strong>del</strong> ilion y el<br />
cartílago triradiado y la punta <strong>del</strong> lábrum. En un CC neutral<br />
normal, la cabeza femoral descansa en el acetábulo.<br />
El techo óseo acetabular muestra una configuración cóncava<br />
y cubre aproximadamente la mitad de la cabeza<br />
femoral. El cartílago hipoecoico <strong>del</strong> techo acetabular, se<br />
extiende por fuera <strong>del</strong> hueso acetabular y forma el lábrum,<br />
compuesto de cartílago hialino, salvo en su punta que es<br />
un fibrocartílago. El fibrocartílago es ecogénico, y puede<br />
diferenciarse de la cápsula vecina, ecogénica.<br />
En la displasia, el techo óseo acetabular, cambia su<br />
configuración, con aumento de su angulación y con un<br />
aspecto redondeado en su esquina superolateral. Si la cadera<br />
se subluxa o luxa, la cabeza femoral migra lateralmente<br />
y hacia arriba, con pérdida de la cobertura <strong>del</strong><br />
acetábulo. Este desplazamiento hacia arriba y afuera se<br />
acompaña de una deflexión hacia arriba <strong>del</strong> lábrum que se<br />
deforma y engruesa. Cuando la cabeza femoral está francamente<br />
luxada, el lábrum deformado puede interponerse<br />
entre la cabeza femoral y el acetábulo, lo que contraindica<br />
una reducción manual.<br />
La clasificación de la cadera en esta vista se realiza<br />
sin necesidad de realizar el test dinámico, aunque algunos<br />
autores han descrito una técnica especial en estos casos.<br />
La posición de la cabeza femoral puede estar normal,<br />
subluxada o luxada. El acetábulo puede describirse sobre<br />
la base de sus características visuales, valorándose la profundidad,<br />
ángulo <strong>del</strong> techo y aspecto <strong>del</strong> lábrum. El desarrollo<br />
acetabular, basado en el cubrimiento de la cabeza<br />
femoral, se usa poco, ya que existen valores normales intermedios,<br />
tanto en rayos X como en la ecografía.<br />
Vista coronal en flexión<br />
El transductor se mantiene en un plano coronal con<br />
respecto al cuerpo, mientras la cadera se mueve en una<br />
flexión de 90 grados. Durante la obtención de estas vistas<br />
el transductor se mueve hacia a<strong>del</strong>ante y hacia atrás para<br />
identificar los 2 planos claves: uno en el acetábulo medio<br />
y el otro en el borde posterior <strong>del</strong> acetábulo.<br />
El plano acetabular medio es similar al de la vista<br />
coronal neutral, excepto por la ausencia de ecos procedentes<br />
de la metáfisis <strong>del</strong> fémur. La línea ilíaca recta, producto<br />
de la reflexión, de la unión <strong>del</strong> ílion y el cartílago<br />
triradiado y la punta ecogénica <strong>del</strong> lábrum, permanecen<br />
como puntos de referencia importantes. Cuando el<br />
transductor se coloca en el plano labial posterior de la cadera,<br />
el hueso ilíaco por arriba y el isquion por abajo, forman<br />
líneas ecogénicas horizontales separadas por el cartílago<br />
hipoecoico. Este cartílago es la parte posterior <strong>del</strong><br />
cartílago trirradiado que es una marca fácilmente reconocible.<br />
En la cadera normal no se visualiza la cabeza en<br />
este plano.<br />
El examen dinámico de la cadera se realiza fácilmente<br />
en esta vista. En el plano acetabular medio el fémur se<br />
abduce y aduce para buscar inestabilidad, que se evidencia<br />
por un cambio en los ecos de los tejidos blandos entre<br />
la cabeza y el acetábulo. El segundo chequeo de inestabilidad<br />
se hace con el transductor en el plano labial posterior<br />
realizando la maniobra de Barlow con aducción y una<br />
compresión posterior ligera en la rodilla. En la cadera normal,<br />
la cabeza femoral permanece en su lugar en el<br />
acetábulo y no se visualiza por encima <strong>del</strong> labio posterior<br />
<strong>del</strong> cartílago trirradiado. Cuando hay subluxación o luxación,<br />
la cabeza migra posteriormente y toda la cabeza o<br />
parte de ella aparece en el plano, dependiendo de la severidad<br />
<strong>del</strong> desplazamiento.<br />
En la cadera laxa, la cabeza, en reposo, está bien situada<br />
y la única alteración ocurre en el labio posterior<br />
durante la maniobra de compresión posterior de la rodilla<br />
y se ve como una pequeña parte de la cabeza femoral penetra<br />
en el plano, que es menor que el diámetro de la cabeza<br />
femoral y que desaparece cuanto se quita la maniobra<br />
de estrés.<br />
En la subluxación la cabeza femoral está desplazada<br />
lateralmente en el plano medio acetabular y puede verse<br />
posteriormente, una porción de la cabeza en reposo. En<br />
la maniobra de compresión posterior de la rodilla se hace<br />
visible casi toda la cabeza, y cuando se trata de una cadera<br />
dislocable, se hace visible una gran parte de la misma.<br />
En la cadera dislocada la cabeza se sitúa totalmente,<br />
por fuera <strong>del</strong> acetábulo. En la luxación superior la cabeza<br />
femoral puede descansar en el hueso ilíaco. En la luxación<br />
posterior la cabeza femoral en reposo, se ve sobre el<br />
labio posterior <strong>del</strong> cartílago trirradiado. En la luxación<br />
no se ve el acetábulo, ya que la diáfisis <strong>del</strong> fémur bloquea<br />
su visión. La reductibilidad de una cadera luxada<br />
se chequea por una maniobra de aducción y presión hacia<br />
<strong>del</strong>ante. Una abducción amplia es la posición más<br />
favorable para mantener la cadera en el acetábulo. En<br />
las luxaciones parcialmente reducidas puede observarse<br />
un retorno a la luxación cuando se elimina la presión y el<br />
fémur se aduce.<br />
Articulación de la cadera. Muslo 121