You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
DOS DE MAYO<br />
José Luis Ubieto Serrano<br />
Dos de mayo. Una fecha histórica. ¿Podría serlo otra vez? Aunque a un<br />
nivel mucho menos importante, a nivel futbolístico. Ya se sabe: la más<br />
importante de las cosas menos importantes. Todo eso andaba pensando Diego<br />
mientras iba en el AVE rumbo a Zaragoza. Desde Sevilla nada menos: 847<br />
kilómetros. Aunque vayas en un tren de alta velocidad, son muchos kilómetros<br />
y dan para pensar mucho.<br />
Un dos de mayo de 1808 el pueblo de Madrid se levantó contra las<br />
tropas napoleónicas. Y un mes más tarde, un ejército francés sitiaba Zaragoza.<br />
Otro hecho histórico que se rememoró 200 años más tarde con una Exposición<br />
Internacional. Un gran año para la ciudad de Zaragoza. Un pésimo año para el<br />
Real Zaragoza, que descendía a 2ª División con el mayor presupuesto de su<br />
historia. Y para colmo, mientras celebraba el 75 aniversario de su fundación. Y<br />
desde entonces se ha arrastrado por los campos españoles, manchando su<br />
imagen y su prestigio, salvándose tres años consecutivos sobre la campana.<br />
Cayendo al fin, otra vez, a 2ª División. Y aquí estamos.<br />
Y aquí estoy yo, piensa Diego, divagando con Napoleón, Fluvi y Agapito,<br />
mientras voy a ver un partido importantísimo. Si es lo que dice mi mujer: los<br />
futboleros estáis mal de la cabeza. Porque un Zaragoza – Girona…<br />
Amosnomejodas. Si mi abuelo levantara la cabeza… Pues por él, precisamente<br />
por él, me estoy haciendo 1.700 kilómetros entre la ida y la vuelta para ver un<br />
partido de 2ª División.<br />
Hoy cumpliría su centenario. Fue socio del Real Zaragoza desde su<br />
fundación en 1932, cuando sólo tenía 18 añitos. ¡Qué pinta tiene en las pocas<br />
fotos que hay de entonces! Flacucho y con pelo repeinado hacia atrás. Y yo,<br />
toda la vida, lo conocí calvo y regordete. Porque le gustaba mucho el fútbol,<br />
pero sólo verlo. Porque no le pegaba a un tren cruzado. Era su pasión. Siempre<br />
nos contaba ese viaje a Barcelona para ver ganar a su Zaragoza en el Nou<br />
Camp, con gol de Canario. O de tiempos menos gloriosos, como cuando iba a<br />
Torrero.<br />
- 126 -