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La ultima morada. Zona Prohibida.

¡La búsqueda ha terminado! Un grupo de viajeros extraterrestres ha arribado a la Tierra con intenciones desconocidas. Maravillados por la hermosura del planeta deciden descender a investigar; mientras, en el bosque Amazónico, el comandante de operaciones John Waterstone lidera un proyecto secreto del gobierno de los Estados Unidos, pero todo sale mal para las dos partes involucradas... Por otra parte, Miguel ha confirmado el diagnostico de su enfermedad, sin saber que pronto cambiará todo en su vida. ¿Qué les depara el destino a estos seres? ¿Cuáles son sus intenciones? ¿Quienes son y de donde provienen? ¿Cómo y por qué cambiará la vida de Miguel?

¡La búsqueda ha terminado! Un grupo de viajeros extraterrestres ha arribado a la Tierra con intenciones desconocidas. Maravillados por la hermosura del planeta deciden descender a investigar; mientras, en el bosque Amazónico, el comandante de operaciones John Waterstone lidera un proyecto secreto del gobierno de los Estados Unidos, pero todo sale mal para las dos partes involucradas... Por otra parte, Miguel ha confirmado el diagnostico de su enfermedad, sin saber que pronto cambiará todo en su vida. ¿Qué les depara el destino a estos seres? ¿Cuáles son sus intenciones? ¿Quienes son y de donde provienen? ¿Cómo y por qué cambiará la vida de Miguel?

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- Eso es lo de menos, comandante. Deseo saber las razones de la evacuación del paciente,<br />

su estado era crítico y no alcanzamos a realizarle todos los exámenes de rigor. No se nos<br />

puede imputar culpa alguna en caso de deceso del individuo, recayendo la culpa sólo<br />

sobre ustedes. Además, no era necesario el requisar las muestras ya tomadas, en caso de<br />

ser parte de un proyecto secreto militar, bastaba con destruirlas nada más pedirlo –<br />

espetó el director.<br />

- Comprendo su enojo, Señor Ferreira. Fue un error nuestro enviar a nuestros muchachos a<br />

su clínica. Exactamente, como usted dijo, esto es parte de un proyecto secreto que se lleva<br />

a cabo en territorio brasileño, por lo que esto no debe divulgarse – enfatizó el comandante.<br />

- Entiendo… – expresó Ferreira.<br />

- Comprenderá que no estoy capacitado para darle más información, pero no era posible el<br />

dejar en manos ajenas la manipulación de ningún tipo de muestra o registro referido a<br />

estos jóvenes. Espero entienda la situación en que nos encontramos e instruya a sus<br />

trabajadores para que no difundan nada sobre esto. Esta noche no ocurrió nada anómalo<br />

en su hospital – manifestó serenamente Waterstone.<br />

- Cla… Claro, considérelo hecho – dijo el director, intimidado por la serenidad del<br />

comandante.<br />

- Espero podamos encontrarnos el día de mañana, para afinar los detalles del tema y<br />

expresarle personalmente mis agradecimientos por su colaboración en esta delicada<br />

situación.<br />

<strong>La</strong> conversación no se extendió por mucho tiempo más, acordando encontrarse por la tarde en la<br />

oficina del director, después de almuerzo. Ferreira colgó el auricular y puso manos a la obra. Abrió<br />

el procesador de texto de su computadora, escribiendo rápidamente un memorándum en que<br />

resaltaba la discreción correspondiente al incidente ocurrido aquella noche, destacando el que era<br />

un procedimiento militar y que cualquier imprudencia conllevaba acciones legales, de índole<br />

militar. Una vez terminado, envió el documento al servidor del hospital, con carácter de urgencia<br />

máxima, para que se comunicase inmediatamente a todos los trabajadores.<br />

El tema estaba zanjado, sólo faltaba que las autoridades de la clínica firmaran ciertos documentos<br />

con cláusulas que aseguraran la confidencialidad que asunto. Aquel día había sido especial,<br />

demasiadas cosas ocurrieron, muchas decisiones debieron tomarse, definitivamente fue agotador.<br />

Waterstone se fue a descansar con todo esto en su cabeza, tomándole varios preciosos minutos<br />

de sueño el poner la mente en blanco para relajarse, durmiéndose casi de forma obligada, para<br />

recuperar energía necesaria para un día que se avecinaba tan exigente como este último.<br />

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