El Palacio de los Deportes - Número 1 (Diciembre'14)

Texto: Antonio López Durán
Foto: AS
La búsqueda de entrenador para capitanear
la nave universitaria se acabó cerrando con
la alternativa para Diego Ocampo de dirigir
por vez primera como entrenador principal a
un equipo en la máxima categoría del
baloncesto español. La respuesta del
gallego ha sido inmejorable, consiguiendo
hacer un núcleo compacto, a mejorar a
domicilio pero realmente poderoso e
imponente cuando juega ante su gente,
afición que siempre se convierte en ese
sexto jugador de forma maravillosa. Sin
duda un soplo de aire fresco tras salir de la
convulsa temporada pasada que ha
reactivado el ánimo en Murcia por ese
anhelo constante de por fin dar ese pasito
adelante que todos merecen.
La primera muestra de que la apuesta por el
club este año volvería a ser importante se
mostraba de forma constante desde los
despachos. A la llegada de Ocampo se
empezaban a sumar las piezas que
conformarían la plantilla. El equipo contaba
con tres de sus interiores de la temporada
pasada, el capitán Jose Ángel Antelo,
renovado de hecho por una campaña más,
dando muestras de su mutua confianza
pese a su grave lesión, Víctor Arteaga,
importante en el final de campaña desde su
llegada desde Lleida y Augusto César Lima,
gran referente del equipo la temporada
pasada y que contrato en vigor sería un año
más uno de los grandes líderes. A ello se
unió pronto la confirmación de que Radovic
volvería a jugar un año más en Murcia, y sin
duda el montenegrino lo está aprovechando.
Así pues lo primero que se pudo sacar en
claro era que los cuatro interiores de la
temporada pasada permanecerían en el
club.
La posición de base era una de las
principales tareas de la dirección deportiva
tras los problemas de la última temporada y
no se pudo acertar más de pleno, las
llegadas de Neto, Cabezas y Alberto Martín
dotan al equipo de presente y futuro de
forma inmediata. El internacional español
pese a su veteranía está siendo una de las
sorpresas agradables del inicio de
temporada siendo decisivo en los momentos
clave del equipo y aportando su experiencia
en la competición. A él une un Neto que sin
duda es uno de los mejores fichajes de las
últimas temporadas. El brasileño fijo ya para
su selección pese a su juventud y con
experiencia en mundiales, pone su visión de
juego y su magia al servicio del equipo
murciano. Por último Alberto Martín es una
apuesta a medio plazo. El canterano del
Real Madrid tiene un talento descomunal y
la idea es que poco a poco vaya entrando
en el equipo, pues podemos estar ante uno
de los bases del futuro de España.
Para el juego exterior se contaba con dos
jugadores clave, en primer lugar Scott Wood
tenía contrato, y realmente es un auténtico
lujo para un equipo fuera de los cuatro o
cinco grandes tener un jugador con un rol
tan específico y además de eficacia más
que probada. A ello se unía la renovación de
un Kelati que en los meses que estuvo se
ganó a la afición a base de trabajo y
sacrificio y que le valió para ser
“universitario” por dos años más. La plantilla
se cerró con las llegadas de Scott Bamforth
y Sadiel Rojas, el primero ya conocido por
su temporada pasada en Sevilla fue sin
duda un shock, pues nadie entendía como
tras su notable temporada le dejaban salir, y
una vez más Murcia se adelantó al resto de
pretendientes para que siguiese con
Ocampo. Sadiel Rojas por su parte venía
con la vitola de ser elegido por los
entrenadores mejor jugador de la liga de
desarrollo americana, además de mejor
defensor de forma oficial en una liga que se
adjudicó con los Fort Wayne Mad Ants de
Texas. Sus estadísticas de anotación no
llamarán la atención pero su trabajo e
intensidad en defensa es incansable y por
ello entrenador, compañeros y afición se lo
saben agradecer.
Con los ingredientes que había solo faltaba
que llegase el día, y aunque se hizo de
rogar llegó. Por fin volvió el baloncesto al
Palacio de los Deportes de Murcia con la
visita de Valencia Basket. Lo que parecía un
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