CONECTAR CRECER SERVIR IR - LifeWay

Escuela Dominical y comenzó a invertir en los niños. Además, desarrolló
relaciones con los padres y si estos no eran creyentes, aprovechaba la
oportunidad para hablarles de Cristo. Ahora Elisa tiene la oportunidad
de usar la preparación en evangelismo que su pastor enseñó hace poco.
Todavía Elisa está involucrada en su grupo de mujeres así que puede
seguir aprendiendo de la Palabra de Dios, pero ahora ella está avanzando
en su vida cristiana. Ha descubierto el equilibrio que necesitaba.
Agrupar los aspectos en categorías ofrece a todos una mejor
comprensión de los elementos clave. Las categorías Conectar,
Crecer, Servir e Ir pueden ayudarnos a comprender mejor los
elementos centrales de una vida cristiana equilibrada
Conectar eleva la importancia de la adoración, la oración y la
comunión en nuestras vidas. Conectar o relacionarse significa
tener una relación vital con Dios, con los otros creyentes, con
la iglesia y con nuestra familia. Nos recuerda la prioridad de
fomentar relacionas positivas y duraderas con otras personas en el
trabajo, en la escuela, en la comunidad y en el hogar.
Al relacionarnos primero con Dios, Él hace que nos sea posible
establecer relaciones significativas con los otros creyentes; ellos,
a cambio, nos ayudan a relacionarnos con la familia de la iglesia.
Estas relaciones nos permiten dar la bienvenida a personas que
todavía no son parte de nuestra iglesia o que están por convertirse
en creyentes pero todavía no lo son.
Crecer significa conocer la palabra de Dios y obedecerla, además
de comprender cómo esta ejerce una influencia en nuestras vidas.
Obtener conocimiento es vital pero necesitamos algo más que
información. El verdadero discipulado significa descubrir algo
fresco e inspirador en un pasaje que hemos leído cientos de veces,
y actuar para ponerlo en práctica.
Servir nos recuerda nuestra responsabilidad de trabajar junto a
otros creyentes. Nuestras iglesias están llenas de oportunidades
para ministrar y servir, desde encargarse de una despensa de
alimentos hasta ser anfitrión de un grupo de jóvenes o impartir
una clase en la Escuela Dominical. Se requiere que cada creyente
trabaje junto a otros para que una iglesia local funcione como Dios
la diseñó. Dios nos da dones y nos capacita para servir, y multiplica
nuestros esfuerzos de manera exponencial.
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