69_J_L_Tieck_El_blondo_Eckbert_El_gato_con_botas_1965
69_J_L_Tieck_El_blondo_Eckbert_El_gato_con_botas_1965
69_J_L_Tieck_El_blondo_Eckbert_El_gato_con_botas_1965
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
fuera totalmente des<strong>con</strong>o cido, se dignaría respetarlo.<br />
Mas no pudo <strong>con</strong>tenerse. En un solitario paseo a ca-o<br />
ballo descubrió a su amigo toda su historia y le preguntó<br />
si podía querer a un asesino. Hugo estaba<br />
<strong>con</strong>movido y trató de darle <strong>con</strong>suelo. <strong>Eckbert</strong> lo siguió<br />
hasta la ciudad, sintiendo que un gran peso se<br />
le había quitado de encima.<br />
.Diría se que era su maldición cr ear suspicacias pre<br />
.cisamen te en la hora de la <strong>con</strong>fianza, pues apenas habían<br />
entrado en la sala cuando en el brillo de tantas<br />
luces empezó a disgustarle el aspecto de su amigo .<br />
Creyó percibir una malévola sonrisa y tuvo la impresión<br />
de que H ugo hablaba poco <strong>con</strong> él y mucho<br />
<strong>con</strong> los presentes, y parecía no poner atención en su<br />
persona. Estaba en la reunión un viejo caballero que<br />
siempre se había mostrado hostil a <strong>Eckbert</strong> y a menudo<br />
había hecho, en forma muy particular, preguntas<br />
acerca de su mujer y de su riqueza. Hugo se acercó<br />
a él y amb os hablaron algún ti empo de manera secreta,<br />
a la vez que señalaban haci a <strong>Eckbert</strong>. Éste vio<br />
<strong>con</strong>firmada su sospech a, se creyó traicionado, y una<br />
ira terrible se apoderó de él. Mientras miraba fijamente,<br />
depronto creyó ver el rostro de Walter, todas<br />
sus facciones, la figura que tan bien <strong>con</strong>ocía; volvió<br />
a mirar <strong>con</strong> at enc ión y se <strong>con</strong>venció de que nadi e<br />
sino Walter hablaba <strong>con</strong> el anciano. Su espanto f ue<br />
in descriptible; fuera de sí, salió de la tertulia bruscamente,<br />
aban donó la ciudad cua ndo todavía era de<br />
64