e-An N° 17 nota N° 7 Malvinas sus protagonistas por Mane Penas y su hija Manuela Benitez
Cuando hace unas semanas asistí a la inauguración del Museo de Malvinas, recordé con un poco de angustia lo que viví hace 32 años, era mayo de 1982, yo había comenzado a seguir por radio y a grabar radios de todo el mundo que relataban los acontecimientos en Malvinas, la guerra era un mundo que no conocíamos y ese 1° de mayo comenzaron las acciones de guerra en Malvinas, por eso pensé que el mejor relato era de uno de sus protagonistas, yo sabia que el marido de una amiga Mane Penas había estado ahí y le mande un mail para tratar de combinar para hacer un reportaje, Mane me contesto: “Te cuento que hace ya dos años que Horacio no quiere hablar mas sobre la guerra, no va a hablar mas al colegio de sus hijas tampoco, por eso no puedo combinar un reportaje, te mando recuerdos de el todo lo relatado es real, son las historias que relata mi marido desde que volvió de la guerra, a veces de humos negro, y contadas como una película, que fue como lo vivió, y gracias a eso es que no quedo tan loco!!
Cuando hace unas semanas asistí a la inauguración del Museo de Malvinas, recordé con un poco de angustia lo que viví hace 32 años, era mayo de 1982, yo había comenzado a seguir por radio y a grabar radios de todo el mundo que relataban los acontecimientos en Malvinas, la guerra era un mundo que no conocíamos y ese 1° de mayo comenzaron las acciones de guerra en Malvinas, por eso pensé que el mejor relato era de uno de sus protagonistas, yo sabia que el marido de una amiga Mane Penas había estado ahí y le mande un mail para tratar de combinar para hacer un reportaje, Mane me contesto: “Te cuento que hace ya dos años que Horacio no quiere hablar mas sobre la guerra, no va a hablar mas al colegio de sus hijas tampoco, por eso no puedo combinar un reportaje, te mando recuerdos de el todo lo relatado es real, son las historias que relata mi marido desde que volvió de la guerra, a veces de humos negro, y contadas como una película, que fue como lo vivió, y gracias a eso es que no quedo tan loco!!
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<strong>N°</strong> 15 <strong>17</strong><br />
<strong>Malvinas</strong> <strong><strong>su</strong>s</strong> <strong>protagonistas</strong><br />
<strong>por</strong> <strong>Mane</strong> <strong>Penas</strong> y <strong>su</strong> <strong>hija</strong><br />
<strong>Manuela</strong> <strong>Benitez</strong><br />
Valle Sagrado de Machu<br />
Pichu.<br />
foto Arq. Adriana Elvira<br />
Piastrellini<br />
año III junio de 2014<br />
Cuando hace unas semanas asistí a la<br />
inauguración del Museo de <strong>Malvinas</strong>, recordé<br />
con un poco de angustia lo que viví hace 32<br />
años, era mayo de 1982, yo había comenzado a<br />
seguir <strong>por</strong> radio y a grabar radios de todo el<br />
mundo que relataban los acontecimientos en<br />
<strong>Malvinas</strong>, la guerra era un mundo que no<br />
conocíamos y ese 1° de mayo comenzaron las<br />
acciones de guerra en <strong>Malvinas</strong>, <strong>por</strong> eso pensé<br />
que el mejor relato era de uno de <strong><strong>su</strong>s</strong><br />
<strong>protagonistas</strong>, yo sabia que el marido de una<br />
amiga <strong>Mane</strong> <strong>Penas</strong> había estado ahí y le mande<br />
un mail para tratar de combinar para hacer un<br />
re<strong>por</strong>taje, <strong>Mane</strong> me contesto: “Te cuento que<br />
hace ya dos años que Horacio no quiere hablar<br />
mas sobre la guerra, no va a hablar mas al<br />
colegio de <strong><strong>su</strong>s</strong> <strong>hija</strong>s tampoco, <strong>por</strong> eso no<br />
puedo combinar un re<strong>por</strong>taje, te mando<br />
recuerdos de el todo lo relatado es real, son<br />
las historias que relata mi marido desde que<br />
volvió de la guerra, a veces de humos negro, y<br />
contadas como una película, que fue como lo<br />
vivió, y gracias a eso es que no quedo tan<br />
loco!!
