8 número de la revista icruceros

LISBOA
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del siglo XIX.
Visitaremos la Plaza de los Restauradores y
finalmente la Plaza del Rossio , que fue escenario
de “la revolución de los claveles” ” y que
ahora es un lugar repleto de sitios de interés;
la estación de trenes del Rossio con su fachada
neoclásica y su imponente puerta con arco
de doble herradura, el Teatro Nacional Doña
María ll y la estatua de Pedro IV. En esta zona
encontraremos una buena disculpa para hacer
un alto en el camino con “Las Ginjinhas”,
tascas donde poder degustar el licor del mismo
nombre (orujo de cerezas). Para los más cafeteros,
la parada obligada, será el famoso café
Nicola (con su fachada art decó) donde podremos
tomar una “bica” (café negro) o un “galao”
(café con leche).
Al lado de la plaza del Rossio se encuentra
otro de los símbolos de la ciudad, el elevador
neogótico de Santa Justa (con mirador panorámico)
que comunica la Baixa con el barrio alto
y el Chiado.
El barrio Alto representa la parte más alternativa
de Lisboa, con sus callejuelas estrechas y
algo oscuras, es sin duda el barrio más castizo
de la ciudad. A él deberemos acudir si queremos
escuchar el mejor Fado de la capital.
Después proseguiremos hacia la Plaza de Luis
Camoes desde la cual se accede al Chiado.
El Chiado, con sus teatros, es el barrio bohemio
de la ciudad, no en vano es conocido
como “el Montmatre” de Lisboa. En la Rúa do
Carmo visitaremos la iglesia convento del mismo
nombre, la cual, quedo en ruinas después
del terremoto de 1755. Seguiremos nuestra
visita en la Rúa Garret y disfrutar de uno de los
lugares más emblemáticos de Lisboa, el Café a
Brasileira, contemplar su bonita fachada y hacernos
una foto junto a la escultura del escritor
Fernando Pessoa, situada en su terraza.
No podemos abandonar el Chiado sin dirigirnos
hasta el mirador de “san Pedro de Alcántara”
y disfrutar de sus hermosas vistas.
Alfama:
Para comprender mejor la similitud del trazado
del barrio de Alfama con el de las medinas musulmanas,
nada mejor que dirigirnos al mirador
y la capilla de Santa Lucia y desde aquí, iniciar
nuestra visita a este antiguo barrio de pescadores.
Enseguida nos daremos cuenta de que es
el que mejor refleja la esencia de Portugal y de
Lisboa; la ropa tendida, los vecinos asomados
a sus puertas de colores y su típico “bullicio de
barrio”….pura vida portuguesa. Paseando por
sus empinadas cuestas llegaremos a la Sé,
la iglesia más antigua de Lisboa, construida
en el siglo XII. Desde aquí comenzaremos el
ascenso hasta el Castillo de San Jorge y poder
contemplar las mejores vistas de la ciudad.
LISBOA, AL
IGUAL QUE
LA CIUDAD
ETERNA, SE
ENCUENTRA
ASENTADA
SOBRE SIE-
TE COLINAS
Revista de cruceros y viajes/ Diciembre 2013 / www.Icruceros.eu