ALGOS No 1-2014

Los estudios de gabinete han cobrado relevancia ante la posibilidad
de detectar en forma más temprana la enfermedad. Así, las radiografías
simples son insuficientes para detectar alteraciones, sobre todo a nivel
axial. El empleo del ultrasonido, sobre todo Doppler de poder, es importante
para detectar entesitis en forma anticipada. En un estudio donde
se detectó entesitis por US, la exploración física se reportó negativa en
dichas zonas anatómicas 3.
La resonancia magnética es fundamental a la fecha en el diagnóstico
claro de afección axial y articulaciones sacroilíacas, pero se debe
enfatizar que su alta sensibilidad debe ponderarse en forma debida y
emplearse en casos de alta sospecha clínica aunado con el diagnóstico
diferencial revisado. El empleo de la modalidad contrastada puede
poner de manifiesto alteraciones inflamatorias tempranas, lo cual es, en
particular, valioso en aquellas zonas donde la exploración física es más
complicada, como articulaciones coxofemorales, sacroilíacas y columna
vertebral. Este método puede ser, en un futuro, relevante en la evaluación
longitudinal de los pacientes. Es importante comentar que estos
estudios deben interpretarse por radiólogos con experiencia, debido a
que decisiones apresuradas tienen un importante impacto para establecer
terapeúticas inapropiadas, más aún en este grupo etáreo 1.
Diagnóstico diferencial
Sin ser prolijos, es importante considerar aquellas patologías que deben
ser buscadas en pacientes donde se sospecha el amplio espectro de padecimientos
que se engloban en la AIJ. Se presenta un listado en la tabla 22.
Tabla 2. Diagnóstico diferencial de la AIJ.
La responsabilidad
principal de los
médicos de primer contacto
es la referencia, lo antes
posible, a los especialistas
quienes decidirán el
tratamiento más adecuado
y a largo plazo
Tratamiento
No es motivo de este texto ahondar en
este apartado, pero si debo enfatizar que
el empleo indiscriminado y laxo de esteroides
ocurre más de lo deseado, lo cual
debe evitarse. Desde luego pueden ser
justificados, al igual que los anti-inflamatorios
no esteroideos, en posología adecuada,
mientras se canaliza a los enfermos
a evaluación posterior por especialistas.
Por años se han empleado fármacos
usados para la AR, y hasta fechas recientes
se sabe que algunos pueden ser útiles
incluso como monoterapia, entre ellos el
metotrexate en formas oligoarticulares y
con probabilidad la sulfasalazina tanto oligo
como poliarticulares. Sin embargo, no
son muchos los estudios rigurosos a pesar
de los años de empleo.
Por otro lado, los fármacos biológicos
han mostrado eficacia y en ellos está la esperanza
de un mejor y más rápido control,
aunque el costo puede ser una limitante
para muchos pacientes. El avance en la terapia
biológica en años recientes ofrece la
posibilidad de diseñar estudios adecuados
entre terapia modificadora de la enferme-
26 • ALGOS Dolor y tratamiento