<strong>Malvinas</strong> <strong>su</strong><br />
<strong>por</strong> <strong>Mane</strong> <strong>Penas</strong> y s<br />
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lvinas, recordé con un poco de angustia lo que viví hace 32<br />
s, era mayo de 1982, yo había comenzado a seguir <strong>por</strong> radio y a<br />
bar radios de todo el mundo que relataban los acontecimientos<br />
<strong>Malvinas</strong>, la guerra era un mundo que no conocíamos y ese 1° de<br />
yo comenzaron las acciones de guerra en <strong>Malvinas</strong>, <strong>por</strong> eso<br />
sé que el mejor relato era de uno de <strong><strong>su</strong>s</strong> <strong>protagonistas</strong>, yo sabia<br />
e el marido de una amiga <strong>Mane</strong> <strong>Penas</strong> había estado ahí y le mande<br />
mail para tratar de combinar para hacer un re<strong>por</strong>taje, <strong>Mane</strong> me<br />
testo: “Te cuento que hace ya dos años que Horacio no quiere<br />
lar mas sobre la guerra, no va a hablar mas al colegio de <strong><strong>su</strong>s</strong> <strong>hija</strong>s<br />
poco, <strong>por</strong> eso no puedo combinar un re<strong>por</strong>taje, te mando<br />
uerdos de el todo lo relatado es real, son las historias que relata<br />
marido desde que volvió de la guerra, a veces de humos negro, y<br />
tadas como una película, que fue como lo vivió, y gracias a eso<br />
que no quedo tan loco!!
29 Años de <strong>Malvinas</strong> - Visita a Londres<br />
El 14 de marzo, el veterano de guerra argentino, Horacio Benítez, y <strong>su</strong><br />
esposa María, fueron recibidos en la Falklands War Memorial Chapel<br />
(Capilla en Memoria de la Guerra de las <strong>Malvinas</strong>) en Pangbourne<br />
College en Berkshire, Gran Bretaña. Recibieron una muy cordial<br />
bienvenida <strong>por</strong> parte del Capellán, Rev. Brian Cunningham, y el director,<br />
Thomas Garnier, cuyo padre había estado a cargo de organizar la flota<br />
de 105 barcos ingleses que navegaron hacia el Atlántico Sur, con el fin<br />
de "liberar" a las Islas <strong>Malvinas</strong> de la ocupación argentina .<br />
Benítez fue reclutado como soldado infante del ejército a los 19 años de<br />
edad durante la guerra de 1982, y había sido dado <strong>por</strong> muerto en el<br />
campo de batalla en Wireless Ridge, cerca de la capital Puerto Stanley,<br />
después de recibir un balazo en la cabeza. Un médico del ejército lo<br />
identifico y vio que se movio, <strong>por</strong> lo que fue sacado de la pila de muertos<br />
y llevado al hospital de campaña, <strong>por</strong> la cruz roja.<br />
Después de <strong>su</strong> visita al centro de IdeC enCaux, Suiza, después de la<br />
guerra, Benítez buscó la reconciliación con el ejército británico. El<br />
Ministro británico de la Defensa se negó a ayudar, pero el teniente<br />
coronel Chris Keeble, quien había tomado el mando del Segundo<br />
Batallón de Paracaidistas en la batalla de Goose Green después de la<br />
muerte de 'H' Col Jones, accedió a reunirse con él. Su profunda<br />
reconciliación y posterior amistad fue re<strong>por</strong>tada <strong>por</strong> la prensa británica.<br />
Lea el re<strong>por</strong>te en la revista For A Change >><br />
El 11 de marzo, Keeble y Benítez hablaron a los estudiantes de la<br />
Canford College en Dorset, invitados <strong>por</strong> el capellán de allí. <strong>An</strong>tes de<br />
eso, Benítez y <strong>su</strong> esposa estuvieron en Pangbourne College en<br />
Berkshire. Allí fueron acompañados <strong>por</strong> Jim y Jo Purvis, ex miembros<br />
de la Flota Aérea Armada, quienes habían conocido a Benítez en Buenos<br />
Aires y fueron quienes arreglaron el acercamiento inicial entre Benítez y<br />
Keeble.<br />
La visita al Pangbourne College fue organizada <strong>por</strong> Michael Smith,<br />
director de comunicaciones de Iniciativas de Cambio Reino Unido,<br />
quien en la década de 1960 fue Cadete de la Reserva Naval Real allí. En<br />
aquellos días era la Escuela Náutica, Pangbourne, y varios de los<br />
contem<strong>por</strong>áneos de Smith lucharon en la Guerra de las <strong>Malvinas</strong>. Ahora<br />
es una escuela de internado mixta y conserva <strong><strong>su</strong>s</strong> vínculos navales.<br />
La capilla se construyó para conmemorar la vida y el sacrificio de los 252<br />
militares y tres isleños que murieron durante la guerra. Fue inaugurado
<strong>por</strong> la Reina en marzo de 2000. Se cree que Benítez es apenas el segundo<br />
veterano de guerra argentino que ha sido recibido en esta capilla.<br />
La Guerra de las <strong>Malvinas</strong> fue un punto decisivo en la <strong>su</strong>erte política de<br />
la Primera Ministra Margaret Thatcher, que posteriormente fue reelegida<br />
para un segundo mandato. También llevó a la caída del dictador militar<br />
de Argentina, el general Galtieri, quien ordenó la invasión de la colonia<br />
británica. Argentina ha sostenido durante mucho tiempo una demanda<br />
histórica sobre la soberanía de las islas.<br />
El próximo año marca el 30 aniversario de la guerra. Keeble espera que<br />
un día él y Benítez puedan visitar juntos las islas.
<strong>Malvinas</strong>: La batalla de Ganso Verde la locura para poder sobrevivir<br />
Dossier 15 años de <strong>Malvinas</strong>, publicado el 1 de abril de 2007<br />
El ex combatiente Horacio Benítez encabezó uno de los batallones de<br />
combate que intentó repeler a "sangre y locura" el desembarco de más<br />
de 3.000 paracaidistas ingleses en Ganso Verde, una de las batallas más<br />
duras, junto a la de Monte Longdon, de la Guerra de <strong>Malvinas</strong>.<br />
Benítez integraba una compañía de 120 hombres del batallón del<br />
regimiento de La Tablada que llegó hasta la ladera del Monte luego de<br />
caminar casi tres kilómetros en formación de combate <strong>por</strong> una pradera<br />
desértica, en medio de la noche.<br />
“Ya en ese momento el descontrol era total <strong>por</strong> la desorganización y la<br />
falta de orden de mando. Cuando nos ordenan avanzar, un Mayor se<br />
<strong>su</strong>bió a una de las piedras, sacó una espada, que nunca <strong>su</strong>pimos cómo<br />
la consiguió, y gritó: ¡Al combate, a vencer o morir!, todos empezamos a<br />
caminar y después nos dimos cuenta que el hijo de puta se quedó en <strong>su</strong><br />
lugar", narró.<br />
Al llegar a la ladera del Monte de Ganso Verde, junto al regimiento 7 de<br />
La Plata, <strong>su</strong>frieron en carne propia la desorganización, ya que recibían<br />
bombardeo <strong>por</strong> parte de los ingleses y de los argentinos que estaban<br />
detrás de ellos y calculaban mal los disparos.<br />
Allí el buen criterio de otros oficiales los hizo improvisar y se armaron<br />
varios grupos que lograron avanzar y tener combates cuerpo a cuerpo<br />
con los paracaidistas que llegaban al lugar.<br />
"Ellos tenían toda la tecnología, no sólo los visores infrarrojos, tenían<br />
además unas bengalas con paracaídas que iluminaban la noche como<br />
si fuera de día y duraban en el aire una eternidad", comentó el ex<br />
soldado.<br />
En ese sentido, agregó: "Además no podíamos operar la radio <strong>por</strong>que<br />
los ingleses nos detectaban y nos enviaban unas bolas de fuego<br />
chiquitas que eran misiles antipersonales y te seguían <strong>por</strong> el calor<br />
cor<strong>por</strong>al".<br />
El ex combatiente reside en la actualidad en San Isidro, en la zona Norte<br />
del Gran Buenos Aires, y si bien narró <strong>su</strong> mirada de la guerra con una<br />
crudeza pocas veces escuchada, cada 2 de abril asiste, con un discurso<br />
más patriótico y contemplativo a contar <strong><strong>su</strong>s</strong> experiencias en <strong>Malvinas</strong> a<br />
chicos del colegio Santa María de Luján, donde también asisten <strong><strong>su</strong>s</strong><br />
hijos.
Benítez vio la muerte cerca cuando uno de esos misiles pasó a<br />
centímetros de <strong>su</strong> cuerpo e impactó en el rostro de un compañero que<br />
segundos antes hablaba con él y lo decapitó.<br />
"Cuando lo vi caer a mi lado, me morí de miedo y lo único que atine a<br />
hacer es correr, pero lo hice hacía adelante y <strong>su</strong>bí la montaña totalmente<br />
desorientado, estaba muerto de miedo y no sabía ya como escapar",<br />
graficó Benítez.<br />
El ex combatiente, quien reconoce que muchas cosas que vio intenta<br />
olvidarlas y no puede, señaló que observó a un grupo de 65 soldados<br />
argentinos degollados, y esa visión le permitió sentir que <strong>su</strong> única<br />
defensa a la muerte era disparar <strong>su</strong> arma hasta que no quedara ni una<br />
bala.<br />
"Nos faltaban municiones, ellos tenían interminables, teníamos que<br />
avanzar sacándolas a los compañeros caídos y a los ingleses que<br />
también estaban muertos, eramos chorros de balas para poder seguir<br />
viviendo", graficó.
El objetivo de este trabajo es relatarles, como mi padre sobrevivió a la<br />
guerra entre Argentina e Inglaterra, con poca preparación y a tan corta<br />
edad; además de mostrarles cómo se sentían los soldados que fueron<br />
mandados a combatir de la noche a la mañana.<br />
Para esto, me enfoco en las distintas experiencias que el cuenta , de lo<br />
que paso y <strong>su</strong> encuentro con la muerte. (Este trabajo fue realizado <strong>por</strong><br />
<strong>Manuela</strong> <strong>Benitez</strong> contando como <strong>su</strong> Padre relató muchas veces lo vivido en la<br />
guerra de <strong>Malvinas</strong>).<br />
Un golpe de <strong>su</strong>erte<br />
Era una larga y fría noche de 1982 en las islas <strong>Malvinas</strong>, la guerra era<br />
dura, en la primera línea, ya no había comida; en ese entonces los días<br />
parecían meses y las horas semanas, las mañanas eran cortas y las<br />
noches eternas. Por el horizonte desfilaban sombras, y uno no sabia, si<br />
era el enemigo acechando o un pingüino cruzando el valle entre las<br />
montañas, el frío intenso y la inquietud de la espera, lograban hacer<br />
crecer mi impaciencia.<br />
Mi amigo Mariano me acompañaba dándome apoyo en esta encrucijada,<br />
pero el congelamiento nos estaba empezando a afectar, casi no<br />
sentíamos las piernas y el dolor de mover los dedos era un el <strong>su</strong>frimiento<br />
inso<strong>por</strong>table, el cansancio que nos producía el no dormir <strong>por</strong> miedo a la<br />
muerte blanca, nos causaba alucinaciones, tales como las de ser<br />
llevados con nuestros seres queridos a nuestras casas, y disfrutar de<br />
una rica y caliente comida.<br />
A las 21.00 hs. sonó la radio con la orden de invadir la montaña Wireless<br />
Ridge, en Goose Green, donde nos esperaban unos 3.000 paracaidistas<br />
ingleses y una gran artillería detrás, esa noche a pesar del<br />
congelamiento bajamos hacia la base de la montaña para llegar al punto<br />
de encuentro, había llegado la hora decisiva, formamos una línea y<br />
rezamos, como preparados para aceptar a la muerte con los brazos<br />
abiertos y encomendar nuestras almas al señor.<br />
Mientras nos acercábamos hacia los ingleses los misiles comenzaron a<br />
caer, entramos en pánico, pero seguimos hacia delante, hacia la única<br />
dirección en la que podíamos correr, de donde no había vuelta atrás.<br />
Avanzamos directo hacia a la base de la montaña, en mis oídos<br />
resonaban el caer de los misiles a lo lejos, mis ojos solo pudieron mirar<br />
hacia el frente donde el horizonte era humo gris y luces que salían de las<br />
grietas montañosas, el aire se tiño de muerte y desesperación, todo se<br />
torno confuso, reconocer al enemigo era imposible, salvar tu vida era
inevitable y tu mente solo pensaba en atacar y avanzar .<br />
Empezamos a escalar y llegamos rápidamente a la cima donde la batalla<br />
cuerpo a cuerpo ya había comenzado, éramos 20 los que llegamos, la<br />
locura y desesperación de aferrarse a la vida era tal, que el egoísmo <strong>por</strong><br />
mantener la mía propia reinaba en todos direcciones.<br />
Corrimos hacia unas rocas para escondernos, los ingleses con <strong><strong>su</strong>s</strong><br />
boinas rojas se acercaban cada vez mas y mas, los muertos a mi<br />
alrededor solo servían para proveer cartuchos y granadas, las horas se<br />
hicieron eternas, las balas se acababan y ellos seguían llegando.<br />
Durante toda la lucha, mientra arrojaba granadas y disparaba en todas<br />
direcciones, mi mente vagaba pensando en el hambre, la desesperación<br />
y el dolor de ver a mis compañeros caer uno <strong>por</strong> uno, solo podía<br />
escuchar heridos gritando <strong>por</strong> todo el campo y ver muertos a mí<br />
alrededor, en eso observé la cabeza de mi compañero junto a mis<br />
piernas, entré en pánico, el horror me con<strong>su</strong>mía.<br />
Momentos después sentí un gran estruendo en mi oreja derecha, mi<br />
vista se nublo y mi mente se puso en blanco. En ese momento lo <strong>su</strong>pe,<br />
me habían dado, empecé a caer al <strong>su</strong>elo en cámara lenta y el cielo se<br />
tornó de un negro oscuro y toda mi vida pasó frente a mis ojos. Los<br />
ruidos cesaron y sentí paz.<br />
Cuando desperté, no reconocía el lugar donde me encontraba y el olor a<br />
pólvora y muerte no me dejaba respirar, mire a mi alrededor y quedé<br />
anonadado de lo que vi, estaba tirado en la pila de los muertos. Entré en<br />
pánico, intenté gritar pero mi boca no emitía sonido, estaba demasiado<br />
débil, ni siquiera podía moverme, pero aun así seguí intentando<br />
desesperadamente que alguien oyera mis gritos de auxilio; pero mi<br />
voluntad no se quebró, lo que hizo que pudiera mover uno de mis<br />
brazos, aunque sea un poco para que alguien me viera, justo en el<br />
momento en el que levante mi mano un oficial que pasaba me vio y grito<br />
fuertemente – ¡Hombre vivo! – gracias a él y a un golpe de <strong>su</strong>erte, fui<br />
rescatado de la pila de muertos en la que me habían arrojado y fui<br />
salvado de la inevitable muerte que me esperaba en ella.
Con e<br />
capitá<br />
ingles<br />
marid<br />
depre<br />
se cas<br />
Chis<br />
fuerza<br />
Mi marid<br />
hospital<br />
Con el Capitán de Marina Roberto Sylvester , vecino y amigo,<br />
(vivimos ambos en la calle Héroes de <strong>Malvinas</strong> en el bajo de San<br />
isidro, ) el piloto marina que comandaba los caza, el hundió uno<br />
de los buques ingleses<br />
Visita a Pauntgraun, con Jo Purvis, Mike Smith, y el director, el<br />
que esta con sobretodo, el de la derecha es Chris Keeble
l habano en la mano el de la derecha es<br />
n de paracaidista, medico de los<br />
es, Steven Huges, cuando lo visito mi<br />
o en el hospital en el 86 ( estaba con<br />
sión aguda), el pudo salir de la depresión<br />
o y formo una hermosa familia ( ambos,<br />
y Steven dejaron de pertenecer a las<br />
s armadas inglesas).<br />
o en la isla y en comodoro al salir del<br />
con solo 19 años
El Ce<strong>nota</strong>fio de <strong>Malvinas</strong> en Pilar<br />
Monumento a <strong>Malvinas</strong> en Pilar, más conocido como el Ce<strong>nota</strong>fio<br />
<strong>Malvinas</strong>. Es un predio en las afueras de la Ciudad de Buenos Aire<br />
ubicado en el kilómetro 6 de la ruta provincial 28, allí hay una cruz p<br />
cada uno de los caídos en la guerra de <strong>Malvinas</strong>.<br />
El Ce<strong>nota</strong>fio de <strong>Malvinas</strong> se encuentra en la provincia de Buenos Aire<br />
en el partido de Pilar.<br />
Es un predio de 6 hectáreas donde el padre José Fernández, qui<br />
estuvo en el frente de batalla durante la guerra de <strong>Malvinas</strong>, constru<br />
una reproducción del Cementerio de Darwin. Para ello instaló una cr<br />
de madera pintada de blanco <strong>por</strong> cada uno de los 649 argentinos q<br />
murieron en la guerra, cada una de las cruces tiene una placa de me<br />
donde se indica el nombre, rango y la fuerza armada a la que pertenec<br />
el combatiente.<br />
Las cruces del ce<strong>nota</strong>fio son simbólicas pues los restos de lo<br />
combatientes descansan en un cementerio militar de las islas Malvina<br />
mas precisamente en Puerto Darwin en la isla Soledad. Además de l<br />
cruces, se construyó en el predio una capilla muy similar a la que<br />
encuentra en Puerto Argentino, también ubicada en la isla Soledad.<br />
Horacio Javier <strong>Benitez</strong> en el cementerio de <strong>Malvinas</strong> en Pilar
de<br />
s,<br />
or<br />
s,<br />
en<br />
yó<br />
uz<br />
ue<br />
tal<br />
ía<br />
La cruz Nº 650<br />
Oficialmente hubo 649 caídos argentinos durante la Guerra de<br />
<strong>Malvinas</strong>, en el Ce<strong>nota</strong>fio de <strong>Malvinas</strong> existe una cruz con<br />
nombre y rango para cada uno de ellos.<br />
En Abril del 2008 falleció el padre José Fernández, quién<br />
estuvo en el frente de batalla durante la guerra, donó las tierras<br />
donde se emplazó el ce<strong>nota</strong>fio y se encargó de <strong>su</strong><br />
construcción.<br />
Los excombatientes rindieron homenaje al padre Fernández<br />
agregando una cruz más a las que ya estaban en el<br />
monumento, la cruz número 650.<br />
s<br />
s,<br />
as<br />
se
año 3 - numero <strong>17</strong>- junio de 2014